Democracia Sindical: El caso de la Tienda UNAM

June 8, 2017 | Autor: R. Jaimez Aguilar | Categoría: Union democracy, Democracia Sindical
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Descripción

El caso dE tiEnda unam Las condiciones de trabajo de la Tienda UNAM son particularmente malas en comparación con otras dependencias. Eso se debe en parte a las necesidades específicas del servicio, en parte al contubernio de la mayor parte de los delegados con los representantes de la gerencia, pero también a una política de la UNAM y la actual dirigencia del STUNAM de debilitar, para desaparecer, el sistema de tiendas sindicales. Uno de nuestros compañeros nos habla de todo esto a las afueras de las instalaciones del sindicato.

Soy auxiliar de intendencia de la Tienda UNAM. Aquí, para los compañeros de la oposición no existen permisos, no existen las mismas condiciones de trabajo —y no sólo estamos hablando de los compañeros de la Sindical Incluyente, sino también de los de Alianza Democrática—. Si solicitamos un aula para una reunión de corriente, no está disponible. Por ser dependencia de servicio, entiendo que si no estamos nosotros, pues quién va a atender la tienda, no es como en una facultad, pero no es congruente que los rojos hagan un evento para ellos y dejen solos a nuestros cinco cajeros de oposición, y que de veinte cajeros que hay salgan quince. ¿Y los delegados? Se supone que tienen que defender a todos, pero ellos dicen “nosotros somos delegados de los rojos, tú eres de oposición, ¿no?, que tu delegado de oposición te ayude”. Por ejemplo Andrés Tapia lleva como unos ocho años siendo delegado. Muchas veces ha llegado a las asambleas borracho, se pone a tomar adentro del local sindical. “¿Tú traes carro?, ah, pues tú eres mi chofer, vámonos”. Tiene como veinte consignaciones en Vigilancia y no le han hecho nada; ni siquiera le llegan los citatorios. Si el compañero Tapia te estuviera viendo en este momento platicando conmigo, ya te había dicho “quiero que le saques una foto a tu voto. A ver, préstame tu mano, ya reconozco tus manos para que no me quieras engañar, ¿no? Entonces le vas a tomar una foto a tu mano con el voto; si no, acuérdate de mí”.Yo creo que eso a cualquiera le da coraje. En otras dependencias, un compañero tramita su día económico y se acabó, no necesita verle la cara a nadie; en cambio en la Tienda tú tienes que pedirle permiso al delegado para que te meta un día económico, y si no firma, no entra tu económico, o tu día de vacaciones, o lo que estés metiendo. Desde ahí estamos mal, porque eso lo utilizan para tenerte amarrado, “ah, si no te alineas, no te voy a tramitar tu económico, no te voy a tramitar nada”, porque todo pasa por sus manos. Es un problema muy simple, pero que hace que nuestros compañeros se replieguen, que no digan lo que piensan e incluso tengan miedo de expresar sus inconformidades.

Condiciones de trabajo Hay muchas plazas que no están cubiertas, mientras que faltan cajeros, supervisores, auxiliares de intendencia, etc. Sin embargo hay muchos trabajadores de confianza. Todos los supervisores de cajas son de confianza, cuando deberían ser de base. En la parte de oficinas, casi todas las secretarias son de confianza, menos una. Antes sí había, pero han ido desapareciendo las plazas. Resulta increíble que al realizar el Inventario se haya encontrado un desfalco de una tonelada de carne y tantos kilos de camarón sin que nadie haya sido señalado como responsable. Es ilógico, ¿las básculas están mal? ¿Qué pasa? Mientras tanto la administración nos responsabiliza de esas pérdidas. No sé si sea importante, pero hace como ocho meses fue la Profeco, y nos dijo que las condiciones en las que estábamos trabajando eran deplorables, que probablemente estábamos contaminando la carne, y es la realidad, porque yo trabajo ahí, y yo compro ahí, porque nuestros vales nada más se cambian ahí. Todos nuestros compañeros consumen la carne, el pescado, el pollo que vendemos. ¿Y por qué no remodelan? Porque nunca hay presupuesto, pero sí aprueban un presupuesto para comprar coches para los mandos administrativos de la parte de confianza. Para ellos sí hay. No podemos seguir así, por ética. Por favor, yo consumo esa carne. En la parte de cajas, tú tienes rigurosamente “quince minutos” para ir al baño, aunque en realidad se manejan muchos favoritismos y si no eres de sus cuates te están voceando y voceando, cuando en ninguna parte del Contrato Colectivo dice eso. Incluso hay que pedirles permiso para ir al baño. Tú no pides permiso para ir al baño, discúlpame, estamos en la UNAM. Muchas veces la báscula de las cajas no sirve y constantemente los precios que se marcan en las cajas no coinciden con los de las cenefas colocadas en piso de venta, si la gente ve el precio de ocho pesos, y la caja les marca doce, pues obviamente reclaman.

La unidad de la oposición En este momento somos la segunda fuerza dentro de la Tienda UNAM y más que una fuerza, somos una postura política combativa, que defiende realmente a los compañeros cuando hemos tenido problemas de calidad y eficiencia, de represión laboral, en una ocasión hasta de hostigamiento sexual, ¡de parte de un delegado! El viernes pasado, 28 de abril, tuvimos una reunión con los compañeros de Alianza Democrática, en la que aceptaron que ya eran menos que nosotros; que íbamos al frente. Y de manera democrática los invitamos a la unidad y llegamos a un acuerdo. Porque nuestra ideología ha sido siempre buscar la unidad. A lo mejor Adrián por fuera no quiso, y se le respeta, hasta cierto punto, pero 11 dentro de la Tienda toda la oposición va junta.

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