DIOCESIS DE SANTA ROSA DE OSOS. PASTORAL SOCIAL DIOCESANA. FUNDACION UNIVERSITARIA CATOLICA DEL NORTE. LAS OBRAS DE MISERICORDIA PARA EL MUNDO DE HOY

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DIOCESIS DE SANTA ROSA DE OSOS. PASTORAL SOCIAL DIOCESANA. FUNDACION UNIVERSITARIA CATOLICA DEL NORTE.

LAS OBRAS DE MISERICORDIA PARA EL MUNDO DE HOY. Guías para la reflexión en grupos pastorales y pequeñas comunidades en el Jubileo de la Misericordia.

P. Pompilio Gutiérrez Rúa. P. Carlos Arboleda Mora. Santa Rosa de Osos. 2016. 1

DIOCESIS DE SANTA ROSA DE OSOS. PASTORAL SOCIAL DIOCESANA.

LAS OBRAS DE MISERICORDIA PARA EL MUNDO DE HOY.

INTRODUCCIÓN 1. AÑO JUBILAR DE LA MISERICORDIA. El Papa Francisco ha convocado un año Jubilar de la Misericordia y ha recomendado durante ese tiempo realizar las obras de misericordia pero, ¿qué son y cuáles son? “Siempre tenemos necesidad de contemplar el misterio de la misericordia. Es fuente de alegría, de serenidad y de paz. Es condición para nuestra salvación. Misericordia: es la palabra que revela el misterio de la Santísima Trinidad. Misericordia: es el acto último y supremo con el cual Dios viene a nuestro encuentro. Misericordia: es la ley fundamental que habita en el corazón de cada persona cuando mira con ojos sinceros al hermano que encuentra en el camino de la vida. Misericordia: es la vía que une Dios y el hombre, porque abre el corazón a la esperanza de ser amados para siempre no obstante el límite de nuestro pecado." Papa Francisco, Bula Misericordiae Vultus.

2. ¿QUÉ SON LAS OBRAS DE MISERICORDIA?

Las obras de misericordia son acciones caritativas mediante las cuales ayudamos a nuestro prójimo en sus necesidades corporales y espirituales. Instruir, aconsejar, consolar, confortar, son obras espirituales de misericordia, como también lo son perdonar y sufrir con paciencia. Las obras de misericordia corporales consisten especialmente en dar de comer al hambriento, dar techo a quien no lo tiene, vestir al desnudo, visitar a los enfermos y a los presos, enterrar a los muertos). Entre estas obras, la limosna hecha a los pobres es uno de los principales testimonios de la caridad fraterna; es también una práctica de justicia que agrada a Dios. Catecismo de la Iglesia Católica, 2447. Obras de misericordia espirituales: 1. Enseñar al que no sabe

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2. Dar buen consejo al que lo necesita 3. Corregir al que está en error 4. Perdonar las injurias 5. Consolar al triste 6. Sufrir con paciencia los defectos de los demás 7. Rogar a Dios por vivos y difuntos Obras de misericordia corporales 1. Dar de comer al hambriento 2. Dar de beber al sediento 3. Dar posada al necesitado 4. Vestir al desnudo 5. Visitar al enfermo 6. Socorrer a los presos 7. Enterrar a los muertos. 3. EL TEXTO BÍBLICO. Entonces el Rey dirá a los que están a su derecha: «Vengan, benditos de mi Padre, y tomen posesión del reino que ha sido preparado para ustedes desde el principio del mundo. Porque tuve hambre y ustedes me dieron de comer; tuve sed y ustedes me dieron de beber. Fui forastero y ustedes me recibieron en su casa. Anduve sin ropas y me vistieron. Estuve enfermo y fueron a visitarme. Estuve en la cárcel y me fueron a ver.» (Mateo 25:34-36). La lista de las Obras de Misericordia Espirituales la ha tomado la Iglesia de otros textos que están a lo largo de la Biblia y de actitudes y enseñanzas del mismo Cristo en su vida.

Contemplar el misterio

Es mi vivo deseo que el pueblo cristiano reflexione durante el Jubileo sobre las obras de misericordia corporales y espirituales. Será un modo para despertar nuestra conciencia, muchas veces aletargada ante el drama de la pobreza, y para entrar todavía más en el 3

corazón del Evangelio, donde los pobres son los privilegiados de la misericordia divina. La predicación de Jesús nos presenta estas obras de misericordia para que podamos darnos cuenta si vivimos o no como discípulos suyos. Redescubramos las obras de misericordia corporales: dar de comer al hambriento, dar de beber al sediento, vestir al desnudo, acoger al forastero, asistir los enfermos, visitar a los presos, enterrar a los muertos. Y no olvidemos las obras de misericordia espirituales: dar consejo al que lo necesita, enseñar al que no sabe, corregir al que yerra, consolar al triste, perdonar las ofensas, soportar con paciencia las personas molestas, rogar a Dios por los vivos y por los difuntos. (Papa Francisco, Bula Misericordiae Vultus.)

4. HISTORIA DE LAS OBRAS DE MISERICORDIA En el Antiguo Testamento ya se habla de practicar la misericordia con los pobres, extranjeros, huérfanos y viudas, además de sepultar a los muertos, compartir el pan, vestir al desnudo. En el nuevo testamento es preciso el texto de Mateo 25. En el año 150 aproximadamente se escribe el texto “El Pastor” de Hermas que trae las siguientes obras de misericordia: “Oye ahora las otras que se sigue de ellas: ministrar a las viudas, visitar a los huérfanos y necesitados, rescatar a los siervos de Dios en sus aflicciones, ser hospitalario (porque en la hospitalidad se ejerce la benevolencia una y otra vez), no resistir a otros, ser tranquilo, mostrarse más sumiso que todos los demás, reverenciar a los ancianos, practicar la justicia, observar el sentimiento fraternal, soportar las ofensas, ser paciente, no guardar rencor, exhortar a los que están enfermos del alma, no echar a los que han tropezado en la fe, sino convertirlos y darles ánimo, reprender a los pecadores, no oprimir a los deudores e indigentes, y otras acciones semejantes. ¿Te parecen buenas?», me preguntó. «¡Cómo, Señor! ¿Puede haberlas mejores?», le contesté. «Entonces anda con ellas», me dijo, «y no te abstengas de ellas, y vivirás para Dios.”( Pastor de Hermas, 38) Es el escritor Lactancio quien trae una lista que se hará muy conocida: “Si alguno no tiene comida, compartámosla con él; si alguno está desnudo, vistámoslo; si alguno es víctima de la injusticia de un potente, liberémoslo. Esté nuestra casa abierta a los peregrinos y a los sin techo. No dejemos de defender los intereses de los huérfanos y de asegurar nuestra protección a las viudas. Gran obra de misericordia es rescatar a los prisioneros del enemigo, visitar y consolar los enfermos y los pobres. Si los pobres o extranjeros mueren, no los dejemos sin sepultar. Estas son las obras, los deberes de la misericordia: si alguno las realiza, ofrecerá a Dios un sacrificio auténtico y agradable” ( Lattanzio, Epitome 60,6-7). San Benito, por su parte, dice: ayudar a los pobres, vestir al desnudo, visitar al enfermos, sepultar al difunto, socorrer al que está en tribulación, consolar al afligido. (Regla de San Benito 4,14-19). Pero será Santo Tomás quien ya explícitamente hable de las obras de misericordia espirituales y corporales completando todo el elenco de ellas. (ST, IIa - IIae, q. 4

32) y colocándolas como siete espirituales y siete corporales para atender al simbolismo de este número como número de perfección.

5. LAS OBRAS DE MISERICORDIA HOY. Las obras de misericordia siguen siendo válidas hoy por las siguientes razones: l. Son la muestra visible de la fe que se profesa. 2. Son la carne del otro, carne de Cristo, en quien el Señor se manifiesta. 3. Son la manera de vivir el amor misericordioso de Dios. 4. Hoy hay muchas personas y grupos que sufren y los cristianos podemos ser para ellos los oídos, las manos, la voz, el tacto y el olor de Dios.1 6. ¿COMO USAR LAS GUIAS? Son guías para usar en reuniones de grupos, pequeñas comunidades, clases de catequesis, retiros, etc. Son quince guías que traen las 7 obras de misericordia corporales, las 7 espirituales y una más que son las obras de misericordia sociales. Cada guía corresponde a una reunión y el coordinador debe tratar de que no tengan una duración exagerada (una hora estaría bien). Se entra en un momento de oración, luego se leen los textos y se van reflexionando, ojalá escribiendo las ideas que resulten. Por eso es muy recomendable que los participantes tengan papel y lápiz para escribir y conservar lo reflexionado y orado. El coordinador de la reunión al prepararla puede escoger cantos, hechos, cifras o textos que complementen y enriquezcan la reflexión. También sería bueno hacer fotocopias para que cada participante pueda tener y leer sus propios materiales. 1

Se presentan estas reflexiones para uso en grupos y comunidades cristianos. Son muy sencillas. Hay ideas y datos

tomados de diversos libros, folletos, caatecismos, fuentes de Internet, artículos; no son algo original sino que están organizados para uso de las comunidades en su oración y su reflexión. De todos modos, hay que saber que no son propiedad del autor sino de múltiples colaboradores generalmente de sitios Web católicos, cristianos, gubernamentales, privados o públicos. Lo importante es que sean utilizadas con el fin de revitalizar nuestra vida de samaritanos de la misericordia.

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GUIA No. 1. DAR DE COMER AL HAMBRIENTO.

ORACION DE INICIO. Humildemente te pedimos a ti, Señor, que eres la luz verdadera y la fuente misma de toda luz, que, meditando fielmente tu palabra, vivamos siempre en tu claridad y seamos testigos de tu misericordia. Te lo pedimos a ti, que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén

LA REALIDAD: Leer el texto para darnos cuenta de lo que sucede en nuestro país, municipio, vereda o comunidad. Responder: ¿Cómo se da esto entre nosotros? Cuáles son las causas? La realidad del hambre en el mundo.

Alrededor de 805 millones de personas en el mundo no tienen suficientes alimentos para llevar una vida saludable y activa. Eso es alrededor de uno de cada nueve personas en la tierra.

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La gran mayoría de personas que padecen hambre en el mundo viven en países en desarrollo, donde el 13.5% de la población presenta desnutrición. Asia es el continente con la mayor cantidad de personas del mundo que padecen hambre dos tercios del total. África subsahariana es la región con mayor porcentaje de la población con hambre. Una persona de cada cuatro presenta desnutrición. La nutrición deficiente es la causa de casi la mitad (45%) de las muertes en niños menores de cinco años. Uno de cada seis niños - aproximadamente 100 millones - en los países en desarrollo presentan peso inferior al normal. 66 millones de niños en edad escolar primaria asisten a clases con hambre en los países en desarrollo. Sólo en África hay 23 millones. Pero en Colombia las cifras son también graves: 5,5 millones de colombianos padecen ese flagelo. Colombia se ubica en la posición 37 de una clasificación de 81 países en vía de desarrollo cuyos niños tienen retraso de crecimiento debido a la mala alimentación. En total, el país tiene a 595.000 menores de 5 años desnutridos. LA PALABRA DE DIOS: Proclamar el texto saboreando la Palabra y descubriendo el mensaje de fe que guarda el texto bíblico. ¿Qué dice el texto? Fijarse en todos los detalles: personas, circunstancias, actitudes, lugares, expresiones... Lectura del santo evangelio según san Juan (6,1-15):

En aquel tiempo, Jesús se marchó a la otra parte del lago de Galilea (o de Tiberíades). Lo seguía mucha gente, porque habían visto los signos que hacía con los enfermos. Subió Jesús entonces a la montaña y se sentó allí con sus discípulos. Estaba cerca la Pascua, la fiesta de los judíos. Jesús entonces levantó los ojos, y al ver que acudía mucha gente, dice a Felipe: «¿Con qué compraremos panes para que coman éstos?» Lo decía para tentarlo, pues bien sabía él lo que iba a hacer. Felipe contestó: «Doscientos denarios de pan no bastan para que a cada uno le toque un pedazo.» Uno de sus discípulos, Andrés, el hermano de Simón Pedro, le dice: «Aquí hay un muchacho que tiene cinco panes de cebada y un par de peces; pero, ¿qué es eso para tantos?» Jesús dijo: «Decid a la gente que se siente en el suelo.» Había mucha hierba en aquel sitio. Se sentaron; sólo los hombres eran unos cinco mil. Jesús tomó los panes, dijo la acción de gracias y los repartió a los que estaban sentados, y lo mismo todo lo que quisieron del pescado. Cuando se saciaron, dice a sus discípulos: «Recoged los pedazos que han 7

sobrado; que nada se desperdicie.» Los recogieron y llenaron doce canastas con los pedazos de los cinco panes de cebada, que sobraron a los que habían comido. La gente entonces, al ver el signo que había hecho, decía: «Éste sí que es el Profeta que tenía que venir al mundo.» Jesús entonces, sabiendo que iban a llevárselo para proclamarlo rey, se retiró otra vez a la montaña él solo.

COMENTARIOS A LA PALABRA. Escuchemos algunos comentarios a este texto. Comentario del Papa Francisco. Ante todo: ¿quiénes son aquellos a los que dar de comer? La respuesta la encontramos al inicio del pasaje evangélico: es la muchedumbre, la multitud. Jesús está en medio a la gente, la recibe, le habla, la sana, le muestra la misericordia de Dios; en medio a ella elige a los Doce Apóstoles para permanecer con Él y sumergirse como Él en las situaciones concretas del mundo. Frente a la necesidad de la multitud, ésta es la solución de los apóstoles: que cada uno piense en sí mismo: ¡despedir a la gente! ¡Cuántas veces nosotros cristianos tenemos esta tentación! No nos hacemos cargo de la necesidad de los otros, despidiéndolos con un piadoso: “¡Que Dios te ayude!”. Pero la solución de Jesús va hacia otra dirección, una dirección que sorprende a los discípulos: “denles ustedes de comer”. Pero ¿cómo es posible que seamos nosotros los que demos de comer a una multitud? “No tenemos más que cinco panes y dos pescados; a no ser que vayamos nosotros mismos a comprar víveres para toda esta gente”. Y son justamente los discípulos desorientados ante la incapacidad de sus posibilidades, ante la pobreza de lo que pueden ofrecer, los que hacen sentar a la muchedumbre y distribuyen - confiándose en la palabra de Jesús - los panes y los peces que sacian el hambre de la multitud. Y esto nos indica que en la Iglesia pero también en la sociedad existe una palabra clave a la que no tenemos que tener miedo: “solidaridad”, o sea saber `poner a disposición de Dios aquello que tenemos, nuestras humildes capacidades, porque solo en el compartir, en el donarse, nuestra vida será fecunda, dará frutos. Solidaridad: ¡una palabra mal vista por el espíritu mundano! MEDITACION Y ORACION.

Hacer una breve reflexión sobre el Evangelio leído. La lectura hecha, ¿qué me dice a mí, personalmente? ¿Qué me sugiere? Mirar la escena y nuestra propia vida. ¿Cómo lo estamos viviendo en nuestra familia, grupo, parroquia…? 8

Desde el texto leído y meditado, Palabra de Dios, ¿qué le decimos ahora al Señor? Oramos, dialogamos y entramos en conversación personal con el Señor. Compartir lo orado, con la comunidad.

COMPROMISO: ¿Qué camino de vida me invita a tomar? • Ver la realidad con la mirada de Dios. • Anuncio, compromiso y caridad. ¿Qué debo hacer yo? ¿Qué quieres, Señor de mí? ¿A qué me compromete el mensaje de fe que hemos visto en este relato? Quienes se han encontrado con Jesús no pueden callar la noticia… En el barrio, la vereda o el municipio¸ ¿qué podemos hacer para practicar la misericordia con los que tienen hambre? No sólo personalmente, sino en la parroquia, con la administración municipal, con otros vecinos.

ORACIÓN DE ACCIÓN DE GRACIAS Y CANTO FINAL.

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GUIA No. 2. DAR DE BEBER AL SEDIENTO. ORACION DE INICIO. Humildemente te pedimos a ti, Señor, que eres la luz verdadera y la fuente misma de toda luz, que, meditando fielmente tu palabra, vivamos siempre en tu claridad y seamos testigos de tu misericordia. Te lo pedimos a ti, que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén

LA REALIDAD: Leer el texto para darnos cuenta de lo que sucede en nuestro país, municipio, vereda o comunidad. Responder: ¿Cómo se da esto entre nosotros? Cuáles son las causas?

1. La realidad de la sed en el mundo. En muchos lugares hay agua limpia y fresca. Pero en otras parte es un recurso escaso por la desaparición de ella o por contaminación de la misma. Aproximadamente 1.100 millones de personas, es decir, el 18 por ciento de la población mundial, no tienen acceso a fuentes seguras de agua potable, y más de 2.400 millones de personas carecen de saneamiento adecuado. En los países en desarrollo, más de 2.200 millones de personas, la mayoría de ellos niños, mueren cada año a causa de enfermedades asociadas con la falta de acceso al agua potable, saneamiento inadecuado e insalubridad. Además, gran parte de las personas que viven en los países en desarrollo sufren de enfermedades causadas directa o indirectamente por el consumo de agua o alimentos contaminados o por organismos portadores de enfermedades que se reproducen en el agua. Las fuentes, los manantiales, las cuencas o cañadas están en acelerada vía de extinción, hay cambios de clima y de suelo, inundaciones, sequías y desertización. Pero es la acción humana la más drástica: ejerce una deforestación delirante, retira el agua de los ríos de diferentes maneras, entre otras con obras de ingeniería, represas y desvíos.

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El agua embotellada ha alcanzado valores por litro mayores a los de la leche y la gasolina; por lo que puede considerarse que la creciente escasez del agua traerá catástrofes de nivel internacional como son: guerra, hambrunas, miseria y migración. Pese a que Colombia es el sexto país con mayor oferta hídrica en el mundo, se calcula que la mitad de los recursos hídricos tienen problemas de calidad. Se estima que la industria, el sector agropecuario y las aguas domésticas generan 9 mil toneladas de materia orgánica contaminante de los acuíferos. Colombia posee abundante agua que no está siendo utilizada correctamente y cuya disponibilidad es un problema para muchos municipios. El intenso invierno ha afectado a 28 departamentos con inundaciones, pero aún así hay problemas de abastecimiento y calidad. Contaminación, mal uso del suelo y falta de gestión son algunos de los ingredientes del peligroso coctel de desperdicio del líquido que, tarde o temprano, cobrará factura.

LA PALABRA DE DIOS: Proclamar el texto saboreando la Palabra y descubriendo el mensaje de fe que guarda el texto bíblico. ¿Qué dice el texto? Fijarse en todos los detalles: personas, circunstancias, actitudes, lugares, expresiones... Del santo Evangelio según san Juan 4, 5-42 En aquel tiempo llegó Jesús a una de ciudad de Samaria llamada Sicar, cerca de la heredad que y Jacob dio a su hijo José. Allí estaba el pozo de Jacob. Jesús, como se había fatigado del camino, estaba sentado junto al pozo. Era alrededor de la hora sexta. Llega una mujer de Samaria a sacar agua. Jesús le dice: Dame de beber. Pues sus discípulos se habían ido a la ciudad a comprar comida. Le dice a la mujer samaritana: ¿Cómo tú, siendo judío, me pides de beber a mí, que soy una mujer samaritana? (Porque los judíos no se tratan con los samaritanos.) Jesús le respondió: Si conocieras el don de Dios, y quién es el que te dice: "Dame de beber", tú le habrías pedido a él, y él te habría dado agua viva. Le dice la mujer: Señor, no tienes con qué sacarla, y el pozo es hondo; ¿de dónde, pues, tienes esa agua viva? ¿Es que tú eres más que nuestro padre Jacob, que nos dio el pozo, y de él bebieron él y sus hijos y sus ganados? Jesús le respondió: Todo el que beba de esta agua, volverá a tener sed; pero el que beba del agua que yo le dé, no tendrá sed jamás, sino que el agua que yo le dé se convertirá en él en fuente de agua que brota para viva eterna. Le dice la mujer: Señor, dame de esa agua, para que no tenga más sed y no tenga que venir aquí a sacarla. Le dice la mujer: Señor, veo que eres un profeta. Nuestros padres adoraron en este monte y vosotros decís que en Jerusalén es el lugar donde se debe adorar. Jesús le dice: Créeme, mujer, que llega la hora en que, ni en este monte, ni en Jerusalén adoraréis al Padre. Vosotros adoráis lo que no conocéis; nosotros adoramos lo que conocemos, porque la salvación viene de los judíos. Pero llega la hora (ya estamos en ella) en que los adoradores verdaderos adorarán al Padre en espíritu y en verdad, porque así quiere el Padre que sean los que le adoren. Dios es espíritu, y los que adoran, deben adorar en espíritu y verdad. Le dice la mujer: Sé que va a venir el Mesías, el llamado Cristo. Cuando venga, nos lo explicará todo. Jesús le dice: Yo soy, el que te está hablando. Y fueron muchos más los que creyeron. Así que por sus palabras, y decían a la mujer: Ya no creemos por tus palabras; que nosotros mismos hemos oído y sabemos que éste es verdaderamente el Salvador del mundo. 11

COMENTARIOS A LA PALABRA. Escuchemos algunos comentarios a este texto. Encíclica Laudato si´ 28. El agua potable y limpia representa una cuestión de primera importancia, porque es indispensable para la vida humana y para sustentar los ecosistemas terrestres y acuáticos. Las fuentes de agua dulce abastecen a sectores sanitarios, agropecuarios e industriales. La provisión de agua permaneció relativamente constante durante mucho tiempo, pero ahora en muchos lugares la demanda supera a la oferta sostenible, con graves consecuencias a corto y largo término. Grandes ciudades que dependen de un importante nivel de almacenamiento de agua, sufren períodos de disminución del recurso, que en los momentos críticos no se administra siempre con una adecuada gobernanza y con imparcialidad. La pobreza del agua social se da especialmente en África, donde grandes sectores de la población no acceden al agua potable segura, o padecen sequías que dificultan la producción de alimentos. En algunos países hay regiones con abundante agua y al mismo tiempo otras que padecen grave escasez. 29. Un problema particularmente serio es el de la calidad del agua disponible para los pobres, que provoca muchas muertes todos los días. Entre los pobres son frecuentes enfermedades relacionadas con el agua, incluidas las causadas por microorganismos y por sustancias químicas. La diarrea y el cólera, que se relacionan con servicios higiénicos y provisión de agua inadecuados, son un factor significativo de sufrimiento y de mortalidad infantil. Las aguas subterráneas en muchos lugares están amenazadas por la contaminación que producen algunas actividades extractivas, agrícolas e industriales, sobre todo en países donde no hay una reglamentación y controles suficientes. No pensemos solamente en los vertidos de las fábricas. Los detergentes y productos químicos que utiliza la población en muchos lugares del mundo siguen derramándose en ríos, lagos y mares. 30. Mientras se deteriora constantemente la calidad del agua disponible, en algunos lugares avanza la tendencia a privatizar este recurso escaso, convertido en mercancía que se regula por las leyes del mercado. En realidad, el acceso al agua potable y segura es un derecho humano básico, fundamental y universal, porque determina la sobrevivencia de las personas, y por lo tanto es condición para el ejercicio de los demás derechos humanos. Este mundo tiene una grave deuda social con los pobres que no tienen acceso al agua potable, porque eso es negarles el derecho a la vida radicado en su dignidad inalienable. Esa deuda se salda en parte con más aportes económicos para proveer de agua limpia y saneamiento a los pueblos más pobres. Pero se advierte un derroche de agua no sólo en países desarrollados, sino también en aquellos menos desarrollados que poseen grandes reservas. Esto muestra que el problema del agua es en parte una cuestión educativa y cultural, porque no hay conciencia de la gravedad de estas conductas en un contexto de gran inequidad.

MEDITACION Y ORACION.

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Hacer una breve reflexión sobre el Evangelio leído. La lectura hecha, ¿qué me dice a mí, personalmente? ¿Qué me sugiere? Mirar la escena y nuestra propia vida. ¿Cómo lo estamos viviendo en nuestra familia, grupo, parroquia…? Desde el texto leído y meditado, Palabra de Dios, ¿qué le decimos ahora al Señor? Oramos, dialogamos y entramos en conversación personal con el Señor. Compartir lo orado, con la comunidad.

COMPROMISO: COMPROMISO ¿Qué camino de vida me invita a tomar? • Ver la realidad con la mirada de Dios. • Anuncio, compromiso y caridad. ¿Qué debo hacer yo? ¿Qué quieres, Señor de mí? ¿A qué me compromete el mensaje de fe que hemos visto en este relato? Quienes se han encontrado con Jesús no pueden callar la noticia… - Qué nos exige el texto de la samaritana para solucionar el problema del agua espiritual y del agua material en nuestras comunidades? Acciones concretas que podemos realizar. - Cómo preservar las fuentes de agua en nuestra comunidad?

ORACIÓN DE ACCIÓN DE GRACIAS Y CANTO FINAL.

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GUIA No. 3. DAR POSADA AL PEREGRINO ORACION DE INICIO. Humildemente te pedimos a ti, Señor, que eres la luz verdadera y la fuente misma de toda luz, que, meditando fielmente tu palabra, vivamos siempre en tu claridad y seamos testigos de tu misericordia. Te lo pedimos a ti, que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén

LA REALIDAD: Leer el texto para darnos cuenta de lo que sucede en nuestro país, municipio, vereda o comunidad. Responder: ¿Cómo se da esto entre nosotros? Cuáles son las causas?

Situación de los migrantes hoy en el mundo. En la antigüedad el dar posada a los peregrinos era un asunto de vida o muerte, por lo complicado de los viajes. Hoy no es así. Pero hoy tenemos otros peregrinos: los migrantes de otro país o ciudad que vienen en búsqueda de trabajo, los desplazados por catástrofes naturales o por la violencia, los extranjeros que vienen como turistas… Aunque seguramente no los podemos recibir en nuestra casa, sí podemos crear los medios para que sean acogidos. Europa y Asia juntas albergan a casi las dos terceras partes del total de migrantes internacionales de todo el mundo. Europa sigue siendo la región de destino más popular con 72 millones de migrantes internacionales en 2013, en comparación con 71 millones en Asia. Desde 1990, América del Norte ha registrado el mayor incremento en el número

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absoluto de migrantes internacionales, que sumaron 25 millones, y ha experimentado el crecimiento más rápido en la cantidad de migrantes con una media de 2,8% anual. Y en Colombia qué? “A diario se habla de migrantes forzados en el Mediterráneo, en Estados Unidos, en España, pero una de las fronteras que más muertos producen es la de Colombia y Panamá. Hay centenares de personas que tienen que pasar a pie el Tapón del Darién, una región selvática controlada por grupos paramilitares y guerrillas y de la que no existen datos oficiales. Allí hay una mortandad infinita: la gente llega y queda en manos de esas organizaciones armadas ilegales, es lo que se llama ‘tráfico de migrantes’. Pero no es la única: las fronteras con Ecuador y Venezuela son muy porosas, allá hay serios problemas de migración forzada. Todas nuestras fronteras marítimas y terrestres tienen serios problemas de migración no solo de colombianos que quieren salir sino de gentes de otros países que hacen tránsito por nuestro país para llegar a Estados Unidos o España. Hablamos de africanos, chinos, asiáticos, afganos, etc.” El desplazamiento interno de personas ha tenido en Colombia causas económicas, sociales y políticas. La disputa por el control de la tierra, la búsqueda de mejores condiciones de vida y las persecuciones por motivos ideológicos o políticos han sido factores de los desplazamientos internos de población. Estos en su mayor parte son de tipo rural y se pueden clasificar en individual o familiar, en el que se desplaza un individuo o una familia entera y el éxodo masivo, cuando se desplazan poblaciones enteras por amenazas de genocidio o por enfrentamiento en sus cercanías de la guerrilla, de los paramilitares y de las fuerzas militares del estado colombiano. La causa que ha generado mayor número de migraciones internas en Colombia ha sido la violencia ejercida por grupos armados contra sectores de la población, movidos por el interés de adquisición masiva de tierras, o de controlar regiones o territorios del país; también por no compartir las posiciones políticas de las poblaciones obligadas a desplazarse, o simplemente porque la población que habita en regiones que son escenario del conflicto armado es considerada por uno de los bandos enfrentados como su enemiga. El desplazamiento interno forzado de personas, ocasionado por la violencia armada, social o política, ha tenido momentos en los cuales se ha tornado más crítico. Uno de ellos fue el período conocido como el de la violencia, que se originó con la muerte en plaza pública del caudillo liberal Jorge Eliécer Gaitan el 19 de abril de 1948. Ello originó el enfrentamiento armado entre los dos partidos políticos más tradicionales en Colombia, el liberalismo y el conservatismo, llevándose a cabo una lucha fratricida por el control político, económico y social del país. Cuadro: se muestra el número de desplazados en diversos países.

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¿En nuestro entorno hay personas desplazadas, extranjeras, refugiadas? ¿Cómo están viviendo esas personas? ¿Se han instalado bien, viven en pobreza, son excluidas? ¿Qué estamos haciendo por los desplazados por la violencia?

LA PALABRA DE DIOS: Proclamar el texto saboreando la Palabra y descubriendo el mensaje de fe que guarda el texto bíblico. ¿Qué dice el texto? Fijarse en todos los detalles: personas, circunstancias, actitudes, lugares, expresiones...

Mt 2, 13-23. Después que ellos se retiraron, el Angel del Señor se apareció en sueños a José y le dijo: «Levántate, toma contigo al niño y a su madre y huye a Egipto; y estate allí hasta que yo te diga. Porque Herodes va a buscar al niño para matarle.» El se levantó, tomó de noche al niño y a su madre, y se retiró a Egipto; y estuvo allí hasta la muerte de Herodes; para que se cumpliera el oráculo del Señor por medio del profeta: De Egipto llamé a mi hijo. Entonces Herodes, al ver que había sido burlado por los magos, se enfureció terriblemente y envió a matar a todos los niños de Belén y de toda su comarca, de dos años para abajo, 16

según el tiempo que había precisado por los magos. Entonces se cumplió el oráculo del profeta Jeremías: Un clamor se ha oído en Ramá, mucho llanto y lamento: es Raquel que llora a sus hijos, y no quiere consolarse, porque ya no existen. Muerto Herodes, el Angel del Señor se apareció en sueños a José en Egipto y le dijo: «Levántate, toma contigo al niño y a su madre, y ponte en camino de la tierra de Israel; pues ya han muerto los que buscaban la vida del niño.» Él se levantó, tomó consigo al niño y a su madre, y entró en tierra de Israel. Pero al enterarse de que Arquelao reinaba en Judea en lugar de su padre Herodes, tuvo miedo de ir allí; y avisado en sueños, se retiró a la región de Galilea, y fue a vivir en una ciudad llamada Nazaret; para que se cumpliese el oráculo de los profetas: Será llamado Nazareno.

COMENTARIOS A LA PALABRA. Escuchemos algunos comentarios a este texto. Según las Naciones Unidas en el mundo hay más de cincuenta millones de personas desplazadas. No estamos hablando de emigrantes por motivos económicos, es decir, aquellos que han marchado a otro país buscando una mejor oportunidad para ellos y sus familias, sino de personas que han tenido que abandonar sus hogares debido a problemas políticos, religiosos, étnicos, guerra o una mezcla de todos ellos.

Jesús fue un desplazado, un exiliado por motivos políticos. Así es, el pasaje de Mateo nos cuenta que para evitar la muerte y advertido por un sueño José tuvo que exiliarse en Egipto pues Herodes, el rey, buscaba a Jesús para asesinarlo.

Para mí de esto se deducen dos cosas muy importantes. La primera es la capacidad de Jesús de entender, identificarse y sufrir con aquellos que, como Él, han sufrido o sufren la forzosa y dura realidad de verse desplazados, a menudo, en condiciones inhumanas fuera de sus hogares en países extraños y, con frecuencia, hostiles al refugiado.

La segunda es la necesidad de que sus seguidores desarrollemos más misericordia y compasión hacia los desplazados y en ellos sepamos y aprendamos a ver al Jesús desplazado. Nosotros seguimos a un Dios que sufrió en sus propias carnes la realidad de ser un refugiado, alguien que tuvo que huir y sufrir, una vez más, de forma injusta, sólo por haber nacido. Papa Francisco. MENSAJE DEL SANTO PADRE FRANCISCO PARA LA JORNADA MUNDIAL DEL EMIGRANTE Y DEL REFUGIADO 2015 La Iglesia sin fronteras, madre de todos, extiende por el mundo la cultura de la acogida y de la solidaridad, según la cual nadie puede ser considerado inútil, fuera de lugar o descartable. Si vive realmente su maternidad, la comunidad cristiana alimenta, orienta e indica el camino, acompaña con paciencia, se hace cercana con la oración y con las obras de misericordia. 17

Todo esto adquiere hoy un significado especial. De hecho, en una época de tan vastas migraciones, un gran número de personas deja sus lugares de origen y emprende el arriesgado viaje de la esperanza, con el equipaje lleno de deseos y de temores, a la búsqueda de condiciones de vida más humanas. No es extraño, sin embargo, que estos movimientos migratorios susciten desconfianza y rechazo, también en las comunidades eclesiales, antes incluso de conocer las circunstancias de persecución o de miseria de las personas afectadas. Esos recelos y prejuicios se oponen al mandamiento bíblico de acoger con respeto y solidaridad al extranjero necesitado. Por una parte, oímos en el sagrario de la conciencia la llamada a tocar la miseria humana y a poner en práctica el mandamiento del amor que Jesús nos dejó cuando se identificó con el extranjero, con quien sufre, con cuantos son víctimas inocentes de la violencia y la explotación. Por otra parte, sin embargo, a causa de la debilidad de nuestra naturaleza, “sentimos la tentación de ser cristianos manteniendo una prudente distancia de las llagas del Señor” (Exhort. ap. Evangelii gaudium, 270). La fuerza de la fe, de la esperanza y de la caridad permite reducir las distancias que nos separan de los dramas humanos. Jesucristo espera siempre que lo reconozcamos en los emigrantes y en los desplazados, en los refugiados y en los exiliados, y asimismo nos llama a compartir nuestros recursos, y en ocasiones a renunciar a nuestro bienestar. Lo recordaba el Papa Pablo VI, diciendo que «los más favorecidos deben renunciar a algunos de sus derechos para poner con mayor liberalidad sus bienes al servicio de los demás» (Carta ap. Octogesima adveniens, 14 mayo 1971, 23).

MEDITACION Y ORACION.

Hacer una breve reflexión sobre el Evangelio leído. La lectura hecha, ¿qué me dice a mí, personalmente? ¿Qué me sugiere? Mirar la escena y nuestra propia vida. ¿Cómo lo estamos viviendo en nuestra familia, grupo, parroquia…? Desde el texto leído y meditado, Palabra de Dios, ¿qué le decimos ahora al Señor? Oramos, dialogamos y entramos en conversación personal con el Señor. Compartir lo 18

orado, con la comunidad.

COMPROMISO: COMPROMISO ¿Qué camino de vida me invita a tomar? • Ver la realidad con la mirada de Dios. • Anuncio, compromiso y caridad. ¿Qué debo hacer yo? ¿Qué quieres, Señor de mí? ¿A qué me compromete el mensaje de fe que hemos visto en este relato? Quienes se han encontrado con Jesús no pueden callar la noticia… Qué podemos hacer por los migrantes, extranjeros, forasteros, turistas, desplazados…? ORACIÓN DE ACCIÓN DE GRACIAS Y CANTO FINAL.

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GUIA No. 4. VESTIR AL DESNUDO ORACION DE INICIO. Humildemente te pedimos a ti, Señor, que eres la luz verdadera y la fuente misma de toda luz, que, meditando fielmente tu palabra, vivamos siempre en tu claridad y seamos testigos de tu misericordia. Te lo pedimos a ti, que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén

LA REALIDAD: Leer el texto para darnos cuenta de lo que sucede en nuestro país, municipio, vereda o comunidad. Responder: ¿Cómo se da esto entre nosotros? Cuáles son las causas? Situación de los desnudos de hoy «Estas personas no tienen ni ropa ¡y son iguales que yo! ¿Qué he hecho yo para nacer en con medios económicos y no en la miseria? Nada. Entonces, ¿por qué puedo cambiar de ropa cuando quiera y ellos no tienen ni un jersey en invierno? Con la crisis, la gente trae menos ropa, aunque todos tenemos una prenda que casi no usamos y que alguien necesita. «Si no tuviera fe, quizá no estaría aquí, pero creo que vestir al desnudo es una obligación humana». Si ahora echa usted un vistazo a su armario, puede que descubra un motivo para llevar a otro la misericordia divina. Siempre hay en nuestro ropero, alguna ropa que ya no usamos y que está en buenas condiciones, y que podemos obsequiársela a un pobre que no tiene vestido. Entonces el cuerpo de ese pobre, la carne de aquel cuerpo hablará a Dios de nosotros, de nuestra caridad, y Dios nos colmará de bendiciones de todo tipo. Imitemos entonces a Dios, y vistamos a los pobres hombres que están desnudos, con harapos, como lo hizo Martín de Tours, aquel soldado que servía al ejército romano allá por el siglo IV, cuando repartió su capa con el pordiosero que estaba congelándose y tiritando de frío en ese invierno duro en Amiens. En la noche siguiente, Cristo se le aparece vestido con la media capa para agradecerle su gesto. Lo que hagamos a uno de nuestros hermanos, lo hacemos a Cristo. Y ojalá seamos lo suficientemente valientes y desprendidos como para dar algo que usamos y que nos gusta, e incluso que es nuestra prenda preferida para salir de paseo o simplemente vestirnos en alguna ocasión especial. Porque aunque a veces parezca como que nos arrancamos un pedazo de carne al dar esa ropa, la obra ante Dios es de un valor casi infinito, y de paso practicamos la santa pobreza y el desprendimiento, que es necesario tener para no estar apegados a esta tierra y a las cosas materiales. Demos con caridad 20

nuestra ropa, antes de que los ladrones nos las roben y nos quedemos desnudos y sin el mérito de haber practicado la misericordia.

Quizá haya otro tipo de vestiduras, mejores que la capa de san Martín, que sí debes poner: la vestidura del honor, del respeto, de la protección. Siempre tendrás que cubrir la desnudez del prójimo con el manto de la caridad. Esto nos recuerda que también las personas vulnerables son personas que están desnudas en la sociedad. Hay otro problema relacionado con esta obra de misericordia. Hay algo mucho más grave que no vestir al desnudo; es el desnudar al vestido. Esto es ya tema de justicia. Y atentos, son millones a los que tal vez estemos desnudando. “Si, pues, ha de ir al fuego eterno aquel a quien le diga: estuve desnudo y no me vestiste, ¿qué lugar tendrá en el fuego eterno aquel a quien le diga: estaba vestido y tú me desnudaste?” (San Agustín). Un concepto de vulnerabilidad muy presente hoy, alude a situaciones de debilidad, de precariedad en la inserción laboral, de fragilidad en los vínculos relacionales; situaciones éstas en las que se encuentran, en mayor o menor medida, una diversidad de grupos sociales y no sólo los que se definen como pobres según las mediciones usuales. Este universo formaría parte del espacio donde se inscriben las distintas exclusiones (las desnudeces contemporáneas). Los hogares vulnerables -y los individuos- se enfrentan a riesgo de deterioro, pérdida o imposibilidad de acceso a condiciones habitacionales, sanitarias, educativas, laborales, previsionales, de participación, de acceso diferencial a la información y a las oportunidades. A veces excluimos, desnudamos a otros de su dignidad por ser de otra religión, de otro partido político, de otra tendencia sexual, de otra raza o color, de otra etnia o país. Hay que vestir con el manto de la dignidad humana a quienes desnudamos quitándoles su valor de seres humanos. -

¿Hay problemas de vestido y calzado en algunas personas de la comunidad? ¿Hay problemas de personas a quienes hemos desnudado de su dignidad? ¿A quiénes excluimos en la sociedad o en la iglesia?

LA PALABRA DE DIOS: Proclamar el texto saboreando la Palabra y descubriendo el mensaje de fe que guarda el texto bíblico. ¿Qué dice el texto? Fijarse en todos los detalles: personas, circunstancias, actitudes, lugares, expresiones... Isaías 58, 7. Compartan su comida con los hambrientos y den refugio a los que no tienen hogar; denles ropa a quienes la necesiten y no se escondan de parientes que precisen su ayuda. 21

«Si un hermano o una hermana están desnudos y carecen del sustento diario, y alguno de vosotros les dice: “Id en paz, calentaos o hartaos”, pero no les dais lo necesario para el cuerpo, ¿de qué sirve?» (St 2, 15-16; cf Jn 3, 17). COMENTARIOS A LA PALABRA. Escuchemos algunos comentarios a este texto. El ayuno, “¿No consiste en que compartas tu pan con el hambriento y a los pobres errantes alojes en tu casa; en que cuando veas al desnudo, lo cubras y no te escondas del que es tu propia carne?” “Los pobres errantes” significa aquellos sin hogar. El “desnudo” es una palabra que incluye a aquellos sin posesiones materiales. Cuando Job perdió todos sus bienes temporales, declaró: “Desnudo salí del vientre de mi madre y desnudo volveré allá. Jehová dio y Jehová quitó: ¡Bendito sea el nombre de Jehová!”. “Y no te escondas del que es tu propia carne” significa que cada uno de nosotros tenemos una obligación especial hacia los de nuestra propia familia. Nuestra responsabilidad hacia nuestras familias es mucho más que la mera provisión de alimentos, ropa y refugio. Aunque nos encontremos ocupados y cargados con las preocupaciones del día, sin duda podemos hallar el tiempo suficiente para tomar un niño pequeño sobre nuestro regazo, leerle una historia y de otra manera expresar el cariño, amor, y el compromiso que les une a padres e hijos. Del mismo modo, los adolescentes necesitan el cuidado constante y amor que una familia debe proporcionar, e incluso los hijos adultos con sus propias familias dependen de sus padres y hermanos para la fuerza y apoyo emocional. Los nietos tienen un vínculo especial con sus abuelos; cuando la responsabilidad primera de la crianza y la disciplina es asumida por los padres, el papel de los abuelos puede centrarse más en la aceptación incondicional y el amor.

MEDITACION Y ORACION.

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Hacer una breve reflexión sobre el Evangelio leído. La lectura hecha, ¿qué me dice a mí, personalmente? ¿Qué me sugiere? Mirar la escena y nuestra propia vida. ¿Cómo lo estamos viviendo en nuestra familia, grupo, parroquia…? -

¿Frente a las personas sin vestido o calzado que podemos hacer? ¿Cómo enfrentamos la exclusión por motivos religiosos, sexuales, raciales o económicos?

Desde el texto leído y meditado, Palabra de Dios, ¿qué le decimos ahora al Señor? Oramos, dialogamos y entramos en conversación personal con el Señor. Compartir lo orado, con la comunidad.

COMPROMISO: COMPROMISO ¿Qué camino de vida me invita a tomar? • Ver la realidad con la mirada de Dios. • Anuncio, compromiso y caridad. ¿Qué debo hacer yo? ¿Qué quieres, Señor de mí? ¿A qué me compromete el mensaje de fe que hemos visto en este relato? Quienes se han encontrado con Jesús no pueden callar la noticia… ORACIÓN DE ACCIÓN DE GRACIAS Y CANTO FINAL.

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GUIA No. 5. VISITAR A LOS ENFERMOS. ORACION DE INICIO. Humildemente te pedimos a ti, Señor, que eres la luz verdadera y la fuente misma de toda luz, que, meditando fielmente tu palabra, vivamos siempre en tu claridad y seamos testigos de tu misericordia. Te lo pedimos a ti, que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén

LA REALIDAD: Leer el texto para darnos cuenta de lo que sucede en nuestro país, municipio, vereda o comunidad. Responder: “Cómo se da esto entre nosotros? Cuáles son las causas? Visitar al enfermo La nuestra es una sociedad consumista y materialista, es la era de lo desechable, donde se conjugan tres palabras: tener, poder y saber; donde vale el que rinde, el que tiene, el que produce. Es también la era de la eficiencia, de las estadísticas, porque “el tiempo es oro” y se mide en cifras, y donde no queda tiempo para compartir, para escuchar. En una sociedad que vive con estos criterios el enfermo, el anciano, el que no produce, tiende a ser marginado y aislado, y el trabajador de la salud puede también convertirse en una ficha, en un objeto que vale únicamente por el rendimiento y la eficacia en su trabajo. La inversión y crisis de los valores y principios como la solidaridad, la fraternidad, la amistad; el vacío ético y la dimensión trascendental y espiritual tienden cada vez a 24

perderse, creando así un mundo inhumano, injusto, haciendo más difícil la enfermedad y agudizando el sufrimiento del hombre. Estas circunstancias inciden profundamente en el mundo de la salud y podríamos resumirlas así: 

El mundo moderno de la salud se caracteriza por unas relaciones frecuentemente impersonales a causa del crecimiento de las instituciones y de las diversas actitudes de los trabajadores de salud frente a la vida y al trabajo.



La marginación de algunas categorías de enfermos, la instrumentalización y explotación del trabajador de la salud.



Los recursos económicos deficientes y el manejo de los mismos con criterios deshonestos; la prioridad de lo técnico y lo administrativo sobre lo humano; la tecnología médica cuando compromete la autonomía y la libertad del paciente aumenta la distancia física y social entre el enfermo y el personal de la salud.



Por otro lado nos encontramos con el hospital-empresa, el cual, en virtud de una premisa de eficiencia válida que debe perseguirse en toda obra, pone en primer plano la eficacia, dirigida a recuperar la “salud del enfermo”, entendida siempre como bienestar biológico, y no psicológico, social y espiritual.

El hospital-empresa es fácil de diagnosticar. Un hospital en el cual las asambleas, reuniones y comités ponen sobre la mesa de trabajo: número de enfermos, días de estancia, tarifas, habitaciones libres, niveles de utilidades, preocupaciones económicas... allí se habla del enfermo como de un “medio” o “cliente” que garantice la economía del centro y nivele los presupuestos y balances financieros. No podemos estar en contra de la modernización de las instituciones hospitalarias, en las cuales deben tener su espacio los avances de la ciencia y de la técnica con el fin de una mayor eficiencia que ciertamente es un valor. Pero no el único, ni el primero, ni el principal. No se trata de visitas sociales, por cumplir. Se trata de una verdadera atención a los enfermos y ancianos, tanto en cuido físico, como en compañía. Y la atención más importante en casos de vejez y enfermedades graves es la atención espiritual.

LA PALABRA DE DIOS: Proclamar el texto saboreando la Palabra y descubriendo el mensaje de fe que guarda el texto bíblico. ¿Qué dice el texto? Fijarse en todos los detalles: personas, circunstancias, actitudes, lugares, expresiones... Del santo Evangelio según san Lucas 10, 25-37

Se levantó un legista, y dijo para ponerle a prueba: «Maestro, ¿que he de hacer para tener en herencia vida eterna?» Él le dijo: « ¿Qué está escrito en la Ley? ¿Cómo lees?» 25

Respondió: «Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con todas tus fuerzas y con toda tu mente; y a tu prójimo como a ti mismo». Díjole entonces: «Bien has respondido. Haz eso y vivirás». Pero él, queriendo justificarse, dijo a Jesús: «Y ¿quién es mi prójimo?» Jesús respondió: «Bajaba un hombre de Jerusalén a Jericó, y cayó en manos de salteadores, que, después de despojarle y golpearle, se fueron dejándole medio muerto. Casualmente, bajaba por aquel camino un sacerdote y, al verle, dio un rodeo. De igual modo, un levita que pasaba por aquel sitio le vio y dio un rodeo. Pero un samaritano que iba de camino llegó junto a él, y al verle tuvo compasión; y, acercándose, vendó sus heridas, echando en ellas aceite y vino; y montándole sobre su propia cabalgadura, le llevó a una posada y cuidó de él. Al día siguiente, sacando dos denarios, se los dio al posadero y dijo: "Cuida de él y, si gastas algo más, te lo pagaré cuando vuelva." ¿Quién de estos tres te parece que fue prójimo del que cayó en manos de los salteadores?» Él dijo: «El que practicó la misericordia con él». Jesús le dijo: «Vete y haz tú lo mismo».

COMENTARIOS A LA PALABRA. Escuchemos algunos comentarios a este texto. En cambio el samaritano, cuando vio a ese hombre, “sintió compasión” dice el Evangelio. Se acercó, le vendó las heridas, poniendo sobre ellas un poco de aceite y de vino; luego lo cargó sobre su cabalgadura, lo llevó a un albergue y pagó el hospedaje por él... En definitiva, se hizo cargo de él: es el ejemplo del amor al prójimo. Pero, ¿por qué Jesús elige a un samaritano como protagonista de la parábola? Porque los samaritanos eran despreciados por los judíos, por las diversas tradiciones religiosas. Sin embargo, Jesús muestra que el corazón de ese samaritano es bueno y generoso y que —a diferencia del sacerdote y del levita— él pone en práctica la voluntad de Dios, que quiere la misericordia más que los sacrificios. Dios siempre quiere la misericordia y no la condena hacia todos. Quiere la misericordia del corazón, porque Él es misericordioso y sabe comprender bien nuestras miserias, nuestras dificultades y también nuestros pecados. A todos nos da este corazón misericordioso. El Samaritano hace precisamente esto: imita la misericordia de Dios, la misericordia hacia quien está necesitado.» (S.S. Francisco, 14 de julio de 2013) Francisco invitó a todos los voluntarios que forman parte de este apostolado (Servicios Sacerdotales de Urgencia (SSU) de la Argentina) a aprovechar el próximo Jubileo de la Misericordia para intensificar la colaboración con los pastores en "la misión de acudir con afecto y asistir con ternura a los enfermos y moribundos". “Como he exhortado en la bula Misericordiae vultus, que nuestras manos estrechen sus manos, acercándolos a nosotros para que sientan el calor de nuestra presencia, de nuestra amistad y de la fraternidad”, manifestó el obispo de Roma. “No podemos escapar a las palabras del Señor según las cuales seremos juzgados… si dedicamos tiempo para acompañar al que estaba enfermo o prisionero, sabiendo que en cada uno de estos pequeños está presente Cristo mismo”, agregó el Papa en otro tramo de la carta. Este servicio eclesial es una obra que lleva atención espiritual y sacramental a los enfermos, asistiéndolos en el domicilio particular o centro de salud donde se encuentran en el dolor de una enfermedad o ante la proximidad de la muerte, siempre en horario nocturno. Los SSU realizan un servicio solidario con el visitado y con los otros sacerdotes, a fin de asegurarles el descanso durante la noche. En cuanto a su logística, los 26

sacerdotes suelen esperar en vela, junto con un laico, los pedidos que llegan a través del teléfono. Ambos cumplen la función de “guardianes”.

MEDITACION Y ORACION. Hacer una breve reflexión sobre el Evangelio leído. La lectura hecha, ¿qué me dice a mí, personalmente? ¿Qué me sugiere? Mirar la escena y nuestra propia vida. ¿Cómo lo estamos viviendo en nuestra familia, grupo, parroquia…? Desde el texto leído y meditado, Palabra de Dios, ¿qué le decimos ahora al Señor? Oramos, dialogamos y entramos en conversación personal con el Señor. Compartir lo orado, con la comunidad.

COMPROMISO: COMPROMISO ¿Qué camino de vida me invita a tomar? • Ver la realidad con la mirada de Dios. • Anuncio, compromiso y caridad. ¿Qué debo hacer yo? ¿Qué quieres, Señor de mí? ¿A qué me compromete el mensaje de fe que hemos visto en este relato? Quienes se han encontrado con Jesús no pueden callar la noticia… Cómo funciona la pastoral de la salud o pastoral de los enfermos en nuestra parroquia?

ORACIÓN DE ACCIÓN DE GRACIAS Y CANTO FINAL.

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GUIA No. 6. VISITAR A LOS PRESOS ORACION DE INICIO. Humildemente te pedimos a ti, Señor, que eres la luz verdadera y la fuente misma de toda luz, que, meditando fielmente tu palabra, vivamos siempre en tu claridad y seamos testigos de tu misericordia. Te lo pedimos a ti, que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén

LA REALIDAD: Leer el texto para darnos cuenta de lo que sucede en nuestro país, municipio, vereda o comunidad. Responder: “Cómo se da esto entre nosotros? Cuáles son las causas? https://youtu.be/ISFqMp7Rl68

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La problemática de las cárceles en Colombia cada día es más preocupante. Varios de los centros de reclusión están en pésimas condiciones en cuanto a su estructura física y en algunos establecimientos hay deficiencia en la prestación de servicios públicos. Según las últimas estadísticas del Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario - INPEC, su infraestructura carcelaria, tiene una capacidad para 75.726 detenidos y existen cerca de 115 mil, evidenciando un hacinamiento superior al 50 por ciento (octubre de 2012). A esta cifra, se agregan los internos en cárceles distritales en el país que dependen de las respectivas alcaldías municipales y de aquellos que están cobijados por la medida de casa por cárcel. A diario se presentan un sinnúmero de conflictos entre los mismos presos, quienes se ven obligados a sobrevivir bajo esta situación; sumado a esto, se enfrentan a la lentitud de la justicia para definir los fallos, detenciones arbitrarias y fallas en el debido proceso, así como dificultades en la prestación de servicios de salud.

El problema del hacinamiento es una realidad no solo en Colombia sino en gran parte de los países del mundo, pero dicho problema va más allá del aspecto físico que delimita la palabra a la falta de un espacio adecuado para vivir, se trata de un problema que subyace en la desigualdad social, pobreza, violencia, carencia de oportunidades, inseguridad y una verdadera educación que permita traspasar las condiciones de marginalidad y motive a los ciudadanos a mejorar sus circunstancias de vida. Adicionalmente a lo anterior, se debe tener en cuenta que por más de 40 años el país ha 29

vivido en una guerra interna, cuyos protagonistas son las clases menos favorecidas, divididos en dos bandos, los pobres que como soldados y policías, representan al Estado y los grupos de guerrilla, hombres, mujeres y niños que sin otro camino que seguir por diferentes situaciones, no tienen otro alternativa de vida. El hacinamiento no es un problema estructural y físico, se debe mirar como un problema social, económico y cultural donde se ha vuelto costumbre vivir violentamente, con altos índices de pobreza y desempleo, sumado a la cultura del limosneo y el facilismo que lleva a los ciudadanos a buscar caminos fáciles para obtener su sustento diario. Lo anterior se fundamenta igualmente en la cultura desarrollada en los años 80 y 90, donde el fenómeno del narcotráfico, unido al paramilitarismo, dio como resultado una generación desubicada, corrompida, llena de comodidades y excentricidades, cuya base se constituía en el comercio ilegal de los estupefacientes y todo lo que ello conllevó. El Estado debe ser promotor de Políticas Gubernamentales que apunten al desarrollo social integral que permita a los sectores más vulnerables, no solo recibir cuotas de limosna, sino las herramientas necesarias que permitan a las familias con menos recursos generar ingresos de manera sostenible, permitiéndoles salir de una vez por todas de la situación de miseria.

LA PALABRA DE DIOS: Proclamar el texto saboreando la Palabra y descubriendo el mensaje de fe que guarda el texto bíblico. ¿Qué dice el texto? Fijarse en todos los detalles: personas, circunstancias, actitudes, lugares, expresiones...

Acordaos de los presos como que estáis en prisión juntamente con ellos. Hebreos 13:3

COMENTARIOS A LA PALABRA. Escuchemos algunos comentarios a este texto. Fijémonos que en cada situación de las obras de misericordia corporales menciona una necesidad: hambre, sed, forastero, desnudez, enfermedad. Pero cuando menciona la cárcel no menciona ninguna necesidad, sino solo que estuvo en la cárcel. ¿Por qué? porque en la cárcel podemos encontrar todas las necesidades mencionadas: - Un preso tiene hambre. La comida generalmente no es muy abundante. Tiene hambre física y hambre espiritual también. - Un preso tiene sed. Es increíble ver lo que muchos de ellos hacen por conseguir un refresco o una bebida fresca. Tienen sed de justicia también. Un preso es forastero. Vive en una cultura diferente, separado de su hogar y de sus seres queridos, de sus amigos, privado de su libertad. - Un preso padece desnudez. No hay persona más necesitada que un preso A veces usan la misma ropa por semanas o meses. La ropa a veces no es de él, es del Estado. - Un preso padece de muchas enfermedades físicas, emocionales y espirituales muy frecuentemente, además de que las condiciones de vida dentro de una prisión se prestan para contagios y contaminación de cuerpo y alma 30

Por eso, desde el primer momento, la acción de la Iglesia con las personas encarceladas es continuadora de las palabras y de los gestos del mismo Cristo que inició su vida adorado por pastores (de no muy buena reputación) desarrolló su vida pública “en malas compañías” y la culminó muriendo entre ladrones. El, que no dudó actuar en los márgenes de la sociedad, no dejó de llamar al hondón del corazón de cada ser humano sabiendo siempre que cada uno es mucho más que su comportamiento por errado que fuera. Por eso, para la Iglesia son normativas sus palabras de perdón y liberación integral a los pecadores, su compasión para con los “heridos de la vida” y su escandalosa amistad con publicanos y pecadores. De parte de Dios, brindó a los pobres la más esperanzadora de las bienaventuranzas y “canonizó” personalmente a un peligroso delincuente condenado a muerte. En definitiva, el que Jesús pasase “por el mundo haciendo el bien, porque Dios estaba con Él” (Hech 10,37), constituye una referencia inexcusable en el quehacer de la Iglesia en el medio penitenciario. El mismo Cristo que perdona a la mujer adúltera (Jn 8, 1ss.), cogida en un flagrante delito de difícil defensa jurídica, cuestiona el papel de los jueces sin misericordia, atados a las leyes humanas y aun religiosas, que desconocían que la compasión es la única medida de una ley que pretenda ser justa. Es la Palabra de Dios la que provocativamente llega a decirnos que “la misericordia se ríe del juicio” (Sant 2, 12). En efecto, “Dios quiere salvar a todos sus hijos, especialmente a aquellos que, habiéndose alejado de Él, buscan el camino del retorno. El Buen Pastor sigue continuamente el rastro de las ovejas descarriadas” y mira con infinita compasión a las que permanecen sin pastor que las atienda (Mt 9,36).

MEDITACION Y ORACION.

Hacer una breve reflexión sobre el Evangelio leído. La lectura hecha, ¿qué me dice a mí, personalmente? ¿Qué me sugiere? Mirar la escena y nuestra propia vida. ¿Cómo lo estamos viviendo en nuestra familia, grupo, parroquia…? Desde el texto leído y meditado, Palabra de Dios, ¿qué le decimos ahora al Señor? Oramos, dialogamos y entramos en conversación personal con el Señor. Compartir lo 31

orado, con la comunidad.

COMPROMISO: COMPROMISO ¿Qué camino de vida me invita a tomar? • Ver la realidad con la mirada de Dios. • Anuncio, compromiso y caridad. ¿Qué debo hacer yo? ¿Qué quieres, Señor de mí? ¿A qué me compromete el mensaje de fe que hemos visto en este relato? Quienes se han encontrado con Jesús no pueden callar la noticia… ¿Cómo funciona la pastoral carcelaria en tu comunidad? ORACIÓN DE ACCIÓN DE GRACIAS Y CANTO FINAL.

GUIA No. 7. ENTERRAR A LOS MUERTOS ORACION DE INICIO. Humildemente te pedimos a ti, Señor, que eres la luz verdadera y la fuente misma de toda luz, que, meditando fielmente tu palabra, vivamos siempre en tu claridad y seamos testigos de tu misericordia. Te lo pedimos a ti, que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén

LA REALIDAD: Leer el texto para darnos cuenta de lo que sucede en nuestro país, municipio, vereda o comunidad. Responder: “Cómo se da esto entre nosotros? Cuáles son las causas? Una gran fosa común de 15 hectáreas de terreno, incrustada en la segunda ciudad más importante de Colombia. Eso es lo que hay en la Escombrera, el vertedero de basura ubicado en la zona alta de la comuna 13 de Medellín, que oculta al menos 300 cuerpos

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decapitados, jóvenes desmembrados, mujeres asfixiadas y milicianos torturados De manera inexplicable, el país venía aplazando la exhumación de los cuerpos que permanecen ocultos debajo de más de 70 metros de escombros. A pesar de que madres y magistrados de Antioquia les suplicaron por años a autoridades locales y nacionales que ingresaran a esa zona para desenterrar la verdad, solo hasta mañana se iniciará el operativo, 30 años después de que se recibieran las primeras denuncias de que la Escombrera era un cementerio de la violencia narcoparamilitar. Según testimonios de pobladores y de investigadores de la Fiscalía de Antioquia, recogidos por reporteros de EL TIEMPO, en ese basurero hay cadáveres que datan incluso de los años 80.

Cifras del país sobre desaparición forzada: ¿Dónde están? Las cifras cambian de un organismo a otro. Mientras el Sistema de Información de Desaparecidos de Medicina Legal reporta cerca de 21 mil casos, la Fiscalía registra unos 26 mil, en tanto que en la Unidad Nacional de Reparación a Víctimas hay denunciados unos 31 mil casos por desaparición forzada en Colombia. El estudio también revela que 813 de los más de 1.000 municipios colombianos han sufrido la desaparición forzada desde 1971, con años especialmente turbulentos como 2001 y 2002, cuando impactó en más de 400 pueblos frente a los 91 afectados en 2012. Sin embargo, los casos de desaparición forzada no solo han ocurrido durante el conflicto armado. En estos graves delitos, que afectan a toda una sociedad, también las organizaciones criminales son responsables. Según las autoridades, los dos puertos de la costa del Pacífico, Buenaventura (Valle del Cauca) y Tumaco (Nariño) —donde el conflicto entre bandas criminales y narcotraficantes sigue vigente— son los municipios donde más se han incrementado las desapariciones forzadas en el país. También es una práctica que se presenta en ciudades como Medellín y Cali en medio de la disputa de combos delincuenciales. En los últimos cuatro años (2010-2013), de acuerdo con la Personería de Medellín, se denunciaron las desapariciones de 2.526 personas. Aparecieron vivas 1.017 y 147 muertas. Pero 1.272 personas siguen desaparecidas en el Valle del Aburrá.

LA PALABRA DE DIOS: Proclamar el texto saboreando la Palabra y descubriendo el mensaje de fe que guarda el texto bíblico. ¿Qué dice el texto? Fijarse en todos los detalles: personas, circunstancias, actitudes, lugares, expresiones... Tobías 1, 10-20 En tiempo de Salmanasar solía hacer numerosas limosnas a mis hermanos, los de mi 33

estirpe; daba mi pan a los hambrientos y vestidos a los desnudos. Si veía a alguno de mi estirpe muerto y arrojado fuera de las murallas de Nínive, lo enterraba.Igualmente di sepultura a los que hizo matar Senaquerib, cuando vino huyendo de Judea en los días del castigo que ejerció contra él el Rey del cielo, por las blasfemias que había proferido. En su furor hizo matar a muchos israelitas. Yo ocultaba sus cuerpos y los enterraba. Senaquerib los buscaba y no los encontraba. Un ninivita fue a informar al rey que yo los enterraba. Yo me escondí. Cuando supe que el rey me había reconocido y que me buscaba para matarme, tuve miedo y huí. Todo cuanto poseía me fue arrebatado; nada me quedó que no fuera para el tesoro, excepto Ana, mi mujer, y Tobías, mi hijo.

COMENTARIOS A LA PALABRA. Escuchemos algunos comentarios a este texto. Los ritos funerarios son importantes. A nivel humano, expresar el duelo muestra respeto por el difunto, reconforta a los que quedan detrás y conduce a la familia del difunto a volver a la vida normal. A nivel spiritual, las exequias son ocasión para que una comunidad de fe exprese sus creencias de cara a la muerte y ofrezca salud y consuelo a los que quedan detrás. Como católicos, celebramos los ritos fúnebres para alabar y agradecer a Dios, autor de toda vida, por el regalo de la vida dada a la persona que ahora ha sido llamada a la plenitud de la vida en Cristo. Por medio de los ritos fúnebres también mostramos el respeto a la persona que amamos. Tratamos el cuerpo del difunto “con respeto y caridad en la fe y la esperanza de la resurrección. Enterrar a los muertos es una obra de misericordia corporal, que honra a los hijos de Dios, templos del Espíritu Santo” (CIC, 2300). Para ayudar a que todos los católicos aprecien y acojan las prácticas fúnebres de la Iglesia, es muy recomendable que cada parroquia tenga un ministerio que atienda a sus miembros en el momento de la muerte. Cuando haya muertes, se les ruega a los fieles que avisen a la parroquia. De esta forma, un sacerdote, diácono u otro apropiado ministro parroquial puedan visitar a los dolientes tan pronto como sea posible, para dar consuelo y para ayudar, junto con el director profesional del funeral, a preparar los ritos fúnebres completos. No hace falta decirlo: los fieles deben contactar un sacerdote antes que alguien muera, de tal manera que la persona que se está muriendo pueda prepararse debidamente para morir con la ayuda y la fuerza de los sacramentos.

El respeto de la integridad corporal. (Del Catecismo de la iglesia católica) 2297 Los secuestros y el tomar rehenes hacen que impere el terror y, mediante la amenaza, ejercen intolerables presiones sobre las víctimas. Son moralmente ilegítimos. El terrorismo, amenaza, hiere y mata sin discriminación; es gravemente contrario a la justicia y a la caridad. La tortura, que usa de violencia física o moral, para arrancar confesiones, para castigar a los culpables, intimidar a los que se oponen, satisfacer el odio, es contraria al respeto de la persona y de la dignidad humana. Exceptuados los 34

casos de prescripciones médicas de orden estrictamente terapéutico, las amputaciones, mutilaciones o esterilizaciones directamente voluntarias de personas inocentes son contrarias a la ley moral (cf Pío XI, Cart enc. Casti connubii: DS 3722). 2298 En tiempos pasados, se recurrió de modo ordinario a prácticas crueles por parte de autoridades legítimas para mantener la ley y el orden, con frecuencia sin protesta de los pastores de la Iglesia, que incluso adoptaron, en sus propios tribunales las prescripciones del derecho romano sobre la tortura. Junto a estos hechos lamentables, la Iglesia ha enseñado siempre el deber de clemencia y misericordia; prohibió a los clérigos derramar sangre. En tiempos recientes se ha hecho evidente que estas prácticas crueles no eran ni necesarias para el orden público ni conformes a los derechos legítimos de la persona humana. Al contrario, estas prácticas conducen a las peores degradaciones. Es preciso esforzarse por su abolición, y orar por las víctimas y sus verdugos. El respeto a los muertos 2299 A los moribundos se han de prestar todas las atenciones necesarias para ayudarles a vivir sus últimos momentos en la dignidad y la paz. Deben ser ayudados por la oración de sus parientes, los cuales cuidarán que los enfermos reciban a tiempo los sacramentos que preparan para el encuentro con el Dios vivo. 2300 Los cuerpos de los difuntos deben ser tratados con respeto y caridad en la fe y la esperanza de la resurrección. Enterrar a los muertos es una obra de misericordia corporal (cf Tb 1, 16-18), que honra a los hijos de Dios, templos del Espíritu Santo. 2301 La autopsia de los cadáveres es moralmente admisible cuando hay razones de orden legal o de investigación científica. El don gratuito de órganos después de la muerte es legítimo y puede ser meritorio. La Iglesia permite la incineración cuando con ella no se cuestiona la fe en la resurrección del cuerpo

Cristo no tenía lugar sobre el que reposar. Un amigo, José de Arimatea, le cedió su tumba. Pero no sólo eso, sino que tuvo valor para presentarse ante Pilato y pedirle el cuerpo de Jesús. También participó Nicodemo, quien ayudó a sepultarlo. (Jn. 19, 38-42) Enterrar a los muertos parece un mandato superfluo, porque –de hecho- todos son enterrados. Pero, por ejemplo, en tiempo de guerra, puede ser un mandato muy exigente. ¿Por qué es importante dar digna sepultura al cuerpo humano? Por que el cuerpo humano ha sido alojamiento del Espíritu Santo. Somos “templos del Espíritu Santo (1 Cor 6, 19). (¿Cuáles son las obras de misericordia? http://opusdei.org/es-mx/article/obras-demisericordia-jubileo/ )

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MEDITACION Y ORACION. https://youtu.be/WJPXpwgnP0I Hacer una breve reflexión sobre el Evangelio leído. La lectura hecha, ¿qué me dice a mí, personalmente? ¿Qué me sugiere? Mirar la escena y nuestra propia vida. ¿Cómo lo estamos viviendo en nuestra familia, grupo, parroquia…? Desde el texto leído y meditado, Palabra de Dios, ¿qué le decimos ahora al Señor? Oramos, dialogamos y entramos en conversación personal con el Señor. Compartir lo orado, con la comunidad.

COMPROMISO: COMPROMISO ¿Qué camino de vida me invita a tomar? • Ver la realidad con la mirada de Dios. • Anuncio, compromiso y caridad. ¿Qué debo hacer yo? ¿Qué quieres, Señor de mí? ¿A qué me compromete el mensaje de fe que hemos visto en este relato? Quienes se han encontrado con Jesús no pueden callar la noticia… ORACIÓN DE ACCIÓN DE GRACIAS Y CANTO FINAL. GUIA No. 8. ENSEÑAR AL QUE NO SABE ORACION DE INICIO. Humildemente te pedimos a ti, Señor, que eres la luz verdadera y la fuente misma de toda luz, que, meditando fielmente tu palabra, vivamos siempre en tu claridad y seamos testigos de tu misericordia. Te lo pedimos a ti, que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén

LA REALIDAD: Leer el texto para darnos cuenta de lo que sucede en nuestro país, municipio, vereda o comunidad. Responder: ¿Cómo se da esto entre nosotros? Cuáles son las causas?

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La educación es un reto para todos los países. Se ha avanzado bastante en este campo, pero quedan todavía algunos desafíos: El fin es que el país ejecute una serie de compromisos universales y desarrolle algunos planes internos como: - Tener educación secundaria universal. Que todos los niños entre 6 a 17 años, estén en el colegio y en los grados que les corresponde y que la repetición y deserción sea igual a cero. - Bajar la tasa de analfabetismo a cero. En el 2003 según la última encuesta de calidad de vida, la tasa era del 3 por ciento para personas entre 15 y 24 años. La tasa de cobertura bruta es el ciento por ciento en educación básica. - Todos los niños de 7 a 17 años deben estar en una institución escolar y deben cursar el grado que corresponde a su edad. En este momento esa tasa es de 74 por ciento (desde preescolar hasta básica secundaria y media). - El promedio de educación en Colombia es de 8,6 años cursados y debe llegar a 10,6 (desde primero a undécimo). Para esto se necesita que no haya repetición de grados, el promedio que está en 6 por ciento debe bajar a 3. Según el experto, existe desigualdad para los departamentos. Pero también hay otros problemas: -

Hay personas de edad madura que tienen dificultades para manejar Internet. Hay lugares donde no hay conexión a Internet. Hay comunidades que no están conectadas a Internet. Falta capacitación técnica para que los jóvenes puedan tener un trabajo digno.

¿Qué problemas de educación hay todavía en el municipio o la comunidad? LA PALABRA DE DIOS: Proclamar el texto saboreando la Palabra y descubriendo 37

el mensaje de fe que guarda el texto bíblico. ¿Qué dice el texto? Fijarse en todos los detalles: personas, circunstancias, actitudes, lugares, expresiones... Lectura del santo evangelio según san Marcos 6,30-34 En aquel tiempo, los apóstoles volvieron a reunirse con Jesús y le contaron todo lo que habían hecho y enseñado. Él les dijo: -«Venid vosotros solos a un sitio tranquilo a descansar un poco.» Porque eran tantos los que iban y venían que no encontraban tiempo ni para comer. Se fueron en barca a un sitio tranquilo y apartado. Muchos los vieron marcharse y los reconocieron; entonces de todas las aldeas fueron corriendo por tierra a aquel sitio y se les adelantaron. Al desembarcar, Jesús vio una multitud y le dio lástima de ellos, porque andaban como ovejas sin pastor; y se puso a enseñarles con calma. “Quien instruye a muchos para que sean justos, brillarán como estrellas en el firmamento”. (Dan. 12, 3b)

COMENTARIOS A LA PALABRA. Escuchemos algunos comentarios a este texto. En el breve texto del Evangelio de hoy podemos contemplar una síntesis del ministerio de Jesús en un momento de máxima intensidad. Jesús, en efecto, despliega una actividad formidable, hasta el punto de que no da abasto y, como hemos visto en las semanas precedentes, tiene que acudir a la ayuda de sus discípulos más cercanos, a los que hace partícipes activos de su misión. Pero, pese a la intensidad de esta dedicación misionera, Jesús no cae en el activismo despersonalizador. A la vuelta de los apóstoles, Jesús, que previamente los ha aleccionado con la Palabra viva que él mismo encarna, sabe también prestarles atención, acogerlos y escucharlos. No es un mero organizador, un estratega que mueve a sus peones, explotándoles como si fueran máquinas; es un maestro y un pastor que se preocupa personalmente de sus seguidores, de sus discípulos, de sus amigos (cf. Jn 15, 13-14). Por eso, además de hablarles, instruirlos y enviarlos, Jesús los escucha, deja que le expresen sus preocupaciones y temores, y también, como en el caso de hoy, sus alegrías y sus éxitos. Y no sólo, se ocupa también de procurarles tranquilidad y descanso. No sabemos cómo pasaba Jesús con sus discípulos estos momentos de asueto, que hemos de suponer que serían tiempos de oración, contemplación y encuentro personal. En los asuntos del Reino de Dios también hay que saber “perder el tiempo”, siquiera, como dice hoy Jesús, “un poco”, porque en el centro de este Reino no está la actividad frenética o un plan de conquista del mundo, sino la persona concreta, a la que esa actividad debe servir. Vemos cómo, pese a todo, la búsqueda de tranquilidad se ve frustrada por esas masas que no dan respiro, tan necesitadas están, y se les adelantan impidiendo el merecido descanso. Cualquiera de nosotros hubiera reaccionado ante este acoso intempestivo con impaciencia o enfado, y hubiera tal vez establecido un horario “de atención al público” y 38

despachado a la inoportuna masa para mejor ocasión. Pero Jesús es un buen pastor para los cercanos y para los lejanos, en las distancias cortas del encuentro personal, y en el trato con esa multitud inmensa, que no despierta en él enfado o impaciencia, sino sentimientos de lástima y compasión. Tal vez al ver a toda aquella gente recordó la profecía de Jeremías y se dio cuenta de que esas ovejas sin pastor sólo en él podían encontrar la paz y el descanso del alma, al que en ese preciso instante le obligaban a renunciar para sí y para los apóstoles. Y su reacción no pudo ser otra: “se puso a enseñarles con calma”. Es de suponer que los doce, cansados y deseos de tranquilidad, encontraron también en las palabras calmadas de Jesús el sosiego que andaban buscando. (www.ciudadredonda.org/lectura/homiliapdf/id/871 )

Una sólida formación espiritual es garantía de bienestar y felicidad para todos, porqué entonces olvidar que Jesús trae esta lección desde hace mucho tiempo. En la educación actual en general y la superior en particular, es necesario impulsar con mucha decisión, la formación espiritual de los alumnos, bien sea desde la óptica de una ética civil como se plantea en instituciones de éste carácter o desde la religiosa como lo deben hacer las católicas o de otras tendencias religiosas. Los principios de: respeto por el otro, básico en las relaciones pedagógicas y de desarrollo humano que hace que los seres humanos tengan en cuenta su mundo interior como fundamento para generar el cambio personal, se reconocen y promueven como esenciales por Jesús que en su mensaje central y el significado que le imprime a su humanidad, resalta especialmente el “valor del ser humano” hasta elevarlo, en el contexto de su doctrina, a la categoría máxima de “el hombre como hijo de Dios”. Sus palabras las convierte en realidad palpable a través de la acogida que le brinda a algunos personajes como: Zaqueo, María Magdalena y en general a “los pecadores, entendiéndose como tales ” a quienes atrae hacia Él y les ofrece su apoyo, guía, consejo y orientación. Para el logro del propósito de su labor pedagógica, Jesús establece los criterios y parámetros para lograr que “La dignidad de los hombres se realice en el amor fraterno que incluye el servicio mutuo, la aceptación y la promoción práctica de los otros, especialmente de los más necesitados”5 (DP 324). (Modelo Pedagógico de Jesús. www.utp.edu.co/~chumanas/revistas/revistas/rev24/espinosa.htm ) Ante la crisis en la que se encuentra la sociedad y la despersonalización a la que se lleva al hombre, donde las máquinas, los equipos se consideran más importantes que el ser humano, es obvio que actualmente se debe fomentar en las empresas y recomendar en los sistemas educativos, la recuperación del protagonismo del hombre, el respeto a la vida, la dignidad del ser humano y el respeto a los demás.

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MEDITACION Y ORACION.

Hacer una breve reflexión sobre el Evangelio leído. La lectura hecha, ¿qué me dice a mí, personalmente? ¿Qué me sugiere? Mirar la escena y nuestra propia vida. ¿Cómo lo estamos viviendo en nuestra familia, grupo, parroquia…? Desde el texto leído y meditado, Palabra de Dios, ¿qué le decimos ahora al Señor? Oramos, dialogamos y entramos en conversación personal con el Señor. Compartir lo orado, con la comunidad.

COMPROMISO: COMPROMISO ¿Qué camino de vida me invita a tomar? • Ver la realidad con la mirada de Dios. • Anuncio, compromiso y caridad. ¿Qué debo hacer yo? ¿Qué quieres, Señor de mí? ¿A qué me compromete el mensaje de fe que hemos visto en este relato? Quienes se han encontrado con Jesús no pueden callar la noticia… Pregunta para reflexionar: ¿Cuál es la misión y la responsabilidad de los cristianos hoy en el campo de la educación? ¿A partir del ejemplo de Jesús, qué cambio de calidad puedes dar en tu actividad educativa, para que ella ayude a buscar mejores condiciones de vida para todos, sobre todo para los hijos?

ORACIÓN DE ACCIÓN DE GRACIAS Y CANTO FINAL.

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GUIA No. 9. Dar buen consejo al que lo necesita. ORACION DE INICIO. Humildemente te pedimos a ti, Señor, que eres la luz verdadera y la fuente misma de toda luz, que, meditando fielmente tu palabra, vivamos siempre en tu claridad y seamos testigos de tu misericordia. Te lo pedimos a ti, que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén

LA REALIDAD: Leer el texto para darnos cuenta de lo que sucede en nuestro país, municipio, vereda o comunidad. 41

Responder: “Cómo se da esto entre nosotros? Cuáles son las causas?

El problema de la sociedad de hoy no es tanto de formación intelectual o técnica sino de formación para la vida, para tener sentido y gusto en lo que se hace, para afrontar los problemas de la existencia, para convivir con otros. Especialmente los jóvenes necesitan orientación, consejo y acompañamiento. Pero también otras personas necesitan un consejo en algún momento de su vida: ante una decisión importante, ante una crisis familiar, ante un problema moral o espiritual. Es bueno destacar que el consejo debe ser ofrecido, no forzado, ni darlo con sentido de superioridad o de obligatoriedad. No se trata de dar opiniones personales, sino de veras aconsejar bien al necesitado de guía, sin ningún interés personal. Hay diversos tipos de dependencias, las más comunes son la dependencia a drogas, alcohol, comida, etc. Sin embargo, muchos de los jóvenes también son dependientes a otras cosas, como los videojuegos, internet, el juego, el ruido (subir el volumen a la música), el gimnasio, verse bien, etc. Este tipo de dependencias que parecieran más inofensivas no deben descuidarse, pues son llamadas de atención de los jóvenes, una forma de escaparse de lo que sienten no pueden controlar. Aunque parezca difícil de creer, no es que un joven elija ser adicto, sino que las circunstancias lo llevan la mayor parte de las veces a buscar estimulantes externos porque son un soporte para no caerse en la confusión o el dolor emocional que pueden sentir. Los jóvenes buscan estos refugios o escapes porque en el fondo no saben qué hacer con lo que sienten y viven. Algunos ejemplos que provocan que los jóvenes lleguen a esta salida son: rechazo constante, juicios hacia lo que es y siente el joven, castigo y critica constante, reproches, abandono emocional, falta de apoyo o guía emocional, no ponerle límites de pequeño (lo que crea mucha inseguridad), padres exigentes y perfeccionistas, abuso moral o físico, falta de un ambiente de seguridad y dignidad.

LA PALABRA DE DIOS: Proclamar el texto saboreando la Palabra y descubriendo el mensaje de fe que guarda el texto bíblico. ¿Qué dice el texto? Fijarse en todos los detalles: personas, circunstancias, actitudes, lugares, expresiones...

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Del santo Evangelio según san Juan 4, 5-42 En aquel tiempo llegó Jesús a una de ciudad de Samaria llamada Sicar, cerca de la heredad que y Jacob dio a su hijo José. Allí estaba el pozo de Jacob. Jesús, como se había fatigado del camino, estaba sentado junto al pozo. Era alrededor de la hora sexta. Llega una mujer de Samaria a sacar agua. Jesús le dice: Dame de beber. Pues sus discípulos se habían ido a la ciudad a comprar comida. Le dice a la mujer samaritana: ¿Cómo tú, siendo judío, me pides de beber a mí, que soy una mujer samaritana? (Porque los judíos no se tratan con los samaritanos.) Jesús le respondió: Si conocieras el don de Dios, y quién es el que te dice: "Dame de beber", tú le habrías pedido a él, y él te habría dado agua viva. Le dice la mujer: Señor, no tienes con qué sacarla, y el pozo es hondo; ¿de dónde, pues, tienes esa agua viva? ¿Es que tú eres más que nuestro padre Jacob, que nos dio el pozo, y de él bebieron él y sus hijos y sus ganados? Jesús le respondió: Todo el que beba de esta agua, volverá a tener sed; pero el que beba del agua que yo le dé, no tendrá sed jamás, sino que el agua que yo le dé se convertirá en él en fuente de agua que brota para viva eterna. Le dice la mujer: Señor, dame de esa agua, para que no tenga más sed y no tenga que venir aquí a sacarla. Le dice la mujer: Señor, veo que eres un profeta. Nuestros padres adoraron en este monte y vosotros decís que en Jerusalén es el lugar donde se debe adorar. Jesús le dice: Créeme, mujer, que llega la hora en que, ni en este monte, ni en Jerusalén adoraréis al Padre. Vosotros adoráis lo que no conocéis; nosotros adoramos lo que conocemos, porque la salvación viene de los judíos. Pero llega la hora (ya estamos en ella) en que los adoradores verdaderos adorarán al Padre en espíritu y en verdad, porque así quiere el Padre que sean los que le adoren. Dios es espíritu, y los que adoran, deben adorar en espíritu y verdad. Le dice la mujer: Sé que va a venir el Mesías, el llamado Cristo. Cuando venga, nos lo explicará todo. Jesús le dice: Yo soy, el que te está hablando. Y fueron muchos más los que creyeron. Así que por sus palabras, y decían a la mujer: Ya no creemos por tus palabras; que nosotros mismos hemos oído y sabemos que éste es verdaderamente el Salvador del mundo.

COMENTARIOS A LA PALABRA. Escuchemos algunos comentarios a este texto. Jesús establecía “puentes de conexión” con las personas. Establecer puentes de conexión con las personas implica crear el ambiente entre el consejero y la persona, para que se cree el nivel de confianza, seguridad y apertura en la persona. Sin este ambiente psicológico de confianza, empatía y seguridad es más difícil que la persona se sienta en disposición y con la apertura necesaria para que pueda hablar tranquilamente. Esta disposición y estrategia de Jesús como consejero podemos observarla en la forma como abordó a la mujer samaritana, según lo podemos apreciar en Juan 4:5-29. Antes de presentarle el mensaje espiritual, Jesús rompe el hielo con esta mujer, abordándola desde su realidad (necesidad del agua, aspectos de su vida familiar, entre otros). En otras palabras Jesús estableció una base común (la necesidad del agua) sobre la que comenzar a conversar e intervenir a aquella mujer.

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Para establecer un puente de conexión entre él y la samaritana, Jesús tuvo que romper con barreras de tipo: religiosas, raciales, sexuales, sociales y morales. En el contexto cultural de los tiempos de Jesús, judíos y samaritanos no se hablaban, además un hombre tampoco le hablaba a una mujer extraña con esa familiaridad. No era un protocolo aceptado que un hombre solicitara ayuda a una mujer. Por otra parte, Jesús tampoco criticó ni acusó a la mujer por la condición moral en que vivía. Jesús tenía la actitud de escuchar. Se sentaba con tranquilidad a oír a sus interlocutores. Por eso se tomó el tiempo para escuchar los cuentos de la mujer samaritana (Juan 4). Mucha gente se queja de que no se le presta atención. Los hijos se quejan de que no se les escucha en sus planteamientos. Los cónyuges se quejan de que no son comprendidos. Lo cierto es que una de las mayores necesidades de todo ser humano es ser escuchado por otros. Ahora, saber escuchar, aun cuando requiere de técnica y habilidad, es más una cuestión de actitud y disposición. Jesús habló con el irresistible lenguaje del amor. Hay un lenguaje que está más allá de las palabras. Es el lenguaje del amor que se manifiesta en: interés por la necesidad del receptor, compasión, tiempo que le dedicamos al receptor para escucharlo y expresarle un mensaje. Resulta inconcebible pensar en un consejero cristiano desprovisto del amor y la compasión que requieren las personas cargadas con problemas y necesidades que acuden a él. Francisco a los abuelos Nosotros podemos agradecer al Señor por los beneficios recibidos, y llenar el vacío de ingratitud que lo rodea. Podemos interceder por las expectativas de las nuevas generaciones y dar dignidad a la memoria y los sacrificios de aquellas pasadas. Nosotros podemos recordar a los jóvenes ambiciosos que una vida sin amor es árida. Podemos decirles a los jóvenes temerosos que la angustia del futuro se puede vencer. Podemos enseñar a los jóvenes demasiado enamorados de sí mismos, que hay más alegría en dar que en recibir. Los abuelos y abuelas forman el “coro” permanente de un gran santuario espiritual, donde la oración de súplica y el cántico de alabanza sostienen la comunidad que trabaja y lucha en el campo de la vida.

MEDITACION Y ORACION. Hacer una breve reflexión sobre el Evangelio leído. La lectura hecha, ¿qué me dice a mí, personalmente? ¿Qué me sugiere? Mirar la escena y nuestra propia vida. ¿Cómo lo estamos viviendo en nuestra familia, grupo, parroquia…? Desde el texto leído y meditado, Palabra de Dios, ¿qué le decimos ahora al Señor? Oramos, dialogamos y entramos en conversación personal con el Señor. Compartir lo orado, con la comunidad.

COMPROMISO: COMPROMISO ¿Qué camino de vida me invita a tomar? • Ver la realidad con la mirada de Dios. 44

• Anuncio, compromiso y caridad. ¿Qué debo hacer yo? ¿Qué quieres, Señor de mí? ¿A qué me compromete el mensaje de fe que hemos visto en este relato? Quienes se han encontrado con Jesús no pueden callar la noticia… ¿Cómo procede Jesús con la samaritana? Cuál es el método que emplea para aconsejarla? ¿Qué actitudes muestra Jesús allí en la conversación?

ORACIÓN DE ACCIÓN DE GRACIAS Y CANTO FINAL.

GUIA No. 10. CORREGIR AL QUE ESTA EN ERROR. ORACION DE INICIO. Humildemente te pedimos a ti, Señor, que eres la luz verdadera y la fuente misma de toda luz, que, meditando fielmente tu palabra, vivamos siempre en tu claridad y seamos testigos de tu misericordia. Te lo pedimos a ti, que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén

LA REALIDAD: Leer el texto para darnos cuenta de lo que sucede en nuestro país, municipio, vereda o comunidad. 45

Responder: ¿Cómo se da esto entre nosotros? Cuáles son las causas?

Una persona madura es la que tiene armonía en su vida. Es una persona que sabe relacionarse con Dios de una manera sana. Sabe relacionarse con los demás en forma amable, creativa, con actitud de servicio, sin dominar o esclavizar a la otra persona. Sabe relacionarse con la naturaleza sin destruirla, sin acabar con ella, sino sirviéndose de ella para perfeccionarla y entregarla a los descendientes para su uso y goce. Sin embargo, todos tenemos momentos o circunstancias en los que perdemos la armonía: -

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Perdemos la armonía con Dios cuando nos alejamos de él o cuando lo tenemos sólo para que nos solucione los problemas materiales. O cuando nos decimos creyentes pero sólo vamos a la iglesia para bautismos, primeras comuniones o exequias. Perdemos la armonía con los demás cuando consideramos que son objetos o cosas que nos pueden servir para algo. O cuando somos injustos en el trato con los demás, los tratamos mal o los humillamos. Cuando nos creemos más importantes que los otros porque tenemos poder, dinero, estudio o prestigio. O cuando usamos la violencia contra los familiares, o contra alguna persona, o hacemos justicia por nuestras propias manos. Perdemos la armonía con la naturaleza cuando la destruimos, acabamos las fuentes de agua o los árboles, cuando matamos los animales sin razón, cuando hacemos minería ilegal, deforestación, usamos demasiados químicos en la agricultura, o ensuciamos el mundo con basuras. Perdemos la armonía con nosotros mismos cuando no tenemos autoestima y conciencia de nuestra dignidad y por eso usamos drogas, licor excesivo, trabajo extenuante, cuando no descansamos lo suficiente.

En esos casos en que perdemos la armonía, agradecemos la ayuda de otro que nos corrija, nos llame la atención y nos haga volver al buen camino. Pero también nosotros podemos corregir al que está equivocado, no con superioridad, sino con caridad y verdadero deseo de ayudar.

Errores que podemos cometer: . Pensar que uno lo sabe todo y los demás no. . No aceptar el propio cuerpo. . Tratar de cambiar a los demás y no cambiar personalmente. . Dejarse paralizar por los miedos y temores. . No tener proyectos para el futuro . Tener temores y celos ante la amistad o el amor. . Trabajar y trabajar sin descansar y sin tiempo para la familia. . Tener como único objetivo conseguir dinero. . Sentirse siempre culpable e incapaz. . Buscar siempre prestigio, poder y reconocimiento. 46

. No disfrutar de la naturaleza.

LA PALABRA DE DIOS: Proclamar el texto saboreando la Palabra y descubriendo el mensaje de fe que guarda el texto bíblico. ¿Qué dice el texto? Fijarse en todos los detalles: personas, circunstancias, actitudes, lugares, expresiones...

“Si tu hermano ha pecado, vete a hablar con él a solas para reprochárselo. Si te escucha, has ganado a tu hermano. Si no te escucha, toma contigo una o dos personas más, de modo que el caso se decida por la palabra de dos o tres testigos. Si se niega a escucharlos, informa a la asamblea (o a los superiores)”. (Mt. 19, 15-17)

COMENTARIOS A LA PALABRA. Escuchemos algunos comentarios a este texto. Para cumplir esta Obra de Misericordia convenientemente hay que tener en cuenta dos cosas: que pueda preverse un resultado positivo a nuestra corrección y que no nos causemos un perjuicio a nosotros mismos. Debemos corregir a nuestro prójimo con mansedumbre y suma consideración. Una corrección ruda puede tener el efecto contrario No podemos convertirnos en gendarmes de la gente; es decir en estar pendientes de todo lo que haga la gente. Sin embargo, corregir al errado en fe y moral es un consejo del Señor. Así termina el Apóstol Santiago su Carta: “Sepan esto: el que endereza a un pecador de su mal camino, salvará su alma de la muerte y consigue el perdón de muchos pecados”. (St. 5, 20). La mejor forma de no tener que corregir a los hijos es enseñarles a hacer bien las cosas, siguiendo muy de cerca sus actividades y el desarrollo de su personalidad. Qué bonito sería no tener que corregir nunca a los hijos, porque son perfectos porque han sido bien educados, corregidos y guiados por sus propios padres. ¡Pero tener hijos perfectos es imposible! A los árboles para que crezcan derechos y no se tuerzan les ponen tutores. Lo mismo ocurre con los hijos cuando además de la educación que reciben de sus padres se les añade un tutor de vida que les refuerce esa educación. No siempre tienen los padres la mejor capacidad, actitud o conocimientos para educar a los hijos en algunos conceptos necesarios para su desarrollo, y por eso necesitan recurrir a que un tutor de vida les fortalezca o intensifique esa educación. El mejor sitio para encontrar tutores de vida, muy bien preparados en la educación de los jóvenes en las virtudes y valores humanos, es entre los sacerdotes, pastores, profesores… Cuando haya que corregir a los hijos deberá tenerse muy en cuenta la educación que han recibido, sus edades físicas y mentales, sus comportamientos y actitudes con la 47

familia, escuela y amistades, sus capacidades intelectuales y físicas, objetivos previstos y realizados, etc. Toda corrección proviene de una acción u omisión que se ha podido producir queriendo o sin querer. Es obligación de los padres examinar con mucho cuidado la acción o la omisión para que la corrección esté en la misma línea de tamaño, intensidad y valor. No se debe matar una pulga con un cañón, ni un elefante con la mano. Condiciones indispensables para corregir bien. 1. Ayudar a quitar los defectos que originaron la falta y alabar las virtudes de la persona. 2. Demostrar una gran sensibilidad, teniendo en cuenta de aplicar en las correcciones las máximas virtudes y valores humanos posibles. 3. Escoger el momento y las circunstancias más adecuadas, tanto para el que corrige como para el corregido. 4. Escuchar muy atentamente las disculpas, atenuantes, soluciones, propósitos y planes que dicen los hijos. 5. Fijarse más en los hechos y en las consecuencias presentes y futuras que en las normas contravenidas. 6. Intentar que la corrección sea en privado, a poder ser presidida por la distensión, el amor y la mutua sinceridad. 7. No sacar a relucir secretos o confidencias anteriores contadas bajo reserva, ni herir en los defectos personales. 8. Poner énfasis en lo principal, quitando lo superfluo, limando asperezas y mejorando los detalles. 9. Ponerse en el lugar y circunstancias de de la persona que va a ser corregida. 10. Que sea concreta, corta, clara, sin gritos, amenazas, descalificaciones personales, ni recordatorios repetidos de faltas anteriores.

Formas de corregir para obtener buenos resultados.

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1. Corregir a tiempo, teniendo bien presentes todas las circunstancias ocurridas, sin esperar a que se haya olvidado lo que va a ser corregido, o que la lejanía le quite importancia. 2. Corregir comprendiendo las características de cada persona, y sus posibilidades de haber evitado los errores, así como las situaciones en las que se produjo el error. 3. Corregir con amabilidad, evitando las situaciones extremas de brusquedad, despotismo o prepotencia. 4. Corregir con amor, cariño y esmero, evitando la soberbia, el odio y el desprecio hacia la persona corregida. 5. Corregir con caridad, sin hacer sangre ni hurgar en las heridas producidas por los errores que hayan cometido. Más se consigue corrigiendo con caridad que con dureza e intolerancia 6.Corregir con coherencia, en función de la importancia de los hechos presentes, pasados y previstos para el futuro. 7. Corregir con compasión, teniendo en cuenta que nadie es perfecto y que ha podido haber un mal momento imprevisto, además del grado de dificultad o de facilidad para haber cometido los errores. 8. Corregir con conciencia de lo que se hace, sabiendo lo que puede suponer esa corrección para la persona que ha cometido el error. Sin poner agresividad ni abuso, ni en la forma ni en el fondo de la corrección. 9. Corregir con confianza, dando un sentido de familiaridad y amistad para conseguir que el que haya cometido el error pueda sentir la tranquilidad suficiente para abrir su mente y poder aceptar lo que se le dice. 10. Corregir con conocimiento, de los hechos y de las soluciones propuestas, documentándose bien con evidencias del error cometido, ofreciendo soluciones en función de experiencias obtenidas, sin improvisar. 11. Corregir con constancia, sin que haya días que se aceptan los errores y otros días que no se aceptan. 12. Corregir con control de lo que se dice, sin perder la calma, sin decir cosas desagradables que posteriormente haya que arrepentirse por haber perdido el dominio mental. “Somos esclavos de nuestras palabras y dueños de nuestros silencios” 13. Corregir con cordialidad, con la misma que nos gustaría que nos corrigieran a nosotros. Cordialmente se pueden decir muchas cosas, muy concretas y fuertes. La cordialidad abre más y mejor la mente para escuchar, que la brusquedad. 14. Corregir con cortesía, respeto y buena educación. Las correcciones se 49

entienden mejor cuando son dichas cortésmente, evitando las torpezas, rudezas, groserías e insolencias. 15. Corregir con criterio y razonamiento, sabiendo distinguir todos los conceptos que originaron los errores y aplicando la corrección en función de las circunstancias, personales, sociales y educacionales. Evitando la insensatez, la ligereza y la irracionalidad. 16. Corregir con decisión, de forma resoluta, determinada y con energía, evitando la cobardía, aplazamientos y desinterés para hacer las correcciones pertinentes. 17. Corregir con dignidad, nobleza, decoro, sobriedad y honradez, evitando la humillación, el deshonor y las bajezas. 18. Corregir con disciplina, método y orden, según las normas establecidas o de uso común, pero sin sometimiento, dureza, intolerancia, rigidez ni intransigencia. 19. Corregir con discreción, intentando que nadie más se entere, a no ser que tenga que corregirse públicamente para beneficio del colectivo familiar o social. Como principio básico, las correcciones deben hacerse en privado y los halagos o felicitaciones en público. 20. Corregir con el ejemplo, esta es la que mejores resultados da, principalmente cuando son los padres los que corrigen y hacen de espejo con lo que dicen, pues sobran muchos argumentos y explicaciones. Con mal ejemplo no se puede corregir. 21. Corregir con fidelidad a los compromisos adquiridos previamente sobre lo que está bien o mal hecho, teniendo muy en cuenta la lealtad mantenida con las personas, sin traicionar las relaciones anteriores. 22. Corregir con fraternidad, teniendo en cuenta que todos somos hermanos y que tenemos que amarnos los unos a los otros, evitando que la corrección se convierta en enemistad. 23. Corregir con generosidad, demostrada con grandeza de espíritu y de forma esplendida y con magnanimidad, evitando el egoísmo. 24. Corregir con honestidad, lealtad y rectitud. Sin dejarse nada escondido, ni de lo bueno ni de lo malo de lo que pudiera modificar la corrección. 25. Corregir con humildad, modestia y sencillez, sin sentirse superior por tener la oportunidad, el derecho o la obligación de hacerlo, para no provocar sumisión, humillación, ni servilismo. 26. Corregir con justicia, ecuanimidad e imparcialidad, teniendo en cuenta siempre el tamaño de la corrección con el de la falta, evitando la arbitrariedad, el abuso y los 50

caprichos. 27. Corregir con moderación, sensatez, discreción y prudencia, tanto en la cantidad como en la importancia, evitando el abuso y la indiscreción. 28. Corregir con objetivos bien claros, justos, adecuados a la falta y ecuánimes, evitando que sean apasionados, parciales, unilaterales o deshonestos. 29. Corregir con paciencia, tesón, caridad y equilibrio entre la importancia y la cantidad de la falta cometida, las características de la persona que la ha cometido y las repercusiones que pueden ocurrir en el futuro, evitando originar tensión, ira o enojo. 30. Corregir con prudencia, sabiendo cuándo, cómo y dónde debe hacerse la corrección para que tenga el mayor efecto positivo posible. 31.Corregir con respeto y consideración, máxime cuando la persona que ha cometido la falta tenga grandes discrepancias o divergencias personales, que pudieran hacerle sentirse mal justificadamente al ser corregido, evitando el descaro, la osadía, la descortesía y el insulto. 32. Corregir con responsabilidad, sensatez y prudencia, sabiendo lo que se dice y lo que se hace. Haciéndose solidario con las consecuencias de la corrección realizada. 33. Corregir con sabiduría e inteligencia, soportada por una previa experiencia, información o estudio sobre la materia corregida. 34. Corregir cooperando en las soluciones, al no proponer procedimientos irrealizables y en los que el corrector no pueda cooperar directa o indirectamente. 35. Corregir en privado, pues casi siempre funciona mejor, a no ser que convenga o sea necesario divulgar la corrección, pero las alabanzas deben ser públicas. 36. Corregir escuchando y atendiendo al corregido sin perder ni ripio, pues es fundamental entender el error producido, antes de manifestar la reprimenda, los consejos y las soluciones. 37. Corregir para ayudar a mejorar en la conducta, buscando el arrepentimiento y el propósito de la enmienda. Este es uno de los principales motivos de la corrección. 38. Corregir por el bien común de la familia, de los amigos y de la sociedad, para evitar que el error o daño pueda volver a producirse y perjudique a terceros.39.Corregir sin discriminación por la edad, sexo, raza, situación económica o de dependencia, parentesco o afinidad. 40. Corregir sin herir, evitando que queden cicatrices tanto del error como de la corrección. Intentando que el corregido encuentre la paz después de reconocer sus errores 51

y una mayor aceptación de la persona que le ha corregido.

MEDITACION Y ORACION. Hacer una breve reflexión sobre el Evangelio leído. La lectura hecha, ¿qué me dice a mí, personalmente? ¿Qué me sugiere? Mirar la escena y nuestra propia vida. ¿Cómo lo estamos viviendo en nuestra familia, grupo, parroquia…? Desde el texto leído y meditado, Palabra de Dios, ¿qué le decimos ahora al Señor? Oramos, dialogamos y entramos en conversación personal con el Señor. Compartir lo orado, con la comunidad.

COMPROMISO: COMPROMISO ¿Qué camino de vida me invita a tomar? • Ver la realidad con la mirada de Dios. • Anuncio, compromiso y caridad. ¿Qué debo hacer yo? ¿Qué quieres, Señor de mí? ¿A qué me compromete el mensaje de fe que hemos visto en este relato? Quienes se han encontrado con Jesús no pueden callar la noticia… ¿Cómo procederé para corregir a los hijos, los trabajadores, los compañeros, la familia? ORACIÓN DE ACCIÓN DE GRACIAS Y CANTO FINAL.

GUIA No. 11. PERDONAR LAS INJURIAS. ORACION DE INICIO. Humildemente te pedimos a ti, Señor, que eres la luz verdadera y la fuente misma de toda luz, que, meditando fielmente tu palabra, vivamos siempre en tu claridad y seamos testigos de tu misericordia. Te lo pedimos a ti, que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén

LA REALIDAD: Leer el texto para darnos cuenta de lo que sucede en nuestro país, municipio, vereda o comunidad. Responder: “Cómo se da esto entre nosotros? Cuáles son las causas? 52

“La historia social y política de Colombia está llena de vengadores. Ha sido tan recurrente el uso de la venganza, que uno creería que vivimos entre gente más vengativa que justa. Frente a muchas injusticias permitidas y conflictos no resueltos, en lo individual y en lo colectivo, el último recurso ha sido, precisamente, un multiplicador de injusticias: la venganza.” http://www.eltiempo.com/archivo/documento/CMS-11941925

“Es cierto que las causas objetivas (pobreza, desigualdad, falta de oportunidades, discriminación, desempleo, narcotráfico, la mala distribución de la tierra, la falta de justicia, corrupción, etc), han contribuido a la aparición y al incremento de la violencia en Colombia. Pero también lo es que las causas subjetivas (sentimientos como el odio, venganza, retaliación, resentimiento, rencor) juegan un papel primordial, o aún más, tal y como lo han teorizado y lo han visto en la práctica los expertos en resolución de conflictos a nivel mundial en los últimos años. Los odios y la búsqueda de venganza de lado y lado han atizado la degradación y deshumanización del conflicto con masacres y muertes inimaginables para una sociedad que se cree civilizada. Y los ejemplos abundan. En entrevista con el periódico El Espectador, Martín Sombra, antiguo comandante de las Farc y ahora en la cárcel, reveló que había ingresado a ese grupo guerrillero siendo aún un adolescente, porque cuando él tenía 10 años los conservadores llegaron a su pueblo, asesinaron a su mamá, le rajaron el estómago y le sacaron un niño que estaba esperando a quien también mataron. Después violaron a sus tías y las asesinaron, para luego castrar a sus tíos. Su papá sobrevivió pero comenzó a enloquecerse, fue herido de bala en un enfrentamiento contra los conservadores y agonizando le hizo jurar que tenía que vengarse ingresando las guerrillas liberales de ‘Tirofijo’, quien acababa de crearlas para defenderse de las masacres del régimen conservador. Y así se repite y retroalimenta el odio, el rencor y la retaliación, creando una sociedad de enemigos dispuestos a vengarse en cualquiera de sus formas y hasta donde les den sus estómagos. Es por este mismo motivo que los procesos de reconciliación, después de firmados acuerdos de paz, han cobrado tanta importancia en todo el mundo. Para romper las espirales de violencia y por la salud mental de las víctimas sirve más el proceso de la verdad, el pedir perdón, el otorgarlo y la reconciliación que cualquier monto de dinero por la pérdida de un familiar o familiares. Por falta de conocimiento, en Colombia se la ha dado muy poca importancia a este aspecto que, sin duda, es tal vez la llave principal para una paz sostenible.”

LA PALABRA DE DIOS: Proclamar el texto saboreando la Palabra y descubriendo el mensaje de fe que guarda el texto bíblico. ¿Qué dice el texto? Fijarse en todos los detalles: personas, circunstancias, actitudes, lugares, expresiones... Mt 5, 38-48.

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Ustedes han oído que se dijo: «Ojo por ojo y diente por diente.» Pero yo les digo: No resistan al malvado. Antes bien, si alguien te golpea en la mejilla derecha, ofrécele también la otra. Si alguien te hace un pleito por la camisa, entrégale también el manto. Si alguien te obliga a llevarle la carga, llévasela el doble más lejos. Da al que te pida, y al que espera de ti algo prestado, no le vuelvas la espalda. Ustedes han oído que se dijo: «Amarás a tu prójimo y no harás amistad con tu enemigo.» Pero yo les digo: Amen a sus enemigos y recen por sus perseguidores, para que así sean hijos de su Padre que está en los Cielos. orque él hace brillar su sol sobre malos y buenos, y envía la lluvia sobre justos y pecadores. Si ustedes aman solamente a quienes los aman, ¿qué mérito tiene? También los cobradores de impuestos lo hacen. Y si saludan sólo a sus amigos, ¿qué tiene de especial? También los paganos se comportan así. Por su parte, sean ustedes perfectos como es perfecto el Padre de ustedes que está en el Cielo.

COMENTARIOS A LA PALABRA. Escuchemos algunos comentarios a este texto.

Perdonar las ofensas significa que no buscamos vengarnos, ni tampoco conservamos resentimiento al respecto. Significa tratar a quien nos ha ofendido de manera amable. No significa que tenemos que renovar una antigua amistad, sino llegar a un trato aceptable. El mejor ejemplo de perdón en el Antiguo Testamento es el de José, que perdonó a sus hermanos el que hubieran tratado de matarlo y luego hayan decidido venderlo. “No se apenen ni les pese por haberme vendido, porque Dios me ha enviado delante de ustedes para salvarles la vida”. (Gen. 45, 5). Y el mayor perdón del Nuevo Testamento: “Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen”. (Lc. 23, 34).

La importancia del perdón en nuestras vidas Para descubrir la plena importancia del perdón en las relaciones humanas, intentemos imaginar cómo sería un mundo sin perdón. Estaríamos condenados a elegir una de las cuatro opciones siguientes: perpetuar en nosotros mismos y en los demás el daño sufrido, vivir con resentimiento, permanecer aferrados al pasado o vengarnos. Examinemos cada una de estas opciones. Perpetuar en sí mismo y en los de más, el daño sufrido ¿Cuántos agresores sexuales y abusadores violentos no hacen más que repetir los abusos que ellos mismos sufrieron en su juventud? Por eso, en el perdón no debemos conformarnos con no vengarnos solamente, sino 54

sobre todo, tenemos que atrevernos a llegar hasta la raíz de las tendencias agresivas desviadas, para extirparlas de nosotros mismos y detener sus efectos devastadores antes de que sea demasiado tarde. Vivir un resentimiento constante Muchas personas viven con un dolor insoportable debido a un gran resentimiento. Es el caso de los divorciados que, después de mucho tiempo de separación, siguen alimentando resentimiento hacia su excónyuge. Algunas reacciones emotivas desmesuradas no son más que la reactivación de una herida del pasado mal curada. El resentimiento, esa cólera camuflada que sigue viva en el corazón, tiene efectos nefastos para la salud: es el origen de varias enfermedades psicosomáticas. Permanecer aferrado al pasado La persona que no quiere perdonar no disfruta de la vida. Si se aferra al pasado con obstinación, echa a perder el presente, y el futuro está cerrado y es amenazador. Vengarse La venganza, es una especie de "justicia" primitiva. La violencia desata tormentas de violencia que causan daños incontables en el terreno de las relaciones humanas. Por eso, hay que insistir en una actitud de perdón, que oriente los impulsos vengativos hacia una convivencia humana entre nuestros semejantes. La decisión de no vengarse es el primer paso en el camino del perdón. Desenmascarar las falsas concepciones del perdón Perdonar no es olvidar Perdonar no significa negar la ofensa Perdonar requiere más que un acto de voluntad El perdón lo pronunciaban los labios, pero no el corazón. El error consiste en hacer del perdón un simple acto de la voluntad y no un proceso, más o menos largo en función de la herida y reacciones del ofensor y los recursos del ofendido. Por supuesto, la voluntad debe cooperar en el proceso del perdón, pero no lo realiza por sí sola; hay que movilizar otras instancias de la persona: la sensibilidad, el corazón, la inteligencia, el juicio, la imaginación y la fe.

MEDITACION Y ORACION.

Hacer una breve reflexión sobre el Evangelio leído. La lectura hecha, ¿qué me dice a mí, personalmente? ¿Qué me sugiere? Mirar la escena y nuestra propia vida. ¿Cómo lo estamos viviendo en nuestra familia, grupo, parroquia…? 55

Desde el texto leído y meditado, Palabra de Dios, ¿qué le decimos ahora al Señor? Oramos, dialogamos y entramos en conversación personal con el Señor. Compartir lo orado, con la comunidad.

COMPROMISO: COMPROMISO ¿Qué camino de vida me invita a tomar? • Ver la realidad con la mirada de Dios. • Anuncio, compromiso y caridad. ¿Qué debo hacer yo? ¿Qué quieres, Señor de mí? ¿A qué me compromete el mensaje de fe que hemos visto en este relato? Quienes se han encontrado con Jesús no pueden callar la noticia… Sería capaz de perdonar a los que han matado un miembro de la familia, o me han desplazado, o me han quitado la honra? ¿Si hay proceso de paz en Colombia, sería capaz de perdonar?

ORACIÓN DE ACCIÓN DE GRACIAS Y CANTO FINAL.

GUIA No. 12. CONSOLAR AL TRISTE ORACION DE INICIO. Humildemente te pedimos a ti, Señor, que eres la luz verdadera y la fuente misma de toda luz, que, meditando fielmente tu palabra, vivamos siempre en tu claridad y seamos testigos de tu misericordia. Te lo pedimos a ti, que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén

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LA REALIDAD: Leer el texto para darnos cuenta de lo que sucede en nuestro país, municipio, vereda o comunidad. Responder: ¿Cómo se da esto entre nosotros? Cuáles son las causas?

La tristeza, la apatía o la falta de energía para disfrutar de las cosas de la vida son reacciones normales frente a algunos eventos de la vida que nos impactan. Romper con la pareja, perder el empleo, no lograr una meta o ver a un hijo triste, pueden provocar sentimientos de aflicción. También, en muchas ocasiones, tenemos cambios de ánimo sin una razón aparente o nos sentimos aburridos y sin motivación. Estas son emociones temporales que después de un tiempo, y con un poco de voluntad y apoyo, terminan siendo un sentimiento del pasado. Pero, si estas sensaciones se mantienen en el tiempo o se agudizan, o si las situaciones adversas u hostiles persisten, las personas pueden desarrollar una reacción depresiva que puede llegar hasta un cuadro de depresión severa que afecte su vida de manera significativa. Estar deprimido es un estado que implica desanimo, abatimiento, tristeza, desesperanza, visión pesimista del futuro, falta de interés en lo que ocurre alrededor y descuido de sí mismo. La depresión está asociada al cansancio, la irritabilidad, algunas veces a la agresividad, trastornos del sueño y la alimentación. Esta enfermedad puede prolongarse por semanas o meses, afectando el normal funcionamiento de la vida, tanto que las personas que la sufren pueden llegar a abandonar todas sus actividades o a perder el sentido de vivir

Sentirse triste es un estado de ánimo que se da con frecuencia y que comporta un malestar psicológico que en ocasiones no se sabe cómo describirlo. Sin embargo, estar apenado en un determinado momento no es suficiente para afirmar que se padece depresión. Hay una tristeza llamada normal, que es la situación de abatimiento o desánimo como consecuencia de unos acontecimientos o situaciones 57

personales difíciles. En cambio, la tristeza mala es aquel estado del alma que se caracteriza por el sufrimiento de estar en el mundo, junto a un desinterés total por la vida. Este tipo de tristeza viene más bien ocasionado por la incertidumbre interior y la ausencia de propia realización. El hombre se siente traspasado hasta el límite. El alma se embrolla y el corazón se endurece. Todo se pone en cuestión y se llega a comportamientos infantiles que son impensables. San Gregorio Magno enumera las consecuencias de la tristeza como: “la desesperación, desaliento, mal humor, amargura, indiferencia, somnolencia, aburrimiento, evasión de sí mismo, hastío, curiosidad, dispersión en murmuraciones, intranquilidad del espíritu y del cuerpo, inestabilidad, precipitación y versatilidad”. Por ello, en el mundo moderno existe un vínculo entre depresión y tristeza, cuya curación no se consigue sólo por medio de la medicina, sino que hay que tener presentes los elementos espirituales de la persona. Para superar esta tristeza del alma, el venerable Juan Pablo II proponía que “la clave para ayudar a una persona con depresión es el amor y la oración. Las personas que cuidan de los enfermos deprimidos deben ayudar a recuperar la propia estima, la confianza en sus capacidades, el interés por el futuro, las ganas de vivir..., hacerles percibir la ternura de Dios... En el camino espiritual son de gran ayuda la lectura y la meditación de los salmos, el rezo del Rosario, la participación en la Eucaristía, fuente de paz interior”

LA PALABRA DE DIOS: Proclamar el texto saboreando la Palabra y descubriendo el mensaje de fe que guarda el texto bíblico. ¿Qué dice el texto? Fijarse en todos los detalles: personas, circunstancias, actitudes, lugares, expresiones... Isaías 61:1-9 1

El espíritu del Señor está sobre mí, porque el Señor me ha consagrado; me ha enviado a dar buenas noticias a los pobres, a aliviar a los afligidos, a anunciar libertad a los presos, libertad a los que están en la cárcel; 2

a anunciar el año favorable del Señor, el día en que nuestro Dios nos vengará de nuestros enemigos. Me ha enviado a consolar a todos los tristes, 3

a dar a los afligidos de Sión 58

una corona en vez de ceniza, perfume de alegría en vez de llanto, cantos de alabanza en vez de desesperación. Los llamarán "robles victoriosos", plantados por el Señor para mostrar su gloria. 4

Se reconstruirán las viejas ruinas, se levantarán los edificios destruidos hace mucho, y se repararán las ciudades en ruinas. Lc 4, 17-19. Le dieron el libro del profeta Isaías, y abriendo el libro, halló el lugar donde estaba escrito: el Espíritu del señor esta sobre mí, porque me ha ungido para anunciar el evangelio a los pobres. Me ha enviado para proclamar libertad a los cautivos, y la recuperación de la vista a los ciegos; para poner en libertad a los oprimidos; para proclamar el año favorable del señor.

COMENTARIOS A LA PALABRA. Escuchemos algunos comentarios a este texto. 1. Felices los que tienen misericordia. 2. Felices los que saben ponerse en el lugar del otro, en los que tienen la capacidad de abrazar, de perdonar. Todos hemos alguna vez experimentado esto. Todos en algún momento nos hemos sentido perdonados, ¡qué lindo que es! Es como recobrar la vida, es tener una nueva oportunidad. No hay nada más lindo que tener nuevas oportunidades. Es como que la vida vuelve a empezar. 3. Felices aquellos que son portadores de nueva vida, de nuevas oportunidades. 4. Felices los que trabajan para ello (son portadores de nueva vida), los que luchan para ello. 5. Errores tenemos todos, equivocaciones, miles. Por eso, felices aquellos que son capaces de ayudar a otros en su error, en sus equivocaciones. Que son verdaderos amigos y no dejan tirado a nadie. Esos son los limpios de corazón, los que logran ver más allá de la simple macana y superan las dificultades. 6. Felices los que ven especialmente lo bueno de los demás. (Papa Francisco)

Detente y haz amistad con alguien en el camino que esté llorando u obviamente necesite de consuelo y de un amigo. Ofrece una mano de ayuda, ten la mente abierta y escucha. No respondas hasta que haya terminado de hablar. Piensa tu respuesta, lo que 59

digas puede entristecer aún más a la persona. Enfoca en las necesidades de la persona. Recuerda que puedes dejar una impresión duradera en alguien, especialmente en aquellos que tienen necesidad de consuelo. Tratar de ayudar a otros puede ser muy debilitante. Ofrece tu ayuda, pregúntale cómo puedes ayudarle y coloca una mano en su hombro. Este gesto simple le hará sentirse menos solo, pero recuerda que las necesidades sensibles deben abordarse con mucho cuidado y es mejor hacerlo solo si te lo permiten o comprobando antes que esté bien. Sé comprensivo y compasivo. Nunca juzgues o culpes a alguien, aunque sientas que alguien debe hacerlo. En lugar de eso, tal vez podrías darle un gran abrazo. Ponte en sus zapatos. Tal vez conoces a la persona en la sala de espera del hospital. Uno de sus seres queridos ha tenido un accidente y quizás espera sola. Siéntate a su lado. Pregúntale qué sucedió. Cuando una persona tiene una necesidad desesperada de consuelo puedes tratar de tranquilizarla para que mantenga la esperanza y la fe en su corazón. Algunas veces una persona puede llorar incontrolablemente, lo mejor que puedes hacer en ese caso es distraer su atención hacia otra cosa. Esto le dará tiempo de calmarse y decirte cuál es su problema. No temas ofrecer consuelo. Recuerda que lo que hace un buen samaritano es actuar cuando nadie más lo hará. Cuando termines de consolar a tu amigo, pariente, hermano, hijo, cónyuge o un completo extraño recuérdale que tiene un nuevo amigo o que siempre estarás ahí para escucharle y abrir el corazón cuando lo necesite. Antes de que te vayas, pregúntale si puedes hacer alguna otra cosa o si hay algo más que necesita decir. Si dice que no, di "No te preocupes, si me necesitas estaré aquí para ti". Pero, cumple tu promesa y si necesita hablar incluso a la mitad de la noche, debes estar ahí, servir de apoyo, escuchar y no actuar de forma molesta o quejarte de que te necesite.

MEDITACION Y ORACION. Hacer una breve reflexión sobre el Evangelio leído. La lectura hecha, ¿qué me dice a mí, personalmente? ¿Qué me sugiere? Mirar la escena y nuestra propia vida. ¿Cómo lo estamos viviendo en nuestra familia, grupo, parroquia…? Desde el texto leído y meditado, Palabra de Dios, ¿qué le decimos ahora al Señor? Oramos, dialogamos y entramos en conversación personal con el Señor. Compartir lo orado, con la comunidad.

COMPROMISO: COMPROMISO ¿Qué camino de vida me invita a tomar? 60

• Ver la realidad con la mirada de Dios. • Anuncio, compromiso y caridad. ¿Qué debo hacer yo? ¿Qué quieres, Señor de mí? ¿A qué me compromete el mensaje de fe que hemos visto en este relato? Quienes se han encontrado con Jesús no pueden callar la noticia… Hay muchas personas que están tristes, solas y pasan muchas noches en sus casas, necesitadas de consuelo. ¿Qué puedo hacer?

ORACIÓN DE ACCIÓN DE GRACIAS Y CANTO FINAL.

GUIA No. 13. Sufrir con paciencia las flaquezas de los demás. ORACION DE INICIO. Humildemente te pedimos a ti, Señor, que eres la luz verdadera y la fuente misma de toda luz, que, meditando fielmente tu palabra, vivamos siempre en tu claridad y seamos testigos de tu misericordia. Te lo pedimos a ti, que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén

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LA REALIDAD: Leer el texto para darnos cuenta de lo que sucede en nuestro país, municipio, vereda o comunidad. Responder: ¿Cómo se da esto entre nosotros? Cuáles son las causas?

Esta es una obra de misericordia muy difícil de practicar. Hace algunos años se entendió como aguante, paciencia, resignación, tolerancia, ante los defectos de las otras personas. La vida de familia o de grupo se entendía como un sacrificio para aguantar y tolerar a los demás. Incluso llegó a significar el soportar golpes o injusticias por amor a Dios. Hoy la situación es diferente. Se trata de reconocer que la vida en común no es la vida de seres iguales, de personas que piensan lo mismo, sino que en la vida hay diferentes formas de pensar, de juzgar, de creer, de actuar. La vida está llena de personas que somos distintas. Por eso hoy se habla de que al lado mío hay otros que son iguales en cuantos seres humanos pero diferentes en sus maneras de ser. Muchas veces, cuando no aceptamos la diferencia y no somos capaces de dialogar con el otro, recurrimos a la violencia y a la agresión. Por eso agredimos al que es diferente: al que es de otra religión, al que es de otro partido político, al que tiene otras preferencias sexuales, al que es de otra raza o región. Consideramos que yo solo tengo la razón, que yo solo tengo la verdad. Los demás están equivocados, están en el error. Muchos se matan por un color político, por un equipo de futbol, por una confesión religiosa, por una mejor posición económica. Pero también hay quien se mata por un puesto en la fila del bus, del banco, del metro, o por una frase mal dicha o por un piropo. Pero hay aún más. No aguantamos los defectos de los otros. No nos aguantamos a los ancianos con Alzheimer, con demencia senil, o con caprichos propios de la edad. Nos deshacemos de los ancianos, los enfermos, los que no pueden trabajar. LA PALABRA DE DIOS: Proclamar el texto saboreando la Palabra y descubriendo el mensaje de fe que guarda el texto bíblico. ¿Qué dice el texto? Fijarse en todos los detalles: personas, circunstancias, actitudes, lugares, expresiones... Efes. 4:31,32, "Quítense de vosotros toda amargura, enojo, ira, gritería y maledicencia, y toda malicia. Antes sed benignos unos con otros, misericordiosos, 62

perdonándoos unos a otros, como Dios también os perdonó a vosotros en Cristo". Rom. 15:1,7, "Así que, los que somos fuertes debemos soportar las flaquezas de los débiles, y no agradarnos a nosotros mismos ... Por tanto, recibíos los unos a los otros, como también Cristo nos recibió, para gloria de Dios"

COMENTARIOS A LA PALABRA. Escuchemos algunos comentarios a este texto. Hace algunos años se escuchaba una canción titulada: "¿De qué color es la piel de Dios?". Parte de la canción decía, " si amarilla, roja, blanca o negra es, todos son iguales a los ojos de Dios". La filosofía de aquel tema era que nadie es más importante delante de Dios. Sobre esta posición de igualdad, es que la Biblia nos exhorta "soportaos los unos a los otros". Hay cosas que no soportamos en nuestra vida diaria. Pueda que usted tenga un jefe a quien no soporta por su carácter y sus exigencias. Puede que haya un profesor a quien no soporta en el colegio, sea porque no le gusta la materia, o por la forma como la imparte. A lo mejor usted no soporta el tener que ir al médico para algunos tipos de exámenes. A lo mejor no soporta el trabajo que hace porque tiene que levantarse tan temprano y finalmente no le pagan lo que usted se merece. A veces no soportamos los cambios climáticos. Hay dolores que no se soportan. Hay caracteres con cierto tipo de reacciones que no se soportan. Hay palabras y actitudes que no se soportan. ¡Y también es cierto que algunos no soportan la tentación de una rica torta de queso o un helado cubierto de chocolate! Es verdad que habrá personas que no se pueden soportar, pero la Biblia nos dice que debemos "soportarnos los unos a los otros". Pueda que esto nos guste o no, pero en el seno de la iglesia todos somos llamados a soportarnos. Aquí no tenemos la elección de querer estar bien con unos y mantenernos alejados de otros. Esta es otra orden bíblica que nos emplaza a aguantar las pruebas en las relaciones humanas en la iglesia sin llegar a contrariarnos o a impacientarnos. Bienaventurada la iglesia donde todos se soportan porque allí envía el Señor unidad y estabilidad duradera. Hay personas que se soportan porque no hay más remedio frente a alguna situación de conveniencia. Por ejemplo, una pareja decide seguir juntos por causa de sus hijos, aunque entre ellos se haya perdido el amor. Se puede dar el caso de algún trabajo donde muchas veces hay que soportar hasta humillaciones porque se requiere del trabajo, aunque se deteste a la persona para quien se trabaja. Pero la Biblia dice, en el caso de nosotros, que debemos soportarnos en amor. El amor finalmente es la joya más valiosa de todas las virtudes. Por amor Dios decidió enviar a su Hijo único al mundo. Por amor Jesucristo, desde la cruz, estando en su más densa agonía, pudo decir: "Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen". En el cuerpo de Cristo nos soportamos, no porque no nos queda otra alternativa, sino porque nos amamos los unos a los otros. "Si tratamos a una persona con "ágape" (amor), nada de lo que esta persona pueda o quiera hacer nos hará desistir de buscar sólo su mayor bien; aunque nos injurie, nos lastime y nos insulte jamás sentiremos hacia ella otra cosa que bondad". El amor cristiano es la única manera que me ayuda a querer y aceptar a los demás exactamente como son, y no como yo pienso que deberían ser.

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S. Pablo decía a los cristianos de Efeso con mucha humildad mansedumbre y paciencia, sopórtense mutuamente por amor (Ef 4:2). A veces nos cuesta comprender que las dificultades de la ancianidad o la enfermedad deterioran a los seres queridos y que ya no reaccionan como quisiéramos. La relación se hace difícil. Es un momento de elevar nuestra vida de unión a Dios, pues sin la Gracia del Espíritu Santo no podremos ser misericordiosos con los que nos necesitan. Col. 3:12,13, "Vestíos, pues, como escogidos de Dios, santos y amados, de entrañable misericordia, de benignidad, de humildad, de mansedumbre, de paciencia; soportándoos unos a otros, y perdonándoos unos a otros si alguno tuviere queja contra otro". Dice Pedro, "Tened entendido que la paciencia (longanimidad) de nuestro Señor es para salvación" (2 Ped. 3:15); es decir, nuestra única esperanza de la salvación es la extremada paciencia de Dios para con nosotros. Pero si no tenemos extremada paciencia los unos con los otros, entonces peligra nuestra propia esperanza de salvación (Mat. 18:23-35). Perdemos la paciencia en muy poco tiempo cuando tenemos desacuerdos o cuando algo no nos agrada. Parece que nos es muy fácil cortar todas las relaciones con hermanos que eran compañeros nuestros. De un día al otro se corta la comunión como si fuera cosa insignificante. Se necesita urgentemente más dominio propio, más tolerancia. La longanimidad es una base principal del perdonar. El que no la tiene tampoco quiere perdonar. El que la tiene es lento para la ira y pronto para perdonar. El que no la tiene tampoco es humilde, y sin humildad es imposible tener comunión con otros.

MEDITACION Y ORACION. Hacer una breve reflexión sobre el Evangelio leído. La lectura hecha, ¿qué me dice a mí, personalmente? ¿Qué me sugiere? Mirar la escena y nuestra propia vida. ¿Cómo lo estamos viviendo en nuestra familia, grupo, parroquia…? Desde el texto leído y meditado, Palabra de Dios, ¿qué le decimos ahora al Señor? Oramos, dialogamos y entramos en conversación personal con el Señor. Compartir lo orado, con la comunidad.

COMPROMISO: COMPROMISO ¿Qué camino de vida me invita a tomar? • Ver la realidad con la mirada de Dios. • Anuncio, compromiso y caridad. ¿Qué debo hacer yo? ¿Qué quieres, Señor de mí? ¿A qué me compromete el mensaje de fe que hemos visto en este relato? Quienes se han encontrado con Jesús no pueden callar la noticia… 64

ORACIÓN DE ACCIÓN DE GRACIAS Y CANTO FINAL.

GUIA No. 14. ROGAR A DIOS POR LOS VIVOS Y LOS MUERTOS ORACION DE INICIO. Humildemente te pedimos a ti, Señor, que eres la luz verdadera y la fuente misma de toda luz, que, meditando fielmente tu palabra, vivamos siempre en tu claridad y seamos testigos de tu misericordia. Te lo pedimos a ti, que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén

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LA REALIDAD: Leer el texto para darnos cuenta de lo que sucede en nuestro país, municipio, vereda o comunidad. Responder: “Cómo se da esto entre nosotros? Cuáles son las causas? ¿Qué hace usted cuando sabe que alguien está sufriendo o que tiene problemas? Es probable que usted diga: “Trataría de ayudarle”. Pero ¿qué si usted estuviera demasiado lejos? ¿Qué si la persona necesita algo que usted no tiene? ¿Qué si ella tiene un problema difícil que está más allá de la habilidad de usted para resolverlo? En esas situaciones, usted puede orar. Aun cuando crea que usted puede ayudar a la persona, siempre debe orar. La persona podría tener necesidades que no se pueden ver. Cuando usted ore, Dios podría mostrarle esas necesidades y hablarle sobre cómo usted puede ayudar. El amor por nuestros familiares debe hacernos tener paciencia y ser bondadosos con ellos aun cuando se opongan fuertemente al evangelio. A veces mientras más oramos por ellos, más parecen rebelarse contra las cosas de Dios. Por lo tanto, es importante que nosotros: 1) sigamos orando y alabando a Dios con fe por la respuesta, 2) tengamos paciencia, y 3) les demostremos que los amamos. Orar por los difuntos no es cosa del pasado. Es una obra de amor. Al orar por los difuntos los estamos recordando en nuestra memoria, y los estamos colocando en las manos del amor misericordioso de Dios. Es la comunión de los santos pues estamos unidos a todos los hermanos cristianos del pasado y del presente. LA PALABRA DE DIOS: Proclamar el texto saboreando la Palabra y descubriendo el mensaje de fe que guarda el texto bíblico. ¿Qué dice el texto? Fijarse en todos los detalles: personas, circunstancias, actitudes, lugares, expresiones...

Exhorto ante todo, a que se hagan rogativas, oraciones, peticiones y acciones de gracias, por todos los hombres; por los reyes y por todos los que están en eminencia, para que vivamos quieta y reposadamente en toda piedad y honestidad. Porque esto es bueno y agradable delante de Dios nuestro Salvador, el cual quiere que todos los hombres sean salvos y vengan al conocimiento de la verdad. (1 Timoteo 2:1–4)

Pero yo os digo: Amad a vuestros enemigos, bendecid a los que os maldicen, haced bien a los que os aborrecen, y orad por los que os ultrajan y os persiguen. (Mateo 5:44)

Por lo demás, hermanos, orad por nosotros, para que la palabra del Señor corra y sea glorificada, así como lo fue entre vosotros, y para que seamos librados de hombres perversos y malos; porque no es de todos la fe. (2 Tesalonicenses 3:1–2) ¿Está alguno entre vosotros afligido? Haga oración. ¿Está alguno alegre? Cante alabanzas. ¿Está alguno enfermo entre vosotros? Llame a los ancianos de la iglesia, y oren por él, ungiéndole con aceite en el nombre del Señor. 66

Y la oración de fe salvará al enfermo, y el Señor lo levantará; y si hubiere cometido pecados, le serán perdonados. Confesaos vuestras ofensas unos a otros, y orad unos por otros, para que seáis sanados. La oración eficaz del justo puede mucho. (Santiago 5:13–16)

COMENTARIOS A LA PALABRA. Escuchemos algunos comentarios a este texto.

Hoy desearía hablar de una realidad muy bella de nuestra fe, esto es, de la «comunión de los santos». El Catecismo de la Iglesia católica nos recuerda que con esta expresión se entienden dos realidades: la comunión en las cosas santas y la comunión entre las personas santas (cf. n. 948). Me detengo en el segundo significado: se trata de una verdad entre las más consoladoras de nuestra fe, pues nos recuerda que no estamos solos, sino que existe una comunión de vida entre todos aquellos que pertenecen a Cristo. Una comunión que nace de la fe; en efecto, el término «santos» se refiere a quienes creen en el Señor Jesús y están incorporados a Él en la Iglesia mediante el Bautismo. Por esto los primeros cristianos eran llamados también «los santos» (cf. Hch 9, 13.32.41; Rm 8, 27; 1 Cor 6, 1). El Evangelio de Juan muestra que, antes de su Pasión, Jesús rogó al Padre por la comunión entre los discípulos, con estas palabras: «Para que todos sean uno, como tú, Padre, en mí, y yo en ti, que ellos también sean uno en nosotros, para que el mundo crea que tú me has enviado» (17, 21). La Iglesia, en su verdad más profunda, es comunión con Dios, familiaridad con Dios, comunión de amor con Cristo y con el Padre en el Espíritu Santo, que se prolonga en una comunión fraterna. Esta relación entre Jesús y el Padre es la «matriz» del vínculo entre nosotros cristianos: si estamos íntimamente introducidos en esta «matriz», en este horno ardiente de amor, entonces podemos hacernos verdaderamente un solo corazón y una sola alma entre nosotros, porque el amor de Dios quema nuestros egoísmos, nuestros prejuicios, nuestras divisiones interiores y exteriores. El amor de Dios quema también nuestros pecados. Si existe este enraizamiento en la fuente del Amor, que es Dios, entonces se verifica también el movimiento recíproco: de los hermanos a Dios. La experiencia de la comunión fraterna me conduce a la comunión con Dios. Estar unidos entre nosotros nos conduce a estar unidos con Dios, nos conduce a este vínculo con Dios que es nuestro Padre. Este es el segundo aspecto de la comunión de los santos que desearía subrayar: nuestra fe tiene necesidad del apoyo de los demás, especialmente en los momentos difíciles. Si nosotros estamos unidos la fe se hace fuerte. ¡Qué bello es sostenernos los unos a los otros en la aventura maravillosa de la fe! Digo esto porque la tendencia a cerrarse en lo privado ha influenciado también el ámbito religioso, de forma que muchas veces cuesta pedir la ayuda espiritual de cuantos comparten con nosotros la experiencia cristiana. ¿Quién de nosotros no ha experimentado inseguridades, extravíos y hasta dudas 67

en el camino de la fe? Todos hemos experimentado esto, también yo: forma parte del camino de la fe, forma parte de nuestra vida. Todo ello no debe sorprendernos, porque somos seres humanos, marcados por fragilidades y límites; todos somos frágiles, todos tenemos límites. Sin embargo, en estos momentos de dificultad es necesario confiar en la ayuda de Dios, mediante la oración filial, y, al mismo tiempo, es importante hallar el valor y la humildad de abrirse a los demás, para pedir ayuda, para pedir que nos echen una mano. ¡Cuántas veces hemos hecho esto y después hemos conseguido salir del problema y encontrar a Dios otra vez! En esta comunión —comunión quiere decir común-unión— somos una gran familia, donde todos los componentes se ayudan y se sostienen entre sí. Y llegamos a otro aspecto: la comunión de los santos va más allá de la vida terrena, va más allá de la muerte y dura para siempre. Esta unión entre nosotros va más allá y continúa en la otra vida; es una unión espiritual que nace del Bautismo y no se rompe con la muerte, sino que, gracias a Cristo resucitado, está destinada a hallar su plenitud en la vida eterna. Hay un vínculo profundo e indisoluble entre cuantos son aún peregrinos en este mundo —entre nosotros— y quienes han atravesado el umbral de la muerte para entrar en la eternidad. Todos los bautizados aquí abajo, en la tierra, las almas del Purgatorio y todos los bienaventurados que están ya en el Paraíso forman una sola gran Familia. Esta comunión entre tierra y cielo se realiza especialmente en la oración de intercesión. Queridos amigos, ¡tenemos esta belleza! Es una realidad nuestra, de todos, que nos hace hermanos, que nos acompaña en el camino de la vida y hace que nos encontremos otra vez allá arriba, en el cielo. Vayamos por este camino con confianza, con alegría. Un cristiano debe ser alegre, con la alegría de tener muchos hermanos bautizados que caminan con él; sostenido con la ayuda de los hermanos y de las hermanas que hacen este mismo camino para ir al cielo; y también con la ayuda de los hermanos y de las hermanas que están en el cielo y ruegan a Jesús por nosotros. ¡Adelante por este camino con alegría!. (Papa Francisco)

Muchos cristianos se preguntan de buena voluntad: ¿por qué es necesario orar? Para responder a esta pregunta es necesario acercarse a la oración sabiendo que no es sólo una serie de peticiones a Dios o un ejercicio espiritual, sino que es una actitud que nos acerca íntimamente al corazón de Dios. La oración nace de la pequeñez humana y se encuentra con la grandeza divina. La oración se origina de la necesidad. Si orar es, entre otras cosas, pedir, nadie pide si no tiene necesidad. Es así que nadie pide si no lo necesita. Cuando oramos no solo pedimos en el modo interesado, sino que pedimos ser óptimos en el Padre, de quien procede todo

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bien a través de Cristo por efecto del Espíritu Santo. Orar es abandonarse a las manos de Dios no sólo en nuestras peticiones, sino en nuestra existencia. Es por esto que la oración no se limita a ser petición, sino que se completa al ser una actitud. Las órdenes religiosas cristianas han tenido esto siempre presente en sus reglas. Esto se debe a que el cristianismo no se plenifica si la oración no llega a ser modelo y actitud de vida. Grandes ejemplos de la oración llevada a la vida son los santos que fundamentaron sus acciones en la oración. Entre estos “hombres hechos oración” tenemos a San Francisco de Asís, San Bruno de la cartuja, Santa Teresita de Liseux, entre otros muchos. Podríamos decir que la oración es un acto que constata nuestro amor a Dios. Si amando nos entregamos, más lo haremos cuando oramos, pues nos abandonamos en las manos de Dios no sólo con la palabra o el pensamiento. Si la oración es amor, también podemos orar “con todo el corazón, con toda la mente, con todo el espíritu y con todas las fuerzas” (Cf. Lc 10, 27) Orar con todas las fuerzas implica saber actuar en la fe, la esperanza y la caridad. Es decir, la oración que no se lleva a la acción no es plena. Orar es encomendarse en todos los sentidos a Dios, sin embargo, esto no significa que no tomemos la dirección de nuestra vida, pues Dios nos hizo libres. Antes bien, hay que actuar en libertad, prudencia y planeación sabiendo que con la oración deseamos que Dios nos lleve a nuestra plenificación como un guía que no nos quita nuestra libertad, sino que nos muestra el mejor camino que debemos seguir. Orar es estar con el amigo La oración es fundamental en la vida del cristiano porque con ella, como actitud, nos ponemos en las manos de Dios, aceptamos su superioridad y tomamos conciencia de ser sus hijos. Cuando oramos no lo hacemos por una obligación autoritario, sino que recurrimos al diálogo con Dios como hijos que tienen un Padre Bueno y Proveedor. Cuando oramos nos dirigimos a un Padre bueno que nos ama, a través del Hijo, el Logos Cristo, en quien somos hijos de Dios. Por la oración podemos entrar en intimidad con Dios y hacerlo partícipe de nuestros pesares, alegrías y necesidades. Cuando oramos buscamos un consuelo, un consejo y admitimos que somos limitados y necesitamos del poder de Dios para ser óptimamente felices. En la oración recurrimos a Dios como a un amigo supremo al que le comunicamos nuestras debilidades y le pedimos ayuda. A Santa Teresa de Jesús le gustaba decir que orar es estar con el amigo. Estando con el amigo podemos pedir y sentirnos seguros, pues Dios comunica su gracia cuando se la pedimos en nombre de Cristo.

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Los cristianos miramos la muerte y la vida desde la Pascua de Cristo, somos verdaderamente miembros suyos y en nosotros habita el Espíritu Santo. Acerca de esta realidad, san Pablo nos enseña de manera muy clara en la primera carta a los Corintios, en el capítulo 12. Y en la carta escrita a los cristianos de Roma nos dice que “si hemos muerto con Cristo tenemos fe de que también viviremos con él, pues sabemos que Cristo, una vez resucitado de entre los muertos, ya no muere; la muerte no tiene ya poder sobre él. Su muerte fue un morir al pecado de una vez para siempre, más su vida es un vivir para Dios” (Rm 6, 8-9). Nos reconocemos creados y redimidos para la vida eterna, para la alegría. Nuestra vida no es fruto del azar o un castigo del destino. Somos parte de un proyecto del Amor de Dios que quiere darnos vida en abundancia. El Papa Francisco nos recuerda que la salvación que Cristo nos ofrece no es algo a experimentar en el más allá, como si solamente nos tocara esperar. “Quienes se dejan salvar por Él son liberados del pecado, de la tristeza, del vacío interior, y el aislamiento” (EG 1). Es una experiencia de liberación que se da en el presente, y nos ayuda a vivir de una manera nueva. Y esto se da por el trato de amistad con Jesús que nos transforma desde adentro: “Solo gracias a ese encuentro —o reencuentro— con el amor de Dios, que se convierte en feliz amistad, somos rescatados de nuestra conciencia aislada y de la autorreferencialidad”. (EG 8) Si caminamos en esta vida unidos a Cristo, confiamos en que gozamos de su compañía para siempre, en lo que llamamos la vida eterna, el cielo. Durante la última Cena Jesús dijo a sus discípulos: “En la Casa de mi Padre hay muchas habitaciones; si no fuera así, se lo habría dicho a ustedes. Yo voy a prepararles un lugar. Y cuando haya ido y les haya preparado un lugar, volveré otra vez para llevarlos conmigo, a fin de que donde yo esté, estén también ustedes”. (Jn 14, 2-3) Dios es eterno. Su amor también lo es. Y de ese modo nos ama; para siempre. Por eso en el hermoso diálogo que Jesús tiene con Nicodemo le dice: “Sí, Dios amó tanto al mundo que entregó a su Hijo único para que todo el que cree en él no muera, sino que tenga Vida eterna”. (Jn 3, 16) Tanta belleza en la creación, tantos momentos hermosos compartidos en familia y con amigos, tantos anhelos y deseos que nos quedan sin alcanzar, no pueden ser tan efímeros. La vida es un don de Dios que trasciende los límites de la muerte. Incluso nuestra mirada de esperanza abarca a todo el universo, porque “nosotros, de acuerdo con la promesa del Señor, esperamos un cielo nuevo y una tierra nueva donde habitará la justicia”. (2 Pe. 3, 13)

MEDITACION Y ORACION. Hacer una breve reflexión sobre el Evangelio leído. La lectura hecha, ¿qué me dice a mí, personalmente? ¿Qué me sugiere? Mirar la escena y nuestra propia vida. ¿Cómo lo estamos viviendo en nuestra familia, grupo, parroquia…? Desde el texto leído y meditado, Palabra de Dios, ¿qué le decimos ahora al Señor? 70

Oramos, dialogamos y entramos en conversación personal con el Señor. Compartir lo orado, con la comunidad.

COMPROMISO: COMPROMISO ¿Qué camino de vida me invita a tomar? • Ver la realidad con la mirada de Dios. • Anuncio, compromiso y caridad. ¿Qué debo hacer yo? ¿Qué quieres, Señor de mí? ¿A qué me compromete el mensaje de fe que hemos visto en este relato? Quienes se han encontrado con Jesús no pueden callar la noticia… ORACIÓN DE ACCIÓN DE GRACIAS Y CANTO FINAL.

GUIA No. 15. LAS OBRAS DE MISERICORDIA SOCIALES.

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LAS OBRAS DE MISERICORDIA SOCIALES. El cristiano no vive encerrado en sí mismo, ni la iglesia vive en las sacristías. El testimonio es social, para la comunidad, en la comunidad, con la comunidad y por la comunidad. La vida santa no es sólo ir a misa, sino mostrar la misericordia de Dios a todos, no sólo a cada persona sino a la sociedad en la que se vive. Es un mandato del Señor construír su reino: reino de paz, justicia, libertad y amor. Y este reino se construye con las obras sociales de misericordia. ¿Cuáles son estas obras de misericordia sociales? 1. Cuidar la naturaleza. Proteger y cuidar la naturaleza (ecología) 2. Defender a los pobres. Defender los derechos de los más excluidos y desechados (los pobres) 3. Ser buenos ciudadanos. Participar como ciudadanos responsables en el gobierno del país (política) 4. Dialogar con los que son distintos. Trabajar por el diálogo entre religiones, culturas y pueblos.(ecumenismo) 5. Gozar de la cultura. Fomentar el descanso, la fiesta y la cultura. (cultura) 6. Ser pacíficos. Propiciar la paz, la no violencia, el reconocimiento mutuo y el entendimiento universal.(cultura de la paz) 7. Respetar los derechos de las personas. Cada persona tiene dignidad y derechos que hay que reconocer y respetar. (derechos humanos).

ORACION DE INICIO. Humildemente te pedimos a ti, Señor, que eres la luz verdadera y la fuente misma de toda luz, que, meditando fielmente tu palabra, vivamos siempre en tu claridad y seamos testigos de tu misericordia. Te lo pedimos a ti, que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén

LA REALIDAD: Leer el texto para darnos cuenta de lo que sucede en nuestro país, municipio, vereda o comunidad. Responder: “Cómo se da esto entre nosotros? Cuáles son las causas? La ONU destaca notables avances en materia de derechos humanos en el país, lo que constituye una excelente noticia. Pero los problemas no han desaparecido. El gran desafío en el horizonte para el Estado democrático es el ‘neoparamilitarismo’. El último informe de la ONU sobre la situación de los derechos humanos en Colombia presenta algunos datos que invitan a la esperanza, pero también recoge otros que mueven a la preocupación.

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En lo que respecta a los aspectos positivos, la organización internacional destaca que se han producido numerosos avances en materia de respeto a los derechos fundamentales. Y también felicita al Gobierno por “la determinación con que trata de encontrar una salida negociada al conflicto interno”. Esto último constituye un claro espaldarazo al presidente Santos frente a quienes, por distintos motivos, se oponen a las negociaciones de La Habana con la guerrilla. La ONU destaca los avances en materia de derechos humanos que se han registrado en las Fuerzas Armadas, lo que, sin duda, es una excelente noticia. En el ámbito militar se ha producido, según el informe, una reducción significativa del número y la gravedad de las violaciones documentadas de derechos. No obstante, los responsables del texto expresan su “preocupación” por el hecho de que “algunas autoridades militares” solo consideran violaciones de los derechos humanos las ejecuciones conocidas como falsos positivos. Se trata, sin duda, de un asunto que debe ser superado, por cuanto la carta de la ONU, a la que está suscrita Colombia, reconoce un amplio abanico de derechos que los estados han de garantizar. Otro punto controversial concerniente a las Fuerzas Armadas es la ampliación de la jurisdicción militar, pese a que la legislación internacional avanza exactamente en el sentido contrario en materia procesal. El informe resalta que enero y octubre del año pasado, 48 casos de falsos positivos atribuidos al Ejército se trasladaron de la jurisdicción ordinaria a la militar, pese a que el Gobierno se había comprometido a que ello no sucedería. Con respecto a las Farc y el ELN, el texto es contundente al afirmar que se siguen produciendo homicidios, así como reclutamiento de menores, toma de rehenes, desplazamientos forzosos y utilizaciones de minas personales. Lamentablemente, los grupos al margen de la ley tienen una gran ventaja sobre las instituciones del Estado democrático, y es que a los primeros, por su propia naturaleza, no le es exigible el respeto de derechos de ninguna índole. De modo que, en paralelo al proceso de paz, contra las guerrillas solo cabe seguir actuando con toda la fuerza de la ley, evitando, por supuesto, incurrir en sus métodos. Quizá el aspecto más inquietante del informe de la ONU es la constatación de que la violencia sigue provocando decenas de miles de desplazamientos forzosos. Entre enero y octubre de 2013, coincidiendo en el tiempo con el primer año de las negociaciones de paz, se produjeron 55.157 casos, provocados en su inmensa mayoría por los “neoparamilitares”, como el texto denomina a las bandas criminales como los Urabeños o los Rastrojos. Esa cifra alarmante demuestra que, pese a la desmovilización masiva de paramilitares, los estragos del paramilitarismo continúan bien vivos y constituyen el gran desafío al que deberá enfrentarse el Estado democrático en los próximos años.

No pertenece al cristianismo una separación entre “las ocupaciones profesionales y sociales, por una parte, y la vida religiosa por otra” (GS, 43), así como tampoco es propia 73

del cristianismo una actitud de lamentaciones estériles que no resuelven nada. Los católicos están llamados a aportar en la vida social el elemento vivificador de los principios evangélicos, respetando la plena autonomía de las realidades temporales, que es también ésta un principio evangélico.

LA PALABRA DE DIOS: Proclamar el texto saboreando la Palabra y descubriendo el mensaje de fe que guarda el texto bíblico. ¿Qué dice el texto? Fijarse en todos los detalles: personas, circunstancias, actitudes, lugares, expresiones... «Bienaventurados los pobres de espíritu, porque de ellos es el Reino de los cielos. Bienaventurados los mansos, porque ellos poseerán en herencia la tierra. Bienaventurados los que lloran, porque ellos serán consolados. Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, porque ellos serán saciados. Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia. Bienaventurados los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios. Bienaventurados los que buscan la paz, porque ellos serán llamados hijos de Dios. Bienaventurados los perseguidos por causa de la justicia, porque de ellos es el Reino de los cielos.Bienaventurados seréis cuando os injurien, os persigan y digan con mentira toda clase de mal contra vosotros por mi causa. Alegraos y regocijaos porque vuestra recompensa será grande en los cielos. (Mt 5,3-12)

COMENTARIOS A LA PALABRA. Escuchemos algunos comentarios a este texto. La predicación de Jesús sobre el reino no fue de tipo alienante. No invitaba al fideísmo ni al pietismo. Tenía los pies en la tierra y exhortaba a sus seguidores a transformar a las personas y al mundo por medio de la predicación y la conversión, fundamentada en elevados valores éticos, que tenían una medida común: el amor al prójimo. De este nace el compromiso social del cristianismo. La práctica de las Bienaventuranzas y de las obras de misericordia, y del resto del mensaje evangélico, conduce a la fe cristiana a repercutir en las realidades sociales. La relación entre fe cristiana y orden temporal es uno de los signos de la nueva religión. La historia del cristianismo es una muestra de ello, independientemente del logro que algunas experiencias hayan tenido al respecto. En algunas ocasiones, Jesús tocó el terreno propiamente político, como en el caso del impuesto al César o cuando llamó zorra a Herodes (Lc. 13,31). Desde los primeros tiempos, los cristianos descubrieron la llamada a lo social que irradiaba del mensaje de Jesús. Los Padres de la Iglesia, los moralistas de la Edad Media, Santo Tomás de Aquino, la Universidad de Salamanca y la Segunda Escolástica en el siglo XVI, las encíclicas sociales, el Concilio Vaticano II, las Conferencias de Medellín, Puebla y Santo Domingo, la Teología Política y la Teología de la Liberación (tomada ésta última en su contenido de comunión con las enseñanzas del Magisterio de la Iglesia), 74

indican la presencia ininterrumpida del pensamiento social cristiano, que se concretó en un sinnúmero de variadas obras sociales en diversos aspectos: asistencial, hospitalario, laboral, económico, cultural y político. (P. ANTONIO RODRÍGUEZ DÍAZ) Lo primero que aparece en las bienaventuranzas es que el programa de Jesús para los suyos es un proyecto de felicidad. Cada afirmación de Jesús empieza con la palabra “dichosos”. Esta palabra significa, en griego, la condición del que está libre de preocupaciones y trabajos diarios; y describe, en lenguaje poético, el estado de los dioses y de aquellos que participan de su existencia feliz. Por consiguiente, Jesús promete la dicha sin límites, la felicidad plena para sus seguidores. Dios no quiere el dolor, la tristeza y el sufrimiento. Dios quiere precisamente todo lo contrario: que el hombre se realice plenamente, que viva feliz, que la dicha abunde y sobreabunde en su vida. Lo que pasa es que el camino de la felicidad no es el que propone el mundo, el orden presente, el sistema establecido. Precisamente lo sorprendente de las bienaventuranzas es que invierten los papeles. El orden establecido dice: serás feliz en la medida en que tengas dinero para consumir. Por el contrario, Jesús dice: serás feliz en la medida en que te despojes del dinero para compartir. Son caminos diametralmente opuestos, antagonistas, como antagonistas son entre sí Dios y el dinero (Mt 6,24). De lo dicho se desprende una consecuencia importante: lo que las bienaventuranzas presentan no es una serie de virtudes que hay que practicar como obligaciones pesadas y costosas. Se trata justamente de todo lo contrario: un programa de felicidad, cuya base, como enseguida vamos a ver, es la renuncia al dinero. Por lo demás, las bienaventuranzas del sermón del monte se completan con otras que también aparecen en los evangelios: son dichosos los que viven el proyecto del Reino (Mt l3,16s), los que salen al encuentro de ese proyecto (Lc 1,45; Mt 16,17; Jn 20,29), los que no se escandalizan del proceder y de la actuación de Jesús (Mt 1 1,6), los que no se limitan a oír estas cosas, sino que además las ponen en práctica (Lc 14,14; Jn 13,17) y los que perseveran en actitud vigilante (Lc l2,37s; Mt 24,24; ver Sant 1,12; Ap 16,15, etc.).

180. Leyendo las Escrituras queda por demás claro que la propuesta del Evangelio no es sólo la de una relación personal con Dios. Nuestra respuesta de amor tampoco debería entenderse como una mera suma de pequeños gestos personales dirigidos a algunos individuos necesitados, lo cual podría constituir una «caridad a la carta», una serie de acciones tendentes sólo a tranquilizar la propia conciencia. La propuesta es el Reino de Dios (cf. Lc 4,43); se trata de amar a Dios que reina en el mundo. En la medida en que Él logre reinar entre nosotros, la vida social será ámbito de fraternidad, de justicia, de paz, 75

de dignidad para todos. Entonces, tanto el anuncio como la experiencia cristiana tienden a provocar consecuencias sociales. Buscamos su Reino: «Buscad ante todo el Reino de Dios y su justicia, y todo lo demás vendrá por añadidura» (Mt 6,33). El proyecto de Jesús es instaurar el Reino de su Padre; Él pide a sus discípulos: «¡Proclamad que está llegando el Reino de los cielos!» (Mt 10,7). (EG 180)

MEDITACION Y ORACION. Hacer una breve reflexión sobre el Evangelio leído. La lectura hecha, ¿qué me dice a mí, personalmente? ¿Qué me sugiere? Mirar la escena y nuestra propia vida. ¿Cómo lo estamos viviendo en nuestra familia, grupo, parroquia…? Desde el texto leído y meditado, Palabra de Dios, ¿qué le decimos ahora al Señor? Oramos, dialogamos y entramos en conversación personal con el Señor. Compartir lo orado, con la comunidad.

COMPROMISO: COMPROMISO ¿Qué camino de vida me invita a tomar? • Ver la realidad con la mirada de Dios. • Anuncio, compromiso y caridad. ¿Qué debo hacer yo? ¿Qué quieres, Señor de mí? ¿A qué me compromete el mensaje de fe que hemos visto en este relato? Quienes se han encontrado con Jesús no pueden callar la noticia… Cuál es mi compromiso social, político, económico, educativo, como cristiano en mi comunidad?

ORACIÓN DE ACCIÓN DE GRACIAS Y CANTO FINAL.

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