DISCURSO- Hijos Abandonados

El abandono de los Hijos

Compañeros me declaro neófita y novel en este campo, claro que me gustaría más declararme Nobel ya que siempre he soñado con este premio. Pero dejando en suspenso mi sueño…
Les deseo buenas tardes a todos, y aunque parezca obvio, me permito presentarme, mi nombre es Dolores Ramírez Cornejo, y compartiré con ustedes un tema que me preocupa: "El abandono de los hijos"
La UNICEF menciona que existen millones de niños abandonados por circunstancias específicas: Más de la mitad de los nacimientos que se producen en el mundo en desarrollo todos los años no se registran, un problema que priva a más de 50 millones de niños y niñas de un derecho básico e inalienable: su reconocimiento como ciudadanos. Millones de huérfanos, que viven en la calle y en centros de detención crecen sin el cuidado y la protección que ofrecen los progenitores o un entorno familiar.
Pero a pesar de que este es un problema grave, el tema sobre el que quiero recapacitar, es el de los hijos abandonados dentro de nuestros propios hogares. Considero que actualmente las familias se ocupan de muchos otros aspectos, antes de la convivencia y formación de los hijos.
Algunas familias se encuentran en situaciones económicas tales que consideran necesario que ambos padres realicen labores remuneradas, dentro de un esquema de trabajo de tiempo completo, dejando el cuidado de los hijos a guarderías o familiares mayores.
Otras formadas por profesionistas, ven como algo impensable que alguno de los dos se quede sin desarrollar en el campo de su especialidad, contemplan la estancia en el hogar como una labor menor, que por añadidura es menos rentable monetariamente.
También existen familias donde uno de los padres aporta fácilmente el sustento y además una alta posición social, que se acompaña con una casi total ausencia de dicho padre en el hogar y una serie de compromisos por parte del otro, dando como resultado, hijos que asisten a excelentes institutos de educación y actividades varias, acompañados o llevados por el personal de servicio.
Creo que siempre han existido muchos tipos, clases o como quieran decirlo, de familias. Pero actualmente la presencia de uno de ellos (antes la madre), no se contempla como algo necesario en la formación de los hijos.
Por lo poco que he leído, por ejemplo, David Isaacs dice que, los primeros cuatro años de un niño son muy importantes para su formación, pero ahora que los adolescentes y jóvenes viven mucho tiempo solos y expuestos continuamente a los medios de comunicación y a las redes sociales, es desde mi punto de vista imprescindible la presencia de uno de los padres para ayudarlos a manejar la información, que les llega a raudales, para apoyarlos en la toma de decisiones dentro de las nuevas formas de socializar, para orientarlos sobre su futuro en esta sociedad tan cambiante, para tranquilizarlos y fortalecerlos ante esta ola de inseguridad y violencia, en fin de acompañarlos en su crecimiento y formación.
Escuchamos continuamente sobre abuso escolar, suicido de jóvenes, adolescente y hasta niños, leemos noticias sobre chicos que disfrutan disparándole a los demás, en resumen una serie de fenómenos sociales que nos asustan, y considero son producto de la sensación de abandono en los hijos.
Para concluir, tomando en consideración todo esto, exhorto a las familias a hacer un pequeño alto, mirar hacia dentro, jerarquizar sus valores, observar a sus hijos, recordar porque decidieron formar un hogar, prestar atención a sus sentimientos antes que a sus bolsillos o posición social, retomar el tiempo dedicado a los hijos y decidir qué es lo mejor para ellos.
Eso de que son mejores padres los que dan tiempo de calidad y no tiempo en cantidad a sus hijos es desde mi perspectiva, un principio bastante discutible.
Agradezco su atención y me despido con una frase de Michael Levine:
"Tener hijos no lo convierte a uno en padre, del mismo modo en que tener un piano no lo vuelve pianista."