El desafío del conocimiento para América Latina

July 13, 2017 | Autor: Cristian Parker | Categoría: Latin American Studies, Estudios Latinoamericanos, América Latina
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Descripción

Ciencias, Tecnologías, Culturas:

El Desafío del

Conocimiento para América Latina CRISTIÁN PARKER GUMUCIO FERNANDO ESTENSSORO SAAVEORA (EDITORES)

COLECCIÓN LIBROS DOCTORADO IDEA-USACH © Ciencias, tecnologías, culturas:

El Desafío del Conocimiento para América Latina Editores Cristián Parker Gumucio Fernando Estenssoro Saavedra Registro de Propiedad Intelectual: Nº 176.086 1.5.B.N.: 978-956-8416-22-5 Diseño y Diagramación: Angela Aguilera A. Impresión: LOM Ediciones Santiago de Chile, 2010.

Ciencias, tecnologías, cultttras: El desafio del Conocimiento para América Latina

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Indice

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INTRODUCCIÓN

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EL DESAFIO DEL CONOCIMIENTO PARA AMERICA LATINA Y EL CARIBE

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CRISTIÁN PARKER GuMuCio Y FERNANDO EsTENssoRo

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SALUDOS

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LA INTELECTUALIDAD SU PENSAMIENTO Y SUS TAREAS EN EL BICENTENARIO DE LA INDEPENDENCIA. HACIA UNA INTERNACIONAL DEL CONOCIMIENTO

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EDUARDO DEVÉS

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VALDÉS

CONGRESO INTERNACIONAL: CIENCIAS, TECNOLOGÍAS Y CULTURAS. REFLEXIÓN INICIAL.

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MARiA CEciuA NARÉSSI MuNHOZ AFFORNALLI

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CAPÍTULO 1

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LOS INTELECTUALES Y LA UNIVERSIDAD FRENTE AL DESAFÍO DEL CONOCIMIENTO

) 35

SOCIEDAD DEL CONOCIMIENTO Y DIFERENCIAS CULTURALES 37

LEóN OLIVÉ

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SOCIEDAD DEL CONOCIMIENTO: REFLEXIONES CRÍTICAS jANE MARIA DE ABREU DREWINSKI Y ZINARA MARCET DE ANDRADE NASCIMENTO

) 44

EDUCACIÓN SUPERIOR INTERNACIONAL COMPARADA: TENDENCIAS MUNDIALES Y DE AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE.

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FRANCISCO LOPEZ SEGRERA

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LA ENSEÑANZA SUPERIOR ANTE EL PARADIGMA TECNQLÓGICO ACTUAL

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Vera Lúcia de Mendoni;a Silva

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Ciencias, tecnologías, culturas: El desafío del Conocimiento para América Latina

CAPITULO ll CIENCIA, TECNOLOGIA Y LAS TAREAS ACTUALES DEL DESARROLLO

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LAS TAREAS POR HACER DE LA TECNOLOGLI\ Y DE LA INNOVACIÓN EN EL URUGUAY ACTUAL 83

RAFAEL GuARGA

COORDINACIÓN DE ACTORES SOCIALES EN EL DISEÑO DE POLÍTICAS CIENTÍFICAS Y EDUCATIVAS: CARACTERÍSTICAS Y CONTRIBUCIONES DE UNA RED UNIVERSITARIA PARA LA REFLEXIÓN/ ARTICULACIÓN/ ACCIÓN COOPERATIVA EN FAVOR DEL DESARROLLO DE LAS CIENCIAS EXACTAS Y NATURALES EN ARGENTINA 92

ARMANDO FERNÁNDEZ GUILLERMET

ALFABETISMO CIENTIFICO PARA UNA CIUDADANÍA DEL SIGLO XXI 113

CRISTIÁN PARKER GuMuc10 Y Luis PEÑA ROJAS

CENTRALIDAD SOCIAL DE LA CIENCIA, BRECHA DE INFORMACIÓN Y FUNCIÓN DE LA COMUNICACIÓN SOCIAL DE LA CIENCIA 1

ViCTOR HUGO VALENZUELA Y PABLO VILLARROEL VENTUR!NI

'

CAPITULO IIl

1

FLOSOFIA, ETICA Y PENSAMIENTO PERIFERICO

133

139

ÉTICA EMANCIPATÓRIA YVÍNCULOS CULTURALES 141

CECILIA PIRES

RÉQUIEM AL REAUSMO PERIFÉRICO -ASCENSO Y OCASO DE UNA EXPERIENCIA ARGENTINA DE CONSTRUCCIÓN DE TEORÍA DE LAS RRll, 1986-1997 153

CARLOS ESCUDÉ

UN ANAUSIS CRÍTICO DE LA NOCION DE PERIFERIA DESDE LA VISIÓN DE JOSÉ DE SOUZA MARTINS Y HENRI LEFEBVRE 173

W!LLIAM HÉCTOR GóMEZ SOTO

PENSAMIENTO SOBRE LA UNIÓN DE AMÉRICA LATINA 193

ALESSANDRA PRADO MARCHIORI

6

Ciencias, tecnclogias, wlturas: El desafio del Conocimiento para América Latina

LA ÉTICA PROFESIONAL: PROYECCIONES Y PERSPECTIVAS DESDE UNA ÉTICA DE LA CONVERGENCIA. 211

CECILIA AGUAYO

CAPITULO IV LITERATURA Y NARRATIVA

225

EDUCACIÓN LITERARIA COMO EXPERIENCIA DIALÓGICA: UNA PROPUESTA DE METODOLOGÍA. JoRGE RUEDA

227

C.

DEL AUGE A LA CAÍDA. EL HÉROE HISTÓRICO EN LA NARRATIVA CONTEMPORÁNEA.

237

CLAUDIO MAiZ

EL MODERNISMO COMO PROCESO LITERARIO 248

RICARDO FERRADA ALARCÓN

POÉTICAS Y POLÍTICAS DE GÉNERO EN LA DICHA (2004) DE IRENE GRUSS" 261

ALICIA SALOMONE

NOVELA HISTORICA CONTEMPORANEA EN CHILE: MUJERES QUE ESCRIBEN SOBRE MUJERES. APUNTES PARA UNA REFLEXIONEN TORNO A HISTORIAS POSIBLES E HISTORIAS PROBABLES 274

GILDA WALDMAN M.

CAPITULO V

283

MEDIO AMBIENTE Y SOCIEDAD SABERES Y SOCIEDAD DEL CONOCIMIENTO. UNA PERSPECTIVA INTERCULTURAL DE LA ÉTICA YDEL MEDIOAMBIENTE.

285

RICARDO SALAS ASTRAIN

AGRICULTURA Y MEDIOAMBIENTE: LA APROPIACIÓN DEL CONOCIMIENTO

302

Lu1z ERNANI BoNEsso DE ARAUJO

7

Ciencias, tecnologías, culturas: El desafío del Conocimiento para América Latina

EL MEDIO AMBIENTE COMO FACTOR ESTRUCTURANTE DE LA NUEVA GEOGRAFÍA POLÍTICA. DESAFÍOS PARA AMÉRICA LATINA 312

FERNANDO EsTENSSORO SMVEDRA

MEDIOAMB!ENTE Y SALUD MENTAL: UNA PERSPECTIVA JURÍDICA DE SOLIDARIDAD

327

jussARA MARIA LEAL DE MEIRELLEs

DILEMA SUDAMERICANO: ¿BIODIVERSIDAD O "BIO-MERCADORIA"?

334

VINÍC!US GARCIA VIEIRA

CAPITULO VI LA POLITICA, IDENTIDAD Y EL FUTURO DE AMERICA LATINA Y EL CARIBE

353

DEMOCRACIA YLEGlTIMACIÓN DE LAS NUEVAS POLÍTICAS: DESDE ARRlBA (top-do'An) Y DESDE ABAJO (bottom-up) 355

]OVINO Pl7..ZI

LATINOAMÉRICA: IDENTIDAD, FRONTERAS E INTEGRACION. STEFANIA foGENlA BAR!CHELLO, MARIA MEDIANEIRA PADOIN

367

LA REPÚBLICA DE LA. GRATITUD. DE LA PROMOCIÓN PARTICIPATIVA AL NEO-ASISTENCIALISMO. (DOS TR.ADJCIONES Y CHILE ACTUAL)

377

M. ANGELICA ILLANES OLIVA FONIERAS DE IDENTIDAD EN AMÉRICA LATINA

396

ROMINA SOLEDAD BADA

HACIA VNA LECTURA DE SEGUNDO ORDEN DEL PENSAMIENTO INTEGRACIONISTA LATINOAMERICANO. 400

SERGIO GONZÁLEZ MIRANDA

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_J Ciencias, lecnologias, culturas: El desafio del Conocimiento para América Latina

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LOS AUTORES (por orden de aparición)

l.

Cristián Parker Gumucio: Doctor en Sociología. Director del Instituto de Estudios Avanzados. Universidad de Santiago de Chile. Chile.

2.

Fernando Estenssoro: Doctor en Estudios Americanos. Instituto de Estudios Avanzados. Universidad de Santiago de Chile. Chile.

3.

Eduardo Devés Valdés: Doctor en Filosofía. Instituto de Estudios Avanzados. Universidad de Santiago de Chile. Chile

. 4.

María Cecília Naréssi Munhoz A.: Douturanda em Direito. Escola Superior da Magistratura Federal do Parana. Brasil

S.

León Olivé: Doctor en Filosofía. Instituto de Investigaciones Filosóficas. Universidad Nacional Autónoma de México. México.

6.

Jane Maria de Abreu Drewinski: Doutora em Educac;ao. Universidade Estadual do Centro Oeste del Paraná. Brasil.

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7.

Zinara Marcet de Andrade Nascimento: Doutora em Educac;áo. Brasil.

8.

Francisco Lopez Segrera: Doctor en Estudios Latinoamericanos. UNESCO. CLACSO. Global University Network for Innovation. Cuba-España.

) )

9.

Vera Lúcia de Mendonc;a Silva: Doutora em Estrutura Social e Desigualdade. Departamento de Filosofia e Ciencias Humanas. Universidade Estadual de Santa Cruz. Brasil.

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10.

Silvana Andrea Figueroa Delgado: Licenciada en Economía. Doctor © en Ciencia Política. Universidad Autónoma de Zacatecas. México.

11.

Rafael Guarga: Doctor en Ingeniería Hidráulica. Ex rector de la Universidad de la República. Uruguay

12.

Armando Fernández Guillermet: Doctor en Metalurgía Física. Universidad Nacional de Cuyo. Centro Atómico Bariloche. Instituto Balseiro. Argentina

13.

Luis Peña Rojas. Sociólogo. Magíster© Educación. Instituto de Estudios Avanzados. Universidad de Santiago de Chile. Chile

14.

Víctor Hugo Valcnzuela: Magíster en Comunicación. Universidad Austral de Chile. Chile

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Ciencias, tecnologías, culturas: El desafío del Conocimiento para América Latina

15.

Pablo Villarroel Venturini: Magíster Asentamientos Humanos y Medio Ambiente. Universidad Austral de Chile. Chile.

16.

Cecília Pires: Doutora em Filosofía. Universidade do Vale do Ria dos Sinos (UNISINOS). Brasil.

17.

Carlos Escudé: Doctor en Ciencia Política. Director del Centro de Estudios Internacionales y de Investigación para la Globalización (CEIEG). Universidad del CEMA. Argentina.

18.

William Héctor Gómez Soto: Doutor em Sociologia. Instituto de Sociologia e Política e do Mestrado em Ciencias Sociais (UFPEL). Brasil

.19.

Alessandra Prado Marchiori: Mestranda em Rela millones en su balance anual. Para una mejor comprensión véase el documento Enterprise and industry. Disponi- _'. ble en http://ec.europa.eu/enterprise/enterprise_policy/sme_definition/index_en.htm. 17 Vease El documento europeu ERA [ en línea]. Disponible en http://ec.europa.eu/research/era/pdf/era_gp_final_es.pdf.

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Los intelectuales y la universidad frente al desafío del conocimiento· CAPITULO I

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en investigaciones y la competitividad entre los sistemas universitarios. Conjuntamente, en los países de la OCDE, sobre todo en los estados de la UE, se ha estimulado a los centros a patentar sus investigaciones para transferir tecnología al sector productivo. Se puede advertir que la inversión en educación e l+D hace parte de un mismo paquete, ya que el conocimiento es el fundamento de la innovación y la universidad es el lugar de su (re)producción. Ante todo ello, es interesante observar que la mitad de los investigadores de la UE trabajan en el sector público, porcentaje que los gobiernos consideran alto comparado a los Estados Unidos, donde cerca de 80% de los científicos está en el sector privado. La meta europea es acercarse más al porcentaje americano y convertirse en una economía más dinámica. Para ello, justifica las inversiones actuales en investigaciones y formación profesional. Respecto a este ultimo, las tasas de formación se han ampliado progresivamente, sobretodo en las áreas de ingeniería e información. Hoy, Europa titula a más científicos e ingenieros que Estados Unidos o japón, pero no ofrece condiciones para que se queden a trabajar y muchos de ellos migran hacia otros países, implicando en una 'gran pérdida de profesionales calificados, sobre todo para la industria europea. Ante ello, los gobiernos constituyeron acciones orientadas a ampliar el número de investigadores en la región, frenar la fuga de cerebros europeos a otros países y atraer a los extranjeros y europeos que viven fuera de Europa, sobre todo en los Estados Unidos, donde hay el mayor número de científicos europeos trabajando - cerca de 85.000 hoy. La verdad es que la ciencia americana debe mucho a los científicos extranjeros. Respecto a estos, Europa empieza a reconocer la cooperación internacional en materia de competencias y la necesidad de fortalecer las capacidades internas. En ese contexto, las universidades sufren una fuerte presión para que cambien su estructura y administración, bien como su concepción de enseñanza e investigación para atender a las nuevas exigencias de los gobiernos, que son también del mercado. Las instituciones deben ser emprendedoras y competitivas, teniendo como nueva misión posibilitar un conocimiento útil al mundo del trabajo, interactuando con este a partir de sus dinámicas demandas. A ese respecto, aclara Pedreño, Para asumir los nuevos retos de la sociedad del conocimiento y la innovación las universidades deben fomentar el uso de nuevas herramientas y modelos más eficaces e idóneos para poder satisfacer las demandas sociales y empresariales en sus respectivos ámbitos territoriales. Sin olvidar que en muchos aspectos deben medir sus actividades y proyectos en un ámbito de colaboración internacional y de competitividad (2001: 148).

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Ciencias, tecnologías, culturas: El desafío del Conocimiento para América Latina

Es decir, la universidad debe conjugar la lógica cognitiva y la lógica productiva en sus acciones académicas. Ha sido la declaración de Bolonia 18 (1999) la que proporcionó las directrices para los objetivos actuales y los cambios que están siendo implantados en las universidades europeas. En sus determinaciones estaban incluidas la convergencia entre los sistemas nacionales de educación superior - a través del Sistema Europeo de transferencia de Créditos (ECTS), la adopción de un sistema basado en dos ciclos principales (grado y postgrado) y la implantación de un suplemento europeo a los títulos - y la promoción de su competitividad internacional, recuperando la primera posición mundial de destino de los universitarios, perdida en los años ochenta 19 para los Estados Unidos. Después de Bolonia, sucedieron conferencias cada dos años 20 , en las cuales se retomaron los principios del primer acuerdo, desarrollando y ratificando los contenidos sucesivamente. En la última conferencia (2007), se observó que la mayoría de los países europeos ya ha finalizado sus cambios en función de la convergencia europea. La constitución del espacio de educación común es necesaria para alcanzar los objetivos económicos propuestos. El sistema ya existe en los Estados Unidos, China, India y parte de África; y tiende a convertirse en un sistema mundial, conforme los debates ya iniciados en los países de Latinoamérica y el Caribe. En suma, es un proceso que convive con las exigencias de la globalización. En realidad, la educación en general y la educación superior en particular, siempre han estado subordinadas a los intereses del orden económico. Su proyecto educativo estuvo articulado a la dinámica del mercado de trabajo. El desarrollo del capitalismo se sostuvo en el conocimiento científico y tecnológico. En el modelo fordista, sobretodo en la posguerra, la demanda por recursos humanos motivó una actuación de la universidad a favor de la formación de las capacidades requeridas por el mercado laboral. Las contribuciones de Schultz (1972) han sido fundamentales en materia de concebir la educación como una inversión individual y socioeconómica. A partir de sus planteamientos, la educación pasó a ser vista como un instrumento más que incrementa la productividad y contribuye al crecimiento de las naciones. Las políticas vigentes se vinculan con las nociones referidas, asociando educación a productividad y subordinando el conocimiento a las leyes del mercado laboral

18 El proceso de Bolonia tiene inicio con la firma de un acuerdo por veintinueve ministrns de educación , culturas: El desafío da! Conocimiento para América l ntina

ca con Brasil a través de la creación del cuatripartito MERCOSUR. 76 Esta alianza estratégica paralela con Brasil hacía de contrapunto con el alineamiento con Estados Unidos, especialmente en asuntos comerciales, en los que Argentina tendió a estar junto a su vecino sudamericano. Al igual que Brasil, la Argentina cortésmente rechazó la propuesta norteamericana de un Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA). Finalmente estas políticas exteriores vinieron acompañadas por políticas de seguridad convergentes que estaban más allá de la órbita del Ministerio de Relaciones Exteriores, pero que son una expresión elocuente de la revolución copernicana que estaba teniendo lugar en ese país. Entre ellas: l. El presupuesto militar se redujo fuertemente; 2. El servicio militar fue eliminado; 3. La industria estatal militar (que producía, entre otras armas, tanques bastante efectivos) fue desmantelada y 4. Se llevó a cabo un esfuerzo coherente por institucionalizar medidas de construcción de confianza y mecanismos d~ seguridad cooperativa, en el hemisferio, la región y la subregión. 77 Por otra parte, y tal como puede demostrarse a través de varios artículos de prensa firmados por el canciller Guido Di Tella, 78 el cambio de políticas puesto en práctica por el gobierno de Menem es el fruto de un razonamiento basado en las siguientes premisas: l.

En una democracia liberal, la principal función de la política exterior debería ser la de

servir a los ciudadanos, facilitándo el desarrollo socio-económico. 2.

Por ello, tal desarrollo es la definición misma del interés nacional, sobre todo en el caso de un país en vías de desarrollo sin amenazas externas creíbles.

3.

Finalmente, los Estados Unidos constituyen la limitación externa individual más importante para la política exterior de los países de la región latinoamericana. Debido a su capacidad para ocasionar daño (documentada en el caso del boicot norteamericano contra la Argentina de los '40), es del mayor interés tener buenas relaciones con esa potencia, ·

76 Creado por el Tratado de Asunción de 1991 entre Argentina, Brazil y Paraguay. 77 Para un análisis más detallado de estos temas, véase C. Escudé y A. Fontana, "Argentinas Security Policies: Their. Rationale and Regional Context", en jorge l. Domínguez (comp.), lnternational Security and Democracy: Latin America and the Caribbean in the Ppst-Cold War Era, Pittsburgh: University of Pittsburgh Press, 1998, pp. 51- · 79. 78 Como ministro de relaciones extériores, Guido Di Tella firmó una serie de artículos de prensa en los que se expli-. cabala lógica de la política exterior del gobierno de Menem en términos sencillos aptos para el gran público. Véase, por ~jr.mplo, "lJna política exterior al servicio del pueblo", La Nación (4 de noviembre de 1991): 7; "El 'realismo. moral' de nuestra política exterior", Clarín (12 de noviembre de l 991): 13; "La ilusión 'Argentina potencia' resultó'. fatal", El Cronista (8 de diciembre de 1991): 6-7; "Moral y pragmatismo", Re,rjsta Somos (16 de diciembre de> 1991): 24; y "Hay que atraer al capital extranjero'', Ámbito Financiero (19 de diciembre de 1991): 20.

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Filosofia, Ética y Prnsamiento Pniftrirn · CAPIWl.O llI

siempre que estas buenas relaciones no sean a expensas de los intereses materiales de la Argentina. Esta salvedad fundamental, subrayada repetidamente en mi libro de 1992, Realismo Periférico, nunca fue abandonada, y tanto el rechazo argentino del ALCA como el hecho de que la política argentina frente a las patentes farmacéuticas fu era más nacionalista que la de Brasil, son testigo del hecho de que la nueva política no fue de "alineamiento automático", como sostuvieron sus críticos.

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Incluso en el caso del perfil de votos argentinos en la Asamblea General de las Naciones Unidas, el cambio implicó pasar de una divergencia radical con Estados Unidos del 87,5%, . ~· a una divergencia moderada del 59%. Aún con la nueva política, la Argentina votó en forma ~· opuesta a Estados Unidos más veces que de manera convergente. La política de Israei, con ~· una convergencia del 88 %, y la británica, con el 81,8 %, bien podrían haber sido consideradas de "alineamiento automático" con la superpotencia, pero en el caso argentino lo que ~· >ocurrió fue que la confrontación automática de la era previa fue reemplazada, durante los '90, ~·:,· \por una política moderada no confrontativa79 .

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~! ·.• e Del conjunto de premisas mencionadas se dedujo que cualquier desafío al liderazgo norteL americano que no estuviera vinculado al afán de desarrollo era perjudicial al desarrollo, en tanto

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· ·. :: , London: Palgrave Macmil\an, 1977, KA. Oye, "Explaining Cooperation Under Anarchy: Hypotheses and Strategy", World Politics, October 1985, l. Éste es el ensayo introductorio a un número especial de la revista, que está dedicado al tema de "cooperad en la anarquía". El énfasis es mío: 89 Véase K.N. Waltz, Theory of lnternational i'olitics, Reading, MA: Addison -Weoley, 1979, p. 114. 90 Véase H.]. Morgenthau, Politícs Among Nations: The Struggle for Power and Peace, Nueva York: A.A. Kno 1948, p. 5.

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Filosofía, F.tica y Pensamiento Paifhir.o · CArtww lI/

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Se razonó que, desde una perspectiva periférica, ésta era la peor manera de construir teoría. Incluso desde la perspectiva del centro del poder político mundial, el carácter inadecuado de esta premisa debió haber quedado claro por lo menos a partir de 1990. El colapso de la ex Unión Soviética ilustraba que, incluso para una superpotencia, el vínculo entre el poder y la abundancia no debía ser abstraído al construir teoría de las relaciones internacionales. ¡Tantísimo más en el caso de la periferia, donde la mayor limitación de los recursos materiales restringe la política exterior de un modo mucho más marcado! Morgenthau debía .ser corregido. Si los países periféricos hubieran sido incluidos en la construcción teórica desde el principio, este error nunca se hubiera sido cometido, y es probable que el conceplo de anarquía no se hubiera arraigado jamás. Por cierto, una vez eliminada esta falacia, la jerarquía reemplaza a la anarquia como el principio estructurante del sistema interestatal, porque el vínculo entre el poder económico y ·.. el político es más inmediato cuanto más pobre es un país. Cuand0 mueve flotas en un océano como si fueran peones de un tablero de ajedrez, el presidente de Estados qmdos puede hacer ~;~bstracción de las fuentes económicas del poderío militar de su país, pi\p lo mismo no es ;yálido para un Estado que se quedaría sin municiones en veinti;:ualro horas en el caso de que '~e desencadenara una guerra con un país vecino. Consecuentemente, se razonó que debemos discrepar de Morgenthau cuando mantiene )nue "el principal señuelo que ayuda al realismo político a encoP.trar su camino en el paisa.·íj~ de la política internacional es el concepto de interés definido en términos de poder". Al . lmenos desde una perspectiva periférica, la formulación correcta es que e\ principal señuelo '1~1t el concepto de interés definido en términos de desarrollo económicoS~in el cual no hay ,'nf~rdadero poder en el largo plazo, ni tampoco bienestar para la población. Si el principio ~~#~finitorio del realismo político se redefine en estos términos, entonces el desmantelamiento -';;füelas políticas confrontativas argentinas era la consecuencia normativa obvia de un análisis , culturas: El desafío dd Conodmi.:nto para Amlirica Latina

De tal manera, la distinción tradicional entre "alta" y "baja" política quedó invertida. En última instancia, se sostuvo, esta era la lógica realista que subyacía al viraje que había orquestado el gobierno de Menem, frente a la añeja tradición argentina de confrontaciones políticas con Occidente.

Conclusiones Pueden albergarse pocas dudas de que, informalmente, la mayor parte de los países : reconocen la jerarquía interestatal que las principales teorías de las relaciones internacionales • no han querido reconocer. Sus políticas están adaptadas a esa jerarquía. Debido a razones diplomáticas esto nunca será reconocido formaln-,ente 1 pero la teoría de las relaciones internacionales no pretende ser un complemento de la diplomacia. Pretende ser una reflexión académica "objetiva", dedicada a una mejor comprensión de su objeto de estudio. Este es el espíritu que inspiró a la teoría explicativa del RP, que en mi opinión sigue siendo más condu-· cente que sus alternativas preexistentes para comprender un conjunto limitado de aspectos. claves del orden interestatal. Más importante es el hecho de que las pautas normativas que emergen del intento de' explicación del RP, son aplicadas de facto por la mayoría de los países del mundo. En algún sentido, el RP siempre fue la política de Canadá, Australia y Nueva Zelanda, a la vez que desde la Segunda Guerra Mundial fue también la política de los Estados europeos que no son miembros permanentes del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas. Este puede habe sido parte del secreto de su éxito. Conscientes de sus vulnerabilidades y debilidad relativa, han buscado el poder a través de la riqueza, en vez de la competencia político-militar. Por lo tanto, en mi opinión, el RP no padece de fisuras teóricas identificables. Pero n funcionó para la Argentina. ¿Por qué? En primer lugar, debemos recordar algo mencionado hacia el fin de la Sección l: q · el objetivo de alinear a la Argentina con Occidente era evitar sanciones y actitudes no co • perativas por parte del mundo desarrollado, para allanar el camino a políticas económic complementarias que también debían ser ciudadano-céntricas. El triste hecho, sin embargo, es que el programa económico del gobierno de Mene engendró las más extremas políticas elite-céntricas, concentrando el ingreso y aumentando.· desempleo a niveles sin precedentes. En complicidad con sus socios extranjeros, las burgue, sías prebendarias que mucho antes habían capturado al Estado aprovecharon la oportunid~ ~I

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o Filosafía, Étirn y Pensamiento Periférico · CArtw1 . o IIl

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para saquear más que nunca. Obviamente, como complemento de-políticas que eran lo opuesto de ciudadano-céntricas, el RP no podía ser en sí mismo ciudadano-céntrico. Lo único que consiguió fue pavimentar el camino para el vaciamiento del país. Más allá de esta tragedia irreparable, la cuestión que queda por abordar es: ¿a quién hubiera servido el RP, si hubiera estado adecuadamente complementado por políticas económicas y sociales ciudadano-céntricas?

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En primer lugar, se impone una tautología. Por definición, las verdaderas políticas ciu-

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dadano-céntricas sirven a los ciudadanos, y eso es bueno. El registro histórico muestra que · evitar los costos de las competencias geopolíticas ha aumentado los recursos disponibles para el desarrollo social en países como Canadá, Australia, España e Italia, entre otros.

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En segundo lugar, en la esfera de los asuntos de seguridad, abdicar de la poiítica de tradicional implica reducir los obstáculos enfrentados por las grandes potencias en la cu 1,~v1.1uc''-''-'" de su hegemonía. Refuerza la jerarquía del sistema interestatal. Por lo tanto, en hemisferio occidental, sirve a los intereses de Estados Unidos, aunque esta no hubiera sido

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Para clarificar el tema, es cosa evidente que si en lrán se produjera un cambio de régi-

'ií}'~(hnen y se adoptaran políticas ciudadano-céntricas, el cambio beneficiaría tanto a sus ciuda-

S'.:H;'·danos (que se ahorrarían las consecuencias de las sanciones impuestas por Occidente) como i;(~~a EStados Unidos (cuya posición en el Golfo Pérsico ya no estaría desafiada por las políticas .. · radicalizadas de la teocracia iraní). Si esto sería bueno o malo dependerá de los valores e ideología del evaluador individual ·. colectivo. Parece claro, sin embargo, que debido a sus consecuencias frente a la hegemonía '9rteamericana, el éxito del RP en la Argentina hubiera resultado contrario a los legítimos in•· reses nacionales de un país como Brasil. Esto contribuye a explicar por qué la teoría nunca e percibida con simpatía desde ese país. Afortunadamente para los brasileños, sin embargo, ó existe posibilidad alguna de una reedición de las políticas de RP en la Argentina. Por cierto, nuestra doctrina normativa siempre fue contra-cultural en el contexto ar-

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C. Escudé, "From Captive to Failed State: Argentina under Systemic Populism, 1975-2006", Fletcher Forum of World Affairs, Vol. 30:2, Summer 2006. Como lo demostrara Paul Blustein en una excelente pieza de periodis. mo de investigación publicada en The Washington Post con un título tan sugestivo como "Argentina Didn't Fall . On lt? Own", los bancos de inversión deliberadamente escondieron los informes que pronosticaban el inevitable . colapso argentino, con la intención de ganar aún más comisiones por la venta de bonos argentinos. Ycomo yo documentara en !:'estival de Licuaciones, mi libro de 2006, y en "From Captive to Failed State: Argentina under Systemic Populism, 1975-2006" (Fletcher Forum of World Affairs (Vol. 30:2), ésta fue una de muchas inconductas de consecuencias sociales holocáusticas.

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Ciencias, tecnologías, culturas: El dcsajlo del Conocimiento para América !.atina

gentino, como también en la más amplia región latinoamericana. Esto fue tomado en cuenta mientras la teoría se forjaba. El capítulo 4 de Realismo Periférico se titula: "Sobre los obstáculos culturales para la implementación de un RP en la Argentina". En los tiempos actuales, con el fracaso de las políticas de los '90 y el colapso del país en 2001-02, la opinión pública argentina es aún más contraria a los Estados Unidos que en aquel pasado, eliminando toda ilusión de un regreso al RP. Esto no quiere decir que la Argentina ha de regresar a las costosas políticas de confrontación del pasado, sino que en el presente y en el futuro previsible, la moderación deberá fundamentarse en un discurso nacionalista tradicional. En esta tardía etapa de mi vida y carrera, sólo puedo concluir que si consideramos todos· · los aspectos de la cuestión, es mejor que así sea. Por razones que me resultan obvias hoy, pero que hubiera rebatido apasionadamente en los '90 (como también lo hubiera hecho el Guido Di Tella), era absolutamente imposible que la Argentina se convirtiera en un Canadá sudamericano. Al final, el RP sirvió sólo para lubricar, internacionalmente, la instrumentación de políticas económicas corruptas que vaciaron al país y multiplicaron la pobreza. Fracasamos miserablemente. Montados sobre el moralismo cívico y creyendo representar los intereses de la gente, sacrificamos los símbolos del nacionalismo tradicional a la más innoble codicia. Quizás no haya sido casualidad que Guido Di Tella muriera inesperadamente en la tarde . del 31 de diciembre de 2001, once días después de la renuncia del presidente Fernando de . la Rúa, que había heredado las políticas neoliberales del gobierno de Menem. El ministro de · relaciones exteriores que había instrumentado la doctrina normativa del RP colapsó junto con su querido país en el más simbólico de los días. Fue el único elemento épico de una historia patética.

Bibliografía ARLENE B. Tickner, "Hearing Latin American Voices in lntemational Relations Studies", publicado en lnternational Studies Perspectives (2003, Nº 4). Presenta una sección titulada; "Peripheral Realism" (pp. 332-333). AYERBE, Fernando "Realismo periférico e interesse nacional", Rio dejaneiro: Centro de Es, tudos das Américas - Universidade Candido Mendes, 1999. • . BODEMER, K. "Peripherer Realismus? Die AuBenpolitik der Regierung Menem gegenübe Europa und den USA zwischen Kontinuitat und Wandel", en No!te, Detlef y Werz, Nikola (comp.), Argentinien. Politik, Wirtschaft, Kultur und AuBenbeziehungen. hankfurt: Ve vuert, 1996, pp. 273-296.

170

Filosofia, Etica y Pensamiento Perijerico · CAPITULO 111

BULCOURF, P. y SOUTO ZABALETA, M. "El Realismo Periférico y sus Críticos", ponencia presentada al 3er. Congresso da Associac;ao Latinoamericana de Ciencia Política, Universidade Estadual de Campinas, 4-6 de septiembre de 2006. Mesa 13 lnsen;ao Internacional da América Latina; atlO - Processos de globalizac;ao e integraloan-

En su famoso prólogo, Marx muestra que en un momento determinado, el desarrollo de , Jas fuerzas productivas entraría en conflicto con las relaciones sociales de producción. Más ·/ aun, las relaciones sociales capitalistas, basadas en la propiedad privada de los medios de ~~;.producción, se transformarían en un obstáculo para el desarrollo de las fuerzas productivas. é·":< Así, Marx anunciaba el momento de la revolución social. Lefebvre menciona una nueva contradicción entre, por un lado, la fragmentación del espacio (para la venta y el cambio) y la capacidad técnica y científica de la producción del :espacio social a escala planetaria. A esta fragmentación del espacio, Lefebvre contrap~ne el derecho a la ciudad. Él se -~poya en este concepto para construir un análisis global y supera, de esta forma, el análisis

falso o fragmentado. Lefebvre se refiere al derecho de los ciudadanos y de los grupos por elros

~onstituidos "de figurar sobre todas las redes y circuitos de comunicación, de información, de

rxismo, Jara en-

ambios" (Lefebvre, 2008 p; 31). Esto no depende de una ideología urbanística, mucho meos de cualquier intervención de los arquitectos; por el contra1io, depenqe de una cuah.~ad ue forma parte de la esencia de lo urbano: la centralidad. La realid?d urbana no existfsin centro "que no reúna todo lo que puede nacer en el espacio y en el se! producido, sin el · cuentro actual o posible de todos los 'objetos' y 'sujetos'. (Lefebvre, 2008 p. 32). En consecuencia, excluir de lo urbano a las clases, gmpos e individuos significa excluirs de la civilización y de la sociedad. El derecho a la ciudad significa el rechazo al alejamiende la realidad urbana. Al mismo tiempo, ese derec:ho de los ciudadanos anuncia la crisis vitable de los centros constituidos sobre la segregación "centros de riqúeza, de poder; de ormación, de conocimiento, que lanzan hacia ios espacios periféricos á..lodos los que no ticipan de los privilegios políticos" (Lefebvre, 2008 p. 32). El derecho a la ciudad representa lo contrario a la fragmentación del espacio, es decir, reconstitución de la u.nidad espacio-temporal, la reunión y el encuentro. Esta unidad, que ros pueden llamar como sujeto individual o colectivo, tiene por finalidad la "seguridad-feidad'', tal y como Aristóteles define el sentido de la polis.

ramas

Lcfchvn: e.leja darti que el derecho a la ciudad no implica una "ciencia del espacio", sea a ecología, geopolítica, planificación, etc., sino el conocimiento de una producción del .·.De la misma forma que Marx sustituyó la enumeración, la descripción y la contabiliza'n de los objetos comunes a la ciencia económica por el análisis crítico, Lefebvre destaca la ,esidad de un análisis crítico de la producción del espacio. Lefebvre, así como Marx, eleva pnocimiento a un nivel superior.

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Ciencias, tecnologias, culturas: El desafio del Conocimiento para América latina

Para quienes alertan sobre los altos costos que implicaría la realización del derecho a la ciudad, Lefebvre afirma que los costos sociales (si fuera posible contabilizarlos) resultantes de su negación son mucho mayores. Una de las preocupaciones más grandes de Lefebvre es construir un conocimiento del espacio a escala global. Este filósofo marxista construye dicho conocimiento a partir de la c1ítica a las descripciones fragmentarias de las ciencias especializadas y parcelarias. Se puede estudiar el espacio desde múltiples abordajes y métodos; por ejemplo, como un biotipo, como lo denominan los biólogos y los ecologistas, o como u_n espacio percibido, es decir, desde la percepción de los individuos, de la familia, de la vecindad. Incluso se puede elaborar una semántica de los discursos sobre el espacio o una semiología del espacio. Alejándose de este abordaje, Henri Lefebvre construye su teoría del espacio social. El autor define la problemática del espacio a partir de un conjunto de preguntas parciales: "¿Cuál es el estatuto teórico del espacio?, ¿cuál es la relación entre el espacio mental (percibido, concebido, repr~sentado) y el espacio social (construido, producido, proyectado · y, por lo tanto, notoriamente el espacio urbano), es decir, entre el espacio de la representación y ia representación del espacio?". Lefebvre indica una nueva problemática del capitalismo: la reproducción de las relaciones de producción, que no coincide con la reproducción de los medios de producción, pero que se realiza en lo cotidiano, a través de la recreación y de la cultura, de la escuela y; de la universidad. Esta es una de las principales contribuciones de Lefebvre al pensamiento social contemporáneo. Es el hilo conductor de sus estudios acerca de la vida cotidiana y la modernidad. Lefebvre reconoce que el derecho a la ciudad se ubica en el terreno de lo mediato, de lo "utópico", y que sólo será posible mediante un gran crecimiento de la riqueza social, pero, que, además, requiere profundas modificaciones en las relaciones sociales; así, "Tal desarrolló supone una orientación del crecimiento económico, que ya no se limitalia en sí a su 'finali~ dad' ni tendría ya como objetivo la acumulación (exponencial) por sí misma, sino que sería. para 'fines' superiores" (Lefebvre, 2008 p.34). La perspectiva teórica de Lefebvre se puede sintetizar en el nuevo concepto de "produc ción del espacio". En esta visión, el espacio no se considera un dato a priori y va más allá d. la óptica de los arquitectos y urbanistas. Dicho filósofo muestra que, a diferencia del espaci absoluto del pensamiento filosófico-matemático, existen contradicciones en el espacio, auq éstas tengan máscaras. , Estas contradicciones surgen del carácter capitalista de la práctica social. Por un !ad'

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espacio se fragmenta y vende en parcelas y, por el otro, se ocupa en su globalidad. Para lidiar con estas contradicciones, la burguesía cuenta con un poder duplo sobre el espacio: en primer lugar, a través de la propiedad privada del suelo y, en segundo lugar, por la acción y estrategia del propio Estado, o sea, de la globalidad. En el ámbito institucional, estas contradicciones explotan entre los proyectos y los planos de ordenamiento del espacio y los "proyectos parciales de los mercaderes del espacio" (Lefebvre, 2008 p. 57). De esta forma, Henri Lefebvre confirma la concepción que considera al espacio inocente, no político, aislado del contexto, como un dato, como un aspecto específico de la organización social. En este pequeño libro, Lefebvre construye una nueva concepción del espacio social. Sin embargo, él mismo advierte, "Ninguno de los artículos reunidos en este volumen puede ser leído . sin considerar los trabajos publicados anteriormente sobre la vida cotidiana, el espacio, los ."diversos derechos (el derecho a la .ciudad, a la diferencia) o la reproducción de las relaciones '.(sociales) de producción" (Lefebvre, 2008 p.17). El concepto de reproducción de las relaciones de producción se encuentra en la obra de ·Marx, pero prácticamente permaneció olvidado y, más aun, incomprendido, tal vez d_i::bido ~la tardía publicación del capítulo VI de El Capital de Marx. Henri Lefebvre destaca la rele~ancia de esta noción. Se pretende discutir la influencia del marxismo de Lefebvre en Martins ·=·para construir una interpretación creativa de la sociedad brasilefla.

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queda de coherencia) y una ideología de la cohesión y de las contradicciones a escala global": la contribuclón de Lefebvre está precisamente en mostrar que la diak~ti~~;ya>nó e ligada a la temporalidad y, con ello, las críticas corrientes dirigidas contra el materialis histórico pierden fuerza y sentido.

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Es a partir del análisis del espacio y de las contradicciones que en él se encuentran (en

el conocimiento sobre el espacio) que Lefebvre retoma la dialéctica, ya desprendida de la Martins historicidad y, por consiguiente, del materialismo dialéctico. Lo mistrn hace cuando trata el suburbio como lo opuesto a la perifer..a pa~a ente:i:eer kis problemas de la ciudad y construir, de esta forma, una crítica sólida contra los esq-:.~rn1as simplificadores y simplificados sobre lo urbano. El análisis dialéctico detecta las contraócdones específicas del espacio social, mostrando las coherencias, los aspectos y las estrategias que entran en conflicto. Por ejemplo, la notoria contradicción entre centros y periferias, tmto en la eccnomía, como en la ciencia política o en la realidad urbana. Resulta necesaria~ tanto para el capitalismo como para el Estado, la existencia de un centro, y este centro es la ciudad: el centro de las decisiones y del poder de la riqueza y de la información, y también de la organización del espacio. Simultánea y contradictoriamente, fueron el propio capitalismo y el Estado los que hicieron estallar el centro, lo hicieron desaparecer en fragmentos. La relación ntre centro y periferia es producida por el capitalismo, no de una manera dialéctica, sino ce ;,,;::ia forma estratégica y lógica. El centro cumple la función de organizar jerárquicamente la ¡:Leriferia. Ento::i::es, la construcción de la relación centro-periferia es el resultado de la raciona'.i&d capitalista o, si se prefiere, de la modernidad y, en menor medida, el resultado de un proceso histórico. En la visión de Lefebvre (1973, p. 18), el "Centro incluye y an:;e bs elementos que lo

como tal (las mercaderías, los capitales, las informacicnes, etc.) pero que luego saturan. Este filósofo marxista excluye los elementos que domina CTJs 'gobernadcs', los 'súbditos' y los 'objetos'), que lo amenazan''. Es por ello que este au:Jr considera que la centro-periferia corresponde a una construcción estratégic:=. cid capital y del EstaPara conocer el espacio y sus contradicciones se debe adoptar la :;ierspectiva dialéctica. espacio es un producto social y el resultado del conocimiento cid ¡:roceso prodi.;ctivo, lo tanto, el método dialéctico permite aprender sus contradiccioo::s. El espacio social, ara Lefebvre, es el espacio urbano y lo que rodea al centro; auno¡Le éste sea grande o _queño, hay un orden próximo que es su vecindad. Sin embargo, en una dimensión más 'amplia, existe el orden de la sociedad que corresponde al orden de la :-::producción de las 'relaciones sociales a escala global. En determinados oomentos, ap-::i.recen de forma nítida élas contradicciones, cuando el orden de la reproducción de las re'.:=.ci:::::ies sociales invade ;,~reJ~sione_;¡ próximas de la vecindad, la naturaleza que rodea la ci'Jd.c.d, de la región y de ,s comunidades locales. Bajo esta perspectiva, los problemas ambientales, la destrucciór, ée la naturaleza y el otamiento de los recursos naturales, la contaminación del aire y d::l ¡;_gua aparecen como

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O~rcias,

¡ecnologías, culturas: El desafío del Conocimiento para América Latina

una cie las contradicciones del espacio, pero como elementos fragmentados que disfrazan el problema global del espacio, de la gestión y de la producción. i..a contradicc:én centro-periferia es solamente una de las contradicciones del espacio, pero no la princip:il. Más aun, está subordinada a otra fundamental, que corresponde, según Lefebvre (1973), a las contradicciones entre la fragmentación del espacio y la capacidad de las fuerzas productivas y ce! conocimiento científico de producir espacios a escala global. Es justamer.te en ese espacio contradictorio, "dialectizado" en las palabras de las Lefebre (1973), cpe se realiza la reproducción de las relaciones de producción. Y, al mismo tiempo, es el espacio que crea la reproducción de las relaciones de producción e introduce múltiples contrad'ccianes. Desde el punte de vista metodológico, en el análisis de José de Souza Martins sobre el suburbio y sus re!.aciones contradictorias con la ciudad y la periferia existe una contradicción ocu:ta, idea presrnte en Lefebvre y que se refiere al conflicto entre "lo experimentado sin concepto" y el "ccocepto sin vida". Es a partir del concepto de reproducción de las relaciones sociales de prociucción que este c::mflicto se supera y soluciona e, incluso, aclara el malestar · que viven y sienten los individuos, aun siendo intelectuales y científicos. A pesar de eso, no son pocos los que defienden lo vivido sin concepto y el concepto sin · vida, que no son o:ra cosa que fragmentos de la consciencia de una situación concreta y contradictoria. En conse:uencia, existe una simplificación de la realidad, alimentada aún por el rechazo de la izquierda a todo pensamiento teórico, pensando que, de esa forma, están recusando : todas las ideologías. En el otro extremo, los científicosse protegen en el saber epistemológico y: quedan, así, lejos de lo vivido, encerrados como doncellas en el castiilo imaginario del saber. Según Lefebv:-e (1973), la proposición del concepto de reproducción de las relaciones · sociales de prod-JC::ión soluciona y supera una contradicción presente en el pensamiento de· Marx. Para éste, las relaciones sociales de producción soportan, hasta cierto punto, el avance y !a ampliació:-t ce las fuerzas productivas, es decir, la contradicción entre la apropiación póada y la socialización cie las relaciones. En dicho punto, cuando las relaciones sociale · de producción no corresponden al grado de desarrollo de las fuerzas productivas, surge l. necesidad de la re.,clución política. Es el momento que el proletariado espera para iniciar 1 transición entre el capitalismo y el comunismo. Es de esta manera que los seguidores de Marx, de todo tipo, imaginaban la caída d capitalismo. Ms.rx consideraba que el papel de la burguesía era hacer crecer las fuerzas pr d'Jctivas. Pensaba que los límites del capitalismo eran internos y que ningún modo de pr d:icción podría superarse sin el máximo desarrollo de las fuerzas productivas.

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Filosofía, Ética y Pensamiento Periférico · CAPITULO 111

No obstante, eso no ha ocurrido; además, el capitalismo ha logrado atenuar sus contradicciones internas y continúa creciendo. Eso sólo fue posible "ocupando el espacio, produciendo el espacio" (Lefebvre, 1973, p. 21). En esta perspectiva es que el concepto central de Lefebvre de reproducción de las relaciones capitalistas alcanza su sentido pleno. De la misma forma, este concepto permite también recuperar y dar contener otros conceptos, como el de producción. Este último olvidó su sentido y ha alcanzado numerosas ambigüedades, perdiendo así su potencial explicativo. El concepto de producción se utiliza de muchas formas. Por ejemplo, se usa como producción de sentidos, de signos, de discursos, de ideología, de conocimiento, de escritura, de literatura, de deseos, etc. Esos múltiples significados y ambigüedades hacen olvidar el refere~1te definido por Marx. El concepto de reproducción de las relaciones sociales de producción de Lefebvre restituye el significado del concepto de producción y recupera su vínculo con la práctica. En la perspectiva lefebvreana, es decir, en la teoría de la reproducción de las relaciones sociales de producción, se restituye la potencialidad del análisis global. De esta manera se elucidan también algunas confusiones, como las que consideraban ideológica toda representación que pretende la mantención de las relaciones de producción de una manera mediata o inmediata. La ideología no se separa de la práctica, pero no toda práctica corresponde a la aplicación de u otra ideología. Lo que existe es la praxis global del capitalismo y, lo que es más eficaz de dicha praxis global, no aparece inmediatamente como ideología. Ésta es una conclusión relevante de Henri Lefebvre y, tal vez, una de sus contribuciones más importantes. En consecuencia, la ideología puede presentarse como no-ideológica. "La ideología más eficaz, la que se encontró más próxima a la práctica social del capitalismo y que, por esta ~~razón, era tan poco ideológica como posible, fue la ilusión de la reproducción natural de las -;s"'·J~laciones de producción, ya sea por la inercia propia de esas relaciones, consideradas como .Ct)sas, ya sea por el efecto social de la reproducción biológica y de la secuencia de las gene}~ciones, etc." (Lefebvre, 1973, p 31-32). Esta ilusión completaba la de del derrumbamiento ·• na! o la de la catástrofe inevitable del capitalismo. De esta forma, lo que no aparece como eológico, en este caso la ilusión mencionada anteriormente, se vuelve la ideología más ~::

· La crítica de Lefebvre a las ilusiones y a las ideologías está presente, de forma creativa, formulación teórica y metodológica de José de Souza Martins. Para Martins, esto aparee.e .áramente cuando analiza el suburbio como espacio social de la vida cotidiana y se aleja, así, Jlos análisis que privilegian el ámbito de la producción de mercaderías. Los trabajadores no a1amente trabajan, sino que viven y vivencian las posibilidades sociales del trabajo, ha afir189

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Ciencias, tecnologias, culturas: El desafio del Conocimiento para América Latina

mado Martins (2008). Así, este autor destaca que las luchas de los trabajadores en el suburbio se llevaron a cabo más con la finalidad de cultura y educación que por salario. Martins indica que en la región del ABC (Sao Paulo) ocurrió una revolución cultural que pocos notaron. "La gran liberación social que vivió intensamente el suburbio, la gran emancipación, estuvo relacionada co:-i la reconquista de la competencia creativa del trabajo intelectual, que la industrialización capitalista había separado del trabajo manual. La recon- . quista no se dio, obviamente, en la fá)rica, en el espacio de producir, y sí en las luchas sociales de la clase trabajadora, en el espa:io del habitar y del vivir, como legado de los adultos a sus hijos y nietos" (Martins, 2008, p 54). El análisis de Martins, influenciado por Lefebvre, tiene al desplazamiento de la producción como polo para el espacio, considerado éste como reproducción de las relaciones sociales de producción capitalista. El trabajador no sólo se encuentra alienado de la plusvalía que él produce, sino también, como afinna Martins (2000), de las condiciones adecuadas de vida, de tiempo para sí y para·. los suyos, de la imaginación y la libertad, del placer en el trabajo, de la alegría y la creatividad, de la fiesta y del lugar que ocupa en J;a historia. Este es el hombre común al que Martins se refiere: enajenado de todo. El hombre sencillo está excluido de las posibilidades mencionadas. No es otra cosa que la expresión de ;a modernidad inconclusa. Entonces, el suburbio se presenta para Martins no sólo como un espacio geográfico distinto a la periferia o a la ciudad. Mucho más allá de los términos geográficos, el suburbio aparece como un mecanismo oetodológico utilizado por este autor para mostrar que.., la crítica sociológica se debe enfocar en la reproducción de las relaciones de producción capitalista, la cual no se limita a la realidad de los sueldos, de la fábrica y del trabajo manual. Es decir, ir a la esencia de las cosas y no quedarse en la apariencia o en la ilusión de las ideologías. El intento de Martins y de Ldebvre es el de recuperar el sentido de aquello que lo perdido. Como vimos, Lefebvre recupera el significado de la producción como creación d espacio y de la reproducción de las ~elaciones de producción. Para Martins (2008), se tratad comprender el todo, las contradicc'ones, y, sobre todo, lo posible y las posibilidades. Los estudiosos, afirmó Martins, olvidaron en sus análisis e interpretaciones el víncu.· entre el trabajo y los frutos del trabe.jo, entre lo real y lo posible e incluso entre el trabajo físi o manual y el trabajo intelectual, entre la praxis repetitiva y la praxis innovadora. La disti ción entre praxis repetitiva y praxis innovadora es una idea que está en el análisis dé Lefebvr que, según Martins, fue quien mejor comprendió las posibilidades de lo urbano. Para Martins (2008, p 55), comprender el centro urbano a partir del suburbio es u

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tnversión de las interpretaciones corrientes sobre el proceso históric, '.lna nueva perspectiva ·:analítica para comprender el todo como "fruto de los residuos proble:mitis::os de un desarrollo . económico y urbano anómalo, cargado de débitos sociales". El acceso Je las poblaciones del suburbio al centro funcionaba como un derecho y como anuncio de k hisc-éricamente posible. Este vínculo se rompe y compromete la critica social. Lo que hoy se imen:a es esc1ibir la ll.storia en el sentido contrario, es decir, recomponer los vínculos entre lo rea: y ~o posible. Escribir la historia en el sentido contrario corresponde a consid.ernr que el trabajador ; no es solamente una víctima del capital que de él extrae la plusvalíe:, sino como víctima de ;fo cotidiano y lo repetitivo. Según Martins, es en el suburbio que ic. wicfa desmiente l;a historia oficial, que ignora lo vivido y el vivir. En el suburbio se cuestior..an, en la práctica, las ideologías. Y lo posible tiene sentido como revolución de la vida cotidiana. En esta visión de · Martins, informada por la contribución teórica de Lefebvre, él concluye que las "revoluciones que no reconocen lo cotidiano, el suburbio y la periferia, son ficciones reac.:ionarias y g::¡lpistas de una elite partidaria que perdió (si es que las tuvo) las raíces, los ·nnculos constitlUtivos ae la identidad de clase" (Martins, 2008, p. 59). A su vez, en el discurso dominante de la academia y de la pob:ica, la periferia aparece : orno un efecto negativo del desarrollo, como un espacio degradado, exp:cesión de la pc;breza . presente en la demagogia de la izquierda y la derecha. La periferia '")·

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Ciencias, tecnologías, culturas: El desafío del Conocimiento para América Latina

centra su análisis a todos los pensamientos y representaciones asociadas a América Latina en tanto objeto del conocimiento, empero acuí nos interesa solamente los pensamientos y representaciones sobre la integración latinoamericana. Señala este autor: "He intentado ir a los momentos aporéticos del conocimiento latinoamericanista y empujar al latinoamericanismo contra sus límites" (Moreira 2001:299). ¿Cuál aporía ha llevado al pensamiento btegracionista contra sus límites? La paradoja que ha enfrentado dicl:.o pensamiento tiene, como lo hemos señalado, su origen en el Uti possidetis luris, pues como bien lo expone Ximena Fuentes, esta doctrina implicó "la exclusión de otros factores, históricos, étnicos o geográficos que podrían haberse invocado como criterios de legitimaciór. de las nuevas fronteras. Además, el uti possidetis significó omitir también en la discusiór sobre la fijación de las fronteras el problema que esas fronteras podrían ocasionar a una h.:wra integración y cooperación entre los países de la región" (2000: 102). En esta observaciór. vemos varios factores internos de conflicto en esta doctrina. Uno de esos factores internos es el no reconocimiento de las poblaciones indígenas como habitantes y soberanos de esos territorios fronterizos definidos por el uti possidetis, lo que abrió las puertas a la interpretación turneriana 194 de las tierras colonizadas, como lo ha criticado Escamilla para el caso norteamericano, donde las comunidades indígenas formaban parte del desierto (1999), enfoque que bien puede utilizarse para entender la colonización de los "territorios vacíos" de América 1.6.tina. Otro factor que esta autora señala es no haber recurrido a la geografía como criterio demarcador, como cerros, ríos, salares, lagunas, etc., que actualmente se denominan geosímSolos. Rajchenberg-Héau, señala que se instalan demarcadores espaciales para estructurar y darle sentido al territorio, son "geosímbolos de la patria que tienen la pretensión de volverse íconos de la nacionalidad" (2007:43). Este criterio hubiese evitado la ambigüedad en algunas zonas donde la frontera colonial no estuvo bien delimitada, como lo señalan algunos autores para el caso del descampado de Atacama Q. A. González 2004), y que fue fuente de confüctos. Sin embargo, el factor interno más relevante es el último que menciona esta autora, y que dice relación con la imposibilidad de alcanzar la integración y la cooperación entre las nuevas repúblicas. De ese modo, surge la aporía de la integración latinoamericana, precisamente del acto de mayor simbolismo patriótico como fue la emancipación de España. Además, emerge también como clivaje, en d sentido de división política de una comunidad que nació bajo una misma utopía y terminó fragmentada. El concepto de integración inclus,;:i ha sido enmarcado en diversas etapas en la historia 194 Nos referimos a la perspectiva ya clásica de EJ. Tumer (1893) para Estados Unidos relativa al pionero.

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Politica, Identidad y el Fu tu ro de Ame rica Latina y El Caribe · CAPlww VI

de América Latina durante el siglo veinte, pero sin que ello haya significado un caJEbio semántico profundo. Raúl Bernal-Meza distingue las siguientes etapas en la integración latinoamericana: "La primera etapa correspondía a la época del mov~mien:o de la inde~nden­ cia de los países latinoamericanos, en la cual la generación de los libecadores y personeros de la elite política e intelectual de esos tiempos desarrollo una conc'.encia integracionista, pero sin una estrategia adecuada para realizar la unidad latinoém.ericana. Existía la visión y la conciencia de América Latina como un todo, como una unidad geográfica, cu:tural e histórica, pensamiento que fue común en la visión de los Libe~rndores. La segunda etapa correspondió a la época de la formación y desarrollo de los n:ilcionalismos latiocamericanos, que se extiende entre el periodo de desaparición de la gene::ación de los Libertadores hasta la Primera Guerra Mundial. En este periodo se prop2g2 la "desintegración" y "fragmentación", a medida que se van consolidando los nacionaiismos. Estos ceden a una conciencia integracionista en.Ja medida que perciben graves peligres externos. Lé tercera etapa fue la época de desarrollo de una conciencia integracionista a mivel político, con una estrategia de penetración partidaria. Hay en este periodo una fuerte incidencia del antiimperialismo, con un compromiso de determinados partidos p::ilíti;:os con la integración latinoamericana; una etapa que fue desde los anos 20 hasta fines de bs 70. La cuarta etapa es la época en que la corriente integracionista latinoamericana logra expresarse en una conciencia y en una estrategia de tipo económico que al principio se concibe en términos limitados, para alcanzar luego caracteres globales. Es en este periodo donde el pensamiento Cepalino comienza a cuajar en los primeros modelos, el Merc2do Común Centroarcericano y la ALALC. La quinta etapa, que correspondió a los anos 60 y 70, se caracterizó por una conciencia y estrategia globales de la integración al nivel económü:o, político e intdectual y es como la síntesis y proyección de todas las anteriores. Esta etapa, de la cual surgirán la reformulación de ALALC y su transformación en ALADI y el Pacto Andino, es la que consigue dar sustento teórico-conceptual a una nueva dimensiór:, co:npleja y globa'., de la integración." (2005:48) Los primeros indicios de ese nuevo discurso integracionista iatimamericano no provinieron de las universidades sino de la CEPAL, el mismo organismo que a mediados del siglo veinte pensó la integración y el desarrollo del continentr. desde una exclusiva perspectiva: la economía. Grandes intelectuales como Raúl Prebisch y Anibal Pimo Santa Cruz, entre otros, bogaron por una América Latina y el Caribe en desarrollo e integrados. empero, los éspectos culturales de estos dos objetivos fueron marginales 195 • Quién no leyó c::in entusiasmo El Pen195 En efecto, respecto al caso chileno, desde a mediados del siglo XX, hasta ames del quiebre democtárico que implicó re formular la estrategia internacional hacia una apertura unilateral (Chile se retira del Pacto Andino en

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Ciencias. trcr.ol•gías, culturas: El desafío del Conocimiento para América LLitina

1miento de la CEPAL, imscando allí las claves del desarrollo de nuestro continente. Recién o.1994. cuatro años s.ntes de cumplir el medio siglo desde que se fundó la CEPAL, apareció n su rev~sta Nº 52 el artí:ulo titulado "una perspectiva cultural de las propuestas de la CEAL", de Fernando Calcerón, Martin Hopenhayn y Ernesto Ottone .

.Fue la propia CEPAL la que comenzó a incorporar otras dimensiones del desarrollo, un inangible c;ue siempre bliÍJfa sido medido con variables económicas. Es así como, entre sus libros nstitucbnales, observamos en marzo de 1990 aquel intitulado: Transformación productiva con :quidad. Había emerE;ido el tema de .la equldad como una dimensión nueva, pero prontamente ;e dieron cuenta que ne era suficiente, y en inayo de 1991 publican: El desarrollo sustentable: .ransformación productiva, equidad y medio ambiente. Ahora el llamado de atención era hacia la sustentabilidad. Posterio:mente, la mirada internacional y política se incorpora en enero de 1994: El regionalismo ajjeno en A.Latina y el Caribe. La integración económica en servicio de la transformación producti'ia con equidad. Se siguió insistiendo en el enfoque internacional en abril de i 995: A. Latina y e~ ~aribe: políticas para mejorar la inserción en la economía mundial. Trabajos que abrieron el camino para incluir el fenómeno de la globalización, que emerge en mayo de 2002: Globalización y desarrollo. Empero, todavía los temas de la educación (superior) y la interculturahdad estaban relegados a escritos no oficiales dentro de la propia institución. Un filósofo como Ma:tín Hopenhayn ha abierto en la CEPAL una puerta a esos dos esos temas ~ndientes: educacitn e interculturalidad, en conjunto con Álvaro Bello (2004), entre otros. l'o podemos deja:- de mencionar el aporte de otro cepalino, Sergio Boisier, respecto del desarroilo como un i:ltallgfüle (2003), quien, en cierta forma, ha sido el único que ha planteado la relación entre desarrcllo regional e integración internacional, a través del concepto de Regiones Asociativas de ?ror:teras (RAF). Una deconstrucción del discurso cepalino, en tanto discurso ~atinoamericanc- para Latinoamérica, debería considerar un análisis la dimensión política del impacto de didu pensamiento y la crítica a la ausencia de esta dimensión en su propuesta o estrategia para el cesarrollo de la región, considerando lo que el propio Sergio Boisier plantea que el desarrollo sólo es posible a través de un proyecto político (2004). 1976), "Chile como nin¡;1h otro país de la región - a través de sus pensadores, intelectuales y políticos- estuvo asociado a proyecLos
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