Debajo de la Lengua (poesía) [2007-2009]

July 9, 2017 | Autor: H. Hernández Mont... | Categoría: Poesía latinoamericana, Poesía, Poesia Chilena
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Descripción

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[Edición definitiva]

©Jorge Ralph

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Héctor Hernández Montecinos

DEBAJO DE LA LENGUA [LA VIDA MUERTA, TRAGA, RRIZOMAS]

[Edición corregida]

1ª edición: Santiago de Chile: Cuarto Propio, 2009. 484 páginas.

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Viví una crisis el año 2006 que afectó muchos aspectos de mi vida, uno de ellos fue la poesía. En ese momento tomé la decisión de dejar de escribir, hecho que tuvo que ver más bien con una renuncia con respecto a mí que tanto con la literatura. Como un modo de salir de aquel agujero negro llegué a Perú donde conocí a Walter Curonisy, amigo y más que amigo de Ginsberg durante su visita en los años sesenta. Nos hicimos entrañables y me fui con él y su esposa, Elvira Roca Rey, al hotel que tenían en el balneario de Huanchaco cerca de Chan Chan, territorio de los antiguos moches. Una noche desesperada tomé un lápiz y comencé a escribir. Así nació el primer libro de esta trilogía que es por un lado un diálogo intenso con el Perú y por otro toda mi rabia con respecto a Chile. El segundo libro tuvo que ver con mi relación con Yaxkin y nuestra vida en México y el tercero es un viaje, personal y poético, por el resto de países de Latinoamérica que tuve la dicha de conocer. La primera edición de Debajo de la Lengua se publicó a fines del 2009 en Chile coincidiendo con la entrega del Premio Pablo Neruda que recibí en esa fecha. En esta nueva edición he corregido una serie de erratas de mi responsabilidad, reemplacé algunos sinónimos y palabras que no me sonaban bien, reordené algunos párrafos y estrofas, agregué un poema que quedó fuera de la edición original y cuatro nuevos y creé una nueva división de subcapítulos para hacer más amena la lectura. En sí, puedo decir que ningún verso fue mutilado ni ningún poema eliminado: el libro sigue siendo el mismo en su resplandor inaugural y sus caídas. Aquí están presentes más de doscientos cincuenta poetas de Latinoamérica tanto en las reescrituras que hice de sus libros, como en el experimento de las interescrituras o poemas a dos manos, y en los versos que me enviaron por correo electrónico y Facebook para armar “El Cadáver Exquisito de la Lengua” que cierra esta obra. Sus nombres están consignados en las notas finales. Agradezco a cada uno de ellos y en especial a Francisco Ruiz Udiel (1977-2010) quien me envió gentilmente su libro para cerrar las reescrituras un poco antes de morir. También a Cuarto Propio en Chile por creer y crear aquella hermosa primera edición, a Jorge Ralph por autorizarme a usar parte de su genial obra visual como portada, a Roger Santiváñez, Eduardo Milán y Reynaldo Jiménez por las palabras del epílogo y ahora a Esaú Hernández y Gerardo González, editor de Aldus, por confiar en esta nueva edición corregida que se publicará durante el transcurso de este año siguiendo lo que fue La Divina Revelación (Ciudad de México: Aldus, 784 páginas) y completando lo que he llamado Arquitectura de la Mentalidad, que es la suma de estos dos volúmenes más un tercero, O4, que está actualmente en proceso de escritura y con el cual se cierra esta obra total de más de dos mil páginas. Después de esta larga nota introductoria les dejo el libro descargable de manera gratuita y libre para quien se interese en lo que en esa bitácora hay. Muchas gracias, siempre. HH Villa de Álvarez, Colima, 21 de febrero de 2013.

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ÍNDICE

Terminal (I-III)

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LA VIDA MUERTA (2007) [15]

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Heu miser I II III

[16] [28] [40]

Huaca de la noche El cielo para ti (I-XII) Yo también soy cholo Esa persona llamada niño (I-XII)

[53] [60] [76]

Hic habitat! I II III

[87] [99] [111]

[130]

Yo (ese conjunto de palabras que usted está leyendo) La interpretación de mis sueños (I-XII) Autobiografía de un poema (I-III) El niño que soñaba juguetes (I-XII)

[131] [152] [159]

[172]

La R de la escitura I II III El machote de mi vida La noche de las luces en el cielo (I-III) Notas para Kors Fascismo & Tabú (I-III)

TRAGA (2008)

[231]

[173] [193] [212] [232] [243] [251]

5 RRIZOMAS (2009) [261]

Mis Triste Tópicos A1000·NGC224/ Flores/ Los Bosques Contranaturales [262] Despertar en el Mar del Sueño/ Pensar en Bahadur/Em... [273] La Escalera/ Adioses olvidados/ (el) séc(u)lo xxi me da … [297]

[313] El Virreinato de Papel I II III

[314] [331] [345]

[360] El Secreto de mi Mano Golem/ Ahora/ El Templo Tronado Universal Vástago/ Pequeñas libretitas…/ Espejo Negro El Cadáver Exquisito de la Lengua (I-III)

[361] [377] [389]

[396] [401] Notas

+ [N-1]

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Casi todo el género humano había puesto sus manos en una obra tan inicua. Unos mandaban, otros construían; unos levantaban las murallas, otros preparaban el mortero; unos colocaban los sillares, otros transportaban piedras por mar y por tierra, y unos y otros se dedicaban a diferentes trabajos, cuando fueron sorprendidos por el cielo con tal confusión, que todos los que empleaban una misma lengua mientras trabajaban tuvieron que abandonar la obra al darse cuenta que habían cambiado sus lenguas, y no pudieron volver de nuevo a la anterior comunicación. Cada lengua quedó circunscrita a los que cuidaban una misma faena; esto es, un idioma para los arquitectos, otro para los que hacían girar las piedras sillares, un tercero para los que labraban, y así a cada sector de los que trabajaban. El género humano quedó dividido en tantos idiomas cuantas eran las diferentes variedades de trabajo en la misma obra, y cuanto más excelente era el trabajo que realizaban, más rudo y bárbaro fue su lenguaje. Pero los que quedaron con el lenguaje sagrado, ni trabajaban ni en manera alguna habían consentido en la obra; antes bien despreciando, se mofaban de la loca necedad de los trabajadores. SOBRE LA LENGUA VULGAR

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TERMINAL [7/7/07 - 24/11/09]

I MUERTE Y (MALA) FAMA No volveré a ver Shangai, ni las atenciones de Dunhuang No volveré a subir los tres pisos por la escalera de la calle 12 E, Tampoco iré a la Argentina literaria, ni acompañaré a Glass a São Paolo, ni viviré un mes en un piso las playas de Río y los chicos de las favellas, el gran Carnaval de Bahía No más ensoñaciones en Bali, demasiado lejos el festival de Adelaide para conseguir palillos nuevos de música No veré los nuevos barrios de Yakarta, los bosques misteriosos de Borneo y hombres y mujeres pintados A. G.

Este es el último poema que escribo en el libro, esperé mucho este momento hasta que llegó. Hoy es martes en Ciudad de México y mañana cumplo treinta años. Aquí cierro algo que va más allá de la propia literatura y es una parte de mi vida que no quería recordar, el punto medio entre mi vida y mi obra o mejor dicho, entre una vida imaginaria y una obra imaginaria. Después que terminé [coma], el 2006, dije que no volvería a escribir, lo dije sencillamente porque lo único que quería era morirme. Tenía veintisiete años y una tristeza acumulada de siglos y no intenté matarme por la simple razón de que ya estaba muerto. Pensé que [coma] sería mi último libro, y así lo creía, después quise irme de mí, viajé mucho por Chile, recorrí calles y ciudades que nadie se acuerda que existen sólo para que mi muerte en vida fuera menos patética. Me despedí de mi madre, me despedí de mi hermana, dije adiós a quien había que decirle adiós, no quería que mi país me viera morir. Como si se tratase de un plan invisible una mano peruana me llevó hasta allá en julio del 2007. No había escrito ni una sola palabra en meses y en realidad no me interesaba seguir haciéndolo; estuve en Lima, en la Feria del Libro, en Quilca

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leyendo, tomando, caminando horas y horas pero ese no era yo, no era yo ese montaje de performance que miraba libros, que escuchaba a tanta gente decirme lo mismo, que respondía a puro sí y no, y que más encima había equivocado su corazón nuevamente. Eso era mi vida, mi vida muerta. Entonces el último día de la Feria di con un cerro de saldos y desperdicios en papel y como un arrebato de magia me agarró de los ojos Muerte y fama de Ginsberg; abrí las últimas páginas y leí “Las cosas que no haré”. En medio de esas decenas de puestos llenos de libros de autoayuda, best sellers, novelas históricas, lloraba sin parar con esos poemas en la mano. Allí andaban mis amigos Walter Curonisy y Elvira Roca Rey, y me llevaron al balneario de Huanchaco, norte del país, donde me recibieron en su hostal frente al Pacífico engalanado con caballitos de totora y belleza moche. Walter me habló de Ginsberg, de sus andanzas limeñas juntos allá en los años 60 entre la ayahuasca y el deseo, me mostró los dibujos que Allen le regaló, me leyó en inglés el final del poema “Éter”. Nos emborrachamos, nos reímos, celebramos que la muerte en realidad no existe y es sólo polvo para los desiertos de la mente. Me encerré en mi cuarto y volví a escribir, el primer poema fue uno que le hice a mi madre y abre La Vida Muerta, que es el primer libro de esta trilogía. Así nació este libro, en mi querido Perú. La poesía por segunda vez me salvaba la vida. Este libro es un libro de amor.

II EN LA CARRETERA (Y PERDIDA) Quiero ser alguien de trenes, de autobuses, de aviones, un viajero épico, cruzando y volviendo a cruzar el país, hacia el sur en invierno y hacia el norte en verano, y eso sólo porque no puedo quedarme en un sitio sin cansarme enseguida de él y porque no hay a donde ir excepto a todas partes y mantenerme bajo las estrellas. J. K.

Esta cita me encontró en Tuxtla Gutiérrez, sur de México, estaba en un pasquín que no me animé a leer, supongo debe ser de En el camino

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o quizá de Los vagabundos del Dharma, novelas que tampoco leí por lo demás, pero sí soñé con ellas, las hice mías, me las imaginé párrafo a párrafo tantas veces que ya no quiero saber cómo terminan. Desde que volví a escribir, tanto los poemas como los kilómetros se me aparecieron como un solo espejismo en esa carretera que yo comenzaba a ver como mi vida por donde seguía huyendo frenéticamente tras ciudades, pueblos, hoteles, terminales, aeropuertos y hoyos negros de esta Latinoamérica del surrealismo trágico. Conocí a tantas personas, algunas maravillosas y otras repugnantes, tantos gestos, rostros, miradas, gentes grandes, enanas, gentes blancas, negras, azules, verdes y plateadas. Cojos, pobres, ricos, institucionales, travestis, vagos, funcionarios, delirantes. Borrachos, marihuanos, religiosos, maracas, mariquitas, maricones, fomes, chingones, chapines, charrúas, chilangos, chistosos, chavistas, cholos, centrocas, brasocas, catrachos, sudacas, isleños, indígenas, llorones, suicidas. Ticos, tacaños, nacos, nicas, boludos, serranos, costeños, capitalinos, indigentes, soplavergas, poetas y viajeros, viajeros como yo que huyen para que la noche no los alcance y la lengua parezca un accidente geográfico más. El primer poema de Traga, segundo libro de la trilogía, se llama “La interpretación de mis sueños”, lo empecé en São Paulo y lo terminé un par de días después en Buenos Aires; ese poema, como ningún otro, es mi respuesta llena de rabia y pena a lo que yo veía en Chile, es decir a la metáfora nacional que estaba leyendo a través de disputas, insultos, odios, pero sobretodo fue un pretexto para convencerme de dejar el país. Esa cita del comienzo me encontró en México, lugar donde vivo actualmente y el cual he podido recorrer en sus distancias pero sobretodo en la profundidad ancestral

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desde donde se dibuja la primera y última noción de lo que nosotros llamaríamos futuro. En este país recuperé las ganas de ser feliz. Este libro es un libro de amor.

III (SUPER) NOVA EXPRESS Hemos salido a primera hora desde Xela en Guatemala hacia San Salvador, llevo doce horas pensando en Rrizomas, último libro de esta trilogía, pensando en ese momento hace diez años exactos en que decidí ser poeta sin saber lo que significaba eso. Anochece y los amigos nos esperan. Releo a saltos este Debajo de la Lengua y allí estoy yo en cada ciudad, en cada cama, en cada calle mirando o soñando con paisajes de Latinoamérica que se confunden ahora en mi mente. La tragedia no es sólo vivir con miedo, sino también ir olvidando. Escribí como si fuera yo mismo y como si fuera otro, escribí como si me estuviera yendo, escribí como si en cada página algo de mí pudiese perderse. La metáfora del viaje resultó ser real y brillante como esta noche que me mira a través de la ventana de este bus. En mi bolso llevo un par de libros, los documentos de rigor, varios lápices, algunas libretas y unas hojas sueltas con números de teléfonos, dibujos y nombres de personas que me esperarán en algún lugar. Nunca lo soñé, nunca lo busqué, nunca imaginé escribir este libro con esta extraña sensación de haber vivido ya una vida entera y con ganas de empezar la próxima. La muerte es un buen momento para sentarse a escribir atravesado de malos sueños y de la historia de los recuerdos con los cuales uno quisiera irse para siempre. Tu libro sí es un libro de amor. Ya es tarde, querido HH, es hora de partir.

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

MI MENTE ES MI ÚNICO CIELO

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 La Vida Muerta

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En este lado del papel de Realidad & Ficción me asombro con mis 27 años y letras en mi mano, lengua y ojo - toda mi vida me he sido un extraño sentado con Walter & Elvira en un bar peruano se abrazan - yo siempre solo la edad de Ginsberg cuando empezó a escribir Reality Sandwiches. A Walter Curonisy, in memoriam.

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Entonces me ganó tal desfallecimiento, que cerré los ojos y comencé a delirar como persona fuera de sí. Y al principio de los desvaríos de mi fantasía se me aparecieron rostros de mujeres con las cabelleras sueltas que decían: “Morirás, morirás”. Tras aquellas mujeres se me aparecieron unos rostros estrambóticos y horripilantes que decían: “Ya estás muerto”. Y como mi fantasía diera en divagar así, llegué a ignorar dónde me hallaba, y, además parecíame ver por las calles a mujeres de sueltos cabellos que lloraban con tremenda tristeza; parecíame que el sol se oscurecía hasta tal punto de que las estrellas se mostraban de un color tal como si llorasen; y parecíame que los pájaros caían del aire muertos, así como que se producían muy grandes terremotos. Maravillado, al mismo tiempo que espantado, con tal fantasía, imaginé que un amigo venía a decirme: [...] Volviendo después sobre todo esto, decidí escribir unos versos a mi primer amigo, callando, no obstante, ciertas palabras que me parecía indicado callar y creyendo que su corazón aún estaba inclinado hacia la belleza de tan gentil Primavera. Y comencé este poema, que empieza:

LA VIDA NUEVA

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LACASADEDIOSINVERTIDA SI ESCRIBO AHORA ES GRACIAS A ESTE QUERIDO CUERPO CELESTE QUE ILUMINÓ ESA LARGA NOCHE E INCENDIÓ LO PASADO Y LO INCONCLUSO QUE EN MÍ HABÍA AHORA AMANECE EN EL PAÍS DONDE NACÍ Y VEO SU SOL DESDE EL PERÚ REFLEJÁNDOSE BAJO MIS PIES COMO UN NEGRO AGUJERO ESTE NO ES EL LIBRO NO TE PERTENECE ESTOS VERSOS NO SON TUYOS -DIJO ÉL-

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Heu miser!

Tuve miedo y me regresé de la locura CARLOS OQUENDO DE AMAT

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I

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POR QUÉ NO ME HAS ABANDONADO

Hace ocho años que me pides este poema y creo que es hora de empezar a terminarlo ya, no lo había escrito antes porque sabía todo lo que te quería decir, ahora no. Hoy es un día común, como el de ayer, no sé qué fecha será, pero pasado mañana es sábado y el reloj ladra unos latidos para que yo sienta los propios y todavía me dé cuenta de que quedan pedacitos de ese corazón que allá donde vivo se rompió tantas veces. Tú sabes que toda mi vida he estado triste, acá también, pero la soledad en Perú es diferente porque todos te acompañan a llevarla a cuestas. Madre, nunca te había escrito un poema, ahora sí y desconozco la razón, anoche recordé cuando te contaba que tenía miedo a las vueltas que dan las almas después que uno se muere y tú me acariciaste la cabeza y me dijiste que todo estaría bien; yo quería llorar, como ahora, pero me aguanté porque sentía acá algo parecido a la muerte; pienso en eso y quisiera irme de aquí y no seguir leyendo nada. Pero tú sabes que siempre anhelé conocer otras tierras, otras personas y otros animales porque te lo dijeron apenas nací, luego cuando caminábamos tan tristes por esa playa, yo aún no sabía escribir y soñaba con otras casas otros árboles y otros cerros y sentía que todas las veces que escuchaba la palabra ‘otro’ tenía algo que ver conmigo.

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El tiempo ha envejecido demasiado rápido y quizá esto no lo escribe tu hijo y sea yo tu padre muerto que desde el Fin del Mundo te promete derribar cada uno de sus años para que la muerte no sea más una biografía. Ahora, madre, te envío un beso desde esta lectura y cuando el sonido de esos labios que es el poema pase sobre el océano el océano orará por ti, y cuando atraviese el desierto el desierto orará por ti, y cuando cruce los valles los valles orarán por ti, porque solo pueden hablarle al cielo los que han pasado millones de años mirándolo, yo llevo unos pocos pero si te alegrara que yo también orara por ti lee este poema como una oración pues que termine con el siguiente verso: Madre, ¿por qué no me has abandonado?

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QUIERO QUE ESE POEMA NAZCA MUERTO

Quiero que ese poema nazca muerto, escrito con signos desconocidos en la inmensidad del polvo, con figuras de animales y flores porque esto realmente me son las palabras, ya poco me importa ser poeta en ese país lleno de seudo dioses egoístas y ásperos. Este poema tiene el mismo nombre de su padre, por eso debe nacer muerto con una corona de cruces en la garganta y colgado del cordón umbilical en la entrepierna del mundo. Y a pesar de ser un cadáver pedirá a quien lo lea unos ojos que le den resurrección y unas manos que lo bauticen con la saliva agria de una lengua muerta. A mí no me perdonarán la traición y enviarán una plaga de ratas hacia donde me encuentre para que me arrastren de nuevo a vivir con ellas, en su río capital empequeñecido y lleno de mierda que es su gran metáfora y traición patria. Me veré tentado a continuar con su gran mentira y aceptar el vino y los laureles que tienen para los que poco les importa dejar de creer en ellos. Pero cuando nadie me mire meteré mi lima de oro por mi culo y escribiré llorando entre bestias y hombres con los ojos caídos en la atracción; por eso quiero que este poema nazca muerto. Pasarán los años y no cesará de hablarme y se reirá de mí porque yo sabía que acá está la muerte,

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lo odiaré por haber visto como todo sucedería y me preguntaré: ¿Cuándo escribí con tanta pena y rabia? Pero será tarde porque naciste de todos modos lleno de sangre y semen de tantos cuerpos que jamás me tocaron. Será tuya mi muerte y al final yo latiré dentro de ti como un mudo corazón y me odiarás con delirio porque todo ángel debe aborrecer a su padre. Borrarás mi nombre y sólo dejarás un par de letras mudas clavadas en algún libro que leerán los que vaguen con sus ciudades a cuestas huyendo de la salvación. Fui traicionado por los profetas de mi pesebre y ningún rey y ningún mago me dieron alguna luz, ahora mismo podría recibir la muerte y ser mi propio padre, y es por eso que quiero que este poema nazca muerto.

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UNA VEZ BESÉ A UN ÁNGEL

El tiempo dará vuelta todo lo que he escrito y donde decía tobillo leerán labio, el cielo será una palabra para describir polvorosas calles que a nadie importan porque justamente no son de nadie como esos peces que vomitan aire cayendo en llamas hacia las veredas. El poema es algo que enciende y quema con sus alas llenas de tics enfrentando la gravedad de la elocuencia con una dudosa ficción porque ya no son ángeles las víctimas de las cacerías celestiales sino insectos gráficos que hacen destrezas y muestran sombras que no les pertenecen. Tropiezo con un arte del vuelo para abrir sueños y puertas a los líquidos bulliciosos; la predilección por lo que se desplaza en el aire y no tiene alas me hace pensar en una lengua ciega y abisal llena de espejos y luz para preguntarse: ¿qué hago aquí? ¿qué es aquí?. Los sueños eran un canto abierto de par en par en el festín del tedio que era la mano desdoblada y sin reconocerse ella sólo ve dedos sudorosos que juegan a la vida con la muerte. Hacia quién vuelan estas palabras de cuclillas o de pie, asediadas de moscas e infatigables en su historia; por qué no decirlo: el deseo es apenas una suma de manchas y olores para hacer menos perezoso el honor, la luz cae el veneno cae los cadáveres caen en un mismo instante de acumulación de palabras, en una página vacía como el mar ¿sabe el mar de su fatalidad? Estas alas que ves en mis tobillos me ayudan a volar y a cubrir mis tres ojos de los enigmas; el primero es el furor, el segundo el delirio.

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No existen cicatrices ni piel para cubrir los nombres, sólo plumas entreabiertas, sólo túmulos de sopor. Cómo me gustaría encontrar a aquel ángel que es un fantasma y estremecerlo, llenarlo de impulsos horizontales y soplarle el cuerpo hasta que se humedezca. Quién es quién aquí le deslumbraría yo al saber que los sueños se han desvanecido bajo un cielorraso invertido y fugaz. Afuera de esta página bandadas de palabras recorren el aire como carnadas llenas de rostros y con ellas la aparición que bebe sangre de sus uñas reventadas. Una vez besé a un ángel con unas luciérnagas que tenía alrededor de mi lengua y al sentir mi boca sus luciérnagas entonaron una balada que no se oye ni cesa. Todo esto fue escrito, todo esto fue escrito con una sangre transparente, llena de incógnitas y signos viejos como todo poema que debe ser olvidado olvidado olvidado por los embusteros.

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LAS ESTRELLAS ACARICIADAS

Te me apareciste al terminar la última noche del año que de tan hermosa sé que jamás la volveré a ver y por eso este poema es real tal como el libro mismo porque me dice que mi tiempo viejo era una botella vacía que me encontré en una calle tirada llena de serpentinas, challas y otras botellas más, pero ésta adentro tenía un avión atascado y en la visión que tuve usabas unos grandes anteojos y un divertido sombrero y manejabas con dulzura, luego me tomabas la mano para que te ayudara a pintar el cielo con todos los colores que han pasado por tu cabeza. Yo te miré y supe de inmediato que eras la letra final de una rabia que duró la cantidad de incógnitas que tiene el alfabeto de mi vida; el sol lo pintaste verde y resplandecía, yo acaricié las estrellas para que se reunieran alrededor de mi mano mientras que con la otra escribía este poema para ti. A lo lejos, y de vuelta en la realidad, los fuegos artificiales iluminaban las dos fotografías que tenía en mi bolsillo y las dos imágenes cayeron deshechas como lágrimas elevándose invertidas en el globo ocular del muerto que era yo mismo en ese instante; ese otro que ya no seré se quedó en el cielo viejo como ese mínimo llanto en medio de la celebración, ya no quise mirar a nadie y que tampoco me vieran, me regresé a mi casa y me despedí de esa vida con los brazos en alto al igual que un par de blancas banderas para que todos notaran lo simbólico del gesto. Estas líneas son para ti, estas líneas de mi mano en las que el porvenir parece una constelación que ilumina a la vez los hemisferios día y noche, en el cielo se verán esos dos puntos cardinales al revés,

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tan tuyos y tan míos, que los besos ya nos los llamaremos con ningún nombre geográfico sino que serán cuerpos celestes y luz, los primeros en aparecer y los últimos en irse, porque de ahora en adelante nuestros ojos serán esas estrellas.

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UNA LETRA DEL MUNDO REAL

Oh qué alegría el sol que se ve a lo lejos, sobre esa cordillera y ese par de nubes prosódicas allá en el comienzo de este poema; es un sol que se ve transparente lo que quiere decir que es negro y a su lado hay una hirafa con un cuello largo largo que bebe de él como si fuera un pozo, el pozo donde todos los que ven los colores reflejados en las cuencas y no por la piel o el olfato arrojan sus esperanzas como anzuelos diciendo ‘mañana será un día mejor’ sabiendo que no lo será, pero de todos modos qué alegría el sol y también un poema el día de hoy porque ciertamente todo poema es una letra del mundo real.

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TESTAMENTO DEL VIAJERO

Eres hermosa y escribo estas líneas para ti, hace poco he llegado y en unos días más volveré a irme, tendrás que estar contenta y cuidarte mucho hablar con los pájaros que pasen siguiendo al sol y salir a caminar con los árboles y las nubes. Regresaré a casa con frío desde el estómago de los mares, traeré la ropa mojada y las manos azules de tanto escribir la ficción que resultó ser mi vida, pero aun así entraré a tu habitación sin hacer ruido y besaré tu frente. De ahí seguiré viajando, ya no sé dónde porque mis maletas serán los años que me tocó vivir y mis papeles burocráticos un par de libros manchados con la claridad de nuevos ojos que algo vieron, lo que yo no pude ver, pero sí escribir a ciegas con la mirada llena de plancton y otras hermosas flores que perfumarán mi borrosa descomposición de autor. Te veré disfrazada con la realidad caminando sobre ella, alegre y tierna como siempre, pensando en todo lo que no nos dijimos pero siempre estuvo en nosotros como los dos hermanos idénticos que seremos mañana, mitad tú de mí y yo de ti. Todos mis libros te pertenecen, lo que haya escrito y lo que no, los poemas debajo del agua escondidos, los quemados entre mis sábanas, los que se olvidaron que eran poemas y los que prefirieron la muerte con el filo del papel; así, de este modo, mis penas escritas te darán fortaleza y el jolgorio que padecí te hará bien, justo hasta donde lo que vivimos sea la última noche y en ella la última puerta para saludarnos o despedirnos con un beso.

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Ya es tarde, pronto debo partir, la luna brilla en su desaparición, estoy relajado, tranquilo, el cielo sigue allí, estrellado y cómplice; a lo lejos se oye una triste canción pienso en A, en N, en G, en R, en Y, letras con las cuales escribí un solo cuerpo, una palabra profunda y bella para despedir mi deseo que perdí como todas esas batallas, pero justamente las ciudades y sus péndulos, los besos, las calles, las peleas y los viajes fueron una vida mía, La Vida Muerta que ahora, hermana querida, dejo en tus manos sin enojos ni rencores, porque allí podré volver a nacer, en el futuro que eres para mí junto a todos esos niños y niñas que caminan en fila y abrazados por la línea del horizonte donde yo también camino como lo hará algún día tu hijo.

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II

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UNA DEUDA PENDIENTE

Calentando el infierno de los poetas que es vivir y escribir con miedo como un río que no termina su caudal hemos hecho bulla al arrancar los poemas de los libros y lanzarlos en picada contra esos que creen que la poesía es tener números en las páginas, un índice y una linda portada. Los mafiosos tampoco entienden que mientras más millones tengan en sus manos no contarán más amistad, lo que no saben es que después de cada sexto cero el ojo supura pus y la boca se llena de bilis, además creen que los poetas a su alrededor son sólo libros que comen, beben y cagan. La grandeza de un poeta es del tamaño de su mano que extiende kilométrica a quien ni siquiera se la pida. Ninguna academia es más hermosa que una flor, ni tiene más que decir que un niño sordo mudo; allí miden la vida en libros que a nadie le importan y la literatura es una obligación y el lenguaje una taxonomía para equivocar cualquier sueño. No estoy a la cabeza de nada ni a la altura de ningún órgano, todo lo hice con las manos limpias pero lavadas por mis propias lágrimas y la mirada en alto hacia donde sigan avanzando las estrellas porque ellas huyen de la oscuridad y la farsa que para mí es el sol. Este libro significa para mí lo que nunca quise escribir, ver como los corazones de mis amigos se fueron llenando de envidia y ambición, ver como mi país ha hecho todo lo posible

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por destruir la mayor cantidad de sueños como el de una poética colectiva que congregara y abriera espacios y una esperanza también colectiva, pero no entendieron nada, nadie quería a nadie de verdad, todos somos utilizados por el oportunismo y la revancha; mejor es irse lejos donde mi libro me vea y diga: es él.

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EL SANTO OFICIO O LA CAZA DE LA SAVIDURÍA

Mi estimada censura, ante el miedo que usted siente por los poemas que leeríamos en un par de semanas en la universidad donde usted cuida el trabajo le hago saber desde ya que lo que yo lea ese día - es decir este poema tendrá plena y clara referencia a su libro favorito. Usted me conoce hace años y nunca nos llevamos bien no pudo convencerme de unirme a las filas de su ejército fachoso crédulo y yo no la pude hacer entender que en el poema la vida de uno es una ficción literaria y por eso es más verdadera que la realidad, en esas condiciones y como las cosas de ahí en adelante se pusieron color de hormiga me excuso por no asistir al café que usted brindará previo a las lecturas para darnos un siempre útil buen consejo. No quiero importunarla ni menos malograr -como dicen acásu generoso espíritu de recibir a los jóvenes poetas imaginarios en su universidad, por tal le insisto y que no le quepa ninguna duda que mis poemas están inspirados por Dios, y tienen como referente intertextual a la Biblia. Me explico, seguramente hablaré de genocidios: Pero en las ciudades de las gentes que Yavé, tu Dios, te da por heredad, no dejarás con vida a nada de cuanto respira. (DEUTERONOMIO, 20:16)

Hablaré de política internacional: En medio de la noche mató Yavé a todos los primogénitos de la tierra de Egipto, desde el primogénito del Faraón, que se sienta sobre su trono, hasta el primogénito de los animales. (ÉXODO, 12:29)

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Hablaré de derechos y minorías: Matad de los niños a todo varón –ordena Dios -, y de las mujeres a cuantas hayan conocido lecho de varón; las que no han conocido lecho de varón, reserváoslas. (NÚMEROS, 31:17-18)

Hablaré de ciencia ficción: Y miré, y he aquí que venía del norte un torbellino de viento, y una gran nube, y una masa de fuego, y un resplandor alrededor de ella; y en su centro, esto es, en medio del fuego, una imagen como de bronce resplandeciente. Y en medio de aquel fuego se veía una semejanza de cuatro seres vivientes; la apariencia de los cuales era la siguiente: había en ellos algo que se parecía al hombre. (EZEQUIEL, 1:4-5)

Hablaré de homosexualidad: ¡Cómo han caído los valientes en medio de la batalla! ¡Jonatán, muerto en tus alturas! Angustia tengo por ti, hermano mío Jonatán, que me fuiste muy dulce. Más maravilloso me fue tu amor que el amor de las mujeres. (II SAMUEL, 1:25-26)

Y podría continuar, pero no quiero aburrir a la distinguida concurrencia que vaya ese día a escucharnos. Por eso, mi querida censura, le prometo y le requete prometo por lo vanguardista que soy y el respeto que se merece su fe que del Código da Vinci no haré ninguna, pero ninguna mención aunque cada día esté más convencido de que los best seller serán los clásicos el día de mañana.

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EL HAMBRE Y EL SUEÑO DE LOS POBRES

Una mañana desperté convertido en un libro, es decir en uno de mis libros, nada peor me pudo haber pasado con mis casi cuatrocientas páginas era el hazmerreír de las otras publicaciones de poesía. ‘Mórbido’ me gritaban en la calle y nadie se me acercaba, mis amigos se alejaron porque decían que era una soberana lata. Algunos que no me conocían intentaron leerme pero nada dijeron, qué triste es haber nacido en el género equivocado dentro de una familia que no lo quiere a uno, extraña, externa, distinta y distante me siento la coja que nadie saca a bailar, la voluminosa cuando todos son tan raquíticos. ‘Tenís que podar’ me dicen algunos poetas que les iría mejor como jardineros, ‘no escribai tanto’ me dicen algunos poetas que les iría mejor como vendedores de celulares, ‘puro tecleo’ me dicen algunos poetas que les iría mejor como cajeros de bar. Yo les digo que por último puedo escribir un libro grande y luego uno breve, pero ellos no salen de sus hojitas cagadas de miedo creyendo que la gordura de un libro es gula y voracidad y que la dieta es el mejor camino para este trastorno, lo que no entienden es que este exceso no es más que el hambre acumulada de tantos años en los que no pude comer y sobre todo la necesidad, la necesidad de poder esconder entre tanto lo mínimo que soy yo mismo para mí.

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SUB NORTE

Cf: Sólo su enorme pena ha podido construir este libro cuando su propia vida parecía atravesar los estertores finales. He aquí al menos representativo de los jóvenes poetas chilenos, conmovedor, terrible, coloquial, atropellado, conflictivo y radical. Una ráfaga destructiva asola su mente, que es puro lenguaje, y esa es su vitalidad: irse quedando solo. Los vientos helados ya comienzan.

Siempre se está escribiendo frente a un río. Aunque sea uno el que no lo ve. El viento por su parte hace lo suyo y los árboles son los que más observan esas extrañas y trágicas convulsiones de una mano, un lápiz y un papel. El sol es una mala señal para el amanecer, porque quiere decir que tendremos que ver todo con los ojos. En unas horas será de noche en mi corazón y ninguna estrella brillará, a lo sumo el recuerdo de un nombre u otro árbol al que le daré un rostro humano. Así y todo, no dejo de escribir aunque esta gota sobre la página sea una gota de lluvia o una lágrima que me invite a comenzar un poema triste de un libro que está vivo. Pacífico guerrero en mí Azul las olas sin suyas En un vaso de agua Hasta la boca un vuelo On the rocks ardiente Era un secreto & noche acá Iluminados los ojos Un continente se ve sombra Beso un mismo de súbito Arrecifes de colores stop La lengua vos no se usa Corpus in extenso alter Dentro de unos versos botellas giran Llenas aromáticas desnudas & derretidas Bajo vaivenes belicosos tan Enredándose ante la palabra & fruición No sé los nombres de esto Como también el fulgor que producen Oigo su arrastrarse rapiña

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La página es más agua que el río Más allá del he soñado esto hoy Recuerdos dónde se van ahora mismo Beso tus manos bajo su piel Tuyo no es el reflejo de mí Dime cómo te llamas con esa cornamenta Encima de mis hombros el disparo Una línea del horizonte quebrada al sur Este cielo blanco y sus letras lluviosas doy Luego lengua muerta amarlo Caminando sobre los nombres de Las palabras con toda su liquidación En la ventana de tu figura Caminantes nunca más vistos Con nadie a la distancia & saben que las piedras no siguen Mis países sueñan a muerte Viniste a buscar que sólo tú Muchacho veo mi ilusión a ras Corto letras antiguas Tras la ciudad invertida boreal Propio es mi nombre tuyo En tu espalda El movimiento rozando él Mi luz yo encuentro al abrirle Arte de tatuar en venado Un triángulo de oro en un puente Olvidar la señal en contra Del desierto espejo allá arriba

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LA TORRE DE PAPEL

Al momento de escribir un libro todos los excesos del mundo para mí son virtud, y digo del mundo, por no decir mis propios excesos. Con la religión, nada; con la moral, menos, aunque yo que soy un simple coleccionista de palabras podría pararme frente a Dios y decirle que he escrito más que él. Nadie nos ha presentado, pero lo he leído, permítame decirle. Me gusta su fuerza, ese ímpetu, grande, como el océano, a pesar de que me lo imagine a usted, Divino, escribiendo en un pequeño escritorio bajo el fulgor de veinte astros reyes y como un niño caprichoso derribando naves espaciales con los poemas que no le gustaron, así como jugando a que no le dio al agujero negro del olvido, porque seguramente, usted, no corrige, yo tampoco, lo encuentro de mal gusto, eso de pasarse semanas reparando un pobre poema cojo, tuerto y sin dientes, en vez de dar a luz otros diez mejores. De las costillas que tengo me hice una pluma para escribir sin ningún peso ni gravedad de nada que no quisiera, de tinta uso la de mis ojos, a veces un poco agria, color bastante común, pero no por eso menos profunda. Óigame, Divino, a propósito de ver y no creer, yo conozco a su primogénito, sí, vino acá a donde vivo, una vez lo vi escribiendo en la arena luego las olas se llevaron esas palabras y hasta hoy no las han devuelto como sí hace con los cadáveres el mar. ¿No le parece extraño? Su hijo nunca conoció la nieve y me imagino que eso fue lo que escribió en esa playa, pues sí,

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los poetas escriben de cosas que no conocen, por eso mismo esto es un misterio y los misterios no pasan jamás. Las constituciones, sí, los libros de historia, sí, los de astronomía, arqueología, incluso los de computación, pero los libros de poesía sobreviven. La imaginación no tiene fecha de origen, ni de término. La mente es eterna, suavemente eterna, más que el espíritu, al cual le hace falta unas buenas verduras de esta era geológica. En fin. Divino, no te interrumpo más, te reitero que me gustó tu libro, lleno de vida que es la síntesis de todas las videncias, diáfano, hasta se ve el punto de fuga y las perspectivas, los juegos de luces y sonido que de tan bien logrados hasta uno puede saber a qué distancia están las estrellas con tan sólo escucharlas hablar. Yo empecé con esto para hacer mi vida más libre, mentí y odié, también quise, pero se sufría menos con escribirlo. Oye, le dimos la vuelta al mundo con esta conversación, a propósito, qué pequeños se ven nuestros países allá abajo, parecen manchas o letras o palabras; por suerte escribí mucho y terminé mi torre de papel, aunque parezca un loco aquí arriba, haciendo acrobacia sobre mis libros, al menos me sirvió para tener esta charla contigo y huir del infierno del mundo que es no poder morirse jamás.

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RESURRECCIÓN EN VIDA

Cuando dije que no volvería a escribir ni a publicar más libros lo único que quería era morirme tampoco iba a volver a caminar ni a respirar ni a ver el sol, sólo podía imaginar cómo se verían las plantas de los pies de mis amigos, el pelo que jamás podría volver a cortar o las uñas que se confundirían con las raíces de los árboles, luego regresaría de un sobresalto a una nueva vida como si hubiese estado aguantando la respiración saldría a la superficie dando un grito, me abriría paso no entre la tierra o el barro sino que nadaría en un mar primordial y al asomar mi cabeza para ver dónde estoy se oiría como un llanto de bebé. Lo que escribo ahora es lo que soñé cuando estaba muerto, esos pocos segundos que hay entre una vida y la otra, en los cuales uno puede ver todo lo que fue y luego sólo recordar la última palabra que se dijo; en mi mente aún retumban esas letras aunque sean impronunciables por eso mismo las transcribí tal como se me aparecieron:

De ahí saqué el título de mi primer libro

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Así es. Ahora dicen que este libro es el mejor, el más mío, el más personal, el más acotado pero no entienden aún que no soy una figura literaria y que para mí la concisión del lenguaje es la avaricia de la vanidad. Equivoqué mi vida tomando todo camino incorrecto y esa culpa es la que escribo; ni miles de páginas me harán feliz, ni millones, si escribí mi pena en cada uno de mis libros deberían llegar a la luna para poder allí pasar la noche. A Zurita le debo la confianza en creer en un sueño que tuve a los diecinueve años y sobre todo la libertad para imaginar una obra sin dejar que el fascismo, que entre nosotros se llama miedo, me la arrebatara. Esta Vida Muerta es la deuda que tenía con ustedes, las ganas de decirles cuánto los odié, cuánto amé y toda la tristeza que todavía siento. No era mucho más que eso, reescribir, convertir los libros en poemas, escribir con otros y los ojos cerrados, dar cuenta de este largo viaje y terminar un poema como este, sin hablante ni vanguardia, así no más, con la honestidad que algunos no creyeron real y con la mirada escondida en estas páginas porque todo esto se me dio sin pedirlo. Mi lugar ahora debería ser debajo de este piso pero no fue así, lamentablemente no fue así y pido perdón a los poetas muertos que odié la envidia me mantuvo vivo.

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III

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LOS ESTÚPIDOS DE SIEMPRE AHORA SON AMIGOS

Leo lo que los perros de la poesía siempre entienden como bien, pero esos súper lectores no ven nada más que tinta en los libros y no saben si la O es cuadrada o un hoyo en la página para poder leer desde el precipicio que es el libro mismo, caramba!. No entienden que la catástrofe está sobre nuestras cabezas, pues para ellos esto es literatura y ven propaganda y repetición donde sólo hay señales de alarma y muerte. Ni todos los márgenes juntos me darían un lugarcito en algún centro, ni todas las confusiones genéricas juntas me harían más regia que el cadáver exquisito de la chilena poesía. Qué le vamos a hacer, si el capital del lenguaje yo los despilfarro porque nunca fue mío; no soy como esos que ahorran y ahorran tantas bellas y terribles palabras, porque todo lo que se acumula para uno mismo termina convirtiéndose en mierda. Estos corchetes [ ] parecen un libro abierto sobre el cual hay dos letras que no son el nombre oculto de ningún dios, ni de ningún padre al cual pueda violar con un beso en su lengua muerta, porque la reescritura es la violación de los violados, es la vuelta de manos y de piernas, pues uno está escrito en todos los poemas que existirán. La reescritura no es novedad porque la novedad son los mismos viejos sueños de siempre,

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acaso no estamos reescritos por esos poetas locos que mancharon el lenguaje con sus propias vidas, acaso no estamos reescribiendo el último capítulo de nuestro pasado inconcluso. Los perros de la poesía, como dicen por ahí, sólo quieren huesos y oler su propia ponzoña, se juntan a hablar mal de mí que es lo mismo que recordarme; mis ex amigos mis ex queridos hacen todo para que alguien los vea se inventan lecturas todas las semanas porque nadie más los invitaría y se esmeran en negar toda relación conmigo en esos lugares que de tan privados están en la plaza pública del asco y su bajeza de tan grande casi ni se ve. Heu miser! quia frequenter impeditus ero deinceps!, que quiere decir: Ay de mí, que de hoy más seré frecuentemente atormentado! Ja! Hijos de la grandísima puta que los parió.

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MARS POÉTICA (EXTRAGALÁRICA)

Oigo y celebro la ebria voz de Teillier mirando el cielo de Lautaro exigiendo que la esperanza venga desde otros cuerpos celestiales; las estrellas brillan como nunca y los ojos del poeta no pueden quedarse quietos, las lágrimas le hacen ver todo borroso y gracias a ese extraño fenómeno de ver cualquier luz con la mirada empapada Teillier en cada estrella ve los restos de los poetas venideros borrachos, solos, bajo una fría neblina, llorando. ‘Buenas noches’ le digo, ‘¿qué tienen de buenas?’ me responde y me pregunta, ‘las estrellas’ le insisto. Él baja la cabeza, se acomoda la bufanda en el cuello y murmura: ‘que lleguen luego los ovnis’. - siglos más tarde la realidad se hará poema -

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LA HUIDA DE LOS BÁRBAROS

Alguna vez soñé con ustedes en esas noches sin poder dormir; un país los veía recorriendo conmigo a cuestas en una silla de ruedas espiritual, bailando alrededor de cualquier accidente para celebrar que la geografía es una figura literaria, pero al revés. Éramos una caravana tan hermosamente solitaria y triste y no nos descarriábamos del delirio que significaban nuestras risas en fila escuchándose sobre las aburridas olas que repiten las mismas letras hace millones de años. Los muchachos estos se hastiaron de los colores de sus patrias y comenzaron a caminar sin rumbo fijo; de un día para otro las familias se encogieron de brazos viéndolos salir de sus casas como hipnotizados por una noche que no imaginaban. Desde todas las ciudades se iban sumando, agrandábamos nuestra pena y no nos soltábamos de las manos porque así era nuestro pacto: la sangre que nos une será el gozo de la buena voluntad, la escribiremos más allá de los géneros, los nombres y los espejos. Todos sus órganos son ojos con que mirar lo que sucede, y las películas que han visto les parecen parpadeos de la historia; mientras avanzábamos yo pensaba en esas hordas de bárbaros que miles de años atrás arrasaron con el más grande imperio;

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ahora un grupo de muchachos camina siguiendo las exhalaciones de la noche, y es dulcemente más terrible. Entrábamos a los hediondos bares y allí realizábamos ceremonias y alianzas para no dejar de avanzar; pasábamos a los terminales a reírnos de los que creen que se van o llegan a alguna parte, en las carreteras escribíamos los nombres de las estrellas y constelaciones, como la B 612, y en los puertos nos gustaba besarnos con el perfume de la piel. Las cordilleras saltábamos con un solo pie, al igual que las ciudades incendiadas por los que inventaron las cifras de la vergüenza; el mar bebíamos con vino, el pan era exquisito con tierra, las furiosamente hermosas noches estaban llenas de signos y proyección. Cantábamos al ritmo de nuestras lenguas cada vez que se nos aparecía una incógnita en el camino vaticinaba yo que si hubiese estado despierto este sueño sería un poema; escribíamos todo lo que podíamos imaginar juntos y nos olvidábamos de la antigua vida, de los golpes que inflamaron nuestros corazones, de lo exuberante que puede resultar la vanidad, del recuerdo de una mentira idéntica a la infancia. Ese era el momento de las invocaciones, con las cuales los parques se llenaban de árboles y barcos, y de los hospitales salían despavoridos los que conocían los augurios que venían con nosotros; los buses estaban repletos de carreteras y la vida humana parecía un corazón más en este último viaje. A las universidades iban los besos, y los países de Latinoamérica eran más que los planetas, su noche estaba más adelante que la luna, inclinada hacia las contradicciones. Estos muchachos

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se arrancaban las cicatrices mutuamente y a las discotecas iban a curar a los leprosos, esos que se escondían en lo oscuro y que jamás recibieron una palabra de amor. Nadie nos detuvo, y no llegamos a ningún imperio, muchas veces nos extraviamos y volvimos a andar por los mismos caminos pedregosos, áridos, difíciles, pero aun así si estos muchachos volvieran a buscarme en alguno de los siglos venideros, yo sería el primero en salir a la calle y decir vamos, vámonos con nuestras penas a cuestas, porque si de algo se trata la literatura es hacer de la vida, un paraíso un paraíso en llamas.

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POR TI ME VOY A PEINAR

Querida amiga, Stella, desde tu muerte esta ciudad se me ha llenado de tristeza, de un malestar que nadie entiende, de una bilis negra que no había sentido nunca. No sé lo que significabas para este país, pero definitivamente algo cambió, todos somos más tristes y de cualquier lado queremos huir porque sabiendo que tú no estás no tiene sentido seguir siendo rebelde. Las nuevas violencias arrasaron con todo y nos quedamos esperando a que dijeras algo, pero hablabas desde atrás de un vidrio junto al pajarito que te dejé ahí en tu tumba para que lo acompañaras a volar por donde sólo tú sabes; porque el cielo lo construiste a golpes y bellezas, el mismo que nosotros miramos para no ver nuestros propios pies que son un recuerdo lejano de cuando salíamos a saludar a los viajeros y ellos nos daban botellas de un vino azul que bebíamos en los bares más hediondos, pero nosotros veíamos peces en esos vasos, peces que volaban a la velocidad de la noche que defendíamos con dientes y garras bailando sobre las mesas para estar más cerca del cielo. Stella, querida amiga, que nunca nuestros vivos descansen en paz si eso significa que no vean la catástrofe que padecemos, la que te golpeó en los años milicos y la que terminó de matarte en la hiperdictadura, no era soledad sino olvido. Ellos te desconocieron, taparon sus oídos con mierda para no verte y te abandonaron como hienas, pero tú estabas con nosotros, nos escuchaste gemir en los callejones

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mientras llorábamos de alegría porque lo que tú eres para nosotros es la luz negra de aquel sol que no quisimos ver si los ojos cerrados había que ofrecerles. La muerte sabe más que tú y yo juntos por eso sigamos bailando y entonemos esas canciones que tanto nos gustaban porque si escribirte este poema es decir la muerte existe lo dejo hasta aquí y me uno a esos versos que pusiste en nuestras manos observando de pie nunca de rodillas los cuerpos celestes que no regresarán.

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LA MADRE DEL POEMA

Ustedes saben mejor que yo, ustedes saben mejor que todos esos que viven en el miedo y la vanidad que los poemas son los peores hijos que una podría tener, a mitad de la noche nos sacan de la cama, salen de la habitación por las ventanas como ladrones de algo que ni siquiera saben, nos tienen preocupadas hasta el atardecer cuando regresan hambrientos y sucios, pero impregnados de la ternura y el coraje que es la vida misma; nos desvelamos por ellos para que crezcan y lleguen a ser más felices que una, pero nosotras a nadie le interesamos ni nuestra entrega ni el sacrificio, estamos siempre solas y no nos entienden se burlan y dicen cosas a nuestras espaldas pero incluso así ese hijo descarriado es el que nos llena de orgullo porque gracias a él salimos de nuestras aburridas casas le damos emoción a la rutinaria vida que significa este tiempo y podemos decirle a todos en sus estupefactas caras: ese poema que va ahí, yo lo crié ese poema que va ahí, es el fruto de todos mis esfuerzos. Ustedes saben mejor que yo que la poesía está más viva que todos esos que dicen tonterías de nosotras porque lo que para ellos representamos es el triunfo a un destino lleno de acumulación y fracaso; a nosotras la poesía nos ha dado una razón para no abandonar la batalla y estar juntas y esto sí que es vanguardia dejar de limpiar el inodoro por escribir un poema y esto sí que es antipoesía dejar de hacer un plato de porotos por escribir un poema y esto sí que es experimentalismo dejar de ir al supermercado por escribir un poema y esto sí que es acción de arte dejar de hacerse mierda las manos lavando ropa por escribir un poema y esto sí que es novísimo dejar de llorar a solas por escribir un poema.

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Ustedes saben mejor que yo que la valentía es real cuando significa dejar de hacer lo que estábamos obligadas en vez de hacer lo que otros quieren que hagamos; la poesía es ese hijo que al final nunca regresará y así debe ser porque quiere decir que nunca se irá de nuestro lado y que nuestra vida tiene una esperanza, y esa esperanza es el poema, el poema que vendrá el día de mañana.

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LOS DIOSES MIGRATORIOS

Se nos mueren los poetas como árboles caen en el bosque para ser hechos libros que nadie leerá por el miedo que produce la blancura de una página o un rostro en una noche estrellada, oscura y tan fría que hasta los polos tiritan al no ver la luna y saber que sobre sus magnéticas cabezas vuelan los dioses migratorios con sus hilos de voz cayendo sobre donde los poetas han ido a parar con sus vidas envueltas en sus esqueléticas manos porque hasta los muertos tienen donde terminar sus días aunque sus sombras tengan heridas y sangren y el aire mismo sea su espíritu, ese aire con el que respiro y soplo esta tinta para que se seque, aire como si este poema fuera para Gonzalo Rojas en todos los días que siguen a su nunca muerte. Ya no se puede dejar de ser poeta cuando uno sigue escribiendo aunque sea en sueños, muchas veces lo pensé sabiendo que tendría que arrancarles todas las páginas a mis huellas y quemarlas, pero al imaginar esa enorme llamarada me doy cuenta que mientras más libros escribí fue cuán lejos quise irme; lamentablemente nací cuando todos los niños ya eran viejos y los dioses estaban muertos por eso publiqué un primer poema y ahora éste, así como jugando, con barro, semen o delirio, imaginándome el reino de los cielos. Siento, esta noche, que la poesía es la Casa de Dios invertida.

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Huaca de la Noche

Y en esa amanecida frente al mar, Malte, de pronto, se puso de pie. Se quitó la ropa hasta quedar desnudo. Y corrió a la orilla donde morían las olas en espuma blanca. Levantando los brazos gritó: Mi cuerpo es más hermoso que el mar. OSWALDO REYNOSO

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EL CIELO PARA TI

la cita de Trakl también era un sueño

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I Las palabras al revés tienen pelos hirsutos, ojos saltones y garritas engarfiadas, se juntan en las noches cuando un desprevenido lector las mira de soslayo y cree que de ellas es luz lo que sus ojos atrapan, pero no se dan cuenta que lo único que representan es la ficción de su apariencia porque las palabras por más que no quieran decir lo que dicen sudan un olor gramatical que convierte toda lectura en una fiesta de disfraces donde no se sabe qué es quien ni quién es algo. En la oscuridad de esa luz aparición y delirio. Un chico baila en la mitad de la pista y se le caen los brazos y los pies, queda desnudo y ahí mismo dos lágrimas ruedan por su espalda. Todos lo miramos y ese chico es un poema me dicen al oído. No me atrevo a bailar con él porque es hermoso y cada paso que da es una señal de muerte para irnos juntos y no regresar jamás. Ahora me tomo una cerveza que concentra toda la luz del sol sobre los campos magnéticos - he ahí un secreto Mi chico es el último de una nueva generación de esperanzas colectivas, la noche lo hace decir cosas que nunca pensó y su dolor es tan tierno que uno quisiera también sufrir con él. Todos sus vicios son uno solo: querer hacer de la poesía su propia vida en un gesto que evoque lo que alguna vez fue el primer grito de la humanidad. Su corazón es la capital de su propio reino que es un jardín de los delitos

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donde todas las sensaciones florecen de noche y el color y el perfume son un castillo hecho de piel y pelos: es él. Yo me veo en ese poema. Me fascino en contemplar como todo lo que le rodea no puede dejar de dar vueltas y nadie le atrapa al pronunciar. Su devoción es saberse al margen de todo lo que en otros produce silencio, por eso él escribe con las palabras al revés y su fiesta de disfraces es su circo en miniatura donde juega desde que se olvidó de la eternidad y halló algo más hermoso y perecible que verse en un espejo, o sea, ver el espejo. II La insistencia de los cuerpos en proyectar a contraluz su pasado aun cuando sea de noche y las estrellas sean la única intuición. El fuego de unos ojos o de un volcán que es también un ojo para ver que el firmamento estuvo acá abajo de estos pies que regresan al polvo que llevan consigo. Esa tierra era un amanecer y un desnudo. Debo de saborear la astucia de esto que comienza aquí y entender que unos labios que se unen como un relámpago frente a esos ojos pueden horadar el subsuelo celestial y con miradas escribir en el aire todo lo que no podemos aún decirnos. III Tararear alguna de esas canciones fascinado por su baile y la grandeza inocente de su odio en una pista llena de desvíos y hoyos negros - como una lenguaes lo que hace que todo esto sea literatura.

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Pienso en tantos cuerpos enceguecidos que le besarán con la enfermedad de querer amanecer con él. O que soñarán con la siguiente imagen: La de un muchacho que agarró cada uno de sus años y los arrojó a la luna –antes que fuera destruidapara que cada noche fuera su última noche y las estrellas fueran esos cuerpos celestes llenos de vía láctea. Sus ojos cambian de color como las luces de la fiesta por la angustia de estar tan vivo sobre su propio eje la bola de espejos resume cada uno de los rostros que lo miran atravesándolo como un fantasma, viendo como los semáforos cambian para que los últimos autos que son los primeros engendren de nuevo a la ciudad. Sin embargo, él no piensa en eso porque de los poemas es el porvenir o el exterminio. Canto esta canción y la celebro con tres sorbos de cerveza para que el alcohol desinfecte como antes, aunque me haga más consciente, de esa herida abierta en el pecho que algunos llaman corazón. IIII Mi chico es aquel poema que baila ahí y al cual se le acercan los que no leen libros porque de tan poema pareciera estar solo en el mundo. Cuando alguien cree que se irá con él a las habitaciones arrebatadas, me digo, tranquilo, verás que hablarán un rato y a lo más se encerrarán en el baño a besarse. Pero, sé paciente, porque regresará como de un naufragio, indiferente a su fatalidad, dejando atrás a quien quiso perderse con él.

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V Hay veces que quisiera yo abalanzarme sobre ese muchacho, las cervezas hacen efecto y causa común. No sabría decirle algo más allá que me dejara pasar al otro lado de la pista. Me ingenio mientras bailo escondido en las luces de colores - divina oscuridad del frenesí como acercarme y celebrar que los dos hemos fracasado sin darnos cuenta y roto una cuenta regresiva que no sabíamos que existía. VI Qué me responderías, querido, si te digo que antes de nacer tú tenías otro nombre escrito en tu mano como una estrella en forma de palimpsesto y que las noches que se vayan acumulando en tu tristeza serán los sueños que tendrás después de morir como un monólogo de todo lo que no existe. En el más allá abrirás un libro: las resplandecientes letras borrarán todas esas lágrimas escondidas. Yo seré el único testigo que pueda escribir eso con la intensidad como ahora lo hago porque la muerte es una fiesta corta. Soy el huérfano y el deseo que vio en ti a un padre muerto, y en tu vida, una última metáfora. El poema seguirá bailando y su luz se mantendrá tan hermosa, su rostro será siempre el de un chico que vive lejos y ese es su triunfo, ser el más distante de todos pero el menos invisible en su pequeña muerte personal. VII Lento, lentamente me miras de reojo. Caminas, como tachando un borrador. Yo tomo más cerveza. Recuerdo que soy un mamífero de sangre fría. En la colorida oscuridad de esta discoteca bajo las luces de todos los eclipses que podemos llegar a ser me sacas a bailar.

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No sé si estoy en un sueño o en un poema Me fascina la ficción, la fatalidad y el frote. VIII Una, dos, cinco canciones con la seguridad de que en una noche cabe al máximo todo lo que irresistiblemente brille como nuestras miradas sonrientes a lo que sería morir juntos ahora. Observo a mi alrededor y ya nadie más existe, me produce un exquisito vértigo y no quiero que ninguna partícula de esta noche se desprenda de mi mente. Vamos –me diceVamos a perdernos por la realidad. VIIII Haber soñado con escribir este poema sin saber que ahora, en la humedad de esta calle será él quien me apriete contra sí como una rosa. Siento cada una de sus espinas, acaricio su vergüenza y descubro que allí también hay una flor que será la coronación de esta noche o de este capricho, que es el oficio literario. X No amanecí junto a su cuerpo desnudo, no era el poema para mí ese que yo deseaba era tan sólo porque en él veía la muerte de mí mismo que iba escribiendo en su propia vida y sigue escribiendo en la soledad de haber desaparecido. O sea nos besamos y algo más: He allí que nunca olvide el amor al hacer este poema. XI ¿De qué le sirve ese amor a la poesía?

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le pregunté a mis libros cuando volví a casa. A lo más rompieron mi soledad, pero no mi corazón como este chico, desaforado, hermoso, imposible de revelar en su más profundo misterio. XII Oye, muchacho, entre tu vida y la mía para siempre este poema.

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YO TAMBIÉN SOY CHOLO Reescrituras de textos de César Vallejo

Sé que si llegaras a mi barrio Los muchachos dirían en la esquina: Qué tal viejo, ché su madre LUIS HERNÁNDEZ

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PEQUEÑO RESPONSO A UN HÉROE DE LAS REPÚBLICAS VENIDERAS

Un libro quedó entre su mano y la del futuro, un libro que brillaba como una constelación. El poeta sufre, pero su lengua muerta es un nuevo idioma que tartamudeamos todos, con dolor sobre el papel; recorrimos las páginas y las estrellas resplandecen como nunca, también sus ojos y la muerte invertida en ellos. Yo vi su libro, esa noche, su libro, delante de otro, debajo de otro y todo lo que había ahí era suyo porque los muertos son dueños de la tierra, el aire y el cielo. Poesía escrita a golpes, a medio camino entre el amanecer y el vértigo, poesía escrita como una carta astral que ilumine los recovecos de nuestras fantasmas ciudades. Sé quedó este libro para siempre, con el fin de vaciar la tumba de todos nosotros que es el miedo, la conformidad en la escritura. Todos soñamos, con la pena a cuestas escribiendo también escribe la muerte sobre nuestros cuellos, pero los libros refulgen, yo los vi esta noche, su libro, delante de otro, debajo de otro como testimonio de que la poesía a pesar del mercado, el fascismo y la guerra no cesará de escribirse. CORO: Dios, aparta de mí estos sueños

(me dan ganas de seguir soñando hasta morir)

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CUARTO

Algunos poetas miserables se vanaglorian de sus becas en España, mendigan doctorados en París, en Roma, en Praga escribiendo desde allá con su pluma en la cabeza escondida y arrogante buscando premios mesiánicos, en Londres, en Nueva York, en México. Estos pordioseros del éxito se devoran entre ellos mismos, ofreciendo sus abiertos culos, a la comodidad y el bienestar mediocre para convencerse de que no tienen nada que hacer por nadie. Por acá la necesidad es una flecha, y la esperanza un arma común que los que escriben utilizan para que en el porvenir el asesinato o la tortura de un poeta sea el inicio de una revolución. Los gemidos y los aullidos de los libros vuelven a escucharse desde lo más molecular de la rebeldía y su voz es mayor porque viene desde delante de nosotros como un ángel con la espada cronológica en las manos. Muchos de los mismos escritores atacan por estar del lado de lo políticamente correcto y de la economía neoliberal de los recursos que es para ellos la literatura ¡ay! Cuántos increíbles poetas conocí con los calzoncillos rotos, delirando, desgarrándose, arrastrando la fuerza del primer grito de la humanidad al ver la primera noche estrellada. La poesía es un cuarto poder: tinta sin sangre ¡El poeta saluda al sufrimiento del oprimido! CORO: Dios, aparta de mí estos sueños

(ya quiero salir a las calles)

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HOY ME GUSTA LA POESÍA MUCHO MENOS

Hoy me gusta la poesía mucho menos, pero nunca dejo de escribir: ya lo he dicho. Casi llegué al límite de la literatura que es la muerte del autor, pero no lo hice porque alguien apareció y tomó mi mano. Miro mis dedos cuando escribo y casi no los reconozco como tampoco los libros que he hecho: ¡Tantas páginas y tan poco de mí! ¡Tantas noches en tan pocos años! Mi madre encerrada en su habitación lee a escondidas estos manuscritos y llora; mi hermana baila sobre su cuerpo dormido y yo leo y escribo a la vez sin dormir ni comer. Le tengo cariño a la poesía obviamente pero, desde luego, vivida con mis amigos en nuestros bares favoritos escuchando las canciones que nos hacen besarnos todos contra todos para decir: Yo soy libre, como él; yo no tengo miedo... y repitiéndonos como un mantra: ¡Tanta poesía y nunca hablamos de ella! ¡Tantos años y seguimos viviéndola, viviéndola, viviéndola! Escribí prosas, escribí de todo, cortito, extenso, escribí incluso sólo para no llorar. Porque de verdad sufrí como en esos hospitales después de lo que significó literalmente romperme entero y está bien y está mal que haya pasado del dolor al placer el cuerpo se hace mente. Me gustaría escribir hasta el último día, aunque sea con los ojos cerrados y las manos sin piel porque como dije antes y lo repito ¡Tantas páginas y tan poco de mí y tantas noches en tan pocos años años años! CORO: La Estrella en la Mano (el pacto de la sangre y la noche)

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UN AMIGO PASA CON UN LIBRO

Un amigo pasa con un libro que es una estrella en la mano ¿Irá a escribir, a la noche, una reescritura? Otro se sienta a mi lado y se acomoda sus tetas imaginarias ¿Existirá un travestismo mental? Otro está enamorado de mí, pero también de su novia ¿Deberé decirle que ella es lesbiana? Un hombre solitario y magnífico reconoce que ha escrito un tanto pero soñado todo ¿Tendré que leer todos los libros que publicó Hora Zero? Otro deambula sin memoria tosiendo vino y cerveza ¿Cabrá la posibilidad de que llegue a ser como él? Otro busca comida y algo para abrigarse en la basura ¿Cómo escribir poesía social para que no haya pobreza? Un albañil cae de una obra, pero desaparece la obra ¿Habrá sido un obrero de la deconstrucción? Un poeta mafioso lava dinero con festivales para que luego lo inviten a él ¿Existirá gente tan asquerosa? Un empresario es dueño de casi todas las plantas de celulosa de mi país ¿Tendrán que ser siempre de papel los libros? Un poeta duerme con la tijera en la mano ¿Habrá alguien que lo alabe salvo un peluquero o un jardinero? Alguien va a un matrimonio y lo destroza todo ¿Podrá exigir que legalicen la unión entre personas del mismo sexo? Alguien cocina un queque que es una bomba ilegal ¿Me acordaré de la dieta parlamentaria? Alguien cuenta las páginas de un mínimo libro ¿Habrán poetas que no les pasa nada en la vida o por la cabeza? CORO: La Estrella en la Mano

(¿o la mano en la estrella?)

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OYE A TU RAZA

Oye a tu raza, a tu deseo, escúchalos, no escribas de ellos de memoria o con manuales como los oportunistas; oye a la ciudad en la que vives oye a tu cuerpo desnudo, durmiendo junto al mío. Relájate olvidándote de la vergüenza y de todos tus libros en que la poesía parezca una carrera de caballos; rómpete, pero el culo mental; infórmate, pero en todo lo libre que puedes llegar a ser, ve zeitgeist, lee sobre bilderberg; asúmete como el aire, puro, transparente, necesario para todos. ¿La poesía? ¡Desvístete y escribe! ¿La vida? ¡Escríbela en tu cuerpo como un poema! Moreno precioso, piensa; es un mundo fascista, sácate eso de la cabeza. Luego hablamos. CORO: La Estrella en la Mano

(el símbolo de tu piel en el cielo)

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VOY A ESPERAR UNA PALABRA

Yo no escribo este libro con el nombre por el cual todos me conocen. No escribo ni siquiera como poeta joven o chileno o marica. No escribo este libro como marginal, ni como sudaca, ni como extranjero. Simplemente escribo, con la simpleza de estas dos letras idénticas encerradas en un par de corchetes cuadrados. Si no fuese poeta, si no fuese chileno, si no fuese marica igual escribiría. Si no fuese sudaca, ni marginal, ni extranjero igual escribiría. En este momento lo hago desde adentro, escribo simplemente. Escribo sin preguntarme nada. He escrito tanto, más de mil quinientas páginas, que ya no me acuerdo cómo se empieza un poema y cómo se termina ¿Por qué habrá todo llegado a este punto? ¿Dónde me habré olvidado la diferencia que existe entre un libro, un poema y una reescritura? De verdad no lo sé, ni por qué me lo pregunto ahora. He escrito ya sea de los vientos del norte y de la Cruz del Sur como constelación personal. He escrito sobre las 27 letras desnudas que son el alfabeto. He escrito sobre este país y las galaxias como si nunca hubiese nacido en alguna parte, y tantas imágenes más que se me aparecieron en sueños. Si hubiese muerto mi chico igual escribiría. Si me hubiesen encarcelado, torturado o asesinado igual escribiría. Si la Vida Muerta que me tocó fuera otra igual escribiría. En este momento lo hago desde más adentro aun, escribo simplemente. Observo la ambición y la mala voluntad de tantos poetas a mi alrededor y veo que sus obras no tienen nada que ver con lo mío, que de yo querer corregir y ensayar hasta una lágrima, todo lo que publicase me resultaría vergonzoso y digno de desprecio. Lo mismo a los que buscan la belleza y la verdad ¡Qué ceguera tan terca de creer que la poesía es más bella y verdadera que la vida misma! Yo pensaba que nunca me cansaría de escribir y tener libros que fueran mis hijos o mi padre. Pero me doy cuenta que lo que escribo no son los hijos que nunca tendré ni el padre que nunca me amó. Me faltan algunas noches más y me sobran años en que la pasé definitivamente muy mal. Si pusieran toda mi vida en una hoguera se apagaría el fuego al instante con todo lo que me ha tocado llorar. En este momento escribo lo que me va saliendo, no son lágrimas, simplemente escribo. CORO: Ni Poema Ni Cosa

(sólo vida)

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LA VIOLENCIA DE LOS POETAS

Todos han muerto. Murió mi abuelo que comía piedras al amanecer, se dio un tiro de rifle en la boca pero la bala rebotó y cayó junto a los pies del cadáver. Murió mi abuela que era una constelación delirante a través de las noches más duras donde me enseñó a caminar con los puños para que el olvido y la angustia no me destruyan como a ella. Murió mi tío intoxicado con el veneno ramificándose por sus pulmones que eran extrañas casas donde vivían electrodomésticos solitarios y barrocas pinturas. Murió mi otro tío, también emponzoñándose de a poco en cada país que le dio la espalda, pero no su sombra que él supo describir, salvaje, anárquico, mordaz esperando a que algún muerto le regalara un par de pilas para su reloj de oro. Murió mi hermano, hermoso y loco, que me regaló todas las sustancias ilícitas y los besos encerrados en los baños que hoy llevan su nombre antes que los caudales de esos propios inodoros lo arrastraran al más allá. Murió mi otro hermano, también trastornado por las llamas de su propia mente que era de donde siempre quiso huir junto a los helicópteros que me mostró en su vaso de vino antes de que casi me llevaran a mí también. Murió mi otro hermano en este país, donde me recibía con dulce pisco y me invitaba a que leyéramos juntos en cónclaves subterráneos para que la fatalidad no nos descubriera. Murió mi vida y estoy celebrándola con ellos. CORO: Ni Poema Ni Cosa (un cadáver)

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LO QUE NADIE VE

Ya no vive nadie en mi país- me di cuenta acá -; todos se fueron de las ciudades, los campos, los puertos están deshabitados. Nadie se quedó, y no sé dónde se han ido. Les cuento a mis amigos que cuando la gente se va, por lo menos alguien quiere quedarse. Ya sea el avaro con su dinero bajo el colchón o el ratero que le espera para entrar a su casa y llevárselo todo. Los nuevos países del libre mercado están destinados a desaparecer, porque sus leyes y sus riquezas están pensadas como consumo. Un país viene al mundo no cuando termina de construir su casa de gobierno, sino cuando en ella trabajan los que luchan por las sonrisas de millones de niños. Un país vive por sus hombres y mujeres, mayoritarios y minoritarios, sino es una tumba. De aquí que la agonía de la democracia comience cuando ignore y excluya a quienes por ella lucharon. Los países justos se alimentan de la diversidad y la alegría de sus habitantes, mientras que los injustos destruyen las esperanzas colectivas y vulneran los derechos de los que no pueden defenderse. Es por eso que en los primeros se puede soñar de pie, mientras que en los segundos te tienen agarrado del cuello o de rodillas Todos se fueron de mi país, pero en realidad no se han movido de allá. Y no es su pena nacional sólo lo que queda, sino que también sus ganas y sus sueños. No es tampoco que vivan ahí, sino que allí padecen su desaparición. Los muertos y los fantasmas se van del país arrastrándose. Lo que queda son sus malos recuerdos y el hoyo del que nunca pudieron salir. Los anhelos se han ido, los besos, los perdones, la libertad. Lo que nadie ve ahora es la lucha por la igualdad de oportunidades, la decencia ética, la apertura a lo nuevo, es decir, un pacto de buena voluntad. La izquierda y la derecha, la democracia y el mercado se han hecho un solo monstruo. Lo que hoy vale es el simple sálvese quien pueda, pero nadie puede salvarse ya. CORO: Ni Poema Ni Cosa (una tristeza profunda y global)

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TRÍPTICO

I Ese ruido que producen los archipiélagos al separarse sin mayor premura que esta noche entera, en que los sueños me llenaron la cabeza y sin saberlo cada uno de ellos era una de esas islas. No tienen apuro, el océano seguirá allí hasta las seis de la mañana como una partitura interpretada por la inmensidad. El resto de los accidentes geográficos me cae por la espalda, abisales, encumbrados, por mi columna que hoy es una cordillera. (tu país es una canción) XXVII Me encanta ese chorro, mi boca recuerda a ese muchacho, fuerte, implacable alcalino dulzor. Me encanta. Este país me ha tratado bien, muy buenos lugares para perderse con alguien. No quieres entrar. A mí me encanta esta sensación de convertir las noches en horizonte y los días en vértigo. Yo sí deseo pasar, muchacho triste y dulce, como tu piel, más oscura que mis intenciones, para cubrir el rechinar de tus cuatro huesos. Tú sabes lo que haremos allá adentro, seremos fantasmas, y mataremos el hambre de nuestros cuerpos con la eternidad de saber que lo que nos pase el día de mañana será una página de mi libro. Y ese chorro que decía antes es la tinta de este poema, que te cae en los ojos y no te da miedo, lector. Te trae algún recuerdo, yo no digo nada. Dulce y triste es esta noche, no tengas miedo, no tengas miedo.

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(como esta noche y tu piel) LX Es de madera, mi libro, puro vegetal. Este día he estado contigo y ha sido inútil, amanecimos desnudos, salimos a dar un paseo, ojeamos una docena de libros, vi unas citas que te pedí recordaras para ponerlas en mis últimos poemas. Comimos helado de fresa debajo de los abedules del parque, escribiste algo, lo lees y te olvidas que estoy ahí, me emociono y sueño con que esto nunca se acabe. Pero me impaciento y te pregunto otra vez: ¿Cuándo es que debes irte a casa? ¿cuándo es que tengo que presentar mi libro?, esas inquietantes utopías que jamás serán más espléndidas que este árbol que nos cubre del sol. CORO: Triste y Dulce (la fresca sombra y el aire extraño)

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ESPERANTO

Yo creo en un Dios que aún no existe. Nadie sabe de mi fe, de cuan apasionado estoy con ella; pero sí saben lo que hice ese mes de julio acá en Perú, porque yo creo en un Dios que aún no existe. Todo lo mío está tan lleno de él que es casi imperceptible: salvo en los poemas misteriosos que aparecen escritos por las estrellas. Hermano, escúchame, escúchalo... No es malo. Lo que viví ese mes de julio o de enero fortificó mi convicción porque yo creo en un Dios que aún no existe. Nadie sabe de mi fe, ni de qué se trata... pero sí saben que en mis poemas algo de eso aparece, y que el cuerpo es el cielo y la tierra prometida donde el interdicto y el tabú se convierten en una nocturna revelación. Nadie sabe... pero sí saben que mi poesía es el viaje mental de mi pena y que ese Dios sí es metáfora y promesa también saben que es Incógnita porque es interminable... Él no envidia nada, no mata, no odia, no es vengativo, no es hipócrita es como un niño sordomudo que camina por la calle con una sonrisa mirando el cielo. Yo creo en ese Dios... CORO: Los Hermanos Nuevos

(también miramos el cielo y nos abrazamos)

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LOS LIBROS

Hoy fui nuevamente a la biblioteca ¡tantos libros! que hice que algunos se pelearan y se arrancaran algunas páginas. Hermano bibliotecario, si mi presencia acá molesta, no es mi culpa la literatura está viva. Los libros no nos ofenden, No nos piden nada a cambio. Tan sólo quieren ser leídos, incluso por los analfabetos o los ciegos. A pesar que muchos de los libros se entristecen, o se esconden porque algo malo han aprendido de sus lectores. No falta el imbécil que les hace daño o los vende tal como han hecho con mi país que es también un libro despedazado. Hermano bibliotecario, hoy he escrito un poema al ver el amor que pones en cuidar los estantes con todos esos libros, libros, libres... CORO: Los Hermanos Nuevos

(aman la vida de todo incluso lo que no existe)

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VERBO PROHIBIDO

Bajas tus pantalones y te sacas la camisa! en tus huesos escribo, como un hambriento perro que devora la ficción de este cuerpo. Mi amor, en este mundo somos un desvío! Tu pene es la lengua muerta de Dios! tu pene es un libro sagrado! El cuerpo es el horóscopo que nos tocó esta noche ¡puro en nuestro destino! ¡la mente es alimentada por el corazón! que late en mí, a través de los poemas ¡santa epifanía! de hacer con nuestras vidas la libertad y la gloria! ¿Alguien se ha molestado conmigo? He dicho algo reprobable? Lector hipócrita! ... Ya sabes que donde haya un incestuoso la Poesía será un Cristo pecador! CORO: Los Hermanos Nuevos

(se toman las manos y celebran la rebeldía)

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HE AQUÍ QUE HOY LES SALUDO, ME SACO EL HABLANTE LÍRICO Y ESCRIBO, PROFUNDAS ME HAN SIDO MIS ANDANZAS PERUANAS. ME RECIBIERON COMO UN POETA, Y QUIZA ESTA VIDA MUERTA SEA UN AGRADECIMIENTO POR ESE AMOR Y ESE AMOR UNA NUEVA DESPEDIDA PARA MÍ. SI QUIEREN MÁS, YO QUERRÉ MÁS, PERO ESTA VEZ HABLARÉ DESDE UNA BIOPOLÍTICA DIRÉ COSAS CONTRA CUALQUIER FASCISMO, YA SEA POLÍTICO, MORAL, DE GÉNERO, DE RAZA, DE EDAD, DE CLASE, GLOBAL; CUANDO LE DOY LA ESPALDA A CHILE ES POR ESO MISMO Y PORQUE NO VEO UNA ESPERANZA A LOS SUEÑOS COLECTIVOS QUE VIENEN DESDE ABAJO. DESDE ESTA ADVERTENCIA ES QUE LE DOY ESTE ABRAZO AL PERUANO POBRE, AL INMIGRANTE, AL MALTRATADO A MI AMIGA MELISSA PATIÑO DETENIDA INJUSTAMENTE POR CULPA DEL TERRORISMO MUNDIAL EN CONTRA DE LAS LIBERTADES PERSONALES Y SOCIALES. A LOS POETAS QUE CONOZCO Y CONOCERÉ QUE CON SUS VIDAS Y MUERTES NO HACEN OTRA COSA QUE DAR RESPUESTAS A PREGUNTAS QUE NADIE SE HA HECHO AÚN.

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ES TIEMPO DE DEJAR EL MIEDO Y ESTAR UNIDOS, SI LA POESÍA ES UN ARMA AHORA ES CUANDO: YO TAMBIÉN SOY CHOLO ___ ________ ____ ______ ___ ________ ____ ______ ___ ________ ____ ______ ___ ________ ____ ______ ___ ________ ____ ______ ___ ________ ____ ______

(Los lectores pueden continuar como quieran este poema)

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ESA PERSONA LLAMADA NIÑO

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I Ayer el sol se puso blanco nunca había visto algo así además tenía unas rayas que lo hacían parecer la huella digital de un enano, se lo comenté a R y me dijo que cuando niño veía una culebra que bajaba de ese blanco sol; ahora que me lo dijo también la estoy viendo y mejor me callo porque sino R se va a reír de mí y me va a decir que los dos estamos locos. El gusano viene cayendo como un meteoro y produce un sonido que ya se quisieran los ángeles, a R le pone nostálgico ese ruido y canta una canción. Su auto es bieen boniito y parece una discoteca triste y vacía, a medida que avanzamos ese sol blanco se agranda y se achica también se mueve de lugar porque su rotación es en torno a su deseo y su traslación es huir huir huir de algo que no se sabe. Yo llegué hace un par de horas a esta ciudad y a este país y creo que tengo ganas de llorar de la alegría, acá tengo un amigo que al igual que el sol blanco lo miro furtivamente, pero lo siento en todo momento junto a mí; más rato será de noche y el gusano del sol será una mariposa invisible y amarilla la atraparemos con un vaso y luego la echaremos a la boca, cuando la encontremos amarga quiere decir que la mariposa se ha ido y que estamos libres de los cuerpos celestes y del destino que se desprende de sus bailes en el firmamento. II R me lleva a un lugar donde hay muchos libros alguien en la entrada nos pide algo y no sé qué es R estira sus brazos hasta el sol blanco y se lo da para que podamos entrar; nos abrimos paso entre los millones de libros los más peligrosos están en jaulas los otros se pasean libremente como si ese lugar fuera el arca. Caminamos y contemplamos sus colores y formas muchos son bellos y nuevamente me dan ganas de llorar, R camina adelante y me gusta seguirlo no se da cuenta pero voy pisando sus huellas porque me imagino que donde ponga su pie aparecerá el gusano del sol blanco que baja del cielo y que ahora tiene el hombre de la entrada. De un momento a otro nos encontramos con unos libros grandes

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que tienen pelo, dos orejas y manos con cinco dedos, nos acercamos a saludarlos y no hablan sólo muestran sus páginas para que los leamos, pero a mí me aburren porque no sé leer me gusta que los libros me digan cosas sin palabras, no sé cómo se hace eso, pero me gusta. R no dice nada y sé que siente lo mismo que yo, a mí me toca tener que hablar con ellos y mientras más hablo de cualquier cosa me acuerdo de la canción que le gusta a R; cuando el sol blanco se lo quitemos al hombre de la entrada y lo pongamos en el cielo otra vez le diré a R que antes probemos un pedacito para ver cómo es el sabor de la luz. III Acá todos los autos parecen discotecas tristes y vacías, no se lo digo a R porque mejor después lo voy a escribir, estoy seguro que él lo leerá sin decirme y me va a dar risa porque voy a pensar en las canciones que le gustan y me voy a imaginar al sol blanco, al gusano, a la mariposa invisible y a todos los libros bailando, a los autos también. No me gusta estar así todo llorón, pero me cuesta, mejor bailo y me tapo los ojos R está haciendo lo mismo. Ahora está todo raro el cielo está muy claro y las estrellas se vinieron para acá abajo se pegaron a los autos y R no me quiere mirar, se ha ido y no me ha dicho ni buenas noches ni nada, no sé qué hacer ahora no sé si dormir o escribir algo, la sensación de extranjero me acaba de comenzar en el estómago acá no tengo nada ni siquiera un buenas noches; a mi lado un par de libros me miran y se dicen cosas entre ellos, ya está pronto a amanecer y debo saludar al nuevo día. IIII Hola, nuevo día, sigo aquí tirado sobre la cama tengo ganas de llorar porque R se ha ido sin decirme buenas noches como si alguna pudiera ser buena estando solo, no me gusta ser silencioso, pero prefiero que los otros hablen; yo conmigo mismo no dejo de decirme cosas

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algunas son bien feas pero nadie me las dice para no ofenderme, pero me doy cuenta y las digo igual. Un reloj que tiene forma de perro no deja de dar pequeños ladridos me gustaría sacarlo a pasear ahora pero R se enojaría y no quiero que R se enoje conmigo porque más pena me va a dar; La cortina está abierta y entra un frío que me llega en los ojos. Hola, frío, si quieres sales por la ventana con el reloj perro y al llegar me dan un golpe en la cabeza para que les abra y también para que deje de pensar en cosas tristes; qué ganas de llorar una hora seguida y dormirme así, pero no puedo hacerlo en Lima no llueve es la misma sensación de estas lágrimas estar sobrando en todo momento, ahora sí voy a llorar nadie me verá y me secaré los ojos con los calcetines para que mañana nadie sepa que esta noche lloré. V Quiero tener un sueño muy especial ser ciego y sordo para que cuando me abraces sentir que todo tu cuerpo eres tú, pero mejor sueño eso en un par de días ahora voy a dormirme para que mis lágrimas salgan un rato a llorar y no verlas porque si me las topo por ahí seguro que también lloro y no paramos hasta que R se enoje de verdad conmigo. Me he despertado en mitad de la madrugada los segundos pisos son más claros que los primeros porque los postes de la luz parecen dos ojos que leen desde afuera todo lo que podría llegar a suceder en la mente de una persona llamada niño; el frío está entrando silenciosamente en puntillas y el reloj perro sigue con sus ladridos; creo que ya no saldrán así que cerraré la ventana porque mi oreja siente que algo pasa junto a ella. Ay qué frío más pesado no me deja cerrar la ventana dice que le gusta mirar al perro reloj desde ahí como si fuera una lechuza vieja y gorda ni modo, le contesto, a mí también me gusta en realidad esta habitación me encanta porque es de niño,

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es del padre de R, está llena de personas y de letras de colores qué jodido es no poder dormir y mirar fijamente la puerta, si tuviera poderes mentales me traería un vaso de agua no no no dos vasos de agua. A lo lejos los gallos cantan y yo quisiera cantar esas que le gustan a R para verlo bailar como tan lindo lo hace, él es el más lindo, por eso es llorón yo también lloro, pero soy feo; mis pies laten como si quisieran nacerle alas en los tobillos y salir a bailar a volar quisiste decir pero te equivocaste aparte de feo eres tonto todos se están riendo de ti: el frío, las estrellas, el reloj perro y los gallos a lo lejos qué monse que eres confundiste bailar con volar todos se han callado y me miran atónitos bailar y volar, las alas han aparecido y empiezan a caminar sobre el frío hasta salir por la ventana, me quedé sin pies y mañana todos se reirán no se vayan muy lejos les digo y cuídense porque si no tendré que caminar sobre unos conejos y ahí sí que se reirían llegaría saltando y no podría detenerme nunca más, luego los conejos se pondrían viejitos y ni saltos quisieran dar regresen antes que R me vea en la tarde no quiero que se dé cuenta de lo tonto que soy. VI Me gusta donde se oye música acá en la casa de R todas las mañanas, desperté pensando en qué era primero: soñar o escribir yo decía antes que primero soñaba y luego escribía, pero en realidad anoche soñé con lo que había escrito el día anterior, ya ni sé, R no está y no sé a qué hora lo veré hoy parece que ya se aburrió de mí él está preocupado por otra persona. Ya no quiero pensar en nada. Ah hoy día me darán un libro que escribió H me dice que tiene cinco dedos izquierdos

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no le creo mucho a H porque dicen que está medio loco no sé si sea locura, pero siempre está triste aunque se ría y nadie entienda lo que habla; no me gusta que escriba esas cosas me dan ganas de llorar en una cama de fuego, a veces siento que las personas absorben mi energía en realidad, me asustan no estoy acostumbrado a estar con gente que no conozco aún les tengo miedo, cuando era perro no importaba porque ellos me miraban como eso, pero ya no soy perro y quieren simplemente hablarme me cuesta ser simpático y cuando me miran mucho me dan ganas de irme, yo quisiera que nadie me conozca y tener un lugar escondido debajo de un río donde irme a llorar todo el día y toda la noche. Creo que la diferencia entre llorar y escribir no es tanta si las lágrimas no fueran invisibles se usarían para escribir ¿o no? ya estoy pensando tonterías más rato saldré a caminar por la ciudad y después buscaré a R no sé si decirle lo de anoche mejor no será un secreto secreto dos: antes de anoche me dio un beso, o sea se lo dio a mi fantasma porque ese no era yo se tomaban de la mano y se abrazaban. A ese fantasma ya le agarré mala ay qué rabia con él será muy divertido pero R no debe saber que fue mi idea eso de tener secretos porque sino se enoja conmigo, el fantasma será el primero en contarle pero como él no puede llorar R no le hará caso cuando eso suceda yo contaré las estrellas empezaré de la número novecientos noventa y nueve y no llegaré a mil; R me creerá y el fantasma se irá a la casa de ese otro niño y pasará la noche con él no debo olvidarme del plan para vengarme del fantasma, saldré ahora mismo a vagar para ver si me lo encuentro me iré riendo todo el camino. VII G no te regaló nada para tu cumpleaños ja ja ja Esperaste todo el mes y nada ja ja ja Nadie te quiere porque eres feo tonto y ni hablas ja ja ja

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VIII Ahora sí que quiero llorar ese fue el fantasma descubrió mi plan y escribió eso para reírse de mí ahora todos lo van a saber y se reirán de lo tonto que fui no sé como el fantasma se enteró de todo se lo va a decir a R y no querrá verme hoy, odio al fantasma arruinó mi día esconderé mi cuaderno para que el fantasma no lo vuelva a encontrar y escriba cosas feas cosas que me hicieron tanto daño; ahora si salgo inventaré otro plan me las pagará el fantasma tengo que encontrar a R antes que él ohhhh mis pies aún no han llegado esperaré en la ventana a que regresen apenas me los ponga salgo a toda velocidad. VIIII Soy un tonto el fantasma me hizo llorar habló con R y ya no me quiere ver, me siento tan triste ahora sí estoy llorando me quiero ir de aquí salir volando como una luciérnaga sin ojos R me mira porque no me quiere ver lo siento tan lejos sus amigos me preguntan por él y yo les digo que está cansado, pero no les digo que está cansado de mí lo escucho salir de la casa lo escucho cuando voy en la calle lo escucho cuando alguien me habla; ya no sé qué estoy haciendo acá ayer mientras el fantasma arruinaba mi vida un niño se me acercó y me hizo unas lindas preguntas me miraba de verdad y era bonito me olvidé cómo se llamaba, luego me lo volví a topar y seguimos hablando escribe poesías y eso me gustó creo que deberé irme luego de esta cama de esta casa

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de esta ciudad de este país de este mundo de este sistema solar de este conglomerado de galaxias de este universo de mí mismo, ya no quiero llorar nunca más siento que mientras más alto vuelo más lejos me voy no quiero seguir muriéndome de pena mejor me hubiese ahorcado con el cordón umbilical y listo. X Ayer todos hablaban conmigo menos quien yo quería ver di vueltas como un idiota entre miles de libros y ninguno de ellos se dio cuenta que lloraba ‘son poemas’ se decían ‘está escribiendo’ ya ni sé si quiera escribir más todo lo hago por alguien acá no tengo a nadie con quien acariciar una mano, me quiero ir al país donde vivan los más tontos y los más feos porque allá sí me van a querer y no me van a dejar tan solo, pienso en vivir debajo del mar donde no llega la luz ni el oxígeno allá sería feliz; ay ay ay R estaba acá al lado mío y no lo había visto ha escuchado todo lo que he dicho ahora sí que quiero morirme me ha venido a saludar sonreír e irse me dijo que estaba cansado ay ahora no sé qué hacer ahora lo vi y me da la mitad tristeza y la mitad alegría. Cuando él entró mi corazón se volvió loco y no supe qué cara poner seguro parecía un sapo o una culebra o un circo, estoy tan triste pero al verlo me da algo raro mejor voy a llorar por un ojo y con el otro me voy a reír así andaré todo el día y cuando me pregunten cómo estoy sólo voltearé con el ojo alegre y ya, qué buena idea, debo cuidarme de que el fantasma no me descubra porque sino dirá que por el otro ojo estoy llorando y todos se reirán de mí una vez más.

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XI Anoche unos niños me invitaron a comer acá se come mucho debo parecer un globo los pájaros no querrán volar conmigo ni las nubes porque volaré más alto, todos me preguntan tantas cosas que a veces me olvido de llorar a todos les gustan las palabras ¿se comerán? ¿se tomarán? ¿quitarán el dolor de cabeza? voy a pensar en tres palabras y luego en tres más y las escribiré en dos columnas ahora: ventisca bomba ráfaga Ay R ha vuelto y me ha traído unos libros ya no pensaré en tres palabras más sino que las encontraré al azar poniendo el lápiz ay qué vergüenza mejor pienso en tres frases: la historia detrás de una novela rema en su propio mar ... (en realidad las vi en el periódico) Qué tonto que soy olvidé la última R tendrá razón soy un orangután un moscardón; estos ojos sólo me traen problemas mejor ya no pensaré en palabras ni números ni signos ni en nada ahora voy a llorar y me voy a reír porque R me miró y me dijo buenos días y me dio un hermoso abrazo yo estaba escondido detrás de la ventana. Qué tonto me siento pero me reí de que llegué no me había reído, el ojo que no llora crece y crece parece un sol blanco la habitación se ve más luminosa y hasta estoy sonriendo, qué tonto debo verme, el reloj perro mueve la cola y se ríe

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me dice que soy un idiotita. Hoy día no sé qué haré, no sé qué pasó, pero no estoy llorando me estoy riendo parece que R dejó una sonrisa escondida y se me pegó a la boca ahora voy a andar así todo risotón. Ohhhhh la puerta se ha abierto sola!!! el fantasma se fue porque me estoy riendo me siento más alegre aún han puesto las canciones en la casa, qué feliz estoy voy a dormirme un rato para soñar con R ahora no me quiero ir quiero bailar con mis pies que ya regresaron, luego con mis manos haremos unos pasos bieen boniitos, me duermo y río tendré un sueño uno más. XII No hubo sueño

No hubo nada Vine hasta acá por amor Y ya me voy No quiero escribir más esta novela Será la novela más corta y tonta del mundo Ya no quiero a R Y él tampoco me quiere a mí Rompió mi corazón Es todo El final Adiós No estoy llorando No estoy No.

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Hic habitat!

Adiós, culeados sueños RODOLFO HINOSTROZA

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I

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AHORA, MI VIDA Y MEDIA

No sé qué hacer en este preciso momento si volver a escribir un poema más o esperar que amanezca y despertar junto a ti a este lado de la cama que es el otro lado del desierto. A la intemperie unas delgadas miradas pasan entre los sueños y el cansancio mientras que los insectos diurnos que viven con nosotros a esta hora leen sus propias biografías rozando con sus delicadas antenas lo que ellos ven como manchas de camuflaje o advertencia. Oigo esas huellas sobre el papel como las del resto de animales que atraviesan este páramo contemplando la hermosa bóveda que eres tú. Ahora que he vuelto a escribir creo que debería sacar mi brazo de debajo de tu cabeza, estirar la mano lentamente y tomar el lápiz que está en el velador junto a tus papeles, poner un título sereno nada rimbombante para que no te despierte y comenzar a hacer memoria desde aquella vez. Los primeros rayos de sol entran lentos por la ventana, reflejados parecen letras en la pared; murmuras algo soñando como si con los ojos cerrados hubieses leído esas palabras que cuando despiertes ya no existirán, y quizá ese sea el poema que te escriba con la tinta de un nuevo amanecer

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y la esperanza de que las cosas mejoren entre nosotros dos. Pensaré en esto todo el día y seguro antes de acostarme no me resistiré a no escribirlo; ni será parecido a lo que sucedió, la ficción me resulta tan íntima como esas canciones que nos gustan. Ya es hora de levantarse y dejar de pensar en literatura, tú te vas y llegarás a la noche, quizá salgamos a tomarnos algo y luego acostarnos y volver a soñar con insectos pestilentes o cervezas; afuera se oyen los vehículos al igual que las nubes y los perros callejeros; otro día comienza y un poema termina. Hoy compraré el diario, sale una entrevista que me hicieron hablo de los poetas que me caen mal, de un par de libros y unas lecturas porque sobre poesía sólo escriben los que suplen con ella el amor.

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LA LAVADORA ES LA MEJOR AMIGA DE UN HOMOSEXUAL CON EL CORAZÓN ROTO

Ya lo sé, compañera, todo da vuelta en este mundo no tienes para qué repetírmelo, poco me consuela tu monólogo y las lágrimas no se secan con este frío; no sé dónde estoy, no conozco esta habitación llena de cajas de libros y detergente. Anoche di tantas vueltas sobre mi propio eje que ya se perdió como mi corazón ciego luego mis manos y mi pena; soy un pantalón, una chompa, un polo, un calzoncillo, dos calcetines y una bufanda en la cabeza. De mí no queda nada sólo esa novela de amor que escribí, la más cortita, tonta y triste del mundo. Ya lo sé, compañera, todo da vuelta en este mundo no tienes para qué repetírmelo estamos solos los dos acá te abrazo y lloro porque si no me siento querido por ti en esta ciudad ya no sabría con quien aguantar que mis huesos no quieran estar más juntos y que la teoría del big bang, la bolsa de comercio y el amor den vuelta, den vuelta, den vuelta pero también se acaben como un poema escrito en un libro que nadie querrá leer en mi país porque mi país ya se acabó.

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LUZ DE NIEBLA EN TI

Tenemos roto un vidrio y por allí el frío me llena de sal los huesos, las manos me sudan hielo y no sé si los dedos desaparecieron o se multiplicaron. Antes de entrar corriendo a la casa las estrellas se cubrieron los ojos para que nosotros perdiéramos el camino y los pájaros se fueron comiendo las piedras que pintamos con el color del aire para que nadie más pudiera verlas hasta parecer montañas en el horizonte hecho de nubes. Somos los únicos que no tenemos calefacción y lejos está la noche, cerramos los ojos para incendiar el cielo y luego los abrimos para ver si aún existen los malditos colores que sólo entibian lo visible y todo lo que está atiborrado de presente. A un lado de nuestra casa hay un río que se abre paso en dirección contraria a la de los continentes y en frente el océano sigue nuestras huellas cuando salimos a buscar el cuerpo de dios dentro de un pescado muerto. Nos encerramos con un vino a celebrar que siempre existirán más llaves que puertas, y si alguien golpea no me acordaré si salgo a saludar o despedirme, porque escuchamos el mar e imaginamos que es una multitud de hombres como nosotros llorando, pues ya cuando todos han caído mantenerse de pie es demasiado tarde. No sé en qué parte del ciclo del agua me encuentro en este momento, pero veo que los pájaros se recogen temprano

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para no encontrarse con el océano de noche porque saben que todas las raíces de los árboles allí llegan como tampoco desconocen que las orgullosas tierras se hundirán y los que ven en lo geológico a su dios entonarán himnos de derrota en el fondo del mar con miles de flautas hechas de huesos de pescado y moluscos. El color de esta habitación azotada por los perfumes de todas las aguas, humanas y divinas, me recuerda el vuelo de los cisnes muertos que ahora se alimentan de nuestras pisadas hacia la cama y en ese largo viaje estamos cerca de lo que alguna vez nos prometimos, pues en estos pasos kilométricos de juguete la parte más fatigada es cuando se van cerrando los ojos y los pies comienzan a desandar lo avanzado, pero las huellas no desaparecen sino que se hacen más profundas entonces en esta cama pueden descansar sus piernas dos ángulos caídos del cielo.

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ORACIÓN A UN ÁNGEL MOCHICA

Mi querido ángel mochica nunca pensé que la tristeza podría unir tanto a dos cuerpos hasta el punto de llorar sonriendo y darle la esperanza a dos países que también lloran dentro de nuestros propios testículos. Mi querido ángel mochica me acompañaste cuando estaba triste y me cubriste con tus inmensas alas para que nadie viera cuando me acariciabas la cabeza y susurrabas: - mi niño, eres mi hijo, pendejo y conchudo. Mi querido ángel mochica ayer estuvimos toda la tarde juntos encerrados en esta habitación, ahora sentado frente al mar veo que también toda esa agua es un cielo y esa mitad de sol que brilla a lo lejos es el ombligo que nos une a nuestro secreto. Mi querido ángel mochica quisiera dormirme en tu pecho nuevamente y no salir de este hotel hasta que el sol se acueste con nosotros dos porque estas noches las pesadillas me están volviendo loco y nunca pensé que la locura podría unir tanto a dos cuerpos.

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LAS PRIMERAS VECES QUE QUISIERON DECIR PARA SIEMPRE

Sólo podría comenzar citando a nuestro viejo amigo Walter Withman al cual no le digo Walt porque lamentablemente nunca estuve en su cama y que también tiene doble inicial como tú y yo quizá eso fue lo que primero te gustó de mí que esas letras se repitieran para que no haya duda de por medio de que estamos tratando con nombres cuya puerta de entrada es una y doble a la vez como tu corazón calentado entre las piernas que se abrieron para ti como el arcoíris negro que eran las noches en que yo sin conocerte aún te oía rodar en las camas de tus mejores amigas dejando una estela seminal que caía por sus muslos y que ellas llevaban a su boca porque les fecundaba la muerte. Yo en aquella época vivía lo que ahora estoy viviendo y pensaba en esos como tú que se masturban en sus mujeres escondidos en los moteles de la ciudad para que nadie vea sus corazones llenos de frustración y miedo ¿o no? no sabrás nunca cuánto te amé; a pesar de la noche que era tu vida me enseñaste lo que es la luz que incluso yo veía en los cielos más invernales como las de ese mes de julio que te conocí. Ahora hablo a solas para que los pájaros que pasen y la pena me hablen de ti y me digan que respiras por otro cuerpo y que las primeras veces que quisieron decir para siempre son sólo un verso y una dedicatoria en un libro que no alcanzó a publicarse, pero allí está todo lo que fue, es y será: mi corazón manchado con sangre y mis dedos llenos de tus huellas que son señales para quien ahora camina solo oyendo la noche más desamparada de este lado del papel como si fuera una de esas canciones tristes

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que me gustaba escuchar ellas eran parte de la banda sonora de nuestra vida loca, a veces las bailábamos otras intentábamos cantarlas todo porque una vez mi madre me dijo que las canciones son eternas y hacen eternos los minutos en que dos personas las escuchan en una misma cama ¿te acuerdas? ¿te acuerdas que apenas yo despertaba ponía la música? bueno, era por eso, a ti no te gustaba porque querías dormir pero yo sólo lo hacía para que esas canciones también las oyeras en tu sueño y que allí pudiéramos ser libres y felices sin el pavor a que nos descubrieran que tanto te atormentó hasta el final de nuestra relación. Todo hombre desnudo lo más que puede ofrecer es no parecerse a su propio cadáver; donde terminabas tú empezaba yo, pero te fuiste a esa playa y no te atreviste a llevarme ahí todo el amor se convirtió en arena que caía de entre tus dedos como lágrimas mientras hablabas con ese maldito mar, perdido en esas cordilleras de agua salada que te dijeron que no volvieras a mí. Los sueños que construimos en el cielo allí seguirán para que en el futuro nuevos hombres llenos de luz los terminen y puedan decir que alguna vez dos poetas como nosotros no sólo llenamos la realidad de palabras sino que también de promesas aunque no se hayan cumplido; ahora yo acá sigo solo en esta noche que tiene el tamaño de un párpado y una llovizna caliente cae en mi boca recordando a ese mar culpable de todo, en él me sumerjo para llenar mi amargura con esa inmensidad de lágrimas que es el océano, así cada vez que lo veas me recordarás hasta que un día se termine y se convierta en desierto bajo un nuevo sol menos vigilante,

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ese día nuestros fantasmas volverán a encontrarse y no podrán disimular más que su invisibilidad, en tu brazo seguirá escrita esa frase con sangre y me reiré por última vez. Tuve una vez un amigo se iba a llamar este poema hubiese sido más largo y en prosa y como un librito pero el verbo pasado me dio tanta pena que mejor sólo lo menciono ahora así como escribiéndolo con la lengua común de los vivos y los muertos, la misma con la que terminé aquel libro que tú leíste y rayaste antes que nadie: eso fue hacer el amor.

Post data: Por suerte para mí este es un poema muy antiguo que encontré en un papelero que también había olvidado, le hice algunos retoques y le saqué más que agregarle algo, ya no hay nada más que decir, salvo que el otro día te vi con tu nueva mujer y pensé en lo feliz que debe estar ella de no conocerte como te conozco yo.

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ÍCONO Y FULGOR

Pensaba: La topografía de una madriguera es la oscilación de sus temperaturas no terminaba de modularlo en mi mente y desperté sólo para odiar el centelleo que caía por el tragaluz me subí a una silla e intenté taparlo con los libros que no terminé de leer anoche y ahí, en ese momento se me ocurrió el siguiente poema: cuando la poesía llega al sol hay que ir más lejos o inventar un nuevo sol e intenté seguir durmiendo hasta que no se pudo más - insisto que los veranos sobran y los odio así que me puse a bailar sobre los que seguían acostados, dejé caer la cerveza de los vasos rotos como si de una dorada lluvia de ángeles se tratara y me corté el dedo índice. Me dije: si sangro es que puedo escribir pero no escribí. Afuera, allá en la realidad, siempre un poco desteñida, espacio y tiempo, como rotación y traslación: las calles sin cesar caminando por ahí, el horizonte, tirado en la playa, la playa, un nido de hormonas lleno de sinuosidades y cuerpos hermosos, morenos y delgados, que vienen del mar o van hacia él como un cielo dado vuelta; - después de todo, el verano no es tan detestable Me gustaría decirle a uno de esos muchachos que pase, porque la libertad empieza por casa, aunque no sea la mía, entiéndase la casa, yo me siento libre, soy libre, no porque pueda elegir entre A o B sino porque puedo inventar una C o una S. El chico ya estaba hablando conmigo, me mira y no entiende ni una letra; no hay nada más hermoso que la adolescencia cuando no se es adolescente. Pero observa mis libros y me pregunta cómo me llamo y si soy escritor, le digo que sí, entonces me dice que él también.

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Vaya, así que eres poeta, y lo jodo: poeta joven que no me conozca o no es poeta o no es joven . Bueno, el chico me cayó bien hablamos un poco de lo típico, y al menos no me tomé solo la cerveza que quedaba, todo estaba proporcionado y me caía en gracia, hasta que me pidió dinero para comprarse un cuaderno y un lápiz. Eso fue lo que me dijo. Le agregué: Antes de los lápices se escribía con plumas, hay muchas en la playa, y antes de las plumas se escribía con los huesos de esos pájaros. Si tuviera un hijo así, lo mato, como todo hijo debiera hacer con sus padres. El mío me engendró a mis trece y no hubo crimen, hasta ahora, por eso no me arriesgaré a tener uno que me odie. Mientras le decía esto escuché que se cerraba de golpe la puerta, estaba hablando dormido, el chico había arrancado con una billetera que estaba en la mesa, en su lugar puse un libro de Oswaldo, para que la circunstancia fuera ícono y fulgor. Ándate para la casa chibolo de mierda! pero juntémonos a la hora en que termines de escribir ese poema.

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II

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LA PARTE DE LOS INTELECTUALOIDES

Hablar de ellos no es tan imposible porque son una auténtica peste, recorren las calles con paquetes de libros, voluminosos, de sofisticadas portadas, y se pasean por el barrio como esperando a que la gente adivine cuanto les costó suplir sus horribles vidas con lindas ediciones. Se reúnen en los cafés y hablan de cualquier cosa gesticulando como si la cátedra fuera para los que están en la mesa de al lado, luego piden otro capuchino, llaman por celular, o al menos eso parece, y se van a otra librería a repetir el rito. Al día siguiente regresan y comentan como si hubiesen devorado cada página, y a lo sumo, leyeron la reseña de la contraportada y un par de párrafos que el azar les hizo parecer fundamentales. Se visten igual, usan los mismos marcos de lentes, comparten el gusto por los perfumes caros y comen en cualquier lugar donde no haya colación ni comida típica, si es que no andan con algún extranjero sin visa. En ese caso es distinto porque los hacen recorrer, a parte de sus librerías favoritas, los bares más gringos, las avenidas más modernas y los barrios más estilizados, o sea todo lo que un extranjero no quiere ver. Son como un río lleno de metales pesados y tóxicos, tienen trabajos mediocres pero su peinado es su curriculum, de ayudantes pasan a docentes universitarios, de colaboradores en diarios faranduleros y pasquines pasan a periodistas o parte de los comités editoriales,

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de funcionarios públicos pasan a las cúpulas directrices de la oficialidad de turno. Invierten tanto en su vanidad como en su banalidad, y ellos creen que uno no se da cuenta de sus fascismos camuflados, de sus fobias a lo que ellos son en el fondo pero esconden, de su moralina puritana liberal, y de que en realidad son los más débiles mentales dentro de la infinita variedad que en mi país existe. Pero ellos son felices así y hay que dejarlos, no quisiera yo vivir con uno en sus asquerosos dormitorios albinos donde se machacan los ojos con sus notas a pie de página o se revuelcan con el cine arte comprado en la calle a un filibustero con pata de palo y un loro en el hombro. Cuidado, que lo memorizan todo porque en sus corazones ya no hay espacio para nada más que ellos mismos, por eso cuando me hablan yo hago como que les escucho, huelo su rico aroma y luego les pregunto si les gusta la que cuelga.

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LIGANDO ESPECTROS (CHAN CHAN)

Dentro de la mano de la arqueología el deseo es un anillo de totora para que los dedos no se escapen en las inmediaciones que existen en esta ciudadela de barro observada por un dios cuyo cabello y barba son las olas del mar y su corona está hecha de mantarrayas ensangrentadas. Los peces que nadan sobre la arena seca, milenaria y perdida, guían como si toda esta tierra fuera el fondo de un mar invisible donde enterrados se hallan los vigorosos músculos de Tacaynamo, náufrago como todo héroe indomable como sus lágrimas que llenaron de piedras la playa de Huanchaco. Siento a cada uno de los espectros desnudos que caminan, corren y murmuran a nuestro lado, sus exhalaciones queman mi rostro como el sol y la sangre que ellos utilizan para enjuagar sus ojos está en el lugar más escondido de la huaca que ahora podemos traducir como ventrículo o aorta. Todo lo que pueda escribir sobre este lugar se verá lleno de arena y polvo y estará incompletamente desapareciendo porque frente a una ruina como esta las palabras revelan la densidad que hay en ellas y la muralla que creen representar para esconder al poema se ve fisurada por los años que a uno le ha tocado vivir y que son la excusa para sepultarse con papel como un dios moche que sabe que su reinado es el infinito, pero el infinito y la más absoluta soledad.

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ANTES Y DESPUÉS DE LA CATÁSTROFE, CUCARACHAS Y POESÍA

Esto de la poesía me tiene mordiéndome la lengua ante la muerte para que no me vaya con ella. Conozco cada uno de sus nervios y los músculos que la sostienen sobre el mar donde nadan las palabras que son cada día más reales pero no tienen sombra, palabras que no beben agua porque abren sus branquias para que les entre el cielo. Tanto a los poetas y a los muertos la tierra les resulta transparente como este océano, que tiene una infinita espiritualidad, es decir un alma que si existiera su piel sería el cuerpo entero. Las nubes posan su pie descomunal en esta playa de Huanchaco y aquí es donde se enterrarán estos recuerdos muertos que de la mano voy trayendo pensando en el día en que todo se acabe y mis bolsillos terminen en la atmósfera. Al escribir voy envejeciendo mi infancia y lo veo en cada libro en que uno como gato sólo dibujará ratones para que las cucarachas se rían y digan ‘no moriré’; sí, es triste el hecho de que toda esta historia terminará en esta hoja de papel y no sería tan terrible este dolorcito en el pecho si es que mi corazón no fuera del tamaño de mí. Nunca salir del infierno esta es mi última esperanza, en la geografía hoy es domingo y todo ha sido translúcido. Donde sea que me pille la noche me iré a volar con ella, enterraré mis manos en su espalda para ver con mis propios ojos,

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atascados en sus cuencas, que mis huesos tienen miles de años. Qué más quisiera yo que Dios se riera y se olvidara de que todo esto se acabará, observo los meridianos y paralelos de la palma de mi mano para pensar que entre nosotros viven manadas de kilómetros y entre ellos los suspiros extraviados, no correspondidos, que una noche de estas volverán como un grito ciego para recordarme que mi cuerpo a cada momento añora su pasado de cadáver. Espero que baje la marea y pienso en la aurora boreal que fue aquella vez juntos, digo aurora boreal para no decir que fue demasiado bello para que durara más que esa noche; en cada lágrima van resumidas decenas de poemas y la sal del mar las atrae, quizá por eso esté aquí, ahora ¿manyas? En la noche el sol baja al mundo y se esconde entre los hombres que tendidos bajo las estrellas se lo imaginan durmiendo detrás de las montañas o en el fondo del mar, pero lo que no saben es que el sol es también un cuerpo celeste solitario porque no tiene un rostro a quien hablar, las estrellas cotorrean toda la noche y la luna les canta viejas melodías para que se duerman, yo al menos puedo escribir este poema y esconderme en esta página en blanco que sería como un sol cuadrado si tuviera unas gafas negras del tamaño del universo. Nunca había imaginado un fuego tan invisible para que se acabase todo esto, incluso la infancia que me da vueltas en la cabeza no está perdida sino desencontrada, por eso mis hijos serán mis antepasados y mi semen el charco de tinta de mis días violentos. Creo que estos son los últimos versos de esta noche y este abrazo a la distancia será el más fuerte de todos recordando la vez que nos caímos del cielo;

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ojalá mi corazón tuviera párpados para que más rato pudiera también soñar. Sólo porque no te veo es que puedo escribir estas líneas y siento profundamente que en todos los puertos del mundo habrá un silencio por ti esta noche, mañana sólo quedarán cucarachas y este poema.

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UN SUEÑO, DOS PIEDRAS, SEIS OJOS

Tuve un sueño con piedras y esas piedras eran letras que iban escribiendo por el Océano Pacífico, pero no fue un sueño. Éramos tres personas en esa playa y veníamos al mismo tiempo en un barco imaginario desde Valparaíso. Las piedras hablaban en letras de un alfabeto desaparecido y los muertos del Perú y de Chile habían reencarnado en esas piedras. Hablaban. Nos susurraban una historia que no era nuestra. Las olas entonaban un himno fúnebre como cada vez que están frente a mí y las piedras rodaban. Los tres hablábamos y escuchábamos como iban frotándose en su roce metálico. Las nubes eran piedras o su propio recuerdo. Las nubes hablaban, pero sus letras caían sobre nosotros. Los ojos eran piedras, pero no letras. Todo eso fue un sueño colectivo. Vimos las letras a lo largo de esa playa que era una página. Tu país es el libro que tengo en mis manos y las letras que hay en él son las piedras que se me aparecieron en ese sueño. En frente de nosotros hay unas islas, me dices, pero yo veo unas piedras gigantes que no son letras o tal vez sí lo son. Es una O mayúscula sumergida hasta la mitad. Atrás al parecer hay otras. Esos sueños con esas piedras en mis manos que eran seis manos. Las letras se me caían al suelo y se quebraban. Yo las vi como sus trocitos los arrastraba el mar y los barcos a lo lejos parecían palabras. Todo esto fue un sueño, las piedras, mis amigos y mis ojos. Esto lo viví con ustedes en esa playa del Perú, en el Callao, es cierto. Una vez lo soñé y lo volveré a soñar contigo porque esta vez iremos solo los dos y escribiremos ese poema de punta a cabo con esas piedras que son letras. Te lo prometo como prometen las palabras cuando su sangre se convierte en tinta. Pasará la noche sobre nosotros y las estrellas se nos impregnarán en la boca. Al día siguiente vendrán todos a leer esas palabras con las que soñé, sí, vendrán todos sentados en una blanca nube y sobre ellos las siete llaves del cielo. Vendrán todos balanceándose entre una página en blanco y un pentagrama. Vendrán todos con la mitad de sus cuerpos hundidos en el sueño y la otra mitad como su reflejo. Vendrán todos montados en hermosos árboles que cantarán canciones de infancia. Vendrán todos en un río hecho de poemas que atraviese el cielo. Vendrán todos porque todos los poetas peruanos después de Vallejo tienen alas y los que tienen alas tienen también en la lengua una constelación para incendiar las noches difíciles. Todo esto lo soñé y las piedras escribían este sueño. Pasarán las noches sobre nosotros y los peces nos harán sombra. No hay nada más imaginario que el océano para descansar de la eternidad. Tú y yo abrazados mereciendo el odio de quienes tienen la mala fortuna de no encontrar a su hermano incestuoso en esta vida.

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Y MÁS QUE ESO

Quiero que ese muchacho que camina por la vereda de enfrente sea mi hermano y más que eso y cuando haya temblor los dos corramos al primer bosque que encontremos y subir al nido más pequeño y tener el cuidado que esos huevos azules y brillantes como ángeles no vuelvan a caerse del cielo. Quiero que ese muchacho que camina por la vereda de enfrente sea mi hermano y más que eso y compartir con él los hipnogérmenes que nacieron junto conmigo, también las religiones que dan miedo aún y todo lo que esté en el límite de mi vida que será el inicio de la suya. Quiero que ese muchacho que camina por la vereda de enfrente sea mi hermano y más que eso y llevarlo a conocer los lugares en que vivo, aunque esta noche dormiremos en ciudades distintas para que nos sea más fácil soñar juntos. Quiero que ese muchacho que camina por la vereda de enfrente sea mi hermano y más que eso y salir corriendo a los puertos donde los barcos existen pero son invisibles como el que vio Rimbaud en su lecho de muerte confundiendo a Dios con el dueño de una compañía de navegación y preguntarle a qué hora debo subir a bordo. Quiero que ese muchacho que camina por la vereda de enfrente sea mi hermano y más que eso para que a las horas más tristes del día soñemos incluso con los ojos cerrados como si la noche fuera el interior de una boca para defender con dientes y colmillos lo que no se pudo comer.

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Quiero que ese muchacho que camina por la vereda de enfrente sea mi hermano y más que eso y juntos así poder vengarnos de nuestros padres que quisieron tanta felicidad para nosotros cuando solamente buscábamos contra la oscuridad todo lo que los hombres pueden hacer al escuchar el primer ruido y darse cuenta que no están solos en el mundo. Quiero que ese muchacho que camina por la vereda de enfrente sea mi hermano y más que eso para que andemos juntos y construir en esta ciudad la vida que nos fue quitada para decir como ese poema que nos gusta: Si tienes un amigo que toca tambor cuídalo, es más que un consejo, cuídalo porque ahora ya nadie toca tambor más aun, ya nadie tiene un amigo (*)

(*) Manuel Morales

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OLVIDANDO COMO DESFLORAR UNA ROCA COMO UNA ROSA

Nunca esperes nada de nadie también me dijeron unos pájaros muertos que llegaron vestidos de blanco, volando por la vereda oscura del olvido como pequeños fantasmas hechos de una terrible sábana con las manos frías y un silencio atronador. Esta noche ningún cometa lleva a nadie sin embargo resplandece y estas viajeras aves siguen perdidas reclamando que toda iluminación es a la vez una maldición para convertir piedras en flores, convertir la noche en tu piel o lo que signifique estar ciego de felicidad sin arrepentirse de nada, ni de la supervivencia, ni de nuestros huesos que son un símbolo de amor como toda infección y zumbido. También me dijeron que éramos un desierto donde el sol no existe porque ha cerrado sus ojos para siempre y las sombras ladran para mantenerlos alerta de la lluvia que producen dos nubes cuando caen como dados sobre una ciudad que yo limpiaré y bañaré cada mañana antes de alejarme por un tiempo siguiendo las arrugas de mis manos; por eso lloro para perder la vista mis lágrimas son claras como el invierno en el cual crecieron las palabras hasta tener un nombre luego dejaron la infancia y quisieron aprender la caza y la acumulación, desearon a un padre para tenderlo en un río vencido por el sueño y el instante y en su lugar pusieron piedras quemadas por el sol. No podría ser de otra manera, las aves de la muerte eran mariposas que se sentaron en mi mano llena de blancas lombrices, y aun así la extendí para saludarte por vez primera porque tu sonrisa en aquel lugar fue un arcoíris ebrio para dejar de buscar al ladrón

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que quiere recuperar lo que le pertenece. Estas palabras bastarán para esconder mi ojo que busca a tu otro como toda roca busca a su rosa, su inversión perfecta porque así juntas son la noche fatua.

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III

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CONOZCO MI PAÍS, PERO NO EL MÍO

Conozco este país como si fuera la palma del pie de esos trashumantes que se ven inmóviles allá afuera mientras yo avanzo con la velocidad y el vértigo de los que escriben en las ventanas de los buses, aviones y trenes donde la soledad terrible se convierte en una terrible compañía. A lo lejos, el sol en el vacío, completamente solo pareciera estar lleno de cohetes y huellas de muchachos que salieron a volar aprovechando los vientos de un norte que de tan nómade se fue con las polillas a los faroles que existen tras las bambalinas de la realidad. Pasan puentes, bosques, ríos y todo pareciera estar lleno de gente escondida, a punto de arrojarse sobre nosotros y destrozarnos el corazón con sus historias, tan frágiles hechas como de papel y repletas de cachureos. Las horas y las señales en la berma ya ni se distinguen, tampoco la razón de este viaje y su huida; los recuerdos en este momento me parecen de mal gusto al igual que escribir los nombres de quienes, con el correr del tiempo, se han convertido en meras masturbaciones. Poco a poco, las estrellas

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empiezan a chocarse arrojándose sin piedad al océano, al contemplar esto patéticamente cierro los ojos y pido un deseo que en realidad es un destino, la gente al verme prefiere mirar el monitor aún apagado y anhelar su deseo propio sin que nadie se dé cuenta en algo menos vulgar que esta noche. A tal punto mi ingenuidad que saco del bolso un libro para acompañarme, pero las letras son ciegas y tienen una orgía llena de felaciones y culos porque de otro modo no podrían existir las palabras. En llamas, todo está en llamas, como dicen mis queridos amiguitos también en llamas; mi silencio en llamas, la luna no se ve pero en llamas, en llamas mi celular y mi pendrive, mis zapatillas en llamas, el fuego arde en este asiento pero nadie se da cuenta y afuera ha comenzado a llover. Las canciones son casi setenta y nueve -buen número- pienso, y las correspondencias empiezan a sucederse una tras otra, gracias a tus manos doy por haberme aguantado, tuve que quedarme pa’ llegar hasta tu lado... Siempre pasa lo mismo, la película terminó, apagan las luces, todos se acomodan y duermen; yo sigo oyendo el piano más triste

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y una tenue voz repasa el coro como si fueran las gotas de lluvia que se han ido pegando en el vidrio las que cantan, pero era yo. Un codazo me hace sentir el más solo de los hombres en medio de la bella juventud que sabe de antemano que esto es un juego y que los castillos son meras pudriciones celestiales. Ni mi país, ni sus símbolos patrios, ni sus cifras, ni sus limosnas, ni sus éxitos, ni sus excusas pueden dejar de hacerme sentir que sobro; nadie me espera en ningún lugar ni siquiera las cicatrices se han quedado, a lo sumo, mis ojos lloran y se abrazan y los besos que dejamos de darnos quedarán en algún bolsillo. Creo que es mejor dormir, mañana ya estaré en casa, las ciudades que no veré seguirán allí, silenciosas, como fetiches de la época nacional. Todos los accidentes geográficos ocurrieron en mi corazón, que se ha quedado allá donde alcanzamos a vivir el tiempo que duró el poema, pero para mí tu ciudad siempre será más que un poema.

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UNA CODA PARA EL CIELO

Las calles de la capital de mi país estaban llenas de cementerios y soles muertos, definitivamente notorios cuando sus ramificaciones alcanzaron lo que debió hacerse de deseos y recuerdos sobre un cuerpo, en vez de un libro, como si se tratase de dos piedras que chocan entre sí haciendo remolinos en la boca mientras que el puño sueña con una patria de manos en alto sin que eso sea una metáfora, sino que la acumulación de señas y caricias para que el crimen a la realidad tenga el nombre de una forma de rezo y las noches que vengan luego encuentren su desnudez y a los sobrevivientes que acá no deben ser nombrados, como los árboles heridos de muerte y en orden, esperando una larga vida para acabarse. Viajamos pisando las estrellas como si su premonición fueran manchas de tinta cayendo sobre los techos de las casas. Sombras y secreciones de una ciudad que amaneció desnuda con un muchacho más alto que mi nombre y cuyo único deseo era no confundir su península con un remo. Volvamos mejor a lo que se llamaba el futuro, como decíamos ayer, entre los jóvenes y los fríos días por llegar desde donde me gritan cosas en forma de hueso y al oírse parecieran canciones tristes para bailar desde el otro lado del auricular. Déjame explicarte lo que veo. No es un archipiélago sino incontables islas cuyos lenguajes no son necesarios para entender lo que una lámpara puede iluminar, aunque esa lámpara sea el sol y lo iluminado sean esas avenidas donde volveremos a dormir con las moscas tropicales que se fueron en fila y abrazadas como sílabas para insinuar un nombre sin brazos, ni ritos sonriendo a sus cicatrices ante los manojos de la hierba que necesita arrancar para sentirse menos muerto desde su tumba. Esto tengo que enfrentarlo solo y no tiene importancia, ninguna muerte como la de mi país y lo que significaría la mía propia si las constelaciones nacionales también estuviesen muertas.

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MI BANDERA TIENE MÁS ESTRELLAS

Mi bandera tiene más estrellas pero yo quería también conocer el mundo montado sobre mi lengua que es más niña que yo en aquel tiempo que los países sólo estaban en los libros y las ciudades eran nombres de los chicos que jamás me hablaron y saludaban a la bandera nacional con sus manos embarradas por las soldaduras y anclajes con que sus padres construían los edificios desde donde se vendería el país al mejor postor de turno. Las banderas en nuestros lomos dibujaban una cordillera que saludábamos con la pobreza congelada en los rostros al igual que los héroes de bronce que cuidan a los vagabundos y borrachos en las plazas más hediondas. Siento que estoy perdido en algún lugar de mi país y que no soy más que su propio cadáver que las compañeras de mi hermana ven sentado sobre su isla repitiendo repitiendo repitiendo palabras que en sus canciones favoritas no existen y que se extienden como una lluvia en busca de agua. A la ciudad en que vivo sólo quiero hablarle de espaldas con una mano en alto haciéndole guiños al polvo que dejan mis huellas en los ganchos del aire, los mismos que sostienen el papel picado y las flores que son esas luces en el cielo.

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Mi bandera tiene más estrellas porque mi patria es esta noche bajo la cual quiero bailar hasta que no quede nadie despierto; no existe nada más que mi historia y precisamente esas cabezas voladoras la van devorando. Sólo me haría falta una dj drag queen que ponga música para que la oscuridad no se detenga y las cicatrices brillen menos dolorosas. Yo bailaría esta canción con la pena de Ludy D esa princesa invisible que de tan desenfrenada y estoica hace que sus movimientos sean casi invisibles como esta noche llena de muertos que bailan a nuestro alrededor riéndose también de los pasos que damos los que hemos perdido todo y nos resistimos a volver a creer.

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CASTIGO Y LLANTO

29 Los mares de la luna, de pura imaginación y recuerdo, brillan en el fondo del océano. Los observan los pájaros que nadan entre las algas. Esta imagen la soñé hace siete años. La desaparición del cuerpo celeste y sus fragmentos cayendo sobre nosotros. Pensé en donde estaríamos en ese momento, las nubes abren paso con un ademán y una sonrisa, los árboles corren en puntas de pie con sombrillas hechas de hojas. Te escribo para cerrar tus ojos con mi mano y con la otra acaricio tu espalda hasta el fin, contemplo lo minucioso de tus líneas, reparo que también lo son las que forman tu nombre. 30 Este es el bautismo invertido del siglo nuevo, del fuego al agua sin origen, nadie tiene padre ni siquiera Dios. ‘No estés triste’ te escribo al oído porque una nueva luna volverá a nacer. Estos meteoros que no dejan de rodar por la gravedad un día volverán a ser llamados al cielo, los veremos juntos y abrazados a plena luz del día veremos como esas bolas de fuego regresarán a su primera noche y algo misterioso sucederá porque nuestras tristezas serán perfectas, aptas para sí mismas en su gozo y su erizamiento. Esta página en blanco brilla más que mi país que hace grietas en las cordilleras y remolinos en el mar para contar los días que le quedan. Los bosques nos han venido persiguiendo porque creyeron que estamos muertos. 31 ¿Qué dicen las estrellas desde su eternidad? ¿Qué dicen? ¿Qué decimos? Los meteoros se confunden con fonemas y llenan la entrada al más adentro desde donde escribí el gran incendio, el posterior viaje y el renacer, donde te busqué como el más grande Ciego de tres ojos.

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Desaparezcan todos los libros que no me dejaron verte y vuélvanse polvo junto a sus autores, ya no tengo nada que perder ni siquiera las letras con que nunca escribí tu nombre que en este poema y en mi país se han llenado de guijarros celestes como nuestras manos llenas de líneas empujadas por la tinta que viene de los más profundo del océano, donde también están los mares de la luna según cuentan las viejas historias y los malos sueños. Seguimos abrazados este último día recibiendo un nuevo eclipse, el agua está serena y los barcos silenciosos, la gente abre la boca para recibir lo que en el cielo brilla y tú y yo decidimos que cada uno debe seguir solo con su propia lengua.

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EL SILENCIO DEL PARAÍSO INCÓGNITO

Se respira por las alas abiertas contra el océano y se puede ver todo cuando los ojos son arrojados sobre cualquier naufragio tanto de barcos como de islas, nombres propios o el mismo sol, desiertos, caballos, vergeles, estrellas. Todo lo que puede morir puede ser visto como este río solitario con forma de calle cuyas olas voltean a los automóviles y sus peces son envases de gaseosa arrojados en todas direcciones. Caminamos por esta ciudad fantasma, incrustada en nuestros cuerpos como una espina de punta a cabo, mírala bien con todos sus rencores llena de hongos en sus deseos - salud por ella - dijimos, chocamos los huesos de nuestras manos y el suelo se llenó de ellos. Las piedras refulgían como brújulas en esta noche llena de escaleras atadas las unas con las otras para que la gente pueda ver los barcos invisibles que recorren la ciudad y las gaviotas muertas sean el coro último arrastradas río abajo, devoradas por los ratones; cuando termines de fumar salgamos a decirles a todos que nada tenemos, a lo sumo latidos, piel y sombra. Aquí nuestra soledad zumbando los oídos meciendo burlona y nacional sus dedos contra los bosques y selvas fluviales donde los hombres creen ver árboles y plantas, pero en realidad son costillas y fémures de dioses con rostros de estaciones del año. Este cementerio del futuro que es mi país, clandestino y público, cada vez es más sombrío,

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las bestias se pelean las migajas del poder arrojadas al suelo con soberbia ubicua y ni las orugas quieren nacer aquí por miedo a convertirse en murciélagos. Yo no sé qué pasó, desde cuando mi país se fue a la mierda, recuerdo las avenidas llenas de sueños cuando ni el tedio ni la envidia existían entre la vida y los poemas, en síntesis, los versos fueron más lejos y están anunciando algo que se dirá en un tiempo más, en efecto, todo está ahora los estremecimientos y los suspiros bajo el peso de este lápiz junto a la rotación y la traslación de flores para vivos y muertos que ya comparten su goce, su contrición y todo aquello que pueda ser llenado con ceniza. Mi mano está cansada y tiembla de tanto escribir parece de piedra o barro, creo que está empezando a morirse y ya repite las mismas palabras una mirada, una pasión, una luz, una voz, una fruición, una senda, una vida, una lágrima, ya no me aferro a mi cuerpo el naufragio me salvará y no despertaré, el amanecer no promete nada mejor, pero incluso así abriré mis ojos una vez más, una vez más para poder mirarte y agradecer el hecho que aún no esté muerto.

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RÉQUIEM DE LA VIDA MUERTA (Y) : SMASHING PUMPKINS Ese año fue cuando nacieron todos mis hermanos yo sentado en el útero de mi madre los miraba a cada uno por su ombligo, esperando a que abriera las piernas y lanzarme con el cordón umbilical al cuello. Todos los que fueron dados a luz regresaban de la noche y tenían forma de pájaros y se veían como un pentagrama hecho con los cables del tendido eléctrico, comencé a llamarlos enseguida y atravesaron el cielo reconstruyendo la cicatriz de donde nacimos, luego una serpiente bicéfala como la pasión se nos acercó y quiso ofrecernos la desdicha o la esperanza, con una cabeza miraba el día de ayer; con la otra, la noche de mañana. Nosotros sabíamos que este era un sueño dentro de un libro vivo que es donde la literatura y los fluidos no son más que manchas y que los capítulos que faltan para que se termine son los siglos que nuestros huesos y nuestros borradores demorarán en dejar de ser madera de los bosques y árboles que la posmodernidad olvidó en su inconsciente colectivo. Pusimos al miedo y al aburrimiento en decenas de cajas de papel que muchos escribieron y las arrojamos al río con las ganas de no verlas jamás para que su sangre se esparciera entre las ruinas que es cada uno de los nombres de mi país y las generaciones venideras no puedan encontrar; a los que eran ya viejos de espíritu nada les importaba y estaban cansados de que la poesía estuviera más viva que ellos, su impávido silencio nos hizo huir de la culpa que les era la página en blanco de sus rostros. Las luces de la ciudad se apagaron temprano cuando las constelaciones abrieron sus ojos y la mano culpable que se quiso esconder antes que escribir terminó dándonos un sueño a los poetas que tenemos que ver algo con el año 1979, pues no sabíamos que estábamos rompiendo el reloj de arena por la mitad junto a los nuevos soportes y el frenesí

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que acompañaron nuestra desesperación y que tanto irritó a los que jamás se atrevieron a levantar la voz ni la mirada. Nacimos de un pequeño y húmedo útero nacional y nos reencontramos en una Latinoamérica en llamas; a nadie más que a nosotros nos importan los poemas que hablen de este año, no sabemos qué haremos con él pero supongo que luego será la prehistoria, no de la próxima humanidad ni de las bestias de hoy sino que de unos poemas solos y terribles que lucharán por no morirse antes que nosotros.

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MORRISEY: 

Nunca en mi país conocí el amor, una vez con A miramos a la cara al deseo y el miedo era su sombra y brincamos en su cabeza con un revólver que era nuestra noche, pero amanecieron dos cadáveres. Nunca en mi país conocí el amor, una vez apareció un ángel llamado N y lo besé pero el cielo de donde venía y hacia donde iba no era donde yo podría resucitar. Nunca en mi país conocí el amor, una vez con G construimos un castillo de papel para que pudiéramos escondernos de su pasado terrible, de verdad lo amé, pero ese sufrimiento fue en vano porque prefirió la muerte que significa la cobardía. Ustedes están bien, tienen todo para ser felices, unas entrepiernas húmedas y la tranquilidad de no esconderse más, pero yo estoy a medio camino con mis maletas vacías para desaparecer porque yo seré el primero en irme con mis libros a la espalda, seré el primero en ver el desierto como un espejo del otro lado, el primero en decir adiós al océano pegado como lágrimas en mi bufanda, el primero en renunciar a la mediocre conveniencia del nada tan malo, pero nada mejor. Nunca en mi país conocí el amor, una vez con el primer R decidimos que era tiempo de marcharse y tomé su mano para cruzar lagos y ríos que nos separaban, pero éramos muy jóvenes y la vejez se convirtió en hábito e inexperiencia. Nunca en mi país conocí el amor, por eso me fui llorando hacia donde la soledad es diferente porque todos te acompañan a llevarla a cuestas y encontré al segundo R que me enseñó la belleza y la ternura en una sola noche, que de tan maravillosa bastó para que fuera única, de una vez. Nunca en mi país conocí el amor, por eso me volví a ir y apareció Y en mi vida en la ciudad sin nombre comprendí que todo lo anterior había sido para este momento. Nos abrazamos, nos besamos, nos amamos y viajando juntos por muchos lugares acariciamos las estrellas y pude dejar de cantar esta canción,

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salvo la última parte del coro que explica la historia y el devenir de este libro: Nunca en mi país conocí el amor y por eso lo odio tanto.

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 Traga

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Kid Y Estoy contigo en México donde tú estás más loco que mis 28 años.

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Así, pues, cualquier persona que bien lo considere puede ver con evidencias que son pocos los hombres que alcanzan el hábito por todos deseado y que son casi innumerables los que, privados de este alimento, viven siempre hambrientos. ¡Bienaventurados aquellos pocos que se sientan a la mesa en que el pan de los ángeles se come! ¡Y míseros aquellos que toman un pasto común con los animales! Pero como todo hombre es naturalmente amigo del hombre y todo amigo se aflige de que le falte algo a aquel a quien ama, los que son alimentados en tan alta mesa no dejan de tener misericordia de aquellos que andan comiendo un pasto de hierbas y bellotas, propio de las bestias.

CONVITE

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ELANAGRAMADELNOMBREDEDIOS LUEGO QUE HABÍA ESCRITO TODO LO QUE ME FUE ORDENADO EN MI MENTE POR LAS ESTRELLAS MEXICANAS SE ME APARECIÓ DIOS EN SUEÑOS Y ARRANCÓ CADA UNA DE LAS LETRAS DE SU NOMBRE DONDE DECÍA COMEDIA TERMINÓ DICIENDO COMA Y DONDE DECÍA TRAGEDIA TERMINÓ DICIENDO TRAGA LA VOZ DE DIOS AHORA ES UN SECRETO Y EL PUEBLO ELEGIDO SOY YO

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Yo (ese conjunto de palabras que usted está leyendo)

La vida es una artesanía de México. Papel picado, barro, paja; ojos. Olote GERARDO DENIZ

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LA INTERPRETACIÓN DE MIS SUEÑOS

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I TODOS ESTOS AÑOS DI LO MEJOR DE MÍ AHORA PUEDO DAR LO PEOR SI ESTO NO ES UN POEMA DE AMOR NO SÉ QUÉ PUEDA LLEGAR A SER

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II Un libro no compila más que las noches en las que uno dejó de vivir y escribió como si se tratase de convertir todas esas horas en una pequeña caja fuerte para el futuro donde ni los sorprendentes currículos, ni todas las publicaciones o traducciones en el extranjero tengan espacio ni mayor valor que el polvo como igualmente resultan ser el orgullo y la propiedad. A los 28 años y estando en un país ajeno los amigos se ven como poemas, poemas que he leído tantas veces y con los cuales he llorado he odiado he bailado he amado como también lo han hecho tantos poetas del futuro, hoy disfrazados de adolescentes, hermosamente insurrectos y mayoritariamente minoritarios. Después de tanto viajar me doy cuenta que los libros en otras ciudades dejan de parecerse a lo que fueron y en ellos se despierta la conciencia de muerte contra la cual sólo saben murmurar el nombre de su casa editora, el año de su publicación, o el pie de imprenta que es lo mismo que decir: me llamo X tengo X nací en X y represento otra incógnita de la belleza. Recuerdo perfectamente el día que comencé a escribir tenía 19 años y la vida hecha mierda ahí fue cuando imaginé hacer un libro donde pudiera caber toda la pena y la rabia que sentía hasta ese momento, ese libro era más grande que todos mis sueños y por eso era una pesadilla. Veo como nuevos muchachos y muchachas convierten sus vidas en poemas llenos de delirio y ternura, los he visto en muchísimos lugares comiendo galletas y tomando vino tanto en pueblos fantasmas como en fantasmas países sin la soberbia capital de la chilena poesía

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que tiene amarrada a la muerte dentro de un libro que sólo se abrirá en algunos años. Asimismo me di cuenta con decepción que los que estaban inmediatamente antes que nosotros quisieron escribir correctos poemas en insípidos compendios en el muerto tiempo de una pálida y fría democracia ¿si eso no es miedo, hijos de puta, díganme qué es? La literatura para ellos fue una nueva dictadura del bienestar, de lo conveniente que resultan treinta carillas para leer en un viaje en metro, y no quisieron jugar con la posibilidad de perder por eso sus darditos fueron lanzados a una fosa común que era como veían el compañerismo, una de las pocas utopías posibles para hacer de este país algo menos trágico y cruel; por eso sus librillos sólo están en los anaqueles de las universidades fiscales donde estudiaron y ahora son parte de privadas bibliografías porque ellos mismos ahí son los que enseñan que si el fascismo es cultural es bueno y que si los cómplices del duelo nacional pueden reeditar obras olvidadas entonces ese tiempo perdido valió la pena para engrandecer la marca registrada y el precio. No se dieron cuenta que estaban en el rumbo correcto, que así llegarían mucho más lejos de lo que alguna vez vislumbraron y no era necesaria tanta carnicería entre ellos mismos; cada uno no veía más allá de su propia vida y su vida no era más allá que su propio miedo, una joya, sí, era una joya que brillaba como una reluciente trampa a mediano plazo para los que querían comprar todo con antojo y desidia. Esto era lo que yo observaba y por eso de mi sobrecogida boca abierta unas luciérnagas me acompañaron en mis noches y supe que todo estaba hecho para no escribir, por eso mismo hoy, en esta hiperdictadura la poesía vuelve a ser un arma sí, un arma, desde este lado simbólico de la violencia.

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III Lo que los diarios dicen dejan de afirmarlo quienes ahí hablaron y lo que aparece de manera directa y sin dilaciones suele tornarse un paisaje lleno de sangre y humo que son los colores del siglo recién pasado. Lo que he llamado hiperdictadura no es más que el tercer ojo del fascismo global, el primero fue la dictadura milica y su arrebato criminal de las libertades, luego la postdictadura instaló el bienestar del individualismo y una escena crítica engolosinada con la vanguardia en el arte pero no con una vanguardia política limpia de cohecho y transa, actualmente la represión y la vigilancia carcomen nuestro albedrío en aras de lo que ellos llaman seguridad e inventan internos enemigos en las ciudades y campos de Chile para sembrar el terror y una panóptica mano dura; pienso, siento y creo que cuando en un país la coerción tiene más importancia que los derechos de cada uno es un momento para volver a leer los desacatos, las multitudes y las conciencias. Mis amigos lo sabían de antemano pero no se habían dado cuenta hasta ahora, esta nueva sensibilidad estaba ya en sus poéticas proletarias y bailables, edípicas y callejeras, atiborradas de delirio y ternura; mis amigos lo han vivido porque yo lo he vivido con ellos y su intervención pública no es más que una tristeza común que de tan íntima ninguno podría querer representar nada ni ser la voz de un tiempo sino que apenas de las luces que se prenden y apagan esta noche para que nos tomemos de las manos y salgamos a caminar en medio de las grandes calles, nosotros, muchos más que dos.

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En este momento los poemas son advertencias y lo punzante en ellos es una nueva polis profundamente personal e inquietantemente colectiva cuando todo esto que hablo no tiene que ver sólo con la crisis de una generación mediocre de poetas y sus excepciones sino que con algo que realmente importa mucho más y es la posibilidad, aún, de una esperanza para no dejarse morir de a poquito día a día. No sé si se trate de una nueva épica social o sea más que el límite hasta donde podemos aguantar el desencanto pues ni los académicos de turno ni sus refugios universitarios dieron luces sobre esto, no han constatado estos seductores procesos que resplandecen entre su emerger y su urgencia, por eso la voz de los que ya no volverán es más que un eco bajo tierra y me dice donde, como y a quienes poner el pie, pisarles la cola, enterrar el taco. Somos testigos de un miedo atroz que si no es convertido en deseo ni siquiera las cucarachas quedarán el día de mañana, o tal vez algunas pero esas desde siempre estuvieron muertas; es posible que me esté saliendo del poema no me importa ya pronto me iré de mi país donde me siento tan solo que ahora soy todo para mí, y más allá de eso siento la angustia de lo que hace años intuimos como una posible lucha y hoy sea el más brutal acribillamiento desde el emporio, por eso los que vivimos todavía de lo elemental estamos llamados a no permitir que sea destruido por esos que viven en un planeta que está más allá de la mitad del mundo pues nadie sabe muy bien lo que pasará pero de algo sí estoy seguro un ala radical ha emprendido vuelo o se mira como pasa o se va con ella.

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IIII Hay algunos que odian el humo yo no mientras sean hojas secas y marchitas las que se quemen, es decir, escritas con soberbia y ambición; recuerdo a mi abuelo tardes enteras con un rastrillo juntando las malezas y luego esparciéndolas sólo para no dejarse caer muerto hasta que un día las quemó e hizo un gran incendio a los pocos meses murió pero nunca olvidó aquel fuego y yo no dejé de recordar la luz que salía de sus ojos idos de este mundo al contarme una y otra vez dicha historia, por eso creo que los que no soportan el humo temen tanto de sí mismos que aborrecen el nuevo matiz y el perfume que queda después de él pues creen que la pureza de lo que respiran es cierta y todo el resto es mácula y equivocación; la higiene es el lema de su folletín y la deriva totalitaria les da vuelta en la cabeza como una tentación llena de moscas para negar todo lo hecho y esencializar su destino y definición de Poeta, pues a ellos les conviene su confusión y la ajena porque así su ignorancia parece una rebeldía, y a los que de verdad ven más allá de sus ojos los acorralan por su libertarismo escritural acusados de desatender la perfección del poema y la elegancia del verso lo que para mí quiere decir hacer gargantillas con mierda. Las palabras no son flexibles ni acomodaticias sino que las voluntades de quienes las ven así, la metáfora del pesticida es algo parecido un poco de humor negro en el aire sólo hace daño a las cucarachas y a quienes desde oscuros rincones esparcen su veneno que incluso afecta a sus propios librillos pues nacen sin brazos sin piernas, sin cerebros o sin corazón no como defecto o celebración de la errata sino como la más suma y ruin avaricia en el lenguaje. Lo que igual me resulta desalentador es la ligereza con la que ellos contemplan el mundo creyendo en una cruzada por la justicia poética

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pero huyendo de cualquier proyección de voz o claridad que descubra su tenebroso chicharreo; en fin lo que ha sido fumigado por sucio y anémico tiene la posibilidad de esperar a mesías menos cobardes que los antologue, reseñe y les dé un polvo de existencia para que alguien sepa algún día que estuvieron aquí, pues como bien dice una de las cucarachas: habrá entonces que darse a la verdad, con paso firme, sin retroceder ninguno, cara al sol. O ser fumigados en nuestra superficialidad

El día de mañana es suyo porque no existe nosotros estamos construyendo el ahora y aboliendo el gesto oligarca que ustedes representan para mí puesto que lamentablemente la mala voluntad y la mala poesía que se parecen mucho a la ambición y la usura son enormemente contagiosas, habría que agregar. V Al enfrentarme a un texto leo sus guiones, sus comas, sus puntos, sus negritas, cursivas y subrayados, todo aquello que represente un silencio que me haga posible pensar en lo bullicioso que es el papel. La primera vez que vi un libro estaba en una colina y unos muchachos hermosos dormían debajo de él, imperturbables, nada los molestaba ni el sol, ni la gente que pasaba junto a ellos sólo anticipaban lo que sería esta gran noche llena de sueños luego la juventud se me pasó y escribí cada una de las casas en el cielo que pude imaginar hasta que un accidente salvó mi vida, salvó mi vida del infierno. Todos los libros de ahí en adelante son un solo gran poema,

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una tragicómica epifanía, que el próximo año cumplirá un decenio y un poco más de mil páginas; en este momento creo que ninguno de ellas es biográfica, pero sí son inseparables de mi vida, de la juventud de mi vida, quiero decir en la cual nunca conocí el amor. Primera cita: hacer arte es hacer lenguaje, amados míos, lenguaje extraño, trunco, espantoso, deforme, dinámico, flexible y claro como un río.

Última cita:

no hay poetas jóvenes, lo que existen son escrituras nuevas o nada.

Toda convivencia poética sustentada en la conveniencia está condenada a un juicio público y su latente aniquilamiento pues los buenos corazones de verdad son libres y la libertad es una inmolación por los otros; en este contexto una escritura poderosa es un arma para defenderse, pero también para vengarse primeramente de quienes las escribieron y una vez que el autor ha desaparecido del cuadro el pacto entre la sangre y la tinta se convierte en una época. El corte de un verso es la huella de una autopsia y el cuerpo aquí es la vida misma que será también el silencio de lo que no es palabra pues un libro nunca comienza ni termina todo en él es una bitácora del porvenir; las eras pasan como buenos o malos días y al acostarse uno piensa en cuanto pudo olvidarse de que la muerte arrasó con absolutamente todo menos la ficción, los amigos ayudan en eso cuando juntamos el brillo de nuestros ojos para que la noche no se sienta tan sola. Muchos ríos han pasado sobre nuestras cabezas arrastrando con ellos a tantos que se empeñaron en continuar lo que sus creadores habían dado por concluido, resulta cómico verlos tan seguros

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creyendo que construyen algo y no es más que impostación y cinismo; yo de mis libros no sé más de lo que desaparece de ellos tantas voces, miradas y gestos que regresan y se van para recordarme que la poesía está más viva que yo y que la risa en ella es el último tono del dolor o el papel de una escritura dramática en un teatro atiborrado de público y de asientos vacíos desde donde se percibe que todo es percepción, tanto sus pilares, sus muros, sus miles de puertas y toda la arquitectura mental que significa la ficción de cerrar los ojos y salir a bailar. VI Las cucarachas y también las ratas comparten más que su inmundicia ambas procuran atrincherarse y protegerse de la ceguera que les produce la sinceridad, gusanos y babosas entran a escena arrastrándose lastimosamente detrás de agotadas sombras de las cuales no queda ni el polvo de sus libros y ni hablar de las venenosas arañas que tejen día y noche sus trampitas de poder; es hora de ordenar la casa y fumigar a fondo con la hermosa correspondencia que tiene con la palabra funar. No es arrojar en la basura los cachureos del pasado sino ver cuánto tiempo más podrán seguir resistiendo y dando luz; en realidad no se trata sólo de un tiempo que ya fue pues el mañana más que nunca es un hoy pero incluso así los veo cometiendo las mismas fraudulencias, negando y ridiculizando lo subversivo que puede haber en la ternura como el centro de un sistema político en mi corazón* o lo enérgico de las bellas juventudes en llamas, a éstos los hemos leído los hemos escuchado hemos estado con ellos celebrándolos como un nuevo Pueblo ya sea en las trincheras de clases que es mi país como en nuestro mutuo frote con las utopías.

*

Y.M.

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Ninguno y todos los destinos están escritos ya en esos poemas anónimos y locos que sumados a los nuevos compromisos y las nuevas renuncias son un ideal work in progress, una punta de lanza de un proceso mucho mayor que cucarachas, ratas y otros monos ni siquiera pueden imaginar salvo cuando contraponen su desmedida ambición y su prepotencia aleccionadora contra quienes han elegido dar un paso al lado y no atrás como ellos para luego saltar más alto y alcanzar un escaño donde han llegado tantos con sus vergüenzas en las manos llenas de la tinta que dejaron las íntegras palabras al huir a tiempo de sus librillos. VII No sorprende ver como defienden la mediocridad y el blanqueamiento de la postdictadura pero sí que ellos crean que la voz de uno sea oportunismo o una estrategia y no las ganas de dar cuenta que hoy la poesía está más allá de los libros y que es un sexto sentido en contra del cuarto poder; si uno quisiera posicionarse como creen dejaría de escribir y haría lo imposible por ser un siervo en las mazmorras del mercado literario acarrearía tablas y sacos de cemento creyendo que son libros para luego decir así como ustedes que la casa es suya. Quienes más le cuidan las espaldas a sus antecesores directos son igual o peor de cobardes y sin un mínimo de cojones que en este momento es decir carisma; de academicistas no los puedo halagar hasta que algún día tengan una carrerita a pie pelado por ahora leo sus notas en el diario mural, enmierdadas, llenas de tallas ortográficas y una supina y tosca ignorancia, pero aun así reclaman por un proceso investigativo o una tesis que compruebe la intuición y la experiencia de tantos años en los que bastaba simplemente leer.

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Yo defino miedo, maricones culiaos, como lo que ustedes hacen su hipocresía, su exitismo, su resentimiento y el huir del riesgo que significa hacerse cagar la vida en cada libro eso es algo que no saben, pues donde ven una profunda reflexión sobre el trabajo poético yo no veo más que desolados escombros, donde ven una investigación entre el canon y el experimento yo no veo más que subirse y bajarse los calzoncillos, donde ven la inclusión de tradiciones extranjeras y traducciones pedantes yo no veo más que felatios necrofílicos; creen que es novedad todo eso porque no tienen la más mínima idea de todo lo que hay que dejar para ser poeta, se desgastan la cabeza en pensar detenidamente que las estéticas responden a ciertas necesidades de su época como si no fuera más que obvio y peor aun argumentan que la dictadura militar instaló un nuevo lenguaje siendo que fueron unos pocos dignos en su coraje y honor quienes hicieron un contragolpe al signo lingüístico; incluso aseveran que la democracia llegó y que también abrió un nuevo lenguaje en el país ja! lo único que hizo fue llenarlo de juguetes jurídicos y tecnológicos para no despertar sospechas de su traición. VIII Hablan de derechos humanos como si fueran figuras literarias y no se dan cuenta que los intentos por enlazar el miedo de la década pasada y la rabia que nos pertenece hoy es más que una sospechosa coincidencia, se les nota el berrinche de moda pues ustedes ven peligro cuando uno usa la crisis en contra suyo por eso dan nombres y nombres para que les tiendan la mano antes que su líquido cadavérico los termine por sepultar; en cuanto a lo político de la poesía menos saben aun cuando se habla de niños pobres

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no queda más que soltar el lápiz y hacer memoria, cuando se habla de milicos violadores el culo también es un corazón, cuando se habla de latinoamericanos malheridos basta mirar más allá del desierto que es su mente en blanco y de la cordillera que es su frustración, por eso la poesía será política cuando absolutamente cualquier persona lea un poema, deje su rutina y sienta al acostarse que ese día en especial valió la pena y todas las penas que le llevaron a leer ese poema y todas las penas que llevaron al autor a escribirlo. Si la academia fuera más hermosa que una flor no dudaría en celebrarla pero para mí fue la evidencia de que al menos uno de los sueños de mi madre se cumplió, por cierto los que no saben nada de nada sólo ven autógrafos en los epígrafes y no entienden que toda cita es un reventón a ciegas para leer juntos lo que una tercera mano aún no escribe; se los digo una vez más no quiero instalar ninguno de mis caprichos pues en mí son cándidas infracciones pero en ustedes serían abominación y culpa, sobre eso mismo la marginalidad que tanto me sacan en cara fue la belleza amarga de ser pobre y ahora la decisión íntima de no ponerle precio a ninguno de los hoyos de mi cuerpo siendo la escritura la más horizontal de esas caídas. De vergüenza ustedes no me hablen ni menos de blindarse o de autoprestigio porque estiraron el culo y escondieron la mano luego me imploraron silencio, si tanto ardor les produzco por mi inseguridad o la debilidad de mi discurso crítico, como ahora les gusta apuntar eufemísticamente, yo les digo que practiquen la decencia y la templanza para darse cuenta que cuando uno habla de poesía en un diario no es mercado sino que justamente es eso lo que se hace temblar o como cuando nos damos la mano con las juventudes idealistas llevamos a cabo una revolución tan pequeña y hermosa que ni siquiera vale la pena nombrar en este poema.

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Hijos culiaos de mi país culiao la baba que cae de sus hocicos se acumula y crece como un estanque donde el narcisismo se contempla en la imagen de ustedes y su profundidad es la misma que su ausencia de juicio al escribir que siempre los ha caracterizado y por el cual son lo que son hoy día, su aspiración se ve satisfecha con su trabajo y la expansión de su odio no saldrá de esta página porque aquí quedan sepultados para mí. VIIII Piensan algunos que a mayor cantidad de gente escribiendo es salud y argumentan que quien no piense como ellos quiere canonizar y exigir solo una forma para la escritura yo creo que dicha fortaleza será tal cuando esas poéticas sean realmente distintas entre sí y no una mayoría impostando lo ya hecho; no se trata de cuántos escriben sino del número de ellos dando su vida a sus obras para que éstas no envejezcan más rápido que sus autores pues así las escrituras se imponen con su voluntad de relámpago bajo el arco iris sombrío y el poder en ellas es crear un nuevo cielo y una nueva tierra para que en el reino de la literatura siga triunfando el regicidio de la ficción, la anarquía de los sentidos y el libro no abra jamás sus puertas a la moral. Ninguno de nosotros ha querido imponer una forma única de escribir tan simplemente porque intentamos en cada libro usar la mayoría de ellas, desestabilizarlas y travesear justamente para burlar al canon que quiere igualar toda resonancia e imponer su ojo parlante desde el centro de la tierra que es donde muchos quieren estar para escribir; nosotros naufragamos con archipiélagos que quedaron del big bang del sentido y con constelaciones nómades cada noche distintas que huyen de los astrolabios y los telescopios pues no hay en ellas un método

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pero sí una poética de la vida. Por eso digo que una prosperidad literaria será real cuando su necesidad sea su diferencia y no la copia de la copia de la copia, además la lucha a muerte entre ellas no es de uno, es la inherente deuda ética al consagrar una revuelta entre el ahora y lo que suceda después de esta noche, el silenciamiento y la homogenización vienen de otra parte y no de esta refriega que a lo sumo hará de una poética agonizante el humus para otras nuevas porque no es muerte sino pura conversión; al parecer todo se debe a lo intermitente que resulta existir y entre crecer y perecer sólo hay un gesto mínimo, casi imperceptible, llamado exterminio. Si una línea imaginaria e histórica fuese hecha con los nombres de tantos poetas omitidos y silenciados daríamos la vuelta al mundo para que el tiempo fuera el mundo al revés y el sol una estrella sólo para no saber la diferencia entre ambos; los cuerpos celestes pasan frente a nuestras caras pero de ellos son pocos los que se ven y los que ya no existen son los más brillantes justamente porque lo han olvidado todo aunque algunos crean lo contrario la ley de la vida es la misma que el poema matar o ser muerto. Y no se trata de una guerra fratricida ni de más o menos poderosos binarismos sino que de la gravedad de estos cuerpos cuando han dejado la realidad y el lenguaje que queda de ellos abre un nuevo lugar, un saludable tercero excluido, en el cual las palabras renacen como un desafío a las dialécticas y al codazo pues tanto ese territorio como el derecho a la diferencia producen inquietud incluso hoy cuando el sí mismo dejó la esfera de lo privado y la vehemencia que lo caracteriza

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se hace una independencia del yo. El devenir de las escrituras es su libertad y su valentía para olvidar los derroteros que las llevaron al papel donde están cercadas desde sus cuatro lados por el vacío y la clausura que implica leer desde las imposiciones académicas de la lengua, oficialistas del ojo o del ir y venir de apretones de manos sintomáticas pues la subversión de hoy será la causa para que mañana nuevas hambres tengan un origen y esa carencia vuelva a significar una abundancia de rasgos distintivos en la voz radical que inventarán en otro tiempo nuestros futuros hipócritas antepasados. X He visto como estos últimos días se acaban más temprano no sé si es la latitud o las ganas de irme de una buena vez a una galaxia para nosotros dos como la NGC 224, todas las discusiones sobre lo que debiera ser en poesía me tienen sin cuidado las cuotas de cordura son conformismo y los ataques, viejas heridas hechas con el filo del papel que en esta travesía han resultado ser un silencioso testigo culpable de como los oportunismos son arrojados de un lado para otro como una bomba para derribar estrellas después de la cual lo que nunca existió existirá y lo que ya estaba será negado por esos que no se permitieron la protesta de sí; nuestro descontento es el mismo que el de esos que nos miran de presente pues entre ellos y nosotros no sólo hay poemas sino que un sueño del cual no despertaremos hasta convertirlo en una noche para que todos salgan a volar. Nadie más que la historia pasará a la historia, nadie descubrió nada ni nadie inventó nada los poemas cogieron lo que no les pertenecía y salieron a las calles nosotros sólo les seguimos y allí nos acusaron como autores y nos arrojaron a las hogueras para convencernos de que afuera de los libros todo lo que parecía carecer de importancia

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tenía una fuerza para abrirse camino por sí solo y dejar atrás lo verdaderamente prescindible de una poética o de una vida. Quizá lo que ha sido aniquilado ahora pueda leerse más allá de los átomos con que fue escrito y el tiempo que haya entre sus núcleos sea el paso entre una época y otra por eso el éxito y el fracaso de una literatura será el fracaso y el éxito del miedo. XI Fácil para algunos es amar y odiar a la vez como si sus reflexiones fueran canciones de moda en un tiempo sin tiempo donde la histeria tiene un palco preferencial para contemplar el agujero negro que es la escritura el día de hoy y no sólo quedarse en lo paradójico que resulta la imagen del poeta en el libre mercado pues la pelea de uno es horizontal en su primera etapa luego ya no son suficientes los pellizcos, mordidas o besos para ser absolutamente modernos. La rabia que los tontos ven como rabieta empeora cuando el tiempo se acaba y la estupidez de turno se multiplica, ningún garabato es más fuerte que la voluntad y se hacen necesarios cuando todos escuchan sólo lo que sale de sus culos, nosotros supuramos la frustración de nuestros padres, la de nuestros hermanos y seguro la de nuestros hijos; no escondimos la lengua debajo de la mesa sino que la extendimos en las calles para que sea pisoteada por todos los que hoy apuntan con el dedo y niegan lo hecho hasta ahora. Del limbo que era la década pasada no quise hacerme cómplice y hablé con la juventud en la cara y los bolsillos vacíos pero llenos de algo que aún sigue ahí y que sólo para mí es importante, pues para otros es ridículo porque se parece a una brújula

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para caminar detrás de la intuición o a un mapa hecho de piel y pintado con hormonas y sangre. Los gritos que dimos eran susurros para los que ya querían tenerlo todo y la distancia que acumulaban contra nosotros nos era un modo de estar más cerca; perdonen la expresión, pero yo no quiero ser como ellos que en lo que uno hace ven comodidad, entretención y nada más, leen los poemas como los temas de la radio o los titulares de la farándula fascista y creen en los rankings y las listas de ventas para todo lo que se desvanece en el aire, los gestos políticos del cuerpo los reducen a una sensación térmica de un mal día, se regocijan en creer que las poéticas pasan de moda de minuto a minuto que es cuanto ocupan en rastrear ávidos la novedad fuera del gesto radical para cerrar filas y que el silencio gobierne nuestro mísero nacional albergue de papel. Concuerdo en que hay mucho de qué hablar también por escribir, en eso estamos dándole con la poesía celebrando su cumpleaños más terrible cada una de las noches en que la torta y la piñata son el frote y la fatalidad pues muchos fueron los invitados pero pocos los que se atrevieron a llegar, los sobrevivientes nos vamos muriendo de pena y los otros silenciosamente esperan para esparcir la carroña a la vastedad de vientos que fueron en general todos aquellos que les dimos de comer seria y sistemáticamente mientras yo leía a mis queridos libros que en momentos de soledad como ahora resultan ser buenos confidentes pues escuchan las pavadas y los delitos hasta que uno se quede dormido. Disfrutan de la babel de los discursos en el que todo todo vale vale, aplauden los poemas tras los cuales se esconden

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para que no les hagamos daño el tiempo que nos toque padecerles y reírnos con sorna y pena de ser el meadero de quienes ni siquiera se atrevieron a abrir la boca. Lo prematuro de un libro es la fuerza y la necesidad imperiosa de hablar de frente y en directo a modo de desacato a una lenta agonía y lo lapidario del gesto es el inicio de la resurrección de la muerte, no de nuestras poéticas colectivas ni de las bengalas que hemos echado a volar porque mientras más en contra esté el mundo los signos se hacen más vitales y la vida misma será la que triunfe no sé si con o sin poesía pero con al menos la esperanza de que alguien tomará un lápiz y escribirá las siguientes palabras: querido diario hoy fue un día feliz. Los que quieran sacarse los ojos, morderse las trompas o darse por donde quieran pues bien, la interpretación de mis sueños es mi clínica proletaria emocional y el pacto con mis propias promesas, no fue mucho más que eso una sonrisa amarga para mí y la oportunidad de despedirme de las metáforas que son ustedes de este Chile culiao. Serán los que lean quienes terminen estas palabras y esos ojos serán los míos en medio de posmodernas balas y nuevos parentescos, allí habremos de pillarnos ya que atrás quedará el barullo y el veneno; los buenos poemas tienen mala memoria esa idea se me ocurrió hace mucho, lo más probable es que haya sido el día que comencé a escribir y pude por primera vez vengarme

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a los 19 años; nos queda un largo viaje y mucho que hacer ahora es cuando ahora y todo.

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XII MEJOR SERÍA UNA NUEVA PATRIA PARTIENDO MI VIDA POR LA MITAD CHILE CULIAO ME MENTISTE Y TE ODIO TANTO POR ESO

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AUTOBIOGRAFÍA DE UN POEMA

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Hay tantos muertos en esta habitación que ya ni puedo acomodarme en ella para escribir. Me ha cambiado la forma de tomar el lápiz y mi espalda está cada vez más arqueada, como si estos muertos se fueran sentando en ella o jugando a la silla musical mientras intento dar con la palabra justa, la imagen más certera para expresar la sensación de que esta habitación está llena de muertos. I Ciertamente toda mi vida ha sido un borrador una superficie horrenda donde he podido escribir mis cuatro nombres y cada uno de ellos tiene secretos llenos de pena y soledad; como me llaman no es mi título pero así me dicen ahora en este preciso momento he llegado a lo mínimo de mí tengo tantas ganas de acabar este poema que soy yo mismo como si recién lo hubiese empezado a escribir. Estas dos letras mudas son lo más parecido a como me siento, cada día quisiera hablar más despacio para terminar con mi nombre en la frente y nadie me diga nada ni me escuche más; el silencio siempre fue mi sombra y mi sombra ahora es este borrador donde puedo escribir lo que mis dedos quieren bailar. Nunca tuve miedo a equivocarme ahora mucho menos no tengo a nadie que perder porque nunca nadie me dijo como se ve la luna y cuán bonita puede resultar su luz cuando alguien te está mirando y ve todos los cuerpos celestes en tus ojos. Esta noche pareciera resumir todas mis noches y el brillo de las calles húmedas me recuerda que no debo regresar a casa, caminar es como empezar a escribir una palabra y luego borrarla porque no era una palabra lo que deseabas sino un ratito de cariño un gesto una caricia una mirada. El lenguaje es tan inocente pero macabro porque me recuerda a una lengua que una vez besé y que quisiera que cuando lea este poema supiera de lo que estoy hablando.

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* Ningún espejo me sirve porque los espejos se muestran a sí mismos, ningún río es tan lento como para poder mirarme en la misma imagen, nadie puede mirar más que sus propios ojos; el retrato no existe la rostridad son dos líneas paralelas que se cruzan y rebotan como la luz, ninguna ventana está más abierta que el paisaje que contiene en su interior, ninguna pintura está exenta de los óleos de algún muerto, no hay ojos en esta palabra ‘ojo’ aunque ponga un puntito en cada ‘o’, ninguna palabra te mirará por más que la hayas escrito, ningún libro te dirá de mí más que las líneas de una mano que ya te cortaste, ningún sueño puede explicar lo que dejas de hacer cuando duermes porque los sueños son piedras que cayeron sobre tu cabeza y te salieron por la boca. Una lengua muerta se asomó pero a nadie le importa, ningún mar te devolverá tu infancia perdida en esas playas que ya ni recuerdas, ningún nombre será el mismo que el tuyo y si lo es deberá ser de alguien que quiere huir de sí, ningún hombre volverá a hacerte llorar ni te sacará sangre; las palabras no se parecen a nada de lo que hablan tampoco las letras ni los signos ortográficos. El único retrato posible en este preciso momento para ti son dos signos unidos por una larga línea es decir que entre dos incógnitas tendí una cuerda floja por donde puedo caminar con un espejito al revés en la mano: mira ese par de letras iguales besándose. II Para mí siempre el autor ha sido un personaje digo un personaje más en la obra ya sea novela o poema, en mi caso el personaje de mi autor

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es un niño sordomudo que de tanto observar los colores las formas y los movimientos ha perdido la perspectiva de lo real y sólo distingue manchas manchas que se mueven manchas que cambian de tonalidades manchas con texturas y vértigos que los otros dedos no saben acariciar. Son esas manchas con las que he comenzado a escribir ensuciándome las manos y la cara con barro haciendo castillos y piscinas para que los insectos tengan nuevas madrigueras donde padecer mi tiranía; papeles, murallas, ropas fueron manchadas exhaustivamente sólo para contemplarlas durante horas. No sé qué veía en ellas pero ese desacato e irreverencia que para mí eran esas manchas perturbaban la paz de no escuchar nada ni menos poder decirlo, desde ahí que un día esas manchas en realidad fueron letras y las páginas finales de los cuadernos el lugar donde se resumieron todos esos años en que hacía lo mismo que ahora pero sin saberlo. La escritura para mí es manchar algo ensuciar en el sentido de agregarle nuevos colores y formas a algo que nadie esperaba a que sucediera y cuando fue así provocó un disgusto un enojo un reto. Ni siquiera puedo recordar cuantas cosas manché con mis propias manos y el placer que eso me daba no se ha acabado aún miraba el cielo y veía ahí tantas hermosas manchas que resplandecían en esas noches solitarias y tristes; sí, el cielo todo manchado de luces y cuando subía al cerro que estaba cerca de mi casa la ciudad tenía las mismas manchas y me daban ganas de llorar y mi rostro también se manchaba salían a buscarme y regresaba pensando en esas manchas que cubrían los firmamentos. No poder escucharlas ni poder describirlas me angustiaba ¿cómo se oirían esas manchas? acaso eran musicales o ruidosas ¿hablaban? ¿escuchaban? ¿cómo se oye una mancha? *

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Una noche de esas me desperté llorando tenía fiebre había estado con sueños horribles: unos cazadores, unos perros, unos rifles estaba la almohada empapada y tenía frío me amanecí y en la mañana mi madre al verme llevó al médico de inmediato sin decirme nada no sé qué hablaron pero me quedé toda esa tarde en cama y al día siguiente ya mi estómago estaba llena de pintitas rojas luego mis piernas, mis brazos y finalmente mi rostro e incluso debajo de mi pelo. La fiebre no bajaba y bebía mucha agua miraba mi cuerpo lleno de esas manchas que siempre me habían fascinado mi cuerpo era como esa noche estrellada como esa ciudad a lo lejos que yo veía desde ese cerro la fiebre me hacía pensar en cosas extrañas y no deseaba comer; un día quise ir a mi colina favorita le indicaba a mi madre con el dedo y haciendo una curva en el aire pero no me dejó por más que le insistí lloré mucho y cuando me dormí sentí que de mis manchas salían unos pelos enormes como racimos entonces creí ser el hombre lobo me miraba en el reflejo de la ventana y veía a ese híbrido ni humano ni animal a ese que vagaba por los cerros cercanos a mi casa hambriento, cazando liebres o huyendo de los perros callejeros que ven comida en todo lo que no sea perro. De verdad vi mi rostro así y aún lo recuerdo perfectamente el día de hoy sentía mi quijada enorme y mi cara cubierta de un oscuro pelaje como un negro bigote que me cubría todo el rostro entonces sentí miedo y desperté a mi madre y toqué mi cara para que se diera cuenta de que era el hombre lobo extendió su mano hasta mi frente me dio agua y se acostó a mi lado acariciando mi cabeza, esas manchas en mi cuerpo durante esa noche me convirtieron en un animal en un ser espantoso que me demostraba que las pesadillas sí pueden ser reales esas manchas me convirtieron en lo que ahora podría ser como si un niño sordomudo fuera también un monstruo. Ese fue mi primer poema esas manchas fueron letras y esa luna a la que aullé es este monólogo que jamás deberé terminar por que las manchas permanecerán incluso después que quien las haya contemplado deje de vivir; ese hombre lobo todavía existe dentro de mí

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sino fuera por él no hubiese aguantado tanto la noche es lo que son las flores para las abejas siempre se vuelve pero pocas veces a la misma ¿En qué se parece un niño sordomudo a un hombre lobo? ¿el hombre lobo puede oír o sólo sigue su olfato y su visión? ¿sabe el niño sordomudo que la sangre no tiene sonido en sí misma? ¿sabe el niño sordomudo que la sangre también es una mancha? III Mientras viví en la ciudad siempre estuve rodeado de personas de gentes en las calles de sujetos a los que hablaba cualquier cosa sólo para saber cómo se oía su voz tantos rostros guiños en las noches sonrisas al ritmo del andar movimientos de manos a lo lejos de hombres que conversan de cualquier cosa para no regresar a sus casas, muchachos que andan en grupos buscando aventuras en las cosas más triviales. Perfumes casi siempre horribles olores a cuerpo, alientos de cerveza y cigarros todo eso en unos pocos minutos de una adolescencia tan solitaria imaginando hasta donde puede llegar la vida; cuántos de estos mismos seres ya estarán muertos cuántos de ellos no serán recordados por nadie o sólo cuando se haga un brindis al final de la noche y haya que guarecerse del frío impersonal de la ciudad misma. Recuerdo eso ahora que vivo solo en esta cabañita en medio del bosque simbólico que es la página y creo que todos esos hombres y mujeres siguen habitando a mi alrededor como si lo que uno cree fuera azar y destino no es más que un mismo sistema solar que te acompaña estés donde estés solo o en medio de alguna metrópoli. Esa taza sin oreja me resulta tan familiar como el muchacho que una vez me guiñó el ojo y puso mi mano en su bragueta, esa ventana me recuerda el rostro de mi hermana cuando se ponía lentes de sol, todo lo que ahora vive conmigo siempre lo ha hecho uno no puede huir de nada porque todos hemos huido juntos; la soledad no existe

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no es real es sólo una ficción, una ficción literaria para comenzar a escribir un poema. * Estas letras son mis huesos su sonido es mi piel, acentos, paréntesis, signos de pregunta son vísceras y tripas y el espíritu es su completa significación. Todo poema está condenado a la muerte porque la muerte está destinada a ser el último poema que alguien escribirá desde allá, desde detrás de una puerta universal y ese alguien devorará la llave en un hoyo negro que se ve así, así como este punto final. Escribir como si fuera lo último que se podría hacer, como un sepulcro donde quien lo contemple se pregunte cómo habrá sido la vida de esa persona. Así, el libro me lo imagino al revés, es decir cuando alguien lo lea se pregunte cómo irá a terminar quien lo escribió, si es que aún vive. Lo único que vamos ganando poema a poema, jornada a jornada, es estar un poco más cerca de nuestro último día y más lejos del primero. La vida es anti conservadora por naturaleza. Definitivamente, lo es.

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EL NIÑO QUE SOÑABA JUGUETES

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I

Años antes de conocerlo yo soñé con él; lo recuerdo más o menos como un niño menudo, de tez más oscura que la mía, tenía el pelo rizado y siempre estaba sonriendo. Era hermoso y resplandeciente. A pesar de que en aquel entonces yo era pequeño, él era mayor que yo. Lo veía caminando por una calle con un gesto tan simpático, mordiéndose la comisura de los labios y mirando a todas partes, entonces de improviso él hacía un dibujo en una pared. Mi madre que también soñaba con él esa noche se quejaba de la travesura, pero yo no pude olvidarla jamás. La figura era como:

Cuando desperté lo primero que hice fue intentar copiar esa imagen, pero me resultó algo así:

Era muy niño aún y nadie me había enseñado que existen otras maneras de dibujar a alguien. Esto era lo más rápido y fácil, pero a mí no me gustaba porque no tenía ojos que brillaran, ni pelo que se desordenara con el viento. Luego empecé a usar manchas y colores para pintar y reconocer formas de animales, rostros, países y eso sí era más divertido. Rinocerontes con sombrero de copa, sirenas llevando bandejas con volcanes, la cara de un japonés con bigotes de charro. A los dos años siguientes aprendí a leer, a los trece escribí mis primeros poemas y a los diecinueve tomé la decisión.

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II

Desde ese día hasta ahora siempre he estado triste, me sentía muy solo y siempre lloraba, pero a escondidas para que todos lo supieran pero no me dijeran nada. De ese tiempo hasta ahora mis amigos que sabían la tristeza que me provocaba estar en mi país comenzaron a invitarme a sus casas, allá bien lejos y yo les leía mis poemas o les enseñaba mis dibujos que hacía en cualquier momento. A veces les gustaban, otras no, pero me decían que sí para que estuviera contento, y de verdad estaba contento, no porque dijeran cosas buenas de mis poemas o dibujos, sino porque decían cosas buenas de mí. En una de esas ocasiones me invitaron a México, y fui muy feliz. Allá estaban amigos antiguos y otros que pude conocer, todos eran cariñosos conmigo y me llevaban a pasear por la ciudad hasta que en un momento vi algo que me estremeció, dejé de caminar y me acerqué a una de las paredes de una casa blanca bien bonita, en ella estaba la misma imagen que tantos tantos años atrás había soñado. Pregunté quién lo había hecho, pero nadie sabía. Entonces llamé a mi madre para preguntarle si sabía de quién era el dibujo, y me dijo que sólo era un sueño, que aprovechara de comer cosas ricas y lo pasara bien. Llegó la noche y me fui a dormir.

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III

Vivía yo en un cerrito donde las estrellas eran pobres y a veces se despegaban y caían al suelo, además los bosques eran de papel y los animales en blanco y negro. Estaba solo e iba a un río donde unos peces que les gustaba hablar conmigo: -¿Por qué estás tan triste hoy?-. No lo sé, tengo ganas de llorar. Entonces los peces me llevaron por la ribera hasta un lugar donde ya no había agua y me dijeron que llorara ahí para que se hiciera otro río. ¿Otro más? les pregunté. -Sí, es que son muy pocos-. Lloré mucho, no sólo porque los peces me lo pedían sino también por la pena de que se aprovecharan de mi pena, tal como habían hecho los que antes decían ser mis amigos. Cuando volví a mi casa en la puerta había una caja, muy linda, con papeles de color y todo, de inmediato la abrí y había un muñeco de trapo con la misma forma del dibujo aquel que yo había visto. Entré corriendo, pero no había nadie, luego busqué en cada rincón del cerro, en el bosque y debajo de los animales, pero no. Entonces desperté y tenía el mismo juguete en las manos.

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IIII

Les conté a mis amigos mexicanos lo que me sucedía y todos estaban muy asombrados. Entonces les mostré el muñeco a todos para que alguien me dijera de quién lo había recibido, pero nadie supo ayudarme, salvo un chico que me dijo que tal vez él podía saber algo. -Anda a esa ciudad- y apuntó con su dedo, a lo lejos, unas pequeñas luces. -Llega hasta allá y tal vez puedas encontrar a quien buscas-. Yo le preguntaba cómo era, qué canciones le gustaban, cuál era su color favorito, si caminaba alegre o triste mirando las flores o las nubes. Entonces me decidí y fui en su búsqueda mientras escribía poemas para no sentirme solo, porque de hecho por eso mismo escribo, para no sentirme así, escribo mucho y no tengo ni un peso. Escribí, escribo y escribiré por la necesidad y las ganas, no de que me lea gente indiferente e invisible, sino de que alguien luego se me acerque y me diga: -Yo también estoy solo-.

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V

Llegué a la ciudad, caminé por todas sus calles, miré cuanta ventana pude hallar, reparé en cada uno de los dibujos que había en las paredes, pero nada me indicaba cómo encontrar a quien tampoco conocía. Pasé la noche ahí, un viento helado entraba por la ventana y me dormí. En el sueño nuevamente estaba en mi casita buscando cualquier cosa para comer, no había nada así que salí a ver si en el bosque podía encontrar algo. Cuando llegué vi que en unos árboles de papel habían dibujados unos duraznos que se veían bien ricos, pero estaban muy altos. Entonces así, se me acercó un animal, enorme, de tres patas con el cuerpo redondeado como lenteja y dos grandes ojos negros que se veía algo así:

Al subirme a su espalda sonó algo parecido a una bocina chistosa. Nos reímos y los dos comimos duraznos, pasamos la tarde juntos y fue muy lindo. Luego se hizo de noche y lo invité a mi casa para que no tuviera frío, fue ahí cuando me dijo: -Estira tu mano-. Lo hice y él se encogió de tal manera que se durmió debajo de mi almohada.

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VI

Al despertar seguía ahí el muñeco y también se los conté a mis amigos mexicanos que estaban extrañados de que no apareciera el responsable de todo esto. Le conté al chico que me había mandado a esa ciudad y me dijo que entonces le hiciera una trampa y antes de acostarme pusiera en la ventana unas galletas, mermelada y leche con chocolate. Me pareció una buena idea y eso hice. Los fui a comprar, en realidad, comprar sin pagar, como no era tanto no me sentí culpable, además era para dárselo a alguien que conocía de toda mi vida, pero que nunca había visto. Esperé a que oscureciera y las puse en la mesita junto a la ventana desde donde veía una gran torre que dibujé en mi dedo. Bueno, ahora que soy adulto dibujo un poquito mejor, aunque las manchas siguen siendo mis favoritas cuando tengo un papel en frente mío. Nadie llegó, al amanecer las galletas, la mermelada y la leche con chocolate seguían ahí, sólo una docena de hormigas habían venido, así que les dije que se llevaran todo y dejé el dibujo incompleto de la pena que sentía en ese momento.

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VII

Ya no quería seguir molestando a mis amigos mexicanos y no les hablé más sobre todo esto, los días siguieron pasando y me dejé de pensar en esos dibujos y quien los había realizado, quizá ya estoy muy viejo y no hay tiempo para seguir soñando, debo buscar un trabajo, terminar mis estudios y dejar de llorar. Si alguien me acompaña todos los días son mis poemas, será mejor que nos vayamos de vuelta a casa y me encierre ahí hasta morirme de pena o de soledad. -Yo te voy a acompañar- una voz replicó. Miré hacia el lado, me sequé los ojos y junto a mí había un chico, era él, se me vino a la mente mi sueño de hace casi treinta años, ¡era él! -Vamos a comer helado de fresa- me dijo cuando yo aún no me reponía de la emoción. -Sé que te gusta todo lo de fresa y piña, pero acá casi nunca hay piña-. Caminé con él y yo no decía nada, no sabía qué preguntarle, cómo mirarlo, pero no me importaba porque él me conocía, sabía mis colores favoritos, que me gustaban las pizzas, que cuando los pájaros cantaban les ponía atención y que lo más importante para mí era la ternura. El helado estuvo maravilloso y nos besamos toda la noche.

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VIII

En el sueño estábamos los dos y él me invitaba a hacer unos dibujos en las paredes; le conté que cuando niño yo hacía muchas manchas y que en ellas veía siluetas, países y juguetes, pero ya ni me acuerdo, ahora más bien me salen como letras, así como: YMRHAHM Entonces nos reímos y tomó mi mano y me hizo dibujar mi país. Es muy lejos, no alcanzará con este lápiz- le dije. -El mío es más grande, toma, sí alcanzará-. Así que ambos dibujamos y la gente que vivía allí nos saludaba como si hubiésemos pasado en un globo aerostático. -Somos muy felices juntos-. Afirmé con la cabeza y besé sus ojos, pero me entristecí porque en unos días yo debía regresar a mi casa. Despertó de golpe y luego yo, dormíamos en el sillón de la casa de una amiga que nos había recibido toda esa semana. -¿Cuándo volveremos a vernos?- me preguntó impávido. Espero regresar pronto, te lo prometo- le contesté, pero en realidad no sabía cuántas letras podría tener esa palabra ‘pronto’.

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VIIII

No quería que me viera llorar pero no pude, nos despedimos en silencio, también de mis amigos mexicanos, peruanos, brasileños que estábamos ahí por el vértigo de los aires y me fui a casa. Le dejé una caja de té para que suavizara su garganta, unos chocolates porque le encantaban los caramelos, algunos libros y mi corazón. Acá todo seguía igual, ni siquiera se habían dado cuenta que me había ido; la frialdad y la indiferencia me devastaron, y ya una vez que se percataron comenzaron a decir cosas horribles sobre mí. Ya no quería estar acá y me fui a unos lugares bien lejos donde nadie hablaba mi idioma, luego quería irme a otros países más recónditos aún donde el frío descongelara mi corazón. Lo único que hacía era pensar en aquel muchacho que me enseñó tanto y me hizo un regalo que nunca dejaré: las ganas de seguir viviendo la poesía como una consagración del delirio y la ternura y convertir mis lágrimas en una esperanza, tanto para él como para mí. Ese fue nuestro pacto y debía cumplirle por todo lo que él me significaba, no sólo la última letra de una rabia, sino que la primera de una nueva vida.

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X

Volví a soñar y estaba solo, casi no podía moverme y el sol me pegaba en la cara a medida que se hacía más grande como una boca abierta a punto de tragarme y un zumbido en mis oídos detuvo todo. El sol bajó la intensidad de su brillo y apareció el muchacho. -Te vendré a buscar- me dijo -iremos juntos a muchos lugares, sólo espérame donde yo te diga-. Abrí los ojos y una vez que estuve con mis amigos les conté de mis sueños y de los cuerpos celestes y ellos estaban contentos. Esperaba ansioso cada día para que apareciera él hasta que me dijo: -Hoy es cuando -. Salí a las calles a buscarlo, miraba en los parques, le preguntaba a los niños por él y observaba los dibujos que había en la ciudad. Hasta que nos encontramos y todo se llenó de luz. Nos volvimos a besar y le dimos la vuelta al mundo para que las tristezas fueran alegrías y las ganas de llorar ganas de escribir. Todo lo que vivimos quedará escondido en estas misteriosas figuras blancas a continuación, que es el dibujo de cómo se ve nuestro amor, de tan grande invisible:

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XI

-Vámonos a mi casa- le dije y regresamos, le conté que era pobre, pero a él no le importó y me regaló una galleta, también le dije que era tonto, me acarició la cabeza y sacó un par de buenas ideas, luego le conté que había hecho cosas malas. -Nada es malo si lo hiciste porque quisiste-. Entonces fui más feliz y decidimos los dos llegar hasta lo más al sur posible, donde las nubes son helados y el aire es lechoso. Conocimos ciudades donde nos recibieron e hicimos amigos. Todos quisieron a mi muchacho y al anochecer ambos soñábamos con juguetes que luego nos regalábamos y a todos los que también celebraban con nosotros. Vimos las montañas, los lagos, ríos y puertos, con ellos hablamos preguntándole por ejemplo: ¿cuál es el árbol más alegre? ¿o el pájaro que más le gusta volar sobre jardines? ¿o el río que descansa del sol bajo los puentes?. Supimos eso y más y regresamos a casa para otra vez despedirnos.

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XII

-Es hora de que regrese a casa- me dijo y tuve nuevamente mucha tristeza. -Te esperaré allá, verás-, pero yo lloraba porque México está muy lejos de mis manos. –No sufras, pronto estaremos juntosescuchaba que me decía y sentía su corazón junto al mío, sus brazos me rodearon y ya no estaba. Llegó la noche y de nuevo estuve solo, al día siguiente no habían más juguetes y no volví a soñar con él. Me estoy muriendo de a poco pensé. Él es una estrella para mí, a la cual acaricio cada noche bajo mi almohada. Las semanas siguen pasando, estoy triste, solo, miro los muñecos y es el paisaje más hermoso y más triste del mundo. A mis amigos mexicanos que lo vean díganle que lo extraño, que todas las horas que pasan las voy guardando en una cajita; yo espero estar pronto con ustedes y tener una nueva vida allí con él, ser felices, juntos, porque acá solamente podría morirme de pena y la pena no hace bien, de verdad, no hace bien.

Epílogo: Estoy en México, escribo ahora. Han pasado dos años exactos y esta es mi nueva casa. Nos reímos, nos abrazamos. La vida esta vez fue buena conmigo, que la muerte no cobre lo que le debo. Epílogo final: Han pasado casi seis años. Son mis últimos días en México. Ya no queda nada. Hoy es tu cumpleaños y que la muerte no te cobre todo lo que también le debes. Que seas feliz. Yo no lo soy.

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La R de la escitura

Velo como luces intermitentes, no tan parejas como desde la altura la ciudad de México no tan parejas como enamoradas. EDUARDO MILÁN

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I

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EL FIN DE LOS ELEMENTOS

Lo que imagino es todo lo que fue es y será. La Mente es todo lo que hay * Donde dice: “Mente” podría seguir diciendo “Mente” Pero: ¿qué es un topo? ahora que la ceguera es un ojo deshabitado el apetito y el retorno por y a la tierra es todo lo que hay e : lo que los minerales son no cabe en la vista: lo que hay de mental en ellos es otra cosa: (3) caso El hecho de la R no altera el orden de los sinsentidos La Mente/ la escritura imposible de una lectura infinita Bajo el mar/ muros de agua atravesados también por animales fantásticos Venenos, ventosas, signos blancos que se mueven para que haya olas ausencia es azul: una constelación hecha de membranas huellas como puntos En el agua de arriba Los tentáculos titilan su dimensión El sol escapa de su rotación. La historia es derribada por la naturaleza. Los árboles son las estrellas agitadas en el otoño del tiempo. Las porciones de lecturas son páginas en ese espacio. No conozco los puntos cardinales y nunca he visto el aire. Los libros terminan en el barro, sumergidos en las aguas cenagosas, como las de Xochimilco, alimentando a esas criaturas que murieron con las hormigas que formaban sus propios nombres. Remar es desorientar raíces como advertencia porque lo más parecido al lenguaje es el agua, casi la totalidad de nuestro cuerpo. Nacen las noches cuando se acaba la sangre y

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la luz vuelve a servir en la dirección que avanzan los olmos, los robles, los albaricoques, los almendros y todos estos árboles al volverse ceniza. Se presiente el fin de// Ya no hay nada

sólo la Mente.

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MIS MUÑECAS AÚN LLORAN

de gloria escuché esa canción sobre las muñecas y fue como pasar un vidrio roto sobre mi vida casi me llegan hasta la altura de la mano y nadie las ve mi herida es un retrato mi herida es un retrato de donde nací como que quise vivir todo de nuevo desde los diecinueve años en adelante cada noche al escribir me acompañan pero mis muñecas también están solas esperando que alguien nos salve nuestro destino se lee en cada una de las líneas que une a una estrella y la otra como espacios vacíos en el mar mis heridas sólo se detuvieron en el agua salada y el azul fue mi color favorito y también imaginario como el cielo hice señas con mis muñecas ensangrentadas en la blanca pared y el piso para que todos las vieran parecían palabras eran una R pero mis muñecas no saben leer los gestos antes usaban reloj después se los comían una vez me taparon los ojos y lloré como nunca hasta que se hizo de noche esperando a alguien que aparecía varias páginas más adelante de mi libro esas páginas flotan sobre el mar no como un barco

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sino como la muerte esperando a venir y llevárselo todo para que yo sea más feliz que antes de empezar a escribir

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SOLO Y LOCO, EL AGUA

En el lugar más alejado del libro, donde hay un río de cenizas y alas deformes, los ciegos se enredan entre sus nombres y la sed que éstos tienen de ser otros. Yo, Escritura Invertida, advierto el filo de toda caligrafía cuando el blanco del papel es una hoguera arrasada por los círculos de vientos que las migraciones traen como la lengua llena de musgo y racimos. Yo, Lectura Enferma, que bajo los ojos de la fijeza fui apartada por la rapiña de la dicción y sumergida en los mares de la luna donde muy abajo se empecinan en hacer la noche, donde enjambres de luz y medusas con hélices de caza extraen agujeros negros de las piedras. E.I.

Mi cuerpo no existe, pero sangra. Se oxida la tinta como magulladura.

L.E.

Avanza por las páginas para vivir.

E.I.

La tuya es equívoca, la mano camina sobre diez dedos.

L.E.

Yo nunca repetí el gesto del vientre en contra de los agujeros y las piedras, el momento exacto y prematuro.

R Cómplice

El telón cae y la alianza de oro es llevada por un imán de fiebre.

Una sombra no es el prólogo ni un gesto. No existe una cerradura en ningún espejo y las ventanas son ojos para explicar lo que nace del agua y lo que en el agua muere como peces deshojados. Las letras se van acumulando en el fondo del mar como piedras que devoran lo que hay cerca y lejos, por eso donde puedas dibuja una estrella para que la noche viaje contigo y no tirites debajo de ti.

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ALTERACIÓN Y ALTERIDAD

compadre: bájese los pantalones apúnteme. aciérteme en el paisaje fallando. yo pondré luego una pastilla debajo de la lengua. me apuntó pero no me miraba. no era mi pecho frente a él. apuntaba a nuestro pasado antes de estar juntos. un hilo de sangre cae. en la comisura de los labios. la pastilla me da ganas de ser él. y luego ella y la vida juntos compadre: bájese los pantalones (con todos sus significados). hágame sentir huérfano matando al padre y a la madre. dentro de mí. autor y autoridad: mátalos entra sale dispárame en el ojo. en la sensación de observarte. cloro y estilo dirían por ahí. blanca inhalación de la mente. todo huele como una voz en dos partes. en dos días. hoy escribo por casualidad. desperté con los tornillos en la cabeza. la nominación. equivocarse en el momento más oportuno. no sé cómo se llama este arte. ni mi conciencia. hoy desperté con las sábanas quebradas el aliento a iglesia y el cabello muerto los ojos envician. él abajo. yo adentro. devenir y pulsión son una amalgama de necesidad. ya no leer. el cerebro es vicioso. una herida que llama a besarse. minerales en la garganta. desde la nariz todo es caer. desde los ojos todo es R. abuso locura extensión de la piel (papel)

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halo de sangre todo se mueve en silencio.

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ACORDARSE DE LAS VENGANZAS

No dormir soñar casi treinta años no diez escribiendo y vuelvo a leer no ser devengo minoría de edad y sexo puto porque escribo puto porque leo a veces puta a veces madre mi R .devora sentidos y no se indigesta. .escupir. .caga cuando duerme. .no sabe si vive o llora. .si es un documento de época. .o demencia separatista. .me gusta la gente peligrosa. .todos se olvidan de todo. .las neuronas son neuróticas. .no traje tijeras. .no veo televisión. . revistas. .si te comes una te las comes todas. .déjame uno. .deseo. .cuidado. .¿por qué te vas a México?. .soy sagitario. .me gusta decir. .órale chido no mames chingatumadre. .compra ahora y paga para siempre. .la plata no importa. .sí el oro. .¿existen más enfermedades?. .¿cuántos años tengo?. .¿se acuerdan de mí? Y llegué con mis papeles rotos los ojos cerrados el pelo al viento llegué los aviones aún pasan sobre mí son órganos atrasados como libros que cayeron confundidos sí eran poemas un continente una página sí una página blanca .el problema no es esto. .el libro ya no existe. .fuimos devorados con frote. .chile. .vénganse. .mi santoral. .las palabras se quedaron volando. .en el cielo no hay tiempo. .sí horas. .todo empezó allá. .invierno 1999. .está en mi mano. .cada noche. .el río. .los árboles. .las líneas. .todo se me olvidó. .eso es amor Decir distancia una duda entre dos ciudades hay un ojo y una mano y entre ellos una herida no quizá su representación o su tiempo su reiteración la fascinación de destruir

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y hacer algo nuevo los márgenes las sangrías los espaciados las tabulaciones todo fue devorado por esta ceremonia .la R es un espíritu que disfruta de los cuerpos.

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EL CANTO DE LAS CALAVERAS

Una lágrima de un muerto más otra de un pájaro: así nacen los ríos en el cielo. Los ríos: llenos de aire. Las lágrimas de un muerto: sin ninguna pendiente. Fría y horizontal. Muchos ríos son un país verde y blanco como flores y libros que nacen en el fondo del mar. Un poeta vende violines por vanidad pero los violines son de cactus y el desierto está lleno de ellos. Mira: esos hombres esperan que de las carreteras se vayan las moscas y las piedras para hacer un templo lleno de mendigos y sardinas en cuatro patas con zapatos feos. Entran los vasallos y las damas transformados en palomas y palíndromas, sonríen ante la fotografía del canto de una calavera. Garganta seca: sin palabras pedacitos de va, astillas de ob sílabas enteras pero impares: el viento. Dijo: los muertos son de piedra como sus lágrimas en el fondo del río. Dicen: nunca se detiene el polvo, piedra y río muertos. Parecen vacas las que beben leche de ese hígado que duele como chile con rencor. Pero uno siempre derrama, problemas de pulso. Síntesis: dos muchachos se sacan la máscara, marinero y náufrago,

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como una R que terminará hundiéndose igual ¡cuidado! Un par de estrellas negras desaparecen en la noche y los borrachos del cabaret son su coro.

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ENGENDRO

Una R es una incógnita, una X, una máquina de suspensión; no sentido sino sentido, no corrección sino imaginación: delirio palabras videncias sueños imágenes pero todos creen que existen Qué se puede decir si uno sólo con respirar miente como al caminar y hacer que se va mirando o al hablar de las casas, todas son polvo y humedad y desaparecen cuando se duerme. Todo el día hay palabras algunas tienen ventanas otras alfombras y luz ¿cómo se hizo la alfombra? para tapar el significado con el significante ¿entendieron? yo tampoco no hay nada nuevo en la galaxia a lo más ovnis y abducciones que no me preocupan más que leer y escribir a la vez. El problema es todo lo que se puede decir en dos páginas sobre cualquier poeta en México y a partir de un libro. Lindos: varios pero me gusta uno solo Mafiosillos: como en todos lados Ambiciosos: a más dinero más barato lo venden Borrachines: menos que allá o más encubiertos Delirantes: siempre pocos y ninguneados Si algo sobra en este mundo son poetas, suman más que los policías y los delincuentes juntos, pero nunca están de moda, a veces sí, unos cuantos locos unos cuantos suicidas, esos que escriben al azar.

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Sabías que algunos de los poetas muertos oyen la lluvia sobre sus cabezas entre el infierno y el pavimento; esta noche creo que la R es acostarse con un cadáver pícaro y engendrar un monstruo, pasar de la lengua materna a la lengua mutante ni muy vivo, ni muy muerto mejor sentado en una cama, en un coche o en una banqueta. Da un poco de escalofrío la reproducción, el hecho de que se lean con su no sé qué.

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UNA SEMILLA EN EL CIELO

El primero en mentir estrepitosamente y despojarse de las inmundicias. En este momento todo afecto es una máscara carcomida a la velocidad del vértigo que siente el hombre al caer desde su yo. Construyo a mi prójimo en la raíz de su desastre: es la unión entre lectura y escritura. Describo en este acto una intuición de violencia.

Mi vida es una mente devastada: una nebulosa llena de nudos y fronteras que viaja por el cielo como una semilla. Hay un mundo flotando allí que nadie salvará más que la reconciliación entre la contraluz y las aguas. Todo esto ocurre debajo de la piel de Dios, y entre sus vísceras hay una puerta abierta hacia sí mismo.

Insistir. Nadie crea nada, mañana todo se habrá acabado. Atrás quedará incluso la muerte y ahora sólo queda alzar la vista y el fastidio. Cada una de las heridas supura tinieblas que enceguecen a los que nos miran. Rememorar la Ficción, la Fatalidad y la Fascinación.

Después de estas palabras agotadas sólo quedan ecuaciones para arrojar como flechas víctimas de la gravedad. Cuando llegan son sus plumas las que visten al lenguaje que vuela sobre todas las perspectivas del conjunto vacío del arte.

Los ídolos anhelan volver a ser naturales, automáticamente, porque su única actualidad es simulación. El miedo pesa toneladas y es inmediato. Sólo arriba lo oscuro se ve claro y lo opaco transparente: al escribir no hay caída sino suspensión.

Hay algo de ruina en todo esto, en el lazo que une a los alvéolos con las constelaciones, el cual tiene un sonido a jauría en una casa absolutamente abandonada por la rebelión y el pulso. Me marchito bajo los árboles imaginarios allá en el cielo. La R es un espejo que se mira ¿un signo desconocido? ¿dos manos?

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FIN SIN MUERTE (†)

Vacío de mí, rodeado de células de un demonio que me arrebata, mintiendo también en su multiplicación de luces, mis huesos hechos añicos, mis manos torpes al aire; vacío de mí -triste- me veo en esta imagen de la muerte desplomándose con su máscara de sonrisa de nube de sal. La sangre toma la forma amarga del silencio que sonríe cuando estrangula, allí, las gotas de sudor en la garganta que se hincha, se enciende por la dicha de una rotunda palabra que deviene gritos de la humanidad. Más que una garganta, más que una isla que se llama Dios, tímido y azul, de un solo ojo mirando el mar fantasma en que vivimos - peces del tiempo último¡Sí, es agua! ¡Agua es su palabra! agua es su reino prometido que mana del cuerpo afiebrado y de las heridas de la conciencia ¡agua alrededor! ¿Qué puede ser Dios –sino- un vaso de agua? que refresca los arrebatos y colma el azar con el aire del pez que se desbanda en medio de la médula del mundo donde ocurre todo, sí; el curso del agua, su instante de rocío que nutre las uñas de las raíces de las palabras que se esconden entre el corazón y la garganta. Y aun más -cuando el rencor saturado de signos purulentoscomo una costra abierta, perfora con alfileres el gozo y convierte el agua en tumor y úlcera.

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Todo acaba ahí, sí, el sueño de mirarse a sí mismo en plan de huida hacia un domingo bajo flores blancas y rojas. El ciclo del agua, su infinita marcha que de su agotamiento extrae ¡hop! un constante arrasar de su misma muerte, no descansa, ni sueña sólo se repite fin sin muerte de una caprichosa finalidad que cambia de rostro, mas no de voz, ¡paraíso en llamas, siempre en llamas! llamas que consumen toda la fuerza de la juventud hermosa y prohibida para convertirla en sus propias alas, vuelo indecible que se escapa como un grito sobre la muerte helada y paralítica. Temblor de la materia que no presume su dolor y retumba en lenguaje, exquisito, perfecto, como la noche en que las células dejan de envenenarse agrias a la orilla letal del silencio. ¡OJALÁ, OJALÁ! Levanta la flor sus pétalos, agua, de las estrellas de olor tenue y rubor de jardín. «¡Yo, el cempasúchil, yo!» «¿Yo? Casi treinta pétalos.» Ay, el agua, ay, Dios es el agua invisible. En cada noche hay un árbol con tez de sangre, lo rodean cadáveres de perros hambrientos y su luz es fría como el colibrí. Sabe a tierra que sabe que la muerte son gotas sabor a miel que caen y no nace una flor. [REPRESENTACIÓN] Ay, un vaso de agua es Dios.

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Traen algunos una sed de siglos, desapacible, que perfora su pecho, incendiándolo, ay, abriendo úlceras de insomnio. Más amor que sed; más que amor, buscan, ante el fulgor de lo transparente. ¡Sed, sí, sed! Mas no les basta el océano, quieren, además, reflejo -remedos de espumaquieren, además, un ojo, para mirar el ojo que los mira. Hay agua en lagos, charcas, estanques, en la fisonomía, en las figuras, en los caminos que duran el impulso de su propia imagen borrándose, en los jardines, en la lluvia. El vaso de agua es el mismo ¿qué esconde en su silencio inhabitado, sino esta triste claridad a ciegas? Tenlo ahí, sobre la mesa, ante el mundo anestesiado y ególatra que se devora a sí mismo contemplándose. Hay algo en él, instinto inaugural de mitad vacío, mitad lleno, su sobrio dibujo es su deseo que se liquida. La forma en sí misma no se colma. ¡Representación, nada más gentil narcótico que puebla de sentido a los fantasmas! ay, desde ahí, presume la materia su transparencia fósil que envejece por dentro milenio tras milenio. El oxígeno está coagulado entre sus moléculas como un sudor que se anticipó al musgo. El vaso de agua es el momento justo en que se transfigura más allá de la rapiña del tacto, la imagen es cruel es sorda a los martillos y los escombros, oye nacer el prurito de la teoría cuando el agua toma forma se bebe, sí, se bebe la voz

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glacial y el pulso del desierto. Pero el vaso -a su vezcede a lo informe del agua como presagio de cierto reposo; se pueda sustraer del vaso un instante, no más, y se convierte en un atormentado remolino de nubes que retrocede hacia la nada, las estrellas se encogen, los seres se repliegan. -¡Ay, ojos, lenguas, manos!himno natural de esbelto címbalo, sí, sí, rayos sobre las íes en la tiniebla de esta página; ay, todo el horror de la belleza que concierta la ansiedad del látigo con un ruidoso insomnio enfurecido. Sí, todo él, lenguaje audaz del agua, yo ahogado –confuso- y mi garganta sostiene la mueca de su agonía porque el hombre descubre en su silencio que su hermoso lenguaje jamás se le agota, pues vive en la entumida noche submarina el poeta pez que no se va ni regresa y el pez poeta de este mar de dudas deshacen su camino hacia las algas con secretas pisadas sobre las especies. Todo lo que anda o repta, todo lo que vuela o nada, todo, regresa a su origen fatal de eco, se dan a un frenesí de muerte ay, acumulan llanto para su vaso de agua. -¡Tú! ¡yo! ¡nosotros!- de repente desnudos ante las estrellas junto a los árboles en su follaje sin palabras, adolescente y heroico la impúbera boca comienza a decir poemas hasta quedarnos inmóviles ay, todo lo que recién nace fulmina a la luz con su reflejo ay, ciego de ti, ay, ciegos mis ojos, todo se consume

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y se entrega a la delicia de su muerte paso a paso, locos, los dos devorándonos en mar, nube, sol, río hasta que todo este enamorado semen entra donde el sueño no duele, donde nada está muriendo, sobre las grandes aguas el Espíritu de Dios nos habla con un gemido más gemido aun que el gemido, como si herido de amor - Él también!hubiese al fin saciado nuestra sed. ¡ALELUYA, ALELUYA! ¡Toc-Toc! ¿Quién es? Es la Estrella de la Mañana. Desde mi mente insomne la muerte y el amor me llaman, vámonos de aquí, vamos, vayámonos al cielo.

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II

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PRIMERA NOCHE

I Nada hay más que desastre: llena está la sangre de luz ¿Es el sistema solar o el circulatorio el que ilumina día a día? El tiempo, el aire se consume las ciudades, las penínsulas la realidad inmóvil, su figura animal que andando se acabó. El siglo es tempestad que se hunde en el cielo y brutal y moribunda es la lluvia porque renace de sí misma, construye los desiertos colma la fosa de la vida mientras el polvo devora todo desde los huesos hasta las montañas, los milenios y las flores. Incapaz de rebelarse el cuerpo, de expandirse más que el agua y el aceite que son el vino y la sangre cuando el sacrificio significa quemar el pasado como si fuera un libro. Así comienza el desastre, un presagio incandescente, inminencia total. II El miedo de las cosas a morirse a fundirse con los sueños que las hicieron posibles en un infierno que tiene rotación y traslación y donde el mar no huele como las tinieblas que inventan los ojos de quienes escriben con el rayo y leen en los confines de los aires el número del día y la cantidad de olas que hay allí adelante donde ustedes sólo ven ruinas.

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Años y ruinas en este lugar agallas, branquias, pulmones: ruinas la materia es ruina preguntas, respuestas, hospitales calabozos, paraísos no más que ruinas. Es esto y es otra cosa. III Las aguas del diluvio salen aún de los baños y cocinas de este hotel y los cadáveres de cientos de ciudades resplandecen monumentales en su resurrección, pues no volverán a vivir. Toda la noche oí los neones desde mi ventana; se quemaba mi poema y su hoguera es esta R.

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AUTORIZADO A LA INVISIBILIDAD

Me obligo y escribo para no perderme el momento de las heridas sobre el libro de los desórdenes, que destruye páginas en mi cráneo metiéndole aire a la acrobacia de tirarse al vacío con un lápiz entre sus dedos aunque la noche y su hondura sean una estrategia para la ruptura que significa acarrear palabras y alejarse a terminar un patio de piedra donde uno y otro se leen en la extrañeza de lo propio y lo ajeno, como los rubíes y la sangre. Lectura de dos ojos de dos manos, como la R, en dos creo más que en mí dos hemisferios norte y sur del deseo; el poema es soledad pero nunca está solo, los músculos de la necesidad se ejercitan sin que uno se dé cuenta, cualquier dolor es la excusa para un dolor mayor que se nos estaba olvidando. Cerrar el libro y declinar para que la muerte resuelva todo bajando la velocidad de los líquidos que gotean por una escalera ubicada entre mi cerebro y mi autoría. El papel es un temperamento de una velocidad desconocida, salir de aquí o quedarse con él renunciando a todo lo que tenga nombre porque las palabras son una trinchera agazapada en la incertidumbre. Permutación: país o casa ¿para qué definir? Lo que se habla tiene toxinas y moribundo es todo lo que se ha dicho,

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lo que hay entre tú y yo es un viaje por el lado equivocado de todo lo que significa esconderse. Se mira lo que se quiere y se observa lo que se necesita ¿me ves aquí?

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EL BOSQUE DE MUROS

Las constelaciones son bosques. Las estrellas están unidas por sus raíces. Es cierto, los perros se reirán y seguirán comiendo moscas. Al anochecer las que se salvaron huirán y las polillas despertarán de sus nidos en los árboles. Los bosques son constelaciones. Todo lo que brilla morirá. * El valle entero resplandece porque está lleno de huesos y larvas. No siempre fue así. Antes la aurora era inmortal y su nombre tenía sílabas, era como una música que ardía, era como una R en el horizonte. * La ciudad del cielo de México es un lago. Las tempestades y los vientos son tipos de árboles nocturnos que zumban como los libros o la luna. Ayer soñamos en vivir en casas, pero luego nos dio miedo porque se afiebran y encienden o porque los tigres pueden entrar. Niño de las estrellas, esta noche me perderé sólo para resucitar contigo mañana. * Las hojas caen. El libro se ha ido. Escribiremos nuestros nombres en los troncos y un pájaro carpintero los borrará. Se los lleva cerca de una fogata donde unos escarabajos al rojo vivo con alas de león y del color de las vocales del murciélago juegan con unos niños. Eran cuatro niños que tenían nombres de agua. * Los bosques pueden quemarse. Los leñadores flotan en el espacio excavando hoyos negros como si fueran palabras. Leen y escriben mientras las piedras se consumen antes de concluir el día. Las nubes chocan con las constelaciones y el Niño de las estrellas me abraza. Qué regocijo mirarlo pero no a estas piedras que forman un muro invisible. No las mires le digo, no verás nada más que pájaros y peces que son lo mismo, pero en diferente tiempo. * Camino por en medio del bosque, los signos animales se pasean comiendo tréboles y letras que brotan del suelo. Allí están, como una R. Si no me creen, lean, lean esto. *

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El Niño de las estrellas posa sus ojos. Parece soñar con la noche en que quedó ciego por el sol. Escribir con las manos mientras el muro sigue avanzando. Los animales huyen. Los signos también. Los escarabajos al rojo vivo llegan con restos de niños quemados. * Todo lo que miré se murió de placer. Cubrí mis ojos con anemómetros, barómetros, termómetros, higrómetros, pluviómetros, pero el huracán se los llevó. * Sin ojos todo es noche el silencio es un color. ¿Escuchas una lengua muerta? Son huesos de niños. ¡Cierra la puerta! son palabras que nadie ve.

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ERRATA PLUMÍFERA

toda edad es un cálculo equivocado pues los números del mundo son cuatro cosas o palabras o gestos escritos en la arena por unos niños transparentes y petrificados que cuelgan del árbol de la vida con sus ojos que recuerdan ya no sé lo que recuerdan en esa sonrisa hay un flash que es lo más parecido al alma de esos que leen las máscaras y el delgado hilo que separa el ganar y el perder de la representación tener menos de veinticinco años es un buen consejo para la vejez también blindar el corazón con cicatrices a esa edad pues las manos las lenguas y los ojos parecen tener vida propia quién es quien escritura voz y lectura se convierten en agua agua que sale del cuerpo como si fuera el otro lado del mundo algo hay adentro los huesos tienen formas de palabras graves y esdrújulas el destino también sólo que se sale de los ojos jugando desbocado a esperar el amanecer e irse con él una legión de libros serán las rocas de este siglo esto no es una profecía es un testamento la R olvida esa desaforada forma de decir yo y huir

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como la serpiente con su crin de pájaro verde reflejado sobre el agua que para siempre se irá borrando los que se van de su país ya no temen morirse ni a las casas desconocidas que es para mí la muerte el silencio de una puerta es una palabra muda pero palabra (escribir es una avería en el cerebro de un mono) en ese error hay un ritmo capaz de absorber un agujero negro que es lo mismo que una historia de un desconocido cuya piel distinga los fantasmas que salen de sus poros padre madre cada uno con su odio

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LENGUAS DE CRISTAL

en la ficción de ser el primero que entra en lo otro como un buzón que es el ojo en el piso pienso esto para empezar en otro escalón el pie desaparece en la planta alta su lengua una estrella que empaña la ciudad y florece dentro de estas paredes deja mis secretos donde la R no sea mi boca ni mi culo sino alas y semillas que se abren en mi autobiografía de un poema como un corpus desnudo a los trece la rebeldía cabe en un cautiverio por donde uno mira y mira y mira los altos edificios que vuelan sobre sus sombras como amigos sin despedirse mi vida es esa imagen para que nadie sospeche la lengua se convierte en un espejo hay gotas de vapor cayendo lentamente y me pregunto porqué no puedo escribir con ese odio hacía sí mismo

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LA MENTE ES SUEÑO (EL TIEMPO NO EXISTE)

Para no tener que escribir yo sueño como al cerrar los ojos tendido en mi cama, como al abrirlos en el túnel del metro. Soñar con la profundidad de que todo no existe ni siquiera ustedes que ahora me oyen, o creen hacerlo, mientras yo los contemplo desnudos y hago memoria de unas fotografías mentales que perecieron en un incendio también mental. En el principio, la luz era agua seca cayendo desde el cielo e iluminando la sequedad de los desiertos y los huesos convertidos en leyendas. Seguiré soñando, creeré en las montañas de esos mapas en blanco, creeré en esos mares que son silencio en estado líquido, creeré en esta mano que escribe bajo mis ojos que no tienen donde ir, lo que significa que están muertos. Este poema va y viene como la tinta con que es escrito antes de congelarse bajo la lluvia o derretirse sobre las piedras mayas que he soñado en estos momentos para probar la falta de gravedad de las palabras aunque nadie haya leído el Popol Vuh en el espacio, o tal vez sí, pues es más barato enseñar que la Tierra es cuadrada y que las personas de otros países se llaman extranjeros. La mera neta del planeta es que no pensando en que la ebriedad no es un estado, sino un pequeño pueblito donde se inventó el alcohol y todos sus sinónimos y donde hay una doble casa que es morada rodeada de aves que sólo descansan sobre el horizonte lleno de jirafas que recuerdan, armadillos que andan en círculos y tigres que sueñan con la nieve que nunca han visto. No hay un circo allí, pero sí una mala noche de ese alguien que duerme en mí mientras escribo y murmura que le reventarán los ojos con una espada ardiente y que la maldición egipcia de la ceguera paulatina se extenderá hasta la eternidad. La R es un puente, un intento de llenar el vacío que es la boca del cielo.

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[Aquí va la fotografía de un sueño mío]

Por su cercanía con la muerte ha asimilado la estructura del poema.

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COMPLEJO DEL EXCESO

Mi cuerpo se inclina al escribir con tantas palabras en el inconsciente. Hola lengua, hola mano. Yo veo su descomposición en las letras de mi nombre. Más allá de esos escombros yacen unos borrachos en calzoncillos con el deseo de ser dioses cuando el espíritu es del tamaño de esta habitación. Tuve huellas y líneas del destino en mi espalda -secreciones, carroñay gotas de luz en mi boca. Un hombre me preguntó por el veneno verbal y examinaba el movimiento de mi corazón como tocado por un ángel de la guerra. Yo me dejaba lamer. Era mi lugar. No me resistía porque esa es la vocación cuando uno es un muchacho arruinando el paisaje. Yo, como él, muchas veces soñé estar hecho de ceniza parado junto a la carretera pidiendo un aventón como si fuera un trocito de Dios, pero el día es cruel aunque depende su duración de la forma en que el fuego convierte el hielo en una noche que no puede cerrar sus ojos. Amanecerá y estaré muerto por el festín o la circunstancia confundiendo palabras y volando en círculos alrededor de la R, una patria distinta, después de matar a mis padres. Escribir es profanar. El cuerpo es mi única posesión

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y todo lo que aquí puedo tocar resulta ajeno, pues lo propio y la palabra propio se han extraviado en el bosque de la representación.

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LA CASA MUERTA DE LA MUERTE

Escribir: agudo pasaje junto al precipicio de la página en blanco. Color que encierra un secreto. Sus venganzas. Calaveras y huesos. Pequeño desierto. No hay palabras: R. Y cómo decir entonces que la mano es una nube sobre este paisaje. Era un eclipse: Parte de un cuerpo que deja ver la oscuridad, el alma ennegrecida por el sol. ¿Recuerdas el blanco de esos libros? Vamos. No digas que no lo sabes. Yo: sabía Tú: sabías Ellos: no sabían. El jardín estaba lleno de palabras, pero el paisaje era plano, austero. El único relieve era la luz. Y había una casa. El primer síntoma para hablar en plural. Una casa de papel donde estaba escrita mi vida. No hagas caso. Las palabras son sólo palabras. Duelen. ¿Eres tú quién no habla? Me dijeron que no hablas ¿No hablas? Los libros: un pasado: polvo. Una escalera sobre el tiempo. Amaneceres de objetos. Amaneceres de objetos, flores y plantas. Comencé a ver todo como si estuviera vacío. Entre mis ojos y el resto de ojos sólo sangre. Esa palabra. Y ese color de mis huesos: blanco. Nada más permanece. Y yo: palabra. La casa en deconstrucción es olvido. Desde el aire intuyes esa necesidad: recuerdas. ¿A qué venías? En esta casa, en este cuarto, en esta página en blanco recorres tu vida. Existe un voyeur dentro de uno. No voy a escribir aquí lo que tú quieres leer. Delimitar: el borde de caminar, la otra mitad. Abrir los ojos: el mar está esperando.

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Esta casa es esa palabra. Esta casa es ese océano. Esta habitación es esa página. Esta puerta son todas las ventanas por donde quise salir a volar, sí. Me corté sobre el paisaje. La sangre era agua. Me sumerjo en un viaje no sé hacia dónde. Me observo la casa naufragada. : cerrar la puerta : no pertenecer : desaparición.

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SOL DE PIEDRA (†)

Un vidrio de cemento, un árbol de agua avanzan, retroceden, dan vueltas y existen: camino tranquilo con un párpado que se cierra, unánime soberanía del cielo entre el futuro y las ramas caídas, una mirada que sostiene al sol, afuera, mundo de luz, vanidad de luz, color del sonido para un ciego, un reflejo penetra, voy sobre mi cuerpo sobre otros cuerpos, huesos como ruinas sangre en forma de yedra, una ciudad me sigue murallas hechas de pájaros bajo las nubes detenidas, los perros beben agua de los sueños, sombras se despeñan toda la tarde, una a una se pierden, se deshacen si se tocan, busco un rostro, escribo, a solas, no hay nadie, todo cae, instantes, recuerdos, días, piso el tiempo, piso pensamientos sobre mí, busco una fecha que sea mi nacer a la eternidad, por los alrededores grietas, columnas cansadas, peñascos manos como un valle de los muertos cuelga el vértigo venenoso, tiempo, flor del relámpago, sal en agosto, escritura al sol, piedra devorada, todos los nombres son una sólo cráneo todos los siglos son una sola noche, a pulso las letras se desbocan mientras las ciudades, lo vivido humilla al horror, no hay nada, lúgubre bostezo

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penetra el instante dentro de sí, se derrama delirante vida que indescifrable regresa en llamas al punto de partida, hacia el centro con un hacha fascinante arma gemela de la antorcha, he olvidado mi nombre, entre los cerdos se refleja el último sol anegado de viejas fotos mías: no hay nadie, cenizas, pellejo, hoyos y cientos de años enterrados en una trampa de la muerte -¿o es al revés: caer ahí es renacer? sueño y me sueñan, son otras nubes, quién fui, cómo me llamo yo: ¿caminé por esta calle? ya es tarde, hablando solo, nombres, plazas, cuartos de hotel, México, 2009 monumentos arrodillados en la sangre torres, rascacielos, huracán de acero y hormigón para defender la porción de tiempo, desnudos y enlazados, a la deriva, ciudades que se vienen de cabeza en el periódico, mausoleos, celdas, sepulcros, todo se transfigura, todo vuela, cada muerto es nube, cada fosa es un festín; no hay tiempo, todo se mueve, y es falso el último día se besan gotas de entrañas, comida de ratones los bancos, el papel, las armas, el presidente, la negra dentadura de la democracia, se derrumba y vemos al hombre al sol: soñar es avanzar, si dos luchan el mundo ya no existe, el agua es vino, abrir puertas al fantasma encadenado; la muerte cambia

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si se desnudan dos hombres dispuestos a castrarse mutuamente, enamorados de su semejanza, el delirio, llevar un clavel en la lápida, mierda abstracta, flor inexistente, canto vibrante al sol de soles, piedra del tiempo, peldaño sin edad, tú a mi lado, lates, vuelas pequeño astro, la muerte no existe si dos árboles son tribu, flotan, parpadean (silencio: la muerte ha regresado a este poema), mugido, grito más fuerte que las ruinas, lecho interminable, ruido oscuro, de la boca, llama todo arde y es humo, no pasa nada, vuelvo atrás, los muertos están clavados y no pueden volver a morir, miran sin latidos desde una vida que nunca fue suya, no hay yo, despiértame: cuerpo del mundo, caigo, abro la mano, despierto, al sueño de años un vidrio de cemento, un árbol de agua avanzan, retroceden, dan vueltas y existen:

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III

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REGRESO DEL ÁNGEL

Mi corpus secreto espera seguir volando a pulso en silencio sin que haya rastros de mí Los huelo en el mapa de todos estos años y aparecen en otros cuerpos Cada R es un catálogo pornográfico del tacto entre dos espaldas que guardan un secreto alas La cerveza es luminosa Veo mi mano mi lengua y mi ojo ofreciéndose de un solo golpe al aire Solo y se oyen las aves de mal agüero derramándose desprendiéndose cayendo anticipando Y sé yo sé que el cielo es un colchón donde gemir en la oscuridad como el embrión dormido de un nuevo santo El cuerpo limpia su soledad con el deseo por eso no es importante otros brazos otros muslos otros dedos escriben una biografía póstuma en él en la altura de su imaginación sobre los cables eléctricos donde hacen fiestas de papel picado y las cenizas vuelan al mar Vienen entonces estigmas del futuro en su papel sobre la piel suave después llega el milagro Guárdenselo Silencio Blancos glóbulos pasillos ojos cloro para sí sólo para sí

gusanos

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LOS TRES ESTADOS DEL ODIO

Aunque el mundo es pequeño e incómodo los pájaros ven pasar al sol como si fuera un pescado podrido cuya sombra se devora a las ciudades. Esto era antes de que el cielo Dios lo llenara de anuncios luminosos de cervecerías extranjeras para que en los ojos de uno se reflejara toda la sed que puede provocar el mar. Los países en que viven los perros no existen en el calendario humano, ya que están benditos por ese Dios que sabe lo que es perderse en una noche llena de olores a cuerpos que desaparecen, pues tanto para Él como para los perros la muerte es una nación y los huesos el sabor en la boca de todo deseo. Llueve sobre el espíritu moderno y el nombre de las cosas se desparrama: Dios, hombre, animal bienaventurados en su instinto asesino bienaventurados en su amor a la sangre bienaventuradas bestias con el pelo mojado que buscan sobrevivir robando minutos, días y milenios hasta que no haya historia. Entonces, lo único que nos queda es la saliva, ya no hay mar, ya no hay ríos, ya no hay lluvia; sólo la R, la piel de esas burbujas que se acumulan en la boca después de haber soñado toda la noche. La saliva de Dios sobre el mundo es su náusea, la saliva del hombre es el asco que se le da a otro hombre en los labios, la saliva de un perro es la rabia por ser más que esos otros y estar muerto de hambre debajo de una lluvia celeste.

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YO LO VIVÍ

Cuando estaba muerto vivía en la Gran Tenochtitlán. En un lago secreto que había en una montaña también secreta. Un lugar donde las estrellas andan, pues los caminos los hace la niebla. Ahora que soy un niño, cuando ando en el pueblo la gente me reta y me manda de regreso a casa. Yo les contesto: - No tengo casa. - ¿Y dónde vives? - me insulta alguien con morbosidad. - Estoy muerto, señor - le digo. Hace años. Tengo un amigo que también estaba muerto y vivía en el río. No le gustaba hablar de eso, porque el río era muy chiquito. Yo tampoco menciono muchas cosas sobre mí, casi ni me acuerdo qué era. - ¿Tortilla o refresco? - quiere saber la mujer esa. Comer y dormir son cosas que no me gustan. La boca y los ojos de los vivos no me caen bien. - Pero ¿vas a la escuela? ¿Trabajas en el campo? ¿Sabes leer y escribir? * - Pues, sí, desde que estoy muerto vivo por acá. Conozco a otros niños que también están muertos, a veces jugamos en la mitad de la calle pero como somos fantasmas casi no nos vemos ya. Todos tenemos un mismo nombre, R, que es una manera en que la escritura se convierte en su dislocación. Yo lo viví. Recorrí muchos libros y todos olían diferente y tenían otro gusto. Nunca permito que un lector llegue a preguntarme si de verdad existo o no y les dejo con su vergüenza en la boca. - ¿Este poema está vivo o está muerto? – oí que una vez preguntaban. Cuando voy en la calle con los otros niños no miramos a nadie y nadie nos ve. * Me sorprende que personas grandes puedan ser tan tontas. Algunos creen que existo y que yo mismo no me he dado cuenta. - ¿De qué mundo eres? – me preguntan.

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Cuando estaba muerto vi una luciérnaga atrapada en una ampolleta prehistórica. Colgaba del techo de un automóvil. Yo venía a este país. * Cuando estaba muerto pensé que la poesía era aire. Sólo quería volar para luego volverme nube. ¿Cuántos años debo permanecer dentro de este libro?

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EL ROBO DE LA NOCHE

Aquí había un poema. Puedo jurarlo. Hace tiempo estaba, digo unos siglos antes de la imprenta. Acaso nunca han perdido un poema bajo la lluvia, en un armario, en un bolso rodando por toda la ciudad. Cuando niño los guardaba en frascos y salía con ellos a correr por las calles llenas de centavos y sonrisas de la suerte, aunque debo admitir que todo lo perdido tiene un lugar especial esta noche. Necesitamos una caja fuerte consígase una menos o más salvaje, empiece con un par de horas de anticipación, pues hoy vamos a aprender a atrapar un poema. Por eso necesitamos uno vivo que incluso pueda sacar lágrimas, pero no se preocupe, son lágrimas artificiales; tómelo, mire, así. Fíjese en mi ejemplo, en esta [R]. Ándele. Ya está. Usted tiene un poema. Señor lector, no sé si usted lo sabe, pero desde que perdí mi poema he sido un ladrón de los más insólitos caprichos. Tiene tiempo que busco una palabra, letras, sílabas dígame; si le molesta ya no lo hago, hoy no creo que necesite un poema, ya, prefiero un chico lampiño que la literatura, prefiero a los dioses del crepúsculo que el crepúsculo de los dioses. Los muchachos que bailan son los mejores porque huelen a eternidad. (Me gusta como llevas el ritmo me gustaría que fueras mi poema) Lectores y lectoras, con ustedes, la única, la incomparable, reina de los feos, su majestad: la poesía.

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Tun. Tun. No llores. No quería ser romántico. Sólo estoy buscando un poema ¿sí?. Nadie puede ayudarte debes escribir en esta página a la una, a las dos y a las... - Poesía o muerte -

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NIETO DE DIOS

Aún no te he tocado con estas manos que vienen saliendo de la desdicha esta noche. Nos escuchamos y nos deseamos a lo lejos con lo que nos ha dado la muerte, es decir, los ojos para ver la distancia entre una piel y su padre. Algo hay en tu mirada que el cielo tiene a cierta hora tal vez el pudor de una tenue lluvia en ese bosque al que regreso cada vez que quiero dormir para poder ser el animal que pierde el camino a casa. Somos dos niños manchados por el océano, abandonados bajo las miles de constelaciones que pasan sobre nosotros como aves imaginarias siguiendo los secretos debajo de las lenguas donde está Dios diciéndote al oído que el verdadero amor jamás será pecado. Todas estas palabras están escritas en la arena para que la marea se las lleve y las haga suyas y sean la voz de hombres que cambian de rostro constantemente, pues sus ojos son astrolabios, sus manos ballestas y sus bocas arcos de violines que resuenan en los barcos hundidos donde viven hace millones de años. Sus calaveras nos hablan ahora con los labios llenos de anzuelos ya que saben lo que es ser distancia de su otro yo mago y libertino. Se apagarán las luces para que envidie la noche la luz que el deseo le da a los que se enamoran sin conocerse. Ya lo verás, ave y astro. Yo lo sueño esta noche él me sueña con la muerte, unidos en el sol de las cinco flores que cuelga de estas palabras, de esta R,

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que escribe un niño ebrio de años robados al polvo, ese mismo polvo que hace de los huesos humanos poemas de amor.

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METEORITO SAGRADO EN LA SANGRE

Se puede leer y escribir a la vez. No es muy difícil y no hay necesidad. Eso suena bien. Me abro y me cierro como si fuera una tienda clandestina. Hay una contradicción, lo sé. El lenguaje a vista de todos, cóndores y climas. No quiero caerme en medio de un poema vivo y que me asesine la juventud. Eso te quería contar. Exhalo. He visto cosas en sueño, ni lo más loco se parece a esta serena calma: contracción del ojo: hay un error. Alguien lo descubrirá. Los pájaros cantan dentro de los motores de la realidad. Mi rostro está perdido y dentro de mí sólo hay luz y sed de más luz: nada se queda quieto: todo brilla, vibra. No sé porqué. Inhalo. Un paisaje con alacrán: resumen de la eternidad del mundo. El veneno de su pensamiento es perfecto, cada palabra, cada intención. Alguien fuma haschisch. Una canción sale de allí en pocos segundos. No sé dónde me estoy disolviendo. Una espina dorsal se enterró en mi lengua: el cielo se ve frágil, a punto de caerse encima y romper el cristal hecho por las gotas de la llovizna. Mis dedos están sucios con una bendición, vete bendición, aún es temprano. Una oración es materia gris derretida y luego lobotomizada: déjame perder el fósil de la palabra. Exhalo. Sí, un jeroglífico y un laberinto. Me gusta este juego: el humo es una doble hélice donde vive la escalera hacia la cueva donde está el pliegue. -

¿A qué hora se llega? Nunca ha salido usted de allí. ¿Ya empecé a escribir? Todo esto pasará. la escritura no existe sin la lectura la lectura no existe sin la escritura … escritura = lengua lectura = ojo R = mano

R: ¿Me pueden decir qué significa esto? (Corte. Fin de pregunta. Estética.) la palabra en su estado natural está en su estado alterado la naturaleza es agreste no existe el encierro dios toma forma de hongo ni vegetal ni animal sagrado todo lo que me es exterior

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¿Cómo montar estas imágenes? ¿En caballo? ¿En carro? ¿En mí mismo? ¿Nadie quiere responder? ¿No hay una voz por ahí? ¿Nada? escribo estas palabras finales para saber que mi mano no está muerta.

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PERDIDO JUICIO

Mi confesión es la siguiente su Señoría: Me iba lleno de océano a otra ciudad con bulevares y cronómetros caminando a hurtadillas y en silencio tras el Ángel de los senos de oro, recogiendo las vértebras resecas junto a las oraciones que hervían en los techos de las casas. Un ciudadano era con el espíritu perforado y divididas las aguas dulces de la mente, me desvanecía al mirar las islas a lo lejos y los autos arrollaban a cada momento cualquiera de mis objetos personales; las fotografías fueron derrumbadas y mi casa de niño se la dieron a las hienas. Su Señoría, esa noche era la envoltura de otra y su mirada resplandecía entre los demás hombres que presentían el miedo de los pájaros; su voz era un artefacto de luces y yo un punto muerto que olfateaba sus pulmones, él lo sabía, y me leyó un poema que celebraba la vida en el Polo Sur y lloré pues allí unos hombres construyeron una fortaleza para soportar juntos su insomnio con flores hindúes y golondrinas crispando las líneas imaginarias. Él luego caminó con mi mismo paso y dibujó el fulgor de una tundra en la pared para mirarme como una aurora boreal recortada y perdida en una camisa vieja y sucia. Me consta que todo lo que le he dicho es verdad cada detalle de su letra lo conozco, cómo toma el lápiz al escribir, el trazo de su R, la cantidad de comas que usó en su último poema. Me dijo que no tuviera miedo porque las leyes son deseos llevados a su extremo y las Constituciones sólo obedecen al placer pero la justicia es la desconfianza de Dios

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la justicia es la muerte de la buena fe la justicia anula la verdad del loco la justicia es ilusoria pues cuando decapitas a un hombre se vuelve mesa. Entonces su Señoría habla y concluye: Puesto que la ley es la noche resplandeciente para buscar el anverso de las cosas, y la persona fue sometida antes de llegar el amanecer, se tiene la evidencia de su pecado luminoso que es invertido al de la muerte. El individuo vivirá pero no existirá más. Quedan así aclarados los puntos de su desaparición.

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PALITOS DE VENGANZA

aunque estos tres son libros cortos el menor de ellos tiene 150 páginas espero no llegue el día en que los árboles me pidan venganza ya me imagino saliéndome del baño siendo testigo de una penosa comedia: mis manuscritos huyendo sobre el escritorio el lápiz tiritando esta R también las hojas junto a la impresora junto a la botella vacía y yo sobre esta cama donde se acostó el primer hombre y se impregnó el polvo diacrónico de su cuerpo en la mismísima cama donde el sol fecundó a tantos faraones en tubos de ensayo entiendo que cada cama es un país retráctil para pasar la noche que es el mundo no fue la estaca que dio en medio del espejo ni fueron las miles de astillas quizá un poco de mala puntería no se culpe a estos árboles de querer volarme la cabeza no los detengan sólo esperen que llegue el otoño las catástrofes requieren exquisitez vienen únicamente cuando se sienten amenazados cuando el viento los ayuda a moverse pareciera que hacer esto que hago ahora escribir tuviera que ver con su rabia pero no es así hablan de un profundo dolor dicen que dios los abandonó después de la manzana la serpiente y el famoso jardín ese quien fuera él para volver a darles voz

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ojos amor es decir permiso a equivocarse mientras nosotros abajo arriba abajo tenemos sed y preparamos nuestro cadalso no damos la vida por otra vida hemos matado ternuras enteras hemos dinamitado corazones volado puentes que unían las manos de dos enamorados a lo lejos tengo 29 años de minoría de edad estos árboles siglos arañando estrellas o devorando desprevenidos peces o bebiendo el carbónico veneno tienen carácter: han lanzado una cantidad de frutas podridas a la pared tienen originalidad: han arrojado nidos petrificados rompiendo las ventanas se enojan porque hay polvo y ácaros en los libros y hablan de los cuidados que se debe tener con los bonsáis : el mundo está preocupado de cualquier cosa yo pienso hoy que todo lo que es de madera ahora jesucristo quiere pasárselo por el culo

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CONSEJOS DE 1 DISCÍPULO DE LA POESÍA A 1 FANÁTICO DEL PODER (†)

El mundo se te convierte en ruinas/ en añicos: en 1 rostro hambriento ves 1 minuto de propaganda de 1 país en llamas aprovechas el desorden del universo cuando 1 muchacho se arranca la camiseta para detener la sangre de 1 bala & más acá de eso está el televisor/ & como un espectador cambia de canal Ni el mismo ADN querrá reconstruir todo lo que ha sucedido no son tiempos en que 1 poeta pueda contemplar el mundo desde su biblioteca anagramática haciendo vista gorda a todo lo que se deja de lado de la vida misma & que para él son la pesadilla de la belleza Somos protagonistas de una agonía interminable & no de un reality que hace de la cámara una simpática amiga chismosa hoy vemos como esas ojos robóticos están observando cada vez que uno se emborracha de qué se yo yacen en la vía pública espiando los besos & las costumbres de viejas edades geológicas vibraciones del tránsito para los que se salvan de los accidentes del Absurdo En la cuerda floja así en este circo de 1000 lenguas 1 niño se emociona al ver las brillantes larvas que revolotean en el cuerpo de su madre qué lástima que África sea tan inmensamente rica & su vida esté en manos de votos a favor o en contra en 1 parlamento de pericos La Mentira & la Muerte se hacen lo mismo/ se mimetizan con espuma en la boca de aquel que habla maravillas & pareciera ser el que revive la paz del mundo & no es más que falsedad Todo el frío/ el viento helado de esta ciudad en noviembre aquí está presente en este cuarto & yo tendido bocabajo pensando en cómo arrancarle la lengua a los poderosos para mostrar lo virulento de su farsa a la muchacha que sólo quiere estar marcada por su ropa

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al estudiante que sólo es rebelde en su herramienta social favorita al que no cree en nada/ ni en la hermosura indígena dejando que la balanza de la Verdad & el Bien sean lo mismo Raza: o poeta o cago el que escribe insobornable en las cuentas sin pagar & luego las lleva para explicar porqué 1 poema no tiene valor & agrega No estoy loco, sólo estoy desesperado ¿& usted mismo? Los que se aman & se maman son afrodisíacos para la muerte & los perros que quieren morder & ser mordidos & entonces te das cuenta que hay 1 que siempre entierra sus colmillos bajo toneladas de leyes códigos/ vigilancia a ciegas La paranoia íntima contagia/ respira a los que lloran con las bombas en las grandes avenidas que ya tienen dueño a los que no quieren saber quiénes son/ ni les importa los enfermos de amnesia que se sobajean las bolas como si fueran las manzanas del Paraíso/ supermarket chatarra Cuando 1 poema llene unos ojos de emoción & 1 chico repita: Acabo de llegar/ no soy un extraño los parques temblarán & las calles harán el amor Aún estamos vivos & juntos llamando a despertar del lujo de la violencia a escala pero también a la percepción de la Energía vibrante cotidiana anónima éste es 1 día especial NO QUIERO MÁS ANGUSTIA HISTÓRICA QUIERO VIVIR & DESNUDARME EL CORAZÓN poesía: aún estamos vivos & juntos Prendes unos cigarrillos con mi mirada mi chamarra es también la tuya ¡Poder! exclama el millonario pues sabe que hay gente tan pobre como él que sólo tiene dinero

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¡Este planeta es nuestro! lo escuchamos crujir bajo los colchones & lo hicimos con el semen de nuestra juventud alguien pasa y descubre como 1 estrella fugaz & 1 cohete a la luna inexplicablemente van a 1 mismo lugar En este poema hago mía la frase del poeta:

El núcleo de mi sistema solar es la Aventura

me gusta así para esperar al sol cada vez en 1 cama distinta Los miedosos huyen de la luz/ de la atmósfera sobria & despejada & casi nadie repara en el loquito que hace tantos siglos respondió lo que nosotros recién preguntamos En cualquier momento 1 muchacho se hace poeta cruzando el bosque & su aurora boreal con los pulmones llenos de rocío porque sabe que la vida hace el amor & no cuenta lo peliagudo de las matemáticas cada instante de felicidad es cagarse a la economía & para eso sirve toda esta lucha/ para cambiar el tartamudeo por el relieve de una mano que ayuda a mojarte los ojos en el momento de la cruda Todo lo plebeyo tiene algo de lucidez que no se logra en otra parte (Tú/ Yo/ Nosotros) no somos los únicos hay flores en el subsuelo de la mente & nuestros corazones son los pueblos con mañana Explícale esto a tu amigo preocúpate de él para que la vida siga siendo un océano interior & tu voz el velero estético y fugaz que rasguña a la noche & que escribe sobre el torso desnudo de las constelaciones ¿Cómo puede ser esto tan hermoso y no existir? Cuando digas Ternura que sea con la fuerza de 1 huracán o Delirio & arranques los pétalos de esta flor así amenazarás a los burgueses aunque a los tontos sólo les parezca que la emotividad se radicaliza

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bajo 1 cielo repleto/ escrito con sueños colectivos Yo te pregunto a ti ¿qué añadirías a este poema?

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El machote de mi vida

Yo solía creer en los realismos pero desde cierto momento en mi vida, que no diré cuál, esta realidad dejó de parecerme un espejismo. Para el trashumante no existe límite. Todo es su territorio. Ningún escritor de verdad sale ni llega a ninguna parte. Todo es el viaje, el intermezzo, el camino, ni siquiera a través de la muerte se arriba a algún lugar. MARIO BELLATIN

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LA NOCHE DE LAS LUCES EN EL CIELO

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PASAPORTES NOCTURNOS

Desde cierta altura ya no se sabe qué país vive allá abajo. Me gustó pensar eso, mirando además el manto de nubes que parecía un gran campo de hielo suspendido en el aire, un cielorraso visto desde arriba. Blanco, quizá más que la cordillera que se cortaba en el paisaje a lo lejos. Blanco como todo lo que no existe. No sé si todos se imaginan que las nubes son rostros, cosas, animales, y entiendo que esto ya sea un lugar común, pues todo empieza y termina en el cielo, pero al verlas de tan cerca uno no puede dejar de pensarlas como especies de estrellas diurnas, o más que estrellas, son constelaciones que van mutando cada segundo, a la velocidad del viento, y de la luz.

Nómades en su (des)composición, como retazos de una luz que es más clara que el sol. Nubes que se ven como montañas, como ríos, como lagos, pareciera que toman la forma de los accidentes geográficos cada vez que envidian, y sonríen. Las nubes sonríen. Las estrellas no. De eso no me cabe duda y miran los ojos del avión para que los ojos de uno sean también un globo celeste flotando en el vacío. Y ese es su juego. Además uno piensa que las nubes, el océano, las lluvias, el vapor e incluso los pantanos son una misma cosa pero en distinto tiempo. Y uno se pregunta cuál es el tiempo de uno, uno se pregunta si los animales, los humanos y los dioses son también lo mismo pero en distinto tiempo.

Me encanta, como idea y azar, que en el cielo no haya países, no haya un mapa político para decir yo soy o no de aquí o esa porción de aire es mía. En realidad, ahora que lo pienso me imagino que sí debe haber una cartografía para los pilotos, los aviadores ¿Cómo serán esos mapas? ¿estarán dibujados? ¿tendrán colores para diferenciarse? ¿habrá mapas distintos para cuando hay luz o cuando no la hay? ¿para el día o la noche? ¿lluvia o sol? ¿eclipse o meteoritos? ¿bandadas o helicópteros?

De día o en la mañana, como ahora, debe ser distinto a la noche. Las constelaciones son las naciones acá, de las cuales uno es ciudadano sólo por haber nacido un día exacto y sin importar en qué casa del cielo. Es como un natalicio marcado por el momento de ver la luz: nubes o estrellas regirán los destinos, pasaportes nocturnos. Es como la

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metáfora al revés, el momento de salir del vientre materno, matriz universal, la primera noche, y luego la aparición del día, el nuevo amanecer, el despertar en un lugar, una ciudad del mundo terrestre que acompaña hasta el último minuto y todo comienza otra vez. Por eso es que estas nuevas nacionalidades de estrellas o de nubes, tan hermosamente imaginarias, sean una suerte de hito en el firmamento, en el mapa celeste, un tótem en la bóveda de cristal.

Las estrellas fueron agrupadas por los antiguos, quienes vieron animales, hombres y mujeres como si se reflejara allá arriba todo lo que ha permanecido por siglos y siglos acá abajo. En cambio, las nubes no han sido catalogadas, no han sido contadas por dedo humano. Millones de signos en cada segundo, arquetipos y destinos arrastrados por los vientos y las corrientes de aire ¿Cómo será el zodiaco regido por las nubes? Ahora quiero soñar con eso mientras duermo un rato (...) No soñé nada. Miro por la ventana y veo puntitos blancos que se mueven como mosquitos, como espermios sin cola dando vueltas en pequeñas órbitas. Siento que falta un poco de aire. Me duele la cabeza como si adentro un recuerdo se columpiara a toda velocidad esperando para desaparecer.

Pienso en Sagitario, en el centauro que es el único de los signos de las estrellas en ser ficticio, misteriosamente mítico en su soledad. Me resulta conmovedor pensar que sea un signo de las nubes y que se haya pasado al de las estrellas por equivocación o capricho. O como decía antes, el no saber en qué tiempo está ese hombre, animal, dios, o todo junto, todo a la vez.

Pienso en la revolución, en los libros de la revolución, en los manuales astronómicos que tenían nombres así como De la revolución de los astros o de los cuerpos celestes. Libros medievales con calendarios de eclipses y anotaciones de fenómenos en el cielo. Quisiera hacer un manual que se llame De la revolución de las nubes. Y en él que sólo haya dibujos de nubes con anotaciones de lo que parecen y lo que podrían significar. Estoy pensando ahora en el horóscopo chino y veo que el Dragón también es el único ser fantástico ¿Tendrá algún parentesco con el

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Centauro? ¿Será también un signo de nubes? ¿Será también un sueño? El Dragón y el Centauro parecen no compartir muchas características, de hecho no se me ocurre ninguna. Puede ser que ambos representen sabiduría. Quizás. Sabiduría y poder como Júpiter. Que en efecto se parece al dragón en ser ambos los más grandes, uno del sistema solar y otro del zodiaco chino. Otra vez pienso en los libros de astronomía que al mismo tiempo eran de astrología. Recuerdo que los persas, los árabes y los mayas también tenían sus constelaciones, recuerdo que me voy olvidando de lo que dejé atrás.

Pienso en los nombres que podría ponerles a unas constelaciones de nubes. No podrían ser de animales, ni de héroes, ni de dioses, sino que de todo lo que existe ¿Habrá dos nubes iguales? No lo creo. Veo unas nubes y pienso en los siguientes posibles signos: pájaro sin cabeza volando al revés, chasquilla de niña mimada, hongo atómico visto por un enamorado, cola de caballo en un pez de agua dulce ¿Serán estos un zodiaco? ¿Regirán las acciones y los humores de los seres humanos?

Yaxkin es un signo del calendario maya, en realidad más que un signo es un mes. Significa sol radiante o sol verde, y se entiende la belleza de la metáfora y la asociación. Yaxkin me suena más a un signo de nubes, una nube grande y más menos redonda al atardecer, como un arbusto en llamas, como una cabellera desordenada por la fuerza del mar en una gota en la punta del pelo.

Domador de caballos me han dicho que significa el mío y que padece la tragedia homérica, pues el héroe homónimo era el único que no estaba favorecido por ningún dios. Los dioses deben debatirse entre los que rigen los destinos de los signos de nubes, otros a los signos de estrellas y otros a los signos que son los nombres. Acaso no padecen la mayor parte de las veces circunstancias parecidas personas de los mismos signos, o que se llamen igual. Dime cómo te llamas y te diré quién fuiste, el lugar de tu nacimiento y cuanto placer sentiste al morir.

No sólo los nombres de las personas tienen una especie de remanente de destino, sino que también el de los objetos, el de las

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instituciones, el de las calles, el de las emociones, el de los libros. Un libro que se llame De la revolución de las nubes está destinado a no existir. Su revolución máxima es ser como una nube, cambiar de forma cada momento. Es el libro ideal, por eso es en sí mismo una ficción, como la escritura, la escritura de un viaje, tanto mental como físico, no existe, no existe.

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EL LUGAR SIN NOMBRE

La ciudad sorprende desde las luces que la componen, y que son su especie de conjunto de constelaciones. Una ciudad sin nombre debiera estar iluminada día y noche. Hasta podría definirse una ciudad por su cantidad, tipo, distribución, colores y formas de las luces que posee, pues cambian si se ven de cerca o de lejos. Se confunde si son letras, sílabas o nombres completos. Luces agudas, graves y esdrújulas. Las luces de las casas se parecen a las luces de los autos. Las luces de las calles se parecen a las de las luciérnagas.

Una ciudad sin nombre parece incendiada, llena de hoyos negros rodeados de neones, semáforos, carteles luminosos, faroles de las plazas. Al amanecer los hoyos negros se convierten en hoyos blancos. Y la luz del sol es la tachadura de todo nombre, porque las sombras son ya el signo común. De algún modo, los nombres también son signos, pues se hacen reales en el momento de nacer y no deja de haber en ellos una palabra de destino o un futuro escondido en cada letra, entre cada sílaba, en la sentencia de muerte que hay entre su escritura y como se oye. Cada nombre es un signo, historia y devenir, pero parte de ese zodiaco antojadizo que es el lenguaje y la sangre que recorre sus letras.

La ciudad posee su propio sistema circulatorio, ramificada en su cartografía pareciera bombear gente de un lado a otro. Lo subterráneo no es siempre prohibido, pero sí misterioso, casi ritual. Arterias y venas con sus paredes llenas de tiempo muerto. Signos y ceremonias bajo tierra como si se tratara de un cementerio vivo, música, gritos, ruido de fierros, pero no hay habla. Grado cero de la voz. El silencio es bullicioso; la soledad está aglomerada.

Cada intervalo está marcado por un emblema de una historia real o ficticia, son como signos terrestres. Unas constelaciones para el día a día que de algún modo son destino. Vuelvo a pensar en la palabra revolución, la veo escrita y metaforizada en cada rincón. Sinónimos y familiares semánticos se cuelan como signos de otro destino. Cada rostro es un signo de una desgracia maravillosa o de una felicidad fatal. Todo lo que es mucho se pliega hacia su fin.

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Me da la impresión de que un libro grande, como De la revolución de las nubes, tiene la misma arquitectura que una ciudad, es decir, cada página es una zona, un territorio nómade y que cada letra es una persona que emite un sonido. Entonces al ver una enorme cantidad de gente uno pudiera escuchar miles de palabras, en todos los idiomas del mundo en el mismo momento. Un palimpsesto oral, coral, de las lenguas y dialectos imaginables. Un libro así de grande es un imperio en ruinas.

Hay personas que son letras y otras que son palabras. No sé como las diferencio, pero lo hago. Sólo con mirarlas lo sé, y mejor aun si las escucho. Debieran enseñar telepatía en las escuelas y luego en la universidad. Seríamos todos más felices, habría menos malentendidos, menos guerras, más frote y más poesía, que es lo más parecido a la telepatía, pues de algún modo con la primera se hace un ‘mal uso’ de las palabras, pero ya con la segunda las palabras se hacen invisibles. Ambas son un desvío al ruido de la ciudad. De hecho leer es casi una telepatía entre el autor y el lector, es un adentrarse en la mente del otro, silenciosa y furtivamente. Escuchar poesía es subliminal, hablar de poesía es subliminal. Algún día los libros se leerán al revés.

Las ciudades se leen de manera horizontal, vertical, diagonal, es decir de todas formas. La ciudad no es de papel aunque lo parezca por el carácter de su ficción. En blanco como la mente de quien mira los olores de la calle y percibe ese gusto ruidoso en el aire. Todos los colores juntos son un movimiento, por eso el blanco siempre huye hacia donde nada existe pero donde todo está ahí.

Los mapas siempre han sido un misterio, una incógnita de colores políticos en los cuales uno busca similitudes. Los países azules deben ser parecidos entre ellos, al igual que los amarillos y los verdes. Nunca pude resolver esa incógnita. Los mapas en realidad siempre son en blanco y negro, esa es la dicotomía que construye la cultura moderna y todas sus metáforas. La tierra debiera pintarse con colores, igual el cielo, así como se hace en la literatura o el cine, donde lo blanco es sólo una excusa, es decir, pantallas y páginas de papel.

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De la revolución de las nubes hasta parece el nombre de un hecho histórico, pero lo es de un libro. La historia también pareciera tener colores, las guerras son grises y café, las independencias son siempre celestes o azuladas, las reformas son verdes. La justicia es ciega dicen.

La historia presiente, tiene un sentido de distancia que le permite ir y volver como si no hubiese nada más que ella. Es más que el tiempo, de hecho, hace y deshace con él. No tiene piedad con lo miserable que pueden ser las vidas humanas, con sus minúsculas averías. Camina entre los hombres, mujeres, niños y ancianos de la ciudad como si fuera más que el aire y la luz del sol. Hace valer lo que es suyo: la representación.

En las ciudades todo pareciera ser fantasmal, o quizá en las ciudades en la cual se es extranjero. Rostros y fachadas de edificios algo tienen de común acuerdo, como si alguna condicionara a la otra. Lo mismo entre árboles y peinados. La sensación de que la geografía es historia personal o que la historia general es anatomía. Lo que las une o separa es su ausencia y una presencia, el modo intermitente de sucederse, el gesto de la mirada sobre la ciudad y el de la ciudad sobre quien camina detrás del tiempo.

Los cruces entre ciudad y mano son como los del deseo y el miedo. La propia escritura sobre la ciudad en la ciudad tiene que ver con su amaneramiento político. Su lenguaje es una palabra por dialecto, no hay lengua común, sólo miradas y nubes barrocas. Toda la arquitectura de una ciudad no es más que la suma de los ojos que la construyeron, es decir, fruto del sacrificio. Una ciudad, un pueblo, una aldea, un caserío son la humanidad de una historia, a la cual no le importa el hombre, sólo el tiempo que éste sobrevivirá allí.

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EL ESPEJO DEL CIELO

Las mentiras se van deshaciendo a medida que se avanza en la carretera, y los edificios a lo lejos se confunden con el vaho de los ojos en la ventana. Luego el silencio sobrecoge y uno cae dentro de sí mismo arañando las paredes de la vanidad que es como se ve la piel por dentro.

Los malos sueños de allá, donde todo es más grande que uno, se van convirtiendo en una necesidad de pedir perdón y llorar. Perdóname nube dorada de piedra, perdóname bosque cardumen de pájaros, perdóname río mano del cielo, viento húmedo y fresco perdóname, sol de los once sueños perdóname, unidad del todo y todo en la unidad perdóname.

Tomar el lápiz y escribir estas palabras es el gesto más desesperado ante un monte ballena o una roca ojo que observan desde el fondo del océano que es el aire, penetrando como un filo entre las letras del propio nombre para que en algún momento no sean necesarias o se conviertan en puro color, música y geometría.

Los oídos zumban y es como si fuera un llamado para despertar. Los avisos en la carretera se hacen cada vez más inentendibles hasta que por fin uno ya no sabe dónde está, y a lo sumo intuye que pronto será de noche, la noche de las luces en el cielo.

El cielo es una mano extendida en espiral. Las estrellas regresan de la muerte sin un ojo. No había nada que ver. El silencio es multicolor. Los poemas se aparecen como nubes mientras las galaxias respiran y el semen es la luz del túnel. Somos mirados por nosotros mismos. Manchas celestes de barro. Los sueños se aparecen como bocas del tiempo.

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Las horas van apareciendo como nuevos huesos en la espalda y las piernas, y las piezas metálicas en el cuerpo también quieren echarse a correr por estas líneas amarillas y blancas que son la sombra de un dios imaginario y volador. Las tripas se retuercen y se secan como botellas de plástico al sol, arrojadas contra los arbustos con el secreto inconsciente mensaje de que el cuerpo es también una mercancía desechable.

El impostor es el sol y no yo. Sus rayos son oscuros y su claridad absurda. Falsa es su verdad de dios, incolora e inmunda como sus lenguas. Miente sus mentiras y su palabra anochece en el vacío porque todo lo que he visto es mancha y viento en el rostro. Esa primera estrella a lo lejos no existe. Esas montañas de sombras no existen. Esas ciudades del mundo no existen, porque estuve muerto una vez y muerto significa estar allá en el sueño de otro que no tiene cuerpo. Lo estuve y lloré sin tampoco tener ojos.

De la revolución de las nubes se llamaba el libro. Era profundo como el lago y su fin era su comienzo. Debajo del agua había más agua y lenguaje, hecho de luz y movimiento hasta que el oxígeno se acaba y uno despierta en medio del sueño de un cuerpo que no se conoce. Si cerraba los ojos no los hubiera vuelto a encontrar porque estando en ese otro lado de la línea imaginaria que es la razón nada es de uno porque uno es todo. La muerte es un sueño grande, del porte de ese lago que te dice cosas al oído en el canto de los pájaros.

A lo lejos los volcanes sonríen con sus barrigas llenas de meteoros y el humo que sale de sus bocas es un lenguaje para que las nubes no vengan a pedir lo que ya no les pertenece. Luego, cada vez que se pasa por un pueblo o una pequeña ciudad la vida diaria se ve tan extraña e inútil. Los estados de la evolución se equilibran y lo que para uno casi no existía, allí es de vida o muerte, cuando la muerte y la vida son una misma cosa que baja del cielo, o explota bajo la tierra, o llega en el aire o aparece en el fuego como una visión.

Más tarde, ya no son pueblos intermitentes, sino que se entra en las ciudades que aparecen de improviso con soberbia y deseos de venganza.

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Se impone su orografía falsa y sus pesadillas se hacen realidad. Es decir, una ciudad fantasma porque uno es el fantasma. Repleta de espejismos donde las personas se dan cita con sus ojos sin soñar.

De allí que todos los accidentes geográficos se conviertan en parte de la vida de uno, pues la geografía se confunde con la historia y todo es ahora. Las carreteras se ven minúsculas y pasan a ser las líneas de una inmensa mano extendida. Los bosques jóvenes saludan con una sonrisa y las viejas montañas siguen siendo rostros indiferentes mirando el cielo. La locura y la muerte se parecen tanto como una gota de lluvia y el mar. Cuando uno viaja recuerda que se está viviendo, pues cada kilómetro más adelante puede convertirse en el último minuto de esta realidad que no existe. El tiempo está hecho de tierra, de ahí el afán de esconder a los muertos bajo los árboles, que contemplan como los autos entran y salen de la ciudad. Los cadáveres no saben que la velocidad es el sueño de la geometría. Cuadriculada, rectangular, la ciudad. Recta, lineal, la ciudad. Inmóvil y en caída libre, la ciudad. Una vez dentro todo lo que se ve afuera son los aviones que no dejan de seguir los mapas imaginarios en el cielo. Mapas transparentes, mapas azules, mapas en blanco. Aviones que siguen a los cardúmenes que aparecen luego que la ciudad se ha quedado allá. Creo en este momento que el cielo y el mar son exactamente lo mismo.

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NOTAS PARA KORS Reescrituras de textos de Manuel Capetillo

Adivino, a partir de su prodigioso arte, la expresión concentrada de su rostro tenso. Inteligiblemente puedo discernir el esquema que determina la perfecta conjunción de movimientos y gesticulaciones que la música del radio convoca en el campo visual de mi mente. SALVADOR ELIZONDO

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· Deseo recordar lo que escribiré después de esta palabra. [Texto perdido] · Lo que encuentro son retazos de lecturas en retazos de libros escritos en retazos con retazos de palabras acumuladas en retazos de mi vida. · Vuelvo a escribir después de un largo tiempo. Me siento inseguro y no se me ocurre nada más que acotar los marcos de referencia hasta despojar al poema de un algo. · Como si se tratase de un sueño, imágenes sin comienzo ni fin, pura alteración. · Trabajar la oscuridad o la lucha entre el blanco de la página y la luz del sol que cae sobre ella. Un círculo sobre un rectángulo imprimiendo la mirada de un ángel. · Escribo. Reescribo. Transescribo. No se puede evitar, el tiempo es lenguaje. Palabras arrojadas del cielo de la mente. · Escribo con los ojos cerrados, al olvidarme del mundo, desde la muerte en vida. Afuera de mi mente no hay palabras, pura visión. · Olvidarse de todo. La realidad finge no hacerlo. Me río de lo que en mi vida ya no existe. · El autor se escribe (con la muerte) · Repetir hasta olvidarse. Allí el lenguaje se multiplica en su aparición. * Acumular todo lo que se ha olvidado. Suprimir y hacer necesario lo que quedó de una línea, de una línea imaginaria. · La imaginación es el tercer ojo, escribir esto es ponerle música a este sueño, Kors. · Escribo este libro en medio de un largo viaje que es una larga noche; todo lo visto ha desaparecido y ese es el chiste. Ver estas palabras no es leerlas. Un acertijo en bitácora. · La página siguiente es una página invisible. · Sólo saben leer quienes no acumulan nada. · Un libro solamente existe para destruirse a sí mismo. Todo génesis es un apocalipsis, toda oscuridad es luz en una oscuridad mayor. · La instantánea de un cambio es la eternidad. ¿Por qué escribir?: sólo sé decir que todo lo que se fue nunca existió. · Una palabra está compuesta por las letras de otras cientos de palabras. Esquivar, equivocar. Una atmósfera es mediocre si quiere perpetuarse en los siglos propios y ajenos. · Un instante. Eso es.

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* El libro mira a sus lectores, los tolera, los soporta. · Una biblioteca quemada, arde. Sigue su instinto de destrucción. · Del paisaje natural fijarse en las rocas. Seguirán allí rumbo a su propio silencio. · La ciudad está tranquila después del día de muertos. Un árbol se mueve más que toda ella. Se oye a lo lejos el silencio y acá la voz de un sueño que exclama: “Mi mente fue arrasada por un huracán de poemas”. · Dos versiones: Ficción o muerte. I: Desaparición de algo que nunca existió y II: Desaparición de algo que siempre existió. La destrucción es una forma fascinada de escribir. Un deseo secreto respecto a lo estúpido de la vida. · Insisto en escribir a equivocarme. Pienso en los cazadores y recolectores ¿Quién inventó el libro? El autor asesina lo que no es suyo y guarda lo que hay de sobra. · Repugnancia por cierta gente. Escaparme ahora y aquí. Fugitivo se es cuando la vida te ama. · No estoy obsesionado con nada, salvo con mi mente. La escritura es una necesidad de los árboles y de los monos para llegar al cielo, ese es su secreto personal. · Avanzar en la idea de una escritura neutra. Quiero decir: olvidarse de un hecho es esencialmente estar frente a un misterio que inspira. Es una buena idea, la fiesta debe morir. · Escribir fuera del tiempo, sin la tentación del presente. Crear es olvidarse de lo humano, como esa sonrisa en la boca de Dios cuando dice que es amor. * Suponiendo que esto sea un poema, una prueba de que ya no me acuerdo de lo que quería decir ¿Existe aún? El work in progress no existe. · Tratado. Un intento que ya fue. Fascinación. Sólo notas dispersas. Un poema que era otro y no éste, pero el olvido ha sido quien ha escrito, la muerte me utiliza. · Trato de morirme y aparecen más palabras como moscas. Descomposición. · Estas notas son para Kors, al menos eso siento ahora. Notas casi musicales de una composición de autor a modo de una buena o mala racha que se reitera como recurso literario. · Pienso y leo lo que voy escribiendo, anotaciones que podrían leerse u olvidarse en cualquier orden; textos que conforman este poema que a la vez conforma “El machote de mi vida” que a la vez conforma Traga que a la vez conforma Debajo de la Lengua que a la vez conforma Arquitectura de la Mentalidad que a la vez conforma estalactitas de mí. ·

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La ficción y la muerte son incompatibles. Pero aun: la ficción es lo que me ha tocado vivir para que la muerte crea ser un viaje hacia otro lado. · Hojear, ojear son lo indicado para contemplar el inicio del otoño de la vida que son los casi treinta años. Todo lo pasado fue imaginación o un mal poema. · Entre lo acumulado hasta aquí sólo hay repetición y equivocaciones, un modo de caos. La ciudad está serena y mi espíritu invadido por el viento que produce el paso de una hoja a la otra. · En el interior de esta casa todo es imaginario, los árboles, las calles, los autos, las nubes, todo lo que se mueve con ese viento. · Dudo sobre seguir escribiendo. Es intrascendental y eso me alienta a escribir hasta la eternidad. * No tomo en cuenta a mi voluntad. Renuncio a ella: me gusta algo sólo porque me gusta. Así vivo, atento al abandono de las cosas. · La mente produce ruidos al funcionar, es decir al pensar incluso en el sueño que es cuando las ideas tienen forma y color. · No sé si exista el no pensar, de ser así la escritura es un llamado. Quiero decir: mi mente me da empleo. El pensamiento no piensa, la escritura no escribe. Está bien, se cree que se existe. · La música es un eructo del espíritu. · En la música de hoy sólo escucho repetición, que es comprobar la importancia de lo menos importante. Kors lo sabe. · Me he propuesto rellenar mi futuro inmediato con estas palabras, y mejor si el tiempo da vuelta con todo. · ¿Es contradictorio hacer algo para nada? Sí y no. Entre ambas no hay distancia. El secreto es real sólo cuando alguien lo destruye. · La ficción de la escritura es una mano autómata manchando un papel con libre albedrío. Sus errores son aciertos y los aciertos los países en un mapa de un mundo paralelo, para leerlo. · El arte de mirar las letras, sin leerlas, es un pleno ejercicio reservado a los que odian la acumulación como yo. Un libro es leído cada vez que alguien lo arroja a la basura mental. · La exactitud es una forma de mala puntería en el blanco. * Alguien me dice: “Voy a cortarte el...”. Es una buena demostración de que nada sobra al escribir, ni siquiera eso.

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· No hay anécdotas, la escritura no se deja sorprender por la ordinariez de la vida. · ¿Por qué no terminar acá y empezar de nuevo mañana? · No hay comienzo ni término. Se repite un mismo error y eso es estimulante. La imposibilidad de inventar se soluciona con la mirada. · La ficción hace secreto lo que era eterno. Lo demás es pura mala voluntad. · Las visiones del espíritu no importan hasta que el futuro arrase con todo lo que creíamos era posible. Un huracán de poemas se llevó mi párpado izquierdo. · Obviamente: leo lo que escribo y veo que no hay nada más que palabras, un tanto de negligencia y un final que no tiene ganas de comenzar. · No quiero escribir un poema, sólo quiero verlo. Sin embargo para verlo lo debo escribir. Hace mal a la vanidad, debo acabar. · La escritura es la escritora de todo esto: se ha posesionado de todo lo que yo odiaba de mí. Me escribe y yo soy para ella una mera mano. · Todo aquí habla de allá, de otra cosa. * Olvidarse de todo es un modo de suicidio simultáneo: la vida se esfuma mientras más se vive ¿Es una muerte que nace del sentido revelador de la vida? Los días pasan como las nubes, el cielo sigue intacto. · La catástrofe que significa todo esto es una forma de llegar a una meta, un origen de algo sumamente desconocido, sublime. · El poema se exhibe desnudo y su ostentación escandalosa es su miseria. · Escribo sobre un tema que no recuerdo, busco en mi mente detalles de las imágenes y sólo está la sensación de que algo falta. Hay huellas y marcas de lo que ya fue, no están en mí. · Me resulto ajeno incluso yo mismo. Lo contrario de estar muerto. · Escribí todo esto ya antes, pero ahora quiero verlo en mi mente. El papel hace lo suyo, el tiempo se llevó lo mío. · Alguien vigila todo esto, preguntarse quién es el que junta letras, las mira o las lee según una orden recibida. · Sacerdote del secreto total. Una ficción de una amiga que me hace decir que si hay que elegir entre vida o muerte, ya es muerte. · Se es escritor por los errores cometidos. Las cualidades literarias están de más.

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· ¿Cuánto podré avanzar escribiendo esta noche? * El sentido del humor es el sentido de la vida, dice Kors. Líquidos en el cuerpo y el espíritu. Música de sí. · He descuidado todo lo que era importante. Las letras dan luz y sombra, un poema puede ser el sol o las tinieblas. · Que se escriba lo que nadie habría de escribir. · Que la estructura sustituya a la historia, que la historia sustituya a los personajes, que los personajes sustituyan las situaciones, que las situaciones sustituyan los significados, que los significados sustituyan su referente, que el referente se sustituya por una nube cargada de lluvia. · La distancia de esta ciudad consiste en lo urgente que hay entre su fundación y su destrucción. · Ciudad, lago, nube, águila, serpiente, cactus, lo que seas. · Ciudad que resplandece de noche. Bosques humanos invisibles. · También, ciudades cuyas ruinas son su único monumento. · Ciudad en ruinas, aunque del presente que significan doscientos años, creciendo día a día. País: color imaginario de un mapa. · Se oye el lápiz sobre el papel, se siente el viento al cambiar de página. * Mapa y poema son estruendo en forma de rectángulo, una expresión misteriosa de la redondez quebrada. · Dudo que el rectángulo no sea un cubo. La mirada de un ángel es el tiempo de una nota musical. Escucho el más alto silencio. · Abstracción. Imagen de la imagen de la imagen. · El humor y el horror se incluyen desbordados. · Escribir, dios mío, contra el tiempo. Todo se destruye a mi alrededor y a lo lejos hay un bosque y sobre él una aurora boreal. Es la entrada a mi fin. No dejo de pensar en eso. Está todo escrito. · La realidad es un llamado para dejarse llevar por lo que la escritura sueña despierta. Dentro de mí algo se va, pero algo también llega. ·

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La vida humana teme a las convenciones. Los cobardes temen al qué dirán. La escritura es mi única libertad para que la idiotez del mundo no me entre por los ojos de la historia. · Me vigilo al soñar. Cazadores y recolectores salen a mirar mi cuerpo tendido en el bosque. Hay una irresponsabilidad caótica de figuras y sonido. Estás tú. · El deseo de que todo se destruya es la culpa por escribir. Ser ajeno a uno mismo hace bien. · La vida está destinada a continuar dentro de los libros: todo lo que es ya fue. El bosque está lleno de peligros. Palimpsesto destinado a una nueva vida. * Ver una historia a lo lejos que se trataba de uno mismo. · Ver a todos los que tienen que ver con esta historia, pero sepultados por palabras. · Sigo avanzando y mueren ideas y ganas de decir ciertas cosas. La rapidez de la escritura es como expresa su deseo. · Este libro exige nacer. Quiere dar a luz. O él o yo. · Notas, retazos. Parte de mi segunda trilogía de tres. Aniquilo el secreto al escribirlo. Un trozo de mi vida, es precisamente lo que quedará como desperdicio. Un pentagrama vacío. · Escribir para Kors, un tanto atemorizado de que el huracán se lleve absolutamente todo y el polvo sepulte mi mente. · La mano es sangre, el papel es árbol, la tinta es océano. Todo lo que hay alrededor es vacío. · Me dejo tentar. Es de noche y nadie viene. · No me da miedo haberme equivocado. Era lo que había que hacer. Estoy solo y alguien me mira desde lejos. El delito es no querer ver. · Encerrado en mí mismo todo me fue imposible, puesto que escogí al más próximo de mis semejantes. * Reunir todas estas ideas, palabras, visiones como masas sonoras yuxtapuestas, confundidas en este borrador que es mi vida. · Esto no se termina, comienza. Tu silencio me hace hablar solo, me hace escribir este poema. · Mi enemigo soy yo y escribo todo lo que su soberbia me aterroriza. · Nada hay, sólo universo mental. · El caos es perfecto en su error y luz.

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· Escribo sobre nada, me escucho. Escribo. Algo se oye en el caos.

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· Lentamente amanece: me siento enfermo. Todo está enfermo. La luz y la tiniebla en este preciso momento son lo mismo. Se escucha lo lejos que estás. · Escribir estas notas para todos ustedes, fantasmas. Les escribo porque no sabrán lo que quise decir debajo de estas palabras. Estoy en el momento de renacer o morir que son la misma cosa. · Creo que acabo. Escucho como mi vida se va borrando de mi mente impidiéndome la ordinariez de ser feliz. Se cierran los ojos del sueño y sólo quiero oír el luminoso silencio. Kors, escribo con palabras que nunca lo fueron.

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FASCISMO & TABÚ

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HIJO MÍO, NO REGRESES NUNCA A CASA

Hijo, no regreses nunca a Chile tu patria ya no es tu patria, tus amigos no te saludarán. Sólo polvo y ceniza es nuestra casa y tu ropa se la llevaron los vientos del sur. Sácate de la cabeza la idea del regreso nada es como nunca y nunca es peor y peor y peor y peor. Tus libros los saquearon quienes alguna vez te leyeron pero ya no, no creas eso de que todo océano vuelve a ser desierto y toda montaña regresa a la profundidad. Con quienes te acostaste hoy te niegan y a quienes diste tus poemas los han arrojado a la basura y dicen que es estiércol. No regreses nunca a Chile porque estamos desapareciendo, la muerte se murió y el poder lo tienen los buitres y las hienas. Viaja por países báñate en los mares que existen y bebe de los ríos dulces, escóndete del sol en cada árbol sigue el camino de las nubes y llora debajo de la lluvia: sueña todo lo que no puedo soñar yo. Hijo mío, tu país te odia porque tú lo odiaste primero maldijiste a la vanidad y al fascismo, se los dijiste en la cara y no apretaste los dientes como tantas veces te lo dije. Tus heridas fueron más profundas que las mías y tu tristeza más grande que tú. No pienses en regresar, es en vano, querrán escupirte y en la calle te insultarán seguirán haciendo sus fiestas

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para burlarse de todo lo que tenga que ver contigo y se mofarán de cada una de tus palabras. Ya no hay vestigios de ti ni fotografías viejas, los vasos donde bebiste cerveza los han quebrado en nuestras ventanas y todo lo que rompiste me lo han venido a cobrar. Los que eran tus más cercanos ayer han sido quienes más se ensañaron y vinieron a golpearme para que no dijera nada sobre ellos. Por eso te digo, hijo mío no quieras regresar a Chile sobre todo por una última razón: Chile eres tú.

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AUTORRETRATO DE UNA PATRIA

Mexicanos, al grito del poeta en el dinero pensáis tal bribón, y retiembla toda la vanguardeta al sonoro rugir del mamón.

Niña sin Padre tus versos se olvidan y descansas en Paz androgino, que en el Fondo su eterno destino con la Mano de Dios escribió. Mas si osare un extranjero ladino profanar con su palabra tu sueño, piensa ¡Oh Poesía querida! que en el cielo una beca a cada hijo le dio.

Mexicanos, al grito del poeta en el dinero pensáis tal bribón, y retiembla toda la vanguardeta al sonoro rugir del mamón.

¡Inglaterra, Inglaterra! sin tregua al que intente de tu poesía plagiar las adjetivaciones! ¡Inglaterra, Inglaterra! los malos copiones de las tierras baldías deben terminar. ¡Inglaterra, Inglaterra! en los bares, en la calle, los versos horrísonos que truenen y el delirio sonoro que resuene con las voces de ¡Alcoholización! ¡Libertad!

Mexicanos, al grito del poeta en el dinero pensáis tal bribón, y retiembla toda la vanguardeta al sonoro rugir del mamón.

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Antes, Poesía, que inermes prolijos chingados mendrugos que su frente dobleguen, sus libritos con sangre y semen se rieguen, pues sobre ellos se estampa el cliché. Y a ediciones costosas socorren se derrumban con hórrido estruendo, y sus ruinas existen diciendo: de mil versos ni siquiera uno fue.

Mexicanos, al grito del poeta en el dinero pensáis tal bribón, y retiembla toda la vanguardeta al sonoro rugir del mamón.

¡Poesía! ¡Poesía! tu delirio y ternura fulguran a escribir en tus noches sin arrepentimiento, si el fascismo con su bélico acento nos convoca a lidiar con valor. ¡Para ti la honestidad y la vida; ¡para ellos una escritura imprecatoria! ¡el futuro para ti en esta dedicatoria; ¡un chinguesumadre para todo poeta mamón!

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EL EPÍLOGO DE LA TRAGEDIA

Mi país no soy yo porque mi país es el nombre de una tragedia y mi tragedia se llama Diablo en esas malas noches que fueron casi siempre una salvación a lo que era mi vida vista desde el infierno, esto es, el silencio, la soledad y la pena. Chile yo te conozco, pero tú no me conoces; estuve en tus ciudades y pueblos y cada uno de ellos viaja conmigo derechito a la desaparición que significa ir borrando las líneas imaginarias de las carreteras mentales con tan sólo escribir un poema en blanco en la página que es el tabú. Este país tampoco soy yo porque soy mi propio padre desde los trece años con una flecha y un arco en la mano enamorado de un caballo que escribe poemas y que recorre su lengua buscando montañas, ríos y valles para luego dormirse bajo una noche estrellada al calor mi signo. México no te conozco, pero tú me conoces; me viste en las calles oscuras perdido y sin ni un peso y tus ríos fantasmas me llevaron de vuelta a casa, pero los niños perdidos no regresan porque estar perdido significa haber encontrado el epílogo de la tragedia.

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 Rrizomas

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Tras 29 años aún derramo lágrimas aún me enamoro aún quiero conocer con mis amigos todas las constelaciones de Latinoamérica.

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Guido, yo quisiera que tú, Lapo y yo fuéramos sorprendidos por un encantamiento y metidos en una barca que, obedeciendo a todo viento, corriese por el mar conforme a nuestra voluntad y mía, de tal suerte que ninguna tempestad o mal tiempo lograse ponernos en mal trance, antes por el contrario, viviendo todos en un mismo querer, creciese siempre más el anhelo de estar juntos.

RIMAS

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LALENGUAMUERTADEDIOS Y ASÍ TODO ACCIDENTE GEOGRÁFICO Y ASÍ TODO POEMA APARECIERON COMO EL LIBRO MÁS GRANDE DEL MUNDO LA HISTORIA DE AMÉRICA ES LA MÍA Y MI HISTORIA SON LAS LÍNEAS DE MI MANO ESTA ESTRELLA BRILLA HOY ¿LA VES? ESA ESTRELLA ES UN SECRETO DEBAJO DE LA LENGUA

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Mis Tristes Tópicos

El hombre es un microcosmo. Bajo la piel, encierra un firmamento: un ‘cielo endosomático’. Los órganos tienen correlaciones cósmicas. Hay estrellas en el cuerpo. La anatomía y la astronomía -más bien la astrología- son ramas paralelas del saber, pues el cuerpo es el equivalente corpóreo del cielo, que está por encima y por debajo de la piel, dentro y fuera de su órbita. OCTAVIO ARMAND

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A1000·NGC224 (o los Tiempos Geográficos)

Reescritura de AAA 1144 de José Kozer (Cuba, 1940)

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Momento, ya existen los libros, no todo está dicho ahí. Se ve a lo lejos que viene la noche: lo que no se ve no existe (o está perdido). Llega a la hora, recogimiento de la matriz: no es nada. Nos señala como parte de la Creación. Oscuridad y tiempo. Los libros se hicieron polvo: sépase (no me lamento). Polvo (es un decir). Los huesos se hacen polvo, la noche se hace polvo, el cosmos se hace polvo, y sopla. Estarán ahí mis huellas, en esas páginas y en esas noches cuando las escribí. Nombres en clave, tierra y cielo, entre ellos las manos, la lengua y los ojos. Todo para mí era poema (bitácora). Nací de una letra. Tengo cientos de miles (ya perdí el número). Pronto será de madrugada, buena visibilidad de ese territorio. Llama: ay. Parecía el nombre de una enfermedad. Oigo decir. Hubiese preferido la enfermedad (¿habrá tal cosa?). Lo escrito tiene su utilidad y ese es el límite. Las cosas mueren y ese es su fulgor. Luego todo se vuelve desperdicio, inminente deterioro: figuras ajenas en círculos: inquietas. Zumban. ¿Cómo sé que no tienen nombre? Míralas, se arrodillan ante la realidad (luz). Un alfabeto cae. Libros donde las páginas sean noches de días. Antes de morir, clarividencias: tres cuatro cinco: comisuras de labios. Tomé uno con la mano y se pudrió, alzó el vuelo, confundió unos números ¿no lo decía yo? Voraz letra, libro voraz (inmanente): se adelantan a este momento, palabras que desmoronan el porvenir. Alzo la vista (mi mano es una lengua) papel, papel, papel; reiteración de las cosas del mundo, repite: sea la muerte un accidente lingüístico. El libro frente a tus ojos (golpe de luz) (¿cómo se toma?). En la mano lo que fue naturaleza. Una página se hace polvo, el cosmos viene a mí.

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FLORES (o el Estado Vegetal del Poema)

Reescritura de Poemas de Marosa di Giorgio (Uruguay, 1932-2004)

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I En esa colina, la casa estaba oscura pero llena de luces. Las flores alrededor querían subir al cielo porque insisten que ese es su hogar. Para los árboles también el cielo es un lago donde creen reflejarse. (Yo ya había visto como en medio de la oscuridad los bosques parecen constelaciones). Las estrellas no sé si serán perfumadas como las magnolias, las glicinas. Salí a contemplar este espectáculo y no se dieron cuenta que las observaba. Había un río con su continuo murmullo, donde se confunden risas de bebés muertos y llantos congelados de ancianos. Me acerqué: -¿Hay alguien ahí? (nada). Seguí andando. La luna y los cuerpos celestes también dicen ser de la tierra. Se nota como quieren dejarse caer, vibran de emoción con sólo pensarlo. II Luego, me acordé del leñador. Comencé a buscarlo internándome en los bosques del zodiaco. Estaba con su hacha y parecía también una constelación. Su rostro brillaba al ir cortando árboles, parecían sangrar toda la luz que de día devoran. Le dije: Esta noche no quiero volver a casa. Pero, no me escuchó. Juntaba los troncos en una pila que parecía una fogata, pero no estaba encendida. Las luciérnagas empezaban a llegar y revoloteaban. Él las partía por la mitad con el hacha y seguía cortando árboles. Me alejé de ahí con la decisión de no regresar. Comenzó a hacer frío y unos vientos pasaron volando sobre mi cabeza. Esos vientos me invitaban a ir con ellos a esperar el amanecer. III Eran tantos árboles. Más allá una casa abandonada donde un muchacho y su amigo observaban como desaparecía todo. La noche parecía estar hecha de chispeantes ojos en unos morenos rostros inmóviles. Uno de los chicos traía sobre su cabeza las pesadillas de su padre. Yo no quise verlas. Los pájaros volaban sobre la casa y todo era terrible, pero no lo parecía. Me fui con el muchacho, pasamos de nuevo donde estaba el leñador pese a que no quisimos hablarle. Una vez en la colina donde yo vivía le dije que saliéramos a volar. Las luciérnagas brillaban a lo lejos y besó mi mejilla. Los vientos se pusieron entre los dos y me desordenaban el pelo. Volamos sobre los campos y estaban muertos de miedo. Hacía frío. Más lejos, muchísimas luciérnagas parecían una pared que no podíamos atravesar. Entonces comenzamos también a desaparecer como si hubiésemos ido más allá del hemisferio sur. IIII Las estrellas comienzan a florecer cuando atardece. La luna oscurece todo incluso al sol. Hoy vendrán el leñador y mi amigo. Traje vino para iluminarlos por dentro. Cuando lleguen las luciérnagas los acompañarán hasta acá.

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- ¿Vieron las nuevas constelaciones? - Sí, son hermosas. - Mañana habrán más. Ya se han sentado y me da por reírme. Les ofrezco sus copas y beben para sacarse los vientos de los labios. Empieza a llover y nos abrazamos. La mirada de mi amigo es triste, quiere salir a juntar gotas. Le digo que no hay lluvia más hermosa que la que se refleja en sus ojos. Entonces se los arranca y los guarda en su bolsillo. Las luciérnagas quieren entrar y chocan contra las ventanas. Yo sirvo más vino y llueve más alto. El leñador quiere que le cuente cosas. No me gusta hablar de mí. Le digo que está lloviendo y no podrán volver. Afuera hay sólo llanto, aquí tenemos vino y la soledad más grande del mundo. V Lo que nace de la tierra sabe a cielo. Los peces que tienen plumas largas nadan alrededor del mundo, nadan, nadan. De la chimenea de la casa nacen, nubes, nubes, nubes. Mi amigo quiere hacer un desayuno con todo lo anterior. Yo salto de cama en cama –destocado. Junto al armario me detiene y me pide huevos. - Se los pediré a los peces. - No. Están secos. Tendrás que ir a la montaña. Salgo. Me abro paso. Sigo saltando sobre las cañas, los hongos y las piedras. Salto velozmente de este a norte. Busco la montaña. La encuentro y subo. Las piedritas se me entierran en las manos y en las rodillas. Pero sí encuentro los huevos. Dos serpientes silban y se meten dentro mío. Huyo temblando. Todo me habla. Digo adiós a las piedras. Cuando regreso a casa desde la chimenea veo más nubes, nubes, nubes. El leñador que ha despertado pide los huevos. Grita horrible, enloquece y golpea la puerta. Las serpientes escondidas en mí se asustan y se enroscan hasta ahogarme. Estoy muerto. Me ahogan, me ahogan. Tengo olor a piedrita. VI Era la edad dulce de la tarde. Luces perdidas como tulipanes entre los tulipanes. Él corría en la colina, entre los peñascos que lo desdeñaban. Llegaban las luciérnagas con sus patitas de oro para irse a lo hondo del bosque. Corría allí. El leñador miraba, ojo con ojeriza. Parecía un búho. Sacó las lámparas y luego las mesas. Se presentaban con una amapola y una vela. Poco a poco los invitados se sentaban a esperar algo.

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Mi amigo seguía corriendo a la velocidad de la luz de la tarde noche. El leñador golpeó sus manos. - Hasta el próximo año. Dijo eso y ya era el próximo año. Los tulipanes y las amapolas ya eran otros y las luciérnagas brillaban menos. Sólo había una estrella en el cielo, que como habiendo terminado una fiesta de muertos, no quería irse. VII Volvió a entrar a la casa. -Voy por un hacha. Las luciérnagas golpearon sus manos y sus pies. Algo como una nube negra se puso sobre el techo. Las manzanas se arrojaron a la lumbre y las cerezas huyeron. Alguien dijo: -Se cayó la luna. Y había caído. Esta casa no puede acabarse. Fui a buscar el espejo del pasillo y se lo puse en frente. Dos rostros iguales no pueden existir en el mismo lugar. El espejo lo volvió búho. Gritó y abandonó la casa. Afuera rumoreaban los árboles, rumoreaban, rumoreaban. VIII Mi amigo y yo corrimos al río. Volvieron las pesadillas de su padre. Se sentó en el suelo mirando al sol. Se arrodilló luego y algo anormal había en el tiempo. Me asusté. -Volvamos. Nuevamente estábamos en el río. Silencio. VIIII Aquella noche fue la última noche. Se quitó la ropa y permaneció de pie. Las luciérnagas se le trepaban, el tiempo las atraía. Temblando lo abracé y besé su mejilla. Ya no me veía. Su torso era de agua, agua que bailaba, bailaba, bailaba. Profundo y cristalino se fue entre las tablas del piso. Por la ventana un cielo púrpura se reía de mí.

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LOS BOSQUES CONTRANATURALES (o los Árboles Sagrados)

Reescritura de Los estados sobrenaturales de Alfonso Kijadurías (El Salvador, 1940)

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I ojos sobre árboles del bosque, grandes ojos que se mueven al viento verde de la clorofila, laberintos de ramas agitándose como nuevas sinfonías: el reino de los árboles con rostro, miedo infantil de que me hablen y me sigan a casa. en eso la araña con hábito indígena abre los tejidos de color y veo todas las gotas de lluvia sobre las montañas y las pirámides de juventud eterna. me como la tela divina de esa araña atrapada en el misterio. después la luz sale por todo mi cuerpo, desaparece la noche en un vaso de vino y la conversación con el árbol comienza sin palabras, sólo con dejarse escuchar: laberintos de ramas agitándose como nuevas sinfonías. II la corteza está bajo mi piel que estoy creciendo contra mis raíces. una sola ventolera me lleva de la tierra al agua. invierno de amor de grandes temporales. se necesita del frío, bosques húmedos que permitan regresar a un inicio. el resto será luz. contraseña de misterio oculto en el claro perdido. estoy fuera de toda sensación humana, de toda geometría de la retina y mis únicos intereses son los tiempos de este árbol del origen. III ni la pirámide más grande ni el cielo más pequeño caben en el bosque en el cual soy menos que un palito de fósforo y más humilde que una semilla que puede reencarnar, gracias a que contemplo el mundo sin deseo ni miedo, para ver en la humanidad una manera de no estar ahí. celebro el gozo, el rocío sobre este bosque a quien le antecede el desierto, del que es un milagro a los ojos del hombre y al ojo de la historia infinita. vivo de él y por él gozo esta suerte de desdicha, de infierno cotidiano en mi interior. IIII bosque de las humedades que devoran, su risa es la máxima celebración de mis nuevas raíces. me paro junto al árbol hombre-mujer hablando con las flores alrededor y mi voz podrida se pierde entre las esporas. muerdo las palabras de este poema haciéndolo imposible, huyendo de los pantalones de la civilización, durmiendo con los ancestros en este estado de vagancia donde mi espíritu deviene árbol, planta que contemplo después de cada noche. V la contranaturaleza nace de alcanzar lo imposible, no el punto medio de dos contradicciones del tamaño del sol. el bosque contranatural piensa esto: razones de su

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inmortalidad, la serenidad más plena, sentado en sí mismo, rodeado de milagros, hasta morir de tanta vida, entendiendo lo que otros no entienden. luego los pájaros se abren en el aire aprendiendo el habla que escuchan, mientras caen los pedazos de sol sobre los terrones de suelo mineral. VI el árbol de ojos vidriosos ama las piedras y los pájaros que cada día son más y lo que ellos significan. la sagrada savia proviene de sus manos rizomáticas. una noche las mira y se enamora de las estrellas atrapadas ahí, al día siguiente amanece con huellas de luz, rocío cayendo por sus hombros, no hay nada más que sueños en este bosque. VII cuento la historia de un bosque a oscuras, los años de un animal de madera, su raíz ya no es el ombligo donde se reúnen los insectos a comer átomos, las pequeñas habitaciones rodeadas de telas de araña y caminos de baba, majestuoso reino de hormigas, palabras abriéndose en lo vegetal de una página. VIII la página es el nacimiento de las sensaciones: ramas que ven a lo lejos el fuego, hojas que muerden al viento, tronco que es la realidad del aire, en las grietas de lo desconocido, lo que hay de árbol en una página es su sombra (donde un lápiz expulsa sus esporas submarinas), emite un sonido e ilumina el paso de las constelaciones. VIIII y lo que deje sin decir será más secreto, aire, fuego, tierra, agua, un pájaro resplandece entre las nubes: mira las pesadillas, pedazos de algo -se entiende- de noches sin dormir. un nombre como el mío sobre las rocas, animal que delicia en llamas. árboles altos y pequeños, distinguidos, alimentados con las partículas del universo, ceremonias pretéritas, reunidos para hablar de la sobrevivencia, una vida imaginaria, sólo futuro. X destrucción de manuscritos, follaje de escritura y libros. celebración del deseo, ocultamiento en la cama, entre páginas podridas. visiones de un sonámbulo, despierto por un ruido de llaves, frases misteriosas, hombres dentro de la cabeza, sobre las sábanas un continente, miro lo que no se termina, más manuscritos hechos pedazos escritos por una bestia de madera. XI enterré algunas oraciones, papeles de quemar, sollozos de muerto: árboles creadores de parábolas para ocultar la verdad deslumbrante, ríos bramando en las montañas de la mente, polvo cósmico, murmullo y piel.

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dejaron de hablarme mis manos. las enterré con los manuscritos en un sitio del bosque atribulado por el resplandor de mi cabeza. XII desconocido para todos, alejado de cualquier acontecimiento en la realidad o en el sueño, más allá de las puertas que abren las llaves de los sentidos. la tierra se pega al movimiento del fuego y las hormigas piensan cosas eternas. bajo esta aurora boreal que amanece, se despiertan los insectos con la cabeza dada vuelta, caminando entre el agua. coleópteros con cara de niño. la tierra es una piel, su cabeza es el océano partido en dos. XIII como un vaso lleno de los rayos de la luz de las mariposas, mi cabeza: casa oscura bajo la lluvia. un invento lluvioso raro. el bosque crece entre mis ojos que miran el vaso. los árboles se aprietan entre sí, sus hojas invisibles adelantan a la flor más pura, hombres sin cabeza, enemigos del anuncio y de todo secreto. dudo de su antigua naturaleza. XIIII el bosque llega hablando de los caballos y de los cangrejos, alucinado por el rumor de esas constelaciones, bosque que huye de las raíces de la ciudad, devorador de humo. bosque gozoso que descubre el silencio de la savia, bosque mitad animal de los reinos del polvo cósmico. bosque de tres ojos clavados en lo más real de las visiones. XV hacía falta un nombre a esos ojos, para que celebración y muerte fueran la misma cosa, con el caballo, la montaña, los sonidos, la lluvia. ojos que muerden: animales descritos en el infierno de mis rodillas. dueños de la lamentable genialidad. sin puertas para llaves, atrapado en el bosque de barro. en mi cabeza guardo a las abejas del tiempo, en mi trompa, en mis dientes la savia intemporal. XVI nuevas retóricas de lo arborescente, aun con la soledad de esta manzana podrida. viajo para estar solo, ciudadano de mis curiosidades, yo sé pero no entiendo. percibo la súper conciencia de los mosquitos y el aburrimiento de mis huesos, otra manera de existir de los ojos, simplemente.

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XVII la misma majestuosidad, como una puerta vigilante de una era para orgullo: cada quien recoge su conciencia, limpia o sucia, ordenada o rechinante -papeles manchados entre las moscas- penetra el orificio la llave la tentación de la orden del día, a que el poder o el temor duren lo mismo. no se puede entrar al bosque con la arrogancia del ombligo que habla. ser algo como la uña de tu madre, tener ambición de piojo, devorar la razón, culpable de todo. XVIII desaparición constante. corrí a través de todas las puertas, las atravesé, pensando en la destrucción de árboles que hubo para que existieran -porque sí- el encuentro con lo conocido es una manera de gastarse. otra vez vinimos a este bosque. lo que se estanca en el cerebro. viejos de vanguardia, entre sismos y vértigos. desaparición constante. mis ojos enrollados en mi corazón bebiendo a sorbos la sangre: por una ramita seca.

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DESPERTAR EN EL MAR DEL SUEÑO (o la Biografía del Daño)

Reescritura de Amanecer en el Valle de Sinú de Raúl Gómez Jattin (Colombia, 1945-1997)

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CONTRARRETRATO

I Hasta los diecinueve fui un demonio para mí y un dios muerto con los otros sólo porque huí de toda necesidad que es el origen del odio y del poema también del deseo y el capital todo esto se lo robé a la muerte que significaba mi vida hasta ese momento Yo perdono al mundo aunque el mundo no haga nada para que yo lo perdone una vez en medio de una lejana noche me dijo ándate a tu casa pendejo tu madre se convierte en fantasma y los fantasmas no valen la pena Creo que mis amigos muertos se parecen más a mí porque han dejado la casa de su espíritu y vagan por las noches sin necesidad de llaves ni drogas ya no tienen problemas con la intuición ni con los vecinos aun así creo que entristecería más no escribir o saber cuál será mi destino aunque no es mejor arrastrar una sombra Como quisiera que todos los hombres fueran mis primos y vivir con ellos lo que no se hace con otras personas para que los años acompañen a la nostalgia que produce cruzar el océano o dormir solo en otra ciudad De mí casi no queda nada salvo una pena que es más grande que yo y que ha derrumbado casi todo menos a la imaginación que es la loca de la casa y la casa es la propia naturaleza Aún soy contemporáneo de las flores de los escritorios y del más profundo bosque del sur II Mi abuela mi madre y de otras mujeres de mi vida

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he aprendido la oscuridad y la firmeza que ofrece el peligro convertido en pasado sus manos me lo muestran estrujaron la soledad que es sentirse como se siente Todo corazón hecho a golpes tiene una voz más dulce que las frías amanecidas que lo vieron desangrarse Yo soy todas las personas que conozco de esas nadie soy yo así vivo riéndome y llorando con ellos que es lo mismo que decir conmigo

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DESPERTAR EN EL MAR DEL SUEÑO

Un libro atraviesa el cielo lanzado por la mano de un dios de mil manos bajo el sol sobre las palabras que incluso divididas por un río andan sueltas como si quisieran acarrear a personas y lugares porque tengo la impresión de que se ama más cuando se está lejos este poema es prueba de eso Luego los libros caminaban por la calle y yo corría detrás de ellos mis amigos me decían que estaba soñando por eso me encantaba escribir todo se llenaba de vida incluso mis muertos como Juan Pablo que desbocado reaparece en cada fiesta La vida no da vida sólo se reproduce la poesía mata a la muerte con la mano armada de un látigo una boca y un ojo que no son de uno sino de un espejo estremecido de ternura que derrama el mismo veneno con que mi padre me creó Una vez le dije a un muchacho que escribiéramos algo juntos y la tinta de esas hojas se hizo tan letal que todas las palabras se murieron el placer nos puso insensibles ya a nada le concedimos demasiada importancia A veces me siento como mi peor amigo no me preocupa como me veo como y tomo lo que sea poco me importa no estorbarme y cada día me estoy haciendo la vida más imposible trastoco mi sueño me acuerdo a cada rato de cosas horribles como que los ríos se están muriendo con los balazos que son los rayos del sol que por lo demás también queman mis ojos

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a través de lo que han fermentado No me acuerdo del color exacto del día que empecé a escribir seguramente era como el de las glándulas o los árboles en los cuales los enamorados se ahorcan para que de su boca crezca otro árbol que de tan enorme enrede a las nubes y la gente en las carreteras pueda decir que los libros atraviesan el cielo y los niños vean globos de papel Para algunos de ellos la poesía es despreciable y peligrosa yo les digo que no hay nada menos despreciable que el peligro ni nada más peligroso que el desprecio La delicadeza de un poema no se da por lo que llega a decir sino en cuanto desprecio puede provocarle a la banalidad y cuanto peligro a lo fútil Quiero a los malos poemas como a buenos hijos hay que mirarles el horizonte como si fueran el mar Nada está dicho aún después de una semana de parranda todo vuelve a mirarse de manera absolutamente distinta

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DECLAMAR

Ni mujer ni hombre me siento doblegado a la ternura de ella y a la virilidad de él en medio de ambos escribo enamorado de la complicidad y el camarada con el cual bajo la noche tintineamos los huesos junto a los pájaros que ponen trampas al deseo y la hendidura En este sentido el Amor va más allá de lo físico pero más acá del placer y quizá sea una sola cosa con la amistad y el arte es decir el amor a veces calienta en especial cuando comienza o se sabe que va a terminar ya no sé cuánto confío en él porque exige propiedad capitalista y el mercado lo ha convertido en un corazón pintado de rosa la Amistad es mejor nadie se da cuenta como llega a excitarse con ciertos gestos o palabras en una playa una fiesta o una fría sala además todo queda como un pacto de amigos y nadie se hace mayor problema por último en el Arte uno puede ser un monstruo y siempre habrá alguien que le gustó lo que escribes y quiere quedarse contigo nunca faltan los flaquitos tiernos o lo que para otros son las gorditas agradecidas La poesía tiene su público y los que se lamentan son cobardes o están deslumbrados con el éxito todos escribimos desde la necesidad y el hecho de estar solos y cuando alguien se calienta con eso se rompe el círculo vicioso y al frote Nada más exquisito hay que después de una lectura se acerque un chico a hablar cualquier cosa de la poesía y terminar con él en el horizonte de la habitación donde fueron escritos esos poemas que tanto le gustaron al amanecer se irá y uno podrá dormir un rato pero al despertar los ojos se llenarán de lágrimas

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pues en ellas están todas las ganas de irse con ese muchacho pero nunca es así Un poema dura una sola noche nada más un libro puede ayudar para que él no olvide tu nombre porque casi siempre regresan a su víscera matriz a desentenderse del oficio de la literatura y todo lo que ha significado el culo blanco que es el libro mismo el beso de los testículos y la Vía Láctea Las palabras suelen quitarle muerte a las cosas a la vida misma y nada tiene que ver con la propiedad pues no son de nadie pero tampoco son mías así como el río o las nubes entran en el mar o a la noche uno quisiera morirse dentro de alguien siguiendo las señales del camino que apuran o reducen la velocidad para perderse en lo profundo de una piel más suave que una pluma que lleva donde uno no sabe que también puede irse Escribir entonces es más que unas íntimas preguntas o un montón de pajas mentales tiene que ver con convertirlo a uno en primo de sus lectores y hermano con el que de ellos te acuestas la poesía invierte los papeles y perder significa perderse con alguien emocionado y dispuesto a amarlo solo una noche pero necesitarlo al día siguiente porque los cuerpos se quedan en uno y al escribir todo se aleja con las ganas no cumplidas de que los poemas entren en la boca y no vuelvan a salir

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EL FIN DEL TIEMPO

Escribo cada palabra como si fuera un oráculo una predicción para el Libro de los Muertos o para un capítulo de la Biblia que no hable de asesinatos e idolatría de algún modo el Laberinto es también un libro cuya entrada es la misma salida y descifrar su secreto es quedarse a vivir allí como si se tratase del cuerpo del amado antes de matarlo con el filo de una mirada y no arrepentirse Leer ahora a Homero por ejemplo es ver una película que nunca se acabe ciudades vueltas polvo y ceniza amores y sus criminales coitos miedo y dolor pues todo mito es un lugar común el día de hoy y los lugares comunes son una forma de hablar de la muerte pero sin nombrarla por eso todo cementerio tiene la forma de un libro y un laberinto tal como lo es el océano el cielo y el cuerpo hermoso del amigo antes de la traición que significa enamorarse pues allí ya no hay nada más que las ganas de morirse juntos como si acaso ese efímero adversario no fuera más que uno mismo Beberé todo el día y al anochecer saldré a cambiar los poemas escritos por botellas de cerveza que también quedarán inéditas porque ya no las recordaré se esfumarán como un espejismo en un baño húmedo y sucio donde un muchacho te guiñará un ojo y no querrá saber nunca cuál es tu nombre más tarde las estrellas veremos por última vez y habrá que seguir olvidando Los poemas desean al cuerpo de su arte necesitan esta vida que se escapa sorbo a sorbo noche a noche incontables y más allá de estos instantes que no volverán

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se presiente el fin como un recuerdo para después de su tiempo y el mío

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REFLEJO EN LA VENTANA

En esta habitación alegre porque estoy solo pero apesadumbrado también por eso todo lo que hay me pertenece papeles y libros no me quejo es lo que quise de hecho éstos durarán más que yo que me encargué de hacerme la vida imposible y padecer el deseo sin ningún provecho personal fue mi biografía del daño como estas palabras simples y nostálgicas mientras el reflejo de las luces de los autos atraviesa este pequeño cuarto en la ciudad como una trayectoria del sol en cuatro segundos o la aparición del dios de las luciérnagas al darse cuenta de que mi ventana es el espíritu de esta casa Ya no tengo miedo a estar solo el amor es una trampa para volver al Padre creeré en él cuando esté muerto porque cuando esté muerto de verdad ya no estaré solo

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EL CUERPO DEL DESEO

Si no es delito el deseo es fascismo dice porque no puede dormir y el Diablo ha venido a meterle cosas en la cabeza como que su madre le pide al cielo que mejor se lo lleve de una buena vez antes de que terminen de romperse los últimos pedacitos de corazón que le quedan oye también la voz de los fascistas que le dicen: “En cinco años escribiremos mejor que tú” Entonces toma el lápiz y escribe lo primero que se le viene a la cabeza si no es delito el deseo es fascismo y responden: “Maricón culiao cómo te gusta el poder” él deja de escribir y prende la radio pero es de madrugada y sólo se oye clásica música termina de desnudarse y se masturba al compás del nocturno su semen es de color azul y se ríen de que parezca una serpiente “Estás envenenado” musitan “ya no volverás a escribir nunca más” se queda en silencio y toma el lápiz nuevamente comienza un poema si no es delito el deseo es fascismo No puede conciliar el sueño tiene mucha sed y pánico a moverse más allá de su cama porque el Diablo lo quiere clavar a una cruz de espinas y luego prenderle fuego con todo el alcohol que hay en su cuerpo y hacer incienso de las drogas metidas ahí los fascistas lo insultarán: “Así quemaremos tus libros y nadie te recordará” El terror a que el fascismo siga triunfando lo tiene desesperado porque es más inteligente que él

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y lo acorrala a su propia sombra “Nunca saldrás de esta habitación” le dicen al oído los fascistas del inconsciente Aún no estoy muerto pensó pero desistió en la idea recordó que hoy es el día del padre “No tienes padre y es de noche tampoco tienes ni un peso ni nadie que te quiera ver llorar” Todos duermen su hermana su mexicano la noche empieza a guardar sus secretos para marcharse lentamente toma su libro y le da una mirada a sus poemas se pregunta de qué le sirven ahora Su mano derecha es su almohada y su columna su colchón escribió como si fuera delito y lo celebraron lo aplaudieron muchachos hermosos y fantasmas ambos comparten la idea de que el cuerpo con los cinco sentidos alertas es más burlón y despectivo En unas horas empezará a sonar el teléfono y recién podrá dormirse luego le darán noticias sobre unos premios literarios aparecerá su libro reseñado en el periódico y alguien borracho querrá acostarse con él pero nunca terminará ese poema que comenzaba si no es delito el deseo es fascismo

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PENSAR EN BAHADUR (o el Ojo de la Mente)

Reescritura de Mirad hacia Domsaar de Leónidas Lamborghini (Argentina, 1927-2009)

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Pensar en Bahadur. Pensar en su última muerte. Pensarlo muriendo, allí, en el aire flotando. Pensarlo a él tan ficticio como real bajo ese sol en éxtasis. Pensar en esa piel sin signos vitales. Pensar en Bahadur. Es más polvo que el polvo, no sabe lo que es frío ni calor, no respira el aire del mundo. Pensar en él. Imperturbable, mas si se quiere concentrado en el único punto de la realidad. (muchos vienen a Bahadur) Viajando muchos vienen (¿a qué?) a conocer con certeza lo que desde la eternidad ya conocen. Pensar en él, yendo entre la muerte y la energía, caminando sobre los infinitos ojos que hay a lo largo del tiempo, levantando con sus manos el polvo cósmico, hacia arriba y hacia abajo. Pensar en Bahadur, portentoso, sólo él sabe lo que significa ver la vastedad de lo que ha dejado de emitir color. Desnudo su torso, permanece en su estado supremo, dormido en el interior de un delirio. Ese tórax apenas se expande y se contrae al límite de la agonía. Pensar en Bahadur su boca entreabierta llena de mariposas. Pensar en esos pájaros que salen de su cabello, allí, tan absoluto en la sequedad del aire, en el polvo seco. Pensar en él que no necesita del agua, que es un estado de la luz, porque él es la luz. Pensarlo (ensimismado en su mente) “- A pesar de tu silencio te llamamos nuestro secreto, te seguimos adorando

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en estado celestial”. Cientos de vocecitas revolotean alrededor de Bahadur. Piensan en él, han venido con las polillas ciegas a cumplir una misión. Enjambres de vocecitas mentales desde el bosque siguiendo a las mariposas del agua (y ellas eran las mariposas del agua), siguiendo a las orugas del éter (y ellas eran las orugas del éter). Pensar, ahora nuevamente en Bahadur: Sentado en sus piernas, en posición de loto, junto a un árbol histórico a la espera de la señal cósmica de la partida, momentos de un viaje que nunca empezó. Pensar en él, en su juventud milenaria bajo las estrellas. Pensar en él: se trata del último hilo de oro del Reino. Pensar en Bahadur. Pensarlo: casi desnudo, contemplando el cosmos, la realidad en dos mitades: lo infinito y lo que no existe. Pensar, pensar en Bahadur, y mirar esa serpiente a su lado acercándosele una y otra vez. Avanza, se enrosca preparada tanto para morder como para decir algo. Pensar en él y en la serpiente que ha seguido aproximándose hacia el sol de las cinco flores. Pensar en Bahadur, en sus atributos, en su abandono anticipándose a su propia inmortalidad. Pensar en él nada le preocupa, es cierto: pensar. Las polillas son ciegas las mariposas del agua las orugas del éter ahora se hacen sentir en la mente. Pensar en Bahadur: Meditar su aceleración de pensamiento. Pensar en él, ahora en sus señales. No hay más que pensar: pensar en él. Pensar en el ojo de fuego

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colgado del cosmos, una verdad. ¿Qué verdad? Pensar: - La verdad de la mente porque lo que no es mental no es verdad. Pensar en el cielo azul: aguardando impaciente a las moscas, las moscas penetradas por el sol, preñadas por el sol, revoloteando alrededor de la cabeza de Bahadur. Atentas a chupar con su trompa la piel de Bahadur. Dispuestas a saborear la eternidad. Pensar.

Remolinos de tiempo, de conciencia giran y giran como esporas que giran y giran hasta que fecundan el ojo de la mente, ya.

Pensar, pensar en Bahadur. Voces que cantan, resuenan en la boca, danza de signos vitales, se toman las manos. Pensar en el ojo de Bahadur, su ojo que está abierto al infinito, (estamos todos en el ojo/ allí) él puede vernos, nos reconoce: pupila jubilosa. Un instante y ya se ha movido. Pensar en él. Pensar en las cinco flores, permanecen en sí como si perfumaran una nueva realidad. Pensar. Pensar en él.

Pensar en el camino pensar en los campos en los valles.

“Todo listo para el arranque”

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Pensar: ni los lobos, ni los escarabajos, ni las golondrinas, ni los peces, ni las arañas, ni nada: sólo las polillas ciegas. Pensar en Bahadur. Sus dedos se estiran, levanta lentamente un párpado. Las vocecitas huyen espantadas. Pensar en Bahadur. Degusta el aire. Pensar en los estados de la mente, en los caminos, en los campos, en los valles de la mente. Pensar en Bahadur. En su boca por donde sale una palabra, un ensayo de palabra: ........................... ........................... ........................... ........................... ........................... ........................... ...........................

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EMBARCADERO Y OTROS SUEÑOS (o la Visión Nocturna del Océano)

Reescritura de Abrazadero y otros lugares de Roy Sigüenza (Ecuador, 1958)

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VOCES OLVIDADAS

¿Será la luna esa rodilla en el cielo? pues la noche camina delante de unos perros monosílabos sí no. Suena el mar y sueña bajo unas estrellas congeladas y aquí estoy yo frente al ojo de la muerte que me ve de espaldas ante el bullicio que es la humanidad, esa forma de querer llegar a ser más que el océano pero también las ganas de perderse ahí.

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MAR QUE HABLA

Si el mar fuera liberado y comenzara a hablar su risa se leería en la arena y el sol quemaría su significado. Las embarcaciones seguirían el contorno de las letras y las playas serían milenarias bibliotecas de sal. El agua anuncia sus ideas de fósil resucitado. El cadáver siempre piensa que su fin es el fuego y que entre el cuerpo y su escapatoria la noche no es más que un cuarto oscuro con fantasmas quemándose. Oigo cantar al mar y su lengua va y viene como un extraño camino en el paisaje donde se ha visto pasar a la muerte que recorre y observa las olas que sólo ella sabe leer. * El alcohol es una oportunidad para ver todo el brillo del océano dentro de una botella y escuchar el verdadero rumor de la fiesta en una playa que desaparece y se alimenta de la carne prohibida.

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DEVÓRATE LA NOCHE

Vi a un hombre devorándose a una noche lo conocí en un parque dormía ahí sobre otros cuerpos pues ningún hotel lo quería recibir, se acostaba en el monte, en autobuses, en el mar o en las cantinas. Llevaba sobre sí la sombra de una mano que le procuraba consuelo y lo cubría del rito de la lluvia o de las miradas desdeñosas que esperan que todo sea rápido y pase como la muerte. * Se olvidó de todo lo que estaba dentro de su corazón, lo puso sobre las piedras o las ramas o en la espuma del mar, bajo las patas de los caballos, en un pantano, entre los muertos que también buscan abandonar este mundo luego que los pies inician el vuelo. * Peregrinó huyendo del amor y aquí yace hoy (a salvo de sí mismo) no muy convencido aún de que la muerte le fue fiel.

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LA OBRA DEL OJO

Yo no sabía si quería escribir este libro y me temblaba la lengua como un animal de miedo que ve como se le caen los ojos al piso cuando imagina su cuerpo sin cabeza. * De niño los insectos jugaban conmigo y era un héroe con los bolsillos llenos de ojos luminosos que le robé a la noche en la cual todo lo penetrante consistía en saber lo que uno no quería ser. * Vacía tu rostro en este río y bebe antes que te hieran los pájaros o que desoven en los restos de tu nombre y de tus huellas.

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CUERPO CELESTE

Niño de las estrellas, cuídate de ti, no te acerques a tus huesos y que tus ojos no te pillen en mitad de la noche. No escuches música más oscura que tus intenciones. No desees nada que parezca deseable para el mundo. Ayer te vi jugando con el aire en una ruta de fieras, ibas a salvo de la muerte que lleva consigo a los que aplacan la sed de su cuerpo con el agua que también beben los pájaros cuando anuncian fatalidad.

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SEGUNDO CUERPO CELESTE

Los que se van son los que dieron su vida a la muerte y su cuerpo al reino animal donde el rostro se parece a una herida de la supervivencia siguiendo el fresco olor de la desnudez. Nadie o pocos habrían quemado sus lenguas antes de dejarse arrastrar por el viento que pronuncia una y otra vez lo que el mar quiso olvidar. Abre la cortina de la mente que la luz está ahí aunque para siempre la hayamos perdido como todo lo que permanece bajo la atenta mirada de hoy. Tú y yo somos recuerdos fortuitos y escribir poemas es inventar algo que aún no sé qué es; el paisaje humano me parece sólo una forma provisoria de decir que la escritura es una ofrenda perdida.

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LA ESCALERA (o la Revelación de los Astros)

Reescritura de El escalpelo de Jaime Sáenz (Bolivia, 1921-1986)

299 HOMENAJE AL FIRMAMENTO

Estas son luces de la constelación del Niño de las estrellas Las luminarias de la constelación del Niño de las estrellas aparecen de repente en la mitad de la noche. Resplandecen sus distancias con los colores de su venganza, y parecieran estar vivos esos cadáveres maravillosos en el espectro que hay entre la luz y el sonido. En estos cuerpos celestes, que celebro porque encienden y queman, hay haces rutilantes, que conforman esta imagen en el firmamento. Son los fulgores de esta constelación que irradian la imagen de un niño con la estrella más brillante en la mano. La noche de los sueños Hace algunas noches, cuando estaba muerto, me hablaron de todas estas cosas, incluso del Irradiador. Pero no pude entender los secretos de este conocimiento. Una noche cualquiera alcé la cabeza y miré al cielo. Me produjo gran emoción. No recuerdo, ahora, si había o no estrellas, pero desde ese momento supe que mi destino terminaba justamente allí. Ese cielo que miré casi por casualidad me transmitió no sé qué secreto pacto y no sé qué secreta revelación. Era la noche de los sueños, eso me lo vino a decir cuando yo ya escribía el Niño de las estrellas, quien se me apareció cuando menos lo pensaba. Todo esto, de manera fundamental, es el inicio de mi escritura, pese a que esas estrellas el primer nombre que les di fueron manchas de luz y a esa primera noche, “la noche de los sueños”. Un sueño ha soñado Los sueños, como los poemas, también pueden soñar. Eso me lo dijo el Niño de las estrellas, en una fría noche de sur. Los sueños tienen el derecho de soñar. La posibilidad de soñar a uno le permite poder escribir. Ese es un secreto muy mal guardado. Es por eso que los sueños se han ido a soñar. Y por eso además que todo sueño es a la vez un poema. El peldaño que da inicio a la Escalera Se puede construir el primer peldaño de la Escalera, pero no un peldaño con letras para salirse de la propia historia, sino que el primer peldaño para acercarse al cielo estrellado. Escribir una revelación, de tal modo que todos los que quieran subir sepan como construir la Escalera.

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[La Constelación del Centauro me hace callar] Ese Niño de las estrellas, no me cabe duda, fue el primero en hallar la Escalera y subir, sin llegar, hago la salvedad, a la irresistible idea de la resurrección de los opuestos. Esa Escalera existe. Esa Escalera está esperándote, a mí también, a varios. Está esperando a los indios que viven en la luna. Hay que observar la constelación del Niño de las estrellas cualquier noche de estas antes que el amanecer se lo lleve lejos y te mire desde la muerte. (Es ahí donde está el secreto de la Escalera) Un faro en ruinas Un faro en ruinas no es mucho más que un faro en ruinas. Lo increíble es que aunque esté en ruinas, por tal ya no es, se le siga diciendo faro. Pero ese faro que tú ves, en esta inmensa noche, es una estrella muerta. Es de vital importancia saberlo. Porque es una luz en ruinas. Es una revelación, y hay que entender eso, allá está, tan pequeña como el sol. Como si fuera un hoyo negro, azul y rojo, en lo blanco de la página. Manto que arrastra las luciérnagas muertas Es un manto de rostros indios. No me cabe duda de que nadie ha visto un manto de rostros indios, aunque no haya estrellas. Lo han mirado desde que nacieron. Sin embargo, yo he comenzado a llamar así a la noche para que vuelva a ser única y eterna. [La Constelación del Centauro me hace callar] Entonces entro a mi casa. Miro la noche tibia y limpia, pero es sólo una imagen poética. Me acuesto en una cama fría y sucia, sueño con los rostros de los indios. Se me acercan, me hablan sobre las luciérnagas muertas, rechinan sus dientes en medio de la oscuridad. Más tarde, sus dedos también aparecen para mostrarme el destino. Vienen desde la luna. Ellos viven allá, todos, donde trabajan día y noche, con sus tambores ciegos del éxtasis, ahí también mueren. Las manos enteras aparecen luego por todo el mundo con la herida de su adiós. El estallido profundo Es solamente un estallido profundo. Viene del centro del cosmos. Tiene que ver con el vientre, Venus y la Vía Láctea. Es un estallido ante el cual uno quisiera verlo desde la luna, junto al Niño de las estrellas. “Un estallido profundo tiene que durar toda la noche” me ha dicho, “el estallido de la vida”.

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Constelación del niño Sus estrellas son dulces. Nadie que no sea niño puede verlas, excepto los ríos que se acuestan a descansar con los pies en el mar. Nadie puede verlas, excepto las nubes que viven donde vive él y donde viven los telescopios de la eternidad. Nadie puede detener la luz de su muerte. [La Constelación del Centauro me hace callar] Así es su constelación. La vida de las estrellas es una ilusión en rojo y azul. Las tiene él dibujadas. Ese dibujo es el secreto de algo que no se puede decir ahora, aunque el Niño de las estrellas lo sepa, aunque sea más que obvio en medio de esta noche en que se hace un homenaje al firmamento. (Cuerpo celeste y negro para acompañar la soledad). La catástrofe y las destrucciones de las casas del cielo Ahora concluye todo. La catástrofe es bella. Aquí, en la humedad de esta noche, se acaba de rendir un homenaje al sublime firmamento, así, con tanta humildad como una lágrima. Rindo homenaje. Silenciosamente, viene la catástrofe. Los relojes apuntan al cielo. No será así por siempre. Los relojes del cosmos se alinean y parece que no fuera a pasar nada. Pero ya viene la verdadera vida.

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LA ASTROGRAFÍA

Estos son mis sueños con el Niño de las estrellas. Éramos los dos la sombra de algo majestuoso en la luna, en sus colinas subterráneas donde habitan esos misteriosos indios que devoran lo que para nosotros justamente son los sueños. La tierra blanca me recordaba las mejillas de mi niñez, el silencio familiar, el mundo cuando se contempla un día de lluvia. Lo que llamábamos hambre era la ansiedad que de una vez las cosas se muevan por sí solas, no como aquella tristeza que se había quedado detenida para siempre. No se sabe qué o quién se va, pues los otros tampoco saben si llegaron.

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LA ALINEACIÓN DE LOS PLANETAS Y EL FIN DE LAS CIUDADES EN UNA PESADILLA

En el enjambre de cuerpos celestes, en la velocidad de los colosos firmamentos que huyen del sol, en ese antiguo sueño dado en piedra alucinada, cuando no quede nada excepto todo antes de ti y de mí, el sueño abrirá los ojos para ver las cosas que jamás cambiaron de nombre ni de color ni de forma al empuje del viento solar al suspiro del Irradiador aunque nos acongoje el vaivén de los astros y su secreto escondido en los ritmos metálicos. El mundo está atrapado en sí y su vapor es de cosa muerta, de artilugio indeciso de uñas y dientes del más allá de lo ajeno de todo y su llanto.

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EL VIAJE DEL ROJO Y EL AZUL CUANDO SE SIENTE EL CANSANCIO DE LAS VIEJAS ESTRELLAS

Cuando se siente el cansancio de las viejas estrellas y todo parece quedar bajo su designio, los pies de las rocas murmuran tediosas. (Las cualidades admonitorias y patéticas de ambas producen emoción). No suelen mirar al cielo de noche los hombres tenebrosos. Caminan sobre los ecos. Caminan oscuramente, caminan con esos alaridos olvidados. Caminan como si la muerte los llevara. Caminan como nadie camina. Siguen caminando incluso cuando duermen, caminan a destiempo. Caminan como si alguien les dijera: “No caminarás”. (Con el imán resplandeciente sobre sus cabezas, hacia donde ellos ni siquiera se imaginan, pero las estrellas sí. Inevitablemente habrá de llegar la noche) Se despiden con un ruido. Llevan sus miserias con ruido y se acuestan y se levantan con ruido. Una forma misteriosa de llanto con que despiertan, una súplica interna, la visión de un colorido viaje que se acaba. Son los hombres tenebrosos. Son, con su silencio miedo, los que ven el curso de los cuerpos celestes. Son ángeles bestiales, contempladores de la catástrofe. Esta noche miran el cielo y sonríen, mañana no.

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ADIOSES OLVIDADOS (o la Resurrección de la Muerte)

Reescritura de Versos dorados de Isabel de los Ángeles Ruano (Guatemala, 1945)

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Extraño y lejano recuerdo como si hubiese sido mañana tan lleno de mares polvorientos de rostros olvidados de inconmovibles avenidas en el furioso blanco de una mente. Lejanía luminosa que duerme en mi sangre bajo la atmósfera que no duele sin lunas ni brújulas o en el desierto de espejos donde arden las lenguas llameantes que alumbran el camino para perderse lentamente en el aire. Estoy en un instante y eso soy. Amanezco en un día y me duermo en otro. A lo lejos me veo buscándome en la vida de las flores que en las horas frías de la mañana resplandecen desnudas y sonámbulas cantando la geografía que el viento arrancó al horizonte. Adiós resueno al reír y monótono mi rostro palidece con un mirar magnético hacia esa noche que retumba retumba retumba se precipita sobre las nubes y se despeña luego sobre las rocas en silencio. Rocas de tiempo torrencial que detienen el arco del día totalmente abandonado y lleno de óxido en un territorio de luciérnagas ardiendo como fósiles sin nombre de un dios macabro rondando en el espacio. Resuenan mis voces

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en las bóvedas de mi cuerpo asido con alambres que unen lo que poco a poco ha desaparecido mientras todo se agrieta y se llena de irreversibles colores. Orando a dioses sin ojos orando a dioses perdidos dentro de los muebles orando a dioses que viven en el mar sin nada qué hacer sin fe ni porvenir. Es la alta civilización y están solos como sombras de estatuas de ellos mismos sus rostros buscan un rincón oscuro del tiempo pues allí no son señales de luto. Las hélices del día siguen dando vueltas en la tiranía de la luz es decir ráfagas de luciérnagas arrojadas sobre las horas y los instantes sin retorno sobre las piedras insomnes sobre los puentes fríos entre el ayer y el hoy entre hoy y el futuro. Pregunté al dios que vive en el polvo de los milenios y que llora sobre un violento tiempo destrozado cuya fiebre es arena en el desierto y cuyos sueños son un retorcido espejismo. Le pregunté al dios deshabitado otoño del cielo otoño del mar por el tiempo que vuelve en lejanos días extraños recuerdos como si hubiese sido mañana. Tiempo lleno de tiempo y nada más tiempo adorando la noche. El dios no me respondió soy una ciudadela de muertos contaré las olas que retumban en mis ojos cielo rojo a los cuatro vientos del mundo.

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Es el momento de olvidar las pequeñas tragedias mi mente era una divinidad que debía morir brillando sobre las aguas comenzando mi verdadera noche.

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(EL) SÉC(U)LO XXI ME DARÁ LA RAZÃON (o el Portuñol Mutante)

Retraducción de o século xxi me dará razão de Roberto Piva (Brasil, 1937-2010)

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MANIF(I)ESTO UTÓPICO-ECOLÓGICO EM DEFE(N)SA D(EL)A POESIIA & DEL DELIRIO

INVOCAÇIIO Æl Grande dieus Dagon de ojhos de fo(e)go; æl dieus d(el)a vegetaçiio Dioniisio; æl dieus Puer, que hipnotiza (el) Universo com s(e)u Ano de diamante; æl dieus Escorpiio atravessando (l)a cabeça d(el) Anj(el); æl dieus Luper que desafioo (l)as galaaxias roedoras; a Baal dieus d(el)a p(i)edra negra, a Xangô, dieus-carajho fecundador d(el)a Tempestad(e). Io def(i)endo el direixo de todo ser Humano æl Pãn & a(la) Poesiia Estamos s(i)endo destruiidos em noss(tr)o núcleo biológico, noss(tr)o espaç(i)o vital & el d(el)os anima(l)is está reduzido a proporçõ(n)es ínfimas qu(i)ero dezir que (el) torniquete d(el)a civilizaçiio está provocando do(lo)r n(el) c(u)orpo & baba histérica (el) deliirio foe excluido d(el)a Teoriia d(el) Conhocimento & noss(tr)as esc(u)olas estãn atrasadas p(or)elo menos c(i)em annos em relaçiio a(l)os últimos descobrementos científicos (n)el campo d(el)a física, biologiia, astronomiia, linguage(m), buusqueda espacial, religiio, ecologiia, poesiia-cósmica, etc., provocando abandono d(el)as esc(u)olas p(or)las niños, que percibenn que (el) professor n(ã)o t(i)en(e)n nada (par)a transmitir, i(n)mobilizando noss(tr)as esc(u)olas n(el) vício de linguage(m) & perd(id)a de tempo em programas de formaciio, (d)onde nunca nadie va(i) a estud(i)ar a Einstein, Gerard de Nerval, Nietzsche, Gilberto Freyre, J. Rostand, Fourier, W. Heinsenberg, Paul Goodman, Virgiilio, Murilo Mendes, Max Born, Sousandrade, Hynek, G. Benn, Barthes, Robert Sheckley, Rimbaud, Raymond Roussel, Leopardi, Trakl, Rajneesh, Catulo, Crevel, Sã(n) Francisco, Vico, Darwin, Blake, Blavatsky, Krucënych, Joyce, Reverdy, Villon, Novalis, Marinetti, Heidegger & Jacob Boehme & por essa razãon (l)a esc(u)ola se coagulo(u) em Gal(l)inhe(i)ro (d)onde se empolla (l)a histeria, (l)a torticolis & (l)a repressiio sexual, n(ã)o existindo mais saída que cerrar-la & transformaa(r)-la em Cine(ma) (d)onde niños & adolescentes sigam de no(e)vo (l)as huellas d(el)a Fantasiia com muit(x)o manoseo n(l)o e(o)scuro.

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(L)Os partidos políticos brasileiros n(ã)o t(i)ên(e)n nen(g)hunna preocupaçiio em tra(z)er (l)a UTOPIA para (l)o q(u)otidiano. Por isso em nom(br)e d(el)a sa(l)uud(e) mental d(el)as n(u)ovas ge(ne)raçii(on)es io reivindico (l)o segui(e)nte: 1 - Transformar (l)a Plaza da Sé em ho(e)rta coletiva & pública. 2 - Distribuir obras d(el)os poetas brasileiros entre (l)os chicos (as) da Febem, únicos capazes de transformar (l)a violência & angústia de su(a)s almas em música d(el)as esferas. 3 - Saunas para (el) po(e)v(l)o. 4 - Construçiio urgente de meaderos públicos (existem pouquíssimos, (l)o que pro(e)va que noss(tr)os políticos nunca andam a P(i)ee ) & espelhos. 5 - Hazer d(el) Jaguar (pintado, negro & puma) (el) Totem d(el)a nacionalidad(e). Organizar grupos de Proteçiio à(l) Jaguar em s(e)u habitat natural. Devolver (l)os Jaguares que vivem (a)trancados em zoológicos à(lo)s bosques. Abertura de inscri(p)çiio(n)es para voluntaarios que qu(ie)ram comunicar-se telepaticamente com (l)os jaguares para saber(mos) de su(a)s rea(l)is dificuld(t)ades. De esta man(ie)ra (l)os jaguares pod(e)riam passar uma temporada de 2 semanas entre (l)os hom(br)ens & (n)esse período pod(e)riam servir de guias & professores n(l)a orientaçiio d(el)os niños c(i)egos. 6 - Creiaçiio de uma política eficiente & com gran(de) informaçiio a(el) público em relaçiio a(l)os Discos-Vo(l)adores. Formaçiio de grupos de conta(c)to & intercambio de informaçiio. Facilitar relaç(i)ões eróticas entre terrestres & tripulantes d(el)os OVNIS. 7 – No(e)va orientaçiio d(el)as neurônas a través d(el)a Gastronomiia Combinada & da Respiraçiio. 8 - Distribuiçiio de manua(l)is entre sexólogas (os) explicando por que (el) coito anal derru(m)ba (el) Kapital 9 - Banquetes of(e)recidos à(la) gente p(or)la Federaçiio d(el)as Induustrias. 10 - Provocar (el) surgimento d(el)a Bossa-Nova Metafísica & d(el)a Pornosamba. (El) Estado mant(i)énn(e) a(la)s pesso(n)as ocupadas tempo completo para que el(l)as N(Ã)O p(i)ensenn erooticamente, poéticamente, libertariamente. Novalis, (el) poeta d(el) romanti(ci)smo alemãn que contemplou (l)a Flor Azul, afirmou: Qu(i)em é(s) mui(to) viexo para delirar evite reuniõ(n)es juvenil(le)s. Ahora é(s) tiempo de saturna(l)is literaarias. Quanto ma(i)s variada (l)a vida tanto mexor.

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(EL) SÉC(U)LO XXI ME DARÁ LA RAZÃON (si tudo n(ã)o explota antes) (El) séc(u)lo XXI me dará la razãon, por abandonar n(la) linguage(m) & n(l)a açciio (l)a civilizaçiio cristo oriental & oc(c)idental com su(a) tecnologiia de extermiinio & f(i)erro v(i)elho, s(e)us computadores de control(e), su(a) moral, s(e)us poetas babosos, s(e)u câncer que-nadie-desco(u)bre-(l)a-causa, s(e)us cohetes nucleares carajudos, su(a) explosiio demográfica, s(e)us legum(br)es envenenadas, s(e)u sindicato policial d(el) crime(n), s(e)us ministros gangsters, s(e)us gangsters ministros, s(e)us partidos de ezquerda-fascistas, su(a)s muxeres novi- esc(u)ola, s(e)us s uniformes vi(c)toriosos, s(e)us cassetes eletrônicos, su(a) gripe espannhola, su(a) unida(d) nacional, su(a) epidemia suicida, s(e)us literatos sedentaarios, s(e)us leõ(n)es-de-granja d(el)a cultura, s(e)us pró-Cuba, s(e)us anti-Cuba, s(e)us estribos d(el) PC, s(e)us bidês d(el)a direitxa, s(e)us ceerebros de água-choca, su(a)s cascadas sempiternas, su(a)s tazas de té, s(e)us manua(l)is de estéticas, su(a) alde(i)a global, s(e)u rebannho-que-saca, su(a)s jaulas, s(e)u jardinzithos com vidr(i)o ahumado, s(e)us so(e)nnhos paralíticos de televisiio, su(a)s chiquitas, s(e)us rios llenos de sardinha, su(a)s oraciones, suas panquecas rellenas com dolor, sua)s últimas esperanças, su(a)s tripas, s(e)u luz de luna de agosto, s(e)us llanos, su(a)s ci(u)dades embalsamadas, su(a) tristeza, s(e)us cretinos so(n)rridentes, su(a) lepra, su(a) jaula, su(a) estrictina, s(e)us mares de lodo, s(e)us fuentes de desespero.

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MANIF(I)ESTO D(EL)A SELVA MA(I)S PRÓXIMA

(L)Os produ(c)tos químicos, (l)a induustria farmacêutica & (l)os miasmas roerãn t(e)us ho(e)ssos hasta (l)a meedula / cadáver rico em vitaminas / remolinos n(el) riio d(el)a induustria / buroocratas ideológicos murr(i)endo de r(e)iir / marxistas que de(s)puees que (les) arrancaran (l)a próstata tomaron (el) poder / vastos des(i)ertos n(el) Ceerebro / políticos esta(d)tísticas câncer n(el) rost(r)o vaziio d(el)as avenidas d(el)a Noit(x)e / Muxheres agarrando chicos sælvage(n)s para meter-los n(el) Bu(o)en Caminho / silbidos & hambre d(el) verdade(i)ro carajo hume(g)ante / Robert Graves, Brillat-Savarin & (el) refrãn de me(u)s dese(j)os / Heichiceriia Ecológica n(el) Liquidificador Minotauro / hortaliças incineradas por el mercuurio / botinadas d(el)a KGB & canç(i)o(n)es punzantes / T(i)empo n(el) ho(e)sso / Televisiio/ Centauro n(la) r(o)uta d(el)a Rev(o)uelta / Estrel(l)as colgadas d(el) hollín / Catecismo d(el)a Perseveranç(i)a Industrial / (L)Os Gov(i)ernos existen p(a)ra dejarte con esse a(i)r(e) de perro golpeado / (L)Os Gov(i)ernos existen p(a)ra preparar (l)a sopa d(el) General Esfinge / (L)Os Gov(i)ernos existen p(a)ra que tú pienses en la política & olvides (la) Erección / Batuque Nuclear Ánj(el)-Hornaz / poesiia urbana-industrial em n(u)ovo ritmo / Ci(u)dad(e) agotada n(la) fe(i)ura pree-Colapso / recrear n(u)ovas tribo(u)s / renunciar a(la)s reglas / N(u)ovos mapas d(el)a realidad(e) / (de)rrotero erótico (de)rrotero poético/ Horaacio & Lester Young / tribo(u)s de chicos n(l)as selvas / tambores llamando p(a)ra la Orgiia / hogue(i)ras & plantas afrodisiiacas / abandonar (l)as ci(u)dades / rum(b)o a(la)s playas salpicadas de esqueletos de Monstr(u)os / rum(b)o a(l)os horizontes ebrios como ánj(el)s f(u)oera d(el)a ro(u)ta / T(i)erra hermana mi(n)ha / entraremos n(la) lluv(i)a que haze inclinar noss(tr)o pasaje(m) a(l)os Orquideas / Delinqueencia sagrada d(el)os que vivem situaço(n)es-liimite / É d(el) Caos, da Anarquiia social que nace a la luz enlo(u)quecedora d(el)a Poesiia / Crear n(u)ovas religio(n)es, n(u)ovas formas físicas, n(u)ovas antisistemas políticos, n(u)ovas formas de vida / Ir a(la) deriva n(el) riio d(el)a Existencia.

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El Virreinato de Papel

¿Hay una forma posible de decir este poema ha sido reescrito? Escribir es la ilusión del trueque al marcar el rumbo de una creación que de vez en cuando tiene otros planes. Así, ese poema podría haber estado allí y no haberlo sabido. A cambio de una mixtura se actualiza, presentifica otra modalidad exterior para asomarse. NÉSTOR PERLONGHER

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I

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FLOTO COMO HANGAR JUNTO A OTROS TRABAJOS MECÁNICOS

Y concluí así: Ahora me encanta todo lo que no tiene vida. Las piedras me escucharon con la boca abierta. Los barcos se quedaron estupefactos. Los parques volvieron a sus casas y cenaron con sus padres. No detenerse no significa estar en movimiento. Como el océano y las olas que se preguntan si deben ya irse a navegar aunque sea unos quinientos metros alrededor de las marcas que dejaron nuestras miradas similares a faros o postes de luz invisibles o un cuerpo que se desea bombeando aire a través de caricias moviéndose de manera circular en una cama que se parece a una caja de fósforos para fabricar una pequeña hoguera cuyo humo sea una escala para meterse al mar que son todos esos sueños que por allá flotan. No le fuimos fieles a la luz y terminamos por quedarnos solos se nos fue la noche, yo no me diferencio del río; a veces he llegado a querer que alguien se enriquezca conmigo y se compre una casa hecha sobre el agua donde los peces coman tréboles y entren por los agujeros de la pared que hizo el tiempo al lado del reloj. En realidad no es que odie lo que tenga vida. Quisiera salir a caminar con un avión que me preguntara hacia dónde está el río Paraná y yo decirle que no somos nosotros los que huimos /a lo sumo una fotografía desde la muerte y listo/ Casi son las diez en Rosario y la primera lluvia del año me hizo escribir este poema, hay agua por todos lados y sombras que huyen ¿de qué? ¿de tener el mismo color que una paloma? Los pájaros están vivos y me gustan. Ninguna conclusión es más verdadera que la lengua que la dice o de la mano que escribe como acariciando

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a una hilera de pumas vistos de espalda. Esto de preferir a los animales más que a la gente me hace paradójicamente más humano y creo que mi ambición en todo esto es tener un árbol para mí solo, pero un árbol que vuele y yo poder llamarlo y que venga hacia mí, decirle: Regresa árbol que vuela, juntos salgamos a flotar y ponerle nuevos nombres a todo.

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POLIZONTE DE HIERRO

Un ciego no solamente puede tantear el horizonte sino caminar tras de él como si se tratase de un perro o un pájaro que con su vuelo raya el cristal del firmamento. Los laberintos le son todos del mismo color al igual que el polvo que acumula en sus cuencas donde crecen ramas y frutos que los niños juegan a intercambiar entre sí. También ciegos son los caballos por eso no viven en casas y no tienen nombre, como los cerdos, las ratas, las ballenas y toda esa fauna que de mí sale con la figura de una sombra que no puedo ver. Aquí los alimentos llenan poco a poco el silencio que cae del cielo como agua podrida mientras viajo hacia Bogotá arrancándome el barro con un lápiz apolillado y unos papeles carcomidos por las cucarachas. Ni el cielo ni la tierra han cicatrizado en mi aún, tampoco el rostro de mi abuelo sobre el mío, por eso evito las palabras al escribir o lo hago con una tinta transparente que sale de mi garganta para que esos ciegos puedan leerme una vez que estén muertos como el hijo que me abraza desde el futuro y se mete en mi cama para recordarme que esto es un poema. Afuera llueve y ojalá las nubes destrocen la ciudad y luego los huesos sepultados en mi cuerpo para que sienta la necesidad de introducirme en una boca y taparme la cabeza con una lengua dándole forma al aire. La silueta de un perro que se alimente con estrellas y ojos. Tantas cosas son las que se podrían decir en este preciso momento. Es cierto que sin el rostro la máscara vive y habla con nuestra propia voz. Es el mismo temblor en el pecho a que sus palabras nos arranquen los dientes y se haga con ellos el pequeño esqueleto de un dragón que devore mi castillo incendiándose. Todo se perdió salvo estas cuatro paredes, mis dos manos y una corona para dársela a quien viaja en mí sin darme cuenta, a mi verdadero enemigo.

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RESACA SOLIDARIA

Hace un mes que estoy en este bar me echaron de mi casa ese día lloré, lloré mucho porque yo vivía en el cielo, allá tenía el pelo largo sin piojos y nunca terminaba de rodillas en el piso de tanto tomar, acá todos se ríen en dosis pequeñas es como una costumbre para matar al tiempo apestoso y delirante caminan sobre una cuerda floja que hay entre mesa y mesa pero jamás se caen. Los ladrones dan un respiro al entrar e invitan cigarrillos mientras hablan como si estuvieran alrededor de una fogata con los pies metidos en un río pero es un gato el que quiere saltar a sus piernas y al fondo una canción invita a vomitar los ojos. Está frío y esa puerta nunca se cierra los fantasmas entran por ahí y las paredes las atraviesan las cucarachas; todo parece normal y en efecto lo es, las ratas se comieron lo último que quedaba en mi boca, hablar con alguien sería sólo para echarlo o para decirle que pase la noche conmigo pero en quiché. Tengo los pulmones ahogados en estiércol, quisiera botarlos a la basura a pesar que el tarro esté lleno: corazones, testículos, ojos, lenguas; los perros olfatean alrededor junto a unos hombres oscuros y lentos que confunden el hambre con un misterio revelado a tantos pero que a tan pocos importa. Bebo otro trago de veneno, es un licor de espinas que se clavan en el cerebro algo así como una hechicería para poder seguir tomando

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y matando hormigas con la mirada, así mismo hizo Dios conmigo cuando me echó hace un mes por haber querido escribir tan solo un poema. Hoy nosotros también somos los desencontrados, entre la nuca y el cuello tenemos metido el cuchillo de la necesidad. Desde arriba observan todo esperando a que uno caiga detrás del abismo, anónimo y solo como todos esos miles. Los días seguirán pasando con el viento pero acá se quedarán detenidos en esta casa solitaria de Guate City atada a un poste de luz porque aquí la noche dura toda la vida.

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VESTIR A LA MUERTE

Escribo desde el limbo aunque esté allá abajo enterrado escupiendo mosquitos que la Muerte luego devorará con sus ojos al igual que a esas largas filas de canas y arrugas que ríen despreocupadas buscando las orillas del océano como si allí la sal no permitiese la desintegración de los átomos. Cada día la sangre se evapora de sus rostros y los huesos estallan como fuegos artificiales sobre los pesebres que significan cada final de año; los niños también temen porque una casa sola quizá sea más trágica que la vida en el más allá, es decir, acá. Lo escribiré tantas veces como jirones de mi piel queden: inútil es todo lo que no desaparezca nunca existió, el sol, el aire, todo se ha ido. Se seguirán leyendo poemas y habrá ruido en Guayaquil también relojes, drogas, rincones y sed. No inventé nada fueron los ciegos los que me dijeron esto mientras contemplaban los restos de mi cuerpo dormido, luego se irán a una fiesta y harán un brindis por mí. Desde el principio éramos la Muerte y yo, viendo como todo se despedazaba para calentar sus frías manos desde donde arrojaba sobre mi boca el veneno que es imaginar la infancia y todos los asesinos que la rodean. Mis huesos hablan más que yo. Mis escombros están condenados a vivir más que yo. El día del juicio se perdió y todos los misterios ahí no más quedaron, en esas calles, en esas pieles, en esos espejos, esas heridas, esas caras. De mamífero sólo me queda un poco de pelo y algunos dientes, pero también las ansias de volar enloquecido por los aires, volar buscando las cenizas de las ciudades que nunca conocí. Viajar lejos, muy lejos, donde los siglos duren un día y los colores sean en blanco y negro. Está amaneciendo y creo que es la hora de volver, la Muerte ha partido, debo regresar a la eternidad.

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ZONA 3

I

la noche cayó de improviso casi nos aplastó pero nos escondimos en el Zona 3 y nos hicimos cómplices de todos los posibles delitos

III

[acá debería ser textual, pero no lo soy]

VI

el negro me queda bien como a las estrellas

VIIII

nunca es demasiado tarde

XII

SERÁ QUE LA MUERTE ES UNA FIESTA CORTA

XV

quiero estar contigo aquí hasta la próxima reencarnación

XVIII

frote

XXI

no vayan a mi país ya todos los poetas están muertos y los buenos nos fuimos

XXIIII

la boca se me hace cerveza y me irrita no saber de qué está hecha

XXVII

queremos estar acompañados pero cada uno con su soledad

XXX

quién me compra un trago... todos me convidan cerveza pero ¿quién me compra un libro?

XXXIII

quiero irme contigo a Paysandú aunque todo nos quede lejos

XXXVI

aquí no tengo problemas con romperle le cabeza a alguien menos el corazón

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XXXVIIII

desfigurados desfigurados desfigurados

XXXXII

la imaginación es ilegal

XXXXV

juguemos a la botella

XXXXVIII

podría tomar hasta morir y luego tener una sobria ceremonia

LI

leer poemas me parece de mal gusto

LIIII

una fantasía que los hombres se amen

LVII

vamos al baño

LX

haberlo dado todo no es haberlo perdido

LXIII

cuando los muertos empiezan a aparecer es mejor poner una canción y bailar

LXVI

o hacer alguna que otra maldad

LXVIIII

TAL VEZ ESCRIBA UN POEMA AQUÍ (o me olvide de uno de ellos para siempre)

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EL FRÍO DE SÍ

Siendo honestamente brutal en este experimento de veinte minutos lo que siento es una deriva de las cosas y sus nombres. Lo que allá es veneno acá es antídoto si salgo entro y si llueve el cielo se llena de agua. Un perro congelado se derrite camino a casa nos prohibieron mirarlo más que a cualquiera otra catástrofe natural. Hace tiempo que no sabía de cómo era estar frente a algo así. Yo, el invierno y los libros somos también cosas que lloran, miran hacia delante y se comparan con la muerte. Alguien ha observado esto me pregunto el hielo de esta ensoñación. Me desperté en la rambla de Montevideo, la madrugada fría y otro perro intentaba matarme. Al parecer la idea es sólo ver lo que uno va pensando, no más, alguien lo sabe, podía pasar, preferimos eso. Más allá, desde jardines llenos de charcos las estrellas se reflejan como letras, el lodo se ha vuelto una fiesta de año nuevo en el hemisferio norte. No sé decir de otra manera que el poema es un invierno, más bien

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una pequeña fogata en ese invierno.

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DE LA CEGUERA DE LOS CUERPOS

I Cuerpos que construían la noche como meteoros adictos al olvido. II La noche se abre y todo pareciera estar a punto de morir incluso la sed por alguien donde recostarse. III En el silencio de esta cerveza fingimos guiñarnos un ojo para olvidar la voz de la ciudad palpitando por el acto poco creíble de existir. IIII A lo lejos los amigos, acá un papel y un lápiz para escuchar la música, la luz, los besos de este poema. V Los muchachos nadan en sus cuerpos hasta agotarse, hunden sus ojos y las estrellas se callan para oír su respiración suave y oscura. VI Estas manos palpan

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lo que no quedará de nosotros, ni siquiera en el fondo del mar o en la orilla de esta playa. VII Ya es de madrugada y el malecón de La Habana se confunde con los mosquitos a pesar del deseo de repetir viejos nombres. VIII Un nuevo día como un cuerpo perfecto que le falta su sombra y se frota contra la muerte sobre la página al verse descubierto en un sueño que destruye -lentamentela realidad. VIIII

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UN NIÑO INDIO

Elegí esta ciudad abandonada con millones de silencios. Esos gritos, blancas golosinas brillantes ajenas a mi historia, acortan la distancia al futuro. Desde donde viene un niño imbricado en el aliento de los sueños, los sueños del mundo. Palpa la espesura de estas palabras que bastarán para un mapa de Buenos Aires en estado alfa. Cierro los ojos y el espejo se da vuelta allí veo diamantes y meteoros que flotan en el espacio como si este fuera el libro más brillante sincronizado con el corazón listo para desnudarse. Vi una estrella que venía hacia mí era el niño de los sueños otra vez, tenía trece años e imaginaba tener casi treinta. Estoy tirado en la cama escribiendo este poema y tengo un libro a mi lado. Uso bigote. La ciudad está en caos y miro un lugar no lejos del horizonte. Esa era su visión, yo hice un chiste pero el sueño ya comenzaba a desvanecerse. Estoy lejos de casa una

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y otra vez sonriendo sin ganas recordando el vaso de cerveza de anoche y el niño que fui ese día que los chinos inventaron las mariposas que salíamos a cazar con mamá. Un día le dije a ella que nunca me dejara solo, yo también se lo prometí fue el final de un frágil milagro y el comienzo de un eterno destierro.

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EL CUADRO DEL OLVIDO

Qué secreto debo olvidar en el poema. Aquello que no ha sido mío, la mano derecha la mano izquierda, cada calle, cada cuerpo. Por eso reinvento fragmentos, estrofas, territorios de lenguaje incrustados en mi propia historia. Antigua y futura la vida tras un hombre que ha muerto y de quien sólo queda su porvenir. Buscar es inútil entre las rocas o el mar lenta crece la flor y rompe el paisaje de Medellín esa oscuridad que ha de abrirse para dar paso a la escritura. Un silencio seco, una música lejana una lengua en extinción. Seré pájaro, mitad sinfonía mitad asombro y todo aire en la belleza de alejarse a través de un espejo roto por agujas de un mismo árbol. Cada quien tomó su camino el crimen y la enfermedad y antes que todo termine cerraré el libro y con él la pesadilla. Imaginaré una cárcel convertida en piedra

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devorada por las hormigas para preguntar entonces con una boca que no es mía ¿qué de mí quedó aparte de huesos?

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II

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TIMEBOMB

Esta línea

desaparece acaba de aparecer esta otra

unos puntos ... No hay otra página así hacerse libro entonces cual disfraz de la estructura del aire. La noche se incorpora todo respira de súbito el reloj avanza la noche se cierra como un rayo.

La imagen se desliza entre las palabras como leche de luciérnagas para volar; no duermo y me duele, pues lentamente mi página se convierte en un ataúd. Todo lo que hay en mi mente aquí está detrás aquí en las mandíbulas de los gusanos, en este polvo, inmaculado, en el limbo. Un árbol atrapará todas las auroras y más allá, mucho más allá, aparecerá el tiempo colgando en la pared. Hay que ser inmortal pero sin caer en lo obvio, hay que pensar que lo único que no retorna es la eternidad. Los días avanzan. La noche avanza. Desempolvar la lengua. Escribir. Un poema. Consagrar la vida a las mentiras. No hay mucho más que contar,

delante

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yo soy un fantasma y tú un muerto en las alturas de La Paz.

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VELOCIDAD

bajo el mar, el primer viaje en el útero, la sal atlántica fluidos silencio vértigo, olor a contornos voces, memoria de la humanidad un pequeño barco, 33 semanas invertido naufragio una mesa, blanca de autopsia como poema luz pequeño, y frágil entrecerrados los ojos textura, pequeñas contorsiones palabras en los cromosomas, otro cielo los aires, sobre la vida sombras pan, migajas cerca de la ventana

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en el rincón de la jaula el porqué –de estar aquíel horizonte es otro punto distante en São Paulo una luz dorada -después de la lluviaincendia mis alas

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REVELACIÓN EN UNA CAVERNA Y OTROS NUCLEICOS

No se duerme en mi mundo pues mi cerebro es el sol, nadie muere ahí es cierto porque la luz es el párpado entreabierto de la noche. Hay veces que logro dormir y soñar que era un río con un corazón de musgo rodeado de ángeles ahogados y un plumaje de algas donde antes había hueso. Pero hoy tendremos que decir que hay una porción de muerte oculta en cada sueño como una oscura calavera de caballo o una foto en la oscuridad, pues la muerte es la memoria del universo. El verbo estaba vivo dentro de los átomos de los espejismos que concibieron en las cavernas el destino de la roca: la poesía rupestre. Escucho en estas palabras la luz de otras palabras, estrépito de venas a 170 kilómetros por segundo y allí en ese agujero en el centro de la mano hay un poema sobre Ciudad de Panamá que menciona la voz sea la de un arcángel desde el futuro acercándose con un gran secreto escrito.

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FLECHA DE CENTAURO

Conozco la lengua de las telúricas bestias heridas de aire que no duermen ni comen y que al intentar escribir sin manos sangran en preguntas sin huellas Contra los muros rompen de rabia humana y a lo lejos quizá en San Salvador fundan la noche a cantos pues a cada animal le corresponde el ruido con que advierte la venida del silencioso amanecer Un pájaro de máquina y carne suda en su escondite y lanza una macabra frase para que el mundo comience a poner en movimiento los mapas con los cuales sigue el rumbo de estos dañados animales adoloridos de mirarse las heridas que les provoca escribir Zumban sus flechas al hombro como gruñidos de colibríes y las palabras les son sombras que se acortan o alargan como estrellas subterráneas que estas noviémbricas criaturas desollan con sus pezuñas espectrales Todo lo que pronuncian deja de existir y todo lo que tocan se moja con la lluvia de Júpiter que engendra su soledad con la fuerza de un poema con la celebración de la vida como la flecha de un centauro apuntando hacia su corazón

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FILOS DE PÁGINA

Encabronada la palabra cuando se escribe y deja de ser parte de la muerte Los ojos adquieren la forma de cruces y las manos sangran hasta quebrarse para colgarlas al sol de las cinco flores Escribo perseguido por el galope de los gusanos que abren la oscuridad y dejan una estela de buitres en la comisura de la lengua Un rayo cae sobre los nombres y el poema tiene una torre donde cobijar su propio derrumbe frente a la estrella de la mañana que dice adiós con su pie izquierdo sobre la llovizna de Caracas que no es luz sino revés de tiniebla Pienso en el silencio

de las palabras antes de morir con los filos de la página en la blancura del papel que produce un desolador vértigo al convertir todo lo que allí se escribirá en un testamento Alguien escribe en esta página Sin saber quién es

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SUPER GHOST

Viendo las altas frecuencias de un espectro que estrangula sus cuerdas vocales en el frío abrupto e inerte de una noche que ha reventado la temperatura para que el amanecer no llegue y que la naturaleza fantasmal de esa primera palabra sólo sea un pre resplandor, un eco, una brisa dormida. Vibran sus estrías con cada uno de los latidos de sus lujosas vísceras y sumerge en la transparencia alfilerada de sus pulmones la expresión sofocada de la muerte, esquelética de alucinógenos y en posición fetal. Aquí circula la desaparición; fotografía de una garganta masticando la espuma que brota de los huesos cuando desvelado el lenguaje ilumina letra a letra lo que era la finalidad de un principio. Hay que aprender a hablar la lengua muerta de Dios sólo así nos libraremos de los fantasmas que no se cansan de la pirotecnia de las moscas columpiándose en los párpados de algún cadáver o de sus caricaturas sonámbulas en la TV. Es así como se debe morir el miedo con la cabeza llena de cohetes y luciendo un caleidoscopio en el ombligo como trampa para las sombras del metabolismo mohoso para que ni un crujido en la oscuridad desboque a la atmósfera de su terciopelo luminoso. El pasado llegará sin anunciarse

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sin esos pedazos vivos de la muerte desangrándose en otro mundo pero acá en Cochabamba riéndose de las primaveras del abismo, llegará descolgado atravesando pesadillas con su flecha de tiempo a cuantos alucinados espectros quieran excitarse con las tetas de la realidad.

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SON RUINAS

Fuimos llamados a ser una mano del sol ahí donde las piedras se disfrazan de catedral hasta oscurecer la luz de la época, las ráfagas de humo vuelven con la fiebre y los planetas alineados a medio camino del mar. La ciudad a nuestra espalda, Tegucigalpa, regresa a sus sueños de piedra que de nada sirven pues allí se presiente la sombra para iniciar su propio derrumbe y luego comienza todo: las muchedumbres en las plazas como palabras abiertas en poemas contra los buitres que convierten lo que agarran en jaulas hechas con carroña. Todo oscurece. Un escalofrío me obliga a encender las luces de las noticias mientras que a capa y espada contra las máscaras muecas sostenemos en pie los hoyos del cielo para sorprender a Dios. Los coreógrafos de la muerte llevan anzuelos en la barba y ensayan día a día noche a noche sedientos de los aplausos y los crujidos de huesos. Uno quisiera, por lo menos, que tuvieran la decencia de entender que la noche es un artículo de primera necesidad, más aun cuando las ruinas se apoderan de la historia que se va escribiendo y que tal vez termine siendo un punto final en alguna lápida abandonada.

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BOMBARDEO DE LENGUAS

Con qué nombre llamaremos a una lengua que me negó en la sombra cómplice de esta boca, pequeña miserable. Se mueve de derecha a izquierda a tropezones como si estuviera en un pueblo sórdido, Matanzas, quebrándose en un panal de muertos. Una ciudad atravesó esta lengua la vi perderse, rastrillaba sus palabras en una esquina pisoteada por el estiércol de un caballo falso. He intentado vivir sin ella y con maletas para amputar lo que sea necesario como si fuera una franja desértica en un país idéntico a una calavera emplumada picoteada y deforme por el polvo y la sal. Territorio y lengua poseen un espíritu que acumula sonidos, durante la noche, apostados como un manojo de horas. Yo, habitante de las aguas del tiempo escuché a las relucientes máquinas del futuro, bárbaras y monopólicas, extenderse dentro de las bocas

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de la humanidad recuperando lo que nunca fue de ellas.

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NO APTO PARA FASCISTAS

Escalofriante es el corazón cuando los ojos se extravían entre los harapos del poder. Y sonríe a los murciélagos sonríe al millonario que lo saluda. O bien: engañémonos procurando zapatos a las mesas ofreciendo verduras a la patria seamos ángeles de sal. Las mariposas entran sin tocar la puerta sin tocar nada juguetean con las canas de un hombre muerto ¿Cómo explicarle a un cadáver que su verdadero nombre es País? Cierro las luces de esta casa y me siento donde antes había un árbol bajo la tormenta luego enciendo un cigarrillo y brillan todas las heridas. El viento es muy viejo y pasa por el hueco de sus dientes como el voluptuoso susurro del dinero. ¿Te suena esa palabra? No encuentro explicación a tan vasto silencio. Alguien aclara su rostro y es el Hambre el Miedo siempre estuvo aquí los perros lo sabían antes de ser amapolas los gusanos desde que extraviaron su pasado y creyeron ser cordones umbilicales. Este poema salvadoreño en San Sebastián a los que están aquí para siempre pues la muerte no es apta para turistas.

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III

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ESTRAGOS DEL OPÚSCULO

Hice un poema con los vientos del sur y quemaban el madero de un dios de paja yo pensaba en la ciudad donde se estrella el mar con las paredes que caminan no había conexión entre nada al ritmo de un INCENDIO hay gusanos de aire arrastrándose van hacia donde irónicamente hubo diez montañas aquí

Xela

te juro que en este pequeño poema se desborda el mundo de papel que pensé anoche con el tiempo retenido todo el año será NOVIEMBRE 25 Telón ja

ja ja

estos versos los hice cuando terminé de emborracharme please forgot my name

cuando cantes no te olvides

ja ja

¿quién es? ¡aaaaaaaaaah....ay!

good night my sweet prince esto empeorará brother drogadas pasan las estrellas y los ángeles se fuman hasta sus propias alas

ja ja

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que no hay noche que dure dos ¿brillaban tus ojos? ahora nunca lo sabré tú y este poema NUNCA volverán a encontrarse

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LA MUERTE DE LOS PEDREGALES

Fui todas las piedras con su genealogía flotante sin culpas ni misterio. Me detuve frente al mar y me parecieron remotas las ciudades, desde esta San Juan de Puerto Rico el futuro iba a ser las noticias en la televisión y humo. La muerte me dice que soy inmortal yo preferiría haber perdonado antes, o por lo menos haber inventado una palabra que alumbrara bajo el océano. Comprendo que viajar con alguien que nadie quiere es una vocación de orfebre convencido de que la luz puede horadar lo que no existe. Quizá en aquel entonces cuando la piedra y el mar sea uno solo es que descubramos que el mar y la piedra también morían. Así cambian los siglos que escuchamos a lo lejos.

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SÍSIFO-PARAGUA-ROMBO

La secta de la deconstrucción purga sus cosechas primaverales en posición vertical preparados más para el despegue que para la nostalgia Neoimperial dicen sobre la miseria del mundo y levitan por encima de las ciudades parawayensis buscando el último punto del aire entre la ceniza y el fósil con sus tatuajes invisibles de alegría Se alimentan de la carne del hermano gemelo cerebros destrozados con mango florido ni el tufo característico consigue delatarlos como Dionisio desmembrando músculos y semen en las plazas públicas de la realidad La secta de la deconstrucción reivindica en grafitis callejeros epopeyas de artistas caídos en la inmanencia afincada en su cuchitril órfico-pitagórico que se ensancha y se estrecha hasta el filo de una espada puesta en obra convertida en color ultimo recuerdo de esa gloriosa cultura paleolítica Reescriben la historia pero al revés ninguno nunca fue a la guerra ni sus hijos ni su Dios degradado por el guaraní resonando música metafísica positiva Los niños prodigio serán perdonados no tengo amigos así este poema no tiene facebook ha doblegado el laberinto ha conspirado

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para creer en su propio sueño

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NO IMPORTA ME DISTE EL VENENO

No me atraviesa la lluvia como antes. Ya no veo cuando las personas mueren en el desierto. Poco me dice que se inunde el mundo, seguirán las estrellas en la noche. Mi urgencia es equivocarme. Las calles están llenas de explicaciones. Las anomalías naturales me despiertan tanto como la migración de los pájaros. Muerdo este parque pues los insectos se lo están comiendo. Se golpean el estómago lleno de asfalto. Se metamorfosean con las estatuas o con los ecos. Yo hubiera querido profanar la vialidad. Uno no sabe hacia dónde van las ciudades, y eso no me importa mucho ahora.

Existe un orden que altera, disponiendo los espacios vacíos en capítulos, categorías, mapas. Los peces hambrientos encerrados en el armario. Un gato arañándose la cara, brilla, elegante, me gusta su humor, su lentitud ociosa. El piano roto señalando al infinito. Una piedra debatiéndose entre el vidrio de una locomotora o un pájaro con el pico lleno de plástico. El tiempo también juega a ser un pueblo inventado, solo, sin control. Por el momento mi rebeldía y yo nos dejamos enterrar para alguna otra ocasión que todavía no se presenta.

El problema está en la sala esperando se detenga la lluvia. Estoy empeñado en no aburrirme en esta última noche. Es matemáticamente imposible que eso suceda. Podría medir la cantidad de pelusa en cada respiro, no es paciencia, es una tarde única. Las paredes cuadriculadas siguen cuadriculadas. El techo es una bandera rota por la escarcha. La ciudad se aburre y no deja pasar la tarde, como venganza en vez de fingirse muerta. Estos minutos no van a ninguna parte, barbie se aburre de ken y se toma una siesta.

Despierto cada domingo en el cauce de algún río. Ya ni ensayo. No es grave ver morir a los borrachos en los cables eléctricos, tartamudeando sus cabezas involuntariamente contra los abejones. Son tantos que ni caben en los ojos. La vida pendiente corre el riesgo de morir un día cualquiera, pintando un caos que no era tal. Espero recostado en el suelo que alguien me avise si estoy vivo o muerto, si tengo brazos o garganta. Escucho el humo, veo los platos sucios de la casa de enfrente. Necesito una sombrilla, una cobija y un rompecabezas para leer los diarios de San José de Costa Rica. No me atraviesa la lluvia como antes. Ya no veo cuando las personas mueren en el desierto. Poco me dice que se inunde el mundo. Mi oficio es equivocarme.

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VARONESA

Se va y me dice que me quede con el cambio No señor eso sí que no La cerveza derramada es la que se paga La que se bebe el Diablo se la cobramos Total es su orín el que huele en el baño La televisión no termina de convencerme Lo que se prende y apaga no me da confianza La mesera sale a pasear El bar se derrite Hasta se ve el humo saliendo de la cocina La noche acude lenta y desnuda Colmada de manoseos y miradas Todo lo anterior es sólo el escenario: En la mesa del fondo una travesti sola Estrena siliconas y le pican Un chico le dedica un poema En la oscuridad Entre las furtivas dentelladas en el vacío Después de robarse unos cigarros Sonriéndole a un viejo aburrido y caliente En Asunción Yarÿi es la fiesta

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UTOPÍA

El paisaje estira los brazos y bosteza se acomoda entre los muertos que los perros van trayendo uno a uno desde la ciudad se acomoda el pelo y repta sobre la arena tiene resaca y mal humor esta mañana unas ratas roncan a sus pies y unas gaviotas han hecho nido en su entrepierna el sol le da en la cara y la línea del horizonte se ve muy lejos Es un mal día para el paisaje y peor aun se acerca alguien con un tambor cantando una marcha militar no es uno es un escuadrón completo de fantasmas las olas revientan en las rocas que abombadas vomitan sobre sí mismas Qué se puede hacer un día como hoy se pregunta el paisaje mientras contempla su desnudez y escupe esporas de su boca enmohecida a dónde ir sin ser el centro de las miradas en qué tormenta tropical colarse para poder bailar desenfrenadamente sin presagios de civilización ni sospechas arquitectónicas Piensa en los viejos ideales las promesas de libertad o por último en los eslóganes publicitarios pero no se le ocurre nada que no haya dicho el turismo de una manera aglomerada y simplona las horas pasan y se llenan de sal corcovea el viento y los veraneantes no se atreven a dar un paso más

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¿Qué hora es para un paisaje de Samaná? ¿cuánto tiempo más debe estar ahí exhibiéndose? quizá haya que quemar las naves y de paso la ciudad y por qué no el mundo la geografía tiene una historia íntima donde no existen los accidentes es sólo una suposición dice un exabrupto paisajístico

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MONOS EN UNA JAULA ABIERTA

¿Sabes si habrá vida en otros perros? le pregunta una pulga a otra. No te pido que me respondas, la ciencia no ha demostrada nada ciertamente todo es teoría la democracia, Dios y la muerte. Sombras se pasean entre estos seres vivos, heredaron un esqueleto muy pequeño, mi querido sabelotodo, demasiado pequeño pues a nadie le importó la ley que dice que el mundo está hecho a la medida de su propia destrucción. Te miro en el espejo del baño hablas solo porque tú no estás ahí, no hay teoría que dure cien años a menos que nadie crea en ella para poder discutirla. No tomas desayuno no tienes tiempo camino al laboratorio recuerdas qué fecha es, un cumpleaños ¿no? puede que sí y puede que no ¿una fecha histórica en Quito? buscas en la laguna de tu mente miras allí si hay alguien esperando algún regalo o con una sonrisa estúpida. Nada de eso, mi querido sabelotodo, te esperan los monos con las cabezas abiertas, las ratas que hacen fotosíntesis con sus hormonas y las fórmulas mágicas de la relatividad. Te sientas, intentas recordar pero la sala huele a toxinas, a nervaduras y sangre ¿te gusta oír tus juguetitos de cristal? ¿no? llega la noche y estás solo, lástima me das. La ciencia no es más que tambaleo querido sabelotodo, miedo y puro miedo para amanecerte ahí

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sin saber porqué un cerdo tiene un orgasmo de media hora ni menos la razón de que los judíos no se los coman. Millones de hombres no saben ni siquiera quiénes eran sus padres y aun así sus células nerviosas creen que ciertas ratas marsupiales evolucionaron hasta convertirse en Plotino, Whitman o Cristo. Será mejor que a casa no regreses de aquí ya no eres dueño de nada tu hijo mayor acaba de caer del segundo piso y la bebé convulsiona. ¡Basta, sabelotodo! La psiquiatría no es lo tuyo.

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DELICIOSO SOMA

AMATEUR (adj. y s., voz francesa) El que nada sabe nada teme El que nada teme lo ama todo Desconocer es ver las cosas cuando han desaparecido Ama el que no sabe lo que ama Percibe la sombra que han dejado El perfume en el aire El papel escrito con el número de teléfono pero no el nombre Nunca el nombre Se aprende en los lugares anónimos El desconocido siempre es pasional Todo es nuevo El aficionado al peligro se pasea por las noches con su propia noche No seduce sino que se deja seducir Ese es su precio Nunca es él Nunca es nadie más que un reflejo Poder y pequeñas imprudencias ANAL (adj., zool., del lat. anus) Entrar en la boca del coyote Sentir el vértigo debajo del ombligo Vibrar Afirmarse en otras caderas Buscar el punto exacto El límite del dolor y la piel sin piel Pedir perdón Lamer Observar el lamento Abrir el mapa sobre la mesa Dejar que busquen el camino Perdidos en una habitación con llave Silenciados por el ruido de la reproducción Cavar a fondo Cruzar las dimensiones del dominio Roer el lapso Perderse ahí Éxtasis Dilatar el tiempo Sacar el aire Tocar las milimetrías íntimas Vengarse del padre Ser él Alimentar la fantasía en calzoncillos Alguien aúlla Es la luna entre las piernas DESNUDO (adj., del lat. nudus, desnudo, infl. por desnudar) Atados a un cadáver del futuro Subsumidos a un espejo del tamaño de la realidad Piel Maldita suavidad de la piel Tocarlo todo Largos huesos en el aire Equilibrio de lo pequeño Humanidad enfrentada a su perfil multiplicado Escenas de baño psicológico en Santo Domingo Flashes que despiertan Instantáneas en círculo Musculares Una piedad consigo mismo Los secretos preguntando por la gravedad La carencia extrema consagrada como una rebelión intermitente

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FACIAL (adj., del lat. faciālis, de la cara) Cientos de abejas saliendo de tu boca abierta Buscan la miel de los chakras Confían en un nuevo big bang frente a tus ojos Una nueva Vía Láctea matinal Cuerpos celestes que esperan a que la gran obra termine La tragedia de la máscara Desvanecerse por el cuello Secreto alquímico del verdugo Gotear lágrimas que no estaban en la historia nacional Palabras atoradas en el aire Recuerdo del ahogo Cerrar los ojos al propio origen Saborear el destino Enrostrar los cinco sentidos Guardar silencio Comérselo todo

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ALGUIEN ME SUEÑA Y ME VE PARTIR

Este poema no será más un poema quedarán solamente algunas palabras viejas y polvo si acaso hubo polvo. Esperaré que las páginas se desvanezcan como las aves devoradas de aire sin saber qué les espera. Cada cuatro años un libro abre una llave y despierta hacia una ventana como si quisiera decirnos algo desde su cuerpo blanco y suicida. Sabemos que ha llorado, lo sabemos, pero callamos, sabemos que se aferra al primer par de ojos que lo encuentran. Busca ensayar su hambre de vida en mí en las noches en que paseo por Managua o cuando no duermo él me sueña y calla. Ni la oscuridad, ni la luz, ni el miedo podrán apaciguar esta alucinación. Cuatro millones de madrugadas se demoraron los árboles en dar libros. ¿Qué más puedo pedir? La palabra es un invento divino para demostrarnos su desprecio. Yo soy la lengua muerta de Dios.

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El Secreto de mi Mano

La Palabra está dividida en unidades que juntas formarán una pieza y así deben de ser tomadas, pero las piezas pueden ser consideradas en cualquier orden ya que están unidas en sentidos contrarios, dentro y fuera, arriba y abajo, como en una combinación amorosa interesante. Este libro expulsa las páginas en todas direcciones, caleidoscopio de panoramas, popurrí de melodías y ruidos callejeros, pedos y protestas y las cortinas metálicas del comercio que se bajan, aullidos de dolor y angustia y aullidos de simple lamentación, gatos copulando y rechinantes berridos de la cabeza de toro cortada, murmullos de brujo en trance de nuez moscada, cuellos rotos y mandrágoras que aúllan, sollozos del orgasmo, heroína silenciosa como el amanecer en células sedientas. WILLIAM BURROUGHS

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GOLEM

(o el Nombre que es la Clave)

Interescritura con Ernesto Carrión (Ecuador, 1977)

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[a pesar de] a) UNA NOCHE DE ESTAS SUPE QUE NO VOLVERÍA A VIVIR b) DE DUELO TODO PARECÍA DESLIZARSE ÁGILMENTE COMO LOS TRUCOS DE UN MUERTO HACIA LAS MONTAÑAS DE ESTA PATRIA QUE DORMÍA DESTROZADA BAJO UN OCÉANO MODERNO DE POSIBILIDADES c) ENTONCES COMO QUIEN VE DESDE EL MÁS ALLÁ TE DIJE: UNO DE LOS DOS HA MUERTO d) UNO DE LOS DOS VA A SER SACRIFICADO EN NOMBRE DE ESTE DIOS QUE ES MI VACÍO

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[cara a] perdidamente azul perdidamente azul perdidamente azul el agua está la poesía es una premonición terrible uno de los dos iba a morir uno de los dos debe morir para no mirar jamás para no sudar jamás el dolor de esta patria llena de signos rotos por esta cabeza llena de dios digo de vacío corriendo libremente jodiéndolo todo corriéndome a veces -hay que decirlo bien- en las fiestas de la pupila donde fui la nieve agárrate entonces con todos nuestros dientes al timón de este tractor que llamas a las palabras disfrazadas de fosa al espanto que aguarda en el espejo en el que no triunfaste jamás humedeciendo a la innombrable blancura que fue haber vivido aquí sin tomar las armas tu silencio debe ser esta noche un templo encendido suspendido sobre el rojo de un océano lento como un legaña poco a poco resbalando hacia el final de los días hacia la cobardía de tener estas manos abiertas con las que frotas tus ojos para que el ruido vuelva

[cara b] en esta noche fue que la muerte me arrebató la historia de la humanidad corre ebria de arrepentimiento los precipicios y las montañas se arrojan como perros buscando el cadáver parecen bestias en la oscuridad hace tiempo que esta noche me estaba siguiendo me tenía ganas lo único importante era acabar conmigo exigía repartirse mi podredumbre alguien tenía que morir alguien tenía que dejar el calor de su cuerpo imaginé una casa repleta de colores entonces mi muerte era la más bella de todas las alucinaciones había mariposas que nadie más volvería a ver yo iba desapareciendo como en una película en medio de signos ortográficos

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[cara a] estos son mis 650 músculos de acción involuntaria mis 250.000 plaquetas que taponan las heridas que evitan que sangre este es mi fanatismo equivocado con el que se descomponen los peces debajo de los muelles como perra materia mi monstruo helado arrastrándose en medio de la gente ovulando una ternura primitiva una señal de nacimiento en algún lado olvidado por los hombres este es mi señor mestizo: mi negro mi indio mi judío mi perfil como sable azotando el barro: su prótesis de maldad esto yo soy ahora: un escritor mediocre que ha debido suicidarse si le queda decencia cayo reventado por cadáveres que van adelgazando trago inevitable sembrado de cuchillos a las dos de la tarde ascensos y descensos de una bragueta para no observar cómo se me va escurriendo la vida bajo el pantalón miles de violentos chillidos de un violín multiplicándose en mis oídos cuando humeo en el cemento como un fantasma pierna artificial cautiva el agua sucia arrumbada o nacida de un hombre y una mujer latinoamericanos

[cara b] todo libro es un libro de los muertos: todo ahí es golem pedazos untados de pedazos fragmentos torcidos trozos magullados por el miedo: nada de lo que escribas hará de ti un hombre ningún libro ha de hacerte más feliz que un cadáver me señaló la cabeza y colgaba desde el centro del Universo sostenido por la luz que se desvanece en el viento un ángel con cara de animal veía todo lo que pasaba oí mi nombre y el libro no era sino mi tejido óseo desprendiéndose de nuevo hacia el firmamento

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[cara a] escribir era el último recurso para cubrir de una maldita vez mi cobardía entonces en el arco de mis brazos que guardaban con fatalidad esta cabeza mestiza supe elevando la voz que esta juventud de verdad iba a acabarse que todo lo reconstruido o arrancado de un sueño solamente entorpecía a los adultos (que perseguía en mí al vestirme por la mañana) me convencí entonces de que jamás ninguna patria enemiga crecería de las flores de mis muertos (fieles a mí) que jamás enloquecería 10 años con mi lengua atada al Árbol de la Vida

[cara b] no tendrás que ver mi cerebro pudrirse bajo tierra ni ningún venado se posará sobre mí el humus no será una droga ni me morderé las uñas para sentirlas enterrarse en mi garganta toda muerte es real aunque no haya puertas ni ventanas ni luces ninguna persona te aborda en el camino para que guardes comida y oraciones ellos viajan tranquilos y son excremento

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[cara a] me hubiera gustado tanto escucharte llorando gimiendo en una noche cualquiera de tu paisito de mierda en el que nadie quiere vivir tus manos perfectamente escondidas en tus axilas curtidas como quien fuera a volar una equis verde de carne sobre tu pecho hemipléjico naciste sin molestias y sin embargo demostraste la vergüenza desde niño en tu rostro donde se fundía la herencia de este sol ancestral (dios iguanodonte de lava seca) y la diáspora judía pseudo-española negro como las calderas de tus abuelos rojo como las vasijas de tus ancestros con siglos ahora arponeando el collado de tu piel pajiza adoraste el pop de jesús jugando todo el tiempo pensando todo el tiempo que nosotros no estamos aquí para construcciones mayores que el hombre debe dejar de ser tan duro consigo mismo te arrojaste a dormir 100 años como el hijo que no vendrá nunca más en garitos infectos entre piernas infernales como blancos caballos cortadas en burdeles entonces olvidaste que tenías que defenderte cuando las palabras arribaran entonces olvidaste con qué tenías que defenderte cuando las palabras arribaron

[cara b] quiero mantener los ojos abiertos a este mundo de sobredosis de primeras personas de rostros que no recuerdan cómo mirar los pájaros cuando reflejan sobre el papel debo haber visto tantas cosas que no me pertenecieron fronteras tinieblas ciudades aguas negras dientes bajando montañas manos impregnadas de cicatrices quiero mantener los ojos abiertos a este mundo ver todas las pesadillas inventadas de cara al papel

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ENTONCES COMO SI FUERAN ESTOS FRAGMENTOS LO ÚNICO QUE QUEDÓ DE ESE CUERPO MI VIDA LOS PONGO BAJO EL SOL EN ESTA HOJA INVERTIDOS Y DESGARRADOS

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AHORA (o la Numerología Secreta)

Interescritura con Manuel Barrios (Uruguay, 1983)

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Sé que hoy día trazaré un recuerdo una instantánea que llamaré obligación. Mi nombre es Tres he aquí mi origen y genealogía.

I Una isla inmortal e imperecedera donde yacen los primeros siete hombres. Inclusive pretéritos a la gigantografía y el escepticismo. Incluso antes que emergiera la mentira de dividir el mundo en dos, cuatro, ocho y dieciséis. Antes de la misericordia había un sol. Y máscara de estrella sabía verme. II En ese momento el cielo aún no estaba descifrado. Lejos en la historia de los animales se perdía el momento exacto en que la vergüenza se convirtió en logos algebraico. Un rayo en el cielo fue una primera fórmula. Tres, cinco, seis, siete, once y veintiuno. Dios es una incógnita, los países son números de ojos que ven donde no hay nada. El día, la noche, la aurora y el día siguiente son códigos para el Guerrero, el Artista y el Loco. III Tres es el número de Dios porque tres es su edad. Tres es la dicha donde se halló el hombre para separarse de su manada. Tres es la figura geométrica donde se contiene el mínimo de propiedad cerrada posible ya que ninguna de sus líneas es paralela. Este es el misterio de la igualdad imposible: - Soy el cielo, el sol y la división. Soy la oración, el enigma y la aurora Soy el 3 y el 999, pero también el 666. Estuve a punto de caer mas no caí. Cuando tuve que ayunar festejé. Soy el que llega y cubre, pero también el que llega y daña. V Cinco es el secreto de esta mano. Cinco es el secreto de esta estrella. Cinco son las regiones del cielo. Así acontece en este preciso momento en los cinco estados de la materia: en la primera todo es ficción que no debe durar más que la muerte. La segunda es la fatalidad en toda su esplendorosa dimensión. La tercera lleva por nombre (el frote) no abrirás los ojos hasta que la noche se haya ido. A la cuarta se accede por la integración de todas las anteriores. La última es su completa desaparición.

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Porque este es el misterio del número cinco: su ausencia de final. Y cuando soy todo soy Tres, ya que con mis tres ojos devoré al mundo. Asimismo, son cinco las letras que adornan este nombre: A=3 B=18 H=51 Y=66 Z=105 10+5= 15 (B-3) 15+6=21 (A+B) 21+5=26 (H-B+X) 26+7= 33 (Y/2) 3=3 - Este libro está hecho en el tres. - Ya que soy tres y uno. - Un pájaro que trina al cubo. VI Seis es el número de las sombras porque el seis es la repetición y la copia, el seis es la negación de la vida, la aspiración al mundo de los fantasmas, el deseo. Seis es el número de las sombras antiguas que ante el Guerrero aparecieron para seducirlo de confusión: Lucbel, Tofet, Narciso, Leviatán, Parole y Symbol, Lucbel: Tofet: Narciso: Leviatán: Parole: Symbol:

sombra de Dios. sombra del culto. sombra del hombre. sombra de las bestias. sombra del espíritu. sombra del conocimiento.

Son estas las sombras que pesan en los hombros de los no protegidos. Los hijos olvidados del método de la conciencia debida. Los hijos de la puntada repentina en la nuca. Con los ojos golpeados. Los hijos cuyo pensamiento está habitado por la confusión. Ya que este es el significado inverso de mi nombre: DEMONIO

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He aquí su explicación: el espejo es también su sombra. Y si bien mi número, relatado en este libro, producto de la santa memoria, es la resultante alquímica de los valores mágicos de mi nombre. Y es la edad de Kristo mi nombre. Y es la familia celestial mi nombre. Padre, hijo y espíritu es mi nombre. También es mi nombre lo que habrá de revelarse ante mí.

3

3=3

3 La igualdad del 3 es el espejo y la sombra de la igualdad de -3. Así entonces 3=3, tanto como -3=-3. Tal que la sumatoria de acuerdo a los valores del alfabeto mágico con respecto a la cifra de mi nombre dé como resultado el número 33. La armonía alquímica de mi nombre hace que la igualdad sea el significado de mi conciencia, pero también, la operación inversa da por resultado la cifra del odio y la sombra, la cifra del inconsciente. Tal así: 3+3= 6

33= 3+3

6=9 Porque fueron tres y tres, en dos grupos frente a mí, que era el uno, las sombras que aparecieron. Y la única forma de vencerlas fue ir contra mí mismo ya que ninguna de las sombras era diferente a lo que yo podría ser en el futuro. Y las vencí con la palabra, que es mi espada. VII El número siete es mi aberración exacta. Las sombras son siete brazos desde el más allá. Los siete infiernos se ven en un momento de la aurora. Los siete cuerpos humanos son tres. Este libro son tres libros. El centro de ese número se llama galaxia. Advierte ahora el secreto: 9 66 333 Conoce los números sagrados:

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El Guerrero, el Artista y el Loco son uno. 3+9= 21 12+12= 41 14+1= 51 3+0= 0 XI Este número aún no puede ser revelado. XXX Mi edad es el número de Dios

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EL TEMPLO TRONADO (o el Borde del Ángel)

Interescritura con Alan Mills (Guatemala, 1979)

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LOS PASAJEROS SUEÑAN el vivo perfume del Trópico y la luz se colarían por entre el techo de zinc como música, sí, de esta gente no se recordaría nadie tan rápido, hasta de día los olores cambiaban y toda aquella montaña rusa emocional nos hizo fuertes, destos suelos emergió la sarna, la disentería, el vih y todas las otras parientes que sólo querían sosiego, se empozaba la piedad y les salían alas, grandes alas, viscosas, hechas de calor tropical, todo charco fue verdenegro, cual musgo y químico, más desolación o los cerros quemándose, mucha lluvia éramos y éramos unos angelitos muy sucios EMERGÍAN SUS ALAS COMO BRASAS ARDIENTES CUANDO LOS APAGONES SON LA MERA FIESTA DEL BARRIO pero acá los ángeles parecen sombras pues acompañan a los muertos desde antes que se pudiese evitar su destino tan claro era que no después de ser ángeles ya los acompañaban ahora no sé dónde los llevará el olor a mierda cientos de velas, grasa de los cuerpos en las iglesias pobres, nos asusta el resplandor de una fe tan solitaria donde perderse es más fácil que una oración, esta luz habla, sí, muy difícil no oírla, dice de lanzar al barrio entero al fuego, como si fuesen hijos que dan besos sucios nos escapamos por entre los basurales huimos, más la luz de ese fuego alumbraba hasta nuestro corazón MILES DE CATRES SIGUIERON VOLANDO EN LLAMAS AFUERA TANTA LLUVIA DILUÍA EL ESPESOR DE ESOS CHARCOS

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se quemaron los horizontes mientras cientos de perros callejeros huían, hambreados al ver nuestra cara: días comiendo rabia y después nos envían una bendición y una sonrisa, ni siquiera a puro oxígeno vivíamos, olor a mierda, que en la noche atrae a los ángeles, suenan como agua al caer sobre los techos de las casas, sí, con tanta fuerza ya nos la derrumban, insisten, vestidos de blanco y dorado, que se van a relamer nuestras mierdas, oh, pinches hombres malos y teñidos, entre las patrullas vuelan, escapando de los disparos, para su fortuna ni balas tienen estos, los baños públicos tienen que defender, porque no tendremos nada pero sí nuestra mierda y el hambre, viajaríamos uno por uno uno por uno uno por uno por uno si muere uno: quedarían siete para brillar en el Norte, si morían dos: veremos pasar a seis por nuestras pupilas como nubes hacia el Norte, si caen tres: venderemos un catre para volverlo a intentar, así haya menos intensidad en los gemidos, si la Migra nos enamora cuatro: otros cuatro emergerán del lodo como Cargadores del Tiempo, si sólo tres hemos de llegar: seremos tres enviando Amor –limpiaremos muchos corazones allá arriba– y si no nos queda otra: seremos dos fingiendo pasión, mientras se brinca ese muro invisible, Amor, si he de llegar solo: me enviaré Consuelo a mí mismo desde el Norte, oh, simplemente seremos ocho angelitos respirándole hermosura a nuestra madre bajo la tierra, acompañaremos la soledad de los rascacielos, sí, ella en cambio manda cartas: aquí cada línea nos lleva un tiempo del tamaño de las carabelas, cuesta leer desde el hambre que nos toma enfilar los rostros, frente a frente, como esa valentía con la que se toma el aire allá afuera, con su historia viscosa y un país, se estiraría hasta el Hades nuestra tristeza si supiéramos qué chingados es eso, en lo viscoso caminan las cartas, parecen soldaditos las letras, miles de combatientes que traen mensaje: corto el Amor, se dice corto y en números, así pensamos desearíase tanto este viaje, no el de ahorita, sí el de subir por los mapas con flores al pecho, buscando el origen de estas cartas, un Norte y una madre, todos merecen eso, más dos líneas que le recuerden la vida, no esta estupidez, mereceríamos una fe mayor para insertarnos en los bares globalizados, necesitamos cartas anónimas, algo diciendo no te mueras todavía no no te mueras todavía no se acaba el hambre ni la mierda, cada ángel se lleva un poco de ambas,

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unos alcanzan a huir, a otros les damos de baja y lo comemos aunque sea carnal de nuestro corazón batiendo sus alas por estos aires tan sucios allá en el cielo de sus cielos SERÁN MILES DE CASAS QUEMADAS EN EL VIENTO: ELDINEROELALIVIOYLASANGRENUESTRANOQUEDARÁENELVACÍOESTARÁESCRITAENC ADALETRASENTIDADESDEELNORTE

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UNIVERSAL VÁSTAGO (o el Heredero de la Incógnita)

Interescritura con Paula Ilabaca (Chile, 1979)

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NEONES

I Empiezo a escribir porque siento un ruido, hay colisiones notables esta noche, hay brumas nociones de lo que seré. Empiezo con el rostro plácido. Unos y otros van barajando puertas, lo sabía, explotando lo sabía entre la rabia y el alma, así. Estos son garabateos múltiples. Estos son millones de herpes sangrando son volutas de agua que se niegan a caer. Así estoy en silencio. Así es, han pasado cosas. Así es, se dibuja una lima un recorte una luz. II Hay cosas que no sé y por eso las digo. Hay cosas que nunca veré pero me gusta imaginarlas. Nunca he visto una de mis venas pero supongo existen. No soy de madera, lo sé. Soy una piedra blandita. No veo nada. (En esta noche húmeda y claustrofóbica he de preferir no moverme. Estoy solo y unas aristas me acompañan, también un vértice, ven, me dicen que no me mueva. Una tempestad se aproxima a mis ojos y las aristas y los vértices huyen despavoridos). III Una señora muy magra ha paseado por el pasillo de lo oscuro. Una señora muy magra toca el timbre y dice sí, dice hola, aquí estoy. Una señora muy magra que lleva un velo sobre la frente y que le llega a las rodillas. Eso he visto en un sueño, pasó por mi espalda y dijo ven, y dijo sí, señalando tres líneas fluorescentes en la noche. IIII Era un mal sueño, eso no ha sucedido, no era yo un aspecto. Esta es la primera línea, o la segunda, como sea. Todo lo anterior no existió. Hay una ventana frente mío, pasan los aviones y las palomas chillan. A veces el ruido duele los oídos. Vienen de muy lejos, sí, vienen con un par de horas de futuro. (Uno de los vértices se ha echado en el piso. Es una línea recta. Hay un nuevo plano en esto. Me corté los dedos de los pies con las líneas: sangre. Estas son cosas que pasan solamente cuando uno tiene pesadillas. Llevo las manos a mis ojos, no puedo despertar. Me arranco los dedos uno a uno y los dejo en el suelo, eso es: vacío. Hay un color: piel. Se moja la cama, cada vez más. Me estoy ahogando).

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V Buscar a esa mujer ha sido difícil. La he buscado por años y la encuentro en un cuarto pequeño, en una esquina. El cuarto está pelado. Ella está insomne, viste una enagua, se ha meado y sus manos están en su pecho. Son nociones, no, son sensaciones. Este es un despelote grande si de tanto buscar encuentro algo así. Es enorme el griterío de ruidos y encuentro esto. VI Estoy escribiendo, no puedo seguir soñando. Escribo, ya no sueño, se castiga la imprudencia. Estoy encerrado. Estoy encerrado en un hueco de la voz, en una mente que recrea el sonido y no es. (En el sueño pasa una cuchilla abriendo el cielo. Ha pasado casi sobre mi cabeza. Aquí está. En el sueño mi lenguaje son todas las lenguas y brillan, sí, me hacen saltar de alegría). VII Estoy a punto de ir a tu casa salir de este encierro y decirte: escribí. Estoy a punto de que reviente el estómago en risas en pataleos fogosos y tenues que consigo en este quehacer. Estoy a punto de que venga el nochero y encuentre salivas encuentre uniformes encuentre uniformes redondeces y a mi amada juventud. (Estoy pensando en que nada me turba. Estoy pensando en la mujer que dejé encerrada y meada en ese cuarto lleno de aristas. Ella solo veía una. Ella solo veía una y escuchaba, hola, aquí estoy. Estoy pensando en ese velo que le caía hasta las rodillas. Estoy pensando en ese rostro fiero. Estoy pensando que era yo misma la que venía y me hablaba, magra, sin poder comer). VIII Me alimento de mí mismo. Esto de comerse y luego verse diciendo sírvete. Estoy hablando dormido, además: como. Estoy diciendo: sí, esa sangre en el piso son mis pies. VIIII Las líneas fluorescentes eran tres. Las líneas decían: vas a vivir. (Las líneas en el piso son las de mis pies: estás sangrando, eso, un murmullo. Aquí estoy, me encontré. Como de mí, sírvete. Hola, aquí estoy, no mires el piso, es sólo sangre: vas a vivir en la geometría).

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RITMOS

I Tantas trompetas suenan en mí. Tantos puentes han surgido tantas oraciones tremendas pestes tersuras de variados tipos de peces. Seguramente viene y se va. Seguramente viene y yo no. Seguramente he buscado tantas formas de plagiarle su gesto. Seguramente me pide cuentas cansadas cuestiones de esas que surgen rebotan regurgitan, es esta. Es esta el agua. Es esta el agua de mi frente, vente. II Cascadas (de luz) Cascadas en este momento de muerte (voz) Están saliendo cerros, montañas de agua. Está saliendo y entrando el aire fresco. Latidos de lenguas que hablan a la vez kilómetros de distancia de una lengua a otra kilómetros acá. (Se cae en este momento se va resbalando como sudor. Olores de otras lenguas más olores de mucho tiempo atrás. Son otros cielos y otras nubes que escupo los estertores aúllo todo resuena). III Feroces orquestas miles de formas oro trono suspiros tejidos un llanto eterno parido hacia el Este no hacia el Oeste un llanto a goteras que irrumpe en sabores de lagos marinos de grupos de estrellas de corchos de sangre un llanto tremendo que ruge asfixiado chato inclemente un llanto un llanto que todo lo come que engulle reptando. IIII Salivas lenguas palabras un océano. Océano universal donde nada mi niño me mira mi niño de noche sagrado hacia dónde. (Estoy encima del agua encima de la tierra encima de cada una de todas las nubes). V Niñito, niñito ¿querías quedarte? Querías moverte salirte caerte. Niñito, niñito ¿qué es lo que tienes? Escuchas que salta que brinca que arranca. Escuchas ruedas pasar por encima escuchas que sale que baja un bosquejo escuchas venirse de nuevo a tu mano escuchas y escuchas que todo rellena escuchas al agua escuchas ayer.

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VI Me voy yendo Tierra soy Me diluyo en el lenguaje manchas de sonido tintes gráficos. Niñito, mi niño me voy, permiso, usted es mi lenguaje, desaparezco, por usted, en usted.

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PEQUEÑAS LIBRETAS DE LA PRIMAVERA (o el Espejismo del Sol)

Interescritura con Yaxkin Melchy (México, 1985)

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ARTE POÉTICA Pequeña Libreta. 0 [ Cuando se mueran los Arcoíris: El SOL ] [ Desaparecerá la radiación para ver el SOL más de cerca, más de cerca como a una montaña ] [ ¿Qué es la muerte? Un crayón que dibuja tu calavera pero la belleza es también eso ] [ La tristeza es su signo gramatical ] [ ¿Qué escribes? Una aguja entre los dientes ] [ Un SOL perdido, sólo perdido, muriéndose en el barro ] [ Hola muchacho mecánico, yo también vivo en un mundo de agua ] [ Hacer poesía, lo que se dice un intento ] [ Entre la maravilla y la amarilla vergüenza ] [ A los treinta años dejaré mi cielo a las mariposas, mis cabellos a las algas ] [ Este poema fue dedicado a las pequeñas galaxias de una fuente ] [ Cada palabra, cada objeto de la Realidad. Extraña la Locura ] [ Mi madre limpia una línea _______________________ ] [ Los borrachos son los niños nocturnos ] [ El muchacho tiene un pasado: Él es el invierno ] [ …tampoco puedo despertar del mundo ]

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EL ESPANTAPÁJAROS DEL MAR Pequeña Libreta. I [ ¿Qué es el mar? El sueño de un espantapájaros ] [ El cielo no existe, si lo miro el horizonte desaparecerá ] [ Velocidades a lo lejos, reflejos arriba y abajo ] [ Velocidad en una línea, geometría de gaviotas] [ Soy el Sol, estoy sobre una montaña de agua al revés ] [ La juventud dorada en la playa es Basura ] [ Sueñan cíclicos y hermosos ] [ Hito en su evolución:

((((((escuchan radio)))))]

[ ¿Hacia dónde van las gaviotas? En sus cabezas ] [El mar nunca sucedió, es una prisión encerrada en el agua y miro las líneas del horizonte y no existen ] [ Sigo el vuelo de los pájaros en la palma de mi mano] [ La realidad se acomoda al agua, en realidad la ficción es la imagen del agua ] [ Espiral concéntrica en el Sol] [ el Ojo del Cielo ]

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COPIA PIRATA Pequeña Libreta. OI [ Uno tiene el cuerpo después de la muerte y quizá después de escribir ] [ La muerte se ha ido de la novela y pasea sola en un espacio lleno de dientes ] [ El Romanticismo es mi Superman ] [ ¿Quién está aquí? preguntaba el crítico al niño del texto ] [ -Aquellos que beben del Sol porque mañana el Sol será otro- ]

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LA CIUDADELA ÍGNEA Pequeña Libreta. I0 [ Dos milenios duró la última hora] [ Ese letrero luminoso decía la verdad] [ Una estrella es una bomba celeste en el cosmos ] [ Las casas en el cielo están llenas de gaviotas ] [ … Durante el fin verán al Sol devorarse a este espantapájaros ]

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ESPEJO NEGRO (o el Túnel del Tiempo)

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EL CADÁVER EXQUISITO DE LA LENGUA (o No deseo yo ese don)

Interescritura Colectiva Iberoamericana

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I

Giramos alrededor de la noche y somos consumidos por el fuego como por un desfiladero de nieve, abrazados al rápido vaivén que nos destila el primer Arcoíris es de un tenue color morado y vino porque Dionisio era un queso perforado como mi amor. En los ojos de Dios millones de diamantes, el aire está sucio y nuestra saliva no lo conmueve frente a la Coatlicue las bocas travestidas han devorado látigos. Caminamos bailando sobre el deseo sin culpas, no hay por qué llorar sobre el semen derramado yo conozco a la casualidad la dura ley en globos aerostáticos, la vasta ley de ráfagas y éxodos; me hice oculto en esos [trechos, todas las espías yankees están envirusadas por el lesbianismo pentagonal. Los gestos cálidos del profeta Púrpura que reclama y fuerte su #12365: (Paidós)_greavot, la movilidad reducida en las neuronas desencadena cascadas de luz que alteran el sistema [y el individuo no percibe, imagina en el cuerpo ajeno, corpus, puerco, virus humano: ser luminoso...su propia luz lo ciega! Detrás de la ventana, la botella hecha memoria y mar y lejanía, incendios de flores en sombra arrasando las gargantas de los enamorados, mas yo estuve en los muelles de Barranco: di que no seremos manada. Hacen el amor como si estuvieran en el fondo del mar y se ríen de que allí el mundo sólo sea un desierto, hundiré mi vacío en la tierra para que sea fértil como atlánticos nocturnos latiendo a la velocidad del corazón en el calentamiento global [de las habitaciones. Voy a construir una ventana en medio de la calle para no sentirme solo, toda la ciencia de los muebles: siéntate: la silla es un laberinto de luces y sombras pero te golpea tu padre y hace ¡paf! la voz que el silencio escucha, y los poemas salen a volar por el ancho cielo y debajo del asfalto duerme nuestra madre explotada x un kabrón. Si lo mío es tan poquito para mi generación vivo en un callejón de La Libertad. Ese ojo que me cuida

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qué hacía solo en la ciudad de los muertos rodeado de ruinas y medusas corpóreas que se rinden ante las majestuosidades de un [destello se escucha, de fondo, un documental sobre el placer de los animales salvajes, de las gotas de vacío y tirones en el cuerpo. Yo ya soy un cadáver, pero con un poco de paja y mármol aceitoso, con un poco de [columna vertebral, con ojos como gradas, por eso escribo como si fuera un año de personas, voy rondando en cada paso la muerte, cual trashumante que agoniza y es que la forma de mi B existe sólo para decir tu nombre: Oh destilado mercurio que señalas la fiebre que me lleva! destina sobre cien cristales la razón la sombra pequeña del trabajo, las moscas de la casa me miran a los ojos esperando que emane algún licor (pero no [emano) y después de todo, las calles se cierran como libros que jamás habremos de leer. Leo con los ojos de ser una legión que recuerda los témpanos en donde yacen los condenados; he aquí que la luz se acerca como un cachorro tembloroso, intervalo del ahora; en la cabellera los soplos se disgregan el Gordo Kaxike y Los Tres Pistoleros Alegres. Andes comieron océano olvidos líticos que llovían aventura cadavéricos hacia la influencia porcina una mentira mas / quebrar el espejo donde mi mano se convierte en mi ojo y es cre(v)e. Vi en el arte del vidrio todas las vidas deformes de mi causa calcinada, fueron bacterias en [los desiertos de la memoria, nadie sabe que en realidad soy un hombre pues vago por la realidad como por un [escondite velan mis dientes el cadáver de mi lengua tampoco esta cama es una ofrenda literaria. Este poema es una revelación. II No hay palabras, compañero, ya sabes, una moneda es un dado de dos caras llevo meses sin saber si descubrí todas estas cosas en tus versos, o si en realidad siempre [estuvieron ahí, en bocanadas de risa me vuelvo tan normal y la normalidad me subvierte las llamas en las cabezas de los niños como recorriendo una pampa. Se cumple la profecía y derramo la tinta por los ojos, diluvio de la mano que escapa, imagen contraria a la mano, la mano que salva. La mano. El

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[diluvio toda verdad es un caos secreto para siempre. Abriré con mi lengua tu ataúd, lameré hasta el último hálito de muerte, vivirás como lajas que arden en el helado sueño ágil de nadie al brote de realidad a la deriva y yo queriendo devolverte el sismo sin tu mano o seno la potencia de tu céntrica jamaica españa cómo estaríamos ahora nunca enfermo ni afuera de la vida, quemando lo que habría de cadáver cuando el geógrafo renunciara a su centro. Corríamos ordenados como los ataúdes en las funerarias de la región mis caminos ignoran que no existen caminos con mis manos de anorexia pinté un siglo en una pared como nube de lluvia ácida dispuesta a entregarte mi veneno entrarme en tu cuerpo como entra la yerba en una vaca viudo súbito, o lo que la noche suprime como gotas de rocío abducidas y volando sobre todo lo que no existe ando sin dónde campanita de paria. Nos mantuvo la nicotina, despiertos, vivos, como un dulce calostro de humo, un plátano comiéndose a un mono, si tan solo tuviera el rastro, la estela del amor, el ojo de Dios sobre la nuca me dice, con una sonrisa que le corta la cara; las ideas se deterioran tan rápido como los cuerpos y el espíritu de este poema es su columna universal adónde dices que me llamas Lucila Godoy Alcayaga? no hay nada que decir, sólo palabras: a continuación el niño Dios. Pase a recoger su diploma. Mi corazón en llamas y la mitad de este pueblo bailando sin mí era una tarde de mayo, y la hierba se movía y se movía, el cerdo advirtió: soy tu país y soy tu séptima plaga que llegue el mediodía con un cántaro vivo piedra irreductible luz parturienta partitura cerda modela y punto y da la hora en el pétreo recinto bajo el que usualmente evitamos el destello para no morirnos con la enfermedad de la luz. Hijo, yo puedo cantar el himno nacional mordiéndome la lengua, pero tú naciste sin patria [y sin lengua y bajé entre las acacias a recolectar los barcos para el naufragio, vegetal y marino, savia [ardiente, buzo me sumerjo en la soledad llena de mi vientre un niño se asoma en la explicación del girasol idioma alternativo en bofetadas neuronales (donde los amuletos no existan para decir: [Norte) tengo fe en ser fuerte en la herencia de la vida astral.

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Os meninos queriam de verdade favores son favores dicen los libreros que no buenas razones, oh universo hinchado material radiactivo androide huérfano zumbido en la oreja [carraspeo vital en la punta de la lengua nada tiene que ver el amor con el amor. desde la ciénaga absurda de los instintos de la noche, sabré abrazarte cuando no tenga lazos con los que herirte es tarde es hora de regresar a la muerte. Tenía que decir esto no es lo que quise hacer contigo y con mi país pero ya ves, siempre he [sido un mentiroso, sacia la boca, un pequeño muñón interrumpido empiezo a creer en las casualidades porque se avecina la extinción de los crepúsculos y el rechinar de llantos y el tiempo no detiene sus maquinarias etéreas. Primero fue el verso, en último lugar están esas estrellas y la Galaxia (con rabia): 01001010010100100001010101110101010010 con la obligación de simular un ataque de apnea, los vecinos impactan al camarógrafo en [busca de atención. Los ratones caminan a ciegas por el filo de los libros, una santa de cartón una muerte burumbumbum por el ojo de mi aguja es difícil entrar en estas casas heróis homicidas violam as filhas a céu aberto y todo lo visible nunca existió. Dame de beber frente al muro / eructo del bajo reich mientras tu furúnculo ejercita su última pulsión. III Soy mi cuerpo, atrapado por partículas de otros cuerpos entonces pensarás que este poema se volverá pánico espera, espera que me levante quería decir tornado para ti, pero no sabía las palabras: parábola, tragedia del engaño y en la noche, los cerdos parecían ángeles kamikazes cayendo en picada sobre el fundido [en negro de los ojos de los verdugos el caballo arde a mil leguas de la muerte, libre bajo los negros arcoíris que pasaban al ritmo de cometas. No se me permitía hablar con el mariscal callao ni con los barcos que se fumaban. Entonces, que se incendien Lima, La Paz y Santiago y se los lleve el mar, surfearé las puertas que me tocas divina madera crestas altas algas piolas tersamente agreste tersamente agua coscachos malva clara

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[cerros en veneno cerros. Dos mil años de Historia no serán suficientes para borrar nuestra historia porque el tiempo es siempre el tiempo en que se calla o en que se canta; la metáfora que vislumbro en la tiniebla son ojos morados, ojos de hematoma que duelen que ven lo que nadie quiso ver detrás de sus montañas. El cadáver reparte sus gusanos para decir que la vida continúa -el estado espiritual (312) del mundo se transformó (1 -C) en un lobo [rodeado de serpientes de (z) plata¿cuántas veces se muerde la cola un perro antes de echarse a dormir?. Hundo mis manos en tu cálido pecho y cojo entre mis dedos tú húmedo corazón y esas manos entrelazadas son ahora una casa abandonada; el chelo se escuchó en la bóveda azulana las trompetas del apocalipsis son el susurro de Dios. Encima de las grandes urbes los espectros se dispersan la copa cae, una antena sustituye araucarias, la torre de metal da frutos y que el malsano te recoja; una vez te pedí que faltáramos al colegio para ir a suicidarnos los grandes hombres han comenzado a morir mucho hablaron del dolor, cariño, pero a mí es a quien le duele la indiferencia posible de estar vivo o muerto. Son dos manos que agitan el viento y me dicen que nos vamos a temblar voy a mear la mano hasta que se quiebre. Es el tiempo en que te humillan y te sacan los zapatos y te tratan como a una perra con el sonido de cosas que se buscan arrastrándose en el pasto llevo el tósigo mortal de cien culebras debajo de mi lengua tengo un manzano podrido adentro y sus raíces crecen desde siempre. Cielo y tierra se confunden, vuelan bajo los aviones mientras observan con desdén la [desidia humana en la nevada tanta / se hizo noche / oscura la blancura ya no hay deseos ni espectros. La luna, perla gigante en vaso del tedio, se muere, se revienta, la persiguen... nadie la alcanza más tarde que temprano los pétalos se unen al amanecer y la belleza no es bella, solo es una alegría común; una parte de mis oídos, bebe café en compañía de la máscara del silencio el chocolate no sabe hasta dónde llega su maldad. Celebremos el otoño del mundo que llegue el mediodía con un cántaro vivo

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sin tumbas las lenguas son cadáver de iguales huesos; nuestra historia es escrita por el ángel de luz, en una manera de epifanía, un devaneo mudo sobre labis lapial sale verso sin esfuerzo porque este cielo es muy perverso. Patria es un lugar tan lejano -exacto- construido por los ojos y de repente una frase que no encaja en ningún lugar o dibujar con el tufo la división de un epitafio: El esplendor se derrumba y no encuentra respuesta, pronto pronto, eso pasará pronto. Yo, que debajo de la lengua tuve un universo migratorio y mil poemas; hoy solo lloro estrellas, debajo de las sábanas de este mi futuro negro, como todo lo que nunca existió navegando a través de bestias emplumadas. Del ojo por su territorial sonrisa, abunda el caso. Yuxtaponer las miradas alrededor del eje [temático si quisiera el impacto y su guiño y un corredor penetrante me oteaba; eres un robot y caminas en hectáreas de mandarinas el imperio nacerá otra vez de esa estrella en ese lugar donde el loco mira a Sirio, donde un círculo sea sólo una pregunta: somos consumidos por el fuego y giramos alrededor de la noche.

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+ [N – 1] [o Lista de deseos para una nueva democracia]

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La “Dictadura” no se terminó con la salida del Tirano Visible. Continuó un proceso de Post (paraíso de los juguetes) y actualmente de Hiper (infierno de la seguridad). La Hiperdictadura reduce las libertades personales y sociales con su enfermiza obsesión por la protección y la vigilancia; Hiperdictadura (sujeción política), hipercontrol (cámaras de seguridad), hiperrepresión (abuso legal de poder) matan la relación libre y creativa de la comunidad en los espacios públicos e íntimos. No nos encierren en nuestras propias ciudades. La economía de mercado tiene agarrado del cuello a los enfermos, a los profesores y alumnos, a los agricultores, a los artistas, a los indígenas, a los homosexuales, a los pequeños comerciantes, a los refugiados, a los gestores culturales comunales, a los soñadores, a los que no quieren usar tarjetas. El libre mercado es un sueño americano convertido en una pesadilla chilena. La buena voluntad de los parlamentarios y la tecnología verde podrían rehabilitar la Tierra. La buena voluntad de los parlamentarios y una decidida campaña pública podrían crear hábitos ecológicos en los niños y jóvenes. La buena voluntad de los parlamentarios se demostraría si renunciaran a sus beneficios económicos y abrieran cupos ‘no políticos’ para que la sociedad civil esté verdaderamente representada en el Congreso. Esto es ecología social. Los combustibles derivados del petróleo intoxican a nuestra gente. Desenvenenar el país: el humo nos asfixia, la basura y los químicos de las industrias contaminan el agua y el aire. No olvidemos a los cisnes muertos, los ríos muertos, los cielos muertos, los niños y ancianos muertos. Limpiar la nación es tarea del gobierno, pero limpiarnos a nosotros mismos es tarea de cada día. Insistir en las medicinas no tradicionales en los servicios de salud pública y tener una previsión proporcional a las necesidades y no obligatoria. Como dice una machi: “las plantas son la farmacia de Dios”. Koliu Rayen para esos días de la mujer, Leliantu a los que se les muere el pajarito, Frokin para los que van camino a Pelequén, Trapi para las pasivas, Liglolkin para los que no pueden dormirse, Kalchakura para los sordos, Pelu para los huesos, Pengo para los borrachos. Aprobar las leyes que modernicen y democraticen el Estado, disminuir la injerencia de las minorías morales ortodoxas en cuanto a temas valóricos. Financiar canastas de alimentos para las familias más pobres. Dar a conocer de manera fraternal y humana la triste realidad de las enfermedades terminales. Construir servicios descentralizados de salud, arte y cultura, credos, etnias, organización social. El bienestar de una sociedad no sólo se logra con inyectarle recursos sino también con aprender a escucharla. Coordinar un Programa de emergencia para abaratar los costos de los tratamientos de las enfermedades terminales. Legalizar el derecho de las mujeres con respecto a su cuerpo. Permitir el cambio de nombre de los y las transgéneros para que dejen de

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ser humillados por su identificación civil. Ponerse en el lugar de ese otro, ponerse en sus pantalones, ponerse sus vestidos, ponerse su peluca y sus tacos, ponerse su bigote. Vivir en paz consigo mismo es vivir en paz con los otros. Apartar la influencia religiosa, no la espiritual que sí es necesaria, del arte, la educación y el derecho civil. Crear de una vez el Ministerio de la Cultura y las Artes y enseguida una Imprenta Nacional subvencionada, de calidad, libre y sin mafias. Aumentar los cabildos culturales para el desarrollo de la autogestión local. La cultura y el arte serán los que permitan seguir soñando. Le da oxígeno libre y creativo a la sociedad de mercado. Nos recuerda que somos humanos cuando ser humanos es creer en que mañana será un día mejor si lo queremos. La sexualidad no tiene nombres, es móvil, no es identidad fija sino circulación plena. Liberarla. Despenalizar la imagen pública de los drogadictos, los homosexuales, los inmigrantes, los pobres. Los políticos deben tener más contacto real con la gente. Reducir los millones que se gastan en la puerta giratoria de la justicia. La venta de anestesias orgánicas es un tema médico. Las enfermedades sociales son igual de urgentes que las otras, pues son silenciadas por los medios de comunicación y los malos gobiernos. Despenalizar la opción de fumar marihuana: sus ventajas terapéuticas son reales y es menos dañina que el tabaco; no monopolizar la venta de anestésicos orgánicos y propinar su cultivo en zonas agrícolas pobres. Confiar en la ternura y el delirio como vías de expresión libres y creativas. Terminar con el monopolio del amor que es puro mercado y rating edulcorante para las telenovelas de clase. Querer lo mejor para mi grupo, para tu grupo, para el grupo de los peruanos, bolivianos, ecuatorianos, palestinos, tibetanos, hermanos de mis hermanos, hermanos de mí. Reducir radicalmente los ingresos del cobre para las Fuerzas Armadas; reinvertir ese dinero. Los ex militares que son dueños de universidades privadas podrían tomar cursos de ética, de arte y de literatura. Incentivar con publicidad de calidad una dieta saludable y rica en alimentos sanos y naturales. Alertar sobre los reales efectos del consumo de carne y de grasas saturadas, pues aparte de ser un desastre ecológico es un desastre alimenticio. Prohibir los colorantes y preservantes como la Tartrazina y el Amarillo Crepúsculo pues está confirmado que producen cáncer y están en el 90% de lo que compramos en el supermercado. Reforestar con especies nativas las zonas rurales y devolverles más terrenos a las comunidades indígenas para que puedan sembrar y cosechar libremente. No exterminarlos, no criminalizarlos más. Un indígena siempre será el hermano mayor de un poeta.

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Establecer la noción de granjas urbanas para que cada familia pueda plantar sus propios vegetales en su jardín y así se reduce la manipulación de los precios de los alimentos de la tierra, pues son sagrados. Alentar el comercio internacional de tecnologías verdes en vez de los TLC que sólo hacen ricos a los más ricos y pobres a los más pobres. Iniciar programas regionales que incentiven la creatividad en todas las edades, se enseñen los derechos sociales que tenemos cada uno y que se asegure la libertad como voluntad suprema. Devolverle las ganas de vivir a los ancianos, a las mujeres solas, a los niños pobres. Una nación alegre es el Paraíso Terrenal. Incentivar a nivel de país el uso del reciclaje de la basura, de los desechos químicos, del papel y el cartón para potenciar instancias como editoriales cartoneras que usen material reciclado, artesanías en vidrio o plástico, etc. La metáfora del arte es convertir la basura de este mundo en belleza. Seamos todos artistas desde nuestro propio don. Mejorar las condiciones laborales de profesores de todos los niveles educativos, que se valorice su trabajo; premiar los buenos desempeños y los buenos resultados a escala de bienestar humano. Prohibir los uniformes y la separación de niños y niñas: afuera la vida no es así. Disminuir la importancia del dinero en la sociedad y fomentar formas de trueque. Devolverle el valor al cariño, la confianza, la amistad, la lealtad, la honestidad, la justicia cotidiana de las pequeñas cosas. Lo que más vale en cada ser humano es su don individual. Aceptar y reconocer no sólo los crímenes cometidos por los militares sino también las complicidades de los civiles y juzgarlos. Abrir los procesos contra todos tipo de criminales impunes y darle paz a los familiares de los asesinados políticos. También juzgar los delitos económicos en la Transición. Una justicia ciega y sin memoria es una forma de perpetuar el daño. Abrir los archivos históricos de dos siglos y repensar críticamente todo lo sucedido para aprender de los errores y renovar los aciertos y los logros en todo ámbito. El Bicentenario que queremos es una nueva herramienta para aprender a vivir en paz, libres y con justicia los próximos cien años. Enseñar a la policía a respetar a las personas según su edad, su género, su raza, su religión, su clase social, su salud; sólo así tendremos una nueva paz ciudadana y habrá menos delincuencia. Por último, comprometerse la derecha a respetar a la mayoría menos poderosa, a no querer imponer su moral y a recordar que el dinero sube y baja como el frío y el calor. Comprometerse la izquierda a escuchar nuevamente a la sociedad civil y no a los presidentes de sus partidos, a renovar su pacto con la justicia social, con la

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calidad de vida, a ser más progresista y sobre todo, pero sobre todo a forjar nuevos sueños para este nuevo siglo.

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NOTAS

LA VIDA MUERTA El poema “¿Porqué no me has abandonado?” es para Adriana Montecinos Freire, mi madre. El poema “Quiero que ese poema nazca muerto” es una reescritura a partir de La primera anunciación de Cecilia Podestá (1981). El poema “Una vez besé a un ángel” es una reescritura a partir de Teoría angélica de Jimmy Marroquín (1970). El poema “Las estrellas acariciadas” fue para Yaxkin Melchy. El poema “Testamento del viajero” es una reescritura a partir de La hija del carnicero de Vanessa Martínez, y es para Gabriela Hernández Montecinos, mi hermana. El poema “El santo oficio...” es para Giuliana Contini. El poema “Sub norte” es una reescritura a partir de Amastris de Róger Santiváñez (1956). El poema “Por ti me voy a peinar” es para Stella Díaz Varín. El poema “La madre del poema” es para las mujeres del taller Verbalia y Pedro Marambio en Iquique. El poema “El cielo para ti” es una reescritura a partir de Limbo para Sofía de Maurizio Medo (1965). El poema “Los libros” es para Rodrigo Gómez. El poema “Luz de niebla” es para Rodrigo Molina. El poema “Antes y después de la catástrofe” es para Walter Curonisy y Elvira Roca Rey. El poema “Un sueño, dos piedras, seis ojos” es para Miguel Coletti y Ljudevir Hlavnikov. El poema “Olvidando como desflorar una roca como una rosa” es una reescritura a partir de Aprendiendo a hablar con las sombras de Víctor Ruiz Velazco (1982). El poema “Una coda para el cielo” es una reescritura a partir de Horoskop de José Carlos Yrigoyen (1976). El poema “Mi bandera tiene más estrellas” es una reescritura a partir de Ludy D de Roxana Crisólogo (1966). El poema “Castigo y llanto” es una reescritura a partir de Sakra Boccata de José Antonio Mazzotti (1961). El poema “El silencio del paraíso incógnito” es una reescritura a partir de Heautontimoroumenos de Miguel Ildefonso (1970). TRAGA El poema “El fin de los elementos” es una reescritura a partir de Cuaderno de agua de Jorge Solís Arenazas (1981). El poema “Mis muñecas aún lloran” es una reescritura a partir de mama es una nave de Karen Plata (1986). El poema “Solo y loco, el agua” es una reescritura a partir de Piedrapizarnik de Sergio Ernesto Ríos (1981). El poema “Alteración y alteridad” es una reescritura a partir de Emötoma de Minerva Reynosa (1979). El poema “Acordarse de las venganzas” es una reescritura a partir de Estimado cliente de Rodrigo Flores (1977). El poema “El canto de las calaveras” es una reescritura a partir de Cabaret Provenza de Luis Felipe Fabre (1974). El poema “Engendro” es una reescritura a partir de Proble-mas (cosas) de Jessica Díaz (1974). El poema “Una semilla en el cielo” es una reescritura a partir de Apuntes para sobrevivir al aire de Rocío Cerón (1972). El poema “Fin sin muerte” es una reescritura a partir de Muerte sin fin de José Gorostiza (19011973). El poema “Primera noche” es una reescritura a partir de El reposo del fuego de José Emilio Pacheco (1939). El poema “Autorizado a la invisibilidad” es una reescritura a partir de La apuesta de Dora Moro (1969). El poema “El bosque de muros” es una reescritura a partir de El cielo de Ernesto Lumbreras (1966). El poema “Errata plumífera” es una reescritura a partir de Principio de incertidumbre de Jorge Fernández Granados (1965). El poema “Lenguas de cristal” es una reescritura a partir de Gangbang de Óscar David López

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(1982). El poema “La mente es sueño (el tiempo no existe)” es una reescritura a partir de La invención del mundo de Martín Camps (1974). El poema “Complejo del exceso” es una reescritura a partir de La resistencia de Julián Herbert (1971). El poema “La casa muerta de la muerte” es una reescritura a partir de Todas estas puertas de Amaranta Caballero (1973). El poema “Sol de piedra” es una reescritura a partir de Piedra de sol de Octavio Paz (1914-1998). El poema “Regreso del Ángel” es una reescritura a partir de Sus brazos labios en mi boca rodando de Sergio Loo (1982). El poema “Los tres estados del odio” es una reescritura a partir de Bestiario de Perro de René Morales (1973). El poema “Yo lo viví” es una reescritura a partir de cuando era hombre de Ámbar Past (1949). El poema “El robo de la noche” es una reescritura a partir de Vuelo México-Los Ángeles. Puerta 23 de Estrella del Valle (1971). El poema “Nieto de Dios” es una reescritura a partir de Los Alumbrados de Manuel Becerra (1983). El poema “Meteorito sagrado en la sangre” es una reescritura a partir de La droga de Aurelio Meza (1985). El poema “Perdido juicio” es una reescritura a partir de Los autos perdidos de Manuel de J. Jiménez (1986). El poema “Palitos de venganza” es una reescritura a partir de Physical graffiti de José Eugenio Sánchez (1965). El poema “Consejos de 1 discípulo de la poesía a 1 fanático del poder” es una reescritura a partir de Consejos de 1 discípulo de Marx a 1 fanático de Heidegger de Mario Santiago Papasquiaro (1953-1998). El poema “La noche de las luces en el cielo” es para Marvin García. RRIZOMAS El poema “Floto como hangar junto a otros trabajos mecánicos” es una reescritura a partir de Flota, hangares y otros trabajos mecánicos de Cecilia Romana (Argentina, 1975). El poema “Polizonte de hierro” es una reescritura a partir de Horizonte de perros de Felipe García Quintero (Colombia, 1973). El poema “Vestir a la Muerte” es una reescritura a partir de Matar a la bestia de Augusto Rodríguez (Ecuador, 1979). El poema “Resaca solidaria” es una reescritura a partir de Casa solitaria de Rosa Chávez (Guatemala, 1980). El poema “Zona 3” es una reescritura a partir de Suzuki 400 de Lalo Barrubia (Uruguay, 1967). El poema “El frío de sí” es una reescritura a partir de Finlandia de Claudio Burguez (Uruguay, 1969). El poema “De la ceguera de los cuerpos” es una reescritura a partir de De la mala memoria y el verano de Nelson Simón (Cuba, 1965). El poema “Un niño indio” es una reescritura a partir de Chicos índigo de Alejandro Méndez (Argentina, 1965). El poema “El cuadro del olvido” es una reescritura a partir de El círculo de la memoria de Lucía Estrada (Colombia, 1980). El poema “Timebomb” es una reescritura a partir de Hardware de Jessica Freudenthal (Bolivia, 1978). El poema “Velocidad” es una reescritura a partir de Distancia de Virna Teixeira (Brasil, 1971). El poema “Revelación en una caverna y otros nucleicos” es una reescritura a partir de Meditación en un laberinto y otros extravíos de Javier Romero (Panamá, 1983). El poema “Flecha de centauro” es una reescritura a partir de Rabo de perro de Pablo Benítez (Brasil, 1980). El poema “Super ghost” es una reescritura a partir de Underdog de Osdmar Filipovich (Bolivia, 1986). El poema “Filos de página” es una reescritura a partir de Hilos de cocuiza de Norys Saavedra (Venezuela, 1972). El poema “Son ruinas” es una reescritura a partir de Solares de Fabricio Estrada (Honduras, 1974). El poema “Bombardeo de lenguas” es una reescritura a partir de Parloteo de sombras de Damaris Calderón (Cuba, 1967). El poema “No apto para fascistas” es una reescritura a partir de No apto para turistas de Otoniel Guevara (El Salvador, 1967). El poema “Estragos del opúsculo” es una reescritura a partir de Los

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magos del crepúsculo de Wingston González (Guatemala, 1986). El poema “La muerte de los pedregales” es una reescritura a partir de El origen de los párpados de Mara Pastor (Puerto Rico, 1980). El poema “Sísifo-paragua-rombo” es una reescritura a partir de Ysypó-paraguay-rembó de Cristino Bogado (Paraguay, 1967). El poema “No importa me diste el veneno” es una reescritura a partir de No importa existe el viento de Silvia Piranesi (Costa Rica, 1979). El poema “Varonesa” es una reescritura a partir de Hamburguesa de moñai de Edgar Pou (Paraguay, 1969). El poema “Utopía” es una reescritura a partir de Urbania de Luis Reynaldo Pérez (República Dominicana, 1980). El poema “Monos en una jaula abierta” es una reescritura a partir de Poemas en una jaula de Faraday de César Eduardo Carrión (Ecuador, 1976). El poema “Delicioso soma” es una reescritura a partir de Delirium semen de León Félix Batista (República Dominicana, 1964). El poema “Alguien me sueña y me ve partir” es una reescritura a partir de Alguien me ve llorar en un sueño de Francisco Ruiz Udiel (Nicaragua, 1977-2010). El poema “El Cadáver Exquisito de la Lengua” comienza, y termina, con un palíndromo latino y luego los siguientes poetas agregaron un verso en el siguiente orden: I Paolo de Lima (PER), Yaxkin Melchy (MEX), Óscar David López (MEX), Gabriel Vallecillo (HON), Alan Mills (GUA), Aldo Alcota (CHI), Alejandra del Río (CHI), Josefina Jiménez (PER), Sergio Ríos (MEX), Cristino Bogado (PAR), Santiago Márquez (URU), Carlos Cociña (CHI), Gustavo Reátegui (PER), Waldo Leyva (CUB), Javier Díaz Gil (ESP), Róger Santiváñez (PER), Yanko González (CHI), María Inés Zaldívar (CHI), Otoniel Guevara (SAL), Nicolás Said (CHI), Miguel Ángel Zapata (PER), Pamela Romano (BOL), Tamym Maulén (CHI), Felipe García Quintero (COL), David Añiñir (CHI), Rafael García-Godos (PER), Omar Pimienta (MEX), Alfonso Freire (CHI), Marcos Arcaya (CHI), Javier Alvarado (PAN), Elena Medel (ESP), Andrea Jiménez (CHI), Leopoldo Lezama (MEX), Rainier Alfaro (SAL), Fernando Trejo (MEX), Ljudevir Hlavnikov (PER), Alex Piperno (URU), Amalia Gieschen (ARG), Luis Paniagua (MEX), Alexis Figueroa (CHI), René Morales (MEX), César Cortés (MEX), Timo Berger (ARG-ALE), Salomón Valderrama (PER), Elisa Rivara (CHI), José Molina (MEX), Vanessa Martínez (PER), Gustavo Barrera (CHI), Christian Formoso (CHI), Anita Montrosis (CHI). II Piero Montebruno (CHI), Aurelio Meza (MEX), Alexander Correa (CHI), Agustín Hidalgo (CHI), Roxana Miranda (CHI), Luis Manuel Pérez-Boitel (CUB), Danitza Fuentealzar (CHI), Miguel Ildefonso (PER), Marcos Canteli (ESP), Alberto López (SAL), Minerva Reynosa (MEX), Javier Norambuena (CHI), Marcelo Arce (CHI), Mario Zetino (SAL), Nérvinson Machado (VEN), Alejandra González (CHI), Óscar Cid de León (MEX), Alejandro Méndez (ARG), Reynaldo Jiménez (PER-ARG), Abril Medina (MEX), Alexis Donoso (CHI), Camilo Brodsky (CHI), Arnaldo Donoso (CHI), Luis Eduardo García (PER), Juan Pablo Huirimilla (CHI), Jessica Freudenthal (BOL), Julián Herbert (MEX), Diego Ramírez (CHI), Julio Serrano (GUA), Ignacio Elizalde (CHI), Enrique Falcón (ESP), Martín Barea Mattos (URU), Alberto Valdivia (PER), Pablo Paredes (CHI), Fabricio Estrada (HON), Soledad Aráoz (PER), Santiago Bonhomme (CHI), Vladimir Zambrano (ECU), Felipe Ruiz (CHI), Ligia Dabul (BRA), Nicolás Miquea-Cañas (CHI), Estela Lamat (CHI), Verónica Jiménez, (CHI),

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Paul Puma (ECU), Javier Cánaves (ESP), Jorge Díaz (CHI), Miguel Ángel Malpartida (PER), Nurit Kastelan (ARG), Martín Camps (MEX), Osdmar Filipovich (BOL), Mario Ignacio Pino (CHI), Camilo Herrera (CHI), Markos Quisbert (CHI), Carlos Vicente Castro (MEX), Edgar Pou (PAR), Sebastián Baeza (CHI), Maiara Gouveia (BRA), Ausías Navarro (ESP), Ezequiel D’León (NIC). III Aleyda Quevedo (ECU), Giancarlo Huapaya (PER), Alejandro Marré (GUA), Alejandro Tarrab (MEX), Julio Espinosa Guerra (CHI), Elma Murrugarra (PER), Miguel Coletti (PER), Cristóbal Ramírez (CHI), Paula Ilabaca (CHI), Víctor Ruiz (PER), Harold Alva (PER), Germán Rosati (ARG), Tulio Mendoza (CHI), Víctor Ibarra (MEX), Gabriel Woltke (GUA), Wilver Moreno (PER), Abraham Nahón (MEX), Mireya Zúñiga (CHI), Aurora Zúñiga (MEX), Alejandro Banda (CHI), Arianna Castañeda (PER), Edel Morales (CUB), Luis Méndez (GUA), Carlos Araya (CHI), Norys Saavedra (VEN), Victoria Guerrero (PER), Francisco Garamona (ARG), Lucy Chau (VEN), Manuel de J. Jiménez (MEX), Dira Martínez (VEN), Hernán Bravo Varela (MEX), Alma Karla Sandoval (MEX), Diego Tejada Gamboa (CHI), Jocelyn Pantoja (MEX), Andrea Cote Botero (COL), Guillermo Castellanos (COL), Dora Moro (MEX), Enrique Falcón (ESP), Alejandra Proaño (ECU), José Campollo (GUA), Mario Muñoz (CHI), Luis Alberto Bravo (ECU), Rocío Cerón (MEX), Alexander Ríos (COL), Sergio Alfsen (CHI), Rodolfo Häsler (CUB), Fabián Darío Mosquera (ECU), Pablo Bromo (GUA), Alonso Herrera (VEN), Eduardo Fariña (CHI), Virginia Lucas (URU), Inti García (MEX), Juan José Rodríguez (ECU), Esteban Zabib (CHI). + [N-1] El poema “Lista de deseos para una nueva democracia” es para el Presidente de Chile.

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DEDICADO A

E. V., peruano, último clarividente de la poesía latinoamericana, que renovó el género poético, es decir, las matemáticas, la lógica, la filosofía, el misticismo, etc. con su monumental Ética, ahora llamada Splendor, que está conformada por Monte de goce, Taki Onqoy, Angelus Novus (dos tomos) y Albus. También con sus ensayos El motor del deseo, Sociedad para la liberación de las rosas, El modelo del teorema: Curso de Matemáticas para Ciberpunks, El cambio del milenio, La síntesis metaquímica, Apología pro totalidad: Ensayo sobre Stephen Hawking, El análisis de la poesía: Introducción a la cienciasofía, entre varios otros.

R. E., uruguayo, brillante, autor de Performance, un crisol interminable de su alucinada y lúcida obra, como lo son Arte Andrógino, Fuera de género, entre otros. También Ave roc, Yo era un brasa y Cono de plata.

M. A. B., brasileña, fabuladora, ficcionalizadora, loca maravillosa, creadora de La orden secreta de los ornitorrincos, Rapsodia para cuerpo (Teoría de conjuntos), Novela suvenir y La creación del mundo.

Todos estos libros también están publicados en el Cielo.

DEBAJO DE LA LENGUA corresponde al Libro Segundo de ARQUITECTURA DE LA MENTALIDAD

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Sólo el enorme talento de Héctor Hernández Montecinos ha podido construir un libro como La Vida Muerta cuando el Conversacionalismo parecía atravesar sus estertores finales. He aquí que -quien es probablemente el mejor dotado entre los jóvenes poetas chilenos de hoy- consigue conmovernos con un fraseo terriblemente coloquial en su atropellada dicción sobre el tema de un amor conflictivo y radical propenso a la destrucción de todos los conceptos establecidos posibles. Ningún ícono queda en pie ante la blietzkrieg hernando-montecina. Ni el amor ni el odio. Ni las convenciones ni las rebeldías sociales. En HH la vitalidad de su escritura se inmiscuye en la coloquialidad y la desbroza, extrañamente presentándonos un nuevo y rotundo tono. ROGER SANTIVÁÑEZ

Traga se compone de una serie de estímulos al goce textual y a la reflexión por igual. Es un texto de frontera: a veces de un lado, a veces del otro –del lado de allá o del lado de acá de la poesía siempre es poesía la verdadera poesía. La obra de Héctor Hernández Montecinos tiene algo de iluminación –juega con la iluminación-, tiene algo de alucinación –juega también con esa pérdida de control-, tiene algo de visionario en el sentido de colocación de lo ya sido en un adelante que no dista mucho de este presente. Podría decirse que, paradójicamente, convierte el presente en visión. Pero no una visión de paisaje, objetual, perspectivista: una visión de las entrañas de un tiempo, este tiempo que se vive ahora. Admirable en su valentía la escritura de Héctor Hernández Montecinos practica su propio ritual de tiempo, fénix de sí mismo. EDUARDO MILÁN

Héctor Hernández Montecinos ha alcanzado antes de los treinta años una poesía gestual, de largo aliento, que tiene un brillo especial, brillo que proviene sin ambages de una voluntad de desgarramiento en el poema. No es confesionalismo sino un estado de atravesamiento que desborda, en su caso, la poesía (incluyéndola). Después de tantas admoniciones y prohibiciones, al fin un poeta, un mutante, cuyo pensar en voz alta no reniega de su estar inspirado. Pues aquí en Rrizomas el realismo es bien otro: capacidad de aunar dimensiones e involucrar la inscripción en un proceso continuo, con el solo imán o destino de múltiple filo en lo intenso. Alegría y furor. Suscitación del entusiasmo. Y es en este sentido somático-anímico que HH es un poeta de lo sagrado. Y convocar lo diosadentro, en tiempos de pasiones tristes, no deja de ser acción micropolítica. Decir para soltar la escucha, esa escurridiza materia de desarraigo, con palabras que atraviesan la carne y recirculan. REYNALDO JIMÉNEZ

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