De tiburones y atunes: Apuntes sobre el léxico español de la inmigración ilegal

October 9, 2017 | Autor: Marco Kunz | Categoría: Migración, Lexicología, Migraciones y comunicacion, Léxico Español Actual
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Descripción

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de las horas, y los días de paisaje se poblaban cle paisaje y de país, de lenguaje y de palabras. Aún veo en el cielo aquel lo que el aire dibujaba sobre el linazo de mis ojos con un sonido de agua que era color de otro cielo y era rumor de otra agua. Aún veo en el cielo aquel cigüeñas en espadañas y es que estamos al revés: tú, en Suiza; yo, en España.

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Codo

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He agotado el espacio a disposición, pero no he llegado al fin. Seguiremos con el asunto en un número próximo de Hispanorama, en el que trataremos más a fondo el concepto de emigración cultural. Haúá, varias entrevistas a profesores-creadores (Germán Gullón, Gonzalo Navajas, Víctor Fuentes, Masoliver Ródenas, entre otros). Y tomarán la palabra algunos estudiosos y teóricos de la literatura de, sobre y desde la emigración.

Hoy hemos preparado el terreno y pulsado algunos acordes: la melodía ya nos la han ofrecido los creadores.

(inédito, julio de 2003)

Sólo tenemos que querer escucharla,

Marco Kunz

De tiburones y øtunes: Apuntes sobre el íéxico español de la inmigrøción ílegal

Como consecuencia de las grandes migraciones humanas entran en contacto comunidades culturales e idiomas diferentes. Del contraste y la mezcla surgen muchos fenómenos lingüísticos interesantes, como el bilingüismo y plurilingüismo o la formación de lenguas criollas, y también se observan manifestaciones lingüísticas de prejuicios xenófobos y racistas (términos despectivos tanto como estrategias verbales y retóricas más sutiles de marginación y discriminación del "otro"), Nace con las migraciones la necesidad de denominar las nuevas realidades mediante un léxico específico que incluye neologismos, préstamos y acepciones figur4das de palabras ya existentes. Aparte de la terminología desarrollada por las ciencias humanas, la lengua coloquial conoce numerosos nombres (no sólo peyorativos) dados a los diversos tipos de inmigrantes o emigrantes por los autóctonos de los países de recepción u origen, y a los habitantes de estos países por los recién llegados o los que se han marchado, La creación de profesiones y actividades directamente relacionadas con la emigración (v. gr. el tráhco ilegal de hombres, el control policial o Ia asistencia social) se reflejan también en el léxico. Mientras que abundan los trabajos sobre contactos lingüísticos y el uso discriminatorio de la lengua, el léxico de Ia migración nunca ha sido estudiado sistemáticamente. El ámbito hispánico se ofrece por excelencia para una investigación lexicológica de este campo, debido á la importancia de la emigración en el mundo hispanohablante, que en las últimas décadas ha adquirido dimensiones dramáticas en dos zonas geográficas: las fronteras entre México y EE. UU. y el mar que separa Europa de África. El estudio de este léxico en España e Hispanoamérica constituyó uno de los vertientes del proyecto , realiza-

do entre 2000 y 2002 en la Universidad de Neuchâtel, del cual se publicaron los primeros resultados en un libro titulado La inmigración en la literatura espaííola contempordneat. Ahora bien, quien crea que el trabajo de Inés d'Ors que abre el volumen, , venga a colmar de un modo satisfactorio la laguna, se verá decepcionado, pues lo que se presenta al lector se parece más a una antología de citas que a un estudio lingüístico serio. En lugar de analizar de manera competente los términos realmente interesantes, la autora confunde la lexicología con el coleccionismo de palabras y abulta su trabajo con numerosos ejemplos textuales a fin de documentar el empleo, siempre en relación con la emigración o inmigración, de palabras comunes y corrientes de la lengua española que resultan totalmente irrelevantes en un trabajo sobre este léxico específico, ya que no se han creado por el influjo de los desplazamientos humanos masivos ni han adoptado nuevos sentidos en el contexto migratorio. ¿Cuál es, p. ej., la pertinencia lexicológica de términos como camión, camionero, furgoneta, sobrepeso, deriva, zozobrar nauJiagio, aho gado, asfixia, agotamiento, de shidratac ión, cad tiv e r aulopsia, cunsancio, quenndura, desnutricirjn, etc., todos ellos enumerados en el subcapítulo bobre ? ¿Pertenecen realmente al léxico de la emigración palabras como aduaneros, agentes, maderos, murallas, nxuros, rejas, helicópteros, prismtiticos, anreojos, linternas, vídeos, robctts, sensores, nalla de cilambre, etc. (cf. el subcapítulo )? Indudablemente, las,frãses allí citadas tienen algún valor informativo e ilu.stran la realidad de la emigración, pero el interés de su referencialidad no implica en absoluto su relevancia para un estudio lingüístico. La generosidad que muestra la autora cuando se trata de incluir palabras en su coryus no se

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ve acompañada por la profundidad en el análisis, sino al contrario: los comentarios del material expuesto son parcos y a menudo inexactos o incluso incorrectos. Por eso tampoco nos contentamos con sus frecuentes promelìas de volver a tratar el tema más detenidamente en publicaciones futuras: en su estudio Ilaman la atención, entre otras carencias, la formulación imprecisa de los comentarios, la falta de conciencia metodológica, la superficialidad en la interpretación de los ejemplos, la insuficiencia de la documentación alegada y de la reflexión sobre el status de las palabras citadas respecto al léxico español estándar (p. ej. su pertenencia a un registro determinado, la frecuencia de uso, la motivación estética y estilística de su empleo ocasional no representativo), y también la omisión de numerosos términos de este léxico de la emigración que debería conocer. Algo que Ie interesa particularmente a la estudiosa es lo que llama el léxico de las mafias, y podemos suponerla bien informada en la materia, ya que en julio de 2001 presentó una ponencia sobre el tema en el Congre-

so de la Asociación Internacional de Hispanistas en Nueva York. Por esto no sorprende que en el capítulo respectivo se atreva a hacer más comentarios que en otros, pero al mismo tiempo extraña mucho lo que dice. Me propongo en estos apuntes presentar materiales y reflexiones sobre este léxico específico y analizar críticamente lo poco que la señora d'Ors afirma sobre algunas palabras - y lo mucho que ignora sobre éstas, y también sobre otras de cuya existencia no parece haberse entera-

do - que designan a los emigrantes clandestinos (atún, harraga, etc.) y a los pasadores que les ayudan a cruzat ilegalmente la frontera española (atunero, harague, rai's, patero, etc.).

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como en otras lenguas ("Hai" en alemán, "requin" en francés, "shark" en inglés, etc.) se suele asociar con crímenes y conductas despiadadas en los negocios. La Real Academia brinda una acepción figurada de la palabra tiburón: "persona ambiciosa que a menudo actúa sin es-

crúpulos y solapadamente" (DRAE 2001: 2l7l); en la jerga de la bolsa un tiburón es el "que se apodera de las acciones de una empresa", y en el argot de la marginación el ictiónimo designa a un "proxeneta de homosexuales" (Sanmartín Sáez 1998: 799). A estos usos se ha añadido en España, por una extensión semántica fácilmente comprensible, el sentido de 'pasador de inmigrantes ilegales': "El traficante-tiburón, [...], relajado por la suerte de no tener que volver en patera, [...]" (García Benito 1999: 68); "¿Es un tiburón, uno de esos que cobran por cruzaÍ a la gente en pateras?" (Muñoz Lorente

20Ot:147).

Al tiburón voraz

se opone el atún devorado. Este nombre metafórico, que se les da a veces a los inmigrantes clandestinos, me servirá para ilustrar algunos de los reparos principales que tengo en cuanto a la manera cómo la estudiosa mencionada interpreta los (en general escasos) ejemplos de su corpus. Leemos al respecto en su : "En el Norte de África se ha extendido la denominación atún para designar a aquellos que tratan de cruzar el Estrecho de Gibraltar; al intento de alcanzar las costas españolas en embarcaciones de fortuna se le conoce como ir de atwtes" (Ors 2002: 57).

Esta afirmación se funda en nada más que dos citas de

novelas españolas recientes, Las voces del Estrecho (2000) de Andrés Sorel y Ramito de hierbabu.ena (2001) de Gerardo Muñoz Lorente:

liburcnes y otunes Las personas que ejercen las diversas actividades relacionadas con la emigración ilegal reciben a menudo nombres que no pertenecen a una jerga especial, sino simplemente a la lengua corriente, lo que puede ser un indicio de la falta de términos más específicos o de la ignorancia de éstos por parte del hablante (o mejor dicho, la fuente escrita, ya que todos los ejemplos que citaré provienen de textos literarios o periodísticos): no sorprende que se denomine reclutador o intermediario a los agentes o ganchos que buscan a los candidatos a la emigración y/o establecen el contacto entre ellos y las mafias del tráfico de personas, encabezadas por un capo,y es normal que se llame "pasador" o "pasante" a los guías encargados de ayudar a los inmigrantes clandestinos a cruzar la frontera. Más atención que este léxico poco interesante merecen los empleos metafóricos de palabras ya existentes y los neologismos y préstamos. El tiburón, debido a su peligrosidad y voracidad, es un pez que tanto en español

"[...] Conozco a un hombre que te ayudará acruzar el Estrecho>. Se limpió una lágrima, intentando sonreír. sa 1994: 25). "Podía decirse, pues, que Sharif ela rico, si bien su fortuna estaba aún muy lejos de la qLrc habían arnasado otros viejos zri,r" (Muñoz Lorente 2001:219).

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"No obstante, tarnbién se suele atribuir mayor peri_ cia a los rnis (pilotos) de ese paso maírimo;, (Téllet

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Blancornelas, en 1963 los aduaneros mexicanos de Ti_ juana encontraron en un coche de un contrabandista

2001: tt9).

Cabe señalar además que es ya la segunda vez que se forma una palabra iberorrománica a partir del árabe clá_ sic-o ra'ís: desde finales del siglo XIII, el castellano

/ gall. ctrrai.r) designaba al "caudillo; patrón de embarcación; jefe de ciertas labores" (Coniente 1999:226), palabra usada en el Siglo de Oro por autores como Cervantes o María de Zayas en el sentido náutico que el Diccionario de Aulo_

unos pollos completamente chamuscados por el calenta_ miento del motor:

arrciez o urro(ya)7. (ca:. arrttix, por,,

ridades define como "Patrón ò Maestro de Gabana, bar_ co, ù otra embarcación" (Aut. 1990: s.v.), y que la última edición del DRAE registra todavía en tres acepciones:

dijo , rccordando al chevroletitõ con las aves chamuscadas. Desde entonces así les dicen.

Y a los que les guían y cobran paÍa cÍuzar la frontera llevándolos entre matorralei, veredas, montes, íos, canales, desiertos y cuanta ruta sea po-

"arráez. (Del ár. hisp. arróyis, y esre del ár. clás. ra'ís, jefe). m. Caudillo o jefe árábe o morisco. ll 2.

Capitán de embarcación árabe o morisca. ll 3. Jefe de

sible" (Blancornelas 2000).

todas las faenas Que se ejecutan en la almadraba', (DRAE 200t:2o9).

El hecho de que los relatos sobre la inmigración

hículo. Llamó a los periodistas de ambos lados fron_ terizos. Fotógrafos y camarógrafos captaron a los empaquetados y frustrados indocumentados. Alguien

en

pateras usan el arabismo moderno muestra que la forma antigua, aunque formada a partir del mismo étimo y con

un sentido marinero semejante, ha caído en desuso y que el español actual toma la palabra directamente del árabe hablado por los inmigrantes magrebíes.

De polos y poferos Aparte de expresiones metafóricas y arabismos, en_ contramos también términos de origen latinoamericano en el léxico peninsular relativo a la inrnigración. Como en México el cruce ilegal de la frontera estadounidense tiene una tradición mucho más larga que la inmigración

Se non è vero, è ben trovato, En cuanto a "patero", que es seguramente la expresión más rara de las tres2z,

tenía originalmente un sentido muy específico: "pateros" eran los contrabandistas y los pasadores que en pequeños barcos llevaban a los emigrantes a la orilla nor_ teña del Río Grande2t, como podemos leer, p. ej., en dos textos publicados en la época de la gran braceriada (que duró de 1942 a 1965), en la que, aparte de los miles de

mexicanos quc iban a EE. UU. con un contrato laboral firmado en su país, rnuchos intentaban su suerte por Çuenta propia:

"- No hay noche - añadió - que no pesquen algún ahogado en el río. Los l6-X-2OO2l: www.lolimes.com/-

news/speciols/ enrique,/esponol/lo-espJifthsoniooct0ó_smuggler._ slory.

"Como resuliodo del móximo eslodo de olerlo que se decreló en lo fronlero, los cruces en los puenles inlernocionoles se hon hecho

rio.com. mxl I 609200

des en lo protección de los fronteros": Lo Provincio (Los polmos),

/ Edi¡oriol,/ Edi-3. hf m. En México, liene que hoberse usodo en lo "coyote" 'ó 'posodor de emigronles ilegoles glo posodo, puesto que en oque el "slong" norleomericono en el

25-ll2OO2: www.ediloriolprensoconorio.es,/periodicos,/ I / 2OOZ-

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02-25/ or¡iculo2642.html; "Si el 'poterismo'eligió iniciolmente

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comino de Andolucío es porque ése ero el mejor: hobío cerconío y conÌoclos, hobío conocimienlo de los coslos ondoluzos y hobío 'potrones' dispuestos o orriesgorse": ibidern.

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elrodo en of illegol t.

DRAE 2OOI reg islro "coyole" y "pollero", pero no "potero", que tompoco he podido enconlror en otros diccionorios, exceplo en el Diccîonorio del espoñol chicono de Golvón ,/ Teschner 11994l¡, que lo define como "smuggler (esp. one usi ng smoll rofts polos - Ìo smuggle goods ocross lhe Río Gronde)" (p. 89, s.v.)

z! "On the Texos,/Mexicon border ot the Rio Gronde ond Rio Brovo, smugglers ore known os becouse the roft used to konsporl lhe oliens ocross lhe rivers is o cpolo> {duck)": www. dcf pd. org

/ 2}O}semi¡or / McWhirterPorrisRupp.

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www. loprensohn.com/noto ¡c/

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De los escosos eiemplos que he enconlrodo, el mós ,'ontiguo" es de septiembre de 'l 998 (o seo, medio siglo posterior o mis eiemplos mexiconos| y oporeció en un lexlo Je Ántonio Montero Moreno, Arzobispo de Mérido-Bodoioz: "Hoblemos del frocoso mós frecuenle y comprensible, cuol es lo obslrucción del desemborco por los fuerzos espoñolos de seguridod, que obligon o los pot+ ros o poner proo, o todo gos, de nuevo hocio Morruecos,,

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moio4.htm

drid, uno o simulocro del poso del Estrecho, con lo que se pretendío denuncior el dromo que sufren los personos in-

migrontes que quieren llegor

o

Espoño,'f

www.prensomuier. com,/00090ó,/nocionoll.htm); "El delito lo puedes tener tu por fomentor y h de poteros, no hecho ni dos oños le un peine. Los molos royos que vo ho de

mof¡os

y emigrontes del pote

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ros/ qnovorro /bock,/menso ies23. html; los foltos de orlog rofío son

del originol).

Bibliogrofio

(www.christusrex.org/wwwI / comino/co9-ó-9Lhtml). Cf. tom-

bién Téllez (2001|: 26, 101, I19, ls5, tZB, tBO, lB4. Tétlez mueslro un porticulor inlerés por el léxico de lo emigroción y uso numerosos sinónimos, por eslo el mexiconismo "pofero,' le venío de perlos poro hoblor de los poteros. ¡¡ Sobre "poleron, cf. el copítulo en mi libro Juon Goytisolo. Metóforos de lo migroción, Modrid: Verbum, 2003, sobre todo pp.238 -242. 3t "Mós de 800 inmigronles irregulores llegoron en obril o los costos conorios o bordo de poteros, lo moyorío de Nigerio, Ghono y Sierro Leono y, ohoro, filipinos, los primeros osiólicos que llegon por eslo vío. [...] En los dos díos que hon tronscurrido del mes de moyo, son ó8 los polerislos, ent sy siete morroquíes, que hon sido delenido Seguridod del Estodo cuondo llegobon o (E/ Mundo,3-V-2000). r¡ José Antonio Vero,
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