EL BERENGUILLO (T.M. PEDRO MUÑOZ, CIUDAD REAL). NUEVOS DATOS PARA EL ESTUDIO DE LA PREHISTORIA RECIENTE EN CASTILLA LA MANCHA, en Memorias de Arqueología AUDEMA. Serie Prehistoria Reciente. Madrid, 2017

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Descripción

BERENGUILLO (T.M. PEDRO MUÑOZ, CIUDAD REAL) NUEVOS DATOS PARA EL ESTUDIO DE LA PREHISTORIA RECIENTE EN CASTILLA - LA MANCHA Jorge Morín de Pablos Germán López López (Eds. científicos)

MArq Audema Serie Prehistoria Reciente

BERENGUILLO (T.M. PEDRO MUÑOZ, CIUDAD REAL) Nuevos datos para el estudio de la Prehistoria Reciente en Castilla - La Mancha

MArq Audema 2017 Serie Prehistoria Reciente

Este volumen de Memorias Arqueológicas AUDEMA ha sido publicado por:

MArq SER © de la edición: Área Científica y de Divulgación. Departamento de Arqueología, Paleontología y Recursos Culturales AUDITORES DE ENERGÍA Y MEDIO AMBIENTE, S.A. © de los textos: los autores © de las fotografías y de los dibujos: Departamento de Arqueología, Paleontología y Recursos Culturales AUDITORES DE ENERGÍA Y MEDIO AMBIENTE, S.A. ISBN: 978-84-16450-26-8 Depósito Legal: M-12336-2017 Dirección de la Serie: Jorge Morín de Pablos Diseño y Maquetación: Esperanza de Coig-O’Donnell Diseño Gráfico de la Portada: Esperanza de Coig-O’Donnell Impreso en España - Printed in Spain Ninguna parte de este libro puede ser reproducida o transmitida en cualquier forma o por cualquier medio, electrónico o mecánico, incluido fotocopias, grabación o por cualquier sistema de almacenamiento de información sin el previo permiso escrito de los autores

BERENGUILLO (T.M. PEDRO MUÑOZ, CIUDAD REAL) Nuevos datos para el estudio de la Prehistoria Reciente en Castilla-La Mancha

Jorge Morín de Pablos Germán López López

MArq Audema 2017 Serie Prehistoria Reciente

TIPO DE OBRA RAMAL 3-1 A SOCUÉLLAMOS DE LA ZONA NORORIENTAL DE LA LLANURA MANCHEGA

LOCALIZACIÓN .K. 8+590 - P.K. 8+957 DEL RAMAL 3-1 PEDRO MUÑOZ PROVINCIA DE CIUDAD REAL

CONSTRUCTORA

AVDA. PRÍNCIPE FELIPE Nº 61 16660-LAS PEDROÑERAS (CUENCA) TFNO. 967 50 54 77 FAX. 967 50 54 78 JEFE DE OBRA: RAMÓN SÁNCHEZ MOLINA

CONSULTORÍA ARQUEOLÓGICA

DEPARTAMENTO DE ARQUEOLOGÍA, PALEONTOLOGÍA Y RECURSOS CULTURALES AUDITORES DE ENERGÍA Y MEDIO AMBIENTE, S.A. AVENIDA ALFONSO XIII, 72 28016 MADRID TFNO. 91 510 25 55; FAX. 91 415 09 08 E-MAIL: [email protected]

INTERVENCIÓN ARQUEOLÓGICA Excavación arqueológica en área del yacimiento Arroyo del Cuadrejón

EQUIPO TÉCNICO DIRECCIÓN ARQUEOLÓGICA: Jorge Morín de Pablos GEÓLOGO ASESOR: Fernando Tapias Gómez ESTUDIO HISTÓRICO: Germán López López ESTUDIO DE MATERIALES: Germán López López

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La intervención arqueológica llevada a cabo en el yacimiento del Berenguillo en el Término Municipal de Pedro Muñoz (Ciudad Real) se ha podido localizar un yacimiento de “fondos de cabaña”. Éste se ha excavado parcialmente, sólo la franja afectada por la infraestructura proyectada, pero los dos Sectores excavados, cerca 70 m2, aportan nuevos datos para el conocimiento del Bronce Plano en La Mancha, así como el nexo existente entre este tipo de enclaves y el aprovechamiento de los recursos hídricos. No queremos acabar esta presentación sin mencionar a todas las personas que han facilitado el desarrollo de los trabajos arqueológicos. En primer lugar a D. Federico López Zafra y D. Antonio Lanseros de la Confederación Hidrográfica del Guadiana; a D. Pascual Vila Gómez-Rentgel, D. Ramón Sánchez Molina, Dña. Cristina Cantizano Palencia, D. Manuel Santos González y D. Carlos Oliver Blázquez de Acciona, adjudicatarios de las obras; a D. Miguel Ángel Valero Tébar Sánchez de la asistencia técnica de arqueología; a D. Sonia Blanco Simón de la asistencia técnica ambiental; a Doña Patricia Hevia, técnica arqueóloga de la Dirección General de Patrimonio de la Junta de Comunidades de Castilla – La Mancha; Doña Carmen Jiménez y D. Víctor Antona, del Museo de Ciudad Real y, por último, a todos los integrantes del equipo arqueológico.

Jorge Morín de Pablos

ÍNDICE 1. EL PROYECTO CONSTRUCTIVO

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2. EL MEDIO FÍSICO

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2.1. CARACTERÍSTICAS HIDROGEOLÓGICAS DEL ENTORNO DEL YACIMIENTO

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2.2. PUNTOS DE AGUA DEL ENTORNO

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3. ESTUDIO HISTÓRICO

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4. LA INTERVENCIÓN ARQUEOLÓGICA

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5. ESTUDIO DE MATERIALES

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6. CONCLUSIONES

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7. BIBLIOGRAFÍA

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Proyecto constructivo

1. EL PROYECTO CONSTRUCTIVO JORGE MORÍN DE PABLOS Con objeto de proyectar la parte de las infraestructuras hidráulicas precisas para completar la red de distribución para el abastecimiento de agua potable a la Llanura Manchega, se redactó con fecha diciembre de 2002, el Proyecto de los Ramales de distribución a partir de la conducción de agua que, desde el Acueducto Tajo-Segura, incorpora recursos a la Llanura Manchega. Para la definición de los corredores de las conducciones, después de efectuado un estudio geológico general de la zona y un reconocimiento de campo con vistas a minimizar las afecciones de todo tipo, se han seguido los siguientes criterios generales: t Desarrollar el trazado sensiblemente paralelo a carreteras y caminos. t Separarse de cauces naturales y evitar su cruce en la medida de lo posible. t No afectar a lagunas, humedales y zonas protegidas o de interés ecológico o arqueológico. t Rodear las poblaciones, alejándose del casco urbano y áreas de posible ampliación. t La elección final del trazado dentro del corredor se ha efectuado con criterios hidráulicos y económicos, limitando la profundidad de las zanjas y las proliferaciones de puntos altos. Con objeto de evitar la necesidad de instalar codos, siempre que ha sido posible, se han definido curvas de acuerdo circulares para los cambios de alineación. Los radios mínimos adoptados, en función del diámetro de la tubería, han sido determinados con base en las tolerancias de desviación angular admisible. Las tolerancias de desviación especificadas por el fabricante han sido recortadas con el fin de limitar los esfuerzos sobre las juntas dadas las presiones a las que están previstas que trabajarán las conducciones. Las designaciones de los ramales y sus correspondientes longitudes son las que se reflejan en la siguiente tabla, en la que se indican los ramales que presentan alguno o todos de los con-

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Berenguillo

dicionantes medioambientales que se hace referencia en el Anejo nº 12 “Estudio de Impacto Ambiental” y que en resumen son los siguientes: t Establecimiento de pista restringida de tal forma que se efectúe una ocupación mínima estrictamente en la zona de la zanja de la conducción, con prohibición de acopio de material en el borde de la misma. Se jalonará la zona de actuación de forma que no se realice ninguna actividad fuera de la pista de trabajo, como creación de áreas auxiliares para los acopios de tierras, almacenamiento de material de obra, o movimiento y actuación de la maquinaria. t Planificación de las obras para no actuar en la época de nidificación y cría (meses de febrero a agosto, ambos inclusive). t Realización antes de la entrada de maquinaria, por personal especializado de recorridos sistemáticos de campo para detectar lugares de interés para la fauna como nidos o dormideros. t Minimizar la afección a las zonas de paleodunas, prestando especial cuidado con las distintas capas extraídas del perfil del suelo, de forma que no se mezclen los distintos materiales extraídos.

RAMAL 3.1 El Ramal 3.1., denominado Ramal a Socuéllamos, tiene una longitud total de 35+347 kilómetros. Arranca en la caseta de derivación situada en el P.K. 8+450 del Ramal 3 a Minaya. El ramal proyectado afecta a los términos municipales de El Toboso (Toledo), Pedro Muñoz y Socuéllamos (Ciudad Real). La actuación arqueológica realizada se encuentra en el término municipal de Pedro Muñoz (Ciudad Real), en los P.K. 8+590 y P.K. 8+957 del ramal anteriormente descrito.

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Proyecto constructivo

1:10.000

1:25.000

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El medio físico

2. EL MEDIO FÍSICO FERNANDO TAPIAS GOMEZ Y JORGE MORÍN DE PABLOS 2.1. CARACTERÍSTICAS HIDROGEOLÓGICAS DEL ENTORNO DEL YACIMIENTO La zona de estudio se encuadra en el amplio interfluvio existente entre las cuencas del río Gigüela al Noroeste y el río Záncara al Sureste, a cuya cuenca hidrográfica pertenece la zona de estudio. Este interfluvio se caracteriza por tener una gran extensión debido a su orografía caracterizada por sus suaves pendientes labradas sobre materiales paleógenos en las zonas de vaguadas y materiales mesozoicos plegados en las zonas ligeramente elevadas. En las pequeñas elevaciones también se pueden encontrar materiales neógenos de los episodios sedimentarios de colmatación de la Cuenca Mesoterciaria del Tajo. Todos estos factores como las suaves pendientes y las características impermeables de los materiales geológicos aflorantes o situados a poca profundidad, condicionan la formación de charcas o lagunas endorreicas por toda la región. Estas charcas tienen un carácter fuertemente estacional aunque pueden permanecer con cierta cantidad de agua en la época estival. El número y la extensión de estas lagunas endorreicas era mucho mayor a mediados del siglo XX, si bien la sobreexplotación de los acuíferos y la desecación de varias de ellas por causas epidémicas ha llevado a que en la actualidad estas zonas se encuentren muy restringidas. Durante la época en la que se encuadran los restos arqueológicos, documentados en la presente excavación (Edad del Bronce), el paisaje lagunar sería muy similar al existente hace 100 años si bien por entonces existirían todavía los extensos encinares adehesados naturalmente, que darían a esta zona una amplitud de recursos alimenticios. Desde el siglo XVI se han venido construyendo varios pozos para la extracción del agua subterránea si bien dadas las características salinas de los materiales paleógenos y la sobre-

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Berenguillo

Mapa hidrogeológico de la zona de estudio.

explotación de los acuíferos estos pozos no han sido utilizados para la extracción de agua potable, sino más bien para la ganadería y la agricultura. Existen excepciones en cuanto las condiciones de potabilidad, y estos son los pozos situados sobre los materiales mesozoicos (calizas, arenas y dolomías) ya que los acuíferos asociados a estos materiales presentan unas condiciones más óptimas para su consumo. Los materiales geológicos que se localizan en el entorno más próximo de las zonas excavadas se localizan en la suave ladera de la vertiente occidental del arroyo del Cuadrejón. El arroyo Cuadrejón tiene un carácter fuertemente estacional y una extensión no superior a los 20 km hasta llegar a la Laguna del Retamar. Este arroyo aparece ligeramente encajado sobre el sustrato paleógeno caracterizado por arcillas y limos rojos con conglomerados y areniscas; estos materiales constituyen también el sustrato geológico en las zonas de excavación. El encajamiento de este curso de agua estacional genera que al pie de la suave elevación de El Toboso se formen depósitos coluviales con cantos, bloques, arenas y arcillas.

2.2. PUNTOS DE AGUA DEL ENTORNO t

Debido a las características geológicas del suelo y a la topografía de la comarca, la ausencia de cursos de agua superficiales provocaba que antiguamente la única manera de conseguir el agua necesaria para la supervivencia fuese mediante pozos, con niveles freáticos muy superficiales.

t

Los pozos situados en un radio de 5 kms son: Pozo de Bautista, Pozo de Zarco, Pozo de la Condenada, Pozo de las Ortiz, Pozo de las Casas, Pozo de Laíno y Pozo de los Moros.

t

Además, los sectores excavados se localizan en un área comprendida entre diferentes lagunas estacionales de carácter salino, como son la Laguna de la Nava, la Laguna de la Dehesa y la Laguna del Pueblo, y se ubica en las inmediaciones de la antigua Laguna del Retamar. 18

El medio físico

Cartografía de 1866 1:25.000.

Cartografía de 1965 1:25.000.

Cartografía de 2004 1:25.000.

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Berenguillo

Cartografía de 1965 1:50.000.

Cartografía de 2010 1:25.000.

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Estudio histórico

3. ESTUDIO HISTÓRICO GERMÁN LÓPEZ LÓPEZ Y JORGE MORÍN DE PABLOS La primera fase de las investigaciones sobre la Edad del Bronce en La Mancha datan de finales del siglo XIX hasta mediados del s. XX, período en el que las “Motillas” son atribuidas a túmulos funerarios (Sánchez Jiménez, 1947 y 1948) como es el caso de la Motilla de Torralba en el valle del Guadiana (Ciudad Real) (Hervás y Buendía, 1898) o la morra de La Peñuela (Chinchilla de Montearagón, Albacete) (Zuazo y Palacios, 1917; Sánchez Jiménez, 1941). Fruto de unas prospecciones realizadas en los términos de Manzanares y Alcázar de San Juan (Ciudad Real) se localizaron varias motillas, que fueron interpretadas como túmulos de enterramiento, si bien se planteó la posibilidad de que fueran lugares de hábitat pertenecientes al Bronce Pleno (Schule y Pellicer, 1965). La Motilla de Los Romeros (Alcázar de San Juan) fue objeto de investigación, realizándose varios sondeos arqueológicos y zanjas radiales (Almagro Gorbea, 1973), identificándose posteriormente como una fortificación de la Edad del Bronce (García Pérez, 1988). A partir de la década de 1970 comenzará el proyecto de prospecciones y excavaciones arqueológicas del equipo de la Universidad de Granada dirigido por T. Nájera y F. Molina en la Motilla de los Palacios (Almagro, Ciudad Real) (Molina y Nájera, 1978), en las Motillas de Las Cañas y del Azuer (Daimiel, Ciudad Real) (Molina et al., 1983 y 2005; Nájera y Molina, 1977, 2004a, 2004b y 2004c; Nájera et al., 1978, 1979 y 1981), siguiendo hasta la actualidad en el último caso. Posteriormente, en la década de 1980 comenzaron a excavarse varios yacimientos de la Edad del Bronce por el equipo de la Universidad Autónoma de Madrid dirigido por G. Nieto y J.L. Sánchez Meseguer, destacando el poblado en alto de La Encantada (Granátula de Calatrava, Ciudad Real) (Nieto y Sánchez Meseguer, 1980; Nieto et al., 1983; Sánchez Meseguer, 1994, 2000 y 2004; Sánchez Meseguer y Galán, 2004) y la Motilla de Santa María del Retamar (Argamasilla

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Berenguillo

Planta general de la Motilla del Azuer (Nájera y Molina, 2004: 37).

de Alba, Ciudad Real) (Fernández Vega et al., 1988; Colmenarejo et al., 1994; Galán y Sánchez Meseguer, 1994). En dicha década, en La Mancha Oriental se realizaron prospecciones sistemáticas, localizándose 250 yacimientos inéditos de la Edad del Bronce (Fernández Miranda et al., 1994; Fernández-Posse et al., 1996), y se acometió la excavación de la Morra del Quintanar (Munera) (Martín

Morales,

1983

y 1984) y la Motilla de El Acequión (Albacete) (Fernández Miranda et al., 1988, 1993, 1994 y 1995; Fernández-Posse et al., 1996 y 2001). Vista aérea de la Motilla del Azuer (Nájera y Molina, 2004: 36).

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Estudio histórico

Vista general del Cerro de La Encantada.

Estas investigaciones sumadas a los descubrimientos de las últimas décadas con motivo de actuaciones preventivas en proyectos de obra civil y edificación (Benítez de Lugo, 2011a y b), así como el proyecto de investigación de la cueva fortificada de Castillejo del Bonete (Benítez de Lugo et al., 2007a) han permitido constatar una notable densidad de poblamiento durante la Edad del Bronce.

Silos en laderas del Cerro de La Encantada.

Se trata, en general, de pequeños poblados de unas centenas de metros cuadrados que sólo en algunos casos se acercan a 1 hectárea de superficie. Sin embargo, con cierta frecuencia son yacimientos que poseen potentes y complejos recintos de piedra o emplazamientos en lugares altos y destacados de difícil acceso, en muchas ocasiones igualmente fortificados (Fernández-Posse y Martín Morales, 2007). Por tanto, la llanura manchega durante este período cronocultural presenta tres tipos de yacimientos: poblados fortificados asentados sobre elevaciones naturales (morras), poblados fortificados situados en tierras llanas (motillas) y poblados situados en cerros de difícil acceso. Se asiste al surgimiento de una cultura de gran personalidad y originalidad, denominada “Cultura de las Motillas” (este de Ciudad Real y oeste de Albacete, principalmente), por ser la motilla el yacimiento más característico (Nájera y Molina, 1977; Molina y Nájera, 1978; Molina, Nájera y Aguayo, 1979; Nájera, 1984). Sin embargo, Nieto y Sánchez Meseguer (1980) propusieron el término “Bronce 25

Berenguillo

de La Mancha” englobando dentro de éste los diferentes tipos de asentamiento que se desarrollaron en la Edad del Bronce en la zona. Los tipos de asentamiento característicos de esta cultura son las motillas, las morras y los castellones, además de los “campos de hoyos”. Los denominados “campos de hoyos” o “campos de silos” llegarán sin modificaciones excesivas desde el Neolítico/ Calcolítico a la Edad del Bronce. Son estructuras de almacenamiento que acompañaron a poblados levantados en materiales perecederos, como se constata en la Loma del Lomo (Cogolludo, Guadalajara). Las morras suelen aprovechar bordes de pequeños farallones rocosos, espolones sobre cursos de agua, cerros o laderas de cerros, siendo

Materiales cerámicos y metálicos de El Acequión (Fernández-Posse y Martín Morales, 2006: 119).

lugares con cierta elevación. Yacimientos en alto es el tipo de localización también de los castellones o poblados como La Encantada (Ciudad Real),

algunos con notable tamaño y monumentalidad, con laderas aterrazadas y fortificaciones en sus puntos más vulnerables, pero una gran mayoría son pequeños cerros de cima plana que no llegan a los 300 m2 de superficie. Por su parte, las motillas son asentamientos fortificados situados en llanura que destacan sobre el terreno circundante, en forma de montículo, como consecuencia del depósito arqueológico, con dimensiones que oscilan entre los 4 y 11 metros de altura y diámetros variables entre 40 y 100 metros. Las motillas suelen presentar una torre central y entorno a esta

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Estudio histórico

torre se articulan una serie de muros concéntricos que dejan pequeños espacios libres entre los diferentes lienzos de la fortificación. En la actualidad se conoce un gran número de asentamientos de este tipo que constatan una ocupación de La Mancha entre el 2200 y el 1500 a.C (FernándezPosse y Martín Morales, 2007). Con equidistancias de 4 a 5 kilómetros entre unas y otras,

Fortificación del acceso a la cueva de Castillejo de Bonete (Benítez de Lugo, 2011b: 52).

según las zonas, pero siempre buscando el contacto visual, su distribución afecta a las vegas de los ríos, zonas llanas y fácilmente inundables, y las zonas palustres deprimidas donde hasta momentos recientes era mucho más frecuente la existencia de los típicos humedales y lagunas manchegas. En el sector noroccidental de La Mancha, los poblados en

Materiales arqueológicos del Castillejo de Bonete (Benítez de Lugo, 2011b: 54)

La tradición de los enterramientos en inhumación en cueva se remontan al Calcolítico. (Reconstrucción virtual de la necrópolis de Huecas, Toledo, Bueno et al., 2012).

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Reconstrucción virtual de una motilla. Dibujo de Balawat (Benítez de Lugo, 2011b: 57).

altura comparten entre ellos una serie de características comunes como su morfología, emplazamiento o registro arqueológico. Los yacimientos en llano son de escasa entidad y, en ellos, se encuentra representada toda la secuencia cultural desde el Calcolítico hasta momentos más avanzados. La diferencia entre los dos tipos de yacimiento, altura y llano, además de ser morfológica y temporal, es funcional. La ocupación del llano se establece en torno a las zonas fértiles de los ríos, lo que les permite tanto el cultivo de la tierra como el cuidado de animales. Los poblados en altura suelen estar sobre formaciones rocosas de naturaleza cuarcítica, en un ambiente de montaña, entre monte bajo y matorral, con suelos poco aprovechables para la agricultura debido a su alto contenido en piedras su gran distancia con respecto a las zonas fértiles de los principales ríos. La relación entre los poblados en altura y las ocupaciones

Mapa topográfico de 1882 (IGN) en el que se señalan los yacimientos de la Edad del Bronce.

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Estudio histórico

en llano puede ser considerada de intercambio. En este sistema, el abastecimiento de bienes de consumo de tipo agrícola y ganadero se realiza de forma organizada, lo que favorece los contactos de unos grupos con otros (Ruiz Taboada, 1998). En la Mancha toledana, a escasos kilómetros del yacimiento objeto de estudio, se sitúa la motilla de El Morrión (Ruiz Taboada, 1994), en el término municipal de El Toboso (Toledo). Junto al cerro de El Morrión, a unos 100 metros al este, en un pequeño cerro, se localiza otro yacimiento de la Edad del Bronce denominado El Nuño (Ruiz Taboada, 1994). El Morrión se sitúa en una vaguada, junto al arroyo del Cuadrejón, y está rodeado por un anillo de pequeños cerros que le aíslan visualmente del resto del territorio. Con un diámetro aproximado de 35 metros, se encuentra asentada sobre un pequeño lecho de caliza que aflora en su parte Norte. El yacimiento de El Nuño no presenta estructuras a la vista y es de escasa entidad. Sus materiales arqueológicos aparecen concentrados en un radio aproximado de 10 metros. La ubicación de los asentamientos de la Edad del Bronce en La Mancha se vincula al acceso a tierras cultivables y al agua, con clara preferencia sobre aquellas que permiten barbechos cortos, apropiados para un tipo de cultivo intensivo desechando los terrenos apropiados para cultivos de secano de ciclo largo, y pastos permanentes para el ganado, como se detecta en La Mancha Oriental (Fernández Miranda et al., 1994). El Sector II se ubica en las inmediaciones del arroyo o Zanja de la Alevosa. Además parece de suma importancia la exigencia defensiva de los sitios, eligiendo emplazamientos naturales que la faciliten o exagerando la envergadura de las fortificaciones donde no existe (Fernández-Posse y Martín Morales, 2007). Por tanto la disponibilidad de agua y la existencia de tierra

Mapa topográfico de 1882 (IGN) en el que se señala el yacimiento de Arroyo Cuadrejón.

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Berenguillo

Materiales cerámicos de El Morrión. Cuencos (Ruiz Taboada, 1994: 425).

Materiales cerámicos y líticos de El Morrión. Bordes y piezas decoradas (Ruiz Taboada, 1994: 426).

cultivable es una constante en la elección de los asentamientos de la Edad del Bronce en La Mancha. El control de estos recursos agropecuarios podría haber motivado la fortificación de los poblados que controlaban los escasos pozos existentes, como en el caso de la motilla del Azuer (Daimiel, Ciudad Real) donde se localiza un pozo en el interior de su recinto (Nájera y Molina, 2004b), siendo éstos de gran profundidad para llegar a los niveles freáticos de los acuíferos de agua subterránea presentes en la región, debido a que la crisis climática del IIº Milenio a.C. motivaría el descenso de dichos niveles. Durante la Prehistoria Reciente pudo darse un fuerte período de sequía en La Mancha, atestiguado para el conjunto de la Península Ibérica (Carrión et al., 2001; Francisco et al., 2006; Fábregas et al., 2003; Julià et al., 2001), por lo que la defensa y fortificación del recurso básico para la subsistencia como es el agua podría ser reflejo de un estrés ambiental (Benítez de Lugo, 2011a y 2011b) de condiciones de aridez dentro del período subboreal y baja productividad del medio que daría lugar a una complejidad social donde los yacimientos en llano garantizarían la supervivencia de los poblados en alto y motillas (Chapman, 1991). Otros investigadores, sin embargo, indican que la oferta de las tierras susceptibles de ser explotadas para la producción agrícola era bastante amplia en toda la región, y debido al tamaño reducido de los grupos poblacionales, hacen a priori innecesario el control del agua, máxime cuando existen zonas productivas no ocupadas (Fernández-Posse et al., 2001; Fernández-Posse y Martín Morales, 2006). Otro recurso a explotar relacionado con la ganadería es la sal, conociéndose yacimientos como Las Saladillas

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Estudio histórico

(Alcázar de San Juan) cercanos a aguas salobres (García Huerta y Morales, 2004). Siguiendo la tónica general constatada para los asentamientos de la Edad del Bronce, este yacimiento se ubica en las proximidades de numerosos pozos y del arroyo o zanja de la Alevosa, así como tres lagunas (la Laguna de la Nava al norte, la Laguna del Pueblo al sur, y la Laguna de La Dehesa -a escasa distancia al norte-), estando en las inmediaciones de la antigua Laguna del Retamar. Todos estos recursos hídricos posibilitarían la presencia de tierras de cultivo de secano de ciclo corto y pastizales. La cercanía a puntos de agua tuvo que condicionar la ubicación de este asentamiento de la Edad del Bronce. Tal como constata Ruiz Taboada (1998) en la Mancha Noroccidental, las ocupaciones de la Edad

Fotografía del pozo de la Motilla del Azuer (Benítez de Lugo, 2011b: 63).

del Bronce no se vincularían a complejos lagunares, ya que sus aguas salobres, con un alto porcentaje de cloruros, potasio y magnesio (Cirujano Bracamonte, 1980) serían inadecuadas para el consumo humano y animal. El yacimiento objeto de estudio es de tipo “campos de hoyos”, como “Las Saladillas” (García Huerta y Morales, 2004) o los yacimientos de Embalse de El Vicario (Morín et al., 2007), La Villeta I y La Villeta II (Benítez de Lugo et al., 2007) en el cercano Campo de Calatrava (Ciudad Real), así como los numerosos yacimientos documentados en otras áreas de la Submeseta Sur sobre todo la comarca de La Sagra y el valle medio del río Tajo en la provincia de Toledo, como los yacimientos excavados del Bronce Medio de Velilla (Mocejón, Toledo) (Fernández del Cerro et al., 2007) o del Bronce Final de Merinas II (Alameda de la Sagra, Toledo) (Sanabria t al., 2007). En la zona manchega, a partir de un horizonte formativo o de transición se desarrollará una pujante Edad del Bronce en la que conviven hasta momentos avanzados elementos de la cul-

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Berenguillo

Planta y fotografía aérea del yacimiento de Velilla (Fernández del Cerro et al., 2007: 203)

Fotografía general del yacimiento de Embalse de El Vicario.

tura material propia de momentos calcolíticos, para recibir posteriormente influencias tanto del mundo argárico o del Bronce Valenciano. La cultura material estará definida por cerámicas preferentemente lisas, con perfiles ondulados, cazuelas y cuencos hemiesféricos, así como cazuelas carenadas. La industria lítica parece sufrir cierta “regresión” tipológica, perdurando en menor número los soportes laminares y permaneciendo de forma pujante los elementos de hoz, manteniéndose también la presencia de material pulimentado, tanto hachas y azuelas como molinos (López López y Morín de Pablos, 2008). Respecto a los inicios de la Edad del Bronce en el área toledana parece inseparable del final del mundo campaniforme (Almagro, 1988), tal como lo indica la presencia de cerámica de este tipo junto a las ya características cerámicas carenadas y lisas de este período en yacimientos como Calaña (Albarreal de Tajo), La Bóveda (Villaseca de la Sagra), Cerro del Castillo (Mora), La Encantada (Layos), Cerro del Calderico (Consuegra), Huerta de Palacios (Layos) (Carrobles et al., 1994) o en el Cerro del Bú (Toledo), especialmente en este último, único yacimiento excavado, donde se han encontrado cerámicas campaniformes de tipo marítimo junto a las características del Bronce Pleno con una cronología bastante elevada según las muestras obtenidas por C14 (Álvaro y Pereira, 1990). A partir de este horizonte formativo, y sobre el sustrato del Bronce Pleno, la Edad del Bronce en el valle medio del Tajo evolucionaría, al menos en algunos sectores, sin cambios significativos hasta la aparición de cerámicas del

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Estudio histórico

horizonte Cogotas I, tal y como se documenta en el Cerro del Bú, donde aparecen cerámicas de estas características en la última fase de poblamiento del lugar. Los distintos hábitats de esta fase localizados en Toledo representan básicamente un doble patrón de ocupación, por una parte yacimientos en llano, caso de Carpio I (Belvís de la Jara), Olivares de La Fuente, Calaña, Fuente Amarga y el Golín, y por otro lado se ocupan cerros elevados desde los cuales se controla estratégicamente el territorio y los cursos fluviales como por ejemplo el casco antiMaterial cerámico del yacimiento de Velilla guo de Toledo, Cerro del Castillo (Fernández del Cerro et al., 2007: 204). de Mora, Arroyo Manzanas o los poblados en altura del Cerro la Paja y Cerro del Pilarejo (Alameda de la Sagra), Cerro San Gregorio (Añover de Tajo) o Cabeza Rodrigo (Pantoja). Esta dualidad ha sido interpretada por algunos autores por diferenciación de actividades económicas, por una parte la ganadería y caza para los primeros y el comercio o la agricultura para los segundo, con peculiares relaciones de interdependencia.

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Berenguillo

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La intervención arqueológica

4. LA INTERVENCIÓN ARQUEOLÓGICA JORGE MORÍN DE PABLOS Y GERMÁN LÓPEZ LÓPEZ Durante los trabajos de control arqueológico de los movimientos de tierras de las obras del Ramal 3.1., se localizaron en noviembre de 2012 estructuras arqueológicas en las labores de desbroce previo a los trabajos de zanjeo para la colocación de la tubería. Los hallazgos se han localizado dentro del Ámbito de Protección Arqueológica denominado “Zona Norte”.

HALLAZGO P.K. 8+590 Al abrir la prezanja en el P.K. 8+590 se localizó parte de una estructura negativa de tipo arqueológico. En planta tenía forma semicircular de 3 metros de diámetro en dirección N-S por 1,25 metros (dirección E-W). Se localizó un fragmento de cerámica a mano, de cocción reductora, de cronología Prehistoria Reciente, Indeterminado. Se procedió a la ampliación del desbroce con la finalidad de delimitar la estructura por completo, con máquina giratoria con cazo de limpieza de una superficie de 9 m. (longitud N-S) x 5 m. (E-W). Por lo tanto, en total, se trataría de un área de 9m (N-S) x 7 m (E-W, incluyendo los 2 m. de la prezanja). Tras la apertura de dicho área se han detectado varias estructuras negativas, que podrían corresponder a la tipología de “fondos de cabaña” o “silos”. Posteriormente se procedió al balizamiento del área arqueológica para su correcta protección.

HALLAZGO P.K. 8+957 Al abrir la prezanja en el P.K. 8+957 se localizó una estructura negativa de tipo arqueológico. Se procedió a la ampliación con máquina giratoria con cazo de limpieza de 1x1m en el perfil W para localizar por completo dicha estructura (1m x 0,70m). Se trata de una estructura negativa 35

Berenguillo

de planta rectangular con los bordes redondeados, que, también, podría corresponder a la tipología de “fondo de cabaña” o “silo”, de época indeterminada. Por tanto, una vez finalizado el control arqueológico en el ámbito Arqueológico “Zona Norte” de Pedro Muñoz (Ciudad Real) entre los P.K. 8+425-9+700, se han localizado dos áreas con hallazgos arqueológicos correspondientes a: TÉRMINO MUNICIPAL PROVINCIA ÁMBITO ARQUEOLÓGICO PP.KK UTMX UTMY POLIGONO

Pedro Muñoz Ciudad Real ZONA NORTE 8+590 (Ramal 3.1.) 503.095 4.366.495 3

PARCELA

83

36

La intervención arqueológica

TÉRMINO MUNICIPAL PROVINCIA ÁMBITO ARQUEOLÓGICO PP.KK UTMX UTMY POLIGONO PARCELA

Pedro Muñoz Ciudad Real ZONA NORTE 8+590 (Ramal 3.1.) 503.222 4.366.112 3 58

37

Berenguillo

RESULTADOS DE LA INTERVENCIÓN ARQUEOLÓGICA YACIMIENTO DE BERENGUILLO (ÁREA DE PROTECCIÓN ARQUEOLÓGICA DE ZONA NORTE. PEDRO MUÑOZ, CIUDAD REAL) El yacimiento arqueológico de Berenguillo, se encuentra situado dentro del Área de Protección Arqueológica de “Zona Norte”. Se localiza a la derecha de la carretera CM-3103 en dirección desde El Toboso a Pedro Muñoz, en torno a los PP.KK. 16+600 y 17+250. Se ubica en una zona llana dedicada al cultivo de la vid. El yacimiento se localizó durante los trabajos de desbroce, dentro de la fase de control arqueológico, en dos puntos: el Sector 1, en torno al P.K. 8+590 y el Sector 2, en torno al P.K. 8+957, más concretamente en las parcelas 83 y 58 del polígono 3 del término municipal de Pedro Muñoz (Ciudad Real). Se detectaron varias estructuras negativas adscribibles a la tipología de “silos” y “hoyos” o “fondos de cabaña” de la Edad del Bronce. Una vez comunicado el hallazgo, la Dirección General de Patrimonio de la Junta de Castilla - La Mancha planteó como actuación previa la excavación arqueológica en extensión de las estructuras detectadas, desarrollándose ésta entre los días 13 y 14 de febrero de 2013, una vez recibido el correspondiente permiso de intervención arqueológica. se ha realizado una excavación arqueológica manual en un perímetro de 59 m2 en el sector 1 y de 11 m2 en el sector 2. La excavación del yacimiento se efectuó en área, siguiendo el método propuesto por E.C. Harris. La documentación utilizada para la recolección de datos se efectuó en una ficha para cada Unidad Estratigráfica. Ésta recoge la documentación de cada unidad estratigráfica, es decir, cualquier elemento identificable de la realidad, tanto estratos, capas o niveles, que se han señalado con un número inscrito

38

La intervención arqueológica

en un círculo, como elementos debidos a la acción del hombre, ya sea por construcción, ya por denudación, que se anotan en el interior de un cuadrado. En el encabezado de la ficha se anotan los datos principales referentes al lugar, campaña, etc., que precederán a la información subsiguiente. De forma previa a la definición de composición de la unidad (apartado en el que se describe de manera minuciosa el aspecto visible, cualidades, y características de la misma), existen tres espacios en los que se anota cuanta información gráfica existe sobre el elemento o unidad estratigráfica. Al epígrafe “Composición” suceden los referentes a la situación espacial de la unidad en relación con otros estratos o elementos del conjunto de la carta arqueológica. Los cuatro espacios finales completarán la información que nos ofrece la excavación de la unidad, señalando en la última de ellas las fichas de inventario que se obtengan en el laboratorio con los materiales exhumados, de los cuales los más representativos deberán anotarse durante la elaboración de la ficha en su casillero o epígrafe correspondiente. En el desarrollo de los trabajos de campo se tomaron muestras sedimentológicas de cada uno de los “fondos” para su posterior procesado para la obtención de muestras palinológicas, carpológicas y antracológicas. Cada una de las estructuras se dibujo E.1:50, tanto la planta, como la Sección, sin importar la cronología de las mismas; se realizó una fotografía escalada de la estructura, antes y después de su excavación y, por último, se tomaron vistas aéreas de la zona de excavación con la utilización de un pértiga de ocho metros de altura. Los materiales recuperados, cerámicos en su mayoría, aunque existen algunos restos de adobe, han sido lavados en laboratorio, pegados y siglados para su posterior entrega en el Museo.

39

Berenguillo

SECTOR I. Se han detectado cuatro estructuras negativas, una de Época Contemporánea vinculada al cultivo actual de viñedo de secano, y las otras tres de momentos del Bronce Pleno (dos “fondos de cabaña” y un agujero de poste). Sus rellenos cuentan con material cerámico del Bronce pleno manchego. Apenas se ha localizado un fragmento de molino barquiforme en granito (La fauna es inexistente por la acidez del terreno). El área de excavación arqueológica manual ocupa una superficie de 59 m2.

Sector I antes y después de su excavación.

40

La intervención arqueológica

41

Berenguillo

ESTRUCTURA 1 (U.E. 102): Se trata de una fosa de planta de tendencia circular excavada en el terreno natural, presenta unas medidas de 5,00 m. de longitud por 4,26 m. de anchura, y una profundidad máxima de 0,30 m. El sedimento que la colmata (U.E. 101) es de color pardo grisáceo, con presencia de material cerámico realizado a mano, de cocción reductora y un fragmento de molino barquiforme en granito.

Estructura 1 antes de su excavación.

Estructura 1 después de su excavación.

Estructura 1 vista hacia el este.

Estructura 1.

42

La intervención arqueológica

ESTRUCTURA 2 (U.E. 202): Fosa de planta ovalada excavada en el terreno natural, presenta unas medidas de 4,40 m. de longitud por 2,24 m. de anchura, y una profundidad máxima de 0,30 m. Se encuentra rellena por un estrato de tierra compacta de color marrón grisáceo (U.E. 201), matriz arcillosa, con restos de calcificaciones y raíces. No presenta restos de material arqueológico.

Vista de las estructuras 1 y 2.

Estructura 2 después de su excavación.

Estructura 2.

Estructura 2 vista hacia el oeste.

43

Berenguillo

ESTRUCTURA 3 (U.E. 302): Fosa de planta circular excavada en el terreno geológico. Presenta unas medidas de 0,20 m. de diámetro y una profundidad de 0,12 m. Se encuentra colmatada por un sedimento de color grisáceo sin presencia de material arqueológico (U.E. 301). Se interpretaría como un agujero de poste.

Estructura 3 tras su excavación.

ESTRUCTURA 4 (U.E. 402): Se trata de una zanja de forma rectangular excavada en el terreno geológico. Presenta unas medidas de 0,55 m. de largo por 0,20 m. de ancho y una profundidad máxima de 0,11 m. Se encuentra rellena por un estrato de tierra suelta de color grisáceo (U.E. 401), con restos orgánicos, sin presencia de material arqueológico. Estructura 4.

44

La intervención arqueológica

SECTOR II. Se ha detectado una estructura negativa vinculada a la Edad del Bronce. El área de excavación arqueológica manual ocupa una superficie de 11 m2.

Proceso de excavación del Sector II.

45

Berenguillo

ESTRUCTURA 5 (U.E. 502): Se trata de una fosa de planta cuadrangular con las esquinas redondeadas excavada en el terreno natural. Presenta unas medidas de 2,25 m. de largo por 1,30 m. de ancho y una profundidad de 0,31 m. Se encuentra colmatada por un estrato de tierra de color marrón grisáceo, suelta y arcillosa, con presencia de restos de material constructivo (adobes).

Estructura 5 antes y después de su excavación.

46

FICHAS DE U.E.

La intervención arqueológica

5. ESTUDIO DE MATERIALES JORGE MORÍN DE PABLOS Y GERMÁN LÓPEZ LÓPEZ 5.1. CERAMICA El yacimiento de Berenguillo se sitúa en una suave ladera al borde de la desaparecida laguna de la Dehesa o del Retamar. El lugar aparece alterado por las labores agrícolas, destacando la presencia de restos vinculados a momentos del Bronce Pleno. Entre los restos excavados destaca un “fondo de cabaña” denominado como Estructura 1, que cuenta con fragmentos cerámicos, restos de adobe y lítica correspondientes al Bronce Pleno.

U.E. 101 - BE-23. Fragmentos de adobe.

59

Berenguillo

U.E. 501 - BE-25

U.E. 101 - 2 a 22

60

La intervención arqueológica





 

  

En cuanto a la cerámica, en su mayoría se trata de fragmentos de grandes recipientes, tipo ollas, con una clara utilización como contenedores vinculados con las estructuras excavadas. La forma que mejor se aprecia es una olla globular, típica en la zona manchega en momentos del Bronce Pleno. El conjunto cerámico tiene un número total de 26 fragmentos, todos ellos adscribibles al Bronce Pleno. Destaca la ausencia de decoración en los fragmentos, que cuentan en su mayoría con un acabado alisado; la cocción es en su gran mayoría reductora irregular, con pastas y desgrasantes gruesos, excepto un fragmento con cocción oxidante.

61

Berenguillo

5.2. LÍTICA En cuanto a la presencia de industria lítica, solamente tenemos la presencia de un fragmento de molino de forma indeterminada, realizado en granito.

  

  

62

La intervención arqueológica

RAMALES DE LA ZONA NORORIENTAL DE LA LLANURA MANCHEGA RAMAL 3.1 (SOCUELLAMOS) EXCAVACIÓN ARQUEOLÓGICA YACIMIENTO “BERENGUILLO” (T.M. PEDRO MUÑOZ, CIUDAD REAL) TITULAR DEL PERMISO: JORGE MORÍN DE PABLOS

INVENTARIO DE MATERIALES CAJA: 1 -

Nº de expediente: 12.1024-P5 Nº de sigla: BE/ Nº de pieza Nº de Inventario: BE/1 – BE/25

Sigla

Bolsa

U.E.

Tipo

Descripción

Cronología

BE/1

1

101

Cerámica

Dos fragmentos de borde, cuello y galbo de olla globular de cerámica a mano

Bronce pleno

BE/2

1

101

Cerámica

Tres fragmentos de galbo de olla globular de cerámica a mano

Bronce pleno

BE/3

1

101

Cerámica

Tres fragmentos de galbo de olla globular de cerámica a mano

Bronce pleno

BE/4

1

101

Cerámica

Fragmento de galbo de cerámica a mano

Bronce pleno

BE/5

1

101

Cerámica

Fragmento de galbo de cerámica a mano

Bronce pleno

BE/6

1

101

Cerámica

Fragmento de galbo de cerámica a mano

Bronce pleno

BE/7

1

101

Cerámica

Fragmento de galbo de cerámica a mano

Bronce pleno

BE/8

1

101

Cerámica

Fragmento de galbo de cerámica a mano

Bronce pleno

BE/9

1

101

Cerámica

Fragmento de galbo de cerámica a mano

Bronce pleno

BE/10

1

101

Cerámica

Fragmento de galbo de cerámica a mano

Bronce pleno

BE/11

1

101

Cerámica

Fragmento de galbo de cerámica a mano

Bronce pleno

BE/12

1

101

Cerámica

Fragmento de galbo de cerámica a mano

Bronce pleno

BE/13

1

101

Cerámica

Fragmento de galbo de cerámica a mano

Bronce pleno

BE/14

1

101

Cerámica

Fragmento de galbo de cerámica a mano

Bronce pleno

BE/15

1

101

Cerámica

Fragmento de galbo de cerámica a mano

Bronce pleno

BE/16

1

101

Cerámica

Fragmento de galbo de cerámica a mano

Bronce pleno

BE/17

1

101

Cerámica

Fragmento de galbo de cerámica a mano

Bronce pleno

BE/18

1

101

Cerámica

Fragmento de galbo de cerámica a mano

Bronce pleno

BE/19

1

101

Cerámica

Fragmento de galbo de cerámica a mano

Bronce pleno

BE/20

1

101

Cerámica

Fragmento de galbo de cerámica a mano

Bronce pleno

BE/21

1

101

Cerámica

Fragmento de galbo de cerámica a mano

Bronce pleno

BE/22

1

101

Cerámica

Fragmento de galbo de cerámica a mano

Bronce pleno

BE/23

2

101

Adobe

Dos fragmentos de adobe

Bronce pleno

BE/24

3

101

Lítica

Fragmento de molino en granito

Bronce pleno

BE/25

4

501

Adobe

Siete fragmentos de adobe

Bronce pleno

63

Conclusiones

6. CONCLUSIONES JORGE MORÍN DE PABLOS Y GERMÁN LÓPEZ LÓPEZ El emplazamiento del yacimiento de tipo “campos de hoyos” de Berenguillo, con evidencias de ocupación durante la Edad del Bronce se justifica por la cercanía a la antigua laguna del Retamar o de la Dehesa, que no se conserva en la actualidad, pero que puede observarse en los planos topográficos tanto de 1866 como de 1965, que posibilitarían la presencia de tierras de cultivo de secano y pastizales, así como agua potable para consumo humano y animal. La ubicación de las estructuras arqueológicas viene determinada por la propia naturaleza litológica y posición geomorfológica del entorno, ocupándose una suave ladera de la vertiente nororiental de la antigua laguna, en un lugar no inundable. Durante el Bronce Pleno existe una ocupación de los terrenos situados en el entorno del Arroyo Cuadrejón, con la presencia al norte de la motilla de El Morrión, situada en la vega junto al Pozo de los Moros, y a unos 100 metros al este, en un pequeño cerro, el yacimiento de El Nuño (Ruiz Taboada, 1994), ubicados en el vecino término de El Toboso. En las cercanías se ubican los yacimientos de Mirabueno (Calcolítico) ubicado en una pequeña elevación situada a unos 400 metros al noreste y Pozo de las Casas, a unos mil metros al suroeste, al otro lado de la desaparecida laguna del Retamar o de la Dehesa. El yacimiento, excavado en su totalidad en la zona de afección del proyecto constructivo, presenta en el relleno de las estructuras material cerámico caracterizado por la ausencia de decoraciones. Son piezas alisadas, con formas de grandes recipientes, ollas globulares. Los restos de adobes presentes responden a las evidencias de material constructivo perecedero de las construcciones o de sistemas de recubrimiento de estructuras de almacenamiento. El material lítico es muy escasa, poco diagnóstico, destacando la presencia de un fragmento de molino. Por otro lado, no se conservan restos faunísticos.

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Bibliografía

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Berenguillo

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Berenguillo

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