Don Diego Ramírez de Villaescusa: obispo, capellán y embajador en Flandes. Homenaje a la profesora Constanza Negrín Delgado, Instituto de Estudios Canarios La Laguna, 2014, pp. 639-659. Carlos Rodríguez Morales (ed.)

Don Diego Ramírez de Villaescusa: obispo, capellán y embajador en Flandes Don Diego Ramírez de Villaescusa: bishop, chaplain and ambassador in Flandes ALEJANDRO SÁEZ OLIVARES Universidad Rey Juan Carlos

Resumen. Don Diego Ramírez de Villaescusa fue un personaje tremendamente influyente durante los últimos años del siglo XV y el primer tercio del siglo XVI en ámbitos tan variados como el religioso, el político y el cultural castellanos, y aunque en su época fue bien valorado por sus contemporáneos1, con el tiempo su figura se ha ido diluyendo hasta prácticamente desaparecer del primer plano histórico. Solamente el trabajo realizado a mediados del siglo pasado por Félix Olmedo2 y el más reciente acercamiento coordinado por José Manuel Millán y Carlos Julián Martínez3 nos permiten aproximarnos a su figura. En este trabajo prestaremos atención a uno de los momentos más interesantes a lo largo de su biografía como es el de su estancia en los Países Bajos, pues determinaría gran parte de sus futuras relaciones personales y profesionales. Palabras clave: religioso; cultural; Castilla; Países Bajos.

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«[…] ninguno había que hubiese gustado el dulce y muy suave fructo de la lengua latina, o al menos hablase congruamente en los términos de gramática, salvo uno solo, don Diego Ramírez de Villaescusa, que conoscemos después obispo de Cuenca, muy elocuente y gran letrado en cualquier género de sciencia y no menos elegante en escribir epístolas y componer otras obras». En estos términos valoraba a Villaescusa el humanista milanés Lucio Marineo Sículo. Olmedo [1944], pp. 1-2. Olmedo [1944], pp. 1-2. AA.VV. [2009].

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Abstract. Don Diego Ramírez de Villaescusa was a tremendously influential figure during the last years of the fifteenth century and the first third of the sixteenth century in fields as varied as the religious, the politica and the cultural in Castille, and although in his time was well rated by his contemporaries, with the time his figure is has been diluted to virtually disappear from the historical foreground. Only the work carried out in the middle of the last century by Félix Olmedo and the more recent approach coordinated by José Manuel Millán and Carlos Julián Martínez allow us to approach to his figure. In this work, we will pay attention to one of the most interesting moments throughout his biography as it is that of their stay in the Netherlands, because it would determine much of his personal and professional relationships in the future. Keywords: religious; cultural; Castille; Netherlands.

BREVES APUNTES BIOGRÁFICOS Nacido en diciembre de 1459 en la localidad conquense de Villaescusa de Haro4, y tras unos estudios primarios en la cercana localidad de Castillo de Garcimuñoz, aparece como bachiller en la universidad de Salamanca en 1478 y ya regentando la cátedra de Retórica en 14805, aunque no lo haría durante mucho tiempo, pues explicaría Teología desde 1480 a 14886. Fue en 1486 cuando su vida dio un giro decisivo, pues a finales de año los Reyes Católicos visitaron la universidad salmantina, y tras una brillante exposición teológica llamaría la atención de diversas personalidades de la corte, consiguiendo así sus primeras prebendas7. A partir de entonces comenzó una brillante carrera eclesiástica de la mano del obispo de Jaén, D. Luis Osorio, quien le otorgaría la canonjía magistral de la catedral jienense8, participando en el sínodo diocesano celebrado en 14929 y ganándose la confianza de Osorio que le acercaría definitivamente a la corte llevándole con él a Flandes10. Tras su regreso en 1502 ya Para su biografía resulta esencial: Olmedo [1944]. La fecha de su nacimiento la toma del árbol genealógico elaborado por el Marqués de Alventos en Archivo Histórico Nacional (en adelante AHN), leg. 5499, pieza 1ª, fol. 270. 5 Olmedo [1944]. 6 Carabias Torres [1983], p. 47. 7 El obispo de Burgos le dotó con la Tesorería de su Iglesia —que cambiaría por un canonicato en Salamanca para no faltar a la regencia de las cátedras que allí impartía— y Hernando de Talavera, obispo de Ávila, le dio el Arcedianato de Olmedo. Olmedo [1944], p. 51. 8 González Sánchez [1997], p. 39. 9 Rodríguez Molina [1981]. 10 Villaescusa, por aquel entonces deán de Granada, consulta a Talavera antes de tomar una decisión, y éste, mostrando su pesar por la inconveniencia de su marcha, le anima y remite a la reina Isabel. Papeles varios de D. Escipión Antolínez de Burgos, s. XVI-XVII. Carta de Hernando de Talavera a D. Diego Ramírez. Biblioteca Nacional (en adelante BN): Mss./10347. 4

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como obispo de Málaga11, visita su diócesis, funda la colegiata de Antequera a principios del año siguiente12 y reordena los diezmos de la diócesis a petición de la reina Isabel13 antes de retornar a la corte, donde acudió en busca de su aprobación de los estatutos colegiales y acabó asistiendo a su muerte. Desaparecida su principal valedora en la corte se vio inmerso en medio de los ataques que fray Diego de Deza lanzó contra Talavera y su entorno teniendo que salir en su defensa un buen amigo suyo, don Íñigo López de Mendoza, segundo conde de Tendilla14. Esta situación provocó que tuviera que viajar de nuevo a Málaga para asegurar su posición ante dichos ataques y rápidamente partir de nuevo junto a la reina Juana, a quien serviría una vez más como capellán y como intermediario secreto entre ella y su padre, lo que provocó que fuera desterrado de la corte por el rey Felipe15. Cuando se disponía a retomar sus labores episcopales en la sede malacitana, otro giro inesperado hizo que tuviera que cambiar de planes: la muerte de Felipe el Hermoso en septiembre de 1506. Fue requerido entonces por la reina Juana ya que el obispo era uno de los pocos hombres en los que confiaba, y nos lo encontraremos junto a ella durante aquellos amargos tiempos16, por lo que sería recompensado con una carta de hidalguía17. En 1512 visita por encargo del rey Fernando el Monasterio de las Huelgas, el Hospital del Rey y la Universidad de Salamanca, instituciones cuyo patrocinio regio obligaba al monarca a establecer un control sobre los mismos. En el caso del monasterio y hospital burgaleses se dan instrucciones precisas sobre los aspectos a Su nombramiento se produce el 7 de febrero de 1500, previamente había ostentado la mitra de Astorga. Olmedo [1944], p. 65. 12 Díaz Mohedo [2001], pp. 413-424. 13 Bejarano [1962], p. 25. 14 «Jamás ha hecho, dicho ni escripto cosa que no sea endereçada a vuestro servicio […] que sy esto es por cosas que tocan a su iglesia que entiende aver servido a Dios y a vuestra alteza al aver diferido el cumplimiento de algunos mandamientos suyos hasta poderle informar en persona, pues aquellos al cabo se an de cumplir». López de Mendoza [1996]. 15 «[…] Y una vez, viniendo de Benavente a Valladolid, dio la Reyna una carta para su padre a Villaescusa, obispo de Málaga y capellán mayor suyo, de lo qual fue el rey Don Phelipe avisado; y como le mandase llamar, pidióle muy airado la carta. El obispo no se la concedió, y el Rey la anduvo buscando, hasta que la halló en la bragueta, y estuvo por poner las manos en él, y desterróle de la corte; y quando salió dixo: Mirad qual está el mundo, que ningún hombre virtuoso puede mendrar en la corte, sino los amancebados» Real Academia de la Historia (en adelante RAH): Col. Jesuitas, 9-16-13, núm. 188, fol. 16. En Olmedo [1944], p. 81. 16 Esta información la recogen varios autores, pero podemos hacer un seguimiento casi diario a través de la correspondencia en Mártir de Anglería [1953]. 17 El 30 de enero Villaescusa y los descendientes de sus hermanos pasarían a formar parte de la nobleza castellana. Olmedo [1944], pp. 88-89. 11

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revisar en las dos casas, siendo principalmente el cumplimiento de los oficios divinos, las limosnas, las rentas y el respeto a las antiguas ordenanzas, dando poder a los visitadores para reformarlas según les pareciese18. En el caso del Estudio salmantino se le envía a mediar en diversos conflictos internos que sufría la institución docente, así como a reformar la por entonces decadente vida académica19, siendo uno de los aspectos más destacables de la promoción de la gramática latina, lo cual queda reflejado en unas palabras que Nebrija dedica al obispo en sus Comentarios de Prudencio20. Debieron quedar contentos en la corte con el trabajo realizado, pues al año siguiente recibiría el encargo de visitar la Universidad de Valladolid y el Colegio de Santa Cruz21. En 1514 nos encontramos con que Villaescusa retoma sus obligaciones pastorales y visita por última vez la diócesis malacitana además de celebrar un sínodo22 del que saldrían unas nuevas constituciones decimales, pero pronto marcharía de nuevo ya que el rey Fernando le requirió para que presidiera la Real Chancillería de Valladolid, cargo que ocuparía entre 1515 y 152123. Precisamente como presidente de la Chancillería recibió a Carlos V en la que fue la primera gran recepción que se le ofreció en su primera estancia en Castilla24. Había estrechado relaciones con él buscando la promoción a diócesis más acaudaladas y parece ser que dicha estrategia había dado sus frutos, pues el 12 de abril de 1518 el papa León X expedía la bula Hodie Ecclesiae vestrae por la que nuestro personaje era nombrado obispo de Cuen-

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AHN: Clero-secular-regular, car. 3.743, núm.12. El encargo consistía básicamente en conocer el funcionamiento interno de la comunidad universitaria: tanto la provisión de cátedras y lecturas, promoción a los grados académicos, el gobierno del Estudio, la vida disciplinar de alumnos y maestros y la administración de la hacienda universitaria. García Oro [1981], p. 67. «Tan sólo te doy las gracias en mi nombre y en el de todos los estudiosos de la lengua latina, porque no has permitido en este vuestro cargo que las Bellas Letras continuasen estando en descrédito». González Vega [2002], pp. 198-213. García Oro [1981], p. 73. Suberbiola [1985], p. 124. Martín Postigo [1982]. La jornada se abrió con una visita a la morada del presidente Ramírez, quien la mostró tanto al rey como al resto del séquito, pasando más tarde a asistir a un juicio en el que Villaescusa cedió su sillón presidencial al rey Carlos «como soberano jefe de justicia» y para que él mismo comprobase la forma de administrar justicia en Castilla. De allí pasaron al banquete, que por lo que cuenta el cronista debió ser un espectacular derroche de generosidad por parte de Villaescusa, tanto por los platos ofrecidos y atención prestada a todos y cada uno de los invitados, como por la música dispuesta para amenizar el festín, «tanto de diversos instrumentos como de las buenas voces y suaves acordes que entonces allí tocaban y cantaban, cada uno en su turno». Para finalizar la festiva jornada, parece que en la misma puerta «de la casa del presidente» se corrieron toros y hubo un juego de cañas para goce y disfrute de la nobleza presente. Vital [1958], pp. 349-353.

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ca25. Parecía que había llegado su momento: con el favor del emperador, de Adriano de Utrecht y de la reina Juana su carrera no tenía techo, pero tras la revuelta de las Comunidades salió mal parado y hubo de exiliarse a Roma acompañando al recién elegido papa Adriano VI26, de quien esperaba ganar el cardenalato. Sin embargo sus esperanzas quedaron truncadas con la repentina muerte del papa, y, hostigado por el embajador y sin apoyos en la corte pontificia tuvo que volver a su diócesis conquense a principios de 152427. Allí llevó a cabo una reforma diocesana que cristalizó en la elaboración de las constituciones sinodales de 153128, promovió el culto a San Julián e inició el proceso de su canonización29, y sobre todo, dirigió desde la distancia su gran proyecto vital: la construcción del Colegio de Santiago el Cebedeo en Salamanca. Aunque sus biógrafos han coincidido en que sus últimos años en Cuenca supusieron un aislamiento por parte del entorno cortesano derivado de la revuelta de las Comunidades, hay indicios que contradicen dichas hipótesis, como el hecho de que se requiriera su ayuda en asuntos jurídicos30, fuera llamado a participar en las Cortes de Valladolid en 152731, se le pidiera que acompañase a la reina Leonor a Francia32, o fuera llamado a la corte en Toledo para conocer y aconsejar a la emperatriz Isabel33, encargos que demuestran que la confianza del emperador en Villaescusa no había menguado y que le seguía teniendo en alta estima. Murió finalmente D. Diego Ramírez de Villaescusa el día 11 de agosto de 153734 y fue sepultado en el altar mayor,

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AA.VV. [2009], p. 249. Estando las tropas rebeldes apostadas en Villabrágima y las realistas en Medina de Rioseco dispuestas a la batalla, Villaescusa decidió mediar entre las dos partes para buscar una solución pacífica que no perjudicase al reino. Parece ser que las conversaciones que tuvo tanto con los nobles como con los jefes de las comunidades supusieron un fracaso total, pues no hizo entrar en razón al obispo Acuña y además se ganó la antipatía de los nobles por recordarles «algunas duras verdades», ya que les debió echar en cara que no luchaban por el rey, sino por sus propios intereses. Pérez [1977], p. 251. Jiménez Monteserín [1999], p. 124. Constituciones sinodales del Obispado de Cuenca. Hechas por el reverendísimo señor Don Diego Ramírez de Villaescusa, Obispo de Cuenca, capellán mayor de la Reyna doña Juana, nuestra señora (…) Cuenca: Por arte e industria de Francisco de Alfaro, maestro de imprenta, MDXXXI. En Jiménez Monteserín [1999], p. 165. Jiménez Monteserín [1999], pp. 346 y ss. Biblioteca de Palacio: Ms. II/2205, doc. 41. Bataillon [1995], p. 234. Biblioteca de Palacio: Ms. II/2205, doc. 32. Biblioteca de Palacio: Ms. II/2205,. doc. 48. Jiménez Monteserín [1999], p. 115.

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sin más fastos ni lujos de los necesarios tras donar todos sus bienes entre los pobres35 y bajo una sencilla lápida en la que se podía leer su epitafio: Al óptimo supremo Dios. A Diego Ramírez obispo de Cuenca, singular y doctísimo varón, de espíritu y carácter tan esforzados que se diría haber nacido para cualquier cosa que hiciese. Murió el año 1537.

MECENAZGO ARTÍSTICO Y CULTURAL Merece la pena detenernos a analizar brevemente su labor como mecenas, pues ha sido uno de los aspectos más destacadas por sus biógrafos, sin olvidar su faceta de creador literario. En este último aspecto queda constancia de los títulos de los escritos que salieron de su mano, aunque solamente se conserven dos de ellos: Diálogos de la muerte del Príncipe Don Juan y De religione chistiana contra transeúntes vel redeuntes ad iudeorum ritus36. El primero nos lo presenta como diálogos consolatorios para los Reyes Católicos, con el que buscaba afianzar su papel como cortesano y mostrar su erudición ante las altas esferas. De christiana…,en cambio, es un tratado teológico que aborda el problema de los conversos con el objetivo de defenderse de los partidarios de Deza, quienes al tenerle entre los talaverianos le atacaban con difamaciones ante los monarcas37. Desde muy pronto observamos cómo Villaescusa se lanza a la adquisición de piezas artísticas, pues ya en Flandes se hace con el Libro de horas de Leonor de la Vega, atribuido al miniaturista holandés Guillermo Vrelant38, para regalárselo al por aquel entonces embajador en Roma D. García Laso de la Vega, y que hoy se encuentra en la Biblioteca Nacional. Por aquellos tiempos debió encargar el tapiz que regaló a la reina Isabel a su regreso de Flandes, y que conocemos a través de los inventarios de la casa real39, pues el paño ha desaparecido, así como un díptico «de Mártir Rizo [1629], p. 180. Posteriormente se ha constatado que dejó como heredero universal al Colegio Mayor de Santiago el Cebedeo, incluyendo su librería particular que sería trasladada desde Cuenca por el trajinero Santillana. En Galende Díaz [2002], p. 213. 36 Además de los conservados escribió: Super Symbolum S. Athanasii, De potentis animae tractatus, Commentarius in Oeconomian Aristotelis e Historia de la vida, muerte y sepultura de la Reina Católica. Biblioteca de la Universidad de Salamanca: manuscrito 2424, Apuntamiento para la Historia del Colegio de Cuenca. Es copia del siglo XVII del Libro de la Cadena. En Marcos Rodríguez [1960], pp. 263-276. 37 Olivari [1999], p. 44. 38 Bousmanne [1997], p. 183. 39 «Rescebistes en la cibdad de Toledo a veynte e quatro días del mes de mayo de mill e quinientos e dos años un paño de Ras de devoción rico de oro e plata e seda e lana ques un crucifijo puesto en la 35

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Nuestro Señor y Nuestra Señora que dio el obispo de Málaga a sus altezas»40. Así mismo nos consta que adquirió en la almoneda de la reina Isabel «un paño de Ras rico con oro en que está Nuestro Señor en la cruz entre dos ladrones y en lo alto Dios Padre y Adán y Eva y en lo baxo del Nascimiento de Nuestro Señor, en cient ducados de oro»41, el cual tampoco se conserva. En la diócesis de Málaga, pese a estar casi siempre ausente de ella, llevó a cabo una prolífica actividad constructiva, destacando sobre todas las demás obras la colegiata de Antequera, fundada en 150342 y encargada a uno de los más importantes arquitectos del momento: Alonso Rodríguez, maestro mayor de la catedral de Sevilla. El proyecto gótico inicial se abandonó y en 1530, con Villaescusa ya en Cuenca, se comenzó a levantar el edificio clasicista que ha llegado a nuestros días43. Dotó desde el primer momento a la institución con una cátedra de Gramática reservándose para sí el derecho de elección del preceptor44, y como colofón de tan magnífica obra, fundó en ella una capilla musical que embelleciera el culto divino45. En la sede de la diócesis mandó levantar en 1514 la Portada del Sagrario en la Puerta del Perdón de la mezquita-catedral [fig. 1]. En ella tenemos uno de los mejores ejemplos de fachada retablo del último gótico en Andalucía y presenta un complejo programa iconográfico y político de legitimación de la campaña de reconquista llevada a cabo por los Reyes Católicos. También se han recogido testimonios de obras de menor calado o que no se han conservado, como la remodelación del palacio episcopal, la iglesia de Almayáter, el portapaz gótico que donó a la catedral, o las rejas renacentistas del cuarto del sínodo entre otras .

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cruz y los ladrones y la Madalena abraçada al pié de la Cruz y nuestra Señora y San Juan y las otras Marías con otra gente armada a caballo e a pie, que tiene las orillas labradas de unos follajes verdes y azules con mucho oro, y los Profetas con unos rótulos en las manos y en lo baxo un escudo de las armas Reales, que tiene de largo dos varas e tres quartas e de caída tres varas e media de largas; el qual dio en servicio a Su Alteza el obispo de Málaga don diego Ramírez mi capellán mayor». Libro de cuentas del Camarero Sancho Paredes año 1505 en adelante. Contaduría Mayor, 1ª época, legajo 186. Lo transcribe y comenta Sánchez Cantón [1950], p. 121. Libro de Juan Velazquez de las cosas que reçibió de la Camara de la Reyna, Leg. 189, f. 1, en Sánchez Cantón [1950], p. 169. Archivo General de Simancas: Contaduría Mayor, 1ª época, legajo 189, en Sánchez Cantón [1950], p. 148. Bula de erección de la Iglesia Colegial de Antequera y provisión del obispo Ramírez de Villaescusa. (Copia del siglo XVII del traslado y traducción del licenciado Antonio Nieto, Notario Apostólico, a instancia de Martín de Gaztelu, secretario de Felipe II). AHN: Sección Diversos. Serie Concejos y Ciudades, legajo 4, nº 2. Publicado por Requena [1974], p. 362. Camacho Martínez, en AA.VV. [2004], p. 123. Requena [1974], pp. 97-98. Díaz Mohedo, en AA.VV. [2004], p. 259.

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Fig. 1. Portada del Sagrario (Málaga). Fotografía: Alejandro Sáez.

En su natal Villaescusa de Haro todavía se conservan tres construcciones mandadas erigir por nuestro obispo: el pósito, el palacio y la capilla de la Asunción. El palacio, del cual sólo se llegó a levantar una crujía en estilo clasicista durante los años 30, ha sido objeto de discusión a causa de ciertas interpretaciones que apuntaban a su construcción como sede universitaria46, aunque lo cierto es que nunca mostró tales intenciones y es generalmente aceptado su carácter residencial. La capilla de la Asunción [fig. 2] es sin duda la más sobresaliente de las obras conservadas de Diego Ramírez. Se trata de un proyecto artístico, religioso y cultural total, que engloba disciplinas como la arquitectura, escultura, orfebrería, textil, rejería y musical, condensándolas en un intento del obispo Ramírez de proyectar su 46

La primera interpretación de este tipo la encontramos en Ruiz de Vergara y Roxas y Contreras [1766], p. 79.

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Fig. 2. Retablo de la Capilla de la Asunción (Villaescusa de Haro). Fotografía: Alejandro Sáez.

carácter en su patria chica. Se han querido ver semejanzas entre esta capilla y la del condestable de la catedral de Toledo47, llegando a ser definida como «la obra maestra del gótico hispanoflamenco de la provincia de Cuenca»48. Además de dotarla de lujosos ornamentos y objetos de culto, la decoró con unas magníficas rejas atribuidas a fray Francisco de Salamanca49 y un espléndido retablo que se relaciona con el entorno de Felipe Vigarny50. En la catedral de Cuenca encontramos varias obras dignas de ser mencionadas, como la portada de la sala capitular, realizada en estilo plateresco y cuyas puertas 47 48 49 50

Zomeño [1924], pp. 179-183. Monedero Bermejo [2006], pp. 299-333. Rokiski Lázaro [1998], p. 26. Río de la Hoz [2001], p. 357.

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labradas han llegado a relacionarse con el maestro Alonso Berruguete51, o la capilla Honda, antigua librería dotada de un espectacular artesonado52. Asimismo lleva a cabo una reforma de los palacios episcopales53, gestiona la impresión de las obras de El Tostado54, impulsa las primeras impresiones de libros en la diócesis conquense55, interviene en la subida de aguas a la ciudad y crea una capilla musical catedralicia56. Se conocen también intervenciones en otros puntos de la diócesis como en la iglesia de la Trinidad de Alarcón57 o el palacio y capilla mayor en la villa de Pareja58, pero sobre todo debemos destacar las custodias procesionales encargadas a Francisco Becerril tanto para la catedral conquense como para las iglesias de Huete y Villaescusa de Haro59, en las que el obispo quiso dotar de magnificencia al culto en el moderno estilo plateresco que se había instalado en las obras catedralicias. En Salamanca llevó a cabo la que hemos denominado como su gran obra vital, el Colegio de Cuenca en Salamanca, cristalizaría gracias al apoyo del papa Adriano VI. El encargo recayó sobre Juan de Álava60 y fue un proyecto magnífico, tanto que no lo llegó a ver finalizado debido a lo costoso de su fábrica, y aunque fue destruido tras la guerra de la Independencia, sabemos de su belleza a través de la descripción que nos dejó Antonio Ponz61. Vemos pues en nuestro personaje un gusto artístico marcado por la permeabilidad, la búsqueda de calidad, la adaptabilidad a los distintos momentos y lugares y la utilización del arte como herramienta política, cultural y religiosa.

VILLAESCUSA EN FLANDES Tras ser nombrado capellán de Doña Juana, recibe el encargo de acompañarla a los Países Bajos para asistirla en las bodas con Felipe el Hermoso. Dicha propuesta debió llegarle a finales de 1495, pues según se puede leer en una carta manuscrita de 51

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Ya fueron descritos sus relieves por un maravillado Ponz, para quien la hoja derecha «era digna esta media puerta de guardarse en un relicario, si fuera posible, y que es una prueba del grandísimo saber, y fecundo ingenio de su artífice», refiriéndose a Alonso Berruguete. Ponz [1787-1794], pp. 44-45. Palomo [2002], pp. 154-155. Martínez Millán [1988], p. 43. Ruiz de Vergara y Roxas y Contreras [1766], pp. 209-210. Alafaro Torres [2002], pp. 36 y 43. Martínez Millán [1988], pp. 39 y 43. Ponz [1787-1794], p. 190. Muñoz y Soliva [1860], p. 180. Yarto Elizalde [1991]. Castro Santamaría [2002], pp. 187 y ss. Ponz [1777], pp. 237-241.

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Hernando de Talavera a Villaescusa62 el tema ya se venía tratando con antelación. En la carta, el arzobispo de Granada parece responder otra misiva de D. Diego en la que el conquense consulta su parecer sobre la propuesta cortesana. Y decimos cortesana porque sus funciones iban a ser tales, pero la invitación debió llegar de la mano de Luis Osorio, obispo de Jaén, quien ya le conocía por sus servicios como provisor de su diócesis. Este hombre venía ejerciendo diversas labores para la corte de los Reyes Católicos (como la de capellán del Príncipe don Juan), y puede que fuera él mismo quien contó con Villaescusa para asistirle durante el duro viaje al Norte de Europa. Al menos eso parece querer decir Talavera cuando escribe «Razón tiene aquel Rmo. Señor de vos cobidar y atender a que le seáis buen ayudador a llevar tan grande y pesada carga». Esta misiva es el primer documento que da fe de la presencia de nuestro hombre en el cortejo que acompañaría a la princesa Juana con motivo de sus nupcias con el hijo del emperador Maximiliano. Es pues este un momento que marcará el resto de la vida de Diego Ramírez, pues sus actos se verán condicionados por el servicio a la futura reina, teniendo que alternar sus funciones episcopales con las atenciones cortesanas. Así pues, nos encontramos ya con Villaescusa partiendo del puerto de Laredo el 22 de agosto de 149663 junto a una impresionante armada que debía transportar a Juana a Flandes y traer a Margarita de Austria a España para casarse con el príncipe Don Juan, en una doble alianza matrimonial entre las dos monarquías. La llegada a Rotterdam se produce el 8 de septiembre, desde donde se desplazaron por tierra hasta Lille, donde esperaron hasta el 12 de octubre, fecha en que por fin se encontraron Juana y Felipe. Tan sólo seis días más tarde, sería el mismo Villaescusa como primer capellán de Doña Juana, quien bendijese la unión de la pareja para que ellos consumasen de inmediato, casándoles dos días más tarde el obispo de Cambray64. Entretanto el obispo de Jaén Luis Osorio había fallecido, según Aram, en Amberes, seguramente por la mezcla de lo avanzado de su edad y lo duro del viaje hasta Flandes. A partir de ese momento comienza para Villaescusa una vida unida a la corte borgoñona cuyo carácter itinerante, y sus viajes por Flandes y Alemania, le van a llevar a visitar ciudades tan interesantes como Colonia, Lovaina, Amberes o Brujas en un reducido espacio de tiempo. Según los apuntes de Olmedo, antes de 1498 se

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BN: Papeles varios de D. Escipión Antolínez de Burgos, ss. XVI-XVII. Carta de Hernando de Talavera a D. Diego Ramírez, Mss./10347. Olmedo [1944], pp. 63 y ss. Aram [2001], p. 71.

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graduó de maestro en Teología en la universidad de Lovaina65, y de maestro en Teología y doctor en Derechos en la universidad de Colonia66. Además, a finales de 1497 debió escribir los Cuatro Diálogos que tratan sobre el infausto día en que murió el Príncipe Don Juan, Heredero de España, posteriormente publicados en Amberes, por lo que se puede decir que aprovechó el tiempo al máximo durante sus viajes. En este punto surge una duda alimentada por el vacío documental existente. Parece ser que la reina Isabel seguía dudando de la fidelidad de Villaescusa, pues desde la corte de Felipe el Hermoso se intentaba ganar partidarios entre los más cercanos a Juana concediéndoles jugosas pensiones67, por lo que Olmedo cree que los Reyes Católicos, buscando alejarle durante un tiempo de su hija Juana, le promueven al obispado de Astorga68, aunque dicho nombramiento bien pudo darse por otorgar mayor dignidad al primer capellán de la archiduquesa. De su estancia por aquellos lares poco se sabe. Se debió relacionar con personas letradas de la corte de los archiduques, y sobre todo, a su paso por Lovaina entraría en contacto con Adriano de Utrecht, quien enseñaba allí teología. Las impresiones del holandés respecto al conquense debieron ser buenas, pues ya veremos que en un futuro sus caminos se volverán a cruzar y Villaescusa contará con su favor. Otro dato que nos puede aportar cierta información sobre las relaciones de Villaescusa con otros personajes es el envío de un libro de horas a Garcilaso de la Vega, embajador en Roma y padre del poeta, en 1498. De su relación nada se conoce salvo este dato, pero podemos deducir que ambas embajadas mantenían frecuentes contactos si tenemos en cuenta que justo en esos momentos se estaba ejecutando la trabajada política matrimonial de los Reyes Católicos, y esos enlaces necesitaban del beneplácito papal. Un año después, el 24 de junio, volvemos a ver cómo nuestro Villaescusa recibe otro pago más por parte de Felipe el Hermoso, en este caso una pensión de sus consejeros69. Esto indica que todavía seguía contando con los favores del borgoñón, o por lo menos éste aún albergaba esperanzas en ganarle para su causa. Por otro lado, y a partir del año 1500, se conocen algunas relaciones entre Villaescusa y el emba-

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Donde debió conocer a Adriano Florenz, el fututo preceptor de Carlos V y papa Adriano VI, quien por aquellas fechas era maestro de Teología en aquella universidad. Olmedo [1944], p. 65. Bethany Aram recoge, sin reseñar la fuente primaria, que según las ordenanzas de 1497 Diego Ramírez recibió una pensión de 272 libras por parte de Felipe el Hermoso. Aram [2001], p. 83. Es aquí cuando Olmedo primero afirma que viajó a España a tomar posesión de la mitra asturicense el 10 de noviembre para luego volver a cumplimentar a los archiduques por el nacimiento de la infanta Leonor el día 16 del mismo mes, y más tarde se desdice remitiéndose a los datos aportados por Gams, quien afirma que no tomó la mitra de Astorga hasta el día 28. Olmedo [1944, ], p. 65. Aram [2001], p. 126.

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jador español Gutierre Gómez de Fuensalida. En la correspondencia entre los Reyes Católicos y el embajador español70 se constata cómo se le menciona como hombre de confianza de la monarquía española, siendo requerido en la gran mayoría de los casos como intermediario ante la corte de Felipe el Hermoso y contando con plenos poderes de actuación. Así, nos encontramos con una carta enviada desde Granada en 26 de agosto de 1500 en que al sospechar los reyes de la corte borgoñesa deciden no escribirles a ellos, porque: «conoçemos que los que tyenen mano en la governaçion de la casa son tales que, conoçiendo que en esto les cunple tanto, y que quanto mas nos lo escriviesemos, más lo estorvarian, acordamos de no lo escrivir entonçes a ellos syno al obispo de Malaga»71. En esta misma carta se le dan ciertas directrices diplomáticas a Villaescusa, como que impidiera el casamiento entre la Princesa Margarita y el Príncipe de Gales, o que evitara la venida a España de la «madamisela de Symay». También se empieza a ver una relación más estrecha entre la Princesa Juana y Don Diego, con una actitud de absoluta confianza de la futura reina hacia él, pues cuando le preguntó Fuensalida si era necesaria la presencia de Villaescusa en Flandes, ella respondió: «que por agora no querria que se fuese […] porque sy las cosas avian de venir a su governaçion, que tenia necesydad del, porque no tenia otra persona que le aconsejase asy como el»72. Era tal la confianza que la archiduquesa ponía en él, que en cierto caso se negó a firmar una escritura pidiendo que «Vean esta escritura el obispo de Málaga y el enbaxador, y sy ellos dixeren que es para firmar, yo la sellare»73. Fruto de esa cercanía fue enviado por Juana a las Vistas de Calais entre Felipe el Hermoso y Enrique VII de Inglaterra, ya que la archiduquesa quería que en dicha reunión se oyese la opinión española74, pero parece ser que unas dolencias físicas le impidieron participar en esta misión y desempeñar un papel favorable a la monarquía española75. Definitivamente existió una buena relación entre Fuensalida y Villaescusa, dado que conformaban, junto a Pedro de Ayala y el obispo de Palencia, un oasis de fidelidad al rey Fernando en medio de un desierto de conspiradores comprados por los partidarios de Felipe el Hermoso. Tanto es así, que durante el periodo que permaneció en Bruselas, Don Diego aparece siempre junto al embajador español como hombre de confianza en asuntos de Estado, como es el caso de la venida de los archiduques a España, negociada por Fuensalida y Villaescusa con el obispo de 70 71 72 73 74 75

Berwick y de Alba [1907]. Berwick y de Alba [1907], p. 569. Berwick y de Alba [1907], p. 141. Berwick y de Alba [1907], p. 165. Fleming en Zalama [2010], p. 413. Ochoa Brun [1995].

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Bysançón76. En las cartas que se intercambian constantemente los Reyes Fernando e Isabel con el embajador español, éste alude con asiduidad a la colaboración de Diego Ramírez en los asuntos que le eran encargados, tanto trabajando juntos como en solitario, lo que demuestra que la confianza en su persona y en sus dotes diplomáticas era absoluta. Esto último contrasta con ciertas opiniones que han creído ver desconfianza en los monarcas españoles hacia Don Diego, imaginando que la asignación de ciertas prebendas (caso de la mitra de Astorga o la de Málaga) se habían hecho con el objetivo de alejarle de Doña Juana. Embajador y obispo tuvieron también la desesperante misión de mediar en los continuos conflictos que surgían entre Felipe y Juana, quienes en esta época ya vivían en lucha abierta; el uno evitando enfrentarse a sus arrebatos de furibunda locura y la otra buscando su amor desesperadamente. Al tomar partido por Juana, los partidarios de Felipe los tendrán por enemigos, llegando incluso a hacerles el vacío y excluirles de la vida social cortesana de Bruselas. Esto hacía aún más difícil su trabajo para los Reyes Católicos, pues gran parte de su cometido consistía en interrogar, tantear y recabar informaciones concernientes a los movimientos que se producían en la corte flamenca. Los Reyes eran conscientes de las dificultades que tenían sus embajadores por aquellas latitudes, como ya hemos visto en la carta enviada por sus majestades en agosto de 1500, en la que se observa como la desconfianza hacia los cortesanos de Felipe es total, viéndose obligados a escribir a Don Diego ya que si lo hacían directamente al archiduque las misivas no llegarían a su destino. El 24 de febrero de 1500 nace el primer hijo varón de Don Felipe y Doña Juana, el futuro emperador Carlos V, y el 7 de marzo fue bautizado. En ambos actos estuvo presente Villaescusa, y se ha dado el caso de que se le ha querido otorgar el honor de bautizar al pequeño vástago real77, pero es el mismo obispo de Málaga quien desmiente tales afirmaciones en unas cartas enviadas a los reyes el 14 y el 28 de marzo78. En ellas, además de describir la ceremonia bautismal como privilegiado testigo que fue, aprovecha para adelantar algunas noticias sobre política internacional, sobre el estado de salud de la archiduquesa, de los infantes, etc. Como hemos visto durante los meses siguientes continuó llevando a cabo las tareas que desde España se le encomendaban de hacer venir a los archiduques a España, aunque no pudo darse el caso antes del nacimiento de una nueva hija de Doña

76 77 78

Berwick y de Alba [1907], p. 159. Algunos de estos autores fueron: Salazar y Mendoza [1603], Ruiz de Vergara y Alva [1661]. RAH: Col. Salazar, A. 9, ff. 142-149, en Olmedo [1944], pp. 65-70.

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Juana, la infanta Isabel, que tuvo lugar el 15 de julio de 1501, donde también estuvo presente Villaescusa79. Tras conseguir convencer tanto a Felipe como a los duros cortesanos borgoñones de la necesidad de su venida a España para ser jurados los archiduques como sucesores de estas tierras, Villaescusa se debió adelantar al viaje oficial, pues no aparece en las listas del séquito que lo acompañaba. El hecho resulta extraño de por sí, pero aún más si leemos una carta enviada por los Reyes Católicos en la que se encarga personalmente a Don Diego que trabaje para dotar de la mayor premura al viaje80. Cabe la posibilidad de que Felipe apartara a los partidarios de los reyes españoles para tener así vía libre en las conversaciones que con el rey de Francia mantuvo de camino a España81. Villaescusa pues, no debió venir con Juana y Felipe, siendo posible que adelantase su regreso para prepararles el terreno. Ellos llegaron el 29 de enero de 1502 a España por Fuenterrabía, dirigiendo sus pasos hacia el Sur pasando por Vitoria, Burgos, Valladolid y Madrid, aunque no tenemos noticia de nuestro hombre hasta que llegan a esta última localidad, donde participó en un acto público religioso patrocinado por los archiduques82. Así acababa su periplo por tierras nórdicas que marcaría el rumbo de su vida, pues a partir de entonces estaría estrechamente ligado a la vida cortesana de la mano de la futura reina Juana, quien en la carta de hidalguía que le concedió en 1510 reconocería la buena labor del conquense «acatando los muchos e buenos e leales e agradables e continos (servicios) que me habéis fecho e faséis cada día, en especial los que me hisiesteis, yendo conmigo a Flandes y el tiempo que allá residistes»83. Vemos, en definitiva, cómo en Diego Ramírez de Villaescusa se encarnan las principales virtudes del hombre de estado que cuaja durante el reinado de los Reyes Católicos: religioso, docto en artes liberales, gran nivel cultural, buen jurista y bien relacionado. Dichas cualidades hicieron que se instalara en la élite cultural y que allá donde fuera se rodeara de lo más granado de las letras y las bellas artes, formando círculos de erudición y fomentando un avance cultural dentro del bajo y medio clero que anticiparía la reforma religiosa en la diócesis de Cuenca.

79 80 81 82 83

Olmedo [1944], p. 70. Rodríguez Villa [1892], p 61. Rodríguez Villa [1892], p. 62. Aram [2001], p. 112. Olmedo [1944], pp. 88 y 89.

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Homenaje a la profesora

Constanza Negrín Delgado Carlos Rodríguez Morales (ed.)

INSTITUTO DE ESTUDIOS CANARIOS LA LAGUNA

2014

Serie MONOGRAFÍA XC

Esta edición ha contado con el patrocinio del Excmo. Ayuntamiento de San Cristóbal de La Laguna, del Gobierno de Canarias y de JSP

© De esta edición: 2014, Instituto de Estudios Canarios C/Juan de Vera, 4. Casa de Ossuna. Apartado de correos 498 38201 La Laguna (Santa Cruz de Tenerife) © De los textos y fotografías: sus autores Imagen de cubierta: San Miguel Arcángel (Amberes, hacia 1510-1520). Ermita de Nuestra Señora de las Angustias, Los Llanos de Aridane. Fotografía: Eduardo Pérez Cáceres

Editor: Carlos Rodríguez Morales Preimpresión e impresión: Publidisa Maquetación: Cande da Silva ISBN: 978-84-617-3027-8 Depósito Legal: TF-818-2014 Agradecimientos: Cabildo Insular de La Palma, Luis Adern Ortoll, Juan Manuel Castañeda Contreras, Sebastián Matías Delgado Campos, Adriana Gutiérrez Montesinos

Todos los derechos reservados. Esta publicación no puede ser reproducida, ni en todo ni en parte, ni registrada en –o transmitida por– un sistema de recuperación de información, en ninguna forma ni por medio, sea mecánico, fotoquímico, electrónico, magnético, electroóptico, por fotocopia o cualquier otro, sin el permiso previo por escrito de los titulares del «copyright».

Índice Presentación....................................................................................................... Semblanza .........................................................................................................

11 13

PABLO F. AMADOR MARRERO De Flandes y lo flamenco en la escultura temprana de la Nueva España .........

19

ANA ÁVILA Devoción en torno a la antigua ermita de Nuestra Señora de Candelaria en la isla de El Hierro........................................................................................

43

JOSÉ LUIS BARRIO MOYA Aportaciones a la biografía del caballero canario don José Caraveo Grimaldi, mariscal de campo de los Reales Ejércitos de Fernando VI y Carlos III ...........

51

CARLOS JAVIER CASTRO BRUNETTO San Sebastián: Las múltiples interpretaciones iconográficas de un santo deseado. Su imagen en Canarias .......................................................................

65

JOSÉ LORENZO CHINEA CÁCERES Nuevas aportaciones al estudio del patrimonio escultórico de la Parroquia de Nuestra Señora de las Nieves de Taganana .......................................................

93

ISABEL CONCEPCIÓN RODRÍGUEZ ISABEL SANTOS GÓMEZ Un San Pedro Papa que era Apóstol .................................................................

121

ELISA Mª DÍAZ GONZÁLEZ Examen del soporte de papel de un protocolo notarial del siglo XVI: un caso de estudio ..........................................................................................................

135

8

HOMENAJE A LA PROFESORA CONSTANZA NEGRÍN DELGADO

MATÍAS DÍAZ PADRÓN Pierre Pourbus: Nuestra Señora de Montserrat en la iglesia de Los Sauces (La Palma).........................................................................................................

151

ANA DIÉGUEZ RODRÍGUEZ Gommaer de Amberes (activo 1519-1553) y Las Palmas de Gran Canaria. Las pinturas que guarda la Casa-Museo de Colón ............................................

171

CARMEN FRAGA GONZÁLEZ El antiguo Valle de Salazar en Tenerife y su iglesia de San Andrés .................

187

ALEGRA GARCÍA GARCÍA El arzobispo de Toledo don Juan Martínez Silíceo (c.1486-1557) y las artes a través de las fuentes literarias .........................................................................

211

DANIEL GARCÍA PULIDO JOSÉ MANUEL GUZMÁN RODRÍGUEZ Retazos históricos sobre Taganana: el padrón de 1779.....................................

233

CARLOS GAVIÑO DE FRANCHY Algunas consideraciones acerca de un pequeño retrato: el médico Carlos Yánez de Barrios y el pintor Juan de Miranda ..................................................

249

VÍCTOR J. HERNÁNDEZ CORREA MANUEL POGGIO CAPOTE Juan Ismael y su primera exposición individual en 1928: Gráficos marinos

277

MANUEL JESÚS HERNÁNDEZ GONZÁLEZ Platería del siglo XVI en la parroquia de Nuestra Señora de la Concepción de Los Realejos .................................................................................................

293

FRANCISCO JAVIER HERRERA GARCÍA Flandes-Canarias, a través de los talleres sevillanos. Un encargo escultórico a Sevilla a comienzos del XVI ...........................................................................

315

MANUEL LOBO CABRERA Maestros, alarifes y canteros que trabajaron en Gran Canaria en el siglo XVI

347

JUAN SEBASTIÁN LÓPEZ GARCÍA Territorio y sistema urbano en Tenerife en los siglos XV y XVI ........................

367

ÍNDICE

9

JUAN ALEJANDRO LORENZO LIMA A propósito de Juan de Miranda y el retrato del siglo XVIII en Canarias. Nuevas atribuciones, nuevas ideas ....................................................................

387

ERNESTO MARTÍN RODRÍGUEZ ANTONIO BETANCOR RODRÍGUEZ José Naranjo Suárez, conservador de El Museo Canario. Apuntes para una biografía .....................................................................................................

413

ÁNGEL MUÑIZ MUÑOZ Una posible Inmaculada de Juan de Miranda localizada en Tarragona ............

443

MARI CARMEN NARANJO SANTANA Sociedad civil y construcción del imaginario artístico. La ciudad de Las Palmas y el Gabinete Literario ..........................................................................

457

MARÍA ISABEL NAVARRO SEGURA La revolución dominica del arte sagrado en la iglesia moderna .......................

479

MANUEL DE PAZ-SÁNCHEZ Errata corrigenda. Sobre el cuidado de la impresión en el Siglo de las Luces

501

JESÚS PÉREZ MORERA El retablo isleño y su elaboración. Una aproximación a su diseño, construcción y materiales ...............................................................................................

531

ANA MARÍA QUESADA ACOSTA Tafira en la segunda mitad del Ochocientos. Orígenes de un precario entramado vial...........................................................................................................

569

GERMÁN FRANCISCO RODRÍGUEZ CABRERA Agustín Espinosa García y Los Realejos. Una realidad demasiado tiempo olvidada .............................................................................................................

595

CARLOS RODRÍGUEZ MORALES Dos medallones de la Virgen de Candelaria .....................................................

619

ALEJANDRO SÁEZ OLIVARES Don Diego Ramírez de Villaescusa: obispo, capellán y embajador en Flandes

639

10

HOMENAJE A LA PROFESORA CONSTANZA NEGRÍN DELGADO

JULIO SÁNCHEZ RODRÍGUEZ Un tríptico flamenco desaparecido y una escultura flamenca desconocida, estudiados por Constanza Negrín......................................................................

659

LORENZO SANTANA RODRÍGUEZ Nuevos datos sobre el escultor Pedro Rodríguez en Canarias ..........................

677

GUSTAVO A. TRUJILLO YÁNEZ La campana flamenca de la iglesia de Nuestra Señora de la Concepción de Jinámar (Telde, Gran Canaria) ..........................................................................

685

ELENA VÁZQUEZ DUEÑAS Entre los Países Bajos y España: Felipe II y la pintura flamenca .....................

691

EDUARDO ZALBA GONZÁLEZ Pelayo López y Martín-Romero: datos para una biografía ...............................

707

ANA VIÑA BRITO Jerónimo de Ortal y su petición para hacer un ingenio de azúcar en Paria (Venezuela) .......................................................................................................

731