Diferencias individuales, Empatía, Habilidad, Asertividad e inteligencias personales

Diferencias individuales, Empatía, Habilidad, Asertividad e inteligencias personales





Universidad Popular del Cesar
Facultad de Derecho, Ciencias Políticas y Sociales
Programa de Psicología












Laura Milena Cáceres Chinchilla
Noviembre 2015


INTRODUCCIÓN: EL HOMBRE SOCIAL EVOLUCIONA.
El ser humano como ser emocional y pensante, cosa que no siempre fue, ha logrado desarrollarse a sí mismo fisionómicamente desde que aprendió a vivir en sociedad. Estos cambios en su fisionomía no solamente lograron avanzarlo en lo físico: ocurrieron a nivel neurológico además, recibiendo atributos psicológicos que poco a poco lo ayudaron a llegar a ser el homo sapiens-sapiens.
Al parecer, ninguna otra criatura ha podido ocupar un reconocimiento similar en los estudios del comportamiento colectivo de los seres vivos. No se ha observado aun una estructura social tan compleja como la de nosotros, aunque hay que mencionar que sí similares, pero esto nos deja de sorprender cuando comprendemos mejor que es por simples atributos innatos y naturales de las especies vivas.
Pocas de estas especies han logrado el desarrollo óptimo de habilidades sociales como las de nosotros, que incluso nos han ayudado a manejar y a llevarnos bien con lo humano y con lo que no es humano, gracias a la evolución anteriormente mencionada.



DESARROLLO.
Hablemos de capacidades personales. Una capacidad personal es la cualidad (ya sea innata o adquirida) por parte de un individuo que define su proyección en un determinado ámbito social. En este caso presentamos cuatro de ellas, siendo muy importantes:
La Empatía.
La Habilidad.
La Asertividad.
Las Inteligencias Personales.
El debido control de parte del sujeto hacia estas cuatro (al menos, pues) logra un óptimo integro a círculos sociales. Se expondrán las percepciones concebidas de cada una.
EMPATÍA.
Un sujeto capaz de "ponerse en los zapatos del otro", coloquialmente dicho, puede entender mejor la manera en que sus estímulos pueden influir en su interlocutor. No todos nacen con esta capacidad, aunque algunos otros la adquieren con el transcurrir de sus vidas. Los que nacen con marcadas habilidades empáticas logran un mayor conocimiento de los demás que integran su grupo social, ya sea por vía verbal o kinésica. Esta capacidad se aprovecha para tener una mejor comunicación con sus compañeros y posiblemente, mejorar la calidad de su relación interpersonal. Es una herramienta personal muy útil a la hora de liderar, además, ya que en estos casos aparece la necesidad que conocer mejor a los compañeros de equipo y trascendiendo, a las capacidades que poseen. Esto garantiza un mejor desarrollo colectivo. Las personas con poca facilidad para utilizar la empatía, son más indiferentes a lo que la otra persona pueda estar percibiendo; tienden, por lo tanto a ser más centrados en sí mismos generalmente.
HABILIDAD.
La persona que posee habilidad social marcada puede llegar a ser tenida con referencias positivas por parte de su grupo social. Es aquella persona condescendiente con los otros y que por tanto, a partir de este manejo, logra una mejor introducción social a diferencia de muchas otras. No necesariamente la persona en cuestión llega a liderar, más sin embargo, sí es reconocida por sus compañeros como una figura positiva y entonces llegar a recibir favores (por ejemplo) más fácilmente. Generalmente esto se desarrolla en edades tempranas: Un niño más abierto socialmente suele ser tomado como ejemplo personal por sus compañeros de juego, y también se le facilita transmitirle emociones a los otros, captar la atención de otros, et cetera. Siendo todo esto el pronóstico de lo que será su vida social al pasar por las distintas épocas en las que, por cierto, la manera de administrar la inteligencia interpersonal se va modificando. Obviamente, al ser algo prácticamente innato, le cobrará menos esfuerzo poner en práctica este tipo de inteligencia.
ASERTIVIDAD.
No todos saben ser transparentes socialmente. Este término indica la tendencia de una persona a dejar ver cómo es en realidad su manera de expresarse con otros, sin tener en cuenta los prejuicios que puedan esperarle por sus errores o contrastes. Claro está, lo último mencionado no significa que la persona irrespete las opiniones ajenas, dado que el sujeto asertivo sabe que si es abierto en sus expresiones, debe ser de una manera tal que haga saber a sus interlocutores que por más que los moleste algo dicho, no necesariamente va con esa intención. Una persona con asertividad poca o nula, demuestra inseguridad a la hora de decir algo que de verdad cree o siente por temor a ser rechazado, criticado negativamente e incluso ignorado, cosa que puede suceder dado que por su misma ansiedad, llega a expresar incorrectamente lo que pretende mostrar y en algunos casos, a crear uno que otro malentendido. En síntesis, es tomada normalmente la asertividad como un equilibrio o intermedio en la persona en el cual se está entre la agresividad y la pasividad, ambas tenidas como extremos.
INTELIGENCIAS PERSONALES.
Esto es sinónimo de la "capacidad de mirar hacia adentro" de alguien. Howard Gardner lo describió como Inteligencia Intrapersonal, interpretada a veces como la "capacidad que nos permite conocernos mediante un auto-análisis de las personas, cuando la gente sabe más de sí mismo" (Wikipedia). Como referencia de esto tomamos lo dicho por William Styron, quien al expresar su profunda depresión, habló acerca de sentirse acompañado por una especie de segundo yo, como una noción de observador exento de emociones que analizaba sus desasosiegos. Es lo que normalmente una persona con conciencia autónoma logra por inercia al experimentar emociones fuertes. Normalmente, quienes poseen esta capacidad en alto rendimiento pueden llegar a conocerse más a lo profundo y así desarrollar MM.DD (Mecanismos de Defensa) para manejarse a nivel emocional sin implicar significativamente, ya sea a sí mismos o a quienes los rodean en el instante.


CONCLUSIÓN.
El ser humano evolutivamente ha adaptado sus capacidades sociales con la finalidad natural de que esta se desarrolle en pro, no siempre siendo esto posible. De todos modos, la naturaleza ha puesto ya de su parte, pero no es tan necesario optar mucho por ella; el homo sapiens-sapiens en lo más profundo del yo guarda tendencias bestiales, y lucha con ellas en sus intentos por volverse cada vez más racional y aceptado entre sus semejantes.