De noble cuna. La heráldica en piedra de los marqueses de los Vélez y sus allegados en los antiguos reinos de Murcia y Granada (actuales provincias de Murcia y Almería), Revista Velezana, 32 (2014), pp. 82-119 (with Raimundo A. Rodríguez Pérez, J. A. Martínez, J. L. Ruz and J. D. Lentisco)

September 14, 2017 | Autor: J. Henarejos López | Categoría: Nobleza
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Descripción

De noble cuna La heráldica en piedra de los marqueses de los Vélez y sus allegados en los antiguos reinos de Murcia y Granada (actuales provincias de Murcia y Almería) Para la provincia de Murcia:

Raimundo A. Rodríguez Pérez, José Antonio Martínez Martínez y Juan Francisco Henarejos López Universidad de Murcia

Para la provincia de Almería:

José Luis Ruz Márquez Coordinación:

José D. Lentisco

La heráldica pétrea de los marqueses de los Vélez y sus cónyuges se representa con asiduidad en la mayoría de los edificios públicos o religiosos levantados a expensas de la casa señorial en sus antiguas posesiones de los viejos reinos de Murcia y Granada, para que quede memoria a perpetuidad de la estirpe que fundó dichas construcciones. En este caso se trata de una de las piedras armeras que decora la fachada principal del templo del Convento de San Francisco, luego (1882) de María Inmaculada, donde se representa la simbología de la estirpe de Fernando Joaquín Fajardo Requesens Toledo (1635-1693), VI marqués de los Vélez, y de segunda mujer, su prima Isabel Rosa de Ayala Fajardo (1669-1717), adornado con volutas y un extraño rostro como de gigante, ambos protectores de la orden franciscana. (Foto: José D. Lentisco Navarro).

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a fuerza de la sangre tuvo en otros tiempos más importancia incluso que la riqueza material. La pertencencia a una familia superaba en ocasiones el valor de los bienes. En una sociedad estamental donde cada cual venía al mundo etiquetado dentro de una determinada clase social, el linaje era valorado más que el propio individuo. Si se trataba de la clase noble, su rancia estipe debía quedar plasmada en sus escudos heráldicos, a través de cuya simbología se podían conocer sus antepasados. Motivo de orgullo y distinción social, las armas de la nobleza debían fijarse en lugares principales de sus edificiaciones o fundaciones para conocimiento general y perpetua memoria. Casi todos los marqueses de los Vélez (ya fueran Fajardo, Villafranca o Álvarez de Toledo) y su extensa parentela y/o allegados se preocuparon de que sus armas figurasen en las construcciones erigidas en sus estados. Como resultado de aquella pervivencia medieval, hoy hemos heredado una considerable cantidad de escudos heráldicos en piedra fijados en capillas, castillos, mesones, tercias, almazaras, lagares, casas, fuentes, etc, situados en varias poblaciones de los antiguos reinos de Murcia y Granada (actuales provincias de Murcia y Almería) donde los marqueses o bien eran señores territoriales y, por lo tanto, tenían la obligación y el derecho de administrar sus estados, o bien ocuparan cargos civiles o militares relevantes en alguna ciudad, tuvieran intereses mercantiles, existieran mansiones de su propiedad o fundaciones religiosas bajo su patrocinio. Desde Revista Velezana, con la ayuda inestimable de autores y fotógrafos, hemos hecho un esfuerzo de coordinación para mostrar la imagen y una breve explicación de cada una de las piezas heráldicas localizadas en varias poblaciones: ciudad de Murcia y sus pedanías (Espinardo, Alquerías, Aljucer y La Alberca de las Torres), Molina de Segura, Mula, Alhama, Librilla, San Ginés de la Jara (Cartagena), Cehegín y Mazarrón; Vélez Blanco, Vélez Rubio, María, Oria, Cantoria, Albox y Cuevas del Almanzora.

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La actual Región de Murcia (antiguo reino de Murcia)

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a Casa de los Vélez fue la única familia aristocrática del reino de Murcia, de ahí su importancia como patronos y mecenas de obras civiles y religiosas, en las que colocaban sus armas. En total, la actual Región de Murcia conserva 73 escudos pétreos de los Fajardo y sus parientes. 53 de esos escudos pertenecen a la rama principal del linaje, es decir, a los marqueses de los Vélez y sus consortes; conservándose en Murcia, Cartagena, Mazarrón y sus antiguos señoríos (Mula, Alhama de Murcia, Librilla y Molina de Segura). Sin duda, existieron más, por ejemplo el que presidía el desaparecido palacio del marqués de Villafranca y los Vélez en Murcia, erigido en el siglo XVIII. La mayoría de blasones datan de tres coyunturas: el primer tercio del siglo XVI, época de esplendor de la Casa con el I marqués de los Vélez; el primer tercio del XVII, cuando el IV marqués se establece en Mula; la segunda mitad del XVIII, cuando el X marqués renueva diversos edificios y visita sus estados. 20 escudos son de ramas segundonas del linaje Fajardo, emparentadas con la oligarquía de la ciudad de Murcia (Tenza, Santa Cruz, Dávalos, Balibrea). Todos estos escudos, salvo uno ubicado en Cehegín, se encuentran en la capital y su huerta. Corresponden al siglo XVII, que es cuando estas familias convierten sus mayorazgos en señoríos jurisdiccionales e, incluso, reciben títulos nobiliarios como el marquesado de Espinardo. Todo blasón está considerado BIC por la legislación vigente, ahora bien, si no se conserva el edificio para que el que fueron concebidos pierde todo su sentido. Incluso si el inmueble, o bien el entorno urbano o rural donde se encuentra, está degradado, su valor queda muy mermado. Por desgracia, muchos de los monumentos que se analizan a continuación se encuentran en grave estado de abandono.

Aportaciones de fotografías: Chencho Ruiz Arrés (Almería-María), Asociación HUERMUR, Juan Gutiérrez García (Mula), Eduardo Sánchez Abadía (Lorca), Pedro Ballesta Gómiz (Murcia), José D. Lentisco Navarro (Granada), Juan S. Calventus (Mazarrón), José Guerrero (Cuevas del Almanzora), Asociación “Somos Albojenses” (Albox), Dietmar Roth (Vélez Blanco), Andrés Carrillo Miras (Cantoria). Aportación de textos: Enrique Fernández Bolea (Cuevas) y Miguel Martínez Castillo (Lorca).

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Armas de los Chacón y Fajardo sostenidas por ángeles en el interior de la capilla de los Vélez de la catedral de Murcia. (Foto: Raimundo A. Rodríguez Pérez).

I. Ciudad de Murcia y su entorno Capilla de los Vélez (Catedral) FECHA: 1491-1507. ESTILO: gótico final y renacentista. En el exterior aparecen

cuatro escudos con las armas de los Chacón Fajardo terciados a la valona, con yelmo y lambrequines, dos de ellos lobulados, siguiendo cánones góticos; el escudo central, sostenido por dos salvajes, sólo muestra las armas de los Chacón. Mientras que en el interior hay varios tipos de blasones, en el acceso y sobre los arcosolios que rodean el altar aparecen con láurea renacentista; en los arcosolios están sostenidos por dos ángeles; cubriendo la bóveda de dichos arcosolios y en la parte más alta de la capilla no presentan bordura ni timbre alguno. Siempre Chacón con preeminencia, recordando al fundador de la capilla, de ahí su presencia en el primer y tercer cuartel, frente a Fajardo, relegado al segundo y cuarto cuartel. Este verdadero despliegue heráldico consta de veintinueve escudos: cinco en el exterior y veinticuatro en el interior.

Armas de los Chacón y Fajardo con orla vegetal en el interior de la capilla de los Vélez de la catedral de Murcia. (Foto: Pedro Ballesta Gómiz).

Escudo de los Chacón sostenido por tenantes en el exterior de la capilla de los Vélez. (Foto: Pedro Ballesta Gómiz).

ARMAS DE LOS CHACÓN: escudo cuartelado. Primero y cuar-

to de azur, con una flor de lis de oro. Segundo y tercero de plata, con un lobo andante de sable. ARMAS DE LOS FAJARDO: en campo de oro, tres rocas de su

color, puestas en faja sobre ondas de mar de azur y plata, sumada cada una de una rama de ortiga de siete hojas, de sinople. DESCRIPCIÓN DEL EDIFICIO, USO PRIMITIVO Y ACTUAL: ubicado entre la plaza de los Apóstoles y la calle Oliver de la ciudad de Murcia. Es una capilla funeraria destinada a enterramiento de los adelantados del reino de Murcia, bajo la advocación de San Lucas. Edificada por don Juan Chacón Alvarnaes y su primogénito, don Pedro Fajardo Chacón (I marqués de los Vélez desde 1507), en la girola de la catedral de Murcia, en la nave de la Epístola. Obra magna del gótico final, siendo la capilla más amplia y monumental del edificio, de autor anónimo, aunque tiene como precedentes inmediatos las capillas de don Álvaro de Luna, en la catedral de Toledo, y la del Condestable en la de Burgos. Destaca por su compleja decoración vegetal y heráldica en el interior, que contrasta con la desnudez del exterior, quizá por el hecho de ser unas obras que quedaron inacabadas a favor del castillo de Vélez Blanco

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Armas de los ChacónFajardo en el exterior de la capilla de los Vélez.

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ESTADO DE CONSERVACIÓN: bueno, tras diversas restauraciones. Especial daño ha causado la humedad al paramento inferior de la capilla, alcanzando al menos cuatro metros de altura y deshaciendo la sillería primitiva. Armas de los Fajardo en una pila de Santa Clara, Murcia. (Foto: Raimundo A. Rodríguez Pérez).

(1506-1515). Bajo la bóveda estrellada de diez puntas, una inscripción de enormes letras góticas dice: “Esta obra mandó hazer el mui magnífico señor don Iuan Chacón, adelantado de Murcia, señor de Cartagena, acavóla su hijo don Pedro Fajardo, marqués de Véliz, adelantado de Murcia, año de mil e quinientos e siete a quince de otubre”. En el exterior destaca la gran cadena pétrea y tres arcos de medio punto. Los dos laterales están vacíos, mientras que el central acoge a dos salvajes que sostienen el escudo de los Chacón (precedente de una fecunda tradición heráldica en Murcia), rodeados de una inscripción y tres vierias, que aluden a la condición de trece de la Orden de Santiago de don Juan Chacón. Más arriba varios blasones que combinan Chacón y Fajardo y una estatua del apóstol Santiago. El edificio es ajeno al resto de la arquitectura catedralicia, rebasa la altura de las naves del templo y se expande fuera de su perímetro, lo cual ocasionó pleitos ya que ocupaba parte de la vía pública. Los enfrentamientos de los dos primeros marqueses de los Vélez con la oligarquía murciana y su expulsión tras las Comunidades, así como el frustrado intento del primer marqués de enterrarse en el altar mayor de la catedral, hizo que los Fajardo fuesen sepultados en Vélez Blanco. Primero, en la iglesia de la Magdalena y, después, en la parroquia de Santiago. Sin embargo, se supone que sus restos serían trasladados a su capilla murciana, aunque se desconoce en qué momento. Los testamentos del tercer y sexto marqués aluden a su voluntad de enterrarse en esta capilla, junto a sus antepasados. La decoración inacabada (arcosolios seguramente destinados a sepulcros, retablos...) fue completada en el siglo XVII con cuadros de Francisco García, Lucas Jordán, una mesa de altar italiana; también se exponían pendones tomados a agermanados valencianos. La capilla fue usada en el siglo XVII como sede de los capítulos de la Provincia franciscana de Cartagena, bajo patronazgo del IV marqués de los Vélez. Actualmente sirve de capilla-sagrario, desplazando por sus mayores dimensiones a la vecina capilla del Corpus. Acoge misas diarias y expone el Monumento durante la celebración de la Semana Santa.

Real Monasterio de Santa Clara FECHA: finales del siglo XV. Quizá uno de los blasones pé-

treos más antiguos de los Fajardo. gótico final. Se trata de un pequeño escudo inserto en una antigua pila de agua bendita adosada a uno de los muros de la zona de clausura, en el acceso al coro viejo, actual Museo de Santa Clara. La pila sólo tiene copa, decorada con gallones que recuerdan a las conchas marinas, en una tradición muy frecuente en el Medievo. Carece de fuste y basa.

ESTILO:

DESCRIPCIÓN DEL EDIFICIO, USO PRIMITIVO Y ACTUAL: este blasón está relacionado con la presencia de varias mujeres del linaje Fajardo entre la comunidad de monjas clarisas, a fines del cuatrocientos. De hecho, el patronazgo de Leonor Manrique, esposa del adelantado Pedro Fajardo Quesada, supuso una época de esplendor para el monasterio en el último tercio del siglo XV. A iniciativa suya vinieron dos abadesas de su propia familia -la casa condal de Paredes-, procedentes del monasterio palentino de Calabazanos. En este período se acometieron obras de importancia como el claustro gótico-mudéjar y el coro alto. Una de las hijas del adelantado y doña Leonor, Catalina Fajardo, profesó en este cenobio, destino de damas de otras ilustres familias (Pacheco, Calvillo, Verástegui). El monasterio se había fundado por iniciativa de la Corona de Castilla, sobre terrenos del antiguo alcázar seguir o menor musulmán, ubicado extramuros de la ciudad, con apoyo de Pedro I el Cruel, en 1365 (si bien las clarisas llegaron a Murcia un siglo antes). En siglos venideros los Fajardo seguirán protegiendo a la orden franciscana tanto dentro como fuera de sus señoríos. El actual conjunto monacal es uno de los edificios más singulares de la ciudad, con restos islámicos, góticos y barrocos, expuestos en un museo que ocupa parte de la antigua clausura. ESTADO DE CONSERVACIÓN: malo, no se conserva el remate

superior del escudo y apenas se intuye la rama central de ortiga. Falta la hoja superior de las otras dos ramas de ortiga. La labra es tosca y la humedad derivada de su función primitiva tampoco ha debido ayudar a su conservación.

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Armas de los Saavedra, Fontes, Fajardo y Albornoz en Murcia. (Foto: Pedro Ballesta Gómiz).

Casa de los Saavedra FECHA: segunda mitad del siglo XVII. ESTILO: barroco. El balcón principal, con un frontón curvo decorado con pilastras, acoge tres escudos. En el remate superior, uno timbrado con coronela, que presenta las armas de los Saavedra y los Fajardo, con bordura de ocho castillos, enmarcado por volutas. A ambos lados, dos escudos iguales, con las armas de los Saavedra sobre cartela de cuero recortados, timbrados por yelmo con penacho. El escudo esquinero, con corona y volutas, llama la atención por la cruz de Calatrava, que alude al hábito que ostentaba el primer dueño del inmueble. Los cuatro cuarteles acogen las armas de: 1. SAAVEDRA: en campo de plata, tres fajas ajedrezadas de

gules y oro, en cuatro órdenes, cargada cada una de otra faja de oro, rodeado por una orla de gules con ocho aspas de oro. en campo de plata, tres fajas de azur, cargada cada una con tres flores de lis de oro; orla de oro con ocho aspas de sable.

2. FONTES:

3. FAJARDO: ya descritas. 4. ALBORNOZ: en campo de oro una banda de sinople. DESCRIPCIÓN DEL EDIFICIO, USO PRIMITIVO Y ACTUAL: palacete barroco perteneciente a una de las familias más relevantes de la oligarquía murciana, que tenía su enterramiento en el altar mayor de la parroquia de San Pedro,

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donde aún blasonan las armas de Saavedra en el retablo dieciochesco. Muestra la clásica división en tres plantas de la arquitectura señorial del Barroco murciano: entresuelo (patio, caballerizas), primera planta (residencia de los propietarios) y segunda planta (cámara, estancias para sirvientes). Lo mejor conservado es la portada en piedra y columnas de mármol, con frontón curvo, además de la llamada torre del Duende, en realidad caja de escalera del edificio, en su lateral izquierdo. Se ubica en la calle Rambla, intramuros de la antigua ciudad medieval, siendo la calle que marcaba el inicio de la judería (entre los barrios de San Lorenzo y Santa Eulalia). El inmueble se construye tras la catastrófica epidemia de peste de 1648, a iniciativa del regidor don Gregorio Saavedra Fontes, sobrino del escritor y diplomático don Diego Saavedra Fajardo. En el siglo XIX los herederos de los Saavedra se deshacen del edificio, que pasa a ser sede del Colegio de Ingenieros de Minas, colegio de monjas y, desde finales del siglo XX, Colegio Mayor Azarbe, perteneciente a la Universidad de Murcia. Acoge también exposiciones temporales, cursos y conferencias. ESTADO DE CONSERVACIÓN: bueno, tras la restauración que

lo convirtió en residencia universitaria y evitó su ruina, si bien alteró notablemente el interior del inmueble, aunque manteniendo los volúmenes y estética barroca en el exterior, pintado de color ocre.

Palacio de Almodóvar FECHA: primer tercio del siglo XVII e inicios del siglo XX.

manierista. Escudo esquinero de los Santa Cruz Fajardo, sobre cartela de cueros recortados que muestra cuatro cuarteles: cruz de Calatrava en campo de plata; en campo de oro, tres rocas de su color, puestas en faja sumada cada una de una rama de ortiga de siete hojas, de sinople (alteración del apellido Fajardo, pues no aparecen las ondas de azur y plata); un castillo con llamas por ventanas y troneras en campo azur; un águila en campo de gules. Está rodeado por una bordura con la inscripción “AVE MARIA GRATIA PLENA DOMINVS TECVM”. En fotografías antiguas se observa que el mismo escudo, de pequeñas dimensiones y hierro, se ubicaba en la parte inferior de la reja del balcón principal, hoy desaparecida. ESTILO:

El escudo muestra las armas de los Santa Cruz, incluyendo como segundo cuartel las de los Fajardo. La inclusión de éstas hace que desaparezca la cruz de Calatrava en el cuarto cuartel, tal y como se refleja en los Discursos Históricos de Cascales.

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Escudo de los Santa Cruz y Fajardo en el palacio de Almodóvar, Murcia (Foto cedida por HUERMUR).

DESCRIPCIÓN DEL EDIFICIO, USO PRIMITIVO Y ACTUAL: edificio manierista, de principios del siglo XVII, que, tras la restauración de 1908, sólo conserva originales la portada y el escudo descrito. Destacan los salvajes tenantes con maza que presiden el balcón principal, sin sostener el blasón familiar, aunque con el adorno de un mascarón en la ventana superior. La puerta es un arco de medio punto adornado con sillares labrados al estilo de punta de diamante. De autor anónimo, se ubica en una las zonas más importantes del casco antiguo de Murcia, al final de la calle Trapería y junto a la plaza de Santo Domingo (antigua del Mercado) y el convento barroco de los dominicos, ya extramuros. El edificio fue construido por don Jerónimo Santa Cruz Fajardo, descrito por Cascales como regidor de Murcia, caballero de la Orden de Alcántara, corregidor de Laredo, Zamora, Trujillo y Málaga, señor de la Peñeta Negra. Hijo de Álvaro Íñiguez de Santa Cruz, también regidor oriundo de Burgos, y de Constanza Fajardo, hija de Rodrigo Fajardo (general de la costa de Almería) y Elvira Bernal. Muestra la relevancia de diversas ramas del linaje Fajardo, parientes lejanos de la casa de los Vélez, entre la oligarquía murciana durante la Edad Moderna.

En el siglo XVIII Toribio Martínez de la Vega añadió el arco de Santo Domingo, que comunicaba el palacio con el altar mayor de la capilla del Rosario, mediante un complejo esviaje. Ello daba carácter privativo al patronazgo de los condes de Almodóvar, que dan nombre al edificio, sobre la Cofradía del Rosario, permitiéndoles dirigirse a sus tribunas sin salir a la calle. En 1908 fue prácticamente reedificado, acogiendo la sede del Gobierno Civil y la Comisaría de Policía de Murcia. Actualmente es de propiedad privada, en sus bajos acoge comercios y, en las plantas superiores, oficinas y viviendas. ESTADO DE CONSERVACIÓN: bueno.

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Armas de los Santa Cruz, Fajardo, Bernal, Dávalos y Vázquez en la torre del Rincón de Almodóvar, Murcia. (Foto: Pedro Ballesta Gómiz).

Torre del Rincón de Almodóvar (Alquerías) FECHA: siglos XVII-XVIII.

escudo manierista (primer tercio del siglo XVII) y casa-torre barroca (siglo XVIII). Blasón sobre cartela de cueros recortados y cinco cuarteles: Santa Cruz, Fajardo, Bernal, Dávalos, Vázquez, rodeados de una bordura con la inscripción “AVE MARIA GRATIA PLENA DOMINVS TECVM”.

ESTILO:

1. SANTA CRUZ: cruz de Calatrava en campo de plata. Sim-

plificado, pues no aparecen los otros tres cuarteles: castillo con llamas, águila y, de nuevo, cruz de Calatrava. en campo de oro, tres rocas de su color, puestas en faja sobre ondas de mar de azur y plata, sumada cada una de una rama de ortiga de siete hojas, de sinople.

2. FAJARDO:

3. BERNAL: escudo mantelado: 1.º en campo de oro, una

tao de gules; 2.º en campo de oro, un roque de gules; y en el mantel de oro, un lebrel de sable manchado de plata; bordura de plata con quince banderolas de colores. Parece una versión simplificada, pues sólo se perciben el lebrel y el roque. 4. DÁVALOS: en campo de azur, un castillo de oro. No está

la bordura componada de cuatro piezas de gules y oro. 5. VÁZQUEZ: en campo de oro, seis roeles de azur. No apa-

rece la bordura de gules con ocho aspas de oro. es una de las casas-torre más importantes de la huerta de Murcia, donde la mayoría han desaparecido o están en

DESCRIPCIÓN DEL EDIFICIO, USO PRIMITIVO Y ACTUAL:

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muy mal estado. Se ubica en el Rincón de Almodóvar, al que ha dado nombre, entre las pedanías murcianas de Alquerías y Los Ramos. Destaca su airosa torrecilla, con ventanas de arco de medio punto, a modo de linterna o palomar, tan característico de las alquerías murcianas. Debajo, tres cuerpos construidos en materiales sencillos: ladrillo, mampostería y revoco de yeso. Su airosa simplicidad evoca el Barroco dieciochesco murciano. Debía estar estucada en llamativos colores, que se han perdido. Sobre el balcón de la primera planta se conserva el escudo manierista con las armas descritas. Puede aludir al matrimonio formado por Jerónimo Santa Cruz Fajardo y Juana Bernal Dávalos. O bien a su hijo Jerónimo Santa Cruz Fajardo Bernal Dávalos. Según el Licenciado Cascales, este último fue bautizado en la murciana parroquia de San Juan el 12 de febrero de 1589. Obtuvo el hábito alcantarino en 1625. Fue deán de la catedral de Astorga y oficial del Tribunal del Santo Oficio de la Inquisición. La muerte de su hermano Pedro, caballero de la Orden de Malta, sin descendencia, hizo que la herencia familiar recayese en el hijo de su hermana Constanza: Alonso Lázaro de Monreal, familiar del Santo Oficio de Murcia. Con el tiempo, los condes de Almodóvar recibirían el patrimonio de los Santa Cruz Fajardo, conservando los blasones antiguos y reedificando la hacienda huertana, destinada a controlar la producción agrícola y, en caso de inundación, servir de refugio a los colonos de las tierras circundantes. ESTADO DE CONSERVACIÓN: regular, pues se trata de un in-

Armas de los Santa Cruz, Fajardo, Bernal, Dávalos y Vázquez en la iglesia parroquial de Ntra. Sra. de los Dolores en Aljucer. (cedida por HUERMUR).

Armas de los Balibrea en la iglesia parroquial de Ntra. Sra. de los Dolores en Aljucer. (cedida por HUERMUR).

mueble en desuso y que necesita una restauración. Con todo, es uno de los mejores ejemplos de casa torre que quedan en la huerta de Murcia, junto a la de los Alburquerque (Aljucer), la del Reloj (Puente Tocinos) o el palacete de la Seda (Santa Cruz).

ARMAS DEL ESCUDO DE DOÑA CONSTANZA:

Iglesia parroquial de Nuestra Señora de los Dolores (Aljucer)

2. FAJARDO: ya descritas, si bien las tres ortigas presentan

FECHA: siglos XVII-XVIII. ESTILO: manierista los escudos (primera mitad del siglo XVII) y barroco la iglesia (siglo XVIII). ESCUDO: partido, con las armas de los Santa Cruz Fajardo

y Bernal Dávalos, sobre cartela de cueros recortados. Se ubica a la izquierda de la fachada de la iglesia parroquial. A la derecha se conserva otro escudo, de iguales caracerísticas, de los Lázaro Balibrea. Pertenecían al matrimonio formado por Pedro Lázaro Monreal Balibrea y Constanza Santa Cruz Fajardo Bernal Dávalos. Don Pedro era hijo de Alonso Lázaro Monreal y Luisa Balibrea Pagán; doña Constanza, del dueño del palacio de la ciudad de Murcia, Jerónimo Santa Cruz Fajardo, y de Juana Bernal Dávalos. La oligarquía murciana situaba sobre los inmuebles de sus haciendas huertanas (casas torre, ermitas, molinos) sus blasones. En Aljucer se conservan otros buenos ejemplos, como las ermitas de los Alburquerque y los Poyo.

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ya descritas, pero ahora se incluyen los tres cuarteles (cruz de Calatrava arriba, castillo con llamas y águila abajo) en uno solo, manteniendo la bordura con la inscripción “AVE MARIA GRATIA PLENA DOMINVS TECVM”.

1. SANTA CRUZ:

no siete hojas, sino once cada una. Y desaparecen las ondas de azur y plata. 3. BERNAL: en campo de oro, una tao de gules y un roque

de gules; en el mantel de oro, un lebrel de sable manchado de plata; bordura de plata con quince banderolas de colores. en campo de azur, un castillo de oro, con bordura componada de cuatro piezas de gules y oro, que aquí se han ampliado hasta veinticuatro. También llama la atención que la torre se asiente sobre ondas de mar, algo que tampoco corresponde con la heráldica descrita por Cascales.

4. DÁVALOS:

ARMAS DEL ESCUDO DE DON PEDRO: 1. LÁZARO: una

torre y un dragón a la puerta, encima de la torre un pelícano que se sangra el pecho para alimentar a sus hijos. Bordura con ocho roeles, no descrita por Cascales.

un lebrel de plata con collar rojo, chapas y cadena de oro en campo verde.

2. BALIBREA:

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Armas de los Dávalos, Rocamora, Ayala y Fajardo en la antigua casa del Capellán en la Alberca de las Torres. (Foto: Raimundo A. Rodríguez Pérez).

DESCRIPCIÓN DEL EDIFICIO, USO PRIMITIVO Y ACTUAL: hasta

el segundo tercio del siglo XVIII existía en este lugar una pequeña ermita dedicada a San Lázaro, en alusión a la familia hidalga que la erigió, cuyos escudos que se reintegraron en la nueva fábrica. Pero al elevarse a parroquia aneja de Santa María de Murcia se construyó un nuevo templo, de mayores dimensiones, si bien mantuvo como titular a San Lázaro hasta fines del siglo XIX, cuando fue sustituido por la Virgen de los Dolores. Entonces la efigie del santo se trasladó a la hornacina de la fachada, que se encuentra vacía. El actual edificio es muestra típica del Barroco murciano del siglo XVIII. Fachada y torre son de ladrillo y mampostería. La torre se corona con una cúpula de forma piramidal curva. La fachada destaca por el movimiento de su cornisa, con líneas rectas y curvas, y un frontón partido inacabado, encima del cual hay una ventana (a cuyos lados están los escudos) y más arriba la citada hornacina. En el interior una sola nave, cubierta con bóveda de cañón y lunetos, así como capillas laterales comunicadas entre sí. La decoración pictórica de sus cubiertas imita modelos rococós como el del convento las Anas de Murcia. En las pechinas de la cúpula están pintados los cuatro evangelistas. Entre su patrimonio mueble destacan la Dolorosa del imaginero aljucereño Juan González Moreno, que la realizó en 1952 para sustituir a otra de Roque López, destruida en la Guerra Civil. También conserva un Nazareno del mismo autor. ESTADO DE CONSERVACIÓN: bueno, aunque se han perdido

algunos remates de las cartelas de cuero recortados y la labra un tanto tosca y deteriorada impide diferenciar los elementos heráldicos del apellido Bernal. La iglesia fue restuarada en 1976, aunque las obras de mejora han continuado hasta inicios del siglo XXI.

Antigua Casa del Capellán (La Alberca de las Torres) FECHA: siglo XVII. ESTILO: manierista. Escudo sobre cartela de cueros recortados y timbrado por coronela. Su leyenda reza así: “FUNDÓ LA CAPELLANÍA DE ESTA VILLA Y MANDÓ HACER ESTA CASA EL ILMO. FREY D. PEDRO DÁVALOS MAZA Y

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ROCAMORA GRAN CASTELLÁN DE AMPOSTA, CONDE DE LA GRANJA, SR. DE ESTA VILLA DE LA ALBERCA DE LAS TORRES, DE LAS VILLAS Y VARONÍAS DE MOXENTE, NOVELDA Y CASTILLO DE LA MUELA &. AÑO 1685”. En sus cuatro cuarteles muestra las armas de: 1. DÁVALOS: ya descritas.

en campo de azur, un roque de oro sobre una roca que emerge de ondas de agua de azur y plata, superado de un ramo de moras, y acostado de dos flores de lis de oro.

2. ROCAMORA:

3. AYALA: en campo de plata, dos lobos de sable, puestos

uno sobre el otro; bordura de gules con ocho aspas de oro. 4. FAJARDO: ya descritas.

El escudo presenta las armas de los primeros señores de La Alberca, a inicios del siglo XVII. Estos Dávalos casaron con distintas ramas del linaje Fajardo a lo largo de varias generaciones. Catalina Dávalos se desposó con Juan Fajardo Silva, hijo del I marqués de los Vélez, siendo su hijo Gonzalo nombrado, en 1649, I marqués de San Leonardo. El hermano de doña Catalina, Gabriel Dávalos Agüera, señor de La Alberca y Ceutí, casó en primeras nupcias con Luisa Fajardo, hija de su tío Juan Fajardo, señor de Montealegre. Tras enviudar, casó con Catalina de Ayala, con quien tuvo dos hijos: Gabriel Dávalos, casado con Violante Rocamora y Maza, hija de Juan Rocamora, señor de La Granja (Orihuela); y Diego Dávalos. DESCRIPCIÓN DEL EDIFICIO, USO PRIMITIVO Y ACTUAL: ubicado en un moderno bloque de viviendas de la calle Mayor, junto a la iglesia parroquial del Rosario. El primitivo inmueble era la casa del capellán, erigida en 1685 por Pedro Dávalos Maza Rocamora, III conde de La Granja. La Alberca de las Torres surge en el siglo XVI junto a la torre de los Dávalos. Fue llamada así por la gran alberca y las altas torres propiedad del señor del lugar, don Gabriel Dávalos. Los poseedores del mayorazgo edificaron en 1613 una ermita dedicada a Nuestra Señora del Rosario. En 1629 la Alberca de las Torres pasaba a convertirse en villa de señorío al comprarla don Gabriel Dávalos a Felipe IV. La ermita, que contaba con pila bautismal desde 1635, se quedó pequeña, por lo que se decidió la construcción de un templo, concluido en 1666. Años más tarde, al nuevo templo se le anexionó una capellanía.

Estado de conservación: bueno, aunque descontextualizado en un edificio moderno. La piedra grisazulada del cercano Valle, con que está hecho el escudo, impide distinguir bien en las imágenes los motivos heráldicos labrados en él.

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Armas de los Fajardo en una de las ventanas del palacio del Marqués de Espinardo. (Foto: Raimundo A. Rodríguez Pérez).

Palacio del Marqués de Espinardo (Espinardo) FECHA: primer tercio del siglo XVII. ESTILO: manierista. Existen dos escudos de los Fajardo. Uno de pequeñas dimensiones, es el único de la fachada principal que aparece timbrado con corona marquesal (los demás aparecen sobre cartelas de cueros recortados). De traza muy tosca, apenas se intuyen las tres ortigas, muy esquematizadas hasta casi confundirse con las rocas en que se asientan. Enmarcado por una sencilla moldura, flanqueada por dos esferas. Se sitúa sobre la puerta del actual garaje, que debió ser entrada a las caballerizas. En la fachada que daba al antiguo jardín del palacio, actual patio del colegio, se conserva otro blasón de los Fajardo, más grande y de mejor factura, situado bajo guardapolvos, timbrado con corona marquesal y con los extremos flordelisados de la cruz de Calatrava, en alusión al hábito del I marqués de Espinardo. Esto denota que el edificio pudo construirse -o al menos acabarse- en torno a 1627, año en que recibió el título nobiliario.

El escudo más grande, sobre la puerta principal es el de los Tenza, que aportaron el señorío de Espinardo, con jurisdicción desgajada del concejo de Murcia desde 1615. En las demás ventanas de la primera planta se sitúan pequeños escudos del resto de familias que conformaron el patrimonio de esta casa, es decir los antepasados del primer marqués de Espinardo. De derecha a izquierda de la fachada son: Fajardo, por el padre del I marqués de Espinardo (don Luis); Guevara, por su esposa (doña Leonor); Tenza y Pacheco, por su abuelo materno (don Alonso); Arce y Orozco, por el hermano de su abuelo materno (el canónigo don Juan); Cascales, por su abuela materna (doña Aldonza). en campo de oro, tres rocas de su color, puestas en faja sobre ondas de mar de azur y plata, sumada cada una de una rama de ortiga de siete hojas, de sinople.

1. FAJARDO:

2. GUEVARA: sobre fondo de gules cinco panelas de plata

puestas en sotuer. en campo de plata dos calderos jaquelados de gules y oro, con dos bocas de sierpe de sinople a cada lado. La orla de dos órdenes de escaques, también de gules y oro.

3. PACHECO:

4. TENZA: tres peras con sus ramos y por orla ocho aspas.

En el zaguán existen otros dos escudos pétreos de los Tenza, idénticos, sobre cartela de cueros recortados y con dos pequeñas cabezas infantiles en su parte superior e inferior, a modo de adorno.

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Armas de los Fajardo en el interior del palacio del Marqués de Espinardo. (Foto: Raimundo A. Rodríguez Pérez).

Armas de los Tenza en la portada del palacio del Marqués de Espinardo. (Foto: Raimundo A. Rodríguez Pérez).

en campo de gules, un puente de plata, bajo el que corre un río; el extremo diestro del puente, acaba sobre unas peñas de su color, y sobre él una torre de plata, y en el centro del puente un ciprés de sinople.

5. ARCE:

6. OROZCO: en campo de plata, una cruz de gules cargada

con cinco aspas de oro y cantonada de cuatro lobos de sable mirando al centro del escudo. Bordura de gules con ocho aspas de oro. en campo azur nueve cabezas de oro de adormidera, orlado con ocho escudetes rojos con media luna de plata en cada uno.

7. CASCALES:

fue el mejor ejemplo de villa nobiliaria del antiguo reino de Murcia. Aquí situó Polo de Medina su obra Academias de Jardín (1630), en referencia a la academia artística y literaria que acogían los marqueses, que alojaban en él antigüedades, como el altar romano procedente de Cartagena, que les regaló el obispo Sancho Dávila (hoy en el Museo Arqueológico de Cataluña). Quizá sea el edificio solariego más antiguo de cuantos quedan en la Huerta de Murcia.

DESCRIPCIÓN DEL EDIFICIO, USO PRIMITIVO Y ACTUAL:

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Conserva la fachada, de dos plantas y torreón en la esquina, que alternan ventanas rematadas por frontones curvos y triangulares, así como varias estancias interiores de altos techos con revoltones. La escalera, con una hornacina que alberga una escultura de la Virgen y azulejería, fue rehecha en la década de 1990 imitando la primitiva construcción. En la segunda planta destacan tres balcones, sobre todo el central (corrido), con rejas idénticas a las del piso inferior, de forma abalaustrada. El ladrillo es el material predominante, reservando la piedra a la puerta de acceso (con pilastras que muestran decoración geométrica que alterna óvalos y rectángulos), escudos y frontones. La otra fachada, hacia el patio interior, muestra el mismo diseño que la principal, con dos plantas; en la superior los seis balcones tienen frontón triangular, destacando en el centro el escudo del marqués; mientras que en la inferior llama la atención un reloj de sol. En el patio cabe señalar una especie de columna pétrea, rematada por un capitel corintio (quizá procedente de algún yacimiento romano como Monteagudo, que era señorío de la Casa de Espinardo), la cual muestra decoración heráldica rococó muy deteriorada en su parte baja. Los blasones acogen las armas de los Vera (con el lema Veritas vincit), Saurín y Galtero, que aluden a los novenos marqueses de Espinardo, del siglo XVIII. Don Juan Fajardo Tenza, a quien Cascales dedicó sus famosos Discursos Históricos (1621), recibió de Felipe IV el título de vizconde de Monteagudo en 1626 y, un año después, el de marqués de Espinardo. Era señor de dichas localidades, así como Ontur, Albatana y la mitad de Ceutí. Reunió la herencia de varias familias oligárquicas murcianas sin sucesión. Sin embargo, el título era el premio de la corona a sus leales servicios militares y a los de su padre, el famoso almirante Luis Fajardo, hijo bastardo del II marqués de los Vélez. Él también fue almirante, así como capitán general de Galicia y de la flota del Estrecho, miembro del Consejo de Guerra y comendador de Montachuelos en la Orden de Calatrava. Casó con su prima Leonor Fajardo de Guevara, única hija que sobrevivió a su tío don Diego Fajardo y Córdoba, hermano menor del III marqués de los Vélez. Su hermano primogénito, Alonso de Tenza, fue gobernador de Filipinas, donde murió sin herederos. La Casa de Espinardo fue la segunda surgida en el reino de Murcia, tras la de sus parientes mayores. La pérdida de varonía le hará recaer en manos de familias como los Vera, Zúñiga y Guevara. Desde 1949 pertenece a las monjas de Nuestra Señora de la Consolación, que regentan el colegio homónimo, ampliado en la década de 1990. Se ubica en el inicio de la calle Mayor de Espinardo, antiguo Camino Real de Murcia a Madrid, frente a la parroquia de San Pedro Apóstol. Si bien los marqueses tenían su enterramiento en el altar mayor del convento agustino de Murcia (actual parroquia de San Andrés). ESTADO DE CONSERVACIÓN: bueno.

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Armas de D. Antonio Álvarez de Toledo, X marqués de los Vélez, en Molina de Segura. (Foto: Domingo Beltrán Corbalán).

II. Marquesado de los Vélez en el reino de Murcia MOLINA DE SEGURA Antigua tercia de Molina de Segura FECHA: segunda mitad del siglo XVIII. ESTILO: rococó. Escudo de don Antonio Álvarez de Toledo

y Pérez de Guzmán, X marqués de Villafranca y los Vélez, realizado en piedra arenisca y con unas dimensiones de 60 x 45 cm. Es el único resto material importante del señorío de los Fajardo sobre la antigua Molina Seca. Timbrado con corona marquesal y orlado por el collar de la Orden del Toisón de Oro. Está terciado en faja y partido. En torno al escudo aparecen catorce banderas acoladas con las insignias de los Álvarez de Toledo, linaje de cuya rama principal (la casa ducal de Alba) surgieron otras ilustres como la de Villafranca del Bierzo (por matrimonio con los Osorio Pimentel) y Oropesa. Se divide en seis cuarteles y escusón, que recogen algunos de los más ilustres apellidos de la aristocracia hispánica:

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en campo de oro dos lobos de gules pasantes puestos en palo.

1. OSORIO (MARQUESES DE VILLAFRANCA DEL BIERZO):

en el primer y cuarto cuartel, en campo de sable, un león rampante de oro coronado del mismo metal, el primero de ellos contornado; segundo y tercero, fuselado en banda de plata y azur. Sobre todo escusón cuartelado: primero y cuarto, en campo de gules ocho bezantes de oro en dos palos; segundo y tercero, en campo de oro cuatro palos de gules (Aragón).

2. MONCADA ARAGÓN (PRÍNCIPES DE PATERNÒ):

do las armas de don Pedro en dos ocasiones. Los nueve están labrado en piedra y timbrados con corona marquesal. Siete de los escudos, al igual que las almenas, se ubican en la zona meridional, la que es visible desde el núcleo urbano. Esto da un carácter escenográfico al edificio, que, más que una labor defensiva, cumple como amenaza y recordatorio del poder señorial hacia sus vasallos. escudo cuartelado, 1º y 4º Fajardo, ya descrito; 2º y 3º Chacón, ya descrito1. FAJARDO CHACÓN:

DE LA CUEVA: ya descrito.

3. FAJARDO (MARQUESES DE LOS VÉLEZ): ya descritas.

SILVA: en campo de plata, león rampante de gules.

4. CHACÓN: ya descritas.

DESCRIPCIÓN DEL EDIFICIO, USO PRIMITIVO Y ACTUAL:

en campo de azur, tres roques de oro y bordura dentellada del mismo metal.

5. REQUESENS (MARQUESES DE MARTORELL):

en campo de azur, dos calderas jaqueladas de oro y gules; bordura de jaqueles de plata con leones de gules y con torres de oro aclaradas de azur.

6. PÉREZ DE GUZMÁN (DUQUES DE MEDINA SIDONIA):

7. ESCUSÓN DOBLE: jaquelado de quince piezas de plata y

azur, de los Álvarez de Toledo (duques de Alba); y rey Boabdil de Granada, encadenado y moviente al flanco izquierdo, de los Fernández de Córdoba (duques de Sessa). DESCRIPCIÓN DEL EDIFICIO, USO PRIMITIVO Y ACTUAL: se en-

cuentra en la sala municipal de exposiciones la Cárcel, procede de la fachada de la tercia dieciochesca. Ésta fue comprada y reformada por la Cooperativa Agrícola Católica, que donó el escudo al Ayuntamiento de Molina de Segura en 1992. ESTADO DE CONSERVACIÓN: bueno.

MULA Castillo de los Fajardo FECHA: primer tercio del siglo XVI. ESTILO: renacentista. Hay cinco escudos de Pedro Fajardo

Chacón, I marqués de los Vélez, en todo el perímetro del castillo. Mientras que los de su segunda y tercera esposa (Mencía de la Cueva y Catalina Silva) aparecen flanquean1

emblema monumental de Mula, se sitúa sobre un promontorio rocoso que domina la villa en su zona norte. Es el castillo renacentista más importante de la Región de Murcia, donde abundan fortalezas medievales y dieciochescas, pero en el XVI solamente las torres vigía costeras y algunos restos de muralla de Cartagena merecen ser citados. Se desconoce el nombre de su arquitecto. Fue construido tras la revuelta comunera (1521), no con el objetivo de defender a la población, en una época en que había desaparecido el peligro nazarí, sino de sojuzgar a su poderosa oligarquía. Ésta se oponía a los privilegios señoriales de los Fajardo y había pedido su reintegración al realengo durante las Comunidades, obligando a don Pedro Fajardo a jurar su privilegios, humillación de la que éste se vengó edificando el castillo, cuya artillería apuntaba al caserío. No fue usado como residencia por los marqueses, que contaban con diversos inmuebles en el casco urbano. Ante la prohibición de Carlos V de levantar nuevas fortalezas, el I marqués de los Vélez usó como pretexto la existencia de un antiguo castillo romano en ruinas. Lo cierto es que sí debió existir en este emplazamiento una fortaleza andalusí. Las obras debían estar avanzadas en 1524, fecha en la que el alarife morisco Luis Fajardo remite un memorial al marqués. Construido con sillares, consta de tres partes: la torre del homenaje, con tres plantas y terraza almenada, en cuyo acceso se colocó una lápida que señala el pretendido origen romano (“MARCHIO PETRVS FAGIARDVS PRIMVS HANC TVRRIN EREXIT, MARCENTENQUE ARCEM OLIM AB ANTININO AVGVSTO PIO STRVCTAM REAEDIFICAVIT, INMPERANTE CAROLO CAESARE IIIII. HISPANIARVM REGE DOMINO SVO”); el torreón del aljibe, de doce metros de

Los escudos del 1º marqués de los Vélez situados en el castillo de Mula se diferencian de los del castillo de Vélez Blanco en el cuartelado del apellido Chacón, ya que están cambiados el orden de los cuarteles. También se diferencia con el escudo de Casarrubios del Monte, que pertenece a su hermano Gonzalo, en este caso el orden de los apellidos y cuarteles es Chacón Fajardo.

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profundidad, siete de los cuales se excavaron en la roca; y la plaza baja. Sus dos puertas debían tener acceso con puentes levadizos.

Armas de D. Pedro Fajardo Chacón, Iº marqués de los Vélez, en los muros del castillo de Mula. (Foto: Juan Gutiérrez García).

La pérdida de su función militar fue debilitando la construcción. Vendido por los duques de Medina Sidona, junto con todos sus bienes en Mula, a la familia Chico de Guzmán. El Ayuntamiento de Mula lleva años luchando por recuperarlo como bien municipal de uso público, aunque las sentencias judiciales desfavorables lo han impedido, de modo que sigue en manos privadas. El lamentable estado de conservación y abandono lo mantienen cerrado, lo cual no ha evitado el vandalismo, si bien es peligroso visitarlo, al haberse producido accidentes, uno de ellos mortal. Los terremotos de Mula y Lorca han afectado gravemente su estructura, que requiere una intervención urgente. Estado de conservación: malo, el deterioro ha supuesto pérdidas de fragmentos y grietas en los escudos. El castillo ha sido incluido recientemente en la Lista Roja del Patrimonio, que recoge los monumentos españoles en peor estado de conservación.

Convento franciscano de la Purísima Armas de doña Mencía de la Cueva, 2ª esposa de D. Pedro Fajardo, en los muros del castillo de Mula. (Foto: Juan Gutiérrez García).

FECHA: inicios del siglo XVII.

manierista. Escudo partido sobre cartela de cueros recortados estriada y timbrado por corona marquesal. Se ha venido atribuyendo al III marqués de los Vélez y datando en torno al último tercio del siglo XVI, pues fue en 1574 cuando se fundó el convento, si bien las obras no comenzaron hasta 1581. Sin embargo, el escudo es posterior, muestra las armas del IV marqués de los Vélez y su esposa, instalados en Mula en 1602. Fue en torno a esos años cuando finalizaron las obras. Se sitúa sobre la puerta del antiguo convento franciscano de la Purísima Concepción. El cuartel derecho muestra el blasón de los Fajardo. Y el izquierdo, el de Pimentel, en alusión a la esposa del marqués, doña María Pimentel Vigil de Quiñones, hija del VIII conde y V duque de Benavente. Coincide con las armas que campean en los conventos de San Luis de Vélez Blanco y San Ginés de la Jara.

ESTILO:

el convento se ubicó en la ermita de la Purísima, siendo promovido por el concejo, no por los Fajardo, si bien estos fueron mecenas del mismo, especialmente la viuda del III marqués, doña Mencía Requesens, y su hijo el IV mar-

DESCRIPCIÓN DEL EDIFICIO, USO PRIMITIVO Y ACTUAL:

Armas rmas de Silva, 3ª esposa de D. Pedro Fajardo, en los muros del castillo de Mula. (Foto: Juan Gutiérrez García).

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Armas de los Fajardo en el palacio de los Fajardo en Mula.

regular, apenas se distinguen las armas de los Pimentel. La iglesia fue restaurada en la década de 1990. En cuanto al convento, iba a ser destinado a museo de arte contemporáneo, pero el proyecto se ha visto paralizado, tras las obras de restauración desarrolladas entre 2009 y 2013. ESTADO DE CONSERVACIÓN:

Armas de Armas del IV marqués en el Convento de la Purísima, de Mula. (Foto: Dietmar Roth).

qués, don Luis Fajardo Requesens. El tutor de éste, su tío abuelo Juan de Zúñiga, también recibió súplicas de los franciscanos para que apoyase las obras del cenobio en la década de 1580, durante la minoría de edad de don Luis. Los fundadores fueron doce frailes franciscanos recoletos, siendo sustituidos en 1591 por franciscanos observantes. Del exterior del primitivo templo resta la portada manierista en piedra, compuesta de arco de medio punto, pilastras jónicas, entablamento y cornisa, y en la parte superior una hornacina con pilastras jónicas y frontón triangular, que debió acoger una estatua de san Francisco. La torre barroca es de ladrillo. El interior de la iglesia, de planta de cruz latina y nave única de siete tramos, es del siglo XVI, reformada y ampliada en el XVIII. De hecho, las bóvedas barrocas de cañón y lunetos redujeron la altura del tempo, ocultando la techumbre mudéjar, de madera policromada con motivos vegetales, de la que se conservan algunos restos. Llama la atención la cúpula que cubre el crucero y las nervaduras de tradición gótica en las capillas laterales. Del convento perviven el escudo y parte de la antigua portada del primitivo hospital de la Purísima, ocultada por una de las crujías del claustro barroco. En 1836 convento e iglesia fueron desamortizados y pasaron a manos particulares. El convento fue destinado a vivienda particular y posada, en tanto que la iglesia fue convertida en teatro, después sería cedida al obispado y reabierta al culto a fines del siglo XIX. El patrimonio mueble del templo pasó en el siglo XIX a la parroquia de San Miguel, siendo destruido en los inicios de la Guerra Civil. El convento fue comprado en la década de 1990 por el Ayuntamiento, tras un compleja historia que le llevó a servir como cárcel, almacén y carpintería.

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Palacio de los Fajardo FECHA: siglos XVII y XVIII. ESTILO: manierista y barroco. El escudo manierista del atrio del antiguo palacio es de piedra, sobre cartela de cueros recortados y timbrado con corona marquesal, picada en 1931, al ser confundida con una corona real. Data de la primera mitad del siglo XVII. El que se encuentra en la puerta de la antigua capilla palaciega es de escayola y debe ser de las reformas acometidas en la centuria siguiente, por tanto su estilo es ya barroco; timbrado con corona marquesal, preside un frontón partido, decorado con volutas y pináculos, situado sobre pilastras dóricas de fuste estriado. DESCRIPCIÓN DEL EDIFICIO, USO PRIMITIVO Y ACTUAL: pala-

cio barroco del siglo XVII, pues el IV marqués de los Vélez se instaló con su familia en Mula en 1602, residiendo aquí buena parte del resto de su vida, hasta que en 1628 fue designado virrey de Valencia, ciudad donde murió tres años después. Don Luis supone el último intento de la casa de los Vélez por recuperar la influencia perdida en el reino de Murcia, sobre todo en su capital. Dada la cercanía de ésta a Mula y su condición de cabeza de sus estados murcianos, es lógico que eligiera vivir aquí de forma habitual. Mula era la villa más populosa y rica del marquesado, sede de la gobernación y con su estancia se visibilizaba su condición de señor de la misma, frente al carácter absentista de sus antepasados.

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ALHAMA DE MURCIA Ermita del Azaraque FECHA: segunda mitad del siglo XVIII. ESTILO: rococó. Situado sobre la puerta de la ermita de la

Armas de los Álvarez de Toledo y Fajardo en la ermita del Azaraque, Alhama de Murcia.

El palacio adquirió su configuración definitiva en el siglo XVIII. Se encuentra en la calle Martín Perea, en pleno centro de la villa, contaba con un amplio jardín, hoy desaparecido. Al atrio se accede por medio de un frontón curvo, rematado por tres pináculos y presidido por el escudo manierista descrito. Su puerta es adintelada, está rematada por arco rebajado realizado en ladrillo y enlucido de yeso. El inmueble consta de tres plantas. Junto a la capilla, una sala muestra restos de techumbres de madera, con ménsulas. Custodió el gran archivo de la casa de los Vélez, trasladado después al palacio ducal de los duques de Medina Sidonia, en Sanlúcar de Barrameda (Cádiz). Muy transformado en la actualidad, tenía grandes dimensiones, pues no sólo incluía las dependencias de los marqueses y del gobernador, sino otras destinadas a la administración propia y del servicio, como la contaduría, la casa del administrador de alcabalas, el granero, las bodega, las casas de huéspedes, la enfermería y dos caballerizas. En las décadas de los sesenta y setenta del siglo XX sufrió una gran transformación, que desfiguró la homogeneidad del conjunto al venderse el edificio por partes. El interior fue muy modificado pero se salvaron los grandes salones nobles y la capilla, cubiertos con bellos artesonados. Sufrió el expolio de gran parte de su carpintería artística y su magnífica rejería, hoy repartida entre algunas casas de campo. Las condiciones de habitabilidad en algunas viviendas no son muy aptas, incluso algunas están abandonadas con graves problemas de humedades, suciedad y filtraciones de aguas, que han deteriorado parte de las dependencias y del patio. El jardín del palacio fue urbanizado y es casi irrecuperable. La familia Blaya-Cifuentes, última gran propietaria del palacio, donó al Ayuntamiento de Mula varias dependencias, en 2008, con el fin de impulsar la restauración del edificio. ESTADO DE CONSERVACIÓN: malo, salvo la portada del atrio,

lo único que ha sido restaurado. Los derrumbes de cubiertas y expolios han hecho que sea incluido en la Lista Roja del Patrimonio.

Sagrada Familia del caserío del Azaraque. Escudo de don Antonio Álvarez de Toledo y Pérez de Guzmán, X marqués de Villafranca y los Vélez. Timbrado con corona marquesal y orlado por el collar de la Orden del Toisón de Oro. En torno al escudo aparecen catorce banderas acoladas con las insignias de los Álvarez de Toledo. Se divide en seis cuarteles y escusón, con la misma disposición que el de Molina de Segura: 1. 2. 3. 4. 5. 6. 7.

OSORIO. MONCADA ARAGÓN. FAJARDO. CHACÓN. REQUESENS. PÉREZ DE GUZMÁN. ESCUSÓN DOBLE: ÁLVAREZ DE TOLEDO Y FERNÁNDEZ DE CÓRDOBA.

DESCRIPCIÓN DEL EDIFICIO, USO PRIMITIVO Y ACTUAL: ermi-

ta particular asociada a una hacienda agrícola, a los pies de Sierra Espuña. De planta rectangular y fachada sencilla, reformada en el siglo XIX. Forma parte de la red de ermitas y oratorios que estructuraban el culto cristiano, partiendo de la parroquia de San Lázaro de Alhama de Murcia. Conserva el antiguo retablo en su interior. Es muestra de las nuevas construcciones que los marqueses de Villafranca y los Vélez promueven en el siglo XVIII, tanto en sus señoríos murcianos como granadinos. En su entorno se construyeron galerías para captar y conducir el agua e, incluso, una escuela rural en la década de 1920, todo ello abandonado y en ruinas. El X marqués de Villafranca visitó esta hacienda, el 22 de octubre de 1769, de camino a Vélez Rubio, quedando maravillado del inmenso olivar (dos mil árboles), almazara, bodega y caballerizas. ESTADO DE CONSERVACIÓN: bueno.

Casa de Tercia FECHA: 1755.

Estilo: rococó. Escudo del X marqués de Villafranca y los Vélez, don Antonio Álvarez de Toledo y Pérez de Guzmán. Destaca la inscripción conmemorativa, en su parte inferior: “ESTE GRANERO DEL EXCELENTÍSMO SEÑOR MAR-

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QUÉS DE VILLAFRANCA Y LOS VÉLEZ SE HIZO SIENDO ADMINISTRADOR GENERAL DESTA VILLA D. SILVESTRE ÁLVAREZ DE MORA. AÑO DE 1755”. Difiere de otros blasones coetáneos, como el de Molina y el Azaraque, siendo una versión simplificada. Timbrado por corona marquesal y orlado con el collar del Toisón de Oro, en este caso el número de banderolas se reduce a ocho. Escudo partido, con cuatro cuarteles y escusón. En la parte derecha aparecen las armas de los Álvarez de Toledo y Osorio. En la izquierda las de los Fernández de Córdoba, aunque aquí por encima de Boabdil aparecen, en campo de oro, cuatro fajas de gules (lo habitual es que sean sólo tres). Y el escusón con Fajardo. Descripción del edificio, uso primitivo y actual: erigido entre las calles Larga y Angosta de Alhama como depósito de cereal. La tercia alude al impuesto que, en este caso, los marqueses percibían de los campesinos, quienes debían pagar un tercio de su cosecha de grano. Estos edificios también servían para almacenarlo y evitar hambrunas en épocas de escasez. Según el Diario de viaje del X marqués de los Vélez, cuando vino a sus estados a inaugurar la parroquia de la Encarnación de Vélez Rubio: “Entró a ver su casa granero, que es una gran fábrica con bella proporción e idea, con su bodega igualmente de bella invención” (10 de diciembre de 1769). En el siglo XIX cambió de dueños y se convirtió en salón de baile, en el XX fue escuela de teatro y, durante la Guerra Civil, cárcel. A pesar de no haber sido rehabilitado, conserva buena parte de su estructura original. De planta rectangular, el edificio tiene una estructura muy sencilla. Dividido en

Armas simplificadas de D. Antonio Álvarez de Toledo, X marqués de los Vélez, en la fachada de la antigua tercia de Alhama.

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dos plantas, presenta dos fachadas. La principal está flanqueada por dos vanos enrejados en el piso bajo que se repiten en el superior. Sobre la puerta, el escudo es el único elemento decorativo. La fachada posterior aumenta a tres el número de vanos por piso, enmarcados con arcos rebajados los tres vanos del piso inferior, y enrejados todos ellos. La austeridad del exterior se explica por su función de almacenamiento de cereal. Sin embargo, el interior mantiene unos elementos estructurales más ricos, ya que se utilizaron bóvedas de crucería sobre pilastras para mantener el piso superior y dividir la planta baja. Los materiales utilizados en la construcción se limitan a una fábrica de adobe y mampostería forrada con piedra en algunos puntos. La cubierta es de teja de cañón. Estado de conservación: bueno, a pesar de la erosión aún se identifican bien los cuarteles y la inscripción.

LIBRILLA Casa de Postas FECHA: finales del siglo XVIII. ESTILO: neoclásico. En opinión de Luis A. García Blánquez,

Manuel Muñoz Clares y José Antonio Sánchez Pravia, el escudo pertenece a don José Mª Álvarez de Toledo, XI marqués de Villafranca y los Vélez. Se encuentra en la esquina oeste de la fachada principal, que se achaflana a la altura del primer piso para recibir este motivo heráldico, colocado sobre una cadena de sillares y bajo una poco pro-

Armas de D. José M. Álvarez de Toledo y Gonzaga, XI marqués de los Vélez, en la esquina de la antigua posada de Librilla, conocida hoy como Casa de Postas. (Foto: Eduardo Sánchez Abadíe).

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Armas de los Álvarez de Toledo en la Cañada Honda de Librilla.

minente cornisa. El escudo no despliega todos los linajes del entonces duque consorte de Alba, recogiendo una simplificación con sus primeros apellidos. Se presenta sobre manto ducal y con celada frontera, tal y como corresponde a los grandes de España. El campo del escudo está partido, apareciendo a la izquierda las armas de los Osorio y, a la derecha, aunque hoy no son perceptibles, las de los Gonzaga. Éstas corresponde a los duques de Solferino: en plata, una cruz paté de gules, cantonada de cuatro águilas de sable y resaltada de un escusón cuartelado (primero y cuarto: en gules un león rarnpante de plata coronado de oro; segundo y tercero: fajado de tres piezas de oro y tres de sable). En escusón se encuentran los jaqueles de los Álvarez de Toledo. Circundan el escudo el collar de la Orden del Toisón de Oro y banderas acoladas con las insignias de la familia. Sobre la celada, un dragón y un ángel y, sobre éste, una filacteria que contendría en lema de la casa ducal de Alba: “TU IN EA ET EGO PRO EA”. La corona ducal con que se timbraba el conjunto, al estar volada, ha desaparecido, quedando hoy sólo los arranques laterales. antiguo mesón que sustituyó a otro más antiguo del siglo XVI. Se ubica al borde del camino real de Murcia a Granada, fue mandado edificar por don Antonio Álvarez de Toledo, X marqués de Villafranca y los Vélez, como consta en el diario de viaje que se redactó con motivo de su visita a la localidad, el 21 de octubre de 1769: “Volvió a tomar su coche y, al llegar a la villa, se apeó para ver el magnífico mesón que, de orden, idea y a expensas de S.E., se está construyendo. Repitió el reconocimiento de esta eminente obra, digna por cierto de un príncipe de su magnanimidad”. Fue concluido en tiempos de su hijo don José Mª Álvarez de Toledo y Gonzaga (1756-1796), XI marqués de Villafranca y los Vélez, señor de Librilla y dueño de dos hornos de pan cocer, una almazara, una casa en la plaza y el mesón levantado entre 1780 y 1783. Este aristócrata estuvo casado con María del Pilar Teresa Cayetana de Silva y Álvarez de Toledo (1762-1802), duquesa de Alba.

DESCRIPCIÓN DEL EDIFICIO, USO PRIMITIVO Y ACTUAL:

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Con una fachada neoclásica, es un modelo de las antiguas posadas de finales del siglo XVIII. Hizo las veces de posada, siendo alabado por varios viajeros (Laborde, 18121826; Henry D. Inglis, 1830), especialmente sir John Carr, que en 1809 dijo que era “la más bonita que habíamos visto en España”. La estructura básica original se organiza en torno a un edificio principal y un gran patio posterior para animales y carruajes. Contaba con once habitaciones principales, con ventana a la fachada principal, y otras tantas más modestas, que daban al patio. La fachada se organiza en dos cuerpos, con una puerta central para el acceso de personas y dos laterales para carruajes, está delimitada por dos pilares de sillería en las esquinas. La planta baja acogía recepción, cocinas y comedor. La alta servía para alojamiento. Posteriormente se instaló una almazara con tres prensas de vigas, un quintal y una torre de contrapeso, esta última típica de Andalucía y rara en Murcia. ESTADO DE CONSERVACIÓN: muy malo por el carácter delez-

nable de la piedra caliza con que está tallada. El conjunto del inmueble está abandonado y ruinoso, aunque todavía se mantiene en pie.

Caserón de la Cañada Honda FECHA: segunda mitad del siglo XVIII. ESTILO: rococó. Escudo de don Antonio Álvarez de Toledo y Pérez de Guzmán, X marqués de Villafranca y los Vélez. Es idéntico y coetáneo al descrito del Azaraque, en Alhama de Murcia.

casa solariega de dos plantas, rematada con torre mirador típica de la arquitectura civil murciana. Presidía una importante finca, que muestra la pujanza agrícola de la villa, en la cual otras poderosas familias levantaban casonas para administrar sus bienes: Chico de Guzmán, marqueses de Camachos y Peñacerrada. También fue visitada por el X marqués de Villafranca y los Vélez, el 21 de octubre de 1769: “Continuó su marcha algún rato, hasta que se apeó al llegar al hermoso plantío que llaman de la Cañada Honda, que tiene más de seis mil olivos plantados por orden de S.E., bajo dirección de don Salvador Carrasco, con una gran casa con hermosa portada con las armas de S.E., con sala muy capaz, alcoba, cocina, despensas, horno de cocer pan y parador con varias cámaras para granos y otros frutos; la almazara con el rulo y tres vigas o prensas magníficas, patio y una escalera tan sumamente enojosa para subir a una azotea que no cabía S.E. y tuvo que bajar”.

DESCRIPCIÓN DEL EDIFICIO, USO PRIMITIVO Y ACTUAL:

Estado de conservación: bueno.

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III. Otras poblaciones murcianas CARTAGENA Monasterio de San Ginés de la Jara FECHA: siglos XVII y XVIII. ESTILO: escudo

manierista (primer tercio del siglo XVII), iglesia y convento barrocos (siglos XVIIXVIII). El escudo del IV marqués de los Vélez, don Luis Fajardo Requesens (Barcelona, 1575-1631, Valencia), se sitúa en la portada de la iglesia. Timbrado por una corona marquesal, se trata de una cartela de cueros recortados en la cual aparecen los blasones de Fajardo (primer y cuarto cuartel) y Pimentel (segundo y tercer cuartel), en alusión a la esposa del marqués, doña María Pimentel Vigil de Quiñoes, hija del VIII conde y V duque de Benavente. La armas de este ilustre linaje son: escudo cuartelado, 1º y 4º en campo de oro tres fajas de gules; 2º y 3º en campo de sinople cinco veneras de plata colocadas en sotuer; bordura componada de Castilla y León. Bajo las armas del marqués se ubica otro escudo, notablemente más pequeño, de la Orden franciscana (Cruz y brazos de Cristo y San Francisco de Asís), que, a su vez, está en el centro de un frontón curvo y dos pilastras de estilo manierista, cuya escueta ornamentación se reduce a volutas y motivos geométricos.

DESCRIPCIÓN DEL EDIFICIO, USO PRIMITIVO Y ACTUAL: el escudo y toda la portada deben ser poste-

riores al pleito que mantuvo el marqués con esta comunidad franciscana (1619-1622), que acabó con el reconocimiento a recuperar su derecho de patronato sobre el altar mayor. El origen de dicho patronato se remonta a 1491, cuando su tatarabuelo, el adelantado Juan Chacón, refundó el cenobio, entregándolo a los franciscanos. Antes había existido un monasterio agustino, de corta vida, por la inseguridad y pobreza de esta zona próxima al Mar Menor. A inicios del siglo XVII, don Luis se instala en Mula, junto a su familia, con el objetivo de re-

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Armas de don Luis Fajardo Requesens, IV marqués de los Vélez, en la iglesia del viejo y ruinoso monasterio de San Ginés de la Jara, Cartagena. (Foto: Raimundo A. Rodríguez Pérez).

cuperar el esplendor perdido por su casa en el reino de Murcia. Para ello despliega una serie de iniciativas políticas, militares y judiciales que tendrán en el mecenazgo artístico y religioso uno de sus puntos clave. En particular, destaca su condición de patrono de la provincia franciscana de Cartagena (que en esa época incluía una veintena de conventos), cuyos capítulos se celebraban en su capilla de la catedral de Murcia desde 1617. En Mula apoya la finalización del convento de la Concepción, iniciado en 1574, y en Vélez Blanco funda en 1603 el de San Luis Obispo (bajo esta advocación en agradecimiento a la curación de una enfermedad), cuya portada y escudo recuerdan al de Cartagena.

De noble cuna P A T R I M O N I O

C U L T U R A L

CEHEGÍN Palacio de los Fajardo FECHA: siglos XVII y XVIII.

escudo de estilo rococó, construído en el siglo XVIII, mientras que el palacio se edifica entre dicha centuria y la anterior. Sobre la puerta de acceso —enmarcarda por pilastras de jaspe de Peñarubia— y el balcón principal, se conserva un escudo de piedra arenisca de 120 x 75 cm con las armas de los antiguos propietarios del inmueble. El escudo partido muestra en el primer cuartel las armas de los Fajardo: tres rocas sobre las que surgen otras tantas ortigas de siete hojas; en el segundo cuartel las de los Fuentes: cinco flores de lis con bordura de cinco armiños. ESTILO:

Estas y otras armas —como las de los Carreño o los Muñoz, por ejemplo— también están presentes en el interior del palacete, pintadas en la parte alta del cuadro de la escalera imperial que da acceso al piso principal del edificio. Conviene precisar que las armas de los Fuentes han sido atribuidas con frecuencia a los Roca, quizás porque se repiten en otros escudos de la localidad que indudablemente pertenecieron a ellos, quizás por el antiguo parentesco existente entre ambas familias. Armas de los Fajardo y los Fuentes en Cehegín. (Foto: José A. Martínez Martínez).

La iglesia de una nave, la torre, el claustro y diversas ermitas forman un conjunto barroco, construido en el siglo XVII, reformado y ampliado en la centuria siguiente, con materiales humildes, propios de los conventos seráficos. Hasta hace pocos años se celebraba la romería anual de San Ginés, muy popular en la comarca, pero que dado el lamentable estado del edificio y su entorno ha desaparecido. ESTADO DE CONSERVACIÓN: ruinoso. A pesar de ser uno de los hitos de la antigua diócesis de Cartagena, la desamortización y exclaustración de 1835, y su venta en 1841, inició un período de abandono y saqueos especialmente violento en los últimos años. Los restos de mobiliario y ornamentos litúrgicos han sido robados y profanados. Actualmente se pretende evitar el acceso al inmueble, que está a punto de derrumbarse por completo. Su recuperación podría dar al entorno un atractivo turístico, dada la cercanía del Parque Natual de Calblanque y el yacimiento prehistórico de Cueva Victoria.

DESCRIPCIÓN DEL EDIFICIO, USO PRIMITIVO Y ACTUAL: se ubica en la Plaza de la Constitución, en

el espacio más relevante de Cehegín, junto al antiguo edifico del Concejo, la iglesia parroquial de la Magdalena y la explanada en que se situaron, hasta los años cincuenta del siglo pasado, los últimos vestigios de la antigua fortaleza medieval de la villa. El palacete fue construído en el siglo XVII por Juan Fajardo Fuentes, hijo del capitán Juan Fajardo y de Ana Fajardo Fuentes, pero durante la centuria siguiente los sucesivos propietarios acometieron varias remodelaciones y ampliaciones, entre las que destacan el cuerpo delantero y la vistosa fachada barroca levantada a base de hiladas de ladrillo llagueado, mampostería y revoco de yeso. Cuenta con dos plantas, patios traseros, que debieron servir en otra época de caballerizas, y con un típico ático o “falsas” que se abre al exterior a través de pequeñas balconcillos adornados con rejas de hierro forjado. En la planta baja todavía se conserva una esplendida bodega de vino con capacidad para albergar catorce tinajas.

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Armas, probables, de los Fajardo Chacón en los muros del arruinado castillo de los alumbres de Mazarrón. (Foto: Juan S. Calventus).

Los Fajardo —propietarios del inmueble hasta el último cuarto del siglo XIX— fueron durante siglos una de las familias más ricas y poderosas de Cehegín, sirvieron los principales oficios de prestigio y poder (regidores perpetuos, alcaldes ordinarios, etc.) y además ejercieron como mayordomos y alcaides de la fortaleza de la villa por los marqueses de los Vélez, de quienes eran criados y clientes y a los cuales deben, como veremos, hasta el apellido. Tradicionalmente los genealogistas han tratado de entroncar a esta familia con los mencionados marqueses de los Vélez, con los comendadores de Caravaca e incluso con otros Fajardos famosos como “El Bravo”, por ejemplo, pero lo cierto es que ellos mismos se consideraban descendientes —y así les fue reconocido por los regios tribunales— de mosén Diego Fajardo, señor de Polop y de Benidorn. A pesar de este reconocimiento, en realidad —como nos muestra Salazar y Castro— eran de origen judeoconverso, descendientes de Pedro García Zayali y de María González de Chinchilla, vecinos de Hellín, procesados por el Santo Oficio de la Inquisición. El hijo de estos últimos, Lope de Chinchilla, se asentó en estas tierras del noroeste murciano a finales del siglo XV como alcaide de los castillos de Cehegín, Calasparra y Mula. Sus descendientes cambiarían algunos años más tarde su apellido Chinchilla por el de sus señores Fajardo, tal vez para tratar de ocultar su origen converso tras el procesamiento y condena de su pariente Lope de Chinchilla, señor de Ontur y de Albatana. En 1985 pasó a ser de propiedad pública y en la actualidad es, junto con la antigua Casa del Concejo (inmueble anexo), sede del Museo Arqueológico Municipal de Cehegín, que alberga una destacabale colección desde la Prehistoria hasta época contemporánea. bueno tras diveras restauraciones, especialmente del interior del edificio. Cabe destacar las obras de restauración y consolidación prácticadas hace ya algunos años por los alumnos de la Escuela-Taller de Cehegín.

ESTADO DE CONSERVACIÓN:

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Armas de los de la Cueva en los muros del arruinado castillo de los alumbres de Mazarrón. (Foto: Juan S. Calventus).

MAZARRÓN Castillo de los Fajardo FECHA: finales del siglo XV-primer tercio del siglo XVI. ESTILO: renacentista. Se trata de tres escudos, en el centro

apenas se distinguen las armas de Pedro Fajardo Chacón, I marqués de los Vélez; a su lado sendos blasones de los De la Cueva, en alusión a la segunda esposa del marqués (1508-1517), doña Mencía de la Cueva, hija del II duque de Alburquerque. Las armas de los De la Cueva son: en campo de oro, dos palos de gules; el mantel de sinople con un dragón de oro saliendo de una cueva; bordura de gules componada de ocho escudetes del apellido Mendoza (cuartelado en souter: primero y cuarto, de sinople, una banda de gules perfilada de oro; Segundo y tercero, de oro, en letras de azur “AVE MARIA GRATIA PLENA”) y aspas de oro. Uno de estos dos escudos es moderno, sustituyendo quizá otro perdido de los Silva, que aludiría a la tercer esposa del marqués (1518-1546), doña Catalina de Silva, hija del III conde de Cifuentes. Se completaría así el programa heráldico que sí ha subsistido en los castillos de Vélez Blanco, Mula y Cuevas de Almanzora. erigido en la década de 1490 y culminado, o bien reformado, en el primer tercio del siglo XVI, por el I marqués de los Vélez. Otorgaba seguridad a los pobladores de las casas de los alumbres de Almazarrón, al situarse en un promontorio de 81 metros de altitud sobre el nivel del mar. Se encuentra muy cerca del Ayuntamiento, las parroquias de San Antonio y San Andrés, así como el coto minero de San Cristóbal. La fortaleza venía a consolidar el dominio de los Fajardo sobre este punto tan cercano a la costa y, por ende, sensible a las frecuentes incursiones berberiscas. Aunque Mazarrón no logró emanciparse del

DESCRIPCIÓN DEL EDIFICIO, USO PRIMITIVO Y ACTUAL:

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Armas de D. Fernando de Moncada Aragón, duque de Montalto, casado con María Teresa Fajardo y Toledo, VII marquesa de los Vélez, en la fachada del templo de San Antonio en Mazarrón. (Foto: Juan S. Calventus).

concejo de Lorca hasta 1572, eran los dueños de las casas y minas de alumbre (desde 1462, por concesión de Enrique IV ) quienes debían proporcionar seguridad a sus posesiones. De hecho, los otros copropietarios, los marqueses de Villena, construyeron otra fortificación de la que nada se conserva. Mucho menos lujoso que el alcázar de Vélez Blanco, o que los castillos de Mula y Cuevas de Almanzora, sin embargo es un edificio clave para enteder la historia de Mazarrón. De planta rectangular irregular, adaptada al cerro sobre el que se asienta, tiene unos 90 metros de longitud en sentido norte-sur, y 35 de anchura en sentido este-oeste. Se divide en dos cerros: la fortaleza, situada al norte, que era la zona residencial; y un recinto inferior, a mediodía, que fue utilizado desde finales del siglo XIX como cementerio y como escombrera de la mina ubicada bajo el castillo. Apenas queda rastro de la distribución espacial interna, dado su abandono secular. Los materiales constructivos son mampostería, tapial y ladrillo. Sus muros conectaban con el recinto amurallado de la villa, construido a fines del siglo XVI. ESTADO DE CONSERVACIÓN: malo, los blasones de Fajardo, Chacón y De la Cueva casi no se distinguen. El conjunto del castillo, a pesar de la reciente restauración de 2001-2002, tampoco está mejor. Se acondicionó su interior, como auditorio municipal al aire libre, pero al poco tiempo sufrió un hundimiento por estar el subsuelo atravesado por una antigua mina.

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Iglesia parroquial de San Antonio FECHA: principios del siglo XVIII. ESTILO: barroco. Escudo de don Fernando de Moncada Aragón, VI príncipe de Paternò, VIII duque de Montalto y VI de Bivona, casado con doña María Teresa Fajardo y Toledo, VII marquesa de los Vélez. Falleció en 1713, dos años antes que su esposa. María Teresa sucedió a su hermano Fernando Joaquín, en 1696, al no contar éste con descendencia legítima, siendo la última titular Fajardo de la casa de los Vélez. Por el matrimonio de su hija Catalina Moncada Fajardo, VIII marquesa de los Vélez, la casa recaerá en manos de los marqueses de Villafranca, convertidos desde fines del siglo XVIII en duques de Medina Sidonia. El escudo está timbrado por corona ducal, rematada por tres aves, y situado sobre una cartela de cueros recortados combinada con orlas de frutos y rematada en su parte inferior por un mascarón, lo que denota reminiscencias renacentistas y manieristas; la bordura contiene la inscripción “FERNANDO PRÍNCIPE DVQUE DE MONTALTO MARQVÉS DE LOS VÉLEZ”. Es un escudo partido y terciado, que consta de seis cuarteles. Los tres del lado izquierdo aluden a los títulos italianos del duque y los tres del lado izquierdo a los de la Casa de los Vélez:

ya descritas. En el escusón no aparecen las armas de Aragón, sólo los ocho bezantes de oro.

1. MONCADA (PRINCIPADO DE PATERNÒ):

2. FAJARDO (MARQUESADO DE LOS VÉLEZ, YA DESCRITAS)ÁLVAREZ DE TOLEDO PORTUGAL (CONDADO DE OROPESA):

sobre el jaquelado de los Toledo escusón con las armas de Portugal (en campo azur, cinco bezantes de plata; bordura de gules con siete castillos de oro), en alusión a la suegra del duque, doña Engracia, descendiente de los duques de Braganza. 3. ARAGÓN, NÁPOLES, CARDONA (DUCADO DE MONTALTO):

escudo cuartelado, 1º y 4º en campo de oro, cuatro palos de gules (Aragón); 2º y 3º terciado en palo: a) fajado de ocho piezas de plata y gules; b) campo de azur sembrado de flores de lis de oro (Anjou); c) en campo de plata, una cruz potentada de oro cantonada de cuatro crucetes del mismo metal (reino de Jerusalén). Sobre todo el cuartel escusón: en campo de gules, tres cardos de oro (Cardona, condado de Colisano). escudo cuartelado, 1.º y 4.º en campo de oro, cuatro palos de gules; 2.º y 3.º en capo de azur, aquí deberían ir

4. REQUESENS (MARQUESADO DE MARTORELL):

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tres roques de oro y bordura dentellada del mismo metal, pero son cuatro y se ubican en el escusón de este cuartel. en campo de gules, media luna ramberesada, jaquelada de oro y sable, la campaña de lo mismo (Luna, ducado de Bivona); en campo de plata un jefe de azur; cuartelado en sotuer, primero y cuarto, en campo de oro cuatro palos de gules (Peralta, condado de Caltabellotta); segundo y tercero, en campo de plata un águila de sable picada, membrada y armada de gules (Aragón, reino de Sicilia); partido de plata y sable dos grullas enfrentadas la una a la otra (Sclafani, condado de Adernò); en campo de gules, cometa de oro (Rosso, condado de Caltavuturo).

5. LUNA, PERALTA, SICILIA, SCLAFANI, ROSSO:

6. ZÚÑIGA (CONDADO DE MIRANDA DEL CASTAÑAR): en cam-

po de plata una banda de sable y cadena de oro de ocho eslabones brochante. DESCRIPCIÓN DEL EDIFICIO, USO PRIMITIVO Y ACTUAL: a los pies del cerro del castillo se encuentra la iglesia de San Antonio de Padua, al lado del Ayuntamiento y muy cerca de la otra antigua parroquia, San Andrés (siglo XVI), erigida por los marqueses de Villena. La obra de San Antonio, finalizada en 1581, fue mandada construir por los Fajardo, contando con capellán propio que facilitara los ritos religiosos de los trabajadores de la villa que de él dependían. El templo es una construcción sencilla sometida a frecuentes reformas y variaciones en el tiempo (siglos XIX y XX), con añadidos en la zona de sacristía, creación de un campanario, reparaciones en la cúpula del crucero. El retablo y altares barrocos, perdidos durante la Guerra Civil, se sustituyeron por piezas realizadas a imagen de las anteriores. La sobria portada manierista está formada por una puerta adintelada y pilastras dóricas. Más arriba una hornacina, enmarcada por un frontón triangular con pináculos y pilastras jónicas, acoge la estatua de San Antonio de Padua. A sus lados dos ventanas y encima el escudo descrito. Entre su patrimonio destaca una campana perteneciente a la espadaña del primitivo templo, blasonada con las tres ortigas y con la inscripción: “DON LVIS FAJARDO MARQVÉS DE LOS VÉLEZ CONDE DE LVNA ADELANTADO I CAPITÁN GENERAL DEL REINO DE MVRCIA MANDÓ HAZER ESTA CAMPANA ANO 1609”. Tiene un diámetro de 77 cm y un peso aproximado de 264 kg. ESTADO DE CONSERVACIÓN: bueno el escudo. Mientras que la iglesia se encuentra francamente deteriorada y, por esa razón, cerrada al culto actualmente, a la espera de su rehabilitación.

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Armas de los Fajardo en la puerta de entrada al castillo de Vélez Blanco. (Foto: Chencho Ruiz Arrés).

IV. Marquesado de los Vélez en el reino de Granada

D

on Pedro Fajardo Chacón (1478-1546), Iº marqués de los Vélez, fue paje de la reina Católica, consejero Real, caballero de Santiago, en cuya orden había ingresado en 1499. Sucesor de sus padres en todos los señoríos, salvo en el de Cartagena, cuya merced le fue revocada por los Reyes Católicos en 24 de julio de 1503, recibiendo en recompensa el señorío sobre las villas de Vélez Blanco y Vélez Rubio, así como de los lugares de las Cuevas y la Portilla, con sus términos y jurisdicción civil y criminal, con las alcabalas y tercias y 300.000 maravedíes de juro cada año en las rentas reales de Lorca y Murcia. También señor de Cantoria y Partaloa, por compra que en 1501 había hecho al duque del Infantado. Distinguido en la primera rebelión morisca, en la de las Germanías y en la toma de Fuenterrabía, había sido creado primer marqués de los Vélez, de Velles el Blanco dice concretamente la merced de la reina Doña Juana, cuya cédula fue firmada por el Rey Católico en Santa María del Campo en 12 de septiembre de 1507, título al que el Emperador Carlos le confirmó la Grandeza de España en 1520. Casó el primer marqués tres veces, primeramente en 1499 (o 1502, según el marqués de Siete Iglesias) con Magdalena Manrique de Lara Acuña, hija del II conde de Paredes de Navas, de la que se divorció en 3 de febrero de 1507 por no poder darle descendencia (o no haberles sido dispensado, según otros, el parentesco), ingresando ella en el convento de las Claras, de Calabazanos. La segunda en Cuéllar, en 1508, con Mencía de la Cueva, hija del II duque de Alburquerque y nieta del famoso Beltrán, el gran privado de Enrique IV de quien nacería Luis, su primogénito y sucesor. Fallecida esta señora sobre 1517 en que testó, casó por tercera vez, en 1520, con Catalina de Silva, hija del conde de Cifuentes, de cuya señora había dejado, a su muerte en 1546, varios hijos: Juan, maestre de campo en la guerra de las Alpujarras, marido de Catalina Dávalos y padre de Pedro, fallecido soltero; Diego, jesuita; Gonzalo, caballero de Calatrava y I marqués de San Leonardo; Francisca, esposa de Antonio de Rojas, mayordomo mayor del Príncipe Carlos; Pedro, casado con María de Benavides, hija del señor de Jabalquinto; Isabel, mujer de Pedro Niño; Ana, mujer de Juan Manrique de Lara, mayordomo mayor de la reina y padres, ambos, de Juana, condesa de Valencia; Juana, que casó con Enrique Enríquez de Guzmán, con quién hubo a Francisca, marquesa de Alcalá; Gonzalo; Catalina; Clara; Luisa; Isabel y María.

VÉLEZ BLANCO Castillo de los Fajardo. Exterior

M

andado levantar por D. Pedro Fajardo Chacón, en los muros exteriores e interiores del afamado castillo podemos contemplar una serie de escudos heráldicos correspondientes a su propio linaje y a dos de sus esposas, que se repiten, alternándose, en la fachada del castillo levantado entre 1506 y 1515, mientras el de Silva se adosa al cuerpo de acceso al puente levadizo de la fortaleza. ARMAS DE LOS FAJARDO: en campo de oro, tres rocas de su

color, puestas en faja sobre ondas de mar de azur y plata, sumada cada una de una rama de ortiga de siete hojas, de sinople. ARMAS DE LOS CHACÓN: el campo contracuartelado, I y IV ) en campo de azur, una flor de lis de oro, y II y III) de plata, un lobo de sable, del linaje paterno del marqués. ARMAS DE LA CUEVA: mantelado, I y II), de oro, un palo de

gules, y el mantel, de plata, con un dragón de sinople que sale de una cueva, la bordura general, de gules con ocho aspas de oro, alternándose con otros tantos escudetes de Mendoza, al que pertenecía la segunda esposa del marqués y madre de su primogénito. de plata, un león rampante de gules, el blasón familiar de su tercera esposa.

ARMAS DE SILVA:

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Armas de los Fajardo y de los de la Cueva en los muros del castillo de Vélez Blanco. (Foto: Chencho Ruiz Arrés).

Castillo de los Fajardo. Interior

B

ellísimos de labra son los escudos que blasonan el patio de aquel hermoso alcázar velezano, ya en los intercolumnios, sobre un renacentista lecho de frutas, alternando Fajardo con de la Cueva y Chacón, o acompañado de grifos blasonando la puerta de la gran sala. Como hermosos de talla y dimensión resultan el de la puerta de acceso al castillo y el que blasonó la torre del homenaje; el segundo de ellos, claramente renacentista; mientras el primero es de influencia heráldica marcadamente germánica, muy similar a los de la capilla de los Vélez en la catedral de Murcia, obra también del primer Marqués. Aunque del primero se ha hecho recientemente una copia exacta para colocarla en la torre del homenaje, el único de los descritos que podemos hoy admirar en vivo, es el segundo, ya que todos los demás están en doloroso y lejano exilio desde el expolio de 1904 que acabó llevando esta joya del Renacimiento al Museo de Nueva York.

Armas de los de la Cueva en los muros del castillo de Vélez Blanco. (Foto: Chencho Ruiz Arrés).

Armas de los Silva en los muros del castillo de Vélez Blanco. (Foto: Chencho Ruiz Arrés).

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Armas de los Fajardo Chacón en el acceso superior al castillo de Vélez Blanco. (Foto: Chencho Ruiz Arrés).

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Armas de los Fajardo Chacón en los intercolumnios del patio del castillo de Vélez Blanco. (Foto: Museo Metropolitano de Nueva York).

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Armas de los Fajardo Chacón (copia) en la torre del homenaje del castillo de Vélez Blanco. (Foto: Chencho Ruiz Arrés).

Armas de los de la Cueva en los intercolumnios del patio del castillo de Vélez Blanco. (Foto: Museo Metropolitano de Nueva York).

Armas de los Fajardo Chacón (original) que estuvo en la torre del homenaje del castillo de Vélez Blanco. (Foto: Museo Metropolitano de Nueva York).

Armas de los Fajardo en el capitel del patio del castillo de Vélez Blanco. (Foto: Museo Metropolitano de Nueva York).

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Fuente de los Cinco Caños

Fuente de la Novia

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E

n Vélez Blanco, en la recoleta Fuente del Marqués, a la que don Pedro Fajardo adornó con el tablero de mármol del que surgen los cinco caños, se hallan, alternándose con éstos, cuatro sencillos escudos timbrados por corona y carentes de cualquier ornamento exterior correspondientes a los linajes de Fajardo, Chacón, de la Cueva y Silva, ya descritos anteriormente. Sobre ellos corre la inscripción latina “QVI GVSTAT HOS LATICES NON OBLIVI/SCITVR VNQVAM”, que vine a decir: “Quien bebe estas aguas no las olvida jamás”.

n la romántica y fresca fuente de la Novia, a la entrada de la población procedente de Vélez Rubio, y encajado en el muro de bajada que salva el profundo barranco, se halla un rústico escudo en piedra donde se representan las armas simplificadas de los Fajardo. Dudamos de que realmente este fuera su emplazamiento original, pero no podemos precisar ni cronología, ni procedencia.

Armas de los de la Cueva en la fuente de los Cinco Caños de Vélez Blanco. (Foto: Chencho Ruiz Arrés).

Armas de los Silva en la fuente de los Cinco Caños de Vélez Blanco. (Foto: Chencho Ruiz Arrés).

Armas de los de los Chacón en la fuente de los Cinco Caños de Vélez Blanco. (Foto: Chencho Ruiz Arrés).

Armas de los Fajardo en la fuente de los Cinco Caños de Vélez Blanco. (Foto: Chencho Ruiz Arrés).

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Torre de la Magdalena

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ste viejo y ruinoso edificio fue el primer templo cristiano levantado en Vélez Blanco tras la conquista en 1488 y dedicado a Santa María Magdalena. Parroquia de la Morería durante siglos, finalmente fue abandonado durante décadas. En el interior de la torre, hoy cegada, en el arranque de los nervios que sostuvieron la cúpula de la primera planta, se hallan 4 escudos que, aunque bárbaramente mutilados, se han podido atribuir a los linajes de Fajardo, Cardona y Faura. En el exterior, sobre la fachada de la torre que da al pueblo, aparece claramente un escudo con las armas de los Fajardo.

Armas de los Fajardo en los Caños de la Novia de Vélez Blanco. (Foto: Chencho Ruis Arrés).

Armas de los Fajardo en la antigua iglesia de la Magdalena de Vélez Blanco. (Foto: Chencho Ruis Arrés).

Antigua Ermita de la Concepción

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or encima de la iglesia de San Luis en Vélez Blanco se halla la antigua ermita de la Concepción, cerrada al culto, enajenada por la Iglesia en los años 60, convertida en almacén y, finalmente, adquirida y restaurada entre 2004 y 2005 por José Ros y reconvertida en galería de arte y lugar de celebración de actividades culturales. En las fachadas principal y lateral se han colocado dos escudos sencillos con las armas de los Fajardo. Sobre su portada se repusieron dos escudos carentes de adornos y timbrados por corona: el de nuestra izquierda, con las ya descritas armas de FAJARDO, y el de la diestra, presentando el campo contracuartelado y mantelado: I y IV ) de oro, tres fajas de gules, II y III) de gules, un castillo de oro; en el mantel, muy borroso, una cabeza encadenada al cuello, que es el blasón del linaje de CORDOBA, tal como se organizó el escudo en 1483, al caer preso de esta familia Boabdil, aunque en esta ocasión se ha prescindido del lema que entonces también adoptaron, OMNIA PER IPSO FACTA SVNT, así como de las veintidós banderas que ganaron en aquella acción. Sí pusieron sus fundadoras una lápida sobre la portada, para que constara cómo “ESTA OBRA MANDARON HACER LAS / MUY ILUSTRES SEÑORA DOÑA MENCIA / Y DOÑA FRANCISCA FAJARDO HIJAS DEL/EXCELENTISIMO SEÑOR MARQUES DON / LUIS FAJARDO Y DE LA ILUSTRISIMA SEÑO / RA DOÑA LEONOR DE CORDOBA AÑO DE 1577”.

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Armas de los Fajardo en la portada de la antigua ermita de la Concepción de Vélez Blanco. (Foto: Chencho Ruis Arrés).

Armas de los Fajardo en la fachada del templo de San Luis de Vélez Blanco. (Foto: Chencho Ruis Arrés).

Iglesia de San Luis. Armas de los Códoba en la portada de la antigua ermita de la Concepción de Vélez Blanco. (Foto: Chencho Ruis Arrés).

Armas de los Fajardo en la antigua ermita de la Concepción de Vélez Blanco. (Foto: Chencho Ruis Arrés).

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n 1602 se instaló en Vélez Blanco una comunidad de frailes Menores Observantes Recoletos de la Orden Franciscana, dependiente de la provincia de Cartagena. En gratitud al marqués, Luis Fajardo Requesens ( Vélez Blanco, 1571-Mula, 1642), IV marqués de los Vélez, por la mucha ayuda y protección que les deparó, los monjes pusieron el templo conventual bajo la advocación de San Luis. Por ello, aún vemos cómo, a ambos lados de la hornacina de la portada de esta iglesia, se repite un escudo labrado en piedra, blasón que también se encuentra tallado y policromado en el interior del templo, coronando los laterales del retablo mayor. Van timbrados por corona y con el campo cuartelado: I y IV ) las armas de FAJARDO, y II y III) cuartelado: 1º y 4º, de oro, tres fajas de gules, y 2º y 3º) de sinople, cinco veneras de plata, puestas en aspa; bordura componada de Castilla y León, que son las armas de PIMENTEL, el linaje con lejano origen en Portugal y al que pertenecía la primera esposa de don Luis.

Armas de Luis Fajardo Requesens, IV marqués de los Vélez, en la fachada del templo de San Luis de Vélez Blanco. (Foto: Chencho Ruis Arrés).

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Vivienda particular en C/ Vicente Sánchez

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n la actual vivienda particular de la calle Vicente Sánchez (cuesta de subida al Castillo desde el interior de la población) sobre una fachada barroca bastante transformada, aún se conserva una artística portada de ladrillo visto y, bajo la cornisa, una piedra heráldica, una simple cartela sin timbrar, con las armas simplificadas de los Fajardo, pues este edificio fue “Casa de la Justicia” y sede del alcalde mayor durante parte del periodo señorial de los Vélez hasta 1834.

Ayuntamiento

H

oy permanecen aún vivas las viejas armas de los marqueses de los Vélez gracias a la heráldica municipal. Con otro sentido y otra utilidad, las villas de Vélez Blanco y Vélez Rubio tienen adoptadas desde tiempo inmemorial las armas del linaje de los Fajardo en recuerdo del señorío que ambas villas y su comarca conformaron durante siglos. En el coronamiento del edificio consistorial de Vélez Blanco se puso en 1888 un escudo timbrado por corona, adornado de abigarrados lambrequines y con las tres ortigas. Para diferenciar el blasón con el de Vélez Rubio, en ocasiones se le ha añadido al escudo de Vélez Blanco una bordura blanca, alteración que no corresponde hacer a esta villa por ser, como era, la primitiva cabeza del marquesado. Aditamento que, por otra parte, es relativamente moderno, según se desprende de la impronta sigilográfica enviada en 1876 por el alcalde velezano a la Real Academia de la Historia.

Armas de los Fajardo en la fachada de la vivienda en C/ Vicente Sánchez de Vélez Blanco. (Foto: Chencho Ruis Arrés).

VÉLEZ RUBIO Iglesia del antiguo convento de los franciscanos; hoy, de María Inmaculada

C

on la ayuda y licencia de Fernando Joaquín Fajardo, VI marqués de los Vélez, se iniciaron en 1689 las obras del monasterio de Menores Observantes Recoletos de la Orden Franciscana en Vélez Rubio. Lo que explica y justifica que se repita a ambos lados de la hornacina que alberga la imagen de la Purísima, en la portada del antiguo templo de San Francisco (hoy de la Inmaculada o del Convento), el escudo de sus armas con la alianza de su segunda mujer, benefactora fervorosa de aquella comunidad franciscana. Es un blasón labrado en piedra, timbrado por corona, adornado con volutas y máscaras y

Armas de los Fajardo adoptadas por el Ayuntamiento de Vélez Blanco.

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Armas de Fernando Joaquín Fajardo, VI marqués de los Vélez, en la portada del templo del convento de Vélez Rubio. (Foto: Chencho Ruis Arrés).

Armas de D. Antonio Álvares de Toledo, X marqués de los Vélez, en la fachada del templo parroquial de Vélez Rubio. (Foto: Chencho Ruiz Arrés).

con el campo cuartelado: I) las armas de FAJARDO, II) terciado en palo: 1º) de plata, dos lobos de sable y bordura de gules con ochos aspas de oro, que es AYALA, 2º) una banda, y 3º) diez panelas, puestas dos a dos; III), de plata una banda de sable y, brochante al todo, una cadena de oro, armas de ZÚÑIGA; IV ) contracuartelado: 1º y 4º) de oro, cuatro palos de gules, y 2º y 3º) de azur, tres roques de oro, que son de REQUESENS. Sobre el todo de las dos últimas particiones, un escudo jaquelado de ocho piezas de gules y siete de veros, que es el blasón de QUIÑONES.

Retiro de Madrid, en 17 de abril de 1754, con María Antonia de Gonzaga Caracciolo, hija del I duque de Solferino, dama retratada por Goya, cuya señora, que tornó a casar con el conde de Miranda, Pedro de Alcántara López de Zúñiga fue tutora de los hijos habidos de su matrimonio: José María, el primogénito; Pedro, para el que se solicitó Real Licencia para casar con la hija de su padrastro, María Josefa López de Zúñiga, marquesa de la Bañeza; Francisco de Borja, que sucedió en el marquesado de Martorell por real carta de 5 de septiembre de 1796.

Iglesia parroquial de Ntra. Sra. de la Encarnación

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ntonio María de Toledo y Guzmán (Madrid, 17171773), sucesor de su padre en todos los títulos y señoríos: IX marqués de Molina y VII de Martorell. Caballero del Toisón de Oro, gentilhombre de S. M. Casó primero, previas capitulaciones hechas en 1735, con Teresa Fernández de Córdoba Spínola Figueroa, hija del X duque de Medinaceli, con la que no tuvo sucesión. Casando en segundas nupcias en la capilla del palacio del Buen

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Blasonando la portada de la magnífica iglesia parroquial de la Encarnación en Vélez Rubio, hay un espectacular y complicado escudo de armas adornado por banderas y lambrequines, orlado por el collar del Toisón de Oro, timbrado por una corona con tres yelmos y, sobre el central de éstos, una cimera que es un ángel mostrando una cinta entre sus manos. El blasón refleja muchos de los nobles linajes que concurrían en el X marqués de los Vélez, en cuyo tiempo, 1769, se inauguró este templo, sustituto del arruinado por un terremoto en 1751, que no se vería concluido hasta 1768, ya en tiempos del X marqués. Tiene el campo cuartelado y éstos, a su vez, divididos en otros múltiples: I) partido y terciado en palo: 1º) ocho

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TÍTULOS NOBILIARIOS DE D. ANTONIO ÁLVAREZ DE TOLEDO, Xº MARQUÉS DE LOS VÉLEZ Títulos españoles: marqués de Villafranca del Bierzo, duque de Fernandina, príncipe de Montalbán, marqués de Villanueva de Valdueza, conde de Peña Ramiro, marqués de los Vélez, marqués de Molina, marqués de Martorell, barón de Castellví de Rosanes, barón de Molins de Rei, duque de Montalto. Títulos sicilianos: príncipe de Paternó, duque de Bivona, marqués de Calatafimi, conde de Caltaxineta, conde de Caltabellotta, conde de Sclafani, conde de Adernò, conde de Caltavuturo, conde de Collesano, barón de Centorvi, barón de Biancavilla.

puntos de azur, equipolados a siete de plata, que es de ÁLVAREZ DE TOLEDO, 2º) cuartelado: a) y d) de sable, un león de oro, coronado de lo mismo, y b y c) losanjado en banda, de plata y azur, por MONCADA, 3º) de oro, dos lobos desollados, que es OSORIO, 4º) un rey moro, encadenado al cuello, que es CÓRDOBA, 5º) de oro, cinco hojas de higuera, de sinople, que es FIGUEROA?; en el escusón, ocho roeles que complementan el blasón de Moncada, II) cuartelado: 1º y 4º) los palos de ARAGÓN; y

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2º y 3º) terciado en palo: a) de oro, tres fajas de gules, b) un león?, c) de oro, una cruz paté, de gules, acompañada de cuatro águilas de sable, por GONZAGA; en escusón, un planta que podría ser una palma. CARDONA, III) cuartelado: 1º) cuartelado, sólo se distingue el tercer cuartel que es jaquelado, 2º) cuartelado en aspa, con los palos y las águilas de ARAGÓN SICILIA, 3º) de plata, una banda de sable y, en orla, una cadena de oro, que es ZÚÑIGA, y 4º) partido: a) dos águilas afrontadas y sosteniendo un mismo palo, b) un cometa LUCÍA Y PERALTA?; en el escusón las ortigas de FAJARDO. IV ) cuartelado: 1º) diez panelas, 2º) de plata tres roques de de sable, que son de REQUESENS, 3º) de oro, tres fajas de gules, armas de CÓRDOBA antiguas, 4º) una banda. El escusón con las cinco quinas de PORTUGAL. La cimera a que hemos hecho referencia líneas atrás corresponde al linaje de Álvarez de Toledo, el cual lo acompañó siempre sus armas con un ángel con las alas de plata y la túnica de jaqueles de plata y azur, sosteniendo en su mano derecha una espada de plata con empuñadura de oro, y en la izquierda, un mundo de azur superado de una cruz de oro y, entre ambas, una cinta con el lema “TV IN EA ET EGO PRO EA”. Frente a la puerta de entrada de la antesaristía hallamos una artística pila adosada a la pared de la que sobresalen dos caños decorados con cabezas monstruosas y, en el centro, el escudo con las armas de los Fajardo. Da la impresión de que el mencionado escudo, que está rehundido respecto a las dos caños, fue labrado con posterioridad a la propia pila.

Armas de los Fajardo en la pila de la antesacristía del templo parroquial de Vélez Rubio. (Foto: Chencho Ruiz Arrés).

Armas de José María Álvarez de Toledo Gonzaga, XI marqués de los Vélez, que en día estuvieron en la posada y, hoy, en el patio del Museo Comarcal Miguel Guirao de Vélez Rubio. (Foto: Chencho Ruiz Arrés).

Posada del Duque de Alba

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osé María Álvarez de Toledo Gonzaga, hijo del segundo matrimonio de D. Antonio, nacido en Madrid y bautizado en San Andrés de aquella villa en 17 de junio de 1757, sucedió en los títulos y señoríos, X marqués de Molina y IX de Martorell, siendo además XV duque de Medina Sidonia, XIV marqués de Cazaza y VI de Valverde, XXII conde de Niebla, cinco veces Grande de España, Gran Cruz de Carlos III. Casado en 1775 con María Teresa Cayetana de Silva Toledo, entonces duquesa de Huéscar, marquesa de Coria y condesa de Oropesa y, más tarde, tras la muerte de su abuelo, Fernado de Silva y Toledo, duquesa de Alba. Murió sin descendencia en 1798. En 1785 construyó la llamada gran posada del Marqués, en la Puerta de la Concepción de Vélez Rubio, un edificio espacioso y capaz para la época, construido, como rezaba la lápida que en su portada se colocó: “A EXPENSAS DEL EXMO SR. DN. / JOSE ALBAREZ DE TOLEDO DUQUE / D ALBA Y DE MEDINASIDONIA MAQ: / XI D VILLAFRANCA Y D LOS VELEZ / PARA ALIVIO D LOS CAMINANTES/AÑO D MDCCLXXXV”. Con ella se puso también el escudo de sus armas, durante muchos años en paradero desconocido, tras el derribo efectuado después de la Guerra Civil, hasta que, de forma absolutamente casual, fue hallado y colocado en el patio del antiguo Hospital Real de Vélez Rubio, hoy Museo Comarcal Velezano “Miguel Guirao”. Para la descripción de este escudo véase la de la Tercia marquesal de María.

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Armas de los Álvarez de Toledo, probablemente del X o XI marqués de los Vélez, en la portada de la actual almazara del Fatín en Vélez Rubio. (Foto: Chencho Ruiz Arrés).

Almazara del Fatín ( Tercia฀del฀Marqués )

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l paso del tiempo, los encalados, el descuido y la mediana factura del mismo han hecho desaparecer gran parte de las armas del viejo escudo situado sobre la portada de la histórica tercia (hoy, almazara) del barrio del Fatín. Sin embargo, por su estructura, labra, forma y ubicación, podemos asegurar que se trata de las armas de los maqueses de los Vélez, en torno a la época de D. Antonio Álvarez de Toledo (1717-1773), el constructor del templo parroquial de la Encarnación, o bien de su hijo. D. José Álvarez de Toledo....

Posada del Mesón o del Marqués, en las Puertas de Granada

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asta su derribo a comienzos de los 80 este fenomenal escudo presidió la fachada de la antigua posada o mesón del Marqués en las puertas de Granada, junto al arco de la entrada a la población procedente de Granada por el histórico Camino Real. Desmontado durante años, finalmente volvió a colocarse por sus propietarios junto a lo que fue molino Segundo o molino de Zacarías, cerca de Vélez Rubio pero en término de Vélez Blanco. Los infinitos encalados, el descuido del hombre y el deterioro del tiempo acabaron por arruinar o desfigurar

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Armas de los Álvarez de Toledo, probablemente del X o XI marqués de los Vélez, que en su día adornaron la desaparecida posada del Mesón o de Zacarías, en la plaza de la Feria de Vélez Rubio, hoy colocado en el molino Segundo o de Zacarías (Vélez Blanco).

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Armas de los Fajardo en la vieja tercia de los Cabreras, Vélez Rubio).

la simbología de los mismos. No obstante lo cual, a pesar de su considerable degradación, presenta bastantes similitudes con el escudo del XI marqués de los Vélez ( José Álvarez de Toledo) que estuvo en la desaparecida posada del Duque (Puertas del Convento), hoy en el patio del Museo de Vélez Rubio.

Tercia marquesal de los Cabreras

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n la lejana pedanía de los Cabreras, limitando ya con Huércal Overa, milagrosamente aún subsiste un enorme caseron dedicado a almacén y depósito agrícola y ganadero, sobre una de cuyas fachadas se colocó en su día un rústico y sencillo escudo del linaje de los Fajardo, posiblemente en el s. XVIII, para sellar esta antigua tercia marquesal donde se alojaban los productos recogidos mediante el citado gravamen medieval.

Ayuntamiento

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tro escudo de Fajardo, aunque suprime las rocas y descansa sobre banderas y atributos militares, corona la casa ayuntamiento de Vélez Rubio, blasón que fue allí puesto en 1907, procedente del derribo que por aquella fecha se hizo de la Puerta de Granada, del recinto murado que antaño defendió la villa, donde hasta entonces estuvo, acompañado en la fachada interior de una lápida en la que se leía: “REGNANTE CAROLO IV / HOC OPUS OMNIUM SALU / TI ET FELICITATI DEDICA UT / MARQUIO EN CIVES VELEZ/ RUVII. ANNO MDCCCIV”.

Armas de los Fajardo adoptadas por el Ayuntamiento de Vélez Rubio.

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Armas de los Álvarez de Toledo, probablemente del X o XI marqués de los Vélez, en la antigua tercia del Marqués en María (Foto: Encarni Navarro López).

ALBOX Ayuntamiento

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abradas en piedra se hallan en el edificio del ayuntamiento las armas de los Fajardo, quienes poseían Albox, Albanchez, Arboleas y Benitagla, desde que el adelantado Juan Chacón, por compra escriturada en Medina del Campo en 23 de marzo de 1493, las adquiriera a don Pedro Manrique de Lara, II conde de Triviño, I duque de Nájera y notario mayor de León, quién, a su vez, las había recibido por merced de los Reyes Católicos en privilegio fechado en Madrid el día 8 de abril de 1499.

MARÍA Tercia marquesal

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oncedió don Fernando Joaquín en 1659 la gracia de que el anejo de María, hasta entonces dependiente de Vélez Blanco, se constituyera en concejo, independencia que le dotaría también de pósito, cuyo edificio blasonado aún se conserva en la villa. Los infinitos encalados tienen desdibujado el escudo de la Tercia de María. Sin embargo, valiéndonos de un grabado impreso de comienzos del s. XVIII, referente a la administración del estado de los Vélez, describimos el contenido de las armas de la irreconocible piedra heráldica de María. Medio partido cortado: I) cuartelado, 1º) jaquelado, de TOLEDO, 2º) partido: a) losanjado en banda, b) león rampante, que son de MONCADA, 3º) los lobos de OSORIO, y 4) un rey coronado, portando un cetro y encadenado por el cuello, que es de CÓRDOBA; el excusón partido: A) ocho roeles, puestos dos y dos, b) cuatro palos. II) cuartelado: y 1º y 4º) los cuatro palos de ARAGÓN, 2º y 3º) terciado en palo: a) cuatro fajas, b) sembrado de lises, y c) la cruz paté cantonada de águilas, que es de GONZAGA; el escusón con tres matas de cardo, que es de CARDONA. III) terciado en palo: 1º) partido: a) luna y jaqueles de LUNA (?), b) los roques, de REQUESENS; el escusón con las ortigas, de FAJARDO; 2º) cortado: a) los dragones afrontados y el lucero, de PERALTA y LUCÍA (?), b) las barras y las águilas, de ARAGÓN SICILIA, y 3º) los jaqueles de veros, de QUIÑONES; la banda –convertida en barra- y la cadena, que son ZÚÑIGA, y el escudo con las quinas de PORTUGAL.

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Hoy usa el ayuntamiento como escudo municipal las armas simples de Fajardo, el blasón de los antiguos señores de Albox, marqueses de los Vélez, al que le han dado un tinte nacional al timbrarlo con la corona real cerrada, algo que constituye un acierto al distinguirse con ello de los blasones de Vélez Blanco y Vélez Rubio, que sí se timbran correctamente con la corona marquesal, por ser componentes del marquesado de su nombre, algo que no ocurría con Albox, que constituía, como acabamos de ver, un señorío diferente. Al parecer, también en Albanchez existió escudo de Fajardo en una casa llamada del Marqués, que era almacén de granos y residencia del administrador del señorío.

Armas de los Fajardo en la fachada del Ayuntamiento de Albox (Foto: Somos Albojenses).

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Iglesia parroquial de Santa María

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unque no disponemos de una descripción ajustada de las armas, pensamos que, por el lugar de ubicación, se trata de un escudo perteneciente a una marquesa viuda de los Vélez, al que, según nos informan desde Albox, en un momento determinado le cortaron la corona real...

CANTORIA Vivienda del marqués de la Romana (desaparecido)

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n la calle de San Juan existe una casa blasonada por un bello escudo de considerables dimensiones, que, aunque muy encalado, deja verse perfectamente definido. Esta timbrado por la consabida corona, yelmos y cimera, descansaba sobre once banderas y el manto de la grandeza de España, se orla con los collares del Toisón de Oro, y el de la Gran Cruz de Carlos III, y presentaba el campo con seis cuarteles y un escusón: I) de oro, dos lobos desollados, puestos en palo, armas de OSORIO. II) cuartelado: 1º y 4º) de sable sable, un león de oro, coronado de lo mismo, armado y lampasado de gules, primero contornado, y 2º y 3º) losanjado en banda, de plata y azur; sobre el todo, un escusón partido a) de gules, cargado de ocho bezantes de oro, y b) de oro cuatro barras de gules, armas de MONCADA. III) las ortigas de FAJARDO. IV ) cuartelado: 1º y 4º de azur, una flor de lis de oro, 2º y 3º) de plata, un perro de sable, armas de CHACÓN. V ) en campo de plata, tres roques de sable, armas de REQUESENS. VI) de azur, dos calderas de oro, y bordura de Castilla y León, armas de GUZMÁN. El escusón partido 1º) ocho puntos de azur, equipolados a siete de plata, que es el blasón de ÁLVAREZ DE TOLEDO, 2º) un moro, con una cadena al cuello, que es de la Casa de CÓRDOBA.

En opinión de Miguel Martínez Castillo, doña Mª Tomasa Álvarez de Toledo y Palafox, duquesa de Montalto, hija de Francisco de Borja Álvarez de Toledo y Gonzaga, XII marqués de los Vélez y XVI duque de Medina Sidonia (nieta del X marqués), había contraído matrimonio con don Pedro Caro Salas, IV marqués de la Romana, razón por la que ha existido duda de que la vivienda se construyó por mandato de este marqués.

฀ Armas฀de฀la฀marquesa฀viuda฀( siglo฀ V )฀en฀la฀fachada฀de฀la฀ parroquial de Albox (Foto: Somos Albojenses).

Armas de los Álvarez de Toledo en la fachada de la antigua vivienda del marqués de la Romana. (Foto:Andrés Carrillo Miras).

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En el palacio llamado de Almanzora existieron las armas de los marqueses de los Vélez, señores de Cantoria, hasta que aquella gran finca, siendo ya del marqués de la Romana, fue adquirida por Antonio Abellán y Peñuela, flamante marqués de Almanzora desde 1872, que remodeló la casa y colocó las armas que hoy blasonan la portada.

CUEVAS DE ALMANZORA Castillo de Marqués de los Vélez Armas de Antonio Álvarez de Toledo, X marqués de los Vélez, situada hoy en interior del Ayuntamiento de Cantoria, aunque originalmente se diseñaron para la desaparecida almazara de la población, junto al cauce del río Almanzora.

Ayuntamiento de Cantoria

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ste mismo escudo, aunque de más bulto en la talla, se halla adosado desde hace unos 25 años al testero de la escalera del ayuntamiento de Cantoria, procedente de la antigua y ruinosa almazara del Marqués, que fue finalmente derribada a la entrada del siglo actual. Tanto éste como el anterior descrito son las armas de Antonio María Álvarez de Toledo y Guzmán, X marqués de los Vélez, octavo nieto de don Pedro Fajardo, convertido en primer señor de Cantoria y Partaloa desde que por escritura firmada en Murcia en 13 de febrero de 1501, comprara este feudo a Diego Hurtado de Mendoza, III duque del Infantado, su primer poseedor por merced de los Reyes Católicos concedida en 16 de mayo de 1495.

Armas de los de la Cueva en la portada de entrada al castillo de Cuevas de Vera (hoy, del Almanzora).

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n una ventana de la torre del castillo se hallan, labradas en piedra, las armas desglosadas del marqués de los Vélez, simples y carentes de timbre y adornos: I) de oro, tres matas de ortiga, de sinople, sobre ondas de azur y plata. Armas de FAJARDO. II) mantelado, 1º y 2º) de oro un bastón de gules, y el mantel, de plata con un dragón de sinople saliendo de una cueva. Armas de LA CUEVA. III), de plata, un león de gules. Armas de SILVA. Son estos blasones del primer marqués de los Vélez y de sus segunda y tercera esposas: Mencía de la Cueva Toledo y Catalina de Silva, tal como ya hemos visto al tratar de similares escudos en Vélez Blanco. Los mismos escudos blasonan, timbrados por corona, labrados en piedra y a mayor tamaño, la entrada al recinto del castillo, así como, finamente modelados en estuco, en el bello artesonado de su torre del homenaje. En todas las obras realizadas por el primer marqués durante su último matrimonio aparecen invariablemente las armas tanto de su esposa, con la que tuvo dilatada des-

Armas de Fajardo-Chacón en la portada de entrada al castillo de Cuevas de Vera (hoy, del Almanzora).

Armas de los Silva en la portada de entrada al castillo de Cuevas de Vera (hoy, del Almanzora).

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cendencia, como las de doña Mencía, madre de Luis, su primogénito y heredero. Pedro Fajardo, abuelo del I marqués, recibió de Enrique IV el señorío de Cartagena, privilegio que le fue confirmado en 1477 por los Reyes Católicos, los mismos monarcas que luego lo revocaron a su nieto, dándole a cambio las villas de Vélez Blanco, Vélez Rubio, Cuevas y la Portilla. Andando el tiempo, los marqueses dividieron administrativamente sus extensos dominios y quedó Cuevas como cabeza de una alcaldía mayor, a través de la cual se gobernaba la mitad de sus dominios en tierras de Almería. En la llamada huerta del Marqués, a la que acudía frecuentemente de temporada el II marqués, aún se conservaba en 1921 el escudo de los Vélez. Del mismo modo que en la finca del señor Soler Soler, en el pago de las Cunas, se guardaba el que blasonó el antiguo pósito de la villa.

ORIA Iglesia de Ntra. Sra. de la Merced

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l marqués que ordenó la construcción del templo fue Antonio María Álvarez de Toledo y Guzmán, X marqués de los Vélez y de Villafranca del Bierzo, quien obtuvo para este último título la Grandeza de España en 1765, dos años antes que se iniciaran las obras de la basílica de Oria. Obras éstas que no se verían concluidas hasta 1779, cuando ya era XI marqués de los Vélez, José María Álvarez de Toledo Gonzaga, XV duque de Medina Sidonia, al fallecer sin sucesión en 1777 Pedro de Alcántara de Guzmán, y duque consorte de Alba por su matrimonio con la jovencísima, trece años, Cayetana de Silva Álvarez de Toledo, la famosa duquesa varias veces retratada por Goya. Armas de D. José M. Álvarez de Toledo y Gonzaga, XI marqués de los Vélez, en la fachada de la basílica de Ntra Sra de la Merced de Oria.

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ESCUDOS EN EL CASTILLO DE CUEVAS DEL ALMANZORA En el único lugar del término municipal donde se conservan escudos de armas relacionados con los marqueses de los Vélez es en el complejo arquitectónico que constituye su castillo: además de su recinto murado y torre del homenaje, ambos de principios del siglo XVI, destacan la llamada Casa del Alcaide o Palacio del Marqués, construido igualmente en los inicios de la misma centuria, y la Casa de la Tercia, muestra de arquitectura civil de mediados del siglo XVIII. Pues bien, en la puerta de acceso al patio de armas, sobre las dovelas que integran su arco rebajado, se disponen, centrados, tres blasones o escudos de piedra que representan las armas del primer marqués de los Vélez, Pedro Fajardo y Chacón, y las de sus dos esposas. El que ocupa la parte central corresponde obviamente al apellido Fajardo; los que lo secundan a ambos lados pertenecen, el de la izquierda, a doña Mencía de la Cueva, su primera mujer; y el de la derecha, a la que fue su segunda esposa, doña Catalina de Silva. Éstas fueron hijas del duque de Alburquerque, en el primer caso, y del conde de Cifuentes, en el segundo. En la fachada sur de la torre del homenaje, asomándose sobre el amplio patio de armas, justo debajo de uno de los cuatro pequeños ventanales de forma cuadrangular reforzados por sillares que allí se abren, vuelven a figurar los tres blasones, aunque esta vez su tamaño sea notablemente más reducido que el de los primeramente descritos. Por último, ya en el interior de la torre del homenaje, en una de sus salas, denominada de la Cierva, se puede contemplar un artesonado en el que, entre las traviesas de madera, se ensamblan, sin solución de continuidad, los tres escudos mencionados, esta vez realizados en estuco. Enrique F. Bolea

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a siete de plata, que es el blasón de ÁLVAREZ DE TOLEDO, 2º) un moro, con una cadena al cuello, que es de la casa de CÓRDOBA. En estas ostentosas y bien labradas armas del marqués de Villafranca, ya fueron relegadas a segundo término las ortigas de los Fajardos, antiguos señores de Oria, desde que por privilegio de los Reyes Católicos, datado en la Puebla de Guadalupe en 23 de junio de 1492, la recibiera Juan Chacón, adelantado de Murcia, con su castillo, término y tierras, vasallos y jurisdicción.

Calle San Antonio

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dénticas armas que las anteriores, aunque menores en tamaño, lujo y talla, están blasonando un edificio de la calle San Antonio, que fue antiguamente posada, construido con los sobrantes de la obra de la Basílica, escudo que se halla altamente mutilado y borroso.

ALMERÍA

Armas de los Álvarez de Toledo en la antigua tercia de Oria en la calle San Antonio.

Bajo la imagen de Nuestra Señora de la Merced, en la basílica de su advocación de Oria, se encuentra un bello escudo de armas, muy similar al que existe en la casa del Administrador en Cantoria, pero de mejor talla y mayor tamaño. Está timbrado por la consabida corona, yelmos y cimera, descansa sobre once banderas y el manto de la grandeza de España, se orla con los collares del Toisón de Oro y el de la Gran Cruz de Carlos III, y presenta el campo con seis cuarteles y un escusón: I) de oro, dos lobos desollados, puestos en palo. Armas de OSORIO. II) cuartelado: 1º y 4º) de sable, un león de oro, coronado de lo mismo, armado y lampasado de gules, primero contornado, y 2º y 3º) losanjado en banda, de plata y azur; sobre el todo, un escusón partido a) de gules, cargado de ocho bezantes de oro, y b) de oro cuatro barras de gules. Armas de MONCADA. III) las ortigas de FAJARDO. IV ) cuartelado: 1º y 4º de azur, una flor de lis de oro, 2º y 3º) de plata, un perro de sable. Armas de CHACÓN. V ) en campo de plata, tres roques de sable. Armas de REQUESENS. VI) de azur, dos calderas de oro, y bordura de Castilla y León. Armas de GUZMÁN. El escusón partido 1º) ocho puntos de azur, equipolados

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n los almacenes de la antigua Diputación Provincial se guardaba una labra de piedra de grandes dimensiones, que hoy imagino formando parte de los fondos del Museo Arqueológico Provincial. Su mucha erosión impedía descifrar la leyenda, aunque dejaba ver con claridad el blasón de Fajardo, timbrado por la corona marquesal. Si este escudo no fue traído de alguno de los antiguos dominios de los Vélez, habría que pensar en alguna losa sepulcral de alguno de los Fajardo que desempeñaron el gobierno de la costa de Almería en el siglo XVII. Tal como ocurrió con Rodrigo Fajardo, general de la costa de Almería, quien casó a una hija con Álvaro Iñigo de Santa Cruz, el cual fundó casa en Murcia. Ignoro la relación de éste con un Rodrigo Fajardo tal vez el mismo, escudero de la capitanía de Juan de Benavides, recibido como poblador y repartido con una casa en la colación de San Pedro de Almería, una torre en Huércal, con sus tierras de labor, y otros predios en el Alquián. El catastro de la Ensenada de 1753 otorga trato de distinción a don Juan Fajardo, contribuyente de 53 años, vecino de la ciudad.

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SELECCIÓN BIBLIOGRÁFICA

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