De los parágrafos 2.15 y 2.151// Tractatus logico-philosophicus

Share Embed


Descripción

1-Segmentación y estructuración del texto
2.15- Que los elementos de la figura se comporten unos con otros de un modo y manera determinados, representa que las cosas se comportan así unas con otras. Esta interrelación de los elementos de la figura se llama su estructura y, la posibilidad de la misma, su forma de figuración.
2.151- La forma de figuración es la posibilidad de que las cosas se interrelacionen al igual que los elementos de la figura.
2-Análisis terminológico
Al hablar aquí de figura, habla de ella como de una representación de un estado de cosas concreto del mundo (2.2, 2.12, 2.14, 2.15); está Wittgenstein tomando en cuenta que los estados de cosas son, en su darse efectivo, los hechos que componen el mundo, dados como configuraciones de objetos simples (2, 2.01, 2.011, 2.012, 2.0123, 2.014, 2.0141, 2.02, 20272, 2.023, 2.04), entendiendo los objetos simples como los elementos básicos de la ontología para Wittgenstein, los componentes atómicos últimos de la realidad.
Siendo así, los elementos que conforman aquella figura son aquellos tales que deben coincidir con los objetos (cosas) que forman a su vez el estado de cosas que está siendo figurado (2.13, 2.131, 2.14).
Por último, se llamará forma precisamente a la estructura en la que se muestren articulados los objetos simples en el estado de cosas (2.022, 2.023, 2.03, 2.031, 2.032, 2.033, 2.034); y, por ende, la forma de figuración será la estructura presentada por los elementos de la figuración coincidente con la del estado de cosas representado, dado que ha de adecuarse a ella para poder estarlo representando propiamente (2.15, 2.151, 2.1513, 2.1514, 2.1515, 2.16, 2.17).
3-Paráfrasis explicativa
Dentro de esta teoría de la representación en sentido concreto, queda claro que las dos principales características por las que una figura representacional es, en efecto, capaz de representar el estado de cosas del mundo al que hace referencia son:
Presentar signos simples –elementos– que, individualmente, se refieran directamente al correspondiente objeto real que nombran. (2.12, 2.13, 2.131)

Mostrar una forma de figuración adecuada a la forma en la que estén estructuradas esas "cosas" u objetos, de hecho, en el estado de cosas representado. (2.031, 2.032, 3.21)
Por la primera característica, comprendamos el estado de cosas RBA, siendo tal que no sólo cuenta con los objetos A, B y R, sino que además se hallan articulados bajo la forma "rba", es decir, que es tanto la consideración de los objetos presentes como la de la forma que los estructura la que da lugar al estado de cosas posible RBA.


Se hace evidente, pues, que el estado de cosas RBA no es representado por la figura ABR, a pesar del hecho de contar con la representación de los mismos elementos que en el estado de cosas. Ha de atender, pues, también a su estructura. En este punto, llamaremos a la antes explicada "forma de figuración" la posibilidad de que R, A y B sean susceptibles de estructurarse del mismo modo en que R, A y B lo son.
Estas distintas posibilidades de configuración se entienden como las distintas formas de figuración que presentan y de las que resultan capaces unos determinados elementos en la supuesta figuración (2.17); la forma de figuración "rba" significa la posibilidad de que A, B y R se articulen tal y como A, B y R, como hemos visto, lo hacen.
La tesis presentada en 2.15 y 2.151, visto la anterior, se refiere al hecho de que la forma presente en la figuración no es de libre configuración, es decir, que al representar un darse efectivo de un estado de cosas, esto es, un hecho del mundo, estamos condicionados taxativamente por los nombres y signos simples con los que somos capaces de construir una figuración –signo proposicional– acerca de tal hecho.
Eso conlleva el problema implícito en la segunda de las características de las figuras de representación arriba mencionadas –también presenta problemas, y no pocos, para con la primera característica, pero no es este el tema ahora a tratar, a saber, si verdaderamente somos capaces de representarnos objetos del mundo fielmente mediante nombres– y es que no necesariamente los signos con los que hacemos referencia a los objetos del mundo puede estructurarse de la misma forma en la figuración en que estos lo hacen, de hecho, en el estado de cosas que conforman y que pretendemos figurar.
La importancia de la forma de figuración radica en constituir la posibilidad de que los elementos figurativos se ordenen de acuerdo a como los objetos figurados efectivamente lo hacen. Conlleva, pues, que seamos realmente capaces de representarnos, y por lo tanto, acaso conocer, los hechos del mundo.


Lihat lebih banyak...

Comentarios

Copyright © 2017 DATOSPDF Inc.