DEPRESIÓN

September 10, 2017 | Autor: Emy Espinoza | Categoría: Psicología
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Descripción

DEPRESIÓN
La depresión es un trastorno del estado de ánimo, que se traduce en un estado de decaimiento y claudicación psicológica y biológica del paciente importante y continuado, y se manifiesta a través de síntomas psíquicos (pudiendo aparecer desinterés, tristeza, desmoralización, disminución de la autoestima...) y somáticos (pudiéndose presentar en forma de pérdida del apetito, disminución del peso corporal, astenia, alteraciones del sueño con periodos de insomnio y de somnolencia, etcétera).
A la hora de realizar un diagnóstico correctamente se ha descartar los episodios de tristeza pasajera o frustración, que se consideran como una reacción natural de la persona ante acontecimientos negativos como las situaciones de duelo por la pérdida de un ser querido u otras como divorcios o separaciones; aunque si se prolonga más allá de los seis meses o es tan importante que sea incapacitante puede desembocar en lo que clínicamente se conoce como una depresión mayor.
¿Sufro realmente una depresión?
Se pueden presentar síntomas depresivos ante situaciones que conlleven un fuerte estrés, ya sea de tipo laboral, económico o de relaciones interpersonales, que irán remitiendo paulatinamente a partir de que desaparezca el desencadenante del estrés; es lo que se denomina trastorno adaptativo con estado de ánimo deprimido.
Igualmente hay que descartar las depresiones secundarias, que son aquellas que muestran síntomas depresivos pero que tienen su causa en problemas somáticos o están provocados por ciertos medicamentos.
Se trata de un problema muy frecuente, se estima que afecta a 350 millones de habitantes en todo el mundo, siendo, según la OMS, la primera causa de discapacidad mundial. Sólo en España se considera que la incidencia de trastornos depresivos es de un 5-9% de la población, aproximadamente 1,5 millones de personas, aunque al menos el 10-20% han padecido episodios depresivos en alguna etapa de su vida, en muchos casos nunca han sido diagnosticados ni tratados como tal.
Otro problema habitual en estos pacientes es que se calcula que la mitad de ellos abandona el tratamiento antes de los seis meses que recomiendan los expertos, lo que deriva en mayor número de recaídas y un aumento de las posibilidades de que el trastorno se vuelva crónico.
Tipos de depresión
Como sucede con la mayoría de las enfermedades físicas o psicológicas, la depresión también tiene un amplio espectro de intensidad y alcances, lo que determina que se clasifiquen, según origen y efectos, distintos tipos de trastornos depresivos:

Depresión severa
Es el grado más alto de la enfermedad que se traduce en una incapacidad absoluta para trabajar, estudiar, dormir, comer o realizar cualquier tipo de actividad cotidiana o que producían placer como ocurre en los casos en que se abandonan las aficiones y el esparcimiento. Por lo general existe cierta predisposición a padecer la enfermedad, y si bien un caso de depresión severa puede ocurrir sólo una vez en la vida, es frecuente que se repita en el tiempo.

Distimia
Es un nivel menos grave de depresión que incluye síntomas crónicos a largo plazo, por lo general un mínimo de 2 años. Es muy fácil confundir un estado de distimia con estrés o cansancio. Los efectos de este tipo de depresión no incapacitan tanto pero impiden un normal desarrollo de los hábitos más comunes. Afecta entre el 3 y el 6% de la población general. Los síntomas han sido descritos como un "velo de tristeza" que afecta a la mayoría de las actividades. Los pacientes no muestran cambios aparentes en la conducta o comportamiento diario, aunque tienen menos energía, una negatividad general, y un sentido de insatisfacción y desesperanza.
 
Trastorno bipolar
También conocido como enfermedad maníaco-depresiva, es bastante infrecuente pero no por eso menos grave. Se caracteriza por cambios cíclicos en el estado de ánimo: fases de ánimo elevado o eufórico (manía) y fases de ánimo bajo (depresión). Los cambios anímicos suelen ser paulatinos pero hay que prestar especial atención a cada uno de ellos. Cuando la persona atraviesa el período depresivo, es común observar todas las características de una depresión severa. Por su parte cuando se manifiesta el ciclo maníaco, es posible que en la euforia e hiperactividad de esta fase, la persona se vea involucrado en problemas o emprendimientos (económicos, personales, etc.) que luego no podrá manejar. El trastorno bipolar se encuentra a un paso de un estado psicótico (pérdida temporal de la razón).

Depresión posparto
Definida en los tratados médicos como "baby blues", esta sensación de tristeza, llanto repentino y dificultades de la concentración, suelen manifestarse aproximadamente a los 4 días posteriores a dar a luz, y desaparecen alrededor de los 10 días. Sin embargo pueden llegar a intensificarse y perdurar. En ese caso se está ante la presencia de una depresión post-parto y es necesario requerir asistencia profesional para salir de esa condición.

D.A.E
O Desorden Afectivo Emocional. Es la depresión que ocurre en la misma temporada cada año, por lo general durante los meses de otoño o de invierno. También existe una clase más rara, la cual ocurre a principios del verano y termina en el otoño. Esta no es una tristeza normal, debido a que persiste por mucho tiempo y es preciso solicitar ayuda médica.

Depresión Doble
En un estudio a largo plazo, casi todos los pacientes con distimia sufrieron como mínimo un episodio de depresión mayor (a veces denominada como depresión doble) en algún momento de su vida. Algunos expertos creen que estas depresiones dobles deben ser consideradas como parte del curso natural de la distimia. Las mujeres pueden ser más susceptibles a la depresión doble.


Depresión Atípica

Las personas con depresión atípica generalmente comen y duermen con exceso, tienen un sentido general de pesadez, y un sentimiento muy fuerte de rechazo.


Causas de la depresión
A veces la depresión no tiene causa aparente, pero en otros casos, puede ser causada por un factor o por un número de factores. Éstos son algunos de ellos:
Genética. Si hay un historial de depresión en tu familia, es posible que haya un vínculo genético o biológico, que hace que la enfermedad sea más común entre tus familiares;
Bioquímica. En algunos casos, las sustancias químicas del cerebro que controlan tu estado de ánimo podrían estar desequilibradas;
Un evento o una cadena de eventos estresantes como un divorcio o conflictos familiares, abuso físico o sexual, acoso escolar (bullying), una violación, la muerte de un ser querido, o la ruptura de una relación;
Personalidad. Ciertos tipos de personalidad tienen un mayor riesgo de depresión que otros. Esto incluye a las personas que tienden a ser ansiosas, tímidas, perfeccionistas o a las que tienen una baja autoestima.
Factores ambientales
Se consideran factores potenciadores de la aparición de este trastorno todos aquellos que son negativos para el sujeto (estrés, ansiedad, incapacidad de encauzar los problemas...) en cualquiera de sus ámbitos personales (laboral, familiar...), en especial si el sujeto se encuentra además en una situación de dependencia o consumo habitual de alcohol, tabaco, drogas, etcétera. Una situación de escasas o nulas relaciones interpersonales potencia especialmente estos factores.
Síntomas y diagnóstico de la depresión
Los síntomas de la depresión dependerán del tipo de depresión que afecte al individuo, sin embargo se dan ciertos patrones en la conducta a los que conviene prestar especial atención. Debemos señalar que la aparición de alguno de los síntomas que se mencionan a continuación bajo ningún punto implica necesariamente un trastorno depresivo, sin embargo será oportuno mantenerse alerta a la conjunción de varios de ellos:
Pérdida de la autoestima
Sentimientos de desesperanza o minusvalía
Sentimientos de culpabilidad excesivos o inapropiados
Fatiga (cansancio o aburrimiento) que dura semanas o meses
Lentitud exagerada (inercia)
Somnolencia diurna persistente
Insomnio
Problemas de concentración, fácil distracción por sucesos sin trascendencia
Dificultad para tomar decisiones
Pérdida del apetito
Pérdida involuntaria de peso
Pensamientos anormales sobre la muerte
Pensamientos sobre el suicidio, planificación de suicidio o intentos de suicidio
Disminución del interés en las actividades diarias
Disminución del placer producido por las actividades cotidianas
Sentimientos de incompetencia
Pérdida generalizada de interés o placer
Aislamiento social
Sentimientos de culpa o tristeza referente al pasado
Sentimientos subjetivos de irritabilidad o ira excesiva
Descenso de la actividad, la eficiencia y la productividad 

DIAGNOSTICO
Es esencial detallar una historia clínica y social detallada.
Va seguido de un examen físico que ayuda a determinar la existencia de otras enfermedades que puedan tener síntomas parecidos a los de la depresión.
Es posibles que puede que se realicen exámenes de sangre y monitoreo cerebral para cerciorarse de que los síntomas no estén relacionados con otras enfermedades.
Los resultados de la historia y el examen físico determinan la necesidad de otros exámenes.
Tratamiento de la depresión
Una vez diagnosticada la depresión, el paciente debe iniciar el tratamiento, siendo en casi todos los casos una acción combinada de terapia farmacológica con apoyo psicológico. Es muy importante que antes de que el paciente inicie cualquier terapia, sea informado por su médico de la duración del tratamiento de la depresión.
Tratamiento farmacológico de la depresión
De forma general, el tratamiento farmacológico de la depresión se suele limitar a los cuadros depresivos moderados o graves. En los pacientes diagnosticados de depresión leve no se suele recurrir a terapia farmacológica, debido a su estrecho perfil beneficio-riesgo. Únicamente se recomienda en caso de fracaso de otras terapias, problemas médicos o psicológicos asociados, o historial previo de depresión moderada o grave.
En los pacientes con depresión moderada o grave, la terapia farmacológica se considera un tratamiento de primera línea, aunque existe un 38% de pacientes que al cabo de 6-12 semanas no presentan respuesta al tratamiento instaurado, y en un 54% de los pacientes no existe remisión de los síntomas. En el siguiente apartado detallaremos los principales grupos de fármacos antidepresivos con más detalles, así como sus efectos y las claves para aplicarlos.
Tratamiento psicoterápico de la depresión
Su fin es ayudar al paciente a conocerse mejor y cambiar sus malas formas de pensar, sentir y actuar.


La terapia cognitivo-conductual.
La terapia cognitivo-conductual, asociada al tratamiento de mantenimiento, contribuye a incrementar la efectividad del mismo para evitar la aparición de recidivas. Esto es especialmente beneficioso para aquellos pacientes con antecedentes de recaídas, o que presentan síntomas residuales, ya que son los que tienen un mayor riesgo de sufrir de nuevo episodios depresivos.
Otros tratamientos para la depresión
Autoayuda guiada: su objetivo es que los pacientes adquieran capacidades de autocontrol y manejo de la sintomatología de este trastorno. Se empelan tanto soportes bibliográficos, como materiales digitales. Aunque se ha demostrado buena efectividad en pacientes con depresión leve-moderada, no se conocen los efectos a largo plazo.
Ejercicio físico: está demostrada la capacidad del ejercicio físico para mejorar el bienestar personal, tanto físico como psíquico. En los pacientes con depresión leve-moderada, un programa de ejercicio de intensidad moderada, de 40-45 minutos, 2-3 veces a la semana, durante un periodo de 10 a 12 semanas, podría repercutir en una clara mejoría de la sintomatología depresiva.
Terapia electroconvulsiva (TEC): esta terapia consiste en provocar una crisis comicial generalizada (una convulsión), mediante la estimulación eléctrica del sistema nervioso central. A pesar de ser una terapia devaluada y denostada en sus inicios, actualmente se aplica bajo anestesia y miorelajación, y se considera efectiva en pacientes adultos con depresión grave o resistente.
Hierba de San Juan (Hypericum perforatum): sus propiedades antidepresivas han sido constatadas en numerosos estudios. Presenta interacciones con otros medicamentos y debe tomarse siempre bajo prescripción y supervisión de un profesional sanitario.
Fármacos antidepresivos
Los principales grupos de fármacos antidepresivos son:
Antidepresivos tricíclicos: buen perfil de eficacia por el bloqueo de la recaptación de dos compuestos de comunicación interneuronal (noradrenalina y serotonina), aunque presentan una alta tasa de efectos secundarios. Se encuentran contraindicados en pacientes con antecedentes recientes de infarto de miocardio, así como en pacientes con arritmias, hiperplasia benigna de próstata, glaucoma de ángulo abierto, insuficiencia renal o hepática, y epilepsia o antecedentes de convulsiones.
Antidepresivos heterocíclicos: derivados del grupo anterior, con la misma efectividad, pero con menor tasa de aparición de efectos secundarios.
Inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina: son inhibidores muy específicos de la recaptación de serotonina con poca o ninguna repercusión sobre el resto de neurotransmisores, lo que les confiere una gran tolerabilidad (los principales efectos secundarios descritos son náuseas, sudoración y alteraciones del peso corporal), y por ello son el grupo más prescrito en atención primaria.
Inhibidores de la monoaminoxidasa (IMAOs): inhiben de forma más o menos selectiva la monoaminoxidasa A o B. Presentan un perfil de efectos secundarios bastante negativo, por lo que se utilizan como tratamientos de segunda línea, en caso de falta de efectividad de otras alternativas más seguras.
Otros fármacos antidepresivos: se centran principalmente en la recaptación de serotonina o noradrenalina, aunque nuevas líneas terapéuticas actúan en receptores de serotonina y adrenérgicos α2.
Etapas de la psicofarmacología en la depresión
Existen directrices determinadas de seguimiento general a la hora de instaurar el tratamiento farmacológico en un cuadro depresivo. Las principales son: 
Todos los antidepresivos precisan un periodo de latencia terapéutica (tiempo desde que se inicia el tratamiento hasta que comienzan a aparecer las mejoras de los síntomas) de una a tres semanas.
Se debe iniciar el tratamiento a dosis bajas e ir aumentando la dosis de forma gradual en caso que sea preciso.
A las 3-4 semanas de iniciado el tratamiento de la depresión, es necesaria la revisión del mismo por parte del facultativo, para evaluar la evolución del paciente, comprobar si se han presentado efectos secundarios y modificar la dosis si fuera preciso.
Si a las 6-8 semanas de prescripción de la dosis máxima el paciente no indica mejoría objetiva, se debe comprobar si el paciente está tomando correctamente el medicamento y, en el caso de ser así, valorar la conveniencia de asociar el antidepresivo a otro de distinta familia o el cambio total. En algunos pacientes puede ser preciso asociar antidepresivos a hipnóticos o ansiolíticos, por un periodo no prolongado de tiempo.
La supresión del tratamiento antidepresivo debe hacerse de forma progresiva, disminuyendo la dosis paulatinamente para evitar la aparición de efectos de discontinuación. 
Consideraciones especiales en los tratamientos de la depresión
Ancianos: la depresión en estos pacientes suele cursar con un mayor número de síntomas somáticos y de componente ansioso, lo que dificulta mucho su diagnóstico. Se suelen prescribir principalmente antidepresivos inhibidores de la recaptación de serotonina, y suelen estar contraindicados los antidepresivos tricíclicos. Es preciso reducir a la mitad la dosis indicada para adultos en ancianos mayores de 70 años, y a un tercio en ancianos menores de 70 años, debido a que su capacidad cognitiva puede ser alterada con mayor facilidad, y son más sensibles al efecto sedante e hipotensión ortostática (bajada de la tensión al incorporarse tras estar tumbados) habituales en determinados antidepresivos, lo que potencia el riesgo de caídas.
Embarazo: al no existir estudios sobre la inocuidad de los antidepresivos durante el embarazo se intenta, en la medida de lo posible, evitar el uso de estos fármacos, especialmente en el primer trimestre. En el caso de riesgo de suicidio o conductas que puedan dañar al feto, se prescriben inhibidores de la recaptación de la serotonina o antidepresivos tricíclicos. Durante la lactancia es importante tener en cuenta que todos los grupos de antidepresivos se excretan por la leche materna.
Enfermedad de Parkinson: los únicos fármacos estudiados en los pacientes de párkinson son los antidepresivos tricíclicos, presentando un efecto beneficioso para ellos por el efecto anticolinérgico. También son efectivos los inhibidores de la recaptación de serotonina.
Epilepsia: los inhibidores de la recaptación de serotonina son de elección en los con epilepsia pacientes por su menor efecto proconvulsivante.












BULLYING
El acoso escolar (también conocido como hostigamiento escolar, matonaje escolar, matoneo escolar o por su término inglés bullying) es cualquier forma de maltrato psicológico, verbal o físico producido entre escolares de forma reiterada a lo largo de un tiempo determinado. Estadísticamente, el tipo de violencia dominante es el emocional y se da mayoritariamente en el aula y patio de los centros escolares. Los protagonistas de los casos de acoso escolar suelen ser niños y niñas en proceso de entrada en la adolescencia (12-14 años), siendo ligeramente mayor el porcentaje de niñas en el perfil de víctimas.
Tipos de acoso escolar
1.-Bloqueo social (29,3)
2.-Hostigamiento (20,9%)
3.-Manipulación (19,9%)
4.-Coacciones (17,4%)
5.-Exclusión social (16,0%)
6.-Intimidación (14,2%)
7.-Agresiones (13,0%)
8.-Amenazas (9,1%)
Bloqueo social
Agrupa las acciones de acoso escolar que buscan bloquear socialmente a la víctima. Todas ellas buscan el aislamiento social y su marginación impuesta por estas conductas de bloqueo.
Son ejemplos las prohibiciones de jugar en un grupo, de hablar o comunicar con otros, o de que nadie hable o se relacione con él, pues son indicadores que apuntan un intento por parte de otros de quebrar la red social de apoyos del niño.
Se incluye dentro de este grupo de acciones el meterse con la víctima para hacerle llorar. Esta conducta busca presentar al niño socialmente, entre el grupo de iguales, como alguien flojo, indigno, débil, indefenso, estúpido, llorica, etc.
Hostigamiento
Agrupa aquellas conductas de acoso escolar que consisten en acciones de hostigamiento y acoso psicológico que manifiestan desprecio, falta de respeto y desconsideración por la dignidad del niño. El desprecio, el odio, la ridiculización, la burla, el menosprecio, los motes, la crueldad, la manifestación gestual del desprecio, la imitación burlesca son los indicadores de esta escala.
Manipulación social
Agrupa aquellas conductas de acoso escolar que pretenden distorsionar la imagen social del niño y "envenenar" a otros contra él. Con ellas se trata de presentar una imagen negativa, distorsionada y cargada negativamente de la víctima. Se cargan las tintas contra todo cuanto hace o dice la víctima, o contra todo lo que no ha dicho ni ha hecho. No importa lo que haga, todo es utilizado y sirve para inducir el rechazo de otros.
Coacción
Agrupa aquellas conductas de acoso escolar que pretenden que la víctima realice acciones contra su voluntad. Mediante estas conductas quienes acosan al niño pretenden ejercer un dominio y un sometimiento total de su voluntad.
El que la víctima haga esas cosas contra su voluntad proporciona a los que fuerzan o tuercen esa voluntad diferentes beneficios, pero sobre todo poder social. Los que acosan son percibidos como poderosos, sobre todo, por los demás que presencian el doblegamiento de la víctima. Con frecuencia las coacciones implican que el niño sea víctima de vejaciones, abusos o conductas sexuales no deseadas que debe silenciar por miedo a las represalias sobre sí o sobre sus hermanos.
Exclusión social
Agrupa las conductas de acoso escolar que buscan excluir de la participación al niño acosado. El "tú no", es el centro de estas conductas con las que el grupo que acosa segrega socialmente al niño. Al ningunearlo, tratarlo como si no existiera, aislarlo, impedir su expresión, impedir su participación en juegos, se produce el vacío social en su entorno.
Intimidación
Agrupa aquellas conductas de acoso escolar que persiguen amilanar, amedrentar, apocar o consumir emocionalmente al niño mediante una acción intimidatoria. Con ellas quienes acosan buscan inducir el miedo en el niño. Sus indicadores son acciones de intimidación, amenaza, hostigamiento físico intimidatorio, acoso a la salida del centro escolar.
Amenaza a la integridad
Agrupa las conductas de acoso escolar que buscan amilanar mediante las amenazas contra la integridad física del niño o de su familia, o mediante la extorsión.
Con frecuencia aparecen varios tipos de forma simultánea:
Físico: consiste en la agresión directa a base de patadas, empujones, golpes con objetos. También puede ser indirecto cuando se producen daños materiales en los objetos personales de la víctima o robos.
Verbal: es el más habitual. Sólo deja huella en la víctima. Las palabras tienen mucho poder y minan la autoestima de la víctima mediante humillaciones, insultos, motes, menosprecios en público, propagación de rumores falsos, mensajes telefónicos ofensivos o llamadas, lenguaje sexual indecente…
Psicológico: se realiza mediante amenazas para provocar miedo, para lograr algún objeto o dinero, o simplemente para obligar a la víctima a hacer cosas que no quiere ni debe hacer…
Social: consiste en la exclusión y en el aislamiento progresivo de la víctima. En la práctica, los acosadores impiden a la víctima participar, bien ignorando su presencia y no contando con él/ ella en las actividades normales entre amigos o compañeros de clase.



¿Cómo se desarrolla el bullying?
1.-El acosador puede comenzar a fijar objetivos potenciales de acoso mientras que los componentes del grupo se van posicionando frente a posibles ataques .
2.- Pronto el acosador pasa a realizar pequeñas intimidaciones que no son afrontadas eficazmente por la víctima, mientras que los espectadores o bien apoyan o se desentienden de las primeras agresiones.
3.-Comienza la agresión física, con la victima sufriendo determinadas consecuencias.
4.-La gravedad de las agresiones va aumentando paulatinamente con un sentimiento de desesperación y derrumbamiento de la autoestima de la víctima, mientras los espectadores se sumen definitivamente en la impotencia y el individualismo
¿Cómo se previene el bullying?
Se estima que la intervención simultánea sobre factores individuales, familiares y socioculturales, es la única vía posible de prevención del acoso escolar. La prevención se puede realizar en distintos niveles.
Una prevención primaria sería responsabilidad de los padres (apuesta por una educación democrática y no autoritaria), de la sociedad en conjunto y de los medios de comunicación (en forma de autorregulación respecto de determinados contenidos).
Una prevención secundaria sería las medidas concretas sobre la población de riesgo, esto es, los adolescentes (fundamentalmente, promover un cambio de mentalidad respecto a la necesidad de denuncia de los casos de acoso escolar aunque no sean víctimas de ellos), y sobre la población directamente vinculada a esta, el profesorado (en forma de formación en habilidades adecuadas para la prevención y resolución de conflictos escolares).
Por último, una prevención terciaria serían las medidas de ayuda a los protagonistas de los casos de acoso escolar.
Los expertos señalan que el bullying implica tres componentes clave:
1. Un desequilibrio de poder entre el acosador y la víctima. Este desequilibrio puede ser real o sólo percibido por la víctima.
2. La agresión se lleva a cabo por un acosador o un grupo que intentan dañar a la víctima de un modo intencionado.
3. Existe un comportamiento agresivo hacia una misma víctima, que se produce de forma reiterada.

Tipos de acoso escolar
Con frecuencia aparecen varios tipos de forma simultánea:
Físico: consiste en la agresión directa a base de patadas, empujones, golpes con objetos. También puede ser indirecto cuando se producen daños materiales en los objetos personales de la víctima o robos.
Verbal: es el más habitual. Sólo deja huella en la víctima. Las palabras tienen mucho poder y minan la autoestima de la víctima mediante humillaciones, insultos, motes, menosprecios en público, propagación de rumores falsos, mensajes telefónicos ofensivos o llamadas, lenguaje sexual indecente…
Psicológico: se realiza mediante amenazas para provocar miedo, para lograr algún objeto o dinero, o simplemente para obligar a la víctima a hacer cosas que no quiere ni debe hacer…
Social: consiste en la exclusión y en el aislamiento progresivo de la víctima. En la práctica, los acosadores impiden a la víctima participar, bien ignorando su presencia y no contando con él/ ella en las actividades normales entre amigos o compañeros de clase.
Comportamiento de las víctimas del bullying
Son comúnmente niños tímidos y poco sociables. Ante un acoso constante, lógicamente se sienten angustiados, tensos y con mucho miedo a tal grado que en algunos casos puede llevarlo a consecuencias devastadoras.
El niño o adolescente se muestra agresivo con sus padres o maestros.
Comienzan a poner pretextos y diversos argumentos para no asistir a clases, ni participar en actividades de la escuela.
Se presenta un bajo rendimiento escolar.
La víctima comienza a perder bienes materiales sin justificación alguna, o piden más dinero para cubrir chantajes del agresor.
En los casos más severos presentan moretones o agresiones evidentes en la cara y el cuerpo.

· Cambios en el comportamiento del niño. Cambios de humor.
· Tristeza, llantos o irritabilidad.
· Pesadillas, cambios en el sueño y /o en el apetito.
· Dolores somáticos, dolores de cabeza, de estómago, vómitos.
· Pierde o se deterioran sus pertenencias escolares o personales, gafas, mochila, pantalones rotos, pérdida del estuche, etc. de forma frecuente.
· Aparece con golpes, hematomas o rasguños , dice que tiene frecuentes caídas o accidentes.
· no quiere salir, ni se relaciona con sus compañeros
· no acude a excursiones, visitas, etc, del colegio.
· Quiere ir acompañado a la entrada y salida
· Se niega o protesta para ir al colegio.


Ciberacoso
Otra manera de presenciarse el bullying es el ciberacoso (también conocido como ciberbullying )que es el uso de información electrónica y medios de comunicación tales como correo electrónico, redes sociales, blogs, mensajería instantánea, mensajes de texto, teléfonos móviles, y websites difamatorios para acosar a un individuo o grupo, mediante ataques personales u otros medios. Puede constituir un delito penal. El ciberacoso es voluntarioso e implica un daño recurrente y repetitivo infligido a través del medio del texto electrónico. Según R.B. Standler el acoso pretende causar angustia emocional, preocupación, y no tiene propósito legítimo para la elección de comunicaciones. El ciberacoso puede ser tan simple como continuar mandando e-mails a alguien que ha dicho que no quiere permanecer en contacto con el remitente. El ciberacoso puede también incluir amenazas, connotaciones sexuales, etiquetas peyorativas.
Características del ciberacoso
*Falsa acusación: La mayoría de los acosadores intentan dañar la reputación de la víctima manipulando a gente contra él.*Recopilación de información sobre la víctima: Los ciberacosadores pueden espiar a los amigos de la víctima, su familia y compañeros de trabajo para obtener información personal. De esta forma saben el resultado de los correos difamatorios, y averiguan cuales son los rumores más creíbles de los que no crean ningún resultado.
*Envían de forma periódica correos difamatorios al entorno de la víctima para manipularlos.
*Manipulan a otros para que acosen a la víctima. La mayoría tratan de implicar a terceros en el hostigamiento. Si consigue este propósito, y consigue que otros hagan el trabajo sucio hostigándole, haciéndole fotos o vídeos comprometidos, es posible que use la identidad de éstos en las siguientes difamaciones, incrementando así la credibilidad de las falsas acusaciones, y manipulando al entorno para que crean que se lo merece.
*El acosador puede trasladar a Internet sus insultos y amenazas haciendo pública la identidad de la víctima en un foro determinado (blogs, websites), incluso facilitando en algunos casos sus teléfonos, de manera que gente Extraña se puede adherir a la agresión.




























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