“Devenir perra”: un recorrido virtual (y selectivo) por sitios pos-porno y feminismo pro-sexo.
Descripción
“Devenir perra”: un recorrido virtual (y selectivo) por sitios pos porno y feminismo prosexo.1 Autora: Carolina Cravero2 Introducción Para un seminario llamado “una teoría crítica de la cultura”, correspondiente al doctorado en estudios de género de la Universidad Nacional de Córdoba (Argentina), el profesor requirió un escrito cuyo tema fuera “pornografía”. Para ello dejó una lista acotada de autorxs que abarcaba dos textos, uno de Beatriz “Beto” Preciado sobre arquitectura y sexualidad en Playboy durante la guerra fría, y otros dos del libro “Placeres disidentes” de lxs brasilerxs Díaz Benitez y Figari. Sin embargo, mientras toda esta “pornociencia” acontecía en el claustro universitario miraba a mis compañerxs y pensaba que nunca nos habíamos juntado a ver “una porno”, como sí lo habíamos hecho con mis compañeras del colegio secundario. Pensé en la primera vez que había visto una de “esas” películas y también pensé que como “mujer heterosexual”, quizás, había visto mucho porno, estando prácticamente segura que ninguna de mis compañeras profesoras conocía a Jenna Jameson, Rocco Siffredi o Nacho Vidal, estrellas del porno meanstream y principalmente angloparlantes (aunque este dato no suela ser significativo para lxs consumidorxs, sí lo es en cuanto a la industria). También recordé cómo esos nombres los supe por un ex novio machista que gustaba del porno y que como “señorita heterosexual de cierta clase” tuve que ocultar dichos consumos de la misma manera que luego como “mujer feminista universitaria” los seguí ocultando porque dentro del feminismo militante la pornografía no era más que opresión femenina, y no podía ser menos que “espantoso” excitarse con ella. Repasando mi relación con el porno descubrí que el trabajo requerido por el profesor implicaba acudir a un instrumento clásico (libros) para el abordaje de un tema como la pornografía. Claro que esto es válido, pero me hizo reflexionar sobre lo siguiente: si durante la adolescencia en los tempranos ´90 recurríamos a los VHS ocultos de algún padre o hermano, ahora ¿adónde va la gente cuando quiere ver pornografía o hacer un trabajo “gonzo” que le permita aprender, meditar, detenerse en ese primerísimo primer Trabajo desaprobado en el año 2012 para el Seminario “Lenguajes Sociales y Género. Una teoría crítica de la cultura” del Doctorado en Estudios de Género de la UNC, Argentina. 2 Magíster por la UNC, Argentina. Doutoranda em sociologia. UFPR, Brasil. 1
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plano, en ese macro que por primera vez lo explica todo? Por supuesto que a la Internet, la mejor plataforma para el porno. Sin embargo, si bien la primera vez que “consumí” porno meinstream fue en soporte VHS (sin ninguna teorización previa), mi primer encuentro con el término posporno fue en un libro, que por supuesto hablaba de la magia de Internet y la necesidad de un buen anti virus. Fue Gabriela Wiener con su Sexografías (2008) quien me mostró un escenario posible para quienes habitamos la multiplicidad identitaria y a su vez gustamos de aquello socialmente clasificado como “bajos” consumos. De las crónicas gonzo de Wiener me llamó la atención una titulada metapornosis. Allí, la autora cuenta de su temprana experiencia con el porno a través de la película Cicciolina en la granja. Recuerda, entre otras cosas, a la actriz manteniendo sexo oral con un caballo y un perro y luego se pregunta ¿por qué una chica de mentalidad plural e ideas posfeministas, lamentable consumidora de pornografía fascista e incluso antiecológica, no puede ser un tipo de queer? (Wiener, 2008, p. 107). Fue a partir de esa genial pregunta (que introduzco en este escrito a modo de ruido) que descubrí la producción de pornografía queer, o posporno, o de la pornografía como estética disidente y por qué no posfeminista. Si bien se empezó a hablar de posporno a principios de los ´80, fue tiempo después que di cuenta de la existencia de dicha producción y su vínculo con los movimientos y festivales queer como el congreso internacional Queeruption3, donde por primera vez se incluyó el emprendimiento web de María LLopis www.girlswholikeporno.com, quien en 2010 publicó el libro “El postporno era eso”. Girlswholikeporno es un nombre altamente convocante, y fue desde ese puerto del que zarpé para comenzar un recorrido por el ciberespacio, buscando otros blogs cuyos redactorxs declararan un sitio para la pospornografía. De eso se trata este trabajo; una recopilación o reseña de algunos discursos escritos principalmente en español, disponibles en el territorio virtual, vinculados a grupos que se autodenominan militantes de un movimiento prosex, pornofeminista, artistas, promotores y divulgadores de pos “…reúne a freaks, punks, butches, femmes, machos sluts, chicos con faldas, chicas en trajes, personas de cuero/sm, transexuales, obreros del sexo, travestis, locas, maricas, voyeristas, transgéneras, polisexuales, andróginas, camioneras, transexuales, antigays, marimachas, invertidas, bisexuales, tortilleras, intersexuales, pansexuales, lesbianas, travelas, hermafroditas o simplemente muy desviadas para saludar la sexualidad sin nomenclaturas” (Wiener, 2008, p106) 3
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porno, una estética disidente y alternativa, que declaran enarbolar la bandera del sexo cansadxs de ser víctimas y desheredadxs del sistema4.
Girlswholikeporno.com por María LLopis Esta página que comenzó como blog se anuncia como feminismo prosex, disidencias sexuales y maternidades subversivas. En ciertos medios gráficos (Página 12 de Argentina y Reforma de México5) para los que María ha dado entrevistas, el sitio aparece definido como un “grupo de investigación pornográfica” y su autora como una “pornógrafa”. Lo cierto es que el site contiene de todo, como una lista de “post porn authors” entre las que por supuesto encabeza Annie Sprinkle y cuyo link te redirige hasta anniesprinkle.org (asm) donde además de leer la biografía de la precursora dama del espéculo, se pueden adquirir sus películas. Tampoco faltan nombres como Beatriz Preciado, Bruce LaBruce, Belladonna, Virginia Despentes, Gabriela Wiener, Itziar Ziga, y muchos otros, que van desde clásicos como La Petite Claudine (versión blog), pasando por O.R.G.I.A hasta Zorra Suprema. También ofrece una lista completa de festivales postporno, entre los que se encuentra Queerruption, rated x Amsterdam y un festival de cine sexual de Argentina que se llevó a cabo el año pasado con el nombre 1ra muestra de cortometrajes de “educación sexual y arte erótico” en la Universidad Nacional de San Martín UNSAM. Se puede leer una lista de publicaciones, de las cuales la mayoría no están disponibles para descarga o lectura online, entre las que se encuentra El posporno era eso de María Llopis (no disponible), el Testo Yonki de Preciado (no disponible), Teoría King Kong de Virginia Despentes (no disponible), Female Masculinity de Judith Halberstam (disponible online en inglés), Historia de la vagina de Catherine Blackledge (no disponible), Por el culo. Políticas anales de Sáez y Carrascosa (no disponible), Capitalismo gore de Sayak Valencia Triana (no disponible), Devenir perra de Itziar Ziga (libro no disponible y blog) y un Zulo propio de Itziar Ziga (tampoco disponible), entre otros. También contiene una lista con categorías, entre las que se lee: art Works, caperucitas y lobas, cibersexo, feminismos varios, los medios y yo, masculinidades, maternidades subversivas, Algunxs de ellos forman parte de los testimonios recogidos por Virginia Despentes en su documental Mutantes: Feminismo porno punk (2009), el cual es considerado el complemento audiovisual de su Teoría King Kong. 5 Disponibles en: http://www.pagina12.com.ar/diario/suplementos/soy/1135420100430.html y http://www.melusina.com/rcs_gene/00804.pdf 4
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menstruación, personal, pornografía mainstream, postporno, queer/transmarikabollo, sex work, transfeminismo y violación, lo cual llama la atención por su similitud con las páginas de porno mainstream, o como María define “heteropatriarcal y capitalista” y su tendencia a categorizar. En el universo de María el posporno aparece como una lucha política, como un movimiento, como arte, como teoría, como práctica, como alternativo, subversivo, anti capitalista, punk, terapéutico, reivindicativo del deseo femenino, de las medias tintas, de lo raro, de lo confuso, antierótico, desobediente y desgenerado. Si bien la autora, al igual que otrxs, reniega de su definición para no convertirlo en una categoría que lo desvincule de su estirpe queer, al igual que otrxs, termina haciéndolo: “El postporno es la cristalización de las luchas gay y lesbianas de las últimas décadas, del movimiento queer, de la reivindicación de la prostitución dentro del feminismo, del postfeminismo, y de todos los feminismos políticos transgresores, de la cultura punk anti capitalista y DYG (hazlo tú misma) Es la apropiación de un género, el de la representación explícita del sexo, que ha sido hasta ahora monopolizado por la industria. El postporno es una reflexión crítica sobre el discurso pornográfico” (María LLopis. Entrevista suplemento SOY Página12 Argentina, 30/04/2010) En girlswholikeporno hay una rotunda oposición a la idea de un “porno femenino”, aquel que se asocia con lo softcore, como si lo que gustara y excitara a las mujeres fuera universal, y además estás no pudieran gozar con lo hardcore. Esta cuestión la opone también a lo “erótico”, aquello que ha sido establecido por los circuitos comerciales como “más propicio para las mujeres” por no ser tan rudo y explícito, sino suavecito y de luces bajas, simplificando burdamente nuestra sexualidad. Desde este lugar, el porno para mujeres no puede ser más que un producto comercial, una etiqueta para la venta, ya que lo que se tenga entre las piernas no puede influenciar el gusto por un tipo de sexo u otro. Sin embargo, entre los cortos que realiza María hay poco de harcore o bestial, más allá del nombre de uno de ellos: la bestia; donde la vemos desnuda subiéndose a un árbol, resultan interesantes el striptease de su abuela y el belga, en el cual cuenta con una voz en off sobre su propia imagen como llevó a un mochilero belga de unos 25 años hasta una fábrica en Castellón, en la que debía trabajar esa noche, y lo forzó a tener sexo con ella. Para María la violencia va mucho más allá del género, porque todos podemos estar en posición de víctima o agresor. 4
Esta cuestión de la violencia y la desvictimización de las mujeres constituyen el discurso postpornográfico que se declara heredero de Virginia Despentes e inspirado en Tarantino. En este sentido, en la película española Pornobrujas [Gautier, 20 min, 2011] que aparece recomendada en varios de los sitios visitados, las protagonistas lo refieren cuando deciden vengar sus violaciones a la voz de “estas en plan Tarantino”. Para María “todas las caperucitas se vuelven lobos en la práctica postpornográfica” porque si bien lo ideal sería no definirlo, para ella el postporno es la bestia que todos llevamos dentro.
Devenir perra por Itziar Ziga www.devenirperra.blogspot.com “Jajajajajaja. Nunca hemos pasado por buenas, esa es una batalla perdida de antemano que jamás nos interesó librar. No encarnamos una feminidad dulce y autocomplaciente, ni mucho menos… no reivindicamos la feminidad de las chicas buenas, somos perras malas, la nuestra es una feminidad extrema, radical, subversiva, espectacular, insurgente, explosiva, paródica, sucia, nunca impecable, feminista, política, precaria, combativa, incómoda, cabreada, despeinada, de rímel corrido, bastarda, okupa, desfasada, perdida, prestada, robada, extraviada, excesiva, exaltada, border, canalla, borracha, viciosa, barriobajera, impostora, no hay mayor insumisión que la risa y el placer, nos negamos a ser guerreras de ceño eternamente fruncido y piernas cerradas, nos resistimos a sentirnos culpables por haber sobrevivido, nos oponemos a reprimir nuestro deseo, de congelarnos como bestias en permanente alerta, somos manada furiosa, devenimos… perras… perras mala. Jajajajajaja” Se escucha de la voz de Itziar Ziga cuando se le da play al último video de su blog Devenir Perra (que también promociona su último libro del mismo nombre y editado por Melusina, la misma editorial de su otro libro Un Zulo Propio, así como el de María Llopis, el Postporno era eso). En entradas antiguas Itzar Ziga se dedica principalmente a reapropiarse, haciendo de esta estrategia una estrategia pospornográfica, así se la puede ver midiendo la profundidad de su vagina con un sorbete en un bar y comparándola con otras vaginas. Se reapropia del estigma de puta, de la violencia y de la paradoja. 5
Para Ziga es imposible que nuestro deseo no esté impregnado de violencia o jerarquías de poder, porque vivimos en un mundo que legitima constantemente al más fuerte, pero también estas mismas sociedades que, además, compran y venden violencia y sexo por la tele, se horrorizan cuando las que violan y asesinan son “viudas negras”. En otra de sus antiguas entradas larga una invitación a su conferencia ¿qué coño es el transfeminismo? Y se declara como una de las hijas malas y bastardas del feminismo que ahora se le ha dado por plantarse delante del trans, cerrando el convite con un “os espero con las piernas abiertas”. En otra la vemos desde la cárcel de mujeres AlcaláMeco junto a la banda punk Perras del infierno, en un programa de radio que conducen las mujeres presas (perras malas si las hay). También nos proporciona una lista de canciones perras, y varios de sus mejores videos en su otro blog www.hastalalimusinasiempre.blogspot.com. Sin embargo youtube.com es la plataforma ideal para encontrar los videos protagonizados y/o realizados por Ziga, así como su participación junto a María LLopis y otras personalidades bloggeras de la escena queer pospornográfica de Barcelona, en el proyecto documental “Mi sexualidad es una creación artística” http://vimeo.com/18938067 de Lucía Egaña Rojas. Itziar Ziga escribe y hace feminismo acostándose con sus amigas perras o con quien se le dé la gana, para ella el feminismo se hace follando, y ella es una feminista porque folla. (Itziar Ziga. Celebrities. Disponible en
http://www.youtube.com/watch?
feature=endscreen&NR=1&v=KNmWXbwzqXo) Se trata de un feminismo prosex que asume la estrategia opuesta a aquel feminismo que resultó en una inhibición de la sexualidad femenina considerando cualquier imagen pornográfica como un ataque a la dignidad, y que propició la criminalización del trabajo sexual casi a la par de los sectores conservadores eclesiásticos. El feminismo prosex se hace follando, a decir de Ziga, el cuerpo, el placer, la pornografía y el trabajo sexual son herramientas políticas de las que cualquiera puede apoderarse, libres de censura y victimización. El discurso pos pornográfico de Ziga es heredero del feminismo de Annie Sprinkle, la dama de redondeces y grandes pechos que hoy, más preocupada por lo “emocional”, recuerda sonriente en el documental Mutantes “yo misma y varias de mis amigas, mujeres bien empoderadas, que se sentían fuertes trabajando en sexo y pornografía, dijimos somos feministas y nos gusta el porno, y nos gusta hacer porno y nos gusta porque queremos, no somos víctimas”. 6
La idea de salirse de la víctima es central en el discurso pospornográfico de LLopis y de Ziga, quienes no ven nada de malo o antifeminista en representar violaciones en películas porno, porque se trata de una fantasía y negar las fantasías, incluso las más oscuras, no es más que una traición a uno mismo.
Post – op http://www.postop.es/indice.php#item1 Esta página se anuncia como un grupo multidisciplinar que reflexiona sobre el género y la postpornografía, un híbrido que bebe y conecta diferentes disciplinas y conocimientos (arte, sociología, política…) Sus precursorxs son Maju Púlido y Elena Perez, quienes tomaron el término postop del discurso médico por el cual designan a las personas transexuales después de haber pasado por intervenciones quirúrgicas. Al considerar que todas las personas estamos atravesadas por tecnologías sociales muy precisas que nos definen en términos de género se apropian del postop para denominar a este proyecto artísticopolítico, heredero del pornoterrorismo de Diana Torres, quien no solo los sugiere en su página http://pornoterrorismo.com/ sino que también aparece en varios de los videos, fotos y talleres que desde el colectivo se producen. Como seguidores de Diana pornoterrorista las performance ocupan un lugar central en las actividades del colectivo que buscan nuevos seres y nuevas fisuras que cuestionen los binomios. En este sentido trabajan en los talleres (diurnos y nocturnos) donde la propuesta es que los participantes experimenten en sus cuerpos las fisuras para 7
conseguir nuevas formas de placersaber que problematicen las identidades monolíticas y estables. En la página hay una extensa galería de fotos que pueden ser visualizadas, pero no existe la opción de descarga. Existe la posibilidad de acceder al blog (http://www.postporno.blogspot.com/?zx=f074264dedf73263) desde la página, donde se encuentran varios videos disponibles, en especial sobre lxs Onnabe japoneses, incluido un documental de Kim Longinotto sobre el Club Marilyn de Tokio, lugar de encuentro entre onnabes, amigas y clientes. De los tres sitios, éste es el más “académico” por llamarlo de alguna manera, de hecho se publica un extenso CV Postop en el que figuran datos sobre formación universitaria, becas y cursos complementarios, publicaciones y trabajos expuestos, entre otros. En este sentido, es clara la intención del sitio de teorizar y pensar el sexo, la sexualidad y el género desde la pornografía.
Final de recorrido Los “exponentes” posporn revisados en este paseo virtual se niegan a su definición por considerarla una especie de “traición” o “negación” de su estirpe queer, que lo cerraría y convertiría en una categoría excluyente cuando sus manifiestos, al abrigo de las cabezas de la teoría queer como Beatriz Preciado (2010) y Judith Butler (2004), claman porque haya tantos tipos de porno como deseos. Sin embargo, todxs terminan dando pistas acerca de lo qué es el posporno, o al menos diferenciándolo de aquellas producciones que consideran “heteropatraiarcales y capitalistas”, es decir diciendo lo que no es. Está claro que el esquema pospornográfico es otro, por ejemplo, al descripto por Díaz Benitez (2009) sobre las orgías hetero en el porno mainstream de Brasil. Es decir, en lo visto durante mi “recorrido virtual pospornográfico” la eyaculación no es condición para una correcta representación del placer, de hecho no he visto una sola eyaculación (ni 8
masculina ni femenina) en todo el camino, y si bien haría falta un análisis más intensivo y etnográfico, no creo que se trate de una proclama degenerada que no hace más que conservar las estrictas reglas del género en lo que sería una inversión temporaria de video. El posporno aún se mantiene al margen del mercado y se conserva como ese producto autogestionado, espontáneo y colectivo con estética de video performance y/o docu ficción que encuentra en Internet el espacio ideal, no por las mismas causas que el porno mainstream también encuentra en el ciberespacio el lugar adecuado para su consumo, sino por cuestiones referidas a distribución de aquello que se declara en “desobediencia sexual” y degenerado. Sin embargo, y aseverado por la propia Maria LLopis, la industria del porno comercial empieza a interesarse por el trabajo pospornográfico, de hecho sus máximos exponentes, al menos de la escena de Barcelona, están ganando espacio en editoriales y sus blogs empiezan a convertirse en libros que sin ser necesariamente bestsellers, de alguna manera dan cuenta de este interés por parte de la industria pornográfica, siempre deseosa (como toda industria) de ampliar sus mercados. ¿Solo puede considerarse posporno aquel que se hace desde las márgenes de la industria? o siguiendo la línea de Wiener (2008) ¿Por qué una chica de mentalidad plural e ideas posfeministas, lamentable consumidora de pornografía comercial, fascista e incluso antiecológica, no puede ser un tipo de queer? ¿Se librará la discusión asimilacionistas – no asimilacionistas dentro de los colectivos queer pospornográficos? Habrá que seguir sus blogs… En este sentido creo que resultaría interesante analizar otros discursos pornográficos como el de Erika Lust (http://www.erikalust.com/es/films/) y su Barcelona Sex Project (solo por mencionar uno), a quien Maria Llopis, con la que comparte editorial, ha destrozado alguna vez en su blog, ya que Lust declara hacer porno para mujeres. Más allá de las discusiones y miles de preguntas que se abren ante los discursos pos pornográficos, lo más interesante de todo el recorrido fue la invitación a pensar el feminismo desde la pornografía y el género desde la pornografía. Este recorrido incluyó algunos (pocos) discursos posporno disponibles en el inagotable ciberespacio. Aquellos reconocidos hijos del punk de Despentes, bastardxs del feminismo amamantados por Annie Sprinkle, anticapitalistas y al margen del mercado, terroristas y degenerados, que abogan por la expresión de todos los deseos sin represiones, y que 9
con su proclama nos ponen y nos ponen a discutir un sinfín de cuestiones dentro de los llamados estudios de género.
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Bibliografía de cátedra citada DÍAZ BENITEZ, María Elvira. 2009. “Retratos de uma orgía: A efervescência do sexo no pornó” In DíazBenitez M.E y C Figari (comp.) PRAZERES
DISIDENTES. Río de Janeiro:
Garamond. Pág. 567595. PRECIADO, Beatriz, 2010. PORNOTOPIA. ARQUITECTURA Y SEXUALIDAD EN “PLAYBOY” DURANTE LA GUERRA FRÍA. Barcelona: Anagrama.
Bibliografía de cátedra consultada BRAZ, Camilo Alburquerque de. 2009. “Silêncio, suor e sexo: subjetividades e diferenças en clube para homens” In DíazBenitez M.E y C Figari (comp.) PRAZERES DISIDENTES. Río de Janeiro: Garamond. Pág.207 236. BUTLER, Judith. 2001 (1990). EL GÉNERO EN DISPUTA. México: Paidós. Capítulo 1. “Sujeto de Sexo/Género/Deseo”. Pág. 33 – 67. ___________. 2002 (1993). CUERPOS QUE IMPORTAN, SOBRE LOS LÍMITES MATERIALES Y DISCURSIVOS DEL “SEXO”. Buenos Aires: Paidós. Introducción. Pág. 17 49 y “Acerca del término queer”.
Pág. 313 – 339. ___________. 2006 (2004). DESHACER EL GÉNERO. Buenos Aires: Paidós. “El reglamento del género” Pág. 67 – 88. PRECIADO, Beatriz. s/d. “Género y performance. Tres episodios de un cybermanga feminista queer trans” Otra bibliografía citada Wiener, Gabriela. 2008. Sexografías. Ed. Planeta. Otra bibliografía consultada Barthes, Roland. 1983. Striptease. En Puppo, F. (comp.) Mercado de deseos: una introducción en los géneros del sexo. Pág. 122130. Puppo, Flavia. 1998. Mercado de deseos: una introducción en los géneros del sexo. Ed. La Marca. Sitios visitados/consultados www.girlswholikeporno.com 11
www.devenirperra.blogspot.com www.hastalalimusinesiempre.blogspot.com http://anniesprinkle.org/ http://www.postop.es/indice.php#item1 http://pornoterrorismo.com/ http://besameelintro.blogspot.com/ http://www.dissidenzintl.com/ http://lasprincesastambienfriegan.com/ http://www.erikalust.com/ http://lustfilms.com/
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