El Caso de la Necesidad de Un Senado

September 11, 2017 | Autor: C. Castillo León | Categoría: Institutional Economics
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Descripción



Acemoglu y Robinson. "Why Nations Fail? The origins of power, prosperity and poverty". 2011.
Nelson. "What enables rapid economic progress. What are the needed institutions." 2008.
Duarte, Leite et al. "Institutions, Economics and the Development Quest". Pp. 1
Ibíd. Pp. 2-3.
Ibíd. Pp. 2.
Ibíd. Pp. 3.
Ibíd. Pp. 3.
Nelson, R.R. "What enables rapid economic progress: What are the needed institutions". Pp. 3
Ibíd.
Ibíd. Pp. 4.
Sistema bicameral o bicameralidad se refiere a la práctica de tener dos cámaras legislativas. En ese sentido, un parlamento bicameral es un parlamento o congreso que posee dos cámaras: una Cámara baja, generalmente denominada Cámara de Diputados, y una Cámara alta, habitualmente llamada Senado. Fuente: http://es.wikipedia.org/wiki/Bicameralidad
González, Ana. "La Transparencia todavía es una deuda del legislativo". Periódico en línea La Hora. 16 de agosto de 2012.
Como lo evidencia la reticencia a la aprobación de la Ley Contra la Corrupción, a lo cual hace referencia otro artículo de Ana González del 6 de septiembre de 2012 del periódico en línea La Hora.
García Montero, Mercedes. "El poder legislativo: los parlamentos". Pp. 1
Ibíd. Pp. 2
Concepto de Senado. http://es.wikipedia.org/wiki/Senado
Enciclopedia Salvat. Diccionario. Tomo 11.
Ibíd.
Origen del término "senado". http://es.wikipedia.org/wiki/Senex
En la propuesta de Pro-reforma se mencionan algunas características que debieran poseer los candidatos a ser propuestos a un Senado en Guatemala. Disponible en http://www.proreforma.org.gt/
Monografía "El Congreso de la República de Guatemala". ASIES. Pp. 7. Disponible en http://www.asies.org.gt/contenido/el-congreso-republica-guatemala
Ibíd. Pp. 71.
Ibíd. Pp. 55.
Sánchez, Francisco et al. "Bicameralismo, Senados y senadores en el Cono Sur." Instituto de ciencias políticas y sociales. Pp. 18.
Wikipedia. "Bicameralidad". http://es.wikipedia.org/wiki/Bicameralidad
Sánchez, Francisco et al. "Bicameralismo, Senados y senadores en el Cono Sur." Instituto de ciencias políticas y sociales. Pp. 19. Indica el autor también que los autores de la frase "tiranía de la mayoría" o "tiranía de la cámara baja" fueron los que escribieron "The Federalist Papers".
Acemoglu y Robinson. "Why Nations Fail". Capítulo 12.
Se sabe de casos en las elecciones a alcaldes en muchos municipios del país, así como para diputados, donde a pesar de que participan candidatos con mejores cualificaciones, tanto de preparación académica y profesional como de experiencia, resultan ganadores aquellos que, sin tener las mencionadas características, solamente por utilizar discursos populistas logran obtener el favor del voto de las "mayorías".
Sánchez, Francisco et al. "Bicameralismo, Senados y senadores en el Cono Sur." Instituto de ciencias políticas y sociales. Pp. 19.
Ibíd. Pp. 20.
Liphart, Arend. "Patterns of Democracy". Pp. 205.
García Montero, Mercedes. "El poder legislativo: los parlamentos". Pp. 4.
Langley, Robert. "Why we have a House and a Senate. Driven by their differences".
http://www.prensa-latina.cu/index.php?option=com_content&task=view&idioma=1&id=759171&Itemid=1 y http://www.s21.com.gt/nacionales/2012/11/27/aprobacion-ley-desarrollo-rural-genera-conflicto
Zapata, Adrián. Disponible en http://noticias.com.gt/nacionales/20121129-ley-de-desarrollo-rural-genera-polarizacion-aun-sin-ser-aprobada.html
En el caso de la ley mencionada, se trata de un tema que tarde o temprano la sociedad guatemalteca tiene que enfrentar y solucionar a través del diálogo y la disposición a hacer concesiones pues es evidente que el cien por ciento de los deseos de las contrapartes nunca podrían cumplirse.
Moreno Jaimes, Saloie. "Comentarios y conclusiones sobre el libro Bicameralismo de George Tsebelis y Jeannette Money". Pp. 262.
http://www.lahora.com.gt/index.php/nacional/guatemala/actualidad/169527-actualizacion-snu-manifiesta-apoyo-a-ley-de-desarrollo-rural-
Russell, Meg y Meghan Benton. "Reassessing Parliamentary Policy Impact: the case of the Australian senate". Cita de George Tsebelis es del año 2002.
Ibíd.
Ibíd. Cita de Russell del año 2010.
Ibíd. Cita de Tsebelis y Money del año 1997.
Ibíd. Cita de Uhr del año 1999.
Esto es bien conocido puesto que la televisión de señal abierta en Guatemala, por ejemplo, está monopolizada por una empresa mexicana cuyo dueño es Ángel González, quien ha ejercido influencia en la política a través del financiamiento de partidos políticos del país.
Artículo "ONU critica reforma de ley de telecomunicaciones en Guatemala". Disponible en http://www.estrategiaynegocios.net/2012/11/26/onu-critica-reforma-de-ley-de-telecomunicaciones-en-guatemala/
López, Enma. 2011. http://enmalopez.blogspot.com/2011/02/la-importancia-del-senado.html
Griffin, John D. "Senate Apportionment as a Source of Political Inequality". Pp. 406.
Consta el caso de personajes de la vida política del país que han sido electos para representar a departamentos de los cuales no son originarios y que tampoco residen o han residido en el mismo. Uno de ellos es el del señor Jaime Martínez Loaiza que representó en el Congreso a Huehuetenango en un período reciente.
Ver noticia asociada al Sr. Martínez en http://www.elperiodico.com.gt/es/20090406/investigacion/97234
Klein, Ezra. "Making the Sausage". The Economist.
Feinman, Robert D. "The Small State Senate Bias".
Ibíd.
Moreno Jaimes, Saloie. "Comentarios y conclusiones sobre el libro Bicameralismo de George Tsebelis y Jeannette Money". Pp. 262.
Liphart, Arend. 1999. "Patterns of Democracy. Government forms and performance in thirty six countries." Pp. 206.
Ibíd. Pp. 207.
Druckman, James y Michael Thies. "The Importance of Concurrence. The impact of bicameralism on government formation and duration". Pp. 767.
Sánchez, Francisco et al. "Bicameralismo, Senados y senadores en el Cono Sur." Instituto de ciencias políticas y sociales. Pp. 21.
http://es.wikipedia.org/wiki/Senado
Ibíd.
Ibíd.
Liphart, Arend. 1999. "Patterns of Democracy. Government forms and performance in thirty six countries." Pp. 207.
Llanos, Mariana. "El bicameralismo en América Latina". Instituto de Investigaciones Jurídicas. Universidad Nacional Autónoma de México. Pp. 352
Ibíd.
Las Regiones de Guatemala. http://www.buenastareas.com/ensayos/8-Regiones-De-Guatemala-Departamentos-y/1648630.html
Sánchez, Francisco et al. "Bicameralismo, Senados y senadores en el Cono Sur." Instituto de ciencias políticas y sociales. Pp. 21.
Llanos, Mariana. "El bicameralismo en América Latina". Instituto de Investigaciones Jurídicas. Universidad Nacional Autónoma de México.
Propuesta Pro-Reforma. Sección: "Construyendo un estado de derecho. Integración del congreso en dos cámaras". Disponible en http://www.proreforma.org.gt/
Ibíd.
Ibíd.
Ibíd.


La instauración de un Senado: la vía para volver más eficiente la actividad legislativa en Guatemala.
1

Universidad Francisco Marroquín








La instauración de un Senado: la vía para volver más eficiente la actividad legislativa en Guatemala.







Carlos R. Castillo León
Carnet: 20120509
Curso: Economía Institucional. MAPEI. Prof. Dr. Andrés Marroquín
Guatemala, 8 de diciembre de 2012.


Introducción
Las instituciones en un país tienen un papel tan importante que pueden llegar a hacer la diferencia en cuanto a su desarrollo como nación en términos sociales, económicos, culturales, etc., tal como lo mencionan Acemoglu y Robinson en su libro "Por qué fracasan las naciones". Y, en efecto, agregan los autores, las instituciones políticas y económicas delimitan la respuesta de la innovación tecnológica, la creación de nuevos patrones de interacción que prevalecen entre instituciones existentes y las coyunturas críticas que conducen a la divergencia en las instituciones y los resultados económicos, tanto en el corto como en el largo plazo.
Sin embargo, el concepto de institución ha sido utilizado de diferentes formas, en ocasiones para referirse a maneras de hacer las cosas, a costumbres, a reglas, a valores y a principios; y en otras, para referirse a organizaciones tangibles y concretas que tienen determinadas funciones que la sociedad les delega. A estas últimas se les ha referido en conjunto como parte del "engranaje" social o "tecnologías sociales", como las llama Nelson y que, en función de cómo trabajan, interactúan y se desempeñan, pueden contribuir a la dinámica del desarrollo económico de una nación.
El Parlamento, a mi parecer, es precisamente una de esas "tecnologías sociales" en un país y que funge como cámara de representación de los pueblos y de sus intereses y problemas y que, en Guatemala es de tipo Unicameral (conformado por el Congreso de los Diputados). Sin embargo, considero que su desempeño pudiera mejorar en términos cualitativos y de eficiencia, con la instauración de uno de tipo Bicameral que incluya la instauración de un Senado, Cámara Alta o Segunda Cámara, como también se le llama, y que sirva para balancear los intereses, muchas veces sobrerrepresentados en la Cámara de Diputados y que ocasionan, directa o indirectamente que el país no se desarrolle plenamente a nivel social, político y económico.
Es de esperar que con más "chequeos y balances", además de la inclusión en el Parlamento de una representación que balancee los intereses de todos los ciudadanos, sin importar su tamaño poblacional, podría generarse una actividad legislativa más eficiente, transparente y de mejor calidad, lo cual puede redundar en el establecimiento y consolidación de un estado de derecho que contribuya a su vez a la consolidación de las instituciones democráticas y más inclusivas, estableciendo una plataforma sólida de principios, legislación y leyes que fomenten el desarrollo social y económico del país.

Resumen
En este ensayo se estará haciendo una ponderación acerca de la relevancia que pudiera tener la instauración de un sistema bicameral en el parlamento del país, específicamente la creación de un Senado. Se presentarán primero algunas definiciones incluyendo el importante y amplio concepto de institución como se ha entendido por diferentes autores. Seguidamente, se analizará lo que se implica por el término parlamento y su caracterización de manera general, así como también lo que se conoce como un senado, dentro del contexto de un sistema bicameral como lo han reconocido varios autores.
Después se presentarán ideas y argumentos a favor del sistema bicameral, incluyendo algunos análisis de casos de países donde existe y funciona el bicameralismo eficientemente, haciendo un particular énfasis en las razones que según varios autores respaldan esa aseveración de eficiencia. De forma simultánea, se irán incluyendo argumentos que pudieran fundamentar y solidificar una propuesta de instauración de una Cámara Alta como el Senado en Guatemala, tomando en cuenta algunas propuestas que han llevado consigo esta modificación del parlamento, tal como "Pro-reforma", así como también realidades e ineficiencias en el actual modelo unicameral que hacen necesaria la instauración de más "chequeos-y-balances" para que la democracia funcione mejor y que a su vez sirva eficazmente como una plataforma que permita el establecimiento de un sólido estado de derecho que permita un desarrollo económico más robusto y consistente.
Se incluirán también, aunque de forma breve, algunas críticas que ha recibido el sistema Bicameral.
Al final se incluirán también algunas conclusiones.

Ensayo
Las instituciones han llegado a ser consideradas como la causa principal para explicar por qué se observan diferentes resultados económicos en diferentes países. Algunos autores han señalado que las diferencias en la tecnología, el capital físico o capital humano pueden ser las causas más probables de las mencionadas diferencias en desarrollo. Sin embargo, como agregan Duarte, Silva y Afonso en su estudio sobre el reto del desarrollo como consecuencia de las instituciones, existen causas que van más allá de las mencionadas y que pueden permitir el crecimiento y el desarrollo, refiriéndose en particular a las que atañen al plano institucional.
Efectivamente, las instituciones han sido estudiadas durante mucho tiempo como los principales determinantes de los comportamientos individuales que pueden contribuir al desempeño de la economía y por ende al desarrollo de las naciones. Las instituciones apoyan la gestión de los agentes y definen cómo pueden comportarse y lo que se puede esperar de la conducta de los demás. En otras palabras, las instituciones ofrecen los lineamientos para interactuar en el entorno de la sociedad.
Más importante aún, el tipo de instituciones existentes y la forma en que se organizan y estructuran las mismas son esenciales para explicar distintos resultados económicos. Y, precisamente, a partir de esta comprensión general de la importancia de las instituciones se puede entender el desarrollo y el crecimiento de las economías.
Entre las instituciones y las diferentes formas en que se han interpretado y cómo se manifiestan en la sociedad, se incluyen, en un principio, aquellas que se refieren a los valores, costumbres, patrones de comportamiento, normas internas y tradiciones que los actores en una sociedad forman de manera espontánea y que regula su comportamiento, según Veblen. Otros autores, como Commons se refieren a las reglas que ayudan a gobernar el comportamiento de los agentes, afirmando que las instituciones tienen un origen legal. Además, hay aún otros autores que se refieren a instituciones "físicas", "concretas", que representan determinadas organizaciones o entidades públicas así como acciones de un estado, tales como el banco central de un país, la Universidad de San Carlos de Guatemala, el sistema de Investigaciones Agrícolas, etc.; y es precisamente una de estas "instituciones" que considero hace falta en Guatemala para que el sistema político funcione más eficazmente, redundando en condiciones más favorables y certeras para el desarrollo económico. Se trata de un cambio institucional, como lo refiere Nelson, R.R. en su artículo sobre las instituciones necesitadas para permitir un progreso económico rápido. Específicamente se necesita de una institución contenida en las "tecnologías sociales," que permita una mejor división del trabajo y coordinación a nivel legislativo, efectivamente una institución adicional de la estructura de gobierno del país. Una institución que sirva de contrapeso al trabajo de la cámara de diputados de la república y que redunde en más eficiencia, transparencia y representatividad. Así mismo, una institución en la que se refleje más prudencia en las opiniones y dictámenes, que permita y fomente el establecimiento de una dinámica parlamentaria que sirva de plataforma social, legal y política más favorable para el desarrollo económico y social del país y donde se puedan deliberar y ponderar mejor las políticas que más convienen a la nación, previniendo caer en opiniones extremas que polaricen a distintas facciones políticas y sociales.
Nelson también indica que el crecimiento económico, tal como se ha experimentado, claramente ha visto desaparecer viejas instituciones, de forma abrupta a veces, y otras, paulatinamente, y siendo reemplazadas por nuevas instituciones; por lo que considero que un cambio institucional como la creación del Senado en Guatemala pudiera servir como una herramienta que impulse una nueva forma más equilibrada de ejercer el poder legislativo, menos politizada, con mejores controles y más calidad en su composición y desempeño.
Lo anterior me ha motivado a hacer un análisis sobre la institución del Senado o, como también se le refiere, de la "Cámara Alta" o "Segunda Cámara" de un congreso o parlamento, una de las instituciones que conforma a los sistemas parlamentarios bicamerales; partiendo de la percepción que prevalece entre muchos ciudadanos que el actual sistema unicameral que existe en Guatemala padece de muchas deficiencias, incluyendo falta de representatividad, corrupción y falta de transparencia, así como falta de voluntad política para resolver los problemas del país, tráfico de influencias y falta de capacidad. Y, que observando la experiencia positiva de otros países donde existe un Senado, pueda ser la instauración de un sistema bicameral una acción que haga que el sistema parlamentario funcione mejor en el país, incrementando la garantía de que los intereses y voluntad de los diferentes sectores que conforman a la ciudadanía guatemalteca sean efectiva y equitativamente representados.
Primero, sin embargo, es necesario considerar algunas definiciones que servirán para la discusión que sigue, comenzando por el término "Parlamento", bajo cuya figura suele considerarse al Senado junto a la Cámara de Diputados (a la que suele llamarse "Cámara Baja"). Mercedes García Montero define parlamento como "un órgano de poder político, donde se ejerce la representación popular. Es uno de los poderes u órganos del Estado cuyo principal elemento es su naturaleza representativa. Esta se expresa a través de su composición de modo que debe dar cabida a las diversas opciones del electorado y canalizar en su actuación pública el ejercicio de tal representación".
Al parlamento suelen delegársele las funciones de representación, legislación, control del Ejecutivo y legitimación; donde las primeras dos son de naturaleza más simbólica y las últimas conllevan un componente más realista y cercano a la dinámica política de las naciones. Sin embargo, en el caso de Guatemala, la función de legislación es una importante delegada al congreso y que comparte con el poder ejecutivo.

Definición y naturaleza del Senado
El vocablo "Senado", según la enciclopedia en-línea Wikipedia "se denomina así a la cámara alta del cuerpo legislativo (Congreso, Asamblea Nacional o Parlamento) de algunos países. [Y agrega que] existe habitualmente en países con una forma de estado federal [aunque los hay en otros países que no tienen esta división política de sus territorios]. En estos países la cámara alta representa a las divisiones territoriales (Estados, Cantones o Provincias) del mismo," definición que subraya la importancia de que los territorios que conforman un país sean representados de forma equitativa, independientemente de su población.
Otra definición que enlaza al término con sus orígenes históricos, indica que el término se deriva del latín "senatus" y que se refiere a
"la asamblea de patricios que formaba el Consejo supremo de la antigua Roma y que asesoraba al rey. El término también se aplicó por analogía a ciertas asambleas políticas de otros Estados. [En el presente] se refiere a la Cámara Alta del Parlamento, cuerpo colegislador constituido con carácter de moderador del dinamismo o de la radicalidad de la Cámara Baja, integrado por títulos nobiliarios, eclesiásticos, etc."
Entonces, tal como se indica en el párrafo anterior, el sistema político romano fue el primero en utilizar un Senado y sirvió como un modelo constitucional para servir como una cámara conformada por un grupo de personas que, por su situación de experiencia de vida, ancianidad, experiencia en los círculos políticos, etc., eran nombrados con el objetivo de ejercer revisión sobre las acciones realizadas por las otras instituciones de gobierno de la república. En el presente, aunque en el fondo se trata de la misma clase de institución, a éste ente legislativo se le refiere de diferentes formas, incluyendo el "Consejo de la República" en Francia, la "Cámara de los Lores" en Gran Bretaña, la "Cámara de los Consejeros" en Marruecos, el "Consejo Federal" en Austria, etc.
Es interesante que el término "senador", para referirse a alguien que es miembro de un Senado, se deriva del latín "senex" que hace referencia al "hombre viejo", con la connotación de "viejo sabio" o "anciano sabio", lo cual deja entrever el fondo, naturaleza y razón de ser tanto de la cámara senatorial en el parlamento de una nación, como de sus miembros, los cuales, se asume, proveerán de su consejo, experiencia, sabiduría acumulada, conocimiento, buen juicio y visión a largo plazo para atenuar y guiar las acciones de la cámara baja, y por consiguiente, de la población que representa. Por lo tanto, un Senado idealmente se constituye como un ente de asesoría, de "prudencia" y de consulta para una sociedad, partiendo de la asunción de que está conformado por personas que tienen las características necesarias para proporcionarlas y que cumplen a su vez con criterios bajo los cuales han de ser electos o propuestos (tema que se abordará más adelante). Creo que es importante acotar que ciertamente en Guatemala se cuenta con personas con estas características, pero que, sin embargo, el actual sistema legislativo y su diluida reputación desincentiva su involucramiento en el qué hacer político del país.
Por lo tanto, el Senado es una institución del estado que puede servir para contrarrestar el ímpetu y el deseo de hacer las cosas precipitadamente, la inexperiencia, el servilismo hacia otros miembros de la cámara de diputados, el desmesurado sesgo ideológico y las ambiciones exageradas que suelen caracterizar a los miembros de la cámara baja de un parlamento, en particular de aquellos que son novatos en la misma. Así mismo, puede ayudar a contrabalancear el énfasis en el corto plazo, que por la misma dinámica política y electoral, tiende a caracterizar a los períodos gubernamentales del ejecutivo y de la cámara baja.
Y no es difícil observar que ese conjunto de características describe de manera bastante atinada a la cámara de diputados en Guatemala, que es vista como una entidad con mucha ineficiencia en su funcionamiento, con su representatividad puesta en duda, donde los legisladores representan más sus propios intereses o los de sus partidos más que los de sus votantes. De hecho, el estudio de ASIES también indica que "El origen de esta situación es atribuible a la orientación de corte partidario que priva en el Organismo Legislativo, ya que los diputados están, generalmente, sujetos a las exigencias políticas de sus partidos, que ya tienen determinados compromisos."
Otro aspecto importante que vale la pena mencionar es que el mismo congreso en Guatemala tiene la potestad de incidir en su conformación al poder legislar la forma en que se eligen sus miembros, algo que obviamente representa un conflicto de intereses para los legisladores. Por lo que considero que este aspecto, entre otros, pudiera ser una competencia de la otra cámara propuesta para cerciorar una mejor representatividad y menor sesgo en el establecimiento de los lineamientos a seguir para su conformación.

Funciones del Senado
Ahora bien, con respecto a las funciones que tradicionalmente se asocian con el Senado, de acuerdo a la teoría política, indican Francisco Sánchez et al, que
"la estructura bicameral ha sido frecuentemente utilizada para acomodar los intereses de distintas "constituencies" o simplemente intereses que tendían a divergir unos de otros a fin de promover, de este modo, una legislación basada en un mayor consenso político y social. Así, la mayoría de las Cámaras altas representan y han representado en el pasado algún interés distinto al poblacional (aunque sus legisladores pueden ser elegidos de modo directo) que puede estar vinculado con intereses de clase, de minorías o de tipo territorial."
Aún así, en algunas naciones como los Estados Unidos de América
"los fundadores desecharon cualquier noción de representación separada para una aristocracia social [para ser consistentes con sus principios y aspiraciones democráticas], pero aceptaron la creación de una bicameralidad donde en la cámara alta cada estado se encuentra igualmente representado y en la cámara baja, la representación de cada estado es proporcional a la población. En adelante, los estados federales han optado por la bicameralidad sobre todo cuando se necesita, en función de las diferencias regionales, que cada parte del país se encuentre suficientemente representada."
Otra función importante y muy relevante a mi parecer para el caso de Guatemala y que es identificada por el mismo autor es "su contribución a la preservación de la libertad y los derechos individuales al duplicar los controles del Poder Legislativo sobre los actos del gobierno y al ofrecer contrapesos frente al peligro de la «tiranía de la mayoría» o de la «tiranía de la Cámara baja»." Considero que esta función es de particular importancia para el caso de nuestro país debido a que las mayorías en Guatemala, como bien se admite ampliamente, adolecen de ciertos niveles educativos que muchas veces, contrario a su buena voluntad y, como dejan entrever los autores Acemoglu y Robinson, resultado de políticas y un sistema económico de naturaleza extractivos, oscurecen su visión y horizonte, lo cual no les permite hacer elecciones convenientes o les motiva a decantarse por propuestas políticas de corte populista y cortoplacista que en el fondo resultan no solo dañinas para el país en general sino también para ellos mismos, contribuyendo, tal vez sin quererlo, a perpetuar el ciclo vicioso del subdesarrollo. De hecho, suele darse con frecuencia el fenómeno donde una "mayoría no calificada" elige, por el simple hecho de ser mayoría, a personas que no son idóneas para los cargos públicos. En este sentido, el Senado podría funcionar como una salvaguardia para un sesgo y riesgo que la democracia ocasiona en países con características poblacionales como el nuestro y, además, contribuir de alguna forma a ir zanjando la implementación de políticas extractivas.
Finalmente, agregan Sánchez et al, que la instauración de la Cámara Alta
"crea, por un lado, un sistema de corrección de errores o de control de calidad, basado principalmente en la evaluación reiterada de la legislación por parte de dos cuerpos legislativos distintos; y, por otra parte, al volver más complejo el proceso de aprobación de nuevas leyes, el bicameralismo otorga estabilidad a la producción legislativa. En efecto, el bicameralismo fue pensado para librar a la producción legislativa de la inestabilidad que producen los cambios de personal, de preferencias y lo que se conoce como «el ciclo de la votación», que suele producirse en legislaturas unicamerales con un sistema de votación de mayoría donde pueden llegar a formarse distintas mayorías con preferencias alternativas que tienen iguales posibilidades de derrotar el statu quo, conduciendo a resultados legislativos cíclicos e inestables"
Característica que, nuevamente, se hace notar en el sistema legislativo guatemalteco, donde a su vez, perpetúa la falta de políticas de largo plazo que el país necesita y que trasciendan los períodos de gobierno. Efectivamente, este riesgo se puede reducir considerablemente con la instauración de una Cámara Alta que sirva para prestar acuerdo en la sanción de la legislación, particularmente si esta Cámara no tiene preferencias políticas iguales a las de la otra, lo cual suele suceder si los miembros del Senado tienden a permanecer por períodos más extensos en sus cargos y su renovación se hace de forma escalonada, como por ejemplo, los casos de las cámaras senatoriales japonesa y australiana donde la Cámara Alta se renueva cada tres años; mientras que, por otro lado, un tercio de la cámara alta estadounidense se renueva cada dos años.
Por otra parte, Mercedes García Montero, citando a Cotta, Mauricio, indica también que
"la división del poder legislativo en dos cámaras ha recibido al menos cuatro justificaciones por parte de la teoría institucional clásica: la representación de intereses distintos de los de la primera cámara, la contribución al sistema de pesos y contrapesos, el mejoramiento de la calidad de la producción legislativa y los resultados alcanzados. [En contraposición,] los argumentos más comunes de los defensores del unicameralismo incluyen el trámite legislativo en una sola cámara que gana rapidez y agilidad y el mantenimiento de una sola cámara resultaría menos costoso económicamente"
Donde claramente, una mejor calidad legislativa contribuirá al fortalecimiento del estado de derecho. Aún así, el último argumento resulta poco importante si se consideran los grandes beneficios que puede generar una Cámara alta en términos de eficiencia y calidad legislativa.
Otro investigador señala la importancia de la existencia de un Senado indicando que, tal como en el caso de los Estados Unidos
"los fundadores dejaron indicado que los miembros de la Cámara de diputados fueran electos y representados por grupos limitados de ciudadanos que viven en distritos geográficos definidos dentro de cada estado, con el objetivo de que sus miembros representaran lo más cercanamente a la voluntad del pueblo. Mientras que, por el otro lado, los senadores fueran electos [indirectamente en un principio] y representaran a todos los votantes de un estado. Por esto mismo, cuando la Cámara de diputados considera una iniciativa de ley, los miembros a nivel individual tienden a basar sus votos primordialmente en función de cómo la iniciativa de ley pueda impactar a los ciudadanos de sus distritos locales, mientras que los senadores tienden a considerar la iniciativa de ley en función de cómo impactaría a la nación en su totalidad. Funcionando el bicameralismo tal como fue concebido por los fundadores de la nación americana"
E impactando de manera positiva la dinámica legislativa en ese país para no solo atender los problemas de la ciudadanía en el presente sino también el impacto de las soluciones y problemas en el largo plazo, para las futuras generaciones y para todos los habitantes del país.
Las funciones referidas ayudan a identificar acciones donde efectivamente un Senado pudiera servir para mejorar la actividad legislativa de Guatemala. Un ejemplo actual pudiera ser el debate sobre la Ley de Desarrollo Rural que está acaeciendo tanto fuera como dentro de la cámara de diputados y donde evidentemente han salido a relucir posiciones y puntos de vista encontrados sobre lo que conviene a la nación entre dos sectores radical y tradicionalmente opuestos y que terminan ocasionando conflicto social y polarización en el país, además del resurgimiento de sentimientos y visiones ideológicas. Creo que la existencia de un Senado conformado con determinados criterios como los mencionados más arriba al describir el origen del término –entre ellos el hecho de que serían personas maduras, honorables, además de apolíticas y con visión a largo plazo-, pudiera servir para conciliar los puntos de vista de ambos sectores, retirando del entorno de presión política e ideológica así como de parte de la opinión pública, la discusión del tema y llevándolo a un mayor nivel, donde además se pudieran discutir mejor los puntos de conflicto de la ley y arribar a decisiones consensuadas que consideren el mayor beneficio para todos los sectores en el largo plazo.
Precisamente ese importante papel que el Senado jugaría en un tema como el de la ley de Desarrollo Rural, ha sido identificado por autores como Tsebelis y Money, quienes citados por la Saloie Moreno Jaimes indican que
"Los arreglos bicamerales constituyen mecanismos muy adecuados para procesar aquellos conflictos que representan un clivaje no resuelto en las sociedades, puesto que sitúan la discusión bicameral en la dimensión política o redistributiva entre los dos órganos involucrados, reduciendo la importancia de otros factores. Si las dos cámaras de alguna forma representan electorados distintos y existe un clivaje que merezca la atención de una sociedad, el bicameralismo resulta muy efectivo para ubicar el debate en esa dimensión específica"
Permitiendo que temas espinosos, que generan mucho debate, controversia y discusión, pero que es imperativo e impostergable abordar con madurez, por el bienestar de la nación, sean debidamente analizados y discutidos.
Aún más, en cuanto a la reputación que como estado Guatemala tiene ante la comunidad mundial, se pudiera evitar que organismos internacionales como la Organización de las Naciones Unidas opinen y generen alguna clase de presión en las discusiones propias del país, sugiriendo una o determinada acción; ya que precisamente el Senado de la nación pudiera ser el ente encargado para hacer las deliberaciones debidas que llevaran a recomendaciones en función de los intereses de todos los ciudadanos representados en la mencionada cámara, sopesados en función del bien común y el respeto a las instituciones y valores que prevalecen en el país, constituyéndose así también en un escalón más en el camino a un estado de derecho más pleno (en contraposición a uno que lleve a la nación a ser considerado un estado fallido porque sus instituciones no funcionan).
Aunque los beneficios de contar con un Senado a veces pueden ser no muy evidentes, un estudio reciente reconsidera el impacto de la política parlamentaria, específicamente el caso del senado australiano, e ilustra varias ventajas y beneficios de contar con una "Cámara Alta" en el parlamento. Meg Russell y Meghan Benton de University College London, encontraron de forma general que el elemento más importante de la influencia del Senado es su "poder sutil", el cual ejerce a través de la negociación, lo cual a su vez ilustra la influencia que tiene de una forma más amplia.
Por otro lado, las mismas autoras encontraron una manera menos confrontativa para ejercer influencia por parte del Senado, la cual se traduce
"en la persuasión que realiza al gobierno para aceptar reformas a las iniciativas de ley, y así evitar imponerles el veto, o lograr que el gobierno presente reformas con compromisos asumidos para reunir los requerimientos de los miembros de la cámara. Por lo que si el gobierno enfrenta un potencial veto en la Cámara Alta, puede ser forzado a aceptar reformas que no le sean de su particular interés, [el cual suele ser más de corto plazo y asociado a intereses partidistas], con tal de evitar que su propuesta sea vetada. [Este proceso de persuasión, en sí mismo termina siendo un "chequeo-y-balance" en las políticas del gobierno] al tener que anticipar potenciales reacciones de los miembros de la Cámara Alta antes de impulsar sus propuestas de ley."
Además, por la existencia de un Senado, coinciden las autoras con García Montero, se observan acciones que fortalecen y mejoran la calidad de la actividad legislativa y evidencian su importancia, pues las autoras agregan
"que más reuniones de consulta se llevan a cabo en las primeras etapas de las propuestas de ley entre ministros y miembros de la Cámara Alta, lo cual quizás constituye uno de los indicios más importantes de la influencia del Senado, aunque no sea muy visible. E indican, citando a Russell, que como se ha enfatizado en defensa del parlamento [bicameral], la institución [el Senado], crea un marco de trabajo esencial de poder que establece límites a las negociaciones políticas entre otros actores. Por lo que es racional que el gobierno tome en cuenta las preocupaciones del Senado en etapas tempranas de las propuestas de ley para evitar ser sujetas a veto. Y que además, la manera más visible para que esto ocurra es a través de negociaciones sobre los detalles de las propuestas de ley en el piso del Senado entre fuerzas del gobierno y otros sectores que no están en el gobierno, en lugar de darse a través de confrontaciones con la Cámara Baja. [Por lo que] El nivel de negociación que ocurre entre el gobierno y sectores fuera del gobierno en el Senado demuestra que el bicameralismo en Australia está muy lejos de ser un juego de suma cero."
Finalmente, Russell y Benton, enfatizando el papel sutil e importante que juega la Cámara Alta en Australia, indican
"que la posibilidad que tiene el Senado de vetar totalmente las propuestas de ley del gobierno crea un marco de trabajo dentro del cual otras negociaciones ocurren, pues la amenaza de que el Senado se vea en la obligación de ejercer su poder de veto le otorga un potencial transformador [acá citan a Uhr]. Efectivamente, el Senado no tiene que vetar las propuestas del gobierno para ejercer su poder, es suficiente el hecho de que el gobierno sepa cuáles riesgos existen si no cede a las expectativas de la cámara [en otras palabras, genera una acción preventiva de parte del productor de leyes]. Lo que termina sucediendo es que una iniciativa de ley que tiene características que la hacen inaceptable para el Senado tendrá pocas posibilidades de ser presentada en un primer término."
El estudio realizado por las mencionadas autoras evidencia beneficios cualitativos que un Senado puede proporcionar a las actividades legislativas en un país, beneficios que ciertamente pudieran proporcionarle a Guatemala un mejor desempeño legislativo al librarla de iniciativas de ley que en más de una ocasión conllevan perjuicio para bastantes sectores de la población. Por ejemplo, la ley de Telecomunicaciones que recientemente fue aprobada y que ha sido sujeta de mucha crítica puesto que precisamente no fue deliberada lo suficientemente en la cámara de diputados, además de haber sido aprobada en sesión a puerta cerrada de forma expedita y haber continuado dándole privilegios a determinadas personas y empresas en este rubro, lo cual ha generado muchas sospechas y suspicacias en la población en general e incluso en la Organización de las Naciones Unidas. Con la existencia de un Senado, entonces, pudiera evitarse esa clase de aprobación de leyes cuestionables sin su respectiva deliberación y análisis cualitativo, lo cual redundaría en un estado de derecho más pleno y robusto, el cual a su vez fomentaría más confianza de los distintos sectores del país, incluyendo el productivo, económico, social, industrial, etc.
Por otra parte, un comentario recientemente publicado por una analista política acerca del Senado español, ilustra la importancia de que exista otra cámara que otorgue contrapeso al qué hacer de la cámara de diputados, a pesar que el Senado español ha sido sujeto a mucha crítica. Aún así, hay ciertos beneficios que bien pueden extrapolarse a la instauración de un Senado en el país y que pudieran beneficiar al proceso legislativo guatemalteco. La analista escribe
"que el Senado es una cámara de segunda lectura, aspecto que nos hace tener una democracia mejor [contrario a lo que sucede en Guatemala donde las segundas lecturas se realizan por la misma cámara de diputados que revisó una iniciativa de ley en una primera instancia], implicando además que características inherentes a la cámara hacen que tenga menos fuerza mediática y que sus miembros no sean sujetos a presiones de diferente índole, lo cual redunda en que sea más fácil llegar a acuerdos"
Aspectos que contribuyen para que el qué hacer legislativo de un país sea más eficaz y objetivo.

Críticas al Senado
Para efectos de presentar un ensayo balanceado, creo importante también a continuación presentar algunas de las críticas que se han vertido sobre la existencia de las Cámaras Altas en diferentes países; que conllevan aspectos que debieran tomarse en cuenta y que están basados en las experiencias de otras naciones, para la potencial instauración de un sistema bicameral en Guatemala.
En particular, contra el Senado estadounidense se ha criticado el hecho
"de que la igual representación de unidades geográficas sobre-representa a los ciudadanos concentrados en áreas ampliamente esparcidas, pero al mismo tiempo no representa lo suficiente a aquellos concentrados en áreas densamente pobladas. Y que ambos aspectos introducen un elemento discriminatorio entre los votantes al proporcionarle a algunos ciudadanos mayor peso en su voto que a otros".
Sin embargo, paradójicamente, para el caso de Guatemala quizás este "problema de representatividad", sujeto a la crítica del Senado estadounidense resultaría siendo funcional y beneficioso, además de servir para corregir un problema de representatividad que ocurre, dada las características del interior de la república, en particular de los departamentos más poblados y que suelen tener mayor representación poblacional en la Cámara de diputados y que, como ya se ha mencionado anteriormente, por limitaciones en el desarrollo social, educativo y económico de esas áreas, los ciudadanos muchas veces no saben elegir lo que más conviene a sus comunidades y su país, sino que se dejan llevar por simples ofertas populistas de corto plazo que capturan su voto. La Cámara Alta de Guatemala pudiera eficazmente servir para "contrarrestar" la elección y posterior influencia de diputados menos calificados, y muchas veces cuestionables, en la Cámara de diputados.
Otra opinión negativa acerca del Senado estadounidense se refiere al hecho que su composición es ampliamente anti-democrática y que sus reglas son agresivamente anti-mayoría además de que su cultura asume estas características como buenas.
Existen otras críticas más que a continuación se mencionan de manera sintetizada: La sobre-representación del sector conservador en el Senado estadounidense debido a que los estados más esparcidamente poblados tienen igual representación que aquellos densamente poblados; y precisamente en las áreas esparcidamente pobladas se radican muchos hacendados que tienden a ser políticamente conservadores. Además, el incremento de los costos de transacción de legislar y de que suelen surgir compromisos legislativos confusos y no basados en principios y que se tiende a opacar la responsabilidad legislativa. Finalmente, se argumenta su contribución a que la situación política no cambie, como lo puntualiza Saloie Moreno al indicar
"que el bicameralismo, en comparación con el unicameralismo, hace más difícil un cambio en el status quo. Puesto que es más complejo lograr un acuerdo entre dos órganos legislativos cuya composición y vínculo electoral pueden ser distintos, es evidente que exista la posibilidad de que surjan desacuerdos entre ellas, lo que en muchos casos significaría la continuación de la política en curso."

Necesidad de un bicameralismo fuerte
Después de presentar y analizar estos comentarios y estudios realizados acerca del Senado, es necesario abordar ahora la clase de bicameralismo que debe prevalecer para que efectivamente funcione y dé los frutos positivos que una nación espera. Por lo que, para argumentar a favor de la instauración de un Senado en Guatemala es necesario también tomar en cuenta algunos aspectos necesarios para su concepción e implementación, que conllevarían ciertos ajustes en la ley sobre el poder legislativo del país, además de que sería imperativo que el bicameralismo adoptado fuera sólido y fuerte para garantizar que los resultados legislativos sean los mejores posibles.
Según el conocido politólogo Arend Liphart, el hecho que se dé [un bicameralismo ] fuerte depende de algunos aspectos, tales como lo referente a los poderes constitucionales formales que cada cámara posee. Además, indica que la importancia política del senado no solo depende de sus poderes formales sino también del método de selección de sus miembros, ya sea a través de elección popular -lo cual le confiere legitimidad política- o que sean nombrados de forma indirecta, por ejemplo, a través de un colegio electoral o de grandes electores, o por las cámaras legislativas locales, lo cual suele restarle legitimidad democrática y de representatividad.
Liphart agrega que un fuerte bicameralismo será caracterizado, primero, por una simetría en ambas cámaras, lo cual implica que el poder constitucional de las cámaras es igual o, en todo caso, moderadamente desigual, además de contar con legitimidad democrática; y cita por ejemplos a los parlamentos de Estados Unidos, Italia y Colombia, entre otros. La simetría entonces implica los hechos de que ambas cámaras tengan igual poder y posibilidad de veto y que sus miembros sean democráticamente elegidos, por lo menos en su mayoría. Y, segundo, por su incongruencia, lo cual hace referencia al método a través del cual son elegidos los miembros de la cámara o designados de tal forma para que sobre-representen a determinadas minorías, por lo que en tal caso, ambas cámaras se diferencian en su composición y por lo cual se les llama "incongruentes", citando como ejemplo a los casos de Estados Unidos y Suiza, donde componentes pequeños de una federación están sobre-representados en el Senado, lugar donde se da igualdad de representación estatal o cantonal sin importar el número de población. De la misma manera, la incongruencia de las cámaras se refiere a qué tan similares son las cámaras en términos de composición partidaria e ideológica.
Por otra parte, como lo mencionan Sánchez Francisco et al, citando a Rogers (2001), "algunas constituciones apuntaron a acentuar las diferencias en el perfil institucional de las dos Cámaras legislativas con el objetivo de mejorar o incluso preservar la eficacia del bicameralismo en el cumplimiento de sus funciones."

Conformación de un bicameralismo fuerte en Guatemala
Es importante anotar que diferentes naciones del mundo han elegido distintas maneras para conformar y renovar a sus Senados, en función de varios aspectos como su realidad social, desarrollo económico, homogeneidad de la población, así como de su madurez política. Como primer ejemplo, el caso de Canadá donde el Senado está integrado en su totalidad por miembros nombrados o designados por el Gobernador General, según recomendación del Primer Ministro. En otros países como los Estados Unidos, los representantes en la cámara de diputados tienen un mandato de dos años y son renovados en su totalidad, mientras que los senadores tienen uno de seis años y se renuevan por tercios. Aún en otros países más como Alemania, el Senado Federal (Bundesrat) tiene un significado diferente. Por un lado sus miembros son electos o integrados por miembros de los gobiernos de los respectivos Estados (Länder) y por lo tanto actúan como delegados del gobierno del Länder respectivo, esta característica le da una particularidad especial a la Cámara Alta, al ser compuesta por miembros de los poderes ejecutivos de los estados miembros de la federación, lo cual le ha dado la calificación como uno de los Senados más fuertes del mundo, contribuyendo a la simetría y mejor funcionamiento del parlamento.
Además de seguir la recomendación de Liphart con respecto a que tendría que cerciorarse a nivel constitucional la conformación de las cámaras de diputados y la de senadores de tal forma que sean simétricas e incongruentes, como ya se ha mencionado con anterioridad, el perfil de los potenciales titulares a ocupar un escaño senatorial tendría que ser bien y cuidadosamente considerado y definido, a manera de cerciorarse de que los distintos sectores de la población sean representados y tomados en cuenta, sin importar el número de la población.
El aspecto simétrico de Poder pudiera ser contemplado y meticulosamente descrito en la reforma constitucional necesaria para la instauración de un sistema bicameral en el país, cerciorándose que se plasme la igualdad de las competencias de ambas cámaras, incluyendo la posibilidad de ejercer el veto a iniciativas de ley del ejecutivo como de la otra cámara, a manera de constituirse en un "actor constitucional" como lo llamó Tsebelis.
Ahora bien, con respecto a la incongruencia, por ejemplo, sería imprescindible que el Senado guatemalteco contara con la participación y presencia de personas con un fuerte perfil y formación académica, además de su trayectoria personal y profesional, así como también el hecho de ser reconocidas en sus comunidades de origen por su honorabilidad, sus valores y principios humanos, independientemente de su profesión (pudieran ser médicos, artistas, arquitectos, ingenieros, pedagogos, etc.). Otro caso también pudiera ser la necesaria sobrerrepresentación de personas con orígenes en áreas urbanas o semiurbanas del país, que tienen necesidades, problemas y puntos de vista que no necesariamente concurren con aquellos de las personas que residen en el área rural del país, que constituyen una mayoría y que pueden estar sobrerrepresentados en la cámara de diputados ya sea con alguien oriundo de esa área o por personajes de dudosa trayectoria que aprovechan los vacíos de personas idóneas y "toman" esas candidaturas, como el caso ya mencionado.
Además, para asegurar una buena representación junto a un proceso eficiente, que no contribuya a complicar la actividad legislativa, sugeriría, para efectos de elección y nombramiento de senadores, que el país sea dividido en regiones, partiendo de la realidad de que las mismas comparten muchas similitudes, características y necesidades en su población y que en su conjunto, ocupan partes relativamente iguales del territorio nacional; pudiéndose seguir la división en ocho regiones que ya existe y asignar cuatro senadores a cada una, con excepción de la región de Petén para la cual se sugerirían únicamente dos, por el hecho de que constituye un solo departamento, el cual, a diferencia del de Guatemala, tiene su población esparcida en un territorio mayoritariamente de naturaleza selvática. Para llegar a un total de 30 senadores, un número que, siendo menor que la Cámara Baja, favorecería la intercomunicación y evitaría pasiones repentinas y violentas que suelen suceder en las asambleas numerosas. Específicamente las regiones pudieran ser:
Región I o Metropolitana
Guatemala
Región II o Norte
Alta Verapaz y Baja Verapaz
Región III o Nororiental
Chiquimula, El Progreso, Izabal y Zacapa
Región IV o Suroriental
Jalapa, Jutiapa, Santa Rosa
Región V o Central
Chimaltenango, Sacatepéquez y Escuintla
Región VI o Suroccidental
Retalhuleu, San Marcos, Sololá, Suchitepéquez, Totonicapán y Quetzaltenango
Región VII o Noroccidental
Huehuetenango y Quiché
Región VIII o Petén
Petén

Adicionalmente, con respecto a su conformación, otro aspecto que aseguraría la incongruencia, dándole más probabilidades de promover un consenso político más amplio en la producción legislativa y que además le agregaría un grado de legitimización democrática a la institución senatorial, pudiera ser que dos de los senadores sean elegidos de forma indirecta por representantes de la sociedad civil de cada región y no por ni a través de los partidos políticos para evitar las desventajas que el sistema electoral basado en estas entidades trae consigo, tales como la demagogia y el sesgo político e ideológico; sería entonces parecido al procedimiento de nombramiento de gobernadores que actualmente ya se practica, pero sin la intervención del presidente de la república en la elección final, siguiendo un procedimiento claro, transparente y directo.
Con respecto a los otros dos senadores, que uno de ellos fuera elegido por el consejo de universidades presentes en la región y otro más fuera nombrado por el poder ejecutivo que tendría que seleccionarlo entre los gobernadores de los departamentos que conforman a la región, los cuales idealmente deberían haber sido popularmente electos (propuesta que ya ha sido presentada con anterioridad por algunos sectores).
Siguiendo la práctica de los Estados Unidos, por ejemplo, la renovación del Senado sería escalonada y parcial, la cual pudiera incluir la renovación de un tercio de su composición cada elección, cada cuatro años y una duración más larga de la gestión de los senadores de seis años, a manera de "desarrollar pericia, acumular experiencia, crear mayor independencia de opinión (con respecto al partido [o grupos de presión], porque no tienen que enfrentar reelecciones tan seguido) y proveer estabilidad."
Con respecto a las características de las personas idóneas para ocupar aspirar a puestos senatoriales se recomendaría un mínimo de edad mayor que el requerido para la cámara baja, a fin de que la cámara alta se conforme por legisladores con opiniones más formadas y que se encuentran en una situación más avanzada de sus carreras políticas, con experiencia en sus ramos profesionales y, en los casos donde aplicara también en actividad legislativa, por ejemplo, el caso de exdiputados de la cámara baja que llenaran el perfil para ser senadores.
La cámara de diputados o cámara baja, podría seguir siendo conformada y elegida de acuerdo a las leyes vigentes, dándole el énfasis a la representación en función poblacional y geográfica y, de esta manera, asegurar una composición distinta de las dos cámaras del parlamento, rasgo que "contribuye a los objetivos de promoción del consenso político, control de la calidad legislativa y estabilidad en la producción de legislación pues tienden a ser mejor atendidos cuanto más difieren las cámaras en su composición."
Considero asimismo que varias de las funciones que la propuesta de "Pro-Reforma" incluye para el Senado pudieran efectivamente ser incorporadas, incluyendo el nombramiento de magistrados del Poder Judicial, de la Corte de Constitucionalidad y del Contralor General de Cuentas, así como también ser los encargados de la ley electoral.
Haciendo referencia ahora hacia los costos que la instauración de un Senado conlleva para que funcione un sistema bicameral en el país, estos pudieran ser contrarrestados o reducidos, para comenzar, con una cámara baja con un máximo de 80 integrantes, como por ejemplo, lo cual ha sido propuesto por movimientos cívicos como Pro-Reforma. Por otra parte, los ahorros en términos de costos de oportunidad que pudieran darse por propuestas de ley más eficientes, transparentes y coherentes, que serían presentadas a sabiendas del poder de veto que el Senado podría ejecutar, ciertamente se verían reflejados en una actividad legislativa, quizás más lenta, pero más eficaz y justa. En general, esta inversión que el estado de Guatemala haría tendría mucho potencial de darle rentabilidad al país en términos de una actividad legislativa más responsable, con más calidad y más eficiente, con los consiguientes beneficios a nivel social, político y económico, tanto a corto como a largo plazo.
Por otra parte, los asesores con los que actualmente cuentan los miembros de la cámara de diputados de la república tendrían que hacer valer realmente los costos que implican para la cámara baja para que, bajo su asesoría y recomendaciones, se incremente la probabilidad de que las iniciativas de ley pasen la inspección y revisión senatorial. Por lo que tan solo la existencia de una Cámara Alta ocasionaría un trabajo más eficiente y un retorno mayor de los costos incurridos.
Así mismo, y en última instancia, el principal asesor del estado y revisor de las iniciativas de ley tanto por parte del poder ejecutivo como de la Cámara Baja, sería el Senado de la República, quien llevaría a cabo esa asesoraría de forma más institucionalizada y no politizada, lo cual redundaría en mayor objetividad y visión a largo plazo en las decisiones. Así mismo, su presencia podría contribuir a mayor estabilidad política, mejoría en la calidad del trabajo legislativo y mayor confianza para la inversión tan necesaria para el desarrollo económico.
Finalmente, es importante reconocer que ha habido propuestas previas de reformas a la constitución que han incluido, entre otras recomendaciones, la conformación de un Senado en Guatemala. Una de ellas es el ya referido movimiento Pro-Reforma, propuesta que dentro del contexto y objetivo de establecer un estado de derecho más fuerte en Guatemala propone también la creación de una Cámara Alta. La propuesta, brevemente expuesta aquí, parte de que debe haber separación entre la institución encargada de crear y velar por las leyes y aquella encargada de legislar, asignándole la primera al Senado y la segunda a la Cámara de Diputados.
Una particularidad de esta propuesta es que al Senado y la Cámara de Diputados se les asignarían distintas funciones, contrario a otros sistemas bicamerales, donde ambas cámaras comparten determinadas funciones; partiendo del supuesto que los miembros del Senado tendrían puesta su visión en la próxima generación y tendrían sus intereses enfocados en el estado de Derecho y la justicia del sistema; mientras que los de la Cámara de Diputados, tendrían su visión en la próxima elección por lo que velarían por los intereses de sus electores.
La propuesta también incluye una recomendación con respecto a la integración del Senado, explicando asimismo las razones por las cuales cada aspecto es considerado, por ejemplo, la edad mínima de 50 años, la postulación por los ciudadanos, la elección por coetáneos, etc., indicando también que "se han escogido esos criterios de elección para lograr representatividad y mayor garantía del perfil idóneo del senador."

Conclusiones:
Debido a que el actual sistema unicameral que se utiliza en Guatemala ha dado muchos indicios de ineficiencia, tanto en su conformación como en su desempeño, la creación de una Cámara Alta o Senado podría contribuir a despejar de la actual actividad legislativa con visión cortoplacista, temas de vital importancia para el desarrollo del país y que generan mucha controversia o que tienen alta probabilidad de ser politizados.
El Senado, debidamente conformado, podría efectivamente contribuir a solidificar el estado de derecho de Guatemala al constituirse como una rama legislativa conformada por individuos que, habiendo llenado el perfil recomendado antes de ser sujetos a elección, llevarían a cabo sus deliberaciones y recomendaciones, así como sus correcciones a propuestas de ley tanto de la cámara de diputados como del poder ejecutivo, siempre en función del bienestar del país a largo plazo, sin sesgos políticos ni demagógicos y velando por la prevalencia del Derecho.
Un parlamento bicameral, con la instauración de un Senado podría ser una institución de "tecnología social" que sirva como un engranaje al sistema político y legal de Guatemala a manera de facilitar, transparentar y mejorar la calidad legislativa del país, la cual redundaría en más estabilidad política y social. Contribuyendo asimismo al fomento de más confianza para la inversión y el desarrollo económico.
Por último, un Senado o Cámara Alta instaurada en Guatemala no necesariamente agregaría costos adicionales para el país, si al mismo tiempo se restringe el número de personas en la cámara de diputados y si, además, se consideran los beneficios de una actividad legislativa con mayor calidad y con mejor representatividad de todos los sectores de la población; elementos que contribuirían a generar más confianza en los distintos actores productivos del país.

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