El Brexit y Theresa May, nueva Primera Ministra Británica

“El precio de la grandeza es la responsabilidad” Winston Churchill El primero de octubre de este año cumplirá́ 60 años y es la segunda mujer en la historia del Reino Unido que ocupa el cargo de Primer Ministro. Se trata de Theresa May. Quien desde el 13 de julio de este año es la cabeza del gobierno del Reino de Isabel II. Como su puesto no está escrito ni descrito dentro de la constitución británica, ya que esta como tal no existe y la soberanía recae en el Parlamento; el Primero Primera Ministro generalmente es el líder del partido o la coalición que tenga más asientos en el Parlamento.Aburrida, pero competente y líder del “Partido Desagradable”“Yo sé que no soy una política vistosa; que no recorro los estudios de televisión; que no me gustan los chismes sobre la gente durante el almuerzo y que no voy a beber en los bares del Parlamento”. Con estas palabras Theresa May da la razón a sus críticos e incluso simpatizantes que la califican de ser una persona aburrida, pero extremadamente culta, competente y lúcida. Otros más incluida la prensa agregan los calificativos de “dura y astuta”.Del timido apoyo al Brexit a las negociaciones con la Unión Europea “Brexit significa Brexit” dijo contundentemente Theresa May al ganar la votación del Parlamento para despejar las dudas de no respetar la voluntad popular; esto a pesar de que hizo campaña a favor de la permanencia del Reino Unido en la Unión Europea; May canceló por lo pronto la posibilidad de un nuevo referéndum; insistiendo en la necesidad de unidad dentro de su partido para que el Partido Conservador sea capaz de crear un liderazgo fuerte y una visión positiva para el futuro del país. Incluso, su discurso político ha sido conciliador con las fuerzas laboristas y de izquierda e insistente en que Gran Bretaña necesita una economía que funcione para todos.La incertidumbre de la salida británica de la unión europea.El articulo 50 del Tratado de Lisboa impone dos años de negociaciones para negociar la salida de la Unión Europea de un miembro. El plazo se puede extender, pero hasta el momento no hay condiciones para que la Unión Europea le conceda a Gran Bretaña esa prerrogativa. Es decir, el tiempo corre en contra de Gran Bretaña que ante la premura del tiempo, puede ceder comercial y migratoriamente contra el resto de la Unión Europea. Lo peor para la Gran Bretaña es que ante la incapacidad de ampliar el plazo, la Unión Europea puede decretar la salida automática del Reino de la unión, con todo lo que implique la falta de acuerdos políticos, comerciales e incluso de seguridad nacional.