El debate de las ideas. Propaganda política en la Nueva España, 1792-1814.

Share Embed


Descripción

,

MARTIN ESCOBEDO DELGADO

El debate de las ideas . Prcpaga11da política e}1la Nueva Espai)a 1792~1814

EL DEBATE DE LAS IDEAS. PROPAGA DA POLÍTICA E LA UEVA ESPA- A, 1792-1 14

Edición y diseiio: Juan José Macías

1a. Edición, 2008 © Martín Escobedo Delgado © Universidad Autónoma de Zacatecas Primera Edición 2008 ISBN: 968-9099-12-4 Programa Editorial, UAZ Pasaje Comercial Local 15 Avenida Allende s/n Zacatecas, Zacatecas Teléfono : (0 1 492) 92 213 79

Martín Escobedo Delgado

~~

debate de las ideas

PrcpagaQda política e11 la Nueva tspaí)a, 17S2·1814

A Carmen Castañeda y Silvia de los Ángeles Pérez Mireles in memoriam

SIGLAS

AHESLP

Archivo General de Indias, Sevilla, España. Archivo Ge neral de la ac ión, Méx ico, D. F. A rchivo Histórico del Estado de San Luis Potosí,

AHEZ

San Luis Potosí, S. L. P. Archivo Histórico de l Esrado de Zacatecas,

AGI AGN

G uadalupe, Zac. AHMS

Archivo Histórico del Municipio de Sombrerete, Sombrerete, Zac.

BC EEA

Biblioteca de Colecciones Especiale Elías Amador, Zacatec as, Zac.

BNLB

Biblioteca Nettie Lee Benson, Austin , Texas, E. U.

AGRADECIMIE TOS

Es muy grato pa ra mí, reconocer el invaluab le apoyo de dive rsas perso nas e insriwc iones que han co nrri buido, de disrintos modos. pa ra que esre rexto salga a la luz. A l Doctorado en H istoria Coloni al de la Un ive r idad Aurónoma de Zacarecas, le debo la incubación de la idea, que culminó con la rcsis doctora l que hoy le da forma a esre libro. De ral modo agradezco: A la asesoría experra de los Doctores Fra ncisco Ga rcía González, José Enciso Conrreras, Thomas Hillerkuss Finn, María José Sánchez Usón, Julio Rod ríguez Anido, Anuro Burciaga Campos y Marcelino Cue ra Alonso, pues la invesrigación avan:ó por canales imrincados, pe ro llegó a buen pue rto. Al programa doctoral, dond e enconrré una frucrífera inrerlocución enrre mis condiscípulos, misma q ue conrri buyó a la culminac ión de l rrabajo. Por ello, rambién, a las arinadas observaciones de la Dra. Glori a Trujillo, Almudena Orriz, Tere Pescador, Raquel C iceley Toribio, José Luis Acevedo, Armando Talamanres y Roberro Ba lrazar. A la Maesrría en C iencias de la Ed ucación de la misma Casa de Esrudi os, do nd e enco nrré un espacio académico propicio pa ra la reflexión y la inve rigación. Por ral morivo, agradezco la calurosa hospi ralidad que me ha brindado el Dr. Ma rco Anronio Salas y su esrupe ndo equipo de rrabajo. Al Ce nrro de Acrua li zación de l Magisrerio, por la solidaridad . En especial a Honorio Jiménez por el di álogo y su inconmensu rable apoyo; a Samu el Muñoz, Rosalba Rui z y Aurora Álva rez por su grarifica nre presencia. Mi grarirud es mu y grande con el Mrro. Man ue l González, C ronisra de la ciudad de Zacarecas, y con el Direcror del Insriru to Zacarecano de Culrura, Mrro. Davi d Edu ardo Ri ve ra Sali nas. Ellos, con su inquebranrable y decidida conrribución, marerializa ron el a:1 helo de ve r impreso esre marerial. As imismo, debo agradece r al Lic. Jaime Juá rez Jasso, Delegado Esrara! en Zaca recas de l lnsriru to Fede ral Electoral, su amabilidad e inrerés porque el es rudio, que enrronca direcramenre con el rema polírico electoral, fuera publicado. Del mismo modo reconozco el firme respaldo que siempre he enconrrado en el Dr. Francisco

9

Javier Domínguez Caray, Rector de la Unive rsidad Autónoma de Zacatecas. Su apoyo fue determinante en la cu lminación de l trabajo y en su publicación. A Mariana Terán le debo el gusto por el ofic io de historiar y por la temática que ha guiado mis afanes in vestigativos. En gra n medida, también se debe a ella, que este trabajo haya concluido sa tisfactoriamente: mi incorporación al proyecta CO A YT De las

Intendencias a la Federación. Zacatccas I 780- 19 1O, se concre tó gracias a su invitación. El proyecto posibilitó e l financiamiento para que pudiera realizar va rias esta ncias de investigación en arch ivos nacionales e internacio nales, experiencia que me permitió complementar el estudio. En las actividades propias de l proyecto tu ve la fortuna de interactuar con René Amaro, Édgar Hurtado, Eduardo Cardoso, Marco Antonio Flores, Jaime E. Rod ríguez, Marcelo Ca rmagnani y Alicia Hernández Chávez, a quienes les guardo una enorme gratitud por todo lo que me enseñaron . La Dra. Carmen Castañeda brindó un amplio auxilio a darle se ntido al trabajo con las valiosas y esclarecedoras sugerencias que hizo a la versión de tesis; Jel mismo modo, las obse rvaciones de la Dra. Alicia Bazarte fueron importantes pa ra la conclusión del texto definitivo. A las dos les reitero mi agradecimiento. Especial mención merecen el Dr. Marcelino Cuesta, que orientó la investigación con co menta ri os pertinentes e indicaciones ace rtadas. Su generosidad, sin límite, coadyuvó para que el resultado de la asesoría llegara feliz término. En e l mismo sentido, guardo un profundo respeto por Luis Felipe Jiménez, quien ha sido mi maes tro en la academia y en la vida. Mis amigos no podían quedar fuera de este in venta rio de gratitudes. De Ju an José Macías, a quien se le debe la lectura fluida de este texto, valoro su consideración. De Sigifredo Esquive!, Rodolfo Barraza, Leonel Rodríguez, Gustavo Villalpando, Rose ndo Vázq uez y José Luis Acevedo, su des inte resado apoyo y su estimable presencia. Y si de prese ncia hablamos, agradezco la entrañable compañía de mi familia: de mis padres, Robe rto y Francisca; hermanos: Robe rto, María lmelda, Francisco Javier, lrma Esthela y Alejandro; pero sobre todo, tengo que agradecer el inmenso amo r y el incondicio nal afecto, en todo momen to, de mi esposa Martina y de mis hijos Ju an Martín y Florecita. A ellos les dedico todo mi amor y mi esfuerzo cotidiano.

lO

PRE E TACIÓ

Los procesos electorales, hoy, se caracteri:an or u complejidad. Partidos políticos, candidatos, electores; tecnologías de la infom1ación y comunicación; o rganismos, empresas y gobie rnos, conforman un galim atías difícil de comprender. La vorágine y la intensidad en las que e desarrollan las elecciones y roJo w conejo de discursos, enfrentamientos, concepciones y prácticas, sugieren que, en medio del torbe llino, se haga un alto con el fin de elaborar un balance sobre el rumbo que es tá tomando nuestra democracia y, con ello, reforzar o reorientar el derrotero a seguir. Este libro que el lector tiene en sus manos, representa un esfuerzo por dilucidar las raíces de la propaga nda política en México, aspecto trascendental en el interjuego democrático contemporáneo. De cara a la celebración del bicentenario del inicio de la Independencia en nu e tro país, una temá tica tan novedosa resu lta pertinente, debido a que la arista Je la propaganda política contribuirá a conocer con más amplitud nuestro proceso emancipador, al tiempo q ue ayudará a entender nuestro presente y a proyectar algunos escenarios futur os. La virtudes de este li bro saltan a la vista: su confección, a lo largo de cinco años, da muestra de un texto legible; de un trabajo intenso en archivos locales, nacionales e internacio nales; de una acuc iosa revisión de libros y revistas; de un diálogo fecundo entre el autor y diver;os humanistas; de un a interpretación lúcida de los doc umentos; de un amplio dominio de temas relacionado con la política. En fin, este material representa un valioso aporte que ayud a a comprender más y mejor el pasado y el presente de México y de Zacatecas. En este tenor, su lectura es recomendable no sólo para el histori ador o el que se dedica al estudio de temas elec torales, sino para un público más amplio que pretenda sumergirse en los vericuetos del proce o independentista y quiera conocer las vicisitudes que vi\'iero n los actores de tan intrincada y áspe ra lucha. Por ello es que el Instituto Federal Electoral se complace en presentar este libro, coeditado ade más por el Instituto Zaca tecano de Cu ltura y la Universidad Autónoma de Zaca tec as . Las instituciones involucradas en la empresa editori al e congratulan por aca r a la luz pública este e pléndido material que contribuye al conocimiento de nuestras raíces y de nuestro acontecer cotidiano.

L iC . ]AIME ] UÁREZ ] ASSO

Delegado del !FE en Zacateca

11

PRÓLOGO

L quince de septiembre de 1810, Miguel Hidalgo lanzó una proclama en el pueblo de Dolores que en la historiografía se ~co n s ide ra como el inicio del proceso de independencia. Pero esa misma historiografía es bien consciente que los hechos históricos, si bien son tomados como refere ncia para situ ar en el tiempo el inicio de un cambio, en realidad eso hechos tienen causas q ue los preceden y explican, al tiempo que constitu yen la verd adera razón del cambio. Desde comienzos del siglo XX los historiadores se han preocupado por hacer un análisis más profundo de la historia, sin limitarse a únicamente narrar de forma descriptiva los hechos del pasado, de ahí que hoy en día se haga mayor hincapié en el porqué más que en el cómo de los acontecimientos. Y es que cualquier acontecimiento de la historia sue le implicar un proceso más o menos largo de preparación ideológica. o rmalmente, toda sociedad actúa de acuerdo a un sistema de ideas tradu cido en normas, regla o leyes. Esas ideas se basan en el principio de se r verdaderas, sea por tener un fund amento religioso, ético, o simplemente por considerarse necesarias y beneficiosas p~I< Ct 'u

E.1pafu1, 1792-1 R /4

111

Reflexiones nisnanas Compendio de España Em¡)resas políticas República literaria Virgilio

Oracroncs de Cicerone Gramática francesa Doctrina cristiana

loller. Física Almeida. Reflexiones filosóficas Almeida . El hombrecrllo feliz Gerardo Lobo

Arre de partida doble Ordenanzas del Comulado de Bilbao' 44

Es comprensible que textos religioso acompañaran al tesorero de l acatecas, pe ro llaman la aten ción libros franceses y otros más con temáticas literarias, científicas y políticas. Como la labor de Monter consistía en cobrar impuestos a los mineros de la ciudad, entabló relaciones con los hombres más prominentes de la región , q ue conocieron sus ideas y comportamien tos. 24 ; Según parece, al poco tiempo de su llegada, Monter comenzó amostrar un comportamiento escandaloso que contagió a buena parte de la població n. La representación de comedias bu rlescas, la composición de poe mas político-satíricos , el trato con mujeres de dudosa reputac ión y el constante bullicio que armaba con la plebe durante las madrugada , lo convirtieron en un a figura controvertida, ganando simpatías y od ios al por mayor. En una ocasión, ebrio, se le escuchó decir reiteradamente que España se convertiría en Repúbli ca, pues el hombre había nacido libre y era injusto que fuera gobe rnado por otro. Del mismo modo, expresó que los 246 órganos que sirvie ran para proteger las regalías reales debían abolirse. egún testigos, en o tras oportunidades, Mo nter había gritado en la calle iViva la República!, en directa alus ión al gobie rno despótico de España. [2441 AG~ . Ramo Inquisición, vol. 1224, Año 1792. ff. l76r-l7h 1245] Jo é Antonio Robles Cahero, "Un libertino en Zacarecas en la época horbónica", en Biblioteca de Mexico. Moralistas y libertinos , num. 59-60, Consejo Nacional para la Cu ltura y las Artes, México, 2000, p. 33. 1246] José Amonio Robles ahero, 1992. op. cit .. p. 148.

Martín Escobedo Delgado

tro caso que evidencia la circulación de ideas en contra del rey, es : sucedió en 1795, cuando llegó a manos del Comisario del Santo > local un libro escrito en lengua francesa intitulado Le Tableu de El texto fue turnado al franciscano Alcacer para revisar y dictael contenido del impreso. Según Alcacer, el documento que se le ~ó fue el tomo II de la obra El retablo de París, que incluía doctrinas sa sabiduría atentando contra la moral, la religión y el rey. En lo ~ refiere a este último punto, el texto indicaba que el rey era un , al no permitir la libertad de prensa y arremetía contra cualquier tistración monárquica, incluida la de España. 14; En indagaciones ·iores, se supo que el dueño del libro era Francisco Permartin, de inmediato fue llamado a declarar. En su argumento, aceptó propietario del libro y dijo que su contenido había sido tratado gunos conocidos. Asimismo, comentó que cuando se encontraba lo el texto en el patio de la casa de uno de sus amigos, éste le inó sobre la lectura que hacía y, enterándose del tema, le pidió que en voz alta el capítulo completo. 148 :ro texto que circuló ampliamen te en la ciudad fue el Credo de la 1ción francesa. El episodio comienza con una denuncia que se hizo l]uan de Undiano, capitán de las fronteras de Colotlán, quien se entba hospedado en el mesón de Llamada, ubicado en la calle Tacuba. no comentó que, en efecto, había recibido un papel de la ciudad de o donde se encomiaba el sistema francés. Dicho texto decía a la letra: ~do ~o

de la Repú blica francesa en la República francesa, una e indivisible,

adora de la igualdad, el General Bonaparte, su hijo, nu estro único defensor, :ual fue concebido de grande espíritu :ió de madre virtuosísima, leció por montes y valles, por los tiranos vilipendiado, muerto y sepultado, :cendió al Piamonte, 1 tercer día resucitó en Italia, :ró en Man tua hora está sentado a la diestra de Viena, capital de Austria, Martín Escobedo, 2003b, op. cit. , p. 69.

lbíd., p. 70.

] debate de la.s ideas. Propagandu política en la Nueva España, 1792- 1 14

113

desde donde ha de ven ir a juzgar a príncipes y po temadvs aristócratas. C reo en el espíritu de gener::1 hd ad fr ancesa, en la d ignid ad del consulado de París, en la destrucc ión de la tiranía y

remi ión de los emigrados ,

en la resurrecc ión J e los derec hos natu rales de l hombre, en la facru ra de la paz, libe rtad

y

h umanidad e terna,

Amen . ~ 4 9

::1capitán explicó que, estando en el truco de Torres, cuando se di po 1Ía a leer el citado papel e acercaron varias pe rsonas a escuchar, y al :érmino de su lectura le pareció q ue un estudiante desconc>cido sacó co)ia del credo y se marchó. El comi ario del Santo O ficio incautó la hoja :on el propósito de evitar su difusión; esfuerzo inútil, pues la copi a que ü zo el estudiante se con virtió en mucha más, circulando en espacios )úblicos y privados de la ciud ad . Los casos rela tados muestran que hacia el crepúsc ulo del iglo rovincias para hace r esta guerra con fidelid ad". m La propaganda española procuró sensibilizar a los hombres y mujees de la Península mediante un discurso infl amado de fidelid ad y pario tismo, ame el cual los españoles respondieron con energía. La ma·oría se negó a colaborar con el enemigo, al tiempo que tomó las armas >ara defender al soberano depuesto. Esta primera fase propagandística lesatada en España tras la crisis de 1808, se caracterizó por exaltar de nanera superlativa la figura del mo narca y sa lvagu ardar la soberanía de 1 patria. 271] Gazeta exrraordmaria de Madrid, junio de 1808. 272] Ibíd., julio de 1808. 2731 Autor anónimo, Pre•·encwnes que convendrá se rengan presentes en las varias provincias de España, en la necesidad en que han puesto a es ta los franceses , de oponerse a la posesión injusta y violenta, Madrid, 29 Je mayo de 1808, p. l.

124

Martín Escobedo Delgado

En España, las ideas vertidas en todo tipo de textos que proliferaron tras la invasión francesa se orientaron en dos vertientes principales: por un lado, construir un símbolo que sirviera de sustento a la lucha contra la ocupación. Ubicados aún en el Antiguo Régimen, los medios escritos españoles se ufanaron en convertir a Fernando VII en la figura emblemática de la resistencia. Los periódicos difundieron con regocijo una serie de demostraciones públicas que distintas ciudades y villas rindieron en obsequ io del monarca ausente. En una nota aparecida en La Gazeta de la Corte, se menciona que "el 26 de junio, día de la Ascensión del Señor, se juró en ésta [ciudad de Alicante] a nuestro amado monarca Fernando VII con la mayor solemnidad que las circunstancias permitieron. Todos andan aquí con la escarapela nacional, y lo que más importa, con un ardiente deseo de liberar a la patria de la tiranía que pretende avasallarla". 274 En toda España se efectuaron distintas celebraciones públicas que incluyeron procesiones, Te deum, proclamas y juras, con el único fin de exaltar al monarca cau tivo y, con ello, motivar a la población a defender por medio de las armas a la monarquía, al rey y a las buenas costumbres. Por otro lado, la propaganda, en su afán por mantener en alto la moral de los españoles, incluyó en lo cotidiano noticias exageradas donde se mostraba que los "paisanos", sin tener ninguna preparación militar, infringían sendas derrotas a la milicia más poderosa de l mundo. Por ejemplo, en la Gazeta Ministerial de Sevilla se enunciaba que "la División Dupont con 8 242 hombres rindieron sus armas, águilas y banderas, quedando prisioneros de guerra. La División del general Vede!, en número de 10 000 hombres entregó también sus armas y artillería". 275 Ambas orientaciones se resumen en lo publicado en la Gazeta de Valencia: "Se trata de la libertad de la patria, de la defensa de nuestro rey Fernando, de asegurar en nuestra descendencia la religión y la fidelidad". 276 Ante la campaña propagandística española, los franceses diversificaron sus medios y argumentos con el propósito de ganar la batalla por la opinión pública. Por medio de boletines, el ejército de ocupación informó lo acaecido en el frente. Estos medios hablaban de manera distorsionada sobre la organización, arrojo y valentía de la tropa gala y, en [274] http://mcu.es/prensahistorica/es/consulta/registro,cmd ?id = 1317. Consulta rea li zada el 20 de diciembre de 2005. [275 ] Gazeta Ministerial de Sevilln, 30 de agosto de 1809. [2761 Gazeta de Valencia, junio de 1809.

El deba ce de las ideas. Propaganda polícica en la Nueva España, 1792- 1 14

125

contraparte, menospreciaba a las huestes enemigas. Con un lenguaje militar plagado de tecnicismos, estos esc ri tos no tuvieron una penetración significa tiva entre los habitantes de España, por tanto, los invasores prepararon otros medios más persuasivo . La palabra escrita se empleó de nuevo en pos del convencimiento público. El diario francés Le Moniteur narró lo sucedido en los sitios de las hostilidades: "En verdad y sin desmentir el valor de nuestros solda dos, se ha de decir que no hay peores tropas que las tropas españolas; como los árabe , puede n resistir detrás de las casas, pero no tienen ninguna disciplina, ningún conocimiento de las maniobras, y les es imposible hacer frente en un campo de batalla". 277 Por su parte, el ]oum al enfa tizaba sobre la total desorganización que privaba en la milicia española: "La mayor división reina entre los insu rrectos [ ... ]. Aquí mandan unos militares, allí jueces, en otras partes monjes, más lejos artesanos. Cada cu al quiere mandar. Se obedece mal. Es el caos, es la anarquía más completa". 178 Al mismo tiempo se distribuían folletos en las regiones bajo el dominio francés y se esparcían cartas interceptadas, supue tamente escritas por españoles rebeldes, como es el caso de la Carta de un oficial jubilado dirigida a sus antiguos compañeros de armas, donde se mues tra el desaliento de algunos militares espa ñoles ante una batalla de antemano perdida. Ademá , circularon por distintas zonas hojas sueltas, verbigracia, la carta escrita -de manera supues ta- por Fernando VII al pueblo español: Los ingleses han hecho mucho daño a la nación española. Todavía continúan de rramando sangre a mi nombre. Los ministros ingleses, engañados con la fa lsa idea de que estoy de te nido aqu í por fuerza, me han propuesto medios para huir. Me han enviado un hombre que, con pretexto de vende r algunos artefactos, me ofreció a entrega rm e una carta de SM el rey de In glate rra [ ... ]. Deseo vivamente informaros por mí mis mo y manifesta r de nuevo mi in violable fide lidad al Emperador Napoleón y el horror que siento ante este infe rn al proyecto cuyos autores deseo sean castigados según se merecen. 279 12 77 ] htrp://kubaba. univ-paris l. fr/recherche/moderne/aymes.pdf. Consulta realizada el 28 de enero de 2006. 1278 ] lbíd. [2 79 ] Miguel Álvarez, El clero de la diócesi> de Valladolid durante la Guerra de Independencia, Valladolid, 1984, p. 58.

126

Martín Escobedo Delgado

La propaganda francesa, sabiendo que los españoles profesaban la fe católica con viva fuerza, inte ntó capitalizar este rasgo en su favo r. Se trató de justifica r la coronación de José I como un hecho donde intervino de modo directo la Provide ncia, "dueña absoluta de coronas y cetros". 2" 0 El vica rio general del obispado de Valladolid escribió en el Suplemento de la Gaceta de Madrid q ue el hermano de N apoleón era un enviado del cie lo y pedía al pueblo espaii.ol tomar en cuenta este elemento pa ra que le guarda ran sumisión y con ello detener la furia divina.Z 81 Esta idea fu e reiterada en la prensa profrancesa. El imparcial, o Gazeta política y literaria, reprodujo una misiva de Pedro Estala, canónigo de la santa iglesia catedra l de Toledo, la cual decía: "El nuevo gobierno constit ucional que debemos a la provide ncia, como se funda en la justicia, lejos de armar las tinieblas , procura con el mayor ardor esparcir las lu ces po r cuyo medio conseguirá infaliblemente qu e la nación, desengañada de sus errores, bendiga la mano benéfica que trata de regenerarla". 282 En el mismo tenor, un obispo afrancesado advirtió que el Emperador no era un enemigo de la religión , muy por el contrario: "cuando tenemos a la vista lo mu cho que SMI y R ha hecho y hace en los reinos de Francia, Italia, Polonia y otras partes por conservar la verdadera religión, deriva da de Jesucristo, que nos enseñó por los apóstoles y haciéndola adq uirir su antiguo esplendor, separando de ella los abusos que el tiempo y la corrupción de nuestras costumbres ha introducido en ella, asegurando con decretos los derechos q ue les corresponden a sus ministros".283 El grupo clerical también fu e blanco de la propaganda napoleónica. Los religiosos qu e apoya ban la resistencia fueron tachados de ignorantes. En Le Moniteur, al tiempo que se encomiaban las virtudes de los religiosos franceses, italianos e ingleses, se ataca ba con mordacidad a los hispanos: "Los monjes españoles, por el contrario, proceden de la hez del pueblo, son ignorantes y crapulosos. Sólo se hallaría alguna se mejanza con los menestrales empleados en las carnicerías : de ellos tienen la ignora ncia, el tono y los modales".284 En cambio, los eclesiásticos que 1280 1 hrtp ://kubaba.univ-paris l.fr/recherche/mode rne/aymes.pdf. Consulta realizada el 7 de enero de 2006. [28 11 Suplemenro de la Gazew de Madrid, enero de 1809. 1282 ]

http://mcu.es/prensa historica/es/consulta/registro,cmd! id= 1317. Consulta realizada e l 20 de diciembre de 2005 .

12831 Su¡¡lemento de la Gazeta de Madrid, 18!0, op. cit. [284]

Remed ios Solano, La guerra de Independencia a través de Le Moniteur Universel (1808- 1814), Mélanges de la Ca a de Ve lásq uez , Madrid, 2002, p. 47.

El debate de las ideas. Propaganda política en la

uem Espa1ia, 1792-1 14

127

auxiliaban a la ocupación eran catalogados por la prensa como individuos virtuosos y ecuánimes: SM ha manifestado su satisfacción a la comunidad de San Ben ito, cuyo religiosos son sujetos ilustrados que, muy lejos de haber predicado la gue rra y el desorden, de habe rse mostrado sedientos de angre y de matanza, han empleado todo su conato, y consagrado los esfuerzos más denodados para calmar al pueblo y traerlo a la razón y al buen orden. El Emperador ha que rido ver a estos religiosos, y al saber que eran de la Orden de los benedictinos, cuyos individuos han sido siempre célebres e ilustres en las letras v en las ciencias [ ... ],po r punto general, es buena clerecía de esta ciudad.!"'

Los eclesiá ri cos profranceses, desmentían lo esparcido por lo que apoyaban "la justa ca usa de Fe rnando VII ", quienes aseguraban que la guerra tenía un sustrato religioso, pues, segú n ellos, los españoles lu chaban por derrotar al mal, representado por apoleón. Dicho argumento fue refutado por el vicario ge neral de l ob ispado de Valladolid ; e n una carta publicada en el Suplemento de la Gazew de Madrid escribe el prelado: La guerra obedece a intereses antinacionales, antirreligiosos y ami ociales [ ... ]. Os hago entender los males que causa la gue rra, en la que hasta aho ra nos hemos visto envueltos, movida tan sólo por un corto número de insurgentes que, gu iados por las suges tione y vana ofertas de nuestros enemigo los ingleses cometen las mayores atroc idades y extorsiones, hollando los sagrados derechos de humildad; convencido plenamente del fa lso supuesto con que comúnmente se procede, y que quiere repre entar esta gue rra como i fuera de religión, y como defensores de ella en España a tropas de un gobierno que la reprueba y la per igue en Inglaterra y en lrlanda. !onderable de verse libres de SM chispota, o bien, el Papel Curioso, régimen de los franceses en España, detallado por oficial recién llegado de Madrid, a sus compañeros, o Pintura de los sujetos que están a la cabeza de los negocios en el nuevo reino imaginario del títere de comedia y rey en ciernes, Pepe Botella. Asimismo, estampas y caricaturas se esparcieron a lo largo y ancho de la geografía virreina! para complacencia de los novohispanos.

El debate de la.s ideas. Propaganda política en la

uel!a España, 1792-1814

183

Sería complicado enumerar y detallar todos los géne ros de propaganda escrita difundidos en la Nueva España durante el lapso aludido. En lugar de hacer una descripción exhaustiva sobre las clases de escrito que sobre la materia circularon en el citado virreinato, atendamos el siguiente cuadro donde se muestra una clasificación provisional de la propaganda escrita y un ejemplo de cada género. CUADRO 7 Tipos de propaganda esc ri ra.

GÉNERO

u e va

España, 1 O -1 1O

EJEMPLO A la gloria inmortal de los valientes espwioles, Oda, por

Oda

Don francisco Manuel Sánchez de Tagle, Académico de honor de la Real Academia de San Carlos de la Nueva España.

Carra

Retrato político del Emperador de los frances9 Las fiestas de jura realizadas en la capital novohispana fueron esplendorosas. En San Luis Potosí, después de haber jurado lealtad al rey, las autoridades lanzaron monedas de oro, plata y cobre al pueblo. "Después de lanzadas las monedas se corrió la cortina que cubría el retrato del rey, en sincronía, las campanas de todas la iglesias iniciaron sus repiques, las orquestas comenzaron a tocar y las bandas militares marcaron sus descargas, llegó el momento de éxtasis de la fiesta". 4 10 También se acuñaron en especial para es te evento, medallas que "tenían en el reverso el busto de Fernando VII y en el anverso el escudo de armas de la ciudad''. 411 Por todo el virreinato se multiplicaron estos actos: Celaya, Mate hu ala, Guachinango, Temascaltepec, Marabatío, Apaseo, el Valle de Santiago, Valladolid, Córdoba, Mérida, Oaxaca. Las ciudades y villas se enrolaron en una tendencia general experimentada tras la crisis de 1808. En un documento enviado a España se destacan las inigualables muestras de lealtad hechas por los novohispanos: "fue muy poco, fue nada lo que se hizo en la Penínsul a para festejar la exaltación al trono de nuestro soberano el Señor D. Fernando VII (QDG) en comparación de los transportes de alegría que se entregaron los habitantes de Nueva España desde el mes de mayo de 1808 [ .. . ]Alternaron con estos rasgos de lea ltad funciones magníficas sagradas y profanas en que compitieron el regocijo y el buen orden; pero donde se echó el resto fue en la jura y solemne proclamación de SM desempeñándose en las capitales, en las ciudades, villas, lugares y hasta en los conventos de monjas con un esplendor y un lujo hasta entonces nunca visto". 412 Algunos festejos fueron descritos en pequeñas obras que casi de inmediato se imprimieron y circularon con el objeto de reforzar la fidelidad en la sociedad colonial tardía. Dichos textos también sirvieron como un medio para propagar el ideario monárquico. [409 ] Gazeta de México, México, 7 de diciembre de 1808. [41 O] Se rgio Alejandro Cañedo, El discurso político en la fiesta de la independencia en San Luis Powsí ( 1824- 1848), Tesis de Maesrría en Hisroria, Universidad Iberoame ricana , México , 1997, p. 5. [411 [ 1bíd. [412] AGI, Esrado, 40, n. 68, 18 14, ff. l v.

Martín Escobedo Delgado

190 CUADROS

Textos impresos que describen las aclamaciones hechas por ciudades y villas en honor de Fernando VII, 1808-1809 TÍTULO Relación Descriptiva de la funci ón de jura del Señor Fernando VII celebrada en la ciudad de Valladolid de Michoa cán los días 24, 25 y 26 de agosto de 1808, México, calle de Santo Domingo. Sinceras demostraciones de júbilo con que el Real y pontificio Seminario Palafoxiano de San Pedro y de San Juan de la ciudad de Puebla de los Ángeles en la América Septentrional concarrió a celebrar la solemne proclamación de Nuestro Augusto Soberano Don Fernando VII de Barbón el amado y los gloriosos triunfos de las armas espariolas por su rescate y defensa contra la perfidia del Emperador ele los francese.l Napoleón /, México. 1808, Imprenta ele Arizpe. Colección de lo.1 adornos poéticos distribuidos en los tres tablados que la NC ele México erigió y que solemnizó la proclamación y jura de nuestro amado soberano don Fernando VII, el día 13 de agosto de 1808. Relación sucinta ele las demostraciones con que la nobilísima ciudad de Durango explicó su júbilo por las plausibles noticias ele haberse alarmado la España antigua oponiéndose a la dominación de los franceses, México, }áuregui, 1809. Festivas aclamacion¿s de Xalapa en la inauguración al trono del rey nuestro señor Don Fernando VIl. Proclama ele la muy noble y muy leal ciudad de la Puebla de los Ángeles, dirige a stts vecinos fieles. Proclama del/lustre Ayuntamiento de la muy noble, insigne y siempre leal ciudad de Tlaxcala dirige a los indios de todos los pueblos ele su provincia.

Fuente: Elaboración propia con base en la información consultada .

Además de las aclamaciones públicas profernandistas y la impresión de textos apologéticos, el impacto de la propaganda también se aprecia en la respuesta de los novohispanos a los bandos oficiales en los que e so licitaban préstamos patrióticos o donativos para sufragar los gastos de la guerra. La cuestión de los donativos no era nada nuevo. Cuando la Corona enfrentaba estrechez económica se rec urría a los vasallos para que, mostrando su ad hesión al rey, apoyaran con dinero a la monarq uía. Tras la crisis de 1808 un hervidero de dád ivas se presentó en la Nueva España. De todos los rincones del virreinato llegaron apoyos económicos.

El debate de las ideas . Propaganda política en la

ueva España, 1792-1814

19 1

Lo novohispa nos de cua lq uier estamen to social ay udaron, con fo rme a sus posibilidade , a olventar las neces id ade~ de la metrópoli . La Ga;:eta de México tiró números ex traordinarios do nde aparecieron largas lista de dona ntes ocupando todo el documento. Otra fo rma de demostrar el fe rvor hacia el rey fue la conformación de c uerpos de milicia nombrados Voluntarios de Fernando V Il. En la mayoría de las villas y ci ud ades existieron e tos gru pos que "ofrecían la vida en defensa del soberano".

L A IRR PCIÓN DE LA PROPAGA 1DA LIBERAL EN EL

UEVO

Mu

DO

De manera casi simultánea a la campaña propagandística en pro de El deseado, se desa rrolló una difusión de las ideas libe rales en México e Hi panoamérica. Es necesa rio reca lcar q ue, pese a que la corriente libera l propuso en principio un gobierno representativo fundado en la monarquía con titucional, muy pronto los presupuestos avanzaron hacia una idea de re prese ntación más de mocrática. La instalació n de las Cortes Generales y Extraordinarias en marzo de 18 10, pri mero en la Isla de León y posteriormente en Cád iz, pretendieron "bu car la fe licidad de la nación española preservando e l territorio para su legítimo monarca, 413 construir nuevas bases legales y expulsar a sus enemigo invasore "; más adelan te la ideología liberal obrepasó es ta intención inicial, poniendo en entredicho las bases mismas del sistema mo nárq uico. La ideas liberales atravesaron el Atl ántico para revolucionar al uevo Mundo. En C hile las propagand as profe rnandista y liberal se d ifundieron de forma paralela en periódicos de la época, entre lo que destacan La Aurora de Chile y El Monitor A raucano. En éste últi mo los lineamiento de la política moderna tuvieron una ampli a propagación. Ejemplo de ello es el catecismo político denominado De los patriotas, q ue se publicó e n los números 99 y 100, correspondientes al 27 y 30 de noviembre de 18 13. U na larga cita mostrará la manera en q ue el lenguaje político mutó el entido, pues el espíritu monárq uico es relegado a un segundo plano, emergiendo en su luga r un discurso liberal exclu ye nte del si tema tradicional:

1413 J Mariana Te rán, Combates por la soberanía, Univers1dad Autónoma de laca tecasConsejo Naciona l de Ciencia y Tecnología, Zaca tecas, 2005b, p. 15.

192

Martín Escobedo Delgado

iQué es un patriota? -El amigo de la América y de la libertad. -El amor a la patria es un sentimiento inspirado por la naturaleza y sancionado por la religión. Como la patria es esta gran familia, esta sociedad de nuestros conciudadanos, que comprende todas las familias, debemos amar a la patria más que a nuestra familia, que es una entre tantas. El interés personal está unido al bien de la patria, porque cada ciudadano participa de la felicidad y gloria de la patria. Si la patria tiene un bue n gobierno, los ciudadanos son bien gobe rn ados, se les adm inistra bien la justicia, sus hijos son bien educados. hay industria y ocupación para todos, y cada uno vive en seguridad y quietud. Si la ratria vence y confunde a sus enemigos, si florece en la literatura y en ciencias, cada ciudadano se gloria de pertenecer a la patria. Nuestro Salvador nos dio el ejemplo del amor a la patria, cuando derramó lágrimas sobre Jerusalé n sabiendo los males que iban a venir sobre ella. La libertad es de dos modos, libertad nacional y libertad civil. La libertad nacional es la independencia; esto es, que la patria no dependa de la Espaf'la, de la Francia, de Inglaterra, de Turquía, etc., si no que se gobierne por sí misma. La libertad civil consiste en que la ley sea igual para todos, en que todos sean iguales delante de la ley, y sólo sean superiores de los ciudadanos los que han sido elegidos para mand arlos por la elección libre de los mismos ciudadanos o de sus representantes libremente nombrados por ello [ ... ]. Se han publicado en Europa y en América varias y hermosas declaraciones de los derechos del hombre y del ciudadano; la siguiente es bella y compendiosa: El fin y el objeto de la sociedad civil es la felicidad pública. Los gobiernos se han instituido para conservar a los hombres en el goce de sus derechos naturales y eternos. Estos derechos son la igualdad, la libertad, la seguridad, la propiedad y la resistencia a la opresión. Todos los hombres nacen iguales e independientes, y deben ser iguales a los ojos de la ley. La ley es la expresión libre y solemne de la voluntad ge neral; ella debe ser igual para todos, sea que proteja, sea que castigue, ella sólo puede mandar lo que es justo y útil a la sociedad, y ella sólo puede prohibir lo que es dañoso [... ]. La li bertad es el pode r y facultad que tiene todo ser de hacer lo que no sea

El debate de las ideas. Propaganda política en la Nueva España , 1792- 1814

193

contrario a los derechos del otro. La libertad está fundada en la naturaleza

[ .. .]. Jamás puede suspenderse la libertad de manife rar sus pen am ienws, sea po r medio de la prensa, sea de cualquier modo [ . .. ]. La soberanía reside en el pueblo. Ella es una e indivisible, imprescriptible e inalienable [ ... ].
Lihat lebih banyak...

Comentarios

Copyright © 2017 DATOSPDF Inc.