Economía Informal. Caso de estudio Dominicano.

July 4, 2017 | Autor: Katherine Then Díaz | Categoría: Economia Informal, Mercado Laboral
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Descripción

ECONOMÍA INFORMAL CASO DE ESTUDIO DOMINICANO

Dimensiones, factores que inciden en su aumento e instrumentos para disminuirla

Katherine Elizabeth Then Díaz 30 de marzo del 2015

Indice de Contenido

Síntesis (01) Evolución del concepto Economía Informal (02)

Procedimientos para la medición de la Economía Informal (05)

Características de la Economía Informal en América Latina y el Caribe (08)

Características de la Economía Informal en República Dominicana (11) Antecedentes de los estudios de la informalidad dominicana (11) Evolución del empleo informal dominicano (15) Dimensiones y factores de la informalidad en el mercado laboral dominicano (17) Reflexiones Finales (19)

Referencias Bibliográficas (22)

Síntesis La economía informal se ha constituido en un fenómeno de particular complejidad. Al abarcar situaciones distintas y manifestarse de diferentes formas genera confusiones conceptuales que pueden dar lugar a recomendaciones de políticas diferentes según el aspecto que se enfatice. Debido a que las actividades que en ella se realizan por definición son ilegales, dificulta que se obtengan estimaciones precisas y confiables de su amplitud y del número de personas que participan en ella.

Durante los últimos años América Latina y el Caribe ha mantenido una tendencia a disminuir el porcentaje de empleo informal. Sin embargo, todavía existen aspectos considerados como urgentes con respecto al tamaño y la tendencia de las actividades informales. En República Dominicana a pesar del crecimiento económico sostenido de los últimos años se sigue registrando cifras significativas de trabajadores que laboran en la economía informal.

En la región, las propuestas relacionadas con la formalización de la economía informal hacen especial énfasis en áreas de intervención sobre todo de las unidades productivas y en temas como simplificación administrativa, generación o perfeccionamiento de incentivos, desafíos a la fiscalización y cumplimiento de normas.

En República Dominicana se propone la realización de un pacto por el empleo formal. El presente esfuerzo se concentra en evaluar los aspectos más importantes de estos procesos y en determinar las dimensiones, los factores que inciden y los instrumentos propuestos para reducir y proteger los trabajadores informales e incentivar la formalización de la economía informal.

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1. Evolución del concepto Economía Informal La economía informal se ha constituido en un fenómeno de particular complejidad capaz de alterar el orden económico, social y político de las sociedades. Las relaciones que en ella se configuran representan la generación de ingresos no declarados y la existencia de confusas cadenas de contratación, subcontratación y transporte de mano de obra.

Según establecen (Portes & Haller, 2004) el concepto de economía informal nació en el tercer mundo como resultado de una serie de estudios sobre el mercado laboral urbano en África. Plantean que fue el antropólogo económico Keith Hart quien usó el término informal por primera vez en un informe de investigación elaborado para la Organización Internacional del Trabajo (OIT).

En el informe, Hart postuló un modelo dual de oportunidades de ingresos para la fuerza de trabajo urbana, basado fundamentalmente en la distinción entre el empleo remunerado y el trabajo por cuenta propia, por lo que el concepto de informalidad se aplicó a este último tipo actividad. Esta caracterización del sector informal se diluyó a medida que el concepto se fue institucionalizando a la burocracia de la OIT, la cual redefinió la informalidad y la convirtió en un sinónimo de pobreza.

En ese sentido, la economía informal se convirtió en una especie de modalidad urbana caracterizada por bajos niveles de productividad y poca capacidad de acumulación. Posteriormente, en las publicaciones realizadas por la OIT el empleo en el sector informal se denominó subempleo, lo que suponía que quienes participaban en él no lograban ingresar a la economía moderna.

Por tal motivo, la economía informal quedó consagrada como un segmento excluido de las economías menos desarrolladas en muchos estudios relacionados con pobreza urbana y mercados de trabajo realizados por la OIT, el Programa Regional del Empleo para América Latina y el Caribe (PREALC) y el Banco Mundial (BM). 2

Este proceso de caracterización del sector informal ha sido cuestionado por diversos autores que tienen opiniones contrarias. Plantean que las actividades informales se consideran un signo de dinamismo empresario popular que según Hart son una instancia en que la gente retoma en sus propias manos parte del poder económico que trataron de negarle los agentes centralizados.

El concepto de Hart fue reformulado en el año 1989 por el economista peruano Hernando de Soto. En su libro titulado The Other Path o El Otro Sendero, Soto define la informalidad como la respuesta popular a la rigidez de los Estados mercantilistas predominantes en Perú y otros países de América Latina, que sobreviven otorgando el privilegio de participar legalmente en la economía a una pequeña élite.

De modo que, se observan marcadas diferencias entre el concepto de economía informal concebido por la OIT, el PREALC y el BM, entendida como un mecanismo de supervivencia en respuesta a la falta de creación de empleos suficientes en la economía moderna; y la concepción de estos autores que la conciben como la irrupción de fuerzas reales del mercado en una economía aprisionada por las regulaciones del Estado.

Dentro de los investigadores del mundo desarrollado parece existir consenso en que el campo de aplicación del término “sector informal” incluye las acciones de los agentes económicos que no adhieren a las normas institucionales establecidas a los que se niega su protección o bien todas las actividades generadoras de ingresos no reguladas por el Estado en entornos sociales en que sí están reguladas actividades similares.

Al aplicar el enfoque de la nueva economía institucional, el profesor de economía de la Universidad de Wisconsin - Madison y llamado padre del análisis de la economía sumergida, Edgar Feige, propuso una clasificación que toma en cuenta las normas institucionales de las que se hace caso omiso en una actividad económica determinada. En ese sentido, con el término genérico de economía subterránea Feige distingue las siguientes subformas:

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Esquema No. 01 Taxonomía de la economía subterránea propuesta por el profesor Edgar Feige

Economía no declarada Economía ilegal Abarca la producción y distribución de bienes y servicios prohibidos por la ley. Comprende las actividades como el narcotráfico, la prostitución y los juegos de azar ilegales.

Economía no registrada Comprende las actividades que transgreden los requisitos de los organismos estadísticos del Estado en materia de declaración. Su medida estricta es el monto de los ingresos que deberían registrarse en los sistemas de cuentas nacionales pero no se registra.

Consiste en la realización de acciones que soslayan o evaden las normas impositivas establecidas en los códigos tributarios. El monto de los ingresos que deberían declararse a las autoridades impositivas, pero no se declaran, representa un ejemplo sumario de este tipo de economía subterránea.

Economía informal Abarca las actividades económicas que hacen caso omiso del costo que supone el cumplimiento de las leyes y las normas administrativas que rigen las relaciones de propiedad, el otorgamiento de licencias comerciales, los contratos de trabajo, los daños, el crédito financiero y los sistemas de seguridad social y están excluidas de la protección de aquellas.

La informalidad es un tema amplio y complejo que abarca situaciones distintas y se manifiesta de diferentes formas en diversas realidades. Esto muchas veces genera confusiones conceptuales que pueden dar lugar a recomendaciones de políticas diferentes según el aspecto que se enfatice.

Sin embargo, a pesar de que sus causas dependen de múltiples factores existe colusión respecto a que no será posible lograr un desarrollo incluyente si no se hacen extensivos los derechos a los trabajadores de la economía informal. La conceptualización y medición de la informalidad han evolucionado en el tiempo. El sector informal fue un concepto difundido en la década de los años setenta y ochenta, sobre todo, como se mencionó anteriormente, a través del PREALC de la OIT.

Su definición fue realizada en base al tamaño de las empresas y la categoría ocupacional, como una forma de aproximarse a los sectores de baja productividad. En 1993 la XV 4

Conferencia Internacional de Estadísticos del Trabajo (CIET) adoptó una resolución sobre las estadísticas del empleo en el sector informal. Dicha resolución propuso una nueva definición, la cual hacia énfasis en la descripción de las características de la unidad de producción y cómo éstas son administradas.

En 2003 la XVII CIET adoptó una directriz sobre la medición estadística del empleo informal que complementaba la resolución de 1993, la cual se enfocó en las características de los puestos de trabajo.

Esto generó una conceptualización más amplia del fenómeno de la informalidad, ya que además de considerar a los ocupados en el sector informal, incorporó el seguimiento a formas de empleo que se encontraban al margen del conjunto de derechos socio laborales definidos en la legislación nacional, siendo uno de ellos el no pago de la contribución a la seguridad social producto de la relación laboral.

De esta forma, quedó determinado que el término empleo informal incluiría al empleo en el sector informal -definido por las características de las unidades de producción- y al empleo informal fuera del sector informal -definido por las características de los puestos de trabajo(Organización Internacional del Trabajo (OIT), 2014).

2. Procedimientos para la medición de la Economía Informal Es bien sabido que por definición, las actividades informales son ilegales, por tal razón, es de esperar que quienes participan en ellas traten de ocultarlas. Esto dificulta que se obtengan estimaciones precisas y confiables de su amplitud y del número de personas que participan en ellas (Portes & Haller, La economía informal. Naciones Unidas, CEPAL, División de Desarrollo Social, 2004). Ante esta falta de procedimientos confiables de medición la CEPAL ha desarrollado diversas aproximaciones que pueden clasificarse en cuatro categorías principales:

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a) Enfoque del mercado de trabajo. Mediante este procedimiento se intenta estimar el porcentaje de la población total o de la población económicamente activa que trabaja en la economía informal, tomando como base categorías de empleo específicas incluidas en los censos o en las encuestas representativas de todo el país.

La premisa es que determinadas categorías de personas son más propensas a ocultar una parte o la totalidad de sus actividades generadoras de ingresos a las autoridades tributarias y de registro. El primer lugar en este grupo lo ocupan quienes trabajan por cuenta propia ya que tienen más posibilidades de ocultar sus ingresos y participar en la economía subterránea que otros trabajadores. Otras categorías están constituidas por los desempleados, ya que cabe la posibilidad de que puedan estar trabajando ocultamente al tiempo que perciben algún tipo de prestación y por quienes no tienen ocupación o no buscan trabajo debido a que es más probable que realicen actividades informales para generar ingresos, al menos a tiempo parcial.

b) Enfoque de las pequeñas empresas. Este método toma como base la evolución del número y la proporción de empresas muy pequeñas, considerándolos como indicadores de cambio de las actividades informales. Por definición, las empresas muy pequeñas son las que emplean menos de 10 trabajadores.

La premisa es que, en los países avanzados, la mayoría de las actividades definidas como informales se producen en las empresas más pequeñas porque son menos visibles, más flexibles y tiene más posibilidades de evitar los controles del Estado. Se supone que las empresas más grandes son más vulnerables a las regulaciones oficiales y menos propensas a arriesgarse a ser sancionadas. Por lo tanto, es más improbable que realicen actividades informales en forma directa, aunque pueden subcontratarlas a empresas más pequeñas que sí las realizan.

c) Enfoque del consumo de los hogares. Se basa en el reconocimiento de que en los países desarrollados es difícil obtener mediciones del empleo informal mediante encuestas directas. El valor de este método radica en que se utilizan mediciones 6

directas y estadísticamente representativas, lo que permite obtener una estimación fidedigna del consumo de los hogares.

Sin embargo, como indicador de la amplitud de la informalidad en la economía nacional presenta una falla fundamental ya que no tiene en cuenta los insumos producidos informalmente para las empresas más grandes y las prácticas laborales irregulares de éstas. Este método y el de las empresas muy pequeñas emplean la premisa básica de que la informalidad predomina en las unidades económicas más pequeñas. Sin embargo, en ambos casos hay discrepancias significativas entre lo que ocurre en los hechos y lo que indican las cifras.

d) Enfoque de las discrepancias macroeconómicas. Procura medir la magnitud de la economía subterránea total, como proporción del PIB. Este método se basa en la existencia de no menos de dos medidas distintas, pero comparables, en el contexto de la economía nacional. Las discrepancias entre ambas se atribuyen a las actividades informales.

El método consiste en obtener una estimación de la moneda circulante necesaria para el funcionamiento de las actividades legales y restar esa cifra a la masa monetaria real. Esta diferencia, multiplicada por la velocidad de circulación del dinero, permite estimar la magnitud de la economía subterránea. Luego, la razón entre esta cifra y el PIB observado será la proporción de la economía nacional representada por las actividades informales. El método depende de que pueda identificarse un período de base en el que sea válido suponer que la economía oculta fue insignificante.

Por otro lado, la Fundación de las Cajas de Ahorros (FUNCAS) de España, luego de una revisión de la literatura económica, en su estudio titulado ¨La Economía Sumergida en España¨ propone algunos métodos de estimación. A continuación se presenta un extracto descriptivo de los puntos más importantes, sin entrar en la profundidad de los cálculos realizados: 7

a) Método Monetario. Se basa en el enfoque de demanda de efectivo. Supone que la economía sumergida realiza sus transacciones mediante un medio legal de pago, pero difícil de controlar a nivel fiscal.

b) Método del consumo de energía. Se inserta dentro de los métodos de consumo de inputs de producción, y que consideran que variables como el consumo total de energía eléctrica es el mejor indicador de actividad global de una economía. Este enfoque parte de la idea de que la actividad económica requiere el consumo de algún tipo de energía, y por lo tanto la actividad desarrollada de manera sumergida precisará también de energía. Sin embargo, una de sus principales limitantes se halla en suponer como única fuente de energía posible la electricidad.

c) Método de Múltiples Indicadores y Múltiples Causas (MIMIC). Permite considerar la economía sumergida como una variable latente, no observable, que se relaciona por un lado con un conjunto de “variables indicadores” que reflejan los cambios en la economía sumergida (modelo de medición), y por otro con un conjunto de “variables causa” que se encuentran en el origen de la economía sumergida (modelo estructural).

3. Características de la Economía Informal en América Latina y el Caribe Según la OIT para el año 2013 América Latina y el Caribe había disminuido el porcentaje de empleo informal a un 46,8% del empleo total (no agrícola), una proporción menor a la registrada en 2012. Esto evidencia que en la región se ha mantenido una tendencia de reducción de la informalidad propiciada por el escenario económico y la aplicación de políticas específicas. En el Gráfico No. 01 se observan los componentes que según la OIT integran el empleo informal. Como se observa son: empleo informal en el sector de hogares, empleo informal en el sector formal y empleo informal en el sector informal.

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Gráfico No. 01 Tasa de empleo informal no agrícola por componentes en 14 países de América Latina y el Caribe 50.1%

5,7% 12,3%

32,1%

2009

48.0%

47.8%

46.8%

5,2%

5,0%

4,9%

11,4%

11,7%

11,4%

31,4%

2011

31,1%

2012

30,5%

Empleo informal en el sector de hogares Empleo informal en el sector formal Empleo informal en el sector informal

2013

Fuente. Elaboración propia con datos de la OIT.

a) Empleo informal en el sector informal. Para el 2013 el 30.5% correspondía a este componente, lo que representa casi dos tercios del empleo informal no agrícola total. Está conformado principalmente por empleadores y trabajadores por cuenta propia, así como asalariados de unidades de producción informales no registradas, cuyos problemas más frecuentes son la escasa dotación de capital y la pequeña escala de operaciones, lo que les dificulta alcanzar un adecuado nivel de productividad y volúmenes de producción suficientes.

b) Empleo informal en el sector formal. Representaba el 11,4% del total de ocupados no agrícolas para el 2013. En este componente la informalidad está caracterizada fundamentalmente en el incumplimiento del marco normativo, principalmente por desconocimiento de la ley, por incapacidad económica o por debilidad institucional.

c) Empleo informal en el sector de hogares. Representaba el 4.9% del empleo total en 2013. En gran parte corresponde a servicio doméstico. Se establece que el reconocimiento de la existencia de estos distintos componentes de la informalidad permite entender su heterogeneidad y plantea el desafío de diseñar políticas diferenciadas y específicas para cada colectivo a fin de facilitar el camino a la formalidad. 9

A continuación algunas características destacadas por la OIT para la región en el 2013: 

Las mayores tasas de empleo informal se encontraban entre las mujeres en comparación con los hombres aunque al contar con una mayor participación en el mercado laboral, los hombres componían una mayor parte del empleo informal.



Aunque las mayores reducciones en la tasa de informalidad la habían experimentado las mujeres, existían importantes brechas entre las tasas de informalidad de hombres y mujeres en varios países de la región.



Se observaba una relación negativa entre el nivel educativo alcanzado y la tasa de informalidad, pues a medida que los trabajadores obtenían mayores calificaciones, también tenían mayores posibilidades de acceder a mejores empleos registrados y con beneficios sociales.



Entre los trabajadores sin ningún tipo de instrucción o solo nivel educativo primario, casi 2 de cada 3 contaba con un empleo informal. Estas cifras se reducían a medida que los trabajadores alcanzaban mayores niveles educativos.



Un alto porcentaje del total del empleo informal se concentraba en categorías ocupacionales como los trabajadores por cuenta propia, los asalariados de empresas de hasta 10 trabajadores y los trabajadores del sector de hogares.



Las ramas de actividad con mayores tasas de empleo informal eran la construcción, comercio, restaurantes, hoteles y bares, destacándose que entre ambas representaban casi la mitad del empleo informal en la región. Otras ramas de actividad con alta informalidad pero con menor contribución al empleo informal total eran transporte, almacenamiento, comunicaciones y servicios.

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Los sectores de manufactura, minería, establecimientos financieros, electricidad, gas y agua, por el contrario, eran los que presentaban menores tasas de empleo informal y mayores reducciones en el periodo de referencia.



A medida que se incrementaban los ingresos de los individuos las tasas de informalidad eran menores. Así, el quintil más pobre tenía una tasa de empleo informal alta mientras que el quintil más rico presentaba una tasa menor. La informalidad era mayor entre los jóvenes de 15 a 24 años que entre los adultos.

A pesar de que en la región se ha mantenido una tendencia a la reducción de las tasas de informalidad, todavía existen aspectos considerados como importantes y urgentes con respecto al tamaño y la tendencia de las actividades informales: a) el complejo efecto que las regulaciones tienen sobre las actividades informales; b) el impacto que las políticas macroeconómicas han tenido sobre el sector informal en; c) la falta de protección social que afecta a los trabajadores informales y d) la baja y estancada productividad que muestra la mayor parte de las actividades informales (Freije, El empleo informal en América Latina y el Caribe: Causas, consecuencias y recomendaciones de política. Inter-American Development Bank, 2002).

4. Características de la Economía Informal en República Dominicana Antecedentes de los estudios de la informalidad dominicana La Encuesta de Informalidad podría ser considerada uno de los primeros esfuerzos más importantes por medir la magnitud y dimensiones de la economía informal en la República Dominicana. La misma fue diseñada como un módulo especial de la Encuesta Nacional de Fuerza de Trabajo del Banco Central levantada en octubre del 2006. Esta encuesta se aplicó a todas las personas de 14 años o más en hogares urbanos, al margen de que la persona estuviese desempleada o no al momento de la encuesta (Banco Central de la República Dominicana (BCRD), 2014).

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Según el Banco Central, el formulario del módulo de informalidad estuvo orientado a indagar diversos aspectos que permitieron entender desde las razones por las cuales algunas personas trabajaban como asalariados privados o del gobierno, mientras otras trabajaban por cuenta propia o desarrollaban negocios propios con distintos grados de formalidad, hasta las formas en que las personas se preparaban para el período de vejez o enfrentaban sus riesgos de salud.

A partir de estos hallazgos la informalidad en el país estuvo definida a partir de tres criterios complementarios (ver Esquema No. 02) cada uno de los cuales reflejaban una dimensión distinta respecto a la calidad o precariedad del empleo. Esquema No. 02 Criterios utilizados por el Banco Central de la República Dominicana (BCRD) para definir la informalidad en el mercado laboral urbano, 2007

Criterio Legal

Asalariados del sector privado que no tenían contrato firmado con la empresa ni gozaban de la mayoría de los beneficios estipulados en la ley laboral o cuya entidad no tenía licencia para realizar sus operaciones. Trabajadores familiares no remunerados y los trabajadores domésticos. Patrones o trabajadores por cuenta propia sin licencia para operar.

Criterio de la Seguridad Social

Criterio demográfico y de unidades productivas

Asalariados privados a los cuales no se les descuenta parte de su salario para tener derecho a una pensión en la vejez.

Asalariados que laboran en establecimientos de menos de cinco empleados.

Trabajadores por cuenta propia y los patrones de negocios propios que declaran no estar cotizando a un fondo de pensiones para tener derecho a una pensión al retirarse.

Trabajadores por cuenta propia y patrones en los grupos ocupacionales agricultores y ganaderos, operadores y conductores, artesanos y operarios, comerciantes, vendedores y trabajadores no calificados.

Trabajadores familiares no remunerados y los trabajadores domésticos.

Trabajadores no remunerados y servicio doméstico.

a) Definición de informalidad a partir del criterio legal. Se concentra en determinar la incidencia de actividades productivas al margen de la regulación gubernamental, lo que se captura en primera instancia a través de la tenencia o no de un contrato de trabajo o una licencia para operar.

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Eran considerados formales los asalariados del sector público, los empleados privados con contrato firmado o que disfrutaban de la mayoría de beneficios laborales, los patrones de negocios cuyas empresas o entidades tenían licencia para ejercer sus operaciones productivas, y los trabajadores por cuenta propia que declararan tener licencia para ejercer su actividad.

Tomando en cuenta que legislación dominicana establecía que el contrato de trabajo no era aquel que constaba en un escrito, sino el que se ejecutaba en los hechos y a partir de si el trabajador disponía de algunos criterios legales (vacaciones pagas, regalía pascual, liquidación, maternidad paga, seguro de vida contra accidentes, etc.) se refinó el concepto de informalidad para excluir a aquellos trabajadores que, aún sin tener un contrato, recibían una gran parte de esos beneficios.

b) Definición de informalidad a partir del criterio de la seguridad social. Este sistema de seguridad social era entendido como aquel en el cual las personas cotizan a un determinado plan de pensión, ya sea a través de una empresa para la cual trabajan o de forma individual. En este concepto los asalariados del sector público son considerados como trabajadores formales.

c) Criterio de las características demográficas de los trabajadores y de las unidades productivas. Este criterio o método fue iniciado por la OIT a partir de la Resolución I aprobada por la XIII Conferencia Internacional de Expertos en Estadísticas Laborales, realizada en 1982. Parte del supuesto de que los tamaños de las unidades productivas y la categoría laboral de los individuos tienen una cercana relación con el grado de precariedad del trabajo.

Para el año 2007, posterior al levantamiento de los datos a través de la encuesta de informalidad, la incidencia de la misma en el mercado laboral urbano dominicano era muy significativa.

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Al realizarse el cálculo mediante estos tres criterios se observó que en la zona urbana del país eran informales alrededor del 54% (según el criterio legal, ya que carecían de licencia o contrato y no recibían una cantidad razonable de beneficios laborales contemplados en la legislación); 65% (desde la perspectiva de la seguridad social, ya que no se encontraban cotizando como preparación para la vejez) y cerca del 50% (según el criterio de las características demográficas de los trabajadores y de las unidades productivas, debido a que trabajaban en establecimientos pequeños o como cuentapropistas en ocupaciones de baja calificación). El Gráfico No. 02 resume estos resultados: Gráfico No. 02 Incidencia de la informalidad en el mercado laboral dominicano según criterios alternativos del Banco Central de la República Dominicana (BCRD) 2007

34,7%

45,9%

65,3%

54,1%

Legal

50,0%

Seguridad Social Formal

50,0%

Demográfico y de unidades productivas

Informal

Fuente. Elaboración propia con datos del Banco Central de la República Dominicana (BCRD).

Esta alta incidencia de la informalidad representaba en términos absolutos los siguientes resultados: de un total de 2,262,534 trabajadores urbanos con más de 14 años, alrededor de 1,224,576 laboraban en condiciones de relativa ilegalidad. Cerca de 1,480,482 carecían de provisiones para la vejez. Unos 1,133,598 eran trabajadores que laboraban en unidades de pequeño tamaño o bien trabajadores por cuenta propia o patrones en ocupaciones de baja calificación.

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Evolución del empleo informal dominicano Las estadísticas sobre el mercado laboral de la República Dominicana se obtienen fundamentalmente a través de la Encuesta Nacional de Fuerza de Trabajo (ENFT) que desde 1991 realiza el Banco Central dos veces al año. Los datos obtenidos a través de este procedimiento evidencian que sectores como el agropecuario, comunicaciones, comercio y manufacturas, que históricamente han sido los de mayor aporte al Producto Interno Bruto (PIB) dominicano, en lo relativo a la generación de empleos se han mostrado rezagados.

Para el año 2012 estos sectores económicos generaron cerca del 51% del PIB, pero su participación en el total de empleo de la economía, según la ENFT de ese año se había reducido o cuanto mucho quedado igual. Esta encuesta también evidenció que en lo relacionado con la clasificación por categoría ocupacional, los trabajadores por cuenta propia representaron cerca del 43% del total de población ocupada, resultados a los cuales se pudo dar mayor profundidad mediante la incorporación del modulo de informalidad en 2006 como se vio anteriormente. A continuación la evolución de algunas variables relacionadas al empleo informal: Gráfico No. 03 Empleo Informal y cobertura del régimen contributivo de la seguridad social en República Dominicana 70,0 58,6

60,0

58,1

56,0 49,6

50,0

51,6

64,2

48,5 47,9

47,2 44,8

40,0

Cobertura de la SS/Población Ocupada (%)

30,0 23,3

20,0

Total Empleo Informal /Población Ocupada no agrícola (%)

19,0

10,0 0,0

2005

2006

2007

2008

2009

2010

Fuente. Elaboración propia con datos del Banco Central de la República Dominicana (BCRD).

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Las estimaciones disponibles de empleo informal en República Dominicana consideran las últimas recomendaciones internacionales relativas a empleo y sector informal. Por tal motivo, la ENFT permite utilizar como criterio si la unidad de producción tiene licencia o permiso para operar y si el puesto de trabajo le da al trabajador acceso a la seguridad social. Los resultados obtenidos bajo esta metodología arrojan que el empleo informal, en el periodo comprendido entre 2005 y 2010, y como proporción del empleo no agrícola, se redujo de 58,6% a 47,9% como se presenta en el Gráfico No. 03. Gráfico No. 04 Empleo Informal según su conceptualización en República Dominicana 40,0 34,2

35,0

31,7 33,4

30,0

30,6 30,2

29,4

24,8

25,0

19,8

20,0

19,4

23,0

17,8

20,2

15,0 Empleo Informal en el Sector Informal

10,0

Empleo Informal fuera del Sector Informal

5,0 0,0

2005

2006

2007

2008

2009

2010

Fuente. Elaboración propia con datos del Banco Central de la República Dominicana (BCRD).

Estas estimaciones permiten observar que la tasa de empleo informal no agrícola aumentó en los años siguientes: pasó de 50% en 2011 a 51,5% en 2012 y se pudo apreciar que existían diferencias significativas de género en los niveles de informalidad. En el Gráfico No. 03 también se observa que en el año 2007 se produjo la mayor reducción del empleo informal, al pasar de 58,6%, en 2005 a 49.6%. Esta reducción significativa coincidió con la entrada en vigencia del régimen contributivo de salud del nuevo sistema de seguridad social.

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En efecto, ese año la cobertura efectiva del régimen contributivo casi se duplicó, cuando la población ocupada pasó de 23,3% a 44,8%. Después de 2007, la cobertura de la seguridad social ha seguido incrementándose pero a menor ritmo, y no ha tenido gran efecto en los niveles de empleo informal.

Según el Panorama Laboral 2011 realizado por el Ministerio de Trabajo, para ese año el empleo en República Dominicana estaba compuesto por un 56.3% de trabajadores que laboraban en actividades informales.

Dimensiones y factores de la informalidad en el mercado laboral dominicano Uno de los últimos esfuerzos para medir el impacto del sector informal en la economía dominicana fue realizado a nivel local mediante un estudio financiado por el Consejo Nacional de la Empresa Privada (CONEP) y realizado por el Instituto Tecnológico de Santo Domingo (INTEC). En este estudio ambas entidades plantean que el mercado laboral informal es de vital importancia para el dinamismo económico y la generación de puestos de trabajo, ya que la ENFT del 2012 reflejó que los que laboraban en el sector informal representaban el 55% de la población ocupada.

A pesar de que en los últimos años la República Dominicana ha experimentado un crecimiento económico alto y sostenido, con un incremento anual promedio del PIB per cápita del 4% comparado con 1,8% en los países de América Latina y el Caribe, se ha registrado un aumento del porcentaje de trabajadores que laboran en la economía informal (Consejo Nacional de la Empresa Privada (CONEP); Instituto Tecnológico de Santo Domingo (INTEC), 2013).

En el estudio realizado por el INTEC se hace referencia a que durante el período de tiempo que va de 1992 al 2012 el sector informal creció en 41.5%, a un ritmo que duplicaba al formal, alcanzando los 2.3 millones de empleos. En términos estrictos esto significaba que en dicho período se crearon aproximadamente 667,785 empleos informales. A continuación la reproducción de una gráfica que muestra esta tendencia: 17

Gráfico No. 05 Población ocupada en el Sector Informal de la Reública Dominicana 2005-2013 Como % del total 55,3

55,6

54,5

54,5 53,5 54,3 53,1 52,6

2005

52,7

2006

2007

2008

2009

2010

2011

2012

2013

Fuente. Gráfica reproducida del informe ¨Impacto del sector informal en la economía dominicana¨. CONEP - INTEC, 2013.

Para la realización de esta investigación se tomaron en cuenta los criterios de tamaño de las unidades productivas, y de seguridad social para definir, por el lado de la oferta laboral, las empresas que emplean trabajadores en el sector informal. Para cumplir este objetivo se llevó a cabo la encuesta MIPYMES INTEC 2013 con el objetivo de caracterizar a las estructuras productivas del sector. La encuesta fue realizada durante la última semana de septiembre de 2013 con una muestra total de 406 entrevistas que fueron aplicadas en las ciudades de Santo Domingo, el Distrito Nacional y Santiago.

Asimismo, el trabajo requirió obtener las percepciones de los principales grupos empresariales del país respecto a la informalidad. Para ello se realizó un grupo focal con 11 representantes de asociaciones empresariales y de comercio. Según estas asociaciones las principales causas de la informalidad en el país son: sistema tributario no equitativo, cultura que promueve la informalidad, falta de educación y ausencia de un estado de derecho. Por otro lado, las consecuencias que la misma genera se resumieron en los siguientes puntos: desorden e inseguridad, falta de competitividad, distorsiones en el mercado y falta de regularización de trabajadores inmigrantes.

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Reflexiones Finales

Análisis respecto a los instrumentos propuestos para reducir y proteger los trabajadores informales e incentivar la formalización de la economía informal

Son muchas las propuestas que se han realizado en torno a los instrumentos y políticas que pueden aplicarse con miras a disminuir la economía informal. Para los fines de este artículo y habiendo revisado un conjunto de documentos que se encaminan a cumplir estos objetivos, a continuación se resumen los aspectos más trascendentes relacionados con las políticas, programas e instrumentos para reducir y proteger los trabajadores informales e incentivar la formalización de la economía informal. Esquema No. 03 Políticas para la reducción y protección de los trabajadores informales en la región Latinoamericana propuestas por Samuel Freije, 2002

Cambios en el marco regulatorio

• Para facilitar el registro de nuevas empresas, evaluar la legislación laboral y proveer nuevos derechos de propiedad y hacer cumplir los existentes.

Definición de una política macroeconómica

• Que enfatice el equilibrio fiscal, comercial y estructural para promover el crecimiento a largo plazo y reducir la inflación; que evite los desajustes cambiarios y facilite el desarrollo de programas de estabilización que impidan excesivas perturbaciones macroeconómicas.

Diseño de programas sociales

• Que permitan la capacitación general de los trabajadores, la extensión y mejoramiento de la educación básica y secundaria, la participación de los informales en el seguro social y la aplicación de asistencia social.

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Esquema No. 04 Políticas de formalización de las micro y pequeñas empresas propuestas por el Programa de Promoción de la Formalización en América Latina y El Caribe (FORLAC) de la OIT, 2014

Fiscalización en empresas pequeñas

Acceso a la seguridad social

Simplificación administrativa

Incentivos tributarios

En esta propuesta se hace especial énfasis en áreas de intervención frecuentes sobre todo a nivel de las unidades productivas, en particular en los temas de simplificación administrativa; generación o perfeccionamiento de incentivos (acceso a la seguridad social por ejemplo), desafíos a la fiscalización y cumplimiento de normas en empresas de menor tamaño.

El caso dominicano En República Dominicana la economía informal se ha agudizado en la medida en que se acentúan las crisis económicas. Se sostiene, que un aumento de la economía informal se debe a la falta de estrategias de crecimiento por parte del Estado. Por eso, se ha llegado a la conclusión de que una verdadera política económica de la micro, pequeña y mediana empresa, generadora de empleo, podría imposibilitar el desplazamiento de mano de obra hacia las áreas menos productivas (Martí Gutiérrez, 2004). Los diversos grupos empresariales han destacado la necesidad de pactar una reforma económica por el empleo formal que genere desarrollo inclusivo y bienestar para todos, bajo el entendido de que la mejor política social es el empleo formal privado (Consejo Nacional de la Empresa Privada (CONEP), 2013). Según establece el CONEP una economía muy informalizada lacera la cohesión social, crea estímulos para el irrespeto al 20

ordenamiento jurídico y las prácticas anticompetitivas y pone en situación de vulnerabilidad a los ciudadanos. En tal sentido, el empresariado dominicano propone la realización de un pacto por el empleo formal. Algunas recomendaciones al respecto son:

 Reforma laboral urgente, mediante el consenso de una comisión tripartita.  Políticas laborales que promuevan la competitividad: reduciendo las cargas, eliminando duplicidades y promoviendo el empleo formal.  Orientar la política fiscal a la promoción de la producción y las exportaciones en condiciones competitivas.  Dictar normas que garanticen que el crédito se direccione hacia los sectores productivos.  Reorganizar el servicio exterior.  Establecer una estrategia para crear las condiciones para el financiamiento de las exportaciones.  Mejorar las condiciones para la creación de micro, pequeñas y medianas empresas formales, reduciendo sus cargas sociales y simplificando el proceso de pago de impuestos.  Fortalecer los programas de capacitación y formación. Otras estrategias de acción encaminadas a enfrentar la informalidad en la economía dominicana, surgieron del grupo focal antes mencionado, donde participaron representantes de asociaciones empresariales y de comercio. Estas se sustentan en la formulación y ejecución de planes educativos, de incentivo a mipymes y de trabajo en coordinación con el Gobierno.

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