DIARIOS ÍNTIMOS CHILENOS (1816-2106): TRES PARTES, DOS SIGLOS, UN CASO (G. Millán)

Me interesa pensar en una crítica documental, un espacio no constituido hasta hoy. Se separa de los devaneos hermenéuticos de la literatura y de la reconstrucción histórica, interpela los documentos y archivos y sobre todo visualiza al sujeto documental, un punto medio entre el autor y el hablante sin ser ninguno de ellos: el presente de quien enuncia. Los estudios de la genética textual serían parte de esta nueva crítica, sus preocupaciones por la escritura como tal: manuscritos, borradores, soportes, metodologías como la edición horizontal y vertical, etc.  A lo que voy es que debemos clarificar la diferencia entre obra y documento, que consigna la diferencia a la vez entre el género literario y el documental. Este punto es clave.