Democracia Lectora, disenso social y ciudadanías en disputa: ¿cómo entender los desafíos del fomento y la animación de la lectura desde una perspectiva de Educación Inclusiva?

May 25, 2017 | Autor: Aldo Ocampo González | Categoría: Democracy, Diversity & Inclusion, Lectura, Competencias
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CAPÍTULO XIII

DEMOCRACIA LECTORA, DISENSO SOCIAL Y CIUDADANÍAS EN DISPUTA: ¿CÓMO ENTENDER LOS DESAFÍOS DEL FOMENTO Y LA ANIMACIÓN DE LA LECTURA DESDE UN ENFOQUE DE EDUCACIÓN INCLUSIVA? 1

ALDO OCAMPO GONZÁLEZ CENTRO DE ESTUDIOS LATINOAMERICANOS DE EDUCACIÓN INCLUSIVA

RESUMEN Este trabajo presenta un análisis detallado sobre los desafíos que enfrentan las sociedades latinoamericanas de inicios del siglo XXI, respecto del reconocimiento de nuevas ciudadanías emergentes a la luz de la ratificación de la lectura como derecho. En un primer momento, se plantea un análisis en torno al desarrollo de las ciudadanías latinoamericanas y sus efectos en la producción/reducción de la exclusión y las desigualdades en el acceso a prácticas culturales, patrimoniales y lectoras concretas, es decir, se analiza cómo a través del derecho a la lectura se van creando diversos ejes diferenciales de exclusión, opresión y marginación. Se releva de este modo, el aporte metodológico de la corriente interseccional en la formación de ejes diferenciales de discriminación en cuanto al ejercicio del derecho a la lectura, entendida ésta, como práctica Este trabajo corresponde a la conferencia dictada por invitación en el III Congreso Internacional Virtual de Educación Lectora organizado por la Asociación Española de Comprensión Lectora y la Universidad de Málaga, España. Agradezco a ambas entidades por valorar mi trabajo investigativo y por hacerme parte de este valioso e importante proyecto. Diciembre de 2015, Málaga. Parte de este trabajo fue presentado en el II Seminario Permanente en Educación Inclusiva y Fácil Lectura, organizado por el Núcleo de Investigación en Fácil Lectura de Chile y el Centro de Estudios Latinoamericanos de Educación Inclusiva. Este trabajo constituye un esfuerzo inicial por intentar sistematizar un conjunto de argumentos que permitan explorar las comprensiones relevantes entre democracia lectura, nuevas ciudadanías e inclusión. 1



Chileno. Centro de Estudios Latinoamericanos de Educación Inclusiva. Profesor en diversas universidades e institutos profesionales. Profesor de Educación General Básica, Licenciado en Educación, Máster en Política Educativa, Magíster en Educación, mención Currículum y Evaluación, Máster en Lingüística Aplicada (Univ. de Jaén, España), Máster en Integración de Personas con Discapacidad (Univ. de Salamanca, España) y tesista doctoral del Programa Oficial de Doctorado en Ciencias de la Educación impartido por la UGR, España. E-mail: [email protected][email protected]

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inherente a todo ser humano. Es importante destacar que, los desafios de la lectura desde una perspectiva inclusiva, no redundan en las personas con necesidades educativas especiales o en situación de discapacidad (principal reduccionismo político/epistémico), únicamente. Más bien, se comprende la inclusión como un movimiento de refoma de todos los campos del desarrollo ciudadano. En un segundo momento, se comenta la necesidad de modernizar las bases teóricas y metodológicas de la Educación Inclusiva, enfatizando en la emergencia de nuevas identidades cada vez más dinámicas, descentradas y opuestas a los mapas abstractos del desarrollo, que dan cuenta de ciudadanías en disputas, en tanto ejericio de su derecho a la cultura, las artes, la lectura y la información. En un tercer momento, se analizan los sentidos de la democracia lectora y sus desafíos en torno a la facilitación del discurso escrito, relevando de ésta forma, el aporte de la fácil lectura como dispositivo de equiparación de oportunidades en diversos colectivos con dificultades de comprensión lectora. Es menester destacar que, la fácil lectura permite explorar las variantes lingüísticas, semánticas y discursivas implicadas en la naturaleza de producción de cada texto. Finalmente, visualiza el rol de la animación, fomento y mediación a la lectura desde los argumentos enunciados anteriormente. Palabras clave: lectura como derecho, ciudadanías emergentes, inclusión social, fomento y mediación de la lectura.

13.1.-INTRODUCCIÓN «…Educar a la juventud es cultivar en la tierra el espíritu, en el hoy en el mañana, en la vida terrenal el ser espiritual…» (Steiner)

El siglo XXI representa una valiosa oportunidad de transformación radical de todos los campos de desarrollo humano, entre ellos, la educación. La investigación científica ha sido enfática al enunciar que el arribo del nuevo siglo contribuirá a desmantelar todos aquellos sistemas mutilados o desgastados que hoy restringen el desarrollo oportuno del ser humano. Havel (1991) afirma que algo se está yendo y una cosa nueva está llegando. Esta situación reafirma la necesidad de revisar los fundamentos vigentes de la Educación Inclusiva con el propósito de implementar campos de desarrollo más pertinentes a las múltiples demandas de la población en general, interesa ahora, la comprensión de las intersecciones entre lo mayoritario y lo minoritario, como realidades relaciones que contribuyen al redescubrimiento de la totalidad y a la subversión política, diaspórica e intersubjetiva de la diferencia. Asumir las intersecciones de opresión, dominación invisible y las nuevas formas de producción de las exclusiones a través del ejercicio del derecho en la educación y, en particular, de la lectura, las cuales, son articuladas en torno a una matriz de opresión intelectual que debe ser descolonizada, en tanto, modos de producción de determinadas prácticas lectoras, significados y significantes culturales, formativos y políticos asociados a la misma. Explorar las relaciones entre lectura y ejes de exclusión,

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implica recurrir a la comprensión de la micropolítica analítica y epistémica como recursos de contra-argumentación sobre los ejes diferenciales que afectan a la cristalización de prácticas de resistencias ante el relegamiento, prácticas de disciplinamiento de la subjetividad y subalternización de la cual son objeto, determinados colectivos de ciudadanos, quienes por diversos motivos no logran comprender lo que leen. Es menester señalar que, la deconstrucción y subversión del imaginario social, político y pedagógico que condiciona los marcos de comprensión de la lectura, se articula en torno al marco de valores hegemónicos de la intelectualidad dominante, los que a su vez, dan continuidad a los efectos del modelo neoliberal. Este trabajo presenta una reflexión en torno a los desafíos que asume la construcción insipiente de democracia lectora como respuesta de reducción a los efectos excluyentes desprendidos de múltiples prácticas lectoras ante el arribo de nuevas ciudadanas y colectivos de estudiantes. A través de este documento, se constata que, el concepto de democracia lectora es, un término débil epistemológicamente, que carece de posiciones conceptuales y metodológicas claras. Actualmente, dicho concepto aparece ligado a los planteamientos también en construcción de la fácil lectura, imponiendo de esta forma, un significado híbrido que sobre-representa las dificultades de lectura y comprensión, al tiempo que produce nuevas formas de seudo-inclusión, en la búsqueda de formas otras de justicia social, cognitiva, redistribución y diferencia. Por otro lado, es imperioso iniciar la búsqueda de nuevos fundamentos que permitan pensar desde argumentos más amplios el sentido y naturaleza epistémica, política, didáctica, ética y pedagógica de la Educación Inclusiva, entendida ésta, como un dispositivo heterotópico. Concebir la construcción de la verdadera Educación Inclusiva como un dispositivo heterotópico, implica la desafiliación de aquellos argumentos que imponen una comprensión ficticia para transformar la realidad social y educativa. La concepción heterotópica de la inclusión, apela a la creación de un espacio completamente nuevo, otro y alternativo, de lo contrario, se perpetuará la lógica de ajustes/acomodación de tipo estructural que dan continuidad a estrategias discontinuas e intempestivas para abordar los nuevos modos de producción de la diferencia, la desigualdad estructural y la exclusión. El carácter heterotópico de la inclusión, exige concebir la producción de su espacio como una realidad relacional en constante evolución y actualización. La interrelación entre educación lectora, inclusión y ciudadanía, exige fortalecer dos procesos claves, tales como: a) los ejes de la micropolítica de la lectura (estrategias, dimensiones y producción de marcos de valores que gravitan sobre la lectura como derecho, desde una concepción contra-hegemónica) y b) la acción política y los elementos que definen a ésta, mediante campos de fortalecimiento de la participación ciudadana crítica, dirigida a interpelar las relaciones estructurales que contribuyen a la consolidación de un nuevo campo ético y de una innovadora ingeniería social, política y educativa. Se reconoce que la lectura es un derecho inherente a todo ser humano y, como tal, deben emprenderse acciones destinadas fortalecer la dimensión de aceptabilidad que promueve la cultura jurídica vigente en esta materia. La concepción de aceptabilidad

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implica superar la legalidad y legitimidad de los derechos sociales, culturales y educativos, desde su mera ratificación, por la proposición y búsqueda de nuevas estrategias, cada vez más próximas a los requerimientos de los nuevos de estudiantes y ciudadanos. En suma, nos invita a pensar espacios, estrategias y recursos otras para responder situacionalmente a los desafíos de brindar educación lectora a todos los grupos de la población y no, únicamente, a aquellos sobre-representados como vulnerables o marginados de dicho derecho. Es crucial, explorar sus agencias, prácticas de resistencias y valores circundantes que forjan la comprensión micropolítica del derecho a la lectura. Sobre este particular, insistimos en la valoración del disenso social, cultural y educativo como una herramienta destinada a cuestionar la pertinencia de las acciones emprendidas para fomentar cultura y educación lectora a todos los ciudadanos dentro de un conjunto de argumentos éticos y políticos más amplios. Este trabajo apuesta incipientemente por emprender una perspectiva reconceptualista sobre los desafíos, sentidos y significados de la educación lectora y de la democracia lectora como conceptos en construcción. Se reconoce el aporte de la facilitación de discurso escrito como vía de compensación de las desigualdades cognitivas e inequidades lectoras. Sin duda, será de gran relevancia, comprender los factores de interrelación entre democracia, prácticas sociales y fomento de la lectura. La interrelación entre «lectura», «ciudadanía» y «democracia» en tiempos de exclusión y de desciudadanización, implica superar la mirada sobre ciertos grupos de ciudadanos que por diversas razones son ilegitimados del derecho a la lectura, ya sea por factores cognitivos, culturales, patrimoniales, jurídicos, políticos, geográficos, lingüísticos e incluso, éticos y, entender de qué manera todos los ciudadanos sin distinción alguna, puede ser objeto de dichos sistemas de relegamiento y tecnologías de exclusión de la experiencia lectora. 13.2.-DE

DEBATES

TENSIONES EN TORNO A LAS DEMOCRACIAS DESDE

Y

CIUDADANÍAS Y EDUCACIÓN INCLUSIVA2

LA UN

LECTURA, LAS ENFOQUE DE

«…el bien público puro es aquel que no excluye a nadie, ni crea rivalidad en su uso. El faro es un ejemplo típico, porque todos los barcos pueden disfrutarlo (no exclusión) y la luz le llega a todos (no rivalidad)…» (Informe Desarrollo Humano Bogota, 2008)

Uno de los principales ejes críticos del nuevo milenio ha sido clave al explicitar la fuerte crisis que afecta al pensamiento, al desarrollo humano y al conocimiento científico en todos sus campos del saber. Este hecho fuertemente ratificado por la investigación Tanto los conceptos de deconstrucción como los de crítica genealógica han sido extensamente abordadas por numerosos autores, entre ellos, Derrida (1976, 1989), Foucault (1978, 1980, 1988), Best y Kellner, (1991), Cannella y Grieshaber (2005). Por un lado, las perspectivas deconstruccionista inician un proceso de cuestionamiento crítico y propositivo sobre las bases de ciertos saberes comprendidas como regímenes de verdad imperantes. Mientras que las críticas genealógicas surgen de mediaciones históricas específicas generan posibilidades de cambio en determinados discursos. Ambas concepciones promueven la emancipación/revisión de los marcos referenciales vigentes. Cannella y Grieshaber (2005) aclaran que ambas modalidades de intervención crítica requieren de argumentos más amplios y transdisciplinarios para su reconceptualización. 2

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científica internacional, ha sentado las bases de una revolución incipiente en la educación Latinoamericana del nuevo milenio. Por un lado, ha puesto en tensión la necesidad de revisar y analizar profundamente las bases ideológicas, éticas, políticas, teóricas, filosóficas y metodológicas que sustentan a la Ciencia Educativa a través de un conjunto de argumentos más amplios. Por otro, asume la creciente diversificación que afecta/condiciona la construcción de procesos sociales y educativos a la luz de «nuevas identidades» (Grieshaber y Cannella, 2005), «formas de expresión ciudadanas» (O’Donnell, 1993) y «cognitivas» que reclaman modalidades alternativas de legitimidad, emancipación y ejercicio directo de sus derechos. Las nuevas lógicas de fabricación y funcionamiento de las identidades al interior de la realidad relacional de tipo ciudadana y en especial, educativa, interrogan los mapas abstractos del desarrollo institucionalizados por las diversas corrientes psicológicas, instruccionales y didácticas que privilegian a un determinado tipo de estudiantes, al tiempo que, excluyen o colocan en situación de desventaja a otros, por norma, aquellos que no aprenden de forma tradicional, que según el campo de la Ciencia Cognitiva y en particular, de la neurodidáctica, han reafirmado que, en ellos habita más del 90% de los estudiantes. En tal caso, la construcción de una nueva realidad relacional, es decir, de tipo heterotópica, invita a la subversión de los nuevos modos de imposición y reinstalación de las lógicas de la escuela moderna, los cuales, refuerzan el crono-sistema basado en la homogenización, en un conjunto de explicaciones universalistas y uniformes teórica y metodológicamente para concebir el desarrollo social, político y educativo, invitando a la articulación de nuevo saber para interpretar la multiplicidad de tensiones educativas, esto es, un saber post-disciplinario, es decir, que rescate lo mejor de los diversos campos disciplinarios que conforman las denominadas “Ciencias de la Educación”, con el propósito de construir algo completamente diferente, lo cual, desafía el círculo de reproducción epistémico instalado, legitimado e institucionalizado por los investigadores, preferentemente. Es en este contexto que surge el presente trabajo, intentando analizar las tensiones y relaciones emergentes entre lectura, ciudadanías, democracia e inclusión. La emergencia de nuevas formas de expresión y existencia ciudadanas en las sociedades latinoamericanas, describen la articulación de “nuevos derechos3 que surgen y se legitiman en nombre de los derechos fundamentales” (Sorj, 2005:32), siendo uno de ellos, el «derecho a la lectura4». Se otorga una perspectiva más profunda para facilitar el reconocimiento de

Siendo los planteamientos de Bernardo Sorj (2005) se entiende que la aparición de nuevos tipos de derechos van más allá de la clásica triada planteada por Marshall (1998), por una atención hacia sus dimensiones culturales y ecológicas. Es en este marco de que la lectura en su dimensión política y jurídica emprende un nuevo debate más allá de la mera universalización de la información a colectivos históricamente privados de este derecho. Este hecho exige re-conceptuar y expandir la limita construcción efectuada por el concepto de «democracia lectora». 3

La concepción de lectura como derecho afecta de forma universal a todos los ciudadanos sin distinción alguna y no sólo, redunda en los reduccionismos clásicos desprendidos del discurso de la educación inclusiva, como son: a) las necesidades educativas especiales, b) la discapacidad, c) la situación de inmigración o extranjería, d) colectivos sociales privados de libertad, ancianos o analfabetos funcionales. La concepción de «derecho a la lectura» y de «lectura como derecho» no se restringen a un marco prescriptito únicamente, intentan ir más allá de la simple normatividad y reconocimiento positivista del derecho que construye situaciones sociales, educativas y sociopolíticas basadas en la igualdad. Más bien exige 4

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nuevos derechos (más bien antiguos y sin reconocimiento de un soporte jurídico de cara a los nuevos tiempos) que han sido omitidos, silenciados, invisibilizados e incluso, subalternizados por la «cultura educativo-jurídico dominante». En este sentido, cabe preguntarse, ¿de qué manera se consigue hoy el pleno ejercicio de la libertad individual sobre lo que leemos?, ¿bajo qué dispositivos el Estado garantiza acciones pertinentes para favorecer a la población en general, ejercer su derecho a la lectura y, en particular, relevar su acción política y dimensión micropolítica?, ¿han sido oportunas dichas propuestas?, o bien, ¿a través de qué medios los Estados latinoamericanos promueven el acceso de los colectivos de ciudadanos más vulnerables (según los efectos del modelo imperante) a condiciones mínimas para ejercer su ciudadanía en relación a los bienes culturales universales de su cultura de base? Este reconocimiento requiere concebir el derecho a la lectura como parte de un «derecho específico» y relevante para el diseño de una nueva ingeniería social, debiendo puntualizar sobre la *
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