\"Derecho de la Información, Medios Públicos y el Cáncer de Chávez\"

June 7, 2017 | Autor: G. Vallejos Espinosa | Categoría: Periodismo, NUEVAS TECNOLOGIAS Y PERIODISMO, Comunicación Social y Periodismo, Sociology of Journalism
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Descripción

Derecho de la Información, Medios Públicos y el Cáncer de Chávez




Por Galo Vallejos Espinosa





Los gobiernos nacionalistas que han surgido en los últimos años en América
Latina han privilegiado, dentro de sus políticas de Comunicación, la
reivindicación de los derechos de la población. Sobre todo en lo que se
refiere a la regulación a los medios de comunicación privados,
acostumbrados a trabajar sin control, o casi ningún control, de parte del
Estado.


En esa medida, dentro del respeto de esos derechos, en gobiernos como el
venezolano, el ecuatoriano, el boliviano o el argentino ha sobresalido el
fortalecimiento de medios que se han dado a conocer como públicos, que
funcionan con recursos públicos y, en la mayoría de los casos, han
trabajado en clave con los poderes ejecutivos de cada país. Por esa razón
han sido cuestionados, sobre todo desde las esferas privadas, debido a las
acciones que en más de una ocasión han ido de la mano con la de los medios
particulares; es decir en función de intereses concretos sobre los de los
grandes colectivos de cada nación. De la misma forma, han sido objeto de
estas críticas los productos comunicativos que no van a tono con los
derechos de las personas a recibir información de calidad. En otras
palabras, se les reprocha manejar información a discreción, a pesar de que
esa información debiera ser recogida, trabajada y difundida de la manera
más rigurosa posible.


En esa medida, ¿cómo se podría interpretar las informaciones de los medios
públicos de Venezuela sobre lo que ha sucedido alrededor de la enfermedad
del presidente Hugo Chávez? Por lo menos hasta enero de este año, los
medios oficialistas de ese país no habían precisado la información ni han
mostrado la menor intención de hacerlo. Se han limitado a revelar
generalidades. ¿La información sobre el estado de salud de su principal
funcionario público, merece este tratamiento de parte del Ejecutivo
venezolano, y por ende de sus medios? ¿O amerita este tipo de sigilo en la
medida en que se trata de un asunto de seguridad nacional, tomando en
cuenta el liderazgo de Chávez, a escala nacional, regional y mundial?


Chávez debía asumir su tercer mandato el 10 de enero del 2013. Se postuló a
las elecciones cuando aún estaba, por lo menos según las informaciones
oficiales, "curado" del cáncer. Hizo campaña de manera activa, participó en
los comicios y los ganó. De pronto, a inicios de diciembre de 2012, se
informó que había recaído en su salud y viajó a Cuba, diciendo que no
sabía cuándo volvería. Incluso nombró a su sucesor, el aún canciller
Nicolás Maduro. ¿Y qué señaló la prensa privada de Venezuela y del
extranjero sobre el tema? Como sucedió cuando se reveló la enfermedad del
mandatario en un inicio, en el primer semestre del 2011, respondió más que
activamente, en razón de su inclinación política opuesta al chavismo, con
distintas versiones que confirmaban la gravedad de la salud del Presidente
venezolano.


Las nuevas regulaciones con respecto a la Comunicación en distintos países
de América Latina ponen énfasis en la obligatoriedad de los medios de
difundir informaciones de importancia y de relevancia social. Por ejemplo
el proyecto de ley ecuatoriano, aún en carpeta, sostiene, en su artículo
32, que "tendrán especial importancia para promover y consolidar la
democracia los siguientes discursos y expresiones: a.) La información y
opinión sobre asuntos políticos o de interés público. b.) La información y
opinión sobre servidores públicos o candidatos a cargos públicos. c.) La
información y opinión sobre denuncias a violaciones a derechos humanos
(…)". De acuerdo con este conjunto de artículos, por lo menos en teoría,
los medios públicos tienen la obligación de informar de la manera más
completa y eficaz posible a su población. ¿Ha sucedido esto en el caso de
Venezuela?


El teórico Toby Mendel sostiene que "la información es un fundamento
esencial de la democracia a todo nivel. En los términos más generales, la
democracia trata de la capacidad de los individuos para participar
eficazmente en la toma de decisiones que les atañen. Las sociedades
democráticas tienen toda una gama de mecanismos participativos (…). La
participación eficaz en todos estos niveles depende, de manera bastante
obvia, del acceso a la información, incluyendo la información en manos de
entidades públicas. Las votaciones no son simples certámenes de belleza
política. Para que las elecciones cumplan con su debida función, descrita
bajo las leyes internacionales, como la de asegurar que la voluntad del
pueblo sea la base para la autoridad del gobierno" (Mendel, 2009: p. 4).


¿Habría podido candidatizarse Chávez si se hubiera conocido con exactitud
su estado de salud? Y, si se hubiera conocido, y Chávez aún enfermo hubiera
podido terciar en los comicios, ¿habrían votado los venezolanos por alguien
cuya salud no le iba a garantizar el ejercicio del cargo? Preguntas como
estas son pertinentes en razón de la importancia del tema, porque se trata
del futuro de un país entero, que no conoce con exactitud si la persona que
eligió está o no en capacidades físicas de cumplir con un mandato de
elección popular.


¿Qué papel deben cumplir los medios públicos en hechos tan relevantes como
el de la enfermedad y la toma de posesión de Chávez? ¿Se da cuenta la
población, como en este caso la venezolana, de que recibe de los medios
públicos una versión que no corresponde con los hechos que se van revelando
día a día a través de los medios privados?


Las percepciones del público con respecto a los medios públicos aún son de
escepticismo, por lo menos en el caso ecuatoriano, que lo tenemos a mano.
Según una encuesta de Ciespal, realizada en el 2009, "no se puede hablar de
diferencias notorias entre medios públicos y privados en cuanto a
tratamiento informativo. Con tratamiento informativo nos referimos, sobre
todo, a contenidos y formatos de noticias que resulten distintos de los
tradicionales, en lo cual se incluiría también el recurso a fuentes de
información provenientes de otros sectores sociales" (Ayala, 2009: p. 40).
La investigación aclaró, sin embargo, que en ese momento el conocimiento de
los medios públicos en el Ecuador era más bien limitado, aunque quienes los
conocían señalaron la similitud que tenían en su forma de trabajar con
respecto a los medios privados.


La incertidumbre acerca del futuro del gobierno venezolano pudiera haberse
atenuado con un manejo mediático distinto en el caso Chávez. Los ciudadanos
de Venezuela, por lo menos basados en lo que les revelaron los medios
públicos, no pudieron tener una certeza con respecto a las objetivas
potencialidades y desventajas que representan el estado de salud y
diagnóstico del candidato-presidente. No gozaron de una información
proveniente de los medios públicos que pudiera haber abonado en su decisión
de votar o no por el ahora enfermo mandatario.


En palabras del teórico Damián Loreti, "el derecho al hecho o derecho al
conocimiento de la noticia como facultad inalienable del ser humano es
aquel que le permitirá saber qué [es] lo que ocurre a su alrededor como
forma imprescindible de permitir su participación en la comunidad en la que
está inserto" (Loreti, 1995: p. 14). Y los ciudadanos, evidentemente,
participan en la vida política de sus países en las elecciones, como
también insiste Loreti.


Según el teórico, el derecho a la Información va de la mano con el derecho
a la Educación en un marco pluralista, que permita a la persona escoger.
"El hecho de contar con un canal único por el cual tomar conocimiento de la
realidad es lo que permite aislar a una comunidad del resto del mundo y
admitir la posibilidad del autoritarismo. Una voz única no informa sino que
hace propaganda abusando del monopolio de hecho o derecho del que pueda
gozar" (Loreti, Op. cit.; p.16).


El eje mediático oficial de Venezuela no es el único que llega a la
población de ese país, sino también los medios privados, de cuyas
redacciones salieron hace meses las versiones con respecto a la complicada
salud de Chávez, tomando en cuenta el "sujeto activo" que es el ciudadano
que se informa y que consume de manera racional y selectiva lo que producen
esos mismos medios, también en clave con las teorías de Loreti. De ahí que,
cuando las versiones más pesimistas sobre la salud de Chávez se han ido
concretando, pareciera que los medios públicos, por lo menos los
venezolanos, trabajan en clave con lo que Chávez y su Gobierno criticaron
en el 2002, en el golpe de Estado del cual el coronel salió finalmente bien
librado: la manipulación y el ocultamiento de la información. Y la manera
de trabajar de esos mismo medios privados, censuradas por presidentes como
el mismo Chávez, Rafael Correa, Cristina Fernández o Evo Morales, resulta
más bien similar a la de los particulares. ¿Existe en realidad la intención
de cambiar la forma de trabajar de los medios públicos con respecto a los
privados? La pregunta está abierta. 


Una posible alternativa pudieran ser los medios realmente públicos, y no
gubernamentales como los que se conocen y funcionan en Sudamérica. En un
análisis en las páginas del diario francés Le Monde Diplomatique, el
teórico Martín Becerra hizo una propuesta: "Las nuevas regulaciones
habilitan además la generación de medios públicos no gubernamentales,
ausentes en la historia latinoamericana, que podrían ampliar la libertad de
expresión. En efecto, aunque lo comercial y lo gubernamental predominan
hasta hoy en el escenario de la comunicación masiva, se trata de modelos
extremos: el primero es utilitarista, ya que justifica la existencia de los
medios como negocios que requieren de un alto rating y programación
sensacionalistas, mientras que el segundo es faccioso o intemperante, en la
medida en que fundamenta la utilización de los medios estatales en provecho
del mensaje de una parcialidad e impugna o acalla -según el caso- las voces
críticas. Esta situación motivó a gobiernos nacionales como el de Lula en
Brasil, o regionales y locales, como la propuesta del gobierno de Santa Fe
en Argentina, a crear medios públicos no gubernamentales, para garantizar
espacios de representación ciudadana que no sean cautivos de la acción
facciosa".


Desde el Ecuador y el resto de países vecinos de Venezuela, este capítulo
de la historia del chavismo, antes que morbo, pudiera dejar un precedente
para el manejo de los medios públicos de parte del Ejecutivo, sobre todo
cuando aún está en debate el proyecto de Ley de Comunicación y todas sus
implicaciones.


 


 


Bibliografía


 


- Becerra Martín (2012), "Terremoto mediático en América Latina", en
www.eldiplo.org/index.php/archivo/152-la-guerra-por-otros-medios/terremoto-
mediatico-en-america-latina/#n_5, leído el 16 de diciembre del 2012.


- Ayala Alexandra, compiladora (2009), "Percepción sobre los medios
públicos en el Ecuador", Ediciones Ciespal.


- Loreti Damián (1995), "El derecho a la información", Paidós, Buenos
Aires.


- Mendel Toby (2009), "El derecho a la información en América Latina:
comparación jurídica", UNESCO, Quito.
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