Del consumo recreativo al consumo problemático. El papel de la familia, los contextos y el grupo de iguales.

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Descripción

DEL CONSUMO RECREATIVO AL CONSUMO PROBLEMÁTICO

EL PAPEL DE LA FAMILIA, LOS CONTEXTOS Y EL GRUPO DE IGUALES

Barcelona, Septiembre de 2010.

ÍNDICE

1.

INTRODUCCIÓN ..................................................................... 5

2.

METODOLOGÍA....................................................................... 7

3. EL GRUPO................................................................................11

5.

LA FAMILIA............................................................................ 27

6.

LA PAREJA............................................................................ 41

7.

EL TRABAJO. ........................................................................ 44

8.

CONCLUSIONES................................................................... 55

9.

REFERENCIAS...................................................................... 57

1. INTRODUCCIÓN Presentamos el informe de resultados de la investigación titulada “Del consumo recreativo al consumo problemático. El papel de la familia, el trabajo, los contextos y el grupo de iguales”, subvencionada por el Plan Nacional Sobre Drogas mediante la orden SAS/ 2497/2009 de 1 de septiembre. En los últimos años, el equipo de investigación de la Fundación Igenus, ha centrado su labor investigadora sobre dos ejes. Por una parte en el consumo de cocaína y, por otra, sobre la normalización social del consumo de drogas ilegales. Entre las diversas investigaciones realizadas destacamos “Entre rayas. La mirada adolescente hacia la cocaína” (Martínez Oró y Pallarés, 2009), “La Mirada femenina hacia la cocaína” (Pallares y Martínez Oró, 2010), “El camino hacia la cocaína” (2010), “La normalización social del consumo de drogas (alcohol, cannabis y cocaína) (2010). La presente investigación, es un paso más en el trabajo de contextualización de la normalidad y la desviación, por parte de los consumidores recreativos de drogas. Este colectivo engloba a la mayoría de consumidores de drogas, y es paso previo y necesario para que se desarrollen problemas derivados del consumo de drogas, entre estos, la adicción. Como apuntan diferentes estrategias etnográficas (Martínez-Oró et. al, 2008, 2009a, 2009b, 2010a, 2010b, Pallares et. al, 2008, 2007 a, 2007b), los colectivos con los que se relaciona el consumidor recreativo de drogas son claves a la hora de desarrollar problemas. Los siguientes resultados presentan la influencia tanto de las relaciones sociales como de los colectivos de socialización de los consumidores, y como ayudan a construir la normalidad o los problemas derivados del consumo de drogas. Por tanto, el presente trabajo de investigación, se ha centrado en tres entidades sociales de fuerte influencia para la persona, como son la familia, -con especial énfasis en la pareja- el grupo y el trabajo. Para conocer cómo influyen estas entidades en los consumos de drogas, hemos utilizado la técnica del grupo de discusión (Ibáñez, 1986). Técnica que nos permite comprender los significados asociados a

los contextos, los tiempos y a las prácticas del

consumo de drogas. Así pues, presentamos unos resultados que deben de contribuir a conocer de manera más exhaustiva, los consumos juveniles, para poder poner en acción estrategias preventivas del consumo de drogas, cercanas a los jóvenes consumidores. Para finalizar esta breve introducción, sólo nos queda agradecer a la Delegación del Gobierno para el Plan Nacional Sobre Drogas, el apoyo recibido que permite al equipo de investigación de la Fundación Igenus, continuar con su tarea investigadora sobre el consumo de drogas. Así,

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como agradecer a todas las personas implicadas en la investigación su ayuda para poder llevar a cabo esta gratificante tarea.

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2. METODOLOGÍA Como hemos apuntado en la introducción, para recabar los resultados de la presente investigación, hemos utilizado la técnica de los grupos de discusión. Técnica cualitativa ampliamente utilizada en ciencias sociales para hacer emerger conocimiento que relacione la acción de las personas en el complejo entramado social. La metodología cualitativa establece que se debe mantener el carácter esencialmente significativo de la acción humana (Silverman, 1993; Denzin y Lincoln, 1994), es decir, parte de la base de que en muchas dimensiones, las acciones humanas no son reductibles a parámetros o a cuantificaciones. De acuerdo con esta premisa, estos enfoques se caracterizan por dar prioridad al análisis y a la interpretación de las opiniones y valoraciones que las personas hacen de sus propias acciones y de las acciones que realizan los demás. Así, la metodología cualitativa enfatiza el carácter significativo del comportamiento humano, dando especial importancia al lenguaje como vehículo de sentido y a la interpretación y la comprensión como estrategias fundamentales de aproximación a los fenómenos sociales (Ibáñez, 1986). Por lo que se refiere al consumo de drogas, las aproximaciones cuantitativas, aunque válidas para otros objetivos, dejan puntos de la realidad social sin explicar como, por ejemplo, el valor simbólico del consumo de drogas. En cambio, la metodología cualitativa permite obtener información sobre los significados construidos por los consumidores, para los cuales las drogas son solamente uno más de los aspectos de sus vidas (Grund, Kaplan y De Vries, 1994, Decorte y Slock, 2005). De acuerdo con los objetivos de la presente investigación, utilizamos los grupos de discusión (Ibáñez, 1986; Ortí, 1986; Alonso, 1998). Es decir, la reunión de grupos de 7 u 8 personas, de características más o menos similares, a las que se les propone hablar libremente de un tema que el propio grupo va desarrollando, bajo la coordinación de un moderador, a lo largo de unas dos horas de conversación (Conde, 1999). Esta técnica supone tanto una herramienta de recogida de información como una herramienta de exploración para identificar variables, factores y relaciones. En concreto, utilizamos el grupo de discusión semiestructurado, en cuanto a su grado de estructuración, y en profundidad, en cuanto a su grado de directividad. En una entrevista semiestructurada –grupal o individual–, se establecen por adelantado todos los temas que se abordarán, pero el orden de presentación y la manera de introducirlos se dejan al criterio del entrevistador. Esta modalidad, se caracteriza por la ausencia de la estandarización formal propia del cuestionario y de la entrevista estructurada, lo cual permite a las personas entrevistadas responder de forma exhaustiva, en sus propios términos y dentro de su propio cuadro de referencia y significación. Así, los únicos elementos que se encuentran

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absolutamente prefijados son las consignas de inicio de la entrevista y el guión de las temáticas a ser abordadas, con la finalidad de proporcionar un carácter homogéneo a la información recogida. Se elaboró un guión de todos los temas sobre los cuales obtener información, pero el orden y la manera de introducirlos se decidieron en el curso de la entrevista para respetar al máximo las preferencias de orden y de expresión de las personas entrevistadas. El valor añadido de realizar grupos de discusión, es que la potencia se centra en la interacción y construcción colectiva de significaciones entre los miembros que lo conforman. La discusión, efectivamente, no tiene como objetivo la búsqueda del consenso entre los miembros del grupo; sino que, lo que posibilita es recoger un amplio abanico de opiniones y puntos de vista intensivos que pueden ser tratados extensamente. La situación de grupalidad produce un desplazamiento del control de la interacción que va del investigador hacia los participantes, lo cual favorece un mayor énfasis en la producción de sentido propia de las personas entrevistadas. Para evitar efectos distorsionadores en los discursos generados durante la aplicación de la técnica, se procuró que ni el moderador ni los otros miembros del grupo, se conocían con anterioridad. Para captar los participantes en los grupos de discusión, se contó con la colaboración de diferentes asociaciones de reducción de riesgos Ai Laket! en Vitoria y Hegoak en Pamplona, así como el equipo de campo del Observatorio de Nuevos Consumos de Drogas en el Ámbito Juvenil y el SICCAM de Castilla-La Mancha. Desde aquí queremos expresarles nuestro agradecimiento. Las características de los grupos se recogen en el siguiente cuadro: CARACTERÍATICAS

ÁMBITO DE

CRITERIOS DE SELECCIÓN

LOCALIZACIÓN

TAMAÑO MUESTRAL

Inclusión

Exclusión

Consumidores

Madrid

Consumidores

No consumidores.

8

Consumidores

Barcelona

Consumidores

No consumidores.

6

Consumidores

Vitoria

Consumidores

No consumidores.

7

Consumidores

Pamplona

Consumidores

No consumidores.

7

Consumidores

Vitoria

Consumidores

No consumidores

8

Consumidores

Barcelona

Consumidores

No consumidores.

8

Consumidores

Lleida

Consumidores

No consumidores

6

Consumidores

Madrid

Consumidores

No consumidores

8

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Los grupos de discusión se realizaron en puntos céntricos de las ciudades, para facilitar el desplazamiento de los participantes. Los grupos fueron grabados para su posterior trascripción mediante el software Voice Editing. El análisis de los datos cualitativos obtenido se fundamenta en el estilo de análisis de la Grounded Theory (Glaser y Strauss, 1967, Glasser 1978, Glaser,1992, Strauss y Corbin 1990). La Grounded Theory “es un análisis, unido a la recogida de datos, que utiliza un conjunto de métodos, sistemáticamente aplicados, para generar una teoría inductiva sobre un área substantiva. El producto de investigación final constituye una formulación teórica, o un conjunto integrado de hipótesis conceptuales, sobre el área substantiva que es objeto de estudio” (Glaser, 1992:16) La aproximación de la Grounded Theory se centra en el análisis de la información, que como se indica abarca la fase de recogida de datos, dada la estrecha conexión que el proceso continuo de resultados iniciales del análisis tiene para la selección de nuevos informadores y, de un modo general, en la producción de nueva información relevante en el campo de estudio. El concepto de “metodología” generaliza una seria de técnicas en un procedimiento de actuación. Desde esta acepción, la Grounded Theory, definida como metodología de análisis, propone un procedimiento de actuación en el análisis de datos a través de unas técnicas y mediante la aplicación de un método llamado “método comparativo constante” La finalidad de la Grounded Theory es la emergencia de teoría inductiva sobre un área substantiva. Emergencia es un concepto clave en las diversas publicaciones relacionadas con la Grounded Theory que insiste que la teoría.

1. Se genere y emerja del campo, 2. Esté fundamentada en el área substantiva. 3. Se desarrolle inductivamente. La finalidad es la emergencia de teoría inductiva en un nivel conceptual enraizado en los datos de campo, el producto final lo constituye una formulación teórica. De este modo, la aproximación de la teoría fundamentada insiste en la transformación de la teoría substantiva y teoría formal a partir de su vinculación constante a los datos de campo. La formulación teórica no consiste en la descripción de lo que está pasando, sino en la emergencia de un conjunto de hipótesis conceptuales que puedan dar cuenta de la variedad de los acontecimientos y sucesos descritos. El resultado final es, por tanto, la elaboración de proposiciones teóricas que, a un nivel conceptual, pueden explicar los procesos sociales básicos.

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Los grupos de discusión serán analizados con la ayuda del software de análisis cualitativo Atlas-ti 5.2 (Muñoz Justicia, 2005). Mediante el modelo de simplificación, segmentación categorización y codificación, agruparemos los significados de los discursos. Para generar los resultados y las conclusiones de la investigación realizamos un análisis del discurso (Conde, 2009) de los corpus textuales generados a partir de los grupos de discusión OBJETIVOS Objetivo principal: Conocer la influencia del grupo, la familia, la pareja y el trabajo en la aparición de problemas derivados del consumo de drogas, especialmente, en alcohol, cannabis y cocaína. Objetivos específicos: •

Conocer las implicaciones psicosociales de los consumidores para entender el consumo normalizado y el consumo desviado.



Conocer la influencia de la familia a la hora de desarrollar un problema de drogodependencia.



Conocer la influencia del grupo a la hora de desarrollar un problema de drogodependencia.



Conocer cómo el trabajo puede precipitar los consumos o inhibirlos.



Aprehender la influencia de los contextos en la conceptualización normal/desviado del consumo de drogas.



Estudiar las implicaciones que tienen los efectos del entorno para hacer replantear o abandonar el consumo de drogas.



Dilucidar cuáles son los mecanismos y estrategias que ponen en acción los consumidores para evitar la desviación social.

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3. EL GRUPO El estudio del grupo y la grupalidad es un tema de investigación clásico en ciencias sociales. Los estudios desde las ciencias sociales sobre la adolescencia y la juventud han subrayado la importancia del grupo como pieza clave en la construcción de la identidad del joven. En lo relativo al consumo de drogas, innumerables trabajos han señalado el grupo como pieza clave para facilitar o inhibir los consumos. Desde diversas corrientes teóricas, como el cognitivismo, el socioconstruccionismo, el psicoanálisis, el estructuralismo o el postestructuralismo, han señalado el grupo como elemento dinamizador de los consumos de un joven. No obstante, la grupalidad varía en las diferentes etapas vitales de una persona. Es en la adolescencia cuando el grupo adquiere un papel central en la vida de una persona. Se ha señalado, en ocasiones como durante el ritual de paso hacia la juventud, el grupo sustituye a la familia como referente en las relaciones personales (Martínez y Pallarés, 2009). Es durante la adolescencia cuando los jóvenes se desvinculan de la familia en el tiempo de ocio, pasando el grupo a ser el referente durante estos tiempos. Es durante el tiempo de ocio cuando aparecen los primeros consumos de drogas. Normalmente, en un primer momento, consumos de drogas legales, como el tabaco y el alcohol, y el primer contacto con las ilegales como el cannabis. Es este momento cuando la opinión que posee el grupo hacia el consumo de drogas posibilita o inhibe el consumo de drogas. Esta posición grupal viene delimitado por diversos factores, entre ellos a destacar; la posición del grupo respecto a los otros grupos, así si el grupo se quiere construir como “enrollados”, que son “mayores” utilizaran las drogas para escenificar una diferenciación entre grupos. Así, si el grupo bebe o fuma porros, es muy normal que lo hagan todos los integrantes de grupo, ya que es un elemento de integración grupal y escenificación de la amistad. M. yo creo también que es en función de cierta madurez personal ¿no? el entorno te afecta en cierta época de tu vida y luego cada vez te va afectando menos y cada vez miras más tus propias necesidades y haces lo que realmente te gusta y lo que realmente no te gusta, no lo haces... H. sí. M. ... sí que hay una línea ahí que hay un límite que es un poco difuso, de hasta qué punto me apetece y hasta qué punto te embauca un poco el entorno pero nunca... nunca te llegan a... o sea, haces lo que realmente a ti te apetece. Yo salgo con una chica que no bebe alcohol y sale sin beber alcohol y se fuma sus porritos pero no bebe alcohol porque no le gusta... y yo creo que cada vez hay más gente y yo creo que ahí está también la clave de... hay gente que por ejemplo se mete speed o keta o lo que sea y sí que

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lo hace igual por el entorno pero si le sienta mal el consumo de esa droga y eso yo sí que lo veo, al menos a mi alrededor, que tiene que ver con la madurez, el hecho de que una persona diga, no, pues a mí esto me sienta mal y no lo consumo... y me da igual que mi entorno haga lo que sea, a mí me sienta mal y no lo paso bien y no lo consumo y un poco yo lo veo relacionado con el grado de madurez de la persona... Y también veo que en mi entorno hay personas a quienes les sienta mal cosas y siguen consumiendo... (Pamplona mixto). La imbricación entre el grupo y los consumos de drogas son diversas. Los inicios en los primeros consumos, tanto de alcohol como de cannabis y cocaína, se realizan grupalmente. Un primer consumo realizado solitariamente puede ser indicativo de disfunciones sociales. Lo común y normalizado es que se realicen en grupo durante una noche de fiesta, especialmente el alcohol y la cocaína. El cannabis además también es frecuente que los primeros consumos se realicen desvinculados de las salidas nocturnas. Sea como sea, en los inicios siempre hay un elemento relacional y grupal facilitador de los consumos. Con la incorporación al mundo juvenil, el grupo continúa poseyendo una función de socialización central para el joven, no obstante, en lo relativo al consumo de drogas, deja de poseer el poder de inclusión grupal. Substancias como el alcohol y el cannabis adquieren notoria centralidad en las salidas nocturnas de muchos adolescentes y jóvenes españoles. H. es que claro, es que cada uno tiene sus costumbres también, tú ya te conoces como funcionas y ya sabes que si vas a ir con gente que no se droga y a ti te apetece... pues mi cacharrico o lo que sea para ir... así si ellos van hasta el culo yo si me pongo a beber como ellos, no estoy acostumbrado a beber así sin esto y seguramente me caería al suelo o me pondría malo o algo y pues eso, me llevo mi cacharrico y así yo hago mi vicio y ellos beben... es lo que digo que sabes cómo te sientan las cosas y como ya te conoces tú ya H. a mí, por ejemplo, el contexto me influye bastante y luego... igual yo creo que depende un poco de la persona pero a mí me influye bastante ¡hombre! no diré que me absolutiza pero... no es aquello de ¡bua! Por ejemplo, llevo bastante tiempo sin probar la cocaína y la mayoría de mis colegas toman cocaína pero no sé... en ese sentido no, pero por ejemplo, igual estás en un sitio, con gente nueva y tal y te pones nervioso y ahí sí que igual... igual por un lado no te pilla pero por otros lados a veces te pilla (Pamplona mixto). A partir de cierta edad, lo más frecuente es que los jóvenes se relacionen con personas a partir de unas afinidades, en que el consumo de drogas puede quedar en un papel secundario.

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Relacionarse con grupo de no consumidores es un mecanismo de regulación y protección de los consumos problemáticos. M sí, sí, está claro que puedes cambiar H. yo creo que, se hecho, es lo que tú comentabas que a veces sales con unos y consumes, con otros no, yo creo que incluso, es muy difícil en un entorno que tiene unos hábitos decir, pues ahora yo voy a ir en dirección contraria... aunque sepa que, a veces lo hago con otros, pero con éstos no y entonces cuando decir ¡hoy no quiero tomar coca! Pues no me voy con el grupo que toma coca, me voy con los que solo beben o con los que se ponen de porros hasta los ojos y si se ponen de porros hasta los ojos, sé que voy a fumar porros... M. es que eso yo decido con quién me apetece ir... y si me apetece ir no tiene nada que ver con lo que consuman H. yo te digo mi caso, yo lo que hago un poco es eso, voy saltando a lo mejor de entornos según lo que apetece en ese momento pero sé que en ese entorno va a ser muy difícil ir en esa dirección o ir en la otra y por eso la decisión para mí más fácil es esa, saltar y decir ahora estoy con estos... H. es que yo creo que eso lo hacemos todos… H. si te apetece ir a un sitio o a otro, pues si te apetece desfasarte un montón pues para poder estar a gusto y tranquilo pues te vas a lo viejo o te vas a otro sitio... (Pamplona mixto) Como hemos expuesto, los consumos recreativos normalizados se realizan en grupo durante los tiempos informales de ocio y en contextos recreativos. El grupo marca en cierta medida, los tiempos y contextos de consumos, así como, las sustancias consumidas en cada momento. No obstante, los discursos de los jóvenes consumidores abogan por la libre elección de los consumos dejando en un papel secundario la influencia del grupo. Este discurso sobre la voluntad individual de consumir la debemos de entender, cómo la expresión de la voluntad por querer consumir y así negar, en cierta medida, la presión grupal. Libres de elegir, qué consumen, cuándo lo consumen y para qué lo consumen. Negar la influencia grupal en los consumos es preservar la independencia sobre el grupo. En este sentido, para los jóvenes, es visto peyorativamente consumir porque lo hacen los amigos, o hacerlo para ser miembro del grupo. El próximo texto nos ilustra, este efecto de la voluntad individual de consumir, atribuyendo factores personales a unas razones que bien se pueden entender como factores contextuales y grupales.

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M. sí, es verdad, pero también es cierto que hay veces que yo sí que coincido un poco con él, que a veces tienes una semana igual muy cañera o has tenido una situación muy tensa y hay veces pues que sale por ahí toda esa tensión de voy a romper voy a salir, voy a tal... H. es que yo creo que cualquier momento es bueno, si te apetece, es bueno, puede ser porque estás muy bien y vas a salir y te lo vas a pasar muy bien y si estás muy mal en un momento dado quizás necesitas salir y ese salir te hace pensar en otra cosa, te hace evadirte y ¡ya está! y entonces es un poco lo que dices, que si andas muy mal, tomar drogas o según qué clase de drogas puede ser chungo, pero bueno… H. yo incido bastante en que te tienen que apetecer y si realmente no sales seguramente no te lo pases bien o te lo puedes pasar bien pero... siempre vas ahí con una predisposición de si te apetece, tienes ganas o no.. que te van a sentar mejor las drogas M. sí pero cuando tú estás bien y estás feliz prácticamente no tienes esa necesidad de drogas, lo que pasa es que bueno, se da la circunstancia y luego las consumes pero que, realmente igual sin esas drogas también estás súper happy y te pegas una juerga, lo que pasa es que siempre pues aparecen ¿no? (Pamplona, mixto) Podemos observar cómo, para dar cuenta de los propios consumos, se exponen razones de tipo personal. Aunque en lo que refiere a los consumos de alcohol, se atribuye una de tipo sociocultural. Por tanto, los diferentes tipos de drogas generan diferentes discursos para explicar los propios consumos. H. sí, tienes razón pero quería incidir en que da la sensación de que sin drogas no sabemos salir, quería ir un poco... que parece que todo lo que celebramos lo tenemos que celebrar con drogas y si no, no te lo vas a pasar bien... yo, por lo menos, lo que he visto últimamente en mi entorno M. sí, bueno, yo creo que también forma parte de nuestra educación o de lo que vemos... ya desde pequeño lo has visto con tus padres, salir a potear a echar un vino, una cerveza y eso al final ya lo mamas, es como lo normal, y los porros y todo, pues lo ves, entras en cualquier bar, hueles y ya es como normal. M. incluso en los cumpleaños familiares o en las... M. la botella de vino, el no sé qué, el whisky, el tal (Pamplona, Mixto)

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El grupo normaliza ciertos tipos de consumos y censura otros. La normalización o desviación de los consumos es producto de los contextos y los tiempos en que se consume. En este sentido, algunos consumos, como los de estimulantes, se normalizan durante las salidas nocturnas de los fines de semana,

pero se censuran si se producen durante los días

laborables. Los jóvenes actuales son miembros de diferentes grupos de amigos. En algunos grupos el consumo de drogas ilegales está más normalizado y aceptado que en otros grupos. Por tanto, los jóvenes consumidores cuando comparten tiempos y contextos con un grupo, considerado como no consumidor, no mantienen los mismos consumos

que si comparten los mismos

tiempos y contextos con un grupo de consumidores. M. yo creo que es normal que consumas más con un grupo que con otro, también te comportas diferente, no eres la misma persona, yo no soy igual con el grupo que conozco de toda la vida que con otro que conoces de dos veces que con mi familia, por ejemplo,... soy igual, pero cambio... todos cambiamos, adecuamos y ahí está un poco lo que creo M. sí, yo creo que estoy de acuerdo con lo que dices, que al final te adecuas y por eso es la importancia del entorno ¿no? si el entorno consume te adecuas al consumo y si el entorno no consume.. o sea que no es solo el entorno de ¡bua! Toda la gente consume... M cómo influye el consumo en el grupo de amigos? Bueno, depende del grupo, hay grupetes y grupetes H pero si tus colegas se meten a saco M también te metes y si no, pues no... Yo por ejemplo si estoy en una peña que no se meten nada nunca me voy a ir con una bolsita a meterme una raya de farlopa al lavabo por ejemplo... M es que no tiene sentido M pues lo que decía que el entorno y las amistades hacen mucho M. digo que si estoy con una gente que no se meten nada y estoy en una cena, por ejemplo, y he bebido lo que nunca voy a hacer es ir a meterme una raya de farlopa yo sola M. porque serías adicta ya

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M no, no te creas, podría ser no adicta y que me apetezca meterme una raya, sé que tengo una raya y ‘pues me voy a meter una raya’ pues no, porque el entorno es lo que me incita a hacerlo o no, vamos todos a una o no H sí, es social M sí, es muy social, para mí es muy social las drogas, yo nunca me he metido sola pero hay gente que sí M yo tampoco M pero hay gente que sí... yo el otro día lo hablaba en plan ‘sí a veces una rayita para limpiar o una rayita de speed para ir a currar’ sí, sí M en serio? Yo nunca... M y gente normal que nunca ha sido cocainómana... M yo siempre ha sido algo lúdico, para salir y no siempre... ya digo que llevo muchos meses sin tomar nada… (Madrid, mixto). Podemos observar en el anterior texto, cómo los jóvenes apuntan a una adecuación de sus consumos al grupo. Por tanto, observamos que bajo las mismas condiciones contextuales, el consumo se ve posibilitado o frenado según el tipo de grupo con el que se esté. Consumos normalizados por las prácticas grupales. Aunque se construye con problemático y sintomático de una adicción, compartir tiempo y contexto con un grupo de no consumidores y consumir sustancias en solitario. H. y luego también es eso, hay peña que a lo mejor... yo, por ejemplo no podría hacer nunca lo de pillarme un gramo y esconderme en el servicio y meterme una raya yo solo, o sea, a eso yo sí que le llamo ser un drogadicto. Una cosa es ser un drogadicto y otra cosa es que te guste esa droga y que... H. con la coca sí que te empieza a dar... cuando te metes cosa sí que te empieza a dar el rollito de... esto se va a acabar ya, no sé qué, estamos cinco... yo lo he hecho pero no de meterme yo solo en el váter a hacerme un tiro pero a lo mejor si que lo he hecho con quien tengo más afinidad en ese momento, le he dicho, nos vamos y nos hacemos ahí un tiro que si no, no hay para cinco... y con el speed no pasa eso, tienes una raya y dices,

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pues la partimos entre los cinco. Pero también es que claro el speed vale 10 o 20 euros y la coca... (Lleida, mixto) Consumir en solitario cuando se comparte el contexto con no consumidores se relativiza en función de la sustancia. Si se trata de sustancias “duras” como cocaína o speed se considera desviado, aunque con el cannabis no se considera tan desviado. El próximo texto nos ilustra esta situación. M. pues sí, yo reconozco que cuando estoy con gente que no fuma porros yo me salgo a la calle y me hago mi porro y me lo fumo M. yo nunca... M. o por ejemplo a veces me apetece consumir speed y voy a hacer algo con gente que sé que no consume y yo me cojo y me compro y me meto mi raya y además a mí una raya por noche a mí me sobra... es muy fuerte! Y me voy, me voy con quien esté y adónde esté y, en ese sentido, el entorno yo creo que cada vez me influye menos... Por ejemplo, reconozco que me influye, que me afecta, que me facilita o quita pero yo soy totalmente consciente de que son mis decisiones y que puedo poner mil excusas pero al final reconozco que lo hago porque me ha apetecido hacerlo (Pamplona, mixto) Los significados y vivencias construidas grupalmente, a partir de los consumos de drogas, implica a veces consumir drogas. Estas situaciones pueden ser vividas como ceder a una tentación. Debido a diversos factores, como pueden ser, no estar viviendo un buen momento personal, querer espaciar los consumos o querer retirarse pronto para hacer actividades al día siguiente; los jóvenes pueden asistir a los contextos de fiesta con la intención de consumir drogas estimulantes. No obstante, debido al conocimiento que se posee sobre los efectos de las sustancias, es frecuente que una vez en la fiesta y cuando los amigos están bajo los efectos de los estimulantes, se decida consumir. H. no, yo quería decir que coincidía con los dos que... que creo que es en parte el entorno y en parte la persona, que muchas veces te tira más... dices, hoy estoy fuerte de ego o lo que sea y dices ‘hoy no me apetece’ y realmente no consumo. Y otras veces estás bajo ahí de moral o lo que sea y caes y un día al final te engañan y el entorno tira. M. Te engaña quiere decir... M. que acabas cediendo... ¿no?

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H .cediendo, sí, aunque tú realmente no quieres pero... H hay mucho, he estado pensando, que tiene el chip ese de no, no, no... pero como cedas una, ya son dos, tres cuatro y ya... ya es como una puerta que se abre y sale toda el agua y ya no hay... H. claro! No vas a abrirla, luego cerrarla y volverla a abrir otra vez... H. no, ¡solo una! (Lleida, mixto) Este “ceder” ante los consumos genera en algunos consumidores un sentimiento de culpabilidad. Sentimiento producido por el componente cultural que obliga a mantener la responsabilidad y cumplir con lo que se había planteado. M. pero igual tampoco, yo también estoy en parte de acuerdo contigo de que.. es ‘hoy he decidido que no ’y si por lo que sea es sí, ves, ya no tengo fuerza de voluntad... pues no, igual ha surgido... por eso no es menos... para mí es más... yo no tengo tampoco una súper marca de ‘hoy he dicho que no y al final no sé qué’ hombre, pues puede pasar que días en que hoy como no he hecho los deberes.. ‘tengo que madrugar hoy’, pues claro que me pasa, tampoco me supone un dilema mayor H. es que tampoco es pues este día me voy a drogar y este día no.. es que, a parte, si te medio obligas al final vas a sufrir cuando te drogas y cuando no porque cuando no es como que te están tentando y tú tienes una lucha interna contra ti de no me quiero drogar y tal,... pues no, a lo mejor es que te apetece drogarte y te apetece ponerte unas rayitas y pasar un rato a gusto.. o no... (Madrid, mixto) La presión grupal ha sido y es uno de los elementos más trabajado en las estrategias preventivas de consumo de drogas. Como hemos apuntado, aunque es durante la adolescencia cuando se produce una presión grupal explícita para consumir, esta presión se mantiene en los grupos de consumidores. No en el sentido, de una obligación explícita a consumir, sino una presión sutil. El consumo de drogas al generar unos significados compartidos, en ocasiones solo son entendidos por los consumidores, esto hace que un joven consumidor decida consumir, aunque haya planeado no hacerlo. Es un cúmulo de factores contextuales, biográficos y también psicológicos los que posibilitan el consumo. Estar con el grupo en un contexto de fiesta, hace que sea arduo mantenerse sin consumir. H. Eso te lo da también la experiencia de consumo y tal, yo creo que al principio no lo vas a pensar tanto y que luego con los años, es lo que dices tú, que te va dando ese argumento personal para decir, quiero o no quiero...

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M. yo creo que, principalmente, es el entorno, uno sí que puede decir que sí y que no pero al final es el entorno, si tú estás en un país donde no se consume, no se bebe, no se fuma porros... es que prácticamente la necesidad desaparece... las ganas prácticamente desaparecen, yo creo, y entonces ahí ya no es uno mismo, es el entorno... (Pamplona mixto) H no sé, yo creo que el entorno afecta pero relativamente o sea, no se puede absolutizar en ese sentido, hay entornos que igual te dicen más y otros menos pero depende de la persona y depende de qué entorno te pille.. yo creo que siempre existe esa pequeña libertad ¿no? igual en unos casos somos más débiles y en otros somos más fuertes... igual no en todos los entornos somos tan fuertes... (Lleida, mixto) Por tanto, debido a la dificultad de no consumir durante una fiesta, algunos consumidores consideran que deben de aguantar para no ceder a la presión de consumir. M fuertes ¿para qué? H pues fuertes para aguantar la presión M entonces, tu objetivo ¿es aguantar la presión y no consumir? H no. Depende, depende de lo que quiera hacer, hay veces que no quiero consumir y entonces a veces el entorno me dice que sí y es ahí cuando tengo que aguantar y si no quiero consumir y el entorno no me dice nada, no tengo problemas, depende de donde esté y donde me mueva M. ¡jo! pues a mí me sabe malísimo, si no quiero consumir y encima me están diciendo ¿quieres? ¿quieres? Es cuando sé fijo que no quiero.. igual si no, si nadie me dice nada, igual entonces te digo que quiero... H o sea, a ti te refuerza que te digan... M me agobia mogollón que alguien me intente... entonces sí que paso y casi me pone de mala ostia... yo no te fuerzo a que te metas pues tú no me fuerces... (Vitoria, mixto) Esta presión sutil del grupo para consumir se explicita en algunos discursos de los consumidores. H yo cuando hablo de presión, no hablo solo de presión explícita sino de... a veces de presiones más...

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M más sutiles... H. más difíciles de ver... y claro, ahí es donde entra la lucha dura ¿sabes? En ese sentido hablo... M yo esa presión no la veo tan presión... yo en principio consumo porque me gusta... H. sí, pero por ejemplo, a veces... yo ahora hablo por mí e igual intento extenderla a ti y no sé si será tu caso pero el mío por lo menos... yo qué sé! Es lo que decía antes de los nervios, por ejemplo, hasta qué punto soy yo el que estoy decidiendo ¿sabes? O son las situaciones las que me están obligando a algo que igual no me apetece tomar... M. el de los nervios eres tú? H. sí, por eso... M pero no es una cosa externa... H por eso, pero lo que los motiva es una cosa externa ¿entiendes? M o sea, al final lo que pasa es que yo creo que la sustancia te está ayudando a controlar algo que tú, por ti mismo, se te hace difícil de controlar... H sí, claro M y claro, es difícil no coger eso que realmente te va a ayudar para eso, te va a facilitar un camino que a ti en ese momento te apetece H yo si estuviera en un sitio tranquilo y con gente de confianza no tendría esa presión, es más, a veces estoy con mis amigos tranquilo y están ellos de coca y porque estén ellos de coca... M es que a mí me pasa completamente al contrario, si estoy de coca y no estoy a gusto en un sitio, me voy, y cuando estoy a gusto y estoy con mi gente digo, pues voy a consumir ahora porque... H. pero quieres decir que igual aunque no quieras tú consumir si tu gente de confianza está consumiendo... M. no, a mí no me tira... yo parto de la base de que yo quiero

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H. siempre... (Vitoria, mixto) Los consumidores elaboran discursos dispares sobre los grupos de no consumidores y los grupos de consumidores. El discurso varía en función de los consumos que se mantengan y las relaciones personales. La mayoría de los jóvenes consumidores mantiene relaciones de amistad con grupos de consumidores. H. hace muchísimo, muchísimo el entorno, el entorno te empuja totalmente llegando incluso a sacarte un poco... porque si vas en un grupo que todos vas echándose cubatas y tú no... ¡venga, échate uno, échate otro! Y al final eres el raro, es que eres el raro... H. ya, en eso tengo yo un esto que me acuerdo que unos amigos que hablábamos, éramos chiquis, con 16 o 17 años, y yo me acuerdo que siempre tenías más relación porque coincidías y tal y ¡vamos a echarnos un porro y tal! Y al final pues acababas hablando mucho más y tenías más afinidad con las personas que se iban a echar el porro contigo y entonces eso también, realmente, pues te podía llegar a unir más porque pasabas más rato y hacías más cosillas entre comillas, uno con el otro, de compañerismo y así y eso puede influir un poco... también lo mismo que si estás en un sitio y no... yo, por eso digo que yo ya no salgo por ahí porque para ir a un sitio y verlo todo... al final si lo ves desde fuera estás viendo todo de gente que va... (...) M. bueno, yo es algo diferente, según con qué gente salga también salgo diferente, pero yo también creo, en parte que es porque yo quiero, o sea, yo no es porque... no sé cómo decirte, no es porque ¡va,tete! ¿quiéres un cubata? Porque igual soy yo la que quiero los cubatas... pero igual salgo con otra gente y salgo de otra manera totalmente diferente y me lo paso diferente pero me lo paso bien... (Pamplona mixto) M. yo, sobre todo, a mí me da menos palo igual, según quién sea ¿eh? Si he traído yo, igual si has traído tú es que yo igual lo hago más por ti que por mí o sea, porque igual eres tú el que tiene que decidir eso... M ya, yo sí, depende, pero sí que es verdad que igual antes me cortaba más y ahora es como ‘bueno, esto es lo que hay’ M sí, sí... M yo voy a hacer aquello igual antes sí que... el que no consume era como que casi... si hay uno que no consume ya era un tema que marcaba igual el

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grupo pero ahora yo creo que no ahora es como que... bueno, generalmente ahora como cuando salimos nos conocemos todos y sabemos quien sí y quién no y ¡ya está! de cara a que viene alguien que no, pues bueno, esto es lo que hay, estos sí y estos no, con cierta naturalidad... es verdad que luego siempre pues yo qué sé, un primo o familia siempre es un tema un poco más escabroso.. M. la familia… M igual sabes que hay gente que, aunque no consuma, tampoco va a ser... pero es que hay gente que si no consume igual tiene peor reacción que mis padres o sea, ¿entiendes? Es que hay mucha gente que... H es que además no te va a aceptar como tú eres... M. ya pero llega de casualidad un día H. yo ya tengo el culo muy pelao, yo ya tengo muy claro que si no te gusta, no mires, punto pelota, yo no te digo ni que te drogues ni que te nada! Pues déjame a mí tranquilo... M. ni soy pesada... H. ahora últimamente hay otro problema que es al revés que se ha dado la vuelta, que está de la cuadrilla de 20 personas, 19 consumen y uno no consume y ese es el raro.. y eso pasa ahora también, que esto hace 10 años era impensable y ahora pasa tío H. y cuadrillas que siempre hemos ido así y el único que no solía tomar pues era uno que muy de vez en cuando una raya pero... pero nunca ha estado excluido, nunca ha estado... siempre ha sido uno más y eso que nunca ha tomado y nos ha visto a nosotros ponernos hasta arriba y nunca, no sé... M. ya, pero eso depende de con qué droga vas también ¿eh? Si es una (¿) de farlopa igual no pero cómete unas setas y que haya uno que no coma, ese va a estar excluido fijo, ¡fijo! (Pamplona mixto) Un aspecto destacado por los consumidores es la exaltación de la amistad. Hemos apuntado como los consumos generan afinidad entre los consumidores. No obstante, los consumidores exponen como en ocasiones los efectos de las drogas, implican un sobredimensión de las relaciones personales, especialmente cuando se toma MDMA. Para los consumidores, esta

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situación es, en cierta manera, cómica. Aunque a veces, también reconocen como bajo los efectos de las drogas, la amistad se magnifica cuando ésta no es real. H. a mí me jode bastante encontrarme colegas que van súper morados y blablabla H llega un momento en que tienes que hacer off H. y se lo dices ¿eh? Oye, vete a hablar con las piedras... H. me estás escupiendo ya la oreja H y si encuentras a alguien que va de M o de cristal ya mucho peor, porque ya viene con su exaltación de la amistad ahí (ríen) te quiero y el besuqueo, el besuqueo H … te acuerdas de aquellos años cuando tal y venga a abrazarte y tú ahí... ‘que yo no voy ciego, sí, me alegro de verte pero... ¡no tanto!’ H. eso pasa sobre todo con los borrachos, cuando voy a lo mejor igual de anfetamina o de tal y los borrachos como que, porque es un pelotazo muy diferente, el borracho va ahí ¡buaaa! Y como tú a veces no, las acciones del borracho no las ves ahí igual como tú lo harías ¿no? Igual el borracho pues se pone a tirar cosas y tú vas como más, no sé...(Barcelona, mixto) Así, bajo los efectos de las drogas, aunque hay buenos momentos y de exaltación de la amistad, también pueden propiciar que “salgan las verdades” y posibilitar la aparición de conflictos que pueden mellar las relaciones de amistad en el seno de un grupo. M. es que para gustos colores, me imagino que hay de todo... pero por lo normal si tú alguna vez te has colocado con tu pareja te dices muchas cosas H sí, ostia, es verdad! M. claro, claro cuando vas drogado te dices más cosas y a tus amigos también. Que te quiero y ¡dame un abrazo! M ¡y toqueteos y muchas cosas! Que sacas ahí... M ¡las verdades! Salen las verdades... H. hoy somos súper colegas y al día siguiente no...

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(ríen) M te dije algo ayer... H. o no empalmarte por ir super pedo que también pasa ... M. también... (Ibiza, mixto) Como hemos expuesto hasta el momento la convivencia entre personas consumidoras o no, y grupos de consumidores o no, es totalmente compatible con los contextos y los tiempos. Aunque los consumidores consideran que en ocasiones deben de lidiar con discursos de personas no consumidoras por la elección de consumir. M. yo creo que, que te vean en un grupo donde no se consume o que se ha consumido y ya no se consume, una persona que consume, quiero decir que marca. Para mí yo (...) lo vivido en grupos y eso, pues unas amigas que no consumen nunca y el entrar y que hayas consumido o el verte consumiendo o lo que sea, pues te ha... ya... es un antes y un después M. sí, a mí también me marcó a mal cuando empecé a consumir... M. qué vienes a decirme tú ahora, para qué te lo voy a decir! yo hago lo que me apetezca y luego hablo contigo y hablo tan normal y es que para mí es mucho mejor porque así no voy a tener que estar aguantando cómo me miras, qué me dices... M cómo me juzgas. M ... y encima me estés intentando ‘ay, yo creo que no tienes que consumir’ a ver... ¡es muy fuerte! H. yo con tres cubatas encima y borracho.... M es que es la situación para mí... a mí me ¡bufff! M. es que encima se creen como que tienen que ayudarte H. sí que te van a arreglar la vida (ríen) M. se sienten en la obligación de salvarte

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H. sí, esas obligaciones morales que tenemos cada uno dentro y que te sale ese momento como de que haces el amigo, de padre ‘oye no sé qué, joder, que esto será mejor’ sí, si, sí, H. y eso encima a una persona que tiene un problema, por mucho que tú le digas lo va a seguir haciendo, le vas a poder decir... y si no vas a perder un amigo M. si lo único que quiere esa persona es que estés ahí ¿no? que te pueda contar las cosas H. eso es, simplemente, que no puedes hacer nada, si uno no quiere verlo cuando tienes un problema, no puedes hacer nada H. no, yo no quiero pensar así porque si piensas así al final... no sé, yo es que he estudiado el trabajo social y es que... H. tienes que ayudar a la persona para pensar H. no, yo quiero pensar que al final, en última instancia, decide la persona, pero ¡joder! Que la ayuda de la gente, a veces también puede ayudar, quiero decir, hay veces que la ayuda es al revés, que es una contra ayuda y lo que hace es que te cierres, o que te están moralizando y que no te drogues... igual es que eso no es ayudar, igual tienes que buscar la ayuda por otro lado M. yo es que me refería más a una situación, por ejemplo... pues yo qué sé, algo tan simple como fumar canutos, pues igual estás en una situación y te enciendes un porro y... ‘igual estás fumando mucho y ¿por qué fumas’ y por qué tal... pero no solo eso, es que además me dan más ganas de fumar más... H eso con determinada sustancia y cuando la ves piensa que por fumarte un canuto... ‘bueno, yo me he fumado un canuto pero tú te has bebido ya tres cubatas’ M. o aunque no se los beba, es que a mí me da igual, H. no, pero eso es parte, un poco de los mensajes que nos han ido mandando, a nosotros igual que somos más jóvenes, menos, pero, en general, esos mensajes han sido mandados y yo creo que aun se siguen mandando muchas veces... (Pamplona mixto)

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4. LA FAMILIA M. hombre, yo la adolescencia no pasaba por casa, era como.... comida familiar ¡arg! yo tenía esa idea de fiesta que tenía ganas de estar por ahí de fiesta y entonces... en ese momento conflictivo, en el sentido de que rechazabas un poco el tema familiar... pero ahora yo lo llevo bien aunque tampoco les digo nada M. mis padres no se han imaginado que yo me he drogado M mis padres sí... M tampoco me han preguntado ¿eh? M mis padres me han pillado en varias ocasiones M. no, mis padres nunca H. es que para ellos todavía sigues siendo una cría... M. totalmente... M. yo creo que a los míos, por ejemplo, a los míos no se les puede hablar abiertamente de lo que has tomado ni de lo que has tomado ni de lo que tomas o no tomas, son generaciones que no lo podrán ver nunca como lo vemos nosotros (Ibiza, mixto) El anterior texto introductorio nos dibuja sutilmente la relación de los jóvenes consumidores con sus padres. Por una parte, durante la adolescencia, en ocasiones, la relaciones entre padres e hijos se convierten en complicadas, la comunicación es escasa, y se prefiere a los amigos y lo “exterior” al mundo familiar. La adolescencia es el momento de los primeros consumos experimentales. Es el momento en que se produce el juego del gato y el ratón. Los hijos deben de ocultar los consumos a sus padres. Y en el caso de que haya sospechas, éstas deben de negarse. Con el tiempo, los consumos de algunos jóvenes son descubiertos de manera inevitable por parte de los padres lo que genera conflictos. En ocasiones, los hijos recuren al discurso de decir que no volverán a consumir. Otros continúan con los consumos y son aceptados por los padres aunque éstos prefieren no saber exactamente cómo son los consumos de sus hijos. Cabe apuntar que también es frecuente, especialmente entre las mujeres, las cuales pueden consumir durante años sin despertar las más mínima sospecha a los padres. La información y educación sobre drogas que poseen la mayoría de los padres y madres de los jóvenes actuales, es escasa. Una parte importante de los progenitores fundamentan su

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conocimiento sobre las drogas a partir de la cara más funesta de las drogas, como son los consumos problemáticos y la adicción. El impacto de la crisis de la heroína acaecida en España durante los años 80 y 90 hizo emerger el imaginario colectivo que asocia el consumo de drogas ilegales con problemas severos. Los actuales padres y madres de los jóvenes, vivieron su juventud y/o primera adultez durante los años e los que la heroína castigó a la juventud española. Para estos padres y madres, tanto las propias vivencias como las noticias aparecidas en los medios de comunicación contribuyeron a hacerles rechazar las drogas ilegales. M. es que a los padres ¿quién les ha hablado de drogas? H. nadie M. yo estoy segura de que mis padres han consumido drogas y, sin embargo, cuando se han enterado de que he consumido pues lo que dices, ¡buaaa! pues el dramón del siglo ¿no? no entienden y no me cabe en la cabeza, al final yo creo que nadie tampoco les ha enseñado a ellos H es que los tiempos también han cambiado muy rápido, yo creo que les ha pillado un poco... bueno, por lo menos a mis padres, unos pocos cambios, la información que hay y la que manejan es un poco incluso.. ahora, hoy en día es lo que dices tú, que es difícil hablarlo pero yo creo que hoy en día, con la cantidad de información, incluso con el consumo de vino ya puedes hablar, ya puedes empezar a hablar de drogas con tus padres... y luego, muchas veces estamos diciendo... a ver cuándo viene a hablar de drogas conmigo, pero también puedes ir tú a hablar de drogas con ellos de drogas ¿no? y ¿cuándo hacerlo? Igual ellos no te han hablado pero igual tú con veinte y pico o lo que sea pues empiezas a hablar de drogas con tus padres y tú, el vino, cómo empezaste a beber, cómo te agarrabas las borracheras, quién te enseñó ¿sabes? Puedes empezar a hablar de otras cosas y con eso luego ya le puedes decir, pues mira, yo fumo hachís y llevo una vida normal y tal... te quiero decir que hoy en día la gente tiene muchas herramientas... (Pamplona. Mixto) Así, debido a diferencias generacionales los hijos no han recibido de sus padres información sobre las drogas. M. cero, información cero. Yo lo he vivido bien, información no, pero yo siempre la posibilidad de hablar y de qué has consumido, pues he consumido esto o lo otro o me he fumado un porro delante de ella y te mira como... y ¿qué te hace? Se te están poniendo las (¿).. pues ella bebe vino pues yo me fumo un porro y ¡guay! Que no ha venido y me ha informado

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pero he tenido esa confianza de poder, pues eso, ama, me voy a hacer un ‘chirri’ ahí en el balcón H. yo he tenido un poco esa situación sí... (Pamplona, mixto) Todo lo cual ha dificultado la comunicación entre padres e hijos. H. sí, pero es importante saber que tienes ahí esa puerta abierta porque igual tú como padre has puesto ya... has opinado sobre las drogas, igual tu hijo va mamando eso y va viendo que ¡bua! Esto yo no se lo puedo decir a mi padre, yo por ejemplo, mis padres, de la generación que son, pues son bastante mayores y sé que muchas cosas no las he podido hablar tranquilamente porque sé que se iban a escandalizar porque son muy... todos somos hijos de nuestra época y al final pues es así, y la generación más joven tiene otro mundo, ha cambiado mucho y a veces es difícil y es un tema muy complicado pero yo creo que... en mi opinión es evitar el tema no es una buena solución H. no, desde luego... M. y que es un tema difícil también H como el sexo, el sexo también es un tema difícil, pero bueno, hay que tratarlo, sobre todo que haya confianza y que el chaval pueda tener la confianza de decir, hablaré de esto y no me va a empezar a echar la bronca, porque entonces lo único que haces es hacer un muraco y ese muro se queda ahí para mucho tiempo y eso luego es muy difícil quitarlo (Pamplona, mixto) Esta visión generacional de las drogas ha comportado que las drogas sean consideradas un tabú en el seno familiar. M. yo no tío, yo mi experiencia ha sido de consumir y llegar a casa y una tensión y un ¡va! Las pupilas, tal y esto y lo otro ¡muy mal! Y eso lo he llevado fatal H. yo también, ya sido un tabú completo, el hijo bueno no toma drogas para nada y cuando han encontrado algo, dilema, porque han encontrado de todo y dilemas, tirones de pelo ¡madre mía vas a acabar mal! Y pasan dos días y bueno ‘era una mala racha de mi hijo porque mi hijo es bueno, es mi hijo’ (ríen) pero a partir de ahí ya no se vuelve a hablar del tema, siempre ha sido un tabú y lo hacía a escondidas

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H. sí, en mi casa igual también, el tema de drogas... ‘supongo que no fumaréis ¿no?’ No (ríen). Hay cosas que no las van a comprender, ni comprender, ni aceptar ni nada y lo único que vas a tener una mala imagen les vas a dar un disgusto del copón porque a mi viejo el vino le gusta y tal y no sé cuantos pero claro no le saques de ahí, porque yo le he oído hablar de otras cosa y ¡me cago en Dios! Como para decirle lo que sea ¡es verdad, es verdad! Y siempre lo que dices tú, escondiéndote, no sé cuántos y claro a lo mejor se han imaginado lo que sea al ver que desapareces tres días... y apareces el domingo... M ya se empiezan a oler algo H con la cara más blanca de lo normal... M. la ignorancia a veces... . (Pamplona, mixto) En la actualidad, la mayoría de las familias educan a sus hijos en cuestiones de drogas a partir de un discurso intolerante hacia el consumo. Consideran que los hijos no deben consumir drogas, ya que tanto los efectos como las consecuencias son negativas para su salud y socialización. A tenor de esta premisa, los jóvenes no tienen más remedio que negar los consumos a sus padres y madres. A partir del momento en que empiezan a consumir drogas, tienen que desplegar una serie de estrategias para no ser descubiertos. Se empieza a jugar al gato y al ratón. Juego que mella la complicidad y sinceridad entre madres y padres con sus hijos. Así, la posición más común entre los jóvenes es negar los consumos y comportarse de una manera normalizada, con el objetivo de no despertar sospechas. Esta negación de los consumos viene de la mano del engaño hacia los padres, ya que se considera -y normalmente es así- que si son descubiertos, se producirá un conflicto. H. lo típico ¿no? quién no se ha acostado y hacerse el dormido, quién no ha llegado a casa un domingo y se ha metido en la habitación a hacerse el dormido ¿no? y piensas ahí, si cierro los ojos me dormiré, si cierro los ojos me dormiré... y si entra la vieja pues (roncando) H y tú estás con el careto de antes de ayer… M. cuando te despierta para comer y tú ‘estoy mal de la barriga...’ H. y te ha puesto para comer pelotas... M pues la mía pollo a l’ast...

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H. .... y estás ahí con la boca.... ¡hijo, no me comes nada! No, es que he almorzado temprano, me he hinchado a almorzar y no tengo hambre (Barcelona, mixto) Con el tiempo, y debido a épocas intensas de consumo o a algún consumo puntual pero excesivo, algunos padres y madres conocen o han tenido conocimiento del consumo de sus hijos e hijas, es un aspecto de las vidas de los hijos que muchos padres/madres prefieren no indagar, y que, a su vez, los hijos prefieren no compartir con sus padres, debido a la sensibilidad emocional que despierta el consumo de drogas. En ocasiones, los progenitores prefieren aplicarse el proverbio de “ojos que no ven, corazón que no siente”. H no, pero es que mi madre nunca sabe que he tomado... por ejemplo yo tuve una época que fumaba porros casi todos los días, ahora ya no pero... pero nunca ha sabido por ejemplo eso, que fumaba todos los días o que... las cosas malas tampoco se las digo... pero tampoco se las digo a otra gente las cosas malas es una cosa que tampoco me mola hablar demasiado de esas cosas M además, cuando alguien te quiere se preocupa y siempre vas con cuidado para que no sufran también (Ibiza, mixto) H. es no querer ver, también por su parte ¿sabes? Muchas veces, esto yo no te digo, tú no me dices nada,.... solo hay el juego y realmente porque es una persona un poco así y ellos mismos... si te pones a analizar un poco los actos de una persona ¡ostia! este chaval, tres días por ahí, que se pega a coca-colas M. ellos ya saben… H. es que no.. y la historia es esa, que se va creando un (¿) por toda la fama que has tenido siempre H. no te cuento pero tú no me preguntes H sí, más o menos. (Pamplona, mixto) Así, para evitar despertar sospechas de consumos que provocarían conflictos en el seno familiar, los hijos pueden optar por consumir cuando no se tiene que pasar por casa. H. yo, en mi caso influye mucho porque yo voy cada finde, plego y estoy en el ateneo del pueblo, estoy allí y en Barna estoy durante la semana y yo cuando consumo es cuando sí que me quedo de fiesta en Barna o me voy a

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alguna fiesta lejos, pero si estoy en el pueblo no consumo nunca porque estoy en casa de mis padres... H. yo es cuando lo corto más también M. yo mis padres son de aquí, yo soy de aquí y cuando era más jovencita con 16 años o 15, que vivía con ellos y pues eso, hacer el paripé, llegar a casa pero tanto si has consumido como si vas borracho como si te has fumado un porro como... que se te nota en los ojos, pero ahora, desde que no vivo con ellos, simplemente me limito a... pues cuando me he drogado y los días posteriores pues limito la comunicación con ellos al máximo, o sea, o no le cojo el teléfono o se lo cojo si me veo que ya soy capaz de hablar bien y que no se note, porque mi madre es muy... se fija mucho en esas cosas. (Barcelona, mixto) Podemos ver en el último párrafo del texto anterior, como durante la adolescencia la joven vivía bajo el control materno. Control que obliga a “hacer el paripé”, y dificulta la complicidad entre padres e hijos. Por tanto, es mucho más fácil mantener los consumos sin la presión de tener que volver a casa y soportar un control, a veces vivido por los jóvenes como inquisitorial. H. y,o cuando estaba en mi casa igual era más consumidor de LSD que de speed y el LSD, muchas veces que ya se ha ido todo el mundo y dices tú, pues vale, voy a mi casa que parece que estoy... pero no, de repente te sube todo.. pues yo hablar con mi madre de LSD es frustrante pero claro, mi vieja se pensaba que iba borracho ¡éste va borracho, éste dice tonterías! ¿sabes? Pero no, igual íbamos mi hermano y yo diciendo tonterías ‘venga iros a acostar a vuestra habitación’ y te sientes ahí como,... que estás súper paranoico de ¡joder! M. me lo va a notar, de si cojo esto o digo esto H. a parte, en la entrada de mi piso había un pedazo de espejaco que te ves la cara y dices ¡madre mia! Qué cara de tripado que llevo... cómo me vea mi madre con esta cara va a decir ¡mi hijo no es normal! Yo creo que hay muchas cosas que los padre no... M se enteran H. sí, se enteran pero que hay otras tantas que no deberían de ver o que no deberían de ver o que igual nosotros lo vemos como algo mucho más normal pero para ellos es...

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H. que no se enteran tanto... que vas con la paranoica de lo típico que se me nota, que me está mirando todo el mundo pero la gente está pasando de ti... entras en el metro y está lleno y estás ahí… (Barcelona, mixto) Con el tiempo, los padres pueden ser conocedores del consumo de drogas de sus hijos. En ocasiones, conocer los consumos, puede desencadenar situaciones de conflicto entre padres e hijos No obstante, con el paso del tiempo, padres y madres pueden hacerse “tolerantes” hacia el consumo de drogas ilegales de sus hijos, especialmente cuando es de cannabis. La tolerancia de los padres hacia los consumos emerge debido a dos grandes factores; por una parte, pueden haberse documentado sobre la sustancia y sus efectos y, por otra, observar cómo su hijo,

aunque

consuma,

se

mantiene

normalizado

socialmente

y

cumple

con

las

responsabilidades del trabajo y/o los estudios. M hombre, ahora ya más de mayor, por ejemplo con mi madre tengo más.. y me pregunta ¿tú has probado los trippis? Bueno, a mí y a mi hermana y entonces le vamos contando más cositas... porros por ejemplo sabe que fumamos y tiene otra tolerancia quizás que otra generación o que otro tipo de personas pero ya... por ejemplo los niveles de droga que he consumido esto ni se lo imagina pero sabe, sabe que me he tomado pastillas, sabe que he tomado... sabe, sabe, algo sabe (Ibiza, mixto) Así, como podemos observar, aunque padres y madres se puedan aproximar a la realidad de los consumos de sus hijos, normalmente éstos continúan ocultando los consumos más intensivos. La razón que esgrimen para continuar ocultando los consumos, es la de no preocuparlos ya que, en ocasiones, ellos mismos pueden considerar sus propios consumos como intensivos. Algunos hijos han realizado una tarea educativa sobre las drogas hacia sus padres, dándoles información sobre los efectos y las consecuencias de los diferentes tipos de consumo. H. lo del hachís no ha sido problema tampoco ¿eh? Yo creo... es más una vez me dijo mi tío que le puso una raya a mi viejo y le dijo... que casi le pega ¡vamos! ¡eso no! o sea que una mentalidad que... H. supongo que una raya mi padre tampoco... eso seguro, pero por lo menos, yo, por ejemplo, mi experiencia, yo hablo bastante con ellos y he sacado muchas cosas muy positivas ¿sabes? Incluso de ellos que han ido entendiendo cosas mías y yo he ido entendiendo cosas suyas también, que ellos también tienen su parte de razón al final, somos parte de una época y

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al final, tío, estamos hechos de eso y a veces hay que tener cuidado al juzgar esas cosas H. hay que ir también poco a poco... H. sí, claro hay que ir suave... y luego hay padres y padres, que es lo que dices tú con un tabú súper cerrados y por esa parte, mis padres eran bastante conservadores pero no han sido... o sea, cuando he tratado el tema no les ha quedado otros huevos que tratarlos (...) M. yo entiendo que depende de la relación que tengas... H. sí, y es lo que decíamos antes lo de la confianza, yo, más o menos le tenía confianza y podía hablar con él en ese sentido M. nosotros hubo una época que incluso (...) empezábamos a enseñar... cuando empiezas a oír hablar del consumo responsable... y tal y cual... pues oye, que hay una forma de consumir que... no es solo el discurso de ¡las drogas, vas a acabar...! pues oye, que no, que estoy fumándome unos porros y no soy yonqui, oye que no, que me he metido una raya y no soy yonqui y estoy sacándome unos estudios... intentar abrirles un poco la mente en ese... pero al final ya lo dejamos por imposible porque es lo que dices, al final ellos han vivido otra época y tienen otros valores... H. (...) al final... pero un poquillo sí te entienden más que esa actitud de ¡bua! ¡Mi hijo se droga! M. sí, un poco de apertura sí que consigues... (Pamplona, mixto) Aunque el cambio es difícil para una parte importante de padres y madres. H. mis padres es que no son tan así, pero es un caso totalmente individual ¿eh? Que luego habrá padres que igual tengan una información tan sesgada y tan mala y tal y tan absolutista y que si te drogas ya vas a ser una mierda en la sociedad... que eso como lo tienen ya tan incrustado, eso claro es muy difícil de cambiar M. yo creo que es que tienen mucho miedo, bueno, no lo sé, pero me da la sensación de que no te van a decir, que vaya, igual han consumido pero no te van a decir...

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M. que igual han fumado algún día algún porro y no te lo van a decir por el miedo a condicionarte a que tú lo hagas o sigas M creo que es todo miedo H. es que también luego hay reproches... M. eso es, que luego el día que te pillen digas ¡venga y tal que tú te fumaste un porro! M. es que aunque te entiendan lo que estás diciendo ¿no? M sí, sí, que no van a dar el brazo a torcer porque creen que esa es la posición que controlan M. de si encima le doy la razón ¡verás tú! M me mudo de casa... H. en ese ambiente yo por ejemplo ahora estoy empezando a ser amigo de mis padres y para eso he tenido que estar 5 años fuera de casa y no sé cuántos ¿sabes? Y me he tenido que ir de casa para hablar con mi madre pues de novias, de salir por ahí, de no sé qué, siempre guardando un poco lo de salir, que no le digo si me drogo, me tomo esto o lo otro y mi madre ya se hace una idea, mi hermana también hablo con ella... de movidas y cosa y eso pero realmente es ir poco a poco también... ya te digo, si me ha costado estar cinco años por ahí para acabar que el aita te hable un poco más de tú a tú, depende de la figura que ha tenido que ser él siempre en la casa, ¿sabes? Que también ha sido la distancia que ha marcado, que a mí mi padre me coge con 16 años y me viene a hablar de drogas y ¡me voy! Porque claro... (ríen)

M. hombre, asusta un poco su papel ¿no? H. sí, claro, porque él ha creado ya una distancia y tú.. te ha tratado siempre como que él todo lo sabe y tú eres el crío... y hasta que has roto esa relación, que es lo que te digo que ahora está viendo que se han perdido los hijos y que... que todavía tiene tiempo pero es ahora que está un poco más por la labor... ahora mismo todavía no le puedo decir nada ¡porque lo mato!

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H. hay que ir poco a poco... H. si le hablo sinceramente no... M. es que tampoco hace falta contar todo tampoco, es que no es necesario... M. que no sé, lo que has dicho antes con tu hermana, que me parece muy bien ¿eh? Pero lo de que te consigo, consumes conmigo... es que igual ella no quiere consumir contigo... te estoy poniendo de ejemplo, no estoy hablando de ti ¿eh? Pero, entiendes lo que te digo, que igual si te dicen, igual si me hubieras dicho, igual yo no hubiera querido hacerlo con ellos o sea... M. o igual ni te planteas... M. no, no, pero no tengo mala relación pero igual lo relaciono a otro tipo de... no... (Pamplona, mixto) Lo expuesto hasta este punto, sobre cómo se gestiona el consumo de drogas de los hijos por parte de sus padres, es la posición mayoritaria. No obstante, cada vez más se están incorporando al rol de padres y madres de adolescentes y jóvenes, personas que vivieron la emergencia de las salidas nocturnas durante los 90. Personas que conocieron el consumo recreativo de sustancias de manera cercana y algunos, incluso, fueron consumidores. Consumos recreativos de juventud alejados del paradigma y las consecuencias de la heroína. Estas personas, al incorporarse al rol de padre/madre de adolescentes, tienen que afrontar el consumo, o posible consumo, de drogas de sus hijos. Debido al conocimiento obtenido durante su juventud, se alejan de las posiciones más tremendistas del consumo de drogas. En este sentido, conocen de primera mano, que hay consumos recreativos y experimentales que no tienen por qué truncar la trayectoria vital del joven. No obstante, también conocen las consecuencias funestas de los consumos recreativos de drogas. Esta realidad la hemos venido recogiendo a partir del trabajo etnográfico del ‘Observatori de Nous Consums de Drogues’. Y entre los participantes de los grupos de discusión, especialmente, los más jóvenes, es decir aquellos que tienen entre 20 y 24 años, hemos recabado unos discursos que apuntan hacia un cambio generacional relativo a la educación del consumo de drogas. Estos jóvenes, nos han expuesto como su padres y madres no les han dado un discurso fatalista de las drogas, sino que les han transmitido su “conocimiento” sobre las drogas. H sí, con mi madre, porque están separados, con mi madre y alrededores todos han probado... con mi padre simplemente tenemos un trato más de... de hombre a hombre pero como ‘tus cosas son tus cosas’ con mi madre, yo creo que lo habrá probado todo, probablemente pero es como... es una

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relación más de hombre a hombre no sé cómo explicarla... es como hay un ‘haz lo que quieras con tu vida’ M no me cuentes tu vida... H es un poco como déjatelo para ti porque yo probablemente habré hecho cosas peores, de hecho mi padre tenía películas de zoofilia en casa y... (ríen) mi padre es un hombre súper correcto ¿eh? Es un señor, es un tío que... es una persona que sabe estar, es respetado etcétera, pero claro, en casa en el salón tenía películas... (Ibiza, mixto) Aunque en este momento histórico nos encontramos ante la primera generación de padres y madres que han vivido los consumos recreativos en su juventud. Desconocemos cómo va a evolucionar esta situación, pero podemos plantear la hipótesis de que contribuirán a acentuar aún más la normalización social del consumo de drogas. Aunque también es posible que puedan ofrecer discursos erróneos a sus hijos con los que transmitan una banalización de los consumos, con consecuencias funestas. M. pero tú le condicionas, yo tenía una amiga que su padre fumaba porros y... sus padres fumaban porros todo el día y además consumían de vez en cuando marihuana o speed o LSD incluso o sustancias así de normal en su casa y la chavala pues ni bebía alcohol ni fumaba, ni fumaba porros ni nada y... yo en ese momento pensé, pues igual justo basta que veas en tu casa esto para que hagas todo lo contrario. Pero chica, se ha juntado con un mozo que consume y ahora ella también consume de todo tiene al revés, tiene una visión de que es lo normal, de joder es que lo hace todo el mundo y es que es muy... pienso que tú vas a condicionar siempre y ¿cómo condicionas más? No tanto por lo que dices como con lo que haces ¿qué más da qué experiencia haya tenido yo si al final a mí lo que me importa es que tú seas una persona responsable, autónoma, capacitada, que tomes tus propias decisiones. (Pamplona. Mixto) Si se están incorporando al rol de padres de adolescentes personas que consumieron drogas en su juventud, son aún más los jóvenes consumidores que tienen hijos pequeños. Para algunos jóvenes esto ha sido motivo para abandonar los consumos o, cuando menos, disminuirlos. Para algunos, el hecho de ser padres, no ha cambiado su actitud hacia la drogas y continúan consumiendo. H. es que a mí me parece que lo suyo es eso, pero yo tengo amigos que han tenido hijos y (¿) yo opino así, yo si tengo un crío no se lo voy a dar, pero si me entero o veo que va por ahí, me siento con él y le explico un poco cómo van las cosas. Pero tengo amigos que han tenido hijos y al final

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les esconden el tema de las drogas y al final puede que sea lo mismo, nadie lo habla, ninguno lo ha hecho abiertamente con sus hijos ninguno lo ha hecho ‘yo fumo porros, yo he tomado esto y esto... no, no. M. es que antes de que él lo vea yo creo que no es bueno tampoco decirle, antes de que vea decirle ‘yo he hecho esto’ H. es que al final da miedo, un poco, entre mis amigos nadie lo ha hecho y, además, un poco lo que has dicho antes, sí que parece bueno y yo siempre he sido de apertura, de probar las cosas para saber si son buenas o malas y hay gente que lo demoniza, que demoniza las drogas y es que ‘no sabes si es malo, es que no lo has probado’ no tienes ni idea... pero es que ese padre luego tendrá un hijo y qué le va a explicar al hijo si no sabe lo que es, si tú no lo sabes siquiera, cómo vas a tratar a tu hijo a ostias como te enteres de que toma drogas, o lo encierras en casa para que no tome... (Pamplona, mixto) El objetivo del diseño de investigación era dilucidar el papel de padres y madres en los consumos de sus hijos. No obstante, la dinámica de la investigación de tipo cualitativo posibilita la aparición de indicios no contemplados en el diseño. En este sentido, durante las dinámicas grupales, ha aparecido el papel de las y los hermanos como personas que posibilitan los consumos, los censuran, actúan como cómplices y, también en ocasiones, como mentores. M. yo creo que hasta que no lo vives no se puede decir, pero bueno, una aproximación, con mi hermana, por ejemplo, somos tres; yo y mi hermano nos acercamos a las drogas de manera espontánea y hemos llevado el camino pues como a salto de mata, que nadie te cuenta nada y experimentas en tu propio cuerpo un montón de cosas y a veces llegas a caminos que no te gustan y tienes que volver atrás, pero con mi hermana pequeña, por ejemplo, como nosotros éramos más mayores le dijimos, ‘esto con el sexo y las drogas, principalmente’ esto es lo que hay, esta es nuestra experiencia, estas son las drogas que hemos probado, nuestra experiencia es esta, esta, esta y lo que quieras probar te lo cogemos nosotros... y yo creo que el consumo de mi hermana es mucho más maduro de inicio que el mío, yo empecé a lo loco, a salto de mata y experimentando con todo... yo creo que si a una persona la aconseja otra persona que ha tenido una experiencia parecida y que tiene un consumo y le dices, ‘mira, a mí, con esto y de esta forma me pasó esto’ ‘si a ti te pasa esto, haz esto, esto y esto’ ‘ si tienes un mal rollo haz esto y esto, si tienes un blancazo, tienes que hacer esto, esto y esto ...’ desde la propia experiencia, además, con la autoridad que te puede dar que me ha pasado a mí, no te estoy contando

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una cosa... y ella, la relación que ha tenido con las drogas siempre ha sido una relación más consciente, más madura, más controlada, no tan descontrolada como nosotros y las usa, pero las usa de una forma... bueno, que ahora ya estaríamos igual porque... pero ella desde un principio no ha llevado ese proceso del que has hablado tú también de que al principio conoces las drogas y te pones hasta arriba de todo y descontrolas y tienes que hacer eso y pegártela para decir esto no es lo que yo quiero, ir hacia atrás e ir calibrando qué modelo de consumo quiero y al final ya llegas un poco a lo que realmente tú quieres. Bueno, al menos ese ha sido mi proceso de evolución en mi relación con las drogas y, en cambio, mi hermana ha tenido un rollo más consciente, desde un principio sabía que se le podía ir de las manos, que podía pasarlo mal y entonces siempre ha ido con más moderación, se ha acercado a ese mundo con más moderación. (Pamplona, mixto) Durante los consumos, es frecuente que exista complicidad entre hermanos. No obstante, dependiendo de la relación que se haya construido, también es frecuente que haya hermanos que conozcan sus consumos pero prefieran no hablar de ellos ni compartirlos. M. yo estoy de acuerdo con ella también, yo tengo un hermano mayor y ahora no, pero yo sé que ha tenido su época de consumo también y él sabía que yo consumía y yo sabía que él consumía pero era como ‘que no nos veamos en un bar y que yo esté puesto y yo esté puesta porque entre los dos vamos, que nos hemos puesto.... y es mi hermano ¿no? pero esa sensación de ¡bua! Me viene mi hermano y me dice te pillo un gramo y nos ponemos ¡bua! ¡me muero, me caigo patrás! Y no sé (ríen) y ahora también, bueno, ahora ya no... de vez en cuando salgo y ¡sin más! tampoco es eso ¿no? pero en ese momento era... M. eso depende mucho de la relación, yo con mi hermana desde siempre nos hemos metido juntas y... M yo supongo que eso si se tratase de una manera más general ¿no? no habría estos problemas, es que al final nos complicamos mucho más de lo que... de yo me pongo, tú te pones, pero como nos veamos juntos ¡verás tú qué problema! No... M. igual él no lo tenía pero yo sí M. nos montamos unas películas y unos problemas que igual no tendrían por qué estar ¿no? pero a raíz de que no se habla en ningún lado pues parece que...

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H. yo, por ejemplo, personalmente, con algunos hermanos míos pues igual estaría muy a gusto de ciego pero con otros igual ¡yo qué sé! No es que estés mal tampoco, pero como que estás mejor sin ellos (ríen) ¿sabes lo que te quiero decir? Es un poco tortillero pero... ¡te lo juro que es así! Y no es que tenga ningún mal rollo M ¿qué es tortillero? (ríen) H. que se le puede dar las dos vueltas (ríen). (Pamplona, mixto) H. no sé, sé que tiene que ver... pero es que eso de que sean las drogas tabú, genera muchas veces también situaciones extrañas, pues eso, con hermanos que sales, cuando yo voy.. yo tengo dos hermanos y con uno me he metido y con el otro nunca y lo que dices, que un poco miras para otro lado para no... la típica situación también, de un grupo o una cuadrilla que aparece el primo de o el amigo de tal y a escondidas, todos eso y ¡de repente! hace lo que tú haces M. ¡eso es verdad! H. de repente ese muro tan grande se ha caído y... (Pamplona, mixto)

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5. LA PAREJA La pareja puede ejercer diferentes tipos de influencia sobre los consumos de un o una joven. Por una parte, funciona como mecanismo de regulación, es decir, tener pareja implica moderar, regular o incluso abandonar los consumos. Por otra parte, puede funcionar como potenciador de ellos, ya que los consumos compartidos generan afinidad. En la relación entre consumos y parejas importa si ambos son consumidores o solo uno de ellos lo hace. H. sí, si tu pareja consume o no consume a ti te influye seguro H. o uno arrastra al otro o los dos se calman o... H. yo estuve con una chavala que estuvimos durante mucho tiempo juntos y tal y más o menos teníamos el mismo nivel pues eso, de salir y consumir más o menos lo mismo y ella de un día para otro se hizo ‘straigth edge’ dejó de consumir todo tipo de drogas y tal y yo seguí haciendo mi misma vida ¿no? y ella cada vez lo iba viendo mucho peor porque claro, eran ya mañaneos que venía con la peña y ella estaba, a lo mejor, tal... o.. o no sé, yo estaba sobando cuando ella estaba despierta H. sí es que ella fue a un extremo, igual te estoy poniendo el caso más extremista pero es que es lo que me pasó a mí ¿sabes? H. y pues era bastante duro, hasta el punto de llegar a decir ¡hasta aquí hemos llegado! H. yo estuve con una chica que no era ‘straigth edge’ pero se drogaba a lo mejor un par de rayitas de speed el sábado... y claro, yo empiezo el jueves y todo lo que me echen ¿sabes? Y si me ponen un trippi delante me lo como, si cristal, pues cristal... y claro, la cosa no funcionaba... H. yo me he drogaba así y era un consumidor habitual hasta que empecé a salir con una chica que no había probado nunca nada y no iba a probarlo y estuvimos un tiempo así, y yo no consumía y de puta madre... Como podemos observar en el siguiente texto, la pareja funciona como mecanismo de regulación. H. influye mucho, por lo menos en mi caso influyó mucho, con la chica con la que había estado antes me pasó como dices tú que se rompió todo y la segunda vez dije...

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H. a veces te ayuda también a calmarte, si quieres parar un poco y no sabes cómo porque como todos tus colegas se ponen y tampoco te vas a encerrar en tu casa ahí... sales y si los ves ahí todo el rato volcando al final se te hace difícil decir que no... si te emparejas ahí y no le mola el rollo pues como que... H. y es cuando tus colegas te dicen ‘tú antes molabas’ (Vitoria, mixto) Las parejas compuestas por un consumidor y un no consumidor, son las que más deben negociar el tipo de salidas. Así, es frecuente que entre este tipo de parejas, aparezcan roces debido a los consumos. H. también es que el speed y la coca hay la típica gente que, a lo mejor tiene pareja y, es muy típico, que el tío se droga pero la tía no se droga y no le gusta que él se drogue. Sobre todo en los pueblos es súper típico ¿no?... H. sí H. de que le gusta liarse y tal y ahora acuesto a la novia y luego vuelvo... o le dices he pillado speed y te dice: no, que mañana tengo que ir a comer con mi suegra y tal no puedo ir sin dormir, prefiero coca y tal ¡eso es muy típico! (Barcelona, mixto) Los efectos de las drogas pueden generar afinidad entre las parejas. Así, los discursos de los jóvenes están repletos de referencias a los consumos compartidos y a las experiencias vividas conjuntamente. M. y estás mucho más meloso con tu pareja.... M claro, el tacto.... H. para las parejas viene bien M. sí, viene bien, yo creo que el tacto... M sí una buena sesión de mdma es terapéutico ¿no? H. sí, sí, y por la mañana, que no es lo mismo cuando tienes pareja que te vas a casa con tu novia que es un buen rollo que flipas! M pues a mí siempre no me ha gustado ¿eh? Sinceramente

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M. es que para gustos colores, me imagino que hay de todo... pero por lo normal si tú alguna vez te has colocado con tu pareja te dices muchas cosas H sí, ostia, es verdad! (Ibiza, mixto) Aunque lo más frecuente es consumir en los contextos de fiesta, algunas parejas pueden consumir en casa, buscando compartir momentos, juntos, bajo los efectos de las drogas. M. yo, con mi pareja, entre los dos tenemos un buen nivelón, nos gusta mucho la fiesta y salir y todo, lo único que veo así es que llega un momento que estamos de fiesta y a lo mejor pues ya nos apetece retirarnos los dos juntos y cambiar un poco de droga ¿no? H. claro, es que también es fundamental donde tienes los límites y si tienes con quien pasar el bajón. Si tienes con quien pasar el bajón en plan pareja pues igual te apetece decir pues ya paramos ¡yo me piro! M. nosotros lo que solemos hacer casi siempre pues sí aguantamos de fiesta, estamos un día o dos días o tres, los que haga falta y al final pues nos acabamos retirando y cambiamos el speed por el M (mdma) y nos quedamos en casita así un día más...(Barcelona, mixto) La pareja puede constituir un buen mecanismo para abandonar los consumos. No obstante, muchos consumidores han señalado que, tener un hijo, es un claro motivo para abandonar los consumos. H. sí, no, está claro... M. la gente que, por ejemplo, con su pareja deciden tener un crío o yo qué sé, pues normalmente estos se suelen retirar H. sí, o consumen en ocasiones muy puntuales. (Barcelona, mixto) Aunque para los jóvenes, la familia, el trabajo, la pareja y los hijos son un buen motivo para abandonar los consumos, la salud se apunta como un factor importante a la hora de hacerlo. M. yo creo que sobre todo las obligaciones que cada uno tenga, pues ¡yo qué sé! El hecho de que te pongas a trabajar, que estés... y que te veas que te cuesta porque el hecho de empalmar cada fin de semana, drogarte y no sé qué y volver a coger el ritmo pues al final te acaba... H. la salud mental, si empiezo a ser gilipollas digo ¡aquí hay que parar!

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H. yo también pienso lo mismo, la salud, para mí principalmente, no soy una persona que pienso voy a vivir equis tiempo ¿no? no sabes pero sí que me gusta, dentro de lo que cabe, cuidarme un poquito ¿no? aunque me drogue ¿sabes lo que te quiero decir? Me gusta también cuidarme un poco... si llega a un punto ya de que mi cabeza pues no funciona bien yo creo que sería el momento de dejarlo ¿no? no funciona ya como funcionaba... H. yo lo dejé dos años por esto porque me veía allá un poco ahí cortito, un poco pasadillo, me costaba entender, no sé, no me sentaban bien... el bajón a lo mejor me duraba toda la semana entera y toda la semana entera no era persona, no tenía la misma capacidad de reacción, ni reflejos ni... H. sí, estás ahí como mucho más cabreado... H. sí, cuesta... yo no sé... yo me drogué poco tiempo y por una razón muy (guay?) pero cuesta, a la gente le cuesta mucho... yo no sé cómo te lo montaste pero... H. yo me fui a un pueblo de unos familiares que allí no hay droga ni tengo colegas allí que se droguen ni nada y fue fácil H. tienes que tener razones ya muy de peso ¿no? M. pues simplemente que te apetezca ¿no? lo mismo que das el paso para empezar a drogarte porque te apetece pues llega un momento en que te deja de apetecer y ¡qué sé yo! Yo de momento no lo he dejado nunca pero sí que he tenido un montón de temporadas de ahora me drogo, ahora no me drogo. Y no me drogo yendo con la misma gente, en el mismo sitio... (Barcelona, mixto)

6.

EL TRABAJO

El trabajo es una de las instituciones sociales que más ordenan la vida de las personas e, históricamente, ha sido una fuente de identidad individual. No obstante, diferentes pensadores apuntan que el trabajo ha perdido centralidad en la vida de las personas, tanto en cuanto al tiempo que se invierte en él como, sobre todo y a destacar, en la construcción de la identidad.

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Bauman (1997), expone como, en los tiempos postmodernos, las personas “no son lo que trabajan sino que son lo que consumen”. Sin duda, en los últimos años, el ocio ha adquirido en la sociedad española una centralidad destacable. No obstante, la incorporación al mundo laboral es un ritual de paso obligatorio para todos los jóvenes. Los adolescentes y jóvenes que se incorporan al mercado laboral, suelen sufrir precariedad laboral hasta que encuentran un trabajo de calidad ya que predominan las ofertas de contratos por obra y servicio o temporales. Así, los adolescentes que han acabado la educación obligatoria y se incorporan al mercado laboral, suelen realizar trabajos poco cualificados que les aportan, sin embargo, unos ingresos que les permiten satisfacer los gastos de ocio y comprar bienes de consumo cargados, para ellos, de un alto valor simbólico (moto, coche, ropa, complementos, etc.), además de mantener sus gastos en el contexto de la fiesta. Por otro lado, los jóvenes, que han obtenido una formación superior, también tienen dificultades para incorporarse al mercado laboral con trabajos dignos, a pesar de tener más edad y estar más cualificados. En este sentido, apuntar que son muchos los jóvenes que se encuentran en situación de aparcamiento social, es decir, dedican la mayor parte de su tiempo a estudiar, lo cual les libera de ciertas responsabilidades sociales, además de retardar la incorporación al mundo de los adultos y la emancipación del hogar familiar. A grandes rasgos, encontramos tres grandes categorías (Martínez Oró, et al, 2008) para ordenar la relación que tienen los jóvenes con el trabajo, las salidas nocturnas y los consumos. Estas son: •

La primera y más numerosa está formada por jóvenes para los cuales el tiempo formalinformal está bien delimitado, así como los días laborables-festivos. Las salidas nocturnas intensivas las realizan durante el fin de semana.



La segunda, más minoritaria aunque se va apreciando año tras año, está formada por jóvenes para los que no existe una clara diferenciación entre los días laborables y los festivos debido al tipo de trabajos que desarrollan y a las condiciones laborales de éstos. Estos jóvenes, pueden salir de fiesta tanto los días laborables como los festivos.



En los últimos años ha aumentado el número de jóvenes que ni estudian ni trabajan y que pueden salir todos los días de la semana, siempre y cuando tengan suficiente dinero para ello. Suelen vivir con los padres, sin responsabilidades sociales y tienen pocas expectativas de encontrar trabajos regulados. Los que disponen de menos dinero, suelen buscar fiestas “alternativas” más baratas que las de los locales de pago. H. claro, si es que depende de todo en verdad, igual la gente que en sí no curra y se busca la vida de otras maneras igual tiene más tendencia a liarse en un momento dado que otra gente que curra de lunes a viernes yo igual me puedo liar un martes porque el miércoles no tengo nada que hacer por la mañana, a lo mejor ¿no? Pero igual si sé que tengo que

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currar por la noche, como es mi caso, que curro por las noche... en algunos casos, en mi curro sí que es bastante llevable porque curramos en la feria esa y vamos a nuestro pedo y sí que podemos meternos una raya tranquilamente y vas a currar ahí mucho más alegre y más... C. montando escenarios o cosas así... H. bueno, no, mantenimiento de la ferra y todo eso... quitando mierda, básicamente (ríe) y bueno, si tuviera que estar de cara al público pues igual ya no.... teniendo que estar ahí manteniendo un... pues igual no me la metería M. claro, yo pienso que influye el tipo de trabajo que tengas o lo que te importe tu trabajo, si lo quieres mantener o si te da igual que te echen o.. o igual si estás estudiando ¿no? El interés que tú le pongas al faltar a clase, o atender o no cada uno... (Barcelona, mixto) Las salidas durante los días laborables siguen realizándose en contextos de proximidad, excepto para la minoría que sale más asiduamente y, especialmente, para algunos universitarios que disponen de una oferta específica de fiestas, entre ellos los estudiantes Erasmus. Exceptuando a éstos últimos, en cuanto al resto de los jóvenes, se aprecia una disminución de las salidas en días laborables ya que la crisis está concentrando las salidas en los sábados y está propiciando la celebración de más reuniones en pisos y casas particulares. El tipo de actividad formal que realizan los jóvenes, ya sea estudiar o trabajar, regula las salidas nocturnas y los consumos de drogas. Así pues, los jóvenes, en sus discursos, denotan que los estudios, aunque sea la actividad formal durante un tiempo de la vida, requiere de menos compromiso que un trabajo formal. En este sentido, se considera que durante los años de estudiante se posibilitan más los consumos. M. pues que cuando tienes responsabilidades y ves que una cosa, el salir o estar de resaca, pues no te deja cumplir con tus responsabilidades, pues eso ya ahí es cuando te das cuenta... cuando vas a la Ikastola o lo que sea ¡que bueno! Que no vas, pues no vas, que no haces, pues nadie te dice nada, pero cuando ya estás trabajando ya ves que no es compatible… que estés de una resaca increíble y que tengas un trabajo de responsabilidad o que tengas que utilizar el cerebro o cosas así... M sin embargo, en la escuela, en el colegio, fíjate si teníamos que utilizar el cerebro. M ya, pero no...

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M eres más irresponsable... M eso! Igual tienes que utilizar más la cabeza que depende en qué trabajo pero bueno, te puedes hacer la pira... estoy en clase así medio mongo y ya voy a casa y no pasa nada ¿sabes? Que igual puedes pasar más. H. bueno es que cuando vas creciendo tienes que ser más consciente de tus responsabilidades y cuanto más pequeño eres, eres menos consciente de tus... por eso se dice que no le puedes echar la bronca de tal manera que si lo hubiese hecho con 20 años más ¿no? porque no es la misma conciencia, que igual no sabe que lo ha hecho mal o... yo lo veo un poco por ahí también... M. hombre, yo reconozco que cuando salía el sábado y me ponía hasta arriba sabía que el lunes iba a estar destrozada pero lo hacía... yo era consciente de eso H. realmente el coco porque que lunes estabas así en el colegio y no pasa nada pero en el trabajo estás así y tu jefe ‘haz esto’ y... M. es que esa es la diferencia, que aunque estuvieras mal no pasaba nada, Porque nadie te decía nada pero si tienes una reunión y tienes que dar la cara y bueno, no puedes pasar porque hay gente que está esperando y tú pues... M yo creo que a mí, en mi caso, no es tanto lo que me vayan a decir porque... como el cómo me voy a sentir yo, por el mal rato que puedes pasar... M. y contigo misma que al final es como que te has fallado a ti, que depende en qué situación pues puedes sentir ¡joder! La he cagado y la he cagado conmigo misma ¿no? (Pamplona. Mixto). Podemos observar cómo se considera que uno es más irresponsable cuando está estudiando. Además, hay que tener en cuenta los tipos de consumos, que se realizan durante la época de estudiante los cuales, por regla general son, normalmente, menos intensos que en épocas posteriores. No obstante, la tendencia mayoritaria de los jóvenes es saber diferenciar entre los tiempos formales e informales, entre el ocio y el trabajo. Y, por tanto, la tendencia general es no consumir drogas ilegales en el trabajo. H. yo sí que he hecho un poco como tú, yo de drogas... lo que sea, sin problemas pero siempre ye tratado de desasociar, que eso es fiesta y al

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trabajo, por muy mal que vaya siempre he intentado apartarlo y, de hecho también por el entorno, es que ves gente que sobre todo en el mundillo de la hostelería hay gente que consume trabajando para aguantar las mil horas de pie, a saco y además que está en el entorno todo el mundo tomando y es que ves gente que queda por ahí, que rompen la familia, igual o que acaban chungos y acaban dejando el trabajo... H. estamos hablando ya de otra cosa, yo creo... H....yo creo que por eso me he puesto siempre estos límites, de esto es fiesta y esto es trabajo, no tomarlo en mi vida normal yo de vez en cuando salgo y lo que quieras, pero en mi casa yo solo viendo una peli o en el trabajo no me voy a echar M. veo que la moral aquí está influyéndonos un montón ¿no? que cada uno va a tener un rasero y para una persona echarse un tiro para ir a currar le va a suponer un lo hago para aguantar y para estar a gusto en el curro y para otra persona le va a suponer ¿qué estoy haciendo? Estoy aquí ya... (Madrid, mixto) Así, existen infinidad de trabajos en los que los consumos son incompatibles. Y, por tanto, los jóvenes, aunque consuman drogas ilegales durante los tiempos de ocio y las salidas nocturnas, son bien conscientes de que estos consumos deben ser circunscritos en los tiempos de ocio y nunca consumir en el trabajo o ir a trabajar bajo los efectos de las drogas. H. yo trabajo en el mar, en el agua y tampoco puedo ir colocado porque si estás a 20 metros debajo del agua los pulmones y respirar y si te pasa algo ahí... pero mi chica que está trabajando en el restaurante desde las 6 de la tarde hasta las 2 o 3 de la mañana y (¿) porque tú cuando terminas de trabajar tienes adrenalina y si ella tiene a las 3 de la mañana la adrenalina... va buscado en la noche, sobre todo la gente que se droga... (Ibiza, mixto) Podemos observar en el texto anterior cómo el trabajo en el mar es incompatible con los consumos, de la misma manera, trabajos como, por ejemplo, de soldador o de auxiliar de quirófano, entre muchos otros, se consideran trabajos incompatibles con los consumos como también el hecho de ir a trabajar sin haber dormido. No obstante, podemos observar en el siguiente texto, cómo los jóvenes consideran algunos trabajos como incompatibles

con el

hecho de no haber dormido pero, sin embargo, en alguna ocasión, han ido a trabajar sin dormir. M. sí, claro que he ido alguna vez puntualmente de empalmada, pero las veces que he ido lo he pasado tan mal que se me han quitado las ganas...

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porque luego, si se complica por cualquier cosa y hay que correr o hay que... sabes, no reaccionas igual, pues porque a lo mejor llevas dos o tres días sin dormir y tu cabeza no está preparada para afrontar según qué y lo pasas mal... y siempre he procurado no hacerlo ¿no? Pero ahí, además, en ese mundillo de doctores y

no sé qué, ahí, precisamente llevan unas

historias de farlopa y de movidas que flipas... y de desfasados ¡que te cagas! ¡Y operando! H. pues el que está de soldador pues no sé... trabajo de soldador y eso te requiere coger un tipo de máquina a lo mejor que pueden ser peligrosas ¿no? Y si no estás ahí muy tal pues con una radial no puedes... igual como que te fías un poco menos de tus capacidades... a mí por ejemplo cuando estaba de soldador no me gustaba mucho ir de empalme, o sea, he ido alguna vez y como dices tú, pues lo pasas un poco mal, vas pasando más o menos la mañana y tal pero... M. se te quitan las ganas de repetirlo... (Barcelona, mixto) A la hora de entender la relación entre el trabajo y los consumos de drogas, debemos de tener presente los diferentes tipos de trabajo. Entre los diversos sectores profesionales existe diferente presencia del consumo de drogas ilegales. Aunque no disponemos de estadísticas fiables sobre consumos por sectores profesionales, la hostelería es apuntada como uno de los sectores donde el consumo de drogas es más patente. M. yo creo que aquí en Ibiza se consume en un montón de sitios, en discotecas, en fiestas trance, en los hoteles, en las piscinas.. aquí la gente que viene a turisteo, viene a drogarse C. ¿y los residentes? M. los residentes... H. están más tranquilos yo pienso M. pero en verano la gente se anima bastante ¿eh? La gente que vive aquí todo el invierno más tranquila, en verano... M. ¿por qué? Porque muchos trabajan también a nivel de hostelería ¿no? también puede ser, y ahí sí que se consume, yo ahí sí que lo siento que se consume mucha cocaína, a nivel de gente que trabaja...

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H. sí, los trabajadores del restaurante, en hostelería, cocinero, camarero, mucho... M. sí, se consume mucha cocaína... H. para aguantar también el ritmo porque es un ritmo muy estresante, sales de fiesta y te tomas speed o ketamina y te haces dos horas de sueño y tienes que ir a trabajar y ahí has de tomar cocaína para trabajar (Ibiza, Mixto) Podemos observar que la cocaína es la droga ilegal con más presencia en el sector de la hostelería. El anterior texto expresa una situación de riesgo para los trabajadores de la hostelería. Esta es, que cuando terminan de trabajar, realizan sus salidas nocturnas pudiendo consumir otras sustancias. No obstante, estos jóvenes deben regresar a sus trabajos la mañana siguiente a la fiesta. En este sentido, para mantener un nivel de activación compatible con el trabajo, pueden utilizar cocaína lo cual les puede hacer entrar en un bucle altamente peligroso. Como podemos observar en el siguiente texto, el joven nos explica cómo trabajaba todos los sábados e iba a trabajar sin dormir, convirtiéndose esta situación en rutinaria. H. sí, sí, yo curraba repartiendo con la furgoneta en Barcelona, comida y eso para las herboristerías y yo los sábados curraba e iba de empalmada, iba hasta el culo de speed y me daba igual! Al principio decía, los viernes no puedo salir porque el sábado curro y no sé qué... pero ya cuando un viernes sales y el sábado de empalmada y ves que tal... dices ¡va! M. yo curraba en quirófano en urgencias e iba de empalme... H. eso te hace pues seguir ¿no? Vas al curro y vas de empalmada y tienes que llevarte speed vamos, porque si no te quedas dormido en el curro o tal o ves que ya no puedes (Barcelona, mixto) En hostelería, especialmente en bares y discotecas de ocio nocturno, se puede generar una complicidad entre trabajadores y, también, entre trabajadores y propietarios. Tales complicidades son un factor de riesgo para los jóvenes del sector de la hostelería ya que, si la dinámica del trabajo implica consumir drogas, especialmente cocaína, estos consumos se normalizan en la vida del joven, pudiendo generar situaciones de riesgo. H. es que en el curro muchas veces la gente trabajando por dinero si haces cada día una cosa que no te gusta o que tú solamente la haces muchas veces solo por dinero, sólo para sacar dinero y cuando vas a tu casa ya quieres olvidarte del día que has pasado..

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H. ‘cuando arribi a casa capuchino….’ (ríen) H un porro y te olvidas de todo el día M. yo creo también que mucha gente que trabaja en la hostelería, como estás tan relajado… M los jefes son relajados aquí también, los empresarios ¿no? yo creo que hay bastante tolerancia… H es que todos los sitios de playa tía M ya, pero aquí especialmente… el mismo jefe va colocado y el mismo dueño también, o sea, directamente… H. no es un tópico el que aquí todo es diferente.. es como que no me lo trago M. te da un poco de rabia ¿no? M. no es que sea diferente es que es como más tolerante M más permisivo y a otro ritmo, sí, yo creo que sí M depende de qué trabajos sí H otro ritmo…. ¡vete a Murcia! Allí no es que haya otro ritmo es que… aquí vamos mucho más rápido que en Murcia, por ejemplo, es muy relativo eso M yo no hablo de los ritmos, hablo de la permisividad… H. en Madrid vas de la Gran Vía a Fuencarral y va todo súper rápido… aquí en verano se trabaja mucho y mal y bien pero es un caos, aquí la peña entre rápido y lento es como que se mezcla todo… en invierno vale, todo el mundo va como una tortuga pero en verano como… M. pero él hablaba de la gente de la hostelería que suelen tomar, que trabajando suelen tomar cocaína H claro, coca y porros.. H para aguantar el ritmo estresante…

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M tú crees que es para aguantar el ritmo? Yo creo que es por vicio también y por… H hombre, estás en una cocina 12 horas y o tomas coca o es que…. H te aburres.. M yo creo que es posible estar sin tomar, sinceramente, H. es posible, claro M. veo que la mayoría tienen barra libre en cuanto al alcohol y ahí ya es el despiporre… M. es que el alcohol es la puerta de entrada yo creo a muchas drogas… H. a todas las drogas M. porque también es cierto que tú te tomas unos cubatas y te animas y estás en una cocina y luego te vas a una discoteca y te invitan a algo… y dices sí, vale H. y tú dices sí (Ibiza, mixto) Desvincularse del mundo de la hostelería facilita el cambio tanto de hábitos personales como de los hábitos de consumo de drogas. Podemos observar en el siguiente texto otra evidencia de la importancia del contexto como potenciador de los consumos. H. para mí mucho, por ejemplo, yo he hecho muchos años trabajo en hostelería, de diez o doce horas al día cinco días a la semana y también aguantaba este ritmo gracias a la droga porque me despertaba por la mañana, me fumaba un porro e iba a trabajar y por la tarde otro y por la noche cuando terminaba y así el día me parecía más rápido, me olvidaba, el tiempo pasaba rápido y casi nunca estuve trabajando sin fumar nada y un día, extenuado de trabajar porque ya no podía más, ya veía que necesitaba fumarme cuatro porros al día porque ya no estaba bien y con el estrés que me daba el trabajo con la necesidad de fumar. Y ahora que he cambiado de trabajo que estoy haciendo cosas de buceo y así ya no tengo más ganas de fumar y no fumo nada y no tengo ganas y me parece mucho mejor M. porque no te estresa tanto

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H. por la noche, antes de acostarme sí me lo fumo y también tengo un día libre que me podría drogar y a veces pienso ese día libre me tomo una gota o una pastilla o algo pero ya cuando... M. porque trabajas más físico también... H pero ya cuando llega el día libre me despierto por la mañana y digo ya no quiero ponerme drogas, me voy a disfrutar a la playa o me voy a hacer una caminata y es... y ya me lo paso bien... M. hombre, yo creo que si trabajas de tarde noche y en la hostelería eso te... yo cuando trabajaba de tarde noche y en la hostelería es cuando me drogo... trabajando de mañana y en una oficina estás bien, no tanto.... (Lleida, mixto) Así, en otros tipos de trabajo se considera que no son compatibles los consumos con el trabajo M. eso es, depende de qué curro pues igual te puede suponer que la resaca sea todavía 100 veces peor que la que ya tenías de fondo... o sea H. yo he ido de resaca a una fábrica a trabajar y no voy a ir más en mi vida, lo pasé pero muy mal ¿eh? 8 horas fueron 24 horas, estaba ahí haciendo tubos y ¡bua! Pensaba que me iba a volver loco tío, te lo juro... no era una resaca de que me había puesto ciego, era resaca encima de que estaba muy mal al día siguiente, es una mezcla de físicamente de desgaste físico por la noche y todo lo anterior y todo el día y luego psicológico, de que estás rayado de que tengo que currar, y tengo que ir porque si no me van a enganchar y ¡va! Se empiezan a mezclar las drogas y lo pasas mal... H. ¡un buen cóctel! M. yo he ido mucho a currar de resaca, mucho muchísimo, ahora ya no lo hago porque... H depende del curro... M. claro, depende del curro, hay curros que sé que los domino y llego y otros en los que sé que no... En hostelería he currado mogollón de resaca H. sí, claro, la hostelería el curro es duro y tal pero no sé, eres muy sociable en ese momento, hablas con la peña o con el cliente o no sé qué, que te puedes despistar más pero... (Vitoria, mixto)

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El consumo instrumental lo podemos entender como ese consumo de drogas ilegales mantenido con la finalidad de realizar una tarea o actividad. Por tanto, está desvinculado de los consumos recreativos o de los relacionados con la adicción. Para algunos jóvenes, las drogas estimulantes como la cocaína o la anfetamina, pueden ayudar a superar la resaca y mantener el ritmo de trabajo. H que si empiezas a tener las drogas un poco pues para salir o para alterar un poco tu estado o lo que sea entonces si vas a sufrir en el trabajo o lo que sea yo creo que vas a estar mucho más a gusto si te pones una rayita de anfeta y tal y luego claro, almuerzas normal y todo eso porque claro (¿) le tienes que echar gasolina al cuerpo H sí, le echas una mano a la anfeta para que te engañe un poco... M. para alargar la situación, la sensación M pues eso, por ejemplo, nunca lo he hecho porque nunca me ha tocado y nunca... mira que he estado mal currando pero es que no.. para mí ya es conmigo misma, no quiero ni juzgar ni nada, pero si yo pasara ya ese límite yo me sentiría mal, en el sentido de que si ya me empiezo a meter porque estoy de resaca y para ir a currar para mí misma ya sería como buaaa... H. pero eso ya no es como empezarlo a hacer sino hacerlo cuando lo necesitas... M. igual lo haces dos o tres veces al año... H. eso te iba a decir, otra cosa es que ya cuando te vayas al curro ya te cojas tu cacharro... eso ya es otra cosa, es completamente diferente y es eh plan de mira, he salido y me he pegado una fiesta, mira como los sanfermines, de sanfermines luego ir a trabajar pues ¿cómo vas? Pues eso... (Pamplona, mixto) Como podemos observar en el anterior texto, se plantea la controversia sobre la normalidad o la desviación de los consumos instrumentales. Podemos observar que para algunos, este tipo de consumos en el trabajo, pueden ser de utilidad, mientras que para otra joven, este tipo de consumo es motivo de preocupación. Por lo tanto, encontramos otra vez la frontera entre los consumos normalizados y los consumos desviados. No obstante, los jóvenes de Pamplona, matizan que los consumos instrumentales se justifican si se llevan a cabo de manera muy puntual. Un consumo instrumental en el trabajo de manera sostenida es entendido como problemático.

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H y sabes es como cuando vas al trabajo a las 8 de la mañana y te sacas un café para ver si te espabilas un poco y al final es lo mismo pero con otra medida... (..) o te duele la espalda, una contractura y te coges y te tomas una cosa para que no te duela y sigues teniendo el mal... M. ¡y para seguir trabajando! H. para seguir trabajando... es que al final es alterar, es buscarle un poco a la droga pues su uso, o sea, no me refiero a ponerte hasta el culo todos los días porque tú ya tendrás un problema y tendrás algo que arreglar, tú ya te conoces tu cuerpo, conoces tus necesidades, conoces lo que te hace cada cosa, conoces tus límites porque todo el mundo al final tenemos nuestros límites e igual por costumbres o por cosas de mi vida o lo que sea tengo un poco más rasero o lo que sea, que decías tú, para eso, pero yo voy a... pues eso, a alterar tu cuerpo para... ¡es que si no lo vas a pasar tres veces peor...! (Madrid, mixto)

7. CONCLUSIONES El grupo, la familia, la pareja y el trabajo influyen de diferentes formas en los consumos de drogas de los jóvenes actuales. El grupo potencia unos consumos y censura otros. Es durante la adolescencia cuando el grupo ejerce más presión para consumir diferentes drogas. Tal y como avanza la juventud, el grupo ejerce menos presión. Aunque los jóvenes se relacionen, tanto con personas consumidoras como no, los consumidores tienen más afinidad con los jóvenes que también consumen. En este sentido, relacionarse exclusivamente con consumidores constituye una situación de riesgo. Para los consumidores, los consumos en grupo generan afinidad grupal, potencian relaciones y amistades. Aunque bajo los efectos de las drogas se presentan situaciones que son rechazadas, como la exaltación de la amistad o los malentendidos que generan problemas. Para los jóvenes, el grupo justifica los consumos y, por lo tanto, los consumos en solitario son rechazados mayoritariamente. En lo que se refiere a la familia, la mayoría de los jóvenes participantes en los grupos de discusión, tienen padres y madres que rechazan todo tipo de consumos de drogas ilegales, algunos hablan de tabú a la hora de hablar de drogas. Así, la inmensa mayoría, siempre han

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negado los consumos y han trabajado para que no sean descubiertos por sus padres. Algunos jóvenes, han sido descubiertos por sus padres lo cual ha generado tensiones en el seno familiar. Algunos jóvenes, han realizado una tarea de educación hacia sus padres, es decir, han explicado los diferentes tipos de drogas y los efectos que producen con la finalidad de mitigar la alarma que comportan. Una minoría tiene padres tolerantes al consumo de drogas ilegales, especialmente de cannabis, siempre y cuando sean consumos recreativos. La pareja puede ejercer diferentes tipos de influencia sobre los consumos de un joven. Por una parte, funciona como mecanismo de regulación, es decir, tener pareja implica moderar, regular o incluso abandonar los consumos. Por otra parte, también puede funcionar como potenciador, ya que los consumos compartidos generan afinidad. En la relación entre consumos y pareja, importa si ambos son consumidores o solo uno de ellos lo hace. En la relación entre los consumos de drogas y el trabajo, encontramos cómo el tipo de trabajo es un factor de riesgo o protección para los jóvenes. Así, la hostelería es el trabajo que potencia más los consumos, ya que los jóvenes salen de fiesta y, para mantenerse activos, pueden consumir drogas, realizando consumos instrumentales. Otros trabajos se consideran del todo incompatibles con el consumo y los jóvenes tienden a consumir o a ir sin dormir al trabajo para evitarse problemas.

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8. REFERENCIAS

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