El AMOR COMO CONEXIÓN HUMANA

El AMOR COMO CONEXIÓN HUMANA Inma García y Elisabeth Lerín (2013).

El ser humano es un ser social, en constante relación transformadora. Como humanos tenemos la capacidad de colaborar en grupo. Desde que nacemos estamos integrados en una sociedad determinada y mediante el proceso de socialización, aprendemos a formar parte de ese grupo. Es al fin y al cabo ese grupo el que terminará condicionando en gran medida nuestro lenguaje, nuestros pensamientos y acciones, y con casi toda probabilidad, gran parte de nuestro futuro. Si analizamos atentamente estos hechos podemos entender fácilmente que el ser humano en grupo, es poderoso. Los mayores protegen a los pequeños, los más fuertes a los más débiles. Se aglutinan fuerzas e ideas, obteniendo así mayor cantidad de recursos y canalizando de forma más eficaz las acciones emprendidas. Hemos progresado gracias a los demás, al grupo y a la acción colaborativa. Hoy en día nuestra sociedad moderna y occidentalizada se vuelve cada vez más individualista. Por ejemplo, desde pequeños hemos escuchado y asumido como totalmente ciertas, frases habituales como cada uno se saca sus castañas del fuego, o cada uno es responsable de todo lo que le ocurre, o cada uno se forja su propio futuro, etc., sólo por poner algunos ejemplos. Sin embargo, no acostumbramos a pensar que el aislamiento nos empobrece y debilita. La individualidad mengua nuestras fuerzas y redes de soporte que nos sirven de refugio y protección ante las adversidades. Es por este motivo, que en muchas ocasiones el ser humano se siente solo, sin amor. Sin presencia de otro. Sin cobijo y sin ayuda. Puede haber llegado la hora de plantearnos si deberíamos buscar el “nosotros”. La fuerza del grupo para volver a progresar unidos, para el ser humano, es necesario estar presente junto al otro, para acompañarnos mutuamente, para aprender, para compartir, curiosear, en definitiva para crecer y avanzar. Estas necesidades humanas son las que permiten el nacimiento de todos estos movimientos y acciones sociales , proporcionando de nuevo la conexión con los diferentes valores y historias, las distintas culturas y las diversas comunidades. Trasformando el ser individual en un ser colectivo, reforzado ante la adversidad y dando pie posiblemente una nueva era. ¿Cómo reflejar todo esto en un artículo? Pues mediante el escrito realizado en grupo por dos personas que comparten y evitan el poder de uno. Provocando una explosión de creación colectiva. Trabajando con gran incertidumbre desde su inicio hasta su final, pero uniendo trabajo y creación, técnicas e ideas.

Creemos que somos privilegiados por poder formar parte de un capítulo más de la historia y de poder colaborar en estos procesos de cambio, que están transformando a las personas y por tanto al mundo. Si reflexionamos sobre todo lo anterior ya escrito. Si nos detenemos un momento a pensar, puede que se nos ocurran ideas de como canalizar el éxito inicial de estos movimientos sociales. Aunque nosotras particularmente pensamos, que quizás no se trate tanto de canalizar nada, como sí de cambiar nuestra propia manera de ver, de sentir y de ser. Quizás volviéndonos un poco más “nosotros” y un poco menos “yo”. Quizás dejándonos impregnar por una brisa de nuevas miradas repletas de nuevas posibilidades, ilusiones y sueños para seguir adelante, para no quedarnos en un capítulo anterior de la historia que ya pasó.

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Bibliografía

Gergen, K. (2009). Ser Relacional. Nueva York: Oxford University Press. ISBN 978-0195305388. Gergen, K. (1991). El yo saturado, los dilemas de la identidad en la vida contemporánea. (2ª ed.). Nueva York: Basic Books. ISBN 0-465-07186-4. Anderson, H. (2000). Conversación, lenguaje y posibilidades: Un enfoque posmoderno de la terapia. Buenos Aires: Ed. Amorrortu. ISBN: 9789505180790.