Dostoievski y lo que está permitido

La corriente intelectual que nació de los pensadores ilustrados subrayó la autonomía del hombre: la razón debía alcanzar una supuesta mayoría de edad y depender sólo de sí misma. Los siglos posteriores recogieron los frutos de esta siembra: el encumbramiento de la libertad humana. No es fácil integrar en este paradigma a Dios, quien es visto más bien como una amenaza de la libertad. Dostoievski se nutrió de estas ideas, relativamente nuevas en la Rusia del siglo XIX. Sus obras fueron una reflexión continua en torno a los problemas planteados por la mentalidad moderna. En su última novela, Los hermanos Karamazov, planteó la cuestión de la relación entre Dios y la libertad de un modo radical.