\"El dédalo de Abdelkrim\" de Mohamed Bouissef Rekab: reconstrucciones caleidoscópicas de la historia colonial hispano-marroquí (2012)

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ELMAR SCHMIDT

El de´dalo de Abdelkrim de Mohamed Bouissef Rekab: reconstrucciones caleidosco´picas de la historia colonial hispano-marroquı´ Introduccio´n En su novela El de´dalo de Abdelkrim, publicada en el an˜o 2002, el escritor marroquı´ Mohamed Bouissef Rekab se dedica a un aspecto crucial de la historia colonial hispano-marroquı´ que en su tiempo marco´ profundamente tanto las condiciones en el protectorado espan˜ol del norte de Marruecos, como la misma polı´tica interior de Espan˜a: la Guerra del Rif. Este sangriento conflicto be´lico, que se desarrollo´ entre 1921 y 1926, fue la consecuencia ostensible de la fracasada polı´tica colonial espan˜ola de las primeras de´cadas del siglo XX. En 1912 se establece el protectorado france´s en el sur de Marruecos y Ðde una extensio´n geogra´fica menorÐ el protectorado espan˜ol en la zona norte del paı´s. En los primeros an˜os, la influencia efectiva de la administracio´n colonial se centraba en la parte occidental de la regio´n, partiendo de Tetua´n como capital, de Larache y Arcila, y de las antiguas posesiones espan˜olas, Ceuta y Melilla. A partir de 1919 se intenta consolidar la presencia militar directa en el interior de la regio´n y empieza a formarse la primera resistencia que culmina con el alzamiento abierto de la poblacio´n a partir de 1921. La guerra se inicia con un golpe inesperado para los generales espan˜oles: el Desastre de Annual. En pocos dı´as mueren ma´s de 10000 soldados del eje´rcito colonial y se pierde casi la totalidad del territorio conquistado anteriormente. Tras el e´xito de la rebelio´n contra el protectorado, esta queda relacionada con el nombre de su lı´der Mohammed ben Abdelkrim el Khattabi. Abdelkrim nacio´ alrededor de 1882 como hijo de un notable de Axdir y trabajo´ para el protectorado hasta 1918 como profesor, periodista y juez para la poblacio´n marroquı´ en Melilla. En 1923, despue´s de dos an˜os de guerras victoriosas contra el eje´rcito colonial espan˜ol, Abdelkrim proclama oficialmente la Repu´blica Independiente del Rif. Se implanta un gobierno, instituciones estatales, un cata´logo de leyes y una bandera propia. Sin embargo, el proyecto estatal rifen˜o dura menos de lo esperado. En 1925 Francia y Espan˜a reu´nen fuerzas y un an˜o despue´s, en 1926, cae la Repu´blica del Rif. Abdelkrim se entrega al eje´rcito france´s y es deportado como exiliado a La Re´union1. 1

Para los contextos histo´ricos ve´ase, p.e., Germain Ayache: La guerre du Rif; Sebas-

DOI 10.1515/ibero-2011-0008

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1. La Guerra del Rif: ¿una historia olvidada? Hoy en dı´a, investigadores e intelectuales dedicados al tema suelen clasificar la Guerra del Rif como “una historia olvidada” 2. Este hecho se debe en parte a la avanzada lejanı´a temporal y, sobre todo, a una serie de contextos particulares de Espan˜a y de Marruecos. En el caso espan˜ol, la Guerra del Rif habı´a sido la forja del eje´rcito fascista ÐFranco, entre otros, se habı´a ganado allı´ sus primeros galonesÐ y durante la dictadura formaba ma´s bien parte del discurso heroico militar 3. Asimismo, la participacio´n del Tercio “africanista” y de las tropas regulares marroquı´es en el bando nacional durante la Guerra Civil contribuyo´ a la desconfianza hacia el papel histo´rico del protectorado africano entre las partes progresistas de la sociedad espan˜ola4. Por consiguiente, despue´s de la Transicio´n, la Guerra del Rif no figuraba entre los aspectos histo´ricos sustanciales para reconstruir la tradicio´n democra´tica, menos au´n, “en una sociedad espan˜ola fascinada por su nueva condicio´n de socio europeo que, de alguna manera, le hace orientar su mirada hacia el Norte y dar la espalda al Sur” 5. Una vez cuestionado el ‘pacto de silencio’ de la Transicio´n, el nuevo deseo de ‘hacer memoria histo´rica’ se centraba sobre todo en la Guerra Civil y la guerra colonial quedaba al margen de la atencio´n pu´blica espan˜ola. En Marruecos, al contrario, se podrı´a suponer que, despue´s de la Independencia, la resistencia anticolonial temprana de los an˜os veinte servirı´a para la construccio´n de un aute´ntico discurso de memoria postcolonial. No obstante, hasta el presente la Guerra del Rif no ha encontrado su sitio en el proyecto de legitimacio´n de la nacio´n marroquı´, cuyos protagonistas son las e´lites a´rabes urbanas y la casa real de la dinastı´a alauı´. Las pretensiones centralistas que representan excluyen la Guerra del Rif, como subraya, p.e., Rene´ Gallissot: C’est bien parce que la re´fe´rence a` la Re´publique du Rif et a` Abd-el-krim pose indiscutablement une question de le´gitimite´, que l’interrogation reste en suspens: re´sistance et de´fense de quel pays: rifain ou marocain, soule`vement de quel peuple: a` nouveau

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tian Balfour: Abrazo mortal; Marı´a Rosa de Madariaga: Abd-el-Krim El Jatabi; C. R Pennell: La guerra del Rif. Por poner algunos ejemplos obvios: la pelı´cula documental espan˜ola de Manuel Horrillo se titula Rif 1921. Una historia olvidada (2008) y la historiadora Marı´a Rosa de Madariaga publico´ un estudio bajo el tı´tulo Espan ˜ a y el Rif, Cro´nica de una historia casi olvidada (2000). De la misma manera, el escritor espan˜ol Lorenzo Silva, autor de varias obras sobre la Guerra del Rif, lamenta que “la espesa capa de silencio y de vergüenza la ha mantenido ajena a la conciencia de mis compatriotas” (2001a: 14Ð15). Ve´ase, p.e., el tratado fascista Marruecos. La accio´n de Espan ˜ a en el norte de ´ frica, de Toma´s Garcı´a Figueras, donde el autor subraya la importancia del protecA torado como “cuna del movimiento nacional” (1944: 275). Ve´ase, p.e., Marı´a Rosa de Madariaga: Los moros que trajo Franco ..., p. 11. Inmaculada Dı´az Narbona: Introduccio´n, p. 17.

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rifain ou marocain ou encore d’un peuple arabe mais l’action se passe en montagne a` dominante berbe´rophone, ou du peuple musulman, mais qui se de´limite comment?6

A pesar de que la memoria de la Guerra del Rif era silenciada en los discursos oficiales, se mantenı´a viva a nivel regional. En el Rif, el personaje histo´rico de Abdelkrim fue mitificado y convertido en “una especie de he´roe legendario” 7. El recuerdo sobrevivı´a sobre todo en la tradicio´n oral de la memoria colectiva8. Tambie´n figuraba como parte de un contradiscurso a la marginalizacio´n del Rif por parte del poder central, que se intensifico´ despue´s de los incidentes que marcaron los primeros an˜os de la independencia, como la insurreccio´n del Rif en 1958. Sin embargo, con el fin de los ‘an˜os de plomo’ de la polı´tica interior del paı´s, en los an˜os 90, y ma´s tarde con la entronizacio´n de Mohamed VI en 1999, hubo un cambio de paradigma. Tal y como explica la periodista Zakya Daoud, se puede constatar un redescubrimiento de Abdelkrim como ‘mito rebelde’: En de´pit des tabous qui entourent son nom, les Rifains et de plus en plus les jeunes, le rede´couvrent et l’admirent. Il est pour eux un exemple re´volutionnaire. Ils l’aure´olent d’une gloire mythique et l’adulent d’avoir en cre´ant une Re´publique, jete´ un pave´ dans la mare des pouvoirs autoritaires. Consciemment ou non, il est devenu une part essentielle de la re´volte latente des Marocains9.

Asimismo, la reubicacio´n del papel de Abdelkrim y de la Guerra del Rif en la historia marroquı´ del siglo XX vuelve a la actualidad en la agenda pu´blica del paı´s en el contexto de la ‘primavera a´rabe’ que comenzo´ en diciembre de 2010 con las revueltas en Tu´nez. Las repercusiones de las revoluciones y protestas en el mundo a´rabe de 2010 y 2011 fueron en Marruecos ma´s moderadas que en los paı´ses vecinos, pero impulsaron un nuevo debate pu´blico sobre la necesidad de acelerar las reformas polı´ticas. En un artı´culo publicado en febrero de 2011 en la revista marroquı´ TelQuel la repatriacio´n de los restos de Abdelkrim esta´ enlistada como una de las cincuenta medidas ma´s importantes “pour rendre le Maroc meilleur” y para la reconciliacio´n del poder central con el Rif. El artı´culo demuestra que la recuperacio´n de la Guerra del Rif como lugar de memoria se esta´ llevando a cabo, pero que au´n queda mucho pendiente: Le sort de Abdelkrim Khattabi est a` l’origine du malaise qui a longtemps mine´ les rapports du pouvoir avec le Rif. Le grand Abdelkrim a combattu le protectorat, cre´e´ une re´publique, avant d’eˆtre condamne´ a` un long exil force´. Son corps repose depuis 1963 en Egypte, alors que sa place, la vraie, est au Maroc, dans le Rif, ce Rif qu’il a toujours porte´ dans son cœur. Sujet tabou sous Hassan II, le rapatriement de la de´pouille du grand Rifain est devenu un sujet «chaud» depuis l’ave`nement du nouveau re`gne. Cela a failli se faire de`s le milieu des anne´es 2000. Cela finira bien par se faire

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Rene´ Gallissot: Le Maghreb de traverse, p. 48. Marı´a Rosa de Madariaga: Espan ˜ a y el Rif, p. 25. Ve´ase Hussein Bouzalmate: Memoria histo´rica del Rif (Marruecos), pp. 219Ð245. Zakya Daoud: Abdelkrim, p. 383.

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un jour et, en attendent, il persistera toujours un le´ger malaise, un gouˆt d’inacheve´ dans l’entreprise de re´conciliation avec le Rif 10.

Tambie´n los literatos marroquı´es empiezan a redescubrir la Guerra del Rif como tema de sus obras. En el a´mbito de la literatura franco´fona, Abdelhak Serhane la incluye como leyenda narrada en su novela Les Temps noirs (2002), donde Abdelkrim sirve como sı´mbolo de la resistencia anticolonial y reminiscencia a “la voix des hommes libres” 11. En Abdelkrim et Les causes de la proclamation de la Re´publique du Rif (2008), Ahmed Beroho recurre a elementos fanta´sticos para convertir la Guerra del Rif en “une des le´gendes de ce Rif myste´rieux” 12. El historietista y caricaturista Mohammed Nadrani tematiza la ´ mir Ben Abdelkrim (2008) con el fin de “faire guerra en su novela gra´fica L’E revivre cette histoire afin de sauvegarder la me´moire de notre peuple” 13. En El de´dalo de Abdelkrim (2002), Mohamed Bouissef Rekab, representante de la literatura marroquı´ de expresio´n espan˜ola, se acerca al tema histo´rico desde las perspectivas de los diferentes bandos involucrados en la guerra. Presenta un texto caleidosco´pico que plantea una posicio´n intercultural e hı´brida.

2. Mohamed Bouissef Rekab y la literatura marroquı´ de expresio´n espan˜ola Nacido en Tetua´n en 1948, Mohamed Bouissef Rekab empieza a publicar cuentos y novelas redactados en espan˜ol a partir de 1994. Para entender su obra es imprescindible analizarla como producto genuino de la literatura marroquı´ de expresio´n espan˜ola. Abdellatif Limami divide su desarrollo en dos fases: la primera, marcada por escritores socializados todavı´a en el protectorado, a los que denomina como la generacio´n de “los fundadores” 14. Despue´s de la Independencia, estos escritores crean las bases para la segunda generacio´n, en la que Limami incluye a Bouissef Rekab, “que corresponde a los an˜os noventa pero cuya vigencia sigue hasta nuestros dı´as y que podrı´amos denominar de generacio´n de los forjadores, en el sentido de haberle dado al ge´nero mayor receptividad” 15. Esta segunda generacio´n empieza lentamente a superar la marginacio´n de la literatura marroquı´ hispano´fona y en 1997 se organiza la Asociacio´n de Escritores Marroquı´es en Lengua Espan˜ola, con Bouissef Rekab como primer presidente. Adema´s de haber creado la posibilidad de publicar al margen del mercado oficial hispano´fono, el reconocimiento por parte de las instituciones culturales 10 11 12 13 14 15

AA.VV.: 50 mesures pour rendre le Maroc meilleur, p. 21. Abdelhak Serhane: Les Temps noirs, p. 108. Ahmed Beroho: Abdelkrim, p. 9. Christophe Cassiau-Haurie: Mohammed Nadrani, le dessin ou la folie . . ., s. p. Abdellatif Limami: La escritura marroquı´ en lengua espan ˜ ola, p. 25. Ibı´d., pp. 25Ð26.

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espan˜olas, como los Institutos Cervantes de Marruecos, ha sido de suma importancia para la literatura marroquı´ de expresio´n espan˜ola. Asimismo, es importante mencionar el hispanismo acade´mico como contexto para la creacio´n literaria. Algunos de los escritores ma´s importantes han estudiado y trabajado en los departamentos de filologı´a hispa´nica de las universidades marroquı´es. Bouissef Rekab, en concreto, fue catedra´tico de literatura espan˜ola y latinoamericana en la Universidad de Tetua´n despue´s de haber estudiado en Rabat y Madrid, donde se doctoro´ con una tesis sobre Vicente Huidobro y su relacio´n con la vanguardia poe´tica espan˜ola. Tambie´n fue en las universidades, tanto en Espan˜a como en Marruecos, donde se realizaron algunas de las antologı´as ma´s representativas de la literatura marroquı´ hispano´fona, como, por ejemplo, la que publico´ Bouissef Rekab en 1997 bajo el tı´tulo Escritores marroquı´es de expresio´n espan˜ola. El Grupo de los 90. En su ensayo para el Anuario 2005 del Centro Virtual Cervantes, el escritor subraya dos aspectos importantes de la literatura marroquı´ en lengua espan˜ola. Por un lado, los escritores “debemos intentar resolver la preservacio´n de nuestra identidad, a pesar de expresarnos en una lengua extranjera”, por otro lado, cumplen un papel importante al fomentar el “dia´logo y la convivencia entre las culturas” 16. Como punto de partida del proyecto intercultural sirve la historia hispano-marroquı´. En la literatura, el escritor se acerca a una “cultura bifronte capaz de unir ma´s que de separar” 17 : Una cultura que esta´ viviendo momentos de o´smosis y que desembocara´ Ðes lo que esperamosÐ en una sola imagen de progreso y respeto; sin olvidar [. . .] que las culturas espan˜ola y marroquı´ han estado unidas tanto en el pasado remoto, durante casi ocho ´ ndalus, como en el pasado ma´s reciente, a partir de la guerra hispanosiglos en al-A ´ marroquı de 1859Ð1860, hasta el presente, pasando por la presencia espan˜ola en Marruecos y la amistad hispano-marroquı´ instaurada despue´s de la independencia de nuestro paı´s . . .18.

La historia es tambie´n tema de la novela El de´dalo de Abdelkrim. Publicada en la editorial granadina Port-Royal, se dirige tanto a lectores espan˜oles como a marroquı´es, como subraya Bouissef Rekab en una entrevista personal con el autor: Se´ que los marroquı´es nada ma´s vean Abdelkrim van a leer el libro. Se´ perfectamente que los rifen˜os que se han ido a Espan˜a todos van a leer el libro. Y muchı´simos espan˜oles que tienen intere´s de conocer la versio´n marroquı´, escrito por un marroquı´, sobre una guerra en la que han estado. Claro, entonces yo escribo para todos19.

Como se demostrara´ a continuacio´n, El de´dalo de Abdelkrim ofrece a sus lectores de ambas culturas aspectos conocidos y desconocidos, elementos propios y 16 17 18 19

Mohamed Bouissef Rekab: Literatura marroquı´ de expresio´n espan ˜ ola, s. p. Ibı´d. Ibı´d. Entrevista del autor con Mohamed Bouissef Rekab, Tetua´n, 24/9/2008.

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ajenos. Combina diferentes perspectivas que se complementan mutuamente y que, adema´s, juntas producen nuevos significados, postcoloniales e interculturales.

3. Texto fragmentado y reconstruccio´n caleidosco´pica de la historia La te´cnica narrativa aplicada en El de´dalo de Abdelkrim es la fragmentacio´n. Bouissef Rekab logra yuxtaponer, entrelazar y contrastar los puntos de vista de sus protagonistas gracias a una sucesio´n ra´pida. Presenta la guerra y sus razones polı´ticas, culturales e histo´ricas desde las perspectivas de Abdelkrim y sus compan˜eros de armas, de militares y polı´ticos espan˜oles y del cuartel general del eje´rcito france´s. La combinacio´n rı´tmica de fragmentos sirve tanto para sintetizar amplios contextos diacro´nicos como para crear la simultaneidad de las perspectivas sincro´nicas. Incorpora formas narrativas como el dia´logo, el mono´logo interior, explicaciones historiogra´ficas, resu´menes omniscientes y cartas, entre otros. Tal y como sugiere el tı´tulo de la novela, el punto de vista que ma´s espacio ocupa es el de Abdelkrim. Su perspectiva se construye alrededor de dos niveles narrativos: el de la participacio´n directa en la trama y el de la retrospectiva. Al principio, Bouissef Rekab facilita informacio´n sobre la procedencia de Abdelkrim, su educacio´n y su relacio´n personal con el protectorado espan˜ol. Ma´s adelante, el relato se centra en su experiencia durante la guerra, desde las primeras victorias hasta la derrota final. El segundo punto de vista importante es el del soldado espan˜ol Rau´l. El texto lo acompan˜a desde el reclutamiento pasando por los sucesos en el frente hasta el final de la guerra. Rau´l es hijo de unos campesinos humildes, se interesa por la polı´tica contempora´nea, lee El socialista y las obras de Vicente Blasco Iba´n˜ez y representa la opinio´n crı´tica del movimiento obrero espan˜ol de la e´poca. En el transcurso de la trama las perspectivas de los dos protagonistas principales se entrelazan en el texto fragmentado, como se puede apreciar en el siguiente ejemplo: El amanecer del 17 de diciembre de 1925, una larga columna de vehı´culos y hombres ´ frica y maldice su a pie salen de Ceuta en direccio´n a Castillejos. Rau´l esta´ en A suerte. Silenciosos, marchan junto a e´l sus jo´venes compan˜eros. ¿En que´ pensara´n? Se pregunta. Seguro que todos piensan como yo. Todos querrı´an huir y abandonar estas tierras extran˜as en las que nada se les ha perdido. [. . .] ¿Que´ querra´ hacer Espan˜a con estas tierras tan secas? No hay absolutamente nada que merezca tanto sacrificio y tanta sangre. Las o´rdenes eran que se abrirı´a un abanico que ocuparı´a “Riffien” en el Este, alcanzando Alcazarseguer en el Oeste. [. . .] Habı´a llegado el momento en que tenı´as que matar para que no te mataran Ðse dijo el joven vallisoletanoÐ; ahı´ tenı´a que comportarme como un espan˜ol ma´s. Y penso´ en los otros espan˜oles que como e´l, tenı´an que hacer lo que fuera para sobrevivir en una guerra que odiaban por injusta.

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ÐYa se´, Emir; tanto las epidemias como los gases venenosos fueron los elementos principales de la derrota de los hombres del Rif; pero, ¿no crees que hubiera sido posible evitar tantas muertes si hubieras aceptado dialogar y negocia[r] con las dos potencias a la vez? ÐNo me recuerdes esos momentos tan amargos. Yo habı´a comenzado una misio´n sagrada. . . No te puedes imaginar lo que habrı´a dado para que no hubiera comenzado aquella guerra. Pero estaba atrapado a causa de mis palabras. Ð. . . y si no cumplı´a, tenı´a que seguir luchando. No podı´a fiarme ni de Espan˜a ni de Francia, que en varias ocasiones me engan˜aron, faltando a su palabra20.

El texto fragmentado enfoca la guerra desde dos perspectivas. El fragmento que encabeza el capı´tulo comienza con una descripcio´n general de los avances de la guerra. Se introduce la opinio´n personal del soldado espan˜ol Rau´l. En el segundo fragmento, las ita´licas marcan el mono´logo interior de Rau´l, que desde el punto de vista del recluta cuestiona el sentido de la guerra. Despue´s estalla el combate y la accio´n todavı´a se presenta desde la perspectiva del soldado espan˜ol. En el cuarto fragmento, Abdelkrim comenta el transcurso de la guerra desde el punto de vista retrospectivo y se menciona el uso de armas quı´micas. Por u´ltimo, se intercala el mono´logo interior de Abdelkrim, que tambie´n expresa sus dudas sobre el sentido de la guerra. En la yuxtaposicio´n de los fragmentos, las perspectivas de Rau´l y de Abdelkrim, representadas en los mono´logos interiores, se correlacionan para desarrollar la trama caleidosco´pica de la novela. Juntos expresan su crı´tica a la guerra colonial en la que ambos, por diferentes razones, preferı´an no luchar hasta el final.

4. La apropiacio´n y modificacio´n de las tradiciones narrativas El efecto del texto fragmentado, asimismo, se basa en la apropiacio´n de diferentes ge´neros literarios y tradiciones narrativas, tanto marroquı´es como espan˜oles. Bouissef Rekab los correlaciona y modifica para construir un tercer espacio intercultural de enunciacio´n. En la tradicio´n oral del norte de Marruecos la Guerra del Rif figura como una leyenda. Las narraciones suelen enfocar sobre todo la figura mitificada de Abdelkrim, convertido en un he´roe cargado de significados de identidad regional, cultural y religiosa21. Los escritores marroquı´es que hoy en dı´a se dedican al tema suelen Ðaunque de maneras muy distintasÐ adoptar la configuracio´n narrativa de la tradicio´n oral, sin necesariamente dejarse orientar por ella como pre-texto obligatorio. Abdelhak Serhane, en Les Temps noirs, y Mohammed 20 21

Mohamed Bouissef Rekab: El de´dalo de Abdelkrim, pp. 175Ð176. Ve´ase Mohamed Chtatou: “Bin ‘Abd Al-Karim Al-Khattabi in the Rifi Oral Tradition”, pp. 207Ð208.

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´ mir Ben Abdelkrim, recrean la situacio´n narrativa propia de Nadrani, en L’E la oralidad tradicional marroquı´, el cı´rculo de la halqa con un recitador en medio de su pu´blico, y ponen en escena la epopeya de Abdelkrim a trave´s de narradores homodiege´ticos22. Tambie´n se acercan a los motivos heroicos y be´licos de la literatura popular, tal como se desarrollaban en el mundo a´rabe del siglo XIX 23. Ahmed Beroho, por su parte, declara lo siguiente en el pro´logo a su novela Abdelkrim et les causes de la proclamation de la Re´publique du Rif: “Ce n’est pas l’Histoire du Rif, cette contre´e e´nigmatique, que l’on va lire dans ces pages. [. . .] Aussi, loin de la rigueur historique, ai-je fait, d’une se´quence de l’histoire du Maroc, une le´gende s’inspirant de la re´alite´ rifaine: la le´gende de Mohamed Ben Abdelkrim Khattabi” 24. En El de´dalo de Abdelkrim, Bouissef Rekab igualmente adopta este enfoque en el personaje de Abdelkrim. Como se vera´ enseguida, tambie´n recurre a la tradicio´n oral para autentificar el relato. Sin embargo, escribe en contra de la ahistoricidad del mito como subraya en sus “Palabras preliminares” a la obra: “Se ha escrito mucho sobre este mı´tico combatiente; an˜adimos, a esas aportaciones, una obra literaria que intenta historiar su vida, ofreciendo dimensiones que quieren aclarar mejor su trayectoria y sus relaciones humanas” 25. Por ende, Bouissef Rekab retrata un Abdelkrim ambiguo que en los primeros an˜os del protectorado colabora con los espan˜oles, apoya el proyecto colonial y vive bien de sus recursos. Cuando se empieza a organizar la resistencia rifen˜a contra el protectorado y estalla la guerra, Abdelkrim se vuelve dudoso e inseguro. Al final, cuando el alzamiento y la Repu´blica del Rif fracasan, Abdelkrim se queda solitario y se siente fracasado y vencido por el militarismo espan˜ol y el colonialismo europeo26. No obstante, la desmitificacio´n del he´roe no solo se inscribe en el discurso de la memoria histo´rica marroquı´. Tambie´n se opone a la tradicio´n literaria espan˜ola. Desde los inicios de la novela antibelicista de la Guerra del Rif con los relatos de los an˜os 30 y 40 de Ramo´n J. Sender, Jose´ Dı´az Ferna´ndez y Arturo Barea, incluso las obras actuales, p.e., de Lorenzo Silva, el ‘otro’ marroquı´ permanece en un espacio en blanco, no reconocible. En la guerra, el enemigo es una mera “chilaba sobre el parapeto” 27 o aparece como “bultos pardos en las alturas que rodeaban la posicio´n” 28. En un pasaje de la novela La ruta,

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Para ma´s detalles sobre la puesta en escena de la halqa, ve´ase Kamal Salhi: “Morocco, Algeria and Tunisia”, p. 40. Ve´ase Wiebke Walther: Kleine Geschichte der arabischen Literatur, p. 264. Ahmed Beroho: Abdelkrim, p. 9. Mohamed Bouissef Rekab: El de´dalo de Abdelkrim, p. 14. Hay que recordar que Bouissef Rekab es especialista en literatura latinoamericana. Por lo tanto, la desmitificacio´n del he´roe histo´rico que fracasa en su proyecto polı´tico bien puede establecer relaciones intertextuales con novelas como, p.e., la de Gabriel Garcı´a Ma´rquez, El general en su laberinto (1989). Ramo´n Jose´ Sender: Ima´n, p. 139. Lorenzo Silva: El nombre de los nuestros, p. 17.

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segunda parte de la trilogı´a La forja de un rebelde (1941Ð44) de Barea a la que Bouissef Rekab hace mu´ltiples referencias en su texto, se expone exageradamente la imagen de Abdelkrim: “пY Abd-el-Krim? ÐPues, a decir verdad, nunca he visto Abd-el-Krim. Pero las gentes dicen que es un tipo con una barba muy negra y unos ojos feroces, que atormenta a los prisioneros y luego les pega un tiro” 29. Cuando para los lectores marroquı´es Bouissef Rekab retrata un Abdelkrim desmitificado, para los lectores espan˜oles da una voz humana y aute´ntica al ‘otro’ desconocido, cruel y ba´rbaro. En la entrevista, el escritor afirma su proyecto de reconstruir el personaje histo´rico: “Quiero desmitificar tanto el uno como el otro. Mi intencio´n es esta: Abdelkrim es una persona como todos los dema´s. Tiene sus problemas como todos los dema´s” 30. La reinvencio´n de Abdelkrim no es el u´nico aspecto en el que a Bouissef Rekab se lo relaciona con la novela de la Guerra del Rif. El autor se apropia de la forma literaria espan˜ola sobre todo en los fragmentos que describen las vivencias del soldado Rau´l. Dichos fragmentos retratan principalmente la experiencia trauma´tica del humilde soldado forzado a participar en la guerra por falta de los recursos necesarios para liberarse del servicio militar. Tambie´n Sender, Dı´az Ferna´ndez y Barea tematizan “la condicio´n humana, la miseria de la naturaleza humana” 31 del soldado espan˜ol. Critican la ‘misio´n civilizadora’ del colonialismo, pero sobre todo formulan una crı´tica dirigida a las estructuras sociales espan˜olas, en el marco de una “historia puramente espan˜ola” 32 Ðcomo escribe Barea. En La ruta, un soldado pregunta: ¿Por que´ tenemos nosotros que luchar contra los moros? ¿Por que´ tenemos que “civilizarlos” si no quieren ser civilizados? ¿Civilizarlos a ellos, nosotros? ¿Nosotros, los de Castilla, de Andalucı´a, de las montan˜as de Gerona, que no sabemos leer ni escribir? Tonterı´as. ¿Quie´n nos civiliza a nosotros? Nuestros pueblos no tienen escuelas, las casas son de adobe, dormimos con la ropa puesta, en un camastro de tres tablas en la cuadra, al lado de las mulas, para estar calientes33.

A Barea no le interesan realmente las condiciones de vida de los sujetos coloniales marroquı´es. La novela espan˜ola, en la que resuenan los discursos regeneracionistas, funcionaliza la comparacio´n con Marruecos ma´s bien como mero reflejo de la Espan˜a subdesarrollada, con el objetivo de respaldar la crı´tica social interna34. En El de´dalo de Abdelkrim, Rau´l medita sobre la misma problema´tica casi con las mismas palabras cuando se pregunta: “Espan˜a debı´a intentar solucionar sus problemas internos que eran innumerables. No habı´a carreteras, ni escuelas; no habı´a electricidad ni agua en muchı´simas regiones; la gente era, 29 30 31 32 33 34

Arturo Barea: La ruta, p. 125. Entrevista del autor con Mohamed Bouissef Rekab, Tetua´n, 24/9/2008. Antonio Carrasco Gonza´lez: La novela colonial hispanoafricana, p. 77. Arturo Barea: La ruta, p. 125. Ibı´d., p. 85. Ve´ase David Lo´pez Garcı´a: El blocao y el oriente, p. 77.

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Elmar Schmidt

en su mayorı´a, inculta; ¿Que´ podı´a ensen˜ar un paı´s inculto y pobre a otro inculto y pobre?” 35 Asimismo, la crı´tica se repite desde el punto de vista marroquı´, en las palabras de Abdelkrim: Debe´is saberlo, los espan˜oles son tan analfabetos como nosotros. Pocos son los que pueden presumir de haber estudiado. Mi hermano y yo hemos convivido con ellos y lo sabemos. Espan˜a, que se esta´ dejando su dinero en el intento de someternos, no tiene la formacio´n suficiente para inculcarnos los conocimientos del desarrollo36.

Bouissef Rekab redirige la crı´tica de la supuesta ‘misio´n civilizadora’ que los pre-textos espan˜oles formulan “sin plantearse una crı´tica, una defensa clara y definida de las reivindicaciones marroquı´es” 37. El escritor marroquı´ se apropia de la reto´rica de la novela espan˜ola y la convierte en discurso postcolonial.

5. Discursos postcoloniales e interculturales La ‘visio´n de los vencidos’ marroquı´es se manifiesta sobre todo en la explicacio´n de los motivos de la resistencia, la voluntad de manejar libremente el propio destino y la descripcio´n de la brutalidad de la estrategia be´lica espan˜ola, tal y como se aprecia en el siguiente pasaje: Durante una batalla, cuatro hermanos nuestros cayeron prisioneros de los espan˜oles; debı´an haber visto co´mo los dejaron. A los cuatro les cortaron los penes y se los introdujeron en la boca; despue´s los degollaron y pusieron sus cabezas en unas piquetas. Cuando conseguimos desalojar al enemigo, encontramos las cabezas en las puntas de esos palos en el centro de una plaza, pero nunca dimos con los cuerpos para darles sepultura. Hay muchas cosas ma´s . . .38

En combinacio´n con los elementos de la tradicio´n literaria espan˜ola, la propia visio´n marroquı´ de la historia, que invierte los estereotipos de la crueldad ‘mora’, sirve para construir un nuevo espacio de enunciacio´n. Este espacio difiere de los dema´s puntos de vista disponibles, tanto en la literatura marroquı´ como en la espan˜ola. En el ‘rewriting of colonial history’ 39, Bouissef Rekab se basa en la combinacio´n de formas narrativas, motivos y argumentos de ambas literaturas para la reinvencio´n postcolonial del pasado. Asimismo, inicia un juego intertextual con las similitudes literarias que contrasta con la demostracio´n de las diferencias culturales.

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Mohamed Bouissef Rekab: El de´dalo de Abdelkrim, p. 72. Ibı´d., p. 70. David Lo´pez Garcı´a: El blocao y el oriente, p. 77. Mohamed Bouissef Rekab: El de´dalo de Abdelkrim, p. 107. Ve´ase, p.e., Bill Ashcroft, Gareth Griffiths y Helen Tiffin: The Empire Writes Back, p. 196.

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El de´dalo de Abdelkrim

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La presencia del a´rabe, transcrito con letras latinas y traducido al espan˜ol, inscribe en el texto espan˜ol la referencia a la presencia de otra cosmovisio´n no europea: СHombres del Rif ! Nuestra tierra y nuestra dignidad han sido recuperadas con la ayuda de Dios: “Bismil-La¯hi rahma¯ni rahı¯m; wa l-
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