Deconstruir al enemigo: Reflexiones sobre cómo combatir el estigma

June 15, 2017 | Autor: Alex Fattal | Categoría: Colombia, Stigma, Culture, Demilitarization
Share Embed


Descripción

Deconstruir al enemigo: Reflexiones sobre cómo combatir el estigma por: Alex Fattal Profesor Asistente Penn State University

Buenos días! Quiero abrir dibujando una escena de mi investigación para generar unas reflexiones sobre el No a la Estigmatización. Estuve en un conjunto residencial, sentado en la sala de la casa de un exeleno. Estábamos terminando una entrevista de casi tres horas sobre su vida. Me contaba de su niñez, por qué entró a las filas, como tomó la decisión de volarse y cómo ha sido su reencuentro con la vida civil. Uno de los recuerdos más claros que tengo de esta entrevista es que me mostró su técnica para sobrevivir a los bombardeos: encontrar el árbol mas grande, abrazarlo y moverse para usarlo como un escudo dependiendo de dónde vinieran los aviones y helicópteros. Y como pasa muchas veces, después de que apagué la grabadora, este señor dijo la frase más interesante del día. Le pregunté si alguien en su trabajo, en una universidad privada, sabía que él fue guerrillero. Su respuesta fue inmediata: “Ni loco. Sería como decir, ‘yo fui violador de niños, pero ya estoy curado.’” He hecho muchas entrevistas con ex-guerrilleros de las FARC y del ELN a lo largo de mi investigación y he encontrado muchas expresiones del estigma pero esta ha sido la más fuerte. Nunca he olvidado esa frase ‘sería como decir, yo fui violador de niños pero ya estoy curado.’ Pudo ser que él estaba exagerando para ilustrar su punto, pero nos da unas luces importantes para analizar el estigma que enfrentan los desmovilizados en Colombia y cómo cambiarlo. Pero primero ¿qué es un estigma? De acuerdo al ilustre sociólogo norteamericano Erving Goffman, el estigma es el resultado de desafiar las expectativas sobre las categorías que utiliza la sociedad para definir lo normal. Y como dice Goffman “Por definición creemos que la persona con el estigma es menos que humano.” Añade que los estigmas sociales

1

son de varios tipos. Están los corporales, de donde viene la raíz griega del término, una marca sobre el cuerpo. Hay otros que son utilizados para reforzar una ideología que mantiene a una clase de personas en un estatus inferior. Y en Colombia, como en cualquier otro lado, hay un sancocho de estigmas. Pero no todos los estigmas son malos. Retomemos la figura del violador de niños. Este estigma tiene la función de reforzar la moral común que estructura la sociedad ¿Alguien acá quiere justificar el acto de violar a niños? Levante la mano ¿Nadie? Pues, claramente la moral de la sociedad lo prohíbe. Pero si les preguntara ¿Alguien acá quiere justificar la decisión de entrar a la guerrilla? (pausa) Imagino que nuestro panel de hoy tendría respuestas más largas y menos unánimes. De ahí bajamos de una moral común a una zona mas gris y la discusión se torna más interesante. Porque resulta que hay diferencias de opinión sobre las categorías que maneja la sociedad. La sociedad Colombiana, como todas, está atravesada por unas categorías grandes: clase, raza, género, geografía, orientación sexual y una cantidad de sub-categorías — y cada una tiene su estigma. Tomemos el ejemplo del barrio. Ya todos sabemos cómo funcionan esos códigos. Ahhh, ok, tu eres de Altos de Cazucá, o tu eres de Rosales. De ahí — en una sola ciudad — arrancamos con una cantidad de imaginarios y expectativas. Para Goffman el estigma se hace evidente cuando alguien viola las expectativas sobre las categorías. Como en el caso del profesor al que entrevisté, para quien era claro que trabajar en una universidad privada y ser desmovilizado del ELN eran categorías excluyentes. Pero aquí, la buena noticia es que tanto las expectativas como las categorías que maneja la sociedad son fluidas a través del tiempo. Es decir, el estigma es un tema relacional y por ende dinámico. Por ejemplo, ser miembro de la guerrilla liberal en el año 1952 en Yopal no implicaba estigma, por el contrario. No simpatizarse con la guerrilla liberal en ese

2

año, en ese lugar era lo que resultaba estigmatizante. Obviamente las condiciones históricas han cambiado mucho, pero el punto es que el cambio es posible. Y para entender cómo deshacer el estigma de ser ex-guerrillero, creo que es clave observar cómo a lo largo de los últimos 51 años de esta guerra se ha construido la figura del guerrillero en el discurso del estado de seguridad nacional. Durante todo este tiempo el guerrillero ha sido construido como el enemigo público número uno, dos, tres, cuatro y cinco. Y en este imaginario la propaganda y la jerga militar han sido centrales. Militares en todo el mundo pasan por procesos de formación que les permiten ver a su enemigo como alguien que es menos humano. Términos como bajas les permiten justificar el acto de matar a otro ser humano. Los medios masivos como RCN y Caracol, sirven como caja de resonancia para este tipo de discurso y lo utilizan para reducir un conflicto complejo, con múltiples actores a un cuento de buenos y malos. A esto se suman los crímenes de lesa humanidad que ha cometido la guerrilla. Pero si la figura del enemigo ha sido construida entonces puede ser deconstruida, lógico. La pregunta es ¿cómo? Manifiesto que la mejor forma de comenzar a deshacer el estigma es mirando a los ojos y escuchándose. Por esto quisiera dar la palabra a Sandra, una ex-guerrillera de las FARC que viene del norte de Cauca. Antes de poner el video, les doy un poco de contexto. Este clip forma parte de un proyecto audio-visual que busca humanizar al desmovilizado. La idea es volver el proyecto un largometraje documental que tiene el título provisional Sueños desde la Montaña de Concreto. Hablaré un poco más sobre el aparato en que se grabó después del clip —veámoslo. {Pone el clip}

3

Bueno, esta entrevista fue grabada en un furgón de un camión convertido en cámara obscura. No voy a hablar de la técnica ni del marco teórico que hay detrás, pero una de las ideas principales era crear un especie de choque entre el testimonio del ex-guerrillero y el trasfondo de la ciudad para hacerles pensar en la relación entre desmovilizado y sociedad. Es posible que no todos estén de acuerdo con la perspectiva de Sandra, pero lo importante es entender su experiencia del estigma que no es nada única. Así lo muestra una encuesta que hizo la Cámara de Comercio este año. Preguntaron a más de 1,310 empresas si participarían en un proceso de reintegración en caso de una desmovilización colectiva de la guerrilla. 49% dijeron que si, 51% dijeron que no.

Recuerden que esto es un caso hipotético. A la hora de la verdad ¿cuántos empresarios van a emplear a desmovilizados? Pues ojalá que muchos, pero analizando el compromiso del empresariado en los últimos 12 años, tengo mis dudas. El punto acá no es sólo con los empresarios, o con los medios, aunque si son actores claves. El punto ya lo planteó Sandra: el compromiso contra la estigmatización nos corresponde a todos. Me parece que la decisión de Sandra es valiente al enfrentar el estigma y decir, ‘Yo fui, así soy, hablemos entre todos.’ Y creo que el desafío al que nos enfrentamos como Colombianos y gente extranjera, como yo, que quiere ver un periodo de

4

pos-acuerdo lo más pacifista posible, es abrir ese diálogo, reconocernos respetuosamente y poco a poco, deconstruir la idea del enemigo. Déjenme cerrar reflexionando sobre mi experiencia trabajando en una ONG que tenía un propósito principal de disminuir el estigma alrededor del VIH y SIDA en Sudáfrica. Todos los estudios académicos indicaban que era fundamental reducir el estigma para prevenir el contagio. Al final, el lema compartido por las ONG’s y el gobierno (una relación nada amigable) fue “we are all infected and affected.” Es decir todos estamos infectados y afectados — trabajemos en entre todos. Reconozco que este llamado a un “entre todos” suele sonar bastante vago, abstracto. Lo es. Y el riesgo acá es caer en la trampa de la tolerancia. Acá, no necesitamos la tolerancia liberal. Es decir, ‘ah ok, yo te tolero, pero quédate ahí, a una distancia.’ Lo que necesitamos es comenzar a romper los esquemas mentales que nos separan y cambiar lenguajes. Por eso me alegro mucho de que estemos acá en este Foro Semana con un grupo de panelistas y una audiencia tan diversa. El reto es abrir conversatorios en todo el país como este. No tienen que ser tan lujosos o de tanto perfil, de hecho mejor que no sean. Lo importante es darle a la gente que ha manejado unos códigos de silencio, quienes siempre han estado calculando sus riesgos en una guerra de guerrillas donde uno no sabe quien es quien, la tranquilidad de poder mirarse los ojos y hablar. Si el estigma, como dice Goffman, es un desafío a las expectativas sobre las categorías sociales — cambiemos las expectativas y cambiemos las categorías. Es un trabajo duro, un proceso largo y transcurre en el día a día. Pero es el destino de una generación que quiere decir adiós a la guerra para poder enfrentar las problemas ambientales, sociales, y económicos que nos esperan con argumentos en vez de armas. Muchas gracias!

5

Lihat lebih banyak...

Comentarios

Copyright © 2017 DATOSPDF Inc.