Dioses del cielo, dioses de la tierra. 2011. Libro. Voces de Piedra.
Descripción
los mayas voces de piedra
LOS MAYAS: VOCES DE PIEDRA Edición: Ámbar Diseño, S.C. Coordinación editorial: Alejandra Martínez de Velasco y María Elena Vega Dictaminadores: María del Carmen Valverde Ana Luisa Izquierdo Martha Ília Nájera Erik Velásquez Lynneth Lowe Maricela Ayala Gustavo Gutiérrez Roberto Romero Cuidado de la edición: -RVHÀQD/XVDUGL Traducción de prólogo y capítulos XII, XXVIII y XXXII: Dona Donatti Fotografía: Jorge Pérez de Lara y Justin Kerr &RODERUDFLyQIRWRJUiÀFD Arturo Godoy y Michel Zabé Ilustraciones: Moisés Aguirre y Linda Schele Diseño: Adriana Sánchez-Mejorada y Daniela Gutiérrez Cortina Impresión: Foli, S.A. de C.V.
los mayas voces de piedra COORDINACIÓN E DITORIAL Alejandra Martínez de Velasco María Elena Vega
© Ámbar Diseño, S.C. Queda prohibida la reproducción total o parcial de esta publicación sin permiso por escrito del titular de los derechos. ISBN: Impreso en México en octubre de 2011.
ambardiseño
contenido DE LAS EDITORAS
9
PRÓLOGO David Stuart
11
MAPA DEL ÁREA MAYA
15
INTRODUCCIÓN La identidad maya Ana Luisa Izquierdo y de la Cueva
17
EL ARTE DE UNA CULTURA ANCESTRAL Ď. Expresando lo ideal a través de lo material: el arte Sanja Savkic
37 39
ĎĎǤƤ
Alejandra Martínez de Velasco Cortina
51
ĎĎĎǤ×
Lynneth S. Lowe
63
UNA ESCRITURA JEROGLÍFICA Ďě. Los idiomas: historia y diversidad Tomás Pérez Suárez
73 75
ěǤ
ÀƤ
Erik Velásquez García
83
ěĎǤ
ǣ
Nikolai Grube
4
101
109 111
ĝĝĎ. Reinas, madres y esposas Rocío García Valgañón
317
ͣ͟͞
ěĎĎĎǤÀ Erik Velásquez García, Jesús Galindo Trejo y Stanislaw Iwaniszewski
ͣ͝͞
ĝĝĎĎǤ
Ƥ
ǣ
Takeshi Inomata
335 337
ĎĝǤ Nikolai Grube
151
EL ENTORNO CONSTRUIDO ĝĝĎĎĎǤǡ
ǣ
María Elena Vega Villalobos
167
ĝĝĎěǤ
ǣǬ×
×À los grupos de poder? Verónica Amellali Vázquez López
353
ĝǤ
ÀǣǬÓ͜͞͝͞ǫ María Elena Vega Villalobos, Erik Velásquez García y Jesús Galindo Trejo
179 181
ĝĝěǤ
ǣ Elizabeth Marroquín Álvarez y José Crasborn Chavarría
365
EL MUNDO DE LO SAGRADO ĝĎǤ
ǡ Ana García Barrios
ĝĝěĎǤ
ǣ
ǯ Jorge Pérez de Lara Elías
377
ĝĎĎǤǣ
Ramzy Barrois
195 ĝĝěĎĎǤ
À Octavio Q. Esparza Olguín y Kenichiro Tsukamoto
393
ĝĎĎĎǤ Roberto Romero Sandoval
ͥ͜͞ 401 403
LOS SERES HUMANOS ANTE LOS DIOSES ĝĎěǤ
ǣ Rogelio Valencia Rivera
͞͞͝ ͟͞͞
LA GUERRA ĝĝěĎĎĎǤǣ±
ǡ
Harri Kettunen ĝĝĎĝǤǣ
Hugo García Capistrán
417
ĝěǤÀ
×
Erik Velásquez García
͟͞͡ EL PAISAJE POLÍTICO ĝĝĝ. De la selva al mar: los mayas de Quintana Roo Adriana Velázquez Morlet
431 433
ĝěĎǤ×Ǥ
Markus Eberl
͞͡͡ 449
ĝěĎĎǤǣ Oswaldo Chinchilla Mazariegos
͢͞͡
ĝĝĝĎǤ
×À
ƪ
Carlos Pallán Gayol
ͣͣ͞ ͣͥ͞
ĝĝĝĎĎǤǦ
ǣƤ
×
Arthur A. Demarest
471
REYES, REINAS Y CORTESANOS ĝěĎĎĎǤ
×
À
Ana Luisa Izquierdo y de la Cueva
ͥ͞͝
EPÍLOGO Mercedes de la Garza
487
ĝĎĝǤÓǣ Asier Rodríguez Manjavacas
FUENTES S UGERIDAS
491
CRÉDITOS F OTOGRÁFICOS Y D E I LUSTRACIONES
497
TIEMPO SAGRADO Y TIEMPO PROFANO ěĎĎǤ
Maricela Ayala Falcón
ĝĝǤ
Asier Rodríguez Manjavacas
305
EL MUNDO DE LO SAGRADO
À
XI
DIOSES D EL C IELO, DIOSES D E L A T IERRA Ana García Barrios
͢͝͝ǤÀ
ͥ͢͝ǡǡ Guatemala, Đ8008.
ǡÀ
ǡÀ
×
ǡ
À-‐
ǡ±ƪ
Ǥ-‐ ǡ
Àǡ-‐
×
× Ǥ Ƥ
×
ǡ
-‐
ǤÀǡ
ǡ± Ǣ
À
Ǥ
ǡ
À
Ǣ
ǡ
Ǥ
ǡ
ǡ
ǡǢ-‐
ǡ
ǡǯ Ǣ×
ǣ ÀǤ
ïǡ
×
ǡƤÀ
Ǧ À
À
ǣ
Ǧ
×
ǡ -‐
ÀǤ
×
ïǡÀÀ-‐ À±
Ǥ
181
181
k’uh, ‘dios’
ajaw, ‘señor’
ajaw, ‘señor’
k’uhul ajaw, ‘señor sagrado’ o ‘divino’
ͣ͝͝Ǥ ÀƤ
ǡÓÓ sagrado.
182
En la primera carta de Relación que escribió Hernán Cortés al rey Carlos ě de España, el 10 de julio de 1519, señala brevemente que en el envío de objetos curiosos a la Corona de Castilla se encontraban “dos
dzǤ
×ǡ
de lo que supondría este hecho, Cortés envió a España dos partes de un mismo libro conocido en la actua lidad como Códice de Madrid. Tres son los libros mayas prehispánicos que se han conservado hasta nuestros días; además del ya mencionado, están el Códice de Dresde y el Códice de París, manuscritos
ǡ
À
ǡ×ȋ±DzǦ dzȌǤ
ïÓ
ÀƤ
ǡ
ȋ±Dz
ÀƤ
dzȌǤ
ǡƤǦ
ƤĝĎĝ. Schellhas con sideró que todos los seres representados en los manuscritos eran dioses y asignó correlativamente una letra de la A a la P a cada uno de ellos. El concepto de deidad comenzó a ser cuestionado en los años cincuenta del siglo ĝĝ, mas esta idea se retomó en la primera década del siglo ĝĝĎǤ Ƥ mayas surgieron durante el periodo Posclásico y niegan su existencia en el Clásico, entendiendo que ï
-‐ raleza. Sin embargo, y gracias a los textos, se sabe que en las grandes ciudades del Clásico, tales como Palenque, Yaxchilán, ambas en Chiapas, México; Copán, en Hondu-‐ ras; Quiri guá, Tikal, La Corona, Piedras Negras, en Guatemala; y Cala-‐ kmul, en Campeche, México, entre otras; se mencionaron la construc-‐
×
ÀƤ
ǡ
de los pane les de La Corona, cuya glosa alude a la construcción de tres Ǥ ǡ-‐
×
Dz
dzǡ un aconteci mien to que quedó registrado en un ƥ de la ciudad de ajaw, ‘señor’ Comalcalco, Tabasco, México. También en este sitio se hallaron escritos
Ƥ
ǡ
los textos tallados en placas y espinas de raya, un objeto punzante con
×ǡ
ȋƤ͟͝ȌǤ
Ƥ
±k’uh, que,
ǡ Ǥ × ǡ Historia de Yucatán, cuya primera edición es de 1688, señala la manera en que los k’uhul ajaw, ‘señor À
±ku y comenta: sagrado’ o ‘divino’ “en su lengua ku
dzǤ
ǡ À
ǡ
-‐
Ƥ
À
ǣǮǯ ǡǮǡǯǤƤ
±k’uh nunca acompaña a nombres persona-‐ Ǥ2
Ƥ
k’uhul ajaw, ‘sagrado’ o ‘divino se-‐ ñor’, nunca con la expresión k’uh ajaw; por eso, no hay duda de que el término k’uhǡǮǯǡÀƤ
ÀƤ
×ȋƤͣ͝͝ȌǤ
ǡ Ƥ
À
Ƥ
Ƥ
Ǥ Posclásico, etapa en que la mayoría de los registros proceden de Yucatán, las deidades vuelven a presen-‐ tar ciertos cambios, en muchos casos retomando características arcaicas, y el número de divinidades es ma-‐
Ǥ ǡ
soportes, pero desde el principio debieron de ser los libros los que
Ó como se plasmó en la narrativa de las pinturas murales preclásicas de San Bartolo, sitio ubicado al norte de Tikal, en el Petén guatemal-‐ teco. El investigador Karl Taube reconoce en estos murales por lo menos la presencia de dos de las deidades más representadas en las vasijas clásicas: Chaahk y el dios del Maíz. A esa misma época también se atribuye una imagen de bulto de Chaahk localizada en la cueva de La Pailita, Petén, Guatemala, de tamaño humano, y rea-‐
ǡÓĝĝ por George Stuart. Es esta deidad de la lluvia la que ocupa el cen tro ×
Ƥ
con mampostería y estuco durante el periodo Preclásico en la ciudad de Calakmul, Campeche. Durante el periodo Clásico Temprano, los artesanos mayas elaboraron unas vasijas negras bruñidas que estaban modeladas o tenían incisiones con representaciones de al-‐
À
panteón maya elegido por los gobernantes durante el Clásico Tar-‐ dío; entre ellos, Chaahk, Itzamnaah y el dios Viejo. En el Clásico, se multiplicaron las menciones a las dei dades en textos de contenido mitológico, reproducidas en piedra, estuco, hue-‐ ǡ
Àǡ
modelados en barro, como los de Palenque, en Chia pas; en estelas, como las de Oxpemul, en Quintana Roo; en tapas de bóvedas, como las de Dzibilnocac, en Campeche, o las de Ek’ Balam, en Yucatán, to-‐ dos ellos en México; pero sobre todo en las vasijas pintadas.
À
Ǥ gobernante se esmeró por crear ricos programas escultóricos, arqui-‐ tectónicos y pictóricos, pues los dioses jugaron un papel relevante ȋ±DzÓǣdz-‐ men). Desde ese momento los dignatarios se representaron con el
ǯȋƤ͜͝͞Ȍǡ
Ǧ lámpago, y probablemente eligieron a esta deidad como emblema de poder político, pues K’awiil, a quien se conjuraba y se invocaba, era quien a través de su pierna serpentina permitía que se produjera la visión del ser conjurado. De esta manera, los soberanos mayas se mostraban ante su pueblo como seres todopoderosos, contro-‐ ladores de los mundos mágicos. Igualmente, durante esa etapa los gobernantes se representaron ataviados y vestidos con los atribu-‐ tos de las deidades más distinguidas. En las representaciones de las na rrativas bélicas, los señores solían portar el tocado de Chaahk
Ƥǡ Ƥ—expresada a través del rayo o del relámpago— era el em-‐ blema usado en la guerra (véanse “La guerra: técnicas, tácticas y es-‐ dzDzǣ
dz ȌǤǡ
À
×ǡ los de Chaahk, K’awiil o Itzamnaah. Muchos de estos epítetos —ora-‐
Ƥ
— por los gobernantes mayas como nombres personales, pues esta-‐
Figura 118. Chaahk, dios del rayo, la lluvia y las tormentas.
ǡÀǡ-‐ no hacía suyos al portarlos. Entre las estrategias políticas utilizadas en ese periodo, los dig-‐
-‐ dadores y, en otras ocasiones, emplearon a estas deidades en bailes
ȋ± Dz
ǣdzȌǤ ±
±
± ǤÀǡ como tema principal escenas de corte, y, a la vez, complejos episodios de mitos religiosos y sobrenaturales. Gran parte de estas narrativas se conocen hoy en día gracias al estilo pictórico reproducido en vasijas
×
ǡ
ƤÀ
ͥͣͤ͝ǡ
×
-‐ ron enmarcadas con bandas rojas y eran diseños esencialmente bi-‐ cromos, en los cuales se utilizó una técnica cursiva, lo que le recordó en gran medida el diseño de los códices posclásicos.
V DE LOS DIOSES El pueblo maya, igual que cualquier sociedad del mundo, cons-‐ tru yó una serie de creencias, en las cuales se apoyaron para expli-‐ car el origen y el ordenamiento del cosmos. Para ello, elaboraron
183
ǡǡ ××Ƥ
Ǧ tencia de la humanidad. Así, cada deidad se caracterizaba por ras-‐ À
ǡÓ
× la bóveda craneana uno de los atributos que les distinguía del resto de los dioses, siguiendo los modelos reproducidos por los antiguos
ǤǡƤǡ pues de esta manera resaltaban sus características indivi duales. ǡï
ǡ
se caracterizaba y distinguía por tener a su cargo una acti vidad con-‐
Ǥǡ
× naturales que derivan del espacio celeste y otros de los acaecidos en el entorno terrestre y su interior. Como se verá, y aunque parezca contradictorio o ambiguo, la mayoría de estas deidades extralimi-‐
ǤǦ plo, el dios de la lluvia, el rayo y las tormentas aparece estrecha-‐ mente asociado con el ámbito terrestre y los árboles de los rumbos. Estas divinidades eran tan polivalentes que llegaban a ocupar los cuatro sectores del mundo y todos los niveles del cosmos: 13 ca-‐
Ǥ
ǡ
×
×-‐ dades. También, las vasijas estilo códice son un buen ejemplo para
Figura 119. Colgante tallado en jadeíta, que representa el rostro de K’awiil.
184
comprender tanto las actividades de los dioses como sus lugares de actuación. Además, en estas narrativas las deidades principales se dis tinguen por sus atributos, de manera semejante a la imaginería
Ǥ
DIOSES DEL CIELO
× ×
-‐ pre portan emblemas que les vinculan con el cielo, elementos que concuerdan con lo que expresan sus nombres, entre ellos, Chaahk, K’ihnich, K’awiil, Itzamnaah y la diosa de la Luna. ǡć El dios ć
×
ȋƤͤ͝͝Ȍǡ
Ǧ Ƥ
Ǯǯǡ
××
ǡ
ǡ
-‐ ǡ
rayo, tal y como describen sus nombres; por ejemplo, Yax Ha’al Chaahk, ‘Chaahk es la primera lluvia’; K’ahk Tiliw Chan Chaahk, ‘Chaahk es el
dzǢǯǡǮ
ǯǢǡǮ ǯǤ±
×
para el entorno humano, como son las inundaciones o la sequía, tal y como se reconoce en el nombre Yax B’ul Chaahk, ‘Chaahk es la pri me-‐
×ǯǢǯǯǮ
ǯǤ2×Àͣ͜ conocidos del dios Chaahk. Algunos de ellos, como Yax Ha’al Chaahk, se conservan todavía en las oraciones de los mayas yucatecos actuales.
Ǧ ron sus atributos distintivos. Chaahk se distingue por portar el ha-‐ cha-‐rayo con que abre los cielos para generar la lluvia, el rayo o el relámpago. El pecho lo lleva adornado con un collar de nudos, dise-‐ ño que también se emplea en el cinturón o braguero. Su cabe llo
ǡ±ǡ rizado y muy voluminoso. Cubre su cabeza con un tocado que sujeta
Ó de cruz en la parte central, tal vez como signo indicativo de cielo. Su oreja está cubierta por una valva de ostra, pues las conchas y caraco-‐ las están relacionadas con los espacios acuáticos y con el agua en general. Su cuerpo siempre es humano, pero circunstancialmente
ǡ
K’awiil, otro de los dioses más prestigiosos del periodo Clásico. Su rostro, en determinadas circunstancias, podía ser humano, cuali-‐
Ǥ más representadas durante el periodo Clásico, siendo el primer per-‐ sonaje que se muestra blandiendo su hacha con el cuerpo de K’awiil. Es muy probable que el poder que ostenta Chaahk con su hacha-‐ ǯ
ese mismo cetro. También es uno de los protagonistas de las narra-‐
Figura 120. Cetros reales, también llamados cetros maniquí, que representan al dios K’awiil.
185
ÀƤ
ǯ
Siyaj Chan K’awiil, ‘K’awiil nacido del cielo’
Waxaklaju’n Ub’aah K’awiil, ‘Dieciocho son las imágenes de K’awiil’
͝͞͝Ǥ ÀƤ
ǯǤ
tivas pictóricas de las vasijas estilo códice. En ellas se menciona su
À
Ǣ Àǯ
×Ǣ es el encargado de abrir con su hacha-‐rayo la tierra, la cual es repre-‐
×ƪÀǤ Además, en determinadas escenas rituales del periodo Clásico, se le muestra bajo la advocación de Yax Ha’al Chaahk, ‘Chaahk es la ǯǡ
es lanzado un bebé con rasgos humanos y cola de jaguar, conocido
ÀƤ
ǯǡǮ±ǯǤ-‐ tos posclásicos y coloniales aparece asociado a los cuatro colores y direcciones de los sectores cardinales, lo que denota su naturaleza
Ǥ
±Ƥ su nombre clásico Chan Xob’te’ Chaahk, ‘Chaahk de cuatro árboles’, que lo vincula a los cuatro árboles sobre los que aparece represen-‐ tado en los códices posclásicos. Chaahk, a pesar de ser un dios ce-‐ leste, actúa e interviene en mitos que ocurren en espacios interiores, como cuevas, y en otras actividades de carácter más mundano, como la pesca. La acción de la captura de peces realizada por Chaahk se reconoce desde el Preclásico en la Estela 1 de Izapa, Chiapas, México, y se mantiene hasta el Posclásico, tal y como la muestran los códices. ǯǡĐ El dios Đ
×
ǯȋƤͥ͝͝͝͞͝Ȍ
y su nombre por el momento no tiene traducción. Es otra de las dei-‐ dades relacionada con el ámbito celeste, pues está estrechamente
ǡ
ǯǡǮǯ
ǯȋƤ͝͞͝ȌǤ ǯ
ƪÀ
ȋƤ͜͝͞ȌǤ
Ǧ
×
×ǡ olmeca. El cuerpo de K’awiil es humano pero una de sus piernas ad-‐ ǡ
-‐ mite las visiones de antepasados invocados y de seres sobrenaturales ȋƤ͜͝͞ȌǤ
ǯ el apelativo Waxaklaju’n Ub’aah K’awiil, ‘Dieciocho son las imágenes ǯǯȋƤ͝͞͝Ȍǡ
ǮǯÀ advocación o aspecto, pudiendo hacer alusión a los aspectos que ad-‐
186
quiere K’awiil a través de los seres que surgen de su pierna serpentina. K’awiil es uno de los actores principales de las narrativas pintadas en las vasijas estilo códice. Uno de los temas más reprodu cidos en éstas es el que muestra a K’awiil atrapando y reteniendo con los ani llos de su pierna de serpiente a una mujer conocida en la li teratura como Señora Dragón. Durante el Clásico, K’awiil también aparece representado en las tapas de bóveda que cerraban cuartos especiales dentro de los pala-‐
ȋƤ͟͞ȌǤǯƪǡ pero también puede aparecer de pie con su cuerpo serpentino y con plumas en los antebrazos, y generalmente está acompañado de sacos de maíz o cacao, asociación que se ha interpretado como abundan-‐ cia de alimento. Durante el Clásico Terminal, en Yucatán, México, se ha ce más evidente la pre sencia de alas en K’awiil, tal vez aludiendo a su aspecto celeste. Durante el Posclá sico, K’awiil sigue asociado a ali-‐ mentos y, por tanto, en relación con la abundancia de bienes. Su ros-‐
nariz, la cual se vuelve rizada hacia arriba y humeante. ǯ
ǡČ El dios Č de los códices se corresponde con el dios del Sol, K’in en los textos clásicos y coloniales, de donde deriva k’ihnich, ‘solar, airado, ǯǡ±-‐ nantes del periodo Clásico. Está asociado con la luz y el tránsito dia-‐ rio del Sol; por eso k’in ±Ƥ
ǮÀǯǤ
el Posclásico se le representaba con una ligera barba, que se ha iden-‐ Ƥ
Ǣ
ǡ
ǡ los rayos solares se emplea la expresión u mex kin, ‘barba del sol’. Éste es un dios de semblante maduro, de nariz roma, diente triangular
ǡ
Ǣ
suele llevar el signo k’inǡ
ƪ
±ǡ
ȋƤ͝͞͞ȌǤ
-‐ tre los gobernantes mayas, pero siempre están asociados al adjetivo k’inich derivado de k’in. Como es habitual en los nombres de las divinidades celestes, la expresión chan, ‘cielo’, ubica la acción en este ámbito y sus imá-‐ genes suelen reproducirse en la banda celeste. Hay que advertir que ǯ
ǡ
sobrenaturales, como el conejo o el dios đ, el dios anciano del comercio. La contraparte nocturna del sol diurno sería el dios ČĎĎĎǡÀ
ǡ
ǡ
Ƥ
Ǧ ǤǡČĎĎĎ
Ƥ
ǡ
de Palenque, donde se han recuperado de los cuerpos piramidales de los templos del Grupo de la Cruz un À
Ƥ
ȋƤ͝͞͞ȌǤ Esta deidad está también relacionada con los venados, animal asociado a la temporada de máximo calor en Yucatán. Cuenta la leyenda que el Sol, para poder acceder a la mujer, se convirtió en venado, ǡ
À
ǡ
×
×ÓǤ ǡĉ Según los estudios realizados por Simon Martin y por Erik Boot, Itzamnaah Yax Kokaaj Muut sería el epí teto completo del dios ĉ
×
ȋƤ͟͝͞ȌǤ
Àǡ ×
ǤÀƤ
los españoles. Algunas comunidades mayas actuales dicen que es “el señor grande del cielo, que está puesto
dzÀǡ
ǡ
y posclásicas.
ǡ ǡ
-‐
ƪ
ȋƤ͝͞͠ȌǤ±
espejo estaba ligado al poder de adivinación. El término itzǡï
ǡƤ
‘adivino’ o ‘brujo’, relacionado con la capacidad de realizar hechicería. Como propusieron Linda Schele y Mary Miller en 1986, tal vez se conjugan estos dos elementos, día y noche, porque representan los contrarios: la oscuridad y la luz, ambos símbolos del cielo, al igual que el ave que representa.
-‐ ǡ
ǯǡǮ ǯǯǤ
Ǥ
ǡ
×
ǡ
À
de ave, aunque también suele aparecer como anciano, un símbolo de sabiduría entre las culturas antiguas. También Itzamnaah es un ser cuatripartito, vinculado a los árboles de los rumbos. Es el ave que suele aparecer asociado al árbol sagrado que brota del cuerpo del caimán terrestre. Esta relación se mantuvo hasta el Posclásico, tal y como se aprecia en la página 4 del Códice de Dresde, donde el dios aparece sur-‐
ȋƤ͜͝͞ȌǤ Durante el Posclásico el dios D no tiene aspecto de ave, sino de anciano, pero siempre porta ese to-‐ cado que lo distingue y lo relaciona con las capas del cielo, con el aspecto diurno y el nocturno. En estos manuscritos suele mostrarse con una capa y un tocado que recuerda a los arzobispos. Es muy proba ble ±
Ƥ
×Ǥ
Figura 122. Incensario del periodo Clásico que reproduce el rostro de K’inich, Palenque, Chiapas, México.
La diosa lunar ǡƤ
×
-‐ ciente, y la diosa O en su aspecto maduro de Luna menguante. Éste es el único caso en que una deidad
Ƥ
×
±ǡ±
ǡ
ǡ
ǡǡ
×
Ǥ
ǡ de red característica del dios del Maíz, y suele representarse en el interior del signo lunar u’ o uh o con ±ȋ±DzÀdzȌǤǡ
con el conejo, el símbolo por excelencia de la Luna en muchas sociedades del mundo. Como se verá más adelante, el conejo está vinculado también a acontecimientos mitológicos relacionados con el dios solar y con otras deidades del ámbito terrestre, como es el dios đ.
ͤͣ͝
ancianos suelen ser cuatripartitos y por lo general siempre se repre-‐
Ó×ǤÀ
-‐ lares, pues los mayas tenían ciertos cánones estéticos establecidos. Àǡ
Ƥ
Ƥ arrugas, nariz aguileña y barbilla prognata indicativa de la pérdida de dientes, aunque cada uno de ellos es reconocible por sus atributos par-‐ ticulares. Como dato curioso, debe señalarse que los ancianos lucen
ǡ
es tuviese modelado, dato relevante puesto que la estética maya del Clásico representaba a todos los personajes con el cráneo modelado.
͟͝͞Ǥ ÀƤ
ǡï
×Ǥ
Pero los datos del Clásico sobre la diosa lunar no son muy abun-‐ dantes, por lo que no se conocen apelativos concernientes a esta di-‐ Ǥ
×
×Ǧ
ǡ
ǯ ǡ ǮÓ
ǯǡ
ǡǮ
ǯǡ ǡǮÓ
ǯȋƤ͝͞͡ȌǤ
de los nombres de otros dioses celestes, el de la Luna no aparece nom-‐ ǡ
×
ǡ
Ó
ǡDzdz Ǣ
chan, ‘cielo’, para ubicar sus acciones.
DIOSES DE LA TIERRA
Ǧ
Ƥ
en el cielo, las divinidades que habitan los espacios terres tres son iden-‐ Ƥ
ǡ
-‐ riores de la tierra o con la misma tierra. Esto se debe a que sus nombres ÀƤ
de ellas, teniendo que ser llamadas por las letras que Schellhas otorgó ƤĝĎĝ a los dioses ē y đde los manuscritos posclásicos. Los dioses relacionados con la tierra y su interior tienen aspecto humano y apariencia de ancianos, salvo el del Maíz, que, como ya se ha comentado, es un dios muy joven. Curiosamente, estos dio ses
188
ÀǡĊ ÀȋƤ͢͝͞Ȍ
×
principales, no sólo del área maya sino de toda Mesoamérica. Sus imágenes se reconocen desde el Preclásico en las pinturas mura-‐ les de San Bartolo, Guatemala, en las vasijas del Clásico y en los códices posclásicos. Siempre se le muestra como un varón joven, de
ǡ
Ǥ pintaron las vasijas estilo códice en el periodo Clásico resaltan su mirada con una larga y ondulante pestaña, al igual que muestran sus uñas largas y cuidadas en extremo. En ocasiones, el dios del Maíz aparece realizando labores de es-‐ criba, pero por lo general se le muestra brotando de la tierra, re pre-‐ sentada por el caparazón de una tortuga o bien siendo vestido por Ǥ
×
la divinidad que vive varios episodios de muerte y renacimiento. En uno de ellos se dice que lucha contra un tiburón, al que vence y da Ǥ×
del Maíz como señal de victoria y con esta intención se empleó como cinturón por las más poderosas reinas del periodo Clásico, co mo las señoras de Calakmul o la madre del gobernante K’ihnich Janaab’ Pa-‐ kal de Palenque. Por todo lo anterior, el dios del Maíz presenta una po derosa dualidad que debió de tenerse siempre presente en la so-‐
ǣ ǡ
ǡ ±ǡǡ
lucha y derrota del tiburón. Esto lo convierte en una deidad de carac-‐ terísticas plenas. Pero si hay un rasgo por el que se distingue el dios À
ǤǦ vinidades, aparece modelada, pero en este caso concreto su cráneo parece reproducir el más preciado alimento de Mesoamérica: el maíz. Según la antropóloga Vera Tiesler, la cara de la deidad se corona con
ǡ
ǡ
donde se le muestra sin cabello o peinado hacia atrás. Durante mucho tiempo se ha pensado que Ju’n Ixiim, ‘Primer ÀǯǡÀǡ± mellizos del Popol Vuh, pero según estudios recientes, realizados por los investigadores Erik Velásquez y Michela Craveri, no existe ÀƤ
Ó
estos hermanos.
Figura 124. Representación de Itzamnaah del periodo Clásico, Toniná, Chiapas, México.
189
Aunque los gobernantes clásicos no se nombraban con apelativos del dios del Maíz, encontraron estrategias para vincularse con él. Los dignatarios, y más concretamente las mujeres de linaje real, se repre-‐ sentaron vistiendo un traje de red rea lizado con cuentas tubulares de jade. Con esta vestimenta emulaban À
×ǡ
Ǧ neración cíclica de la tierra que poseía esta divinidad. Es probable que esta vestimenta aludiera también a uno de los episodios míticos de la deidad; en concreto, al pasaje de lucha y victo ria contra el tiburón mítico, emblema con el que las mujeres solían adornar la cintura al portar el traje de red.
ǡÀ
×
ǡ ǡ
ǡ
Ƥ
Ǥ
Sak U’Ixik, ‘Señora Luna blanca’
Figura 125. Nombres de la diosa lunar.
El dios ē El dios ēȋƤͣ͝͞Ȍ
Ǣ
cubierta con una redecilla, y suele representarse emergiendo de espacios relacionados con el mundo interior de la tierra, como las caracolas o las tortugas, que la simbolizan. Uno de sus elementos dis-‐
ǡ
±
ĝ. Este collar, que varía según las regiones y el tiempo, se reconoce desde el Clásico Temprano y hasta el Posclásico. Esta divinidad
ÀƤ
mamǡƤ
Ǣ
ï
ǡƤ-‐ mente Itzam. El dios ē también aparece relacionado o interactuan do con otras deida des y seres sobrena-‐ turales, como K’awiil y Chaahk. En narrativas concretas del periodo Clásico sue-‐ le representarse emergiendo de la pierna serpentina ǯǡ
±
Ǥ En estas circunstancias aparece habitualmente aco-‐ sando a una mujer joven y voluptuosa atrapada por la pierna serpentina de K’awiil. Es como si este dios pusiese a la mu jer a disposición del dios ē. El texto asociado a esta narrativa describe el nacimiento de Chaahk y de Pax, quienes suelen ser representados a
ǡ sobre un trono. En otras ocasiones, el dios ē aparece Chak Chel, ‘Arco iris’ en una misma escena cuatro veces, lo que describe su naturaleza cuatripartita. Algunos investigadores lo de-‐ Ƥ
pahuatun, una variedad de los bacabes, cuatro personajes que, para nivelar la Tierra tras el ǡ
Ǥē aparece representado sosteniendo la Tierra, su apariencia es más joven y su cuerpo está marcado con signos tuun, ‘piedra’, lo que semánticamente lo relaciona con la tierra y su acción de soportarla y, por tanto, con el po-‐ sible nombre de pahuatun. Durante el Posclásico, se aprecian las relaciones entre estos dioses cuatripartitos —K’awiil, Chaahk y el dios ēȄ, en las imágenes de los códices donde aparecen actuando juntos. Como explica Karl Taube, la asociación que debió de existir entre Chaahk y el dios N se mantiene entre algunos grupos mayas ac-‐ tuales de Belice y de los Altos de Guatemala, donde se considera que el dios anciano está relacionado con Óǡǡ
ƪ
××
dios ē y el rayo.
Figura 126. Dios del Maíz, plato trípode estilo códice de procedencia desconocida, Đ1892.
ͣ͝͞Ǥ Ǥǡē representado como un anciano;
El dios đ El dios đȋƤͤ͝͞ǡ
Ȍ
sombrero de ala ancha rea lizado con plumas de moanǡƤ
otros, con un búho. En ocasiones, el gavilán aparece posado encima de su sombrero. Se ha considera-‐
190
der., cabeza del anciano dios ē.
do que el moan
tierra, pues en el Posclásico aparece asociado al icono del maíz y estrechamente vinculado a Chaahk. El dios L suele representarse
Ǥ±
ï
ǡ ha llevado a los investigadores a considerar que está relacionado con el comercio.
×
Ǥ Princeton, el anciano está sentado en un trono rodeado de mujeres ±
ȋƤ͜͞͠ȌǤ aparece un conejo escribiendo un códice, tal vez des cribiendo la escena que ocurre de manera concomitante. En ella se muestra a un
Ƥ
máscaras, quienes han sido interpretados como Hu’n Ajaw y Yax B’ahlam, los héroes gemelos del Popol Vuh. Tanto en el vaso Princeton como en otras secuencias de las va-‐ sijas del Clásico, el conejo, personaje estrechamente relacionado
ǡ×
del dios đ. En el vaso Đͥͤ͟͝ȋƤͥ͝͞Ȍ
-‐ jando al dios đ de sus ropas y atributos. En este caso el conejo se alía con K’inich, dios del Sol. El dios đ implora al Sol para que le ayude a recuperar su dignidad, pero éste, que encubre al animal y lo escon-‐ de detrás de sí, responde que desconoce el paradero del conejo. Son varias las escenas en que se reconoce el robo de la vestimenta del dios đ; incluso en la página 43c del Códice de Dresde se muestra a Chaahk en una canoa llevando, tal vez robando, el bulto del dios đ y el pájaro moan. Pero además de ser representado como un dios relacionado con el comercio y un personaje vejado y humillado, las imágenes del Clásico también lo muestran como un dios creador, que pre-‐ side el encuentro con otras deidades en el Vaso de los Siete dioses,
À
͠ ajaw 8 kumku, que en el calendario occidental corresponde al 13 de agosto de 3114 a.C. El dios đ es uno de los más representados en las Tierras Bajas del norte, en especial en las vasijas estilo Chocholá y en estelas de algunas ciudades de la región Puuc, en Yucatán, México. En tex-‐ tos clásicos se le menciona como Uhxlaju’n Chanal Kuy, ‘Búho de los Tre ce Cielos’ o como Itzamnaah. A este respecto, se observa que, en el norte de Yucatán, el pájaro moan aparece en ocasiones asociado al numeral 13, tal vez en relación con los 13 niveles del cielo; por esto mismo se lo vincula con la niebla y las nubes, pues en Yucatán
͟͝Ǥ En los códices del Posclásico, más concretamente en el Códice de Dresde, es donde aparece más veces el dios đ asociado a Chaahk
Ǥ
ǡÓ
×
đ, que se caracteriza por su ǡ
À
ÓÓǤ
191
Figura 129. Vasija estilo códice, Naranjo, Guatemala, Đ1398.
su giere Vera Tiesler, esta similitud permite especular sobre la posible vinculación de esta divinidad con
ǡ±
que se modelaban la cabeza a imagen y semejanza de su deidad tutelar. ***
×ǡ
ƪ
-‐ mente patrilineal. Pese a ser entidades celestes o terrestres, suelen actuar en todos los ámbitos y niveles Ǥ
ǡ
ǡ
đ, ē e It-‐ Ǥǡ
ǡ ǣ ǡ
ǡđ y dios ē, tal y como ha propuesto recientemente el investigador Simon Martin.
Figura 128. Vaso de los Siete dioses, Naranjo, Guatemala, Đͣͥ͢͞Ǥ
192
193
Lihat lebih banyak...
Comentarios