EL DESAFIO DEMOGRÁFICO DEL PLANETA

EL DESAFIO DEMOGRÁFICO DEL PLANETA

"Somos siete mil millones de personas: Somos siete mil millones de posibilidades"

Babatunde Osotimehin Fondo de población de la ONU

Fernando Álvarez Simán*

La media noche del pasado 31 de octubre del 2011 en un hospital público de la ciudad de Manila, Filipinas nace Danica Mae Camacho una niña a quien las Naciones Unidas otorgaron el status del habitante número 7 mil millones del planeta tierra. El simbólico evento no estuvo exento de polémica puesto que el nacimiento de esta bebé fue disputado por otras ciudades del mundo, porque muchos esperaban que el alumbramiento se diera en alguna parte del África Subsahariana, la India o China; pero Filipinas es el duodécimo país más poblado del mundo, con 94,9 millones de habitantes, un 54% de ellos menores de 25 años. Pero más allá de la polémica levantada por el status otorgado a Danica Camacho su nacimiento ha generado diversos debates sobre el futuro de la humanidad y la sobrepoblación, donde el único punto de coincidencia de los expertos es que a partir de ahora los problemas mundiales como el acceso a los alimentos, al agua y a diversos satisfactores serán más complejos y por ende también las soluciones. Para comprender un poco la magnitud del problema demográfico mundial basta un vistazo a Lagos, la antigua capital nigeriana que con diez millones de habitantes es la ciudad más habitada del continente africano y continua creciendo de manera incontrolable con los problemas de seguridad pública que ello acarrea, o a Bombay que a pesar de que genera el 40% del PIB del Indost n a sus 24 millones de habitantes se le suman diariamente mil quinientas familias más. También Los Ángeles en California, que es tal vez la ciudad más contaminada de Estados Unidos, de la misma forma al boom de la construcción en la capital de la China Comunista Beijing que es el centro industrial y económico del país más poblado del mundo o que pudiera decirse de las enormes distancias que tienen que recorrer los habitantes de la Ciudad de México para llegar a su centro de trabajo. En ese sentido según los estudios de Naciones Unidas a la humanidad solo le tomó 12 años dejar atrás los 6 mil millones de habitantes de 1999 y se esperan a más de 9 mil millones a la mitad de este siglo y para finales del año 2100 la población mundial está pronosticado que llegará a los 10 mil millones de personas. Pero en retrospectiva, los datos de diversos estudios hablan de que el mundo alcanzó sus primeros mil millones de habitantes hasta el año de 1800 y cuarenta años después la cifra subió a 2 mil millones; desde entonces el umbral entre cada billón se ha acortado de la mano con los avances científicos en las ciencias médicas y el bienestar; de hecho de 1930 a 1960 o sea en solo 30 años se alcanzaron los 3 mil millones de habitantes, pero solo bastaron 14 años para llegar a los 4 billones, trece años para los 5 billones y 12 para los 6 mil millones en 1999, por eso a partir de la cifra alcanzada de 7 billones de habitantes el ritmo de la natalidad mundial es de dos por nacimientos por segundo. Evidentemente que esta cifra poblacional es abrumadora y por ello se comenzó a comparar con diversos datos, por ejemplo es la misma cantidad de pasos que se necesitan para darle la vuelta a la tierra 106 veces, es la misma cantidad de personas una sobre otra que se necesitarían para cubrir la distancia hacia la luna 27 veces o cubrir poco más de la mitad de la distancia de la tierra al sol. Pero fuera de esta curiosa numeralia los datos duros manejados por el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA) dan cierta claridad sobre el efecto que tienen sobre nuestro planeta, la distribución y las condiciones de sus actuales habitantes y las tendencias demográficas.

Cada año el planeta tierra tiene 83 millones de nuevos habitantes, una cantidad de personas que equivale a la población total alemana o etíope; del total de los siete mil millones de habitantes actuales, uno de cada cinco vive en pobreza extrema, China y la India albergan a la tercera parte del total, además con todo y la crisis económica los Estados Unidos es el principal receptor de migrantes de prácticamente todo el mundo. China, India y ahora Filipinas son los tres primeros países expulsores de migrantes. Además casi la mitad de la población mundial es menor de 25 años, pero este indicador se dispara al 60% del total de la población en los países en vías de desarrollo.

Por el lado positivo, el ser humano ha logrado en el curso del tiempo mejorar su calidad de vida, de hecho en todo el mundo hace 60 años había 133 defunciones por cada mil alumbramientos y hasta el año pasado solo hay 46 por cada mil nacimientos, la esperanza de vida que en la Edad Media era de solo 30 años pasó a ser 50 al inicio del siglo XX y hoy al comienzo del siglo XXI es de 70 años. También y debido a la educación, los métodos anticonceptivos y el acceso a las oportunidades de trabajo el número de hijos por mujer ha disminuido desde seis en la edad media a 2.5 en la actualidad.

Sin embargo habrá que destacar que a pesar de los avances en la calidad de vida, estos adelantos no son iguales en todos los continentes ni en todas las regiones, por ejemplo el África Subsahariana es la única región del mundo donde la población se duplicará en los próximos cuarenta años y en el 2100 tendrá el tripe de la población actual. Hoy el continente más poblado es Asia, el país más poblado China, pero ese escenario cambiará desde el término del primer cuarto de este siglo; China será superada por la India en el 2025 como el país más poblado del mundo con mil 500 millones de habitantes y África será el continente más habitado desplazando a Asia.

Para los expertos estudiosos de la demografía la población mundial presenta niveles altos y como ya hemos visto con las cifras anteriores seguirá creciendo hasta finales de este siglo, pero a partir de ese momento el mundo entero se cree se encaminará hacia la estabilización e incluso el descenso demográfico.

Es aquí en cuando empieza la polémica, porque aunque el pronóstico parece exacto, la cifra de 7 billones de habitantes impone importantes retos por resolver antes de ponerse siquiera a pensar en que el equilibrio demográfico llegará. Por ejemplo en cobertura de salud y educación, el cuidado del medio ambiente y resolver los problemas de la pobreza que en muchas partes del planeta es ya un problema endémico. En este sentido cabe preguntarse ¿cuáles son los retos que tenemos que asumir los actuales habitantes de la tierra? Está claro que el ser humano habita en un mundo lleno de contradicciones; así por ejemplo todo indica que sobran los alimentos para nutrir de manera suficiente a todo el planeta, pero mil millones de personas en todo el mundo sufren hambre; hace solo sesenta años el 29 por ciento de la población era urbana, hace 20 años era poco más del 40 por ciento, para el 2050 el 70 por ciento de la población será urbana y el resto rural; pero la población para sobrevivir dependerá como lo hace ahora y desde siempre de la producción agropecuaria. Por otro lado vivimos en un planeta donde la biodiversidad hace posible el sostenimiento de la raza humana, pero esta para subsistir y perpetuarse tiene que hacerlo socavando esos mismos recursos naturales.

También los países desarrollados albergan a las poblaciones que alcanzan más años de vida, la más alta del mundo es en Japón con 83 años y el en el mundo desarrollado es de 80 años, pero este indicador presenta su peor cara en el sur del continente africano donde la media es solo de 55 años casi como el promedio mundial de inicios del siglo pasado. De hecho las peores expectativas del mundo se presentan en cuatro países africanos; Zambia con solo 37.5 años, República Centroafricana con 39 años y Sierra Leona con 40.

Por eso el reto de las generaciones actuales no es solo buscar la manera de seguir conteniendo la explosión demográfica, también tiene que estudiarse la manera en que la población se ajustará, se sostendrá o dependerá del entorno natural. Para resolverlo se necesita cancelar la explotación desaforada de los recursos naturales que se ve en muchos lugares del mundo, pero también se necesita acortar la brecha del desarrollo entre el mundo desarrollado y el que presenta atraso, situación que se antoja urgente porque las previsiones para los próximos años hablan que el aumento poblacional se dará en los países en vías de desarrollo y la fecundidad se estancará en el primer mundo.

Las implicaciones de una población de diez mil millones de habitantes en el 2100 tendrán serias repercusiones sobre la generación actual que habita la tierra, aunado a sus contradicciones de este crecimiento demográfico también estamos viendo grandes cambios acelerados por cierto y más rápido que nunca en lo económico, político y tecnológico que pueden darle sostenibilidad a la especie humana. Salta la cuestión de ¿cómo alimentar tantas bocas actuales y futuras? Sin alimentos suficientes no hay viabilidad para la especie humana. Por eso muchos expertos puntualizan que para el 2050 la producción actual de alimentos deberá incrementarse en un 70 por ciento, muchos son optimistas de que se puede lograr por la cantidad de tierra que existe todavía sin explotar, aunque observan algunas limitaciones como la necesidad de inversión y la construcción de nueva infraestructura, pero por otro lado los avances tecnológicos avanzan para producir más y mejor.

Si el mundo logra conjugar con éxito tecnología-explotación intensiva y distribución justa de los alimentos, la superpoblación dejará de ser la amenaza citada por Thomas Malthus en su famosa obra "Un ensayo sobre el principio de la población" "Cuando no lo impide ningún obstáculo, la población va doblando de período en período, en una progresión geométrica(exponencial), aunque los medios de subsistencia, aún en las circunstancias más favorables, no se aumentan sino en una progresión aritmética(lineal)".

Hoy entendemos que el problema es de recursos, creatividad y talento, hay que tener la capacidad de cuidarlos, preservarlos, reproducirlos y distribuirlos con mayor equidad para combatir las crecientes desigualdades entre países y personas. Solo así podremos celebrar que el nacimiento de cada ser humano sea con la certeza de que por la noche se irá a la cama con alimentos en el estomago. Debemos estar seguros de que cada nuevo bebe tendrá una vida donde pueda elegir su destino entre muchas opciones y no solamente desearle suerte durante su estancia en este planeta.

¡Es sin excepción tarea de todos!

* Profesor-Investigador. Universidad Autónoma de Chiapas