Dominguez Arranz, Almudena (ed.), Aprender en el museo. 20 años del Máster en Museos: Educación y Comunicación. Catálogo de la Exposición. Ibercaja Obra Social Huesca. 2009.

July 1, 2017 | Autor: A. Domínguez Arranz | Categoría: Museum Studies, Museums and Education
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Descripción

A render en el museo

Centro Cultural Ibercaja Huesca

Presidente

Amado Franco Lahoz Director General

Ficha técnica

José Luis Aguirre Loaso

Portada

Talleres de geometría en el Museo de Ciencia y Técnica de Cataluña ©T. Llord. Minerva, diosa de la sabiduría, las artes, las técnicas de la guerra, además de la protectora de Roma y la patrona de los artesanos.

C a t á l o g o : Edición: Obra Social de Ibercaja Coedita: Universidad de Zaragoza Comisario: Pedro Lavado Paradinas Diseño: Mónica Gil Sanvicente Impresión: Tipolínea, S.A. Depósito legal: Z-1634-09

xposició

Aprender en el museo 20 años del Máster en Museos: Educación y Comunicación

Del 27 de abril al 24 de mayo de 2009

HUESCA Centro Cultural Ibercaja

Duquesa de Villahermosa, 1

www.ibercaja.es

Alumnos de distintas promociones del Máster en Museos: Educación y Comunicación

Índice

Presentación del Rector de la Universidad de Zaragoza

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Manuel José López Pérez

Presentación Ibercaja Obra Social

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Ibercaja Obra Social

Semblanza de Almudena Domínguez

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La universidad y el museo como espacios clave en la educación y la comunicación

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Almudena Domínguez Arranz

Profesores del máster

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Teresa Cardesa García

Enseñanza y educación en los museos

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Jacinto Montenegro Valenzuela

De las Bellas Artes al Patrimonio Histórico

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Manuel García Guatas

Materiales didácticos para el museo

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Pedro Lavado Paradinas

Estudios de público en museos

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Mikel Asensio y Elena Pol

¿Comunicación? Sí, gracias

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Alba Espargaró Colom

De la escuela al museo

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Rafael Jiménez Martínez

Testimonios de alumnos

36

Material gráfico y piezas expuestas

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Bibliografía

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Agradecimientos

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Presentaciones

C

omo rector de la Universidad de Zaragoza, deseo manifestar mi enhorabuena, por la celebración que se ha hecho a través de esta exposición conmemorativa de los veinte años de la enseñanza de un ciclo superior de estudios universitarios, que nació hace veinte años como un postgrado y en 2005 se convirtió en Máster en Museos: Educación y Comunicación.

Toda la comunidad universitaria debe congratularse de los logros y éxitos de sus miembros, en esta ocasión por unos estudios con una trayectoria docente, ininterrumpida, a lo largo de estas dos décadas, que ha sido posible, sin duda, por el buen hacer del equipo director que lo ha conducido con firmeza y de los treinta y tres profesores, muchos de ellos veteranos, que tutelaron los primeros pasos del máster y a numerosos alumnos. 6

Su mejor aval no son sólo los veinte años de vida, sino los trescientos alumnos que han recibido estas enseñanzas. A un buen número de ellos les ha servido para estar trabajando en museos de varias Comunidades Autónomas. Quiero expresar en mi nombre, y en el de mi equipo de gobierno, la felicitación a los que crearon y han hecho posible esta enseñanza de Máster en Museos y porque se haya impartido siempre desde el campus de Huesca. Iniciativas como ésta, tan auténticamente vocacionales y universitarias, contarán siempre con el apoyo y estímulo de este rectorado y de los siguientes, como los tuvieron de los anteriores. Vivat, crescat, floreat Manuel José López Pérez Rector de la Universidad de Zaragoza

T

iene la Obra Social de Ibercaja entre una de sus encomiendas permanentes el apoyo a la creación artística y cultural y a sus actividades de proyección divulgadora y didáctica en la sociedad.

El aniversario de los veinte años del Postgrado de Educador de Museo, convertido recientemente en Máster en Museos: Educación y Comunicación, que imparte la Universidad de Zaragoza en el campus de Huesca, era una buena ocasión para que Ibercaja, en el marco del convenio que desde hace muchos años tiene suscrito con la universidad, se sumara a esta celebración. Y lo ha hecho del modo más congruente: desde su Centro Cultural en Huesca, espacio dedicado a actividades didácticas, culturales y de exposiciones como ésta que ahora presentamos y que encaja en la línea de su programación anual, refrendada día a día por el numeroso público oscense y aragonés que nos visita o utiliza estos servicios culturales.

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Aprender en el museo

Ibercaja Obra Social

20 años del Máster en Museos: Educación y Comunicación

Desde la Obra Social de Ibercaja queremos que esta exposición sea también nuestro reconocimiento y felicitación a la Universidad de Zaragoza y a la directora y equipo directivo y de profesores del máster por esta trayectoria docente universitaria y cultural ininterrumpida. La procedencia de los alumnos licenciados que han recibido estas enseñanzas y han realizado sus prácticas con actividades como las que se recogen en la exposición, demuestra que han trascendido con creces el ámbito de Aragón y de su universidad.

A. Domínguez Arranz

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Es ésta una exposición que no sólo rememora las principales actividades y líneas pedagógicas prácticas de nuestro máster, sino que también hemos querido ensalzar estas enseñanzas universitarias aplicadas a los museos.

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20 años del Máster en Museos: Educación y Comunicación

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Aprender en el museo

Semblanza de Almudena Domínguez

lmudena ha sido, sin discusión, el alma y motor imparable de la continuidad de aquel Postgrado de Educador de Museo al actual Máster en Museos: Educación y Comunicación de la Universidad de Zaragoza. Y también de que no dejara de impartirse en el campus de Huesca, cuando más cómodo hubiera sido, para los que tienen que viajar, ofertarlo en Zaragoza. Pero para esta mujer, nacida en Vigo, donde vivió hasta la adolescencia, que pasó temporadas en Tenerife, en la casa familiar paterna, casada con Guillermo, valenciano y profesor de nuestra universidad, las periferias han sido siempre una cuestión mental resuelta y la descentralización de la Universidad de Zaragoza, es decir, la distribución de las enseñanzas en otros campus, una propuesta lógica, adaptada a los nuevos tiempos de la España de las Autonomías. Es la más veterana del equipo directivo y docente de este máster y, por tanto, testigo singular del origen y vida de estas enseñanzas superiores, que surgieron casi por azar hace ahora veinte años. Coincidieron dos mujeres. Una profesora de la Escuela de Magisterio de Las Palmas, Carmen Burgos, que por motivos profesionales, había llegado a Huesca en excedencia transitoria y tuvo la visión y tiempo para crear un Postgrado en Museos. La otra, Almudena Domínguez Arranz que desde 1973 tenía asignada la docencia en el Colegio Universitario de Huesca, a donde se había trasladado a vivir con su familia. Tomó la dirección Almudena dos años después de creado el balbuciente y apenas conocido Postgrado de Museos y lo ha conducido hasta ahora siempre desde Huesca, a pesar de haber obtenido en 1991 el traslado a la plaza de Profesora Titular de Arqueología en el Departamento de Zaragoza y de desplegar desde aquí todo su currículo universitario como arqueóloga en Aragón o integrada en proyectos internacionales en Francia (Bibracte) e Italia (La Castellina), y como reconocida investigadora con bibliografía propia y una autoridad en numismática. Pero Almudena es persona de obstinadas convicciones y fidelidades, con un vigor intelectual bien probado para superar pejigueras administrativas e indiferencias y saber dirigir un cuadro de profesores de la Universidad de Zaragoza, de otras españolas y de Latinoamérica y a numerosos profesionales de museos, quienes, a su vez, han correspondido con fidelidad a la consolidación, curso a curso, de estos estudios. Y los hay también muy veteranos en estas enseñanzas. Contemplados desde esta pequeña perspectiva de los veinte años de una enseñanza de Postgrado en una universidad como la de Zaragoza que cuenta su historia por siglos, son envidiables y elogiables por la dedicación y el buen hacer, demostrado en todo tiempo y circunstancia por esta directora. Es ésta una exposición que no sólo rememora las principales actividades y líneas pedagógicas prácticas de nuestro máster, sino que también hemos querido ensalzar estas enseñanzas universitarias aplicadas a los museos. Y nada mejor que aprovechar esta ocasión para dedicarle profesores y alumnos a Almudena esta suerte de homenaje de reconocimiento profesional y de amistad, pues estas virtudes también son parte emocional de esta exposición.

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La universidad y el museo como espacios clave en la educación y la comunicación

E

l Postgrado en Educador de Museo inició su andadura en el Colegio Universitario de Huesca. Veinte años después es un máster de referencia en el panorama de titulaciones de la universidad española e iberoamericana.

Actualmente, convertido a máster, se imparte en la Facultad de Ciencias Humanas y de la Educación, donde se ubicaron los estudios de la antigua Escuela de Magisterio y la sección de estudios humanísticos de la Facultad de Huesca, centro éste que sucedió al Colegio Universitario, cuando el equipo de gobierno de la universidad determinó la descentralización de la gestión universitaria y la creación de Facultades en los campus de Huesca y Teruel, para impartir titulaciones completas. Al Colegio Universitario se le encomendó el primer ciclo de las carreras de Filosofía y Letras y Medicina. A pesar de la limitación del decreto de creación1, fue centro pionero en nuestra universidad en la implantación de estudios conducentes al Título de Postgrado, ajustándose a la primera normativa básica para regular los Estudios Propios que fue aprobada en noviembre de 1986. Y es que las expectativas del profesorado universitario, en su mayoría doctores con curriculum investigador, iba más allá de este reducido ámbito de actuación. El equipo directivo del centro propuso al Rector la implantación de tres maestrías, Ciencias Sociales de Aragón, Desarrollo Rural y Educador de Museo, siendo aprobado su plan de estudios el 29 de mayo de 1989. Para garantizar su funcionamiento se contó con el patrocinio de la Diputación de Huesca, sumándose poco después el del Gobierno de Aragón e Instituto de Estudios Altoaragoneses.

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1 Art. 18 de los Estatutos de la UZ (R.D. 1.271/1985, de 29 de mayo, BOE nº 180, de 29 de julio de 1985), «Los Colegios Universitarios de la Universidad de Zaragoza son Centros docentes que imparten las enseñanzas correspondientes al primer ciclo de Licenciaturas de Facultades y/o Escuelas Técnicas Superiores, con los mismos efectos académicos que éstas...».

20 años del Máster en Museos: Educación y Comunicación

Era una reivindicación social e institucional, habida cuenta del papel estratégico y función que los museos desempeñan en la dinámica educativo-cultural de la sociedad. En torno a esta idea central se elaboró el plan de estudios del postgrado en educador de museos, evolucionando y modificándose hasta llegar a 2005 cuando se decide su conversión en máster y se replantean algunos de sus contenidos a la vez que se incorporan otros. Las nuevas tendencias en la teoría museológica y la museología crítica, los Museum Visitors Studies y las estrategias de aplicación en las exposiciones, los estudios enfocados a la comunicación y el marketing cultural, las nuevas tecnologías adaptadas a la museografía, el sistema DOMUS de gestión museográfica, los estudios de género, han entrado a formar parte del programa.

Aprender en el museo

Para entonces, y siguiendo pautas ensayadas en museos americanos y canadienses, se habían comenzado a crear, en un puñado de museos españoles, departamentos específicos que bajo diferentes denominaciones contrataban personal para ocuparse de la labor de difusión y de acción cultural. Recién celebradas las sextas jornadas de los DEAC, que convocó a estos profesionales en el Museo Nacional Colegio de San Gregorio de Valladolid (antes Museo Nacional de Escultura), y consciente de la carencia en la universidad española de una titulación académica que capacitara para el ejercicio de la profesión de museólogo en general y de educador de museo en particular, la comisión gestora de postgrados del Colegio Universitario se planteó como objetivo del estudio el de la formación de educadores. Una demanda de la sociedad desde el aspecto de la enseñanza del patrimonio, como un compromiso ineludible desde el ámbito académico en la extended learning in the museum context.

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Es indiscutible que el concepto de «función educativa» también ha ido variando a la par que la evolución de las teorías y prácticas en la educación formal. Los museos científicos fueron pioneros en exponer sus contenidos de manera más didáctica y pasar a considerar al visitante como protagonista de su aprendizaje, de modo que la experiencia de la visita pueda resultarle más enriquecedora. El máster asumió desde el principio esta responsabilidad de formación de educadores de museo, y es así como hoy constituye un programa de referencia en el mapa de titulaciones, abierto internacionalmente a profesores y estudiantes. Por nuestro campus han pasado museólogos de instituciones de prestigio: American Hispanic Society, Texas Tech University, Smithsoniam Institution de Washington, Université Paris 1 Panthéon Sorbonne, Musée des Arts et Metiers, Vila-Museu de Mértola, Instituto Nacional de Antropología de México, el desaparecido Archéodrome de Borgoña. En este aniversario son destacados participantes Kurt Feichtmer, director de extensión educativa del Exploratorium de San Francisco, institución pionera en los ’60 en introducir la didáctica e interactividad en el museo, Nicole Gesché, experta en educación de los museos europeos y profesora de la Academia Real de Bellas Artes de Bruselas, Margarita Belinchón, directora del Museo de Ciencias Naturales de Valencia, Ramón Núñez que estrena la dirección del Museo Nacional de la Ciencia y Tecnología, tras dejar la de los Museos Científicos de La Coruña. Me es grato reconocer que cerca del 70% de los estudiantes que lo han cursado entran en el mercado laboral en dos o tres años después de haber adquirido su título. Para esta preparación es clave el practicum que desarrollan en museos e instituciones con los que la universidad cuenta con más de treinta convenios firmados. Desde hace un par de años, parte del alumnado tiene la posibilidad de disfrutar las becas formativas que convoca la Diputación de Huesca y la Fundación Pedro Barrié de la Maza. Algunos han podido beneficiarse de ayudas para sus proyectos en centros privados o públicos, como el Museo de la Cultura del Vino-Dinastía Vivanco de La Rioja, las Comarcas del Somontano de Barbastro y Maestrazgo. También hemos incorporado recientemente un practicum dentro del Programa Domus del Gobierno de Aragón.

©Museo Würth

Gema Baños ©CGAC

Enrique Satué ©Museo de Bielsa

Visto con perspectiva, no cabe duda de que el concepto de museo ha variado, desde la creación de buques insignias como el Prado o el Louvre hasta la actualidad. El origen del museo está en la vocación social de ofrecer objetos preciosos, obras de arte excepcionales, pero esto ya no es suficiente. Los más grandes han ampliado de forma significativa el volumen de público que los visita y ello es considerado sinónimo de éxito. Pero, en muchos ámbitos se está dando más énfasis al resultado de esa visita, y por tanto a las exigencias del espectador. Y es que hoy los discursos se centran en una realidad, la función del museo como agente de cambio social y desarrollo y su vocación educativa. Esta nueva función comporta una compleja labor interdisciplinar que requiere, en consecuencia, la preparación de profesionales con amplios conocimientos, expertos en buscar los métodos adecuados para conseguir este aprendizaje informal a través de los objetos de museo.

©Museo Nacional de Arqueología de Tarragona

Pilar Sada ©MNAT

©Museo Etnológico de San Juan de Plan

Podemos visitar museos que nacieron a partir de proyectos de nuestros titulados, en municipios de Castellón y de Teruel. Otros, donde ex-alumnos ejercen funciones de responsabilidad en departamentos de educación y de exposiciones. Pueden encontrarlos en puestos clave de la administración estatal, en diputaciones, comarcas, ayuntamientos, en el British Museum, Guggenheim, Museo Würth de la Rioja, la Fundación Antoni Tàpies, Caixa Forum Barcelona, Obra Social Ibercaja-Rioja, MARCO de Vigo, Museo Valenciano de Etnología, Museo Nacional de Cerámica, Museo del Ferrocarril Madrid-Delicias, Museo Nacional de Antropología, Museo Nacional de Arqueología, Museo Nacional Colegio de San Gregorio de Valladolid, Patio Herreriano, Diocesano de Bilbao, Arte Sacro de Vitoria, Museo del Vino de Málaga, Museo de Euskal-Herria, Provincial de Lugo, Artes Populares de Sabiñánigo, Centro de Arte y Naturaleza de Huesca, Universidad de Costa Rica, Museo de Arte Costarricense, Universidad de Mexico, Museo del Palacio de Bellas Artes de México, Centro Cultural de España en Honduras, y un largo etcétera. Retengo en mi memoria a Elisa Picazo, de la primera promoción, y directora del Museo de Fuendetodos, en el que continuó hasta 2001 en que tristemente nos dejó.

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Hubo quienes llegaron un 7 de enero a Huesca provistos de gorros de lana y pesados abrigos pensando en gélidas temperaturas y paisajes nevados. Sucedieron emotivas despedidas, retrasos en el retorno para “revisar” el proyecto final y seguir unos meses más en una ciudad en la que se sintieron como en su casa. Cuantos anhelos, éxitos, y porqué no, también frustraciones, quedaron detrás. Becas denegadas, ayudas que llegaron en el último momento para realizar un estudio en el que pusieron todas sus esperanzas y que a muchos les ha facilitado la inserción en el mundo laboral. Gaudeamus igitur.

Almudena Domínguez Arranz Directora del Máster en Museos: Educación y Comunicación

Aprender en el museo

En esta conmemoración quiero evocar con gran afecto a todos nuestros egresados, en buena parte ya profesionales distribuidos por la geografía, con periplos tan originales como el de Juan Blázquez, avilés, graduado por la Universidad de Valladolid, desde Huesca marchó a hacer su practicum al Museo Universitario de Alicante, hoy trabaja en el Centro Caixa Girona-Fontana D’or, no sin antes dejar su huella en Oporto; italianas que se resisten a dejarnos, una vasca en Honduras, otra alumna que cambió cordilleras andinas por paisajes pirenaicos, noviazgos surgidos al calor de las aulas uniendo países hermanos, comunidades vecinas. ¡Gratos recuerdos!...

20 años del Máster en Museos: Educación y Comunicación

Llegar a este vigésimo aniversario nos hace ver la utilidad de la especialización de nuestros estudiantes de cualquier titulación, “ciencias o letras”. No hay que ocultar que al poco de iniciar su andadura el postgrado, comenzaron clausurarse departamentos de educación que apenas llevaban cuatro años funcionando, algunos en museos de gran renombre. Ante este dislate, apostábamos como mucho durar un par de años más. Pero, como dice el famoso tango … veinte años no es nada…

A. Domínguez

E. Satué

M. G. Guatas

R. Azuar

G. Martínez

K. Feichtmeir

V. Baldellou

R. Cid

J. M. Galán

J. Tudela

J. M. Lantero

E. Casanelles

T. Luesma

J. P. Lorente

M. Belinchón

E. Cerrillo

T. Pérez

P. Lavado

C. Gómez

A. Espargaró

P. Rivero

M. Beltrán

C. Martínez

J. Vicente

M. Pérez

G. Edson

T. Cardesa

P. López

R. Núñez

P. Caldera

A. Turmo

M. Rey

J. Montenegro

P. Sada

Mª. V. Antoñanzas

F. Burillo

M. de los Ángeles

A. Polo

M. Asensio y E. Pol con C. Screven. 1995

M. Mieri

E. Maestro

P. Fatás

A. P. Rojas

D. Miron

P. Gurriarán

Alida Moi

F. Carnicer

N. Gesché-Koning

M. J. Escuin

A. Ruiz

Profesores del máster

A

ún recuerdo cuando se implantó el Postgrado en Educador de Museos en el campus de Huesca, una oferta novedosa. El Colegio Universitario, su primera sede, contaba con un plantel de profesores investigadores, llenos de juventud y con la ilusión de abrir expectativas nuevas a los estudiantes. Mencionar a todo el profesorado que ha participado a lo largo de estos cuatro lustros sería de justicia, pero no hay cabida en tan corto espacio. Sus nombres quedan para la historia, recogidos en las memorias anuales del máster. Antes de seguir, quiero aludir a Carmen Burgos, primera directora del Postgrado y profesora de didácticas, y Almudena Domínguez que en los primeros años se hizo cargo de la Didáctica de los Museos de Prehistoria y Arqueología, contagiando al alumnado su gran entusiasmo por estas materias. Cuando Almudena accedió a la dirección por nombramiento del Rector, el tercer curso del estudio, Pilar Sada tomó el relevo de esta enseñanza. Y Pilar nos vistió de romanos para conocer a Cayo y Faustina en su villa de Els Munts. Yo misma impartía entonces la Didáctica de los Museos de Arte, que dejé para ocuparme de tareas de subdirección con Manuel García y Jacinto Montenegro. La decisión de contar en el claustro con profesorado universitario preparado en sus respectivas materias, como Gema, encargada cada año de ritos iniciáticos, Carlos, Jacinto, Mikel, Juan Manuel, Elena, Jesús Pedro, Paco, ha sido y sigue siendo decisiva para el éxito del proyecto. La incorporación de Antonio y más recientemente de Pepe, letrado en Cortes, ha sido fundamental para un atinado acercamiento a las normas jurídicas que rigen nuestro patrimonio museístico. Pero no lo es menos la disponibilidad de los responsables de los departamentos de difusión y de público de los museos que por unos días dejan su puesto de trabajo para hacerse cargo de los contenidos que les son familiares, pues con ellos lidian cotidianamente. Y también de muchos museólogos y académicos que imparten cada año conferencias y cursos monográficos.

Es grande el entusiasmo con que trasmiten su saber profesionales de museos como Miguel, Jaime, Rafael, Concha, Carmen, Alba, Lines, José Antonio con sus historias de bisontes, Ángel, Enrique, Teresa desde el Centro de Arte y Naturaleza, cantera de trabajo para nuestras tituladas, Elena la de Interpretart, o las entrañables “chicas de Valladolid”, Margarita y Angeles. Con ellas llegó el escándalo. El desembarco en el Colegio de la primera maleta didáctica fue un acontecimiento, se expuso como una santa reliquia en la sala de juntas para regocijo de académicos y ciudadanos de a pie. ¡La maleta de escultura del Valladolid, un antes y un después!.

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Las clases ganaron en práctica y el alumnado pudo conocer en directo los verdaderos problemas de la educación de museos. Allí elaboraron proyectos, aprendieron a hacer encuestas y los sempiternos papeles burocráticos. Los viajes y visitas por toda España y aprovechando la acogida de los profesores del máster en sus reductos educativos, les hicieron más conscientes y responsables de lo que les esperaba, de optar por un trabajo en la educación, en la didáctica o en la comunicación. Sólo con un profesorado entregado y sugeridor de mil aventuras y proyectos, el Máster en Museos se ganó el reconocimiento de unos y la pasión de enseñar de los demás. Teresa Cardesa García Subdirectora del Máster en Museos: Educación y Comunicación

Aprender en el museo

Los museos se presentaron como canteras de descubrimiento para nuestros estudiantes, donde educadores y museólogos les daban un baño de realidad, entregándoles generosamente buena parte de su tiempo. Hoy comprobamos que algunos y algunas se quedaron en los mismos museos y que su proyecto fue decisivo en su cita con el futuro.

20 años del Máster en Museos: Educación y Comunicación

Pedro -el comisario- les quitó la vergüenza, se disfrazaron de nobles o villanos, aunque el papel más envidiado era el de Ramiro cortando cabezas a troche y moche, o el del propio perro del cuadro. Construyeron su propio museo, conocieron los kits, las mochilas, y... más maletas. Y Mariví nos hizo ver como no veían los ciegos, pero sobre todo.... que ¡la vida es maravillosa!. Con Ignacio averiguamos para qué sirven las bielas y nos familiarizamos con las locomotoras y las máquinas de vapor. Cuando se incorporó Pilar, con su juventud y entusiasmo arrollador, supimos que había noche en los museos y nuestras alumnas mejicanas fueron conscientes por vez primera de que los niños despiertos a las tres de la madrugada son más temibles que los esqueletos de los dinosaurios.

Museo de Ciencia y Técnica de Cataluña ©T. Llord

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Enseñanza y educación en los museos

E

n el léxico tanto español como universal existen pocas palabras que por su definición nos permitan abarcar unos conceptos o significados tan precisos y sin embargo tan amplios como es la palabra museo. No vamos a caer en la tentación de definir lo que es un museo, pero sí decir que en su propia esencia está condensada las vivencias de toda la Humanidad. En la actualidad, más que nunca, el museo refleja toda una amalgama de contenidos, enseñanzas y educación para todos los ciudadanos. Acudir a un espacio de estas características significa educar y enseñar a todo el visitante que se acerque a recorrer todas sus salas y observar el contenido de sus vitrinas. Cualquiera de ellos, sin distinción, sin categorías, sin elitismos o sin tener en cuenta su ubicación perfecta, es fuente de información e instrucción.

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2º.- El intencional intenta ofrecer los suficientes criterios técnicos y didácticos como para que en sus salas el visitante aprenda a conservar y valorar todo aquello que sus ancestros le han dejado en herencia para que lo contemple y procure “entender” un poco más y mejor sus creaciones y sus vidas anteriores a las nuestras. 3º.- El sistemático que consiste en que en el museo entran en juego dos elementos intrínsecos al mismo tiempo, como son el educador o el director y el propio visitante para que existan o logren unas interacciones educativas y que la visita sea lo más provechosa a sus intereses educativos.

Aprender en el museo

1º.- El espontáneo consiste en que el museo tiene que ofrecer suficientes alicientes como para que el contenido que se expone en las salas y vitrinas llegue al visitante y aprenda sin él saberlo, ni tener la obligación de interiorizar lo que observa.

20 años del Máster en Museos: Educación y Comunicación

Todos los profesionales que compartimos este campo del conocimiento, sabemos que si un ciudadano quiere y precisa acudir a un museo, es necesario guiarle, con el propósito de que su visita sea lo más fructífera y positiva para su acerbo cultural; pero también conocemos que la sola y simple visita instructiva de primeras y sinceras sensaciones, puede ocupar un espacio en el espíritu de las personas, para que el enriquecimiento cultural sea el más completo posible. Desde el punto de vista técnico, cabría mencionar a todos y cada uno de los implicados, sin los cuales el museo dejaría de ser un espacio eminentemente educativo. Estos serían: El visitante, el profesor, el educador de museos, el director del mismo, que a través de los Departamentos de Acción Cultural de los museos ofrecen toda una serie de actividades didácticas que son la base para que cumpla con sus obligadas metas educativas. El museo debe de cumplir con su intrínseca función educativa e instructiva que se llevará a cabo mediante unas acciones fuertemente didácticas, es decir, saber enseñar y transmitir, así como transformar todos los elementos técnicos que se observan y que sean asequibles para todo tipo de público visitante. En este sentido los tres espacios o categorías didácticas que se podrían tener en cuenta en un museo serían: el espontáneo, el intencional y el sistemático, veamos brevemente en qué consiste cada uno de ellos para que el museo cumpla con esa labor de educar y enseñar.

©Museo Würth

Así entendemos que cualquier ser humano no conseguirá participar en la pequeña historia que se expone en un museo si no es capaz de asimilar y participar en la realidad social a la que pertenece. Los profesionales de la educación, junto al educador del museo así como el director estarán enseñando y apoyando a la formación de una conciencia social y cultural a través del museo en la medida en que los visitantes entiendan que forman parte de esa historia. Les estarán educando en tanto en cuanto comprendan que dentro de ese contexto social y cultural hay un orden y una jerarquía condicionadas por las necesidades sociales y vivenciales y cuyo control está o fue determinado por todo tipo de relaciones anteriores. Como la educación no es un simple adorno que se puede tirar a la basura, el museo debe ser un espacio de primerísima magnitud en donde se reflejen todos los sentimientos de amor, de conservación, de recogida y de protección, etc... de objetos, desde los más simples hasta los más raros y complejos que nuestros antepasados nos han dejado como patrimonio cultural. Sin embargo el visitante espera, por lo general, mucho más y es por eso que para que un museo eduque y enseñe a la vez, debe de cumplir, desde nuestro punto de vista, unas condiciones muy simples pero bastante determinantes que serían éstas: 1ª.- El museo debe favorecer y potenciar la utilización de recursos físicos para que el visitante actúe sobre ellos, observe y los manipule a su antojo cuando proceda y se pueda realizar, aunque es bien sabido que existen pocos museos en los que se puedan llevar a efecto tales acciones. 2ª.- Un buen montaje en un museo implica ofertar actividades y conferencias apropiadas e interesantes de un modo activo y que puedan dejar a los visitantes la libertad de disentir de las opiniones que se proponen en cada una de las cartelas y rechazar, cuando convenga, la sugerencias del educador, dentro de unos parámetros de concordia y de mejora educativa.

©CDAN

Educadores de museos ©Museo Marítim de Barcelona

©CDAN ©MUA

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I. Martínez ©Museo de las Miniaturas ©ARTIUM

©Museo de Zaragoza

C. Gómez ©Museo de Zaragoza

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3ª.- El espacio museístico, con sus vitrinas y estanterías, debe estimular a los visitantes para promover un diálogo que sea instructivo y que pueda provocar una intervención más acorde con la educación que ellos posean. Esta actitud iría encaminada a que pudiesen interactuar entre ellos y a expresar sus opiniones sobre todo aquello que se ha observado. 4ª.- Una visita racional debe evitar la lectura de demasiados términos muy técnicos que a nada conducen y menos a potenciar la educación y enseñanza que un museo debe mostrar y transmitir.

Jacinto Montenegro Valenzuela Subdirector del Máster en Museos: Educación y Comunicación

20 años del Máster en Museos: Educación y Comunicación

Por último comentar que la esencia de una educación transmitida a través de los museos consiste en hacer trabajar y participar a los visitantes en los valores humanos y bienes culturales que son objeto de exposición. El amor al valor supremo del concepto de cultura, en el sentido más amplio de la palabra, es función muy importante de cualquier museo y de los centros educativos en una conjunción que debe ser directa y sin fisuras. No es un planteamiento utópico, es real, y sus resultados que no se aprecian ahora se verán, posiblemente, más adelante. Los objetivos mutuos se fijarán en función de las relaciones que se establezcan en su seno y tendrán gran trascendencia, siendo socialmente válidos y necesarios. La cuestión es precisar su auténtico carácter con la máxima fidelidad posible. Y ha sido este máster que, desde su puesta en marcha hace 20 años con el título de postgrado, ha procurado formar íntegra y técnicamente a los futuros educadores de museos para que guíen y transmitan sus conocimientos a los diferentes públicos que visiten y observen las piezas y objetos y paseen con agrado por las salas del museo.

Aprender en el museo

5ª.- Una buena exposición anima a los visitantes a pensar por si mismos y según sus propios recursos intelectuales y psicológicos para no depender demasiado de otros intereses ajenos a la propia función del museo.

©CDAN

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De las Bellas Artes al Patrimonio Histórico

L

a Ley del Patrimonio Histórico Español de 1985 refrendaba un concepto de las Bellas Artes (Arquitectura, Escultura y Pintura) como parte principal, pero no la única, del legado histórico español. Pues ya en el artículo primero especifica y amplía aún más el ámbito del patrimonio a todas estas otras realidades culturales:

Integran el Patrimonio Histórico Español los inmuebles y objetos muebles de interés artístico, histórico, paleontológico, arqueológico, etnográfico, científico o técnico. También forman parte del mismo el patrimonio documental y bibliográfico, los yacimientos y zonas arqueológicas, así como los sitios naturales, jardines y parques, que tengan valor artístico, histórico o antropológico.

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Los contenidos de estos nuevos museos que han reunido aspectos muchas veces desconocidos para el público de las ciencias, las técnicas y el trabajo cotidiano, sí que pertenecen plenamente al llamado patrimonio material popular que muchas generaciones convirtieron en cultura anónima de uso cotidiano, en sabiduría para extraer recursos mineros, elaborar y conservar los productos de la agricultura, distribuir y almacenar el agua, etc. Pero también el progreso de siglo XIX, el que creó nuevos medios de transporte, como el ferrocarril, que beneficiaban a muchísimos ciudadanos o los primeros avances de la ciencia que inventaron aparatos e instrumental de todo tipo y función han sido objetivos de estas colecciones. El imparable progreso y las nuevas tecnologías los hicieron obsoletos, pero las comunidades sociales que se beneficiaron directamente han querido conservarlos, restaurarlos y exponerlos de una manera atractiva y didáctica. A estos deseos y necesidades ha procurado responder la formación especializada que ofrece este máster.

Aprender en el museo

Un Máster en Museos como éste de la Universidad de Zaragoza, que, no perdamos de vista su perspectiva, nació a continuación de esta legislación sobre el Patrimonio Histórico, venía, pues, a responder al espíritu y contenido de esta ley del Estado español y a las de las Comunidades Autónomas que han ido configurando una red de nuevos museos, y a esta nueva realidad ha ido adaptándose y desarrollando curso tras curso. Cualquier interesado puede percatarse enseguida, repasando los programas de estos cursos, viendo el contenido de los monográficos que los complementan, dedicados casi todos a museos, y hojeando la mayoría de los proyectos que obligatoriamente deben realizar los alumnos al final de los estudios, que los contenidos y enfoques desbordan los de la pintura y escultura, o sea las tradicionales Bellas Artes que se exhiben en los museos históricos o en los más recientes de arte contemporáneo.

20 años del Máster en Museos: Educación y Comunicación

Luego, las sucesivas leyes de Patrimonio de las Comunidades Autónomas extendieron todavía más estos ámbitos a proteger. Por ejemplo, hasta quince bienes materiales e inmateriales que tienen que ver con la historia y la cultura de Aragón enumera su ley del Patrimonio de 1999.

©Museo de Bellas Artes de La Coruña

A todas estas actividades y sus artefactos o artesanías y a las colecciones monográficas o especializadas, creadas en estas últimas décadas –poco más o menos que las mismas que tiene este máster– hemos procurado prestar atención desde la universidad y darlas a conocer a las promociones de alumnos que han pasado por sus aulas o han hecho las preceptivas prácticas en estos museos y colecciones nacionales o regionales. A este conocimiento práctico han contribuido decididamente los directores y técnicos de esos centros de La Coruña, Bilbao, Valladolid, Madrid, Barcelona, Lérida etc. etc. y la práctica totalidad de los Museos de Aragón, aportando cada uno perspectivas interesantes y actividades relacionadas con la difusión y la educación, siempre estimulantes. ¡Ya han pasado veinte años! Y lo que empezó siendo una experiencia de la ampliación docente universitaria en los primeros postgrados que se impartieron en nuestra universidad –de los que éste de museos es el más antiguo en activo–, se ha consolidado desde hace pocos años como un máster especializado en la educación y comunicación de los museos; o sea desde la proyección más abierta al público y desde una perspectiva social en sus objetivos. Estos han sido los fines que nos hemos propuesto como fundamento y meta de las enseñanzas. Principalmente, han sido, como hemos pretendido mostrarlo ahora en esta exposición, dos, configurados por el concepto de la mayor utilidad y la asimilación directa de experiencias personales: las estancias en prácticas en los numerosos museos que han manifestado su disponibilidad institucional y acogen a los alumnos durante unos meses, y la finalidad eminentemente práctica de la orientación de las enseñanzas del máster para que los alumnos puedan integrarse con su bagaje docente y sus proyectos en las actividades educativas y culturales programadas por cada museo, o centro que los acoge, o, incluso, poder incorporarse a su personal a través de las convocatorias que promueven dichos centros.

©Museo de Bellas Artes de La Coruña

©Museo del Prado

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©Museo de Huesca Museo Würth (La Rioja) ©Andi Schmid

No busquen en esta exposición obras de arte de los museos. No es su espacio. Pero sí podrán comprobar cómo se pueden tratar éstas y otras obras desde un enfoque y programas educativos y de difusión cultural para todos los grupos sociales y a todos los niveles de aprendizaje, comprensión y familiarización con las que se exhiben en los museos, lugares o edificios históricos de referencia. 23

Y como la experiencia individual nos demuestra que ante una obra de arte, sobre todo contemporáneo, uno ve lo que sabe, lo que ha aprendido previamente o renueva con sucesivos conocimientos adquiridos, este Máster en Museos ha buscado a lo largo de estos veinte años de su historia formar profesionales que enseñen a los visitantes de estos centros de la cultura contemporánea a conocer sus contenidos y a apreciarlos como parte de la suya propia. Manuel García Guatas Subdirector del Máster en Museos: Educación y Comunicación

Aprender en el museo

El éxito de los veinte años de continuidad de estas enseñanzas, de las que mostramos esta selección tan visual y práctica, se ha debido, contemplado ahora con la perspectiva histórica que nos permiten sus veinte años, a dos circunstancias: una, externa, el incentivo económico permanente del Gobierno de Aragón y de la Diputación de Huesca, a través del Instituto de Estudios Altoaragoneses, y el patrocinio puntual para esta exposición, de Ibercaja. La segunda circunstancia la ha propiciado la extensa nómina de profesores, de la Universidad de Zaragoza y de fuera, que han impartido enseñanzas en permanente renovación, interna de sus objetivos, contenidos docentes y programas, y externa, de adaptación a las leyes universitarias que se han sucedido en estos veinte años.

20 años del Máster en Museos: Educación y Comunicación

Así lo avalan, y son nuestro orgullo como responsables de esta enseñanza universitaria, los numerosos alumnos titulados en este máster que están trabajando en museos o colecciones de España, México –con mayor y más continuada presencia– y en otros países hispanoamericanos, desde donde cada año vienen a cursar estos estudios superiores. En esta dispersión profesional de antiguos alumnos del máster, podemos encontrarlos en museos con fondos artísticos, antiguos o de arte contemporáneo, o en museos y centros que han reunido obras de otras actividades relacionadas con el trabajo del hombre o con las creaciones científicas y tecnológicas.

©Museo del Prado

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Materiales didácticos para el museo

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anto desde el museo, como desde instituciones dedicadas a ofertar actividades educativas para los visitantes de cualquier edad, tipo o condición, se han creado propuestas diferentes para hacer que la visita escolar o turística, dispongan de recursos que logren una mejora y aprovechamiento de la actividad.

Los Departamentos de Educación y Acción Cultural son los encargados de idear, producir y distribuir los materiales didácticos destinados a sus visitantes y responsables de hacer la programación, difusión y evaluación de tales recursos, considerar lo idóneo y las modificaciones pertinentes. Dicha acción se lleva a lo largo de etapas y períodos anuales, acomodándose a los curricula escolares, las ofertas expositivas y los diseños museológicos y museográficos o los programas que se refieren a conmemoraciones, fiestas o celebraciones, y los contenidos novedosos que tienen mucho que ver con las demandas socioculturales.

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Por lo general en nuestros tiempos, hay una tendencia a la adjudicación de empresas culturales que realizan la contratación de personal para actividades educativas: visitas guiadas, talleres, cuentacuentos, dramatizaciones y la producción de materiales didácticos, sin existir más preocupación para la institución del museo que recibir un servicio que en principio, es de calidad, pero que al no tener una evaluación continua, acaba por descontrolarse y es difícilmente recuperable. Las instituciones museísticas parecen cada día más dadas a controles de público y número de visitantes de grandes exposiciones, haciendo caso omiso a la propia responsabilidad educativa y de servicio a la comunidad. Es muy cómodo para los directivos de museos descansar en estas empresas de visitas escolares que empiezan a ser cada vez más numerosas, del control de turistas y de personas más interesadas en las exposiciones o visitas colectivas, dejando que estas subcontratas se encarguen de la gestión de los recursos educativos.

Aprender en el museo

Hubo asimismo un tiempo en el que profesores liberados y especializados en didáctica contaron con el apoyo y licencia desde el Ministerio de Educación, y los Centros de Formación del Profesorado, así como los voluntariados y servicios sociales que ayudaron a paliar esta carencia de medios y a encontrar una vía rápida. La primera vía ha desaparecido y la segunda ha quedado relegada a la actividad desinteresada de personas de edad o libres de cargas económicas que atienden a las visitas guiadas y la actividad de algunos talleres.

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En muchos casos, las Asociaciones de Amigos de Museos, Fundaciones y Patronatos son los que asumen esta función educativa, ante la falta de medios personales y económicos de algunas instituciones museísticas. También para sortear las trabas administrativas y el empleo de los escasos fondos públicos.

©Museo de CCNN de Madrid

Frente a ello el esfuerzo de los veinte años de actividad y formación del Máster en Museos de la Universidad de Zaragoza viene a ser un ejemplo de voluntad y de actividad continuada en la Difusión, Educación y Acción Cultural que son objetivos ineludibles de los museos, sean cuales sean sus objetos, contenidos y tesoros expuestos. Para atender a las demandas de visitantes y los contenidos de una actividad educativa adecuada, el profesorado del máster y sus alumnos que han pasado por éste en ese período de tiempo han procurado concienciar y aprender, respectivamente, las bases de una didáctica al servicio del visitante de museos. Es evidente que las situaciones han evolucionado y que los recursos con los que comenzábamos han mejorado de forma práctica y en calidad de diseño. Cuando a finales de los 80, por influencia de las hojas didácticas, cuadernos de trabajo o materiales gráficos y audiovisuales nos servíamos, cual resistentes políticos del pasado, del ciclostil, offsset y fotocopiadora por doquier, para multiplicar y repartir esos materiales, de la misma forma que nuestros audiovisuales se reducían a diaporamas y películas de muy baja calidad y menos sincronía audiovisual, estaba más que justificado este quehacer. Con él, poco a poco, los que nos vinculamos con la educación aprendimos a diseñar con nuevas herramientas informáticas y tratamientos de imágenes fijas y en movimiento. Difícilmente podríamos haber imaginado que nuestras primeras difusiones a través del correo y mailing postal, iban a quedar hoy ridículas con la utilización de la web, los blogs, las wikipedias y las redes sociales. Hoy, es ya una realidad que cualquier museo dispone de una página web. Los materiales se pueden descargar fácilmente de la red en documentos PDF gratuitos y las actividades se multiplican y se anuncian por todo el mundo cibernético en escasos segundos.

©MNAT

©Villa romana de Centcelles (Tarragona)

©Villa del Munts (Tarragona)

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Analizar en este caso los productos didácticos y los materiales que se ofertan al público o al profesorado para sus tareas docentes en el museo, cuenta con el agravante de que muchos de estos productos gráficos o audiovisuales no tienen continuidad, ya que dependen de las contratas y de la duración o efectividad de las empresas y de los gustos y cantos de sirenas que estén acostumbrados a escuchar algunos directivos de museos. Por poner un ejemplo lo suficientemente llamativo y demostrativo: dentro de la red de museos estatales existentes en Madrid, sólo uno cuenta con un equipo educativo activo dentro de su plantilla reglamentaria. En otros casos, esta actividad se adjudica a las mencionadas empresas que tienen como fin responder puntualmente a las demandas de público, sin una unidad dentro de los contenidos educativos a los que tenía que volcarse y en los que responsabilizarse la Dirección de Museos Estatales, más interesada en observatorios de público o hasta el diseño de propuestas que resultan entelequias.

©Museo de cerámica de Alcora

©Museo del Ferrocarril Madrid-Delicias

Exacto. Vivimos en el mejor de los mundos imaginables y consumibles, pero siguen existiendo los mismos problemas de accesibilidad no sólo para personas discapacitadas, sino para nuestros mayores. Ni se han cambiado los textos, ni las tipografías e imagino que faltarán muchos años para que tengamos textos en braille, comunicadores con el lenguaje de signos o espacios y servicios para todos. Algún día tendremos, como en muchos países de la Unión Europea, textos en macrotipos, porque llegando a una cierta edad, todos tenemos problemas visuales. Quizás tengamos voluntarios y relaciones públicas en los museos, como en los museos americanos, y nuestras recepciones empiecen a pensarse como una tienda o almacén con ofertas y documentación atractiva. Entonces posiblemente podamos pensar que algo empieza a cambiar. El cambio es más mental y de disposición personal que de aparatos e instalaciones.

Aprender en el museo

Nuestros alumnos del máster podrán preguntarse, si no he exagerado en esta visión derrotista, ya que todo parece ir por buenos caminos virtuales e informáticos. Incluso puede haber alguien que vea que cada vez más existen audioguías de alquiler en casi todas las salas y exposiciones, y las librerías y tiendas de algunas instituciones culturales y expositivas, caso de Ibercaja, La Caixa, Casa Encendida, Mapfre y naturalmente los grandes museos cuentan con material de venta en todos los campos: escolar, divulgación, catálogos, libros de estudio, monografías, material audiovisual e informático, cuando no el consumo más sofisticado: obras de arte, reproducciones, objetos de diseño, moda y toda clase de regalos.

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Pedro Lavado ©Taller de caligrafía

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Maleta didáctica ©Museo Valenciano de Etnología

Maleta didáctica ©Museo Valenciano de Etnología Maleta didáctica ©Museo de CCNN de Madrid

Maleta didáctica ©MNAT

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Hace veinte años monté en Zamora con el apoyo del Centro de Profesores, la Escuela Universitaria de Formación del Profesorado, el Centro de UNED de la zona y Caja Zamora una exposición sobre los recursos didácticos (de los museos) en la escuela. Hoy todavía me parece estar viendo aquellos recursos gráficos y audiovisuales con que contábamos en los museos del momento. Yo entonces disponía de una abundante documentación de materiales didácticos existentes no sólo en España, sino en los principales museos de Europa y que había ido atesorando en mis viajes o intercambiando con los colegas de Departamentos de Educación de estos centros. Hoy me hacen sonreír, porque es increíble lo que hacíamos con tan pocos recursos y echando mucha imaginación: hojas, paneles, pósters, recortables, maquetas, tebeos, juegos, maletas didácticas y publicaciones pedagógicas. Algunos son tan valiosos que incluso pueden verse en esta exposición, porque además son parte de estos dos decenios de historia pedagógica del Máster en Museos, de la misma forma que muchas de las actividades desarrolladas por los alumnos y sus trabajos prácticos. Si todavía hoy tuviera que hacer una historia de los materiales didácticos de los museos, tendría que recurrir a esos recursos del pasado que siguen tratando de explicarnos quienes eran los hombres prehistóricos, la lengua de los egipcios o de los íberos, las formas de vestir o las máscaras del teatro griego y romano. Las técnicas artísticas y los materiales utilizados para las representaciones plásticas en aquellos casos nos hacían servirnos de escayola, pastillas de jabón “lagarto” y placas de linóleo y todo el material de papelería imaginable y reciclado que encontrábamos en contenedores y en trasteros. Era fácil vestirse de romano, romántico o de dinosaurio con una cierta imaginación. Interpretar la historia de la Campana de Huesca con rey, nobles y soldados, incluso con perro, o hacer las maletas didácticas más imaginativas: el románico, el desierto egipcio, las técnicas artísticas, la última maleta de Goya... Es evidente que la visita explicada, dramatizada o participativa tendrá poca sustitución, porque nuestros visitantes reclaman esa comunicación personal o los happening y living histories. Las audioguías pueden introducir elementos de apoyo como la música, voces y sonidos, lo que los comunicólogos llaman elementos fríos que gozan de una enorme capacidad de sugerencia. Hay museos que he visto con terminales de ordenador por doquier o donde recibes una PDA a la entrada, caso de Sibaris, e incluso ves los almacenes, archivos, la excavación y te comunicas a través de la red con los técnicos. Pero, los tradicionales recursos gráficos siguen siendo los más empleados para estimular a los alumnos. Cómics y tebeos son ilustraciones baratas y muy sensibles. Por eso, muchos museos han creado un personaje como incentivo de sus visitas: es la mascota o compañero de viaje. Algunas ilustraciones logran una gran fidelidad de personajes históricos, artísticos,

Material didáctico

Maleta didáctica ©Museo de CCNN de Madrid

Material didáctico

Los antiguos documentales televisivos sobre la naturaleza o la vida y obra de muchos artistas son adquiribles sin ningún problema, remasterizados y pasados al último sistema, incluso el DVD y Blu Ray. Otro tanto pasa con las publicaciones destinadas a divulgación o catálogos y en breve, quizás asistiremos a la comercialización de clónicos de las obras de arte y de la naturaleza. Los museos hoy hacen también referencia a culturas lejanas cuyos miembros ya forman parte de nuestra sociedad y tienen una función didáctica integradora y participativa para cambiar la noción del museo ilustrado por un Museo del Tercer Milenio. Pedro Lavado Paradinas Jefe de Servicio de Educación y Difusión. MCU

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20 años del Máster en Museos: Educación y Comunicación

Algunos recursos, como los recortables y maquetas, siguen teniendo esa atracción que hace que más allá de las casas, mobiliario, trajes y personajes o animales, el niño y adulto entiendan que el espacio real se entiende mejor con ellos. Muchos museos han realizado sus propias maquetas del edificio, del entorno o de los objetos más representativos. Hay ciudades de papel, animales, objetos de tecnología que se mueven y funcionan y naturalmente de todos los tamaños. En esa línea, las vidrieras artísticas, los mosaicos, los puzzles, las láminas para colorear y dibujar, los cuadernos de artes plásticas y los monumentos más conocidos del patrimonio como pirámides, templos, castillos y demás son recursos para no olvidar. Los juegos históricos y de origen arqueológico cuentan con una enorme atracción, caso del Senet, Juego Real de Ur, parchís, menkla, ajedrez, juegos de rol, del pasado o del tipo Monopoly, Oca, Escaleras y Serpientes, Trivial y cartas que permiten la participación de familias y grupos determinados y una sensibilización y aprendizaje sobre objetos del museo en cuestión. Las maletas didácticas de los museos siguen siendo su mejor embajada cultural e invitación para propiciar una visita. Atienden a todos los temas artísticos, biológicos, científicos, tecnológicos, de educación cotidiana o temas sociales de integración y participación. Junto a ellas los Kits o cajas y estuches individuales permiten recrear la actividad del arqueólogo, etnólogo, biólogo, restaurador, artista o músico, o aprende sobre la escritura, el grabado, la cerámica, el huerto en casa o la imprenta.

Aprender en el museo

Maleta didáctica ©Museo Sorolla

Material didáctico Maletas didácticas ©Museo Nacional Colegio de San Gregorio de Valladolid

literarios y científicos. Grandes ilustradores y dibujantes han intervenido a lo largo de las últimas décadas. Difícilmente entenderemos a los romanos y galos sin Asterix y compañía, o el mundo antiguo sin Alix (Jacques Martín) o el medieval sin Harold Foster...y naturalmente “el museo imaginario” de Tintín.

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Estudios de público en museos

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finales de los años ochenta se creó oficialmente la Visitor Studies Association, lo que supuso una revolución en los museos sobre la concepción del público y de la consideración de la oferta en programas públicos y educativos. Antes algunos pioneros habían marcado el camino, el más significativo es Chandler Screven, que ya en 1974 publicó un informe sobre informal learning, considerado el documento seminal que se adelantó más de 30 años a la eclosión que se produce en los años 90. ¿A qué se enfrentaban nuestros colegas de los años 80? Básicamente a un museo muerto, a un museo elitista, pensado por expertos y para expertos, con una concepción epistemológica neopositivista, y una presentación museográfica taxonómica, sin medios comunicativos, ya que los artefactos, las obras o las piezas estaban atesorados en vitrinas o colgadas por las paredes. Un póster del departamento de educación del Museo de Exeter dibujaba muy bien el panorama con un vigilante dormitando en una silla compartiendo la misma telaraña con una pieza cercana. Un error habitual es presuponer que en el museo tradicional no se desarrollaban actividades educativas y que no había una concepción comunicativa con el visitante. Aunque la reflexión explícita fuera menor que ahora, se disponía de un marco teórico y actividades coherentes. Esta concepción dominante era la teoría transmisiva basada en una teoría tradicional del aprendizaje y la enseñanza, donde la persona, como la ciencia, acumulaba información miméticamente mediante memorización repetitiva, sin emoción y solitaria. 31

A pesar del evidente peligro del verbalismo y los falsos modelos de buenas prácticas, el aprendizaje en museos es hoy una práctica socializada, con un reconocimiento explícito a la diversidad de estilos de los visitantes, para los que es necesario el diseño de escenarios motivacionalmente envolventes, en los que los vínculos emocionales se programen tanto como las interacciones y en un contexto significativo (no olvidemos que la cognición situada es su paradigma teórico). Mayor accesibilidad, mayor inclusividad, mayor toma de conciencia y memoria, más conocimiento y puestas en valor explícitas, y un uso inteligente de la tecnología, pueden ir unidas, como deseos irrenunciables a largo plazo de la cultura material, a una mayor puesta en valor de las colecciones, de sus discursos disciplinares asociados, y a un mayor deleite estético. Mikel Asensio y Elena Pol Universidad Autónoma de Madrid / Interpretart

Aprender en el museo

Lo que en su momento era una rara intuición experta se fue generalizando en los años 90 de manera imparable, no sin contar con algunos atrincherados conservadores y estetas irreductibles. En esos años escribíamos aún sobre los “objetos por el amor inanimados” y la contemplación iba poco a poco cediendo espacio al entendimiento. Hoy no se concibe un museo sin un departamento de programas públicos y educativos, y sin un departamento de comunicación que planifique la conexión con los segmentos prioritarios de público elegidos (implícita o explícitamente), con un papel pro-activo (hacia adelante) y pre-activo (hacia atrás), en los dos planos decisivos de la concepción de un museo, el de la gestión y el de la planificación.

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La crítica al modelo educativo implícito fue inseparable de la puesta en cuestión de la museología y la museografía tradicionales. Así lo entendieron los pioneros como por ejemplo Boherdegui u Oppenheimer, que supieron liderar cambios sustantivos en los museos de historia natural o ciencias respectivamente, recurriendo a dioramas, escenografías, maquetas o audiovisuales, gráfica e inclusión de manipulativos, y sobre todo, cambiar la consideración de los públicos, con unos programas públicos y educativos ambiciosos.

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¿Comunicación? Sí, gracias



3.500 espacios, quizá unos pocos más, pero si te pasas, vamos con la tijera”. Para una experta en comunicación no es muy estimulante, pero...es un reto. Un reto como lo fueron los inicios de la comunicación en los museos, cuando todo el mundo parecía estar de acuerdo en una única cosa: que eso no era necesario para nada, puesto que los museos llevaban dos siglos tan ricamente sin ella. Como mucho, un periodista para lanzar notas de prensa, y aún como una concesión. Ah, pero hoy, apenas quince años después, nadie concibe una organización tan socialmente relevante como un museo sin un buen departamento de comunicación, un equipo de personas dedicadas a encontrar los mejores canales para poner en contacto al museo con sus públicos, con la gente, esos que hacen colas para ver la última exposición, las familias de fin de semana, los guiris requemados que no se quieren ir sin su pizca de cultura. ¡Vaya, van 903 espacios y no he entrado aún en el meollo! Porque el meollo es lo que han sido estos años –lo siento, no recuerdo cuántos– colaborando primero con el postgrado y ahora con el máster, para ayudar a los alumnos a pensar desde la comunicación en su actividad de gestores en museos, centros culturales y espacios patrimoniales.

Es sin duda por eso y por su equipo entusiasta y sus alumnos siempre interesados –no diré nombres, pero recuerdo muchos– que es tan divertido, creativo y apasionante hablar de comunicación en el Máster en Museos. Uf, ¡3.527! Alba Espargaró Colom Diputación de Barcelona

20 años del Máster en Museos: Educación y Comunicación

Así que estamos ya en el máster: la comunicación está en el título, ¡qué os voy a contar! Hablamos de textos escritos, de objetivos, de banderolas venecianas, de imagen corporativa y de diseño para todos. Hablamos de publicidad y publicity, de relaciones públicas, cuñas de radio y medios no convencionales. Cada vez más de marketing viral, de la web 2.0 y de estrategias one to one. Descubrimos quiénes son y para qué sirven los prescriptores, qué es un plan integral y cómo y cuándo algo es noticiable. Pero descubrimos sobre todo, qué es eso que llamamos comunicar, eso que parece tan fácil pero, ¡ay! se revela a veces tan complejo. Y eso que llamamos hechos comunicables, que según el diccionario, es aquello digno de comunicarse, sociable, tratable y humano. Justo la materia con que trabajamos, los museos y su actividad, la cultura en todas sus riquísimas variaciones.

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Aprender en el museo

Primero fueron aquellos seminarios del postgrado, antes de darle vuelta al siglo, cuando en el marco más amplio de los instrumentos de gestión, hablábamos un poco de todo, de marketing, de públicos, de diversidad cultural, de actividades de comunicación...y a los que, gracias a Almudena, invitábamos a gente de otros museos para que nos contara sus experiencias, como las sopas de letras multiculturales del CCCB, los seminarios de creatividad con adolescentes del Museo de Arte Contemporáneo de A Coruña o el sistema de voluntariado del Thyssen. Y seminarios abiertos a otras gentes, como el de interculturalidad, celebrado en la sede del Instituto de Estudios Altoaragoneses, donde algunas alumnas extranjeras nos presentaron sus propias experiencias en México y en Venezuela, ¡y hasta una de Castellón!. Lo mejor era que a los alumnos les gustaba, eso de la comunicación que aún confundían con las actividades. No, no, no es eso, debe ser una de las frases que más han oído –y yo utilizado– en los primeros años. No es eso, es la manera como se lo hacemos llegar. Son los medios que tenemos para decirles que nos importan, que queremos gustarles, que para eso preparamos las actividades.

©Museo Pedagógico de Aragón

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De la escuela al museo

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20 años del Máster en Museos: Educación y Comunicación

Rafael Jiménez Martínez Director Honorario del Museo Pedagógico de Aragón

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Aprender en el museo

a escuela, el colegio, la institución escolar en definitiva, es ese territorio por el que hemos transitado y vivido un tiempo todos. Nos ha dejado experiencias, anécdotas, posos de sentimientos distintos, recuerdos buenos y malos que nunca se olvidan. La posibilidad de complicidad y de interacción del visitante con estos centros, los Museos Pedagógicos o de La Escuela, que están recogiendo, catalogando y conservando ese legado histórico educativo que todavía queda, es sin duda más grande que con otro tipo de museos. No es ninguna casualidad que estos “hechos escolares”, es decir, la escuela y los escolares, cuando la fotografía era un fenómeno social muy concreto y austero, dedicaran una atención especial a estas circunstancias retrospectivas. La caducidad y pérdida de importancia de tantas cosas y al mismo tiempo la multiplicidad de hechos sociales y de medios, borra la personalidad de aquellas fotografías desvaídas, rozadas, del color de un vino añejo, guardadas celosamente en cómodas y arcones. Y, sin embargo, aquellas fotos siguen siendo ahora como el ADN de unos tiempos y de unas sociedades pasadas. Es fácil imaginarse las dificultades y carencias, viendo la ropa y el calzado, la sorpresa en la ocasión excepcional de ese posar ante la cámara, reflejada en los ojos desmesuradamente abiertos de los críos, la disciplina y las normas inculcadas por el docente, en el hieratismo de las posturas de los chavales, con los brazos cruzados casi siempre, muchas veces de rodillas. En fin, los valores religiosos, políticos y sociales del momento, en la exhibición de símbolos y banderas y en las actitudes de los retratados. Tanto las imágenes como el mobiliario escolar han pasado a ser objeto y objetivo de intereses didácticos actuales. Al principio fueron los bancos corridos, sin ni siquiera respaldo, pues para eso estaba la pared. Luego los largos pupitres para seis o más alumnos, que son una muestra de la confianza en el principio del enseñar y aprender entre iguales. Esos pupitres que se han ido rescatando e incluso sacados de los sitios más extraños y dispares como pajares, falsas de antiguas viviendas de maestros, iglesias... denotan las distintas concepciones y metodologías educativas y su lenta evolución histórica. Y ya más cerca en el tiempo, los pupitres para dos alumnos y después, coincidiendo con el declinar de la madera y la irrupción del plástico, las mesas individuales pensadas para la enseñanza individualizada y para la competitividad. Pero es que las mesas de aula, los pupitres y los armarios son siempre en si mismos testimonios etnográficos claros. Mucho de este mobiliario fue hecho por carpinteros locales, convirtiéndose por tanto en piezas únicas. Su pérdida es siempre algo irrecuperable. Testimonios fundamentales eran los cuadernos escolares en cuyos textos, se ve claramente la ideologización de la escuela y el intento del poder del momento de hacerla “a su imagen y semejanza”, queriendo perpetuar su modelo social. Así, en los cuadernos de clase de una niña, en 1936, se puede ver cómo se conjuga el verbo Cantar la Internacional, o como se enuncian y se explican minuciosamente los lemas de unas Jornadas Antifascistas Escolares. También en la abundante colección de Cuadernos de Rotación que se pueden ver en el Museo Pedagógico de Aragón de Huesca, se lee la relación de fechas conmemorativas prescriptivas en la Escuela de después de la Guerra Civil: El Día del Caudillo, el Día del Dolor, el Día del Estudiante caído. Podríamos señalar mucho material que sería utilizado para musealizar un espacio de esta características como las Cartillas, Silabarios, Catones, Manuales, Compendios, Tratados, Enciclopedias, Mapas, láminas y variados recursos didácticos en escayola, cartón, papel o hule, pero ni aquí, ni ahora, es el momento de extenderse en demasía en el tema. Sin embargo, quisiera dejar constancia de la gran importancia que tiene cualquier objeto de este tipo para crear un museo que tuviese como motivo todo lo que contiene y se ha desarrollado en el ámbito escolar. Estos son los objetos propios de un museo singular.

Testimonios de alumnos Un educador de museo en el Servicio de Cultura de la Comarca de la Sidra

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0 años, ¡madre de Dios! como dice mi suegra. Y resulta que yo estaba en esa primera promoción de educador de museos, ahora máster. Me acuerdo de algunos compañeros/as, cuando el correo electrónico era un cartero con los pelos de punta, y de los primeros macintosh que tenía el colegio universitario. Recuerdo el viaje a Barcelona para visitar distintos DEAC de buenos y activos museos, las prácticas un tanto solitarias en el Museo de Bellas Artes de Oviedo y mi proyecto fin de curso que lo escribí en una pequeña máquina de escribir que me dejó mi tía, en cuya casa me alojé durante ese curso, creo que era una olivetti pluma 22 de color crema, ilustrándolo con fotos hechas en blanco y negro. La verdad es que pasé un buen año en Huesca, ciudad que quiero y con la que tengo lazos familiares y a la que voy siempre que puedo, entre otras cosas para pasear al lado de las pajaritas de Ramón Acín en el Parque Miguel Servet. El Postgrado me abrió los ojos y me ayudó a centrarme después de lo desorientado que salía de la Facultad de Geografía e Historia de Oviedo. Mi orientación profesional se ha encaminado a la difusión cultural, realizando labores de gestión en distintas corporaciones locales: programación cultural, difusión artística, programas educativos en el ámbito medioambiental, información, participación y asociacionismo, incluso algunas acciones de puesta en marcha de pequeños museos y exposiciones. Actualmente, desde hace ya 10 años, en el Servicio de Juventud y Cultura de la Comarca de la Sidra en Asturias. Luis Carlos Vecino Ferrer. Promoción 1989-1990

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Una celebración especial

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uisiera haceros partícipes de la ilusión que me hace poder celebrar este 20 aniversario del Master en Museos: Educación y Comunicación, de la Universidad de Zaragoza ya que soy exalumna de la primera edición del Postgrado en Educador de Museo (1989-1990). Dos circunstancias coincidieron por entonces: el inicio de este Título Propio de la Universidad en el Colegio Universitario de Huesca y mi primer trabajo en el Museo Pablo Gargallo de Zaragoza, poniendo en marcha el programa didáctico “Un día en el museo”. Este proyecto fue gestado y preparado meses antes (curso 87/88) puesto que yo ya colaboraba con esta institución y su director apostaba fuerte por este programa didáctico. Se presentó como el primer fruto de un Servicio Pedagógico fundamental, que sería responsable de desarrollar posteriormente otros programas de difusión. La satisfación por llevar a cabo mi proyecto fue enorme... Creo que por entonces no estaba muy bien definido este trabajo, por eso cuando me enteré de que comenzaba el Postgrado en Educador de Museo, me “lancé de cabeza” y me matriculé. Para mi era como ratificar, reafirmar que la línea de trabajo que comenzábamos era la correcta y parece que sí lo era ya que sólo hay que ver que el postgrado se convirtió en máster, la cantidad de alumnos que han pasado por él y la evolución de los museos. Años más tarde, colaboré con la Fundació Pilar i Joan Miró de Mallorca, gané el 1º Premio de Programas didácticos sobre Joan Miró (1993/94), y con el Museo Pablo Serrano de Zaragoza (1997/99), compaginándolo como profesora interina y con la pintura. Desde aquí, os animo a todos los que os gusta este trabajo y mis felicitaciones a todos los que han hecho posible la consolidación de este estudio, hoy máster que celebra su 20 aniversario. Felicidades. Elena López (Rayo de Luna). Promoción 1989-1990

“Una gran experiencia formativa” Eduardo Pérez. Museo de Escultura de Valladolid

Un magnífico recuerdo

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ue entre 1991 y 1992 cuando cursé el Postgrado de Educador de Museo. Entonces aún se llamaba así. Otras tres compañeras y yo, todos licenciados en Geografía e Historia y especializados en Historia del Arte, de la misma promoción, viajábamos desde Zaragoza, todas las tardes a Huesca, recién comidos y sin autovía. Hubo profesores más preparados que otros, asignaturas más jugosas que otras, pero, sobre todo, buena gente. Recorrimos el Serrablo (inolvidables, Enrique Satué y el ya fallecido Julio Gavín), viajamos a la Expo de Sevilla (una excelente oportunidad, bien aprovechada) y, en mi caso, pasé una semana en Bilbao, haciendo prácticas en su estupendo Museo de Bellas Artes, del que guardo un magnífico recuerdo. Más allá de los conocimientos que el curso me aportó, que fueron muchos, y de las posibilidades de ponerlos en práctica, que también se han presentado, el destino me desvió definitivamente del camino de la enseñanza. A partir de entonces mi andadura fue más insegura, pero más rica en experiencias, realizando prácticas y colaboraciones en galerías de arte, salas de exposiciones y museos y comisariando y coordinando exposiciones de patrimonio y arte contemporáneo. El curso me dio herramientas y claves básicas para moverme por esos espacios, entre piezas de todo tipo, algunas de gran belleza. Para mí, el curso fue el medio más a mano, en aquella época, para empezar a establecer un contacto más directo con el patrimonio. Pero el curso fue, ante todo, una baliza a seguir en medio de la desorientación que produce el fin de una carrera universitaria y, en definitiva, la puerta por la que me colé en un momento dado y que me ha llevado hasta el trabajo que desarrollo en la editorial Prames. Desde un punto más objetivo, la larga andadura de ese curso y su actual conversión en máster hablan de las bondades del proyecto y de quien lo ha promovido desde el principio: Almudena Domínguez. Por ello, gracias. Rafael Yuste Oliete. Promoción 1991-1992

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Desde Huesca a los Museos Estatales

Aprender en el museo

A. Azor

20 años del Máster en Museos: Educación y Comunicación

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uando decidí cursar el Postgrado en Educador de Museo, que así se denominaba el actual máster en aquel lejano curso 1991-1992, ya había apostado porque mi futuro profesional se desarrollara en el ámbito de los museos. Sabía que no era una opción fácil, que debía pasar por una oposición en la que se convocaban pocas plazas y no todos los años, pero me di un tiempo para intentarlo. Había tenido ya un primer contacto con el trabajo en el Museo de Zaragoza en el que, gracias a la generosidad de Miguel Beltrán, su director, había desarrollado un periodo de prácticas en el curso 1990-1991, nada más acabar la licenciatura de Historia en la Universidad de Zaragoza. Mis planes para el curso 1991-1992 eran “encerrarme” en la casa paterna en Huesca y dedicarme a estudiar las oposiciones al Cuerpo de Ayudantes de Museos del Estado y pensé que cursar el Postgrado sería un buen complemento para mi preparación. Y así fue, el postgrado constituyó un excelente complemento a la formación más práctica que había adquirido en Zaragoza porque me permitió consolidar mi formación en museología, totalmente autodidacta hasta ese momento, conocer proyectos y experiencias que se estaban desarrollando en diferentes museos españoles y tomar contacto con profesionales de diferentes ámbitos. En ese momento el Ayuntamiento de Huesca estaba preparando una exposición sobre los hallazgos arqueológicos de los últimos años en la ciudad (Una mirada singular. Huesca en el pasado: arqueología urbana. 1984-1992) y Almudena Domínguez nos propuso a mi compañero Ramón Lasaosa y a mi realizar unos cuadernos didácticos como trabajo de fin de curso que fueron publicados y sirvieron de base para los talleres y recorridos que hicieron los escolares oscenses en la exposición.

Ese año 1992 mis esfuerzos dieron su fruto y aprobé las oposiciones al Cuerpo de Ayudantes de Museos, cuyos exámenes compaginé con las últimas clases del postgrado y con la elaboración del proyecto final. Me incorporé al curso de formación obligatorio para los nuevos funcionarios en octubre de ese mismo año y en enero de 1993 tomé posesión en mi primer destino en el Museo de América, en Madrid. En 1997 ingresé por promoción interna en el Cuerpo Facultativo de Conservadores de Museos, siendo mi primer destino la Subdirección General de Promoción de las Bellas Artes, donde desarrollé trabajos de coordinación de exposiciones de ámbito nacional e internacional y que resultó fundamental en mi carrera profesional, puesto que me abrió la puerta a la especialización en la gestión de museos y patrimonio histórico que he seguido desarrollando hasta hoy y supuso el inicio de una etapa de 9 años de trabajo con la que entonces era la Subdirectora de esa unidad, Marina Chinchilla. En 1999 me trasladé al Museo Arqueológico Nacional, donde continué ocupándome de las exposiciones temporales, además de hacer labores de apoyo a la dirección. En el año 2001 me incorporé a la Subdirección General de Museos Estatales, en la que continuo trabajando en la actualidad, primero en el área de infraestructuras museísticas y museografía y desde el año 2005 como Consejera Técnica con dos líneas de trabajo principales: el programa de formación y el de relaciones internacionales de la Subdirección. A pesar de que el postgrado de Huesca estaba centrado fundamentalmente en la Educación y Difusión y de que mi carrera profesional se ha desarrollado en el ámbito de los museos, nunca he trabajado esta faceta de la actividad museística de forma directa. La carrera administrativa me ha llevado por otros derroteros, pero, sin ninguna duda, los conocimientos adquiridos y las experiencias vividas en el curso fueron de gran ayuda en mi formación y en los inicios de mi trabajo, por eso este año, cuando Almudena me llamó para impartir una clase, me hizo una ilusión especial reencontrarme con el máster y comprobar que sigue teniendo la misma aceptación y vitalidad, si no más, que cuando yo lo realicé allá por el año 1991. Ana Azor Lacasta. Promoción 1991-1992

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Estrategias críticas para una práctica educativa en el Museo Patio Herreriano

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e estado rastreando por la web cómo va el Máster en Museos: Educación y Comunicación al que sigue al frente, cada año, Almudena Domínguez. Cada vez más gente me pregunta interesándose por que les cuente mi experiencia en dicho máster pese a que ya han pasado 7 años desde que lo realicé. Me alegra saber que el máster va saliendo cada año y que la educación en los museos sigue presente como herramienta de formación interdisciplinar. Es todo un orgullo para mí haber participado en él y poder comentar a las nuevas generaciones mi experiencia en el mismo. Estoy trabajando en el Museo Patio Herreriano de Valladolid como mediadora en el Departamento de Investigación y Educación. Tengo ya a mi espalda seis años de experiencia que me han servido y me sirven para mucho, ya que la renovación y el estudio es necesario cada día en este trabajo. He participado también en varios congresos sobre educación con comunicaciones y en varios cursos de Introducción al arte contemporáneo, uno de los temas al que más horas dedico al estudio desde hace unos años por pura pasión. Además editamos un libro el años pasado desde el departamento de investigación y educación del Museo Patio Herreriano: “Estrategias críticas para una práctica educativa” donde recogimos las reflexiones de nuestra propia experiencia tanto educativa como estética sobre nuestro trabajo en la praxis. Mis más sinceras felicitaciones a la directora del Máster en Museos de la Universidad de Zaragoza. Eva Alcaide. Promoción 2000-2001

“Un referente importante a nivel personal y profesional” Eva García. Madrid

Una buena experiencia para emprender el camino en solitario

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M. Gil

a Universidad de Zaragoza y el Máster en Museos: Educación y Comunicación han confiado en mi, como profesional y antigua alumna, para formar parte de manera activa en el proyecto de esta exposición en la que se conmemora su 20 aniversario. Estoy muy agradecida y entusiasmada con el resultado y la experiencia, siempre enriquecedora, que ayudan a ampliar mi humilde curriculum. Además de poder volver a estar en contacto con personas como Almudena, Jacinto, Manolo o Pedro que me transmiten su entusiasmo y afán por seguir creyendo en el trabajo que uno hace y su pasión por el mundo del arte, la educación y los museos. En el año 2000, mi recién acabada carrera de Bellas Artes me abrió una puerta hacia el mundo del diseño gráfico. Años más tarde he ido especializando mis estudios en torno a la gestión cultural, en los que formó parte activa el Postgrado de Educador de Museos, del que guardo un gran recuerdo por la dinámica de sus clases, las herramientas y conocimientos que nos enseñaron y la diversidad de opiniones y personas que llegamos a conocer. En el año 2006 aposté por emprender el camino en solitario, enlazando mis conocimientos de diseño con la puesta en marcha de propuestas expositivas; y hoy en día dedico mi tiempo a trabajar en proyectos museológicos y museográficos de museos y centros de interpretación, exposiciones, ferias, publicaciones... con el nombre comercial de Imagina estudio creativo. Una iniciativa que se va enriqueciendo cada día con nuevas ideas transformadas en imágenes para comunicar emociones. Mónica Gil Sanvicente. Promoción 2000-2001

J. Blázquez

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20 años del Máster en Museos: Educación y Comunicación

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unio de 2001, a punto de licenciarme en Historia del Arte por la Universidad de Salamanca, un amigo de la Facultad de Ciencias Humanas y de la Educación me dice que en Huesca hay un postgrado en educador de museos. Me intereso y me encanta el programa. Quiero hacerlo. Empieza en seis meses y aún tengo tiempo de hacer el CAP. Enero de 2002. Llego a Huesca. Me instalo. Y de forma solemne, comienza el postgrado. Todas las tardes tenemos clase. Vienen profesores con perfiles muy diferentes. Mejor. Cuanta más variedad, más se amplían nuestros conocimientos. Casi en cada clase pregunto, discrepo e intento sacar el máximo de provecho de los profesores. Las clases son intensivas y a muchos sólo les veré unas horas y hay que “aprovecharlos”. Mi formación en Huesca me sirvió para sacar muchas conclusiones y plantearme otros muchos interrogantes. Pude imaginar y teorizar, pero a penas pude llevar ideas a la práctica. Junio de 2002. Llego al Museo de la Universidad de Alicante (MUA). Allí realizo las prácticas del postgrado. Fue una oportunidad fantástica. Es fundamental el contacto con la realidad del museo: entresijos del montaje, notas y ruedas de prensa, comentarios de los visitantes, hojas de sala, edición del catálogo, visitas a las exposiciones con estudiantes y adultos. Todo el día haciendo preguntas y apuntando observaciones. Y cabe decir que todo el personal me acogió y me trató como uno más, ¡gracias!. En los años posteriores, realicé un proyecto en un gabinete de Arqueología de Vila do Conde, Portugal, trabajando allí durante un año y medio y más tarde en Gerona como educador en diferentes monumentos y salas de exposiciones de la ciudad. En 2006, vuelvo a Huesca y me reencuentro con el actual curso de Máster en Museos: Educación y Comunicación, fue una gran experiencia, ya que tuve la oportunidad de impartir una sesión académica titulada: “Ser educador, un problema de consciencia”. Actualmente trabajo en el departamento educativo de la Fundación Caixa Girona; organizo cursos y hago visitas y talleres en las diferentes exposiciones temporales que tenemos en nuestras salas. Tengo claro que lo que hago me gusta y que quiero mejorar. Desde hace unos años intento poner en práctica diferentes

Aprender en el museo

De Ávila a Huesca, haciendo prácticas en Alicante, pasando por Portugal y trabajando en Gerona

estrategias. Me considero un privilegiado por poder trabajar con libertad: yo elaboro los discursos de las visitas, los talleres, y los interrogantes, que se ven ampliados en cada actividad por los diferentes públicos. Y excepto el horario y el presupuesto para material, pocas cosas más condicionan mi trabajo actual. Soy consciente de las condiciones de trabajo de otros educadores de museo y a pesar de que esta libertad debería ser lo habitual, desgraciadamente todavía no lo es. Espero que el Máster en Museos: Educación y Comunicación, logre ayudar a futuros educadores a concienciarse de la necesidad de reflexionar sobre su labor, y de la necesidad de ser conscientes de por qué hacen lo que hacen, e intentar ser consecuentes con todo ello. ¿Cuál es el camino correcto en la educación en museos? ¿Hay uno? ¿Llegaré a saberlo algún día? ¿Cómo podemos saber si hacemos bien nuestro trabajo? Creo que si ayudamos a la gente a reflexionar sobre lo que ven o lo que sienten, que en cierto sentido es lo que son, y les hacemos conscientes de ello, iremos por el buen camino. Juan Blázquez Sánchez. Promoción 2001-2002

Experiencia en educación y museos

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L. Irazabal

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l postgrado de “educador de museos” fue uno de los puntos clave a la hora de encauzar mi futuro dentro del mundo de los museos. Tenía claro que quería trabajar en un museo pero no cómo. Antes de realizar el postgrado, otra experiencia me hizo descubrir la didáctica en los museos, el verano anterior al último curso de la carrera fui seleccionada para realizar las prácticas en el Gabinete Pedagógico de un museo que parecía de otro planeta, el Museo Guggenheim. Me tocó ser parte de un proyecto didáctico que en aquellos momentos estaba dando sus primeros pasos en Bilbao. Se trataba del programa “Aprendiendo a través del arte / Artea ikasbide”. Mi labor consistía en acompañar y echar una mano a un artista que mediante experiencias plásticas complementaba las materias del diseño curricular de aquellos alumnos. Esta experiencia en el aula culminaba con una exposición temporal en el Guggenheim, ¡ni los mejores artistas!... Finalizada la carrera y un par de postgrados realicé unas prácticas en el Euskal Herria Museoa de Gernika (Bizkaia), de donde soy. No era un museo tan célebre, pero si enriquecedor en cuanto a la realidad de la mayoría de los museos, donde el personal tiene que hacer de todo: creación, montaje, difusión, exposiciones, estudios de público, repintar paredes,... Más tarde fui contratada, pero los presupuestos no daban para mucho. Llegó al museo el folleto del Postgrado de Educador de Museo de la Universidad de Zaragoza y decidí continuar mi formación especializándome en lo que me gustaba. La experiencia en Huesca fue muy enriquecedora, se creó un ambiente muy bueno de debate entre los compañeros, y esto nos permitió ver y conocer diferentes puntos de vista de la didáctica en los museos, bastante teórica pero muy válida para la práctica posterior. Conocí a Mariví Antoñanzas, del Museo de Bellas Artes de Bilbao y gracias a ella conseguí mi primer trabajo como responsable de actividades pedagógicas en el Museo de Las Encartaciones en Bizkaia, ¡muchísimas gracias Marivi!. Me dio la oportunidad de dirigir un departamento que ya estaba consolidado, en el que pude poner en práctica el conocimiento adquirido en la Universidad de Zaragoza. Aprendí mucho del funcionamiento de un museo y de las relaciones en el mundo laboral. En estos momentos he vuelto a mis orígenes, estoy en el Euskal Herria Museoa trabajando en lo que más me gusta. En resumen, me encontré con un puesto de dudosa continuidad, pero atractivo, con la oportunidad de crear desde cero todas las actividades del museo, en el que estamos despegando y dando a conocer nuestra oferta pedagógica, en solo dos cursos. La sensación de descubrir el mundo de la educación en los museos me ha aportado satisfacción cuando los más jóvenes después de una actividad te comentan: “¡Qué bien me lo he pasado en el museo!” y puedes comprobar que sin apenas darse cuenta han adquirido nuevos conocimientos. Eso te llena, esa sensación recompensa el esfuerzo. Leire Irazabal Basabe. Promoción 2002-2003

Se hace camino al andar

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C. Entrena

ra una mañana de primavera cuando, al volver de clase, encontré en mi buzón un sobre de la Universidad de Zaragoza, dentro, el folleto del Máster en Museos: Educación y Comunicación. Faltaban unas pocas semanas para concluir Magisterio y no tenía claro qué hacer..., esa carta decidió mi futuro hacia la enseñanza en los museos. Los meses de clases presenciales pasaron pronto; pero fueron suficientes para acercarnos a la realidad de los museos, su funcionamiento, las ilusiones de tantas personas que trabajan en ellos y un mundo apasionante por descubrir. Lo más interesante, sin duda, las experiencias prácticas, las visitas a museos, los materiales didácticos, las experiencias de otros educadores de museos..., y los buenos ratos con los compañeros, ¡claro!. Llegaron las prácticas, la parte más fructífera del máster porque es el contacto con esta realidad lo que te llega a fascinar... Aún recuerdo el día en el que Almudena me propuso hacer las prácticas en el Museo Diocesano de Huesca, me dijo que aprendería muchísimo allí... Así fue. Pude participar en realizar visitas y colaborar en los talleres; allí encontré un ambiente de trabajo excelente... En definitiva, fue una experiencia enriquecedora, que, por suerte, continúa... He seguido colaborando en el museo durante estos dos años y espero seguir haciéndolo. El Máster en Museos ha supuesto para mí el encuentro de un camino. Aprovecho para felicitaros por el 20 aniversario a los coordinadores, a los profesores y a los demás antiguos alumnos, ¡seguid así! Y, al Museo Diocesano, de quienes tanto aprendo cada día: ¡gracias!, especialmente a José Mª Nasarre, Susana y a los voluntarios (¿qué sería del museo sin ellos?)... Cielo Entrena Fernández. Promoción 2005-2006 41

20 años del Máster en Museos: Educación y Comunicación

Aprender en el museo

“Desde el Postgrado en Educador de Museo a la University College of London” Ana Agudo. Reino Unido

Material gráfico y piezas expuestas VESTÍBULO Y ESPACIO 1:

Un primer espacio-homenaje dedicado a conocer estos 20 años de vigencia del Máster en Museos, su ideario, sus objetivos, en definitiva, sus señas de identidad y sus planes de futuro en torno a la universidad y el museo como espacios clave en la educación y la comunicación: • Móvil con una selección de fotografías entre más de doscientos cincuenta profesores y colaboradores que han participado en las enseñanzas del máster. • Cubo con fotografías aportadas entre cerca de trescientos alumnos que han cursado el máster y nos han mostrado sus experiencias. • Audiovisual con una mirada general y particular de las vivencias de alumnos y profesores en estos veinte años del máster.

ESPACIO 2:

Un segundo espacio de investigación sobre la evolución de la didáctica en los museos, los departamentos de educación y acción cultural como herramientas de desarrollo en el mundo actual de la museología y la museografía:

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• Reproducciones: - ESCRITURA: Alfabeto ugarítico, carta ladrillo, cilindros-sello, cañas y muestras con escritura cuneiforme. Papiro con escritura jeroglífica, sellos y kit del Metropolitan Museum (Eds. del Prado). Alfabetos egipcio e ibérico. Sellos de caligrafía árabe, cálamos, tinta, plumas, plumier turco, pergaminos, tipografías, tipos móviles de madera hindúes y sellos de imprenta japoneses del Kyoto National Museum y sellos de animales del American Museum of Natural History. - BELLAS ARTES Y MÚSICA: Cantante de Ur-Nina, Mari. Iku-Schamagan, rey de Mari. Piezas sumerias y romanas procedentes de Museos de Damasco, Alepo, Ugarit (Siria), Sistro del Museo de Civilizaciones Anatólicas y del Museo Arqueológico de Estambul. Sistro egipcio reproducido por José Moltó. Sistro de metal de Lalibela (Etiopía) y Sistro popular de Ghana. Esculturas de cabeza cicládica y cabeza de Modigliani. Figuras tridimensionales del cuadro del “Jardín de las Delicias” de El Bosco. Vidriera y Cruz metálica de Gaudí. - SOLDADITOS DE PLOMO: selección de dieciséis soldados, medievales, moldes y figuras en montaje por I. Martínez. Reproducciones del guerrero ibérico del Museo Arqueológico Nacional. Exvotos fenicios del Museo de Tiro en Líbano. Aviones, armas, condecoraciones,... de la Colección Eustaquio Castellano y Vicente Mallol. - CERÁMICA: Vasijas de vino y adobes de la ciudad celtibérica de Segeda de F. Burillo. Reproducciones ibéricas, exvotos fenicios y columnas y capiteles del Monasterio de San Juan de la Peña. - Locomotora de ferrocarril en metal, modelo mecánico de reloj del siglo XV, motor de vapor, moldes de figuras de plomo y modelos didácticos históricos y recortables de I. Martínez. - Reloj solar cañón, original de 1789 de J. Montenegro. • Maquetas: - Museos y Arquitectura; maquetas y recortables de museos y personajes de distintas tipologías: Paul Getty Museum, Museo de dinosaurios de Hamburgo, Museo Sorolla,... - Maqueta de una casa ibérica del yacimiento de La Vispesa (Tamarite) de A. Domínguez y E. Maestro. - Maquetas de casas y monumentos, realizadas por la Diputación de Huesca y el Instituto de Estudios Altoaragoneses y monumentos varios (ed. Schreiber). • Juegos: - Juego del Senet, Expedition y Piramid Explorer del Metropolitan Museum. - Juego Real de Ur del British Museum. - Juego de los perros y chacales o del sapo del Museum of Fine Arts de Boston. - Juego de Historia del Stockholm Nationalmuseum. - Juego de los Jeroglíficos del Ashmolean Museum. - Juego de los Vikingos del Jorvik Viking Centre. - Juego del Museu Calouste Gulbenkian. - Reproducciones de Juegos romanos realizadas por el TEAR de Alcalá de Henares: Latrunculum, Castrum o templo de Jerusalén, Tabla Duodecim scripta... - Otros Juegos romanos: dados, campana,... del Museo Arqueológico Nacional, Museo Nacional de Arqueología de Tarragona y Museo Nacional de Arte Romano de Mérida.

- Planchas de termophorm del Museo Tiflológico de la ONCE. - Juego de Sites procedente de Portugal, un juego del Asalto del Museo Arqueológico Nacional y un juego de Menkla hindú. - Juego de la pirámide medieval y figuras ajedrez Lewis del British Museum. - Juegos de Cartas de las Familias, barajas históricas y otras didácticas del Museo Arqueológico de Álava y del Museo Nacional del Prado. - Juegos de las familias: familia de las Meninas de Velázquez y familia de Carlos IV de Goya. - MARIONETAS: León y Andrócles (TEAR de Alcalá de Henares); Goethe y Schiller del Historisches Museum de Frankfurt; Philosophenguild de Londres: artistas, escritores, filósofos (grupos de marionetas de dedos); de animales en Yute, Bangladesh; marionetas de dedo del Museo Nacional de Altamira (Aldeasa); Fotos y marionetas de diferentes actuaciones en museos por La Luna (Centro Nacional de Arte Reina Sofía), hindúes,... • Puzzles: 2 puzzles de miniaturas de la Biblioteca Nacional de Madrid, un puzzle del Monasterio de Batalha, 2 puzzles griegos del Museo Benaki, un puzzle de arte y naturaleza del CDAN y un puzzle de Prehistoria del Museo Arqueológico de Álava. • Vidrieras y brass rubbing: - Vidrieras de temas medievales y romanos de los museos ingleses. - Placas y materiales de los museos ingleses para realizar la técnica del brass rubbing. • Kits didácticos: - Un kit del Museo Bizantino de Tesalónica, un kit de excavación de un guerrero medieval, un kit del pintor prehistórico del Musée des Beaux Arts de Bordeaux realizado por Natalie Mémoire, un kit Antika (restauración de cerámica hebrea) del Museo de Israel y Copenhague, kits de dinosaurios con piezas de plástico, un recortable en madera, un cuaderno de dibujo con siluetas y material de “dinosaurios”, kits de grabado, mosaico y escultura, kits de bolsillo de pintura y caligrafía, kits de pintores de Imaginarium, un kit del pequeño artista del Centre Pompidou en París, un kit de escultura del Wilhelm Lehmbruck Museum Duisburg y un kit de escritura y arquitectura egipcias de Eds. del Prado. • Recortables: - Piezas de museo de la exposición “Sentado Precedente” y “Rietveld. Utopía y Pragmatismo” en el Museo Nacional de Artes Decorativas, realizados por Juan Sarrais para la Subdirección General de Promoción de Bellas Artes del Ministerio de Cultura. - Recortable de una arqueta del siglo XIII del Museo Diocesano de Huesca. - Recortable de Lastanosa de Huesca. Instituto de Estudios Altoaragoneses. - Recortable del plano del Centro de Arte y Naturaleza de Huesca (CDAN). - Ciudad de papel (recortable en tarjeta postal) del Museo Nacional Colegio de San Gregorio de Valladolid. - Recortables de soldados y armaduras medievales inglesas, pop-up de museo ingleses: mayas, romanos, griegos y egipcios. Casco galo y casco romano del Musée du Louvre. Puerta Holstentor de Lübeck (Schreiber). - Láminas para colorear y hacer vitrinas, recortables de cartulina y reproducciones en acetato de Tower of London Museum y del British Museum. - Foxi de Miguel Ruiz y Tía Nórica del Museo de Cádiz (dossier y recortables).

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• Tebeos: - Asterix. - Alix (libros de Egipto, Pompeya y Grecia). - Tintín: el teatro de marionetas de la Castafiore y el museo imaginario. - Tobi de Juan Espallardo y Manara de Hugo Pratt. - Medievales: El Cid y Príncipe Valiente (obras de Jesús Blasco). - Personajes creados: don Silbato, Muselito, Museo del Ejército, Toledo.

Aprender en el museo

• Libros infantiles y de divulgación: - Abecedario - Libros para colorear: Historisches Museum de Hamburgo, Museo de Estambul y Göreme Milli Parklar de Capadocia. - Aprender Arte, Valencia. - FRAYLING, C., FRAYLING, H. y RON VAN DER MEER (1993), Carpeta de Arte. Un recorrido único y tridimensional por la creación del arte, Ediciones Destino.

20 años del Máster en Museos: Educación y Comunicación

• Living histories: - Historie board con alumnos del Máster Oficial de Museos de Granada. - Películas, cintas, DVD´s, de los Museos y su música clásica y popular en mp3; textos y grabaciones de conciertos en museos y exposiciones. Además de cuentacuentos y escenografías. - Teatro en museo del Museo del Ferrocarril Madrid-Delicias.

• Hojas, guías didácticas y materiales didácticos de los departamentos de educación: - Hojas de sala del Museo de Arte de Gerona y de los Museen Preussischer Kultur-Besitz de Berlín. - Guía didáctica del Museo Pablo Gargallo de Zaragoza. - Guías didácticas del Museo Nacional de Arqueología de Madrid. - Cuadernos didácticos del Museo de Arte Romano de Mérida, del Museo Nacional de Antropología y del Museo Nacional Colegio San Gregorio de Valladolid. - Guías del MPZ del Musem Pädagogischen Zentrum de Munich. - Cuadernos didácticos de cerámica bajomedieval del Museo de Teruel. - Materiales didácticos de varios talleres del Museo Diocesano de Huesca: taller de scriptorium en la Edad Media, talleres de pintura medieval y barroca, disfraces del taller de iconografía, reproducción de un arco del taller ¿Cómo se construye una Catedral? y marionetas del taller Lastanosa. - Folletos de actividades didácticas, postal invitación para la inauguración infantil, guías para trabajar los docentes antes y después de la visita al museo y guías para familias dirigidas a diferentes edades del CDAN. - Cuadernos didácticos y maquetas en cartulina de GOZARTE. - Cuadernos didácticos del Museo Diocesano de Arte Sacro de Bilbao. - Cuadernos de trabajo del British Museum. - Cuaderno sobre la moneda del Ashmolean Museum. - Guía didáctica del Museo Esteban Vicente de Segovia. - 2 libros sobre técnicas y vocabulario artístico del MPZ (Center for Museum Education) de Munich. - Construcción de un telescopio y relojes de sol y nocturlabios del ... - Guía y libro de actividades del Exploratorium: the museum of science, art and human perception, de San Francisco.

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• Selección de libros de museología, patrimonio y didáctica: - BATISTA, V., (2004), Una aproximación a la función social y educativa de los museos, Garafía, Consejería de Educación, Cultura y Deporte, Dirección General Patrimonio Histórico de Canarias, Eds. Alternativas, Proyecto Editorial Arsdidas, La Palma. - BELLIDO GANT, Mª LUISA (2001), Arte, museos y nuevas tecnologías, Trea, Gijón. - DOMÍNGUEZ ARRANZ, A. (ed.) (2009), El patrimonio arqueológico a debate: su valor cultural y económico, Zaragoza. - FERNÁNDEZ, O. y DEL RÍO, V. (2007), Estrategias críticas para una práctica educativa en el arte contemporáneo, Museo Patio Herreriano, Valladolid. - FULLEA, F. (1987), Programación de una visita escolar a los museos. Recursos y metodología para un aprovechamiento didáctico, Escuela Española, Madrid. - GARCÍA, A, SANZ, T. y MACUA, J. I., (1980), Función pedagógica de los museos, Ministerio de Cultura, Secretaria General Técnica, Madrid. - JOERISSEN, P. (1985), Museumspädagogik, Editorial Rheinland y Bonnn, Rudolf Habelt, Colonia. - KOTLER N. Y PH. (2001), Estrategias y marketing de museos, Ariel, Barcelona. - LIDÓN, C. (2005), Educación como mediación en Centros de Arte Contemporáneo, Universidad de Salamanca, Consejería de Educación de Castilla y León. - LORENTE, JESÚS P. (coord.) (2003), Museología crítica y arte contemporáneo, Universidad de Zaragoza. - MARTÍNEZ LATRE, C. (2007), Musealizar la vida cotidiana. Los museos etnológicos del Alto Aragón, Instituto de Estudios Altoaragoneses y Prensas Universitarias, Zaragoza. - MONTENEGRO, J. (2006), Utilización didáctica del museo. Hacia una educación integral, Egido, Zaragoza. - SANTACANA, J. y SERRAT, N. (coords.) (2005), Museografía didáctica, Ariel, Barcelona. - PASTOR, Mª LUISA (2004), Pedagogía museística. Nuevas perspectivas y tendencias actuales, Ariel, Barcelona. - VILLALBA, M. (2000), Por amor al arte, Grafilia, TGA, Madrid. • Estudios de público: Mikel Asensio, Elena Pol, Ángela García, Luis Caballero y los estudios de los DEAC de Museos de Lugo y Valladolid. • Talleres y exposiciones didácticas en museos y centros de arte: - Talleres de mosaicos del Museo de Écija por Tamar Lavado. - Un taller de mosaicos y teselas del TEAR en Alcalá de Henares. Rostro femenino en mosaico de Mádaba. - Promoción de las Bellas Artes. - Ejemplos de talleres en museos de Alemania, Francia, Holanda... - El Camino de Santiago (taller escolar y de los CPR de Madrid y Santiago de Compostela) - La Catedral Medieval y Monjes y Frailes (taller en Gerona, Orense y Lugo) - Jardín de las Hespérides y el mito de Hércules. - Mitología del Museo Valenciano de Etnología: Nosotros los dioses. Exposición, maleta y DVD por J. A. Alcántara. - Cámara de maravillas (Frankfurt, Tenerife...). - Paneles del IPHE, la restauración al servicio del Patrimonio (exposiciones en Orense, Oviedo, Lugo...). - Taller de arqueología, museología y restauración. Ludoteca del Centro Cultural el Soto, de Móstoles.

• Fotografías: - P. Lavado, A. Domínguez, G. Martínez y V. Falcó: diverso material fotográfico. - A. Domínguez, Aula de Arqueología en Herrera del Pisuerga (Santander), con A. Escanilla. - E. Grangel, Museo de Cerámica de Alcora. - ARTIUM, Centro-museo vasco de arte contemporáneo en Vitoria. - P. Caldera, Red de Museos de la Junta de Extremadura. - T. Luesma, CDAN, Centro de Arte y Naturaleza en Huesca, foto de V. Falcó - J. A. Alcántara, Museo Valenciano de Etnología. - MUA, Museo de la Universidad de Alicante. - P. Sada, Museo Nacional de Arqueología de Tarragona. - Museo Nacional de Arte Romano de Mérida. - Museo de Ciencia y Técnica de Cataluña en Tarrasa. - Museo Provincial de Huesca. - Museos Científicos de A Coruña. - C. Gómez, Museo Provincial de Zaragoza. - R. Cilla, Museo Diocesano de Arte Sacro de Bilbao. - A. Polo y M. de los Ángeles, Museo Nacional del Colegio San Gregorio de Valladolid. - L. González, Museo del Ferrocarril Madrid-Delicias. - A. Moi y M. Belinchón, Museo Nacional de Ciencias Naturales en Madrid y Museo de Ciencias Naturales de Valencia. - Museo Pedagógico de Aragón. - C. Palacios, Museo Würth. - S. Villacampa, Museo Diocesano de Huesca. - Alumnos del Máster en Museos: Educación y Comunicación de distintas promociones. • Videos: Realizados por los CPR de Alcalá de Henares y Orense. Talleres en el MAN, Museo Nacional de Ciencia y Tecnología y Museo de Ciencias Naturales. Videos técnicos sobre el C14, serie sobre Barcelona romana. Colección del Museo de Álava. Sobre las técnicas de pintura de la cueva de Altamira. Videos de la Unidad de Museos y Exposiciones del Ayuntamiento de Zaragoza y videos sobre la vida romana del Museo Nacional de Arqueología de Tarragona.

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ESPACIO 3:

Un último espacio dedicado a conocer proyectos realizados por alumnos y profesores del máster, además de recursos y materiales didácticos para los museos:

• Museos imaginarios realizados por los alumnos del máster en los últimos años: Museo del Carnaval, Museo del Arte Románico, Museo de Egipto, Museo del Grabado, Museo de Pintura, Museo de Goya en Burdeos, Museo de Chuches, Museo del Móvil, Museo de las Fronteras en Sallent de Gállego, Museo Real/no real, El Parque de Huesca,...

20 años del Máster en Museos: Educación y Comunicación

• Otras maletas didácticas: - “MALETA” de M. Belinchón del Museo de Ciencias Naturales de Valencia. - “MALETA DE LA IMPRENTA” de P. Lavado. - “MALETA MUDÉJAR” de P. Lavado para el Instituto de Estudios Turolenses, Seminario de Estudios Mudéjares. - “MACUTO DEL V CENTENARIO DEL DESCUBRIMIENTO DE AMÉRICA”, realizado en 1992 por el Ministerio de Educación y Ciencia. - “MALETA DE CANCHO ROANO” de P. Caldera para la Red de Museos de la Junta de Extremadura. - “MALETA DE LA BATALLA DE CASTUERA” de P. Caldera para la Red de Museos de la Junta de Extremadura.

Aprender en el museo

• Proyectos y maletas didácticas de alumnos del máster: - “LOS ANIMALES DEL MUNDO” de A. Moi para el Museo de Ciencias Naturales de Madrid. - “DRAKULIN ENSEÑA LOS DIENTES” de A. Moi para el Museo de Ciencias Naturales de Madrid. - “AGUA, TIERRA Y FUEGO: LA ALFARERÍA” de J. A. Alcántara para el Museo Valenciano de Etnología. - “ACÉRCATE AL TREN” de L. González para el Museo del Ferrocarril Madrid-Delicias. - “UN DÍA EN EL MUSEO” de E. López para el Museo Pablo Gargallo. - “EJEA EN TODOS LOS SENTIDOS” de E. Colás para el Ayuntamiento de Ejea de los Caballeros. - “CIUDAD ROMANA DE COMPLUTUM” de C. Sánchez para el Museo Arqueológico Regional en Alcalá de Henares, TEAR. - “CON LASTANOSA DESCUBRIMOS... SU CAPILLA EN LA CATEDRAL” de Cielo Entrena para el Museo Diocesano de Huesca. - 12 exposiciones en el Museo de Etnología y Prehistoria de Valencia por S. Grau “Huella del tiempo”, “El mundo escolar”, “las Mil caras de Dios”, “ Las caras de los otros” o “Mundos tribales. Una visión etnoarqueológica”.

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20 años del Máster en Museos: Educación y Comunicación

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Aprender en el museo

Agradecimientos

Agradecemos la colaboración de todos los que nos han aportado ideas y facilitado sus materiales para la realización de esta muestra didáctica; en particular, a Juan Antonio Alcántara, Mikel Asensio, Elena Ayuso, Margarita Belinchón, Francisco Burillo, Pilar Caldera, Teresa Cardesa, Eva Colás, Cielo Entrena, Almudena Domínguez, Alba Espargaró, Nunila Figuera, Manuel García, Mónica Gil, Luis González Legido, Santiago Grau, Rafael Jiménez, Víctor Juan, Pedro Lavado, Elena López, Elena Maestro, Ignacio Martínez, Alida Moi, Jacinto Montenegro, Elena Pol, Sebastián Rascón, Pilar Rivero, Pilar Sada, Cristina Sánchez, Susana Villacampa, DESIDERATAProyectos Culturales y GOZARTE. En lo académico, agradecemos el apoyo de la Universidad de Zaragoza, de los centros cooordinadores y equipos directivos del campus de Huesca que sucesivamente acogieron el Máster en Museos: Educación y Comunicación. Nuestro respeto y gratitud hacia las instituciones: Ayuntamiento de Alcalá de Henares, Ayuntamiento de Valencia, Centro de Arte y Naturaleza de Huesca, Departamento de Cultura de la Diputación Provincial de Huesca, Departamento de Educación, Cultura y Deporte del Gobierno de Aragón, EUROMONUMENTA, Instituto de Estudios Altoaragoneses, Ministerio de Educación y Ciencia, Museo de Ciencias Naturales de Madrid (CSIC), Museo de Ciencias Naturales de Valencia, Museo de Huesca, Museo de Teruel, Museo de Zaragoza, Museo del Ferrocarril Madrid-Delicias, Museo Diocesano de Huesca, Museo Nacional de Arqueología de Tarragona, Museo Pedagógico de Aragón, Museo Valenciano de Etnología, ONCE y la Red de Museos de la Junta de Extremadura. En la presente edición, nuestro reconocimiento a Ibercaja Obra Social y a Julia Lera, directora del Centro Cultural Ibercaja Huesca, por su implicación en la celebración de esta exposición didáctica, para dar a conocer la trayectoria del máster y el buen hacer de los educadores de museo. En general, a todos los profesores, colaboradores y estudiantes del Máster en Museos, en especial a la promoción 2008-2009, por su paciencia y apoyo en la organización de este aniversario.

REF. 7284/3-09

Universidad de Zaragoza

Obra Social

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