Democracia Moderna

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Descripción

¿Qué es el Estado Moderno Democrático según Sartori? Rosendo Ramirez Taza, USMP 1 ¿Qué es democracia? “Se trata de un tipo de gobierno en que se es gobernado o se gobierna. Es decir, cada quien en un momento preciso. La democracia supone la ley de la mayoría pero con una condición, que los mismos individuos no gobiernen toda la vida. Un jefe de Estado demócrata y a perpetuidad no es sino una contradicción indefendible” (Neira, 2011: 11)

En el presente ensayo se discute cuál es la idea de Estado Moderno Democrático según el pensamiento de Giovanni Sartori. El Profesor Sartori de nacionalidad Italiana es catedrático emérito de humanidades en la Universidad de Columbia, Nueva York, y de la Universidad de Florencia. Es un politólogo reconocido internacionalmente, ganador del premio Príncipe de Asturias en Ciencias Sociales en 2005. Dentro de las principales contribuciones de Sartori a las ciencias sociales tenemos ¿Qué es democracia? (1993), Elementos de teoría política (1987), Partidos y sistemas de partidos (1976), La política (1979) e Ingeniería constitucional comparada (1994). ¿Cuáles son las diferencias entre la democracia de los antiguos y la democracia de los modernos? ¿Cuál es el aporte del liberalismo al Estado Moderno Democrático? ¿El Estado Moderno es liberal democrático o democrático liberal? Estas interrogantes son materia de discusión del presente trabajo de investigación. Para este propósito, en primer lugar se hace un análisis del concepto Estado desde las diversas vertientes de las ciencias sociales. En segundo lugar se estudia el concepto del Estado desde el pensamiento sociológico y político. Se focaliza el análisis en las formas de gobierno y las formas de estado. En tercer lugar dentro del marco de la teoría general del Estado se estudia a la democracia liberal de acuerdo con la línea de investigación de Sartori sobre el Estado moderno y democrático. La primera interrogante que debemos responder es ¿Cómo podemos abordar el tema del Estado? ¿Qué teorías del conocimiento pueden ayudar a este propósito? Norberto Bobbio en su libro sobre Estado, Gobierno y Sociedad nos entrega algunas pautas para este propósito. De acuerdo a Bobbio, el análisis del Estado puede ser abordado desde diferentes ámbitos académicos. En principio puede estudiarse a partir de la historia de las instituciones políticas y doctrinas políticas. Por un lado, se puede estudiar la historia de la institución del parlamento y por otro lado los fundamentos doctrinales del parlamento. “Para el estudio del Estado las dos fuentes principales son la historia de las instituciones políticas y la historia de las doctrinas políticas. Que la historia de las 1

Correspondencia en relación a este artículo deberá ser enviada a Rosendo Ramírez Taza, Escuela Profesional de Economía, Universidad San Martín de Porres, Av La Calandria N°100, Santa Anita. [email protected]

instituciones pueda derivar de la historia de las doctrinas no quiere decir que las dos historias deban ser confundidas” (Bobbio, 2010: 68).

La filosofía política y la ciencia política tratan el Estado desde sus estructuras y funciones. En la filosofía política se estudia sobre: la mejor forma de gobierno, sobre el fundamento del Estado o el poder político y la distinción entre la ética y la política. Mientras que la ciencia política estudia la vida política en base a tres condiciones: el principio de veracidad o falsificación como criterio de aceptabilidad de sus resultados, el uso de técnicas de razón que permitan una explicación causal y la abstención de juicios de valor. “Por encima de su desarrollo histórico el Estado es estudiado en sí mismo, en sus estructuras, funciones, elementos constitutivos, mecanismos, órganos, etcétera, como un sistema complejo considerado en sí mismo y en sus relaciones con los otros sistemas contiguos. Hoy, convencionalmente, el inmenso campo de investigación está dividido entre dos disciplinas didácticamente diferentes: la filosofía política y la ciencia política” (Bobbio, 2010: 70).

Otro de los campos de discusión sobre el Estado se focaliza en la diferencia entre el pensamiento sociológico y jurídico del Estado. El pensamiento sociológico tuvo un mayor desarrollo que el pensamiento jurídico. Esto se le debemos a Max Weber quien realiza un tratado sumamente sencillo del Estado, donde prima lo social a lo político. “Por encima de la distinción de los dos campos llamados convencionalmente “filosofía” política y “ciencia” política, el tema del Estado puede ser abordado desde diversos puntos de vista. Con la Doctrina General del Estado {1910}, de Georg Jellinek, entró por largo tiempo en el uso de las teorías del Estado la distinción entre doctrina sociológica y doctrina jurídica del Estado” (Bobbio, 2010: 72). “Para Weber, esta distinción era una premisa indispensable para hacer entender que se ocuparía del Estado como sociólogo y no como jurista. Tal estudio se vuelve un capítulo de la teoría de los grupos sociales, de los cuales una especie son los grupos políticos, que a su vez se vuelven estados (en el sentido de “Estado Moderno”) cuando están dotados de un aparato administrativo que logra con éxito apropiarse del monopolio de la fuerza en un determinado territorio” (Bobbio, 2010: 74).

El pensamiento antiguo desde Grecia giraba en torno a la organización política sobre la vida social del hombre. En el mundo moderno, el mayor interés es sobre el estudio de la sociedad y en una parte de ella la política que desarrollan los seres humanos. “Lo que ha cambiado, que incluso se ha invertido completamente en el curso de la reflexión secular sobre el problema del Estado, es la relación entre el Estado y la Sociedad. Durante siglos la organización política fue el objeto por excelencia de toda consideración sobre la vida social del hombre, sobre el hombre como animal” (Bobbio, 2010: 74).

El giro en el pensamiento inclusive hace que el Estado sea analizado desde el lado negativo. Esta situación se puede presentar en un Estado que oprime a la sociedad. En la actualidad la sociología política es una parte de la sociología

general. La ciencia política es una de las ciencias sociales. El Estado como sistema político es un subsistema del sistema social. “Paulatinamente la sociedad en sus diversas articulaciones se vuelve el todo del que el Estado, considerado de manera restringida como el aparato coactivo con el que un sector de la sociedad ejerce el poder sobre otro sector, es degradado en parte… se desarrollará un proceso inverso, del Estado opresivo ” (Bobbio, 2010: 80).

En un principio la focalización del estudio del Estado era desde el punto de vista de los gobernantes. Encontramos el estudio de conceptos como dominio, imperio, majestad, autoridad, potestad y potestad suprema. El discurso político estaba copado por metáforas como el pastor que tiene un rebaño, el timonel que presupone una muchedumbre (chusma), el amo con su siervo. “Los escritores políticos han tratado el problema del Estado principalmente desde el punto de vista de los gobernantes: temas esenciales, el arte de gobernar bien, las virtudes, habilidades o capacidades que se piden al buen gobernante, las diversas formas de gobierno, la distinción entre buen gobierno y mal gobierno” (Bobbio, 2010: 82).

Posteriormente, la perspectiva cambió hacia el análisis de los gobernados, sobre sus necesidades, deberes y derechos. El mayor ejemplo de esto lo constituye la declaración de los derechos del hombre en la independencia norteamericana de 1776 y la revolución francesa de 1789. En estas declaraciones prima el individuo sobre el gobierno. “La más alta expresión practica de esta mutación son las Declaraciones de los derechos norteamericanas y francesas, en las cuales está enunciado solemnemente el principio de que el gobierno es para los individuos y no los individuos para el gobierno, un principio que no sólo ha influido en todas las constituciones que vinieron después, sino también la reflexión sobre el Estado” (Bobbio, 2010: 85).

En mi opinión, luego de estas reflexiones, sostengo que el análisis moderno del Estado debe realizarse en términos sociológicos y políticos. Esto en virtud a que tenemos un orden de análisis que se enlaza con el pensamiento liberal, donde prima el individuo sobre el gobierno y la simplicidad del concepto Estado en el pensamiento sociológico. Ahora queda dar respuesta a la siguiente interrogante ¿Qué es Estado? La palabra Estado como término político es nuevo, tiene sus orígenes a fines del siglo XVI. Maquiavelo en su obra El Príncipe introduce la palabra Estado. El concepto Estado tuvo un largo proceso de consolidación en el ámbito político. El Estado como concepto es propuesto por Thomas Hobbes en 1651 en su obra Leviatán. Neira (2012) en su libro ¿Qué es República? presenta en forma sencilla su apreciación sobre el concepto Estado de acuerdo al pensamiento de Hobbes. En ella se puede rescatar que el Estado es necesario para pasar del estado de naturaleza a la vida civilizada. Este paso se fundamenta en el miedo a la muerte violenta y crean un pacto para proteger sus vidas, ese pacto es el Estado.

“Para obtener seguridad y paz, hay que salir del estado de naturaleza, donde todos son rivales, lobos de todos, para lo cual es preciso un pacto. Para llegar al estado civil. A no tomar las armas sin consultar. A no tomarse la justicia por cuenta propia. Cierto, guerrear es legítimo. Como buscar justicia. Pero, el pasaje del estado de natura al estado social es el pasaje a algo artificial. Se llama Estado, civitas, Leviatán” (Neira, 2012: 102-103). “Si los hombres quieren erigir un poder común “capaz de defenderlos contra la invasión de los extranjeros y contra las injurias ajenas”, entonces, “una asamblea de hombres”. “Esto equivale a decir: elegir un hombre o usa asamblea de hombres que represente su personalidad. El texto insiste “forman una idead real”; “Un pacto de cada hombre a los demás… como si uno dijera a todos, autorizo y transfiero a este hombre o asamblea de hombres mi derecho de gobernarme a mí mismo, con la condición de que vosotros transferiréis a él vuestro derecho, y autorizareis todos sus actos de la misma manera. Hecho esto, la multitud así unida en una persona se denomina Estado, en latín, civitas” (Neira, 2012: 103).

El Estado moderno, tiene su fundamento en que a través de la monopolización de algunos servicios para el mantenimiento del orden interno y externo se concentra el poder de mandar en un determinado territorio incluso muy vasto. Para ello son necesarios diversos servicios. La producción de Leyes que provienen de la voluntad del soberano. Un aparato coactivo para la aplicación del derecho contra los reticentes. Un reordenamiento de la imposición y exención fiscal. “Estado viene de status, y hasta el siglo XVI, "estado” (con minúscula) ha indicado cualquier situación, como en la expresión estado de cosas, o también una condición, como en la expresión estado social, y específicamente una clase social, el estado en que uno nace. La palabra Estado entra en el vocabulario político en Italia, en expresiones como "Estado de Florencia" y "Estado de Venecia" para caracterizar las formaciones políticas en las que la terminología medieval (regnum, imperium o civitas) era manifiestamente inadecuada. Es Maquiavelo quien primero registra este uso al principio de El Príncipe; "todos los Estados, todos los dominios que han tenido y tienen un imperio sobre los hombres son o repúblicas o principados". Más la afirmación de esta nueva palabra fue lentísima. No la encontramos en Bodin, teórico de la soberanía; Hobbes, por regla, decía commonwealth; y Estado no había sido escogido, todavía, en la Encyclopédie de Diderot y d'Alembert. En el siglo XVII, el término fue usado, más que en otra cosa, en la disputa sobre la "razón de Estado" en la que la palabra importante era razón (el derecho-deber de salvaguardarse), no Estado. Y este lentísimo desarrollo de la palabra corresponde al lentísimo constituirse de la cosa. El mal afamado Estado del absolutismo monárquico era únicamente un Estado "patrimonial" que se apoyaba sobre el ejército que el soberano lograba pagar. Como Estado, el Estado absoluto era una cosa pequeñísima: una corte, fortificaciones, soldados y, se entiende, el derecho de mandar. El aparato burocrático era, para nosotros, risible; y el Estado no gestionaba nada, o casi nada, por su propia cuenta” (Sartori, 1993: 138)

El concepto Estado como se conoce en el mundo moderno corresponde al siglo XIX. De acuerdo con Sartori, el Estado con su complejidad tendrá mayor difusión con la Primera Guerra Mundial. A partir de esta etapa en la historia, el Estado alcanza su madurez con la complejidad del mando, administración y legislación que son parte de sus funciones.

“La palabra Estado se convierte en importante y necesaria solo cuando comienza a designar una Herrschaft, un dominio caracterizado por la presencia estructural, impersonalidad, y efectivo control territorial sobre todo el territorio en que se presume jurisdicción. Para llegar a esto se debe arribar al siglo XIX. Y entonces el Estado que nosotros conocemos, el Estado como un conjunto complejo y vastísimo de estructuras de mando, de administración y de legislación, sostenido por una variedad de aparatos, es para Occidente una entidad que comienza a transformarse en gigantesca sólo con la Primera Guerra Mundial” (Sartori, 1993: 139)

Max Weber en su libro Economía y Sociedad (1922) propone una definición de Estado que permite instrumentalizar el concepto para su utilización en la política. El Estado es una institución que monopoliza el uso de la fuerza legítima en un determinado territorio y debe tener una estructura administrativa que preste los servicios públicos para el beneficio de los ciudadanos. “Una asociación de dominación debe llamarse asociación política cuando y en la medida en que su existencia y la validez de sus ordenaciones, dentro de un territorio geográfico determinado, estén garantizadas de un modo continuo por la amenaza y aplicación de la fuerza física por parte de un cuadro administrativo. Por Estado debe entenderse un instituto político de actividad continuada, cuando y en la medida en que su cuadro administrativo mantenga con éxito la pretensión al monopolio de la coacción física legitima para el mantenimiento del orden vigente” (Weber, 2014: 185).

Posteriormente a la definición del Estado anteriormente indicado, en los últimos años, ahora se discute en términos de sistema político en lugar de Estado. El Estado y la Política tienen algo en común, y es la referencia al fenómeno del Poder. El Estado es el portador del poder supremo. Por ello es importante estudiar las formas de poder y los tipos de legitimidad. “Tradicionalmente el Estado es definido como el portador de la summa potestas (poder supremo); y el análisis del Estado se resuelve casi totalmente en el estudio de las diferentes potestades que le competen al soberano. La teoría del Estado se entrelaza con la teoría de los tres poderes (legislativo, ejecutivo y judicial) y de sus relaciones” (Bobbio, 2010: 102).

La teoría del Estado puede ser considerada como una parte de la teoría política, está a su vez puede ser considerada como parte de la teoría del poder. “El estudio de los temas del Estado continua apareciendo bajo el nombre de “política”, derivado originalmente de aquella forma particular de ordenamiento político” “No hay teoría política que no parta de alguna manera directa o indirectamente de una definición de “poder” y de un análisis del fenómeno del poder” (Bobbio, 2010: 102).

Tenemos tres formas de poder: político, económico e ideológico. El concepto Estado está relacionado con la idea de la primacía del poder político sobre los otros dos tipos de poderes. “La definición del poder político como el poder que está en posibilidad de recurrir en última instancia a la fuerza (y es capaz de hacerlo porque detenta su

monopolio) es una definición que se refiere al medio del que se sirve quien detenta el poder para obtener los efectos deseados” (Bobbio, 2010: 110).

Max Weber propone los tres tipos de legitimidad del poder: el poder tradicional, el poder legal-racional y el poder carismático. Mediante esta descripción de las diferentes razones por la cuales en una sociedad se presenta una relación estable y continua de mandato-obediencia, Weber caracteriza el poder político. En la teoría general del Estado, se analizan las formas de gobierno y las formas de Estado. En la forma de gobierno se estudia la estructura del poder y las relaciones entre los diversos órganos a los que la Constitución asigna el ejercicio del poder. En la forma de Estado se estudia las relaciones entre el sistema de poder y la sociedad y las ideologías. De las formas de gobierno, interesa analizar la democracia y dentro de las formas de estado interesa estudiar el estado representativo. Las tipologías clásicas de las formas de gobierno son tres: la de Aristóteles, la de Maquiavelo y la de Montesquieu. Aristóteles clasifica en monarquía, aristocracia e politeia, con sus contrapartes negativas como tiranía, oligarquía y democracia. Maquiavelo los clasifica en monarquía y república (aristocracia y democracia). Montesquieu los clasifica en monarquía, república y despotismo. “Aristóteles construye su tipología global sobre dos criterios: el número de gobernantes más el interés al que sirven (general o propio). De este modo, el gobierno de uno se desdobla en monarquía (buena) y tiranía (mala); el gobierno de pocos en aristocracia (buena) y oligarquía (mala porque es el gobierno de los ricos en su propio beneficio), y el gobierno de muchos en politeia (buena) y democracia (mala)” (Sartori, 2012b: 36).

Las formas de Estado se estudian desde un criterio histórico y en relación a una mayor o menor expansión del Estado frente a la sociedad. De acuerdo con el criterio histórico, el Estado tiene la siguiente secuencia: feudal, estamental, absoluto y representativo. El Estado representativo es el que tenemos en la actualidad a nivel mundial con algunas excepciones. Por tanto, a la pregunta ¿Qué es el Estado? afirmo que el Estado es una institución que utiliza el poder político en un determinado territorio y para ello debe tener una estructura administrativa que preste los servicios públicos para preservar el orden interno y externo. El Estado debe dar leyes, impartir justicia y aprovisionarse de recursos económicos para su sostenimiento. Adicionalmente a otra funciones con el fin de brindar un servicio al ciudadano como educación, salud, infraestructura, entre otros servicios básicos. Estoy de acuerdo con la idea de que a partir del análisis del poder se desprende la teoría política y de esta el Estado. El enlace es a través del poder político que enlaza a la teoría política y el Estado que requiere del poder político. La política es comprendida a través del estudio del poder. Donde el poder político es el que prima sobre otros poderes como el económico y el ideológico. Sostengo que la estructura del poder se analiza en las formas de gobierno, las relaciones entre el sistema de poder mientras que la sociedad se estudia en las formas de estado.

En lo que sigue del documento se analiza el Estado moderno democrático según el pensamiento de Giovanni Sartori. Para ello, en primer lugar procedo a explicar ¿Qué es democracia? y luego ¿Qué se entiende por democracia representativa? Para empezar ¿Qué es democracia? Sartori define la democracia en términos prescriptivos (lo que debería ser) y descriptivos (lo que es). Esta definición permite evitar los malentendidos y trampas a las que se puede llegar por no tener ese desdoblamiento. No se puede comparar los ideales con los hechos. La comparación debe hacerse entre ideales y otra en los hechos. Sartori cita como ejemplo, el caso de que las democracias eran dos, la democracia occidental y democracia comunista. No se puede comparar los ideales (no realizados) del comunismo, con los hechos (errores) de las democracias liberales. “Las definiciones de repertorio de la democracia se pueden subdividir en dos grupos: definiciones fundamentales, en el sentido literal que se hacen desde los cimientos, desde su esencia, y definiciones instrumentales, que sólo dan los mecanismos y procedimientos del modus operandi de la democracia. En las primeras, todo gira alrededor de la palabra pueblo, en las segundas, la palabra pueblo ni siquiera aparece. En las primeras, la premisa es que el pueblo es soberano y todo lo demás su derivación. En cambio, el instrumentalista resalta la premisa y debuta constatando, por ejemplo, en que la democracia es un sistema pluripartidista (de competencia entre partidos) en el que la mayoría, elegida libremente, gobierna con el respeto de los derechos de la minoría” (Sartori, 1993: 35). “El fundamentalista es de matriz racionalista, mientras el instrumentalista es de matriz empirista. El parteaguas radica en que el racionalista pregunta que es (la democracia), mientras el empirista, instintivamente, pregunta cómo funciona. Bien entendido, no divido en dos al mundo. Cultura racionalista y cultura empíricopragmática son prevalecientes; pero prevalecencia que hace diferencia” (Sartori, 1993: 36).

Para Sartori la democracia es una entidad política, una forma de Estado y de gobierno. La democracia social muestra una sociedad cuya ética exige a sus miembros a verse y tratarse socialmente como iguales. Mientras que la democracia económica persigue la igualdad económica, por la supresión de los extremos de pobreza y riqueza. Es decir, por una redistribución que persigue el bienestar generalizado. Como el ordenamiento de la democracia política es mayor que las otras formas de democracia, esto convierte a la democracia política en una condición necesaria para exista la democracia social y democracia económica. Esto hace que la democracia siempre ha sido un concepto desarrollado y teorizado como un sistema político. Cuando existe la democracia social y económica tenemos una democracia más legítima porque amplían la democracia en sentido político. “Puestas en claro las diferencias, ¿Cuál es la relación entre democracia política, democracia social y democracia económica? Ocurre aquí que la primera es condición necesaria de las otras” (Sartori, 1993: 8).

Para poder discutir el concepto de democracia en el pensamiento de Sartori, debemos enmarcar el debate en torno a la teoría de la democracia liberal. Sartori

pone énfasis en la aplicación de la teoría de la democracia y la forma como se practica. “Yo sostendré que la teoría de la democracia (en singular) está dividida únicamente por la discontinuidad que separa la democracia de los antiguos de la democracia de los modernos, y que esta última es fundamentalmente una: la teoría de la democracia liberal” (Sartori, 1993: 8). “Se puede afirmar entonces que la teoría completa de la democracia es conjuntamente a) descriptiva y prescriptiva y, también b) es aplicación de la teoría a la práctica. Hoy es la teoría del Estado liberal-democrático” (Sartori, 1993: 8).

Dentro de los tópicos que explican la forma cómo se practica la democracia en el mundo tenemos: participación y representación, la diferencia entre democracia y república, la libertad política, supremacía de la ley, la ley y el derecho, el liberalismo, la democracia liberal, la libertad e igualdad, y el Estado liberal y sociedad democrática. La democracia descriptiva se discute a continuación. En primer lugar, la participación de los ciudadanos en la democracia moderna a diferencia de la democracia de los antiguos (griegos) se hace a través de la democracia indirecta que se conoce como la representación. Esto hace posible que el hombre dedique parte de su tiempo no solo a las cosas públicas sino que puede dedicarse a sus actividades privadas. Esto evita que el “ciudadano total” tal como era concebido en la época de los griegos produzca una sociedad deforme. ¿Quién trabaja si todos nos dedicamos a tiempo completo de las cosas públicas? “De lo escrito antes, se deduce que la democracia indirecta, es decir, representativa no es solamente una atenuación de la democracia directa; también es su correctivo. Una primera ventaja del gobierno representativo es que un proceso político entretejido de mediaciones permite escapar a las radicalizaciones elementales de los procedimientos directos. Y, la segunda ventaja es que también sin "participación total" la democracia representativa subsiste siempre como un sistema de control y limitación del poder. Lo anterior permite a la sociedad civil, entendida como sociedad pre-política, como esfera autónoma y conjunto autosuficiente, desarrollarse como tal. En suma, el gobierno representativo libera para los fines extrapolíticos, de actividad económica u otra, el conjunto de energías que la polis absorbía en la política. Quien regresa hoy a exaltar la democracia participativa no recuerda que la polis se desplomó en un torbellino de excesiva política” (Sartori, 1993: 141-142)

En segundo lugar, la diferencia entre república y democracia puede establecerse como: Republica significa “cosa pública”, se suele asociar con un sistema representativo mientras que democracia como se concebía desde Aristóteles era la parte pobre del todo, era la degradación de la politeia. La democracia antigua se asocia con la democracia directa, con pocos ciudadanos que se reúnen y administran en persona la cosa pública. “Históricamente la diferencia entre democracia y republica se convierte directamente en una oposición. AI final del siglo XVIII, en 1795, Kant (1946, pp.118-119) criticaba a quienes habían comenzado a "confundir la constitución republicana con aquella democrática", observando que -en cuanto al ejercicio del poder- todo régimen es "republicano o despótico", y que la democracia, en el

sentido propio de la palabra, "es necesariamente un despotismo" (Sartori, 1993: 147)

En tiempos modernos, la republica se aprecia como un justo medio entre dos extremos. Por un lado “la cosa de uno solo” y por el otro la “cosa del pueblo”. Es decir, entre tiranía y democracia. “Rousseau fue la excepción al usar la palabra en sentido apreciativo, aunque subordinado a república. "Llamo República (escribía) a todo Estado gobernado por leyes ... porque solo así gobierna el interés público. Todo gobierno legítimo es republicano" (El contrato social, II, 6). (Sartori, 1993: 147)

Para Neira (2012), el liberalismo político se ha sobrepuesto al concepto republicano. Neira afirma que el liberalismo político se fundamenta en la libertad del individuo. Lo republicano además del individuo, la libertad, se fundamenta en la igualdad y en el bien común. “El tema republicano ha sido usurpado por el liberalismo desde el siglo XIX hasta la fecha. Cuatro dedos de frente nos llevará pronto a comprender que liberal y republicano no son lo mismo. El primero quiere la libertad, en particular la individual. Ese es un principio doctrinario estupendo e indispensable, pero incompleto. Lo republicano consiste, además del individuo y la libertad y la igualdad, en pensar el bien común” (Neira, 2012: 16)

Si bien es cierto que hay diferencias entre el pensamiento republicano y liberal, hay que discutir la idea de Neira sobre su apreciación de la república y el bien común. El bien común es algo tan abstracto que es difícil de ponerse de acuerdo en qué cosa es el bien común para todos los individuos. Estoy de acuerdo con la crítica que Joseph Schumpeter (1942) hace a la democracia antigua en relación al “bien común”. Schumpeter afirma que no existe el “bien común”. El concepto del bien común es central en la definición de la teoría clásica de la democracia (democracia antigua) ya que es el núcleo sobre el que se articula dicha teoría que Schumpeter presenta en los siguientes términos: “[......] el método democrático es aquel sistema institucional de gestación de las decisiones políticas que realiza el bien común, dejando al pueblo decidir por sí mismo las cuestiones en litigio mediante la elección de los individuos que han de congregarse para llevar a cabo su voluntad” (Schumpeter, 1996:321).

Los supuestos que involucra la definición anterior como la existencia del bien común, de que la voluntad común del pueblo debe corresponder con el bien común deben ser sometidos a verificación. Schumpeter refuta todos los supuestos de la teoría clásica. “ [......] En primer lugar, no hay tal bien común, unívocamente determinado, en el que todo el mundo pueda estar de acuerdo o pueda hacérsele estar de acuerdo en virtud de una argumentación racional. Esto no se debe primordialmente al hecho de que algunos puedan querer cosas distintas del bien común, sino al hecho mucho más fundamental de que, para los distintos individuos y grupos, el bien común ha de significar necesariamente cosas diferentes.” (Schumpeter, 1996: 322-323).

En la realidad se constata que los individuos tienen ideas diferentes sobre el bien común y al ser agregados, a nivel de comunidad, esas diferencias se acentúan. También Robert Dahl soporta esa aseveración de Schumpeter, afirmando que es controversial arribar a una definición precisa del bien común que permita orientar decisiones a nivel grupal. “ [......] en cualquier país democrático, es difícil determinar "el bien común" con precisión suficiente como para que él pueda orientar las decisiones colectivas. Los tres términos son controvertibles: "el", "bien" y "común". Una opción consiste en renunciar a todo empeño por descubrir un bien común, o un conjunto de bienes comunes, a todo un pueblo, en todos los alcances y jurisdicciones de las decisiones colectivas, y buscar en cambio el bien de los individuos comprendidos dentro de determinadas esferas de decisión colectiva.” (Dahl, 1992: 365).

En tercer lugar, la democracia de los antiguos hasta el siglo XIX no era apreciada. Se va a reinventar la democracia con el liberalismo político. Esto gracias a considerar el valor del individuo y la libertad. El liberalismo es la teoría y la práctica de la libertad individual, de la protección jurídica y del Estado constitucional. “La verdad es que, mientras la democracia moderna existe en la medida que esta instituida por la superación liberal de la democracia etimológica, la democracia que practicamos es la liberal-democracia” (Sartori, 1993: 150). “Los griegos partían de la polis para llegar al polítes: en consecuencia, el individuo está subordinado a su ciudad, exactamente como un órgano pertenece a su organismo. Aquí se rencuentra la oposición de fondo entre la concepción de los antiguos y de los modernos. Nosotros pensamos que el hombre es más que el ciudadano de un Estado. La calidad y el valor de "persona humana" no es reabsorbida en la ciudadanía, la política o el Estado” (Sartori, 1993: 150).

La democracia moderna es distinta a la democracia de los griegos. La democracia moderna es representativa y liberal. Esto permite un gobierno más extenso que las ciudades gobernadas en tiempos de los griegos sobre la base de una democracia directa. El exceso de esa participación directa posteriormente seria la base de su colapso, la aristocracia y el pueblo en discusiones interminables. Esta fue una de las causas de su posterior rechazo. “El rechazo de la palabra democracia hasta el siglo XIX prueba hasta qué grado la caída de la democracia antigua fue memorable y definitiva. En la misma medida, cuando el término resurge lo hace para diseñar una realidad totalmente nueva: nuestras democracias son, en realidad, democracias liberales. (Sartori, 1993: 147)

Tenemos un parte de aguas con la inclusión del liberalismo en el debate de la democracia. La democracia moderna perdura y funciona mediante la representación. Supera el problema de la democracia antigua que estaba confinada para sociedades pequeñas y que tuvo una corta duración. Resuelve el problema de que deja en libertad a los individuos para dedicarse a otras actividades distintas a estar resolviendo problemas públicos en forma exclusiva.

La democracia moderna se fundamenta en la libertad del individuo, valor que no era apreciado en la democracia antigua. “Entonces, que quede claro: cuando decimos que hay dos tipos de democracia, o como ejercicio directo del poder, o como sistema de control y de limitación del poder, de ninguna manera hablamos de sistemas intercambiables. No es solamente que los modernos han sabido crear una democracia "vital", en cuanto a su funcionamiento y duración, sino que también resuelven problemas que los griegos no resolvieron y que persiguen valores que no conocieron” (Sartori, 1993: 151).

En cuarto lugar, la libertad política protege al ciudadano del abuso del poder del Estado. Esta libertad política debe estar plasmada en la Constitución para que forme parte de la estructura legal del Estado. Esta solución para la protección del ciudadano es elaborado por el liberalismo, que puede ser resumido como el Estado de derecho. “Y el autor que mejor ha centrado la noción de libertad política es Hobbes, cuya notable definición es: "libertad, propiamente, significa ausencia ... de impedimentos externos" (Leviatán, cap. 21 ). Hobbes centra el problema porque la libertad política se aplica a la relación ciudadanos-Estado, considerada desde el punto de vista de los ciudadanos. Si consideramos la relación Estado-ciudadanos desde el punto de vista del Estado, decir que el Estado es "libre para" introduce un planteamiento sobre los arbitrios del poder, es decir, sobre la no-libertad política. (Sartori, 1993: 154). “La libertad política rechaza el poder arbitrario y absoluto exigiendo su transformación en poder legal, en un poder limitado por leyes iguales para todos. La libertad política combate el abuso de poder; lo que pide es el poder de controlar y limitar el ejercicio del poder” (Sartori, 1993: 155). “La libertad política procura la protección del ciudadano contra la opresión. ¿Cómo? Cirerón lo decía con espléndida concisión: legum servi summus yt liberi ese possimus, seamos ciervos de la ley con el fin de poder ser libres. El punto esencial es, desde siempre éste: somos libres cuando obedecemos a leyes y no a patrones. Pero, si libertad (política) es libertad en la ley y mediante leyes, es necesario saberlo y saber cómo hacerlo” (Sartori, 1993: 156).

Para poder garantizar la libertad política, el liberalismo recurre al establecimiento de una Constitución que se constituye en un sistema de garantías jurídicas. Esto permite poner controles al poder político para el respeto del individuo y de sus libertades políticas. “Para llegar a un sistema jurídico que vincule al poder político es necesario llegar, entonces, al constitucionalismo liberal, al Estado de derecho en la aceptación literal-constitucional de la expresión. La idea que poco a poco se afirma en la evolución constitucional de la rule of law anglosajona es que el poder público puede ser controlado con "frenos y contrapesos" y sometido a una ley "superior", la normativa constitucional, que lo vincula, tanto estructuralmente como en cuanto al procedimiento. La regla de la arquitectura del constitucionalismo es variada y compleja. Aquí, solo importa subrayar que las ideas que poco a poco se traducen, en el mundo real, en un sistema de garantías jurídicas, que garanticen en verdad la libertad política, son

ideas que nosotros llamamos "liberales" para identificar una paternidad que, ciertamente, no es una paternidad de tipo democrático” (Sartori, 1993: 157).

En quinto lugar, en relación a la supremacía de la ley, la libertad se funda en la Constitución y las leyes. Es decir, la libertad sigue la suerte de las leyes, reina o desaparece con las leyes. La libertad necesita de la ley porque si gobiernan las leyes, que son reglas generales, de aplicación para todos no gobiernan los hombres. “Rousseau decía: “cuando la ley es … sometida a los hombres, no queda sino esclavos y patrones” “Para nosotros “constitución” significa una estructura de la sociedad política, organizada a través de y mediante ley, con el objetivo de limitar la arbitrariedad del poder y de someterlo al derecho” (Sartori, 2012b: 21). “Mi tesis es la de que el constitucionalismo busca un equilibrio – un equilibrio siempre inestable y siempre difícil – entre el ejercicio del poder (gubernaculum) y el control sobre el poder (jurisdictio)” (Sartori, 2012b: 21).

En sexto lugar, sobre la ley y el derecho, la libertad es un producto de los derechos. Se cimienta en los derechos del ciudadano, del hombre y derechos humanos. Los derechos son “libertad para”, no son “libertad de” por lo que estos deben de preservarse. La libertad para es la libertad en la ley mientras que la libertad de se fundamenta en la autonomía. La libertad implica ausencia de impedimentos externos en la relación ciudadanosEstado en relación al punto de vista desde los ciudadanos. “Cuando se declara que libertad y legalidad son indisolubles, se entiende que solo hay un modo para construir un orden político no opresor: el de despersonalizar y vincular lo más posible el poder político. Lo que tenemos en mente es, en suma, el constitucionalismo y el Estado de derecho que somete al productor de leyes a las leyes que hace. Es en este contexto que se sostiene -y he regresado para sostenerlo-que la libertad en la ley, y no la autonomía, constituye la cárcel de las sociedades libres” (Sartori, 1993: 174).

En séptimo lugar, el liberalismo tiene como antepasado al pluralismo. El pluralismo presupone e implica tolerancia. Exige que la Iglesia esté separada del Estado y que la sociedad civil sea autónoma de ambas instituciones. Sobre la base de estos criterios se cimienta el liberalismo que puede expresarse como: A Dios lo ·que es de Dios (Iglesia), al césar lo que es del césar (Estado), y a la sociedad civil, lo que no es ni de Dios ni del césar. Dentro de lo sociedad civil, para el liberalismo es fundamental la libertad individual, la protección jurídica del individuo frente a una posible amenaza de parte del Estado. Esto se logra con la Constitución y las leyes. “Entonces ¿qué es el liberalismo puro y simple, digamos el “"liberalismo clásico"? Ciertamente no es la economía de mercado. En cambio, es la teoría y la praxis de la libertad individual, de la protección jurídica y del Estado constitucional. Nótese que digo Estado constitucional y no "Estado mínimo". Es cierto que el Estado constitucional nació como Estado mínimo y que la libertad liberal, la libertad para,

es una libertad que desconfía del Estado. Pero esta desconfianza no nos debe inducir a anteponer la grandeza del Estado a su estructura. Por cuanto el Estado constitucional haya sido concebido en los tiempos del Estado pequeño y como un Estado que "nada hace" (el Estado como perro guardián), nada prohíbe que se transforme, si es necesario, en un Estado grande que "hace mucho" con esta condición esencialísima: cuanto más deja de ser un Estado mínimo, tanto más importa que permanezca como Estado constitucional, en la acepción garantista del término” (Sartori, 1993: 196).

El liberalismo precede a la democracia moderna. La libertad es el fin y la democracia es el instrumento para alcanzarla. La libertad política y el constitucionalismo es el tratado fundamental del liberalismo político (liberalismo). Sin embargo, la democracia moderna ha prevalecido sobre el liberalismo, porque los liberales durante la revolución industrial preferían que no se les asociara con este proceso. En ese entonces, el lado negativo de la revolución industrial era asociado a la crueldad del liberalismo económico. Liberalismo económico que fue declarado burgués y capitalista y por ello rechazado por el proletariado industrial en el inicio de la revolución industrial. El liberalismo también se diferencia del socialismo a través de la igualdad. La democracia busca la igualdad en la libertad mientras que el socialismo quiere la igualdad en la servidumbre. “Libertad e igualdad quedan como enemigas pero bajo nuevas etiquetas: la igualdad negadora de libertad refluye en el socialismo, mientras que la igualdad afirmadora de libertad confluye en la democracia antisocialista, en la democracia liberal” (Sartori, 1993: 203).

En octavo lugar, la democracia liberal (democracia moderna), es una creación de la cultura y civilización occidental. La democracia liberal implica la protección del pueblo contra la opresión de la tiranía y del ejercicio efectivo del poder que es una atribución del pueblo. “Llegamos a la relación entre liberalismo y democracia. ¿Qué nace primero? Si ponemos como cabeza a los griegos, la democracia es antigua, el liberalismo es moderno. Pero si nos referimos a la democracia de los modernos, entonces el liberalismo viene primero y la democracia después. También es cierto que las vías nacionales a la democracia varían. En Francia, se puede sostener que "el liberalismo siguió a la democracia y fue su corrección y superación" (Gentile, 1955, p. 6). Lo que no quita que la secuencia histórica primaria sea y permanezca que el liberalismo precede a la democracia de los modernos” (Sartori, 1993: 201).

En noveno lugar, en la discusión sobre libertad e igualdad, tenemos que el liberalismo se fundamenta en la libertad mientras que la democracia en el principio de la igualdad. Por tanto, la liberal democracia busca conciliar la libertad con la igualdad. “El liberalismo en cuanto tal requiere igualdad de derechos y leyes iguales, mientras que desconfía de las igualdades dispensadas gratuitamente desde lo alto y de los modos desiguales de igualar” (Sartori, 2012b: 144).

“El liberalismo se centra en el individuo, la democracia en la sociedad y mientras que el liberalismo tiene un ímpetu vertical (favorable a la diferenciación que genera preeminencia), la democracia es difusión horizontal” (Sartori, 2012b: 144). “El liberalismo es sobre todo una técnica de control y de limitación del poder del Estado, mientras que la democracia es la inserción del poder popular en el Estado” (Sartori, 2012b: 144).

En la actualidad, el liberalismo y la democracia pasan por dos caminos divergentes. Esta situación se presenta cuando los componentes de la democracia liberal se desequilibran, cuando se requiere más democracia a expensas de menos liberalismo. Tal como sostiene el liberalismo, el orden es desde la libertad hasta la igualdad que no es reversible. La libertad para, que implica ausencia de impedimentos y constricciones, precede necesariamente a la libertad de y a la participación en. “El individuo libre del liberalismo tiene “voz” y tiene el poder de “alzar la voz” para pedir, si quiere, más igualdad; mientras que los seres iguales pueden muy bien seguir siendo no libres, iguales al estar constreñidos al silencio e iguales en el sometimiento al abuso. Bien entendido, la preeminencia en cuestión es una preeminencia de procedimiento, no de importancia. Una vez entendido esto, se procede, pues, a su desarrollo. Pero si no se comprende – como sucede cada vez con mayor frecuencia – entonces la democracia-liberal se dirige al colapso” (Sartori, 2012b: 145).

Ahora bien lo que interesa es la igualdad de oportunidades. Esto puede lograrse mediante la eliminación de obstáculos para tener accesos iguales o por generar puntos de partida iguales. La igualdad liberal se trabaja con procedimientos de acceso mientras que la igualdad socialista con condiciones y circunstancias materiales. Mediante la igualdad liberal se promueve la meritocracia, igualdad de oportunidades para llegar a ser desiguales. “La lógica de la libertad se resume en esta fórmula: iguales oportunidades para llegar a ser desiguales. La lógica de la igualdad llega al revés: desiguales oportunidades para llegar a ser iguales. El demócrata espera la integración social, el liberal aprecia la emergencia y la innovación. La diferencia es que el liberalismo se apoya en el individuo, la democracia en la sociedad” (Sartori, 1993: 205).

En décimo lugar, sobre el estado liberal y la sociedad democrática, tenemos que La democracia política es la prioridad del liberal mientras que la democracia social y económica son las prioridades del demócrata. Por tanto la democracia se complementa con el liberalismo. La democracia social busca que en una sociedad sus miembros se vean y se traten como pares. La democracia económica tiene énfasis por la igualdad económica, es decir una redistribución de la riqueza que busca el bienestar general. La democracia política se identifica con una forma de Estado y de gobierno. “Se puede decir que el liberalismo es, sobre todo, la técnica de los límites del poder del Estado, mientras que la democracia es la entrada del poder popular en el Estado. Con el paso del tiempo se ha creado una división de roles entre lo

liberal y lo democrático (cualquiera que sea la etiqueta de partido), de tal manera que el primero está particularmente atento a la forma del Estado, allá donde el democrático presiona, sobre todo, en el contenido de las normas emanadas por el Estado. En cuanto al problema de la forma del Estado la preocupación es la de establecer cómo deban ser creadas las normas; en cuanto al contenido, el problema es qué cosa debe ser establecida en las normas. Para el liberal, la prioridad es el método de creación del orden social; para el demócrata, es la creación de un orden social justo. Que es como decir que el liberal da prioridad a la democracia en sentido político; el democrático, a la democracia en sentido social y económico” (Sartori, 1993: 208). “La democracia es más que el liberalismo en sentido social (y económico); pero no es más que el liberalismo en sentido político” (Sartori, 1993: 208).

La democracia política es la condición necesaria para la democracia social y económica. La democracia política o democracia está fundamentada sobre la libertad, es decir sobre el liberalismo. El liberalismo ordena el sistema político a través de la Constitución. “El Estado democrático -si esta identificado con el nombre que se le da- es el Estado liberal constitucional. En lo esencial, y en términos estructurales, el Estado que tenemos es el Estado diseñado por el constitucionalismo liberal” (Sartori, 1993: 208).

La democracia se basa sobre las estructuras del liberalismo. Por tanto, la libertad es el eje central de la democracia moderna. “Cuando la exigencia de democratizar al Estado llega a ser seria y produce constituciones que son tan democráticas como para no ser ya constituciones -no ser ya estructuras limitativas del poder-, entonces la operación está perdida del todo” (Sartori, 1993: 209). “Resulta que más democracia no implica menos liberalismo. La consigna "democratizar al Estado" es una mala sustitución de la consigna "democratizar a la sociedad". Criticar al Estado constitucional en nombre del progreso democrático equivale a buscar la cosa equivocada en el lugar equivocado” (Sartori, 1993: 209). “Después de más de un siglo de laceraciones hemos vuelto a entender que a la democracia liberal --el verdadero nombre de la verdadera cosa- no le es necesario solamente el demócrata que espera el bienestar, la igualación y la cohesión social; sino que, además, le es necesario el liberal atento a los problemas de la servidumbre política, de la forma del Estado y de la iniciativa individual. La democracia sin liberalismo, nace muerta. Vale decir, junto a la liberal-democracia muere también la democracia, como se le quiera entender y aunque la entendemos a la letra y al modo de los antiguos” (Sartori, 1993: 210).

En resumen para dar respuesta a la pregunta sobre ¿Qué es democracia? Alego que el constitucionalismo es el enlace entre la democracia de los antiguos y la democracia de los modernos. Dentro del constitucionalismo, la representación política cumple un rol fundamental. El Estado liberal a través de la constitución y las leyes aprisiona el poder absoluto. El Estado liberal democrático es aquel donde el poder limitado prima sobre el poder popular y El Estado democrático liberal es aquel donde el poder popular prevalece sobre el poder limitado. A través de la

historia tenemos que la democracia de los antiguos precede al liberalismo, y el liberalismo precede a la democracia moderna. El liberalismo como teoría y aplicación de la protección jurídica de la libertad individual prevalece durante el siglo XIX. A medida que el Estado recibía más contenidos de voluntad popular por que el sufragio se extendía se pasó a un Estado liberal democrático. Cuando el balance entre la igualdad toma mayor relevancia que la libertad, el estado se convierte en un Estado democrático liberal. Para continuar con el pensamiento de Sartori debemos responder a la siguiente interrogante ¿Qué se entiende por democracia representativa? Para Sartori, la democracia moderna es representativa y presupone como condición necesaria el Estado liberal constitucional, es decir, el control del poder. Los partidos políticos son necesarios para la democracia representativa. El sistema de partidos que funciona mejor tiene relación con la polarización del sistema, la distancia ideológica o de otro tipo que separa a los partidos y a sus electores. “Si el espacio competitivo es extenso, entre unos polos extremos muy lejanos entre sí, entonces la competencia entre partidos está expuesta a tentaciones centrifugas, el desacuerdo prevalece sobre el acuerdo, el sistema se “bloquea”, y por lo tanto funciona con dificultad. Si, por el contrario, el espacio competitivo es exiguo, entonces la competencia tiende a ser centrípeta, la belicosidad bloqueante “no compensa”, y el sistema permite la gobernabilidad” (Sartori, 2012b: 45).

Un tema importante a analizar es como asegurar que el interés al que sirve el representante sea verdaderamente el de los representados y no sus propios intereses. El mecanismo para asegurar esto es mediante la competencia electoral. Este mecanismo es propuesto por Joseph Schumpeter, que se conoce como la teoría competitiva de la democracia. “El método democrático es aquel mecanismo institucional para llegar a decisiones políticas en las que algunas personas adquieren el poder de decidir mediante una lucha competitiva por el voto popular” (Sartori, 2012b: 45).

El mecanismo competitivo de Schumpeter funciona si el elegido prevé en todo momento la previsible reacción de sus electores a lo que hace o se propone hacer. Es como una disciplina al comportamiento del elegido, en ese sentido el control es constante. De no representar los intereses de los electores, entonces lo más probable es que en la siguiente elección no sea elegido. “Democracia en “el procedimiento y/o el mecanismo que a) genera una poliarquía abierta cuya competición en el mercado electoral; b) atribuye poder al pueblo, y c) impone específicamente la capacidad de respuesta (responsiveness) de los elegidos frente a los electores”” (Sartori, 2012b: 48).

La opinión pública es fundamental para el funcionamiento de la democracia representativa porque puede ayudar a generar ciudadanos informados que pueden elegir en base a criterios políticos formados y ni manipulados. Coincido con la apreciación de Sartori que la democracia moderna es representativa. Esto es corroborado en la realidad por los sistemas políticos que generan gobierno elegidos periódicamente. En la teoría de la democracia

competitiva de Schumpeter representatividad.

tenemos

el

marco

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de

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Sostengo que los partidos políticos compiten por acceder al poder, son elegidos y representan a la nación, no están sujetos a mandato imperativo. Los electores tenemos un rol pasivo de elegir entre las diversas opciones que compiten en la lucha electoral. La disciplina que tienen los elegidos presupone que deben representar los intereses de los electores, caso contrario no serán elegidos en la siguiente elección. Del análisis efectuado podemos obtener las siguientes conclusiones: Considero que el Estado moderno democrático en el pensamiento de Giovanni Sartori se fundamenta en los principios del liberalismo. La regla es del liberalismo a la democracia y no en sentido contrario. Pero esto tiene una condición que se considere la democracia no desde el punto de vista igualitario sino desde el punto de vista político, que es la soberanía popular. Esto implica una mayor participación de los ciudadanos en forma directa e indirecta en las tomas de decisiones colectivas (acceso al sufragio). Por tanto, la democracia procedimental es necesaria para salvaguardar los derechos fundamentales de los individuos que es la base del Estado liberal. Para el funcionamiento correcto de la democracia procedimental es necesaria la salvaguarda de los derechos fundamentales de los individuos. La participación directa o indirecta del mayor número de ciudadanos en la formación de las leyes ayuda a proteger sus derechos fundamentales. El poder político que ejercen los ciudadanos en las elecciones sólo sirve al correcto funcionamiento de la democracia procedimental sin este se ejerce libremente. Es decir, si se tiene la libertad de opinión, de prensa, de reunión, de asociación, si existe una oposición que compite de verdad con los que detentan el poder. Un caso que explica lo aseverado anteriormente es el caso de Venezuela. Existen sufragios periódicos donde el ganador fue Chávez y últimamente Maduro. Sin embargo, estas elecciones se hacen con una fuerza opositora disminuida. Se tiene un control casi completo de los medios de comunicación por parte del gobierno, los medios opositores son cerrados. Como no se ejercer correctamente la democracia procedimental, los derechos fundamentales de los individuos no se respetan. Tal es el caso de la congresista Corina Machado que fue separada del cargo de diputada de la Asamblea Nacional de Venezuela por denunciar los atropellos del régimen de Maduro en la Organización de Estados Americanos. Las divergencias entre el liberalismo y la democracia igualitaria se presentan de la siguiente forma. Para el liberal, el fin principal es el desarrollo del individuo aunque

pueda existir inequidad, para el igualitario el fin principal es el desarrollo de la comunidad en su conjunto, aunque deba sacrificarse la esfera de libertad de los individuos. La única igualdad que exige el pensamiento liberal es la igualdad en la libertad que recogen las normas constitucionales: igualdad ante la ley e igualdad de derechos fundamentales sin discriminación por condición social, sexo, religión, raza, etc. Asevero que el pensamiento liberal trata separadamente los límites de los poderes y las funciones del Estado. El liberalismo es una doctrina del Estado limitado tanto con respecto a sus poderes (estado de derecho) como a sus funciones (estado mínimo). Aunque podemos tener un Estado de derecho que no sea mínimo, por ejemplo, el estado del bienestar de algunos países europeos. También se puede tener un estado mínimo que no tenga un estado de derecho, algunos países asiáticos donde prima el desempeño económico sobre las libertades políticas. Afirmo que diversos mecanismos constitucionales forman parte del estado de derecho cuyo objetivo es impedir u obstaculizar el ejercicio arbitrario e ilegítimo del poder y dificultar o frenar el abuso del poder en contra de los ciudadanos. Esto se expresa como: el poder legislativo que controla al poder ejecutivo. Una corte jurisdiccional, por ejemplo el Tribunal Constitucional, que analiza la constitucionalidad de las leyes que emite el poder legislativo. Gobiernos locales con cierta autonomía frente al gobierno central y un poder judicial independiente del poder político. Añadiría para el caso peruano un ministerio público que acuse cuando haya méritos para ello independiente del poder político. Un ente recaudador de impuestos que no sea un medio de coacción o persecución política. Estoy de acuerdo con la idea de Sartori en que el Estado constitucional moderno, la democracia representativa es el único gobierno popular posible en un Estado. La democracia directa es compatible con la democracia antigua que se ejercicio en ciudades pequeñas. En ese sentido, la democracia moderna es una democracia representativa. A través de la democracia representativa se puede luchar contra la tiranía de la mayoría, porque en el sufragio no sólo deben participar las clases pudientes que defienden sus propios intereses sino las clases populares correctamente informadas que no sean manipuladas. Es por ello que también soporto la idea de Sartori, sobre el efecto negativo de los actuales medios de comunicación en la creación de ciudadanía, entre ellas la televisión sin contenido. Concuerdo con la idea de Sartori que la correlación entre la democracia liberal occidental y el crecimiento económico es falsa. En ese sentido, el crecimiento económico se debe a diversos factores productivos como el capital, mano de obra

y sobretodo la tecnología. Lo que se observa es que la tecnología es un subproducto del espíritu científico, representado por las actividades de investigación y desarrollo. En américa latina, tenemos democracias en los últimos 50 años con pocas interrupciones sin embargo el crecimiento es desilusionante. Concuerdo también con la tesis de Sartori de que el crecimiento es que exige mayor democracia. Tal es el caso de diversas dictaduras que crecen económicamente y que cuando la sociedad es rica exige mayores libertades no solo económicas sino políticas. Por ejemplo, Corea del Sur con el General Park Chung-hee y el General Chun Doo-hwan, fueron gobiernos dictatoriales que impulsaron el crecimiento económico de dicho país. A medida que el país crecía económicamente, las protestas sociales llevaron a una mayor democratización del país. De acuerdo con Sartori en relación a que el elemento más importante de la democracia (democracia liberal) es la protección del individuo contra la tiranía (demoprotección). Esto puede implementarse en cualquier lugar que aprecie la libertad del individuo como un valor fundamental. ¿Pero quién no aprecia la libertad? Está en la naturaleza del hombre ser libre. Es factible instalar los medios legales y estructurales para limitar y controlar el ejercicio del poder, esto a través de la estructura del Estado constitucional. Finalmente, una reflexión sobre el caso peruano ¿Tenemos un Estado Moderno Democrático como lo plantea Sartori? Para empezar coincido con Neira (2012) sobre el primer gran debate sobre la República que no tuvimos posterior a nuestra independencia. El debate sobre qué republica queríamos formar, para posteriormente forjar la Nación y el Estado. Por ello, la demora en tener un Estado y la ausencia en gran parte del territorio rural aun después de 200 años de libertad. Recordemos que una de las componentes del Estado es el territorio sobre el cual se debe ejercer el monopolio de la fuerza para garantizar el orden interno. Aun donde hay “presencia” del Estado, este no cumple una de las principales funciones que es el orden interno ¿para qué nos organizamos como Estado si esta institución no proporciona seguridad interna en las ciudades? El estado de derecho se cumple parcialmente, no tenemos seguridad jurídica. La propiedad privada puede ser usurpada con los vacíos legales de la legislación peruana. La democracia procedimental se cumple parcialmente. Tenemos una “Republica sin ciudadanos”, no se cumple el supuesto para que funcione correctamente la

democracia de tener ciudadanos con deberes y derechos, sobre todo lo primero. Un ciudadano mal informado, apático frente a los problemas políticos del país que recurrentemente elige un congreso con representantes sin calificación para ejercer el cargo, acusados de corrupción sin una agenda nacional sino la propia. Un tema de investigación próximo es analizar ¿cuál es el futuro de la democracia en el Perú? ¿Qué mecanismos debemos instaurar en el Perú para contrarrestar el malestar que sienten los peruanos sobre la democracia? Referencias Bobbio, Norberto. 2012. El futuro de la democracia. Fondo de Cultura Económica. México. Bobbio, Norberto. 2012. La Teoría de las formas de gobierno en la historia del pensamiento político. Fondo de Cultura Económica. México. Dahl, Robert. 1992. La democracia y sus críticos. Editorial Paidós. Barcelona, España. Galli, Carlo. 2013. El malestar de la democracia. Fondo de Cultura Económica. México. Neira, Hugo. 2011. La Democracia Entre el logos y el fuego. Universidad San Martín de Porres. Instituto de Gobierno Neira, Hugo. 2012. ¿Qué es República? Universidad San Martín de Porres. Instituto de Gobierno Sartori, Giovanni. 2012. Elementos de Teoría Política. Alianza Editorial. Madrid España. Sartori, Giovanni. 2012. Ingeniería constitucional comparada. Fondo de Cultura Económica. México. Sartori, Giovanni. 2012. Partidos y Sistemas de Partidos. Alianza Editorial. Madrid España. Sartori, Giovanni. 2013. La Política Lógica y Método en las Ciencias Sociales. Fondo de Cultura Económica. México. Sartori, Giovanni.1993. ¿Qué es la democracia? Tribunal Federal Electoral. México. Schumpeter, Joseph. 1996. Capitalismo, Socialismo y Democracia II. Biblioteca de Economía. España.

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