El Colegio de Niños Huérfanos. La intervención de Rodrigo Gil de Hontañón y otras aportaciones a la historia de su construcción

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Descripción

EL COLEGIO DE NIÑOS HUÉRFANOS. LA INTERVENCIÓN DE RODRIGO GIL DE HONTAÑÓN Y OTRAS APORTACIONES A LA HISTORIA DE SU CONSTRUCCIÓN M.ª

NIEVES RUPÉREZ ALMAJANO

Universidad de Salamanca

El Colegio de Nuestra Señora de la Concepción de Niños .Huérfanos fue una de las numerosas fundaciones educativa$ surgidas al amparo de la Universidad de Salamanca en el siglo XVI. El ediflclo que albergó a esta institución logró sobrevivir a los distintos avatares del tiempo y de las guerras, y en la actualidad ha recuperado su finalidad educativa, después de recibir una profunda restauración en 1971. Desde el punto de vista arquitectónico era uno de los Colegios Menores más destacados, al haberse levantado enteramente de nueva planta1 . Hasta el momento se desconoce la autoría de las trazas y prácticamente todos los detalles de su construcción, pero los especialistas no han dudado en atribuir la fachada principal a Rodrl.· go Gil de Hontañón por los marcados rasgos estilísticos de este maestro que presenta, aun cuando no se pudiera confirmar doCLI· mentalmente su intervención en el edificio 2 . Tras el anális.is de los fondos de este Colegio conservados en el Archivo de la Universidad de Salamanca podemos demostrar la participación de Rodrigo Gil en el proceso constructivo de este edificio -aunque no sea con la amplitud deseada-, así como precisar otros detalles acerca del m. isrno qL1C resultan desconocidos, empezando por la fecha del com.ienzo de las obras.

' La mayoría ele los otros Colegios Menores se instalaron en casas que adapwron fl SUR necesidades, aunque con el tiempo foeran int:rocluclenclo en ellas reformas l111portnntQS, como sucede en el ele la Magdaleni1. Otros, como el ele Monte Ollvctc o el ele San Pcluyo, parece que se levantaron también de nueva planta. 2 El estudio 111{1s completo sobre este arquitecto es el de CASASl\CA CASA8BC:A, A.: NotM" go Gil de Honta.fión (Nc1scaji·rr.11 .1500·Sago11fc1, :1577). fü11:i111(1nca, Junt:i de C:1st:llb y 1,cón, 1988. Sobre e.~tc Colegio pp. 271·27'1. 'l':irnblén l lOAG, J.G.: Rocil'tgo éill e/a Nonltl•f/.ón. (,'útl coy Renc1ctn·1.tanto cm /et t1rqHllactum espmfolt.1 do/ st,~lo X\I/, Mt1tMd, Xt1rt.1lt, .198S. 0

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LA .FUNDACIÓN DEL COLEGIO El Colegio de Nuestra Señora de la Concepción fue fundado y dotado por don Francisco de Solís Quiñones -gobernador de la corte romana, médico y secretario del papa Paulo III y posteriormente obispo de Banarea y arzobispo electo de Tarragona-, con la finalidad de mantener en él, educar y proporcionar estudios a niños pobres y huérfanos. La bL1 la de erección, junto con la licencia para edificar, le fue concedida por aquel Pontífice y lleva fecha del 2 de julio de 1540 (a seis de las nonas de Julio). La presentó el Colegio en diferentes ocasiones para probar que se trataba de una institución benéfica -un "hospital" de niños hL1érfanos-, y poder librarse del subsidio3 . Las rentas iniciales de esta institución consistieron en el producto de los bienes debidos a la liberalidad del fundador -unos seise.lentos ducados de oro- y en el de varios beneficios eclesiásticos que a su solicitud le concedió el Pontífice, por otra bula de 23 de agosto de 1540 (día décimo de las kalendas de septiembre del año de Ja Encarnación de 1540), pertenecientes a las diócesis de Salamanca, Toledo, Coria, Sevilla y Córdoba. Dichas rentas fueron acrecentadas en años posteriores de tal manera que, a finales del siglo XVIII, los ingresos sobrepasaban los ciento setenta mil reales anuales, una tercera parte del producto de los beneficios eclesiásticos y las otras dos procedentes tanto de los bienes con que le dotó el fundador corno de los adquiridos por el Colegio, bien por donaciones (los menos), o bien por imposición de censos o compras 4 . Estos bienes permitieron acoger a más de treinta huérfanos mayores de diez af'íos de l.os cuales, según los deseos del fundador, diez debían ser canonistas, otros diez gramáticos, cuatro teólogos y seis artistas, permltl~ndose también que hubiese un legista, un médico e incluso un

:l Archivo ele la Universidad ele Salamanca (A.U.Sa.), leg. 2374, fol. 2r. Precisamente unn de lns noticias más extensas sobre este Colegio procede del pleito originado en 1555 1)01' In negativa ele su patrón a pagar los repartimientos ele los subsidios (CASASECA, A.: ob. cit., pp. 27'1-272. Archivo Histórico Provincial ele Salamanca (A.H.P.S.), Protocolo (Prot.) 3if8l, ff. 180 y ss.). Finalmente el 18 ele junio de 1558 se determinó en Cabildo que esta casa no pa~ase subsidio (A.U.Sa., leg. 2375, fol. 33r). Estos beneficios eclesiásticos, algunos de ellos curados, estaban situados en las iglesl11s de Palencia ele Negrilla, Tejecla y Frades, en el obispado de Salamanca, el Casar de Cácercs, Almonast:er la Real y el Cerro del Arzobispado ele Sevilla, Palma del Arzobispado ele Córclolx1 y la pensión de la Estrella en el arzobispado ele 'l'oleclo. Los disfrutó hasta el siglo XIX. A.U.Sn., i'"ondo Universitario, leg. 2380, ff. ~2 y ss., ff. 50 y ss., fol. 206. Leg. 2374, fol. 2r y Lcg. 2376, que contiene las escrituras de ve111:11 ele más ele seseni:a tierras.

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"matemático" 5 . Como otros colegiales los Huérfanos vestían manto y beca -blanco y azul respectivamente-, pero se distinguían de los demás por no llevar bonete ni sombrero. Al parecer esta medida, L111 tanto humillante a los ojos de sus contemporáneos, se había .impues= to para evitar que ingresasen en el Colegio niños de familias ricas y se desvirtuara la fundación. Fue suprimida tras la reforma de 1777, pues en opinión del visitador mal podían mantener la profesión de humildad, aunque no llevasen bonete, "viviendo en un colegio que tiene una fábrica suntuosa y muy buena arquitectura" 6. Esta fundación, cuyo patronato reservó don Francisco de Solfs para los herederos de su hermano, el marqués de Loreto, se cornpletó con una tercera bula de 17 de marzo de 1541 por la que el Papa concedía al Colegio diferentes indulgencias y privilegios reJJgiosos7. Ahora bien, tal como publicó Sala Balust y ha destacado Casaseca, la fundación efectiva no se realizó hasta enero de 1542, con la llegada desde Italia, enviados por el fundador, del rector LL1 Is Collados, un ama, el maestro de cantería Estéfano de Arenzano y los seis primeros niños que habitarían en el Colegio 8 . Cabía sL1poner qL1c la construcción de este último se habría iniciado en esa misma fecha, pero otros documentos obligan a retrasarla, como 111íni1110, hasta

5 A.G.S., Leg. 967, Informe del visitador del Colegio, s.f. (1777). (En la época de l'u11° dación el término "matemático" era equivalente al ele "artista", al ser la aritmétic:1 y lo gco· rnetría parte del currículum del quaclrivium, pero en el siglo XVIII se resi1h:a como nlgo cllfc rente). Juan Ramos, en los Estatutos que dió para el régimen del Colegio, en torno n 1555, establece que "entre tanto la casa no estuviese acabada ele edificar no haya más ni'.1111cro de treinta niños" (A.U.Sa., Leg. 2355, fol. 3lr.). En 1600 el Colegio tenía 35 colegiales y cinco ministros, pero en 1622 se señala expresamente que no haya más ele 30 colegiales (A.U.Su., leg. 2377, fol. 314r. y ss., leg. 2380, fol. 89r.). 6 A.G.S. leg. 967. SALA BALUST, L.: Constituciones, Estatuas y Ceremonias de los ttntlguos colegios seculares de la Universidad de Salamanca. Salamanca, Tomo r, J.962, pp. 2~ y 373 y ss. 7 DORADO, B. -Compendio histórico de la ciudad de Salamanca. Salamanca, 1776, ed. facsímil de 1985, págs. 400-401- resalta sobre todo estos excepcionales privilegios de tipo n,;ligioso. Se hace referencia a tocias las bulas fundacionales en numerosas ocasiones. Esp1::0 cl:ilmente ver, A.U.Sa., Fondo Universitario, legs. 2353, 2354, 2374 y 2380. A patronos les correspondía el nombramiento ele los colegiales ele graqa, y en su lugar al lcepatrono, es decir, la persona que ejercía sus derechos en Salamanca cuando ellos estaba fL1era. t\.ü.Sn. leg. 2380. fol. 206. H SALA 13Ai.UST, L.: ob. cit., se hace referencia en las Constit.L1ciones ele 1607. A.U.Sn., lcg. 2355. Así parece también deducirse ele una cleclM1ción de l~st:éfono de Arenzano: "... que desde el nl'lo ele myll y quinientos e quarenta e dos nl'los próximo ¡x1sado este testigo a estado en csln ciudad y estr1 labrnndo y hedllkanclo el dicho Cologlo y hospltul ... " (CASASllCA, A.: ob. cit., pdg. 272). Sin embargo, amb:.1s frnses no lkmc1~ que ser ncccRn1·111nwntc conscc:ueni:es. Clertn111cnfo Arcn:wno se encon1:n1b:1 en Snlrnm1ncn en :1542 y t>fl M55 podfn eslnr 1mb:1jnndo en el cdlf'lclo. 0

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1549 ó 1550, que coincide con la que da González Dávila 9 . Los niños fueron instalados provisionalmente en casas alquiladas, pero desde un primer momento se consideró necesario disponer de un edificio en propiedad y de nueva construcción, "conforme a la voluntad y hordenación del fundador". Para lograrlo, sin embargo, fue necesario vencer algunas dificultades, derivadas en gran parte de las circunstancias de la Salamanca del quinientos. A mediados del siglo XVI esta ciudad estaba en pleno apogeo. La expansión demográfica -la mayor durante la Edad Moderna'º- junto con la proliferación de nuevas fundaciones, ocasionó una rápida disminución del suelo disponible para edificar en el interior del recinto amurallado y un encarecimiento considerable de su precio y del de las viviendas, por lo que la adquisición de un solar lo suficientemente amplio y bien situado resultaba una tarea difícil.

LA Al)QUISICIÓN DE SOLARES Y LA INTERVENCIÓN DE RODRIGO GIL El ~1rcediano de Salamanca don García Rodríguez, en vida todavfa d
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