Ecos de Puerto Madero

May 24, 2017 | Autor: Guillermo Jajamovich | Categoría: Urban Policy, Buenos Aires, Urban Policies, Políticas Urbanas, Policy Mobility
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Descripción

Ecos de Autor: Guillermo Jajamovich

Los habitantes de la ciudad de Buenos Aires son conocidos como porteños. El puerto impregnó la identidad de la ciudad y resultó crucial en su crecimiento económico y en su gravitación sobre el resto del país. Antes que como ciudad, Buenos Aires emergió como puerto, “apenas la puerta trasera de una ruta comercial lejana”(1). El comercio marítimo fue una constante de la ciudad, pero la construcción de Puerto Madero no emergió sino hasta fines del siglo XIX. Ubicado entre el Río de la Plata y el centro tradicional de la ciudad, la propuesta de Eduardo Madero buscó consagrar a Buenos Aires como puerto de alcance internacional y se impuso sobre la del ingeniero Luis Huergo. Aunque esta última buscaba desplegar el puerto en el sur de la ciudad aprovechando una serie de ventajas técnicas y económicas, la propuesta de Madero resultaba más afín a la autorrepresentación de la capital y al rol que el puerto debía asumir en tanto ofrecía un frente definitivo a una ciudad que estaba buscando su forma.(2) Poco tiempo después de construido, Puerto Madero fue declarado obsoleto e ineficiente para cumplir funciones portuarias y fue parcialmente suplantado por Puerto Nuevo. Desde la década de los veinte y hasta bien avanzado el siglo, se sucedieron una multiplicidad de propuestas urbanas que buscaron, y no lograron, reconvertir esta área de localización privilegiada y favorecer la expansión de la ciudad. Sus cuatro diques y dieciséis docks de ladrillos testimoniaron durante décadas las tensiones entre puerto y ciudad o, en términos más amplios, entre usos sociales y usos técnico-productivos. Esa tendencia comenzaría a quebrarse en un contexto político y económico diferente, a fines del siglo XX.

Puerto Madero Balances y representaciones sobre Puerto Madero Poco tiempo ha transcurrido desde el veinticinco aniversario del inicio de la operación Puerto Madero, y en un lapso temporal más que acotado se concluirá la urbanización del área. Sus comienzos se remontan al año 1989 y, como se sabe, todo aniversario suele ser una oportunidad para los balances. Las miradas más celebratorias han subrayado el giro que supuso en la gestión urbana, su fórmula de autofinanciamiento –a partir de la venta de tierra urbana y la urbanización por etapas– y su articulación de actores públicos y privados y de diferentes jurisdicciones estatales. También fue destacada su capacidad para atraer inversiones, reforzar la centralidad del centro y el uso multitudinario que se despliega cada fin de semana en sus parques y en la Costanera Sur.(3) Por el contrario, las perspectivas más críticas han enfatizado la privatización de tierras y edificios públicos, su venta a un reducido grupo de promotores inmobiliarios, inversores y usuarios de muy altos ingresos y el modo en que las plusvalías captadas por el sector público fueron reinvertidas in situ, beneficiando así a los usuarios del barrio y acentuando su diferenciación respecto a otras áreas de la ciudad.(4) (1) Pando, H., Gorelik, A., Ballent, A., Aliata, F. y Silvestri, G.: “Buenos Aires”, Diccionario de Arquitectura en la Argentina. Estilos, obras, biografías, instituciones, ciudades, J. Liernur, y F. Aliata (eds.), Buenos Aires: AGEA, vol. a-b, pp. 188-213, 2004. (2) Ídem (3) Garay, A.: “On the administration of urban projects: the lessons of Puerto Madero”, en Puerto Madero Waterfront, J. Liernur, J. (ed.), Munich-London-New York: Harvard University Graduate School of Design – Prestel, pp. 74-83, 2007. (4) Cuenya, B. y Corral, M.: Empresarialismo, economía del suelo y grandes proyectos urbanos: el modelo de Puerto Madero en Buenos Aires, EURE 37 (111): 25-45, 2011.

Por fuera del debate urbanístico, proliferaron variadas representaciones sobre Puerto Madero. En tanto centro de operaciones de grandes empresas nacionales e internacionales alojadas en sus torres de oficinas, la operación metaforizó las transformaciones económicas y políticas posteriores a 1989, así como el ingreso de inversiones extranjeras. Como postal y punto de referencia turística, el Puente de la Mujer así como las construcciones y grúas que aluden a un pasado portuario han sido fotografiados a más no poder. El uso intensivo de los parques y principalmente de la Costanera Sur fue resaltado como prueba del carácter democrático de la operación: el perfil social de esos usuarios difiere del de los residentes del área al punto que los detractores de tal uso aluden despectivamente a la costanera como “villa choripán”, dada la proliferación de puestos callejeros de venta de comida. Toda intervención urbana supone el encuentro entre lógicas técnicas y políticas, y esta no es la excepción: el universo de la política supo promover y utilizar esta operación. “Podrá no haberlo hecho todo pero que hizo mucho no se puede negar (...) Puerto Madero, fue él quien lo hizo"(5), el extenso spot para la reelección de Carlos Menem enumeraba a Puerto Madero como uno de los múltiples logros de su gestión. Zona de residencia de políticos, empresarios y famosos, el área fue asociada a variados escándalos que incluyeron sospechas recurrentes sobre lavado de dinero en su construcción. La imaginación literaria también supo construir distintos Puerto Madero, tematizando zonas sombrías del poder político y económico: en Las islas, de Carlos Gamerro, el poderoso y mefistofélico empresario Tamerlán tiene su centro de operaciones en una torre de oficinas(6). En Puerto Apache, de Juan Martini, se construye una zona de múltiples (5) https://www.youtube.com/watch?v=yWkrp5sQUx8 (6) Gamerro, C.: Las islas, Buenos Aires, Simurg, 1998.

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Buenos Aires, Argentina

Obras y grandes proyectos en agenda en la ciudad de Buenos Aires 1. Enard Se espera reutilizar el área después de mudar el actual Enard a Villa Soldati. 2. Tiro Federal La Legislatura ya aprobó la ley que autoriza a utilizar 13 de las 16 ha del predio para armar el Parque de la Innovación. 3. Distrito Jóven Se intenta modificar la zonificación para permitir concesiones a locales en la cabecera norte de Aeroparque, sobre la Costanera. 4. Urbanización Villa 31 5. Estación Central Subterránea en el Obelisco Vinculará la red ferroviaria con el norte (Retiro) y el sur (Constitución). 6. Shopping Caballito Se pretende rezonificar un predio para permitir la construcción de un shopping. 7. Autopista del Bajo Unirá la Autopista La Plata con la Illia. 8. Solares de Santa María 70 ha para proyecto urbano de usos mixtos 9. Parque de la Ciudad Incluirá la futura Villa Olímpica en la que vivirán los deportistas durante los Juegos Olímpicos de la Juventud 2018. 10. Autódromo Porteño Se concesionará parte del terreno. 11. Mercado de Liniers Se planea vender el predio para dar lugar a un nuevo proyecto urbano.

intercambios, legales e ilegales, entre las áreas más ricas y más pobres de la ciudad, de allí su título que articula simbólicamente universos como Puerto Madero y Fuerte Apache.(7) Más allá de todas esas representaciones y lejos de intentar saldar los balances urbanísticos en competencia, estas notas buscan revisitar la operación Puerto Madero en relación a la cuestión de los grandes proyectos urbanos y la movilidad y circulación de políticas y modelos urbanos, así como interrogar sus legados en posteriores intervenciones en la ciudad de Buenos Aires. Grandes proyectos urbanos Un modo de intervención recorre las ciudades del mundo: los grandes proyectos urbanos. A las refuncionalizaciones de áreas portuarias de Europa y Estados Unidos (Baltimore, Boston, Londres y Barcelona, entre otras) se añaden posteriormente una variedad de experiencias en América Latina: Puerto Madero en Buenos Aires, Operación Faría Lima en San Pablo, Malecón 2000 en Guayaquil, Santa Fe en México D. F., Puerto Norte en Rosario, Porto Maravilha en Río de Janeiro, etc. El listado podría extenderse enumerando otras iniciativas llevadas a cabo en áreas previamente vinculadas al desarrollo industrial, como terrenos ferroviarios, zonas portuarias, aeropuertos fuera de uso o de antiguas zonas militares. Desde los estudios urbanos, estas iniciativas han sido definidas como operaciones de renovación urbana a gran escala que producen modificaciones físico-espaciales y funcionales de áreas estratégicas, alteraciones en la rentabilidad de los usos del suelo y cambios en los (7) Martini, J.: Puerto Apache, Buenos Aires, Sudamericana. 2002.

mecanismos de gestión pública.(8) Aunque las realidades nacionales desestabilicen una periodización uniforme, el despliegue de estos grandes proyectos se enmarca en la crisis de un ciclo “expansivo” o “desarrollista” a partir de procesos como la deslocalización industrial, el fin del crecimiento demográfico urbano por migraciones, la proliferación de espacios insulares, las críticas al urbanismo moderno y la emergencia de nuevas formas de intervenir en la ciudad. Su proliferación se vincula con reestructuraciones económicas y del rol del Estado que se producen a un nivel internacional, lo que implicó cambios en el rol planificador propio del estado de bienestar, sus modos de intervención y la articulación de lo público y lo privado.(9) A pesar de tratarse de iniciativas que se han multiplicado en diversas ciudades, predominan los análisis de casos puntuales. Cuando se tuvo en cuenta tal multiplicación, el eje estuvo centrado en indicar el accionar del capital transnacional sobre las ciudades. Sin negar aspectos macroestructurales, proponemos hacer zoom in y observar otros actores y procesos involucrados en la recurrencia de los grandes proyectos.

(8) Cuenya, B.: "Grandes proyectos urbanos, cambios en la centralidad urbana y conflicto de intereses. Notas sobre la experiencia argentina", en Cuenya, B., Novais, P. y Vainer, C. (comps.) Grandes proyectos urbanos. Miradas críticas sobre la experiencia argentina y brasilera, Buenos Aires: Café de las Ciudades, pp. 27-66, 2012.(9) Martini, J.: Puerto Apache, Buenos Aires, Sudamericana. 2002. (9) Menazzi Canese, L.: Ciudad en dictadura. Procesos urbanos en la ciudad de Buenos Aires durante la última dictadura militar (1976-1983, Scripta Nova. Revista Electrónica de Geografía y Ciencias Sociales. [Online]. Barcelona: Universidad de Barcelona, 10 de febrero de 2013, vol. XVII, nº 429.

El despliegue recurrente de grandes proyectos urbanos también se vincula a procesos como la circulación internacional de políticas y modelos urbanos. Cada vez es más notoria la imposibilidad de analizar la producción de políticas urbanas en marcos estrictamente nacionales. Los investigadores han respondido a tales desafíos construyendo distintos conceptos desde diversas disciplinas, como policy transfer, desde las ciencias políticas, y policy mobilities, a partir de contribuciones del ámbito de la geografía.(10) Desde estas coordenadas han sido abordadas la circulación y movilidad de políticas y estrategias de intervención tan disímiles como “distritos de negocios”, “urbanismo revanchista”, “nuevo urbanismo” y “ciudades creativas”, entre otras. Gran parte de estos abordajes han sido producidos en el mundo anglosajón y se han centrado en la movilidad de políticas y modelos urbanos entre ciudades del global North. Frente a tal hegemonía, se ha insistido en la necesidad de ampliar geográficamente los análisis. Radicalizando tales señalamientos, el post-colonial urbanism ha buscado promover nuevas geografías de la producción de teoría urbana. Si las experiencias urbanas de Londres, París, Berlín, Chicago, Nueva York y, algo más contemporáneamente, Los Ángeles han sido las fuentes que informaron la producción de teoría urbana, estas perspectivas postulan el imperativo de multiplicar esos puntos de entrada para entender las dinámicas urbanas contemporáneas. Dado que desde fines del siglo pasado el locus de la urbanización se ha desplazado desde el global North hacia el global South, estos enfoques impulsan que el epicentro de la producción teórica se ajuste a tal desplazamiento. En América Latina, redefinida por algunos analistas como parte del global South, la circulación de políticas y modelos urbanos no es un fenómeno reciente. Dejando de lado períodos históricos previos signados por la recurrente presencia de expertos europeos y norteamericanos, lo que resulta más novedoso es la circulación de políticas y modelos urbanos generados en la región. Sin voluntad de exhaustividad, puede indicarse la internacionalización del presupuesto participativo a partir de experiencias como las de Porto Alegre; la construcción y circulación de “ciudades modelos”, como Curitiba; Bogotá y el worlding del modelo de ciclovías; la internacionalización del “urbanismo social” en Medellín, entre otras. Más allá de algunas críticas que tales modelos y políticas urbanas han recibido, interesa resaltar que los procesos de movilidad y circulación internacional no se producen únicamente desde el “centro” hacia la “periferia” o desde el global North hacia el global South. Puerto Madero y la circulación de políticas urbanas

¿Cómo se inserta Puerto Madero en estas historias de grandes proyectos y circulación de políticas urbanas? Esquemáticamente podemos mencionar dos episodios. El primero se despliega entre 1990 y 1991 y vincula a los promotores técnicos y políticos de la operación con expertos catalanes. El segundo se inicia formalmente en 1999 a partir de la circulación de la Corporación Antiguo Puerto Madero por fuera de las 170 hectáreas del área de Puerto Madero. (10) Healey, P. y Upton, R.: Crossing borders. International exchange and planning practices,Londres-Nueva York: Routledge, 2010. McCann, E. y Ward, K.: Mobile urbanism. Cities and policy making in the global age. Minneapolis: Minesota University Press, 2011.

Antes de desplegar esos episodios es preciso recordar que la Corporación surge en el año 1989 en un contexto nacional de reformas políticas y económicas, como las leyes de reforma del Estado y privatización de empresas públicas. Constituida como sociedad comercial, bajo la forma de Sociedad Anónima, y con el objetivo de urbanizar las 170 hectáreas de Puerto Madero, sus accionistas eran el Estado nacional, dueño inicial de la tierra, y el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, encargado de otorgarle normativa. El modelo de gestión que desarrolló suponía una lógica de actuación público-privada que debía permitir el autofinanciamiento a partir de la venta de tierra urbana y una urbanización por etapas, captando en cada nueva venta la valorización obtenida del proceso previo de urbanización, en tanto la Corporación no contaba con presupuesto asignado sino solamente con las tierras. Episodio I: catalanes en Puerto Madero (1989-1991) En los procesos de desarrollo y legitimación de estrategias y políticas urbanas las ciudades apelan a la circulación internacional de expertos y modelos urbanos. Así, poco tiempo antes de asumir la Intendencia de la Municipalidad de la Ciudad de Buenos Aires, Carlos Grosso viajó a Barcelona, donde comentó su intención de recuperar el viejo puerto para la ciudad y requirió una colaboración internacional. Aquella propuesta que solicitaba una asesoría en torno al diseño urbano y la gestión para la recuperación de Puerto Madero fue asumida por el Ayuntamiento de Barcelona y el Puerto Autónomo y derivada a la firma Consultores Europeos Asociados, conformada por Joan Busquets y Joan Alemany, quienes presentaron el Plan Estratégico Antiguo Puerto Madero en 1990. Barcelona todavía no había sido consagrada internacionalmente como best practice en tanto faltaban unos pocos años para la realización de los Juegos Olímpicos de 1992. A la par de internacionalizar Barcelona, aquellos Juegos Olímpicos potenciarían la circulación de expertos catalanes en múltiples ciudades de América Latina, asesorando en diversos proyectos urbanos y planes estratégicos. En ese sentido, su presencia previa en Puerto Madero funcionó para ellos como un banco de pruebas respecto a la circulación de políticas urbanas, tanto por la magnitud del encargo como por el proceso desplegado a partir de la propuesta catalana. La propuesta catalana fue rechazada por actores locales, comandados por la Sociedad Central de Arquitectos, y dejada de lado por los responsables técnicos y políticos de la entonces Municipalidad de la Ciudad de Buenos Aires. Uno de los argumentos utilizados, como suele suceder en el caso de asesorías de expertos externos, fue que estos fallan a la hora de entender las especificidades locales. La organización conjunta de un concurso de ideas entre la Municipalidad y la Sociedad Central permitió entonces destrabar el conflicto y avanzar en la gestión del proyecto. A pesar de los cambios que el proyecto tendría respecto a la propuesta catalana, sus sugerencias respecto al modelo de gestión y financiamiento se mantendrían.(11)

(11) Gorelik, A.: “The Puerto Madero competition and urban ideas in Buenos Aires in the 1980s”, en Puerto Madero Waterfront, J. Liernur, (ed.), Munich-London-New York: Harvard University Graduate School of Design, Prestel, pp. 62-73, 2007. Jajamovich, G.: “Historicizing the circulation of urban policies through career paths analysis: Barcelonian experts and their role in redeveloping Buenos Aires’ Puerto Madero”, IBEROAMERICANA, vol. 12, nro. 62, 167-183, 2016.

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Movilidad y circulación de políticas y modelos urbanos

Episodio II: la Corporación Antiguo Puerto Madero fuera de Puerto Madero (1999-2016) La existencia y el accionar de la Corporación se circunscribía inicialmente a la urbanización de Puerto Madero. A la par del avance de tal urbanización, en 1999 la Corporación amplía su objeto social y queda habilitada formalmente a operar como gerenciadora, desarrolladora, fiduciaria o inmobiliaria en otros proyectos de desarrollo inmobiliario y urbanístico, tanto dentro como fuera del país. Esta ampliación de facultades posibilita su continuidad institucional más allá del límite temporal y físico de la urbanización de Puerto Madero. Así, se constituye como un nuevo actor que interviene en múltiples escalas (locales, nacionales y regionales) en procesos de construcción de ciudades y en la circulación de grandes proyectos urbanos.(12) Si los expertos o políticos de diversas ciudades establecen convenios con la Corporación o visitan Puerto Madero a los fines de aprender de su experiencia y legitimar diversos proyectos urbanos en contextos locales, esto ocurre porque previamente han oído o leído respecto de ella a través de la prensa, literatura especializada, documentos de políticas, redes de ciudades y exhibiciones o muestras donde se publicita y relata la operación. La operación Puerto Madero y la Corporación han recibido múltiples premios y reconocimientos internacionales y la operación ha sido exhibida en diversas muestras y en encuentros organizados por instituciones vinculadas a la arquitectura, el urbanismo, la gestión urbana y el real estate. También se promovió a sí misma a partir de publicaciones y un sitio web y viene siendo estudiada como best practice en múltiples programas universitarios. Su inclusión en documentos oficiales de agencias multilaterales de desarrollo ha sido clave para codificarla como best practice y favorecer su relativa internacionalización y reproducción en tanto “modelo”. Con mayor o menor fortuna, una serie de ciudades se vinculan a la Corporación a los fines de desplegar proyectos de este tipo. Algunos se encuentran en áreas muy próximas a Puerto Madero, como Isla Demarchi (en 2001 se firma una carta de intención para promover su integración a la ciudad de Buenos Aires), la conexión Puerto Madero-La Boca (en 2001 se firma un convenio para la recuperación, puesta en valor y continuación del eje Sur), Proyecto Retiro (en 2001 y a partir de un requerimiento del Gobierno Nacional y de la Ciudad se apela a la Corporación para el gerenciamiento del Proyecto Plataforma Intermodal de Transporte de Pasajeros Retiro 2010) y Localización del Puerto de Cruceros (en 2006 la Secretaría de Planeamiento Urbano del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires solicita un estudio preliminar de prefactibilidad técnica para un programa turístico-portuario). La Corporación estaba conformada por integrantes del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires y del Gobierno Nacional. Así, los terrenos nacionales que precisaban normativa local encontraban en la Corporación una fórmula factible para abordar esas complejidades jurisdiccionales. Otros convenios se desarrollan con otras ciudades argentinas: Maipú, San Rafael, Mendoza y Potrerillos en la provincia de Mendoza; Posadas en Misiones; Morón y Quilmes en la provincia de Buenos Aires; la provincia de Corrientes y Resistencia, en Chaco. La Corporación también trasciende las fronteras de Argentina y se involucra en otras ciudades de la región y en proyectos como Ciudad Colonial de Santo Domingo, la (12) Jajamovich, G.: “Puerto Madero ´en movimiento´: movilidad de políticas y modelos urbanos en América Latina (1999-2012)”, INVI, Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la Universidad de Chile, vol. 31, nro. 87, 59-84, 2016.

franja costera de Asunción y propuestas de desarrollo conceptual en Encarnación, Paraguay, el Plan Maestro del Portal Bicentenario en Santiago de Chile, La Loma en Barranquilla, Colombia, y convenios marco de cooperación con la Companhia de Desenvolvimento Urbano da Região do Porto do Rio de Janeiro. Mediante mecanismos como los concursos, la Corporación llegó incluso a involucrarse en iniciativas en Estados Unidos, Japón e Irlanda. Esta variedad de convenios e iniciativas incluye: propuestas de desarrollo conceptual, gerenciamiento de proyectos, asistencia técnica, elaboración de diagnósticos y estudios de prefactibilidad técnica. La Corporación es requerida sucesivamente por su expertise en tanto: modelo de (auto)financiamiento, articulación entre actores públicos y privados, articulación interjurisdiccional, recuperación de áreas centrales, revitalización de áreas portuarias, etc. Su participación y grado de involucramiento incluye tanto convenios y cartas de intención como concursos y licitaciones con diverso grado de concreción. En algunas oportunidades obtiene un rol protagónico, mientras que en otras ocasiones es solo un actor más en el marco de un entramado más amplio. El extenso listado de ciudades e iniciativas mencionadas puede insinuar una abrumadora y exitosa actividad de la Corporación por fuera del área de Puerto Madero. Sin embargo, esa enumeración no equivale a proyectos materializados: muchas iniciativas no superan la etapa de convenios de intención o se limitan a estudios de prefactibilidad. Otras (aún) no se concretan por la extensa temporalidad que la materialización de grandes proyectos demanda. En otros casos su avance se detiene por la resistencia de actores locales o por conflictos entre reparticiones estatales que compiten con proyectos alternativos para una misma área. Si ensayáramos un listado que incorporase proyectos materializados y aquellos que no superan la condición de proyectos, es probable que estos últimos fueran más numerosos. Lo normal, en el sentido de lo más recurrente, es que no se materialicen. Sin embargo, aunque no se concreten en determinada coyuntura, pueden hacerlo posteriormente: la cuestión de la temporalidad es clave en el análisis, la implementación y evaluación de estas iniciativas. Puerto Madero mismo contaba con antecedentes variados de proyectos e ideas no materializados. El proyecto fallido de hoy puede ser el proyecto materializado de mañana o dejar un rastro en este último. Otras circulaciones Todo proceso de circulación de políticas y modelos urbanos supone oferentes y demandantes. A diferencia de lo que esperan ambas partes, en ocasiones las referencias a políticas “exitosas” no alcanzan para legitimar proyectos locales. En ocasiones, a la par de la movilidad de modelos y de las políticas urbanas se produce la circulación de resistencias a estos. Conceptos como fast resistance transfer aluden a procesos de circulación de políticas que encuentran resistencias a partir de las cuales los actores que se oponen a ellas cuestionan la validez del tipo de política que se pretende “importar”. No es esta la ocasión para desarrollar el asunto in extenso pero esto ha ocurrido en casos donde intervino la Corporación, como en Quilmes y la ciudad de Mendoza. En tales oportunidades los actores locales que se oponen a los proyectos promovidos por autoridades locales también critican el modelo de referencia y retoman algunas de las críticas que la propia operación Puerto Madero había recibido en su desarrollo.

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“Todo proceso de circulación de políticas y modelos urbanos supone oferentes y demandantes. A diferencia de lo que esperan ambas partes, en ocasiones las referencias a políticas 'exitosas' no alcanzan para legitimar proyectos locales”.

¿Aprendiendo de Puerto Madero? ¿Qué se ha aprendido en Buenos Aires respecto a Puerto Madero y los grandes proyectos urbanos? Al inicio de este artículo puntualizábamos la existencia de miradas apologéticas y perspectivas críticas sobre la operación, aunque cabe consignar algunas yuxtaposiciones. A la vez que proclaman su éxito en diversas dimensiones, algunos impulsores de la operación subrayan cuestiones poco atendidas y que podrían haberse contemplado, como ser: mayor mix social en el área, incluyendo affordable housing, y mayor capacidad redistributiva hacia el resto de la ciudad.(13) Esas posturas enuncian una tensión entre objetivos económicos y sociales que recorre toda política y el proyecto urbano. Sin embargo, la operación Puerto Madero ya no puede operar sobre esos aspectos en tanto queda muy poco tiempo para el fin de su urbanización. Sí podría recuperar esos señalamientos en su accionar por fuera del área, si es que este perdura una vez que finalice la urbanización de Puerto Madero. Paralelamente al avance de la urbanización de Puerto Madero y a la producción de balances sobre tal iniciativa, en la ciudad de Buenos Aires proliferan propuestas de grandes proyectos urbanos. Aunque ya no bajo la égida de la Corporación, puede destacarse la reciente creación de la Agencia de Bienes Sociedad del Estado y la intención de desplegar grandes proyectos en diversos terrenos, como el Tiro Federal en Nuñez y la urbanización del Parque de la Ciudad, en el marco de los Juegos Olímpicos de la Juventud. Otros grandes proyectos previos siguen en agenda y a la espera de materializarse. Operaciones de esta escala nunca están exentas de polémicas. Estos debates exceden a Puerto Madero aunque pueden leerse como (13) Garay, A., Wainer, L., Henderson, H. y Rotbart, D.: “Puerto Madero: a critique”, Land Lines, vol. 25, nro. 3, pp. 2-7, 2013.

balances implícitos respecto a tal operación. Uno de los ejes de discusión en los que se involucran reparticiones públicas, colegios de arquitectos, políticos, desarrolladores y organizaciones sociales refiere a la gestión y los efectos –urbanos, sociales, políticos y económicos– que los grandes proyectos urbanos tienen sobre la ciudad. Como vimos, entre otros aspectos, suponen alteraciones en la rentabilidad de los usos del suelo, cambios funcionales y físico-espaciales de áreas estratégicas y modificaciones de los mecanismos de gestión pública. Parte del debate actual refiere a la posibilidad de que el Estado recupere una porción mayor de la valorización que su propio accionar genera –a partir del cambio de normativas– sobre las tierras en las que opera. Sin que sean excluyentes ni exhaustivos pueden subrayarse tres posicionamientos que suponen distintas alternativas respecto a la relación entre grandes proyectos y el resto de la ciudad, así como a propósito de los vínculos entre actores públicos y privados. El primer posicionamiento promueve una serie de obligaciones a los desarrolladores en la misma área en que se despliegan los grandes proyectos, como construcción de infraestructura, espacio verde y/o espacio público extra. La segunda postura señala que tales obligaciones no se desplieguen en el área de los grandes proyectos sino en zonas donde los desarrolladores no suelen intervenir, planteando así la posibilidad de un mayor alcance redistributivo de estas iniciativas. Finalmente, aunque se trate de una alternativa menos ensayada en estas costas, el tercer planteo propone expandir el alcance redistributivo de los grandes proyectos pero esta vez dentro de su propio perímetro, facilitando así su mixtura social e insertando residencialmente población que no accedería sin facilidades. ¿Surgirán nuevos grandes proyectos urbanos en Buenos Aires? Es factible que así sea. En parte dependerá del balance entre miradas apologéticas y críticas así como de las representaciones que prevalezcan sobre Puerto Madero._

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