Didáctica de la Historia y su legitimación en los espacios educacionales

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Descripción

Didáctica de la Historia y su legitimación en los espacios educacionales Alejandro Rabuco

Universidad Viña del Mar. Centro de Estudios Educativos Interdisciplinares. [email protected] [email protected] Teléfono: (7)5216990

Didáctica de la Historia y su legitimación en los espacios educacionales Pensar la enseñanza de la Historia como disciplina científica nos remite a ciertos desafíos, los cuales se encuentran estrictamente ligados con el impacto que logramos generar en la educación de quienes representan la base ciudadana de una nación determinada. En la misma línea este dilema nos traslada a pensar en el rol que ocupa la Historia en el funcionamiento de la educación en la actualidad y los desafíos a los cuales debe hacer frente ante un panorama educativo, desligado del sentir pleno del ser humano y vinculado estrechamente con la competencia y el irrumpir de la “modernidad”. Esta mal entendida modernidad, que nos lleva a la conformación de una sociedad vinculada con el exitismos profesional y monetario; en la cual la justificación ideológica parece adecuada, si pensamos en el contexto en el cual nos desenvolvemos y la rapidez con la que avanza el mundo en la actualidad. Sin embargo, se nos hace pertinente poner énfasis en la necesidad de descomprimir no solamente la disciplina historiográfica, sino que toda aquella disciplina que se dé a la tarea de intervenir en los espacios educativos y que intente diseñar estrategias de enseñanza. Desde la premisa anterior es fundamental afirmar, que la Historia como disciplina mantiene su sentido más evocador, en la profunda necesidad de ser contemplada, analizada y por sobre todo enseñada, entendiendo por tal, la necesidad de vincular la enseñanza de la Historia con el desarrollo de capacidades para entender y actuar en sociedad1, tal como lo plantea Joan Pagés al mencionar como meta final de esta disciplina, la formación de competencias ciudadanas las cuales deben ser entendidas como un producto del pensar los acontecimientos históricos en el marco de una problemática siempre presente. Ahora bien, dar riendas sueltas a estas ideas y proyecciones, implica definitivamente un cambio de paradigma, entendiéndose por tal la forma de pensar y poner en practica la enseñanza, en un nivel de complejidad tendiente a situar a quien se es formado, como un ser humano que en algún momento dejará las aulas y se verá inserto en el campo siempre indefinido de la sociedad, aspecto siempre difícil pensando que generalmente, la epopeya que representa el proceso formativo, se presenta como un eterno caminar en búsqueda de la llegada al ámbito universitario. En correlación con lo antes mencionado, este

trabajo pretende analizar los distintos

planteamientos que circulan entorno a la Didáctica de la Historia, desde un marco

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Ignacio Muños Delaunoy y Luis OssandónMillavil. La didáctica de la Historia y la formación de ciudadanos en el mundo actual, 2013.

pedagógico general, hasta la particularidad representada en la Didáctica como disciplina científica, asumiéndola como la problematización del paradigma científico positivista, aspecto bajo el que se hace necesaria la resignificación de estructuras como la educación y la escuela, instituciones que se entenderán como componentes centrales en la formación de ciudadanos que circulan entorno a dinámicas colectivas y en un constante proceso de construcción. Para lo anterior seguiremos las propuestas de Alicia R.W de Camilloni, sobre la didáctica de las ciencias sociales y el saber didáctico, Susana Barco y la corriente crítica en la didáctica, entre otros. Todos estos aportes resultan relevantes a modo de entender la enseñanza de Historia enmarcada en un conjunto de saberes complejos, que deben ser trabajados bajo la imagen de un proceso holístico de relacionamiento; prisma bajo el que no deben dejar de ser tomados en cuenta las influencias sociales y culturales para la enseñanza y aprendizaje de la Historia. La enseñanza de las ciencias sociales constituye una compleja tarea, ya que exige a la didáctica la resolución sistemática de una serie de problemas que, si bien son comunes a la enseñanza de todas las disciplinas, en el caso de las ciencias sociales se perciben con mayor agudeza y evidencia en razón de la problemática propia de los contenidos con los que debe trabajar.2

A partir de lo antes explicitado, es posible evidenciar ciertos aspectos que resultan fundamentales a la hora de pensar el proceso de enseñanza – aprendizaje, ya que toda didáctica por lo general se ve inmersa en un proceso constante de renovación, debido a que los estudios que se hacen año a año suelen permear las distintas metodologías que cruzan los saberes didácticos estudiados desde las Ciencias Sociales, ya que suelen ser conflictivos en sí mismos, y de la misma forma mantienen un margen de interpretación bastante amplio, lo que requiere que cada docente se haga cargo de la tarea de poder no solamente transmitirlos, sino que también entregar una re-interpretación de ellos, con la intención de generar un vínculo con los conocimientos previos del alumno.

Ante esto se hace necesario analizar en una primera instancia, la importancia que mantiene esta disciplina para el fortalecimiento del aprendizaje y el desarrollo de la sociedad que transita por los espacios educacionales. En este panorama, la educación y la escuela Beatriz Aisenberg, Silvia Alderoqui. Didáctica de las Ciencias sociales,…. Editorial Paidós Alicia R.W. de Camilloni. Epistemología de la didáctica de las Ciencias sociales. La didáctica de la historia busca insertar en el docente la idea de la constante resolución de problemas, aspecto que permite analizar los espacios educaciones desde lo complejo, asumiendo su naturaleza dinámica. 2

mantienen dinámicas sociales y culturales, que las llevan a convertirse en un espacio dinámico, que se va transformando por las experiencias y conocimientos de todos los actores que intervienen en estos espacios, ámbito en el cual se hace necesario puntualizar en un aspecto fundamental, que hace referencia a la didáctica de las Ciencias sociales como una disciplina científica y la forma en que esta impacta en la comunidad educativa. Al encontrarse la escuela situada en un espacio determinado tiende a pensarse este contexto como un escenario estático, en el cual se manifiestan ciertos rasgos comunes; sin embargo ante este presupuesto toma fuerza la idea de problematizar este concepto en búsqueda de nuevas interpretaciones. A decir la didáctica de las ciencias sociales, debe ser comprendida como un espacio en el cual convergen saberes y valores sociales, lo que quiere decir que para que la didáctica pueda situarse como una disciplina científica debe necesariamente desligarse del paradigma positivista, ya que esta concepción tradicional de ciencia delimitaría el espacio educacional, como una estructura en la cual solamente trascienden aspectos dados, desmarcándose del proceso de enseñanza y aprendizaje, proceso que debe ser vinculado con la diversidad y complejidad del pensamiento humano. Solo ante este escenario, la didáctica mantendría su centro en la toma de decisiones ante las que el docente debe asumir un rol preponderante, vinculando su quehacer con el posicionamiento de su forma de ver la educación. La didáctica entonces tendría como objetivo, implementar las mejores estrategias para el desarrollo de la enseñanza 3, y de la misma forma buscaría integrar al docente en un proceso continuo de reflexión crítica, sobre el estado metodológico de su disciplina y el contexto educacional en el cual interviene. Como docentes entonces, debemos propender a la generación de un cambio conceptual a la hora de contemplar la metodología didáctica, esperando que este cambio logre trascender desde los rasgos teóricos, hacia una praxis de la enseñanza en las Ciencias sociales como herramienta de legitimación del docente.

Siguiendo a Carretero y Montanero, es posible aludir a ciertos objetivos a los cuales apunta la enseñanza de la Historia, principios que resultan interesantes de analizar pensando en una didáctica de las ciencias sociales como modelo general. Bajo esta interpretación la enseñanza de la Historia estaría centrada en la adquisición de conocimientos y actitudes necesarios para comprender la realidad del mundo en que viven, las experiencias colectivas

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Alicia R.W. Camilloni. Los profesores y el saber didáctico. 2007, Editorial Buenos aires. Análisis sobre la importancia de la didáctica en el quehacer docente, vinculación de los aspectos contextuales en el proceso de enseñanza y aprendizaje. la fundamentación de una didáctica centrada en el sustento del saber docente desde una perspectiva de análisis crítico y conducente a la complejidad del ser humano.

pasadas y presentes, así como el espacio en el que se desarrolla la vida en sociedad4. Entendido de esta forma, se asume la tarea que proyecta al docente como un constructor de realidades, para lo cual se hacen necesarios una serie de instrumentos o habilidades con los que el profesor debe contar para contribuir a la formación de las futuras generaciones. Finalmente, podemos concluir que desde esta perspectiva, el centro ya no se encuentra en la transmisión de conocimientos inertes en sí mismo, sino más bien las representaciones mentales de quienes se encuentran en pleno proceso formativo, lo que nos lleva a oponer énfasis en el matiz interdisciplinar de la didáctica, sobre todo si pensamos que la didáctica en sí misma no representa insumos propios, por lo que se ve obligada a nutrirse de otras disciplinas que entregan saberes, que permitirían ser un complemento y un aporte al desarrollo de personas en sociedad. Según lo anterior, el papel teórico y moralizante de la Historia como disciplina pedagógica, ha dejado de mantener una legitimación de importancia para el universo educacional, y el eje de su vinculación con este mundo, se ha trasladado hacia lo que podría denominarse la formación de ciudadanos críticos y autónomos5.

Asumiendo este nuevo desafío, es que la didáctica de la Ciencias sociales en un plano más amplio, debe necesariamente, resumir sus esfuerzos en la

problematización de la

enseñanza, problema en el cual también se encuentra la identidad del docente y al mismo tiempo la coplejizacion del estudiante y la realidad en la que se desenvuelve, quien debe aprender a pensar históricamente, lo cual implica la conjugación de habilidades a las cuales la Historia debe aspirar alcanzar, pero que necesariamente debe abrirse al descubrimiento de nuevas metodologías, en el campo siempre latente del docente que es la investigación. Por tanto, se entiende el proceso de enseñanza y aprendizaje como un problema constante, que debe buscar ser resuelto y analizado en conjunto con los distintos matices que envuelven los contextos educacionales. Entendiendo que la didáctica se arraiga en un espacio de acción -subsumido en los contornos de un margen de teórico-, no podemos generar una disciplina didáctica de lo estático, porque se traduciría en la construcción de una realidad descontextualizada, desligada de los desafíos a los que se deben enfrentar los estudiantes a diario; solo desde el momento en que la didáctica sea entendida como un espacio de acción, en el que cada docente mantiene una función clave ante la que debe tomar una postura determinada 4

Mario Carretero y Manuel Montanero. Enseñanza y aprendizaje de la Historia: Aspectos cognitivos y culturales. 2008, Universidad Autónoma de Madrid. Revista Flacso Argentina. 5 CARRETERO, M. & VOSS, J. F. (Comps.) (2004). Aprender y pensar la historia. Buenos Aires: Amorrortu.

sustentada bajo una base teórica, es que la didáctica como disciplina problematizadora de los paradigmas pedagógicos y educacionales, solo podrá aproximarse a la conformación de una teoría científica. En cuanto se logre visibilizar la complejidad de los contextos en los que se opera de forma práctica, la didáctica ya no buscaría enseñar saberes atomizados o estáticos, sino más bien buscaría la formulación de un proceso de reflexión constante, en búsqueda de un conocimiento dinámico, devenido de la sociedad a la cual los estudiantes se deben enfrentar.

Desde esta perspectiva, resulta importante situar la didáctica en los esquemas de una corriente crítica, entendiendo por tal la construcción de una teoría del quehacer educacional, enfocada en las estructuras cognitivas y sociales del ser humano, teorías que están siendo analizadas y perfeccionadas periódicamente. Desde la interpretación de los escritos de Susana Barco, es posible observar que uno de los principales desafíos que enfrenta esta disciplina científica, radica en la necesidad de generar un espacio critico permanente, porque su función estaría orientada hacia la transformación social y la emancipación del entendimiento mediante el proceso de desmitificación6. En esta interpretación la didáctica y el docente mantendrían un rol de mediación entre el estudiante y el mundo que lo rodea, escenario en el cual la figura del docente requiere de la capacidad enfrentar desafíos, distanciando los argumentos empíricos en la enseñanza como único mecanismo para la conformación de un buen docente, ya que en la esfera educacional actual , se necesita urgentemente asumirse como un investigador que reflexiona a diario y cuestiona aquellos sentidos comunes, establecidos en la sociedad. Ante esta disyuntiva parece importante declarar que no existe un prototipo de buen docente, más bien apostamos por la existencia de distintos tipos o estilos de hacer docencia, tal como lo plantea Josep M. Castella, quien entiende que es importante encontrar un estilo propio y eficaz para comunicarse con el alumnado7. Entendiendo esta afirmación, se valoriza la función de las estrategias discursivas en el proceso de enseñanza y aprendizaje, acentuando la función del lenguaje como instrumento de cohesión social, para lo que el desarrollo de habilidades cognitivas y comunicativas resultan fundamentales, ya que se encontrarían ligadas a la experiencia social y por tanto a las ideas previas del estudiante, 6

Susana Barco. La corriente crítica en la didáctica: Una mirara elíptica a la corriente técnica.1997 Editorial Piados Buenos Aires. Una mirar reflexiva, a la función de la didáctica como herramienta de desmitificación de la realidad. 7 Josep M. Castella. Entender (se) en clases: Las estrategias comunicativas de los docentes bien valorados. 2007. Editorial Grao. Consideraciones acerca del buen docente, en función de la construcción y el fortalecimiento de habilidades comunicativas y su importancia para el desenvolvimiento en sociedad.

asumiendo las últimas propuestas que se han expuesto en el contexto de Unión europea y la el informe de la OCDE durante 2009 – 2010. Respecto a lo anterior María José Añon plantea que los sujetos para poder ser efectivamente ciudadanos políticos, requieren de ciertas condiciones que les permitan realizar el ejercicio de ciudadanía, dejando de lado este concepto como un mero formalismo (Añon, 2002). Estas condiciones a las que hace referencia la autora, son el acceso a ciertos recursos básicos para el ejercicio de derechos y deberes, de índole económica, social y cultural, garantizando lo necesario para el ejercicio de una ciudadanía plena8. Estas condiciones a las que hace referencia la autora son el acceso a ciertos recursos básicos para el ejercicio de derechos y deberes, de índole económica, social y cultural, garantizando lo necesario para el desenvolvimiento del estudiante en sociedad, atendiendo a estos postulados, se buscaría plantear la legitimación de las Ciencias sociales como un saber científico, ligado íntimamente con lo social. Otro autor que plantea una reflexión importante para entender la importancia de la expresión oral, en su vinculación con lo cognitivo es Daniel Cassany, quien propone que la comprensión y la comunicación no solo debe abordar considerando el nivel proposicional ni a la integración de los conocimientos adquiridos a través del texto con aprendizajes previos, sino que se debe direccionar hacia el desarrollo del pensamiento crítico de los estudiantes9. La exposición de los argumentos antes mencionados, creemos son pertinentes, para dar explicación a la importancia de la habilidades comunicativas en el contexto de enseñanza y aprendizaje. Esto debido a que entendemos que existe la urgente necesidad, de alinear la función didáctica del docente con la experiencia social del estudiante y su entorno humano. El desafío anterior, nos traslada al entendimiento del concepto de transposición didáctica, ya que como comunicador del conocimiento en las Ciencias sociales con la realidad contextual, el concepto anterior es de vital importancia, sobre todo si entendemos que todo objeto de estudio no siempre es real, ya que existe una vinculación con lo vanguardista, factor que suele generar una visión descontextualizada de los saberes

en Ciencias

sociales. Ante esto debe existir un canal que permita transmitir los conocimientos desde la esfera académica, hacia los estudiantes, tal como lo plantea Chevallard. El concepto de transposición didáctica , en tanto remite al paso del saber sabio al saber enseñado, y por lo María José Añon.La formación Docente en alfabetización inicial. 2009 – 2010. Formulación de propuestas sobre la formación docente y el desarrollo de habilidades comunicativas en el contexto global. 9 Daniel Cassany.Aproximaciones a la lectura crítica: teoría, ejemplos y reflexiones." Tarbiya: revista de investigación e innovación educativa del Instituto Universitario de Ciencias de la Educación. 2003;(32): 113–32 (2003). 8

tanto a la distancia eventual obligatoria que los separa , da testimonio de ese cuestionamiento necesario, al tiempo que se convierte en su primera herramienta10. Lo antes señalado, se relaciona directamente con el rol que cumple tanto el estudiante como el docente en el proceso de enseñanza, a decir verdad esta relación no puede ser fruto de una transmisión del saber docente devenida desde lo plenamente académico, ya que si esta se plasma en un realidad, estaríamos frente a una metodología que no alcanzaría los propósitos fundamentales del proceso educacional. Todo docente deber tener la capacidad de amoldar los saberes didácticamente, romper las barreras del saber académico, el cual mantiene una cualidad teórica, para trasladarlo hacia la concepción de un saber enseñado. Por último y siguiendo a Chevallard, bajo esta concepción de la transposición didáctica confluyen distintos factores., entre ellos la sociedad, política y la contribución intelectual. Para concluir se afirma, en primer lugar la relación existente entre la didáctica de las Ciencias Sociales y el desarrollo de habilidades necesarias para la vida del estudiante en sociedad, ante esto se debe redefinir el término, en búsqueda de la complejizacion conceptual y su legitimación en lo académico y lo social, la didáctica como herramienta que permite abrir espacios de reflexión hacia la práctica docente y con ello la formulación de nuevas estrategias metodológicas que aspiren a aportar en la formación de los estudiantes .

Datos Bibliográficos 

Ignacio Muños Delaunoy y Luis Ossandón Millavil. La didáctica de la Historia y la formación de ciudadanos en el mundo actual, 20013.

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Yves Chevallard .La transposición didáctica: Del saber sabio al saber enseñado. 1997. Buenos Aires.



Beatriz Aisenberg, Silvia Alderoqui. Didáctica de las Ciencias sociales. En Alicia R.W. de Camilloni. Epistemología de la didáctica de las Ciencias sociales. Editorial Paidós.



Alicia R.W. Camilloni. Los profesores y el saber didáctico. 2007, Editorial Buenos aires.



Mario Carretero y Manuel Montanero. Enseñanza y aprendizaje de la Historia: Aspectos cognitivos y culturales. 2008, Universidad Autónoma de Madrid. Revista Flacso Argentina.



CARRETERO, M. & VOSS, J. F. (Comps.) (2004). Aprender y pensar la historia. Buenos Aires: Amorrortu.



Susana Barco. La corriente crítica en la didáctica: Una mirara elíptica a la corriente técnica.1997 Editorial Piados Buenos Aires.



Josep M. Castella. Entender (se) en clases: Las estrategias comunicativas de los docentes bien valorados. 2007. Editorial Grao.



María José Añon. La formación Docente en alfabetización inicial. 2009 – 2010.



Daniel Cassany.Aproximaciones a la lectura crítica: teoría, ejemplos y reflexiones." Tarbiya: revista de investigación e innovación educativa del Instituto Universitario de Ciencias de la Educación. 2003;(32): 113–32 (2003.



Yves Chevallard .La transposición didáctica: Del saber sabio al saber enseñado. 1997. Buenos Aires.

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