Desarrollo de las ideas infantiles sobre la movilidad y la estratificación socioeconómica comparación entre sujetos mexicanos y españoles

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Descripción

A mi pqueAo GwIos: para @II "hacer Ia tesis" &ne d mismo signij?&..aa que jugar y imwnr

pteEes en In arena.

I

U-& a ISspaTia un pñ~~iero de octubre, era e$año 1984, w n una m a t a cargada de ropa invernal, para el cm& invierno que se me aveeirah, y con mmMilusbnes. Han trans~umdoya &a&os desde que3 dia oic&, de los que puedo de& que tanto el fria que S& aqirei uro'iem, como aqueUas primeras 11.usiones han tomado nuevos matices. BpaW me resulk cálida, pero su & d a se tra.duce sobre tado en su gen& an los W g o s quc: dutante todu aste tiempo me han pmpofc10mdo su amxmfa, su querencia. Por e ~ mis s ü.miones han cambiado, sin ellos no sen'art Soy

m

las mismas*

I I

S

Decir que rEaüzarr un -bajo de estas -ctefsticaas no m e ha resultado en muchos momeeeos duro S& mentira; por supuesto tambien he tenido mis satisfawiones. A m W el " s U . ñ l m Wy tener 1o.s&irnos oportunos lo he logrado gracias a todas aqu&as p n a s que he enido a mi lado, que hzm asbdo bien wrquita, Quiero apmve;chr la i a a e-arla, además de mi gran agrad&mlento, rni enorme EIXEO.]Esti5 c W o que la elaboracidn de a ta tesis además de hbrme okxido la qmrtunidad dertprrndea mnch-as cosas sobre la pshfogia y sus m6todos y, d menos creo yo madurar intdectudmenk, m e ha p~rmitidoreafkmar una vez m8s que el W Qde~la z&s&cl es i ~ d c u l a b 1 e . Son numerosas 1 s personas que me lo han demostrado con antedondad y en ef tmnscurso de Psta diffcil tarea. Seguramente fas palabras w n las que ha intentade dejar patente mi agradecZmtenta se queden cortas, pero ya se sabe que "para las cosas de de~tra dan manipositas el &maga" ..... Juan aetvd, gracias a ti be llega& hitsta a@. A pesar de todas mis "lagunas conceptuales" has caeiido desde hace diez años en mi. 3 3 que he aprendido de ti es innumerable, sin embargo. tu afan por conocer fado do que se refiere al entusiasmaate murda del pensamientoíilfanfAi has logrado tnmsmitirmeEo con fuerza. Diez &os fian dada mucho para aprender de ti Juan, pero iarnbigi para llegar a ser grandes amigos. nema Enesco, mi gratS.nid hacia ti es innimsa. D e ti no s610 he recibido horas interminables dedicadas a ofrecerme db.mtrices, consejos, discusiones, sino que has depositad4 tu crirnfiafizñ en mi y me has transmitido tu gran pasidn por descubrir, reflexionar y analizm las fenámmos psicof5giws. Pero la 1 1 a a que ha wibdo m& pr6xima es I s amiga, sensible y profunda. Ana Peñwmda, no .&lo tienes- A mMto de haber ~olaooradoExfeasa y

.

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desultemsdmeate an aCtit&k&s cercanas y famifiares pafa los ninos. E n cuanto d tipo de analisis, se ha ltt%&oa cabo de dos maneras distintos pero a la vez w m p ~ e m r t n w Por . unet.parte1hemos inferid0 w t e g d a s d e respuestas a partir de La considmacidn conjunta de lo que hevelaban nuesh:os propios datos y de las ~begorfaspropuestas por otras autores qle kan ~tudiadoestos mismas prob1emas bajo un mareo WMWy metadob5gka sim1at. Por o m parte, hemos examinado los p m ~ l o en s su canjunto y, tatnbiéa apoyados en la invetigacidn empíanterior, hemas identificado cuatir, nZwh o sistemas de elabolaci6n y organizaCi6n cuaLitativarnenk distin~s,basados pzkcipalmente en el tipo de explicaciones y justificacimes que los sujetas ofrecieran sobre 10s problemas batadoss. Cabe decir que nuestro inter& ha estado orientado, sobre todo, hacia este ultimo M i s & ya que indudablemente es e1 que mejm refleja 10s cambios mlutivos que se manifiestan. Esta tesis cwsta dr: dos partPs distribuidas en sKte: capfnilos. L a primera p W la hemos dedicado a la revisien te5ric.a y la segunda al trabajo empírico. El primer capftdo es%% destinado a repasar la liwratura m& importante sobre el tema que nos ocupa. Hemas recogido una serie de investiga&ones llevadas a cabo con sujetos de distintas medios soci~ie~námicos y diferentes nacionalidades: desde los trabajos pianmos de las décadas de los sesenta y setenta hasta los que se han realizada en Iris últimos años. En et siguiente capínifa se -cm los objetivos Y las hip6tesis que wnduceo esta investigaciSn. En el apftulo tercero se explican las cuestiones metodofdgicas y los tres siguientes recogen los resultados que hemos obtenido; e s ef cuarto pzesentamas las datos tanto ~uantitativos~ o m ocualitativos concerníentes al tema be las desigualdade =cides; u1 quinto y el sexto están asignados a 10s resultados correspondientes al problema de la movilidad social, los 5

Cuando habIamos de niveles no estamoa eslableciando, en sentido d ~ t o que , éstos príteban ed Pru$resa C O ~ ~ ~estru~htral V Q sino que, &re todo? muestran que el modo de wnceptuafizar estos Prow*mas determinados.

que se deriw de nnatro análisis cuantitativo y 30s que se m f i m a nu-u

cualitativoparmeno~o,rmpectivmenta B capíai10 si&

a las que hemos Iiegado y la discusión gen& referencias bibliográficas y los anexos.

examen

recoge las condusiones

y, p r atirno, se preseatan las

I

m

,

1

@S,

DESAB.ROLUI DE LAS IflZAS SOBm L A ORGANlZACTON DE LA S0CIE;BAD: ESTUDIOS PREVIO@

En

hmmos una exx#3si~%nde 10s p&upaks trabajos cuyo objeto de estudio es muy similar o wrcano di nuestro. Camo veremos en la revisián qve sigue, actualmente y c o n ~ o con s un bu= número de trabajos empin~osque apoyo para que se han d%drwdoa estos &nas y que, sin duda, constituyen un este eamprt de concxcimienm vaya adquiriendo M& vez m& solidez y consistencia %S& m@h~io

t&xica dentro del iimbito del conocimiento sociat. S&

ser una tarea sencilla -ya quti a menudo unos problemas se superponen

a atms- hemos intentado cksiikar los estudios agrupándolos de acuerdo con sus objetivos pda~tarios,er; decir, con el problema que se proponen investigar. La diflwltasi &e redisir uira claslficacídn esai.Icta reside, sobre todo, en que los temas relativos af orden social es- esmhamente Mnculad0-s unos eon otras. De esta manera, es frecuente encontrat. que aunque el psopósíts c e n W de una is'1vestigaci6n sea por ejemplo el wnocirnientm de las ideas relativas a las fuentes de obmÚ6n de riqueza, se encuentran también presentes una serie de aspectos como el trabgo y su jerarquía, su relación con 3a remunemci&, ei problema de las desigualdades saciales, e&. Hemos pensado que antes do gasa+ a dmribir los trabajos es conveniente ofrecer al lector una panos6mica general de los &versos aspActos &atados por los distintos autores. La siguiente tabla refleja 10s principales datos (autor, temds, muatra, variables Sacioculturales @fase socX]f de todos los estudios que tratiuemos en esta revisión. El :1rítd0que hemos utilizado para elaborar las tablas es el orden cronolbgico en que han side pwblicaüm.

17

~smdiwpn*

I

I

La primera seeGida Ia dedi-w a examinar los trabajos que fondamenÍaamente se einougan (3e expbfar ía prmzp~i6nque d o s y ad~lescentes tienen acerca de las díferadatr sockda. Fkk tipo de debaj~sse %cian a finales de los 60. 50, 5 hecho qne nos muestra que desde la perspectfva evolutiva ya existía una cierta preocupacien por w n w r m6.l era b visiiin infantil sobre estos aspetos. Ciertamenta;, la áqXWa~i6nde estos estu&os fue de ut%dad para ev01uQbn posterior de $os trabajos pslm16gi~os ia rejmzsmtacidn del mundo socid. Sin embargo, su foco de interés estaba inTItlenhat30 por las posturas teóricas de la 6 ~ De esta m -, fa tendencia general era inknhr &se= en qué medida variables camo el. sexo, la edaa o el mc5Co@i hulkcid repescuten ea el modo en que los chicos perciben el mundo social, AdemBs, mmo veremos, el marca t&co que susten€abadichas investigxim, no esmuy b ' m defkidoEn segundo lugar, OS los trab&jos realizados a finales de los sesenta y principios de los setenta que se encargan de estudiar un asestrschamm&vinculado con el problema de la estratiEica(n6n socid: el conocimiento de la j-quia

w~ionaf.

En relación corr el conocimiento de las distintas profesiones y su ordenacidn en la escala social se encuenhan fas íavestigacionesque examinaremos en la excera parte. Estas se ocupan de mnricer el desarrollo de las ideas infantiles acerw de la relacíbn entre trabajo y remuneracidn, aspecto que sin duda constituye uno de los ejes de la organización social,

El Sltirno apartada de la revisi& ese dstiaado a exponer todos aquellos

trabajos que intentan explorar y conocer en proi%ndidad una amplia gama de cuestiones nzlativas a la realidad wn6mica. La mayoría de estos estudios, iniciados

a principios de 10s añas sesenta, adopta c b m e n t e m marco cognitivo-evolutivr, inspirado en las ideas, de Piaget y, por consiguiente, parte del supuesto d e que en el desarroilo de las ideas infantiles $obre el conocimiento de.la sociedad se manifiestan una serie de cambios cualitativos y de creciente complejidad. Como veremos, el análisis de los datos que llevan a cabct casi %&os los autores se basa en niveles o estadias cualitativamente diferentes. AZ finalizar la revisiifn extraeremos aquellas oon~1usionesde canicter general

.

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~snclfiasp-

que a nuestro pram d t a t i m& relevantes y siíalaremos los r~~dfados más cansisúrntes encontmdo.3 ~ 1.1-

~10s f diferentes f autares.

EMxtdPos sobre lIsl pmepcibn de &PerenW

socia]^

Uno de los eeai8'1-0~phnem es d ínimesante ttabs-jo de Cefia Stendler

I

r & i o en Estados Unidos a finates de 10s &OS 40. Los res3~dosse r e c o g ~en su Itbm tintxaüo fZ'%&?m trfB~asmm:A sarr9y of &ir wwentr$.ssof the synebah of social ctms publicado en zrl &o 1947. Esta autora ~ m a extensa invmtigaddn sobre?,la capricidad pam feconocer distintos aspectos de la vida SIgados a Ia peftenencia a una clase SWM,y las actitades hacia los miembm de diferenñes estatus sociu-ewnbmícos. La muestx;t que esttldZ6 la formaron 107 sujetos de 10 a 8O curso (edades comprendidas en* los 6 y Ios 95 años) de fres niveles s w i ~ 6 m i @ o $ cíase : media-&, clase media y clase m'bajadora. Para la obtencion áe dams, Stendler utüizij v d s prwedifnfentos, desde la apficac56n de cuesticmaz5us hasta entrevistas UIdNiduds, ayudándose de tinos

diferentes b m situacimes y objetos (trabajo, vivienda, vestimenta, diversiones, ete.) asociribos a distintas clases sociales, y sobre cuya interpretacidn h&is acuerdo entre los adultos7. EI objetivo de estos dibujos era dibujos que ~

,

~

t

a

tratar de dscublir los siaibolm

is

kaci11~de dase: social que son capaces de

~~~~r los sujetos de dimtm @ursos.Las preguntas se Les hicieron de forma I'

individual y las instrucciones erm las siguientes: "aquíhay una serie de dibujos que representan diferentes clases de pemnas. Estos, por ejemph, m w t n u i trabajos.

1

Algunas de estas personas ganan mucho dinero, otras no mucho y otras entre los elos", Adernás se les preguntaba, Cbma es que &te gana m w h ilinem?, ~ por q&

en algwws trabajos se paga m& qm m otras?, etc. Este mismo procedunientu se uHk6 para las otras series de figuras.

Los resultados mostraron que los Riñas de primer grado todavía no comp~1-ndianlas cuestiones relativas a dases sociales ni pardan capa= de Prevtamente t t e d a oabo un peque50 estutiio o= aduitw con el fin de. canaser eámo evdnatmn las di%temiasesir&&ases sodales.

d i i d entre s;imbdos de clase. Tales dishciones mpezañan a ser 3k.mxent.a ie~m los

nuios de 4 O

C U ~ aunque ,

se basaban msi exclusi~amenken criterios

ea3n6mi~03 (tener & o menos dinero).

Ccln la edad, las evaluaciona y

justifieaclrina de lw chicas (a gattú de de GLETSO] se iban pareciendo d a vez más

a i s &e 10s ad-umss, pen, fuemn sobre W# los del @tima curso @O) quienes empmiban a re1aCioriat otws símbo10s de identifi~ci6nde clase, aparte de los econ6&s, tales como rasgos de c o r n p o a m b ~ , AdemaS de 1 w d h s obsewad~a- ~ r nla capacidad de 10s sujetos para ulentifim rasgos y sfmbslas de: olase, Stm&er encontrii también cambios evolutivos en lar opiniaries y actifadm de 10s nuios hacia los miembros de una clase social pisrllicutar, A&, en tos perq&os de lo y 4 O grado era muck más aparente el efecto haZs de los &%minosrica-pobre (rico asociado a lo bueno, deseable; pobre asociado a todo $0 no desa&Ie) que entre los de 6* y P.No obstante, aunque tal efecto dismlnwh con 1a edad OnyirtiSndose incluso el sentido de los teminos), se observó que los chiws mayores de la clase trakjadora tendfan a desarroiiar ciems estereotipos íigados a la clase social, en d sentido de una visi611del rico-deshonesto y del pobre-trabajaaor y amistosoRespecta a ia ordenacihn de los ctifere&es tr&z$os, encontr6 que eran sobre todo 80s chicos de clase media Sta Los que estaban más de acuerdo w n el criterio addta. Respecto a las =nes

que ofracían, detmt6 cambios evoXutivos. Así por

ejemp10, los niitos de primer cuna tendieron a dar exp1icaciones circufares o

tauto16giciis. Los de 4 O ya habIaban de Vimides o cualidades morales de la persona

que reaIu;a el Majo, mientras que los de 6" y 8 O se reñrieron a cualidades individuales wmo habilidades intelectuales, 2a educacián previa, e%. y a aspectos

relacionadas oon el p&gio atribuido a1 trabaja @.e.responsabilidad]. En cuanto a las diferencias entre sujetos de d i f e a t e s medios econ6micos, Skn&er observd que los de estatos so& sito dieron mejores exp1icaciones y manifiistaron una mayor ciomprensi6a de las sUnbolos de clase que los d e esfatus inf&res. La autora indica qeie exte resdtadu podtia estar relacionado con el hecho de que- 113ssujetos de clase afta mostraron mejores rendimientos en las pruebas de C.L

rjdl general, padenros &ique amque S-1 estudio de St+nrller carece

de un

marca te6rirxi psico~rígi~ bien defmid~,tas3a los aspectos metod016giws como ínterpretativ~sque atiíza se pueden imcri6ir en una Enea no rnuy alejada de la

e o g r r i ~ v ~ ~ t ua ~pesar m , de Ira épfJca en que real%&su trabajo. 3% efecto, el énfasis en innwm en pmfundidad las ~ry>1i&ona y justificaQanes de los sujet~s m n ~ con u los ~ adjetivos del r n t 3 . d ~clfnico. Pox otra parte, su aná1isis de los datos as bastante dgumso y no se limita a realizar una interpetaci6n meramente d d p t l v a , sino que idwisifiwniveles globafes, progresivamente compl~jos, ea SI d m l l o de 1á ~10mprensEánde estas noeíones, P m s apios después, Frank EsWatt s autores señalan que no aparecen efectos significativos de la edad. Sin embargo, ]El

en las *las que pnsexitm se pi1ede obsemm que la dispmsidn de las estimaciones

h w b s por los d o s lpegtleños es muy grande y siguen pautas poco regulares, aunque pude notase que dfcha dispeTsi6~paz- disminuir c o n f ~ m eaumenta la edad, Par otra parte, los sujetos de todas las edades de clase baja atribuyen retnwemci~ltlesmás %as a todas las mpaciones. Respato a la pregunta de si seda mejor que todos ganaran igual, los argumentas de los sujetos se c a k g o k o n en tres tipos: de equidad, de igualdad y de n d d a d . Los hallazgos iniiícaiz que son sobe todo los mayores, y predoEnñnsui@mentf:los de cIasie medii quienes tienden a rechazar la posibilidad de una retnbuci60 igttaliitana. Así, mientras que a los 7-8 años, los &OS de clase

mayoritariamente a favor de la igualdad de retribuciones, a los 11-12 años stí invierten los resdtados: ahora, la inmensa mayoría está en con- de una retribucidn igualimTlia. Es@tendencia evotutiva no es suficientemente desiamda en eI trabajo de los autom. M& bien ai contrario, éstos tratan de mostrar que las difwencias f u n r l a m e a ~entre loc sujetos se eexpiican por Ia clase a la que pertenecen más que por su Pdadf3, Para tratar de dar mgs peso a esta idea han reatizado otra serie de investigaciones en Francia y Estados Unidos, estudiando igualmente a chicos de dos a tres clases sociales, con el objetivo de comprobar la influencia del medio social. Kan resumido sus resultados en el trabajo pústesfor de EhZer, Ohruia y Dickincon media es&

(l990). La muestra estaba formada por 21814 sujetos de edades comprendidas entre

los 8 y los 13 &os. Encuemitran que en todos los paises hay un constderable acuerdo sobre el orden de retribuciones pasa las cuati-o ocupaciones: m&ico, maestro, cundu~tary barrendero. Sin embargo, los datas de Emler et al. muestran tambi&n

13

1990 en el que Sorprendentemente, en un artículo que publica Diekinson en el mismos datos, La autora rwoque existen diferenciasdebidas a la edad.

"

d i los

Ef mfmero toml de sujetos no oan~uerdaw n los datos que ofrecen. De los 218 eran 120 de su primer estudio del aña 1985 (en el cual señatan que ia m u e e la conformaron 123 sujetos). E;i nílmera total de la maestra francesa es de 63 mje'tas. Del bhl dde la muestra na-erima no hacen menoios (actitudes y sentimientos) y d)

e x p r t e ~ a l e a@wParia de su I%jecucitSIicon la tara). Sus objetivos espec~ficoseran de n a t u W a dexxiptlw~: los patrones de d w 0 1 3 o en cuanto al m~dmlrstlto del muada del &rabia;bocumeatiuIos aspectos que a los ojos del ni50 m 1 t a n m& dientes e Indagar sobne la naturaleza de las djfkrencias sistemzíticas en h orienta&i~neshfantües hacia el trabajo. &a muestra estaba compuesta por 905 sujetos estadounidenses d e Nueva Jersey dís~buldasen'4 gm@s de acuerdo a l grado que cwsaban (248 de lo; 257 clases sociales: Majadora, media y media de 3 O ; 249 de SWy 151 de y de dta*Los N ~ O S frieron entrevistados en siete owsiones. Los de l o y 3O fueron intmmgwia indivldualmmk, o en p p s en algunas tareas verbales simples o en las que se ut3imba material pictórico. Los mayores generalmente respondieron a cuestionarios escritos y a e t tareas ~ ~ verbales. Se utitizó una b a t d a adaptada de 10 insbumen$os consis~fesen cuesfim&s en los que se preguntaba sobre el mundo d& trabajo y las papeles ucupa&dar> de 10s padres; indagaciones con "hombresde MWnk'ip&€tico~ que buscaban explicaciones de fenómenos felacionados con el trabajo; ejercicios c m dibujas; tareas que representah una serie de ocupaciones m ategorizat y or&ar profesiones de acuerdo a un sistema de vaiores, e=. inves@a&n @q&mu~ las siguientes áreas: a) el conocimienta general sobre eI mundo del trabajo; #) la e~perionciacon el trabajo; c) 10s estados afectivos

Senala qne el whja ~ €gwsad? 4 por trss modelos diferentes: el que ha estudiado I a s conductas ~ ~ ~ C E o-cton~l T ~ I I {Giozbrg. 195I,i972i; et que se im &cada al prablema de ia que II~- 8 199,entre &as) y por algunos SacZaUw6~ pram [Comell, 1971; Hess y Tomey, 1968; niodd- d& &~um&t @k¡bp, 1963%%@hW6rs 1964; Pi%et, 1926).

h

de 7- G

h a d&dido +x&ir de las t a b h las me se presentan los tesuitados a 10s=jetos aducen son de tipo metodrñ6gico.

U ~ lprs + +BEOneBque

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~ p r c v i u

X&&OIWQS cmi el trabajo y sus kndem&s para eskrmtipar distintas ocupaciones

y df la eonc5enÜa & clase h

f rebcinnada con el trabajo.

M i d o a ks e e i & de m r&tados, en esta revisión solamente nos mf@mm a los ~ ~ ~ ~ I t a ~d oo~su t i v asociados os dyectamente c m nuestro trabajo. RSSpW@ ai prímer pmblemrt, eS decir, ias ídeas sobre el trabajo, sefialan

datos apoyan h de que el conocintiento de las conceptos econSmicos WEWS y sus T Y : & ~ esta M gobernado por un proceso evo~uiivo.Aunque los sujetos d@los prirntms cwsos e s w b diqmen ya de un canocimiento verbal de las distintos t6rntinos U i w l u ~ d o s ,sus visiones suelen ser egocéntricas y concretas pasa en W e s posteriores a ideas m& abstractas sobre el significado ~c.~n5mim y social del trabajo. Pr~bfemasw m o la obtención de un trabajo, las díf-cim en !nrnunmcidn y la autoridad 0cupacion;tl tambitSn siguen patrones muy s i ~ ~ i kLos u ~rjesdkdos . genedes n ~ u e ~ t x que a ~con la eáad las concepciones de los &OS van &endo cada vez m& reaR'stm, Así, se va viendo el trabaso de varias SUS

m m : a) un medio para obtener dinero (resp~estasque aumentan con la edad); b) corno una simple actiMdad y e) como un sitio a donde van las personas. Aunque fzee'tienternentelos Rüios se refieren at dinero como único componente, las

respuestas m& numerosas son las que combinan d dinero con los otras dos aspectos.

Los

aytofes sugi.ren qrte ya desde los 6 o

7 años los ninos comprenden el

del trabajo. Pero aunque ya sean q a c e s de reconocer algunos elementos

salieaites, fa m a y a la define principalmente como un medio de obtención de dineroO En cuanto a la concien& de dase relacionada con el w a j o , sus datos m u e m que aunque desde pequeños 10.0ssujetos tienen conciencia de las diferencias

entre los &tiatos gmpos ~ o n 6 m i w scuando , son mayores el coaoeimientode 308 sfmbfll~sde ame-. Respecto a las rau,nes de la existencia de difereates SDCiafes,

encuentran que desde pranto se manifiestan raices de m

wmprrodso ideolem en la mcionaliza~i6ndel s t W qm. Aunque las ideas vayan siendo vez m& sofistica$as, no se puede afirmar que incluyan un "esquema de clase" compiewmtt:&c&adu. Los autores sugieren que sus resultados coinciden

m n los encon@doii por Stmdler (1947) que reflejan que con la d a d aumenta la

ESmdzos prevfas

58

conciencia fobn= ias clases meiaks*

Sobze la @onceeade Zc>s conceptos de riqueza y pobreza encuentírui que a m & m e n t %su desarro31~es temprano y que generalmente va má.s alIa de la de po%~stiori@ materiales. Par ejsrnp10, al descñbir a ricos y pobre, la

m a y d de los &os 10 hacen en fenninos absolutas {en íos que adema del dinero se? menciona la pocesi6n O -tia & objetos o la imposióilidad de acceder a alguna§ M e s ) . Las respuestas de los sujetos más pquefios contienen mferencias slos -S m& obmmbies y p e r i M c 0 s mientras que los mayores son m& capaces de tener en cuentaatributospslw1dgícos o cDmjgrtamentales("los ricos son felices", "ios prbres es& tristes, no se pueden divertirn, ek.). Las mwltados que se r e f a e n a las causas de la pobreza, muestran que la mayorlía de los sujetos las asocian mel trabajo 00s ricos trabajan y los pobres no). Sin embargo, las respuestasi dé algunos de los pequeños generalmente contienen elementos fmtásticos (comohaber enconstado un tesoro 0 ganar la loteriaf y algunos indrcan que el "comprar cosas" (gastar o derrochar el dinero) o "ahorrar" tambikn es hnprtante. t o s evolutivos se reflejan en la tendencia a utilizar argumentas fatalistas como el hecho de haber nacido en una familia rica o pobre, pezo son $obre todo las -puestas asociadas con el trabajo las que predominan. Estas resultados, dicen los autores, revelan q u e desde pronto los niños son capaces de expresar una nrdipnewm.~conciencia de clase ya que en la mayoría de s ~ qficaciones s se observan alusiones relacionadas coa el prestigio ("ser importante"). No obstante, la menci6n a aspectos como la riqueza, d poder, la autofl&d, la h a , e@., que Genen que ver con lo que es una clase social, aparece mais tarde. En cuanto a la percqxi6n de deas distintas ocupaciones, Goldstein y Oldham ob-m que los sujetos no mencionan el t6rmino "clase social" cuando clasifican las &stiLntas actiyidatim de forma apontihea. En la tarea de estima& de ingresos {de 10 mupacion&, enconkarm que confonne van siendo mayores las atribuciones son mas realistas. E1 mocimiento de los mi% pequeños sobre el valor absoluto del dies muy reducido pro, la ordenación de sus estimaciones, mlacionadas w n las d& mnso de momento, reflejan que ya poseen cierto conoclmieata de las

e c i o n e s dadvas sobre una je~~qwféi de &tus abstracta. Por su parte, las 4 m c i ~ n e de s los m a y m mejoran a tal punto que su correlaezón es muy pareida a Ea ndh& par 10s a&Ztos.

Todos estos resultados Bevan a los autores a sugerir que el proceso de la

.. sacializrcicián orrufrctc-ianaf dum& la Waneia sigue una secuencia evolutiva, siendo tfsta muy pW&da st. los prttranea e~olutivosdescritos pata dar cuenta del desarrollo

g m d . De sta f m a , señalan que nz2e~~ras que el xrabajv en si mismo, en sentido L5P m f & & ~ q w f m u p m e de faEíZtZmos d o s de fa ablescencia y de da W t a , la p r ~ r m ~ ipara i n a;rmEURlr e2 lugar que se ocarpma en ei m& laboraZ y rot cretrimmrem denrra de una autli~i&nf@ctlcií5nocupacLo~aE,t.mpeza a eacuzaS

t m p r m {ap: el$. p. 172). Gold"ein y O1dhm ooncluyen que la manera más adecuada para dar sentido

a sus mi&d~ses la que apoya al modelo evolutivo. Es decir, las diferencias

cognitivas o b m d a s entre sujetos de distintas edades son de naturaleza u&dír&o& y diferen cudftatimmeníe en t&minos de niveles de soficticaci6n, abst**acci611, reaEismo, e*. No es que los nirios ifnlmente dispongan de una mayor infomacidn, sino q u e tamb'lén emplean estnicturas cognitivas más elaboradas para procesar di~hainformacií8n. Can Ias reservas y fimitaciones inherentes a este tipo & estudios, señalan los autores, es posible pxoponer la existencia de ciertos "estrpdios"en el cksarmilo de estos conceptosu.

a p r i m o de ellos, en el que se encuentran todos los sujetos de primer curso y iatgunos df: tercero, pirede ser denomínado ge~uu~mente infim-I en sus c o n m o n w s&re el mundo del trabao. Hay una tendencia a expresa de manera extremarIamente obvia su egocentrisnnri, a caemi-

10s fen6menos de acuerdo a

su sxpeencia inmediata y en funci6n de patrones tatalmente infantiles. Por ejemplo,

piensan que los podidm s m únpoTtantes porque

t4yudcu1 a

los niños a cmar Etzs

colles o que eif~~uema &lares repmenSa ~ r p a f o ~ t u ~ ~ . En el segundo ~staáio,m& qne sobre@wr el carácter mnereto y egocéfitrico, pu& wnsidefar* e:n una fise de trmici6n en la que están la mayoría de los determinadas por la n W t : z a t a ~ ~ ~ e rdel s aestudia. l Por eUo, indican, Estas t i m í ~ i o n e s dichos e w i m n e 4 s m t : s t e rmhuigídos hacia los contenidos y no hacia los procesos.

=&

sujrrtos die bxi%xOy q&ci azrm. Ademih de qzte Im niños son m& capaces para

m w a r mayar ~ t % . l a tde l U i f i i í b n , existe una aparente competencia para . Por otra parte, el realismo, la wmplejidad y la asimejw la infpara ~ ~ ~ f cv oe nr m e s sobre los fendmenos sociales, es mayor. Parece* por tanto> que ki 3 .que comesponde al quinto curso representa el chw en el d-ii~ e v o respecto a la comprensión de lo que s3f+nifi~ el tlabqjo. Loa autctrw 8 u g i m que el d ~ 0 1 3 cognitivo 0 subsiguiente - más aiiá de lo que les dxece.n sus datas sería un ni* de consldesable alcance que consistiría m Ltl fa&a& a una embriomwia. Esto podría ser asi ya que, según sus impresiones gaexiües, iw sujetos mayores manifiestan ya algunas "semíllas" propias de las ~ t a t &l. ctrabajo ~ de ~ las adultos. en suzata a los otros das facbxes estudiados, sexo y clase Fara spcImn6míeaa X m autahes no detectaron diferencias significatid. Desde nuestra pwto da vista, este trabajo a pesar de las limitaciones metodol5glms de que acfolace (instrumentrts variados, enfoque teórico impreciso), a p r h datos evaltltivossumamente interesan-. Hay que tener en cuenta que durante la &poca c=rt la que &e #a&&o, apenar existían trabajos de referencia y que las ideas en reíaeidn d mundo del trabajo, en SU sentido más amplio, no habían sido esriidiiada~SIn embmgc), los autares extraen cautelosamente conclusiones bastante sugestivas. i~W&pcidnde Goldstein y Oldharn constituye una lectua obligada #

-

tudos 10s que mtud'iris estos asuntoJ. Qtra be las investigacionesque merece la pena destacar, ya que desde nuestro u yde e -fas más extensas y detalladas, es la de Hans Furth. pun& w&m ~ ~ ~ ~ t i tuna se r m g e n en m ~ ~ ~ E S Z Slibra S publicado en e1 año 1980 titulado Sus pafa

2%e w r I d ofgm~n-U@.

& s p W o tielmait~ en un marco c0llsInictivista piagetiano r e - un estudio

zz M e n & oq~w existe evidencia de que conforme los sujetos van siendo mayores, sobre t d a duraste fa P d a w j , t)xl& $ffemn&w =&'e Metos prooedeutm de distintos medios socioeconómicos. En su WeWo 9o Be siso posibf* iditnrifim ese ya que Ias sujetos de &*tima curw, W d o a su ~lúmero,no af re6to. Pmoampmbafia mderen estudiar dades que comprendan hasta pudremd la &01swzesia.

sobre un amplio conjunto de cuestiones relativas al funciommiento de la sociedad. W a n k el maado dúlico entrevisto a 1%

sujetos de edades comprendidas entre-

los 5 y 11. &m. Su trabajo lo 1l.0~5 a M& en e3 sur de 1ngbaten-a en tres si& drstinto~:un puebfo pequeño, wra ciudad pequek y una de 200.000 habhtes.

El eontEmidu de la entrevista versaba en tamo a las siguientes cuestiones? zl)

--el

ai4%?$o,

~adarosc tlj@

bJ

ila M d n , *enni~%~aci6n,e*

r-*

&cfar* k ~ l l n ?6 * s &w paga?, ~qrriBnP

a ser

de los roles o papeles sociales

#C.]?

el dinero, su oIbi*nciOn3 su mlacidn can el trabajo, el banco

h fuac$únde La tíonila, fa procedencia de las merwcfas, e1 precio, etc.

cóf

Is esmela, su Puncióii en ia smkdad, la remuneracih de los maestros, etc.

- ~ p Spaga n a ?asm&.W&,

e)

j&

elopasarfa si no Rubiera mcueIas?

y e2 ed@n'o ?

fss Punciones del gobierno y la comunidad, etc. A partir del análisis e interpretación d t a t i v a de los datos Furtú propone

cuatro nivrles para describir el -0310

de los conceptos estudiados. Cada nivel -&ate una serie be criterios generales que incluyen las cafackrísticas globales de Ia conipr~nsi&idel funcionamiento de la sociedad y oms específicos centrados en la compmsMn del sistema monetario. A esto zíltimo Purth le dedica especial atemifin ya que sostiene que la comprensi& de La idea del dinero, su función, etc. consfituye un tema central en la comprensión de1 funcionamiento de la sociedad. m & pAmw nivel (hacia los 5-6 años), definido como elabora~iones

" Ea, ~ p e v i &que apl*

EnrPh contiene muchas m& preguntas. Las que hemos puesto son a modo de ejmplo pare cada una de los apartados.

y &W%=~~ZD 42 &fema in&-7p~et~~v@, lfos sujetos n o c o m p las ~

~w-W

fUnEñ011e.s M s h s del dinero y canfunden aque3los papeles personales y socides que

mnocen, Por io general no explican los hechos scx5aie-s que observan y, cuando lo fnarrrrn, sudea as0eiar10s rx>n a~~ntscimientos de su experiencia personal en

elaibc&aa@

"~ddícas"@&$X e~rat-iom>*.Respecto al dinero, piensan que

&te puede &tenersil iibremente y no entienden su funci6n: d o desempeña un papel

fiM en d &&xanbio de wmpra-venta. EL cambio que las personas reciben de la

compra mstituye la prineipai fuente para obtener dinero. Es e3 segundo aíveí. @ominmte entre los 7 y 8 años) d e cornprensibn de 2iz.s J W c i m 8mides d@prfmer d ' r m los niños empiezan a comprender que la función de1 dinera mxsbte en ser un Instrumento de intercambio. AdemBs, en situaciones &.milirues y excartas ya distinguen el acceso desde un papel personal a

una s o c i d . Sus Msiones de los hwhos saeides, C8fentes d e un sistema interpretativo, m8an b8sicamente centradas en las personas y siguen siendo "lúdicas". E3 orden sial se percibe como est&.iw. En reZaci6n con el dinero, comprenden que éste se en-a a m b i o de merancias y entienden ya cuándo se debe recibir "la vuelta". Sin embargo, aún no saben 30 que sucede con el dinero que se paga al tendero. La reIaEidn eiltre ía compra de rnen:anciC1as por parte del tendero con el pago que Te hacen las &enes también mtLi opaca para los sujetos de este nivel. siguiente nivel (dominante entre los 9, y 11 años) lo denomina sistemzs

paxi&$ en c011$3'ct#porque el niño e o w e sistemas que le permikn htexpretar los acontecimientos socia2es m& &á de las ~ b s m c i o n e sde primer orden. Las visiomes de este nivel difieren de las del anterior porque empiezan a ser "funci~r&es", es decir, adaptadas a la realidad social. P-O estos sistemas atin son garC1dies o In~mpldosy, por tanto, conducen a.que se produzcan conflictos cognitivos de los cudiles 20s nififis pueden ser m& o menos conscientes (en el. nivel aníedof el conflicto estaba ausente]. El niño entiende de una forma cualitativg el m w i s m o .rle compraraventay la reinmemci6n por el trabajo, pero a&n es incapaz de: ten= en menta 1% diferencias respecto a las hechos personales y los propiamente -,

"

,,

~n ~ j n a m hralisjo.tambi6n m s hemos e11coniradoeste tipo de ideas, Panecridtic~, t.nplicatetüw mám d a n t e -

hemos prefefieio %malas

ilbwibspm

63

scddes- ffmman%k&&6nde estedesequilibrio cognifrvo es la utilizañon FI parte

í s &OS ~ de I;as h i ~solu~mies & ~ de w~npomiso@r ejemplo pensar que el gobimo es el que ame prze ducionar toda tipo de problemas) junto a wia manera de X'W?QnW en udbección, 5iltho permite que se redlos @lemas co@f;ivos asf como el mculxhxkrito de la parcialidad de sus sistemas. 'Esi ff:faCí.& al. &stema monMi0, los niños ya comprenden qile el tendero l n ~ ~ ~ t para n ~ f reponer a ~ h que se han terminado pero todavfa no ccimpra enximden la &6n de ganancia, por 10 que pueden aceptar que el tendero compra la m & gor el mismo p&o que la vende. 33 I : ni- (& qw acceden sólo algunos chicos de XQ y 111 &os), que F& denmarca 8-CD concreto, se caracteriza por la comprensión del xEWmxiSm0 b&&wde htercambio rnonetsirio. Los sujetos reoonooen que el dinero es la base de las actividades &es. Además, son capaces de darse cuenta de que dspenaiwddo bd wnmto y de las necesidades de la cocomunfdad, hay diferencias mtrr: los papeles prsoates y las actividades propíomente sociales. Bs decir, por lo gened ~ t a b diferencias I ~ wtre los hechos personales y sociales. Los conníctos wgní.tivos qve se presentabm en el mvei mtefiof, se van superando más alZa de las ~lucionesde compmmiso. No obstante, su camprensiOn del sistema político y de las funciones de3 gobierno san aún imprecisas, obse~ándosetambiéfl una fdta de sisfematiaaeidn en wwtiones relativas a las neoesidades de la comunidad, las tra&cimes historkas y 20s símb01os cii1Qmles. b G Gde &e ~ nivel ya comprenden la nocirfin de beneficio o ganancia. Saben que el mdero compra fas mermccías a un precio menor del que las vende y que asf obtiene el dinero necesario p~irasus propios gastos. f)e ;acuerdo a esto, Furth sostiene que en comparación con el pensamiento adIiIto hs c o n ~ i í o n e de s los pequeiios (5-6 años) relativas al mundo social estan

de&&

por

sigufates carrcben'sticas: a) no existe una difwenciaci6n entre

las papeles socmes y ~>ersonales;b) es ef deseo o la voluntad personaI lo que dekzrnh l a h=fu>s saciales; c) se aplican reglas conocidas a los acontecimientos; d) la r d d a d m~iaf-6 libre de conflíctos; e) no hay una perspectiva temporal o diamdni~adé: los suce5os sociaies; f) los hechos se identificanpor los aspectos m&

sUpemeia[es 6e m p l o s muy ~ 0 ~ 0 g)s el ; pensamiento del niño está fruidamaat9ente basado

rtn

su experiencia particular; g) el dinero es pezsonal y

maxxetu; h) la wtE&.acl6n dd dinero en el intercambio de mercandas es vista como

un &u& i>el dinero se puede obtener fhitmente; ;j) el dinero es producido como ~uatquierotm bkn material y k) el gabiemo y la comunidad no tienen ningún se-ntirk,,

-%m %urnmta la eüad la mayor m I i c á a ñ b t r de SUS h-htas

experiencia social de1 sujeto y la

cogn3tivas le permitir& ir despqjandose de estas

ideas f: ir comprendiendo de una forma gradual la intarelaciSn entre los distintos aspectas y ia diferencia entre los hechos personales y los pmpiamenk sociales. En Uneas gendes, pademos decir que Fuith realiza m gran esfuerzo por dar consistda y solidez a wte campo del conocímiento social. Sus datos nos

m u e s ~una , vez m&, que d d ~ 0 3 l de o las ideas sobre el f u n c i o ~ t de a la sociedad no sbn debidas a la presi6n o influencia del medio ambiente, sino como ~ E d a ,y muy enfLitcarnente, asa' ielg.mm caraciteitrsrica5 intente y see~11ciaúnenre c o m i s t m e s pueden ser mrmaJ¿im delpemrmiñeafosocid en m gran &ero

y

RS

posibIe obse+var c d b s ~ u a E t m ' ~ oen s &?m co$om

de ñiiaos

Eos sujefos son

mayores, estm mrcrL.e&cicas mmma pueden ser interpreradas como estadios del desar*~@~. cit. p. 11) Como veremos en las Iiáginas que siguen, los presupuestos que pfantea Furth fian servido wmo pxtnfa de referencia para la formulación W r i y~la interpretaci6n de 10s datos de bas?antes babajos que se han realizado wn posterioddad a su estudio, Aunque su inv&$igaci(3ncene un gran valor, sobre todo cuando se trata de

un estudio ~=~ploratono, consi-OS que es necesario a p n w algunas cuestiones. por ejemplo, Furth no tiene ningún reparo en aceptar de m e r a abierta qee es UQ actSdmo defensor de las ideas piagetiana9 lo que, sin dud;t, es bastante psitivvoy agagradw ya que muchos autores, con la htencibn de ser originaies, m& que apoyase en nn modelo consofídadointentan en muchas ocasiones ponerlo a pro-. En esta Ifnea, Furih swle presealar sus resultados, como lo ha& Pmget,

Wmpreriarr

6.5

de forma amplia e i r a c l u y ~numeroms extractos de las de los &as y zex&zan&o inkrp-cimes contínuas. S u 1 embitrgo, desde nuestro punto de vista, dgunoii ~db6.mque aa>n muy importantes, muchas veces no se resaltan lo rmfIc&i& q~&mdoa'duidos m el -o. Adema, al estudiar tantos problemas, el a&Hsís es dem-o ex£enso lo que hace que frecuentemente se pierda el hilo orindwtw ya q m a veces su& tratar varios aspectos simuitáneamente. Cbtx todo, nos parece qas e3. trabajo de FurUt constituye una de las mejores aptaciones al campo de 1;1 ínmtigaci6n evolutiva sobre ei conoeiraiento de la o-iza@idn

social.

A r n ~ t g i w i ó nvamas a CoBlentar los estudios realizados par un grupo de

inw13moras i&&masl wnstituido en torno a Anna Bmilia

&rii y Anna Sílvia

hmbfi, que haa Wwdo a cabo un det~l1adoi m t a ñ o de muchos de los aspectos ile la w m p m s i d n (4e los prob1emas econ6micos, asf como de otros aspectos de la T%-&&~R drrl mmdo &. F%rb de sus irabajos e s a recogidos en su obra I I mondo econet hm&im f1981), revisada y traducida al ingles en 1988. Lós trabajos de estas antoras se apoyan en la perspectiva cognitivo-evolutiva. U~jizandoel rn6t.d~cu'niw han estudiado muchos -tos de la vida económica: ftl origen del dinero, naciones de rico y pobre, la adquisioiiin de riqueza, la mta&6~trabaJ+renauneraci6n, latas funciones del banca, los medios de produc&dn, la idea de propiedad, etc. de supaner, en esta revisíón comentaremos sólo parte de sus trabajos. Eksmamrnos apuceItos que st: encuentran más cercanos al nuestro: las

conce@ones infantiles miaths al mundo del trabajo y las rdacionadas con la desiguaIdad =id {nociones de ritp.i jr pobre y fuentes de obtencidn de zíqueza). En primer lagar expondremos sus resultados concernientes a la idea de

hbafo y

=UII~~&&L

Entrevistaron a 60 sujetos de dase media de edades

cc)rnpnen&& entre 10s 6 y 14 &OS. La entrevista contenía una se& de preguntas e * a ]as m o n w por las que $agente tmbaja, los tipos de t m b a j ~ s

conrxidos y sus idea$ acefca de la remuneraGir5n. Respecto a esto bltimo, se Y

mayo& de los trabajos hacen P ~ M L S referencias a las respuestar. de los sujetes y a los cambios pmkxei~docan la edad. cuIUiWyc-3 que BQW

pmgm335 espdfbmeil* q@n pagaba y de dónde se obtenia d dinero para pagar a gstas cúlcocmpcionm: Wbajadat de una t3brica, conductor de autobús, maestro, granjerr, y rn&im*

33 d i s i s de los datos les B w b a identificar cuatm niveles en fa comprensidn de estos aspectos.

El pxirne-f &ve1 {entrr: los 6-7 &osf denominado intercambios monetalios Irn$~iipa%@ se prx una ausencia de ideas acerca de la producción y por 3a incilpacíídad de 1- pequ&o~ipara representarse la circuhirin del diiero. Los trabajos g m mencionan son escasos y pom q r e s e n h t i ~ de s los diferentes sectores socialles. lLas idas dr: LO que es tlll trabajo son todavía muy limitadas y suelen redtlcifse a actividades muy cercanas al niño. M, reconocen como trabajo lo que hacen sus padxes u O$TS perrsona5 familiares como e$ maestro, el medico o el @uqw.m. Las t6mÚnos "granjero"y "trabajador de una fábrica" (introducidos por el ul.enrnerr.tadorj tienen un sigxxificado vago e impreciso, E3 primero es asociado da: algana foniia con la vida en el campo y el segundo es iden=cado con el albañil, e$ fontanm o el ela;tncisbta, Cuando se les pregunta si ganan. dinero por esa actividad sus respuestas siguen siendo muy confasts: a veces dicen que "sacan"dinero de sin saber cómo o qul& se la da festd m tut madero y lo c ~ g e n ]otras , veces señalan que e1 dinero se I o da una perconcreta, generalmente un "cliente" o benefici.mio del M a j o @asmadres pagan o la maestra, al m&ko, etc.). En estos últimos casos, las relaciones tmbaju-dinero se reducen a un problema de dos. uno paga y otro cobra, o inciaso ambs pagan y cobran a la vez, m o s ~ d de o nuevo la naturaleza m& ritual que ecodmica de estos intercambios. Lo que par- claro es que para los niños de este nivel es prác%icamente imposible inferir de d6nde procede ese dinero. Bn un segundo nivel (sujetos de 6-7 años y algunos de 8-9), &una& reEactorres jejdrguifcas eñtrt. Eprs que drabajQn Y los que pagan, se observa quf: la V i ~ i 6de~ las refadonea eecuridrcas es m* w p l e h y el rLher0 de actívidñdes a las que 30s chicos refieren aumenta. Sin embmg~,siguen sin meneíoniti: al trabajador de fa fIiknca y lo siguen asmiando con el albañil.

C o n f o m aumenta su conoci&ento sobre distriitos pos de m a j o s y los

Jwwdh~anae

67

wmienzan a e n b d e r que fa retñbueI6x-ipor eI tmbajo puede provenir no s6Io d~ 10s cfient%~ o batefciañas &.recios, sino tambi&n de un 'Ijefe". Por tanto, se ernpia ~~~ m1aCianes ja-árqaicits entre el que trab4a y el que paga, a emp1.ado y du&o o jefe. Pao algunas de ias dificultades del nivel

ant&or siguen e s k ~ d om t e s : %OS huios no son capaces de explicar de dónde obíiene el jefe el &m para pagar los sueldos de los empIeados, y term* acudiendo a fuf?nWu>mo d banco r, el gobierno. Como se ve, la idea de que m i'ftixna i m W a el dinero puede obtenerse libremente no ha desaparecido por camp1m. terceÍ&v&

(suletos ds:8-15 y 10-11 años;), gemr(zIizc3c:idndro las relaciones

Je~dq1u'ccxs~r e p m n h una gmd12hici6n indiscrirninada de la rdaci6n jefe-

mpleado: en todo

*

de -o

existe un jefe que es quien paga a los Majadoses.

Y el origen U k fuente de dinero se insütudonWn aún más que en el nivel anterior: son las bancos, el ayuntamiento o el gobierno los proveedores de dinero.

modelo ibve en ocasiones a ofrecer respuestas incorrectas, permite d.di50expíim Iii forma ea que vIuias ocupaciones son remuneradas que, señalan las autoras3 muestra una mayor ~apacidadpara establecer más relaciones de la actividad ecan6míca. En el cuarta nive1 Uamado &00rdhcgn de vanos i n t e r c h i o s econOmEcos se Q ~ W W una~ vksibn m& :smpleÍa y articufada de las relaciones econ6micas. LQS sujetos puwlen rep-n-se la cX~cUñaci0n def dinero en la relacidn trabajommmm&&ny entienden que el jefe paga a sus empleados can el beneficio que oatieae de fa propia actividad económica, que puede ser la venta de rnercancfas o Au1ique &&O

de ~ & - ,A-&, distinguen entre actividades profesíonates, que son pagadas dkt9nientp. por los c1lentes o benefiWas, de las que esfh mediadas por una daci6n laboraf jerbrqui~a.TcKTas hs sujetos de 13/14 años, más de la mitad de 10s quina parfe de los de 819 años akaJIzaneste ifltimo nivel. de 1#11 y &o be^ y mmbl mnc1uyen que las tmdeti~iasevolutivas en la comprensión de a t e problema se pueden in&s,mar de acuerdo a los siNentes paráme~os:a) el n6maa de frgum econ6micas que 10s niñas reconocen; b) el tipo de relaciones que se estalrlect: en- Mas o algunas de las iigum y c) el sistema general que se

m m y t : medhte estas refadones. Por tantu, Ia visi6n d e los sujetos de la rrrlacidn

% d X d a - n : r n ~ 5 n ~ I D tan& S de tipa cuantitativo ~ornocualiMvo. Cano ya Uidicamos, otro de las a s p x m s estudiados por Berti y g O a que e ~ : ~ % ~ estrecha tta ~elaci5ncon nuestro trabajo es la comprensión infantil de

1 s fuentes &e obtenCt6n de dinero.

35%

esta

e n ~ v i s ~ oa nniños más pequefios. La muestra estaba fictmwda p 1-00n%iositaUarl~sde 3 a 8 años de edad, pertenecientes a la clase media. B t ~ ~ d esm h r edades teda como objetivo conocer las primeras ideas relativas a este wnceptoPartiesido Gel hako de que la comprensibn del dinero y su funcionamiento

de 10s sajetos menores era reducida, se inició la entrevista moshandofes dlliam y pmgunt%ndoIaquie eia y para qué se utilizaba. En el caso de que el niño reconocíera el d i a m y sus funciones, se le preguntaba por la forma en que los adultos obtienen el dinero. Si memionaba que a trav& del trabaja, entonces se le pedia que Qerrt si existen otrris formas de obtenerlo. Además, se indagaba sobre el

gor

y la ~ t r n u n d 6 n de sus padres ( j q d tratajo rmiiza &padre?, iquién le

dsa el iSr2lraera8, $sor g& se la d a ? , elc.). Por Ultimo, se le preguntaba sí tres &jos

que pudiera conocer (sefiar de la lírnpkza, conductor de autobús y

COndumx de hen) eran pagabas y por quikn.

Cuando 108 peque-ños no recon~ü'an el dinero o n o mencionaban el trabajo de ab&ncidn de dinero, se les pedía que dijesen en ddnde estaban sus como padra m ese momento y qué estaban haciendo. De forma similar se hizo con las E P ~ S ú e w o n e s , y si mencionaban la idea de rernuneraci6n se segufa con las mismas preguntati señah%s anteriormente. N ~ Bertí y B ~ m b i describen ~ diferentes & n i ~ e i e de s coneeptmlización & respuestas de los sujetos. Estos niveles son los siguientes: m N i ~ 5j (3-4 &S).

No ha~tveImi6n entre el trabq-Oy e2 dinero que se paga.

U mapn'a de los ~ ñ o de s esta nivel no son capaces de comprender el problema de la d& de &a&& de dinero. Algunos no entienden lo que es el dinero, otros no s&m &mlo &ti-II los awta y otros no comprenden que éste se gasta. Por m@,no existe una mlaci6n entre trabajo y remuneración.

2

f$-6 WS).

S&

á @abajo de sus pudra es pa&.

&%&do & s ~ t j w mpiw a eHabIecer una r&&n

Un nikmerro

entre- trabajo y ranuneraci6n.

zex3n-

w m tr&qjo ~ la actividad que desempeñan sus padres. resto de k ocWanes no las canciben como trabajo por 10 que no son reamxmdas @0r ejemplo, para que los candudores o el señor de la limpieza % abargo,

P

d

be s nesmario ~ que realicen la misma actividad que sus padres).

lta fbmm m;5n wt& de obtener üinero as ir a la tienda (con la "vuelta") o al banco. Mv&I3 f6-F'aAo~ f. Tomlrk~se pagm D ~ tmbajos. S Exr este nivel fos sujetos ya menque otros a j o s pueden ser pagados, aunque aún persiste la idea de que e3 dirrero se obtiene en el banco o en la tienda. Las razones a las que duden para justificar ;La r;emune&& a ~ son n muy 3rnpdsa.s. Por eJempio, @unos piensan QU.8 lragar por el W s $ o baojs una obligslci6n con amenaza d e sanciones (si no se paga por el trab&o @iZaá~ se puede Elamar a la policia). En los a s o s en los que se mxmws qire ei trabaJo se paga, por la general se piensa qm es por razones que pueden ser 3tlamadas "no retribativas", es decir, el nirio lo ve sdlo como un hecho que siimpfomentp.sude. Algunos sujetos creen que existen razones que suponen una obEpi6n le& o momf o se remiten a criterios finalistas (tales como la necesidad

de qne esas que traWjan no pcrmanezcan sin dinero). Wna idea interesante que se encuentra entre los chicos de este nivel es la de que es 0 n pagar px el pabaJ-ti. Las autoras no realizan una interpretaciión de con-i& p que argumentan que el interés primordial de e s t e apartado es e1 trabajo wmo fuente de obtencidn de dinero. amdio 4 f7-8 @os). EI rditsero se obtiene S&

trabajo. Los sujetes de este &m r@acidn entre trabajo y remunetaci6n. Para conseguir

nivef ya e~bb1dinero no kay otra f m a más que t&jar. NOobstane, todavía dgunos piensan que *unas actl~i&&sno se pagan ya que aÍui na eniEíenden la manera en que se realiza ea pago*Las justifimciones que dan pata e x ~ l i m par qué se paga Y la forma en que ;ehílc& pp&m dr:nominm "retributivas", ya que los sujetos conciben que el &tlaa e praporreionnal al trabajo rediza80 y porque ''se ha d h qni= babajado". &tan que las respuestas de los pequeños, p r ejemplo que no

79 sabE-n OrSrno se obtiene el d1~1:m o que piensan que cuando se acaba el dinero es Gcil

d b o h a en un mjh, corresponde can lo que plantea Piaget (1926) en wr B b Ln riépr&m*4)n mnde citrez I'e@aaf. Es d e i r , antes de h s 5 años h ~ ~ B C S I Ose S g q ~ i t a r wbre r el origen de los fenómenos n a t u d e s y tienden a txp2ísin tenex ea ccuenta las causas que los producen. Sus argumenfos de por pnc031txarla

gu6 las osas existen y su funciibn, suelen centrarse sólo e i ~lo que satisface las n h u m s s , X%qm&-b, el finalisrno que estA implícito en este tipo da ~ftn-$onw se terma explícito dando lugar a aemcias en las que el mundo l d m & , a& corno el humano, obedece a reglas morales y son los seres h u m o s , mediante su pmpia 211:eXvidaii, las que producen el inicio de los objetos y de los ac~n~irnientos natuhsls. Es por es&, dicen y BQmbi, que los n30s hasta los 5-7 años (segundo nhel.1 dan por hecho que el dinero está "ahí" simplemente porque es 11wxsmioy al intentar explicar la forma en que fa gente la obtiene, &SI respuestas como i x al b m , a las tlendas a a3 trabqjo. En otras palabras, su distribucidn es $&iba a motivos finailistas; püría s e r desastras0 que-la gente no hMem nada d e &en).

Por otra parte, las autoras también relacionan el desanmi10 de la idea de remunelacidn con el nivel cogisitivo de los sujetos. De este modo, la desaparicibn de las amcepciones f 5 m I i s a van dando paso a la mcomgrensitin de 1a relacicjn entre tmbajo y s e m u m c i 6 n , nocibn que estatía en estrecha refaci6n con el desarrolfo de rcts operaciones de c3lasificac56n y c o m ~ c i ó nDe . ahi que algunos sujetos piensan que es neastrio pagar por la rdzaci6n de un s e ~ c i oy que otros señafan que dicho pago &be be ser proporcional al trabjo que se hace (diferente cantidad de & & q j ~ - d ü ~ tmtídad e de &ero). Al mismo tiempo, dicen Berü y Bumbi, es cuando Los -5 e r a p i m a concebir que la distribución de las recompensas entre en &ncidn be una justicia retributiva [cada cual recibe en proporción de 10 que ha da-, aswto relacionado con las operaciones de clasifkaciOn y carnpensaci6n @aman, 19773. Qm de: 10s *OS que han investigads y qm se encuentra di-nte re1aci~n& m n hs antenibí~~ es el de la concepcidn de los sujetos de la estrat3fi&~n/d~ig~&dads o ~ i ~ n 6 m i c aA. raiz icfe los datos que hemos iguales

C

O

~

~ W O los ,

qwt se observa que 10s niños mayozes tienden a establecer una

mttr?riqueza y trabaja, S

i

&rLi

y Bambi decidieron indagar si esfa relacídn

e&abhfa igualmente entre nifKis ítalimos de clase trabajadora cuando 10s v de la f d ü a eran insaEdentes para estar en una "buena posiciSnMeeoaií-

mica.

Esa vez e1H~erri9-

a 100 sujetos d e 4 a 13 años. Las primeras preguntas

st&memmitlact8$a mecer fo que el elniño entendía por rico y pobre j s b qué

signifi~g dco~pob~??, g& fimflfa e$ rica opobre?. A continuñci6n se preguntaba la forma en que ía gente Hega a ser rica o pobre y se e~cpl~raba si los niños creián posibles les cambios pñx3nddws, E3 mWi4lb de los datos lrts IlevO a @&orar los siguientes M v t O. A& $den. Las niños m saben el significado de las palabras rico y

pobre* Nivel 2. C d ts+das SUB ricos. A los 4-5 años la mayoría de los niños W n e n a este nivel. Los sujetos pieasan que cualquier persona puede sacar

diem de1 banco O de 'fa tienda y, por eso, ven la pobreza como una c~ndiciiín de este nivel los pobres son los que no tienen dinero o ex.^^^. Para los pertmmcias, o tiaen menos que otra gente; la palabra rico no significa que tienen &=o y posesiones m abundancia, sino que tienen lo suficiente para satisfacer sus a m d a d s b & m . Por ello la mayoría de los sujetos identificó a su familia ccirno

&a,mostrando, asimismo, una idea de acceso incandiciond al dinero. La pobreza como una condiciitn transiiona en la que e1 pobre -o apuellos que han gastado su clinwo- yuede recupm la condicidn d e rico de una forma inmediata. D i c b de otra forma, el pobre deja de serlo en cuanto vuelve a poseer algo. Mwf 2,ms gue rr&q& solz ricos. Hacia 1 s 6-7 aiios, los niños siguen pa&o que su familia es rica. Sin embargo, ya no creen que el modo de obtwer d k w m " p d o a la genda o al banco"; la dnica forma de obtener dinero es "ir a abja". Corno casas exwpcíanales piensan que otra forma de wnseguír dkero ganar la l ~ e a recibir , una herencia o reafizar actividades ilegales, $am e en la que muestran el nümeta de mjetos adscrito a cadauno de 10s niveles, no qareoen la* ~ j a m 6 12-13&a.Las autoras nrr explican el par qu8 de su omisióa

72

a!w&usp&

N w3, ~ EOS

?&QS

son los gue más xr&@an. Aparece fa i d a de una

conaíci6n inEmXIe&ks en* ROO y pobre por Furth ex al. jII975) y Barnon IX97'73. La primera es que en un primer momenta los niños tienen dificultad para b w r una disriPlci6a entre los fen6menos sociatea y los naturales y conforme ei mundo va adquirienda sentido, los sujetos gradualmente serán capacres de establecer dicha distincidn. 'Un segundo mgo que m c & r i z a , en principio, las concepciones infantiles relativas a %arealidad social es el extremo "realismo"(Piaget, 1926) que contienen. La conw?neion&ldad de 1% normas y las instituciones se encuentra ausente en su conczp&n d d mundo, Los fenbmenos smiales son percibidos como objetivos y exfemDs al in&Mduo: son proyectados dentro del mundo natural con el mismo estatus onml&gicoque las leyes físicas o los objetos @or ejemplo la tendencia de los &%os a trquiprm ei vaím de las mercancias can su tamaño fisico). La disminuciSn & ]e r&reatismo y el reco110cimiwlta de la coavencionalidad de las nomas sociales e Itlstituciondes, es una de las principales tendencias en el desanallo de la represenitaciiiin social. m t t , lugar ~ se encuentra la tendencia de los mños a representase el orden SOCM wmu ~ u l @ d de o tri coercián y constriccián heterónoma rn5s que como pPincipios Utmalizados o acuerdos mutuos. Esto se observa en su incapacidad para c o r n p ~ n dla~~mplejamciunaüdad de muchas relaciones sociaies a para darse cuenta de lar, inbdfies subjetiw de los otros. Can la edad, la dependencia en

& ~ m i i t ~ yye los saetas van siendo capaces de msiderar las h%emdon wbj&vas ~ de los otros asf como ia racionalidad de las relaciones socia2es. -S

la vi&n de 10s pequeiíos del mundo mcíal mt& orientada hácia aqiudia -S mbs plXpt&ie~:los individuos y las acciones de los indi~iduos. paso deb &mpa, 30s C ~ ~ C Ovan S siendo más capaces de establecer relaciones 10s k d 5 v i d ~ ~ y,s otasianam~*, entre sistemas mas complejos, que S& la ?msprura expEw fas ~ i o e 506Sles. s stigh B & estos d I a d o 5 confuman la existencia de patrones QIZ :ni des~wmlbde los mceptos socides similares a los que Piaget h% b d m para WWfiw eurso evolutivo de la representaci6n de lm fenómenos reiattvos & mulfdo %sic0 y k5gicv-natem&ticu.Por tanto, señala, el desarrolio del ~ s n ~ ~ i l i i a idel e ~ tmundo o socld va R3dS ala de ser una acwzulación graduad de i@=idnd e.pen'ema y rZeJut2cdo~c~dItarrcEa.~a SU z~tga:~, SO d r a t a d~ pmgm-dfz dri & f i r d~ o s crraltdvffsde representar&? la cumpremidn sobre el mm& m w v o fo c d f Cap. cit* p. 813). Es &den& q w los sesu1"idas que obtiene este autor son bastante afines y consistentes con los de los estudios que hemos ido comentando en el transctzrso de esM exrposicIdn, Sm embarga, a pesar de las similitudes con los trabajos previos, las cone1usionlrs gup, B d s extrae s a m% completas y el tipo de interpretación que M e el punto de vista t-o, bastante coherente. A continmci6n -0s a comentar el estudio realizado en España sobre ma seríe & problemas ~t:laC40nadooscon la ~omprensidninfantil de la organización Final-,

saciai. Este ha sido llevado a d o por un gnipo de investigadores dingidr, por y Juan DelvaP. Los resultados se recogen en una memoria de et af-,1992) y en una serie de artículos publicrtdos durante 10s in~egtíga~i& @&VA, 1992; Delval, 1994a, f994b; Delval, Enesco y Navarro, 6lSrnos

kW$;Navarro, Enesco, Soto y Delvid, f993)-

x w mobjem $-eral

ha consistido en explorar, desde una perspectiva ~ n s ~ V jd sd w ~ 5,1 l o de las ideas subre el funcionamiento de la sociedad, así coqm&$n de los elementos que conforman la organización social. Para -0

em, e f a m o s una extensa ea.&evista que a p ~ ~ utiiizando s , el m6t0d0 ~

1

~

~

EmfdzesperiMp .~

88 -

-

-

a 82 sujetos madnleiMs de 6 a 16 años pertenecientes a dos nivel= -6 m d a l y~ bajo. El nivel económico de los sujetos fue en fanci5n del cofe@aal que asistfan y de la profesi6n de los padres. h ~~~ WBW&una & de preguntas encaminadas a explorar los Sig?uOmma s-: aS desc:nipc2dn de ricos y pobres Q q ~ r ?es un ricdpobre?, g&n~asept. h *s/gobw?, 210s d c ~ s @ ~ b rtrabajan?. es e&); b) esh+atacacE6a twdaf Qni Cem: e o pbire?, j d a d a E a geme es rica o pobre o hay alguna p o *

ge&

.

qhft? atrz @ScZp,

z@d m

&% ~~'COS, %pobres k

O...

?. etc.); c) movilidad

&m?, un rico se pwde haeer pobre?, e&); d) CIQ~&F& destgaaX8ad socjai (,.por quk hay n'cos y pobres?, jsiempre rlco~ y p o b ~ ? jtiene , qm seguir habiBndoEos?, etc, ) y e) soluciones a Irr desipa1aStd soelal Qprrdru hacerse atgo para qm.no kwbiera gente pobre?, jseria &wm &&~!doI, $algaren podría soI~ca~owto?, etc,). Las re!&@dls que comentaremos son los que se relacionan directamente con nuestro trabaJo, a saber: iks&pciión de ricos y pobres, la estratifícacibn y la movHi&d social. En rdau6n a este úItimo aspecto, nos detendremos a explicar los pdsla m

p&ñ& heme

hallazgos con cierta detalle, ya que X a concepción sobre este fen6meno constituye ei

terna WW de la ptasente in~estígaclbn. Corno*remos, numtms datas muestran tendencias evdutívas muy parecidas a las mcontradas por 1- autores que hemos ido describiendo en el transcurso de esta

revisidn. Comenzaremos exponiendo los resultados relativos al desarroF1o de las ideas un &Q y un pobre y la ~trat%ü:aciOnsocial . sobre lo q& de 10s más pequeños (6 años) de lo que es un fico y un pobre se ~a en aquellos rasgos externos que son los más c;en- rJe m d r , ,=& w . r i y o s y =etjd&&os.

c-6 6 0 &

Eni coherencia con esto, les resulta difícil pensar en

inmg&os entce la riqueza y la pobreza, idea que se manifiesta también timm que reflexionar sobre su propia situaciSn social. Sin embargo, ya un

n ~ m m & &tos (aproximadameate el 50%] considera que a un nivel infermdio.

su siniación

--

3 3 ~ ~ e f f c r o d e b l a c l a a e ~ qseuhaobservado e es en su visl0ndela

ea la sociedad. Los &os de cíase media-* piensan que h y m8s &os que pobres, míf:mias que casi la mitad de los de clase baja creen que hay eyobke tsdo geak pobre. Esta diferencia se va a mantener sufriendo algunos Lambi-ag a lo -O de las edadeJ: pska%mes, E&& 30s 8 e s los &OS empiezan a incorporar nuevas ideas acerca de ricos &bu~ndolm ciertos -os pdc016gicos más al16 de la mera apariencia Y & e&@, sus ikscri@ones siguen siendo muy esterwtipadas. Por otra casi tados tos sujetos de esta &id conciben y un nivel intermedio entre ricos y p&oes y se sitúan a af nnlimos en esa pasici5n econbmica intermediaF una &n&ncia camiTxr en ambas h e 5 sociales y que se mantiene hasta, la adolescencia. Ziis di-cias entre clases socirúes se manafiestaa nuevamente en la n=prsenbc%n que 'tíenea 10s niños de la d i s t r i b d n de los p p o s ewndmicos: los de clase media-alta piensan que la soeredad está fumada mayoritaiiamente por psoonas de n f d intermedio, mientras que los de clase baja se distribuyen entre los que pimm que hay m& pobres y 10s que consideran que hay más personas de nivel media, Paza los p m d 0 1 e ~ t e s ricos , y pobres difieren no s610 en rasgos externos y psic01~6osfestos tütimos destacados en estas edades) sino también en el tipo y d i i d a d de trabajos y, por tanto, en la remuneraci6n. Hay, además, una conciencia de Si-

y @ZX%

basmtr! desarrollada de la e s d a ocupa~un2cl.Con respecto a la percepcidn del

propio estatus w n d m k a , es en estas daddades dande encontramos la tendencia más marcada a siMse en 1st media.

En cuanto a las descrípciones de ricos y pobres, observamos algunas diferesdas entre clases sociales: las de los chicos de clase baja siguen siendo

notabfemente estereotipadan. Adem&, estas discrepancias se siguen manifestando a la hfior;i de d&scrib'i la distn'bu~i6nd e los gmps económicos en la sociedad, h s cambios que se producen en la ado1escencia (hacia los 14-16afios) son los siguien-. ~ u a n d olos jbvenes describen a ricos y pobres introducen una nueva caractori&ca que es Ia referencia a SU comportamiento social, su educación o "cuLturam,aspectos que son, obvhi~ente,mucho menos manifiestos que los rasgos

Esnrraar ~

-

D

J

90

E Z C W ~ AdeiMs, ~ ~ S * atrr, cxtsnb10 intensmte en la ad01aeencia y, muy especialmente

a las 16 q* ikrs sujetas empiezan a reconocer de fama m* realista su pmphp i c i d n A s , algunos de los de c l w media-alta se autodeñnan w m o dws p & x h ~ sa los I~CCJ*, anientEas que los de clase baja se sitúan en una posicidn a 1% @m. R m & a ddmtlb'ttcid~de estratos, la gran mayoría de adokscentes habla de varias niveles s o c ! ~ n 6 m i ~mostfmdo os más o menos explícitamente la idea de en contínuo, No obstante, las diferencias entre sujetos de d&tintos medios so6 micos ya seíi-, sigues estando presentes. En g%nW,podemos deMr que, las diferencias más marcadas entre clases Wlas sort la^ qur: se refieren a fa visión de 1a distribilcidn de los grupos &mMms. H@sparea? que esiza puede estar influida, en buena medida, por sor propia estatus socfd. De atm lado, la percepcibn de su propia si$uación smid se va traciendo m& d i s t a a medida que son mayores. Akra wmms a referimos a los cambios observados en la concepción que los S.&ze' la movilidad soCial. 33 análisis del conjunto de preguntas sobre mjms

esk ap&do se Uev6 a caba de dos maneras. Por una parte, se cUdificaon todas las ~ u ~ tdf:íloss sujetos, lo que dio lugar a un amplío cmjunto de categorías. Por oCrrt parte, se analizaron 10s protocoios en su conjunto con el fin de identifica los ni~rc?les@ewmplejietaci de las explicaciones y argumentaciones de 10s niños. nrtes;tro primer análisis observarnos que la categoria más mencionada por los sujetos de ambas clases sociales y en todos los grupos de edad fue la de trabajo, qje cenM de sus explicaciones. También fueron mencionados con cierta frecuenGia

otros fae@rr?scoma el azar,la situación de origen o fa herencia (éstos Últimos menos

atadidos por 10s de c$ase&$a) y, aunque en menor medida, aqudos relacionados con v&g&fm w n a l e s {Le., aptitudes) o socio-económicas (i-e,, sistema de oportunidades). Un buen ejemplo de los cambios que se producen con la edad son las

% =U-0 c m ~~*r$bamos que si nn sujeto deoia estar en e?d i@ a'mndo , cz rico estaba exglic-iMo alga= forma su ittentificacih w n un &ve1 superior a la clase media. En ~ o t r strabajos puede b b m d l f c & df; fama distinta este úpo de rmpuesm.

que

E%fkf&l

aZar Como fuente de enriquaiento. Por una partp;,

de se ~~mentando can la edad (aunque de forma más 10s =jetos de clase baja). Por otra, un anasis más cualitativo revela c&~ert*

m w ~~tFtben fael Jlpifieado que le otorgan los niños de distuitas

:C Z U ~ U ~~ ~QI S)peqn*

ej. ggrrnandi,~

k

habla de Ia lotería o de procedimieatos semejantes U

dflpcizw,

en ltcs %J&V&W

tragaperras) parecen concebir estos

u~ualesde enriquecimiento,e incIuso en aigunas casm dicm ~ K e i - p ~ f * qae d modo de evitar la pobreza es harXena0 que aague c~mo

~&GUWWy

mrfs Frñ: k.@&. 4conMu, 10s mayoms parecen ser plenamente conscientes de Xa pbabiaidad dk:enriqu-rse par un golpe de suerte cama la lotería, algo

pone &3 d r s s t 0 sus propias respuestas ( a ~ g m 3kabrú 4tre fe$ haya ~OC& k8 biri?lrlaz p@w ser& ['as #as#w~...).Como vemos, pues, la gran diferencia s ~ j e t tde , ~ distintas dades radica no tanto en la frecuencia con que aparecen mea&onadas30s f&%om dpa~riossino en el grado de probabilidad que le otorgan y, en aonsecuenc& en el moda en que se representan su incidencia en la desigualdad %:

mcicwm6irnioa.

Ea &&6n con el trabajo como forma de movilidad, las diferencias ev&tivaf m la d i d a d y contenido de las respuestas son aún m& significativas. Tr;ts las @me= ideas anecddticas sobre el trabaja que hemos comentado antes, los &os fwi~ana con&& la rehüdn txabajo-remuneraci6n en términos estrictamente c~anfibti~os 0, a v s w &&i6n, badndose en apreciaciones cualitativas vagas: en cualqaia ocup~i(5nfdMi 0 mWcoj se puede ganar mucho dinero con la única

m d i d 6 n de que se -baje mucha y "se hagan bien las cosas". Lo curioso es que bs ninos, drisde rekdvmente pronto, son capaces de ordenar con bastante acierto (ad e , de famuy pa a como lo han'amos los adultos) distintos trabajos su " k w & a i r &tivava, Sin embargo, esta temprana intuición de la escala m&as inme&atam~& al establecimiento de una relación entre ~ u ~ ~ & cd&&& kb&, remUnm&n y estatus socid. Seni &OS después cuando d

nqaie a mn&irsrt en el seno de esta coordenadas. ~f pa@ de -&les msonales como la inteligencia o ciertas aptitud= para dr:&:rmina& a~&vi&E](es (habüidail para 10s negdos, "don" d t i ~ o etc.) , cobra

92

h p w alta. g¿a mm%%ad

cdaea. I ~ Z P S ~

IndiMdrros

h t a W m * ay muy espezidmente mtre los sujetos de c3ase media~ U subyR a este tipo de respuestas es que algunos individuos e O habx a f ~ a ~ a duno estatus económico alto por sus propías muy pwbabk que esta concq~i6x-a esE estrechamente ligada -aunque & mimai a la idedagia de la ébica deí @&@O según la cual los c?xi pm@ Wfices de sus propios gxitos o fracasos.

m f&torps &mimado$

dimata o indirectamente con la estructura socio-

mi:r&c> &&oral, etc.) son mencionados, por lo gen&,

e ~ ) n M (~~ am w f t s ,

t d o los de clase media-alta). Es tarnbikn en la par 10s mk?l & c w d o m entiende que el &omo no es suficiente si no se inscribe en &gdn groct?sa de hversith, una idea que desplaza la más primitiva de ahorro &~t$tim. Por fitzimo, a].glinos sujetos de estas edades ponen especial bfasis en la ~31pfotacSnde 4% pobres por paae de los ricos atisb5ndose, en algún caso, ideas aom bt de plumalla. segundo mfisls consis$i& en identificar y ordenar los niveles de respuesta de IQSS@de werdo con e1 tipo de expficaciones que proporcionaban y el modo a qw: ~ f : h & n m lw distjzws factores mencionados. En la tabla 3 apmece una tnovsu d d p c i i ó n de las caracm"&m de cada nivel.

muy %parentes, mplarse obstácuios o resistencias de

m b d o s fantirsticos [encontr&eelo en la calfe), mediante e l ahorro o el habajo. p X % gsaar dinero. No b y ninguna relación entre tipos de

Zs x i gp. 023-~ hn-ntatmeulte ~ por el trabajo aunque tambign se dude a &%mWDI~~OIXI h~~ssciri.~ al rrhomo a el azar. E"wsbe urig aerociwibn &pk en* habajo y remunetaciiin desde un ~ ~ 4 de 2 0vista económioa depende

da Ba el tiempo y qut: consia de vatias etapas, Se conteinp2aú algunas restricciones exh)mw cmno por ejemplo la idea de escasez (de recursos, trabaja, etc,) en reYaci6n eer d & I w individuales @reparación,aptitudes, etc.). La asúciaci&nentra trabajo y remuneraciónno w ya cuantitativa sino que se esntWece en relacih con ~ njerarquía a ocupacional.

qae no piese pueden vencerCapacidad para &&Iecer ralaciones entre sistemas distintos: los sujetos pueden

La rllsaribuci6a de 10s sujetos en d a nivel aparee en la tabla 430. Como p d e observar, las tendencias evoIutivas son claras. Entre los 6 y 9 años la ~ ~ ~ I I mayoda S B de las niños 8an expiic~tcionespropias del primer nivel. A gartir los 10&os la mayorfade ius niños ha supmdo este nivel pemitivo de respuestas ~ i i M n d ~am e & segundo y el tercero. A los 12 aiios, edad en que han tktamdo p ~ wmple@ r 1w respuestas más primitivas, íos sujetos se encuentran Se finel

C-

m&

fin & mlas tendtiacisevolutiuas garrerdes, se han agnipado los ajetos de ambas u= de los &eI.es. El d i s por =parad0 muestra un ritmo e ~ o l ~ t i v 6 ~sdtm a Lento parrt 10s mjem~ cle c%asebaja.

en d ter= nivef. Por &timo, el elarto nivel es alcanzado casi exduSvma&por 10s ari'~kmnksf14 a 17 años). ñinm-b

muy gmerales se puede decir que los niaos empiezan -*dose el p r m de la movilidad socid como un fenómeno que descansa funmendmente en e1 deseo sin dealgunos factores totalmente fo+tuitos mma garnar mucho dinero en una máquina tragaperras o en un concurso. Una Efl

propia de los pequeíios, además, es que algunos eIementos signfI~tívosdel mwdo social (como la immrtancia del trabajo como fuente de dinero, a el Mñ3.0"visible" de que el dinero se puede obtener en el banco] aparecen muy pronto pera en una combInaei6n totalmente idiosincrática que revela la opacidad que tienea para &S los p m m subyacentes. De ahi que piensen, por ejemplo, me está el banco para poder pedir dinero, una persona es pobre porque no sabe caractr:rí&ca

f4M otra parte, para los níñ6s pequeños 10s términos sico/pobre empiezan

connotñhdoWores positivos y negativos, tapectivmente (rim/bueao, pobrelmalo) ,

tendencia que se va a h v d r en edades posteriores (rico/avaro, pobreigeneroso). Los estemotipos a este respecto son muy acusados a Ia fmgo de la infancia y se van a ir matizanda a medida que 20s sudetos entran en la adoIescencia. Estos resultados, junto con los que wmentdbamos antes sobre las ideas acera del trabajo, conñrman la hip6tesir. de que el conmimiento normativo y valorativo aparece antes que la comprende 1- wtares que determinan los fen5menos socides. Ef d o l e m n t e , capaz ya de inferir algunas de las rekaciones entre trabajo y rernulferaei& consciente de la eseala ocupacional, sobreestima, sin embargo, et papel de f&cwesindividuales tales a l m o esfuerzo y la persevwancia en el estudio

95

EmdreJpd

l qus desempena el sistema socio-ec su f#uw pemo~alrJIo 3.700 a 66W m~ZIoncsde dolnrCr @#.m mi¿ones de pesetí~~j, sc~pemndoZ&o a la M n u i fintilia R o w e f f l . f ..J Este M&co que se divierte en &ties pd~mihF. 8m.a de km mejores hadendas defpaís, vrvrajaur ~efs"pnvadasyrep4+t@su vida e m e el -'te Peder&, Europa o Nuew York. es al que ríeme el hindm econdmica & la R.p jblica y tambiinpmre del tesoro mciom?. Es un M&CO eaputa-r que no íiene d e g m ver e w a1 orra NPxico, qgue tnmbién m muy drerenfe eawe sí. (22 P&, 21 de

agua0 de 19943.

&m, en definitiva, se traduce en un problema muy fuerte de desigualdades socwes esque, w m o bien &&a

el soci61ugo7ehistoriador mexicano Adolfo GlUy

~ u *presenta e el 17,6% Ge ptblaoi6~m&CBna. mientras que datos recientes an España siaZan el fadím de pobreea "=ve=* en 3,636 (ZXario El Pais del 16 de Dctnbre de 1994).

M-

ge&

dc Za 3 ~ ~ g a e i 6 ~

112

tiNad0 NUeSWo Cdd@m la f?ud?midad,hace que Mexico haya O9881 su a1-0 estado y &ga estando confortnado por aina s o * : i e M dad: Ea de los irocIudoa [~COS] y La de &S ~?XC~EI&S &abrexj @. XV). Aunque sín negar la existencia de esta clase

de pmbBemas en: EspaSa, indudablemente sus condiciones socioeecrnómicas son c3lstintas.

Pero 4 hecho de vivir realidades wckdes diferentes &&de sobre la forma y el modo %n que nuim y ad01escmtes se representan problemas directamente vinculdos con el funcbnamiento de la sociedaú?, Lcdrno son ~ s a representaciones?, s ¿giré elementos se tienen en cuenta y c6mo se van relacionando?, r en que medida el media ioincide sobre las ~ontenidos?. ELstar, cuestiones son algunas de las que intentaremos responder en esta í n d g a c i d n y que tienen que ver con otr~de 1- principales objetims de este trabajo. Esto es, el estudio de los cc~nbiosevtllurtiws en la representacih que sujetos de 6 a 14 años tienen sobre atgunos de los aspectos de la organizaci6n social, a saber: la e s ~ r ~ c a c f 6 n / d e s i g ~ ~ d ay dla~rnovilidarbsacia~ ~Cid ascendente o fuentes de obtencien de riqueza. De acuerdo can todo esto y en COherenCia con el marco teoríco que sustenta esta inv&gaci6n, querernos subrayar que el propósito de nuestra investigaci6n ha sido doble. Por una parte, nos interesaba ver si las concepciones o representaciones sobre estos probkmas son c d t & v m m e diferentes en los distintos momentos del desairoalo. En otras palabras: wnoeer la evolución de las ideas o visiones que los sujetas tienen sobre estos fenómenos sociales, na s6f0 en cuanto al tipo y cantidad de información que manejair, sino Íarnbign en cuanto al modo en que los distintos elementos o factores que conforman sus ex$icaciones se org&un. relmwnan e ímerpretrn. Por otra parte y en relación Con las das muestras estudiadas, querfamos expIarar si esos c d t o s cuafif&s sigen una pauta similar o se ven afwtados al pertenecer a dos contextDs en los que las caracteiásticas socioecon6mica~son relativamente dístin&s.

a exponer las hipbtesis queremos preoisar que, según los objetivas que perseguimos y el tipo de datos y variables que hemos utilizado, nuestro &bajo tiene un carácter desctfpn'w y expFa~aorio,más que expeñmentai (en el sentido riguroso de ccuitr01ar variables específicas y establecer las relaciones musales). &tu debe entenderse así ya que, dada la nahiimieza de nuestros datos, es d35icü. examinar de forma independiente los efectos que sobre el ckszmollo tienen los fa.ct~resque wtSin intemmndo conjuntamente. En cuanto al tratamiento de la "variable" edad, considerada de especial relevancia en los estudios evolutivos, cmerns que es de suma importancia, como bien señala Corral [1994), reflexionar sobre s% pecuffandad como co~tr~lcfo y coma varfabEe desde el punto de vista metodoIOgic0. En palabras del propio Corral: Antw de p%u

Corremos el riesgo de iaamir cn lut se= ~edu:ccioIris~a si nos confomwmm con e;g,Iicar TQ&s' los m m ~ s m b sdel desmmllo coWw una sinyrIe vmMau6n de la e & dcZ sujefn. h ~ Y ~ L U I U arperimRttal ' ~ ~ det franscunir temporal es. sin duda, Smpomute, pero krs mroipcs pr&ndas de Im cad#ias m se encw~niuten la vmialile a'emjzo. si bien acurrrn en una dbnel~~~~idn tm?p61eo. Es imporrante no canfurrdir los aspectos desm~tivasPi-"p&eos] y I o s ~ U o ~s~ c a h c a h [musdes). vas f...j La &j.idtad imadmeca quepranrea la trtifizaRdnde In 'edad' como vuria&leexperimental es h inipm.IiiIidod dediferere-urZm q e s i o s de todas agueltm va*iab¿esque mrresb.an uno &a inr.co~rrZaciáncon eIkz, peru no una asociaciún piuu'uat. f...] U n o rde los sesgo9 m& m d e s es la amü?uRDn de las causar det cambio a la variable %dad', sin. dJ2mnciar. entre comucro y v&bId (op. GF. pp. 75-16).

En este sentido estamos de acuerdo en que en la investigacidn evolutiva la edad debe ser entendida, más que como una variable ordinal o de escala de

intwvalos, como un commcto nominal indicativo de1 d e s m l l o general que abarca,

entre otras cosas, la experiencia de los sujeto$'. En esta misma llnea, Castofma, Lenzi y Fmández (1989) realizan unas consideraciones muy oportunas:

9- es & ya que a concepto de mpn'encia debe ser entendido como construido y debnninado prrín&&gente desde el intefior de la persona y no meraniente cana una *marcaHimpuesta y controlada desde kera.

Merco general ds b inyasrigaekk

114

de rcIadonex enhP varínblers indq~ndientcsy üependienres, en la irrdagaaótr wgQ8Z&kz dsenhao mismo de ias asmailabIes indeperdiemes wmtftrryeunprobem

L&r

piesepropanun a b sujetos no pueden ser ide~@ic~bles sin nuEr con vp~r~pbIcr hiepcMsnres. &Yo es porque, prrra #a concepñdm infcraecionista y €onstiItetietiivrrmdel conoaeti&>Ifo. no ?wp exteriorea qsle p w d a ~ser -.pda@Ies w n índepedemiu del sigrnjscodo que lea ororga el s@ero de eom&ieno. &u qzw pemigue d inv&.gudor m es conocer cuántus respuestas se den'an dc ltz mYMaaaa6n de hs fectores externos, sirm recewrruir la ~ i k : o ~ i (de los sistmras de sig+cacibn que mn&apen d snbe? & &S osujetm= (op. d r . p. 144).

~~~

Iiesae este punto de vista, nuestra atemi6n se ha centrado, por tanto, en conocer en profundidad las diferentes repremacimes que los sujetos de distintas EsdaoteS van elaborando sobre algunos aspectos que tienen que ver con la realidad srx:ioecon6mica. Por hacer conjeturas específicas y fuertes en este tipo d e estudias es arriesgado, D e ahí que la formdaci6n de nuestras predicciones haya siclo h s h a considerando los aspectos más genales. De acuerdo can los datos aportados por los trabajos que han explorado la evolucidn de estas ideas y asumiendo una peíspectiva constructivista del desarr0110, pstulamos las siguientes hip6tesis generales:

Confume aumenta la edad y la experiencia de los sujetos no s6lo serán m&

wmpetentes para manejar una mayor cantidad de información, sino que aumentará

su capacidad para interpretarla y organizarla en un marco explicativo con una w h m c i a interna cada vez mayor. En otras prilabras, con la edad, los significados

que otorgan tos sujetos a los f d m e n o s serán cuaiitdvanaente distii~tosy de mayor complejidad. Esta se traduce en la cmstnicción de sistemas conceptuales en los que agmrecen y se reorganizan nuevos significados a la vez que se abandonan ciertas ideas primitivas que representan vis&m?sd i s f a r s ~ ade s la realidad, Esto último no quíexe decir que Ios sipificados que Ios niños atnbuyeri ít los fenómenos sociales

no respondan a una l(5gica determinada ya. que, desde el punto de vista del niho, guardan coheren~inentre sí. De acuerdo a la articulacion de estos signifi~adasser6

MWCO gmmd de ID fmx&g8ls'dn

115

pSrbIe, por mto, i n f e h be#r&s indurndurtNd' infantiles que los sujetris elabomn sobre h d d a d socid.

En reZaciidn ~ o nuestra n hip6tesís evolutiva no se predice la existencia de diftzmr?iaJ entre sujetos mexicanos y es@oies en cuanto al modo en que conwTualmen@se organiza y aitrwtura la i n f o r m d n . Es decir, ei ritmo evalutivo en Ist c o n s ~ c c i b nde niveles o sistemas conceptuales de pensamiento ser4 muy similar entre ambas muestras.No obstante,es posible que existan algunas diferencias en cuantf, a la naanifesrstci6n de algunos contenidos iaiosincdsicos preponderantes en Gada medio S O C ~ D G ~ ~En U otras ~ . palabras, de acuerdo a la infomaci6n que los sujetos seleccionan para elaborar sus explicaciones, es plausible que otorguen un mayw o m n o x ~ a s ias íos contenidossegún el medio saciocuItural de procedencia.

Wabtamos de tcorias jRtuin'vas como herramientas conceptuates elaboradas por e2 investigador- Por -to, no cumplen los iequisites que dshe t w toda teoria cientifica. En este sentido, apoyándose en las propueslas de Carey 11985; 1987), Castorina y Lemi 0990/91) sugieren que femalaz lac nociones infitntües en tisrmíws de "teotTasn es Titi1 ya que: njpe&e ~ a b l e ~sobre e r g& fenómenbs piensan los d a . bajo qu& reJack?nes eme imewo8(~1,c6m q l i c m SCLFpegamas y mediante gu.6 conceptos articulan sus interpreEraanww b) W m r & s * s t w~ w p t x 8 b e s es una con&-cídn i n d i s p e d l c para reconsnutt &zp&mgL:m&&lar i # e m í n ~ í e s ,dpet712%t fa comparaCiOn de deferewes &teen aaos cama momentos de la Itilsfario Cap. &. p. 22).

3,z.

La necesidad del método clúúco En un campo todavi'a poco conocido como e1 que estamos tratando parece

sensato emp1ea+ procedimientos que permitan explorar en profundidad ias ideas p

f~mmsde razonar de los sujetos a travb de las explicaciones y justificaciones que nos oFiecen sobre el fenómeno que estarnos estudiando. Como es bien sabidci, eI empleo de técnicas estandarizadas y categorías de respuesta a pn'on' en un área d e investigacibn reciente es, hasta cierto punto, arriesgado ya que existe el peligro de dar un sentido inadecuado a las respuestas (o elecciones) de1 sujeto que puede no corresponder con su represeniación o modelo interno de esa realidad. Pensamos que A iEníca modo de conocer el pensamiento de Ios chicos y la forma en que 6ste se organiza es mediante el método clínico, mmo señalaba Piaget (1926): f. ..j Iafomta y eZ@nnno~'dnto del pensm se ponen de mani#em ea& vez que el niAo esrabIcee r e l d n con sus s ~ j i ? W e so con d addfo: es u m manera de cdnqp~mm&nto sudrrt 4w puede ohemmse &de el extenenor. El ecotenido, por el wmario. se descubre o- m, se* los niiios 3 sseg*n los objetos de representaddit. C 3 m i u d ¿se en a un sistema de meenclas ínfltmsy se nscesira una tdcnica especieipara Cegar a descubnnr?as.fi, so&re ¿m&, un s~kfemade tendenn'iar, & d~.?i@nr#cione~ de espiritartar de e la cuages SZ lnispno nEilo no ha tenido wnciencia y de las que nunca ha hat>Yado- f..,] Pma juzg@r de sus ~ ~ c ~ A E esI xecasorio ~ ~ P , un mE& especial, que ~on&krnmosque es, dede elprimr momnfe,d19n'iry I&D&O ... (Trad. omt. 1984,

a= 12) S i n

duda, es de gran uitilidad en este G p o de estudios ya que, debido a su

Caracter flexible, 110spermite adaptar el interrogatorio a 10s casos individuales, de

acuerdo a las propias rwpuestas del sujeto, sondeando en elks, buscando

justiWmna. H a obstante, el sentido del rndtoda clínico no reside únicamate en que el

entrevistador busquejustificaciones o se adapte a cada individuo durante la entreyZsta sir10 en sus hip6-tesis previas, generadas a ia luz de un marco mrica. Como se3ala breve y expficitamente Gilfigron (1980): per e2 iinico pretuUo de que, SI@& eiinico, el& los siruuci~nesara-+ Sejush$co. sobre ?o&, por la r@wncZa a lin d e l o que pemaire generar hipóte& que el expen'menrador$mnula de acusrda con el dcsgrroIlo de la ~WeVrrtufop. cit. p. 33). zn&&

GWCP no mj&@a

m r e s sistmramratScos dP

La personas fami1iaxizada.s con el método clínico sabemos que éste implica tin conjunta de condiciones que no siempre son Meiles de cumplir. Aparte de la exprlecia que se requiere para conducír la entrevista y, a fa vez, participar de la &x!rvaci5n directa dirigiend~y dejitndose dirigir por las respuestas del sujeto (como senalaba Piaget), el requisito m& importante del método cluiico es el que Giili6mn

expresa en la cita anterior y que se refíere a dos condiciones: par una parte, lii

necesidad ds disponer de un marco e f i w o modelo a partir d d cual definir aip6tesis generala y, par otra, la necesidad de formular nuevas hip6tesis al hilo de la entrevista, es decir, a partir de lo que el sujeto va contestando. Además, toda persona implicada en la investigaci6n evolutiva sabe que, cuando se utiliza la entrevista clínica para explorar las ideas espontAneas de los sujetos, es imprescindible realizar un estudio previo ya que, aunque existan algunas hipótesis & carácter general, no se cuenta de antemano con criterios de anZilidlisis totalmente definidos {categorías o niveles de análisis preestablecidss). El estudia piloto permite establecer una serie de híp6tesis más concretas que posibiliien determinar esos criterios.

Es incuestionable que su utiiizaci6n en la investigación evolutiva ofrece una g ~ a nventaja para la interpretaci6n de los datos obtenidos. Sín ser una tarea f&5i permite rvaloraciones más cualitativas de las respstas de los sujetos que conducen a conocer la forma en que estos organizan y estructum la información que, e n últíma instancia, puede llevar a identifiar y ordenar distintos niveles concepm&s, de acuerdo al tipo de p:x~licacionesdadas y a la fonna en que &tas se articulan. Ks decir? en palabras de Castorina et al. (1989): lei! reststtudo de la &I m&& psicoge&ico serác6 eiE t?sZabl&mie~tti? de una grogresi6n

g e m * de ~ las fü@~nnris de los &&S para luego ¡=ecom6mnar, de den modo espe-nte e ¡ % f ~ ofmjiZiac:ioms , entre dos niveks alcanuuto~~~ {up. cit, p. 141).

Toda 20 anterior nos sirve pam justiEua+ que en esta investigaci6n se haya &egido corno instnimento para la recogida de datos el m6todo cfinieo piagetimo. Ackm&, como he quedado demostrado en muchos de los trabajos sobre este tema

mdimdas par algunos imrestigadoms (geaí y Bornbi, 1981/88; Comeli, 1977; Delval ot d.,1971;Delval y Echeita, 1991; Díaz M g a e$ d.,1992,1993; Furth, 1980; Safioda, 1959, 1979, 1984; Leaby, 1981, 19831y b; y otros] asi como el nuestra p p j o @%Id, 1994b; Enesco rrbal., 1992; Navarro eral. 19931,en los que se han e m p I d o distintns tipos de entrevista abierta, pr6xíma al método cifnim, este metalo ~vfojaresultar305mucb más esclarecedores que los que aportan las Eknicas estmdmas.

Matenial de apoyo

3.2.

Aunque d intenogatoxio c1ínico por sí solo es un buen instrumento rnetrxloPcígiw, considetamos que era oportuna apoyarlo de algún material que permitiera "concretar" y acerw al nuío, de un modo más directo, al problema estudiada. Por ello, en esta investigación hemos utilizado, ademgs, material pictórico

formado por una serie de dibujos. Bien es cierto que eI empleo de este tipo de teGnica puede conl£evarciertos

riesgos rnetodddgkos sobre todo en e1 caso de los sujetos más pequeños, quienes

tienden a centrarse en las rasgos m& perceptibles y llamativos dqando a un lado el

problema principal. Sin embargo, a l ser utilizado sólo como una herramienta auxilia de la entrevise cllnica, el entrevistador puede guiar de nuevo al niño a que ofrezca exglícacíones acera del Fdrnerio estudiada. Además, como seliala Jahoda (í959), al =specto. Cuando se ínvestígan i k 4 iqitada ea lo que PerrGro 0985) mspectiva genétiea es hportank que e f investigador no d i o se limite a identificar pr&lc.m= de& 8 e c u e ~ Odei ~earrrdb sino que $&e idte= de manera continuada r~onstmirlos lams de filiación entre las niveleo gua idmtiKCa. 41

&te

M&&

119

el empieo de este tipci de tkbica &en& a las pnramente verbales ofrece una serle de ventajas. Por una parte ayuda a aquellos sujetos que t i e n un vocábuiario pobre a comysrordw mejor la tarea y a rexdhria de una manera más satisfactoria y, por atta, evita que el ajxdmentadar de "pistas" al sujeto proporcionándole explicaciones demasiado extemas. A 6ontinuaci6n presentamos una serie de apartados canespondientes al

c%%£u&o @tato, 1á mu~~tra, ia entrevista gugar, dtiraci6n, modelv, objetivos, etc.), el t%me&d auxüiar mp1mdo los tipos de análisis que hemos realizado y la presmtaci6n de los datos.

Como se ha señalado con anterioridad, este trabajo surgió a partir de una uivmtigwidn m& amplia sabre la represenOci5n de niños y adolescentes acerca de algunos tos de la realidad social Gnesco e&al., f 992). en la que se estudi6 can d c t e r expIoratorio el problema de la movilidad social, entre otros. Dado que los resultados obtenidos fueron de gran inter*, consideramos oportuno helagar m& a fondo el desarroilfo de las concepciones infantiles relativas a este &bit0 del conocimiento socíaf. Partiendo de los datos con que se contaba y conociendo cuates eran los aspectos sobre los que era necesario profundízar, elaboramos una nueva entrevista y realizamos, como es usual, un estudio piloto con el fin de probarla pam efechmr las modificaciones oportunas y comprobar hasta qué punto el netodo utilizado em el adecuado. En este estadio participaron 20 sujetos de edades comprendidas entre los 6

y 14 afios pertenecientes a un colegio público de Madrid. h s resultados que obtirvirnas en esta primera parte de nuestra investigaci6n

nos _pemiiri.eiunaproximarnos al problema que queríamos tratar. La entrevista, por supueso, m&&5. por ejemplo, inickíbamos el interrogatorio con la presentación de una &e & dibujos que mostraban diversas acugaeiones desempeñadas por -,

Estos re@&xIosya han sido presentados ea el oapfMu correspondientea la mvisibn bibiio@fica.

M¿&

p dij-

120

m

tana, del sexo masculino

como femenko y pedíamos a Eos sujetos que nos

3a actividad que desaudaba cada uno. Aunque encontrarnos que ía mayorfa

de 1~ s u & i i ~ce ~ limitaba a demihk de forma detaíhda las propias caracterrísticas

del dibujo, esto ~IQS permitid &e&w una serie de problemas importantes. En primer lugar, C O R D C ~aqueUas ~ ocugaciane5 que resultaban más cercanas y familiares al Ea segundo lagar, ~ ~ ~ H L0 bO5 Se m que al estar representatias por personas

de disrinm sexo podia producir mgos y, por último, advertimos que era necesari~ reducir e1 nrSme~de actividades ya que la wtrevista se extendía demasiado y p l d cansancio ~ m los niiios. &&S muItados m s rnorjimron también que era necesario cambiar el orden de pxmnmci6n y el contenido de aigunas preguntas. Una vez modificada, se aplicó de nueva a unos cumms sujetos y los resuliados mostraron que era adecuada para C U I I ~ PWWWQS ~~

~ b j ~ t i ~IQPU~S~OS. vo~

La rnuestm la fmrnaroa 100 sujetw de clase media-acomodada de edades cornpxendicks entre los 6 y 14 m,distribuidos en cinco gnipos de edad, de m b o s señor (50 aiuJems y 50 hombres), ~ c o l ~ d (desde o s l o de E.G.B hasta l o de B-U-PPSfy &edos paises: España y Mgxico (50 sujetos de cada país). mexicana en donde se d 6 el estudio fue Torreón, Se encuentra ta

en el esta& de &&uiIa, situdo en el centro-norte de la República Mexicana. En el &a de 1991 la goHaci6n aproximada era de 1.000.000 de habitantes. Durante m ~ & &os ~ s una de las principales actividades económicas fue la agricultura, pero en lazs SlrEma décadas Tov* se ha convertido en uno de los más Importantes centros h d ~ ~dele Norte s de MBxlw. @ola fue en&evistadaen la ciudad de Madrid.

-

* Ea MWeo 91 aguivatente ea da X u de primaria a 2° de secuadana.

Eit

Isr siguiente tabla se presenta la diskibilci6n de sujetos por edad y país.

N: N*& EM: Edkd &¡a

Como se ha mencim;ido, la mayor&de los sujetos de este estudio pertenecen % socid m e d i a - m o d a h . Para definir la clase social hemos tomado fun-mtsn* dos fniiices: la pmFesión de ambas p a d r e y el colegio al que Xdstían. Por fo general, los padres de estos chicos tenían titulacibn superior y desempe5aban profesiones bien valofadas sC!~khente (medicos, abogados, arquitectos, emnomistas, cargos direc6vm, etc.). Asimismo, la gran mayoría de las

madres que trabajan poseian el titulo de licenciatura y desempeñaban cargos simrlaxes a los de los padres. Las otras realizaban actividades M e s como secretarias, venta .de al@ producto en casa, [email protected] a la situación económica familiar, estos chicas t e n h Xa posíIrIfidad de acceder a una institución educativa privada4*con un coste relativamente elevado, Los coíegios estaban situados en un barrio residencial dentro d e la ciudad y ~~:r~annos a Ia vivienda de la mayoría de los alumnos. E1 "estilo de vida" de lm sujetos de ambos países era semejante en cuanto a la forma de vestir, actividades extrae~c~lares. actividades d~ aCi6. viajes, etc.

" El 100% de los padres y al 50% de Jas madres Be 16s sujems de ambos países trabajan, Los cole~&~ mnta de bf&%iccr corno de España eran T ~ Q ~ ~ ElIhecho ~ Mde I .que se haya elegido un eolesia can farmaci6n mfsligiossno implioa que Rsb sea una variable que se torne en cuenta en este trabaJo. U s l m n t e se fia hecha la díípanibilidad de acceso a diehos colegios.

du-

Las entim'istas se redizaron de forma individual en los colegios elegidos, el horario escolar. Se insistid ai profesor de cada curso que la sc&xci6n de

dmuK~debafa redbxuse zd azar y que cumpliera, en la medida de lo posible, ha -%&~1e5 de edad y sexo solid(5 chicas y 5 chicos d e cada grupo 5;0 a 6;11, S;O a 8;1l, í0;0a IO;IS, 12;O a 12;11 y 14;0a 14;11). Bc impartante crmientat que antes de iniciar fonilalmente el interrogatorio se explicaiza al alumno o alumna que no se pretendfa realizar ninguna evaluación sino que nvestra Uitencith ~ r conocer a sus ideas acera de algunos problemas, por lo que importante que dijesen 10 qve pensaban, y que en ningún caso se juzgaría si sus XeSptreStaJ leran COrreCtaS o hw)fiw:ta~.Además, se pi&d su consentimiento para &mr a cabo la entrevista y se i n f a m ó que no tenkm por qu6 hacerlo en caso de que n o es^^ de acuerdo. Todos 10% alumnos sele~~ionados aceptaron su prtidpa&bn. Ubswvamos, sin embargo, que 10s sujetos españoles estaban más

fam'ULimizados eon la situacidn experimental, es decir, parece que estaban más

~ ~ ~ t u m b r aad o s entrevistados que los sujetos mexicanos, quienes en un principio se emmntmbm un poct, indmodos y nerviosos ufana cada una de las ocupaciones de acuerdo al nivel ~lciaeeoaómicoasignado pan cada uaa de ellas.

Cuanda Ia ac;igaaciOnprevia habia sido rico:

- ~Cdmoñiibs~egod~ a ser duo? - &S%wnpwha &do ~ i e o ro ha hecho ñco? - *t Udo Hcil? - mddndt a w el dinero, quién le pag*?

- ¿A rodm

tos [..-.1 les pagae lo m i e d

Si h~biatrasignado un nivel medio o pobre;

-

¿Crees que puede ltegar a ser dw1

En

de que la respuesta &ese nfirmntiva:

- g n t dihde saca el dinem, quih Ic pea? - &AMdos las f.....] les p a g a lo mismo? Si era neguriwr:

53

$31 orden de pre-Caoidn

& 1-

dibajos ~6realizaba d amr con cada srijste.

El objetivo de .esteapartaa0 era saber si las sujetos h I B I 1 una idex r&ta

sobre las cantidades peniidas pesa arda una de las ompacimes así como observa si habra una w q n d e n cia mla sxdewibrr por &Y& e0adbnUc.u y la orrlepaci6n por salario pe+cíbdo.

- ,$míntu

dznen? creep que pm cadawa de ellos al mea Lei orden en el qne

les plesentaba el matanal

El. d s i s lo hemos realizado de dos maneras distintas pero a la vez complementdas. Camo yahemos comentado, algunos aspectos que hemos estudiado tencan objetivos diferentes. Por una parte, nuestra entrevista contenía preguntas dirigidas a conocer lar descripciones que realizaban los sujetos sobre algdn aspecto determinado y el nivel de Znfurmación sobre otros y, por otra, incluía un conjunto de preguntas relacionadas que iban encaminadas a conocer -por medio de las explicaciones y justifcaciona dadas- el moda en que se organizaba dicha infolmmiI5n. La primera formaha consistido en un an4licis por categorías de respuesta. Eai aIgiinos casos éstas fueron derivadas de haber codificado previamente todas las

contestacionesde los sujetos, agrupandoaquellas respuestas que podían considerarse

equivalentes de acuerdo can c~3tt:riosmas extensos (i.e. la categoría "rasgos extmos" incluye descripciones de ricoslpobres referidas a sus posesiones, vivienda,

vestido, etc.) y, en otros, se identificaron dire~famentea partir de los tipos de respnesta (por ejemplo se establecib un conjunto de categorías sobre los posibles factores da movilidad soca: azar, herencia, ahorro, trabajo, etc.). Estas categorías nos ofrecieron una primera aproximaci6n a los datos, obteniendo tablas de

porcentajes par edad y pafs. Las personas familiarizadasc ~ t nd rndtado clínico sabemos que-las categorias dedvadas del análisis pormenorizado de la entrevista no emefgen por sí solas, sino que es tarea del inve&gador darles un significado adecuado. Al respezb, Casto&

er

wry a~an'n'uso.¿Yun pobre? Umpwsad ~ . &Que más? Bma. ap? com-guíendapara slr f d i a

..

&r#Ü3bf

...

&?#Ha

En Enea generales, podemos decir que las concepciones de los sujetos de estas @&m, a diferencia de íos m& pequefios, contienen más detalles que las hacen que seart, en cierto setztid~,más ricas y completas. Con todo, siguen persistiendo etementos muy mnctetos y visibles que sitdan, f.n t&mh~os absol~rrs,a ricos y a pobres camo gmps de personas que se encuerim m ategon'as diametralmente opsrebstas, LiL afusidn a ~ a s m& p subjetivases, sin duda, un logro de consideración.

Peso e a partir de llos 12 años mando pu& verse un cambio sustancid que se expresa de varias mrtneras, frDs un Wo, IOS rasgos externos vara perdiendo importancia c k w b lugar a un mayor n&wm de r;eferwcias a aspectos internos, sr.j&vm y rn~)r&s. 3 3 cambio na iestatIa dado solamente por este aumento de rlemi@~nies de t i p ~ psic016glw &m,sobre todo, por la capacidad de los sujetos para otkec=t%ercplkacionm más e-&= y wmplejas. De otro lalo, en sus

se arprecLa al ide visianes m& &izp2nsga&s de las refacimes sacides, es detcir, apreím una serie áe: &erslwt,sda catácter sacIal como lo sería fa &fkw#tadde Im p & ~ % para encontrar wt m b a j ~o la sitrUlci6n de dominio o ptxkr rddvada de: a w a un p p con ekwdos medios econ4micos. Ade*, &y una mayor aaicuWidn en SUS expiicaciones y empiaan a tW&leoer S t i h t e + s m a b cuando timen que explicar lo que es un rico O un @rere Aunque en &ganas casos siguen ex&timdo las valoraciones esterwtipadas &o-mak,, pob-ueno, hay una tcrndmcia a re3a8vizarIas, a w m b i n ~ sjuicios gositñvoc y negativos patra unos y ohw. Como veremos, esta tendencia a relativizar la os tanto cuafido se refieren a los rasgos externos como a los internos. Asi por ejemplo, los pOt,res ya no son 10s qwe c a e n de todo sino que algunos tienen dificulbds para tener una vivienda o alimentar a sus hijos, como señalan So1edad y %a en las ejemplos que siguen. -U-

rieos] son unas p e m w que segrZn dbs tienen mcho 58i;EDAD 1 2 1 0 di-. -m, l'd liewn pern m& gnfc por tcnsr mcha &nero creen qrre son mpm'ons a kf8 oDbvrs pk7sonae Hny veces que fappcrsoñes copi pocos recmos son ieIigeRFa qw hgmie qiawy p0uipOui &Sipuno qué7 Pdr .fempIo un pobre & %a &Ir, m mm&peru. ?tqypear$intrv,qw csfd~tpidienda p r Ia &tete O m rico qxc~be& m q y pohn en ~ M o R m& ~ Fh, e c h YO^ emances 8s pobre an

WAN IGNAClO 14;6

C I W I ~ &

Junto a estas vahaciow morales,

es ea Ia ado1mncia cuando tambi6n se

empieza a ~ I e o euna r d a ~ i 6 enintegmcidn de diversos elementos de " d c t e r so&&" que hacen que sus o o ~ i o n eseart s m& complejas y sofisti~das.Mientras que para Iris stojetos do edades inferiores las categorfas rica y pobre es& definidas fundamemalmnte por h poseaidn o carencia de una serle de elementos materiales que se asocian de manera directa e 3nmutable a unas wacten'sticas psicol6gicas, para aiguaos adobcenfes definidas no sdlo por la posesíSn o carencia de mSow matexkia y atribuciones de d c t m intmo sino, a d e d s , por las vent~jas a de.went@a;~ xmiales dd& de per&?necera un grupo detenninado como tener m& relaciones o ciertojm&r sobre los otros. V&se los siguientes ejemplos. r u s a p e m poderosa, ~~ piensa que todo lo pueak NATAtIA 1S;IO 0fUn ri& hacerpor W a del & n w y gwp"de mtw casi fado Zo que quiere; o sea, no todo, b qw sirprccde W r a r wnd*ma.

SLVIA 14;s OVI> para ti qu& es un rfcolAIguidn que riene micho dinero y er muy pfkrwo. n'dae m h carrtr. RUBSN 14;6 a3> ¿Td qué pieilsas. que w un riim? &u& pienio yo? Sí, que piemas. Psues @s..~dco . en mrmtr, rt dimraP Bueno, del rico que pienses tú. Pues una p e m w pe ~ ~ m &m~ e d 8 o dimw e y qtce p lo tanto dene un pue$to &e en ¿a m & d W y qtie i h m h s t ? gent. 6 rdacSanes con la gente qere cunlguier p m m m d . &Y un pobre? &res&res.. f a d m r d i b n p&n ser pobres, pueden m rmr.., pwiia~swpaamen cuamoa C Q ~ & ~ Ra, rspínm. Pero #npobr&n o e n t e u dgdetl qm tu g2nze ie da ab &doInria, ct sur. nunca htna nEngana

Esto, a su vez, slgnifia que los sujetmi empiezan a canmbir Las relwiones

sat&dB desde una perspectiva m%d&&Bf~. Es decir9 la Bpueza o ki pobreza no gd1s esmsall tle&mnhadas pm ¿iqiieitos rasgos e x ~ 0 o S psicoldgbms que las

definen s?noque, de dgwa manera, la Siaiaei6n de los individuos dentro de un grupo o de otro Ies permite infiuir sd.rrp, Ia propia esmi%= social. Así por ejemplo, al mismo tiempa que los das pueden óener más oportunidades sociales, su SítmcSn les favpara intewenir ein esmetura srxial. La respuesta de Pablo constituye un b u a ~emf,Io.

Es evidmte que la Inmrporaei6n

e fnterrelacibn de estos pruicpiios no

n m t . n b implica que las a á o l ~ n t ecompmdan s plenamate que el ser I%W a pabre no depende dnicamente de factores de tipo individual, ni que contemplen la msteIa~i6nde factores de tipo socid que inte~enemen la orgartizaeidn social. No ob~tailte,sus hemmien- cojgitivas y la infomacibn de que disponen les permite ir articulando y ozgaimdo sus explicaciones de una manera más wbefentr:y estnimmda. D e las respuestas de los adolescentes prxlemoz. inferir que rriatízan m verdadero intenta por reflexionar sobre los hechos socales. Las dPsiguaidade3 s o c í ~ n 6 & se perciben mm un fen6meno que es injusto; aquellos que poseen m& debn'an de ser m& generosos para Conseguir una sociedad igualita& Además gozan de una &e de privilegia y ventajas de las que sacan pv8cho &x~tras que los pobres, que suelen ser bonrladosos y generosos, tienen dificultades que no les permiten d a a&lmte y es neceswk ayudarlos.

Medianfe la pregunta &4denrdF de ricos y pobres, crees que hay gente que sea lztva cosa? q u d m s in&m s5 las sujetas conocian la existencia be o b s estratos wnlvmims diferentes a ricos y pobres.

&S

dos t @ s

de r e s p a que kmos encanwo son los siguientes:

DSo~tmmfs.b s sujcftbs no mltcjben la extstencia ae detratos econdmicos diferentes a rico8 y pobres. Wdes. Se r e ~ i ~ que. 1 ~ i~ ldm & ás de rico8 y pobre5 exiSTen personas que se encuentra en un irivei kterm&o f.me&* tegulatpc h mdi& m)o que hay diferentes niveles @s&zil .?as&-, mrrd&-h#a, m.).

El porcentaje de sdetss adscrito a una u otra categoífa aparece en la tabla

Tabb 7 ~ T i F i C A E i c O NSOCIAL

Como vemos, praCticamen~la wralidad de los sujetos de ambos Wses piensan que la 5i& es@ constiguida por mbs de dos estratos soci0ec0n6micos. S610 un nfimero reducido de nGos de 6 @os tiene una visiún diwtómica. De h misma manera que en el apartado anteriar, si obsemamos sus respuestas, podemos detectar cambios ioteresantes q H e se producen con la edad en la calidad y sMsticac56n rle éstas.

4.2-2, A&&%%mslitativo

En primer Zugw quesemas señalar que, por lo genesal, 10s sujetos m&

peqUenos tedan cierta dificii99taa para comprender %apregunta que.les pLanivábamos,

de tat m e r a que no fue inikzwcne que o bien r'espwidieran "nosé",precedida de m &ende9 o quei en sus primoras mnteftacianes hicieran referencia a otros grupos de gtaiée ;amo las git-s, M w m , %&$&os, efc., a m o 10 muestran los siguientes ~ t r m t o sde p m b . ADRTANIt S;2 ;Iirfi) &ie& de &xe y @res ñay otras que sew otra cosa, que no raan aj ricrrs ni paOr%s? @me na saan pati~ts.&@u€no sean pobw, y cdmo w n asos? R4pm d CY)I wr &@idB.

...

que sean otra cara. que ROCIO e4 m .M& ae n w y &res, hay ol ricos i1i sean pobres? S, fas @&mma fm otras pmnas, los gigrtanw.

...

sean

SUSMA 66.8 f...$ W m o s dicho que htly ricos, que hay pobres iy habrzS otros que ~)seannirjcmai-faanpobrriii4SI.lorFt~ne~. ALFONSO ñ;IO sean ní ni

@ti) ~A$emz%de &as

y pobres hay gente que sea otra sosa, que no Este-.. Isí, grvl m teaga pap& ni heinmrn~~

Cuando esta sucedfa se formu~abanuevamenite la pregunta y en el caso de que siguiesen sin entenderla, se les pedh que dijesen corno consideraban que eran &as y su familia. Se observ6 que cuando Tos niííos que situarse e l i s mismos, Etabia utia mejor comp~%$ídndt?l problema que estábamos tratando. Sin duda, dexionar sobre su propia experiencia permitici a algunos sujetos darse menta de

la &steaicia de un p p c , con mractr:nStícas diferentes a esos extremadamente opuestos que p~viamentehabian definÉdo. Arfn M, aproximadamente un tercio del totd de 10s n&os de 6 arios mencion5 que &lo existen ricos y pobres. Aunque un buen nlSmem de euos dudi8 a la existencia de un nivel intermedio, de sus respuestas se pueden desprender, lógicamente, una serie de mracterlsticas mmunes a las descritas en relacííbn c m sus conoepeiones de Io que es un dw y un pobre. Ad, ob~nr;mmosque 6s- conIienen el carácter irreal y anecd6tlw qw selíalábamos y que siguen bashdose en aquellos aspectos externos y sicrbredhtes de la redidad. Por ejeny,1o, algunos pequeños empiezan a w W i que exísten otras pwonw que no est& incluidas ee gas categorías rico y pobre pero tienen bastante dXiu1taid para utiHzar un &míno adecinado que las defina. De esta masera, es muy w m ~ incanbrar n expmirrws cama rd-pdre, go&my rSco, tenerdiaercl, media ricos,

#c. Geem05: que esW pateds; estar scx5adof por una parte, a fa reducida expe-ua

mcial de los pequeños y, por otra, a funitaciones ccrgnitivas cam no ser capaces de establecer m l a & ~ e sinclusivas je-w, centrarse en aqueil.os rasgos más

-m= que ]las sujetcrs de edad tienen acerca de las estratos 9 0 ~ i 0 t ~ o n dm ~ sixstmtn: fragmmtarias y, desde el punto de vista adulto,

pxhmos, son lábil-. %%r ejemliifo, dxmos que los ninos m h c e n desde basfants pronto que? poseer o r*srea3~irde urms pocos mgos externos -sobre todo po&irinm- por la general exageradgs y prntob"picos, supone pertenecer a Ias -0rfa~ rico y pob*, msp%íivamente. Pera a la vez piensan que si se modifica uso de esos mgos "repentinamenteu se altera la s i M 6 n del indviiduo en su conJunto. De la misma manera que las personas ticas y pobrm pueden cambiar gi

s G b h e n t s su candiciGón, es posible que convivan simultáneamente carae~'sticas de m h s grupos extremos para fomiar una nueva categonona intermedia. Además, como vernos, los criterios que u t í l h 10s asocian con situaciones de su experiencia

pemnat, afudiencio casi siempre a personas concretas y cercanas a ellos. BK;MO 632 m) &&m& be ricos y pobm to crees que hay geate qite sea otra tosa, que no sea ni rioa ni sea pobre? Chma mi 6@que es medio ñco y m & o pobre. &Y oúmu es Mde ser medio &o y medir, pabre? Er que siempre ame mucho &mro mi iiu+U n aZa le pidió o I o s reyes que me majemta mfitboUn nary grarode. &Y que es eso tte ser nierlio rico y meüia pobre? efn IhomBrc qur; va a peder el d i w o y que puede grum. Qrre a veces na n'cnen rama &em. ¿e.

-

que fos a%&Pad~s q-

ea &&& a qfie e1 &&ajo constituye el pRncipal miar de mmb'io san bastante harnogéneos. Ademh, en nuesms propios estudios esreontramas que taats, los JIOiI=fOS españofes (F!aeseo ef d ,1992) como los med@faz 33migsi ob da, 19933 pensahm 10 míSrno- De ahi que en esea h-&& p % w c u mm n más~ en profundídad el desarro110 de esta cmxpeidtr. Para exp1-ia &mul~mmiina serie de preguntas tales amo: ¿me explicar m m& m m seda &t @abajo?,t e n cuafqufer&@o se kacer f .g e m n'caPs?,enctulfass¿por q&.i buseando siempre que los Rifios propoda#asconwpondiciltwim justñfi&ones. ~UC&BB

] N ~ ~ a m ~ ~un f tpría~tsr p; andtisis de Xos datos consistid en id~ntifica5,a partir

de Xa 1er:twa de to&s 10s pmWos, unas categorías de respuesta que nos SNieran para ~fs?ctkwuna primera aptoximcidtl en la int1qreraci6n de los datos.

Ltrtr

-tidad.

que mrrespen~ a & categorla katgn la idea de la c d i i d n ashi W puede manifestar de d i f m m maneras: rafe-as a$ tiempo invertido en relac'ión a la csntidad de &b&$d A hmas, srir demm&w, de dút y de ptTduccián C d m b a l l ~ ~ c hcapm].o ns a mpeMu6 rdaoionados wn el buaño o dhemidn del -1 ea 4qiue se tdwjtt f t f a 6 a J d en M a r g~andm)TraibPUo emlifha0. Sovl mqmestas en ÍHs que aparece ia idea de e j a dcuaiiñcado. Se. hace ima diszh56n de los di~exsm asbajos m hMnde ia importancia d a i (mab~&simgoz-tunh dific&tad f u ~ t sf, la necesidad social (unes lliraáry'as son nás -m que Mma), eto. Se inofuyeh ~~~te$&cinnes en Ias que se malüotlw cnaiidades, c-dhes apt5tUaes a valares porsonates po os para poder d e r a un buea trabajo o a una bpo&tbst e i a l ~ ~ J ' i t bien, r r e$b*zmxe m ~ & e ,&&m p m wmeguir 2 0 qae se q u i e , ser %aef

-0.

mmtarPfeehan es^^ -1, &ardías, gwepwadbn, Se mfiere mqüestm ea ias que los estudios y la preparación previa se; risoolan ston 4 acceso a m trnbjo cdific& [esfi*di&e runa m e r a p w mm-r un aten w&Ma, es~udimdesde pquttRo y l m g ~l i a~ h~ universidad, &c.). Rdachem ~ 6 negmis91iny&aas. ~ fZespuestas ~ en las que se hace mencidri a in&mambicns.de rípa económico como poseer d o s de produwih, c i t r b n y a c ~ m ~ h e i d n de dtiero a ha* de. iovem$.~~es da& de lurnfábricn. pedu un prdsfamo e fnwrrir d di-@ m rrn negocio. ser dj&& y tener e n p k u d d a s , el€=). Además. se incluyen respestas en W q w se dede el pwiw sobw toa deinrío gawado por Ia posesidn de d i o s de producci6n

btcsArt tiene' ~ & E T sobre &S p d e apbtalos). lajeiarq~laoe~iptiana3.Se twta de respues- que por lo general est8ui dtwicmt&s con irlde las w+tegorlasantanor%s.Esto, a su vez, tiene incidencia en el tipo de remme~aui6~ que reeüKn. Bien sabemos que de aigunas d e es&s cuestiones no se encuentran exentos los atbañiks espEoIes pero fa diferencia, a nuestro parecer, esñ-iba sobre tsdo a el mmu en el que se producen. El mismo hecho de que en MMCD1 sdesigualdades swiales sean mais marcadas, repercute de forma negativa

sobre aqueltos sectores s o ~ W e s m& isqrivadtos impidiendo su prornwi6n socioecon6mica. Pensamos que esta pequeña reflexidn nos puede servir para intentar dar sentido a los resultados qaaue hemos ~mntrado.Pero afin así no +jan de surgir

aigunoa ifltamgantes: ;que ef-0

tiene la variable mi&tural mbre las qxmsenta~iomsaciales?, pobre qmt5 inci(ie?, ~p;po8rfmosd& que afecta la manera en que se organiza y esmchra el pensamiento?. Si nos adentnimas en la

forma en

qque

los sujfnuts ~ ~ ~ E ceIB PO^‘ R que de su percepciiin, posibiemente

podamos áesentrafiar algunas de esras cues;tíones.

Los qjemplos que sig-

nos iiusban mvjr ehrimente cuáles s igualimmta p-tes en las con.pciones de 10s giequ&08 rt=ppecta a la simei6n wiai del aü,anif. Bsta idea nefleja, &mas, SE en un wIr,aspecw de lrrs muehos qirts intervienen en ei proceso tmdwcta a (valor del. memacb, caste del mamiai, m e de obra, nfimrrro de emp1óados, &c.). Par tanto, fijarse en fa ldea ae que el tamaño de Zrr casa detemiina Pos beneficios que ae Obtarrneíi @ sBeiwsu casa ewcm p d e cesi*v marcb, enfowes Ie tienan que pagw muckt,* M e * m h a r cmns) Seij conduce a pensar qtie el d W 1 obtiene mucho dinero y en consecuencia que es &aA mnthuacidn expondremos aJga~i%~ exeactos de p~of:0~010s que ilustran a5odmo justiican las sujetos que el alMd SS encuentra en ttna prrsicii5n económica S@&e&&.

EMem&,

qiaqiaerc jma? &o pnru covnprar MBUS e~mprw y pm eso es#& t r a ~ n d a .

M wnm

~orno oi8a.t-

wcinasnaF ecc.. m&m

WSQS

quiere

trabnjando &ne qtre tener uno parn nm g otra & poqwro dinero. porque h f f a a j ~ .

0.9 íraE&a pora las wims y a Eo mjer Ico dnn dinero porqite ho h.nbaja$o cn laS que gsriemn mmprur iu e¿tsaIe dan íiiaerd.

m el & M ~ Qse h dan rrf rlírewor. f.-.]

se Eo dan aljde. ¿Qu%a?Las que quieran &&m

y IOS

afü f&

~crrtsa~msai.y&pa~a~~~ l a ~ ~ ~ e ~ g n r O n m c qr~e ccirresponáe w n la situ;icibn re& del propio país, mtonces cabe preguntanios:

Mwl&d4d arrcíol I: H L a r cza3.&tababwo

192

&cua3t^r SMI tos EBctOreS que timen en @ueaia pata justificar su asignackk?, son capwes de tener en -5a q s &%e a aspecaos telaci~tzadoscon la dtruehira dmia?,&aun prcMwm rfe cm@&aidas o de organización wnoeptual?. V m o s Be Jas n ~ & ~ e s t sQW c i m datl f a chicos a partir de los 10 afios. d a d en la que empiezan a d i k s t e r m c i fama ~ m& niarcada

M

%¿%

Q i>srrua"

~~

dikwncias.

m tcDtWnsfrrgyres y nu trajrun fa rrrpa #un sucia.

f h ñ ) ~ p a g n n ~ y ~ ~ h n d ~ ~ . s" ' is ' sI l ;ep esr og. p e~~ aa~ t~i ~ e n

gam ñramdMISCISC p r > v M gM(I lwnhO dtnt?#%3 XT&@V~&O

ha&nd~ CM=.

(hQsfhuEH'era&Jndiadopw a e $ ~ r nd k H I &..J esa es tanrbfknpor d p a de los papdr que a ydaes u ltts ru'lklshpmwm .a d e r i c n ki d i e 3 y - m Irrs IIewrn tJ cok&. @ p o r q ~ < c ~ o l e g s t d d ~ a r a i R Ú d n y r r h Dtu>Jaaepfmen ra zmtrnbnjobierr O s ~ ae.s u n &&$O quc &pu& ewBm o @a sevjde, no @a estaaliar y por rso aegd a &bañü.

, est;rhi i-pilf&W oorrcepinnes$~tas a e t , 1929. El dinero "esta parque es neesario: pocfri;a S F ? ; ~desastn,~~ que ia gente no tuviera nada. Las h t e de~ dande pmx& son i m p d s a s y muchas veces pueden ser atribuidas a ai.w, c ~ m o safialsfra bis antenomente, o como nos dice Rocío en el siguiente fsdrzp, WD

RUCXQ %4 &Y el &~uttor de.dbade saca el diera? A m'me pmcoe que r2a hace diUuJdicyc*auuIob(1duror~bun~atadalagcnteo~ms~.So~~da~ pwqx.tt... &ai€n s ~ Eo . quedas W A&&&?', si b hace kZ se lo qrrcda ;Ei Aloaide haix dkmm? Me papru a mi. &E$se le va niandando a la genie o cómo es? 0 a veces se i a ~ a o r P t r n o c i l I a I > o w . ~ w n o ~ ~ ~ s e ~ ~ ~ ~ n .

Por tanto* piensan que ilega~a ser r*co es smciuo: el dinero se adquiere Edciímente, w ahorra, se ac~nllla,p o m ~ W o s tan diversos -y en algunas ocasiones &seMI~s- cama mcowmPLa ea h c~aüe~ un cancama. que alguien re Zrr di? o

@&@ entre e otro , s. Todos esto9 argumentas también srm Uíi3es para exp1icar la s i W 5 n de 10s pobres: m tienen m.ynef4a, no saben en drznde mli e£ bmco a han pr?rrfibo e4 ' i k ~ r y ) . La respuesta de Luis, Bena de ~6ntradic~ioftes, nos muestra esta

Idea. &iTú Eamrt orees qw ae hace l a gente rica? Pues gaaanúo mucho diwm, y &ju bfwr y g ~ &m. a A ver, cuéntame eso un poquito más. Que uaa mdqdm y cluinda..LI si n'me mdm tqnr3etas dt! esar y cdzo cmw mes, h Q& #iz4&&incno. cuales tazj~tas,&mes esa? U m =jetas que son aqtd y hay ana re& u m csarysedre y Iüego c a s a ~ f g l r a s n r c f c s e vsurcam n && tr da el &m. &Y&me sackzm los hombres ese &*era? PSLPS ¿?QR uiru Zut]&= la meten gala t a i f a se fa ganfn la mapWin@y lwga la c o p n los h d m porqae ea suya. &Yata&ti%?s p a m puede swxw d%wtgc6n esa ?S &SiSi pero la que no W@ni plt&irirPav Iw pbw w ti&nrnf@etas de esctr y M pMden. &Par qab mo t i o m tarjetas los pobrw? Poqrue nacicrm pobres y como seguro p e nnrcs uprr nn@ y w a a w irs iPDmPn el &ten, y Iwgo vlipa In policía y no psulo. Porqwe r E w y tw pbrbs t&étt. i;hles eran tieos, cu4*d65 Sí, m o creo, twfas LTB[S 6;P

trnhqfiafigt*

Pwgw m-p i e zxtmde padar eren

au&. &Porqu6 hubo unoo qse

me-6,pcw ya &a6a odencso y no sabía I a robmmn dincru y gw

bieson pobres? Purqwe

v á ~ ~ ~ ~ ~ ~ . ~ ~ y q m & u r m yl~egoksrobnroneldUvray2uega a ' y n d o ~ ~ srfzmphmblgm*

Corno fruto de

plrcu1k-e~y coi~lftantesconttadicciones, tambih es muy

fmxtate ea6onW id-

qae, w ~ v f w h d o con las anteríores, muestran una imagen

de4 mundo en la que las cosris pueden pmmecer estbticas. Es decir, el pobre se lpusdc vof.vw aioo erso~nrrsndo&mp por azar, cr aoniendo un trabajo. Pero, mismo tiempo, su r&tm&bn tamb"i p u d e detmninada por su orrgtn, que es idtaabte, como nos dice Luz, Lua 6;3 @Q O ~ Py, e% sa*r pbra, anede tlsgar a ser rico'? No. iNo, por qué? Peqw aa Wo iiene dinero gy por quB no tiene dtnero? Porque 6l siempre ~ % a p & r e , y b b a p d b o o m c r a ~ e yl ~mnylrnenlan'efida. a iYporqu6 m pueda uc*ger a sar rico? Porqw rer, mcAo aínwo y na puede comprar un Itaárrm. &Y prit qué auno%ha -ido dinero?No 36. &'Mqu6 crees? Tal vez n su mniná w &a& mdo CZ diy dqpug$ ya nttpudiemn recuperar su d i ~ i y opov eso. &Y por esa quelE No p&#nwr w dcb ma v a . &Bioómo era anW Regular. R e g u h i g 4 que dgnmijao. Casi Igual que 4 graqiero, y se volvió pobre. Si. 6Y hay mr&a~ntequasz~ivepobr&S% $mcp@ P o r e s o o I a n ó ~ 1 e t i T u ~ e h a s í d p ~ ~ p d m , p a b n p a b n Á a b a ~ x n r f p ~ ~ & ~ ~ ~ d c s p ~ g 0 ~ ~ .

esfas ewit&z&&otres

se manifiestan también cuando estamos indagando

aspectos de la redidad mial. El e+mpIo que sigue, en el que se pregmta &m la moyiiic%ardy disn+buciri~social de la rigueza, además de mostrar 3 0 concrefo de las ideas de estos niiias, evidencia tales wnimdiccíones: mucha gente se hace rica (y hay muchos), mucha gente pobre se hace normal, pero pobres es de fo que mas hay. Todo esto basada en su experiencia particdar, porque "61 lo ha visto*. otros

LUlS 8;5 &í)27% creas que aquE en Torreón hay mmha gente que se hace rica? SL &C6mlo a? Porpm cade nez qru! wy a cudquier casa, cadu v a emuwzfm SU cheqy tatjerm y cso.&Y c6md m hace fa gente ticaapui en Torrda? i?m&ujando. &Ygu$ erem que hay m& *cm, pobres Q n m d e s ? Ya dcgo qucpobres. iCÓmo tabes me? Porqw cuda r%.r qsre WY m ei m m voy ~e?zdo pobre y qire nnrlü u u n i ~ yoqw m & qUd knw?.&Y gente pebre qus se haoe normal hay mwha? Yu dirío qrrc sf. &Ycómo se huee n e ? r).IrbC.?ia&do, que algUfente 'e &dinero.

Come ha quedado reflejada en el capitufo anterhr, las referencias d tratzrrjo

como motor de j e M o son Ias miSS ~ w m t e s Na . obstante, en lias respuestas de los sujetos &e m&enivel puede apreciame qile la wmp-ión

sobre este fendmmo social

a emam. ;Las txm&xfsti~s m& dceaa&es en la representaci6n que las sujetUs tienen @re

d M a d d n 8on las siguimtes: a) k+ idaeidra rartre trabajo y duie~) es

h s & M e ; ZP)a ¡ rekibn entre tfabaju,y ~f:mu-iOn

es opaca y totalmenteconfusa;

mtividades ccwmas y famifiares, y 6) b y un desconocimiento de una jerarquia 6in ia pxte que sigue Iremos describiendo con cierta detaIl6 estos y otros

m, 13e pxher lugar1 vamos atgirnos ejemplos en 1se

&m, illln~uede f

que se mawiona qBe m gen&ica, m& corno una mera

ALLBfiKFZ363 í&f) ;T&cdma crees que $&te se hace rica? A &se m k ¿ThjrwiddlHaceda c m y y e d o a algmim panes g ~ tmh+w& e y &t.& ver... a & - p í l ~ ~ ~ p m n s i ~ d i c ~ n q w e l e s d e f i y~ ~ ro gomfer &m. ~ ~ p a r r s s v a n a w a r 8 í f e s d s m K k i e o ? O wtxw&&spm2es. o f-.J&Tírcsees que se puede h r la gmt+ rica? Tú me dijiste que Vab&mda W> en cualquier W o se puede Brrcei Irt gente dos* Porque srabjjn c; vcnlad? y mmáF le dn d &m g no se lo @me gaSIIQ y lzwg~Jwlta marcha dirrcro. &Lojunta, y en dónde lo ?w&ga. &En " ~ bodega? a AAlga rtFigrandei junta7 Cbm, c~

mta

...

se hace l a gente. Junta d t m o en el humo. &Y cómalo CI\RLA 6;s (MT junta* Trab&m&. ;T-ando?,erxplfcamc eso un poquifa. Hipqp6 cuando m &me &m &,pqttcYarnoJnmmprm enardasm, u a a l c a ~ ~ esoondinero. r~y Y eso de jm&mdadihera en el b w , Xrabqjando, & o Ó m m? Cm& webajan &á1 s dan dincro~~6nIusbadinemI~nhikqunaranzo+1mm0q~uysidiceporrj+ "yo qururemral&nemfarAti~>tc&yffir&aNi,5.000 pesospuhiIeponey arCíapiurun lrrta~&& g se &m y se oye aIgo y se &re g aki mcas d diaeaDe?que quedasrlwfasque -jando re dan i i i i , iy qu* haces con ese dinero pata hacerte rico? TI? me &&$.te qac: ki gente se pobra hacer I.icajuatasdo ea el bamo. h s ricospara qw p + m r u r arpu y comida. ~Cdatose junm e1 dinero en et b-? Dnonjondo. ~Tniiqjsnrto?,ty giié h m con e e dinero? Pu& cumprur mckss COSILF.

Como podemos notar estas respuestas ctrcadares y taufoI6gicmen las que las caaiw suelen e0nfindit.w c ~ las n c~nsec~encías, no tienen nada que ver CM 10 que !a d i d a d ocurre, aunque cotittjmpIan el trabajo GOW una actividad que realizan 10s adultos de fa que se obtlrc?nedinero. Craando los niiíos aspondan que tr#ú&ur a &queza, QB principio parecerla que san capaces de m t a b I ~ una h m a de una relacE.5~1,por simple que sea, entre trabajo y remmmidin. Sin embargo, al

sieL dinero por &c.

puiede p

m

, c~no ya habiamos vista, de: fuentes tan

Respecto a estas M1azgos, coincidimos de nuevo con la

intíxp&ba

que ofkplcai BPati y Bombi Ci98118g3, quienes señalan que en Eos GLdSrXT m qw se mcomxe qmre eir &d.wjo m paga*p r la general se piwa que es por unJze&m~s szae¿& bp. 64)-EP ~ ~ además, o es tratado , por los mjwa;de esté nivel a m o wzdquier otro efs:mwto a & m oque es necesario "tener",

La impm?cMbn y oguciclad que time para Tos niiios este concepto les conduce a cx)nSem@ardo forma írnprai8a su riSacii6n con Ia re~mrac-ii%n. Paree claro que esto esti%deRermtaado, en

m,par Ia falta de herramlenw wgnitivas necesarias

r e m u n ~ i ó n ,h que a su vez dlfintI%entender que las pmnas que di a~ti6dadaque acupan bgares m& bajas tienen m& problemas para cambiar su paSrci6n soM&. Por &o, la reaíhcidfi de cwdipkr acrividad, por lo geneml puntual y cemma, es un medio para obtener riq~eza,puesto que 10s criterios que le

de moviEdud corno la muneracirirz Wgwaf en el *ajo se basan en las c&úades de$individuo pata hacer bien o W E I;is sosas, Veamos a t g u n ~ spmt&os que reflejan estas ideas.

sirven

m-to para justificar la posibilidad

~Cbmo creesqne se hace;la gente rica'? Bdq'andu. trabajand do, EDUARDO e0 trabsJandoen quél f h m en d hmpitdI mando a genre. Cutaadu a gente iy en qué mas? f...$ &u cualquiar !r&@o se puede hacer la gm% rica? RiMazwb. &P'mmda qug? Paredes. &Y @ se te ocurre? [-..f Vende&+ ¿Vendiendo 9 8 7 Cow. ¿Cdmo quis? Pqmsi. d&eae rhocdiotrs-

,..

ViCfQR 6:7

m

&iTú edmtr ~ e e s que la gente se hace rica? Pries mabajanda y,,. w j m s y c t d i e d ~wsm, endiando pie~rr,wmidaape~tWicos,rrrdo esodide& qu8 uzltrajmt se puede hacer Ia geata rica?En las qui~scou I...] &&as y mí&fi~t.n I e mmip~n.&Porqu6 en la campra? PCrqw ¿Y oómo se hace la gente &R arut que waiq&? Prres vem&& JiJzes y mnadn y tambiin psnsndracíw. &Odmoe% qae %e h m n risw veadiendo ow€%? Pues les q ~ #wndcn cosas se Im dan, nn seHor #&are >ura cosa, sb &da y a c d o de resa cosn, arnpen'aiw, pues &l !ta time qzse d w IOQpcs~rarO MC)O w Wfete di? lOOOy idva ahorrando. kef&

-.

Aparta &S de;aeonocimiento de una jaarquEa wupaclond que disthga los

W&ajos & acuefdo a su cuatIfica~i6n,su ftrnci6n social, etc., estas zqwmtas nos &;ten

observar, una vez más, la m-turdeza t r t d qzie para los pequeiíos tiene el

es un ekimnta que sirve fundamenMmente para ob%enercosas. De ahi que las umpmiunes a g a s que se refieren espontáneamente sean, genesatmate, aquellas f?a lai que S reatira dgdn Wercambio, la venta de dgún producto y en las que se obtiene eI dinero dircc&ímezZtidel usuaño o cI-iente.,destacando mucho todo lo que supone h interacci6n m e producto y di# (lo agible, 10 obsemab1e). número de actores se &m a dos: ei qae cobra y el que paga, siendo éste a m o el benefinariu deí praducto. Esa idea se r&ja muy bien cuando se les pide que expfiquei ki forna en que ei maestro y el d&&fI obtienen el dinero. t&e;r~):

L'1X:fi 6;0 &Mi dgiste que era m d o , ;puede lkgar a ser rico? Sí, si @&aja m& pma I n s cmvsMsar puer te cian dincrro y tmnMn se padi-6 #iacer rico, c d fraZw& m&. &Y qui& & da e8 Pales lar spiimer que guium copnprar la carri. ea fia hecho rico ttt piae8iw? Cdma las amiiiaf y ¡os &?os *mR a d a r , cuando sa acaba el regreso n darer u krs ma~swusles dan d l w a p w p e &Ím niirar. ~QuiBnles da dinero? Za mmd bel niña o la niña. m &Le dan Cima al - t d SCr ¿Y kbric ríe&b --o? Sf. ;Y a tac%oslos m%esdan igwil? SC, &T&aslos maestros san ricos? Alganos plsbres. LY por que &unos mpobrpis? Pmqw &S pupmpoquita. &Y por que le pagan poquito? Pordgmm seIlow son q b m o s y Icpagm m & o y nlgunos #. LYpor qu$ a algunos profts80re$ ks m&? porque a l , na S&.,. o l g ~ ~?es mdan poq* &oro a 8EntcCS 1>1~)laP t p S qt¡&?Ft?~ @a s.?? rZC(IS.

LPLWA 6;LO

&Y,Y dbsúü Mtfn i e e;paga, f á m ~ gima el dinero? Pues a Ca pcm~iur oaff.dgrdcilkfii$cqwrhugad@ysi8iloIrdapyeslapmona g w e i t c h a d i d r o * b t ~i Y a ~ ~ ( ~ l o e a l ~ l e s p a g r m l o m & im ~ ¿o, ~?r q I & ? J3pimm ~ ~ c b&Yo por q.tla pueda poner &Santo precía? Pues no sé.pwspor ro q M .kp&p€qm *. k, h c m m& b&, m& &&rn'I. ..

CLAUIPIA Si3 qseleBapdi&...

Pero si para algtmm de esee nivd m relativamente f a d explicar esa zmda.elBn dual28. m a n ~ f aen que estas dos actividades se retribuyen que son c x m z w : sabexn que la w e se paga y que ef &Milconstruye "j&kR.l%adiAMW, seguramente estd asociada

incompetencia para issasos estudios que han trazado e! ~ w su i

de jefe. E x i h $@S wa1~pmdw CMIdwiumiiu de esta nocidin @e& y Bombi, 1983188; Danziger, 19583, se ha detectado que; para tcss suj-s mmom de 7-8 a h s multa aificii conocer su significado y mtablecer la &m& en Ira Tefaciioln entre el &abajadory el jefe, De abí que una de las f-ua -casi ~ G B S que " utipara justificar la riqueza del director de empkleados. Esta, en dltima instancia, emsea p ~ &&m r gue a&&= & rrsfieja nuevamente esa idea a r i @ d consistente en pensar que para consegafrw i trdqfu r=r neeasoai~pagar, Los ejempfos que siguen nos 10 ilustran. EDUARDO á;O @Q Y ei jefb diste;qne era...

Muiia d a . :Y 61 puede llegar a ser

rica? Sf, &Cáiw? Que uy-es dcljefe j U I D f C l t & w o y se [o &, lo que se mcubtitwa &-&e, ws a su ofídka y se & dda. ¿Y eso es fácil, que se haga neo? Si. ewnúarse dinero tirado? S. &Y orees que se 30 quieran dar al je*? Sí. &Yes

BELeZ-4 6;6 fie) @ism que m e cuedtes una historia de &o se fia hecho rico el jefe. Pises gae pam frnbt&u pares paz re rlw dhera para irab@ar. iLe dan dinero para tm&z$w, quiisn ie da el dineru? Los gsu q u i e n rrnbnjar nlb. ¿Y asi se hace noo? Si. .tY por qb8 te t i e w que dar dinero parir trabajar ahí? P ~ r w e Pvrqw para &jm... nrr d-;Pero le tienen qoa dinero 2o.s qus quieren trabajar &E S. ¿Y mí be ha heob rico el je%? S%

... ...

SUSANA &S (El &Cbrnose ha h e c b riw ei jefe? En La oflR'na. LCOrna? fi~rqasle tienea +e pagar dr: a-&c$ar dd- &Yqtuén le paga? Los que 7rabqeamen la oficina. A ver, ;como eir %m? cu&iaae %ahistoria de cdmo se ña h s h o rico ;Qué te parece a ti? Po7gucc # d e ? n $e pagart. dices que fe pagal Los gai? w u k j m en fa o $ d ~ &Y , par quk Le pagrin thp que rpab&m en la oficina? Porgw tienen que aatiafar. &Y ha sida ?ik+t para61 hacerse dw? Si, SI,UC é l IIUde d m la narrna de quepngalyu~. iCdmo que dar !a noma de que pagamu? Puw qw d a m a e& s m n u una w z p - fe p p .

...

...

LULS 8:s .iM) ~Cdrno ha h & ~ riw et direcmc? Ganando dinero para que le dc n lat &jd~tlrs. i Y c6mo Ia ha hwbo prua tener díñero? T r - a d . A ver, eIlknuune la historia ds Ubmo se ha hecho rica. Qae @&jd y YO dimre, y Ie&zron dmdu para

g r i e & ~ ~ ñ a t a s q w t r ~ a s ~ r d r % ~lyQgiemprehasidoricoowha ( z o .

hecha hice? h &I sido ríco m pa&50- LYde don& sacaba el dinero antes? 13d he &YPM qUiS 30 del&? Pdrig~tb Ze

Esta k b

p c d i i y p ~ x r reaWa,

que denota claramente su

-mimide la mIaciCin ea- &&@O y dinero, les permite res01ver el pmbtcraa rehcAonañl.c~ la ~rnun=i&n de%rlisedor de em-. Saben por ím adiúw ct par otrais Ein~~~tites que m d o se trabaja se obtiene dimero, pero sus rapw%&aá n n u e s h que para wmprender su suexdadiera wnexídn a& las queda tiempo. Ejos exmetos que Siguen bastante (3xp1icitos a este respecto. Adem$s, en &os m weIven a poner de manifiesto alganas de las wmctedstiicas típicas del gensamiwm de: los níiios de este nivel. ILUCIA 6s fE) &Yet pmfémr, puede llegar a sr rico? No. $br qué? Porque a no & aaii alaelp. 'oc que a 6t no que mi 5e dan Biocm? iVd d.iT6 qué orees? le &dan d S n m porque él o ta m&r kl rmbcgja y a lo m * fe dan &WPD orros. ¿QPiiBnMNW Elo. @ -a .endbnde? gn aiguno @&a o por akí. ;Y en la escwla n ~ l e ~ d r r i l m ? ~ & ~ & p r q~~lZYaAd~rio!o!dio~m~hirchasy ue larmúsmosque dUr &PO pam e&. &ptidn$les da e% djnem a %m pvfemtes? Nada, que M S D ~ Wrm &nar&@iakar&yc~fo~#snos&vBEamrraF Inhifchaacaray temibms qwmaíer t l ~ i w & s y iwgo E a budm al &&o. 1%e 'r C t f i i ~ i 1que se h a s riw?No, es qm GdIB n w &o fm aS m &a. 'Pem lus p m f m r e s . Tú has di+ qme d profesor no +e puede bgcer rico &venid?&'fesi se pude. Si se püede, ;cótrr? hres ya re lo ñe di& Wa. QW d pm$%mr, que M w í s gzie es matra pr&kwrn. nos dio ua dta kzs krrChaF y tcnlamw qrre Bi&nar nmr ~urns m o d a s , y entonces fuego Je rIevann?s a

...

M m í n l a s ~ a k j e c w 4 0 ~ i A O e~~n~~(~aIO?qTorcon4Oniiirar Sy yelBUreroqae ~ - ~ ~ l a r I ~ p r r e s s e Pexo ~ ~n ocs ¿o c ,~ ~ o n i nasrlmákrs dr huchas.

MOWO e2 m M e has di&o que el jefe es h.Yo quiero que me cuentes una bktoña de w m o se ha hecho rico el jefe. LTa &á unJ.fe sefue n í*nb&r y Iuegn vio u m m el de aquí y se le cogid. ¿Y q& paso? Qsze vino fos que Robafmorj aW p la echaron una h m a . &Cómose ha hwbo rico el jefe? Porgue u* taco se Io gzwrdó en el hafsm. ¿Yasí se hizo rico? Sí. t...] @sído fani que 62 se haga f i ~ SEparque ? sdlo tu&@ que coge el dincre &Y de dónde saca el $mero, cómo lo gaiia el jefe? D e I caj& y ga#a&-.- y fuego Ie d m nurdul &ffo por trofioja+. zpUi611fe da el dinero par trabajaí? U# seAor. stiiior? Nb S&. ¿A toclos 10s jefes les dan lo mismo? No pc?rqut dgblnos na ua p& encenfrmore. nurbsjando. &Traá&ando?,&quién 6;9 (o) ~C6rnogana eZ jefe el dinero? se lo da? P m a Za nascjm no se $0&u 4% pero. n lo m j o r hn hecho una apuesla con wr m-go y #annos ka ganado ft y te tiene que bar su amigo otra caro. ik' ganad dmm? B m u , a tu m@Or # d i & ~ s a #jm s que metes una t q k t i n y tp dan LO03 pcsdm- Ak>.m&ri%&rlbiii v m o i b c q i a y aso.

Pero m g m d o a la idea de que p w obt;en*~r m traBffJoes fiecaario dat

-

dh?ma c d i se~o b~m a que gemdrnmte también se utiliza pam justificar por qué

utzg&undo m pasee un trabaj~.Cbtno hemos visto*Ios sujetos de este nivel bastante &aro que fa p0.&5rhi que ocupa el indigente en ia escala socia%

[awmdo menos desde urra ^ p e e i r a e~on6mn-j es baja debido a que carece de dipan+ &Wec una serie de k e n t o s externos como casa, comida, rapg y &mbitSnel *o, 0~tCeaidoaoma ma posesi& m&, por lo que wmxr de éf y no m t a r con dinero para " ~ p uno" m kiene 4 mismo sigaifi~doque wrecer de otnx objeto%tzWenatates, Par =€a rarxísl. -que denota claramente sus contrridíccionese£gob=~,tr&qja VKTOR 6;7 poirae puede Ilegra e ser rico? PWS no. ¿Por q&? P ~ q no w pW& popMtB a RCag& $.ypw qUS ne pude ponerse a ningün Irabajo? P w a e iao &m nimmda y M puede &Ic: d a ufsemr- Si ruviera r rjoya ~ pmmIspad*fada*.- & q ~ i é a a i f o r o & * I e o o f d t ~ . a]deJi*&jo. &C6rnoeseso? P s u c ~ q e m ' & ~ ~r n erMa~~frryay&asern'co.pueste~~~frsrwl tr&&aa &Y parsi qUB nomsiia la moneda o bjoya? PUESpor si qmUIere u una &cim a ~ ~ i a r p v # ~ q w ~ n l g a q s wvdüaods&o~de s e a Iapuermykz ~qil~.d w m r m y ganan d i ~ r 0 &Y - es Kic'i piie *a 1 m w d 9 M& o awms. *or Poripte si M j a bien, xí, pero si h-& mrj, m. &Y qu4 as W a r bien para ti? &es mcer bien lar e , que que&

e?

&re&as.

fsstos ejemplcas aambien m~1:1anla iesrabi1idad que los sujetos le confieren a

fa mkcI.611, por simple que sea, enm rra€&j~y remwr&dn. Parece que ahora son de nxxmocef las difereneh ea la retnbucidn debidas, s o b ~ todo, a los ~~s

c u ~ ~ t i v v que o s hemos mciwiado. Pero, obsérvese que en la explicación

de Fdqpsh (1U;8f zipamce un nuevo wmponente -decarácterpsicoZ6gtco o internoque n=gula estos aspectos: la postrsidn de algunos rasgos mrales {ser gmroso. amabtesm sizr gwsemj como wndici6~importante en las relaciones sociales.

Como poriemos recordar, ía abitaud6n de aspectos ~uantitativesa los fm6menos W ~ e c o n b m i c ~ entre s los sujetos de 8-10 6 0 s es una camctafstica ca& enconbaaa por mms a u f ~ e s@a-ti y Bombi, 1981i88; Burris, 1983; Furth, 1980). B& sugiere, desde nuestn, punto de Msta de fonna atuiada, que estas eoncpciries guardan estte~bareIlaci6n can algunos resdtados que Piaget (1927) eil~mOr6$abre. la naturaleza de 1 s conmpciones infantiles del mundo físico. Es de&, los niños tienden a definir algunos elementos de la d i d a d socioewnc5mica de acuerdo cosl sus c a + a ~ : ~ s t i ~ f i Veamos s i c ~ ~en paiabras de Bu& lo que opina al respecto: A3 tnVaravaragur Car pr&ems mttcepcia~tes mbre tu cawuiüdabma y la rcgukufdad de iarfinúmmcw twturdw, magctJenw& q m tos &#os wnaCIbend mndo n d unfr era ñ o d , que s w p& si & c W h 59 q#t=it@k=r~%. &3X erwu,qm 2ta sído W ü parri4i Uagm a rico? Na. &Porquü? ~~.gft~tPkRtqrral~rm&ymdc~n&apura~vasapa~i.~om p m e tc vrrs-irrmd&-ei%monEam&w&.wu mm. &Yqu& se mew~itaparapztsar d a ~ r , ~ ~ O Q O ? ~ l a Q t r r t s r ~ n r d s ZsrdtarrsT 3 H " e s quieresaica-nlgo ~ ? d m r p o rlo gsw @ex%% &e gams al -fa, ponerle mds iruer8i. t...# ¿Cómo @tu%& eIdinemJZt?~"gou,ydemkr,,..p * u s ~ l e a t c j od~g < l b f mle~~gaporftnrr ~ c ~ e a n p w~.

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~ pagaPddelaqarc:gnnn,ase.a,& g m p ? vemimúfgddetoqul.

gwwa~pes&nAik w a p a ~ a m ~ & y € l s c d n u n s a e & ~UyIaqut! - - de $ae w p ~ a . gaíeaílserdpamcs-

La posibadrra de &tener riqueza, de ir subiendo esos esculcsforzes y de ir dtsdiffcultah, tambik se múch de forma muy estrecha w n otra clase O $ individuales: ias p s i c d d g i m o internas coma los vabres msrrdes y de lan ~i~titiudes mn'yy3cU.Como h a a s 20 viendo en los datos empiriws de los qitulos preeeásm, y ~ o m obien sabemos por algurms habajos que estudian el cksarmEo de conceptos sociales, es precisamente a es- edades (12-14*os) cuando hay tura fuerte tendencia a íealrzrrr d€%iGsípci~nes en estos t&minos. Esta marcada propeplsiún la enwntramos tíunbien presente en algunas de las explicaciones de los sujetos de este. nivel. A diferencia del tipo de alusiones que aaCian los Syem de l;t etapa anterior, en tas qve se mencionaban esas cualidades pao de a c u d o a sus caracterr'sti~~ m& extenias (sobre todo rasgos afectivos), las de 10s rile &te esÉ%n impregnadas de rasgos subjetivos. Se considera, por tanto, que para qne ef proc3eso se Heve a cabo, un8 parte sustancial debe recaer en cualidades del individuo &¶es mmo ser capaz de e@e>abarse a la vida, ser honesto, comf~3m, temer el &seo y Ea wImad dio sugeravae, e&. En las siguientes explieaeiories se expone de maíieki precisa estas eues~otie~.

3AVIER $43

E1 ditbcwr de mpmsa ~ c d m o crees qne se Ba hecü5 ñw? Prres dl

Wo~~~ae@xarna, y o p p l c ñ s o ~ d I b í a =1y)n#uewd &sRa,&dZo mucho esfuerzo, 1 H o M d & , ~ á e s * 5 e n w y ~ , p o r q B ~ i o ~ t~ ea pne m n a l o & rcn e?awmmIRsta kana Uegm a ara rh'~~d0r de a t y > ~ t s am q u e pwa ser w n direcrm aem qw cmgmaa a si nnipar mnhap &as en esa 8mpr@s~-~. Tu 'o~UV kr gtw w; gub ~ p i ~ e pQUB , dampre ha sido ñ w o se fra hecha rico? Si é i bI ya aw,earrso 22 bígo, uyhcrB dwdir *prr iw?,emu~csfiu,unü persona -,nopaawrmA-"

w.. P

m 14;7 CCudntans una hisurria de feorlmo se ha fiecbo rico d director de ampt'e& P w , &pq& ?iW@abam.,., de po4wtio s i r r p d ~ tno s Prnn ;muy hm, 1)~Ckl~11d~~~~ur~alia~pmra#I~~VabD~&r~1í1cka,~nfo @ e , M d Begd n fa a.rui'wrs~~dod y cio ta ~m~ras
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