Del lenguaje a la conciencia

August 28, 2017 | Autor: F. Maureira Cid | Categoría: Filosofía, Psicología
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Descripción

                                                                                                           

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Dedicado a mis hermanas Miriam y Yessenia Dedicado a mi amor Elizabeth

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Índice

Introducción……………………………………………………………….

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Formas de pensamiento y reglas del lenguaje. Algunas características………………………………………………….

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En una realidad dependiente del observador ¿Es posible la objetividad?..................................................................

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Las bases neurales y los Qualia de la conciencia…………………..

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Sobre la naturaleza de la conciencia………………………………….

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Conclusiones……………………………………………………………..

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Referencias bibliográficas……………………………………………….

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Introducción

El presente libro es una recopilación de cuatro artículos que tienen por finalidad analizar algunos aspectos (quizás los más fundamentales) de la naturaleza humana. El primero de ellos explica las características del lenguaje y el pensamiento humano, como se interrelacionan, como surgen y plantea el desarrollo lingüístico de nuestra especie como la clave que nos convierte en seres humanos. El lenguaje surge como conductas recursivas cuando vivimos en grupos y nace desde la relación social, que a su vez surge desde nuestras dinámicas biológicas. El segundo texto trata sobre la objetividad en las explicaciones, como el ser humano construye su realidad en base al lenguaje y cómo es posible entender nuestro entorno sólo a través de él. El mundo surge en cada descripción y no podemos huir a ello, los objetos de nuestra realidad son construcciones

lingüísticas

y

la

verdad

sólo

son

coherencias

de

proposiciones, por lo tanto sólo son válidas al interior de sistemas de proposiciones aceptados a priori. El tercer texto trata sobre las bases neurales de la conciencia y como la neurobiología ha ido lentamente descifrando las actividades cerebrales que se relacionan con la experiencia conciente. Es un paseo por diversas teorías y explicaciones que intentan dilucidar el problema considerado como el más complejo de la neurociencia y de la ciencia moderna en general. Finalmente el cuarto texto aborda el problema de la experiencia subjetiva conciente, llamado el problema de los Qualia por los filósofos, que hace referencia a que es y cómo es tener una experiencia sobre algo. El problema de la experiencia de la percepción es considerado el problema duro de la conciencia y del cual no existe hasta ahora una explicación

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satisfactoria. El texto sobre la naturaleza de la conciencia intenta dar explicación al problema de los Qualia, argumentando que no debe ser considerado como una función cerebral (visión clásica sobre el problema) sino como un proceso que se da en la relación de un individuo con su entorno, otros individuos y sí mismo. La experiencia no está en la cabeza, sino en la forma de movernos y relacionarnos con el mundo, es la base para postular un nuevo marco teórico y una nueva explicación sobre el complejo fenómeno de la conciencia.

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Formas de pensamiento y reglas del lenguaje. Algunas características 1 Fernando Maureira Cid

El dilema de la relación lenguaje-pensamiento orientada al origen y aparición de ambas como dinámicas humanas, es una interrogante filosófica que ha sido abordada por muchos como la pregunta por el huevo y la gallina y para algunos parece no tener solución. La definición misma de ambas funciones ya resulta bastante compleja como para agregar un análisis sobre si una origina a la otra. Sin embargo, aún en estas condiciones se han estructurado tres teorías sobre esta relación. La primera postula que el lenguaje se encuentra antes que el pensamiento. El gran impulsor de esta idea es Chomsky (1957, 1968) quien, basándose en su gramática universal, articula que el lenguaje al encontrarse en forma innata en el cerebro humano, tiene que ser el punto de partida para generar a posteriori el pensamiento. La segunda teoría plantea que el pensamiento es anterior al lenguaje. Piaget (1931) postula que el pensamiento se produce de la acción y que el lenguaje sólo es una herramienta para expresar nuestro pensamiento. La tercera teoría habla de un origen paralelo de ambas funciones. Vygotsky (1934) establece una interrelación entre el lenguaje y el pensamiento. “El pensamiento es lingüístico por su naturaleza, el lenguaje es el instrumento del pensamiento” (Petrovski, 1980. p. 205). Personalmente creemos que una respuesta a este cuestionamiento debe surgir desde el ámbito de la biología, ya que ambas funciones se dan en la capacidad de relaciones sociales que establecemos como humanos y a __________________ 1

Texto publicado originalmente en revista Ludus Vitalis, 2011, 19, (35), 153-160.

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su vez esta surge desde las posibilidades biológicas de nuestra estructura. La relación lenguaje-pensamiento sólo puede ser analizada en la vivencia humana, ya que la primera de estas funciones no se encuentra en ningún otro sistema viviente, en cambio el pensamiento es una dinámica presente en otros organismos. Por lo tanto, la respuesta sobre que se origina primero, al menos en el ámbito filogenético es el pensamiento, pero en relación al origen de ambos en los seres humanos la situación es algo más compleja. En primer lugar resulta fundamental definir y comprender dichas funciones para luego establecer la relación entre ambas.

Naturaleza del lenguaje Para Echeverría (2005) el lenguaje fue concebido durante mucho tiempo como el instrumento con el cual describimos las cosas como son, su papel era simplemente narrar la realidad que se encontraba anteriormente constituida. El lenguaje tuvo siempre un papel pasivo, su función era dar cuenta de lo ya existente. Ante eso, una nueva forma de entender el lenguaje comenzó a mediados del siglo pasado con la contribución de filósofos del lenguaje como Wittgenstein, Austin y Searle. Wittgenstein (1953) en su segunda filosofía, postuló que el significado del lenguaje era el uso que se hacía de él, generando lo que llamo “juego lingüísticos”. Estos hacen referencia a la forma en que usamos el lenguaje, dejando atrás una concepción simplemente descriptiva de él. Por su parte, J. L. Austin (1962) fue el primero en destacar la cualidad activa del lenguaje, la naturaleza ejecutante (performative, en palabras de Austin) de éste. Se dio cuenta de que aún cuando describimos, estamos haciendo una descripción y, por lo tanto, estamos actuando. El lenguaje es 8 

acción. Austin clasifico el lenguaje en tres tipos de actos: a) Locucionarios, que es lo que se dice; b) Ilocucionarios, que es la intención del habla y; c) Perlocucionarios, que es el efecto que se produce en el receptor. Finalmente, John Searle (1979) propuso una taxonomía de los actos del habla ilocucionarios. Explicando que al hablar hacemos un número restringido, específico y determinado de acciones. Para él los actos ilocucionarios, independiente del idioma o la cultura, se basan en cinco tipos de habla: a) asertivos; b) directivos; c) compromisorios; d) expresivos y; e) declarativos. Hoy en día el carácter activo del lenguaje es una característica fundamental de él, y es sobre este supuesto que se abre todo un campo nuevo para la comprensión no sólo de lo que significa el lenguaje mismo, sino también de toda una nueva comprensión del ser humano y de la forma como generamos la realidad, ya que el lenguaje deja de ser un mero descriptor del mundo y toma el lugar del instrumento con el cual generamos la realidad que describimos. Sin embargo, cuando hablamos del lenguaje ¿a que nos referimos?, ¿a que apunta dicha definición? o lo que es lo mismo ¿cuál es la naturaleza del lenguaje?

El lenguaje humano como conductas El lenguaje es un conjunto de acciones conductuales recursivas coherentes en la experiencia generada en la relación con los otros (Maureira, 2009). Cuando dos o más individuos se relacionan en una convivencia continua, las conductas reiteradas de estos a ciertas perturbaciones comienzan a tener significado en relación a dicha perturbación, entonces es que se genera coherencia entre ciertos hechos y determinadas conductas. 9 

Es así como en la experiencia generada en la relación con los otros se origina la significación de las acciones conductuales, de esta forma las conductas coordinadas se convierten en lenguaje. Pero para hablar completamente del lenguaje humano incluimos otro elemento fundamental: la recursividad. Esta es la capacidad de construir frases y posteriormente intercalar palabras o frases dentro de la primera construyendo nuevas frases, por ejemplo al expresar el agua está ahí, puedo agradar el agua está ahí en la mesa, luego el agua helada está ahí en la mesa, el agua helada está ahí en la mesa de la cocina, etc. podemos continuar hasta el infinito sin dejar de hacer una frase con sentido. La capacidad recursiva del lenguaje humano no se encuentre en ninguna otra especie, los demás sistemas biológicos no pueden a una acción conductual significativa agregar otra manteniendo una significancia, no son capaces de construir nuevas coherencias con las coordinaciones ya establecidas, al cambiarlas, agregarlas o quitarlas. Es ésta dinámica lo que hace que el lenguaje humano se convierta en la herramienta fundamental de nuestra especie que nos diferencio de todas las demás. La recursividad del lenguaje también nos permite utilizar acciones conductuales coherentes para definir otras acciones conductuales coherentes, es decir, podemos describir una descripción, podemos hacer lenguaje del lenguaje, podemos dar un significado al significado, podemos explicar una conducta mediante otras, es éste analizar un análisis a lo que llamamos reflexión, la base de la razón humana y que solo posee nuestro linaje. Posteriormente, una vez surgido el lenguaje se asignará un sonido específico a cada conjunto de acciones conductuales apareciendo la palabra como forma de designar dichas conductas que a su vez hacen referencia a un fenómeno determinado. Es importante resaltar que la palabra es posterior al lenguaje y por lo tanto no constituye su base, ni mucho menos su origen (Maturana y Varela, 1984). 10 

El lenguaje debe ser transmitido transgeneracionalmente, es decir, traspasado de padres a hijos en la convivencia continua, donde la descendencia aprender los mismos patrones de acciones conductuales para poder generar el lenguaje. Por otra parte, las estructuras neurales que permiten el lenguaje humano determinan los límites que este tendrá, sin ellas no es posible la existencia del lenguaje como lo podemos notar en personas que han sufrido accidentes cerebro-vasculares o tumores, ya que no podemos hacer nada que nuestra estructura funcional sistémica no nos permita (Maturana y Varela, 1984) estamos determinados por nuestras funciones y todo lo que hacemos es el resultado de nuestra biología. Sin embargo, el origen del lenguaje se da fuera del sistema nervioso, se da en la relación con el otro, es un fenómeno social (Maturana y Varela, 1984). Creo importante aclarar que toda situación social es siempre una actividad biológica. Como decía Maturana “cada organismo puede hacer solo lo que su biología le permite”, y aunque esto parezca obvio es importante recordar que toda relación que un individuo, cualquiera que éste sea, establezca con otros individuos o con su entorno se da siempre desde su posibilidad de movimiento, que es el cambio de posición de un segmento o del total de un organismo que se identifica como desplazamiento en relación al entorno (Maureira, 2008), por lo tanto, nuestra estructura funcional sistémica entrega los límites en los cuales nos movemos y establece la dinámica de nuestras relaciones sociales, si bien no la relación social misma, es decir, nuestra biología entrega las posibilidades relacionales, pero será la convivencia lo que abra los campos de acciones, determinada por nuestra estructura, que podamos seguir en el ámbito social. Por lo anterior, recordamos que si bien las estructuras neurales y corporales necesarias para el lenguaje son biológicas, su origen es de tipo social y por lo tanto se da fuera del individuo, en un contexto de relación con otros. 11 

Lenguaje e información Creemos fundamental aclarar un punto crucial sobre el lenguaje y es el traspaso de información. Cuando vemos a dos individuos en una conversación, que son entrelazados de lenguajes, una continuidad de acciones conductuales coherentes en la experiencia generada en la relación con los otros que permiten un fluir de lenguajes constantes (Maureira, 2008), es decir, una coordinación de lenguajes que permiten el fluir de un lenguaje junto al otro en una especie de danza o juego coordinado, asumimos que se produce una entrega de información, pero como nos dice Maturana (1973) los sistemas biológicos son estructuralmente cerrados a la información del entorno, cada organismo modula que perturbación gatillará cambios en su interior, por lo tanto no existe un ambiente instructivo. De esto podemos observar que cada organismo está determinado estructuralmente y que lo sistemas biológicos no reciben información externa, que toda información es generada dentro del sistema, en términos de la plasticidad molecular del mismo. Entonces, ¿Cómo podemos entender algo que nos dicen si no es información? El lenguaje no tiene que ver con entrega de información sino con significación, y ésta hace referencia a la coherencia. En una conversación lo que encontramos es coherencia, es decir, coordinación de acciones conductuales. Cuando decimos que los movimientos tiene significado lo que hacemos es coordinar esas conductas recursivas en relación a una perturbación, o en otras palabras, dos individuos han generado lenguaje cuando las conductas recursivas son coherentes, o sea, pueden ser asociadas a perturbaciones determinadas mediante la coordinación entre ambos de la relación conducta-perturbación, pero en ningún caso existe traspaso de información. La coherencia se da desde cada individuo en la 12 

facultad de su sistema nervioso, en forma a priori. Maturana y Varela (1973) nos recuerdan que en ningún caso un organismo recibe la instrucción externa de otro individuo o del entorno, los organismo son determinados biológicamente y no reciben información externa de ningún tipo, por lo tanto, el traspaso de información de cualquier forma es para los sistemas biológicos imposible.

¿Qué es el pensamiento? Para lograr una definición de pensamiento que nos permita comprender no solo dicha función en el ámbito humano, sino que pueda ser abordable como dinámica de todos los sistemas biológicos, debemos centrarnos en lo que se refiere a la resolución de problemas. El pensamiento es todo acto cognitivo que permita la resolución de un problema referente a la forma de mantener la organización funcional sistémica dentro de un entorno. De esta forma podemos establecer diferencias entre los diversos tipos de pensamiento en relación a su complejidad como resultado de estructuras neurales o la carencia de ellas, e incluso en la complejidad de los sistemas nerviosos, pero no podemos negar la existencia del pensamiento en toda forma de vida. Desde las bacterias hasta el ser humano cada sistema biológico se enfrenta a un entorno con el cual debe relacionarse y donde debe resolver inconvenientes que surgen al desenvolverse en él y con otros individuos, las herramientas que cada organismo utilizara serán diferentes dependiendo de la filogenia de cada uno, pero tendrán una característica en común: todos resolverán los problemas que pudiesen significar una alteración y destrucción de su organización funcional sistémica y si no pudiese hacerlo morirán. 13 

Es por todo lo anterior que sostenemos que el pensamiento se encuentra presente en todos los sistemas vivos, con o sin sistema nervioso. Entre las funciones cognitivas necesarias para el pensamiento tenemos la atención, la memoria, la motivación y las emociones. Todas ellas permiten enfrentar una perturbación y resolver un problema, entendido esto como cualquier perturbación que puede y ocasiona un cambio estructural funcional sistémico que puede terminar con la homeostasis del sistema vivo. La atención permite seleccionar una perturbación entre cientos que afectan al organismo a cada instante; la memoria permite comparar dicha perturbación con alguna otra ocurrida en el paso y de hallar algo similar trae al presente acciones conductuales que se realizaron; la motivación permite seleccionar si un estimulo provocara aproximación o evitación, para determinar que conductas llevar a cabo y las emociones restringen el campo de posibles respuestas de un organismo frente a la perturbación. El trabajo coordinado de estas funciones cognitivas permite a un sistema vivo enfrentar o intentar enfrentar una perturbación. Por tanto, la resolución de problemas conlleva obligadamente la actividad de al menos estas funciones cognitivas.

El pensamiento en el ser humano Los seres humanos construimos nuestro mundo en el lenguaje, por lo cual, tanto la generación como la resolución de problemas se realizara en forma lingüística. Toda nuestra realidad surge cuando la construimos, delimitamos y especificamos en las acciones conductuales recursivas coherentes del lenguaje y no es un conjunto de cosas independientes del observador, el ser humano no puede escapar del lenguaje como decía Nietzsche, por ende, el pensamiento humano tendrá la misma naturaleza. 14 

El pensamiento humano siempre es lingüístico y por lo tanto, no tienen sentido buscar reglas en común entre ambas dinámicas como una forma de establecer relaciones entre ellas, sino que las reglas del lenguaje serán las que construyan el pensamiento. Al nacer el Homo sapiens posee un pensamiento biológico como los demás sistemas vivos, pero al desarrollar el lenguaje surge junto a él el pensamiento humano. Si el pensamiento es todo acto cognitivo que permita la resolución de un problema referente a la forma de mantener la organización funcional sistémica dentro de un entorno, en el caso humano, el entorno surge como una construcción lingüística, razón por la cual el pensamiento debe ser estructurado en la misma forma para convertirse en una función coherente frente al problema planteado. Si analizamos cada uno de los pensamientos ya sea en forma de habla, símbolos o imágenes, nos daremos cuenta que la forma como los construimos es siempre un proceso que nace desde la definición de la realidad como tal, y eso lo hacemos siempre desde el lenguaje. El pensamiento y el lenguaje se entrelazan en una constitución estructural, si bien no corresponden a la misma función, ambas están construidos en base a las mismas normas que son las acciones conductuales recursivas que dan origen al lenguaje y que son los cimientos de surgir del pensamiento humano.

Palabras finales Desde un punto de vista filogenético el pensamiento es una función mucho más antigua que el lenguaje. La primera de ellas se encuentra presente en todos los sistemas vivos, al entender el pensamiento como todo 15 

acto cognitivo que permita la resolución de un problema referente a la forma de mantener la organización funcional sistémica dentro de un entorno, podemos comprender la existencia de esta dinámica en todo organismo, desde las bacterias hasta el hombre. En cambio el lenguaje es una función exclusivamente humana, que surge muy tardíamente en la historia evolutiva de la vida. Desde una mirada que implica el pensamiento y el lenguaje dentro del ámbito de nuestra especie, determinar si el pensamiento o el lenguaje surge con antelación uno al otro, es algo más complejo. Sin embargo, nuestra postura es que ambos surgen en una intrincada relación. El ser humano construye su realidad en el lenguaje, situación por la cual los problemas que surjan dentro de ella también serán de ámbito lingüístico al especificar un fenómeno, cualquiera que este sea, y construirlo en el lenguaje. Esta situación nos muestra como la relación con el entorno que generamos se da en las acciones conductuales recursivas coherentes del lenguaje y por ende el pensamiento como una forma de resolución a dichos problemas debe hacerse en la misma forma. Por lo tanto, el pensamiento está construido en base a las mismas reglas que el lenguaje, es decir, pensamos en forma lingüística y no podemos huir de ello. Por lo anterior, es que establecemos la relación lenguaje-pensamiento en el ser humano como una conjunción que emergen en forma simultánea y donde claramente las bases que estructuran ambas dinámicas corresponden a las mismas conductas biológicas.

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En una realidad dependiente del observador ¿Es posible la objetividad? Fernando Maureira Cid 

Como seres humanos creemos que la objetividad es el resultado de un proceso analítico puramente racional que no resulta influenciado ni por el fenómeno mismo, ni por quien genera dicha explicación, de esta forma obtenemos explicaciones racionales y objetivas, comprobables y aplicables en cualquier situación y lugar donde se produzca dicho fenómeno. Por otro lado, si el conjunto de argumentos es influenciado por quien los genera (el investigador) o en su defecto la metodología utilizada no resulta ser la adecuada decimos que los argumentos que explican el fenómeno no son válidos. Si analizamos la búsqueda de una respuesta a cualquier fenómeno, entendemos que toda explicación y argumentación sobre una situación determinada se da desde nuestra estructura y se encuentra limitada por ésta. Por lo tanto, la objetividad como fuente de validez en las explicaciones, pensando en ésta como una argumentación independiente de nosotros y no interferida por nosotros, queda en duda, ya que la única forma que nos es posible explicar un fenómeno es desde nuestra mirada, desde nuestro punto de observación como humanos, que siempre será una concepción explicativa dada en el lenguaje. La objetividad hace referencia a la comprensión de un fenómeno de tal manera que sea innegable su explicación para cualquier persona, es decir, alcanzar la comprensión de algo de tal forma que no exista manera de objetar dicha comprensión. Si esto fuera cierto significaría que existe alguna técnica para alcanzar la realidad, que existe algún método mediante el cual es posible alcanzar esta verdad y que ésta es independiente, al igual que la 17 

comprensión final a la que dicho método lleva, del observador. Al parecer existiría dicha técnica, ya que actualmente afirmamos que todo fenómeno es explicado objetivamente cuando cumple con las leyes y normas establecidas por el método científico para validación de dicha explicación, de esta forma creemos que existe un mecanismo de acceso a la verdad. Con la ciencia podemos sostener que una determinada explicación es válida y objetiva. Sin embargo, pese a que el sentido común nos hace aceptar que la ciencia puede enseñarnos la verdad, al reflexionar al respecto ponemos en duda dicho axioma. Maturana (1990) sostienen que la diferencia entre las explicaciones científicas y las demás explicaciones radica en que las primeras permiten regenerar el fenómeno que explican, pero que esto no hace necesario la creencia que las explicaciones científicas nos den acceso a la verdad. 

Todas las explicaciones, incluidas las científicas, siempre los serán

cuando quien las recibe las acepte como tal (Maturana, 1996), o en otras palabras, que sean coherentes con los a prioris que cada individuo posea. La elaboración de una respuesta y la aceptación de la misma, independiente al tipo de argumentos al que hagamos referencia, siempre dependerá de la estructura biológica de quien las origine, es decir, de la forma como el sistema nervioso este constituido para describir la realidad. De ahí emergen los posibles argumentos que utilizaremos para explicar el mundo y el hecho de que aceptemos o no dichos argumentos. El ser humano explica cualquier fenómeno desde el lenguaje y toda explicación es afectada por el observador que la genera (Maturana, 1996). Por lo tanto, sólo podemos describir algo en la forma en que podemos describirla como seres humanos y no como realmente ese algo es. El hecho de que sólo podamos conocer según nuestra biología lo notamos claramente cuando una persona es afectada por un derrame cerebral o un tumor, en estas circunstancias la forma en la cual 18 

es capaz de describir un fenómeno varia, es decir, la forma en la cual podemos entender un determinado fenómeno está determinada por la forma como nuestro sistema nervioso está constituido y no podemos escapar a esto. De esta forma podemos apreciar que todo entendimiento sobre cualquier fenómeno en el universo siempre dependerá de quien lo describa en el lenguaje y éste como dice Maturana, si bien no es un proceso neurobiológico, depende de la constitución estructural de nuestro sistema nervioso, o en otras palabras, toda descripción u observación depende originalmente de la forma como nuestro sistema nervioso está estructurado para generarla. Dentro de todo esto, si la explicación o definición de un fenómeno depende de la estructura de quien genera dicha explicación ¿es posible alcanzar una verdad que sea objetiva, es decir que sea irrefutable como explicativa de un fenómeno?  El lenguaje y la construcción de la realidad Los seres humanos están constituidos por su biología y por su mundo relacional (Maturana y Varela, 1984), donde surge el lenguaje, y es mediante él que podemos acceder a la realidad, ya que de hecho, no podemos hacerlo de otra forma. No podemos entender los fenómenos como algo independiente a nosotros, sólo podemos hacerlo de la manera en que estamos estructurados para hacerlo. La realidad no existe como algo que podamos descubrir y entender, sino como algo que nosotros generamos al intentar descubrir y entender y lo hacemos según la estructura biológica particular que poseemos como especie. Para los seres humanos sólo existe aquello que podemos describir en el lenguaje y cuando eso ocurre aparece aquello que describimos (Echeverría, 2005). Para nuestra especie nada 19 

existe antes de generar los argumentos que lo definen y no podemos comprender nada que no sea descrito en el lenguaje. Éste no es sólo una mecánica para denotar lo que nos rodea, sino muy por el contrario, el mundo que nos rodea aparece como tal sólo cuando lo generamos lingüísticamente. Un vaso sólo es un vaso cuando nosotros la designamos como tal, no es posible saber que es un vaso sin el lenguaje, sin nuestra propia descripción que lo determina como un vaso, por lo tanto, el mundo que nos rodea es creado cuando lo generamos conceptualmente. Sin embargo, que nuestra realidad sea una construcción lingüística no significa que no exista nada fuera del lenguaje. Existe una realidad independiente a nosotros, pero nosotros no podemos acceder a ella. Como dice Maturana, estamos limitados por nuestra estructura biológica. De la misma forma en que el lenguaje nos hace humanos, sólo él nos permite entender nuestro mundo, que se convierte en la única forma de acceso a la realidad que poseemos. Como sistemas biológicos nos relacionamos con nuestro entorno que es un conjunto de variables definidas como independientes al organismo en las cuales éste se mueve (Maureira, 2009). Cualquiera de estas variables que entra en contacto con un sistema biológico y al hacerlo produce una reestructuración de las funciones de éste para permitir continuar con su homeostasis será una perturbación. Nuestro sistema nervioso está estructurado sólo para que ciertas variables sean perturbaciones que gatillen cambios, que ya están determinados a priori, en él (Maturana y Varela, 1973). Por lo tanto, nuestra biología posee de antemano las especificaciones de que variables del entorno serán perturbaciones para él. Esto no es trivial, ya que viene a mostrarnos como nuestra estructura funcional sistémica esta predeterminada para generar ciertas respuestas antes de ser gatilladas. El mundo o la realidad es la totalidad de los hechos. Un hecho es cualquiera de cada una de las perturbaciones que afecta a un sistema 20 

biológico (Maureira, 2009), en este caso, cualquier perturbación que interactué con un ser humano, por lo tanto, la realidad es un gran mosaico en donde se conjugan cada una de las perturbaciones que nos afectan, de esta forma la realidad es la suma de todos los hechos. Pero, ¿cómo viven su realidad los demás sistemas biológicos? Eso es imposible de conocer para nosotros ya que ellos no construyen su realidad en forma lingüística. Si nosotros los seres humanos sólo podemos construir nuestra realidad en el lenguaje, si no podemos acceder al mundo tal cual es, si sólo podemos acceder a un mundo según nosotros podemos describirlo, entonces ¿es posible alcanzar la objetividad o estamos condenados a la incertidumbre?

Objeto v/s objetivo Todo sistema biológico está limitado por las interrelaciones de las funciones sistémicas que lo componen, el conocimiento es una dinámica biológica y no representa una característica solamente humana, si bien el ser humano es el único que puede generar conocimiento lingüístico. Esto nos viene a mostrar que todo conocer siempre está dado por la estructura biológica del organismo que conoce. Para Maturana y Varela (1973) el conocer es todo acto de hacer, el vivir mismo de cualquier sistema biológico es un acto de cognición, en sus palabras el hacer es conocer. Por otra parte para Varela el aprender es el cambio del conocer. El conocimiento y el aprendizaje como dinámicas biológicas permiten relacionarse con perturbaciones del entorno, además nos abren la puerta para significar y establecer lenguajes con lo que fundamos todo lo humano, incluyendo las explicaciones que éste hace de sí mismo y de cualquier fenómeno. El conocer es la forma como nos relacionamos con el mundo, sin 21 

embargo, esto no significa que el conocimiento sea la herramienta que permita acceder a la verdad. Creo importante aclara esto, ya que el conocimiento no tiene nada que ver con una realidad que sea independiente al sistema biológico que conoce, ningún organismo puede acceder a un conocimiento o a un aprendizaje que este fuera de su biología. A la verdad que nos lleva el conocimiento siempre dependerá de quien la genere. La verdad solo son coherencias de proposiciones, por lo tanto sólo son válidos al interior de dichos sistemas de proposiciones. Hablar de verdad sólo es posible dentro de un sistema con a prioris aceptados como válidos (Echeverría, 2005). Sin embargo, el asunto se vuelve complejo cuando pensamos ¿qué cosas son válidas dentro de un sistema de proposiciones y cuales son subjetivas, o acaso todo es verdadero dentro de un sistema? Ciertamente que no, en la ciencia por ejemplo, que es un conjunto de proposiciones con a prioris aceptados como válidos, existen ciertas situaciones aceptadas como verdaderas y otras como falsas. Entonces ¿cómo determino que es objetivo y que no dentro de un sistema? Para esto debemos diferenciar entre objetos y objetivos. Los objetos son delimitaciones lingüísticas de un conjunto de hechos que nosotros establecemos como relacionado e independientes de otros hechos que establecemos como entorno. En otras palabras un objeto es la suma de un número limitado de hechos que los seres humanos generamos como interrelacionados y que en su numeración como hechos y en la suma de sus interrelaciones especificamos como un objeto independiente del entorno pero en constante relaciones con el conjunto de perturbaciones que lo rodean, donde la suma de dichos hechos limitan las dinámicas de relación y el limite físico de dicho objeto (Maureira, 2009). La construcción del objeto se basa en la descripción que cada individuo realiza definiéndolo como objeto, si yo aumento o disminuyo dicha descripción estoy construyendo otro 22 

objeto, aunque le del mismo nombre ya que un nombre no define un objeto sino la suma de hechos que lo componen, esta construcción del objeto es siempre objetiva, o en otras palabras, uno objeto aparecerá cuando definimos los hechos que lo constituyen y delimitan y este generar un objeto se da siempre en la objetividad. Todo objeto descrito como tal siempre es válido dentro de un sistema proposiciones, es decir, todo conjunto de hechos que describimos como delimitantes y formadores de un objeto son verdaderos para dicho objeto dentro de un sistema de proposiciones, ya que estos hechos están descritos en base a prioris aceptados en dicho sistema. Cuando definimos un objeto como objeto mismo, es decir, como los hechos que lo constituyen sin tomar en cuenta el campo de posibles relaciones que establece con su entorno o con otro objeto, sino puramente el conjunto de hechos con lo cual yo lo defino como objeto mismo, estamos en el campo de la objetividad. Cuando hemos especificado un objeto podemos o no especificar objetivos para él, entendido como las relaciones que puede o no establecer dicho objeto, entonces entramos en la subjetividad. Cuando defino las relaciones de este objeto con su entorno o con otro objeto en calidad de cómo se relaciona, de lo que puede o no puede hacer en relación a las dinámicas que manifiesto como vinculada al objeto entró en el ámbito de la subjetividad. Los objetivos siempre dependerán de la finalidad que un observador desee para un objeto, la cual puede variar de un individuo a otro en base a lo que él espera o desea del objeto, situación por la cual pese a que se generen dentro de un sistema de proposiciones aceptadas los objetivos siempre son subjetivos, a diferencia del objeto que se basa en un única posible descripción que lo define como el objeto que es dentro de un sistema, los objetivos varían frente a varios observadores e incluso pueden variar frente al mismo, en cambio la variación en las descripciones del objeto 23 

no pueden cambiar ya que si lo hacen lo que se describe es otro objeto diferente al objeto descrito inicialmente.

Palabras finales

La búsqueda de respuestas nos lleva a entender como son generados todos los conocimientos, como estos dependen de la estructura funcional sistémica del organismo que conoce y como el conocer y el aprender son dinámicas biológicas que se basan en las capacidades motrices que es capaz de generar el sistema nervioso en los pluricelulares y los orgánulos que generan dicha función conductual en los unicelulares.La construcción de la realidad depende de las herramientas que cada organismo posea y en el caso del ser humano lo hace desde el lenguaje, su mundo, su entorno y él mismo es un mosaico de hechos que el mismo hombre genera e interpreta construyendo la realidad. Los seres humanos no podemos escapar del lenguaje y todo sólo es conocible para nosotros mediante él. La realidad es una construcción lingüística para nosotros y esto nos permite hacer surgir conjuntos de proposiciones que son válidas dentro de determinados sistemas de proposiciones, de esta forma aceptamos como verdaderos los argumentos que se generar en a prioris aceptado por dichos sistemas de proposiciones, de esta forma nacen los ámbitos donde se generan las explicaciones. La objetividad no tiene que ver con describir una realidad independiente a nosotros, sino con la validez de ciertos argumentos en un sistema de proposiciones dado y esto siempre se da en relación a la descripción del objeto, en cambio la subjetividad tiene que ver con los 24 

objetivos establecidos para dicho objeto. La finalidad de las cosas es una característica humana, en la naturaleza los objetos no poseen finalidad, los organismos se generan en funciones sistémicas que se basan en leyes físicas y químicas que carecen de finalidad, igual situación ocurre con cualquier hecho que podamos describir. Un objetivo, una finalidad tiene que ver con las relaciones que se establecen desde un objeto con su entorno, pero siempre está determinado por las dinámicas que como observador se establecen entre cosas que uno interpreta como relacionadas. Un objetivo depende de lo que un observador desee o espere de un objeto pero no se relaciona con el objeto mismo, sino con las expectativas sobre dicho objeto, pero que no habla sobre el objeto sino sobre los deseos del observador. En cambio la descripción del objeto, independiente del sistema de proposiciones que utilicemos, siempre es válido en ese sistema porque hace referencia a la delimitación y generación del objeto y no a expectativas del observador, aunque es él quien lo genera. Esto debemos entenderlo claramente, por una parte un observador genera un objeto como una descripción de él solo en relación con el objeto mismo, no existe ninguna expectativa del observador con respecto al objeto más que su descripción, en cambio en los objetivos lo importante es lo que el observador genera en las expectativas relacionales del objeto, es decir, como espera o desee que ese objeto se relacione con su entorno u otro objeto y esto puede variar entre observadores e incluso con el mismo observador. La definición del objeto no cambia y de hacerlo lo que ocurre es la generación de un nuevo objeto.La objetividad siempre hace referencia al objeto y la subjetividad hace referencia a las expectativas, a los objetivos que generamos para dicho objeto. 

25 

Las bases neurales y los Qualia de la consciencia 2 Fernando Maureira y Daniel Serey

El estudio de la conciencia es un fenómeno relativamente nuevo si lo llevamos al terreno de la ciencia y más específicamente de la neurociencia. Para Searle (2002) el motivo del aparente poco interés por el estudio científico de la conciencia hace unas cuantas décadas se debía a dos motivos: a) la conciencia no era un tema apropiado para los neurocientíficos pues parecía demasiado etéreo o personal, y b) muchos científicos consideraban que no estábamos listos para enfrentar el problema de la conciencia. Hoy en día esto ha cambiado radicalmente y son muchos los científicos que intentan dilucidar éste fenómeno. A principios del siglo veinte buscaron una explicación científica al fenómeno de la conciencia. Uno de los pioneros fue Charles Sherrington en la década de 1940, quién estaba convencido que explicar la consciencia era científicamente imposible (Edelman & Tononi, 2002). Afrontar el problema de la experiencia conciente es un asunto complejo. Los filósofos han llamado Qualia (Quale, en singular) a la cualidad subjetiva de la experiencia consciente; éste es denominado el problema duro de las neurociencias, la gran interrogante a responder (Aboitiz, 2001; Chalmers, 1996). Morgado (2009) sostiene: “El profesor Christof Koch, del California Institute of Technology, [afirma que] la consciencia es un resumen de la realidad con carácter ejecutivo. Es decir, gracias a la gran cantidad de información implícita que nos proporcionan los qualia, tenemos una extraordinaria flexibilidad para comportarnos del modo __________________ 2

Texto publicado originalmente en la Revista Chilena de Neuropsicología, 2011, 6, (2), 71-75.

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más conveniente en cada circunstancia, algo de lo que carecen los robots y otros automatismos reflejos” (p.252). Para los neurocientíficos actuales, responder al problema de los qualia, amerita conocer los mecanismos neurales que subyacen a la conciencia (Searle, 2002). La ciencia ha generados numerosas teorías que resultan ser menos amplia que las filosóficas, pero que en algunos casos parecen ser igual o más inconsistentes. Por ejemplo, Penrose (1989) plantea la existencia de fuerzas aún no conocidas que se relacionarían con la existencia de la conciencia: la gravedad cuántica. De esta forma una especie de gravedad a nivel atómico, sería la encarga de hacer surgir la consciencia a nivel submolecular en la neuronas del cerebro, más específicamente en los túbulos neurales, mediante un complejo proceso en donde juega una función vital la tubulina y el agente proteico MAP. Cuando una coherencia cuántica pasa a un estado clásico surgiría la conciencia, como un proceso físico de la materia. Si embargo, esta situación se encuentra muy en tela de juicio (Morgado, 2009). Por otra parte, Pribram (1999, citado en Morgado 2009) sostiene que para resolver el problema de la conciencia hay que pensar en términos de transformadas integrales de Fourier, desde una visión matemática. En cambio, otros investigadores (Crick, 1994; Edelman & Tononi, 2002; Llinás, 1998; Freeman, 1995; Damasio, 1999; Gazzaniga, 1998; etc.) se han centrado en conocer los posibles sistemas cerebrales que permitirían la conciencia, basados en los hallazgos alcanzados por la biología, un camino que parece más prometedor que planteamientos basadas en la suposición de fuerzas aún no conocidas o sólo matemáticas avanzadas. Tal como plantea Searle (2002) la consciencia es un problema biológico como cualquier otro, pero que se encuentra rodeado por un conjunto de problemas filosóficos que vuelve más compleja la explicación de éste. Sin embargo, la biología es el camino para alcanzar un entendimiento 27 

de la consciencia, ya que ésta surge del cerebro y de actividades, ya sea individual o global de neuronas; por lo tanto, deben poder ser explicadas por conceptos teóricos existentes o tal vez por nuevo marco teórico, que deben surgir desde el ámbito de la biología.

Algunas teorías biológicas de la conciencia Para Searle (2002) el estudio de la conciencia debe seguir tres pasos: a) encontrar los eventos neurobiológicos que se correlacionan con la conciencia, b) comprobar que la correlación es genuina, y c) desarrollar una teoría de la conciencia. A continuación se explican algunas de las teorías científicas que buscan superar el primer paso propuesto por Searle, tratando de encontrar los eventos cerebrales que originan la conciencia. El problema inicial es determinar si la conciencia emerge como el resultado de la actividad global del cerebro (Koch, 2004; Edelman, 2002; Dehaene et al., 2006; Baars, 2007) o se origina a nivel local (Zeki, 2004). Para Crick (1994) la conciencia surge de actividades neuronales. Crick y Koch han tratado de entender cómo se genera la conciencia en relación a la percepción visual. Para ellos la conciencia visual necesita de la computación, es decir, que el cerebro forme una representación simbólica del universo visual (1992). Esto se debe dar en forma coherente, es decir, la forma, el movimiento, el color, etc., debe constituir una sola experiencia conciente, a esto los neurobiólogos lo han llamado el problema de la ligadura (Chalmers, 1996). Crick y Koch postulan la existencia de disparos sincronizados en la gama de 40-70 hertz de diversas neuronas, que serían las causantes de una experiencia visual unificada. Por otra parte, el cerebro tendría una especie de relieve topográfico, donde los objetos se encuentran 28 

clasificados por sus características primordiales, siendo un sistema de feed back el que relacionaría esas características con el mapa visual perceptivo. Ese feed back produce la sincronización de disparos neurales y por ende, la conciencia. Ellos sostienen que las redes de neuronas que conectan el tálamo con el córtex cerebral sería la base para entender cómo surge la conciencia. Cuando el tálamo y su proyecciones a la corteza son dañados se pierde la conciencia (Morgado, 2009), razón por la cual ha sido objeto de estudio por numerosos neurobiólogos. Sin embargo, cuando se anestesia un sujeto, la corteza cerebral deja de funcionar, dejando al sujeto en estado de inconciencia, antes que se desactive el tálamo. Esto se produce por una supresión de la actividad tálamo-cortical (Velly et al., 2007). Edelman y Tonini (2002) plantean la existencia de un mecanismo de retroalimentación entre la corteza y el tálamo, una forma de comunicación de entrada y salida en forma recursiva que sería el responsable de la conciencia. A esto lo han llamado la hipótesis del núcleo dinámico. Para ellos, el cerebro estaría constituido por mapas, que corresponden a láminas de neuronas cerebrales relacionadas con láminas neuronales receptoras. Los mapas del cerebro se relacionan entre ellos mediante vías de señales paralelas en una dinámica de entrada y salida, a esto Edelman lo llama la reentrada dinámica. Esto se explica como una especie de feed back entre señales paralelas del cerebro que sirve para coordinar actividades de diversas partes de mismo “el intercambio recursivo de señales paralelas del cerebro, que sirve para coordinar diversas partes del mismo (Edelman, 2004). Finalmente la reentrada se realiza entre los mapas cerebrales y entre la corteza y el tálamo, provocando de esta forma el surgimiento de la consciencia, como resultado de la integración de información de diversas partes del cerebro. 29 

Llinás et al. (1998) postulan que la conciencia es el resultado de actividades de sincronización en la región tálamocortical. Una banda de frecuencia gamma, de entre 20 y 50 hertz, centrada alrededor de los 40 hertz, entre las estructuras talámicas y corticales serían las responsables de los eventos conscientes. Otros estudios anteriores (Llinás & Ribary, 1992; Llinás & Ribary, 1993; Singer & Gray, 1995) también establecen relaciones entre los disparos sincronizados entre neuronales de diferentes áreas con la experiencia consciente. Sin embargo, en una revisión de Gardelle & Kouider (2009) nos recuerda la importancia de explicar no sólo los correlatos neurales de la consciencia, sino también y sobre todo, el cómo es posible que desde actividad orgánicas surja la experiencia consciente. En dicha revisión se observan algunos de los planteamientos filosóficos que tratan de dar cuenta del problema, como el de Jackendoff, quien realiza la distinción entre el cerebro (sistema biológico), la mente computacional (procesos de cómputos inconscientes) y la mente fenomenológica (percepciones) o las ideas de Baars, con su teoría del espacio del trabajo global, que explica a la consciencia como resultado de un conjunto de módulos que tienen acceso a la memoria de trabajo, organizado por la atención. Los diversos ítems compiten por la atención basada en los intereses del organismo y el espacio central del trabajo global es ocupado por los ítems más importantes. Los diversos módulos comparten información en el espacio de trabajo global, siendo esta difusión la consciencia. Por el contrario, los procesos inconscientes son lo que ocurren en cada modulo en forma separada. Tononi y Koch (2008) creen que las diversas áreas del cerebro que procesan información relacionada generan una integración funcional, de esta forma aparece un evento consciente unificado. Por otra parte, Alkire et al. (2008) sostiene que las neuronas intralaminares del tálamo disparan a altas 30 

frecuencias y con ello sincronizan la actividad de amplias regiones corticales. En la línea de la teoría de la integración funcional, Thompson y Varela (2001) registraron la actividad sincronizada de la corteza cerebral frente a un estímulo. La imagen presentada debe tener una duración de al menos 180 milisegundos para ser conciente. Entre los 180 y 360 ms. se produce el reconocimiento de la figura con una activación sincronizada de las regiones izquierdas parieto-occipital y fronto-temporal. Un período de sincronización mayor se produce entre los 360 y 540 ms., producida en las regiones parietales y occipito-temporales de ambos hemisferios, luego se observa un período de desincronización,

para volver

a generar una segunda

sincronización alrededor de los 700 ms., que coincide con la respuesta motora que realiza un individuo, al reconocer una figura. Otra forma de tratar de explicar cómo surgen la conciencia es llamada la teoría de bloques, que describe al fenómeno como un campo constituido de diferentes partes: conciencia visual, táctil, auditiva, etc. Bartels y Zeki (1998), siguiendo la teoría de bloques, proponen que la conciencia no es unitaria, sino que consiste en microconciencias. Por ejemplo, la conciencia visual se basa en diversos aspectos como el color, la forma, el movimiento, etc., y nuestro cerebro percibe cada una de ellas en forma separada, pudiendo dañarse uno de los sistemas, pero sin afectar a los otros. En cambio, si la conciencia visual fuera unitaria, un daño afectaría a todo el sistema visual. Para Zeki (2003) cada evento de percepción ocurre a diversas velocidades, lo que mostraría que la conciencia esta hecha de de eventos conscientes separados. Así un conjunto de atributos se encuentran ligados, permitiendo una experiencia unificada. Este autor distingue en tres niveles de conocimiento: el microconocimiento (eventos unitarios, por ejemplo el color); el macroconocimiento (conjunto de atributos ligados entre sí, por ejemplo, la imagen visual); y el conocimiento unificado (conjunto de 31 

macroconocimientos ligados entre sí, por ejemplo, la experiencia del mundo). La teoría del campo unificado, plantea que existe una conciencia básica y que las percepciones solo producen cambios en el estado conciente. Para Llinás et al. (1998) la conciencia es modulada, pero no generada por los sentidos. Desde este punto de vista las percepciones no son el génesis de la conciencia, sino modificaciones de la conciencia básica, por lo tanto, para cualquier experiencia perceptiva sería necesario ya estar conciente y la actividad tálamo-cortical a 40 hertz serían las responsables de permitir ese estado consciente que sería modificado por la información entregada por los campos sensoriales. Esta teoría plantea una nueva forma de enfocar el problema de la conciencia, donde el punto importante es conocer como se produce una consciencia que sea modulada por la percepción.

El problema de los Qualia Cada individuo vivencia un mundo conciente propio e intransferible. Las experiencias individuales subjetivas reciben el nombre de Qualia, y es ésta situación el gran problema de la naturaleza de la consciencia (Chalmers, 1996). Jackson (1997) alude al argumento de la habitación de Mary, una persona que crece en un cuarto blanco y negro, y que se convierte en una neurocientífica brillante experta en la percepción del color, aprendiendo toda la información de los hechos físicos sobre la visión humana del color. Al salir del cuarto ve el color rojo por primera vez. Jackson sostiene que Mary aprende a ver el color rojo, y dado que ella conocía todos los hechos físicos de la visión, este nuevo conocimiento es no físico. Finalmente, el autor indica que no todo el conocimiento sobre la consciencia es físico, estableciendo 32 

una naturaleza dualista del fenómeno. Entonces surge la pregunta ¿Mary aprende algo nuevo al salir del cuarto? Puede que exista una dualidad en los modos de conocimiento (proposicional y fenomenológico) pero eso no implica necesariamente, que existan dos tipos de cosas. Por lo tanto, Mary puede aprender algo nuevo, ya que antes de salir del cuarto no poseía la experiencia del color rojo, pero eso no conlleva obligatoriamente, la existencia de dos naturalezas del fenómeno. Sin embargo, Villanueva (2003) sostiene que Jackson confunde el concepto de la propiedad. Para él, la objetividad y subjetividad son propiedades de conceptos y no propiedades de propiedades. El concepto objetivo y subjetivo de una propiedad es idéntico. El dualismo es de conceptos, del lenguaje y no de propiedades, no es ontológico. Para Churchland (1985) la habitación de Mary presenta una falacia intencional, que se basa en que Mary: a) conoce todo lo que hay que conocer de acerca de los estados cerebrales y sus propiedades; b) no conoce todo lo que hay que conocer acerca de las sensaciones y sus propiedades. Para él, a y b son expresiones coextensivas de los mismos eventos, y la falacia intencional surge cuando ambas expresiones hacen referencia a distintos hechos. Para Churchland ambos conocimientos refieren a un mismo evento, pero siendo diferentes formas de conocer. Conocer acerca de los estados cerebrales y sus propiedades es conocimiento en materia de tipo proposicional y conocer acerca de las sensaciones y propiedades es conocimiento representacional, el primero es por descripción y el segundo por familiaridad. Por otra parte, para Searle (2002) la conciencia posee tres características fundamentales: su carácter cualitativo, la subjetividad y la unidad. Con respecto al primero, Nagel (1974) preguntaba ¿cómo sería ser un murciélago?, ya que hay algo que sería el punto de vista o la perspectiva desde el cual el murciélago capta el mundo. Para todo ser consciente hay 33 

algo que sería como ser o tener una experiencia. Con respecto a la subjetividad, Searle (2002) explica que los estados concientes solo existen cuando son experimentados por algún ser humano o algún animal, por lo tanto,

son

de

carácter

subjetivos.

Los

estados

concientes

son

experimentados por un yo, por lo que tienen una ontología en primera persona. Finalmente, la unidad de la conciencia, se relaciona con que toda experiencia ocurre en un campo conciente unificado (Searle, 2002). Para muchos conocer las bases neurales que sustentan la conciencia es un cosa, pero dar una explicación coherente a las experiencias subjetivas que vivenciamos es otra muy diferente. Es importante recordar la distinción entre experiencias conscientes y experiencias subjetivas conscientes. La primera hace alusión a las percepciones conscientes, por ejemplo ver, oír, tocar, gustar, etc., en cambio la segunda se refiere íntimamente a los qualias, la experiencia de cómo es sentir algo. Para Aboitiz (2001) los logros alcanzados en tratar de explicar el fenómeno neural de la consciencia, aun deja fuera el problema de la experiencia subjetiva. Morgado (2009) considera que actualmente no existe solución para éste problema. Por su parte, Ned Block (1996) distingue entre la consciencia fenomenal-intransitiva, el quale, que definimos como el cómo qué es, que hace referencia a la experiencia misma y no al objeto de la experiencia; y la consciencia proposicionales, relacionada con las creencias, deseos y todos los estados de contenidos y sobre los que operan actitudes como desear, creer, etc. El mismo autor, propone que la consciencia fenomenal presenta un problema duro, referido a nuestra ignorancia de cómo los estados neurofisiológicos generan los estados conscientes, y un problema más duro, relacionado con nuestra imposibilidad de saber o probar si otro ser similar a nosotros tiene o no, consciencia fenomenal. ¿Es posible explicar un fenómeno subjetivo con una ciencia que por 34 

definición trata sobre fenómenos objetivos? Para Searle (2002) el problema radica en una confusión sobre la ontología y la epistemología del problema de la conciencia. Él plantea que la experiencia conciente es ontológicamente subjetiva, ya que corresponde a una vivencia individual, personal e intransferible. Por otra parte, el estudio de la conciencia se relaciona con la epistemología, es decir, con el cómo conocemos como observadores un fenómeno, y esto es de tipo objetiva, aún en un tema como la experiencia. Con esto pretende sortear la brecha entre un fenómeno subjetivo y su conocimiento objetivo, para colocar a la conciencia como un objeto real y posible de estudiar por la ciencia. Con respecto a la forma de abordar el estudio de la conciencia, tal vez, Humberto Maturana (1970) y Maturana y Varela (1973, 1984) nos dieron las primeras luces de un enfoque completamente nuevo, uno que nos muestra la característica fundamental de la naturaleza conciente no representacional, es decir, que el sistema nervioso no trabajaría haciendo representaciones de un mundo externo. Por lo tanto, la realidad no existe como algo independiente al observador, sino que surge cuando el organismo se relaciona con un entorno, o dicho de otro modo, cada ser vivo hace surgir su mundo, su realidad en la que se desenvuelve. Todo esto estaría mediado por las estructuras biológicas que permiten a cada organismo hacer surgir un mundo particular. Ellos plantean que el conocimiento es un proceso inherente a la vida, que depende del organismo y no de la realidad. O`Regan y Noe (2001) proponen una teoría sensoriomotora de la consciencia, sin la necesidad de las representaciones en el cerebro. Para ellos el mundo es una memoria externa y la experiencia consciente es producida por el dominio de contingencias sensoriales y motoras, por lo tanto, los estímulos externos no producen representaciones detalladas de ese mundo externo, sino que sólo poseemos la ilusión de una consciencia orientada hacia el mundo. Una 35 

experiencia no son estados internos, sino formas de actuar, actividades sensoriales y motoras, por lo tanto, el sentir es una forma de interacción con el mundo. Para estos autores, el enfoque sensoriomotor explica la imposibilidad de comunicar el qualia en forma completa y detallada, ya que no tenemos acceso cognitivo a todas nuestras capacidades sensoriomotoras. También explica cómo se produce el cómo sentir algo, ya que las entradas sensoriales cambian cuando el cuerpo se mueve, lo que genera la presencia de la sensación. O’ Regan et al. (2000) muestra que cuando estamos viendo una imagen y se produce un cambio en ella, lo notamos inmediatamente. Sin embargo, si el cambio se produce cuando un fondo blanco cubre la imagen es muy difícil darnos cuenta de ese cambio, a esto ha llamado la ceguera al cambio. Una forma de fundamentar su idea de la exploración sensoriomotra del mundo y no la representación de él. Estos planteamientos nos entregan una nueva forma de enfrentar el problema de la conciencia y representan, desde nuestra visión, un punto de partida interesante, que tal vez podría entregarnos algunas respuestas sobre este fenómeno. Sin embargo, esta nueva línea de investigación debe luchar contra siglos de tradición representacionista del cerebro, siendo la mirada de un funcionamiento cerebral completamente distinto al tradicional, su gran aporte. Como hemos visto, las teorías tradicionales sobre el sistema nervioso no han sido suficientes para explicar muchos fenómenos que se presentan en él, por lo que ha llegado el momento de plantear nuevos paradigmas sobre el cual trabajar estos cuestionamientos.

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Palabras finales Los avances alcanzados por la neurobiología son muy alentadores en relación a las estructuras cerebrales que sustentan los estados concientes. En las últimas décadas has surgidos diversas teorías para explicar la naturaleza biológica de este fenómeno y en lo que parecen todos coincidir, es en la sincronización de grupos de neuronas alrededor de 40 Hz en el sistema tálamo-cortical. Por otra parte, Dahaene (2006) sostiene que no hay un lugar específico de la consciencia, sino que es el resultado de una actividad global del cerebro, con la coordinación de diversas áreas, donde el output de un proceso pasa a ser el input del proceso siguiente. Según los planteamientos de Searle sobre los pasos que debe seguir la investigación de la conciencia, aún nos encontramos en la etapa inicial y pese a los avances obtenidos, tenemos un largo camino que recorrer para instaurar una teoría coherente sobre las experiencias subjetivas concientes. En relación a la experiencia consciente existen mucha evidencia de cómo se produce, en relación a la experiencia subjetiva consciente, aún no existe una teoría que sea capaz de explicar su naturaleza. Sin embargo, creemos que esto es posible y es trabajo de la neurobiología dilucidar este problema, pero al mismo tiempo reconocemos las limitaciones actuales para enfrentar esta tarea. Lo que nosotros proponemos es un cambio completo del marco conceptual sobre el que se trabaja el estudio de la conciencia, ya que los planteamientos actuales no permiten generar una explicación convincente sobre la experiencia subjetiva. En esta línea coincidimos con algunas ideas de Maturana y Varela, con su visión de una conciencia no representacional, sino con una conciencia que hace surgir un mundo por cada individuo, humano o animal, con su visión constructivista de la realidad. Tal vez una 37 

nueva forma de tratar de entender este fenómeno, que se presenta como algo tan nuestro y al mismo tiempo tan misterioso.

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Sobre la naturaleza de la conciencia Fernando Maureira Cid

El asunto de la conciencia es quizás el tema más trascendental en el que se haya visto involucrado el ser humano, para muchos es la gran pregunta a responder y para otros representa el gran desafío de la moderna neurociencia. Si bien, algunas preguntas filosóficas sobre la naturaleza de la conciencia nos interesan, demás está decir, que es un enfoque científico, basado en la biología, el camino que creemos correcto para hacer frente a esta problemática. Por tanto, todo lo que está escrito en el presente texto posee como base una mirada y una reflexión desde la biología. Chalmers (1996) habla de un soft problem (problema suave) y un hard problem (problema duro) de la conciencia. El primero hace referencia a las bases neurales que sustentan la conciencia, ya sean estos las neuronas, los circuitos cerebrales o la totalidad del cerebro. Por otra parte, el segundo problema apunta a la naturaleza de la experiencia personal subjetiva, llamada el problema de los Qualia por los filósofos, y que se manifiesta bajo la pregunta ¿Cómo es tener una experiencia sobre algo? Con respecto a los dos problema de la conciencia, debemos recordar que el fenómeno de la experiencia, como una actividad en primera persona, resulta ser la totalidad del problema y no es posible escindirlo en dos situaciones diferentes, ambos problemas son el mismo y se podría aunar bajo la pregunta ¿Cómo surge la experiencia subjetiva conciente desde una actividad neural de la que no somos concientes? La división del fenómeno de la conciencia en dos problemas puede llevarnos a nuevo dualismo cartesiano, razón por la cual no debemos olvidar la naturaleza única de la conciencia. Esta división resulta ser muy común en muchos investigadores

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que dicen estar esperanzados frente a la solución del primer problema y creen que la biología puede llegar a desentrañar las bases cerebrales de la conciencia, pero se muestran muy escépticos y en ocasiones opositores sobre la posibilidad de resolver el segundo problema. Nosotros creemos que siendo la conciencia un sólo fenómeno, no es posible dividirlo en dos problemas, al menos no en forma de resolver uno y no el otro, ya que ambas partes están estrechamente vinculadas y son parte de lo mismo. Este problema se debe a que el marco conceptual sobre el que se realiza el estudio de la conciencia esta errado. Es necesario cambiar las bases sobre las que se realizan las investigaciones sobre este fenómeno, de esa forma cambiarán las preguntas que buscamos responder, ya que las actuales no dan y no pueden dar cuenta sobre la naturaleza de la conciencia.

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1. Los Qualia son la vivencia de un mundo. 1.1 Para la vivencia de un mundo son necesarios tres principios: patrón, estructura y proceso.  1.11 El patrón (forma, orden, cualidad) propuesto por Maturana y Varela (1973) mediante el nombre de autopoiesis explica que la característica fundamental de un ser vivo es que se está produciendo a sí misma continuamente. “El ser y el hacer de los sistemas vivos son inseparables y éste es su modo especifico de organización” (Maturana y Varela, 1973: 49). La autopoiesis es un patrón en red de producciones de componentes que participan en la producción o transformación de otros componentes que producen los mismos componentes que constituyen la red. De esta forma la red se produce continuamente a sí misma (Maturana y Varela, 1973). 1.12 La estructura (substancia, materia, cantidad) propuesto por Ilya Prigogine (1967, 1971) con el nombre de estructura disipativa donde enfatiza la apertura de ésta estructura al flujo de materia y energía. Ahora bien, no todas las estructuras disipativas son sistemas vivos, para serlo éste tipo de estructura debe poseer además un patrón de orden autopoiético (en Capra, 1998). 1.13 El proceso (cognición) definida inicialmente por Bateson (1972) y más plenamente por Maturana (1970) y Maturana y Varela (1973). Para Bateson la mente se hallaba inseparablemente vinculado al proceso de vida, en sus palabras “la mente es la esencia de estar vivo” (citado en Capra, 1988: 88). Para Maturana y Varela los procesos vitales son identificados con la cognición, el proceso del conocer. De acuerdo a esta teoría la mente no es 41 

una cosa, sino un proceso, el proceso mismo de la vida. La actividad organizadora de todos los sistemas vivos, con o sin sistema nervioso, es un proceso mental.  2. Los Qualia son procesos de cognición, son una forma particular de conocimiento, orientados a la forma de relacionarnos con nuestro entorno. 2.01 Los Qualias son relacionales. 2.011 Las dinámicas relacionales se manifiestan como los movimientos o carencia de movimientos que realiza un organismo para desenvolverse en su entorno. 2.012 Los movimientos que marcan las dinámicas relacionales deben gatillar cambios en el entorno, otro organismo con el que se interrelaciona o el observador que los definen. Si los movimientos no gatilla estos cambios, la dinámica sólo es funcional interna homeostática (digestión, inmunización, recambio celular, síntesis de proteínas, etc.), pero no son relacionales. 2.013 La dinámica relacional es el resultado de un proceso interno que tiende a mantener la homeostasis del sistema biológico y está determinada por ello. Las relaciones que pueda generar un organismo son el resultado de sus dinámicas internas, pero no existen como haceres orientados a la relación, sino ocurren como resultado de dinámicas biológicas homeostáticas, ya que como decía Maturana, para todo sistema nervioso (o sistema vivo) no existe un adentro y un afuera.

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2.1 Los Qualia son una dinámica relacional, que surge cuando un organismo, construye su realidad, hace surgir su mundo, con objetos, otros individuos y a sí mismos como una construcción separada de dichas configuraciones. 2.11 El surgimiento de un mundo, por parte de cualquier sistema vivo, está vinculado a su capacidad de hacer, que se define como todo acto que éste pueda llevar a cabo. 2.111 El acto que pueda llevar a cabo un organismo es la acción que su estructura le permite generar en relación al entorno, otro individuo o sí mismo, dado en la experiencia subjetiva conciente o no. 2.112 Las acciones son movimientos que puede generar un organismo. 2.113 Los movimientos pueden ser desplazamientos de un segmento o del total de un organismo en relación al entorno (Maureira, 2008), o cambios en la estructura de un sistema vivo que permita una variabilidad en su forma. 2.114 Los movimientos pueden ser observables o no por otro organismo. 2.115 Las acciones que puede llevar a cabo un organismo pueden ser conscientes o bajo el umbral de la conciencia. 2.1151 Que una acción pueda ser conciente significa que es capaz de generar un Qualia en quien la realiza. Que una acción pueda realizarse bajo el umbral de la conciencia significa que dicha acción se realiza sin la experiencia subjetiva conciente de la realización de la acción.

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2.116 La suma de las acciones concientes y bajo el umbral de la conciencia de un organismo son la mente o procesos psíquicos de dicho organismo. 2.2 El mundo de cada sistema biológico surge en sus Qualia y de ésta forma se relaciona con su entorno. 2.21 El entorno y el mundo de un organismo no son la misma cosa. 2.211 El entorno es un conjunto de variables, definidas por un observador como independientes a un organismo, en las cuales éste se mueve. 2.2111 Una variable es todo fenómeno físico o químico que puede ser percibido por un observador, pero no necesariamente por el organismo a quién el observador considera que afecta o constituye. 2.212 La agrupación de las variables por parte del observador dará origen al entorno y al organismo dentro de él. 2.213 El mundo de un organismo es la experiencia subjetiva conciente de las variables que son identificadas como entorno. 2.2131 La vivencia del mundo por parte de un organismo está dado por los Qualia de la percepción de dicho organismo (Sea de paso mencionar que las percepciones modulan los Qualia, pero no constituyen el Qualia mismo). 2.214 Las percepciones son campos efectivos de actividad senso-motora que permiten gatillar cambios estructurales en el sistema neural o cualquier sistema molecular que permita esa función. 44 

2.215 Cuando una variable activa un sistema sensorial, conciente o bajo el umbral de la conciencia, recibe el nombre de perturbación para dicho organismo. De esta forma, un fotón, una onda acústica, un odorante serán perturbaciones que afecten a un organismo si se encuentran en sus inmediaciones. 2.2151 No todas las variables del entorno serán perturbaciones para un organismo, sino los sistemas sensoriales de dicho organismo estarían saturados de tanta estimulación. Las perturbaciones solo son aquellas variables que generan actividad senso-motriz en el sistema vivo. 2.216 Los Qualia son la experiencia subjetiva conciente de las percepciones. Por tanto, dichas percepciones pueden modificar nuestra vivencia del mundo, pero no constituyen la experiencia misma. 2.2161 La percepción es la actividad senso-motriz que se produce en un sistema vivo, pero los Qualia son la experiencia de esa actividad por parte del organismo. Esto explica porque la percepción modifica los Qualia, ya que el segundo corresponde a una co-extensión del primero y el primero es posible sólo gracias al segundo. 2.2162 Los Qualia y las percepciones son co-extensivas, es imposible la existencia de uno sin el otro. 2.2163 Existen Qualia de las perturbaciones del entorno (visión, audición, tacto, olfato y gusto) y Qualia de las percepciones internas (propioceptivas, viceroceptivas y nocicepctivas) de un organismo. Por eso es posible tener Qualia aún en los casos de deprivación sensorial. En este caso son los 45 

Qualia de las percepciones internas los que se vivencian. 2.3 No existe un mundo externo independiente a nosotros que seamos capaces de captar con los sentidos. El mundo surge cuando los Qualia generan dicho mundo. No existen árboles verdes en una realidad objetiva e independiente al observador, el árbol y el color verde surgen como Qualia del individuo. Para nosotros sería imposible saber cómo se presenta el árbol verde para un ave posado en él. 2.31 El entorno existe como una realidad independiente al observador, sin embargo cada organismo vivencia su mundo en forma subjetiva. Son dinámicas moleculares internas las que le permiten experimentar su realidad como algo que depende de la estructura biológica y de las relaciones que ésta permita en un organismo. 2.32 La experiencia es el vivir un mundo, que por supuesto se da siempre como una dinámica en primera persona. 2.321 Por tanto, podemos afirmar que no existe un mundo en tercera persona. 2.322 La configuración de un mundo en tercera persona es una ilusión, ningún organismo puede huir de su mundo en primera persona. Todo lo conocemos, lo vivimos como una experiencia subjetiva, siempre es nuestra experiencia única e intransferible. 2.323 No existen objetos en primera y tercera persona. Es un error asumir que la experiencia se da en primera persona y la realidad externa, como 46 

montañas, el sol, el agua, los demás sistemas vivos, etc., se dan en tercera persona, como algo independiente al observador. 2.3231 La realidad externa es vivida como un mundo por el organismo y éste mundo son los Qualia que dicho organismo experimenta. Las montañas, el sol, el agua, etc., son perturbaciones para nosotros que provocan Qualia determinados por nuestra estructura biológica y relacional, lo que habla sobre nuestra forma de vivir el mundo, no del entorno como tal. 2.3232 Cuando explicamos un fenómeno lo que hacemos es establecer las dinámicas constitutivas y relacionales que asumimos corresponden a la realidad. Sin embargo, lo que en realidad hacemos es asumir que dichas dinámicas son las que permiten explicar el fenómeno dentro de las experiencias posible por nosotros. 3. Los Qualia son un estado de contenido. 3.01 Los Qualia no posee intencionalidad, en tanto no va dirigido a un contenido. 3.02 La intencionalidad hace alusión a un mundo externo al observador. Una realidad independiente y preexistente al sujeto. Sin embargo, no hay un mundo externo objetivo a nosotros que seamos capaces de captar con nuestros sentidos, sino que el mundo emerge junto con cada percepción (Maturana y Varela, 1984). 3.03 Los Qualia no son una representación del mundo. Sin embargo, el mundo es la suma de todos nuestros Qualia. 47 

3.1 El Qualia es un estado de contenido en sí mismo. 3.11 Todo Quale hace surgir una parte del mundo para el organismo que lo experimenta, en donde dicho mundo es un contenido que posee un carácter ejecutivo para él. 3.12 Un estado de contenido es cualquier experiencia que constituye un mundo para quien lo vivencia, dada por objetos, evocaciones, ensoñaciones, imaginaciones, etc., que se dé como un hecho o un recuerdo en el momento presente. 3.121 Los Qualia sólo existen en el presente. Cuando recordamos un evento pasado tenemos Qualia de un recuerdo, experiencia de una rememoración de una experiencia en el presente, pero no una experiencia de una experiencia pasada. 3.13 Una experiencia es la forma como vivimos una parte del mundo mediante un proceso relacional. De esta forma podemos interactuar en el mundo con otros organismos, consigo mismo y el entorno. 3.2 Por lo tanto, la experiencia no está en la cabeza. 3.21 La experiencia está en la forma de movernos en el mundo. 3.211 Las formas más básicas de experiencia son el espacio y el tiempo. 3.212 El espacio es una forma de relacionarse que surge cuando el movimiento de un organismo permite la existencia de atrás, adelante, arriba, 48 

abajo, izquierda y derecha en relación a la ubicación de sus sistemas sensoriales. 3.2121 Es espacio es una forma de movernos, una construcción dada por la forma de relacionarnos en un entorno. A diferencia de lo que podamos creer, el espacio no está dado por los objetos y su ubicación en el mundo, sino por la forma en la cual yo puedo moverme haciendo surgir distancias y ubicaciones. 3.2122 Algo es lejano cuando el acceso a él nos demanda una gran cantidad de movimiento. Algo es cercano cuando el acceso a él nos demanda una pequeña cantidad de movimiento. 3.213 El tiempo surge con el movimiento, siendo la forma más básica de constatar el paso del tiempo la manera en que vemos un objeto moverse. 3.2131El tiempo es una forma de relacionarnos, así hacemos surgir un mundo que de ser estático produciría una sola experiencia única. 3.2132 Un mundo dinámico esta dado por las percepciones que cambian continuamente (en milésimas de segundo). La actividad senso-motora permite movernos en el mundo, provocando desplazamientos visibles para un observador o permite mover estructuras biológicas que dan origen a percepciones internas, no visibles para otro observador. 3.2133 Cada percepción conlleva un Quale. Una nueva percepción trae consigo la modulación del Quale. Nuestra experiencia del mundo en un presente continuo es la continua modulación de los Qualia. 49 

3.2134 La continua modulación de los Qualia es el tiempo. 3.22 Los Qualia son la forma de movernos en un entorno que permiten el surgimiento de nuestro mundo. 3.23 Por eso la experiencia no es una actividad neural, aunque se necesite de ella para surgir. La experiencia es una forma de relacionarnos, una forma de vivir un mundo. 4. En los seres humanos el lenguaje modula los Qualia. 4.01 Los seres humanos poseemos el lenguaje que se convierte en un modulador de la percepción y por ende de la conciencia. 4.02 El lenguaje es un conjunto de acciones conductuales recursivas coherentes en la experiencia generada en la relación con otros (Maureira, 2009). 4.021 El lenguaje surge cuando establecemos relaciones de convivencia diaria donde generamos consensos para conjuntos de movimientos que interpretamos como teniendo un significado más o menos igual para todos los integrantes del grupo que comparten la convivencia y el consenso de los movimientos. 4.022 Un significado es un ponerse de acuerdo entre dos o más individuos en relación a un conjunto de acciones, de manera tal que para todos ellos las acciones sean las mismas.

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4.023 Los significados de movimientos son el primer paso para establecer lenguajes, por lo tanto, el origen del lenguaje es básicamente relacional, social. 4.024 Si bien el necesario un sistema nervioso para el surgimiento del lenguaje, ya que sin él o producto de una alteración del mismo, se produce una modificación o pérdida parcial o total del lenguaje, éste no puede surgir en forma aislada. Sin relación social no hay lenguaje. 4.1 El lenguaje nos permite configurar nuestro mundo, en tanto establece los objetos que hay en él. 4.2 Los objetos son delimitaciones lingüísticas de un conjunto de hechos que nosotros establecemos como relacionado e independientes de otros hechos que establecemos como entorno (Maureira, 2009). 4.21Un hecho es cualquiera de cada una de las perturbaciones que afecta a un sistema biológico (Maureira, 2009). 4.22 Cada organismo hace surgir los objetos de su mundo mediante el establecimiento de un conjunto de hechos como siendo parte de los mismo y separándolo de otros hechos. De esta forma hacemos surgir los límites físicos del objeto. 4.23 Sin embargo, los objetos sólo son construcciones de los sistemas vivos, el entorno es un continuo de hechos, a los que nosotros configuramos para poder relacionarnos y así mantenemos nuestra homeostasis funcional sistémica. 51 

4.231 ¿Una montaña es una montaña para otro sistema vivo, digamos un ave? No podemos saberlo ya que toda nuestra realidad es una concatenación de argumentos que establecemos en el lenguaje, y la configuramos como tal en él. 4.24 Como decía Echeverría (2005) sólo podemos acceder a la realidad mediante el lenguaje. 4.3 Cuando un ser humano percibe su realidad, lo hace como una configuración lingüística. De esta forma el lenguaje es capaz de reconfigurar nuestra percepción, construyendo objetos en base a la delimitación hecha en el lenguaje, así construimos perceptualmente conjunto de configuraciones diseñadas socialmente. 4.31 Cuando vemos un objeto es tal para nosotros, pero no podemos sabe cómo es para otro organismo. Cada ser vivo produce una percepción en base a su sistema senso-motriz, en el caso de los seres humanos el lenguaje modula la percepción, sólo vemos lo que podemos ver y lo hacemos mediante la delimitación que hacemos en el lenguaje de lo que vemos. 4.32 Las letras que estás leyendo, las ves como tal sólo cuando la has configurado como letras con un sentido en el lenguaje, establecido como tal en relaciones sociales, determinadas por el momento histórico-cultural. 4.33 De la misma forma cada cosa que puedes percibir la percibes como algo predeterminado en el lenguaje, ya que mediante él se establecen los límites del objeto y de las relaciones que poseen los hechos como parte de lo mismo y separado de los demás. 52 

4.423 El lenguaje modula la percepción de nuestra realidad y de esta forma también modula nuestra experiencia conciente. Por lo tanto, nuestra experiencia como humanos depende del lenguaje. 5. Todos los sistemas vivos tienen Qualia. 5.01 Los Qualia no es exclusivamente humanos, ni siquiera exclusiva de los vertebrados con sistema nervioso, sino que se encuentra presente en todo organismo vivo. 5.011 Desde las bacterias hasta el ser humano se presentan los Qualia como parte del vivir de todo organismo. 5.1 Los Qualia son un proceso inherente a la vida. 5.11 El cerebro no es un elemento indispensable filogenéticamente para el surgimiento del Qualia, pero si se relaciona con el grado de complejidad que puede alcanzar la experiencia. 5.2 Los Qualia son la forma de relacionarnos con el mundo, situación que podemos observar en cualquier organismo. Sin embrago, nos resulta imposible conocer la experiencia subjetiva conciente de otro sistema vivo, ya sea porque no poseen lenguaje, o porque le mismo lenguaje no es suficiente para explicar las relaciones que surgen desde diversos aspectos de la biología, porque no tenemos acceso a todas nuestras percepciones, sus cambios y todo nuestro hacer como sistemas homeostáticos 5.3 Podemos inferior que otro sistema vivo tiene Qualia pero no podemos saber cómo es su Qualia. 53 

5.31 Como decía Ned Block (1996) el problema más duro de la conciencia es saber si otro organismo, aún igual al observador, posee Qualia. 5.32 Debido a lo intransferible de los Qualia es que resulta imposible acceder a la experiencia subjetiva de otro, lo cual no niega la existencia del mismo, sino más bien se relaciona con la imposibilidad de saber cómo es ese Qualia. 6. La autoconciencia es producto del lenguaje. 6.01 La autoconciencia es una forma muy especial de conciencia, que se define como la detección de sí mismo, el reconocimiento de sí mismo y el conocimiento de sí mismo. 6.02 Los chimpancés y orangutanes, al igual que los humanos, desde los 18 meses de edad, pueden reconocer su imagen en un espejo (Gallop, 1970). Es decir, poseen la capacidad de detección y reconocimiento de sí mismo. Autores como Plotnik (2006) postulan que además de los chimpancés, otros organismos como delfines e incluso elefantes podrían reconocerse frente a un espejo, por lo tanto presentar autoconciencia. 6.03 Sin embargo, el reconocimiento de sí mismo es sólo una parte de la autoconciencia. El conocimiento de sí mismo, es decir, el ser conciente de que se es conciente, es una característica sólo observada en los seres humanos. 6.031 El ser conciente de que se es conciente se pude definir como la detección, el reconocimiento y el conocimiento de que detectamos, reconocemos y conocemos. 54 

6.1 La autoconciencia es una construcción lingüística humana. 6.11 El conocimiento de sí mismo es producto de la reflexión, que se constituye como producto de la recursividad del lenguaje. 6.12 Esto sucede cuando construimos actos lingüísticos sobre actos lingüísticos, es decir, utilizamos el lenguaje para explicar el lenguaje y además podemos utilizar el lenguaje para explicar el lenguaje que explica el lenguaje y así hasta el infinito. 6.13 La generación de un yo, del individuo particular que somos, por parte de los seres humanos, es un acto lingüístico, un acto de reflexión. 6.14 Los seres humanos son sistemas biológicos autoparafrásticos, del griego auto: sí mismo; paráfrasis: explicación (Maureira, 2009). 6.141 Un ser humano sólo se convierte en humano cuando es capaz de generar una historia lingüística de sí mismo en la cual se define y no antes. En el lenguaje relatamos una historia sobre nuestra ontogenia y es esa historia la que define lo que somos como humanos. 6.142 En otras palabras, narramos lo que somos a cada instante. 6.2 La autoconciencia se relaciona con la historia que hacemos sobre nosotros y para ello es necesario un lenguaje que permita la reflexión, situación sólo presente en nuestra especie. Por lo tanto, si bien otros organismos pueden detectarse y reconocerse a sí mismos, sólo el ser humano es capaz de conocerse a sí mismo, de ser conciente de que se es conciente. 55 

Palabras finales El problema duro de la conciencia viene a representar una nueva división, un nuevo dualismo cartesiano, como si la naturaleza de la conciencia pudiera dividirse en dos problemas. No existe un problema blando y uno duro de la conciencia, ambos están entrelazados y son parte del mismo fenómeno. Poder explicar que es y cómo surge la conciencia conlleva un entendimiento del proceso en su totalidad, tanto las bases biológicas como la experiencia subjetiva, ya que ambas son inseparables. Sin duda, que se hace patente la necesidad de un nuevo marco conceptual, ya que los existentes hasta ahora han sido incapaces de dar explicación a este proceso tan complejo y a la vez el más común que poseemos, ya que todos vivimos como siendo lo que somos, todos pasamos de una experiencia subjetiva a otra durante toda la vida. Conceptos como intencionalidad, representación o conocimiento deben ser abordados desde una mirada diferente. En primer término la experiencia conciente es un proceso presente en todos los sistemas vivos, con o sin sistema nervioso, es inherente a la vida. En segundo lugar, la conciencia no se encuentra en la cabeza, sino en el ámbito relacional de un organismo, que depende de su estructura biológica. En tercer lugar, la conciencia es vivir un mundo, mediante el surgimiento de éste en base a la relación que establece un organismo, donde su realidad particular aparece. En cuarto lugar, el concepto de intencionalidad es innecesario para explicar el fenómeno de la experiencia subjetiva, ya que la conciencia no va dirigido a algo, sino es un contenido en sí misma. En quinto lugar, no existe la diferenciación entre primera y tercera persona, todo el universo se nos presenta como una experiencia en primera persona siempre y nos es imposible escapar a ello. Finalmente, la autoconciencia es el resultado de la capacidad reflexiva del 56 

lenguaje y sólo está presente en los seres humanos. Creemos necesario instaurar un nuevo marco referencial sobre el cual trabajar científicamente el fenómeno de la conciencia, es tiempo de tomar en cuenta cosas que habíamos desechados y generar algunas nuevas sobre éste debate.

          

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Conclusión El problema mente-cerebro posee una larga historia desde tiempos de Descartes, donde el dualismo materia-mente ha sido sin duda la más grande dificultad a la que nos enfrentamos cuando se intentan resolver preguntas sobre la psiquis y la conciencia humana. Comprender nuestra naturaleza como seres humanos, con las implicancias sociales, éticas, culturales, biológicas, etc., que ello implica es el logro último que debe alcanzar el ser humano. La conciencia como parte fundamental de nuestro saber y entender se convierte en la frontera final en la búsqueda de la comprensión del universo mismo. Creemos firmemente que una respuesta a nuestra naturaleza debe ser basada en el lenguaje como elemento fundamental constituyente de nuestra especie como ser social y cultural. Sin embargo, este lenguaje debe ser entendido más allá de la gramática, la sintaxis o incluso la filosofía del lenguaje, sino más bien como conductas que surgen de nuestras relaciones sociales y que dependen de las características biológicas del Homo sapiens. Nosotros somos culturalmente las historias que narramos sobre nosotros, la forma como describimos lo que somos, ya que nuestra construcción de mundo surge desde el lenguaje. Entender un yo lingüístico, nos da una nueva perspectiva desde la cual abordar problemas como la objetividad de la realidad, la cual es construida en el lenguaje como algo valido dentro en los márgenes que nuestro propio lenguaje limita y no como algo válido por la independencia al observador. Cuando describimos la explicación de un fenómeno creemos haber encontrando los argumentos lingüísticos adecuados que pueden explicar un hecho de forma tal que no existe intervención del observador, razón por la cual la explicación es válida. Sin embargo, los argumentos lingüísticos no coinciden con el fenómeno explicándolo, sino que el fenómeno es descrito 58 

en un conjunto de argumentos lingüísticos que dan forma y delimitación al fenómeno en forma coherente para el observador, razón por la cual la explicación no es de un fenómeno, sino la explicación es la forma lingüística en la cual podemos observar y describir el hecho. Esto marca la intervención absoluta del observador, sólo podemos conocer lo que podemos describir y explicar en el lenguaje. Debido a esto creemos que una explicación de la conciencia debe comenzar por asumir el surgimiento de un mundo para el organismo, siendo la experiencia un proceso relacional y no un proceso que se da en el sistema nervioso, si bien este es necesario para que surja las relaciones con el entorno y otros organismos. El marco teórico que sustente una explicación de los Qualia debe contener las bases sociales que nos hacen humanos, el lenguaje

como

estructura

fundamental

de

la

autoconciencia

y

el

entendimiento de la experiencia subjetiva conciente como un proceso y no como una función cerebral. Sólo desde una perspectiva que abandone las bases neurales, por una parte, y de los Qualia por otra, será posible unificar el problema de la conciencia y encontrar una solución al problema científico más grande al que se enfrenta al hombre y con el cual convivimos desde que despertamos hasta que dormimos cada día.

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