Desigualdad Territorial en América Latina un enfoque desde el Desarrollo Integral

May 25, 2017 | Autor: D. Torres Manrique | Categoría: Development Economics, Development Studies, Social Inequality, Poverty and Inequality
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Descripción

Desigualdad Territorial en América Latina un enfoque desde el Desarrollo Integral* Luis Solari de la Fuente1 Guido Maggi Poisetti2 Danilo Santiago Torres Manrique3

El documento analiza cuantitativamente las brechas de desigualdad al interior de los territorios en los cuatro países de América Latina que conforman la Alianza del Pacífico: Chile, Colombia, México, y Perú. Utilizando técnicas estadísticas de descomposición de la tasa de crecimiento de la producción territorial-sectorial mediante el análisis Shift & Share, se estudian las brechas desde el lado de la oferta (producción), a través del Valor Agregado Bruto de la Producción (VAB). Los resultados reflejan disparidades que se presentan en regiones que pueden tener mucha similitud en diversos aspectos del territorio, como es la participación y el crecimiento en el VAB. De igual modo, se observa heterogeneidad en las tasas de crecimiento, aun existiendo contigüidad geográfica. Por el lado positivo, se observa que incorporar pesos espaciales permite identificar la interacción territorial, mejorando la explicación de las tasas de crecimiento en cada subdivisión nacional de los países estudiados. Asimismo, incluir la interacción de la capital del país cambia sustancialmente el panorama de los efectos. Al * Se agradece el apoyo en la construcción de información estadística y bibliográfica a los integrantes del equipo técnico del O∆T: Renzo La Torre, Rocío Huaranga, Katherine Ontón, Evelyn Pretel y Vanessa Vivanco. Cualquier error u omisión es de responsabilidad exclusiva de los autores del documento. 1 Decano Facultad de Ciencias de la Salud UCSS. 2 Presidente Observatorio para el Desarrollo Territorial UCSS. 3 Investigador Equipo técnico Observatorio para el Desarrollo Territorial UCSS.

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profundizar el análisis, se corrobora que los Efectos Regionales Espaciales (ERE) provocan efectos positivos sobre la riqueza per cápita de cada territorio subnacional. En forma global, la dinámica regional sobre cada sector repercute positivamente sobre el PBI per cápita. Al analizar por países, en Chile sólo son significativas las dinámicas regionales (ERE) en los sectores minería, manufactura, construcción y servicios; en Colombia, los mismos sectores además de agricultura y pesca; en México, todos los sectores a excepción de minería; y en Perú, todos los sectores a excepción de comercio. Finalmente, si se compara entre países, Perú presenta los efectos de la ERE sobre el PBI per cápita más altos en agricultura y pesca, así como manufactura; Chile en minería y servicios, y México en construcción y comercio. Desde un enfoque de desarrollo integral, relevamos la importancia de observar distintos resultados en el crecimiento económico y el desarrollo de los territorios, con miras a una adecuada identificación de las brechas entre familias, distinguiéndose la desigualdad de oportunidades y la desigualdad de resultados. Este es un primer paso hacia la tarea compleja que significa comprender la desigualdad en un contexto territorial muy heterogéneo. El siguiente paso será estudiar más a fondo la dispersión entre las familias, para una adecuada propuesta de política en aras de mitigar la brecha existente. Las universidades católicas tienen ante sí una tarea importante en la investigación de los procesos de desigualdad territorial en sus respectivos países, para establecer los aspectos de la realidad que pueden ser mejorados y, así, poder definir acciones en favor de los territorios y las familias que los ocupan. También, para contribuir con la generación de políticas públicas con la misma finalidad. I. Introducción La Corporación Andina de Fomento (CAF) en su estudio de marzo de 2014 “Construcción de ciudades más equitativas: Políticas Públicas para la inclusión en América Latina”, señala: 158

[…] a pesar que la desigualdad se ha reducido en las últimas dos décadas, y particularmente a partir del año 2000, América Latina y el Caribe sigue siendo la región más desigual en el mundo.

Los factores asociados fueron: el acceso diferenciado a la propiedad de la tierra, a los recursos naturales, a la educación, a la salud, el ajuste estructural, las reformas neoliberales, entre otros. Sin embargo, la desigualdad se debe fundamentalmente a la excesiva concentración de ingresos en el sector poblacional con mayor ingreso. El estudio además de esta mirada tradicional al tema de la desigualdad, se centra, por primera vez, en un análisis de la desigualdad intra territorios, destacando que en América Latina “la desigualdad entre ciudades es más dispersa que la que existe entre países”. El Banco Mundial, en su informe Social gains in the balance: A fiscal policy challenge for Latin America & the Caribbean, tomando como indicador principal el índice de desigualdad de oportunidades en acceso (HOI en sus siglas en inglés), concluye que ante la reducción paulatina de la desigualdad y de la pobreza, América Latina debe prestar mayor atención a la restauración de las más altas tasas de crecimiento y, mediante políticas que estimulen el crecimiento, reducir la desigualdad y la pobreza, fomentando la igualdad de oportunidades. Asimismo, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), en su Informe del año 2010 La Hora de la igualdad: brechas por cerrar, caminos por abrir, utilizando el índice de Gini Territorial, mostró que simultáneamente a la tendencia de los países a concentrarse territorialmente, los países de la Unión Europea tienden a ser menos desiguales, mientras que los países de América Latina tienden a ser más desiguales. La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) en la publicación “México: Mejores políticas para un desarrollo incluyente”, indicó: Incluso, en los últimos 20 años las disparidades entre regiones aumentaron debido a que algunas capitalizaron mejor que otras los beneficios de la liberalización comercial.

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El Centro Latinoamericano para el Desarrollo Rural (RIMISP, 2011) señala que en América Latina no da lo mismo nacer o vivir en cualquier lugar. Sus estudios indican que el lugar de residencia determina la condición socioeconómica y las posibilidades de acceso a bienes que garanticen el bienestar. Estudios recientes, como los de la CEPAL, indican que una de las causas de la desigualdad territorial está asociada a las brechas de productividad con los países más competitivos, pero también con la heterogeneidad estructural interna. Estas brechas relativas a la productividad tienen sus mapas, es decir, se plasman en segmentación territorial y, a la vez, se nutren de ella (2012). En América Latina y el Caribe, el incremento de la desigualdad territorial –en un contexto regional que, de por sí, es altamente desigual– significa una situación de riesgo para las familias y personas que habitan en los territorios menos favorecidos en el proceso de crecimiento económico que viene viviendo la región. Estamos pues ante una realidad desatendida en América Latina y el Caribe, la desigualdad territorial, que se está incrementando, donde la desigualdad por el lado de la producción y de la productividad incide sobre la desigualdad en el acceso a iguales oportunidades, limitando así el desarrollo integral de las familias y de las personas. Las universidades y, particularmente, las universidades católicas, tienen una gran tarea por delante en este campo, siguiendo las palabras de Benedicto XVI: Desear el bien común y esforzarse por él es exigencia de justicia y caridad. Trabajar por el bien común es cuidar, por un lado, y utilizar, por otro, ese conjunto de instituciones que estructuran jurídica, civil, política y culturalmente la vida social, que se configura así como polis, como ciudad. Se ama al prójimo tanto más eficazmente, cuanto más se trabaja por un bien común que responda también a sus necesidades reales. Todo cristiano está llamado a esta caridad, según su vocación y sus posibilidades de incidir en la polis. Esta es la vía institucional –también política, podríamos decir– de la caridad, no menos cualificada e incisiva de lo que pueda ser la

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caridad que encuentra directamente al prójimo fuera de las mediaciones institucionales de la polis. El compromiso por el bien común, cuando está inspirado por la caridad, tiene una valencia superior al compromiso meramente secular y político (n.7).

En esta línea, el presente documento propone un marco de análisis para el estudio de la desigualdad, articulando sus diferentes niveles, interterritoriales e intraterritoriales, es decir a nivel de familias. Así, estudiar la desigualdad, como se verá, requiere de una serie de estudios que profundicen cada aspecto, para finalmente proponer una lectura integral del fenómeno. En esencia, es una propuesta de articulación conceptual de la desigualdad en un contexto de crecimiento y desarrollo económico de los países en América Latina. Tomando como referencia principal el triángulo desigualdad-pobreza-crecimiento (Bourguignon), en este estudio nos enfocamos en la relación crecimiento-desigualdad, con un corte más intra territorios, dejando a una investigación futura la responsabilidad de indagar sobre la desigualdad entre hogares. Al tener un enfoque más cuantitativo, el estudio cumple un doble propósito: por un lado, propone una relación conceptual para entender las brechas de desigualdad entre las familias que residen en los territorios subnacionales de cada país, en un contexto en que las economías también presentan brechas, en particular, en el producto y la productividad; y por otra parte, identificar los efectos que influyen en el crecimiento de los sectores económicos en cada territorio subnacional; en particular, una descomposición del crecimiento que permita atribuir las diferencias entre territorios debido al efecto país, al efecto industrial o sectorial, y a la dinámica competitiva de cada región o territorio estudiado. El uso de las técnicas estadísticas Shift & Share permitirá tal análisis. Al conocer cómo se diferencian estos efectos, se identificará la influencia territorial que provoca mayores brechas de producción. De ese modo, un posterior análisis de las diferencias en los ingresos familiares podrá incluir como determinante tal influencia. A modo de ejemplo, si se comparan los ingresos en161

tre dos familias de distintos territorios, pero con características muy similares (condiciones de la vivienda, tamaño del hogar, miembros del hogar calificados, tamaño de dependientes, entre otros), se pueden observar diferencias significativas, aun cuando se esperaba mayor similitud. Estas diferencias, podrían explicarse, entre otros motivos, por características del territorio o de los sectores económicos que influyen en la dinámica económica local. II. Revisión de la literatura La revisión de literatura se enfoca en tres aspectos: la desigualdad como concepto, el enfoque de desigualdad a partir de las condiciones iniciales de oportunidades y las diferencias en resultados, y la relación de desigualdad con crecimiento y pobreza. 2.1 Desigualdad, definiciones y acepciones

El estudio de la desigualdad conforma un área de importancia en las ciencias sociales y un campo en donde interactúan la investigación objetiva, los juicios de valor y las ideologías. Se trata de un fenómeno mundial, pero con mayor relevancia en América Latina, debido a las amplias brechas socioeconómicas que esta región evidencia (RIMISP, 2012). El concepto de desigualdad está estrechamente relacionado con inequidad: pese a que muchas veces se utiliza de manera indistinta igualdad y equidad, la igualdad adquiere una relevancia descriptiva (el ingreso de una persona difiere a la de otra, es una situación notoria y en la que no existe juicio de valor), mientras la equidad lleva consigo un concepto normativo, que difiere según la postura ética (Gasparini et al.). Existen corrientes de pensamiento que no ven en la desigualdad un fenómeno por el cual preocuparse. A continuación se menciona una lista de argumentos que apoyan esta despreocupación y su correspondiente contra argumento.

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ARGUMENTO Desigualdad Ciertas desigualdades son elegida o resultado de elecciones libres o aceptable diferencias en talento.

Desigualdad La desigualdad funciona como un eficiente incentivador en la inversión de capital humano, y como consecuencia de la eficiencia, incentiva el esfuerzo y la innovación. Se debe considerar el bienestar Igualdad como agregado de la sociedad, no objetivo fijarse en uno intermedio. intermedio

CONTRA ARGUMENTO Es posible que una fracción de las desigualdades provenga de diferencias en oportunidades, aún si no es así, la desigualdad desmedida y excesiva, sigue siendo preocupante. Existen varios argumentos y evidencias empíricas que plantean que distribuciones más igualitarias permiten una mejor eficiencia y un mayor crecimiento. Si no se considera la estimación y estudio de la desigualdad, el mismo camino debería seguir el estudio del ingreso per cápita, pues el objetivo social de maximización no es el ingreso sino el bienestar. Se sostiene que las personas tienen preferencias por la equidad, y que además su estudio no debe desestimarse ya que ésta es parte inherente del comportamiento humano.

Desigualdad Se desestima la aversión a la y envidia desigualdad, principalmente porque se argumenta que esta proviene de la envidia, en donde implementar políticas redistributivas para satisfacer preferencias provenientes de la envidia no resulta razonable. Fuente: Gasparini et al.

2.2 El enfoque de Amartya Sen

Según Amartya Sen (1973, 1992), todas las concepciones de equidad se caracterizan por la búsqueda de la igualdad en algún factor, con el propósito de simplificar el análisis, se separa la concepción de equidad en dos corrientes: equidad como igualdad de resultados y equidad como igualdad de oportunidades. Equidad como igualdad de resultados: Los resultados se dan como consecuencia de alguna acción deliberada del agente. Por ejemplo, el caso de los ingresos es consecuencia del esfuerzo, capacitación, toma de riesgos y diversas elecciones laborales y familiares. 163

Bajo esta orientación, un escenario resulta inequitativo cuando los resultados de la actividad económica productiva difieren. En efecto, las sociedades deberían buscar la igualdad en la distribución de las variables económicas de resultados: ingresos, consumo, riqueza, utilidad, entre otros. Esto es un común arraigo académico, y detrás de todos los índices de desigualdad presentados a nivel de los países, subyace este concepto; por ello se considera injusta la presentación de índices que denotan mayor desigualdad. La concepción de equidad como igualdad de resultados ha recibido críticas, en primer lugar porque en ocasiones la desigualdad no se considera injusta. Por ejemplo, en el caso de los ingresos, es aceptado por la sociedad que una persona que se esfuerce capacitándose más, estudiando más, trabajando más, obtenga mayores ingresos que una persona que no presente dicho comportamiento. Entonces este escenario no debería ser motivo de preocupación ni de políticas compensatorias. Una segunda crítica muestra que las sociedades aceptan las desigualdades de ingreso cuando estas provienen de diferencias evidentes en talentos o méritos, siempre y cuando estas disparidades no sean injustificadamente grandes. Estas críticas parten del principio de que no es adecuado comparar resultados sin antes analizar las circunstancias en que estos se dan. Equidad como igualdad de oportunidades: Esta concepción hace notar la importancia de dividir los factores que determinan un resultado en aquellos que el individuo elige y en aquellos en los que no tiene influencia. Esta concepción es aceptada por diferentes ideologías. El análisis según ideología nace cuando se quiere identificar los factores que determinan los resultados económicos. Así, los investigadores y expertos que se identifican con una ideología de derecha aceptan que una parte importante de los resultados económicos proviene del esfuerzo, decisiones voluntarias, la toma de riesgo y el talento; en contraposición, los investigadores y expertos orientados con una ideología de izquierda aceptan que los resultados económicos 164

son determinísticos y dependen de factores que los individuos no pueden manejar (bajo nivel educativo, deficiente alimentación, ambiente familiar y social difícil, discriminación, desempleo involuntario, entre otros). Bajo esta percepción las diferencias de resultados son vistas como inequitativas y merecedoras de políticas compensatorias. Es importante mencionar que el conjunto de factores aceptados como “desigualadores” es más amplio en los individuos con visión de derecha que de los de izquierda. 2.3 Desigualdad y su relación con otras variables económicas

Respecto a estos términos, convergencia regional, pobreza y crecimiento, el Ministerio de Planificación y Cooperación de Chile (2002) encuentra, para el caso chileno, que la convergencia absoluta es estadísticamente significativa para los períodos 1960-1970 y 1980-1990, es decir, que las regiones más pobres crecieron más rápido que las regiones más ricas, mientras que, la convergencia condicional, es decir, la tendencia de las economías a converger su propio estado estacionario motivada por factores propios, era estadísticamente significativa sólo cuando se incorporaba el sector minero. El estudio de pobreza, desigualdad y crecimiento siempre ha sido de relevancia política y sus resultados empíricos han sido diversos y contrapuestos en muchos casos (Gasparini et al.). El triángulo pobreza, desigualdad y crecimiento, propuesto por Bourguignon, es aquel considerado con mayor consenso. Según el autor, las 3 variables se interaccionan por medio de tres mecanismos: mecánico, de asociaciones empíricas y causales. Gasparini et al. consideran que los mecanismos son escalonados. En el primero, –el mecánico–, considera que los cambios en pobreza están condicionados por el movimiento (crecimiento) y forma (desigualdad) de una distribución; eso implica que alguna alteración de la distribución afecta, en la mayoría de los casos, a las 3 variables en conjunto.

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La asociación empírica (segundo mecanismo) muestra que episodios de crecimiento siempre estuvieron asociados a reducciones de la pobreza monetaria y multidimensional. Sin embargo, la discusión es aun extensa. Un argumento clave es el signo que asume la elasticidad pobreza-crecimiento, muy discutido aún en la literatura vigente. La relación empírica entre desigualdad y crecimiento también ha tenido numerosos esfuerzos por ser explicada. Desde el trabajo pionero de la Curva de Kuznets, han surgido discusiones que plantean que la desigualdad y el crecimiento presentan episodios contrapuestos. Parte de la literatura, sin embargo, considera que por el contrario, la desigualdad influye positivamente en el crecimiento económico (Barro; Forbes). Los efectos de la desigualdad están relacionados de forma negativa con el futuro del crecimiento económico, especialmente cuando se consideran periodos de largo plazo (superiores a los 30 años) según señalan investigaciones de Alesina y Perotti. Sin embargo, existe literatura que toma en su análisis datos de panel y que señala que existe una relación positiva en periodos de corto plazo (Li y Zou; Forbes). Asimismo, la nueva economía geográfica y espacial ha permitido realizar estudios recientes sobre los efectos de la desigualdad en el crecimiento económico, como por ejemplo Partridge (1997 y 2005) quien estudió esta relación para 48 estados de Estados Unidos entre 1960 y 2000. Sin embargo, Perry et al., evidencian que existe un efecto negativo entre la desigualdad y el crecimiento económico en países de América Latina. En cuanto a la relación entre crecimiento y pobreza en países de América Latina, se ve diferenciada entre y dentro de los países, como es el caso de Chile, es decir, un mayor crecimiento ha llevado a una disminución de pobreza, sin embargo en otros países como Venezuela y Argentina el efecto ha sido desfavorable por el incremento de la pobreza, lo cual ha llevado a un cuestionamiento de la creencia sobre la disminución de la pobreza frente a un crecimiento sostenido (Perry et al.). 166

En cuanto a convergencia en los niveles de renta, el Ministerio de Planificiación y Cooperación de Chile encuentra convergencia absoluta estadísticamente significativa para los períodos 1960-1970 y 1980-1990, es decir, que las regiones más pobres crecieron más rápido que las regiones más ricas, señalando que estas primeras necesitarían 61 años para reducir en 50% la brecha que las separa de las regiones más ricas. Mientras que, en cuanto a la convergencia condicional, es decir, la tendencia de las economías –motivada por factores propios– a converger su propio estado estacionario, encontró que sólo era estadísticamente significativa cuando se incorporaba el sector minero. Asimismo, para el caso mexicano se evidencia un incremento de las desigualdades regionales, mientras que se encuentra que la infraestructura favorece al el crecimiento económico y a la convergencia, advirtiendo que ésta debería complementarse con otros factores para reducir las desigualdades entre regiones (Vergara, et al.). En Colombia, Vásquez y Raymond encuentran evidencia de formación de cuatro “clubes” de territorios caracterizados por factores económicos similares (formados por dos grupos de departamentos más desarrollados y los otros dos por los departamentos más pobres) hallándose convergencia al interior de cada grupo y divergencia entre ellos, lo cual refleja las desigualdades regionales. Delgado y Del Pozo hallan convergencia absoluta entre los departamentos del Perú durante el periodo 1979-2008. Sin embargo, este resultado se desvanece cuando se agrega al PBI per cápita las provincias de Lima y Callao. Asimismo, Gonzales y Trelles concluyen que no existe tendencia hacia la convergencia condicional para el periodo 1978-1992, indicando que los departamentos del Perú carecerían de sendas estables de crecimiento en el mediano plazo. Asimismo, plantean que las características espaciales son un elemento importante para el crecimiento regional. Por otro lado Rosales et al. encuentran 167

que los sectores de agricultura, pesca, construcción y el sector de servicios han sido favorables al proceso de convergencia económica, mientras que el sector manufactura ha mostrado divergencia en algunos departamentos. Por último, Chirinos encuentra evidencia a favor de la hipótesis de convergencia condicional, mientras que descarta la convergencia absoluta. En el caso de Brasil se da una relación inversa entre el nivel inicial de ingreso per cápita y su tasa de crecimiento durante los años 1960-1990, con excepción de la década de los 60, que muestra una relación positiva entre dichas variables, aunque no significativa (Pittella, citado en Cuervo). Para Bolivia, Morales et al. –utilizando el indicador de Necesidades Básicas Insatisfechas (NBI) como medición de desarrollo y bienestar regional– encuentra ausencia de convergencia en los períodos 1976-1988 y convergencia en el periodo 19881992, caracterizados ambos periodos por una tendencia a no converger. Esto es apoyado por el trabajo de Soruco, que encuentra divergencia entre las regiones de Bolivia. Kraay señala que la relevancia del crecimiento para la reducción de la pobreza declina conforme cambia el porcentaje de personas pobres; muestra que en la parte baja de la distribución de ingresos, las medidas de pobreza sensibles dan más peso a los cambios en la distribución del ingreso que al crecimiento. Dicha afirmación difiere de Ravallion (1997), dado que presenta un modelo empírico de la relación entre la pobreza y el crecimiento, donde la tasa de la reducción de la pobreza asociada con una tasa de crecimiento dada, depende de una corrección distribucional (uno menos el índice de Gini inicial). En 2004, Ravallion presenta un modelo mejorado empleando un ajuste por posibles relaciones no lineales entre la elasticidad del crecimiento de la pobreza y la desigualdad inicial, con lo cual concluye que: el crecimiento será un instrumento poco propicio contra la pobreza a menos de que el crecimiento venga acompañado de una caída en la desigualdad.

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2.4 El enfoque del Banco Mundial

Bourguignon analiza la relación entre pobreza, crecimiento y desigualdad. Sostiene que tanto el crecimiento como los cambios en la desigualdad tienen efectos importantes sobre los cambios en la pobreza. Pero, también, son importantes las condiciones iniciales del nivel de desarrollo de la sociedad –medido por ingreso per cápita– y de las condiciones iniciales del nivel de desigualdad. Esto explica la gran heterogeneidad, según el país analizado, de los efectos del crecimiento y de la desigualdad sobre la pobreza. 2.5 Convergencia regional y desarrollo del capital humano

Existen tres mecanismos mediante los cuales el capital humano incide directamente en el crecimiento. El primero es que la educación formal y el aprendizaje laboral, al aumentar las habilidades individuales, permiten el aumento de la productividad. El segundo es que la educación aumenta la capacidad innovadora de una economía y, por ello, favorece el crecimiento. Por último, la educación facilita la difusión y la transmisión de los conocimientos necesarios para comprender los nuevos procesos y las nuevas tecnologías. Bajo ese enfoque, el desarrollo del capital humano también desalienta la reducción de brechas de desigualdad, aunque es un enfoque aún muy discutido (Folloni et al.). Así para el caso colombiano: Vásquez y Raymond encuentran una asociación positiva entre regiones más desarrolladas y mayores niveles de educación; asimismo encuentran convergencia entre dichas regiones más desarrolladas. Para Chile, evaluando la dimensión del capital humano en el crecimiento económico, Fuenzalida y Moreno encuentran que la variable escolaridad promedio evidencia convergencia intra-regional y una reducción de convergencia sigma en la región de Valparaíso. Por su parte, Delgado y Del Pozo, para Perú, encontraron que el capital humano –aproximado por el porcentaje de la Pobla-

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ción Económicamente Activa (PEA) con educación superior y la tasa de analfabetismo–, posee un importante efecto en el crecimiento económico para el periodo 1979-2008. Para América Latina las variables referentes al capital humano son estadísticamente significativas en el proceso de convergencia condicional (Cabrera y García). III. Estadísticas descriptivas En este apartado se muestra la incidencia4 (Participación del PBI multiplicado por su tasa de crecimiento) de las actividades económicas de agricultura y pesca, minería, construcción, manufactura, comercio y servicios, agrupadas por sector primario, secundario y terciario; con el fin de tener una primera visualización de los resultados que podrían obtenerse en el capítulo posterior cuando se aplique la metodología propuesta. Chile

En Chile las regiones con mayor incidencia en la agricultura fueron Valparaíso, Maule, O’Higgins, y Tarapacá; ya que cerca del 80% de las exportaciones de fruta proviene de estas regiones (Ramírez y Silva). Para la minería Coquimbo, Valparaíso, Santiago, O’Higgins y Aysén, presentaron mayor incidencia en el PBI debido al desarrollo de la actividad minera por la zona central (Comisión Minería y desarrollo). En cuanto al sector económico de construcción destacan las regiones de Antofagasta y Atacama, las cuales tienen como segunda actividad económica principal a la construcción (INE). Para manufactura, destacan las regiones de Biobío –donde ésta alcanzó el 36,1% como porcentaje del PBI al 2008–, Araucanía y Los Lagos. Ésta última, además de poseer como actividad 4 Para el cálculo estadístico de la incidencia, se utilizó la participación de los sectores económicos sobre el VAB del último año de la serie de datos obtenidos (2012 para Perú y Colombia; 2011, para México; y 2009 para Chile); y la tasa de crecimiento promedio del VAB de dicha serie de datos para cada región.

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económica principal a la manufactura, posee a los servicios como fuente activa (INE). En cuanto a comercio y servicios en ambos destacan las regiones de Los Lagos y Araucanía (INE). ACTIVIDAD PRIMARIA

CHILE ACTIVIDAD SECUNDARIA ACTIVIDAD TERCIARIA

Incidencia de la agricultura sobre VAB

Incidencia de la manufactura sobre VAB

Incidencia del comercio sobre VAB

Incidencia de la minería sobre VAB

Incidencia de la construcción sobre VAB

Incidencia de los servicios sobre VAB

Fuente: CEPAL Stat / Banco Central de Chile. Elaboración: UCSS-OΔT

Colombia

En Colombia destacaron las provincias de Meta, Antioquía, Magdalena, Córdova, Arauca, Tolima, Caquetá y Guaviare en la agricultura, debido al financiamiento otorgado por FINAGRO (Fondo para el Financiamiento del sector Agropecuario) a la mayoría de estas regiones (Banco de la República de Colombia); mientras que para la minería, ésta mostró una tasa de crecimiento mayor a la media de la economía (Ministerio de Comercio, Industria y Turismo) resultando significativas las regiones de Magdalena, Cauca y Bolívar. 171

En cuanto a la manufactura las provincias representativas fueron Antioquia, Córdoba y Tolima, Bolívar y Atlántico regiones que han tenido vocación en el sector industrial (Bonet); y para el sector económico de construcción Antioquia, Tolima, Magdalena, Meta y Atlántico, en especial ésta última región que fue una de las regiones dinamizadoras del sector construcción (Banco de la República de Colombia). Finalmente las regiones con predominancia en el sector terciario (comercio y servicios) fueron Antioquía, Tolima, Córdoba y Atlántico, entre otros.

ACTIVIDAD PRIMARIA

COLOMBIA ACTIVIDAD SECUNDARIA ACTIVIDAD TERCIARIA

Incidencia de la agricultura sobre VAB

Incidencia de la manufactura sobre VAB

Incidencia del comercio sobre VAB

Incidencia de la minería sobre VAB

Incidencia de la construcción sobre VAB

Incidencia de los servicios sobre VAB

Fuente: CEPAL Stat / DANE. Elaboración: UCSS-OΔT

México

El sector económico de agricultura revirtió su tendencia negativa acelerando su crecimiento con incrementos anuales en las cosechas de cebada en grano, cártamo, frijol, jitomate y maíz en grano, destacando la participación de Sonora, Chi172

huahua, Jalisco, México y Sinaloa (Banco de México). Para la minería, Morelos, México, Jalisco, donde se explota oro, plata, cobre, zinc; y otros minerales no metálicos en Nuevo León (Secretaría de Economía). Para la construcción, Nuevo León, Chiapas, México, Guanajuato y Puebla (estos tres últimos con menor incidencia). En el caso de manufactura las provincias significativas son Nuevo León, Veracruz, Morelos, Jalisco y México, las cuales destacan por ser la actividad económica que más aporta históricamente a su PBI (INEGI). Para las actividades económicas terciarias se encontró que Tabasco, Veracruz, Zacatecas y Sonora poseen gran impacto en el comercio, mientras que las provincias relevantes para el sector servicios son México, Morelos y Nuevo León.

ACTIVIDAD PRIMARIA

MÉXICO ACTIVIDAD SECUNDARIA ACTIVIDAD TERCIARIA

Incidencia de la agricultura sobre VAB

Incidencia de la manufactura sobre VAB

Incidencia del comercio sobre VAB

Incidencia de la minería sobre VAB

Incidencia de la construcción sobre VAB

Incidencia de los servicios sobre VAB

Fuente: CEPAL Stat / INEGI. Elaboración: UCSS-OΔT

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Perú

En cuanto a la actividad primaria, es decir agricultura y pesca y minería, las regiones en las que dichos sectores tuvieron mayor incidencia fueron Piura, La Libertad, Lima, Ica Arequipa y San Martín para el caso de la agricultura debido principalmente a la mayor producción de papa y arroz; mientras que Cuzco tuvo mayor incidencia en la minería a la ampliación y continuidad de operaciones del proyecto cuprífero de Antapaccay. Respecto a la construcción, Lima, Arequipa, Ica y Cuzco poseyeron mayor incidencia en el PBI para esta actividad económica, debido a la apertura y construcción de nuevos centros comerciales. Asimismo, Lima y Arequipa mostraron mayor incidencia para el sector manufacturero debido a las inversiones de Gloria y la Pampilla (Banco Central de Reserva del Perú). Por otro lado, la región de Lima fue la que mayor incidencia presentó para las actividades de comercio, servicios y manufactura, actividades que contribuyen significativamente al PBI nacional (INEI).

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ACTIVIDAD PRIMARIA

PERÚ ACTIVIDAD SECUNDARIA ACTIVIDAD TERCIARIA

Incidencia de la agricultura sobre VAB

Incidencia de la manufactura sobre VAB

Incidencia del comercio sobre VAB

Incidencia de la minería sobre VAB

Incidencia de la construcción sobre VAB

Incidencia de los servicios sobre VAB

Fuente: CEPAL Stat / INEI. Elaboración: UCSS-OΔT

IV. Marco de Análisis y Propuesta Metodológica 4.1 Marco de Análisis Problemática

Surgen diversas interrogantes respecto al complejo problema de tratar la desigualdad, y su relación con variables como crecimiento, convergencia, pobreza, desarrollo y formación de capital humano. Diversas teorías suponen la necesidad de que exista desigualdad para mejorar otros aspectos no redistributivos, como el crecimiento económico, o la salida del umbral de pobreza. Cabe considerar que esta disyuntiva entre desigualdad, crecimiento y pobreza se acentúa más al reconocer que la pobreza afecta socialmente mucho más, dado que su apre-

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ciación subjetiva es mucho mayor, y por lo menos perceptible para gran parte de la población. Por otra parte, en la literatura de crecimiento económico y desarrollo, es muy discutido el rol de los factores productivos y su influencia en la convergencia al estado estacionario5. De igual modo, diversos autores toman posturas contrapuestas respecto a la velocidad con que cada nación converge a su propio equilibrio y acerca de la disparidad, o desigualdad, que existe entre territorios para dicha convergencia, en relación al tamaño de su producción y el stock de factores productivos6. En este contexto, la discusión sobre desigualdad parece alcanzar dos dimensiones (Figura 1): primero, a nivel agregado o macro, para explicar brechas territoriales en el crecimiento o la producción entre territorios, siendo esta variable clave para la generación de oportunidades para los habitantes (igualdad de oportunidades); y segundo, para explicar las brechas en ingresos o rentas que presentan los hogares de dichos habitantes, en un ámbito ya más micro (igualdad de resultados). Figura 1: desigualdad bajo enfoque macro y micro Desigualdad entre territorios (producción) Enfoque Macro

Igualdad de oportunidades

Desigualdad entre hogares (ingreso) Enfoque Micro

Igualdad de resultados

Elaboración: UCSS-O∆T

5 El estado estacionario se considera una situación de equilibrio a largo plazo en la que, bajo diversos supuestos –que varían entre escuelas–, el stock de capital crece a su máxima tasa, de ese modo, una economía tiene la capacidad de generar ahorro suficiente para reponer el uso del capital físico y atender el crecimiento demográfico. 6 Una discusión muy sintética sobre literatura empírica de crecimiento económico puede hallarse en Sala-i-Martin; Rosende; Barro & Sala-i-Martin (2009); entre otros.

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En esa línea, se plantean algunas interrogantes para abordar una discusión extensiva sobre desigualdad en los territorios. 1. ¿Existe alguna dinámica interterritorial que permita la convergencia? ¿Es posible hallar economías similares en tamaño u otras características, pero con distintos ritmos de crecimiento? 2. Dentro de cada país, ¿qué explica mejor la dinámica de crecimiento regional? ¿Es posible identificar una dinámica que se deba propiamente al territorio, aislando otros factores que expliquen el crecimiento local? (por ejemplo, dinámica país o dinámica industrial). 3. ¿Cuál efecto puede primar, un efecto nacional, un efecto territorial (competitivo) o un efecto sectorial (productivo)? ¿El componente espacial (vecindarios entre territorios) influye en la dinámica territorial individual? 4. Los territorios con menores niveles de ingreso inicial, ¿tienden a crecer más rápido? ¿Existirá en el tiempo un cierre de brechas entre regiones más pobres respecto de las más ricas, como aproximación de la desigualdad distributiva? 5. ¿Cuáles son los factores que explican mejor estas convergencias o divergencias territoriales? 6. ¿Las características socioeconómicas de los hogares y de los individuos pueden influir significativamente en la disparidad de ingresos de los hogares? 7. ¿La convergencia intraterritorial tiene influencia en la reducción de la desigualdad monetaria y no monetaria? 8 ¿Es la inversión en capital humano determinante en los procesos de desarrollo territorial? ¿Coadyuva en el mediano plazo a reducir las brechas de desigualdad? ¿El efecto de la escolaridad en el crecimiento difiere entre regiones que experimentan diferentes procesos de convergencia territorial? 9 Finalmente, ¿cuál es el camino para que un Estado de la región atienda como prioridades simultáneas la reducción de la brecha entre hogares y territorios, así como la dispersión

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entre cada uno de ellos? ¿Cómo tratar este problema cuando no se cumplen los supuestos neoclásicos, en particular cuando las regiones están integradas económicamente entre sí? El presente documento se ocupará de estudiar la desigualdad bajo un enfoque territorial, atendiendo de ese modo solamente las dos primeras interrogantes. Marco de análisis

Existen muchos trabajos que realizan mediciones de desigualdad, principalmente monetaria, en la región América Latina. Aquí se optó por un enfoque que aborde la desigualdad vista desde las oportunidades y desde los resultados, en forma articulada. Así, podemos observar las diferencias en ingresos de hogares, por muy similares que sean en otros aspectos (desigualdad monetaria de resultados), pero sería muy limitado sólo concentrar el análisis en un momento del tiempo, sin incorporar dinámicas que ocurren a nivel del contexto económico, geográfico y social. Por ello, se adiciona un enfoque que denominamos “macro”, en el cual aproximaremos la desigualdad de oportunidades observando si el territorio ofrece las posibilidades de desarrollo y bienestar que las personas necesitan, acudiendo a la historia que la información estadística permite en cuanto a producción, productividad, y dotación de factores. En concreto, una familia puede tener la mejor dotación de capital humano posible, pero ésta no reflejará resultados interesantes en ingresos, si es que el territorio no permite tales condiciones, sea por la baja productividad, por la escasez de oportunidades en algunas industrias, por su interdependencia con otros territorios, entre otros motivos. Esta segunda parte es la que se aborda con un enfoque “micro”. De acuerdo a ello, el presente documento propone un marco de análisis para el estudio de la desigualdad, enfocado éste no sólo desde las brechas en los ingresos de las familias, sino situando tales en un contexto en que las economías territoriales también son heterogéneas. Así, estudiar la desigualdad,

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como se verá, resulta muy pretencioso de abordar en un único documento, bajo alguna medición cuantitativa en particular. Por el contrario, se trata del inicio de un estudio que debe ser ampliado en futuros trabajos. El marco es, en esencia, una propuesta de articulación conceptual de la desigualdad en un contexto de crecimiento y desarrollo económico de los países en América Latina. Tomando como referencia principal el triángulo: desigualdad-pobreza-crecimiento (Bourguignon), nos enfocamos en la relación crecimiento/desigualdad, con un corte más intraterritorios, y posteriormente un análisis de hogares. Al tener un enfoque más cuantitativo, el estudio cumple un doble propósito: por un lado, propone una relación conceptual para entender las brechas de desigualdad entre las familias que residen en los territorios subnacionales de cada país, en un contexto en que las economías también presentan brechas, en particular, en el producto y la productividad; y por otra parte, identificar los efectos que influyen en el crecimiento de los sectores económicos en cada territorio subnacional; en particular, una descomposición del crecimiento que permita atribuir las diferencias entre territorios debido al efecto país, al efecto sectorial, y a la dinámica competitiva de cada región o territorio estudiado. El uso de las técnicas estadísticas Shift & Share permiten tal descomposición. Análisis Macro: acotando el marco de análisis al estudio de la desigualdad, se exceptuará el análisis de pobreza para evaluar principalmente la relación de la desigualdad con el crecimiento económico territorial, así como factores macro y microeconómicos, que incorporen aspectos territoriales, así como aquellos que son propios de los hogares en cada territorio de cada país.

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Marco de análisis para abordar problemas distributivos EL TRIÁNGULO POBREZA DESIGUALDAD CRECIMIENTO

Pobreza absoluta y reducción de la pobreza Estrategia de desarrollo

Distribución y cambios distributivos

Micro: Diferencias en ingresos intraterritorios (hogares)

Nivel de ingreso agregado y crecimiento

Meso: Diferencias en la productividad y PBI sectorial interterritorios (regiones de cada país)

Convergencia (β-conv. y σ-conv.) de crecimiento regional / territorial

EXPLICACIÓN TERRITORIAL DE LAS BRECHAS (PROPUESTAS)

Fuente: Bourguignon; Gasparini et al. Elaboración: UCSS-O∆T.

Paso 1:

Se enfoca el análisis de desigualdad realizando una descomposición del Valor Agregado Bruto (VAB), que involucra la descomposición regional del crecimiento de la producción. Allí, se pretende identificar brechas en el crecimiento explicado por dinámicas propias del territorio subnacional, de alguna industria en la región, o del mismo crecimiento a nivel país. Para ello una técnica simple e idónea (en una primera etapa) es el Shift & Share, en sus técnicas: tradicional, dinámica, espacial y estocástica. Al conocer cómo se diferencian estos efectos, se identificará la influencia territorial que provoca mayores brechas de producto7. Este es el análisis que será abordado en forma cuantitativa en el presente documento.

7 De ese modo, un posterior estudio podría tratar las diferencias en los ingresos familiares incluyendo entre los determinantes dicha influencia.

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Paso 2:

Consiste en realizar un análisis de la convergencia entre territorios de los países de América Latina8. En particular, se centra en observar la convergencia del PBI (o VAB), es decir, si con el tiempo se observa una reducción de la dispersión de tasas de crecimiento que experimentan los territorios, así como observar el cierre de las brechas de los valores extremos (más ricos y más pobres). El análisis permite además calcular la velocidad de crecimiento. En suma, se espera que con el paso 2 se identifiquen regiones cuyo comportamiento a la par sea coherente con los resultados esperados del paso 1. En ese marco de análisis, se han dado alcances empíricos que contribuyen al análisis triangular de Bourguignon, desde una mirada sectorial-territorial. Análisis micro: El análisis micro se centra en identificar la influencia de diversos aspectos en las brechas de ingresos que existen entre las familias de cada territorio subnacional de los países de América Latina. En particular, este análisis comprende un solo paso, en el cual se incorporan algunos resultados principales obtenidos en el análisis macro. Paso 3:

Se opta por utilizar modelos de regresión9, para evaluar los determinantes de la dispersión (brechas) del ingreso por hogar. El propósito es explicar los determinantes de las brechas en ingresos per cápita del hogar. Aspectos familiares como características del jefe de hogar, de la vivienda –como la ubicación geográfica–, y laborales como aspectos educativos, sectoriales y del tejido empresarial al que pertenecen los perceptores del hogar, explicarían en gran parte el porqué existen diferencias 8 Para estos efectos, será indispensable contar con información de Cuentas Nacionales de cada país, así como de algunos datos de hogares y territoriales relevantes, disponibles en microdatos o en estadísticas oficiales sectoriales. 9 Al tratarse de un análisis distributivo, gran parte de la literatura sugiere estudiar a la población por cohortes. La regresión cuantílica representa una técnica idónea en estos casos.

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salariales per cápita entre hogares, aun perteneciendo a una misma localidad. Esta medición sólo podría ser realizada en base a los microdatos disponibles de países de América Latina. Así tenemos: Var[w│x]=ϕ(Zi,Xi,υ) Donde “w” es el salario real per cápita del hogar. La varianza condicional –que es una medida sugerida en la literatura– puede hallarse en base al salario promedio territorial, o alguna medida que condicione diferencias por grupos de análisis. 4.2 Descomposición del crecimiento económico

Las técnicas estadísticas Shift & Share (SS) permiten la descomposición lineal y aditiva de cualquier variable económica de interés. En su formulación inicial, considerada tradicional (TSS), descompone el crecimiento de la variable explicado por tres efectos: efecto nacional, efecto sectorial (industry mix), y efecto local regional. Los primeros trabajos se debieron a Creamer y Dunn. Las denominaciones de cada uno de los efectos sugieren que el análisis de una variable económica se realice sobre alguna localidad, en alguna industria o sector específico. Las variables más utilizadas han sido el Producto Bruto Interno, y el empleo local. La formulación es como sigue:

Donde , y representan las tasas de crecimiento –entre los periodos t y (t+n)– nacional, sectorial o del sector “i”, y regional o de la región “i”, respectivamente10. Entre las limitaciones más notorias de esta técnica tradicional, se encuentra el sesgo de analizar la variable en sólo dos 10 Una limitación de la versión tradicional, es que no considera tasas de crecimiento promedio para analizar el crecimiento entre periodos no consecutivos. El Shift & Share Dinámico surge como una versión que lidia con estas limitaciones.

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momentos del tiempo, y peor aún, el sesgo generado por la elección del periodo inicial y final. En lo consecutivo, aparecieron diversas modificaciones a la técnica tradicional. Para el propósito del estudio se consideran tres de ellas: la versión dinámica del Shift & Share, la inclusión de pesos espaciales, y la versión dinámica espacial11. 4.3 Estimación de efectos espaciales en el crecimiento Efectos Dinámicos

Barff y Knight, proponen una modificación de la versión tradicional en la cual se puedan considerar los cambios permanentes de la variable en periodos consecutivos. De ese modo, resta sensibilidad a la selección de los periodos tomando en cuenta la agregación de los tres efectos, para todos los cambios consecutivos posibles, en base a la disponibilidad de información. Se le considera también como Shift & Share Dinámico (DSS, por sus siglas en ingles). Su formulación es como sigue:

Efectos Espaciales

En estadística, geografía, economía y en la investigación social en general, siempre existió el interés y los esfuerzos en enfocar la interrelación de los agentes en el mercado, o su dinámica propia, explicada por aspectos geográficos. Tal como plantea Isard, cualquier unidad espacial, para alguna magnitud de importancia, se ve afectada siempre por los efectos positivos y negativos transmitidos desde los territorios vecinos12. 11 Existen otras formulaciones y mejoras a la versión Shift & Share Tradicional, como la propuesta por Esteban-Marquillas (1972) y Arcelus. Para profundizar en la explicación de todas las versiones Shift & Share disponibles, consultar Mayor y López; Loveridge y Selting; Keil; y Dinc et al. 12 Esta idea hace explicita la primera ley de la geografía de Tobler, que establece que “todo está relacionado con todo, pero esta relación es más intensa con aque-

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En las técnicas Shift & Share surgió esta preocupación cuando algunas industrias territoriales tenían características muy coincidentes pero su crecimiento difería por diversos motivos, alguno de ellos por la influencia de los territorios cercanos. Nazara y Hewings (2004) asignan importancia a la estructura espacial entre regiones y a sus relaciones de vecindad en la contabilización del crecimiento. La formulación es como sigue: t – y i,rt+n – yi,r NS i,r + IMi,r + RSi,r

t,t+n – t ɡi,r yi,r ( ɡ t,t+n) + yi,rt ( ɡit,t+n

Donde ɡit,t+n

– ɡ t,t+n ) + yi,rt (ɡrt,t+n – ɡit,t+n )

y i,rt W – y i,rt–1W y i,rt–1W



En la cual W es la matriz de pesos espaciales. En este trabajo se utiliza la matriz de pesos booleana13. Esta asigna, en una tabla de doble entrada, valores de 1 si las subdivisiones nacionales son contiguas geográficamente, y 0 si no lo son14. ...

Wsr

...

0

0

[

[

... ... ...

W –

Wrs

llas cosas que se encuentran más próximas” (Tobler, 1979; citado en Mayor & López). 13 El criterio se basa en Moran y Geary. Esta matriz, debido a su simplicidad, presenta también limitaciones, entre ellas la no inclusión de relaciones asimétricas (Paelinck y Klaasen, 1979; citado en Mayor y López). En la literatura sobre econometría espacial y geografía económica existen diversas propuestas para la matriz de pesos. Se destacan: Pesos de Cliff-Ord, basados en la frontera común y la distancia de dos localidades, medidas económicas, donde se puede hallar la inversa de diferencias de alguna variable económica en dos localidades (por ejemplo: PBI, empleo, entre otros); pesos que utilizan una ponderación de alguna medida económica, por ejemplo el PBI, con la distancia de localidades, entre otros (Mayor y López). 14 En Colombia, se presentaron limitaciones geográficas en una subdivisión nacional: San Andrés, dado que se trata de islas. Por otra parte, debe tomarse en cuenta que se trata de una matriz triangular, con diagonal de ceros.

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4.4 Estimación econométrica del pbi per cápita territorial

La ecuación econométrica planteada para medir la incidencia de la desigualdad en la renta per cápita parte de la ecuación de convergencia absoluta neoclásica del producto (Solow), en la cual15 lnPBIpc[t] – lnPBIpc[t-1]= β1lnPBIpc[t-1] + μ Durante las décadas de los 80’s y 90’s se sumaron diversos esfuerzos por contrastar empíricamente dicho test, hallándose resultados opuestos y que en pocos de los casos apoya la teoría. Por tanto, Mankiw, Romer y Weil, así como los trabajos de Barro y Sala-i-Martin (1991, 1992), contrastan la hipótesis de convergencia condicional, en la cual se parte de la idea que cada territorio converge a su propia tasa de crecimiento, y esta información es comparable sólo si se controlan factores que explican el crecimiento (bajo el supuesto neoclásico, por ejemplo la tasa de crecimiento poblacional y la tasa de ahorro). Así, la ecuación de convergencia condicional se especifica. lnPBIpc[t] – lnPBIpc[t-1]= β1lnPBIpc[t-1] +β1Xi[t-1]+ ηi + ηt + μ Donde X representa el vector de variables explicativas que permitirían controlar las características en común de un grupo de territorios. Reordenando términos y añadiendo variables de interés, se debe estimar la ecuación siguiente lnPBIpc[t] = β0 + β1lnPBIpc[t-1] + β2TCP + β3eEREMIN + β4EREAGR + β5ERECON + β6ERECOM + β7ERESER + β8EREMAN + β9CHILE + β9COLOMBIA + β9PERÚ + ηi + ηj + μ

Donde · lnPBIpc[t] es el logaritmo natural del PBI per cápita. · TCP es la tasa de crecimiento poblacional. 15 La hipótesis base en el modelo de Solow señala que la velocidad de convergencia (β1) debe ser negativa (β1
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