Egipto es un edificio (a punto de colapsar)

May 24, 2017 | Autor: Nieves Paradela | Categoría: Arabic Literature
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Descripción

ÍIT.:ERATITAAS

Egipto es u,fl 'edificio (o',punfo d,,é cdlapior)

NIEVES PARADEIA rRofEsoRA DE Esruo¡osÁnesrs e urspÁNicos EN LA uNtvERslDAD ¡uróNol A oe MAonto

r

ituar primordialmente en un edificio urbanc¡ el de-

'

sarrollo de una ficción h¿

sido uno de los motivos preferidos .por novelistas modernos . de te¡idenciá redista o' costumb¡ista:

Ejemplos no f).ltan en la literaturas europeas o emericanas y tampocq en

El lugar.más relevante es el\f,/ast al-Balad (.1.certro de la ciudad, el downtown de las guías turísticas en

r¿k..,'La decadencia dgl país se acentuaba, la economía empeoraba día a día y El Cairo se convertía en una

inglés), úkim¡ etapa de la expansión arquitectó:nici comenzdd¿ ¿n, tiempos de los jedives,.a.finales del xx,

urbe contáminada, caótica, do4de qralüvían miüonesrde persónas, mu-

g!¡erdio:.como resultado' Ia. creación de un barrio moderno de cla. ro estilq europeo --critre francés e Y;

.

¡italiano¡-,,levanrado pari-ser.:habita'., do Por.los.extranjeros residentes en . El-Cai.o .v por.la. próspera éüte eu,. :¡sBeizada-.locaf

que vivía¡.en buen

,,.. acgmodo ton'1a-rno¡arquía.egipcia . .,del mdmento,Allí iobiesalían cafés,

:..:

iaún abiertos,,.óomo el Groppi o el A lla{m. ericaine, cines como. el Metro,

. :.

..

;lel,SaintJarnes o el.Radio, o edificacio'ies: como ei Yacobián, además.de

.-.

.,...bancosrpal¿cetes

u dfi cinas. comer-

, .9iáles"9ue:tóddvía,ho.y bablan, al üsitantq'del gsplendor de aguel Cairo arcien-ftgíme.Hasia comiemos dé los .,añoss'esenta¡,911

barrio cohservó'su

carácter. netamente europeó,y. en

los

sgtea¡4;:cirando,la nue.yar'élite. Econó'mica'se tr¿sladó ¿: nuevoi'üaribs,--¡nás

Ef Caim, 195o..fbbgra.ñd de

' .

Heui.Cartier-Bwn

ld árabe, en la que

-y por no.salirnos del ámbito egipcio al qué pértenece Al-Aswany- podríamos citar a Naguib.MahÁ.r2, verdadero maesrro en l¿

iruención de micromundos espaciales, y a otro eS¿ritor inuche menos conocido, llamado Saad Elkh¡dem, autor de urn péqúeña y qplosiv¡ no. vela, tin:lada

justámenie con

las pala-

bras que encabezan este arrículo.Val-

:ga ello iomo reconocimiento de su '. exatta correspondencia con la reaüdad y como pequeño homenáje a su . autor, fallecido no hace mucho. Uno de los acieitos de Ia. noveia . de Al-Aswany es el de haber siruado su traÍx¡ en una zóna urbana dé El Cairo muy poco representada en la üteratura egipcia, a la que ha sabido ligar bien con las vidas, acciones.y constirución psicológica de sus habi. tantes.Todos ellos viven en elYacóbián, un edificio de imponence fac'. tura, que existe en realidad, situado en la calle Sulaimán Pacha, una.de Ias'principales arterias de la zona. ¡rúEÑrs

dbdoIbtr

.

¡Ia Al-Aswary EL EDIFICIO

COÉLiN

rráa.

¿e Áva¡o e¡eUa Mia€va, Madrid

.

216:pp.1?€ i

..

chas.de las cuales supieron desarrollar una sorprendente habilidad.,parai.: jamiéntos de la ázorea.y de allí.proencontrar lo qu.e más faltaba, es.de- cede el resco de lós penonajes prin_ cir, viviqnda:.Si.1os inengs escrupu* , ;cioales, centrados en .la pareja de .

losos se. fuéron a vivir entre los veinteañeros llamados nrr"yn" y nuerlgs;:supetpgblando'de vivoslbs .TJha, a cuyo incipierite noviazgo enoiries cementerioi.de 1a ciudad,. . pqne ell¿ 6n, decidida e encontrar los más aforturiados -es un decir- pari sí un futuro mejor que el que ocuÉaron todo el espacio libre

que

presagia la marcha del país y la aba-

lés.ürindab¿n las ¿eotees cairores, rrocada azotea delyacobián. coüfigurando aií un subrnundo Et destino de lhha seú. blen dis-nunca peor.empleadj un pre6jo- :tihto. Rechazado su.ingreso en la proletario y tan desesperanzadó. que ::poljcía pór sus orígenes humildes, sólo en lo siruado sobre.sus cabe2¿s hállaron algunos cierto.aliüó y cier-

entrari en la universidad para, al :poqó, contactar con una igrupación ta posibüdad de reacción.Algo.que . 'de islamistas. (Jna vez adocrinado y enseguida se ievelaía como peliglo- . entrenado comenzarán sus acciones so y explosivo. .yihadistas contra él Estado. En una En este espacio, y en'el momen'.de ellas.perderá la vida, aunque con to crucial del d'esencadenamiengo,en '.:la satisfacción últim¿ de saber Que la .1990 de lá cTormenta del Desiertor, víctima eiegida ere casualmenrc el operación militar cohtra'Irak en la que Egipto se alineó g.6cialmente,

policía que lo üoló en prisión

ñrncionals, si, pero Ínucho má Gossu áecade¡cia resultabe ya más que

eunque no popularmentg con la coa-

eüdente.

lición liderada por Estados Unidos,

ElYacobián debe su nombre al .apellido del millonario armenio HagopYacobián, quien en 1934 mmdó cónstruir un edifcio de.diez pisos de

iitúa Al-Aswany a sus personaja,,dibujados, al igual que el barrio y el edificio, con mano firme y segura. Po¡ dlí desfilan hombres como Zaki Bey el Desouki (un sesentón, hijo de

diecisiete idiomas.

la antigua arisrocraciá,.que dedica los

éxito en el mercado á¡abe la fran-'

'

estilo neocláiico, en el que abund¿ban cirlumnas, escaleras y pasillos de

mirmol y donde los balconei

est¿-

ban adornados con cabezas griegas esculpidas en piedra. En la azotea üvían los porteros y, allí llegaron a Ie-. vanmrse cincuenta pequeños tmsteuso-.de los inquiünos. del in-

el poder político le

mueble. Sí, todo rezumeba un aire afrancesado al que puso 6n Ia revolución de los Oficiales Libres. Los extranjéros se vieron forzados a emigrar (Yacobián a Suiza), y la aristocracia local, sin perder del todo su. fortuna y sus privilegios; luvo que

amasar

acomodarse, bien a su pesar, a los revolucionarios tiempos y ceder protagonisnro a los nuevos amos del país: los militares.

llelprcn enseguida alYacobián y sus criados fueron aposerit¿dos en los trasteros de la azotea.Y luego vino Sadar, y luego MubaÉstos

paso a historias socundariis, la nove1¡ eienza. con fluidez y su lectun resulta atrayente. Nada extnñó que se

haya convertido en un best seller y que'haya sido rr¿ducida ya a más de

restos de su fortuna y su mucho. tiempo libre a peneguir y corueguir mujeres de toda edad y condición), o Hagg Ezzam (an vejestoiio corrupto, cuyas buenas relaciones con

roíjiara

un indecente

ño

es ajeno a tal

Queza o la explicitud cori la que en .ella se trata el sexo, sea el matrimo-

nial, el no marrimonial o el homose¡ual. Cierto es que el iutor gusta de traspasai cierto cohvencionalismo ñoño al desvelar y describir con na-

permitieron los de-

lara

ruralidad, a veces, y crudeza, otras, la vida íntima de sub pe¡sonajes, pero todo-eüo ni es én.puridad nue\¡o en la novela árabe ni.implica ftansgresión social o rnoral alguna.Aunque

no pára él- capital monerario; acuciado por un desajustado apedto más,

sexual se caaa en.secreto con une viuda alejandrina a.la que m¡irtiene encerrada en uno de los pisos. delYa-

Con semejantes mimtres argumentales eritremezclándose y dando

.

esporádicamente

iigue

habiendo

cobiári), o Hatein Rachid (un culto peri'odista homosexual que busca a

problemx con novelas tildadas de

sus ocasionales amentes en los

luga-

res de ambiente o entre jóvenes

gu-

auspiciadas por los islamistas), hace tiempo que la narración del sexo en

pos heterosexuales atraídos por su dinero). Uno de eltos,Abduh, con el gue.inicia una toftuose relación, es además vecinó suyo: vive con su mujer y su hijito en uno de los aló-

pornográ6cas (en campañx siempre

literatura ha dejado de set el rabú que.fuera antaño, puesto que la

pre-

sión y la censura se reservan ahora casi en exclusiva.pará tbdo lo reGrido a la política y a la religión. El po-

.

LITERAJTUR'AS

Experi mentos

der permite la audecia -nunc3 €XC€: siva, se entiend* en asuntos de c¿ma (que entretienen de maiavilia a

PROfESOR DE I-ITERATURA ESPANOIA Y

CON]TMPORÁNEA EN LA UNIVERSIDAD POMPEU FASRA Y CRhICO TITERARIO

con lo verdod

la gente) e carnbio de no deju pasar ni una en todo lo.demás. ¿No nos recuerda algo a nuestros años lnales del.franquismo?

.

JAVIER APARICIO II{AYDEU

Sin embargo,la objeción rnás se-

ria que cabe htCe¡ e El edficio bián es

Yaco-

si progresivo desliiamiento

ue

hacia un melodramatismo efectista que termina por rebajr sdstancialmente la calidad de la prime.a p".t. de la obr¿. No digo que v¿rios de.los. sucesos referidos en la novela sean imposibles, sino que -siguiendo eli díctum xistotélico- resulten en ell¿ francáménte irrverosímiles. Asi, por ejemplo, la sorpr€si\¡a.mue¡te del hijo de Abduh mientr¡ éste sé encohtraba en ei apartamento con Haterr Rachid, o la. entrevjsta que el corrupto Ezzem Ínantiene. con el Gnn Hombre (éase, el presidente de la

u

tos o

cmple quince años y se m de cua m uaJe truclahco etr¿pa-

tipo hable con ga-

faut,

lluem

emprendrendo

peces del

cielo no sorprende

d

lector de nmativa con-

do en el símbolo del áos4re que mce de El sueño de Potfilo y la tradiéibn hermÉ;

temporánea, de vuelta de casi todo y ca-

tica:
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