Día Internacional de la Mujer/ Joselito Orellana

July 22, 2017 | Autor: I. Universitaria | Categoría: Violence Against Women, Violencia De Género, Violencia Intrafamiliar, Prevenciòn de la violencia
Share Embed


Descripción

DÍA INTERNACIONAL DE LA MUJER Por, Dr. Joselito Orellana, DMin. PhD. Pastor de la Iglesia Bautista Universitaria, de Quito. Rector del Liceo Bautista Charles Spurgeon, de Pifo. Misionero de Palm Missionary Ministries Inc., USA. www.joselitoorellana.blogspot.com

P

or el día internacional de la mujer me gusta ría reflexionar sobre un pasaje bíblico que aun aquellos que jamás han leído la Biblia se lo conocen. Sin embargo, es un texto que revela un conflicto que desgraciadamente ha permeado la historia y la cultura y se ha anidado cómodamente en nuestra vida moderna inclusive; me refiero a la discriminación de la mujer y la violencia sistemática que ésta sufre en nuestra sociedad. El texto se encuentra consignado en Jn. 8:1-11, pero en realidad pertenece al evangelio de Lucas, simplemente fue mal ubicado en el canon, pero ello no incide para nada en su carácter de autoritativo e inspirado. Un buen día le traen a Jesús en el templo, en el atrio de las mujeres, una mujer “sorprendida en el acto mismo de adulterio” (v., 8:4), y “poniéndola en medio” (8:3b) y cual magro espectáculo, le preguntan a Jesús si deben apedrear o no a tal desdichada, según la ley de Moisés. Ahora, el autor bíblico edita el relato precisando que esto era una tentación para acusarle. Pero, en ¿qué consistía la tentación y cuál era su gravedad? Bueno, para entenderlo hay que recuperar la memoria histórica y cultural del texto. En ese entonces el pueblo judío estaba viviendo bajo el yugo de esclavitud del Imperio Romano, y les estaba expresamente prohibido dar muerte a alguien por cualquiera sea la razón. Sólo el Imperio Romano podía dar muerte a una persona, los judíos sólo podían presentar acusación formal ante César para alcanzar tal objetivo, tal cual ocurrió con Jesús ante Pilato. Por otro lado, los judíos sólo podrían dar muerte a alguien con permiso del Imperio Romano, en el caso de que un gentil cruzara la pared intermedia de 1.50mt que separaba el atrio de Israel del atrio de los gentiles en el templo. De hecho había un letrero al interior del templo que advertía tal peligro. Excepto este caso específico los judíos no podían dar muerte por sí mismos a nadie. Entonces la tentación consistía en hacer que Jesús incurra en tal transgresión cuya gravedad habría sido acusarlo ante el Imperio Romano de sedición al desobedecer sus leyes y apresurar de ese modo su crucifixión. En realidad, no era tanto su interés el dar muerte a la

mujer, como si era su meta llevar a juicio capital a Jesús ante Roma. Por esa razón Jesús sabiamente no cae en la trampa y por dos ocasiones se inclina para escribir en el polvo, como una clara muestra de claro rechazo a tal pretensión (8:6b, y 8). Esta es la única mención en todo el NT de Jesús escribiendo algo. ¿Qué escribió? Se han hecho muchas especulaciones, pero lo más probable es que el Señor haya registrado en el suelo lo que la ley decía al respecto. Y la ley en Lev 20:10 registra que tanto el adúltero como la adúltera debían ser muertos. Ahora, si fueron sorprendidos “en el acto de adulterio” la pregunta es: ¿dónde dejaron al hombre? El texto rebela una profunda miseria humana evidenciada en la discriminación total de esta mujer, que si bien es cierto cometió adulterio, su pecado no era mayor que el de sus acusadores. Pues en primera instancia estaban tentando al Hijo de Dios al grado de incitarlo a la muerte; luego esperaban la muerte misma de la mujer; y por último estaban protegiendo al adúltero, en nombre de la misma ley que invocaban y que lo condenaba al mismo tiempo. Y además de todo, profanar su sagrado templo con sangre inocente… ¡Qué vil hipocresía!: Quieren castigar el adulterio pero sólo el de la mujer, y ¿el del hombre qué ? Además la ley decía que en caso de adulterio los testigos presenciales debían arrojar la primera piedra (Deuteronomio 17:7; La mano de los testigos caerá primero sobre él para matarlo, y después la mano de todo el pueblo; así quitarás el mal de en medio de ti.) Por ello Jesús sabiamente dice: “El que de vosotros esté sin pecado sea el primero en arrojar la piedra contra ella” (8:7b) Jesús juega en el terreno de su propia tentación para confrontarlos con su vil hipocresía, ¿quiénes eran los primeros que debían arrojar la piedra? Pues los testigos oculares, pero ¿por qué no pudieron hacerlo? Simplemente, porque fueron ellos los que dejaron escapar en contubernio al adúltero. Por eso “acusados por su conciencia” (v. 9) salieron del templo desde los más viejos hasta los más jóvenes.

IGLESIA BAUTISTA UNIVERSITARIA

más” es decir, el perdón de Jesús no es licencia para pecar sino un desafío para franquear diariamente. El que ha disfrutado el perdón de Dios, no puede deleitarse en el pecado nunca jamás. Con esto Jesús la restauró moralmente.

Obra: Cristo y la Adúltera - Nicolas Poussin - 1653

El epílogo de la historia es maravilloso, pues al quedar solos Jesús y la mujer, dejando de escribir, le preguntó a la mujer para reivindicarla: ¿dónde están los que te acusaban? ¿Ninguno te condenó? Es interesante que para la muchedumbre esta persona era una adúltera, pero para Jesús ella es una preciosa y digna mujer, pues a juzgar por el texto jamás negó su pecado ni abrió la boca para defenderse o peor para acusar a nadie, que bien pudo haberlo hecho, dado que no era la única culpable. La respuesta de la mujer en v. 11a, es una muestra de lo que Jesús quería procurar en primera instancia: que ella recuperara su autoestima y dignidad al reconocer en el mismo atrio de las mujeres en el templo, lugar que habría de ser su tumba, que “ninguno” fue capaz de acusarla. Hay otro contraste, para la muchedumbre hipócrita Jesús era simplemente “Maestro” (v. 4a), pero para esta mujer, él es el “Señor” (v. 11a) La respuesta final del Señor Jesús en el v. 11b, tiene tres componentes: Primero, la exculpó plenamente; “ni yo te condeno”, Jesús no vino al mundo para condenar al mundo sino para el mundo sea salvo por él (Cf., Jn3:16ss). Qué privilegio para esta mujer ser perdonada por el único que puede hacerlo y para toda la eternidad. Con esta repuesta Jesús la restauró espiritualmente. Segundo, le dice… “vete” Aparentemente esta es una palabra cliché, pero no es así, recuerde que al ser sorprendida en adulterio, y al haber sido puesta “en medio” (cosa que el texto recalca dos veces (v., v3b y 9b), debió haber tenido poca ropa o ninguna ropa, y ella debía por tanto regresar pronto a casa, y proteger su dignidad y pudor. Este cuadro me recuerda la decisión piadosa y dignificante de Booz con Rut al mandarla a casa muy temprano para que nadie la vea (Cf., Rut 3:14). De esta manera Jesús, el pariente redentor, la restauró socialmente, pues ella es tan digna ahora como cualquier otra mujer en Jerusalén. Y finalmente el Señor dice “… y no peques

Estamos cansados de ver tanta violencia en nuestra sociedad, y especialmente en el seno de la familia, donde se supone que tenemos un hogar (cuya palabra precisamente viene de hoguera, esto es, un lugar cálido donde nos refugiamos, aseguramos y estimamos). El 60% de nuestras mujeres sufren violencia intrafamiliar, y más del 80% de aquellas la sufren de quienes precisamente dicen amarlas (esposos, novios, amantes, etc.) La violencia intrafamiliar puede ser física, sexual, psicológica –según nuestra legislación-, pero yo añado que también puede ser económica y religiosa. El mejor homenaje a la mujer en el día internacional de la mujer, es hacer un compromiso de dignificarlas como Jesús lo hizo, y como el apóstol Pedro nos exhorta a hacerlo: como a vaso frágil y coherederas de la gracia de la vida, para que nuestras oraciones como varones no tengan estorbo (1 Pd. 3:7) . Debemos recuperar la dignidad de nuestras mujeres pues todos de ella provenimos. El futuro del matrimonio y la familia dependen del cumplimento de este compromiso. Por último recuerde que, el modelo de varón que buscarán nuestras hijas para patentar su matrimonio en el futuro, será el que nosotros los padres les damos en casa, por la manera que tratamos a nuestras esposas ahora. Amén.

IGLESIA BAUTISTA UNIVERSITARIA

Lihat lebih banyak...

Comentarios

Copyright © 2017 DATOSPDF Inc.