Don Juan o el Burlador de Sevilla

El que la hace la paga: Don Juan, el burlador de Sevilla en el Rialto
Inma Garín


Ha acertado el Centre Dramàtic de Vila-Real con este montaje de Tirso de Molina cuyo reparto encabeza el simpático Sergio Caballero quien da vida al disoluto Don Juan. Un tipo lleno de recursos para deshonrar a cada mujer con la que se topa. Brillante en el incio de los amores con la Duquesa Isabella o la pescadora Tisbea, ambas interpretadas por la joven promesa Rebeca Artal-Dato, que también da vida a Aminta. Su monólogo del abandono impresiona por la fuerza de su emoción indignada, mientras se quema a la vez en amores desgraciados. Sergio Caballero posee cualidades para un Don Juan artero y tramposo, infantil -casi en exceso-y juguetón. Pero tiene trecho para ganar en conflicto. También destacan el veterano actor Pep Ricart y el joven Miguel Seguí. El primero en su doble papel de Mota y Batricio, pero sobre todo en la escena de la boda con Aminta, donde está radiante como novio nervioso y marido celoso. Su vis cómica encuentra quí el cauce idóneo. Mientras que Seguí consigue un Catalinón prudente y temeroso. El verso suena inteligible, aunque pueda ganar en naturalidad. El tono, entre coloquial y elevado, no siemrpe está conseguido, pero seguro que mejorará con las representaciones. La versión de Hadi Kurich es diáfana, principalemente explicativa y casi didáctica. La escenografía y vestuario convencional, así como ciertos rasgos de la puesta en escena. Estrenada antes del verano, este Don Juan promete ganar a medida que se sucedan las dos semanas de representaciones en el corazón de Valencia.