El adulto mayor, ¿víctima o sobreviviente

El adulto mayor, ¿víctima o sobreviviente?
En la actualidad el rol que asumen los adultos de la tercera edad está lleno de cambios, se enfrentan a cambios biológicos, psicológicos, sociales y económicos. La cultura predominantemente consumista los va aislando del mercado productivo, son jubilados de sus trabajos, es decir dejan de formar parte del intercambio productivo-monetario, además de ello también en muchos casos son jubilados de sus propias familias, la familia ya no se quiere hacer cargo del adulto mayor y entonces llegan a parar a las casas geriátricas, en donde prácticamente están aislados de la sociedad.
Como lo menciona Kane (1999) "el envejecimiento no solo representa una serie de cambios biológicos. (…) La vejez es una etapa de pérdidas: pérdida del papel social (casi siempre por la jubilación), pérdida de ingresos y pérdida de amigos y familiares (por muerte y movilidad). (p. 11)." Durante este proceso de duelos, duelo por la pérdida del cuerpo joven, por el papel social, por la familia, etc. Los ancianos sufren tanto como cual pérdida, se van preguntando por el destino de su vida; ¿Qué ha pasado con mi vida? ¿Ahora quién soy yo?, se van cuestionando acerca de sus deseos.
Para observar más objetivamente los cambios que se derivan del envejecimiento nos detendremos brevemente en cada uno de ellos o por lo menos los más mencionados, empezando por los cambios biológicos. Se han hecho numerosos estudios acerca del envejecimiento del organismo, el más destacado sin duda es el envejecimiento del sistema nervioso, recordando que en el cerebro se encuentran diferentes estructuras encargadas de las funciones cognoscitivas del ser humano, es el sistema central donde se reciben todos los estímulos del exterior y del propio cuerpo.
Ure (1999) nos menciona que "En términos generales la cisura central divide al cerebro en una porción posterior receptora de estímulos externos y una porción anterior, sujeto de decisiones personales. Las regiones más próximas a las áreas receptoras primarias sirven para integrar los estímulos percibidos en modalidades unisensoriales complejas (áreas de asociación gnósicas), las que a su vez informaran áreas de integración mutimodal (como por ej. las áreas 39 y 40 del lóbulo parietal, que reciben información visual, táctil, cinestésica y auditiva) vinculadas a funciones simbólicas propias de nuestra especie. (p. 35)."
Seria de más mencionar la gran importancia de todos estos procesos regulados por el cerebro, en nuestra vida diaria, el recibir información a través de nuestros sentidos, el emitir una respuesta a dichos estímulos, la gran repercusión que tiene en los procesos de aprendizaje, en el lenguaje, en la memoria. El cerebro es el encargado de los fenómenos del pensamiento, de lo que sentimos y de lo que hacemos, es por eso valido pensar que ocurre con él y el envejecimiento, se ha descubierto que las neuronas dejan de dividirse en una determinada edad, las células pierden la capacidad de auto-restauración, y a todo esto se le atribuye los cambios anatómicos y funcionales del organismo que ocurre en el proceso de envejecimiento.
Al respecto, menciona Prieto (1996) "por supuesto que la actividad cognoscitiva y el envejecimiento han sido una de las funciones más investigadas. (…) varios autores encontraron posteriormente declinaciones de las funciones cognoscitivas con el envejecimiento. Sin embargo, estas estimaciones han sido cuestionadas, ya que estos trabajos son cortes trasversales de la población, (…) Los estudios longitudinales evitan las diferencias educacionales y socioeconómicas de los trasversales. Owers, (…) encontró que lejos de disminuir, se incrementa el rendimiento cognitivo. Sin embargo, en pruebas que exploran la capacidad de abstracción y el tiempo de reacción y velocidad para el procesamiento de la información, puede encontrarse una declinación ligera, a partir de los 70 años. De hecho, la capacidad para la memoria adquirir y retener información nueva disminuye, a pesar de conservarse otras capacidades intelectuales. (p. 64)."
En base a todos estos cambios el adulto mayor se sigue cuestionando por el destino de su vida, sigue cuestionando acerca de lo que desea, en muchos casos adoptan una actitud fatalista sobre su destino derivada por los mitos y creencias de la sociedad acerca del envejecimiento. En efecto la sociedad tiene una percepción del adulto mayor como una carga, desinterés persistente en lograr desaparecer o negar el problema simplemente ignorándolo, las políticas de salud desean desaparecer el aumento de los costos requeridos por la prevalencia de las enfermedades crónicas.
Todos estos factores sociales afectan en el proceso de re-adaptación del adulto mayor, a la mayoría de ancianos les es difícil vincularse nuevamente con la sociedad y si los lazos familiares no son lo suficientemente fuertes, las personas de la tercera edad se van quedando aislados, sin oportunidad de seguir sintiéndose productivos. Según "Uno de los aspectos más importantes al tratar el tema de la vejez, es el rubro social, es decir, todas las relaciones que guarda el anciano con los demás (amigos, familia, etc.) así como ellos guardan las relaciones con el mismo. En la vejez se deja ver una fuerte influencia por parte de aspectos sociales en la vida del anciano, lo cual refuerza el hecho de que la sociedad junto con la cultura limita y obstaculizan en buena medida una vida óptima en el anciano. (p. 11)."
Como bien se menciona el entorno social es solo una influencia más sobre el proceso del envejecimiento, sin embargo la actitud personal del anciano acerca del envejecimiento es la que tiene más peso cuando se decide reubicar nuevas metas y sentido a la vida. Durante el ciclo vital, una persona va adquiriendo experiencias que van formando su forma de ver al mundo, su forma de actuar ante su medio, es decir, su personalidad. Cuando el adulto mayor se cuestiona por la incertidumbre de su destino, por su realidad, por sí mismo, puede o no encontrar las herramientas necesarias para asimilar las pérdidas que ha tenido, y con ello plantearse un nuevo destino, un nuevo objetivo.
Tal como lo comenta Estrada (1997) "Podríamos continuar enumerando las situaciones importantes que confrontan al individuo en esta encrucijada existencial donde se tiene que encarar el pasaje de la edad madura hacia la vejez. Por lo general, aquí aparece clara la percepción del lugar que se ha ocupado en la vida y las limitaciones inherentes a uno mismo, que anteriormente había sido posible postergar o negar. Otra vez aquí la naturaleza exige que se haya logrado una individuación definida o de otro modo se tendrá que pagar un precio, como es cerrar la posibilidad de continuar renovándose o de disminuir la posibilidad creativa de la propia vida con las consecuencias de vacío y depresión que esto frecuentemente trae consigo. (p. 134)."
A manera de conclusión podemos establecer 4 aspectos importantes en el proceso del envejecimiento, el área de la identidad, que tanto asume su responsabilidad o su rol como anciano y que tanto podrá prepararse para la etapa final de la vida, en el área de la sexualidad, tendrá que encontrarse y sentir la satisfacción de haber producido a toda una nueva familia, en la economía, deberá existir capacidad de afrontar las deudas o temor por la economía, así como aprovechar el tiempo libre, y finalmente se requiere de un apoyo importante para sostener con fuerza su rol de anciano que la sociedad aún no ha logrado comprender y ayudar. En base a ello el adulto mayor se percibirá a sí mismo como víctima del paso del tiempo o como sobreviviente de toda una generación familiar.



Referencias
D. Prieto. (1996). Teorías de gerontología. Científico técnica. La Habana.
J. Ure. (1999). Neuroanatomía de las funciones cognoscitivas humanas. Grupo de Trabajo de Demencia de la Sociedad Neurológica. Argentina.
L. Estrada. (1997). El ciclo vital de la familia. Grijalbo. México, D.F.
R. J. Kane. (1999). Geriatría Clínica. Mc Graw Hill.
Empoderamiento del adulto mayor en la sociedad