Dispositivo freudiano de subjetivación: una lectura de Assoun

July 26, 2017 | Autor: Lucas Minervino | Categoría: Sigmund Freud, Psicoanálisis, Subjetivacion, Procesos De Subjetivacion, Paul-Laurent Assoun
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Descripción



Assoun, Paul Laurent, Introducción a la metapsicología freudiana (Buenos Aires: Paidós, 1994), p. 50.
Idem, p. 52-3.
Idem, p. 55.
Idem, P. 57.
Assoun, Introducción a la metapsicología, p. 59-60.
Assoun, Introducción a la metapsicología, p. 88.
Ídem, p. 65
Ídem, p. 40
Paul-Laurent Assoun, Introducción a la epistmología freudiana (Buenos Aires: Paidós, 1982), p. 112.
Ídem, p. 109
Assoun, Introducción a la metapsicología, p. 40.
Ídem, p. 39.

Dispositivo freudiano de subjetivación: una lectura de Assoun.
Por Lucas Minervino


Introducción

En el presente trabajo me propongo, a partir de algunos desarrollos realizados por Paul Laurent Assoun sobre el psicoanálisis y el freudismo, intentar una lectura que considere los aportes freudianos desde una perspectiva que tome en cuenta las teorizaciones acerca de los procesos de subjetivación.
Considerando al sujeto no como un presupuesto sino como punto de llegada, es decir, como resto de un proceso que lo efectúa, intentaré dar cuenta del funcionamiento del psicoanálisis freudiano, entendido como uno de estos procesos subjetivantes.
Para esto, haremos un recorrido por algunos textos de Assoun a fin de acercar una descripción del proceso psicoanalítico que tuvo a Sigmund Freud como uno de sus principales agentes y que dio lugar a un singular edificio teórico, desarrollado por el autor vienés, al que nombró como metapsicología.
Luego, intentaré ubicar al o a los sujetos que pueden resultar de este movimiento psicoanalítico que tiene al menos dos caras: la investigación (y su efecto teorizante) y la práctica clínica. Es aquí donde corresponde aclarar que esta distinción solo se sostiene con fines expositivos, dado que el mismo Freud se encargó de señalar la amalgama de estas prácticas en el psicoanálisis por él llevado a cabo.

El objeto freudiano. El ejemplo es la cosa misma.

En este apartado, quiero indagar en la manera en que Freud constituye su objeto de estudio, dando lugar a la cosa freudiana, que aquí me apresuraré a determinar como "lo inconciente".
Assoun nombra una particularidad de la relación freudiana con el material que está investigando a través de la clínica. El autor francés nos dice que Freud le confiere un estatuto especial a lo que quién tiene en frente en su consultorio le acerca a través de sus alocuciones. No solo trata al discurso del sujeto como objeto de estudio, sino que, mediante un movimiento que me propongo desarrollar, eleva lo dicho al estatuto de "la cosa misma".
Assoun parte de una frase entre paréntesis que aparece en el historial freudiano del hombre de las ratas, "el ejemplo es la cosa misma" (Beispiel est die Sache selbst), que Freud dice luego de que su paciente, a modo de ejemplo de ese "algo" que sentía que sucedería cuando pensaba en jóvenes desnudas, le dijera: "Por ejemplo, que mi padre muera".
"Comprendamos que el sujeto hace uso, como cualquier locutor, de la fórmula que parece protegerlo de ser tomado al pie de la letra" dice Assoun. Es esta "restricción" implícita la que el incipiente método freudiano elige no tomar en cuenta. Assoun adjudica a esta omisión un efecto de restitución. "Freud otorga al enunciado todo su contenido de positividad. Con ello, señalémoslo, no agrega nada, sino que lo restituye al locutor como su bien propio".
Considero que esta restitución sucede y tiene efectos subjetivantes, pero, además, ubico un momento previo, un momento de expropiación, efecto de un reclamo por parte del material que Freud se dispone a tratar, reclamo de "una puesta en forma específica (una «in-formación»)".
Al considerar como la cosa misma lo que el paciente nombra valiéndose de las convenciones que le permiten dar a una afirmación el carácter de ejemplo, Freud está realizando un movimiento que, a mi entender, no solo constituye lo dicho como objeto de estudio ("la manifestación misma de la cosa que pensar."), sin necesidad de una referencia que estaría más allá de él, sino que está separando lo dicho de la persona a la que, en primera instancia, se le adjudicaría.
Creo que puede leerse este acto como constitutivo del objeto freudiano y, a la vez, de expropiación de lo dicho de quién lo dijo, en un sentido preciso. Al tomar lo dicho "al pie de la letra", sin considerar las prerrogativas convencionales (en este caso el "por ejemplo"), se da forma a un material discursivo que aparece separado, si no del sujeto, al menos de lo que este considera como su sí mismo.
Se determina así un material de investigación sin referencia al sujeto (ya veremos como aparece esta referencia en otro momento, como efecto de mantener su lugar como a priori de todo decir), material que será explorado con independencia de toda intención o voluntad "conciente" (la única de la que el parlante es capaz de dar cuenta) y así, separado de su supuesto agente.
No considero que este movimiento, por sí solo, tenga consecuencias subjetivantes. Para que esto suceda, hay que ver como entra en juego la referencia al sujeto, la readujudicación de este discurso sin "dueño" a un sujeto que tranquilamente podría decir "yo no dije eso" o más bien "no es a eso a lo que me refería". Para entender los efectos de esta readjudicación, me gustaría explorar lo que creo es una estación de paso entre la destitución primera y la restitución siguiente: la metapsicología.

La Bruja metapsicológica. Dispositivo freudiano de subjetivación.

Entonces, nombramos como instancia intermedia entre la expropiación y la restitución de lo dicho en el procedimiento freudiano, a la metapsicología. Intermedia porque se constituye a partir de los ejemplos, tomados en cuenta como la cosa misma, mediante un proceso de consolidación que Assoun llama "reflexivo", para luego convertirse en "ese «anteojo» que permite dar relieve a elementos en desplazamiento constante, cuyas metamorfosis se deben apreciar".
El primer momento consiste en ese tratamiento especial que recibe lo dicho, elevado al estatuto de cosa, prescindiendo del más allá de lo propiamente enunciado. Es a partir de este momento que "el material en cuestión reclama una puesta en forma específica (una «in-formación»): aquí se sitúa la intervención de la teoría que Freud bautiza como «metapsicología»."
¿Cómo describe Assoun este trabajo de consolidación de la teoría metapsicológica? Lo hace poniendo de relieve un modo de proceder al que llama reflectante, que "debe entenderse por oposición al proceder «determinante»". Explica que "Mientras que el segundo se esfuerza en reducir una singularidad a una ley […], el proceder reflectante tiende a desplegar la singularidad de la experiencia hasta determinado punto de cristalización de un saber en el que cierto «universal» se hace visible o legible".
Esta cristalización es la que va a dar lugar a la metapsicología, cristal a través del cual el metapsicólogo tendrá acceso a una realidad clínica que, aunque no permita una aprehensión definitiva de sus elementos en "desplazamiento constante", al menos sí posibilita darles relieve y trazar, a partir de ellos, una compleja arquitectura teórica que nunca dejará de ser reelaborada.
Ahora bien, una vez calibrado este instrumento de observación, una vez que toma cuerpo y deviene utilizable el lente mediante el cual se intentará ponderar la experiencia clínica, ¿que queda del objeto? ¿De qué manera este imaginario metapsicológico, "work in progress por excelencia", afecta al objeto informado con el que trata? Objeto que, como nos recuerda Assoun, es "el sujeto, o sea «el analizado», único habilitado para legitimar las «ficciones» interpretativas del intérprete"
Nos encontramos finalmente con el momento de restitución de la palabra al discurso, dónde se hace necesaria la referencia al sujeto, sujeto que aparece efectuado por una maquinaria "ficcional" que lo determina en un sentido preciso, como sujeto metapsicológico.
Si es el analizado, material in-formado del proceso de investigación psicoanalítica, el único capaz de legitimar las ficciones interpretativas construidas por el metapsicólogo en un primer momento en el que operó borrándolo ¿no podemos ver surgir aquí, en este momento de decantación, al sujeto escindido al que Freud llegará al final de sus desarrollos metapsicológico, sujeto que retomará Lacan (freudiano hasta la médula), como escindido por el movimiento mismo que lo expropia de su discurso y se lo restituye "filtrado" por la maquinaria metapsicológica? ¿No podemos ver aquí, como resultado de todo el proceso que lo objetiva de una manera determinada, a un sujeto del lenguaje, pero del lenguaje tomado en consideración al pie de la letra?

El sujeto escindido. Sujeto Metapsicológico.

Assoun afirma, acerca del "universal reflectante", aquel que se extrae de la experiencia clínica luego de desplegar la singularidad hasta ese punto de cristalización que da lugar a la metapsicología, que "no tiene otro soporte que la referencia al sujeto".
Ahora bien, ¿en qué momento se hace efectiva esta referencia al sujeto y cuáles son sus efectos? ¿Qué nos quiere decir Assoun cuando afirma que el síntoma no nace de un malentendido sino de un "haber entendido demasiado bien"? ¿A quién se refiere como agente de este exceso de entendimiento, al analista o al analizado?
Considero que este demasiado puede ser entendido como demasiado al pie de la letra, y en este caso sería una apuesta del investigador metapsicológico en su afán por in-formar su material. Assoun afirma que "la efectividad clínica de Freud siempre se combinará con un sorprendente desapego objetivo." Freud lo confirma de alguna manera cuándo afirma "... mi poco gusto verdadero por la medicina nunca fue muy perjudicial para mis enfermos." (las cursivas son mías).
Creo que se puede ubicar aquí ese primer paso que mencionábamos anteriormente, de borramiento del sujeto hablante en aras de la conformación de un objeto de investigación, objetivación del discurso que lo vuelve palabras y permite al investigador, en primera instancia, prescindir de momento del sujeto analizado.
Pero el proceso analítico no termina ahí, el "círculo clínico" se cierra cuando la verdad analítica intenta volver al sujeto, que aparece ahora como sujeto inconciente. Cuando Assoun afirma que "es la verdad la que, subjetivamente, deviene causa de síntoma", creemos que da cuenta de este momento de reatribución en el que el sujeto resulta como efecto de esta hiancia entre lo dicho y lo que resulta del especial tratamiento que recibe esto dicho.
El sujeto "organiza efectivamente la experiencia de lo inconciente, a la manera de un a priori inducido por la experiencia", experiencia a partir de la cual se consolidan los anteojos metapsicológicos, anteojos que permiten "leer" una verdad que, vuelta al sujeto, cierra el círculo y da lugar al sujeto metapsicológico, sujeto de una verdad que lo escinde como efecto de este doble movimiento de expropiación y reatribución.


BIBLIOGRAFÍA.
Assoun Paul-Laurent
- El Freudismo. México D.F.: Siglo XXI, 2003.
- Introducción a la epistemología freudiana. Bueno Aires: Paidós, 1982.
- Introducción a la metapsicología freudiana. Buenos Aires: Paidós, 1994.
Freud Sigmund. Obras Completas. Buenos Aires: Amorrortu, 1996.




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