Dimensiones Laterales | poesía | Marco Rocha (2015)

DIMENSIONES LATERALES POESÍA

Marco Rocha

HEBEL

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DIMENSIONES LATERALES POESÍA

Marco Rocha

HEBEL ediciones Humus | Poesía 3

DIMENSIONES LATERALES | POESIA © Marco Rocha, 2015. © HEBEL Ediciones Colección Humus | Poesía Santiago de Chile, 2015. Imagen de portada: “Rostro Plural” (pastel). Luis Cruz-Villalobos, 1993. www.benditapoesia.webs.com

Qué es HEBEL. Es un sello editorial sin fines de lucro. Término hebreo que denota lo efímero, lo vano, lo pasajero, soplo leve que parte veloz. Así, este sello quiere ser un gesto de frágil permanencia de las palabras, en ediciones siempre preliminares, que se lanzan por el espacio electrónico para hacer bien o simplemente para inquietar la vida, que siempre está en permanente devenir, en especial la de este "humus que mira el cielo".

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DOS POEMAS

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1 Hay dimensiones laterales y analgésicas de la locura… Adormeciendo las paredes del sentido… Ser intrínseco, aplastante como un derechazo nauseabundo. Quebrado en la hostilidad de las distancias y los recorridos. Uno solo amarrado a las cadenas afluentes de la libertad. Con movimiento y expresión. Siendo versátil en la agilidad.

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2 Avancé los trayectos en silencio, sin sonidos, solo en algunos casos momentáneos. En sudor y vapor de la gente arrimados encima de las maquinarias. Encima de los cementos coagulados de la ciudad entera, sonrojada y edificada en su manera de manicomio denso. A través de la enfermedad venérea de las horas. Los minutos, las horas, los días de los tiempos perdidos…

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PENSAMIENTOS DE HOMBRE CONTEMPORÁNEO

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Se despierta entremedio de sus propios olores con huesos mojados. ¡Adolorido! Todo está estremecido, sobresaliendo de las paredes, con un deseo que cuelga en cada voluptuosidad del cuerpo. Tropiezo dentro de un abismo sin emociones, como una taza de baño, como una estructura de escalofríos que ruedan por mi espalda. (Sin noción). Entablo lazos. Rompo con el esquema. Después de todo, siempre se hizo un pequeño tiempo para el odio, alrededor. Siempre se hace tiempo para el calor cuando lo sórdido se hizo abundante en esos ojos, en aquellos ojos y, a la vez, en nuestros ojos, en todos los ojos del mundo arrojados a la palabra. Recuerdo los malos escritos que introduje en las épocas. Y sin embargo rompieron con segundos y eternidades de delirios acumulados en el cuerpo como nudos o como jaulas. Pero las distancias se recorren violentas, rompen en mí cada trozo ¡despedazan! Y a la vez intentan la calma, y se sustentan en mi sangre. Sobresalen por mi boca, por cada orificio de mi humanidad agusanada. Ahorcándose y ahorcándonos en los cortinajes y en las ropas usadas con olor a piel, amontonados en los fluidos. Dejados a ser animales servidos en la mesa. ¡Así debe ser el delirio! Amar y sentirse amado, intentar y morir sin sentirse arrepentido de las cargas emocionales y del dolor. Avancé y escribí frases que nadie podría concluir, di por muerto a los vivos, latentes incapacitados y enfermizos. Creí siempre estar en una realidad distinta, sabiendo de la existencia de otra paralela, monótona y sedimentada donde probé las distintas figuras literarias extrañas, concretas y

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abstractas. Donde probé otros orgasmos. Otras filiaciones. Y quebrado, me enemisté de la sombra para ahora ser trozo y hombre ABIERTO POR LOS BRAZOS Y PIERNAS buscando la salvación en su tiempo y en otro. En la crisis de un pasado aferrado. La culpa en su frustración me convirtió en mortal y fui, lamentablemente, inmenso. La multitud se enredará por siempre en los latidos. Somos polvo, decían, o somos solo ruido de ciudad. Somos facciones, caras con susto. Expresiones que se desintegran y son todo lo que temí... acá en el escrito que se arrodilla para besarme el sexo.

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XIV POEMAS

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I Una latiente piedra dura debajo del zapato. Una mano herida buscando profundos orificios, fenómenos fálicos. Intentos de suicidios fallidos. Ahora, abandono, soledad.

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II Después de la nada. BUSCO, paso inmenso, álgido. Las rupturas del mundo y de lo real. Infringiendo la decencia de lo estético. En posturas y tiempos medibles, calcinados. Se escribe por morbo. Por amor a lo erradicado y en la fulminante pasión. Hundido de rostro en las grietas culminantes de la raza. ALLI agitados los fenómenos, de uno a uno en extensión de nuestro cuerpo.

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III Además de tener dos pies manos ojos y la misma forma, desaparecida en la trayectoria final… Y en la existencia de las verdades, con el realismo en su esencia viva. Me siento aun solo y miro a toda la gente Como se autodestruye y se devoran en los demás con el mordisco de la palabra El olvido de estos restos que fueron humanos Restos de piel…

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IV Acaparan la distancia uno por uno al canon. Son hombres sumamente tristes, todos ellos en la vergüenza Vuelan cada uno en sus tinieblas y suspiran con gritos y quejidos el dolor de sus descompensaciones emocionales.

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V Algo ardió… con el impulso como una ventisca cercenada… Frágil en la desesperación, en la tristeza de las calles, de las avenidas… de asombro con caras ortopédicas, inexpresivas. Ardió con la fuerza de amantes culmines. En cualidad con las ciudades en guerra Las cajas torácicas, de falange en falange, de polvo en pólvora.

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VI Esencia puramente crítica. Gotas de agua caen por la espalda, floreciendo el instante con sangre y herida de hermetismo aferrada al corte. Durante el movimiento de actor en pantomimas bajo luz, distante, afligido. El cuerpo nos corresponde. La materia del mundo nos incrementa mentalmente una soledad ofensiva como un quiebre de cintura femenino. Como garrotes que le temen a un cráneo, a un hueso. Que tiemblan con la lucidez de un ciego y la decencia de un trotamundos. Que agonizan en la palabra. Manantiales sin agua y sin ríos, horizontes fracturados de cielo, sin color, lluvia sin ser precipitante y seca.

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VII BAJO LA INCLEMENCIA QUE NOS RODEA. Pareceríamos sombras y nudos de una corbata mal usada. Estremecidos por la piel y el roce de los mecanismos. Engrasados como ensangrentados. Asustados y deshechos. Posiblemente no habría días ni años en sótanos desterrantes de memoria. Pareceríamos arcadas voluptuosas, golpes al aire sin receptor. Un sinfín de manjares sin hambre. Miles de agonías temblando bajo suspiros. Vivos laten, se retuercen.. Muebles de sangre. Rostros sin hueso. Latidos a destiempo.

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VIII Si fuese cosa de utilizar algunos recursos estéticamente violentos contra lo establecido, seguramente no seriamos los mismos… Entre paredes busco apoyar mi espalda, me desvanezco como una sombra al pie del ocaso. Como un hambriento que se reincorpora en la lejanía humana, en las sensaciones y voluptuosidades verbales, fatales de su entendimiento Si fuese cosa de utilizar algunos recursos estéticamente correctos…. Al final de un mismo día, se encontraría la complacencia y la dualidad abstracta de las almas y el cuerpo, la mente, Y el color de pieles moradas por el frio. De hematomas crujientes. Se encontraría una inexactitud de delirio hirviendo como heridas rojas sin salvación. Como miradas puntiagudas y extensas de abolición frenética.

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IX UNA MUJER ARTISTA: Te lleva a lugares y umbrales desconocidos de la sensualidad y belleza femenina. Ruge en un caos desproporcionado en siglos con cánones de eslabón a eslabón antepuestos a suicidios rupturistas… Descoserla como a una camisa. Coagularla como un golpe…

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X Duro como una roca sin peso, quejándose en la inmensidad de una trayectoria desarmada. Quitando latidos al cuerpo celeste que anochece sin luz propia en la cavidad de los ojos. Y en el cóncavo vacío de las cinturas desplegadas en agonía. Tendría que ser más profundo el pozo profundo de las conciencias. Siempre un olor de habitaciones muertas y arrastradas por ventanas y puertas que corren por pasillos y se escapan por la cerradura. Buscando la finalidad del lanzamiento desatado y frío como el óxido en rostros de edad compungidos. Como en pálidas expresiones de olvido y de soledad infinita en las miles de horas de camino viejo y deshuesado, en las miles de instancias donde el mundo se cae a pedazos… Al igual que las frenéticas sensaciones lentas y cuajadas a destajo entre un vacío entre yo y el ritmo. Un espacio Entre yo y el silencio profundo de las cosas que ya han sucedido.

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XI Rodar suelto Por los engranajes profundos de la humanidad retorcida. Buscar por el profundo horizonte el culmine de las distancias El lenguaje de las brechas temporales abyectas. Sumido al conocimiento fugaz de la vida resuelta, abolida, critica. En contacto con los hombres y los codos maltrechos Para encontrar un cauce corriendo en la enormidad de un latido sin fuerza, sin aparente río, solo en bordes de desnudez atroz. De desvergüenza En órganos aceitados a la manera de dos manos, dos ojos, dos pies De forma convencional, Dos contraposiciones Dos sonrisas destruidas bajo la mirada de un caótico ademán obtuso.

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XII Hacia lo convencional. HACIENDO CONTORSIONES DINAMICAS DE CUERPO ENTERO… Fluidos corporales de vergüenza, mentes libres La ira enfrenta sexualmente sus capaces gritos de calamidad. Sucesos anteriores cogidos de dos manos. En lo agónico y kinestésico del silencio. Como si el mundo cayera en una palma con todas sus rutas… Con todas sus estructuras tambaleantes.

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XIII Una guerra que no quiero más Solo quiero la guerra de autodestrucción. De uno mismo desolado y árido. Recogiendo propios trozos de carne, manojos de pelo, de uñas y huesos.

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XIV Fuerza creadora en un crepúsculo dramatizado Y caracterizado de almas, facciones, cuerpos, tristemente ajenos. Caminando de sur a norte. Sin saber que establece ser sur y norte No hay paredes ni horizontes Seríamos un sinfín en sensación de saltos y gemidos quejumbrosos Sensación da caídas sin espaldas ni columnas. Quien dice… … que existe el hermetismo entre el tiempo y el espacio. Flotando en toneladas de millones de años en cantidad de cuestionamientos agrios y evoluciones erradas

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08 07 2014

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1 Lo auto escritura del ser esta exaltada… por entremedio de los esquemas neutrales de la humanidad, de razonamiento a realidad extensa. Una culminación de los pensamientos y los éxtasis aferrados… en excitaciones palpitantes. Las calles están abnegadas de paciencia, de constancia, de desechos humanos y carnales en la boca de los alcantarillados. Hay mujeres que desearon no haber nacido Que se auto contemplan. En un sustento de piernas y voluptuosidades. La mirada del hombre esta desprovista de amargura, es como un estertor de mujer coagulada. La autocrítica está expuesta… La manía de los hábitos, la autocomplacencia de la soledad La despampanante articulación corporal de la locura El átomo y la geometría exacta de los fluidos. En un sustento de piernas y extensiones Y de objetos precipitados, en una sola eyaculación.

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2 Un frío escarba en mis huesos. Hace de mí un desierto cualquiera liberado de bestias De luz a luz con ateridas horas deslizantes en el territorio. Nos hemos aferrado desde el pecho al cuerpo hasta la sangre en su torrente. Se abre antes nuestro paso la espalda árida y compungida del norte y sus espasmos. Y un chorreante vapor de máquinas nos eleva. En un presagio de vida extensa y un cuerpo ligero de hombre. Compone erecciones y resisten en formas estremecedoras. No hay más frío que el de esta propia cobardía de los hombres en soledad. No hay más anhelo que el sentirme masa corporal, creciente en las desesperanzas. Con gritos y músculos recocidos que hacen fuerza contra poleas Y estructuras pálidas con la estatura del viento, con la estatura de tristes manos extendidas. No hay viajeros ni sangre en los horizontes. Solo estéticas luxaciones en giros esculpidos de razón. Se abrirán las carnes precipitadas en humedad, en silencio. Con estertores vacíos de agonía. Con lejanía hostil y a la vez hermosa y fulminante Como gritos de ciudad y de gente Sacada de cuajo de los cimientos.

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3 Y quedan rastros de la desesperanza entre rocas y camotes que son arrojados en la creación, Simultáneos, fríos y esqueléticos; Buscando rostros y precipitaciones donde ser vertidos con su agonía de piedra dura e inhumana.

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4 Algo significa para mí este concepto de trayectoria. En sus despacioso movimientos unilaterales de penduleo estricto Justo en la desesperación, somos raíz.

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5 Cotidianamente perdimos el concepto y la cabeza Desesperados en busca de grietas corporales y hematomas Hay en trastornos la cantidad exacta de agonía… Una mujer flota Dos manos se desmoronan y se estremecen en sus tendones. No he abierto heridas. La desbordante columna, la mañana efervescente en el escrito. Vuelven a la gesta de sus artículos y al componente de cada temblor donde se convergen los humos y estallidos avanzan por kilómetros cargados de reacciones. Veo en ellos paz, exceso de luminosidad en sus rostros. Pálidas murallas de concreto, miles de columnas de algebra y geometría extendida. Colores con denominaciones, expresiones e indicios de lenguaje. Fatalidad. Crujidos. Manos en alto, forcejeos utópicos, giros. Ruido.

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6 He ESTADO Mucho TIEMPO PARADO SOBRE LAS PÍEDRAS… Invadido de erecciones. Fluidos, casi eternamente cojo mis precipicios y mis pescuezos y los echo a la abísmica cordialidad… Sus caras y facetas nos perjudican, observo carnes desmoronadas y extorsionadas al servicio de cuerpos y cánones, Miro en el borde de los satánicos juegos de la sexualidad adquirida… Nunca embestí los muslos de tal manera, nunca eyacule en los petrificados huesos ni en las calamidades ardientes.

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7 Tristemente, todo fue creado tras temblores de piel o de cartílago extendido por las partes del cuerpo. Dos espaldas se convergen, dos columnas se enderezan y quedan desprovistas de movilidad. Son características inherentes, los rostros, las facetas, los ademanes.

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8 Cada espacio del mundo está abierto de brazos. Una agonía perfecta para el ser humano de hoy, distante y solo, hablando de su libertad. En un rincón vacío donde las cosas no producen sombras. Cada espacio alterado por la decisión natural del crecimiento, Todo sobrellevado en el tiempo. Independiente de criterio A esta altura he perdido los sentidos, las exclamaciones, las frases estructuradas que convergen. Un dolor nostálgico de estar amordazado Por entremedio de los movimientos.

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POEMAS PARA LO MÁS AUSTRAL DEL MUNDO

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1 Ajenas manos buscan el territorio profundo de las mareas, Sacando el material transparente de agua y arena. Los hombres más cansados de la región, se descuartizan, o ya van descuartizados en el sonido de gaviotas frías y plañideras. Cuyo llanto desafía la locura de sus rostros, que articulan gestos perdidos en la gente. En las multitudes, Pues es vacío y sabe que está flotando en una marea distinta y que su cuerpo esta relleno de agua. Que sus órganos son sensoriales, y se estremecen, y se hunden, salen a flote, se deshumanizan, se hacen aire y pasan a formar parte del ciclo de la tierra. Espacios oníricos: un bosque nativo, una laguna, UN RIO, una línea mal trazada. Una forma geométrica inmersa en la naturaleza.

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2 Chaiten: Vida agria… En formas geográficas y pulmones verdes que respiran. La monótona figura de un pueblo o ciudad albergando habitantes ya furiosos. El Amparo de las capas tectónicas removibles. La constante desintegración del pobre… De mano en mano va la esfera como jugando con las almas y las dualidades del ser errante…. En KILOMETROS, EN CONTINENTES, ETC. Para f.s

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3 Dos figuras dormitan indómitas… … en el movimiento se deshace entre ellos El frágil calor del volcamiento de piedras.

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4 Siento al hombre que llevo dentro retorcerse. Y suicidarse de manera perfecta De manera ajena a las palabras, En carne retorcida Siento al hombre que llevo adentro retorcerse y nada más puedo hacer Solo envenenarme, terminar de matarlo Con restos de mala vida y bohemia Con colores fugaces y gestos adoloridos, Me termina destruyendo también. Con esos gestos, con morisquetas densas de expresión Densas de placer, y sublimes en la autodestrucción.

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5 En alguna parte de la ciudad… Ebrio pateo rostros hermosos y narcisos, Pálidos y críticos rostros Y siento que soy yo a quien patean, A quien lentamente desintegran En la atrocidad y la sombra emergente de los rincones Por encima de la piel, la sangre, los huesos En una percusión.

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5 Movimientos trágicos, viceversa de escritos, Y emociones inexactas en tus formas… Dos manos y dos pies hechos A la medida de un salto al vacío, O a un precipicio y quebradas de piedra Con sonidos descomunales y dolorosos Y camisones y pantalones rotos, Piel colgando cuajada, zapatos fracturados, Gritos coagulados, giros y estructuras violentadas, Entrando y saliendo por sus sexos. Además de hombres que caen, De hombres que vuelan, De hombres que vuelven su cabeza hacia el pasado Y se despliegan en la meta-física de los quejidos, De sus propios quejidos ardientes en la perdición.

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6 Me gusta la vida atragantada en falos poéticos: Aterrante el escrito como una navaja Debe cortar el agua, reestructurarla en su reacción… Apedrearse, moverse y arrastrarse por el piso, demacrado. Un hematoma fundido de pasión. Y debe ser tantas veces golpeado, tantas veces Descontrolado con efervescencia que convenza Y admita, y exprese, así como lo sería un golpe seco en la quijada, O como una o dos patadas en la entrepiernas.

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7 La estrangulación de los interiores… Un acto sublime de contingencias, avanzar sin ser visto. Las alas se despliegan sin la libertad que se forma en la cabeza, en las gónadas, en el estómago. Miles de clímax. Me Recogen los huesos y artefactos delirantes. De abrazarse al esqueleto y mantener las ventanas semi abiertas al desden. En una soltura de caos. Y una infinita sensación de calamidad.

FIN

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