Educación Superior y Derechos Humanos. El caso del campo académico de la comunicación en México

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Descripción

Educación Superior y Derechos Humanos. El caso del campo académico de la comunicación en México 1

Dr. Tanius Karam Cárdenas Academia de Comunicación y Cultura Universidad Autónoma de la Ciudad de México [email protected]

Resumen En este trabajo se hace una reflexión sobre la educación superior y los derechos humanos. Se toma como ejemplo el caso del campo de académico de la comunicación. Se muestran las características generales de la carrera de comunicación, sus modelos de enseñanza, las orientaciones dominantes sobre derechos humanos en la investigación de la comunicación en México. Al final se sugieren algunas guías para pensar políticas culturales en las prácticas educativas de las escuelas de comunicación. Palabras Claves: Educación Superior, Derechos Humanos, Campo Académico de la Comunicación, Currículo, Enseñanza Abstract In this paper me offer a insight about high education and human rights. We take as example social communication academicals field. We show its general features about its name, its teaching models and state of art about human rights and communication. At the end we suggest some basic and general guidelines to think about cultural politics within learning and research of communication Key words. High Education, Human Rights, Communication Academicals Field, Curriculum, Learning.

Una

adecuada

defensa

y

promoción

de

los

derechos

humanos

para

indefectiblemente por los sentidos que pude asumir en distinto tipo de prácticas educativas. No es algo que se pueda resolver mediante los sistemas formales caso al que haremos mención, sino al sentido amplio de lo educativo y los retos de las instituciones que tienen para el siglo XXI. Al mismo tiempo no es posible 1

Profesor de teorías de comunicación en el departamento de comunicación y cultura en la Universidad Autónoma de la Ciudad de México. Es doctor en ciencias de la información por la Universidad Complutense de Madrid, su tesis doctoral es sobre el discurso de los derechos humanos en la prensa mexicana, donde analizo los casos de Aguas Blancas y Acteal. Es autor de varios trabajos sobre análisis del discurso, semiótica, teoría de la comunicación y teoría literaria. Ha publicado Cien Libros Hacia una Comunicología posible (junto con Jesús Galindo y Marta Rizo), es compilador de Mirada a la ciudad desde la comunicación y la cultura. Colaborador en varios suplementos y revistas en México y España. En el 2006 coordina un seminario sobre semiótica y comunicación en su universidad

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concebir la idea de educación (formal, informal, no formal), sin alguna vinculación a los derechos humanos (desde ahora DH) en tanto forma de comprender la dignidad y las relaciones sociales, el estado y la comunicación intercultural, la historia y las luchas sociales. De tal forma queremos en este trabajo hacer una reflexión sobre los sentidos, prácticas, concepciones y retos dentro del campo académico de la comunicación tienen los DH como un ejemplo en la compleja intersección entre educación superior y su institucionalización dentro de un campo. La tendencia para el estudio e investigación de los DH (en la comunicación y en general las ciencias sociales) privilegia las fuentes enunciativas históricas (básicamente el derecho, la filosofía), pero no siempre se atiende a la educación; por la otra parte, si bien nadie niega los DH como sustancia u objeto importante en la formación del profesional social, eso dista, para el caso de las 350 escuelas que imparten la carrera de comunicación en México (con más de 60 mil estudiantes), donde hemos encontrado una situación errática a nivel de su presencia en planes y programas de estudio, no digamos de éstos con las cuestiones más teóricas, epistemológicos del pensamiento comunicacional. Este trabajo quiere responder a la pregunta sobre las maneras, prácticas y sentidos que tienen los DH en la enseñanza e investigación de la comunicación académica en México. Para ello, en primer lugar revisaremos rápidamente las orientaciones dominantes, y los significados “hegemónicos” que tienen los DH en la investigación de la comunicación. A nivel conceptual, proponemos un acercamiento a la “definición comunicativa de los DH” a partir de las perspectivas interculturales de Mauricio Beuchot y Boaventura de Sousa Santos. En el tercer 2

apartado del trabajo, antes de pasar directamente a los planes de estudios, reflexionamos sobre dos rasgos de las carreras y currículos en comunicación: la dispersión nominal del nombre “comunicación”, los modelos de enseñanza de la comunicación para después revisar el estado de los DH en algunos planes y programas de estudio en comunicación. Finalmente proponemos algunas líneas generales para la construcción de políticas que promueven una presencia más consistente de la cultura de DH en el campo académico de la comunicación (aun cuando varias de estas afirmaciones son válidas para las ciencias sociales en su conjunto).

1 Los DH: temas, objetos y tradiciones dominantes en la investigación de la comunicación en México Partimos de una afirmación, el encuentro conceptual de los estudios de comunicación y DH es tardío. Eso significa que se ha reflexionado relativamente poco sobre los DH, fuera de unos campos conceptuales y espacios semánticos, que como en otros tantos temas son marcadamente dominantes, sobre áreas problemáticas no claramente sondeadas. Esta situación tiene sus explicaciones como es la propia organización del campo, las características del sistema político que oficialmente negaba la existencia de los DH, las cuestiones de práctica política que no reconocía la existencia de violaciones a los DH, el poco desarrollo de la sociedad civil y la ausencia de instrumentos para nombrar de forma más compleja realidades sociales en su relación con la comunicación que no se agotara en los medios masivos o bien la actitud de la prensa que confinaba

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aquellas historias sobre abuso de poder y autoridad a la nota roja, amarilla de los diarios. Como es ampliamente conocido, en México por desgracia se han violado DH de forma permanente y regular, pero ésta no ha sido tema de prensa sino hasta un tiempo relativamente reciente que no tiene más de 20 años. Estas razones son algunas que explicaban como el constructo de los DH no existía como objeto de referencia comunicable para los medios. De manera tradicional, ya en los noventa, hablar sobre derechos humanos remite a formas de enunciación filosóficas o bien jurídicas. Para indagar sobre los modos en que los derechos humanos aparecen dentro de la investigación en comunicación

consultamos

la

base

de

datos

electrónica

“Centro

de

Documentación en Comunicación” (CCDOC) coordinada desde el ITESO de Guadalajara por Raúl Fuentes Navarro. La base nos ha dado 77 registros que incluyen “derechos”, “humanos” y “derechos humanos”, de las cuales hemos hecho algunas agrupaciones y comentarios: (a) El primero de hechos es la fuente jurídica: el derecho, la legislación la cual tiene subdivisiones y aspectos más concretos. De esta primera gran línea se desprenden uno de los principales acercamientos que es todo lo relacionado al “derecho a la información” y que tiene de hecho un papel importante en la consolidación de organizaciones de comunicación, como el caso de la Asociación Mexicana de Investigadores de la Comunicación surgida en 1979, entre otras, por preocupaciones relacionadas al derecho a la información. En la base de datos, al parecer Ernesto Villanueva con sus varias decenas de textos sobre el tema parece llevar la “voz cantable” con sus estudios sobre el 4

caso mexicano y demás trabajos comparativos sobre el estado de la legislación en comunicación y el derecho a la información en otros países de la región. De entre sus varios textos se puede ver Hacia un nuevo derecho a la información (2000). De este mismo autor, escrito con Jorge Carpizo se encuentra (2000) Derecho a la información y derechos humanos. (De las 30 entradas de “derechos humanos” en la base de datos de CCDOC, 10 pertenecen al índice de este libro); o bien Escobar y Villanueva (Coords), Nuevas tendencias del derecho de la comunicación. Visiones desde España y México (2000). (b) Otra línea de reflexión (más que fuente histórica propiamente) es lo vinculado al periodismo, a los trabajadores de la prensa, a los derechos de los periodistas y recuentos sobre violaciones de DH a periodistas, etc. Aquí cabe mención el trabajo que desde hace varios años realizan organizaciones civiles por documentar de manera rigurosa los modos y tipos de violaciones contra los trabajadores de los medios, información que por desgracia no se encuentra en la base que comentamos. Algunos de estos actores cívicos son la Fundación Manuel Buendía (FMB), el Centro de Comunicación Social (CENCOS), la Fraternidad de Periodistas quienes a partir de 1992, publican anualmente una separata la cual difunde información con información cuantitativa sobre violaciones, lugares, medios, autoridad implicada, etc. En este sentido un texto igualmente pionero junto con estas bases (no incluido en la base CCDOC) es Periodismo y Derechos Humanos (1992, México: FMB / Comisión Nacional de Derechos Humanos, CNDH), que recoge las participaciones a un foro convocado por éstos y otros organismos para discutir sobre los “medios de comunicación y los derechos humanos” y que sería el primero de este tipo, 5

además la mirada a su índice deja entrever muchos de los temas que por fortuna se hallan también en este seminario CONEICC- FELAFACS. (c) Hemos encontrado una vertiente, no muy extendida que estudia a los medios en coyunturas específicas (sobre todo procesos electorales). El trabajo por ejemplo de Oscar González Medios y campañas en el proceso electoral mexicano del año 2000 el cual documenta un informe de violaciones al derecho a la información en el ámbito de los derechos políticos. Este tipo de monitoreos y análisis se pueden conectar de manera directa con las cuestiones sobre las garantías sociales y de comunicación, así como otro tipo de temas (d) Una línea tenue incluye trabajos donde se analiza las representaciones de los medios. Los mensajes, imágenes, códigos de representación que en algún modo y grado son atentatorios de las garantías sociales, individuales; en este caso podemos citar a manera de ejemplo el artículo de Guillermo Orozco “Violaciones desde la pantalla” o el de Armando Ibarra y Yadira Robles “Drago Ball y Los Simpson: propuestas axiológicas en la TV para la conformación de la vida política de la comunidad infantil”, o bien los de Miguel Acosta que aunque no están en el rubro “derechos humanos” ha coordinado diversos trabajos sobre monitoreos y seguimientos informativos como el artículo realizado junto con Gabriela GALAVIZ S. (1999) Chiapas y los derechos indígenas en cinco noticiarios de televisión. Por principio de cuentas una base de datos con 5000 entradas, 77 de las cuales son de derechos humanos nos parece inexistente; de la misma forma como comentamos hay referencias importantes (no necesariamente académicas) que no se encuentran, y mucho temas —como reiteraremos más adelante— que no 6

aparecen. La presencia de los DH en la investigación es exigua y no es consistente.

2. Los Derechos Humanos. Un intento por definirlos desde la comunicación Parte de la explicación de lo poco consistente es que no existe un intento deliberado, al menos del campo de la comunicación, por pensar desde las teorías de la comunicación a los DH. De hecho las dos propuestas que presentamos no provienen del pensamiento comunicacional canónico, desgraciadamente centrada en extremo por las dinámicas de los medios masivos. Con la inclusión de estas dos referencias queremos mostrar ejemplos de acercamientos comunicológicos para el estudio de los DH.

2.1 Problemas en torno a la definición de los DH Los DH se pueden entender como un conjunto de valores consagrados en instrumentos jurídicos internacionales o nacionales destinados a hacer respetar o concretizar las condiciones de vida que posibilitan que todo ser humano pueda mantener y desarrollar sus cualidades peculiares de inteligencia, dignidad y conciencia, para permitirle satisfacer sus necesidades materiales y espirituales. Además los DH son una noción importante para definir lo que se entiende por “modernidad”. Ello significa que en esta noción también se cifran componentes para desentrañar algunos problemas del dilema cultural y filosófico de nuestro tiempo. Si es que asistimos a una crisis de la modernidad, ello significa que lo hacemos al de una noción de los DH en sus instrumentos de expresión y regulación. El concepto de DH se basa en un conjunto de presupuestos bien conocidos, todos ellos típicamente occidentales, a saber: existe una naturaleza humana

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universal que puede conocerse de modo racional; la naturaleza universal que puede conocerse de modo racional; la naturaleza humana es esencialmente diferente y superior a la realidad restante; el individuo posee una dignidad absoluta e irreducible que debe defenderse de la sociedad o del Estado; la autonomía del individuo exige que la sociedad este organizada de forma no jerárquica, como suma de individuos libres (Panikkar citado por Santos Sousa, 1998: 19.) Parte de esta crisis parece resolverse en la idea que el principio de universalidad en el que asentaron, no refleja el consenso genuino entre los pueblos de la humanidad. Ese “pecado original” del proceso de universalización de los DH puede ser una de las principales causas para las constantes violaciones que ocurren en los días de hoy, sobre todo en los países no occidentales. Este principio de la “no-occidentalidad” es importante porque la idea de modernidad en las perspectivas pos-occidentales es completamente distinta. De acuerdo algunos autores, el centro de esa modernidad fundante no serían las Declaración de los Derechos del hombre (1789) en el marco de Revolución Francesa y la Declaración de Virginia en el de la Guerra de Independencia estadounidense, sino los postulados de la Escuela de Salamanca y la filosofía hispana de los siglos XV y XVI; la formulación de estos derechos no estaría en Paris, sino en Salamanca y en Cuba. Al parecer esta resolución por una definición más amplia de DH pasa por la necesidad de un dialogo intercultural que, en caso sea posible, se puede llegar a la construcción de esa posible universalidad. Una buena parte de los teóricos del tema han señalado la necesidad de reconstruir el actual paradigma de los DH que supere su perspectiva liberal de matriz iluminista y racional, cuya idea básica se 8

remonta a la idea del individualismo; otro aspecto retomada por la Conferencia de Viena (1993) da cuenta que la idea “universal” de DH se ve cuestionada por el tema de la diversidad cultural. Así la idea de la interacción, el diálogo y la puesta en común de los distintos universos de sentido aparece como medular para dirimir la posibilidad de una visión universal más amplia, plural y heterogénea en torno a lo DH, entendidos en sus tres generaciones de derechos individuales, políticos, sociales, culturales y de desarrollo. Veamos dos formas de concebirlos. Hacemos una doble definición de dos autores para quienes la hermenéutica es importante: Boaventura de Sousa Santos y Mauricio Beuchot, sociólogo del derecho y filósofo respectivamente. Ambos autores han implicado a la comunicación a partir de los juegos y pliegues mismidad / alteridad necesarios en la definición. Es una veta inexistente en los estudios de comunicación, pero creo puede abrir vetas de estudio para la resolución de conflictos, como el caso chiapaneco.

2.2 La definición intercultural de Boaventura de Sousa Santos. Una de las propuestas que existen para una definición más intercultural de los DH lo tenemos en la obra de Boaventura de Sousa Santos quien parte de la idea que estos derechos no poseen una matriz universal, esto debido a que el paradigma actual de los DH se encuentra inserto en el contexto del imperialismo cultural, toda vez que no todas las tradiciones culturales han participado en la elaboración de los instrumentos internacionales de DH, sobre todo en el llamado Internacional Bill of Rights. Por lo anterior, es a través de la noción de universalismo y la globalización hegemónica, que los valores occidentales se disfrazan de “universales”, de 9

manera que permiten la expansión de ideas íntimamente ligadas al legado occidental: liberalismo, individualismo y mercado. Para Santos, la falta universalidad de los DH debe transformarse en una nueva universalidad construida de abajo hacia arriba. Este autor portugués, no niega los esfuerzos por universalizar un conjunto de valores que puedan ser compartidos por todas las culturales; pero alerta que para operar una especie de cosmopolitismo (o globalización contra-hegemónica) de los DH, tiene que ser recontextualizados como multiculturales. En su propuesta Santos (1998: 24) ha propuesto una re-contextualización de los DH que lleve a un nuevo diálogo cultural, a partir de lo que llama “hermenéutica diatópica”. Este diálogo se da entre culturas, es decir universos de sentido en gran medida inconmensurables. Éstos consisten en constelaciones de topoi que son lugares comunes retóricos que por se incuestionables hacen posible la producción y el intercambio de argumentos. Comprender una cultura a partir de los topoi de otro puede ser muy difícil. La “hermenéutica diatópica” es un procedimiento que Santos considera adecuada para guiar el diálogo en las dificultades que supone; no se trata de superarlo o resolver, sino de orientarse en el. Esta hermenéutica se basa en la idea de que los topoi de una cultura por más fuerte que sean son incompletos. El objetivo de este método no es lograr el estado de completo, sino por el contrario ampliar la conciencia de mutua calidad de incompleto a través de un diálogo que se desarrolla por así decirlo, con un pie en una cultura y un pie en la otra.

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Se trata de ayudar la mutua traducción de la inteligibilidad de cada universo de sentido. Algunas de las premisas para conceptuar a los DH como multiculturales son los siguientes: (1) Superación de la tensión universalismo-relativismo. Esta visión polarizante conduce a un localismo occidental globalizado. Toda tentativa de universalizar o globalizar valores presupone una procedencia local. La globalización presupone localización; de así se afirma que los valores “universales” posee una inmersión cultural específica: la tradición occidental. De la misma manera la posición relativista no tiene consenso porque no se vislumbra la construcción de un futuro común ni tampoco de una comprensión cultural mutua. Cualquier tentativa de seguir por este camino supondría una imposición de una cultura sobre otra; por otro lado, la noción de “relativismo cultural” es importante para el diálogo porque obliga a las respectivas cultural a admitir los valores ajenos. (2) La segunda premisa considera que todas las culturas poseen concepciones de la dignidad humana, pero no todas ellas la conciben en términos de “derechos humanos”. Existen diversas versiones de dignidad humana; cada una de ellas posee una determinada amplitud para las demás tradiciones culturales. Así, dentro de las diversas versiones de dignidad humana de determinada cultura, se tiene que buscar la que más acepta las particularidades de las demás construcciones culturales. La naturaleza cultural es una naturaleza dialógica; la identidad del ser humano y su auto-comprensión ocurre en contacto con el otro, más precisamente con otras culturales; siempre definimos nuestra identidad en diálogo. Las identidades no se limitan o confronta en el diálogo (que parte del reconocimiento), sino que se expanden. 11

(3) La percepción de incomplitud de las culturales y finalmente. De acuerdo con Sousa Santos, el sentimiento de frustración, descontento con la propia cultura provoca curiosidad por respuestas más satisfactorias. Esta curiosidad desarrolla sentimiento de incomplitud, que impulsan el diálogo entre las culturas. En estos casos, puede ocurrir un cambio recíproco de las creencias que tienen estatus de verdad y el camino para una construcción de una concepción multicultural. Si una cultura se considera completa no tiene interés en dialogar con las demás (4) Una aproximación entre las políticas de igualdad y de diferencia. Las culturas tienden a organizarse con base a los principios de naturaleza jerárquica, de igualdad y de diferencia. Así, las personas se encuentran normalmente divididas en iguales y diferentes. De acuerdo a Boaventura, no hay que distinguir entre las “políticas de igualdad” y reconocimiento, de las “políticas de la diferencia” a fin de alcanzar una política emancipatoria de los DH; por el contrario, ambas tienen que estar muy ligadas. La hermenéutica diatópico presupone la acepción de un conocido imperativo cultural: “tenemos derechos a ser iguales cuando la diferencia nos interioriza; tenemos derechos a ser diferentes cuando la igualdad nos descaracteriza”. De acuerdo a Sousa Santos, el dialogo entre culturas ocurre en el intercambio de universos de sentido diferentes, muchas veces incompatibles entre sí. Esos universos consisten en constelaciones de topoi fuertes. Cada universo de sentido posee su propio topos que son lo lugares comunes retóricos más abarcadores

en una cultural”. Son lo lugares donde emergen premisas de

argumentación evidentes e irrefutables en cada cultural, las cuales debe recaer cualquier tentativa de diálogo intercultural. Para que el diálogo se dé, es necesario 12

que los distintos topoi sean recíprocamente comprendidos por las diferentes culturas. Una vez que es posible la comprensión mutua de los topoi, Sousa Santos propone el método de la hermenéutica diatópico para el realizar el diálogo entre las distintas concepciones. Así, es precisa recolocar los discursos (dia-logos) culturales en sus respectivas realidades (dia-topoi); es preciso entender los mitos que subliman los universos de sentido, sus visiones del mundo. Los mitos no pueden percibirse a través de los discursos dialécticos basados en la razón (logos), que descolocan la reflexión para una realidad metafísica (Cf. Herdy de Barros, 2003)

2.3 La definición analógica-icónica de Mauricio Beuchot Una propuesta parecida la tenemos en la obra de este filósofo coahuilense. Mauricio Beuchot (1995, 1999, 2000) se conoce como una hermenéutica analógica la cual logra una interesante síntesis de semiótica, la hermenéutica y la filosofía del lenguaje, misma que nos parece muy sugerente, sobre todo en cuanto a la fundamentación filosófica. Su propuesta la ha denominado analógico2hermenéutica, en la que Beuchot promueve la integración de una visión sintética sobre los DH que equilibre la mismidad y la otredad, lo individual y lo colectivo. Al tener una propuesta dia-lógica e intersubjetividad, de los problemas relevantes es la articulación “puesta en común” entre otredad y mismidad. El 2

De acuerdo con su etimología el conocimiento análogo se da “ana logon”, esto es, según la relación de un ser con otro; la analogía supone el tránsito del ser más conocido al menos conocido, mediante una combinación de conveniencia y discrepancia entre ellos. Beuchot entiende la analogía como un método de conocimiento que constituye casi una racionalidad. La analogía es un instrumento lógico porque ayuda a pensar las cosas de acuerdo a una jerarquía y proporción. La analogía está vinculada con la distinción y ésta se logra sobre todo en la discusión, por eso también es dialógica.

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problema de los DH es el mismo de la intersubjetividad (y con ella la de la comunicación); los DH es un problema que no sólo incumbe al “yo”, sino al otro, y principalmente a éste. No sólo es el problema de los derechos como tal, sino de mi relación con los otros. La relación canónica se da en el eje torturado-torturador; éste funciona con un principio esquizofrénico de la realidad, disocia al principio de realidad; el torturador (infractor, victimario) se relaciona con el otro (torturado, víctima) como si no tuviera nada que ver con él. Para Beuchot es importante tener en cuenta que no se puede tener una idea absoluta y total del destinatario de los derechos. La definición dialógica (comunicativa) de los DH podría para este autor dar pista para la resolución del conflicto en el sureste mexicano; el filósofo mexicano explica como las corrientes liberalista e individualistas promovieron los DH individuales, en detrimento de los comunitarios. Los movimientos indigenistas y algunos movimiento sociales los están reivindicando; el reto es la integración es una tendencia liberal y otras más comunitaria. El reto es conjuntar los derechos comunes, comunales de las comunidades indígenas, sin perder de vista los derechos individuales. La noción que se tiene de DH se puede ampliar un poco hacia una visión más comunitaria. Se cree que el desarrollo del derecho comunitario, venga en detrimento de los derechos individuales. Con relación al caso Chiapas, no se puede absolutizar al indígena. Hay algunos grupos indígenas en las que prevalecen prácticas violatorias de los DH, por ejemplo prácticas, sobre todo de índole sexual: el uso de la mujeres como objetos de intercambio, sin consideración de su decisión o interés en su plenitud sexual o afectiva (sus derechos sexuales); etnias en las que subsiste la práctica 14

de quien se case con viuda que tenga hijas adolescente, éstas pasan a ser posesión del nuevo marido [...] Sobre todo estos casos tendría que poderse vetar, enjuiciar, condenar, y para eso necesitamos principios sólidos para una crítica fundamentada de las otras culturas [...] El resto de una reflexión comunicativa sobre los DH es cómo encontrar esos “justos medios” (entre la individualidad y la sociedad, entre la mismidad y la otredad) que posibiliten una formulación dialógica e integral de los DH, Beuchot sugiere la intuición. Citando a Aristóteles y Popper, los justos medios se alcanzan por medio de la prudencia. La afronesis es algo que se cultiva, no está dada, por eso es tan difícil llegar

a esos límites que son en realidad movedizos, y

escurridizos. Junto con afrónesis, el principio de negociación es importante. Los interlocutores deben presuponer la competencia racional y argumentativa del otro, quien puede ser diferente, pero tiene la misma competencia lingüística y argumental. El reto es cómo acordar, y generar esos consensos que determinados problemas nos demandan; cómo llegar a formulaciones amplias que “integren” y “sinteticen” las aspiraciones de todos los pueblos. Beuchot sugiere como método el planteamiento (no a priori de Kant, Habermas o Apel), sino a posterior, por medio de una diá-filosofía, o diálogo con otras culturas. La negociación presupone una asunción o pretensión de (Apel y Habermas lo llaman el “claim”) veracidad; cuya única condición es la confianza que los actores de la comunicación “dirán la verdad”.

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3. Los derechos humanos, modelos de enseñanza y planes de estudios en comunicación. Con la idea sobre la investigación de la comunicación y este acercamiento, establecemos el marco para dar algunos detalles dentro de la institucionalización de la comunicación como un ejemplo de educación superior y derechos humanos. En este tercer apartado sugerimos tres componentes para el análisis del campo de la comunicación y los DH, primero hacemos una consideración general sobre los nombres de la carrera, hecho que en sí mismo dice mucho de la institucionalización en la educación superior de la comunicación. Luego consideramos los modelos de enseñanza y reflexionamos sobre los modos de presencia de los DH en planes y programas. Con esto creemos tener un panorama básica que nos permite justificar y fundamentar lo que de hecho ya hemos advertido: la errática presencia de una cultura de derechos humanos en las escuelas y currículos en comunicación. 3.1 La diversidad nominal de la carrera El primer aspecto que quiero recordar, que para muchos de los aquí presentes seguramente es lugar común, es la diversidad (equívoca) del nombre. Con equivoco quiero decir, que en pocos documentos he visto una operacionalización considerable de lo que término concita. Si bien algunos autores quieren ver una cierta homogeneidad (Cf. Benassini, 2000), la realidad parece decirnos otra cosa. De acuerdo al Anuario Estadístico 1988 de la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Enseñanza Superior (ANUIES) las carreras de comunicación con todas las variantes se ubican en el área de ciencias sociales y

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administrativas; en esta categoría la comunicación se imparte bajo el rotulo de ciencias humanas, ciencias de la comunicación o de la información, comunicación, desarrollo humano, medios masivos, periodismo, periodismo y comunicación colectiva, relaciones humanas, sistemas de información. El gráfico 1, Benassini da cuenta de la relación nominal por número de instituciones. Gráfico 1

Nombre Ciencias de la comunicación Comunicación Ciencias y técnicas de la comunicación Publicidad Periodismo Publicidad y comunicación Relaciones publicas Comunicación organizacional Ciencias de la información Comunicación social Mercadotecnia Mercadotecnia y publicidad Comunicación gráfica Comunicación y relaciones publicas Diseño de la comunicación grafica Ciencias de la comunicación audiovisual Ciencias y técnicas de la información Comunicación visual Otros nombres TOTAL

Numero de carreras 115 24 14

Porcentaje

10 7 7 6 5 4 4 4 4 3 3 3 2

4.2 2.9 2.9 2.5 2.1 1.7 1.7 1.7 1.7 1.3 1.3 1.3 0.8

2

0.8

2 15 236

0.8 6.2

48.5 10.1 5.9

La agrupación de este cuadro puede señalar como las licenciaturas en comunicación siguen centradas en la preparación de estudiantes para trabajar en los medios; luego siguen las licenciaturas en periodismo y algunos otros apelativos; sucede lo mismo con la publicidad. A partir de los ochenta aparecen vertientes en comunicación organizacional.

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A partir de 1975 aparece el perfil de publi-relacionista, pero no ha tenido fuerza. Aparecen variantes de aspectos audiovisuales, licenciatura con formación de profesionales en los campos de la educación. Por último se observa una tendencia a combinar opciones (ciencias de la comunicación y publicidad, mercadotecnia y publicidad). Piensen ustedes, cómo se pueden relacionar los DH con este panorama, ¿cómo se puede vincular a los DH con las relaciones públicas o con el diseño gráfico, con la idea más amplias e “ciencias de comunicación” o co la mercadotecnia? Si nosotros preguntáramos a las representaciones que nos sugieren estos nombres, qué nos podría sugerir. Seguramente podemos empezar a explorar el sentido que para nuestros currículos tienen los DH, toda vez que en nuestra guía de trabajo consideramos lo mismo menciones explícitas como sugeridas. La cuestión histórica de los nombres no es para nada menor. Recuerden ustedes la experiencia de la UIA a principios de los sesenta. En 1961, después de morir Sánchez Villaseñor la novel licenciatura (“ciencias de la comunicación” como originalmente se llamó) que por problemas administrativos que registrarla ante la SEP con otro nombre (“ciencias y técnicas de la información”) (Cf. Benassini, 1995: 17-44). Con el nombre cambió también la visión y el modelo de enseñanza de la comunicación: de un intelectual humanista que usaría los instrumentos de la comunicación masiva para una mejor sociedad, se transformó para buscar que sus egresados encontrarán trabajo en la creciente industria de la televisión, lo que llevó a la incorporación de nuevas materias (administración, contaduría) y que se quitaran otras (como fueron con las filosofías). El llamado modelo “humanista” fue el articulador entre dos visiones que han sido las dominantes; en realidad fuera de 18

la experiencia de la UIA en los sesenta, no conocemos otra experiencia circular que de forma sostenida haya apostado por esta configuración. Los nombres de las carreras dejan ver visiones y modelos (que consideramos adelante) de enseñanza y articulación con los DH. Cada actividad dentro de la comunicación ofrece posibilidades de encarnar los temas de las garantías individuales-sociales-culturales con distinto cuño, acento y perspectiva. Curricularmente el modelo de enseñanza tendría que imprimir una visión para comprender, difundir, estudiar, enseñar e investigar a los DH. Estos “modelos de enseñanza” no son en absoluto “puros” o “excluyentes”, de hecho como la propia tipología de los DH, aspiran a su “integralidad”, a su construcción compleja toda vez que el estudio, enseñanza e investigación de los DH tiene que hacer de forma “multi” y “transdisciplinaria”. Aquello que se señala para la educación y que en otros Morin o Wallerstein (1996) han señalado para la educación y las ciencias sociales, suponen en eje de políticas culturales en las prácticas educativas. Pasemos a hacer una reflexión sobre los modelos de enseñanza de donde podemos inferir pistas para la construcción de estas políticas y su orientación en los programas de estudios.

3.2 Los modelos de enseñanza de la comunicación. Un intento de mirada desde los Derechos Humanos Creo que podemos indagar por un modo de presencia de los DH en los planes de estudio lo cuestionamos desde los modelos de enseñanza. Aparte del “humanista”, Fuentes Navarro se refiere al “periodista” y al “científico social”. Yo he propuesta un “cuarto con base a la experiencia que adelante voy a narrar. Como el propio autor lo señala, ninguno de estos modelos ha logrado la consistencia 19

suficiente para legitimarse ni profesional ni universitariamente; de hecho los planes de estudio responden más a una yuxtaposición con énfasis diversos según las instituciones, pero sin articulación cognoscitiva ni social El primer modelo, es el de formación de periodistas por extensión podemos hablar del trabajador de los medios; sobresale aquí una visión muy centrada en la actividad, en las necesidades, por lo general apremiantes de las industrias informativas y culturales. Subyace a este modelo una noción de la comunicación como difusión y por tanto su énfasis en la producción de mensajes. También, la necesidad del competente manejo de las relaciones entre estructuras y coyunturas, para intervenir de manera oportuna en éstas desde aquéllas. El segundo modelo, es el “humanista”, tiene como contexto la célebre carta de Sánchez Villaseñor, la UIA de los sesenta. Desde una perspectiva humanista, el modelo subordina la habilitación técnica a la cultura “encarnada” en sujetos capaces de impulsar, a través de los medios, la transformación de la dinámica sociocultural conformen a marcos axiológicos definidos y enfatiza sobre todo un manejo competente y responsable de los contenidos de los medios. La utopía del discernimiento filosófico y existencial como base de la práctica de los comunicadores remite a una teoría de la comunicación y a una ética social; su currículo se caracteriza por colocar un amplio bagaje sobre todo de filosofía e historia desde el cual interpreta los medios, la comunicación. La tercera Fuentes Navarro es el “comunicador como científico social el cual se deslinda claramente de la formación instrumental (de hecho se coloca en franca oposición a ella), pone énfasis en la construcción de totalidades desde una perspectiva crítica, le da más peso a la comprensión de la comunicación como 20

fenómeno social y se vale principalmente de las técnicas de investigación en ciencias sociales para producir su saber y eventualmente legitimar su presencia en los medios, más que realizador, como analista, crítico o intelectual. Su preocupación es mucho más estructural, pero a diferencia del modelo anterior éste se centra en la sociología y la política que funcionan como disciplinas articuladoras. Este modelo se preocupa por la denuncia de los efectos de la transnacionalización de la información, la estructura de los grupos propietarios de esas industrias culturales y sus cómplices. En otros trabajos, hemos postulado la idea de un “cuarto modelo”, justamente basado en la experiencia de la carrera de comunicación y cultural de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México con su clara orientación cultura (lo hemos llamado enfoque culturalistas) (Cf. Karam, 2005, 2005b). Una reflexión que hemos seguido sosteniendo nos muestra que en realidad no son cuatro, porque aparecen perspectivas administrativas o gestoras que ponen el acento no en el objeto, sino en el estilo y modo de ver la comunicación como una práctica transversal a todas las actividades humanas, a este respecto tenemos a nivel de escuelas de comunicación el caso de la Universidad Intercontinental (Cf. Cardona y Macías 2004 y 2004b) que se ha construido a partir de recuperar la interesante propuesto comunico-metodológica de Galindo (2004). Llevados estos modelos a la enseñanza-aprendiza de los DH nos ofrecen coordenadas de interacción para pensar como el tema de las garantías individuales, sociales, culturales se inserta en los currículos formales e informales. En el gráfico 2, presentamos una hipótesis y un primer intento preliminar por

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operacionalizar algunas nociones para después preguntar de manera más concreta, cómo aparecen y se pueden presentar los DH. Gráfico 2 Modelo

Habilidad / Actitud

Periodístico (y por extensión el “mediático”) Humanista

-Maneja los códigos y las técnicas de los medios

Científico Social

-Produce conocimientos en relación con las técnicas y procedimientos.

Modelos AdministrativoPlaneador

-Planeación de procesos comunicacionales -Organizar insumos, recursos en determinadas espaciotemporalidades -Establece estrategias de mediación / articulación

Cultural

-Interpreta y relaciona fenómenos concretos con estructuras más amplias.

Espacio Público dominante -Trabajo en los medios (en cualquier fase o proceso) -Funcionario Internacional de organizamos sobre ciencia y educación -Asesor en políticas públicas -Especialista en áreas sobre cultura y sociedad -Universidades, Institutos de Investigación -Revistas Especializadas -Empresas de investigación aplicada -Organizaciones, empresas, grupos sociales -Empresas, industrias, entornos institucionales -Organismos Civiles -Áreas de promoción difusión de la cultural

y

Temas de DH y aporte DH de los trabajadores de los medios -Ofrece elementos para definiciones más integrales y complejas

-Seguimiento y Análisis de las violaciones de periodistas

-La normatividad como cultura organizacional y la manera como puede convertirse en un elementos favorecedor / obstaculizador de los objetivos del grupo. -Mecanismos para el diálogo intercultural (Sousa Santos) -Establecimiento de estrategias para comunicar culturalmente grupos, instancias, niveles de la realidad social

3.3. Los DH en planes y programas de estudio en comunicación Nuestra experiencia como realizador de planes y programas de estudios, dentro de las escuelas de comunicación, nos muestra una práctica errática y deficiente (claro, siempre hay excepciones) sobre todo por la manera como se organizan los equipos de trabajo, y la imperiosa necesidad por responder a tiempos administrativos de la SEP. Muchos detalles quedan fueras y prácticamente en muy pocas ocasiones aquellos retos, circunstancias y situaciones que interpelan a la educación superior en México quedan integrados o asumidos por escrito. Cabe por otra parte decir en demérito de este argumento que no menos es cierto que 22

ningún currículo aislado en cualquier universidad puede realizar plenamente una cultura de DH sin el concurso del sistema universitario en su conjunto, así si al interior el reto es una cultura académica que atraviese la dimensión formal e informal, la formativa e informativa, de igual valor resulta que dentro de las políticas culturales de las universidades los derechos humanos sean reflexionados e integrados no solo como cursos, sino como eje constructores de subjetividad, de ciudadanía, lo cual excede por mucho los objetivos denotativos de muchas carreras y programas. Junto con la búsqueda nominal y la reflexión sobre los modelos de enseñanza para conocer cómo se puede articular una cultura de derechos humanos con una presencia curricular en planes y programas, hemos querido analizar algunos de ellos. Nuestro trabajo tiene una función exploratoria, porque justamente al carecer de una base de datos confiable y de información completa, lo que tenemos es un primer panorama que resumimos en el siguiente gráfico. EL lector advierte un rubro en la columna izquierda donde hemos querido incluir áreas posibles, eje de conocimiento donde eventualmente pueden caber los DH como espacio de conocimiento, difusión e investigación. Gráfico 3 Categoría posible (rubro) Materias de Derechos Humanos Fuentes Jurídicas y Derecho

Legislación, régimen legal de los medios

“Materia” Institución            

“Derechos Humanos”, “Derechos de la Comunicación” (ITESO) “Derecho de la comunicación (U. de Aguascalientes) “Derechos Humanos” (optativa en UABC) “Los valores y los Derechos Humanos” (UNIVA) “Políticas públicas de comunicación” (UIC) “Lógica Argumentaria” (U. de Aguascalientes) “Estructura de ls códigos de comunicación” (U de Aguascalientes) “Derecho mercantil y laboral” (U de Aguascalientes) “Derecho y Sociedad” (UABC) Legislación de los Medios (Anahuac, UAS, BUAP) Régimen Legal de los Medios de comunicación (UNISON) Régimen jurídico de los medios (Popular Autónoma de Puebla)

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Nº 4

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Conocimiento de los medios Ética, Filosofía, Valores

           

Estructura mensajes

de

Comunicación Popular / Alternativa Materias de contexto mundial, nacional, problemas mexicanos

                          

“Marco legal de Relaciones Públicas””Publicidad” (U de G) “Legislación de la comunicación” (UDEC, U del Tepeyac) “Legislación de los medios” (U. La Salle) “Régimen Jurídico de la Información” (U de Periodismo y Arte) “Ética y legislación de los medios” (UNIVA) “Desarrollo y régimen de medios” (U.Colón.Ver.) “Estructura y poder y de los MIC en México” (UAS) “Flujos internacionales de la comunicación en AL” (UIC) “Valores en el ejercicio profesional”, “Formación humana y compromiso social (ITESM) “Filosofía de la Comunicación” (BUAP, UIC) “Etica de la comunicación” (UIC) “Deontología de los Medios de Comunicación” (U.Popular Autónoma de Puebla) “Deontología profesional” (U de G) “Formación de valores y actitudes profesionales” (UABC) “Valores y humanismo” (U de G) “Doctrina social cristiana” (U de Mty.) “Psicología Humanista” (U de Mty.) “Humanística” (U del Tepeyac) “Fenomenología de la trascendencia” (UNIVA) “Optativa de Humanidades” (U.La Salle) “Ética profesional” (U. La Salle) “Seminario de ética y práctica profesional” (U.Colón.Ver.) “Seminario de introducción al problema humano” (U.Colón.Ver.) “Análisis y Evaluación (Anahuac) Ideología de la Comunicación (UNISON) “TV y procesos culturales” (UAM) “Ideología, poder, estrategias discursivas” (UAM) “Género y Comunicación Social” (U de G) “Evaluación crítica de los medios” (U. Colón.Ver.) “Comunicación Alternativa” (BUAP, U. Popular Autónoma de Puebla) “Problemas Mexicanos” (Carlos Septién) “Problemas sociales, económicos, políticos de Campeche”. Instituto Campechano “Análisis Histórico de México” (ITESM) “Formación Social Mexicana” (UNAM; UNISON) “Temas selectos de historia y tradición en la cuenca del pacífico (U. de Colima) “México: economía, política y sociedad” (UAM) “Raíces políticas y sociales de México” (U de Mty.) “Cultura y Sociedad Mexicana” (UIC) “Seminario de la realidad social mexicana” ((U.Colón.Ver.)

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Lo que encontramos es por una parte una presencia, pero de muy diversa naturaleza. La columna izquierda muestra esas áreas (conceptúales y prácticas) a potenciar. Una parte del trabajo a realizar sería —con los programas den mano de esas materias— hacer una nueva agrupación y tipologías. Nada hasta el momento nos lleva a establecer algún tipo de consenso generalización de tipo curricular. Muchas de las materias sobre DH se encuentra asociadas a troncos comunes o

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están confinadas al imperio acomodaticio de las “materias optativas”. Nos ha sorprendido gratamente encontrar excepciones, como las del ITESO y la Universidad Autónoma de Aguascalientes donde se ubica una presencia clara y central, o bien en la UNIVA de Guadalajara donde una de las áreas de concentración ofrece los DH como opción y que puede ayudar a problematizar este gráfico y reflexionar sobre qué tipo de cursos en DH, bajo qué articulaciones curriculares se puede ofrecer a la formación del profesional en comunicación.

4. Pensar la enseñanza de la comunicación desde los DH. Una perspectiva integral. Quisiéramos concluir este ensayo con alguna reflexión más integral. Como conclusión preliminar puedo afirmar que la cuestión de los DH se encuentra de forma difusa y poco clara conceptualmente en los currículos en comunicación (lo cual por otra parte es una característica más amplia de planes y programas de estudio. Consideramos que la clarificación en planes y programas los sería conveniente, ayudaría a la definición conceptual. Salvo en pocos casos, el egresado en comunicación (en cualquier de sus variantes nominales) no tiene una formación en DH, la cual en el mejor de los casos —de acuerdo a lo que principalmente ha investigado la comunicación— se encuentra muy vinculada a una perspectiva jurídico-legal y con cercanía al “modelo periodístico” y defensa por el derecho a la información.

4.1 El reto de una perspectiva integral en la enseñanza de los DH y la Comunicación La idea de “educación en derechos humanos” ha sido promovida recientemente como uno de los espacios de la contribución al espacio de los DH. La empresa de

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buscar promover los valores de DH a través de la educación de los públicos, normas para proteger y lograr el respeto de los DH. Sobre su objetivo, señala Rodríguez Moncada (en Morales Gil, 1996: 160-161): “Se trataría de forma ciudadanos que exijan su cumplimiento en el terreno jurídico; su reconocimiento y la demanda consecuente de cumplimiento en tanto se interioricen éticamente; y finalmente, su instauración como base de una práctica política de tolerancia que abra camino a una democracia cada vez mayor”. La educación en DH está llamada a ser preventiva y proactiva más que simplemente reaccionar ante los hechos violentos que ocurren; se trata de educar más en los valores que comunicar mediante listado de violaciones o recuento de hechos. La educación de DH intenta construir un modo de percepción y acción. La idea de “integralidad” incluye una serie de componentes que a la hora de reflexionar sobre “planes de estudios” y algún objeto conceptual no se puede obviar. No es ajena a una perspectiva cultural en los entornos universitarios como algo más complejo que incluir materias con contenidos. La integralidad se asocia a una serie de componentes que incluyen contenidos, currículo, cultura institucional; la aspiración es hacer dialogar todas estas instancias desde los derechos humanos y los problemas adscritos a su red semántica como “impunidad”, “abuso de autoridad”, “flexibilidad”. El currículo formal es la dimensión variada que pueden asumir los contenidos, no sólo las materias sobre derecho o legislación, sino incluso, la promoción de contenidos sobre la dignidad humana. Este currículo oculto nos interpela para pensar sobre espacios que no siempre reflexionado: las formas del

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abuso del poder institucional (en particular en el aula), las políticas del lenguaje institucional, los procesos de selección y premiación dentro de la institución.

4.2 Pensar a los DH desde la Comunicación. Algunas notas preliminares. En un texto publicado por la revista Chasqui, Rossana Reguillo (2000) sugiere tres encuadres para entender el binomio DH-comunicación: (a) el primero tiene que ver con la pobreza y la manera como los medios explotan las nuevas contradicciones del tejido socio-cultural, un espacio de estudio que se entrevé en servicios informativos, en los nuevos géneros del “reality show”, “talk show”, éste es un espacio para la articulación DH-Comunicación. (b) Un segundo encuadre tiene que ver con las narrativas sociales, la espectacularización-domesticación de ciertos acontecimientos, la forma de “naturalizar” el orden social, incluye todas las formas de endurecimiento de los medios, la legitimación del discurso de los modos de marginación; los medios construyen estigmas sobre personas y lugares, violan el derecho de privacidad y al banalizar cualquier referente humano, lo “deshumanizan”. (c) El tercer encuadre que para mi es una variante del anterior, se centra en conocer la condensación de los desequilibrios sociales en algunos actores (mujeres, indígenas, jóvenes populares) se construyen y representan en el espacio publico. Aun cuando este esquema es un poco más extenso, sigo observando importante pendientes y áreas que me parece son más de las que se vienen trabajando. Aquí hay un primer pendiente para la docencia-investigación académica en tanto identificarlas y tratar de generar líneas de acción. Solo a muestra de ejemplo, se pueden identificar dentro de estas temáticas que no han

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aparecido en la base de datos CCDOC (y de hecho no conocemos ningún trabajo que se haya abocado a estas preocupaciones) o en los tres encuadres de Reguillo. Temas de una larga lista de pendientes son el campo de las organizaciones civiles de derechos humanos (sus mensajes, procesos de producción e interpretación, sus prácticas sociales; las dinámicas comunicativas hechas por los actores del discurso diplomático, educativo, político, organizacional y periodístico en materia de DH; el análisis de la estructura comunicativa de varios actores públicos en la defensa y promoción de los DH. En suma: se puede organizar un programa de difusión-investigación en DH y comunicación que siga un esquema completo de todos los contextos enunciativos productores de discursos sociales en materia de DH. A partir de los tipos de discursos-contexto que señala el criminólogo inglés S. Cohen (1995, 1998), obtenemos el siguiente gráfico como propuesta integral de estudio para armar programas de estudio desde una perspectiva más comunicativa. Gráfico 4 Tipo contexto comunicativo Diplomático

Legal o jurídico

Observación e intervención

Social (sociológico)

Elemento definitorio Vinculado a los orígenes históricos del movimiento internacional DH, a formación de las Naciones Unidas

Principales Enunciadores ONU OEA

Objetivos discursivos

Producción de conocimiento en la materia Formula criterios de acción y decisión Procesos para recolección, seguimiento, registro y documentación

Académicos Abogados Constitucionalistas Jueces ONG’s internacionales y nacionales

Interpreta Define acción legal Normativiza (da marco de análisis)

Regula relaciones entre las partes en conflicto. Monitorea Da recomendaciones Presenta informes Delinea convenciones

Recolecta información Monitorea Realiza informes Análisis Organiza bases de datos Retoma el bagaje, Científicos sociales Analiza desde la nada despreciable, que sociología la ciencia política, la

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Función comunicativa F. Fática

F. Conativa F. Metalingüística

F. Referencial

F.Metalingüística

Educativo

Político

Periodístico

sociología o la psicología social. Generar una cultura de Construido desde los DH a partir de su las ONG’s por estudio y difusión medio de los talleres y materiales que producen para difundir la idea de DH. Algunas universidades Implica la concepción Actores de la política de lo DH, las esfera política movilizaciones del sentido al servicio de algún poder, utilizando a los DH como categoría, noción, argumento, o relato. Información pública Prensa de De actualidad referencia DE mayor divulgación dominante Prensa de prestigio

Explica Difunde Prevee Advierte Sensibiliza

F.Metalingüística

Interpreta F. Conativa Da información F. Emotiva Proyecta (hacia futuro y pasado) Contextualiza (diacrónica y sincrónicamente) Estimula la acción Dar a conocer eventos, pero también hace que esos eventos sean públicos

F. Referencial F. Cognitiva

Lo que se estudia de cada contexto comunicativo son las estructuras de producción de los mensajes, los procesos de construcción de significadossentidos, las dinámicas de interacción de los actores de la comunicación, las dinámicas institucionales en las que se insertan lo que nos lleva a relacionar procesos sociales amplios y estructuras. Esta operación supone tomar en cuenta algunas condiciones necesarias para el establecimiento de este programa que conlleve una visión integral de los DH que supere al occidentalismo mono-cultural de su formulación; el imperativo de un debate intercultural e intersubjetivo que teóricamente se puede alimentar por perspectivas como la de Sousa Santos o Beuchot; la promoción de una perspectiva “multi”, “trans” sobre los DH que no se quede únicamente en las fuentes históricas enunciativas (como la filosofía y el derecho); la búsqueda de nuevas perspectivas, orientaciones, horizontes explicativos, marcos teóricos

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puede dinamizar el tópico de DH ya que al organizarlo conceptualmente, lo clarifica y abre de hecho vetas que desde las fuentes dominante de enunciación no se alcanzan plenamente a avizorar. Con esta reflexión esperamos poner en la mesa de discusión, algunas sugerencias para pensar de forma más diversa y compleja la relación DHcurrículos de comunicación, que como se puede ver es una cuestión más amplia que materias de estudio con contenidos sobre la dimensión denotativa de los DH y que esperamos a partir de este seminario se puedan instrumentar estas propuestas y darles seguimiento.

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