DOS PROPUESTAS MUSEOGRÁFICAS EN EL IAM REFLEXIONES Y CAPITALIZACIÓN DE EXPERIENCIAS

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Descripción

Prebisch, Lilian y Eduardo Ribotta. 2010. “Dos propuestas museográficas en el IAM. Reflexiones y capitalización de experiencias”. En: Rastros en el camino. Trayectos e identidades de una institución. Pp. 153-161. Editorial Edunt. UNT.

DOS PROPUESTAS MUSEOGRÁFICAS EN EL IAM REFLEXIONES Y CAPITALIZACIÓN DE EXPERIENCIAS Lilian Prebisch Eduardo Ribotta

Resumen En los años 1999 y 2002 se concretaron dos experiencias museográficas desde el

Instituto de Arqueología y Museo de la Facultad de Ciencias

Naturales e IML. Por primera vez se planteaba la planificación y organización de proyectos museográficos con un concepto de renovación tanto desde el diseño como desde lo conceptual. Las experiencias generadas relatadas en el presente escrito, constituyen prácticas museológicas que denotan modos de pensar el museo bajo paradigmas completamente nuevos en nuestro medio. Estas muestras incorporaron aspectos innovadores en el campo de la museología local. La propuesta de nuevos códigos museográficos y la introducción de interesantes modelos referidos a la política de comunicación en el contexto museológico del IAM, fueron desarrolladas a través de originales propuestas de extensión. Cabe reflexionar sobre la sustentabilidad de ambas propuestas en una institución inserta en el contexto universitario. La permanencia en el tiempo de ofertas culturales como estas resulta indispensable a la hora de conformar las directrices museológicas de una institución, a partir de políticas culturales que deberían ser compartidas por las altas esferas del poder universitario. Palabras Clave: Museología. Museografía. Gestión. Sustentabilidad. Política cultural. Abstract

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In 1999 and 2002 two museographics experiences took shape from the Institute of Archaeology and Museum of the Faculty of Natural Sciences and IML, for the first time considered the planning and organization of museographics projects with a renovation concept as much from the design as from the conceptual thing. The experiences generated related in the present writing, constitute museologics practices that denote ways to think the museum under completely new paradigms about our means. These samples incorporated innovating aspects in the field of the local museology. The proposal of new museographics codes and the introduction of interesting models referred to the policy of communication in the museologic context of the IAM, were developed through original proposals of extension. It is possible to reflect on the viability of both proposals in an inserted institution in the university context. The permanence in the time of cultural supplies as these are indispensable at the time of conforming the museologic directives of an institution, from cultural policies, that would have to be shared by the high spheres of the university power. Key words: Museology. Museography. Management. Viability. Cultural politicy. Consideraciones previas Cuando en la década del `80 irrumpe con fuerza la nueva museología en el mundo, Argentina se mantiene aislada de la misma, por desconocimiento o por falta de políticas culturales que se adecuaran a esta nueva perspectiva, tanto a nivel nacional como provincial. El concepto de museo imperante entonces -vigente aún en la provinciaes el acuñado por los coleccionistas en el siglo XIX y utilizado por la aristocracia y burguesía: un coto cerrado de una clase privilegiada que en un modo u otro obstaculiza el acceso a la cultura (León 2000). Ante esta perspectiva el museo se había quedado anquilosado para la nueva sociedad que exigía sus derechos. El museo necesitaba generar nuevas perspectivas y

responder a exigencias actuales. Surge entonces la Nueva

Museología especialmente en Francia y Canadá, extendiendo su influencia a los demás países (Alonso Fernández 2001). 2

Siguiendo a (Maure 1995) básicamente esta corriente impulsa: 1- Democracia cultural, ninguna cultura dominante debe ser ensalzada como “la cultura” en detrimento de la variedad de culturas existentes o que han existido, el mismo criterio se aplica a los movimientos artísticos o científicos. 2- Los museos antiguos se ocupaban de la monodisciplinaridad, con la Nueva Museología son pluridisciplinarios, antes se ocupaban del público experto ahora de la comunidad, antes del edificio ahora del territorio. 3- Concienciación de la comunidad. 4- Diálogo entre el museo y los sujetos, basado en la participación activa de los miembros de la comunidad. 5– La exposición resulta ser un método, útil de diálogo y concienciación que dispone el museólogo, ya que aquella constituye un lenguaje visual. Considerando que desde el Instituto de Arqueología se gestó la carrera de Técnico Universitario en Documentación y Museología Arqueológica en la Universidad Nacional de Tucumán, y que sus profesionales constituían un grupo de recursos humanos capacitados para generar cambios en el área museológica, es que se propuso introducir conceptos de la nueva Museología en las futuras exhibiciones del Instituto de Arqueología y Museo (en adelante IAM). Historia de los Proyectos En los años 1999 y 2002 se concretaron dos experiencias museográficas desde el IAM. Por primera vez se planteaba la planificación y organización de proyectos museográficos con un concepto de renovación tanto desde el diseño como desde lo conceptual. En ambos casos se pudieron realizar exitosamente gracias a subsidios conseguidos desde el IAM, a través de los proyectos aprobados por dos fundaciones privadas: YPF y Antorchas. Estos proyectos se generaron dentro de los aires de renovación de la museología nacional -influenciada por la tardía llegada de la Nueva Museología al país a mediados de la década del ’90-, favorecidos por políticas de fomento a proyectos culturales.

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La realización de ambas propuestas, constituyó un modelo innovador para el N.O.A. que lamentablemente no fue valorado desde la Universidad, motivo por el cual aún no fueron suficientemente conocidas por la comunidad tucumana. En ambos casos se trabajó a partir de una perspectiva interdisciplinaria, con total identificación dentro de los parámetros museológicos vigentes y con una coincidencia de conceptos planteados por la Nueva museología con relación a los binomios museo-comunidad, conservación-difusión. Cabe recordar que el IAM dispuso desde la década del ‘80 de un espacio expositivo en el Centro Cultural Eugenio Flavio Virla de la Universidad Nacional de Tucumán situado en la calle 25 de Mayo 265 de la ciudad de San Miguel de Tucumán, donde exhibía su patrimonio. La primera muestra montada en ese edificio data de 1981, fue realizada por el arquitecto Roque Gómez del entonces Museo de Prehistoria y Arqueología con la propuesta museográfica elaborada por los investigadores de aquel momento. La siguiente muestra fue diseñada y montada por estudiantes de la Carrera de Arqueología desde la Cátedra de Museología y Técnicas Museográficas en 1991. En esa oportunidad la exposición llevó el título: Un Canto de Antiguas Culturas. Esta exhibición carecía de guión museográfico estructurado y escrito; presentaba una circulación lineal, cronológica, con compartimentos culturales estancos. Sin embargo cabe destacar que en forma incipiente se trabajó con la elaboración de un proyecto museográfico donde las variables del diseño intervinieron y se plantearon problemas a resolver pero desde una propuesta básica. América Indígena Diversidad Cultural y Tecnología Antigua En 1999, durante la Dirección del Lic. Carlos Aschero y dentro del marco del Proyecto Fundación Y.P.F, FYPF M97-412 del IAM se elaboró un subproyecto para la reestructuración de la muestra arqueológica exhibida en el 2º piso del Centro Cultural. Con la intervención y participación de profesionales se construyó un guión museológico; para la elaboración del mismo se tuvo en cuenta el texto científico de los investigadores, la Ley Federal de Educación y la importancia que a través de ella cobra la asignatura tecnología dentro de la curricula escolar, el 4

tipo predominante de visitantes a la exhibición (niños del E.G.B. y docentes), y la inexistencia en la Argentina -en esa época- de museos que contemplen a visitantes con dificultades visuales totales o parciales. Por primera vez se trabajó interdisciplinariamente en un proyecto museográfico, con el aporte de los especialistas en arqueología, antropología, diseñadores

gráficos,

conservadores

y

todos

artistas los

plásticos,

técnicos

museólogos,

auxiliares

museógrafos,

(carpinteros,

pintores,

electricistas). Experiencia pionera en la museología de Tucumán y exclusiva dentro del ámbito universitario. La primera actividad fue realizar un diagnóstico de situación del cual surgieron las siguientes necesidades prioritarias: •

Reestructurar arquitectónicamente el espacio disponible a

fin de reorganizar el museo, revitalizándolo. •

Re-funcionalizar las áreas del museo clasificándolas e

independizando la de apoyo con respecto a la de exposición. El área de apoyo (área de reserva patrimonial, gabinetes de investigación y biblioteca científica) se encontraba en el edificio de calle San Martín 1545, sede central del IAM dependiente de la Facultad de Ciencias Naturales e Instituto Miguel Lillo de la U.N.T., en donde las condiciones de seguridad y conservación eran las más adecuadas. •

Replantear la temática de la exhibición para adecuarla a la

realidad educativa de ese momento (ley Federal de Educación). •

Crear una biblioteca con textos más accesibles para la

edad y conocimiento de los visitantes, separada de la biblioteca científica ubicada en la sede del IAM, teniendo en cuenta el tipo de visitante al que estaba dirigida la muestra. •

Rediseñar museográficamente la exhibición.

Los objetivos de la nueva muestra que se establecieron fueron los siguientes: o

Comprender la diversidad cultural y tecnológica, con la

consiguiente protección de la misma. o

Incorporar una nueva dinámica museográfica en el diseño.

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o

Ofrecer al público no vidente una alternativa museográfica.

o

Establecer normas de conservación preventiva.

o

Diferenciar claramente las áreas museográficas.

o

Implementar condiciones de seguridad.

Las líneas conductoras para encarar el diseño fueron la relación de la gente del pasado con los sistemas técnicos y sus cambios, a lo largo del tiempo, en todo el continente americano. Contemplando que “la relación que nace de la comunicación entre el público y el objeto, es la que determina el diálogo entre el hombre y la cultura” (Castelli 1998:13) se utilizaron como recursos réplicas de objetos en bandejas desmontables para poder tocarlos y trasladarlos por el museo. Además se agregó una maqueta, un rompecabezas con imágenes de caza, tarjetones con información en Braille, castellano e inglés, música de pueblos originarios y vitrinas con objetos arqueológicos y etnográficos. Se incorporó así la experiencia táctil, visual, sonora, de lectura e interacción lúdica para que el público comprendiera las costumbres y técnicas, las valoraran, respetaran y protegieran. El título de la muestra fue acordado entre los diversos especialistas: América Indígena: Diversidad Cultural y Tecnología Antigua. El texto científico de los investigadores -que sirvió de base para la confección del guión museográfico- abarca un lapso temporal y espacial muy amplio, en el primer caso desde la ocupación del continente americano por los primeros habitantes hasta mediados de nuestro siglo; en el segundo, todo el continente mencionado. Sin embargo y debido a que la muestra esta dirigida básicamente a los escolares de la provincia de Tucumán y en especial a los del Gran San Miguel de Tucumán, los indígenas mencionados y los elementos arqueológicos y etnográficos utilizados son predominantemente del Noroeste Argentino. Los responsables del texto científico fueron los Licenciados: Carlos Aschero, Alejandra Korstanje, Luis Vuoto, Jorge Martínez, Patricia Vuoto, Jorgelina García Azcárate, Carlos Angiorama, Constanza Taboada. El proceso de diseño “es la culminación de la primera etapa del trabajo de una exposición, el resultado de la valoración, la discusión y el acuerdo

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alcanzado entre todas las partes implicadas” (Hall, citado en Belcher 1994: 106). La muestra exhibe diversos elementos, técnicas y actividades: cerámica, metalurgia, arquitectura, caza, recolección, agricultura, ganadería, cestería, textilería e intercambio, empleados en distintos tiempos y lugares, que muestran las diversas características y las variadas técnicas empleadas por los indígenas. El diseño y montaje de la muestra llevó aproximadamente once meses de trabajo, dentro de los cuales se cuentan también los trabajos de reformas arquitectónicas, esquema gráfico y montaje definitivo. El diseño del espacio de la muestra resultaba fundamental a la hora de marcar diferencias respecto de otras exhibiciones planteadas en los museos locales. Por esto la distribución espacial se estructuró a partir de las secciones temáticas elegidas y teniendo en cuenta la nueva propuesta arquitectónica del segundo piso del Centro Cultural de la U.N.T., donde, se emplearon por primera vez en el edificio, colores vibrantes en lugar de las tradicionales paredes blancas de los museos del medio. La intención de generar espacios de circulación libre posibilitó una distribución espacial fluida sin demasiados condicionantes (García 1999). Para esto se tuvo en cuenta la necesidad de crear áreas de reunión, zonas de inflexión dentro del recorrido, tales como las secciones lúdicas y lúdicopedagógica. Al incorporarse apoyaturas especiales como la maqueta o el friso con arte rupestre, se logró que el espacio se diversifique y cobre otra dimensión. También se planteó un lugar distribuidor en la zona de recepción, desde allí el visitante puede optar por ingresar a la biblioteca o hacia la exhibición. Para concretar el diseño de la muestra se recurrió a apoyaturas ya existentes en el IAM, pero también se introdujeron nuevas con características diferentes y se modificaron varias de las existentes. Las apoyaturas que se emplearon en ésta exhibición fueron: Vitrinas: con visión simple o frontal y con doble visión frontal y posterior. Paneles planos: de pie y de pared. Estuches o cajas de madera. Dentro de las apoyaturas especiales: 1-Rompecabezas. 7

2-Friso. 3-Maqueta. 4-Tarima con bandejas desmontables conteniendo réplicas. 5-Televisión, video, pizarrón. 6- Réplicas. 7-Sonido ambiental. 8-Alfombra y sillón de dos cuerpos. La incorporación de todas estas apoyaturas especiales confería al diseño una variable interactiva que beneficiaría la relación con el visitante (Prebisch y Ribotta 1999). La función de las bandejas desmontables ubicadas sobre una tarima era facilitar su transporte a distintos sectores del museo, en especial a la sección lúdica pedagógica, facilitando así la libre manipulación de los objetos por parte del público no vidente y/o público en general. En estas bandejas se colocaron réplicas de los objetos arqueológicos-etnográficos, que respetaban las características específicas originales (textura, forma, peso, etc.), para su manejo por parte del público no vidente y del público en general. Se planteó una maqueta con estructuras arquitectónicas que, a diferencia de las tradicionales, fue pensada para ser tocada, percibiendo los diferentes materiales y texturas de los mismos. Se colocó un friso, réplica de un petroglifo, que podría ser tocado libremente por los visitantes facilitando la percepción de superficies, texturas e incisiones que determinan formas. La sala de exhibición así como el material expuesto y la disposición del mismo, favorecen la futura implementación de otro tipo de modalidades interactivas muy interesantes como: kioscos informáticos, el desarrollo de recursos olfativos, proyecciones multimediales etc. Un aspecto totalmente desatendido en los museos tucumanos era la conservación de los objetos y su entorno, en este sentido la muestra fue pionera en Tucumán al considerar desde el primer momento la integración de criterios de conservación con el diseño. Se tuvo en cuenta que “la conservación no es un fin en sí misma, sino un medio para un fin. Ese fin consiste en asegurar la perdurabilidad de la utilización y el disfrute de nuestro patrimonio cultural en la actualidad y para las 8

generaciones venideras” (Milner 1999:23). El museo es el depositario de la colección, por ende los responsables del mismo deben asumir el compromiso de la conservación, es decir su cuidado y protección. Por ello se tomaron las siguientes medidas: se cerraron herméticamente las 10 ventanas que se encontraban en el sector destinado a la exposición para evitar el ingreso de las radiaciones solares y del polvo atmosférico y/o del smog. Los equipos de aire acondicionado y calefacción son los encargados de mantener climatizada la exhibición, los mismos deben ser controlados por lo menos en forma estacional para así tener un buen funcionamiento. Para evitar problemas de radiaciones ultravioletas y temperatura en el interior de las vitrinas se utilizaron fluorescentes que filtran este tipo de radiaciones a través de un policarbonato de 4 mm. A su vez están dimerizados en tres sectores. Por su parte los cables, balastos electrónicos y arrancadores se localizaron en el exterior de la vitrina, en su techo, con un doble propósito: su fácil acceso para el recambio en caso de rotura o desgaste y que, en caso de existir probables emisiones de cargas térmicas o eléctricas, se produzcan en el exterior, lejos de los objetos exhibidos. El interior de las vitrinas y las apoyaturas de madera fueron pintados con látex acrílico al agua y forradas con tela acrílica para evitar y neutralizar los efectos del ácido que desprende la madera sobre los objetos expuestos. Los materiales orgánicos presentes en algunas vitrinas como frutas, maíz y zapallo fueron reemplazados por réplicas para evitar el ataque de los insectos. No se utilizó cemento de contacto para pegar textos u otros elementos dentro de las vitrinas sino que se empleó cinta doble faz, evitando así las emanaciones nocivas que produce el pegamento mencionado (Ribotta 2003). Sobre las apoyaturas de madera forrada se colocaron los objetos cuyas bases o soportes están confeccionados con materiales inertes y estables como: bronce forrado con teflón, espuma de polietileno de distinta densidad o mylar. Si bien al controlar la cantidad de lux que recibían los objetos y al no incidir luz ultravioleta en los mismos, el grado de conservación era bastante apropiado; se propuso, en el caso de los textiles, su renovación y/o reemplazo en los plazos establecidos por las normas de conservación (Rose 1996), debido a la alta sensibilidad que presentan los mismos. 9

Para evitar problemas con insectos en la exhibición, se planteó la realización de revisiones con cierta periodicidad para control de las posibles plagas. Entre Manos, Garras y Pezuñas: La Gente y sus Animales en el Norte Indígena En 2002, se concretó otro proyecto cronológicamente anterior al de Fundación YPF pero materializado con posterioridad. El mismo fue subsidiado por Fundación Antorchas, llevó el Nº A 22826/1 y se tituló “Reorganización del Instituto de Arqueología”. La muestra precedentemente mencionada registraba altos índices de afluencia de público, sobre todo escolar; ahora el desafío era proyectar una exhibición destinada al público en general, teniendo como plataforma la experiencia anterior en cuanto a la problemática museográfica. Sobre la base del texto científico presentado por los investigadores se realizó el guión conceptual, que sufrió modificaciones luego de ser puesto a consideración de los científicos, fruto de un intenso intercambio de ideas, opiniones y aclaraciones. Producto de estas reuniones se obtuvo al guión museológico conceptual definitivo, lo que a su vez permitió diseñar el guión museográfico. Se planteó un diseño de exposición abierto, no rígido que pudiera ofrecer varias lecturas desde el punto de vista espacial, visual, conceptual y científico. Se trató de una muestra dirigida al público en general por lo que en la museografía se consideró utilizar recursos variados incorporando soportes informáticos. Dentro de los objetivos de la muestra planteados en esa oportunidad y que siguen vigentes se destacan: ♦ Brindar al público una visión amplia del tema, es decir la relación de la gente con su ambiente en especial dentro del contexto prehispánico y con una acotada visión del hispánico. ♦ Dar a conocer de una manera ágil y pedagógica los contenidos conceptuales de la muestra.

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♦ Utilizarla como disparador de inquietudes para temas indígenas, pudiendo acceder a mayor información a través de los tarjetones, computadoras y biblioteca especializada ubicada en las instalaciones del edificio. ♦ Ofrecer al público una alternativa de Museo Arqueológico, coherente y eficaz. La zona prevista para la muestra estaba ubicada en el ala Sudeste del edificio de la Ex-Escuela de Agricultura de la Universidad Nacional de Tucumán, instalaciones del IAM dependiente de la Facultad de Ciencias Naturales e I.M.L. de la U.N.T., situado en la calle San Martín 1545 de la ciudad de San Miguel de Tucumán. El espacio que ocupa la exposición fue acondicionado a partir de una construcción antigua de fines del siglo XIX. Está constituido por una gran sala y dos salas anexas: con un total de 118 m² Las líneas conceptuales que se tomaron para encarar el diseño de la muestra fueron la relación de la gente con el medio ambiente a través de los animales con los cuales interactuaron (Ribotta y Prebisch 2005). A partir de una cronología ofrecida museográficamente al visitante a través del recurso de la utilización de las manos como representación de cinco siglos, se ubica al público en un contexto temporal para luego comparar conductas entre los indígenas y los españoles y visualizar la diferencia en el trato y convivencia que cada uno de ellos tuvo con los animales. La muestra se estructura en 4 unidades integradas por un espacio geográfico-ambiental y humano determinado: la yunga o selva, el monte o bosque chaqueño, los valles mesotérmicos y la puna. Estos ambientes son los ejes museográficos estructurantes de la muestra que exponen la interacción entre la gente y los animales en el pasado y en distintas zonas ecológicas y temporales. Se planteó la exhibición como episódica para evitar la monotonía y rigidez que implica una muestra cronológica lineal. Dentro de la temática propuesta se caracterizaron los ambientes mencionados contemplándose un espacio cronológico que abarca desde el 10.000 a.p. (antes del presente), hasta el siglo XX, en el N.O.A. y N.E.A. Cada uno de los ambientes fue tratado como una unidad temática relativamente autónoma, desarrollada científicamente por un especialista. 11

Los responsables del texto científico para cada unidad fueron: Sección introductoria: ubicación temporo/espacial, Lic. Jorgelina García Azcárate. Sección colonial: Licenciadas Ana Carbonel, Margarita Arana y Estela Noli. Sección etnográfica: región de bosques occidentales y el Chaco, Licenciados Patricia Vuoto y Luis Vuoto. Sección arqueológica: región Valles Mesotérmicos, Lic. Alejandra Korstanje. Sección arqueológica: región de la Selva o Yunga, Lic. Jorgelina García Azcárate. Sección arqueológica: región Puna, Licenciados Carlos Aschero, Salomón Hocsman y Jorge Martínez. Desde el punto de vista de la circulación y para evitar el efecto de proximidad de la salida y escalonamiento de la atención (Belcher 1994), se estableció que los espacios de exposición funcionaran como fondos de saco con una única entrada-salida. Si bien en el caso del Museo del IAM no se cuenta con varias salas para que el visitante busque rápidamente la salida, se pensó en la conveniencia de esta disposición por los siguientes motivos: a) La concentración de la atención de los visitantes; b) el fácil control de la sala con escaso personal y c) la seguridad. Básicamente se generó un centro inicial de circulación desde donde parten vías alternativas y libres para completar el recorrido de la muestra. Siguiendo la tipología de Lehmbruck (1974) la exhibición se encuadraría en una combinación de los tipos de circulación en estrella y bloque. En el primer caso porque el visitante tiene alternativas radiales de acuerdo a la estructura museográfica propuesta y en el segundo porque se le ofrece la posibilidad de una libre circulación en función del deseo del espectador o del poder de atracción de los objetos mismos (Ribotta y Prebisch 2005). Se destaca la participación del Instituto de Luminotecnia de la U.N.T., a través de los ingenieros Mario Raitelli y Beatriz O’Donell, en la proyectación de una eficiente iluminación de la exhibición y sus objetos. De acuerdo con el texto científico, el espacio disponible y la circulación propuesta, se preseleccionaron las piezas a exhibir y las apoyaturas adecuadas que conformaron el aspecto visual y conceptual de la muestra.

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Se incluyeron además siluetas vacías con la forma de dos de las piezas robadas de la antigua zona de reserva patrimonial del IAM, una en la vitrina de la región de las Yungas y la otra en la vitrina de Valles Mesotérmicos, estas siluetas fueron acompañadas por un texto y un vidrio astillado que simulaba el impacto de una bala, para concientizar al visitante sobre la importancia del cuidado del patrimonio. Para concretar el diseño de la muestra se recurrió a pocas apoyaturas ya existentes en el IAM, introduciéndoles ciertas modificaciones como, por ejemplo, la incorporación de solapas para tarjetones informativos en las vitrinas, los que brindan una ampliación de los temas presentados en el interior de las mismas, para aquellas visitas que deseen consultarlos. Se planteó el acondicionamiento y la construcción de

apoyaturas, ejecución de paneles,

estandartes y apoyaturas geométricas para el interior de las vitrinas. Luego de un estudio cromático que incluyó muestreos y mediciones de calidad, pasando por un análisis temático del color (Berry y Martin 1994) y experiencias en la computadora, se optó por la dupla cromática constituida por la gama de los ocres y los violetas. Esta pareja de rasgos complementarios es la que se ajusta de acuerdo al planteo museográfico, a las necesidades estéticas y conceptuales de la muestra y a los condicionantes de la arquitectura, respecto a los colores históricos del edificio. Así la gama de los ocres se plantea tanto para ciertas apoyaturas museográficas como para el interior de las vitrinas en las apoyaturas gráficas y también para la tipografía, la que se encuentra matizada por zonas de violetas en calidad de fondo. Dentro del espacio del Museo se distinguen tres áreas museográficas directamente vinculadas entre sí: El área de exhibición, compuesta por dos salas en donde se realizó el montaje de la exhibición. El área de servicios, compuesta por una sala anexa donde funciona un local, directamente conectado al área de exhibición. Dentro de esta área se venden las entradas, souvenires, bibliografía y se brindan servicios de información. Existe también una biblioteca especializada en el ala Oeste del edificio que integraría el área de servicios.

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El área de apoyo, constituida por el área de reserva patrimonial del material arqueológico y etnográfico ubicado a pocos metros de la exhibición. La zona de apoyo está vedada al público en general pero resulta imprescindible para los especialistas en cuanto posibilita el contacto, previa autorización, con las colecciones del IAM. Como en el anterior proyecto museográfico en este caso se tuvieron en cuenta las normas de conservación del Seminario de Capacitación en Conservación Preventiva y Exhibición de Colecciones Etnográficas y Arqueológicas (Rose 1996). Por lo tanto se atendió a la cantidad y tipo de radiación de las fuentes lumínicas para los objetos exhibidos, por ello se planteó la clausura total de las 4 ventanas existentes y el mantener con luz artificial el local de ventas (el que cuenta con dos ventanas), las que fueron clausuradas en forma permanente. De este modo se eliminó el problema de la radiación natural, se controlaron los niveles de lux de la artificial y se redujo drásticamente el ingreso de polvo o contaminantes atmosféricos (Ribotta 2003). El aislamiento de los objetos en las vitrinas se llevó a cabo a través de látex acrílico, tyvek, telas acrílicas y soportes de bronce forrados con teflón (Ribotta y Prebisch 2005). Con cierta periodicidad se debe efectuar el relevamiento de la exhibición teniendo en cuenta el problema del control de plagas, la temperatura, la cantidad de lux que reciben los objetos y la humedad del espacio, destinado a la muestra. En este sentido no han sido pocas las vicisitudes que la muestra atravesó debido a la lenta transformación edilicia, de una gran parte del inmueble, al transformarse en el nuevo Museo de la U.N.T. Esta obra arquitectónica lamentablemente no tuvo en cuenta la existencia previa, ni los requerimientos mínimos de protección que la exhibición debía tener. A pesar que esta situación duró aproximadamente 2 años -lo que obligó a cerrar las salas durante todo ese tiempo- los recaudos que se habían tomado en conservación pudieron sortear los efectos negativos que todo este proceso de construcción-transformación del edificio ocasionó. Consideraciones finales 14

La posibilidad de capitalizar experiencias, sobre todo en el campo de la museología, constituye un verdadero desafío para las instituciones que generan proyectos de corte social. No se puede negar que la museología, en su génesis de ciencia social, promueve experiencias de alto contenido comunicativo. Al concebirse al museo como un útil socio-cultural activo las posibilidades comunicativas se abren extensamente (Alonso Fernández y Fernández 2001). Las experiencias generadas por el IAM, relatadas en el presente escrito, constituyen prácticas museológicas que denotan modos de pensar el museo bajo paradigmas completamente nuevos en nuestro medio. Estas muestras incorporaron aspectos innovadores en el campo de la museología local. La propuesta

de nuevos códigos museográficos

y

la

introducción de interesantes modelos referidos a la política de comunicación en el contexto museológico del IAM, fueron desarrollados a través de originales propuestas de extensión. Las actividades generadas a partir de la presencia de la exposición, hicieron que en el sistema educativo surgieran aristas no explotadas hasta ese momento, entre otras se citan: •

“Cuentos en el museo”: actividad realizada para público infantil con la colaboración de relatores teatrales de la Facultad de Artes de la Universidad Nacional de Tucumán y que relacionó la plástica, el teatro y la arqueología (Ribotta y Prebisch 2000).



Visitas guiadas de contingentes de no videntes: la escuela Braille y público no vidente individual, pudieron acceder al contenido de la muestra de manera exitosa e integradora (Ribotta et al. 2000).



Cursos de arqueología: proyectados por investigadores del IAM a partir de las dos muestras, consistentes en una práctica arqueológica introductoria para alumnos de EGB.



Proyección de videos: se elaboraron cinco referidos a diferentes aspectos sobre la concientización acerca del patrimonio arqueológico. Los videos se titularon: Los recursos culturales. Responsabilidad de todos. ¿Cómo trabajan los arqueólogos?. ¿Cómo vivían los pueblos

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Calchaquíes?. Herramientas de piedra de los antiguos cazadores. Amaicha: ¿Qué hacemos con el pasado?. Desde el punto de vista de los aspectos museográficos novedosos incorporados a partir de estas dos experiencias, se destacan: •

La incorporación de recursos interactivos, hasta el momento no utilizados en ningún otro museo del medio.



El manejo del concepto de la exposición como una experiencia museográfica personal e irrepetible a través de la incentivación de los sentidos utilizando la música, los colores, las texturas, el espacio, el movimiento, la luz y la tecnología.



La presencia de un mensaje museográfico dirigido al intelecto pero también a las emociones. Desde la conservación, lo planteado en estas exposiciones, giró

alrededor de una concepción interdisciplinaria del trabajo museográfico, incorporando por primera vez técnicas de conservación específicas a planteos expositivos. El diseño y la conservación trabajaron como campos del conocimiento interdependientes e interrelacionados en pos de un objetivo en común, logrando un equilibrio armónico y eficaz. Estos aportes a la museología y museografía local no fueron capitalizados en proyectos con continuidad en el tiempo. La problemática de la sustentabilidad de los proyectos culturales representa un verdadero desafío muchas veces difícil de abordar. Ambas exhibiciones fueron montadas como muestras temporales bianuales, lo que implicaba que al finalizar el período debía reinvertirse

para renovar las propuestas. La reinversión intelectual y

económica en un proyecto cultural resulta una variable indispensable dentro de la gestión de una institución museística. En este caso la perdurabilidad en el tiempo, antes que ser un aspecto positivo, está dejando al descubierto grietas institucionales

respecto

a

la

concepción

de

las

políticas

culturales

universitarias. Se habla de un planteo museográfico original previsto para dos años que en el primer caso lleva 9 años de presencia en el medio y en el segundo

6 años de permanencia,

sin ninguna actualización desde sus

inauguraciones.

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A esta altura resulta indispensable analizar el contexto institucional en el que se gestionaron estos dos proyectos, pues, por un lado, es éste el que posibilitó su concreción, pero por otro también constituye el marco que imposibilitó su continuidad. La gestión se propone facilitar a los involucrados en acciones o proyectos, la realización de sus tareas a base de facilitarles la toma de decisiones. “El objetivo de la gestión de museos es allanar los caminos conducentes a la toma de decisiones para lograr los objetivos planteados” (Lord y Lord 1998: 15). En este caso gracias a una muy buena gestión del Lic. Carlos Aschero a cargo del IAM en esa época, se pudieron concretar ambos proyectos, combinándose tres variables indispensables: gestión institucional adecuada, personal capacitado y presupuesto disponible. A la hora de exponer conclusiones se debe tener en cuenta el hecho que paradójicamente, la Universidad como institución contenedora y receptora de estas acciones, no apoyó ninguno de estos dos emprendimientos museológicos que se desarrollaban en su seno, sino muy por el contrario, los obstaculizó. Basta recordar las innumerables ocasiones en las que las autoridades de la U.N.T. quisieron desalojar al IAM del 2º piso del Centro Cultural E. F. Virla para reocuparlo con oficinas administrativas, desconociendo la importante tarea de difusión, integración y extensión al medio que esa muestra cumple. Siguiendo con esta problemática, otro accionar cuestionable se generó cuando las autoridades de la U.N.T., propusieron -por fortuna sin éxito- demoler una de las secciones de la muestra Entre Manos Garras y Pezuñas: La gente y sus animales en el norte indígena, para abrir un corredor hacia un patio externo ubicado en las cercanías de la exhibición. Este hecho en ocasión, vaya contrasentido, de la inauguración del Museo de la Universidad (MUNT) ubicado inexplicablemente en el mismo edificio del IAM y por ende en parte del espacio en donde se encontraba la muestra mencionada. El MUNT vino a ocupar un sector importante del inmueble pero sin posibilitar la unificación de criterios museológicos, que permitieran la coexistencia de ambas entidades museísticas, o bien como debiera esperarse, la integración de una y otra en un único museo de la U.N.T., que las contuviera con fines claros y específicos.

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Surge aquí la problemática de la dependencia orgánica de los museos, que forman parte de un gobierno, en este caso la Universidad, exponiendo claramente la ausencia de una política de gestión cultural universitaria coherente, tendiente al aprovechamiento de capacidades y esfuerzos en la consecución de un objetivo común. Es en este punto donde se ponen en riesgo las perspectivas de sustentabilidad en el tiempo de una propuesta cultural; todo proyecto debe ser sostenible a largo plazo apoyado por una gestión coherente y eficaz. “Los museos de dependencia orgánica se financian fundamentalmente mediante asignaciones procedentes de los presupuestos de la organización de la que dependen. Generalmente no se trata de subvenciones sino de partidas del presupuesto del departamento correspondiente” (Lord y Lord 1998: 289). En estos casos las exposiciones del IAM se trabajaron con subvenciones temporales, sin tener un respaldo en el presupuesto real de la Universidad, aspecto éste que podría haber sido subsanado si la Universidad hubiera incorporado al Museo a sus procesos de construcción de identidad institucional. Lilian Prebisch Instituto de Arqueología y Museo. Facultad de Ciencias Naturales e I.M.L [email protected] Eduardo Enzo Ribotta Instituto de Arqueología y Museo. Facultad de Ciencias Naturales e I.M.L Dirección Postal: Güemes 256. (4107). Yerba Buena.Tucumán. [email protected] Bibliografía Alonso Fernández, L. 2001 Museología y Museografía. Ediciones del Serbal. Barcelona. Alonso Fernández, L. e I. Fernández 2001 Diseño de Exposiciones. Ed. Alianza. Madrid. Belcher, M. 1994 Organización y Diseño de Exposiciones. Ed. Trea. Gijón 18

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Ribotta E. y L. Prebisch 2005 Conservación y exhibición: interacción en un museo arqueológico. En: Conservación, educación, gestión y exhibición en museos. Pp: 307-318. Ed. Brujas. Córdoba. Rose, C. L. 1996 Inédito. Seminario de Capacitación en Conservación Preventiva y Exhibición de Colecciones Etnográficas y Arqueológicas. Organizado por la Fundación Antorchas y el Center for Museum Studies, Smithsonian Institution de Washington. Museo Etnográfico de la Universidad de Bs. As.

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