Economía de la Pobreza o Pobreza de la Economía.

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Descripción

Economía de la Pobreza o Pobreza de la Economía.
Humberto Bezares Arango
En el año 2007, Lloyd Blankfein, presidente del Banco de Inversión Goldman Sachs, reportó ingresos personales por 73.7 millones de dólares, justo en el año en que el mercado de las hipotecas subprime se desmoronaba, y un año antes de que la Reserva Federal rescatara al sistema financiero – Goldman Sachs incluido – con un fondo de 700 mil millones de dólares de dinero público. En contraste, el Banco Mundial estima que en el año 2008 alrededor de 1,300 millones de personas vivían con menos de 1.25 dólares diarios (alrededor de 450 dólares anuales) algunos de ellos, como consecuencia de la misma crisis.
El áspero contraste entre los ingresos de Blankfein y una quinta parte de la población mundial pone en entredicho la capacidad – ¿o será la voluntad? – del sistema económico para acabar con la pobreza. A la par del desmoronamiento financiero, parecía que se derrumbaba el argumento meritocrático de la economía neoliberal ¿o es que acaso la crisis y la bancarrota son virtudes en el mundo de las finanzas? La respuesta parece ser un sí, ya que la meritocracia sigue vigente.
Pero recordemos que es cualidad de los números ocultar más de lo que dejan ver. Por ejemplo, detrás de las sumas monumentales que se embolsan los agentes de bolsa, se oculta el hecho de que la pobreza en los últimos 30 años se ha reducido. Y aún hay más, la Organización de las Naciones Unidas ha reconocido que el potencial de crecimiento económico mundial –impulsado primordialmente por el sector financiero– es suficiente para reducir a menos de 1000 millones el número de pobres para el año 2015. Estas consideraciones despiertan por lo menos dos preguntas importantes: ¿puede en verdad erradicarse la pobreza?, y ¿es la pobreza un fenómeno monetario? Abordaré primero esta cuestión.
La estimación de la Línea Internacional de Pobreza Extrema, que define como pobres a las personas que viven con menos de 1.25 dólares al día, forma parte de lo que se conoce como medidas de pobreza absoluta, popularizadas por Seebohm Rowntree a principios del siglo XX en Inglaterra, y que fijan un valor monetario mínimo que define un umbral de pobreza que es el mismo para todo el mundo. Por otro lado, se ha sugerido que la pobreza puede entenderse mejor desde una perspectiva relativista. Las mediciones de pobreza relativa ponen énfasis en el hecho de que la pobreza es un fenómeno social, y como tal, determinado por las prácticas, costumbres y convenciones sociales vigentes en cada tiempo y cada lugar. La afirmación de Adam Smith, según la cual se deben incluir entre los bienes necesarios aquellos que las costumbres han hecho indispensables para poder aparecer en público sin pena, ilustra la idea de que la calidad de la vida humana puede reducirse considerablemente al insertarse en una sociedad donde las normas sociales –por ejemplo usar zapatos de piel o camisa de lino– lo excluyan de la vida de la comunidad, aun cuando su omisión sería perfectamente aceptable en otro tiempo o lugar.
No es, sin embargo, ninguna de estas posturas la que domina el debate corriente sobre la pobreza, sino una visión más profunda estrechamente relacionada al trabajo de Amartya Sen y Martha Nussbaum sobre las capacidades. Por sobre las concepciones parciales de la pobreza, Sen ha sugerido que la pobreza no es sólo un fenómeno de privación material, sino de exclusión legal, social y principalmente de privación de la oportunidad de elegir y vivir libremente las vidas que tenemos motivos para valorar. Esta concepción eudaimonica, resalta el hecho de que el solo dinero, a pesar de ser fundamental en la sociedad contemporánea, no puede por sí mismo explicar la pobreza ya que el dinero es sólo un medio para un fin ulterior, que puede o no ser suficiente, dependiendo de la capacidad de las personas para hacer uso de él.
En este contexto, las declaraciones que definen un monto necesario para erradicar la pobreza son en el mejor de los casos inútiles, ya que omiten el hecho de que la pobreza se concentra en minorías étnicas o grupos vulnerables, como las mujeres, los inmigrantes o las comunidades indígenas. En México, la situación de estos últimos es especialmente indignante. De los 6.7 millones de las personas hablantes de una lengua indígena, se estima que el 79.3% (5.4 millones) vivían en situación de pobreza en el año 2010, la mitad de ellos en situación de pobreza extrema; En Oaxaca, estado marcadamente multiétnico, 84% de la población indígena vive en situación de pobreza, esto es, aproximadamente un millón de personas. Sus principales carencias son el acceso a la seguridad social, el ingreso y los servicios básicos de vivienda. Su principal riqueza es su cultura y su comunidad, bienes sociales que no se reflejan en la medición multidimensional de la pobreza.
La concepción amplia de la pobreza permite abordar con mayor precisión el problema de la erradicación de la misma. Como se mencionó anteriormente, la pobreza extrema se ha reducido en los últimos 30 años al pasar de cerca de 1,900 millones de pobres en 1981 a poco más de 1,200 millones en el año 2010, según los reportes del Banco Mundial. A partir de este último año, el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo incluye en su reporte anual el Índice de Pobreza Multidimensional que define la pobreza como falta de más del 33% de una lista de bienes y servicios que se consideran necesarios para vivir una vida digna. En México, el número de pobres según la definición multidimensional es de 52 millones de personas (más del 46% de la población), de los cuales 11.7 millones lo hacen en una condición extrema. La carencia más común es el acceso a la seguridad social, síntoma de un Estado de Bienestar que agoniza antes de nacer.
A nivel internacional, el número de personas pobres multidimensionales aumenta sensiblemente a 1,700 millones, poniendo en entre dicho la posibilidad de erradicar la pobreza, a no ser que se dé un cambio radical en la organización económica mundial y no sólo una reforma parcial.

Hace casi dos siglos, Pierre Joseph Proudhon se preguntó en un tratado que hiciera famoso Karl Marx, cuáles son las causas de la miseria. Acusando a la Académie de Sciences Morales et Politiques (y a todo el siglo XIX) de limitar sus cuestionamientos sobre las posibilidades de combatir la miseria a las reformas del sistema de asociación privada (y más tarde al sistema educativo), legitimando al mismo tiempo la persecución del lujo y la opulencia. Proudhon, al contrario, fue contundente al reducir las causas de la miseria a una: ese robo llamado propiedad, al menos en ausencia de igualdad (mutualismo).
La introducción a la Philosophie de la Misére de Proudhon plantea un profundo debate de la economía que podemos trasladar al problema en cuestión: ¿es posible erradicar la pobreza de un sistema de propiedad privada reformándolo, o es necesario cambiar las relaciones de producción?
Quienes defienden el sistema y la reforma, argumentan que los progresos en los Objetivos del Milenio justifican una actitud positiva respecto al progreso social, y prescriben mayores dosis de educación como antídoto para la pobreza (la Académie vuelve a nacer) . El concepto de Capital Humano les ha permitido revivir la meritocracia al crear una sociedad, y su justificación económica subyacente, en la que la pobreza es un acto voluntario de falta de preparación. Ni Robert Malthus fue tan eficiente al hacer caer sobre la espalda de los pobres el peso de su propia pobreza. Adicionalmente la opulencia del mundo de las finanzas, justifica las posturas que ven en el movimiento del microfinanciamiento la nueva panacea que aliviará las injusticias sociales. Democratizar el acceso al crédito se ha vuelto la consigna.
En contra de las posturas reformistas pesa la posibilidad de que lo que los economistas han dado por llamar fallos de mercado, sean más bien defectos sistémicos del capitalismo, es decir, que los residuos del proceso de acumulación, como la contaminación y la pobreza misma, sean defectos necesarios del sistema. La Ley de Hierro del Salario pesa sobre sus cabezas. El creciente endeudamiento de los países subdesarrollados es señal de una mayor dependencia y en consecuencia mayor vulnerabilidad de los menos desarrollados, señal de un neocolonialismo basado en las finanzas. También pesa el historial de fallos de las Instituciones Financieras Internacionales, que en su poca voluntad de tomar en cuenta la realidad de los pobres, se ha limitado a armar paquetes de ayuda y programas estandarizados que se aplican sin diferencia en la África sub-sahariana o en Centro América, o, ahora lo sabemos, en Europa misma.
Del otro lado, quienes buscan replantear el sistema desde su base defienden posturas que van desde los sistemas clásicos del Comunismo y el Mutualismo hasta la más reciente visión de la Economía Basada en los Recursos, representada por el movimiento de Jacque Fresco, una economía que se define como un equilibrio dinámico sustentable, en donde la producción se rige por la disponibilidad de recursos y la tecnología y no por las necesidades de las empresas, haciendo obsoleto el sistema monetario. Estos enfoques comparten una consigna común: la crítica a la propiedad privada de los medios de producción.
También para los revolucionarios es fundamental la educación, aunque un concepto opuesto de la misma. Mientras que la racionalidad capitalista mide el valor de la educación en rendimientos monetarios, la educación revolucionaria requiere un pensamiento crítico. El peso de las ciencias cuantitativas y aplicadas es mayor en la primera; las bellas artes y las ciencias humanas son primordiales para los segundos.
En contra de la postura Comunista pesa la historia, el Gulag nos recuerda el terror que puede entrañar un sistema impuesto por la fuerza. Por su parte, en contra del enfoque de los recursos pesa su calidad de utopía, utopía por la falta de voluntad que requiere la transformación del sistema a un nuevo orden altamente tecnificado, y la tentación de poder que implica la posibilidad de aplicar extensamente el método científico al control de la economía y la sociedad.
Existe una tercera alternativa que pudiendo ser catalogada como revolucionaria no pretende cambiar la base económica, sino uno de los fundamentos mismos de la teoría económica clásica y el liberalismo, a saber, la concepción de la naturaleza humana. La Ley del Interés Personal, como se le conoce a la idea de que el comportamiento egoísta conduce al mejor resultado económico posible, es un axioma tan ampliamente aceptado en la economía que difícilmente se le pone en duda. Sin embargo, un grupo de académicos y ONGs, influenciados por las ideas de Peter Singer, se han dado a la tarea de encontrar la forma más eficiente de mejorar al mundo, y su respuesta está en el altruismo y el sacrificio. Según los defensores de esta corriente la opulencia en que vive una pequeña porción del mundo, es indefendible ante la situación de la gran mayoría, por lo que hacen un llamado a donar una fracción de los ingresos que se pueda invertir eficientemente para aliviar las necesidades de los menos favorecidos. La filosofía moral de Singer y los defensores del altruismo eficiente se resume como el deber de los hombres de prevenir en lo posible el mal, siempre que no se sacrifique algo de significancia comparable. Entre los males sociales, la pobreza extrema se presenta como el más grave.
A través de la orientación al altruismo eficiente este grupo de personas busca atacar directamente los males más agudos de la pobreza (la malaria, el hambre, la muerte). También proveen asesoría de vocación profesional para personas que buscan carreras que tengan el mayor impacto sobre la situación mundial. No debe sorprender que una recomendación común sea el mundo de las finanzas. Si el movimiento tiene futuro se tiene que dar lo posible, lo que es bastante cuando se es director de un banco de inversión.
La imposición histórica de pautas de éxito basadas en el crecimiento de la producción a nivel social, y la acumulación material a nivel personal, son quizá el principal obstáculo al proyecto altruista, ¿pueden el desinterés y la renunciación abrirse paso en una sociedad que no quiere ser pobre? Erradicar las pautas de conducta de la sociedad opulenta y una economía que pretende maximizar el consumo puede ser tarea difícil.

La situación en Oaxaca no es halagadora. Históricamente las comunidades indígenas han quedado inmersas en lo que Claude Lévi-Strauss calificara como "dos procesos contradictorios a los que constantemente se enfrenta la humanidad, uno de los cuales tiende a instaurar la unificación, en tanto que el otro se endereza a mantener o restablecer la diversificación". De ahí que frecuentemente el discurso político nos hable de la conservación de la diversidad frente al fortalecimiento de la igualdad. Las reformas y la política social son sus herramientas. Los derechos humanos su argumento.
Sin embargo, la exclusión indígena es parte de un proceso que se remonta a la Conquista, se institucionaliza con el nacimiento de la Nación, se agrava durante el Porfiriato y toma forma tras la Revolución. La ciencia política ha visto históricamente al Estado-Nación como un contrato benéfico entre ciudadanos más que una imposición de vencedores sobre vencidos. De ahí que la reforma jurídica se oriente al establecimiento de derechos ciudadanos para grupos que no decidieron serlo –como en algún momento se les dio una religión que no buscaban – orientados a los fines materiales del crecimiento económico, generando con ello el inevitable conflicto entre la tradición y el Estado, sin que esto signifique que no puedan ser, con el tiempo, asimilados. En este sentido, la situación de los pueblos indígenas no es resultado de la omisión intencional de sus derechos, que se puede solucionar con la reinstauración de los mismos; su situación tiene que ver con sus antepasados, con resentimiento, con la tierra, con la lenta desaparición de sus lenguas, etc. A cambio, se les ofrece un sistema de instituciones democráticas, y la promesa de progreso y modernidad.
Las reformas que buscan la inclusión de los pueblos indígenas no puede ser calificada como malas per se. No hay que olvidar, sin embargo, que el camino al infierno está plagado de buenas intenciones. El objetivo de esta reflexión es remarcar el carácter contradictorio que surge de aplicar políticas basadas en principios individualistas a comunidades con instituciones que fomentan la cooperación. La repercusión de las reformas es algo que se revelará con el tiempo, y si el debate es pertinente es por el hecho de que "la tensión del desarrollo no se encuentra tanto entre las ganancias y los costos conocidos, como en la pugna entre la meta y la ignorancia y desconocimiento del camino a esa meta". Sin embargo, parece difícil que el éxito de las reformas se pueda dar sin la transformación de una parte fundamental de su organización social. Por otro lado, es también probable que, como apunta Albert Hirschman, "[en una comunidad comunal] la creencia o la sospecha, por muy equivocada, de que un proyecto conducirá a un enriquecimiento individual y no a beneficios colectivos, bien puede significar su fracaso".
¿Es que en verdad la economía no es capaz de dar pautas para la erradicación de la pobreza? Puede ser que la pobreza de la economía sea a final de cuentas sólo un reflejo de la pobreza del espíritu humano.

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Niall Ferguson (2008)El Triunfo del Dinero.
Activos financiero con alto riesgo de impago que fueron comercializados mayormente a través de complejos instrumentos conocidos como Obligaciones de Deuda Colateral, los cuales, según sus creadores, permitían una mejor distribución del riesgo pero que en realidad sólo lo ocultaban
La Emergency Economic Stabilization Act de 2008 contempla límites salariales a los altos ejecutivos en las compañías cuyas acciones estén en posesión del Tesoro. Estas medidas son livianas y omiten el riesgo de nuevas crisis.
Declaración del Milenio de las Naciones Unidas (13 septiembre de 2000)
Adam Smith (1776) An Inquiry into the Nature and Causes of the Wealth of Nations. Libro V, capítulo II
Capability en la definición original en inglés Sen (1976, 1999).
Aristotle, Nicomachean Ethics.
INEGI (2010) Estadísticas a Propósito del Día Mundial de la Justicia Social.
http://iresearch.worldbank.org/PovcalNet/index.htm?1
En México la lista del CONEVAL, organismo encargado de evaluar la Política de Desarrollo, contempla los siguientes capacidades: Ingreso mínimo, acceso a la educación, acceso a servicios de salud, acceso a la seguridad social, calidad y espacio de vivienda, servicios básicos en la vivienda (agua, luz drenaje), acceso a la alimentación, cohesión social.
"… la même Académie demandait : Quelles sont les causes de la misère ? C'est qu'en effet le dix-neuvième siècle n'a qu'une pensée, qui est égalité et réforme." P. J. Proudhon (1847).
"La propriete c'est le vol" - Proudhon (1840) "Qu'est-ce que la propriété ? ou Recherche sur le principe du Droit et du Gouvernement"
P. Singer (1979) Practical Ethics
E. Florescano (2013) La Función Social de la Historia.
El mismo proceso dialéctico hegeliano tiene tanto de conservación como de creación, la palabra alemana aufheben, empleada por Hegel y Marx en su teoría de la enajenación, puede traducirse como abolir, sublimar, preservar o transcender.
Ver Cohen (1999) Cooperation and Community: economy and society in Oaxaca.
A. O. Hirschman (1981) La Estrategia del Desarrollo Económico.

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