EL CAMINO DE CHINA HACIA LA SUPREMACÍA MUNDIAL

August 21, 2017 | Autor: F. Álvarez Simán | Categoría: China, Japon
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Descripción

EL CAMINO DE CHINA HACIA LA SUPREMACÍA MUNDIAL

"Antes de iniciar la labor de cambiar el mundo, da tres vueltas por tu propia casa"
Proverbio chino

Fernando Álvarez Simán*

Numerosos espacios noticiosos especializados en economía y finanzas han dado cuenta de la concreción en el 2010 de un pronóstico que desde hace algunos años se tenía la certeza que ocurriría: China ha desplazado a Japón como la segunda potencia mundial, pero además está en camino de convertirse en la nación hegemónica global, los especialistas apuntan que este hecho puede ocurrir en el año 2025. El gobierno mismo japonés hizo el anuncio oficial este mes detallando las cifras económicas de los dos países orientales; el Producto Interno Bruto Japonés se ubicó en 5.4 billones de dólares, mientras que el PIB Chino alcanzó los 5.8 billones de dólares.

Con este anuncio quedaron atrás los años en que Japón era un ejemplo económico a seguir y su influencia se sentía sobre todo en los campos tecnológicos y automotriz con exportaciones e inversiones en Europa, Estados Unidos y muchos países en vías de desarrollo; incluso su particular modelo empresarial era visto por occidente como muy virtuoso para la armonía laboral, el aumento de la productividad y la excelencia, pero ¿qué dejo de hacer esta nación para perder esta posición de privilegio y que está haciendo muy bien China para escalar en la carrera por la supremacía política y económica?

Antes de la segunda guerra mundial Japón era ya una potencia industrial, pero su infraestructura y formas de producción eran de tipo medieval, venía así desde el siglo XIX. Después de la derrota y la total destrucción de sus centros industriales, en la Segunda Guerra Mundial los japoneses emergen como potencia económica construyendo nuevas infraestructuras productiva y a través de orientar su producción hacia la fabricación y exportación de manufacturas sobre todo las relacionadas con las áreas automotrices y electrónicas además de desarrollar una importante industria del acero. Asombró al mundo el ascenso del Japón a superpotencia mundial y la constante expansión de su economía. Fue de verdad sorprendente lo que hizo ese país, que hoy cuenta ya con 120 millones de seres, pero cuya extensión territorial es de solo 337,780 Km cuadrados es decir menos que los estados de Coahuila y Chihuahua juntos, que entre ambos suman 394,920 Km. cuadrados.
Debe además tenerse en cuenta que las islas que forman el Japón son de naturaleza volcánica, con solamente un 14% de superficie cultivable, y una carencia casi total de materias primas como el carbón, hierro, petróleo. Para el año de 1968 logran ser la segunda potencia económica mundial apoyándose poco después en el crecimiento del sector inmobiliario y financiero, de hecho a partir de la década de los 80´s el sector servicios en Japón domina ya las dos terceras partes de la producción; el motor económico lo representan los bancos, los seguros de riesgo, las actividades de bienes raíces y las telecomunicaciones.
Sin embargo, cuarenta años después del despegue del llamado "milagro japonés", el decenio de 1990 fue de crisis económica e incluso política, puesto que el país no creció durante ese período. El colapso inicia con la mayor burbuja financiera e inmobiliaria que hasta ese momento hubiera experimentado el mundo; el exceso de capital por el constante superávit comercial provocó que a finales de los 80´s los bancos y las empresas comenzaran a invertir en el sector inmobiliario logrando con ello el crecimiento de los bienes raíces, después la bonanza de este sector financió a los bancos y a las empresas y viceversa; hasta que el riesgo de sufrir un "efecto riqueza" que disparara la inflación (fenómeno que sucede cuando se gasta más, mientras más riqueza se posea) provocó la intervención del Banco Central Japonés y con ello estalló la burbuja financiera a partir de la crisis de confianza en su propio modelo económico, ahora fuertemente soportado por actividades especulativas.

En el caso japonés se aumento al tipo de interés bancario, luego el precio de las acciones descendió y por ende los precios de los bienes inmuebles cayeron; debido a que las acciones tenían como respaldo a su valor los bienes inmuebles; es por ello que el sistema financiero japonés entró en una grave crisis de la que aún hoy no se repone. Para evitar el colapso el gobierno japonés aumentó el gasto gubernamental y redujo las tasas impositivas, sin embargo ello no ha evitado del todo una constante caída de los precios, un ritmo de crecimiento más lento y sobre todo, una excesiva dependencia económica hacia diversas materias primas que por su particular geografía es imposible producir, a pesar del nivel tecnológico desarrollado.

Este es el contexto por el que Japón se rezaga respecto a China, país que hace solo treinta años participaba en el PIB mundial con solo el 3%, pero para el año 2005 era la economía número cinco del mundo desplazando a Francia, poco después supera a Inglaterra llegando al cuarto sitio, siguió Alemania en el tercer lugar y hoy desplaza a Japón del segundo. Pero para el 2010 China continuó su crecimiento a pesar de que el mundo en su conjunto no pudo hacerlo, sobre todo por los efectos de la crisis económica mundial, así mientras el mundo entero crecía a 2.5% en promedio, China lo hacía al 9%, este año las proyecciones indican que el mundo crecerá entre un 3 y 4% mientras que China lo hará al 10%.

¿Cuáles han sido las causas de este espectacular crecimiento Chino?, los expertos mencionan básicamente tres: 1) la apertura china hacia el exterior iniciada en 1979 bajo un modelo netamente comercial y capitalista a pesar de que el modelo interno es de corte socialista, 2) enormes inversiones en el desarrollo de infraestructura y equipamiento urbano y 3) una agresiva política de fomento a la migración del campo a la ciudad. De hecho cada vez más chinos se trasladan del campo a la ciudad. En el año de 1950 solo el 13% de los 582.600.000 habitantes era urbana, en la actualidad el 40% de los más de 1,330 millones (censo 2008) vive en las ciudades y se espera esta cifra llegue al 60% en las próximas dos décadas

Estos hechos expandieron la industria nacional, incrementaron las exportaciones bajo el proteccionismo gubernamental y los incentivos bastante atractivos para numerosas empresas internacionales hizo que voltearan a ver el tamaño del mercado Chino para instalar sus plantas. Estas empresas que antes maximizaban sus ganancias a través de aprovechar los estímulos fiscales y los bajos salarios, ya piensan en expandirse y adaptarse a la idiosincrasia del pueblo Chino, puesto que en pocos años la clase media de este país será la más numerosa del mundo, mas de 750 millones de personas, y seguramente tendrá un enorme poder adquisitivo.

Sin embargo el choque por el liderazgo entre dos colosos orientales tiene más implicaciones y razones que el simple crecimiento económico, para empezar Japón por su alto nivel tecnológico tiene un fuerte sector exportador, cimentado en la industria pesada, tecnológica y automotriz, su problema estructural para seguir creciendo se refiere a lo pesado de su deuda pública que en estos momentos asciende a poco más del 100% de su PIB, también a que experimenta una deflación (caída de la demanda por lo bajo de los precios de los bienes de consumo)su economía interna y sobre todo al envejecimiento de la población.

Además, Japón tiene en estos momentos 127 millones de habitantes, de los cuales el 23% son mayores de 65 años, precisamente el mismo porcentaje pero de jóvenes de entre 14 y 35 años que habitan a la vecina China, pero de una población total de 1,330 millones.

Japón atenúa la falta de este necesario bono demográfico con poseer el mayor nivel de ahorro del mundo, la innovación tecnológica patente en todos los sectores productivos, las elevadas reservas en divisas y un sector exportador que a pesar de las crisis internas sigue siendo muy dinámico. Además las declaraciones de sus gobernantes hablan de una total conciencia de lo que para el país implica perder el segundo liderazgo mundial. De hecho y de acuerdo con la idiosincrasia japonesa de ver las crisis como una oportunidad, el gobierno en sus mensajes le reitera a la población la seguridad de que se trabaja no desgarrándose las vestiduras, sino aprovechando la crisis para tener la posibilidad de cambiar el rumbo, en el sentido de reestructurar el sistema económico, profundizar las innovaciones en todos los campos de la economía e iniciar una nueva relación de amistad y cooperación con el poderoso vecino para suscribir acuerdos comerciales que continúen impulsando el crecimiento.

En suma, los japoneses saben que su desarrollo tecnológico será vital no solo para seguir creciendo, también para continuar aportándole enseñanza al mundo y que hay diversas áreas de oportunidad que necesitan explorar, están conscientes que debido al alto nivel de ahorro que poseen quizás la solución pase por invertir en otros lugares del mundo(a donde los recursos materiales y humanos son más baratos como África y América latina) y que para ello necesitará nuevos socios comerciales.

China por su parte tiene todavía un largo camino por recorrer sobre todo en continuar abatiendo los niveles de pobreza y de ingresos, en 2010 todavía 150 millones de chinos viven por debajo de los niveles de pobreza señalados por PNUD como aceptables. Si se comparan ambos países la renta per cápita china es de apenas 3,600 dólares anuales, comparados con los 37,800 de los japoneses o los 42, 240 dólares de los ciudadanos americanos. Necesitará, al ritmo de crecimiento chino actual, 30 años para alcanzar los niveles de renta de los japoneses.

Además hoy los funcionarios chinos reconocen que ya no es suficiente seguir atrayendo inversión extranjera directa para crecer, necesitan salir de compras para satisfacer sus requerimientos de energía para producir y sostener los ritmos de producción, de hecho los datos hablan de que China es el mayor comprador mundial de crudo (consume el 10% de la producción mundial) y cada vez aumentan sus compras de algodón, soya y trigo. El mundo cambia y seguirá haciéndolo los próximos años, la hegemonía americana está amenazada por el avance del gigante oriental que ni siquiera la posibilidad de sufrir inflación este año podrá detenerlo, precisamente por el tamaño de su economía y su franca expansión. Habrá que aprender del análisis japonés de la situación que no busca cerrar sus mercados para fortalecer el mercado interno mientras acopia fuerzas para competir, ellos saben que en un mundo cada vez más globalizado aportar, aprender, concertar y cooperar será tal vez la única posibilidad en el corto plazo de que su economía salga adelante.

Muchos años de innovar y de desarrollo tecnológico les abrirán las puertas para seguir vigentes en el concierto internacional de las naciones protagónicas, seguramente habrán de abrir sus fronteras a la migración extranjera, seguramente su proverbial nacionalismo e identidad tendrá que sufrir algunos cambios, pero es una buena señal para el pueblo japonés que su gobierno está consciente de ello, está en juego la viabilidad de una nación que envejece pero que tiene gran potencial. China tiene que seguir superando los rezagos, y tiene que buscar también la cooperación internacional para lograrlo; habrá que ver hasta dónde llegarán las buenas voluntades.

*Profesor-Investigador. Universidad Autónoma de Chiapas



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