El Castro de Peñas de la Cerca (Rionegrito de Sanabria): Sistemas defensivos del Noroeste de Zamora y control de los recursos

June 29, 2017 | Autor: Z. Protohistórica | Categoría: Iron Age, Edad Del Hierro, Edad Del Hierro I, II Idade Do Ferro
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FORTIFICACIONES EN LA EDAD DEL HIERRO: CONTROL DE LOS RECURSOS Y EL TERRITORIO

El Castro de Peñas de la Cerca (Rionegrito de Sanabria): Sistemas defensivos del Noroeste de Zamora y control de los recursos Óscar Rodríguez Monterrubio* José Carlos Sastre Blanco* *Asociación Científico – Cultural Zamora Protohistorica [email protected] RESUMEN El castro de Peñas de la Cerca (Rionegrito de Sanabria, Zamora), es un poblado fortificado situado en la zona Noroeste de la provincia de Zamora. Este yacimiento arqueológico ha sido excavado entre los años 2007 y 2008 por el equipo de Zamoraprotohistorica. Se trata de un poblado fuertemente fortificado, con una serie de plataformas y terrazas que dotan a este lugar de un complejo y complicado sistema defensivo. En su parte más elevada se encuentra la zona de hábitat protegida por la presencia de una potente muralla de pizarra, que englobaría la zona habitada. Entre las estructuras domésticas destaca la presencia de una cabaña de planta ovalada con hoyos de poste, que presenta en su zona central un hogar. En esta vivienda se han registrado, el menos, tres fases de ocupación correspondientes a la I Edad del Hierro. Sobresale la presencia una importante industria lítica (molinos barquiformes, afiladores, proyectiles de honda, una punta de flecha de sílex, etc), así como por un depósito de semillas (bellotas y avellanas). Este castro se encuentra en una zona de gran densidad de poblados similares, que se extiende por las provincias de Zamora, León y el Norte de Trás-os-Montes. Se trata de asentamientos defensivos de pequeñas dimensiones, relacionados con el control del territorio y de los recursos disponibles en su entorno. PALABRAS CLAVE Edad del Hierro, Zamora, Peñas de la Cerca, muralla, sistemas defensivos. ABSTRACT Achaeological site of Peñas de la Cerca near (Rionegrito de Sanabria, Zamora) is a fortified settlement located in northwestern province of Zamora. This archaeological site was excavated between 2007 and 2008 by the team of Zamoraprotohistorica, revealing hillfort’s complex system of defence formed by a large number of walls and terraced platforms giving this place its remarkable fortified character. The inhabitants lived in huts at the top of the hill, an area protected by the presence of a thick and tall wall made on slate and granite, which engulfed the inhabited parts of the hillfort by its north slopes. Housing is defined thanks to the findings at the second terrace where they were found the remains of a hut composed by a line of postholes, and a central hearth. In this structure, there have been registered at least the three last phases of occupation corresponding to the Early Iron Age, with the presence a very important artifacts such as pieces of pottery or stone industry (querns, sharpeners, slingshot and arrowhead flint among other samples) and ecofacts such as a store of seeds (acorns and hazelnuts). This site is located in densely populated area during the Iron Age, settlements of the kind spread over the provinces of Zamora, León and the North Trás-os-Montes region, small sized hillforts with strong defenses and clearly related to the control of territory and available resources in their environment. KEY WORDS Iron Age, Zamora, Peñas de la Cerca, walls, defensive system.

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EL CASTRO DE PEÑAS DE LA CERCA

INTRODUCCIÓN El poblado fortificado de Peñas de la Cerca se sitúa sobre un cerro terminal de la sierra zamorana de la Cabrera, al norte de la provincia. Su ubicación justo entre el valle y la sierra es de gran valor estratégico pues le da acceso no solo al control visual de las vegas y los vados fluviales sino también de las vías de comunicación trasmontanas y los pasos de montaña. Peñas de la Cerca se encuentra sobre un nodo de comunicaciones naturales y antrópicas, en dirección Oeste-Este discurre paralela al curso del río Tera una cañada ganadera y en dirección Noreste-Sureste las vías de comunicación que cruzan la sierra de la Cabrera, de una forma o de otra la posición de Peñas de la Cerca sobre el terreno es excepcionalmente estratégica. La historia de las investigaciones en Peñas de la Cerca, se remonta a los años 80 en el contexto de los trabajos de inventariado y prospección realizados por Ángel Esparza (1985, 1986) que ya menciona a Peñas de la Cerca como un asentamiento de la Edad del Hierro en el que aparecen restos de cerámica indeterminada en superficie y que se encontraba delimitado por una muralla parcial completada por afloramientos rocosos, también se hacía referencia a los grabados rupestres encontrados en dichos afloramientos rocosos, una herradura, un cruciforme y un bastón. A partir del año 2006 empiezan los trabajos de reconocimiento y prospección del terreno, llevados a cabo por el equipo de investigación del proyecto PIDPAPZ que hasta el año 2008 incluyó dos campañas de excavación, y por la Asociación Científico-Cultural ZamoraProtohistórica a partir de entonces y hasta el año 2014, fecha de la última prospección realizada sobre el terreno. Como resultado de los último trabajos de investigación se han descubierto nuevas estructuras defensivas como una muralla exterior, un complejo sistema de muro y terraza o la construcción de un acrópolis amurallado en su interior, por otra se ha incrementado en número y el tipo de los artefactos encontrados: piezas de cerámi-

ca del Hierro I de uso en cocina y almacenaje, una abundante y diversificada industria lítica de uso doméstico materializada en molinos, molenderas, morteros, afiladores, pesas de telar e incluso de uso cinegético como pesas de red o puntas de flecha. Uno de los más interesantes hallazgos es el descubrimiento de un hábitat doméstico, una cabaña, en la que se encontraron gran cantidad de restos de su estructura arquitectónica como pueden ser zócalos de piedra, manchas de silos, adobes, improntas de madera y ocho hoyos de postes, restos que revelan en su conjunto y analizadas en si contexto estratigráfico y material una ocupación intermitente durante tres periodos distintos entre el siglo VIII y el V a.C. En 2008 e encontró entre dos de esas fases de ocupación una fíbula de bronce de arco y puente plano, resorte en filigrana y pie cóncavo con aguja, muy similar a otras encontradas en la provincia de León sin cronología muy precisa pero asociadas a un tipo de imitación local o exportación tardía de las fíbulas de tipo Bencarrón (Almagro, 1968). El hallazgo de esta pieza metálica, la punta de flecha de sílex y la gran diversificación en usos y materiales de la industria lítica son los artefactos más importantes de este asentamiento que junto con los descubrimientos sobre la arquitectura doméstica y la ampliación de sus estructuras defensivas lo convierten un poblado cuyo registro arqueológico creciente lo sitúa entre los más importantes de la provincia de Zamora. CONTEXTO GEOGRÁFICO Y UBICACIÓN Peñas de la Cerca, se encuentra al noroeste de la provincia de Zamora, en el entorno del valle del río Tera que es afluente a su vez del Esla. Se ubica sobre un pequeño cerro testigo de 1.085 m. En localidad de Palacios de Sanabria al norte de la N-525. Sus coordenadas son 704285.4659672. (Fig.1). La superficie total del cerro que ha sido alterada por el ser humano en épocas anteriores a la actual alcanza las 6 hectáreas. La parte más elevada está ocupada por el re507

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cinto castreño dedicado al hábitat (2,7 Ha) y el resto del cerro compuesto por las laderas norte y este está dominado por un conjunto de terrazas y muro que viene a completar un complejo sistema defensivo (3,3 Ha). El asentamiento es por tanto un poblado fortificado en altura, con una zona de hábitat en la parte más elevada, un sistema defensivo complejo, una posición privilegiada sobre su entorno que le permite y asegura un control visual sobre otros asentamientos y sobre los recursos materiales de un tramo del valle del Río Tera y del interfluvio entre éste y el Río Negro, así como ejercer una cierta hegemonía visual sobre ciertos pasos de montaña, vados y cañadas ganaderas. INTERVENCIÓN ARQUEOLÓGICA Durante los años 2007 y 2008 se llevaron a cabo dos campañas de excavaciones arqueológicas en el castro de Peñas de la Cerca. En estas campañas de excavaciones los trabajos se centraron en el estudio de los sistemas defensivos y la zona de habitación. Para el caso

de los sistemas defensivos se plantearon dos sondeos diferentes, por un lado en la zona que correspondería a la muralla principal del poblado y el segundo sondeo en un muro defensivo transversal situado en la zona Este. En cuanto a la zona habitacional, se excavó un sector de 10 x 5 m, localizado en la primera plataforma ocupacional, así como un sector de 5 x 5 m en la zona de la acrópolis. En esta zona pudimos documentar la presencia de diferentes hoyos de poste, los cuales aún conservaban algunas de las piedras que habían servido de sustentación para los mismos, y que nos indicaban el perfil de una estructura de grandes dimensiones, de una planta la cual describiremos posteriormente. La zona más elevada de este yacimiento que hemos convenido en denominar como acrópolis, nos mostró durante las prospecciones llevadas a cabo en el año 2007, un lugar propicio para la ocupación humana, dado el área central totalmente allanada que presenta, y una gran concentración de molinos barquiformes que habían sido removidos por las raíces de un roble, entre las cuales se encontraban encajonados.

Fig 1. Ubicación geográfica del yacimiento de Peñas de la Cerca. 508

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Fig. 2. Campaña de excavaciones arqueológicas llevada a cabo en el yacimiento de Peñas de la Cerca durante el año 2008.

En cuanto a la cronología del yacimiento podemos hablar de una ocupación relacionada con la I Edad del Hierro, a tenor de los materiales recuperados, sin poder precisar hasta la fecha si existe una ocupación anterior, ya que los sondeos practicados no lograron alcanzar el sustrato geológico del terreno. En el interior de la estructura habitacional que pudimos excavar entre el año 2007 y el año 2008 se pudo constatar la presencia de al menos dos niveles de ocupación, no muy distantes cronológicamente ya que presentaban similares materiales arqueológicos, pero que nos indican una ocupación prolongada de este lugar durante este periodo. Por lo que respecta a los materiales arqueológicos la presencia de cerámicas se corresponden en su totalidad a la II Edad del Hierro, con muy pocos fragmentos decorados, generalmente mediante incisiones y ungulaciones. Se trata de pastas muy bruñidas,

y formas generalmente muy abiertas. Los elementos metálicos se circunscribían a una fíbula de bronce acodada simple. Siendo los materiales más importante y numerosos los correspondientes a la industria lítica principalmente molinos barquiformes, proyectiles de honda, afiladores, una punta de flecha de sílex, etc. También podemos referenciar la importancia de un pequeño depósito de cereales que apareció junto a un potente nivel de incendio, entre los cuales nos encontramos con una gran cantidad de semillas correspondientes a bellotas, avellanas, y piñones. Durante estas dos campañas de excavación, y las numerosas prospecciones realizadas fueron estudiadas 15 estructuras entre muros, murallas, antemuros y similares. En cuanto a los artefactos se recuperaron 759 fragmentos de cerámica, 91 instrumentos líticos, 46 cotiledones de semillas, 18 fragmentos de adobe y 1 fíbula de bronce. 509

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LOS SISTEMAS DEFENSIVOS DE PEÑAS DE LA CERCA Los elementos defensivos una de las características más complejas y más significativas de la Edad del Hierro de esta zona del Noroeste de la provincia de Zamora, encontrándonos con una gran variedad y funcionalidad de las mismas, desde el tipo de material que emplean en su edificación, hasta la adaptación a la topografía del terreno. De esta forma en Peñas de la Cerca los accesos al poblado son muy complejos, través de una amplia red de plataformas que permiten acceder a la zona alta de una forma progresiva y gradual (RODRÍGUEZ Y SASTRE: 2013). Fue identificado un sector dentro de este poblado, considerado como una acrópolis, con una topografía muy significativa, que lo hacía destacar del resto del poblado. Sin embargo las excavaciones efectuadas en el año 2008, no pudieron arrojar luz sobre las condiciones de esta plataforma, identificándose únicamente una gran cantidad de molinos barquiformes (RODRÍGUEZ y SASTRE: 2008). Peñas de la Cerca se encuadraría dentro de los asentamientos con líneas defensivas adosadas, que no son un fenómeno muy extendido ya que más bien el adosamiento de líneas parece responder a una necesidad coyuntural más que a un modelo concreto (RODRÍGUEZ y SASTRE: 2013). La muralla interior de este asentamiento posee un muro adosado que responde a un reforzamiento de la estructura principal de la muralla ante el peso y la presión del terreno. En este punto concreto se conservan 12 m lineales de líneas adosadas y entre ambos muros la altitud supera los 6 con menos de 1,70 m de altura es observable la distinción que existe entre ambos muros y puede distinguirse como el muro auxiliar se adosa sobre la muralla interior. Las líneas concéntricas no son comunes en los sistemas defensivos castreños en su versión continua mientras que si es mucho más abundante cuando la concentricidad de líneas defensivas se localiza parcialmente en un solo punto concreto. En Peñas de la Cer510

ca, la concentricidad es una de las principales características puesto que es la relación que existe entre todas las estructuras murarias que existen en el asentamiento ya sean del recinto amurallado (acrópolis, muralla interior y exterior y antemuros) o del sistema de terraplenes (terrazas y muros). Las murallas o muros, foso y otros elementos defensivos se disponen siguiendo las cotas de nivel del terreno y estas por lo general son irregulares y principalmente curvilíneas, dominando las curvas amplias, abiertas y los trazados lineales suavemente curvados (RODRÍGUEZ y SASTRE: 2005). En 2007 se excavó una parte de la Muralla Interior y en 2008 se excavó una parte del Muro Transversal Norte. Ambos muros demostraron haber estado construidos con una sola hilad, con mampuestos irregulares tanto en tamaño como en materia prima, y con ausencia de mortero o cualquier otro elemento aglutinante. La única hilera de muro no tenía fosa de fundamentación y se apoyaba sobre la roca madre en el caso del Muro Transversal Norte y de las capas degradadas de la misma en el caso de la Muralla interior. En total Peñas de la Cerca presenta un sistema de aterrazamientos y muros compuestos por una sucesión total de siete terrazas con sus respectivos muros. Las murallas son frecuentes como elementos de delimitación y defensa, entre los castros zamoranos de la Edad del Hierro (ES-

Fig. 3. Muralla Sur identificada en la campaña de excavaciones del año 2007.

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PARZA: 1986: 245-246), aunque generalmente están levantadas en piedra, reconociéndose algún ejemplar donde pueden existir lomos terreros, como es el caso del yacimiento de la Armenta (Cubo de Benavente) en el Castro de Luz (Moveros) (MISIEGO, et alii: 1992: 79-82), apreciándose en este último un ataludamiento externo del zócalo de la defensa, tal y como sucede en Manganeses. Igualmente, dentro del horizonte del Soto en el que se encuadrarían la mayoría de esos yacimientos zamoranos, existen ejemplos similares de construcciones defensivas, caso del propio enclave vallisoletano que da nombre al grupo o el castro de Sacaojos en Santiago de la Valduerna (León) (MISIEGO, et alii.: 1999), fechables entre los siglos VII y V a.C. HÁBITAT EN EL POBLADO DE PEÑAS DE LA CERCA Una de las construcciones más desconocidas de la Edad del Hierro en la zona que nos ocupa este estudio es la presencia de viviendas en el interior de los poblados, que en cierto modo debemos de achacar a la falta o escasez de excavaciones que se han efectuado hasta la fecha. Teniendo en cuenta que la mayor parte de las intervenciones realizadas se ciñen a prospecciones arqueológicas, o excavaciones centradas en los sistemas defensivos, por lo que en numerosos casos es casi imposible detectar algún tipo de estructura (RODRÍGUEZ y SASTRE: 2013). Las excavaciones realizadas pusieron de manifiesto la presencia de unas viviendas de planta ovalada, de gran tamaño, formadas por numerosos hoyos de poste, y varios hogares en el interior de las mismas, así como un significativo depósito de semillas. Estas viviendas han podido ser datadas en la I Edad del Hierro a lo largo de tres fases de ocupación entre el Hierro I inicial y el Hierro I final ya en transición al Hierro II (RODRÍGUEZ y SASTRE: 2008). Los materiales identificados en el interior de esta estructura habitacional nos muestra un repertorio de elementos vinculados a la

Fig. 4. Cabaña de planta ovalada, definida por la presencia de numerosos hoyos de poste y varios niveles de ocupación.

vida cotidiana, como cerámicas, y numerosos elementos líticos (afiladores, molinos, pesos, etc), además de poder registrar un potente nivel de semillas, que se asociaría con una zona destinada al almacenamiento de cereales. Este tipo de estructuras habitacionales se pueden identificar principalmente vinculadas a la II Edad del Hierro, en zonas de la Meseta castellana, como son los casos de Soto de Medinilla (Valladolid) y La Corona / El Pesadero (Manganeses de la Polvorosa, Zamora) (MISIEGO, et alii.: 2013), así como zonas de Portugal con gran cantidad de viviendas vinculadas a la II Edad del Hierro, como es el caso de la Quinta de Crestelos (Meirinhos, Mogadouro) (SASTRE BLANCO: 2013). CAPTACIÓN DE RECURSOS Un estudio fundamental realizado en el yacimiento de Peñas de la Cerca es el relativo al control del territorio circundante y la captación de los recursos a los cuales tendría acceso, que condicionarían el desarrollo y la organización de este poblado. En primer lugar, en lo referente a las materias primas localizadas en el yacimiento nos encontramos con diferentes tipos de minerales utilizados para la fabricación de herramientas y artefactos que conforman el repertorio instrumental. La materia prima 511

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lítica más abundante es el granito, seguido de la cuarcita que no son materiales que se encuentren muy cerca, mientras que el gneis y la pizarra (más próximos) son menos utilizados entre los materiales registrados en el yacimiento. Es la materia prima más utilizada en estructuras, ya que está presente en todas ellas (96%). La pizarra está presente en 7 artefactos, principalmente pesas de tejado y afiladores. La pizarra es la segunda roca más común en el yacimiento y es una materia prima accesible y cercana, ésta puede encontrarse en el mismo yacimiento, en otros cerros próximos o en la Sierra de la Culebra. La arcilla es una de las materias primas presente en mayor número de elementos, utilizada tanto para la fabricación de los elementos cerámicos, como para la realización de las cabañas y estructuras vinculadas con estas viviendas, como sucede con los hogares. El granito constituye una importante materia prima que se selecciona para la fabricación de molenderas, proyectiles, y especialmente para la elaboración de molinos barquiformes, en total son 37 artefactos fabricados con este material. El granito es una roca que se encuentra en grandes cantidades en las sierras de Segundera, Parada y Marabón. En cuarcita encontramos 19 casos (afiladores, pesas de red, pulidores y artefactos similares), utilizándose los gneises en hasta 11 artefactos, principalmente molinos. El sílex aparece de manera muy puntual, asociado únicamente a la presencia de una pequeña punta de flecha. La cuarcita es una roca cercana al asentamiento, no muy abundante pero existente en las cimas de los afloramientos pizarrosos contiguos. El sílex constituye en sí una rareza en el entorno castreño ya que los más cercanos los encontramos en forma de aluvión en los ríos Negro, Tera y Fuentealba entre 21 y 62 km. de distancia. Las materias primas metálicas presentes son el estaño y el cobre necesarios para la obtención del bronce que es la forma final aleada de ambos metales. Aunque no existen en el yacimiento evidencias del uso de otros metales, es clara la vinculación al menos geo512

gráfica con centros de explotación del hierro cercanos. Para localizar los materiales metálicos presentes en Peñas de la Cerca, nos encontramos con que el estaño se encuentra en el valle del río Calabor a 21 km. al Suroeste de Peñas de la Cerca, mientras que para el caso del cobre hay que desplazarse mucho más lejos hacia el sureste, unos 60 Km. en el valle del río Aliste. El control visual de los cursos de los ríos permite a su vez ejercer una autoridad espacial sobre las vegas que lo flanquean y los caminos que se dirigen a vadearlos por esta razón poseer una posición de ventaja sobre otros asentamientos y articular de este modo el territorio ejerciendo el control sobre una red articulada de conexiones de puntos estratégicos que dinamizan el espacio habitado. Peñas de la Cerca se encuentra en el interfluvio Río Negro – Rio Tera que discurren ambos en sentido oeste-este. El río Negro tiene 43 km. de longitud, de los cuales prácticamente 36 son visibles desde el castro y se sitúa tan solo a 1,7 km al Noreste. El Río Tera tiene un curso de 139 km y se sitúa a 4,3 km al Sur del asentamiento. Las vegas fluviales del río Negro no son muy extensas y son demasiado abruptas pero son mucha más cercanas al yacimiento y controladas visualmente de manera directa, pero por otro lado las vegas del río Tera son muy extensas y comienzan precisamente a los pies de Peñas de la Cerca

Fig. 5.- Fíbula de bronce procedente del yacimiento de Peñas de la Cerca, localizada en la cabaña ovalada.

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y acaban en la Sierra de la Culebra. Por ultimo en relación a los recursos fluviales, nos encontramos ante la dificultad de atravesar el curso fluvial por medio de los vados. En este sentido las zonas vadeables conectan las vías de comunicación terrestre con las fluviales y el control directo de estos puntos se hace fundamental para establecer el control y la articulación del territorio. Desde Peñas de la Cerca Son visibles 23 vados, 11 en el Río Negro, 11 en el río Tera y uno en el Río Sapo. Estos vados permiten conectar las áreas de influencia de diferentes asentamientos, el acceso a las materias primas o a los pasos de montaña. CONTROL DEL TERRITORIO Para organizar el territorio se establecen acciones de control directo sobre un espacio pero también indirectas que necesitan de otros asentamientos para crear una red de conexiones que articulen el territorio como un sistema complejo. El acceso a las materias primas, las vías de comunicación, los vados fluviales, los pasos de montaña y el dominio visual son factores determinantes para establecer el grado de importancia que un asentamiento tiene sobre el espacio y como se articula el territorio en base a una serie de relaciones jerárquicas entre los poblados. MATERIAS PRIMAS: NATURALEZA, USO, PROCEDENCIA Y ACCESO Diferentes tipos de minerales son las materias primas más recurrentes para la fabricación de las herramientas y artefactos que conforman el repertorio instrumental de Peñas de la Cerca. La materia prima lítica más importante es el granito, seguido de la cuarcita que no son materiales que se encuentren muy cerca, mientras que el gneis y la pizarra (más próximos) se relevan a puestos menos destacados en cuanto a su uso. Existe cierta especialización que relaciona el uso de una materia prima con una herramienta concreta. Las materias primas metálicas pre-

sentes son el estaño y el cobre necesarios para la obtención del bronce que es la forma final aleada de ambos metales. Aunque no existen en el yacimiento evidencias del uso de otros metales, es clara la vinculación al menos geográfica con yacimientos de oro y centros de explotación del hierro. Las materias primas orgánicas dejan menos evidencias al descomponerse en el estrato y prácticamente desaparecer pero podemos evidenciar la presencia de semillas, pescado y madera. En cuanto al uso de tierras o arcillas, estas se utilizaban para la cerámica y los adobes como demuestran los 759 fragmentos de cerámica y los 18 adobes recuperados. En el entorno próximo al asentamiento no abundan los yacimientos naturales de arcillas y las fuentes más cercanas de arcillas continentales se encuentran en el tramo inicial del Río Negro a unos 7 km al norte del poblado. En cuanto a la mica tanto blanca como negra en forma de esquisto migmatítico no se encuentra con mucha facilidad de manera aislada y se encuentra en los valles iniciales de los ríos Bibey y Tuela en las sierras de Segundera, Marabón y Gamoneda a 31 km hacia el oeste. La pizarra es la segunda roca más común en el yacimiento y es una materia prima accesible y cercana, ésta puede encontrarse en el mismo yacimiento, en otros cerros próximos o en la Sierra de la Culebra (7 km al S). El granito es una roca que se encuentra en grandes cantidades en las sierras de Segundera, Parada y Marabón (entre 20 y 31 km hacia el O). El cuarzo éste aparece en cantos rodados y no en filones y en este sentido no son muy comunes ni cercanos encontrándose en la confluencia del río Fuentealba con el Río Negro a 17 km al NE o en puntos ya más alejados a 61 km. La cuarcita es una roca cercana al asentamiento, no muy abundante pero existente en las cimas de los afloramientos pizarrosos contiguos entre 6 y 67 km de distancia. El gneis olla de sapo o glandular es un material muy común en todo el noroeste y lo encontramos de manera inmediata al yacimiento y a 29 km de distancia máxima. El sílex constituye en sí una rareza en el en513

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torno castreño ya que los más cercanos los encontramos en forma de aluvión en los ríos Negro, Tera y Fuentealba entre 21 y 62 km de distancia y en forma de conglomerados en el valle del río Valderaduey a 96 km o ya del Duero a 115km al S. En cuanto a los materiales sedimentarios, la grauaca aparece en los mismos lugares que el propio granito en las Sierras de Segundera, Parada y Marabón a 20 y 31 km de distancia, la arenisca procede del valle del Valderaduey a 90 km. El estaño se encuentra en el valle del río Calabor a 21 km al suroeste de Peñas de la Cerca. Para el cobre hay que desplazarse mucho más lejos hacia el sureste, unos 60 km en el valle del río Aliste. Los 43 cotiledones de bellota (quercus robur) y los 3 de avellana (corylus avellana) son materias primas silvestres presentes en el paisaje desde la fase Anatérmica en el 8.000 a.C (Gómez Fernández: 1999). Los bosques boreales atlánticos dominarían los valles fluviales montañosos como el Tera o el Negro y al aparecer quemados y sin los pericarpios reflejan una práctica recolectora y de conservación (RAMIL REGO: 1993). LAS VÍAS DE COMUNICACIÓN Existe una relación directa entre el asentamiento de Peñas de la Cerca dos cañadas ganaderas del sistema trashumante de la cañada Zamorana una es el Cordel de Benavente, y el otro el Cordel de Sanabria. Este tipo de vías presentes desde la Edad del Bronce (Fuentes Casas: 1999) son fundamentales para entender el modo en el que un territorio es articulado durante la Protohistoria de la Península Ibérica (SESMA y GARCÍA: 1993, 1994 y MARTÍN SUAREZ: 2008). El Cordel de Benavente pasa a tan solo 400 metros al sur de Peñas de la Cerca y 45 km del cordel pueden llegar a distinguirse desde el asentamiento, más lejos se sitúa el cordel de Sanabria a 6 km al Sur y de los que 20 son visibles. No solo las sendas de ambos cordeles son controladas desde Peñas de la Cerca sino que también lo son los poblados afines a la misma cañada y dos puntos estratégicos fun514

damentales: el punto donde se unen ambas cañadas en el paraje de Mataos en Puebla de Sanabria y el punto en los que cruzan el Río Tera en los vados de San Francisco (Puebla) y de Nuestra Señora del Puente (El Puente de Sanabria). Las vías secundarias son fundamentales y permiten controlar los accesos de los vados fluviales y a los pasos de montaña de la Sierra de la Cabrera y de la Culebra. Tres caminos de monte conducen desde el castro hasta los vados más cercanos del Río Negro y de aquí hacia los pasos de montaña y lo mismo ocurre con otros dos caminos que abren los vados del Río Tera. Finalmente el camino piedemonte de la Sierra de la Cabrera permite rodear este sistema montañoso para acceder al valle del Eria al Noreste y conectar a una miríada de castros entre sí. LOS RECURSOS HÍDRICOS, LOS VADOS Y LAS VEGAS FLUVIALES El control visual de los cursos de los ríos permite a su vez ejercer una autoridad espacial sobre las vegas que lo flanquean y los caminos que se dirigen a vadearlos por esta razón poseer una posición de ventaja sobre otros asentamientos y articular de este modo el territorio ejerciendo el control sobre una red articulada de conexiones de puntos estratégicos que dinamizan el espacio habitado. Peñas de la Cerca se encuentra en el interfluvio Rio Negro – Rio Tera que discurren ambos en sentido oeste-este. El río Negro tiene 43 km de longitud, de los cuales prácticamente 36 son visibles desde el castro y se sitúa tan solo a 1,7 km al noreste. El Río Tera tiene un curso de 139 km y se sitúa a 4,3 km al sur del asentamiento. Las vegas fluviales del río Negro no son muy extensas y son demasiado abruptas pero son mucha más cercanas al yacimiento y controladas visualmente de manera directa, pero por otro lado las vegas del rio Tera son muy extensas y comienzan precisamente a los pies de Peñas de la Cerca y acaban en la Sierra de la Culebra. También en relación a los recursos fluviales, nos encontramos ante la dificultad de

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Fig. 6. Relación entre Peñas de la Cerca y las cañadas ganaderas.

Fig. 7. Recursos hídricos de Peñas de la Cerca. 515

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atravesar el curso fluvial por medio de los vados. En este sentido las zonas vadeables conectan las vías de comunicación terrestre con las fluviales y el control directo de estos puntos se hace fundamental para establecer el control y la articulación del territorio. Desde Peñas de la Cerca Son visibles 23 vados, 11 en el Río Negro, 11 en el río Tera y uno en el Río Sapo. Estos vados permiten conectar las áreas de influencia de diferentes asentamientos, el acceso a las materias primas o a los pasos de montaña. LOS PASOS DE MONTAÑA Existen cinco pasos de montaña fundamentales relacionados con el territorio articulado desde Peñas de la Cerca. Cuatro de ellos se encuentran en la Sierra de la Cabrera y permiten acceder al Valle del Río Eria desde el Sur. Estos cuatro pasos de montaña son Llama del Sierro(1851m), Punta Negra (1853m), El Portillo de las Chozas (1474m) y El Portillo del Campanario (1047m) ya en las estribaciones este de la Cabrera. Ninguno de los cuatro es visible desde Peñas de la Cerca, pero sí lo son los accesos a ellos, los vados de Pozorredondo y Valterio y el camino piedemonte de la Cabrera. Los dos últimos pasos de montaña se encuentran dominados directamente por Castrocontrigo. El quinto paso de montaña es el de Las siete Marras en la Sierra de la Culebra a 9 km al sur y es visible desde el asentamiento siendo el lugar por el que el cordel de Sanabria se adentra en el valle del Río Aliste. EL CONTROL VISUAL Y LA POSICIÓN DOMINANTE VERSUS DOMINADO Uno de los factores determinantes para establecer la capacidad de un asentamiento para controlar un territorio es su posición de dominante/dominado (Berrocal Rangel: 2004) en relación a los demás asentamientos. Esta circunstancia refleja la cualidad de un yacimiento de visualizar a otros o bien de ser visualizado y por tanto su capacidad para 516

controlar otros yacimientos o por el contrario ser controlado por ellos. Vamos a utilizar como criterio el Índice de Dominación, a partir de ahora ID, este índice de dominación (ID) se calcula dividiendo los asentamientos dominados (d) entre todos los que existen (y). d/y=ID. En un radio de 19 km existen 25 asentamientos castreños adscritos a la cultura castreña del noroeste y Peñas de la Cerca domina visualmente a 19 de ellos es decir que posee un índice de dominación visual de 0,75, lo cual es muy elevado, teniendo en cuenta que 1 es la dominación absoluta del entorno y 0 la ausencia de ella. Por otro lado si tenemos en cuenta el índice de dominado, Id a partir de ahora y que se calcula dividiendo el número de asentamientos que dominan (D) entre en el total (y). D/y=Id, el resultado es de 0, es decir no se encuentra dominado por ningún asentamiento cercano. Por último hemos desarrollado un valor denominado como cociente de control, calculado restando el Índice de dominación y el Índice de dominado. ID-Id=Cc y que determina el grado en el que un asentamiento ejerce un dominio visual sobre su entorno, el Cc de Peñas de la Cerca 0,75, en donde el -1 equivale a la ausencia de control y el 1 al control absoluto. Este valor no es sólo el más elevado del entorno sino también muy próximo al control absoluto, el segundo yacimiento con mayor control no supera el 0,36 y es el de El Castro de Otero de Centenos. Por tanto Peñas de la Cerca es un yacimiento dominador de su entorno. CONCLUSIONES Existen dos entornos principales que son articulados desde Peñas de la Cerca, estos son el valle del Río Negro y el valle medio del Río Tera. A si mismo desde Peñas de la Cerca se articulan las relaciones con otros entornos externos como son el Valle del río Eria al Norte y el del río Aliste al Sur. El Valle del Río Negro es el territorio en el que se encuentra Peñas de la Cerca y el que controla de manera más directa a través de los vados del río, claves para este entor-

EL CASTRO DE PEÑAS DE LA CERCA

no. Los recursos materiales de este entorno son la pesca, arcillas, pizarra, cuarzo, cuarcita, gneis, hierro y oro. El principal recurso estratégico aquí son los accesos hacia los pasos de montaña que están subordinados a los vados del río sin los cuales no se podría ascender hacia la montaña y cruzar hacia el valle del Río Eria, por tanto quien controle los vados del río controla del mismo modo los pasos de montaña y las relaciones con el territorio articulado por Castrocontrigo en el valle del Eria. Para que este sistema de control funciones existe una relación directa entre Peñas de la Cerca y otros yacimientos situados justo sobre los vados fluviales y los caminos hacia la montaña. Cuatro ramales articulan el territorio; el Ramal norte hacia el paso de montaña de Llama del Sierro y luego vía Truchillas-Eria hacia Castrocontrigo; el ramal Noreste hacia el paso de montaña de Punta Negra y de ahí a Castrocontrigo; el ramal del Piedemonte directamente hacia Castrocontrigo bordeando la ladera sur de la Sierra de la Cabrera; por último el Ramal del Río Negro hasta la desembocadura de éste en el río Tera, abriendo así el camino hacia los valles de Benavente y Tierra de Campos. De este modo queda definida la articulación del poblamiento del Río Negro por el control estratégico de Peñas de la Cerca que domina desde el sur todos los vados fluviales y a la vez se encuentra escondido tras el Sierro de San Juan de los asentamientos de más altura ubicados en la Cabrera y que lejos de controlarle funcionan como asentamientos secundarios que visualizan los pasos de montaña y los conectan así con la red controlada desde Peñas de la Cerca. El Valle del río Tera se sitúa al sur de Peñas de la Cerca, pero el tramo que domina ni es muy extenso ni muy rico en recursos materiales más allá de la pesca y los recursos forestales y cinegéticos, pero se encuentra flanqueado por los cordeles de Benavente al Norte y de Sanabria al Sur que son la clave para controlar este entorno. La articulación de este territorio tiene una clara inclinación exterior para comunicarse con otros entornos

y adquirir materias primas que no se encuentran cercanas. Este sistema de conexiones funciona gracias a la activación de cuatro vías de comunicación; el ramal sur o ramal del cobre es el más directo y permite controlar el paso de montaña de Las siete Marras en la Sierra de la Culebra cuya importancia radica en acceder al valle del río Aliste siendo además el punto por el que el cordel de Sanabria cruza la Sierra de la Culebra, la pizarra, el hierro y fundamentalmente el cobre son las materias primas a las que se puede acceder a través de esta ruta; el ramal oeste controla directamente la cañada del cordel de Benavente, hasta que se pierde visualmente a los pies del castro de Peñas de la Torre (Limianos) que recoge el testigo a partir de aquí, esta ruta sobre la propia cañada permite acceder a las arcillas de la zona del lago de Sanabria, el oro y el hierro que son las materias primas más abundantes pero sobretodo tiene un claro sentido ganadero al controlar el recorrido de la cañada, los vados fluviales y por tanto el acceso de las reses a los agostaderos de la Sierra de Segundera; el ramal del río Castro o ramal del estaño se hace necesario para poder obtener materias primas como esquistos, granito, grauaca y fundamentalmente estaño, este ramal se controla visualmente hasta Alto del Castillo (Puebla de Sanabria) que a partir de aquí controla la ruta que asciende por el río Castro hacia las sierras de Segundera, Marabón , Parada y Atalaya ricas en minerales y los valles del Bibey y el Tuela donde abunda el estaño y donde el territorio está ya articulado a partir del asentamiento de As Muradellas en Lubián; por último el Ramal del Tera hacia el este o ramal del silex permite controlar visualmente la ruta del este hasta el castro de El Retorno (Rionegro del Puente) que da paso a la ruta hacia los extensos valles del este donde abunda el sílex. Podríamos decir que el valle del Río Negro es el territorio interno y propio del poblado que le permite explotar las pizarras, las cuarcitas y el gneis directamente así como dominar los pasos de montañas hacia el valle del Eria con el que parece muy bien comu517

FORTIFICACIONES EN LA EDAD DEL HIERRO: CONTROL DE LOS RECURSOS Y EL TERRITORIO

nicado, mientras que por otra parte el valle del Tera permite a Peñas de la Cerca entrar en conexión directa con otros yacimientos intermedios (Peñas de la Torre, Alto del Castillo y El Retorno) que necesita para obtener recursos más lejanos y establecer así redes más complejas que articulan el territorio hacia otros entornos, siendo por lo tanto un terreno intermedio que tiene necesariamente que ser controlado para acceder a recursos como el estaño o el cobre, las cañadas ganaderas y el sílex. La posición hegemónica de Peñas de la Cerca se refuerza con su localización justo al sur del valle del Río Negro y justo al Norte del Tera, es decir en un punto en conexión que le permite acceder al control de ambos territorios, eso unido a su complejo sistema defensivo definen al asentamiento como el centro neurálgico de una red que conecta y articula varios asentamientos dentro de un mismo sistema económico y social, es decir un oppidum. BIBLIOGRAFÍA BALADO PACHON, A. (1999): Excavación arqueológica en el castro de Las Labradas. 1998. Anuario del Instituto de Estudios Zamoranos “Florian de Ocampo”. Zamora. Pags: 17 – 42. BERROCAL RANGEL, L. (2004) “La Defensa de la comunidad sobre las funciones emblemáticas de las murallas protohistóricas en la Península Ibérica”, Gladius, XXIV. Pags. 27-98 CELIS SÁNCHEZ J. (2004): “Notas sobre las etapas de la Cultura Castreña en El Bierzo”, Actas de las jornadas sobre el castro de La Ventosa, Patronato del patrimonio cultural de Cacableos, León. CELIS SÁNCHEZ, J. (1993): La secuencia del poblado de la primera Edad del Hierro de Los Cuestos de la Estación (Benavente, Zamora). Arqueología bachea: estudios sobre el mundo prerromano en la cuenca media del Duero. Pags: 93 – 132. CELIS SÁNCHEZ, J. Y GUTIÉRREZ GONZÁLEZ, J.A. (1989): Noticia de la excavación de urgencia en El Pesadero, Manganeses de la Polvorosa, Zamora. Anuario Instituto de Estudios Zamoranos “Florian de Ocampo”. Zamora. Pags: 161 – 169. 518

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