El desafío paulino ante las autoridades romanas. Lecturas de Romanos 13,1-7

July 4, 2017 | Autor: Eduardo de la Serna | Categoría: Sagrada Escritura San Pablo, Epístola a Los Romanos, Epístolas de San Pablo
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EL DESAFÍO PAULINO ANTE LAS AUTORIDADES ROMANAS LECTURAS DE ROMANOS 13,1-7

Eduardo de la Serna

“Among New Testament scholars, Romans 13:1-7 remains one of the most hotly debated passages of the Pauline corpus, with seemingly little hope of a consensus emerging in the future.” 1

Por muy diversas razones, el texto paulino de Romanos 13,1-7 es una verdadera crux interpretum. El texto pareciera irrumpir con un tema novedoso quebrando la línea argumental que encontramos en c.12 y continúa en 13,8. El lenguaje en muchos términos no parece paulino y se dice que hay ausencia de temas cristológicos y escatológicos. Especialmente, se cree ver contradicción con muchos elementos y temas tanto de otras cartas paulinas como de la misma carta a los Romanos: en 12,2 –por ejemplo– había dicho: “no se conformen al tiempo ( ) presente”. Lo que contradiría al invitar a “someterse a las autoridades” ya que estas vienen “de Dios” (13,1). 2 Los intentos de explicar o acomodar el texto han sido muy variados y hasta contrarios.

1. Lecturas frecuentes de Rom 13,1-7 Como es habitual, la opción más fácil fue interpretarlo como una interpolación post-paulina (por ejemplo a la luz de Tito 3,1) con lo que muchos de

  J. R. Harrison, Paul and the Imperial Authorities at Thessalonica and Rome, Tübingen, 2011, 271.   “Pablo no es un teólogo sistemático. Incluso durante su vida fue acusado de ‘vacilante’, y de tener frecuentes cambios de ideas. Este puede ser un ejemplo de la incomodidad de sistematizar su pensamiento”: R. Cassidy, “The Politicization of Paul: Romans 13:1-7 in Recent Discussion”, ExpTimes 212 (8) (2010)389. 1

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los problemas señalados quedaban respondidos. Pero no solamente no hay ninguna opción textual que justifique esa afirmación, sino que ya casi no hay estudiosos que la sostengan. 3 La opción más fácil no siempre es la más justa con el texto. El sometimiento se pretende de todos ( ) 4a las autoridades establecidas ( ). El contexto hace muy dificultoso entender estas autoridades como referidas a autoridades “angélicas” (O. Cullmann) 5 o a las “autoridades de las sinagogas” (M. Nanos) 6; además, elementos como la “espada” y los “impuestos” invitan a pensar sin dudarlo en las autoridades romanas. 7 Otro elemento que se ha tenido en cuenta es la posibilidad de que Pablo esté siendo irónico en este texto. La ironía forma parte de la retórica, y además, Pablo la utiliza en más de una ocasión. Pero ¿lo es en este caso? No parece, como se verá más adelante. 8 Mirando esto, no es sencillo –sin embargo– coincidir con lo que ya en 1883 afirmaba Godet: “No es necesario, bajo ningún punto de vista, buscar en las circunstancias locales de la propia Iglesia de Roma una razón especial para motivar el siguiente punto”. 9 Sin duda es necesario remitir al Sitz im Leben y el marco judeo-romano para encontrar el marco explicativo del texto. De todos modos, esto también es complejo. Observénse los contextos.

  Cf. D. H. Bertschmann, “The Good, the Bad and the State – Rom 13,1-7 and the dynamics of Love”, NTS 60 (2014) 233 n.6: “en general ha sido abandonada”. 4   Sin duda es un semitismo ( ) que significa “toda vida”, es decir “todos” sin que quede claro si se refiere a todos los lectores, los cristianos, los romanos o toda la humanidad. 5   Cf. S. Krauter, Studien zu Röm 13,1-7. Paulus und der politische Diskurs der neronischen Zeit, Tübingen, 2009, 9-12. 6   Cf. D. Álvarez Cineira, Pablo y el imperio romano, Salamanca, 2009, 134. Con mucha frecuencia M. Nanos parte –en sus escritos– de un dato que consideramos sensato y es la no separación entre “iglesia” y “sinagoga”, o el reconocimiento de los cristianos como auténticos judíos. Sin dudas la separación es mucho más tardía, y Pablo y sus contemporáneos se sienten y saben judíos. Pero eso no significa que, en este caso, se refiera a autoridades sinagogales. 7   M. Nanos tiene en cuenta la espada (entendida como la potestad disciplinar de los jefes de la sinagoga), e interpreta también en este sentido los impuestos y tasas; Esler critica ambas perspectivas destacando lo razonable de entender la referencia aplicada a las autoridades romanas, Ph. F. Esler, Conflicto e identidad en la carta a los Romanos. El contexto social de la carta de Pablo, Navarra, 2006, 452. J. N. Bailey, “Paul’s Political Paraenesis in Romans 13,1-7”, Restoration Quarterly 46 (2004) 24-28 se dedica a analizar a qué impuestos se refiere Pablo, y destaca 4 posibilidades. 8   T. L. Carter, “The Irony of Romans 13”, NT 46,3 (2004) 209-228. Recurre con frecuencia al rol de la ironía para Quintiliano. La relación del tema con el impuesto al César (Mc 12,17) y la relación con Tito 3,1 para poner en duda la ironía, sin embargo, no nos parece suficiente, cf. C. G. Kruse, Paul’s Letter to the Romans, Michigan-Cambridge, 2012, 492. 9   F. Godet, Commentaire sur l’épître aux Romains, Paris-Genève, 1883, 884. 3

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El contexto conflictivo entre los judíos y los romanos A partir de la expulsión de los “judíos” en tiempos de Tiberio, 10y luego en tiempos de Claudio a causa de “Cresto” 11, el ambiente cambia radicalmente. Con la llegada de Nerón (54-68) –particularmente en la primera parte de su gobierno– los expulsados pudieron regresar, y muchos así lo hicieron. Sin embargo, es razonable que los recién llegados y sus amigos tuvieran mucha prudencia en sus relaciones ad extra. La prohibición de reunirse seguía vigente. También están “frescas” las noticias de las persecuciones en Alejandría (motivo por el que la comunidad judía de la ciudad envía una delegación a Roma presidida por Filón, que se refleja en su escrito Legatio ad Gaium) o el conflicto en Jamnia, que termina en la destrucción de un altar y la orden, como represalia, de erigir una imagen de Gayo (= Calígula) en el Templo de Jerusalén. 12

La primera etapa del gobierno de Nerón El contexto es favorable y de “pax” en los primeros años del gobierno de Nerón, como se refleja en los escritos de Seneca. 13 Nerón es presentado como una suerte de “Augusto mejorado” por cuanto no hay derramamiento de sangre. La pax es tal que las espadas se usan “de adorno”. 14

  Suetonio, La vida de los Césares, Tiberio 36: “Abolió cultos extranjeros, especialmente los egipcios y los ritos judíos, obligando a todos a la búsqueda de superstición; a quemar sus vestimentas religiosas y toda su parafernalia. Aquellos judíos que estaban en edad militar fueron asignados a las provincias de clima menos saludable, con el pretexto de servir en el ejército; los otros de la misma raza o de creencias similares fueron desterrados de la ciudad,en el dolor de la esclavitud de por vida si desobedecían”. 11   Tácito. Annales 15,44: “A los judíos, que hacían frecuentes tumultos, por el impulso de Cresto, los expulsó de Roma”: (= ¿Cristo?); algunos prefieren interpretar que Cresto era un liberto que impulsó a Claudio a expulsar a los judíos. 12   La imagen finalmente no fue colocada porque, previendo revueltas, el gobernador Petronio retrasó la medida, y finalmente Calígula fue convencido de revocarla. La tensión, sin embargo, existió (Flavio Josefo, Antigüedades Judías XVIII, 8, 1-9). Es difícil –en este contexto– aceptar la propuesta de Bruce de que simplemente se trata de obediencia a la autoridad en la línea de “dar al César…”; ¿y si el César fuera injusto?, se pregunta. Pablo no hace referencia a eso “presumiblemente porque eso todavía no había ocurrido”, F. F. Bruce, Romans, Michigan-Leicester,2 1994, 220-221. 13   No está de más recordar que Séneca fue uno de los asesores de Nerón en la primera parte de su gobierno. Luego fue su gran crítico. 14  Séneca, De la Clemencia 1, 13: “De él los hombres dicen lo mismo en público que en secreto. Desean tener hijos y la esterilidad, indicio de los males públicos, desaparece: nadie duda merecer bien de sus hijos, dándolos a la luz en tal siglo. Este príncipe, seguro por su clemencia, no necesita de guardias y tiene las armas como adorno”. 10

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El contexto suscitado en tiempos de Nerón por los impuestos El tema provocó levantamientos y manifestaciones populares. 15

El contexto religioso y filosófico entendiendo la autoridad como algo querido por Dios. 16 Sin embargo, aunque estos acontecimientos señalados sean constatables y verídicos, “es imposible ser dogmático con el exacto Sitz im Leben de la exhortación de Pablo en 13,1-7”. 17

El contexto de levantamiento zelote en Judea… y otros contextos religiosos. Pablo estaría intentando evitar que los cristianos de Roma siguieran la actitud belicosa de los zelotes en Jerusalén. Sin embargo, hemos de afirmar que el zelotismo todavía no ha comenzado cuando Pablo escribe la carta: “Los zelotes todavía no han emergido en la historia del judaísmo palestinense; solo pueden encontrarse trazas de su presencia aproximadamente en el año 66 d.C., un poco tiempo antes de la revuelta de los judíos palestinenses contra Roma”. 18  Tacito, Anales 13,50-51: “En el mismo año, habiéndose quejado diversas veces el pueblo de los excesos que hacían los cobradores de las rentas públicas, estuvo Nerón a punto de quitar todas las imposiciones y derechos, haciendo aquel nobilísimo presente al linaje humano. Pero los más viejos del Senado, alabando primero su grandeza de ánimo, detuvieron aquel primer ímpetu, (…) [sin embargo ordenó] que se publicasen los establecimientos de las aduanas públicas que hasta entonces se habían tenido secretos, y que lo que no se pidiese dentro del año no se pudiese pedir después; que en Roma el pretor, y en las provincias los pretores o procónsules, pudiesen conocer sumariamente de las quejas que se diesen contra los cobradores o arrendadores”. Suetonio, Vida de los Césares, Nerón 10: “Para probar mejor aún sus buenas disposiciones, anunció que reinaría según los principios de Augusto, y no perdió ocasión de mostrar dulzura y clemencia. Abatió o disminuyó los impuestos demasiado onerosos”. 16   Bailey, “Paul’s political paraenesis”, 13-17 presenta abundantes textos judíos sapienciales, proféticos y paratestamentarios favorables a la relación de Dios y la autoridad civil (pero no así los apocalípticos), y también los escritos de la filosofía popular helenista. Así concluye: “Como la precedente discusión deja claro, la admonición de Pablo a los cristianos de someterse a las autoridades gubernamentales se encuentra en el contexto tanto de la tradición judía como de la filosofía popular helenista”, 17. Sin embargo, él mismo anota que así como no todos los judíos eran positivos en su mirada sobre la autoridad, tampoco todos los filósofos lo eran: los cínicos eran críticos y también algunos estoicos, como es el caso de Séneca en la segunda parte del gobierno de Nerón (aunque no eran la mayoría). Ver T. Engberg-Pedersen, “Paul’s Stoicizing Politics in Romans 12-13: The Role of 13.1-10 in the Argument”, JSNT 29.2 (2006) 163-172. 17  Kruse, Romans 491; “No se ha podido conseguir consenso acerca del escenario histórico concreto”, Bertschmann, “The Good, the Bad and the State”, 233 n.5. 18   J. A. Fitzmyer, Romans. A New translation with Introduction and Commentary, Doubleday -New York-London-Toronto-Sydney-Auckland, 1993, 662. 15

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Esta tensión, se supone, lleva también a los cristianos a la profundización de la propia identidad. Y es esta búsqueda de los grupos cristianos la que evidentemente “motiva este tratamiento más que el temor a un entusiasmo carismático (contra Althaus, Michel, Käsemann), a una hostilidad quiliástica al mundo (contra Lietzmann) o las tendencias zelotes (contra Schmidt, Borg) algo de lo cual no hay ninguna evidencia en la carta”. 19 Otros autores piensan que lo que algunos afirman –y contra lo que Pablo reacciona– es que, puesto que estamos en el “nuevo mundo / eón, no tenemos ya nada que ver con el mundo viejo”. 20Ante posiciones extremistas se intenta decir a los lectores que en “este mundo” hay instituciones positivas, como las autoridades que tienen un rol para jugar en el nuevo eón por venir. 21 Esto ha llevado a varios autores a reconocer que Pablo utiliza aquí un topos habitual sobre la autoridad: Pablo glosó, pues, un lugar común tradicional de un modo muy específico (por lo que no sería una interpolación); 22el lenguaje, en el texto paulino, es tradicional y profano. 23 El vocabulario de Pablo en Rom 13 “es el utilizado para describir el estado y los oficiales de la ciudad en el período helenista y extensamente la exhortación formula el ideal helenista común de la persona justa y honorable”. 24 También se lo ha visto –casi en las antípodas de Nanos– a la luz de la creciente distinción entre “judíos y “cristianos”. Así, el texto debe entenderse a la luz de las crecientes tensiones entre las autoridades romanas y el movimiento independiente que se estaba desarrollando en la comunidad cristiana. Los romanos estaban empezando a “percibir a los cristianos como un grupo que daba culto a un dios a un criminal ejecutado y que proclamaban el inminente fin del mundo”. 25

  J. D. G. Dunn, Romans 9-16, Dallas, 1988, 768-769.   “Aunque ellos vivan en el nuevo eón como resultado de la justificación por la fe en Cristo Jesús, ellos son todavía parte de este eón con su leyes y orden. En el nuevo eón Cristo es el Señor que ha asegurado la ‘libertad’ a los cristianos, pero esta libertad no es licencia ni un derecho para la anarquía civil”, Fitzmyer, Romans, 663. 21   D. Moo, The Epistle to the Romans, Michigan-Cambridge, 1996, 791, cf. n. 5; también K. Kertelge, Carta a los romanos, Barcelona, 1973, 212-215. 22   U. Wilckens, La carta a los Romanos. Rom 6–16, Salamanca, 1992, II, 369. 23   H. Schlier, Der Römerbrief, Freiburg-Basel-Wien, 1979, 393. 24   H. Moxnes, “The Quest for Honor and the Unity of the Community in Romans 12 and in the Orations of Dio Chrysostom”, en: T. Engberg-Pedersen (ed.), Paul in his Hellenistic Context, Minneapolis, 1995, 214-215. 25   U. Schnelle, Apostle Paul. His Life and Theology, Grand Rapids, 2003, 356. Nadie afirmaría hoy que: “Los cristianos de Roma, aunque principalmente gentiles, como esta carta demuestra, estaban estrechamente relacionadas con los Judíos, y los Judíos eran notoriamente malos súbditos” (badsubjects) (W. RobersonNicollen: J. H. Doran (comp.). The Expositor’s Greek Testament II, New York, 1902, 695). 19

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Mirando los grupos a los que Pablo saluda en Rom 16, se han distinguido diferentes comunidades. Jewett propone que dos de esos grupos pertenecerían a la burocracia estatal romana. Pablo pretende de ellos, entre otras cosas, apoyo para su pretendida misión en España. 26

2. Elementos complementarios para la lectura del texto Habiendo señalado esto, notemos todavía que hay algunos elementos en el texto que han de ser tenidos particularmente en cuenta: Hay que notar una serie de verbos en imperativo que marcan la unidad exhortativa comenzada en 12,1: 12,2.14.16.19.20.21; 13,1.3.47.8.14; 14,1.5.12.13.15.16.20; 15,2.7.10.11). Este modo verbal es propio de las secciones parenéticas de las cartas paulinas. En nuestro caso, el verbo sométanse es, sin dudas, el principal mientras que los otros imperativos son consecuencia de este sometimiento: obra el bien y no habrás de temer; si obras el mal, teme (se refiere a las autoridades) finalizando con “dar” a cada cual lo que se le debe. Es interesante notar que el verbo someterse ( ) es frecuentemente utilizado en los “códigos domésticos” (cf. Col 3,18; Ef 5,21.24; 1 Pe 2,18; 3,1; 5,5) aplicado a la parte “débil”, y vuelve a encontrarse en 1 Pe 2,13-17 referido expresamente de las autoridades “humanas” ( ). Es sabido que estos códigos reflejan un paso más en la actitud característica de la segunda generación cristiana de amoldarse al modelo de la “casa” con lo que –dirigiéndose a creyentes– se los invita a evitar ser rechazados por la sociedad circundante por actitudes extrañas, pero a su vez mostrar elementos que caractericen la propia identidad. En el caso de 1 Pedro, se pretende impedir que los de “fuera” hablen mal de los cristianos mostrando una cierta adaptación al ambiente. 27 De todos modos no es este el contexto de Romanos. El “sometimiento” a las autoridades, entonces, es algo que se presupone y se encuentra en los códigos domésticos referido a lo que se espera que cualquiera haga viviendo en una ciudad.

  Se han distinguido varias comunidades, por los saludos paulinos en Rom 16. R. Penna propone al menos cinco comunidades, R. Penna, Lettera ai Romani. I. Rm 1-5. Introduzione, versione, commento, Bologna, 2004, 35. Dentro de estos grupos, puede estar dirigido a los burócratas o esclavos trabajando para oficiales, de dos de las varias congregaciones mencionadas en Rom 16 indicando que “su aceptación pública a la administración es consistente con la fe” (R. Jewett, Romans. A Commentary, Minneapolis, 2007, 789). 27   Cf. “…dirigir el orden social (taxis en griego) e ilustrar la naturaleza de una conducta honorable requerida en 2,12”: J. H. Elliott, I Peter. A New Traslation with Introduction and Commentary, New Haven-London, 2000, 484-486. 26

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Pero, como lo hemos señalado, la situación de la comunidad y la situación interna de la ciudad de Roma 28 presentan una serie de contextos que vale la pena tener en cuenta, al menos someramente. Este “sometimiento”, que Pablo espera de “toda persona”, 29 se refiere a las “autoridades”. El término –el plural remite ciertamente a personas– parece no referir a una persona (= Emperador) sino a las diversas autoridades civiles: imperium proconsulare, tribunicia potestas, praefectura pretorii, quaestoria potestas. 30 Sin embargo hay tres elementos que parecen necesarios destacar antes de continuar: 2.1. Pablo no habla de obediencia. Es de notar –y volveremos sobre esto– que usa “someterse” (hypotasso, tasso se repite acá y en 1 Cor 16,15); no utiliza “obedecer” peitharjêô (cf. Hch 5,29) excepto en Tito 3,1; hypêkoos (Hch 7,39) x2 en Pablo (2 Cor y Fil); hypakoê (1 Pe 1,2) x7 en Rom y x3 en 2 Cor y x1 Flm. El uso de “someterse” es leído como sumisión voluntaria, característica de la primitiva ética cristiana, en contraste con la obediencia. 31 Este acto libre de la voluntad, por otra parte, dice aquí relación a la “conciencia” (v.5). Porter, creemos que incorrectamente, como diremos, destaca dos elementos importantes: la sumisión como voluntaria, con el presupuesto de que las autoridades son justas y que “las autoridades injustas no deben ser sujetas a la obediencia de la que Pablo habla (…) Más que ser un texto que llama a la obediencia sumisa, Rom 13,1-7 es un texto que sólo reclama obediencia a lo que es recto, jamás a lo que es falso”. 32 Recientemente se ha propuesto que, mientras los cristianos son convocados por el amor (agape), la sociedad civil y sus autoridades deben moverse por lo que es “bueno”. 33 “Los poderes públicos son extraños al agape revelado en Jesucristo, pero su misión no escapa a la voluntad providencial de Dios en Jesucristo. El

 Krauter, StudienzuRöm, 55-136.   No es unánime la opinión de los autores a quien se refiere Pablo en este semitismo: “todo individuo”, Wilckens, Romanos 369; “la audiencia de Pablo”, Kruse, Romans 492; “toda persona sin excepción”, Jewett, Romans. A Commentary 787; “todo cristiano (en Roma)”, C. E. B. Cranfield, A Critical and Exegetical commentary to the Epistle to the Romans, New York-London, 1979, 655; ib., La Epístola a los Romanos, Buenos Aires-Grand Rapids, 1993, 301. El semitismo se utiliza para hablar de “toda persona”. Algunos manuscritos omiten , pero, salvando el P46, la opción textual que lo incluye es claramente mayoritaria y se ha de preferir. 30  Jewett, Romans. A Commentary, 788. 31   Ibíd. 32   S. E. Porter, “Romans 13, 1-7 as Pauline Political Rhetoric”, FilolNT 3 (1990) 117-118 (citado en Kruse, Romans 499). 33   Así T. Engberg-Pedersen (citado en Kruse, Romans 490); como lenguaje de los de “fuera”, cf. Bertschmann, “Thegood, the Bad and the State”, 247; “el amor es la definición cristiana de lo bueno”, afirma citando a Wilckens en 235. 28 29

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cristiano toma una actitud positiva frente a esto con el pensamiento de que esta obediencia contribuirá a la ejecución del plan de Dios por este instrumento particular de su misericordia que es el magistrado” (…) no se trata de que la obediencia sea virtud, lo que cuenta es la conciencia y sin ella sería idolatría. Siendo así, la obediencia no excluye la resistencia e incluso la desobediencia”. 34

2. 2. Pablo no habla de Estado. Puede tener en cuenta las condiciones históricas de Roma en el siglo I dC pero “este texto es primariamente un ejemplo de las relaciones generales de los cristianos con el gobierno civil”. Pablo no entra en terrenos de las miserias y corrupciones de los gobiernos, o cuando violan la conciencia cristiana. “Lo que hace es ofrecer ejemplo de parénesis política de Pablo. Y el mensaje básico es que los cristianos demuestren obediencia a Dios por la sumisión a un gobierno civil”. 35 Creemos que yerra el punto O. Kuss afirmando que: “Naturalmente que al cristiano no podía resultarle fácil encontrar una postura frente al Estado pagano y frente a sus funcionarios gentiles. Era natural la tentación de rechazar globalmente al Estado como encarnación del paganismo y de negarle, en lo posible, la obediencia”. 36

2.3. Pablo no habla “dogmáticamente” 37 Sin dudas forma parte del clima parenético comenzado en 12,1 y en tal sentido ha de comprenderse. Pensar en una “doctrina del Estado”, por ejemplo, no hace justicia al texto. “P. H. Towner correctamente afirma que Romanos 13,1-7 no articula una ‘teología universal del Estado’ sino que proporciona una parénesis que pretende, por la predicación del Evangelio, la participación y la transformación de las estructuras de toda la sociedad”. 38

Estamos ante una “instrucción específica que puede responder las preguntas que ellos (los cristianos de Roma) tendrían acerca de sus vidas como

  F. J. Leenhardt, L’Épître de Saint Paul aux Romains, Genève,3 1995, 182   Bailey, “Paul’s Political Paraenesis, 28; en nota 96 cita a Bruce para explicar que no se trata de obediencia absoluta e incondicional. 36   O. Kuss, Carta a los Romanos. Cartas a los Corintios. Carta a los Gálatas, Barcelona, 1976, 151 (en pp.152-153 un excursus sobre “el Estado”); el tema es “la relación con la autoridad del Estado”, D. Zeller, La lettera ai Romani, Brescia, 1998, 338 37   Creemos que erróneamente se lo ha llamado “pequeño tratado” (Dibelius), cf. Zeller, Romani, 338; tampoco un “excursus sobre las autoridades políticas”, Bertschmann, “The Good, the Bad and the State”, 246. 38  Harrison, Paul and the Imperial Authorities, 274. 34 35

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cristianos; en especial, en su relación con quienes los gobiernan como autoridades civiles en este mundo”. 39 En esa línea “dogmática”, se planteó antiguamente el texto en el marco de la así llamada “ley natural” (como también lo es la familia, se afirma). 40 Ya desde antiguo, Martín Lutero, comentando este texto afirmaba: “Hay tres componentes en el ser humano: cuerpo, alma y espíritu. El alma es el componente ubicado en medio de los otros dos. El cuerpo está sometido a las autoridades superiores, pero con el consentimiento y la aprobación por parte del alma, y por orden del espíritu, que es libre y que está por encima de todo”.  41

El planteo “natural” se hace por contraposición al “caos”: “Pablo no es ningún fanático y reconoce en el orden natural el ordenamiento de Dios. Toda autoridad y poder, cualesquiera que sean, realizan siempre la voluntad de Dios, por cuanto eliminan el caos y hacen posible la convivencia humana. Así pues, es necesario obedecer (...) La doctrina del Estado [sic], sobria y realista, que Pablo presenta, encaja perfectamente con su actitud frente a otros órdenes naturales. El orden natural es un orden querido por Dios, al que todos deben someterse incondicionalmente y como una obligación gravísima. No cabe formular este principio fundamental con más fuerza de la que Pablo lo hace. Para ello es evidente que parte de una realización ejemplar del concepto de Estado; el Apóstol habla manifiestamente de un Estado que cumple con su deber a la perfección. Lo cual le ayuda sin duda a reconocer una aureola divina a toda autoridad, sin excepción”. 42

De hecho, se dice: “todos los hombres, cristianos y no cristianos, deben prestar obediencia a los poderes estatales. La rebelión contra ellos es una rebelión contra Dios”. 43

 Fitzmyer, Romans, 662.   Así Moo, Romans, 791; Kuss, Romanos, 153. Por el contrario, U. Wilckens, Romanos, 371: “No da pie a ninguna teoría del Estado desde la perspectiva del derecho natural”. 41   M. Lutero, Carta del Apóstol San Pablo a los Romanos, Comentarios de Martín Lutero 2. Barcelona, 1998, 412 [WA 480]. 42  Kuss, Romanos,151-153. 43  Wilckens, Romanos, 377. 39

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3. Aportes para la comprensión del texto Teniendo todo esto en cuenta, varios autores intentan en cierta manera relativizar el texto: Como parte del conjunto parenético, “hemos de ver este pasaje como parte del discurso de Pablo sobre ”. 44 Por otra parte, muchos discuten que sea real la falta de cristología: “no es cierto que haya ausencia de cristología”: “lo que Pablo pide no es una obediencia acrítica a toda orden que la autoridad civil decida dar (…) Pablo tiene en mente desde luego un estado autoritario”. 45Esto ha llevado a afirmar que “el pasaje constituye una severa crítica al Cesar y sus pretensiones, no un espacio para que haga lo que le place”. 46

Finalmente, señalemos que “Pablo exhorta a la sumisión voluntaria a las autoridades gubernamentales locales con la premisa de que el Dios que concedela autoridad no es Marte o Júpiter, como en el culto cívico romano, sino el Dios encarnado en Cristo crucificado. Mientras, oponiendo Resistencia e instando al pago de impuestos,este pasaje constituye sin embargo un acto masivo de cooptación política. Que las autoridades romanas fueron nombradas porel Dios y Padre de Jesucristo vuelve todo el culto cívico romano de cabeza, dejando al descubierto su supresión de la verdad”. 47

Si las autoridades romanas entendieron este argumento, “este debería haberles resultado subversivo (…), el Dios que está por encima de la autoridad no es Marte ni Júpiter”. 48 En un contexto en el que el emperador es divinizado, florece el culto imperial. 49 En una carta dirigida nada menos que a romanos, decirles que la  Esler, Conflicto e identidad, 450.  Cranfield, Commentary to the Epistle to Romans II, 652, 661; Romanos, 300, 302-303. 46   N. T. Wright, “Paul and Empire”, en: S. Westerholm (ed.), The Blackwell Companion to Paul, West Sussex, 2011, 295. 47   R. Jewett, “Romans”, en: J. D. G. Dunn (ed.), The Cambridge Companion to St. Paul, New York, 2003, 102. 48  Jewett, Romans. A Commentary, 789-790; Alvarez, Pablo y el Imperio romano, 136. 49   Sobre el culto imperial la bibliografía es muy extensa. Entre otros, cf. J. Rüpke (ed.), A Companion to Roman Religion, Blackwell Companion to the Ancient World, passim, Malden-Oxford-Victoria, 2007, especialmente en K. Galisky, “Continuity and Change”, 80-82; y P. Herz, “Emperors”, 307-316; K. Hopkins, Conquerors and Slaves, sociological Studies in Roman History 1, Cambridge, 1978, 197-242; J. B. Rives, “Greco/Roman Religion in the Roman Empire: Old Assumptions and New Approaches”, CBR 8,2 (2010) 240-299; S. R. F. Price, Rituals and Power. The Roman Imperial cult in Asia Minor, Cambridge, 1986; W. Carter, The Roman empire 44 45

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autoridad viene de Dios, que es sierva de Dios y ministra de Dios (y Dios es el Padre de Jesús crucificado) es –para empezar, y muy claramente– un modo de decirles que el emperador no es Dios. Nada menos. Notemos, para entender, el texto en su contexto, algunos términos de c.12: “no acomodarse al tiempo presente, distinguir la voluntad de Dios, lo bueno, lo agradable, lo perfecto” (v.2), el que “preside” debe hacerlo con solicitud (v.8), se ha de “detestar el mal y adherir al bien” (v.9), ser “constantes en la tribulación” (v.12), bendecir a los que persiguen (v.14), vivir “en cuanto a ustedes dependa” en paz con todos (v.18), no tomando la justicia por mano propia, y sin cólera (v.19), y por el contrario, hacer el bien “al enemigo”, vencer el mal con el bien (vv.20-21). Es precisamente a continuación de esto que los lectores de la carta a los Romanos leerán la referencia a las autoridades con las que se invita a “todos” a ser “sumisos” libremente y de conciencia. Y a continuación (13,8-10) invitará explícitamente al amor. A continuación destacaremos someramente tres aportes contemporáneos. No son excluyentes y bien pueden coexistir en una lectura integral del texto de Romanos 13,1-7.

3.1. Un aporte desde la lectura poscolonial Con el surgimiento de la lectura poscolonial de la Biblia 50, la figura de Pablo no podía menos que ocupar un espacio importante en este ámbito. Y, dentro de este, se tiene en cuenta una lectura del capítulo 13 de la Carta a los Romanos. Esta lectura pretende que “[l]os documentos del Nuevo Testamento, por supuesto, emergen de comunidades dominadas por el orden imperial romano del siglo primero. El apóstol Pablo, en particular, fundó sus comunidades en las colonias imperiales del occidente griego. Cuando leemos las cartas de Pablo,

and the New Testament, Nashville, 2006; L. T. Johnson, Among the Gentiles. Greco/ RomanReligion and Christianity, New Haven-London, 2009, 174: “El nuevo culto fue expuesto a las calumnias en relación con sus prácticas y estaba sujeto a una represalia por su negativa a participar en el culto”. De todos modos no hay que absolutizar el tema, no en todas las regiones y tiempos se exigía del mismo modo, se sancionaba del mismo modo a los incumplidores, o tenía el mismo fervor. 50   Una interesante aproximación puede verse en L. Menéndez Antuña, “Relecturas desde el «más acá». Introduciendo la óptica poscolonial en el panorama bíblico de lengua hispana”, Theologica Xaveriana 61,1 (Nº 171) (2011) 169-202.

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una óptica postcolonial requiere que le preguntemos cómo impacta el poder preponderante y cómo impacta la realidad del imperio romano en su correspondencia. Más específicamente debemos examinar en qué medida las cartas de Pablo, e incluso todos los documentos del Nuevo Testamento, muestran acomodación o resistencia al dominio imperial y el colonialismo concomitante a ese contexto”. 51

Ahora bien, dentro de esta lectura poscolonial, hay demasiados matices, hasta el punto en que, para algunos, Pablo parece ser desde un “agente” del imperio para unos a ser un subversivo para otros, lo cual permite –al menos– preguntar ya sea por los criterios de aplicación, ya sea por la influencia que tiene en dicha lectura el preconcepto del lector. Siendo que... “En el corazón de la crítica poscolonial se encuentra una preocupación para identificar y combatir los efectos sociales, económicos, políticos y psicológicos negativos del colonialismo en todas sus formas (…) Como parece obvio, la crítica poscolonial ha prestado sustancial atención al uso de la religión (específicamente, el cristianismo y la Biblia) como un sentido de control social por parte de las autoridades coloniales occidentales”. 52

Sin embargo, además de todo esto, hay dos elementos muy importantes que se han de tener en cuenta: la “hibridez” y la “resistencia”. a. Por hibridez (el término remite a Homi Bhabha) se entiende –el tema es debatido– el proceso que ocurre inevitablemente en la experiencia colonial a partir de la diferencia entre culturas que, binariamente, se presentan como inferiores y superiores. Ambas tienen un proceso de cambio (hibridización) en la medida en que cada una adopta elementos culturales de la otra. Con frecuencia se produce –en el interno del sujeto sometido– un proceso de resistencia que deconstruye el aspecto binario que se produce en el corazón de la razón colonial. Con elementos freudianos y de Jacques Derrida, Bhabha se concentra en el cambio de pensamiento que provoca esta resistencia ante el colonialismo. A su vez, por parte del colonizador esto supone la creación de lo que Bhabha ha llamado un “parecido” (mimicry) que es la creación de un “Otro”, “otro reformado, reconocible, como sujeto de diferencia que sea siempre el mismo, pero no quieto” con lo que se produce una población que no confronte con el colonizador. 53

  E. Agosto, “Foreword”, en: Ch. D. Stanley (ed.), The Colonized Apostle. Paul Through Postcolonial Eyes, Minneapolis, 2011, xiii. 52   Ch. D. Stanley, “Introduction”, The Colonized Paul, 4, 53   Ch. D. Stanley, “Paul the Ethnic Hybrid? Poscolonial Perspectives on Paul’s Ethnic Categorizations”, The Colonized Paul, 113-116. 51

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Esta hibridez es el “[c]ontenidode ‘tomar-de’ de Pablo, es parte de un esfuerzo más amplio para crear un espacio intersticial; la influencia fundamental que Pablo prepara en Rom.13,1-7 no niega el ‘tomar-de’, sino que procede de él. Conocer o elegir cuándo adherirse o cuándo y ​​cómo resistir son parte integrante de la negociación de la vida y el poder en una situación colonial. Las opciones de Pablo en este contexto no son conjuntos discretos de falsas y genuinas opciones, sino una continuidad de la adhesión y la resistencia que se organiza para satisfacer sus propósitos (…) Pablo es a la vez ‘en y de este mundo’, que trabajan en relación con su centro de sus márgenes, la recolección y el despliegue de sus recursos en beneficio de su propio programa, ya que significa nadar como en contra de la corriente del poder imperial en cualquier momento en particular. A pesar de que la ambivalencia es a menudo un terror a la dogmática, es la condición de existencia colonial y por lo tanto la de Pablo”. 54

La resistencia del colonizado, imagen tomada a partir de la obra de James C. Scott, supone en estos un lenguaje que puede resumirse en cuatro variantes: i. Discurso público externamente conformista; ii.Discurso oculto resistente; iii. Discurso público resistente, pero camuflado; iv.Discurso público abiertamente resistente. 55

3.2. La dinámica de la resistencia La obra de Scott ha sido tenida en cuenta en estudios paulinos en la obra colectiva “Transcripciones ocultas y el arte de la resistencia” 56 aunque un tema siempre debatido, desde muy antiguo, y es aquí pertinente, es la conformación social de las comunidades paulinas. 57

  J. W. Marshall, “Hybridity and Reading Romans 13,1-7”, JSNT 31,2 (2008) 170.174.   Así lo presenta E. Miquel, Qué se sabe de… El nuevo Testamento desde las ciencias sociales, Navarra, 2011, 187. 56   Richard A. Horsley (ed.), Hidden Transcripts and the Arts of Resistance. Applying the work of James C. Scott to Jesus and Paul, Boston, 2004.Dedican a Pablo las pp. 97-194. 57   A ello dedica la primera parte de su escrito Neil Elliott, “Strategies of Resitance and Hidden Transcripts in Pauline Communities”, Hidden Transcripts, 98-105. Ya es un clásico G. Theissen, “Estratificación social de la comunidad de Corinto, Estudio de sociología del 54 55

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Un elemento que no ha de descuidarse, además, es tener en cuenta otras obras judías con clara actitud crítica hacia el imperio romano y el uso del “lenguaje oculto”. La literatura de Qumrán, por ejemplo, alude a los romanos llamándolos kittim (por todas partes en el peser de Habacuc, 1QpHab); el uso apocalíptico –y otros escritos– de Babilonia para aludir a Roma (cf. 1 Pe 5,13; Ap 14,9; 16,19; 17,5; 18,2.10.21) como puede verse también en 4 Esd (3,1.2.28.31; 15,43.46.60; 16,1): “Luego yo dije en mi corazón: «¿Acaso son mejores las acciones de los que habitan Babilonia y por eso dominará a Sión?»” (4Es 3,28) 58. Estas son sin duda transcripciones ocultas propias de la resistencia. El uso de un lenguaje apocalíptico por parte de Pablo –volveremos– sin duda es un elemento que se ha de tener en cuenta en esta resistencia y sus “transcripciones ocultas”. Categorías apocalípticas como “luz y tinieblas”, “día”, “tiempo” u “hora”, por ejemplo, sin duda han de ser debidamente valoradas. Deismann prefiere hablar de “protesta silenciosa”. 59 La alusión parece remitir al “dominio sin fin” (que la Eneida dice sobre Roma) lo que es comparable a Daniel, donde el 4º reino (los griegos) es re-leído como referido a Roma (4 Esd 12,11-12; o se añade un 5º que es Roma, OrSib 4,102-4): “el águila que viste subiendo del mar; éste es el cuarto reino que aparece en la visión de Daniel, tu hermano, pero no es interpretada como yo ahora te la interpreto o te la he interpretado. He aquí que vienen días en que surgirá un reino sobre la tierra y será el más temible de todos los reinos que existieron antes que él. Reinarán en él doce reyes, uno detrás de otro”. (4Es 12:11-14)

Otro elemento, que ha rescatado Richard A. Horsley, 60 entre otros, es el uso contra-cultural que Pablo realiza de términos clásicos de la política imperial romana y su propaganda, a los que D. Georgi añade más elementos:  61

Sin embargo, parece evidente que el texto de

cristianismo primitivo helenista”, en: Id., Estudios de sociología del cristianismo primitivo, Salamanca, 1985, 189-234. 58   Las citas del 4º libro de Esdras corresponden a la traducción de G. Nápole, Liber Ezra quartus. Estudio de la obra, traducción crítica y notas exegéticas a partir de la versión latina, Valencia, 1998. 59   Cf. E. W. Stegemann, Der Römerbrief: Brennpunkte der Rezeption, Zürich, 2012, 244. En p. 245 refiere a Scott, “Hidden transcripts”. 60   “General Introduction” (¿R. A. Horsley?), en: R. A. Horsley (ed.), Paul and Empire. Religion and Power in Roman Imperial Society, Harrisburg Penssylvania, 1997, 1-8; también R. A. Horsley (ed.), Paul and Politics. Ekklesia. Israel. Imperium. Interpretation, Essays in honor of Krister Stendahl, Harrisburg Penssylvania, 2000. 61   Cf. D. Georgi, “Theocracy in Paul’s Practice and Theology”, citado en E. W. Stegemann, Der Römerbrief: Brennpunkte der Rezeption, Zürich, 2012, 243.

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Romanos 13,1-7 presenta una suerte de texto decisivo para la comprensión de las relaciones entre Pablo y el Imperio romano. Veamos, un poco extensamente, lo que afirma un buen conocedor del tema: “El pasaje de Rom 13,1-7 se ha considerado el texto clave para conocer la concepción política de Pablo sobre el Estado. Por desgracia, este texto también ha causado muchas miserias en la historia, debido a la «licencia» que ha otorgado a los tiranos. 62 [p.130] (…) Pero la complejidad del texto se incrementa además con las discusiones sobre si Pablo fue un liberador o un opresor, un cristiano radical o un partidario conservador del statu quo (…) [pp.130-1] La historia de la interpretación ha ofrecido diversas motivaciones que pudieron motivar la inclusión de Rom 13,1-7. [p.133]. Llama la atención que Pablo regrese aquí a los estereotipos culturales y abandone la visión revolucionaria de los capítulos precedentes, donde a la luz de Cristo el deshonrado recibe honor y el inferior en la escala social recibe precedencia. En todo caso, el motivo de este discurso es misional: Pablo acepta el sistema del honor y se hace deudor de sus palabras: de los griegos y de los romanos, de los educados y de los incultos (1,14). Su objetivo misional requería aplacar los ánimos y conservar la paz de las comunidades romanas con respecto a sus conciudadanos y las autoridades” [141]. 63

3.3. Una nota desde el fin de los tiempos En su excelente trabajo sobre el “poder” en Pablo, Kathy Ehrensperger se detiene con detalle a distinguir la obediencia y la sumisión. Como la raíz griega (y latina) lo dice, la obediencia dice relación a la escucha. Esta obediencia está en relación a la llamada, una llamada a la existencia, a la escucha (y ponerla en práctica). La autora juega con la palabra inglesa “separándola”: response-ability, tomando en cuenta la respuesta (response) y

  Los argentinos tenemos memoria de cómo en muchos ambientes religiosos este texto fue usado para justificar la complicidad o silencio frente a los crímenes genocidas de la Dictadura cívico-militar (1976-1983). En muchos trabajos se alude expresamente al nazismo. J. Botha lo ha pensado desde la realidad de Sudáfrica en “Creation of New Meaning: Rhetorical Situations and the Reception of Romans 13,1-7”, Journal of Theology for Southern Africa 79 (1992) 24-37. En varios escritos puede verse un apartado sobre la lectura o repercusión del texto en la historia, por ejemplo. U. Wilckens, “Der Gehorsamgegen die Behörden des Staates im Tun des Guten. Zu Römer 13,1-7, en: L. De Lorenzi (coord.), Dimensions de la vie chrétienne (Rm 12-13), Série Monographique de ‘Benedictina’, Rome, 1979, 85-130 (en 115-130 se detiene en “Grundsätzliche Aspekte unter dem Horizont der Wirkungsgeschichte des Textes”). 63  Álvarez, Pablo y el imperio romano, 130-141. 62

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la responsabilidad. La respuesta es respuesta de fe. Por el contrario, la sumisión es fruto de una relación que se mueve por órdenes y reglas, a veces originadas en Dios y otras como orden necesario. 64 La referencia a nuestro texto es extensa pero suficientemente clara: “Esto es aún más aplicable: en relación con el debatido campo de la interpretación de Rom 13,1-7. Estoy convencida por el excelente análisis de este pasaje de Jan Rock. Argumenta que el escenario que debe ser previsto aquí es el de una pequeña minoría (judíos y entre ellos los seguidores de Cristo) que viven bajo el dominio omnipresente del poder imperial romano. No tienen más remedio que someterse a este poder; cualquier otro comportamiento se parecería mucho a una acción suicida. Pero al ser obligados a someterse al poder dominante del imperio es algo que es completamente diferente de ser llamado por, y respondiendo al Otro / otro en una relación de dar la bienvenida a la mutualidad. Esto es en realidad la sumisión a un poder dominte, no voluntariamente sino por la fuerza. El punto significativo que Pablo hace aquí, desde una perspectiva apocalíptica, es que incluso el poder de la Roma imperial solo se establece de acuerdo con la voluntad de Dios. Pablo interpreta la Escritura afirmando que Dios levantó a Faraón para su propósito (Rom. 9,17) (…) Esta regla le permite gobernar por un tiempo limitado, debe rendir cuentas a este Dios y llegará a su fin como Dios quiere (1 Cor. 2,6). La hora de la Roma imperial está ‘condenada a desaparecer’ y en Cristo los que lo siguen ya viven en la esperanza de anticipación de otro reino por venir. Así la sumisión a este poder no tiene nada que ver con la aceptación voluntaria y la sumisión a cualquier gobierno de cualquier siglo venidero. Pablo tiene una orientación aparentemente quietista que no es una declaración fundamental y universal acerca de la relación entre Iglesia y Estado, sino al contexto limitado, en el que se ocupa de la cuestión de cómo vivir como una minoría en la condición del poder imperial romano. Se trata de una perspectiva que se nutre de una esperanza que no puede ser visto –que otro reino ya está llegand o– el reino de otra paz y otra justicia que la bruta lllamada pax et iustitia establecida por la fuerza opresiva militar en toda la Cuenca mediterránea. Así,la guía de Pablo no da evidencia de una estructura de mando-obediencia inherente en su trato con las cuestiones relacionadas con el poder, sino más bien muestra su preocupación por el bienestar de la en la confianza de que la coacción a la sumisión será llevada a su fin por Dios. Esto difícilmente puede ser tomado como un argumento para apoyar la opinión de que Pablo defiende una

  K. Ehrensperger, Paul and the Dynamics of Power. Communication and Interaction in the Early Christ Movement, London - New York, 2007, 155-178. 64

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actitud de sumisión a los ‘príncipes de este mundo’; más bien es una estrategia en la vena de un discurso oculto de poder. En la presentación del límite de tiempo establecido por Dios, para el ‘poder de la espada’, es decir para el poder coercitivo y violento, los seguidores de Cristo, sin embargo, todavía están a cargo de sus propias vidas, con el poder de la sabiduría de la cruz y el conocimiento de que lo que en este momento parece invencible, la dominación de Roma,está pasando. Así la sumisión a la dominación de Roma es de un cáracter completamente diferente: de responder con confianza a la llamada de Dios”. 65

Un cierto lenguaje apocalíptico, 66 con lenguajes ocultos para lectores del imperio, permite a Pablo y sus destinatarios un escrito en clave de resistencia. Los dogmatismos suelen esperar palabras “claras y distintas”, y, a falta de ellas, Pablo parece ser casi un teólogo del estado imperial, un justificador de dictaduras, o quizás hasta un subversivo. El lenguaje híbrido no es, precisamente, claro y distinto, evitando todo esquema binario. Una cierta escatología subyacente en un cierto lenguaje apocalíptico permite a Pablo y sus lectores esperar “un mañana nuevo y mejor”. Mientras tanto, los lectores comprenderán que el Dios, padre de Jesús, el crucificado, sigue invitando a sus amigos a la esperanza, a la resistencia y al amor.

 Ehrensperger, Paul and the Dynamics of Power, 173-4.  Stegemann, Der Römerbrief, 243-266 destaca el uso del lenguaje apocalíptico.

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