Educación Audiovisual. Estado de la cuestión

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Jéssica  Izquierdo  Castillo:  El  cine  visto  desde  el  cine:  una  introspección de la industria  Rafael Marfil Carmona: Educación audiovisual. Estado de la cuestión  Carmen  Rodríguez  Fuentes:  Atmósfera  de  violencia  en  “Nada”  de  Edgar Neville  Eva Sales Ortiz y David Roldán Garrote: Medem y alrededores  Luís  Nogueira:  Para  una  retórica  del  “raccord”:  regímenes  de  continuidad en el montaje cinematográfico  José  Manuel  Susperregui  Echebeste:  Las  producciones  vascas  de  los  sesenta, “Amalur” y “Ere Erera”…, como anteproyecto de cine vasco  Alejandra Val Cubero: Josefina Molina, diálogo a dos voces: entre la  televisión y el teatro  José Luis Zarco Sánchez: La Familia Estranguladora del Héroe 

Educación Audiovisual. Estado de la cuestión Rafael Marfil Carmona 1. Situación de partida La ausencia de pedagogía de la comunicación audiovisual destaca, fundamentalmente, en los medios y en el sector educativo. Inmersos en plena Civilización de la Imagen,1 los analistas de la comunicación no han sabido aprovechar su experiencia y conocimiento, desde mi punto de vista, para llegar a las personas. Nunca han existido tantos estímulos audiovisuales y tantas producciones por comentar o analizar. Al contrario de lo que cabe esperar en nuestros días, lo cinematográfico y audiovisual es un contenido que aparece diariamente tratado en los medios de comunicación social desde el prisma de la difusión o promoción de novedades, en detrimento de una visión más didáctica, que facilite a la personas un consumo crítico y más placentero de las producciones audiovisuales. Los jóvenes, sobre todo, andan necesitados de esa educación audiovisual (Masterman, 1996), concebida como ayuda para desmitificar determinados conceptos y personajes del imaginario actual. Quizá esta situación no es más que la evidencia concreta de un proceso más amplio, como es la banalización de los contenidos mediáticos y la ausencia permanente del pensamiento y la capacidad crítica. Un fenómeno que sucede en unos tiempos en los que se cuestiona la utilidad de la teoría. Hay factores que apuntan a cierta apertura de miras en los contenidos de prensa, radio o televisión en la pedagogía de otras materias, como puede ser la constante presencia de la economía, explicada para profanos de manera habitual; la divulgación de hábitos para la salud como un factor de Responsabilidad Social Corporativa por parte del medio; la atención a colectivos minoritarios o desfavorecidos, auspiciada normalmente por el cumplimiento de ciertas cuotas de contenido sociocultural; la reciente moda de la divulgación histórica o artístico-pictórica, etc. El ámbito cinematográfico o audiovisual aparece muy pocas veces, por su parte, analizado con intenciones didácticas y resultados de calidad. Tradicionalmente, la cinéfila visión popular que terminó de encumbrar el Star System de Hollywood, confunde el

comentario cinematográfico con la elaboración de una visión historicista, donde la descripción y el dato son los principales protagonistas. Además, el género audiovisual puede encontrarse siempre al final de los principales suplementos culturales, una vez expuestas las grandes cuestiones literarias o pictóricas, que parecen estar mejor situadas en la escala de importancia. Otra costumbre es presentar la novedad cinematográfica como algo más propio de las revistas del corazón. Nos importa un estreno porque la gran actriz se ha separado de su marido o comienza un romance con el actor con el que comparte reparto. Hay que añadir, por parte de los profesionales de la comunicación, cierta tendencia a excluir de los medios los debates sobre nuestra propia actividad, en la única manifestación de modestia que aún le queda a un sector inundado de egos, explotación laboral y competencia desleal. Nuestra vocación de servicio nos impide profundizar demasiado en la actividad que proviene de nuestras facultades universitarias, que aún buscan su lugar entre la formación profesional de alto rango y la investigación puramente teórica, como si fueran cosas distintas. La escuela, sin enseñanza de los medios Es precisamente en el ámbito educativo donde se produce la segunda gran ausencia. Mientras la economía, por continuar con un ejemplo ya citado que no es el único, ha conseguido su lugar en el currículo de Secundaria y Bachillerato, con la consolidación de plazas y puestos de trabajo para profesorado, han pasado décadas para que aparezca tímidamente una asignatura denominada cultura audiovisual, que será impartida por profesores adscritos de plástica o cualquier materia afín. La comunicación audiovisual es la literatura del siglo XXI, pero incomprensiblemente no genera puestos especializados de docentes en los correspondientes niveles de la enseñanza generalista. El audiovisual es el medio de expresión de los jóvenes. La enseñanza para apreciar y comprender ese medio podría partir de producciones cercanas, como son las series favoritas, el manga, el hip hop o la cultura de los videojuegos. Sólo así podría conseguirse una enseñanza significativa. Trascendiendo el medio exclusivamente cinematográfico, el ámbito audiovisual y multimedia presenta cada vez un abanico

temático más amplio. Lo audiovisual se muestra útil para comprender, para mostrarse como lenguaje por aprender, pero también para entender qué tipo de sociedad genera esas producciones. 2. Problemas epistemológicos y condicionamientos perceptivos Utilizamos un metalenguaje y unas maneras académicas apasionantes para el analista, pero que poseen la capacidad de repeler a las personas que se inician en el comentario audiovisual. Un ejemplo histórico es la gran dificultad que han venido encontrándose semióticos y narratólogos, grandes pilares de la Teoría del Cine, para hacerse entender por parte de otros sectores intelectuales e instituciones, y más aún para trasladar un contenido tan crítico a la sociedad. De forma paralela, es en muchos casos el propio investigador el que ha colaborado con la industria en la creación de una cinefilia fundamentada en historicismos vacíos, que miraban siempre más los aspectos biográficos y anecdóticos del autor que los criterios metodológicos de análisis y comprensión del texto. Se colaboraba con un sistema de estrellas que, siendo la base del amor por el cine, no ha dejado ver, en muchas ocasiones, otras posibilidades más amplias que ofrece la comunicación audiovisual como conjunto de saberes académicos. 3. Propuestas de trabajo y líneas de investigación Desde mi punto de vista, es conveniente retomar el entusiasmo de aquellos primeros foros, cineclubes y textos que dieron lugar a lo que hoy conocemos como Teoría del Cine. Se hace fundamental insistir en la necesaria capacidad crítica de las personas ante el bombardeo audiovisual, no tanto por evitar influencias negativas y consecuencias apocalípticas como por ser capaces de ayudar a las personas a situarse y disfrutar con un medio de expresión con tantas posibilidades como el audiovisual. Vale la pena, por tanto, hacer partícipe a la sociedad de la existencia de investigaciones y encuentros centrados en el análisis fílmico y audiovisual, cuyos contenidos o conclusiones siempre pueden trasladarse de una manera clara y didáctica. La teoría y la razón deben seguir teniendo un valor destacado en nuestro día a día, frente a visiones reducidas al practicismo ortodoxo y la confusión de los estudios

audiovisuales con la formación tecnológica. En mi opinión, hay que reducir distancias entre docentes, productores, creadores y gestores culturales. Luchar contra estos condicionantes pasa por aumentar y mejorar la presencia del análisis audiovisual en los medios de comunicación y en el sector educativo. Más aún cuando el medio audiovisual puede considerarse como un medio de expresión artística. Todo pasa, por tanto, por la pedagogía, el diálogo interdisciplinar y la comunicación. Con total seguridad, y como ha sucedido en épocas anteriores, la sociedad contemporánea es una narración que necesita ser desmitificada.

BIBLIOGRAFÍA AMBROS, A. y BREU, R. (2007) : Cine y educación. El cine en el aula de primaria y secundaria. Barcelona, Editorial Graó EFLAND, A; FREEDMAN, K y STUHR, P. (2003): La educación en el arte posmoderno. Barcelona. Paidós ECO, Umberto: (1990) Apocalípticos e integrados. Barcelona, Lumen FERRÉS I PRATS, Joan: (1994).Televisión y Educación. Madrid, Akal (1994) La publicidad. Modelo para la enseñanza. Barcelona, Paidós. (2000) Televisión subliminal. Barcelona, Paidós FREEDMAN, Ferry (2006): Enseñar la cultura visual. Barcelona. Ediciones Octaedro. (1ª edición en inglés Teachers Collage. Columbia University 2003) FULCHIGNONI, E.: (1972) La Civilisation de L`image. Ed. Payot. Petite biblioteque payoy. París (1991) La imagen en la era cósmica. Ed. Trillas. México HERNÁNDEZ, Fernando (2000): Educación y cultura visual. Barcelona. Octaedro MASTERMAN, Len. (1996) : La enseñanza de los medios de comunicación. Madrid, Ediciones de la Torre. (1ª ed. Methuen &Co. Ltd., 1985) MIRZOEFF, Nicholas (2003): Una introducción a la cultura visual. Barcelona. Paidós. (1ª edición en inglés en 1999. Routledge) MONTOYA, N (2005): La Comunicación audiovisual en la educación. Madrid. Laberinto. TORREGOSA, J.F (2006): Los medios audiovisuales en educación. Sevilla. Ed.Alfar.

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El término Civilización de la imagen fue utilizado durante los años setenta por el teórico y cineasta Enrico Fulchignoni y universalizado por Umberto Eco. Aún hoy es válido para definir la omnipresencia de mensajes visuales en nuestro día a día, aunque el mismo autor hacía referencia, con más contemporaneidad a la “era cósmica”. FULCHIGNONI, E.: (1972) La Civilisation de L`image. Ed. Payot. Petite biblioteque payoy. París. / (1991) La imagen en la era cósmica. Ed. Trillas. México.ECO, Umberto: (1990) Apocalípticos e integrados. Barcelona, Lumen.

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