Deporte: Una propuesta conceptual

May 23, 2017 | Autor: Nickthell Solsona | Categoría: Sports History, Anthropology of Sport, Ciencias del deporte y la educación física
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Descripción



Deporte: Una propuesta conceptual
Antes de comenzar mi presentación me gustaría agradecer al comité organizador por permitirme presentar parte de mi trabajo de investigación a lo largo de dos años en la Maestría de Antropología Física de la esta nuestra ENAH.
INTRODUCCIÓN
En el mundo actual es muy común que las sociedades integren a la vida diaria conceptos, provenientes de fenómenos, para volverles sinónimos y adjetivos para su uso habitual. Esto le ha ocurrido al deporte. Cuando hablamos o pensamos en él abarcamos actividades que se parecen entre ellas y, a su vez, se distinguen. Por lo tanto, las concepciones que han acompañado al deporte provienen de ideas como "actividades que van de las más simples hasta las complejas" o "del juego, concebido como primitivo para evolucionar al deporte moderno occidental". Fue así que, las investigaciones hicieron que se consolidarán estás ideas llegando a un consenso académico, en el que finalmente, todas las perspectivas se ajustaban a las corrientes de Pensamiento Positivista Científico de principios del Siglo XX.
Nuestra propuesta es entender que la actividad física, el juego y deporte han sido presas del uso literal, como lo explica Ricoeur (1989), como algo que se utiliza de forma usual o corriente, como simple léxico. Con esto nos referimos a que debemos de olvidarnos de su simplicidad y evitar darle un sentido único, debemos de usar las palabras de manera reflexiva y acertada.
Para poder entender estos tres conceptos y fenómenos, retomaremos a Ricoeur (1989) y la metáfora como parte de esa mediación simbólica de la acción humana, en los que comprueba que no hay estados presimbólicos. Para al final solo quedarnos y desarrollar de forma puntual al deporte, abordándolo desde la ideología y el tercer nivel de entendimiento propuesto por Ricoeur (1989), que es el de la integración, y con ello comprender al deporte contemporáneo. Considerando a la parte ideológica como fundamental de los conocimientos que forman parte de nuestra vida habitual.
El objetivo general del ensayo fue proponer una definición del concepto de deporte haciendo uso de diversos enfoques antropológicos, de la interdisciplina considerado a la fenomenología, basada en la percepción, el entendimiento de la ideología, tomando como pilar a Paul Ricoeur, así como parte de la Teoría de la Complejidad y del discurso filogenético para darle forma a la propuesta del concepto de deporte desde la antropología.
¿Por qué era importante hacerlo? La intención es acabar con el término tergiversado y que se ha mantenido estático desde hace 70 años dentro de la historia de la humanidad, donde su protagonismo ha aumentado y los cambios sociales, históricos y políticos le han impactado. Actualmente, a este concepto solo se le agregan condiciones o factores para darle un entendimiento simplista, se le ha fabricado de forma rápida, característica de las sociedades modernas, donde la inmediatez es su mayor cualidad. En palabras de Pastor:
Posiblemente, este aparente y general consenso sobre la naturaleza de la actividad física y del deporte como hechos culturales no sea sino la expresión del amplio desinterés que sobre este tema existe. Desde ninguno de los campos implicados, la antropología o la actividad física-deportiva, se perciben iniciativas suficientes para la construir la fundamentación antropológica imprescindible para poder acceder a la descripción de otras dimensiones del cuerpo doctrinal e histórico de la actividad física (Pastor, 1995: 19).
Desarrollo
Es así como en el mundo actual, la vida se ha determinado y redefinido por medio de la legitimación de acciones o actividades, éste ha sido el caso de las actividades físicas y deportivas, las cuales tienen actualmente el status de promotoras de salud, usadas para el cuidado total del cuerpo. El deporte es el vehículo utilizado por occidente para resaltar "la belleza corporal", es una vitrina para exhibir y anhelar una imagen específica. Lo destacable es que no se trata de "cualquier clase de cuerpo", por el contrario "es el cuerpo", uno fabricado en medidas y parámetros hegemónicos de salud y belleza, como refiere Pastor:
El cuerpo no es sino un producto cultural y...sus manifestaciones solo pueden entenderse...desde esta perspectiva. La actividad física, cualquiera que sea la forma o la intención...igualmente estará motivada...orientada por requerimientos e intereses puramente culturales y así...se mostrará...dentro de la estructura general del sistema (Pastor, 1995: 21).
La imposición de estos ideales se da por un proceso tan viejo como las sociedades mismas, son los procesos ideológicos, conscientes o inconscientes, quienes nos orienten y encaminan hacia representaciones sociales concretas, son con los que crecemos y nos formamos como personas.
Para hacer la distinción entre actividad física, juego y deporte, tomaremos sus características generales, particulares y de funcionalidad, considerando algunos criterios de los sistemas de la Teoría de las Jerarquías (Simon,1962) Además de considerar los criterios de observación y clasificación "taxonómica", en la que realizaremos algo parecido a una entre dichos conceptos, considerando: a) Sus características, tanto similares como diferenciales, b) Su complejidad, es decir a los elementos que las integran, y c) Su objetivo o finalidad.
Una vez determinados los anteriores puntos, se clasificaron en taxones o ramas, haciendo un diagrama ramificado en cual se explican las relaciones genealógicas existentes entre los taxas. Es decir, por medio de un dendograma filogenético de las actividades físico-deportivas. Es importante aclarar que la sucesión obedece al criterio de homología, donde una estructura es heredada de "un ancestro común" y así se van articulando entre sí para su conformación. En mi trabajo dicho ancestro es el movimiento, mientras que su clasificación secuenciada será a partir de nodos, que como lo menciona Nelson (1972-1973) será para enlistar los taxas en secuencia, de tal forma que cada uno es grupo hermano de los subsecuentes.
Tomando la Teoría de Jerarquización, y a partir de las características de las diferentes actividades se fueron generando niveles de organización, y de acuerdo a ellas se les asignó un lugar dentro del gráfico de relaciones jerárquicas, que a continuación mostraremos. Seguido de él, presentaremos la propuesta de relación filogenética entre la actividad física humana, el juego, el deporte, entre otros.
Ilustración 1. Niveles de Jerarquía de las actividades conocidas como físico-deportivas. Tomando la propuesta de categorización de las actividades, el movimiento humano sería la parte formativa, es decir, como la más simple, comparada a las siguientes. De ahí se deriva la actividad física, para dar paso al ejercicio físico; así encontramos que juego y deporte convergen sin ser opuestos. Aunque el juego se alinea más a la actividad física y el deporte al ejercicio físico.
Ilustración 2. Propuesta: cladograma del deporte moderno. Hicimos un planteamiento del orden que estás actividades ocupan, organizándolas en un cladograma en el que se pudiera visualizar dicho ordenamiento, especificando los nodos de diferenciación que son: La característica del tipo de movimiento, en este caso movimiento humano, nivel de complejidad o tipo de uso movimiento cotidiano o extracotidiano; el objetivo o finalidad que puede ser espontánea o planificada. Además de la complejidad de la práctica si es reglamentada, federada, institucionaliza y si requiere de alguna clase de preparación especial (entrenamientos).



Introducción a la perspectiva ideológica
Para entender las cargas ideológicas edificadas en el deporte, haciendo hincapié de que éste es exclusivo del periodo contemporáneo, es importante establecer las relaciones teóricas del concepto de ideología. Una vez definida tomaremos una postura discursiva y práctica en relación al tema en la actualidad.

La ideología, además de ser puente entre lo individual y lo colectivo, es el enlace entre la cultura y la identidad. Su interacción con la cultura es de complementariedad. Ésta, a su vez, será la que configure y alimente a la identidad. Por lo tanto, entenderemos por ideología:
A la estructura de significado en una dimensión social, que consta de tres niveles de entendimiento (Ricoeur, 1989: 11- 44):
Deformación
Legitimación
Integración
Una vez que la ideología pasa por estos tres niveles se vuelve la dimensión de la práctica social dada por un tiempo y espacio específico, misma que funciona como mediadora de la tensión y el conflicto que genera la diferencia (Aguado, 2013).

Es decir, que la ideología se adecuará de acuerdo al momento y lugar en que se esté dando una práctica social particular y, a su vez, ésta se internaliza de lo colectivo a lo individual.





El discurso ideológico del deporte
El discurso ideológico en el que se centra al deporte está basado en el mito del progreso, por un lado y, por el otro en la medicalización y deportivización de las relaciones sociales y de la cultura, razones que lo han llevado a un punto de quiebra o crisis. Es necesario iniciar un proceso de resignificación del fenómeno deporte, para que podamos asumirle desde su esencia misma, sin cargas ideológicas precisas, como índice o parámetro de progreso ni de "buena" salud.

Para eliminar esas cargas disponemos de los niveles de entendimiento propuestos por Ricoeur (1989), además de romper con la Paradoja de Mannaheim (Ricoeur, 1989) considerando el momento actual, es decir, contextualizando al discurso, enmarcándolo con los preconcepciones en torno al deporte, de finales del Siglo XX y principios del XXI.
La interacción entre Ideología y el deporte
Desde la mirada antropológica, este fenómeno ha sido una distinción entre la clase alta y la obrera como emulador de la actividad depredadora (Veblen, 1899 y Veblen en Fábregas, 2012: 2), como fortalecedor del Estado (Tunis en Fábregas, 2012: 2), como una actividad lúdica impulsada desde el Estado, es un factor que muestra los controles ejercidos desde el manejo del tiempo libre por las burocracias estatales (Fábregas, 2012: 2), un fenómeno social total, definido por Elias y Dunning como actividades físico-deportivas, un tejido de personas interdependientes, ligadas entre sí en varios niveles y de varias maneras (Elias y Dunning, 1996: 20). Además de la ruptura histórica entre el deporte moderno y el antiguo, debido al maquinismo industrial (impuesto por el rendimiento, los records, las competencias) y este como aparato ideológico del Estado en el que juega el papel de estabilizador de las relaciones sociales y su mistificación cultural como espectáculo (Brohm, 1976).

Para 1970, las disciplinas deportivas se diversificaron de forma prolífera, solo que la UNESCO iniciará un proyecto ambicioso, para ese momento, para el mundo y para ellos mismo, que se concretaría hasta 1990 en la Universidad de Hungría de Educación Física, denominado "Sport for all. Approaches from Utopia to Reality", su idea calificada como la utopía moderna partiría de dos factores sobresalientes (Palm, 1991: 9 y 10):
Considerar que éste es un fuerte estímulo, se declara un derecho y un bien social para todos.
Utilizar sus cualidades colectivas y de coordinación en el nuevo: "Deporte para todos", en el que las manifestaciones serían ya no de un alto nivel competitivo, por lo que tendría una nueva coherencia semántica y operativa.
Se tomarían ambas premisas, las concepciones y prácticas tradicionales en relación al deporte y serían alteradas, quizás de forma consciente y premeditada, o no, las modificarían y lo normatizarían. Es como de forma gradual se deja de ser solo un aparato ideológico del Estado, solo una práctica distintiva de las clases sociales y se legitima. Es justo en el segundo nivel de la ideología propuesta por Ricoeur donde se ha movido, estudiado y desarrollado el fenómeno deportivo, desde ese momento hasta la actualidad.

El punto crucial de la legitimación del deporte, de hacerlo para todos y todo terreno, es que todas sus implicaciones fisiológicas y experenciales, impactan de forma directa a los sujetos, desde su aspecto más general, que en este caso iniciaría con la apariencia física, entrelazando los cambios en las funciones orgánicas y la percepción de lo que se piensa y se hace, y que a su vez se resignifica y se difunde, nuevamente, por medio del sujeto, que lo conforma desde sus aspecto más biológicos hasta su personalidad.
El aspecto simbólico del deporte
De inicio, debemos precisar que el deporte es un fenómeno simbólico-social complejo, es un fenómeno enclavado en la experiencia de la recreación, misma que es cambiante y determinada por el momento justo en que se hace y a su vez, se da en primera instancia en el ámbito individual, enraizado en la subjetividad. En un segundo momento se da por medio del aspecto colectivo, dado por las ideas fundantes de la cultura o sociedades que los definen, en el caso del deporte por medio del mito del progreso.
Para poder explicar este proceso de integración debemos de tener claro que nuestro interés no está en los conceptos o ideas que tienen las sociedades con respecto a él, por el contrario, lo importante es comprender los mecanismo que han estructurado a las sociedades actuales para así poder integrar la memoria existente en la praxis social del deporte y la promesa o utopía a dónde nos llevará (Ricoeur, 2006). Como a ciertos consumos en torno a la imagen del cuerpo, así como hábitos corporales, algunos excesivos o lujosos (Pedraz, 2007: 72) y es justo en esa delgada línea de lo qué soy y lo qué puedo llegar a ser a través del deporte, por medio de mi cuerpo, donde lo llevamos hasta el límite, justo ahí surgen los riesgos. Es en la concordancia entre la legitimación y acción simbólica a donde encontraremos a la práctica social como mediadora.

Conclusión
El aporte más destacable de este trabajo es retomar al deporte como tema y fenómeno antropológico, dándole dinamismo a su estado estático actual, dejando claro que no evoluciona aunque si es impactado por la historia mundial que ha cambiado sus funciones sociales. Es justo esa parte la que se ha dejado de estudiar; cómo este influye de forma directa y determinante en la vida diaria, tanto en lo colectivo como en lo individual.
Otro aporte, es la de dar una propuesta de (re)definición del deporte, como hecho social, dónde la ideología pasará a la dinámica social. Además de poner a las ciencias sociales en un plano central para el estudio sobre el tema, pues como refiere Malraux (1977) el Siglo XX es el extraño siglo de los deportes (Vega, 2010: 34). Sin perder de vista que desde la perspectiva de las ciencias sociales las construcciones que estas realizan son construcciones en segundo grado. Es así que aquello que podamos concebir como deporte siempre será la construcción de las construcciones hechas por los actores, que viven su vida cotidiana en su mundo social y sobre la escena social (Bourdieu, 1988).

Teniendo en cuenta todo lo aquí expresado la propuesta de definición del deporte, considerando la teoría antropológica actual, es:
El deporte es un fenómeno simbólico-social complejo, que debe de ser entendido desde los diversos términos que lo integran, los aspectos biosociales y ambientales con los que cada individuo y/o grupo sienten empatía.
Sus principales características son el marco contextual e histórico en el que surgen, su estructura, planificación y reglas que lo integran, y que a su vez van a estar siempre regidas por organismos, comités o instituciones. También es un generador de cambios y modificaciones a nivel morfo-funcional, emocional y experencial.
Quisiéramos cerrar esta presentación señalando que la perspectiva antropofísica proporciona las herramientas necesarias para entender, analizar e interpretar todos los sucesos en torno al deporte. No obstante, es importante validar su utilización dándole un sustento teórico-metodológico exhaustivo, en el que se incluya el criterio objetivo y subjetivo en perfecto equilibrio.





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