El concepto de libertad en el paso de la dictadura de Primo de Rivera a la II República y la Constitución del 31

June 22, 2017 | Autor: F. Hidalgo Fernández | Categoría: Modern History, Liberalism, Contitucion, Contitutionalism, Edad Contemporánea
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Descripción

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"El concepto de libertad en el paso de la dictadura de Primo de Rivera a la II República y la Constitución del 31".

1. Introducción.
Este trabajo se va a centrar en un período de la historia muy preciso y breve, pero a la vez determinante en la historia contemporánea de España, así como marca además un punto y aparte en la forma de definir el constitucionalismo español. Es, sin lugar a dudas, un periodo de cambio político y social importante, no solo en España sino en toda Europa, este cambio, como vamos a explicar posteriormente vendrá dado por dos factores fundamentales, el primero y más importante será el acontecimiento histórico de la I Guerra Mundial, que hará girar la política europea, así como el pensamiento de las personas, resaltando el de la clase trabajadora.
El segundo factor de importancia va a ser el surgimiento y asentamiento de las organizaciones obreras que, verán como camino a seguir, los pasos de la Revolución Rusa, este factor va a influir innegablemente en la opinión de la clase trabajadora que empezará a organizarse, y a cambiar sus políticas.
Estos dos factores serán relevantes para el cambio político español, tendrán como resultado, el fin de un periodo autoritario y el resurgimiento de un nuevo estado, de un nuevo sistema político donde veremos como pilar el reconocimiento de las libertades y la elaboración de un nuevo constitucionalismo que dejará de manifiesto el reconocimiento de las libertades y derechos de la población española.
En primer lugar, vamos a realizar una visión general de los aspectos políticos, económicos y sociales de España en el periodo que nos atañe, desde la caída de la Dictadura de Primo de Rivera a la creación de la II República y su proceso constituyente. En un segundo apartado, explicaremos el proceso de transformación del concepto de libertad y constitución. En el tercer apartado nos centraremos más de lleno, en una recopilación de los derechos y libertades, más importantes, reconocidos en la Constitución de 1931.
2. Contexto Histórico:
Sin lugar a dudas, la dictadura de Primo de Rivera comienza por el nefasto ejercicio en Annual. "La incompetencia y la irresponsabilidad de los mandos militares –estimulados inconstitucionalmente y directamente por Alfonso XIII, según "vox populi"- había acarreado la mayor catástrofe militar de España desde la pérdida de las colonias. Desde la posición de Annual hasta los mismos lindes de la plaza de Melilla, los marroquíes eran dueños del campo. Más de 10.000 soldados españoles quedaban allí muertos.
En España, la indignación sucedió al estupor de los primeros momentos. El Gobierno estaba, de hecho, por los suelos y la Corona en entredicho" (Núñez de Arena y Tuñón de Lara, 1979:102).
La dictadura coincidió con las últimas consecuencias de la crisis que acarrea la I Guerra Mundial y la progresiva estabilidad económica. El crack del 29 no dejará huella en España hasta los años 30.
A partir de 1923, se pone de manifiesto la expansión industrial que cierra su subida debido a la crisis de los años 30, debido a que Europa rebaja la demanda de productos por el fin de la I Guerra Mundial (Núñez de Arena y Tuñón de Lara, 1979:105).
Tras años de crecimiento económico y de la pujanza de las organizaciones políticas de izquierdas, la dictadura cayó en 1930. Tras la caída de Primo de Rivera, Alfonso XIII quiso restituir el sistema anterior a 1923. Este acto hizo que las organizaciones obreras del momento, en especial el PSOE; la CNT; el Partido Comunista y la UGT, iniciaran un movimiento político hacia la creación de una República, al que, sin lugar a dudas, se unió parte de la burguesía española (Núñez de Arena y Tuñón de Lara, 1979: 113).
"La dictadura de Primo de Rivera ha caído sin revolución, por agotamiento interior. Esto quiere decir, en otros términos, que en su primera etapa la cuestión fue resuelta por las enfermedades de la vieja sociedad y no por las fuerzas revolucionarias de una sociedad nueva"(Trotsky, 2006: 81).
Finalmente, y tras unas elecciones, el 14 de julio del año 1931 las Cortes abren sus puertas y se inicia un proceso para crear la Constitución de la II República. "Narciso Vázquez de Lemus, el más anciano de todos ellos, ocupó la presidencia de la mesa de edad, y tras ser leídas las credenciales, la mesa y todos los diputados salieron a la puerta para recibir al gobierno provisional de la República, que llegaba en coche, desde la Presidencia del gobierno. El pueblo de Madrid se había tirado a la calle y bordeaba entusiasta, detrás de las hileras de la tropa, todo el recorrido" (Cabrera, 1995:13).
3. El concepto de libertad y constitución.
3.1. El concepto de libertad.
El concepto de libertad, ya en la primera mitad del siglo XX presenta tras de si una larga historia. Este recorrido histórico comienza a principios del siglo XIX por manos de los liberales que habían "sacado a la luz nuevas aceptaciones fuertemente controvertidas" que evolucionaran en el tiempo (Fernández Sebastián, 2008:733).
"La costumbre, pues, de emparejar en los discursos las palabras libertad y democracia, e incluso de apelar, como solía hacerlo Castelar desde mediados del ochocientos, a una historia de la humanidad hegelianamente destinada a la conquista de la libertad, vía progreso, había llegado a ser un lugar común en los medios de la izquierda más o menos burguesa a comienzos del siglo XX" (Fernández Sebastián, 2008:734).
Sin ningún tipo de duda, el desvanecimiento de la monarquía española y el paso a la creación de una República democrática, que marca la caída de un régimen dictatorial y déspota, hará cambiar el concepto de libertad y el entusiasmo en la búsqueda de nuevos derechos y libertades para el pueblo.
Por ellos "el rechazo de la Dictadura de Primo –y, en general, a la crisis de la democracia liberal en casi toda Europa- por un sector de la opinión pública iba a provoca un nuevo florecimiento de la libertad como concepto de expectativa" (Fernández Sebastián, 2008:737).
La llegada de la República, por lo tanto, resulto ser la instauración de un sistema de gobierno que tenía por bandera la libertad y la justicia. Según palabras de Azaña "la libertad no hace felices a los hombres; los hace simplemente hombres".
3.2. El concepto de Constitución.
La Dictadura de Primo de Rivera, había nacido como un régimen provisional que tenía como fin convertirse a una Dictadura constituyente, por lo que tenía la necesidad de dotarse de un texto constituyente aunque no lejano al texto de 1876 (Varela Suanzes-Carpegna, 2008:291).
"Pocos días después de proclamarse la II República, exactamente el 6 de mayo de 1931, el Gobierno Provisional, que encabezaba Niceto Alcalá-Zamora, creó una comisión Jurídica Asesora, dependiente del Ministerio de Justicia, a la que se le encomendó la redacción del anteproyecto de Constitución"(Ibidem).
La Constitución del 31 amplió cuantitativamente los derechos básicos, sin embargo, dicha Constitución rompe con el constitucionalismo tradicional, incluso con el más progresista. Digamos que la Constitución del 31 consiguió romper tajantemente con un antiguo régimen que ya estaba obsoleto y configuro un nuevo Estado que dejaba detrás de sí no sólo la Dictadura sino un régimen decimonónico que imperaba desde antaño (Varela Suanzes-Carpegna, 2008:292).
Una de las bases de la Constitución de 1931 es que sentó las bases de un nuevo concepto de constitucionalismo, dejó de lado el pasado constitucional y realizó un texto constitucional que era "la cúspide del ordenamiento"(Varela Suanzes-Carpegna, 2008:292) y configuraron a España como una "jurisdicción constitucional"(Ibidem).
4. Constitución de 1931: origen y derechos fundamentales.
Como afirman diferentes fuentes, la Constitución de 1931, la cual se presentó en 18 de agosto tenía como base las Constituciones de Austria, México y Alemania. El texto constituyente fue finalmente aprobado el 9 de diciembre de este mismo año. Esta Constitución intentaba poner fin a diferentes problemas que habían ido surgiendo y que ponían en peligro la convivencia social y política del país. Esta problemática no había sido zanjada por ningún texto constitucional años atrás, debido a que se tradicionalmente se había dotado al texto constitucional de las ideas políticas imperantes en cada momento histórico (Tomás Villarroya, 1976: 137-138).
Una de las características primordiales de la Constitución del 31 es su especial atención a la protección del trabajo y la cultura, además de los derechos de las entidades colectivas como sería, la familia, sindicato y asociaciones. Si bien, se quiso poner fin, como dijimos anteriormente a ciertos problemas que había acarreado España, los principales temas a resolver serán el religioso, el regional y el social (Tomás Villarroya, 1976: 139).
Uno de los primero problemas que aparecen en el ámbito regional, es el problemas de Cataluña, debido a que se planteó la proclama de la República en el marco de Estado Federal, la solución planteada fue "pedir a Maciá que aceptara una futura decisión de las Constituyentes a cambio de un régimen de autonomía, la Generalitat de Catalunya, cuyo proyecto sería elaborado por Cataluña y aprobado por las Cortes" (Solé Tura y Aja, 1983: 95).
Sin embargo, uno de los mayores problemas en la proclamación de esta II República fue la Iglesia, que fue la cabeza en la organización del malestar de los diferentes sectores ajenos a la República: el ejército, antiguos monárquicos y la molesta clase dominante. Desde la Santa Sede y ciertos obispos mostraron reticencias hacia el régimen atrasando el reconocimiento de este y mostrando una clara oposición. Este malestar surgió por una serie de medidas del nuevo gobierno, entre ellas destacan la supresión de la enseñanza obligatoria de la religión o la separación entre el Estado y la Iglesia (Solé Tura y Aja, 1983: 96).
La Constitución de 1931 quiso reflejar los avances que el pueblo español estaba teniendo tras la primera guerra mundial. La preocupación principal fue ampliar los derechos de los ciudadanos y asegurar su complimiento. Se asumió la soberanía nacional, aunque en otro artículo se concretaba que "todos los poderes emanan del pueblo". Así el nuevo régimen se autodenomina "como "República de los trabajadores de toda clase". Por último, constaba también la igualdad entre ciudadanos ante la ley; la separación entre Iglesia y Estado, como nombramos anteriormente; proclamación como lengua oficial el castellano y su renuncia a la guerra (Solé Tura y Aja, 1983: 100-101).
Hay que resaltar, que esta nueva Constitución recogía una serie de principios con respecto a la familia, la economía y la cultura más modernas y democráticas. Así "las relaciones familiares están presididas por los criterios de máxima libertad e igualdad". La cultura será un pilar fundamental del Estado que tiene la obligación de propagarla a todos y cada uno de los ciudadanos sin distinguir su nivel económico (Solé Tura y Aja: 1983: 102).
En el capítulo II del a Constitución del 31, dedicado a familia, cultura y economía, podemos leer el artículo 44 que nos dice así "Toda la riqueza del país, sea quien fuere su dueño, está subordinada a los intereses de la economía nacional y afecta al sostenimiento de las cargas públicas, con arreglo a la Constitución y a las leyes." Más adelante podemos observar cómo se nos resalta de nuevo que toda clase de bienes y riquezas están a servicio público, en caso de que este lo necesite (Tierno Galván, 1972: 192-193).
5. Conclusión.
Tras este breve estudio historiográfico, podemos sacar un claro un concepto: la inestabilidad política. La inestabilidad política de España se puede considerar como algo intrínseco en su propia historia del país. Quizás esa inestabilidad es causada por dos cuestiones. La primera, la evolución del pueblo español a un ritmo más acelerado que su clase dirigente y la segunda, el avance del país sin llegar a solucionar eficientemente los graves problemas que sufre la sociedad. Esta inestabilidad irá conformando un pueblo dividido, y por lo tanto, el nacimiento de un malestar y un presión que desembocará posteriormente en la guerra civil de 1936.
Referencias bibliográficas:
Cabrera Calvo-Sotelo, Mercedes (1995): "Las cortes republicanas", Ayer. Revista de Historia Contemporánea. Número monográfico. Política en la Segunda República. Santos Juliá, ed. Número 20, pp. 13-49.
Fernández Sebastián, Javier (2008): "Libertad", en Javier Fernández Sebastián y Juan Francisco Fuentes (dirs.), Diccionario político y social del siglo XX español. Madrid: Alianza Editorial.
Núñez de Arena, Manuel; Tuñón de Lara, Manuel (1979). Historia del movimiento obrero español. Barcelona: Nova Terra.
Solé Tura, Jordi; Aja, Eliseo (1983). Constituciones y períodos constituyentes en España (1808-1936). Madrid: Siglo veintiuno de España editores.
Tierno Galván, Enrique (1972). Leyes políticas españolas fundamentales (1808-1936). Madrid: Editorial Tecnos.
Tomás Villarroya, Joaquín (1976). Breve historia del constitucionalismo español. Barcelona: Editorial Planeta.
Trotsky, León (2006). La revolución española (1930-1939). Madrid: Fundación Federico Engels.
Varela Suanzes-Carpegna, Joaquín (2008): "Constitución", en Javier Fernández Sebastián y Juan Francisco Fuentes (dirs.), Diccionario político y social del siglo XX español. Madrid: Alianza Editorial.






Francisco Hidalgo Fernández

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